Comentarios a la Ley del Proceso Contencioso Administrativo

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Comentarios a la Ley del Proceso Contencioso Administrativo Peruano

Javier Jiménez Vivas

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Comentarios a la Ley del Proceso Contencioso Administrativo Peruano


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Comentarios a la Ley del Proceso Contencioso Administrativo


© Javier Jiménez Vivas

Diseño de portada: Jaime A. Vela Valencia

Composición de interiores: Jaime A. Vela Valencia

Responsable de Edición: Mario Martínez Puente

© EDICIONES LEGALES (EDILEGSA E.I.R.L.)

Jr. Inca Nº 517 - Lima 34

Teléfonos: 426-2406 / 426-9601

E-mail: [email protected]

Primera edición: Junio 2010

Tiraje: 500 ejemplares

Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional

del Perú Nº 2010 - 06772

ISBN: 978-612-302-259-4

Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra

sin previa autorización escrita del autor y el editor.

Impreso en Perú / Printed in Peru

Impresión:

Aníbal Paredes Galván

Av. Las Lomas 1600 - S.J.L.

RUC 10090984344

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¿Por qué y para qué Estudiar el Proceso Contencioso Administrativo?

¿POR QUÉ Y PARA QUÉ ESTUDIAR EL PROCESO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO?

¿Alguna vez se preguntó Ud. por qué postuló a una Uni-versidad?, y más específicamente ¿por qué a la carrera de Derecho? Pienso que fueron varias las razones que lo llevaron a tomar ambas decisiones. Motivos familiares, inclinaciones vocacionales, incentivos sociales, perspectivas económicas, entre otras, con seguridad concurrieron para empujarlo a tomar aquella decisión que a la distancia y en el tiempo com-partimos: la de hacernos abogados.

Ya en la Facultad de Derecho, encontramos materias muy apreciables y novedosas, demasiado densas y aburridas, ver-sátiles y prácticas, algunas más interesantes que otras, etc. Asumiendo que en esto también coincidimos, lo invito a fijar su atención en una de dichas materias, siempre relacionada al quehacer de los juzgados y tribunales; o dicho de otra forma, aquella que sirve para ligar todo el Derecho con tales instan-cias. Nos referimos al Derecho Procesal.

El Derecho Procesal se ubica frente a otra importante noción, cual es el monopolio del Estado en el ejercicio de la función jurisdiccional, en la aplicación coercitiva del Derecho; es decir, la reserva que este hace solo para sí –en principio–, del cumplimiento de dicha actividad.

La sola existencia del mencionado monopolio nos evoca la noción de poder; y sí, el ejercicio de la función jurisdiccio-nal es el poder de resolver la controversias que surgen en los distintos ámbitos del ordenamiento jurídico (de manera ordi-


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naria: jurisdicción civil, laboral, etc.), de velar por el respeto de los derechos fundamentales y jerarquía de la Constitución (de manera extraordinaria: jurisdicción constitucional), y de discernir si concurren los elementos para justificar el recurso a la potestad sancionadora del Estado (de manera final: juris-dicción penal).

Frente a ello, el Derecho Procesal contiene otro poder: el de controlar el ejercicio de la función jurisdiccional y la parti-cipación de todos los sujetos que concurran a esta; y lo hace en diversas formas, cada una apropiada al ámbito jurídico en el cual este se aplique.

Empero, existe una disciplina procesal que está diseñada para controlar otra función del Estado. Si bien esa también cumple con ajustar a ley el desenvolvimiento dentro del pro-ceso de los órganos jurisdiccionales y de los diversos sujetos procesales –en lo cual radica su carácter general de rama procesal–, encuentra su particularidad en que sirve para vi-gilar el sometimiento al ordenamiento jurídico de la función administrativa del Estado.

Junto a la función legislativa y a la mencionada función jurisdiccional, la función administrativa es aquella que sus-tenta el funcionamiento diario del Estado, la que permite la operatividad de las tres funciones y, en general, el cumpli-miento de todas las tareas que el Estado reivindique para sí. Ello, desde un punto de vista orgánico o interno. Desde una visión dinámica o externa, diremos que la función ad-ministrativa es aquella que permite al Estado relacionarse con cada ciudadano, con cada empresa, con cada organiza-ción social, e integrar sus distintas actividades con los fines públicos que este maneja. Para cumplir con ello, el Estado adopta el nombre que tradicionalmente sirvió para atender los asuntos de Derecho interno: “administración”, luego cali-ficada con el adjetivo de “pública” por los fines que persigue.

Pero tantas y tan diferentes son las actividades de los agentes antes mencionados que para relacionarse con estos

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el Estado debe especializar sus oficinas a fin de atender ta-maña variedad. Es así cómo el Estado se personifica ante los particulares mediante una amplia gama de formas de Admi-nistración pública. La necesidad de que estas dependencias estatales atiendan directa y eficazmente realidades tan disími-les, obliga a dotarlas de la capacidad de dictar normas espe-cializadas para sus respectivos ámbitos de acción, conocidos como “Reglamentos”.

Lo anterior origina el surgimiento de un conjunto de nor-mas que, empezando por la Constitución, continuando por las Leyes orgánicas, generales y especiales, los Reglamentos ge-nerales y especiales, y terminando por las Directivas, forman el llamado “Ordenamiento jurídico administrativo”, que dirige el cumplimiento de la función administrativa del Estado, y cuya aplicación origina un amplísimo espacio relacional entre las administraciones y los particulares.

En dichas relaciones, como en cualesquiera otras apre-ciadas por el Derecho, pueden y suelen surgir controversias en la aplicación e interpretación de las normas. La peculiari-dad de tales controversias será que siempre involucrarán al Estado en ejercicio de la función administrativa, o a quien la cumpla en su nombre. Pero de ello brota otra característica especial, cual es la contraposición que se verifica en tales con-flictos entre los intereses públicos del Estado y los intereses privados de los particulares.

Si observamos que en dichas relaciones el Estado actúa defendiendo fines públicos y regido por normas que este mis-mo ha dictado, tenemos que ostenta una posición diferente a la de aquellos sujetos que solo defienden intereses indivi-duales o de grupo. Encontramos así una tercera peculiaridad. Una cuarta característica muy llamativa del área del Derecho bajo comentario está constituida por las distintas jerarquías, temporalidad y especificidad de las normas posiblemente apli-cables para regular la interacción entre el Estado (Administra-ción) y los particulares.


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Pues bien, llegamos al punto en el cual podemos decir, que estudiamos el Proceso contencioso administrativo* por-que es la expresión de la disciplina procesal especializada para solucionar los conflictos que surjan en el área del Dere-cho antes presentada, para controlar el ejercicio de la función administrativa por parte del Estado, vigilando su apego al ordenamiento jurídico, y para proteger los derechos e intere-ses de los particulares luego de haber sido ventilados en una relación jurídica desigual, como lo es la relación jurídica ad-ministrativa.

En cuanto a esto último, cabe señalar que mediante el Proceso contencioso administrativo se busca solucionar un conflicto surgido en una relación sustancial no paritaria, en-tablando para ello una relación procesal que establezca un equilibrio entre las situaciones de la Administración y la de los sujetos administrados. Con ese objeto, extiende la mano en dirección a la disciplina procesal pensada para resolver los conflictos que emergen de relaciones sustanciales paritarias (al menos en teoría): el Derecho Procesal Civil, realizando las adaptaciones e inclusiones necesarias por su especial natu-raleza.

Como vemos, el Proceso contencioso administrativo com-promete nociones como la de jurisdicción, función adminis-trativa, defensa de derechos e intereses, igualdad procesal, jerarquía de normas, y otras recogidas desde la Constitución y con alcances sobre todo el ordenamiento jurídico peruano. En ese sentido, se relaciona al Principio de Dignidad Humana y al Derecho al Debido Proceso con toda la gama de garantías que contiene a su interior (acceso a la justicia, contradicción, defensa, derecho a probar, doble instancia, motivación de las resoluciones, etc.).

* En otro trabajo (“Significado y el empleo de la expresión contencioso-adminis-trativo.” Revista Actualidad Jurídica, Gaceta Jurídica, T. 137, Lima, abril 2005, pp. 195-198) hemos sustentado las razones por las cuales la expresión “Proce-so contencioso administrativo” debe ser reemplazada por aquella de “Proceso administrativo”. En esta oportunidad, sin embargo, empleamos la primera en estricto respeto a la normatividad vigente.

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Lo anterior, dentro de un Estado constitucional de De-recho, hace del Proceso contencioso administrativo un ins-trumento democrático, al servicio de las libertades y de la vigencia de los derechos. En ese sentido, corresponde llevar su conocimiento al mayor número de ciudadanos que sea posible, para que, en cada caso, ellos tengan la posibilidad de concretizar los principios antes indicados, y hacer que la tutela procesal sea realmente “efectiva”.

Lo dicho anterior nos obliga a recurrir a la doctrina –pe-ruana y extranjera–, pero también a la Constitución, a las leyes, a sus proyectos y exposiciones de motivos, a la juris-prudencia de los tribunales especializados (poco considera-da hasta hoy en los estudios de la materia), y a otros docu-mentos relacionados al proceso bajo nuestro estudio; todos instrumentos de investigación válidos para alcanzar nuestro objetivo de identificar, ordenar, estructurar y compartir con todos las instituciones del Proceso contencioso administrati-vo. Desde ya, es un espíritu de apertura el que inspira a esta obra, que intenta mostrar dichas instituciones de la manera más sencilla y directa posible, a través de la ley que lo regula.

Conforme a lo anterior, el trabajo que Ud. empieza a leer está pensado tanto para los chicos y chicas de las universidades, que se inician en esta disciplina procesal, como también para el colega operador de justicia o litigante, que necesita conceptualizaciones claras y concretas en su labor.

Finalmente, estamos seguros que si algo le falta al Pro-ceso contencioso administrativo peruano en particular y al Derecho Administrativo peruano en general, es encontrar los elementos y aportes que permitan revalorar el adjetivo “perua-no” que hemos aplicado. Hacia ese logro apunta el esfuerzo de esta obra.

El autor. Lima, Junio de 2010.


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Estudio Preliminar : Importancia del Proceso Contencioso Administrativo...

ESTUDIO PRELIMINAR IMPORTANCIA DEL PROCESO CONTENCIOSO

ADMINISTRATIVO EN EL PERÚ

Antes de leer el presente estudio, resulta prudente reali-zar algunas precisiones.

A continuación, podrá Ud. encontrar un conjunto de postulados en los cuales –sin pretender mostrarlos como los únicos–, podemos sustentar el porqué el Proceso contencioso administrativo es una disciplina procesal de importancia den-tro de nuestro ordenamiento jurídico, a partir precisamente de su impacto en algunos sectores del mismo y de los roles que cumple dentro del conjunto de dicho ordenamiento.

Los diversos aspectos internos del proceso en mención son sin duda importantes, y también fundamentan la impor-tancia del Proceso contencioso administrativo como discipli-na, además de inspirar el presente trabajo. Sin embargo, tales temas son abordados en capítulos posteriores de esta obra. Aquí, nos interesa hablar de razones marco, de ideas globales, que no solo articulan a dicho proceso con otras disciplinas de nuestro ordenamiento jurídico (como son el Derecho Cons-titucional, el Derecho Administrativo y el Derecho Procesal General), sino también con los derechos e intereses de los particulares.

En ese sentido –y por abordar temas distintos–, los motivos en los cuales fundamos la importancia del Proceso


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contencioso administrativo no tienen un orden necesario de lectura. Si bien su entendimiento exige al lector diferentes grados de conocimiento de las materias comprometidas, su redacción ha sido pensada para hacer el texto fácilmente ac-cesible a estudiantes de Derecho, y por supuesto a los colegas abogados. Sin embargo, su lectura es necesaria si queremos comprender qué es, cuál es la esencia y cuáles son los alcan-ces del Proceso contencioso administrativo peruano.

1. ES EL DESARROLLO LEGAL DEL DERECHO CONSTITU-CIONAL AL CONTROL JURÍDICO DE LAS ACTUACIONES DE LA ADMINISTRACIÓNActualmente, se identifican dos partes dentro de una

Constitución Política: una llamada “dogmática” y otra denomi-nada “orgánica”. La primera, recoge los Derechos fundamen-tales, llamados “Derechos constitucionales”, a partir de su in-corporación en el texto constitucional (y “Derechos humanos” en los textos internacionales).

Tales derechos, cumplen un doble rol. Por un lado, se constituyen en garantías a favor de los ciudadanos frente al Estado, con una vigencia de tipo negativa (como límites que el Estado no puede franquear en el ejercicio de sus funciones legislativa, jurisdiccional y administrativa) y otra de carácter positiva (por cuanto permiten a los particulares actuar en defensa de dichos derechos). Por otro lado, los derechos fundamentales conforman un conjunto de valores que sirven de sustento a toda la Constitución, así como a la estructura del Estado, a sus funciones, a sus relaciones con los particulares, y a las relaciones entre estos; es decir, representan la estructura axiológica que ha propuesto el legislador constituyente como ideal valorativo a la sociedad.

La segunda parte de una Constitución o parte orgánica es aquella que habla del Estado, concretamente de sus funciones y su estructura. Ello es así porque cualquier división que se haga de órganos estatales parte de una premisa, cual es la de diferenciar las diversas funciones que el Estado se propone

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desarrollar, para luego atribuirlas a distintos órganos con el fin primario de obtener un mejor cumplimiento de las mismas.

Las funciones identificadas y repartidas adoptan el nom-bre de “competencias”. Cada órgano del Estado recibe a partir de la Constitución, competencias distintas de las confiadas a los demás entes estatales; a partir de lo cual, podemos afir-mar que los distintos órganos estatales se especializan en el cumplimiento de sus respectivas competencias, desarrolladas y especificadas en cada institución a través de diversas atri-buciones o facultades. 1 El desarrollo de las competencias y la implementación y precisión de las atribuciones corre a cargo de instrumentos normativos expedidos por el Parlamento bajo la forma de “ley” (que asumen el carácter de “orgánica” cuando la Constitución así lo exige), o por la Administración Pública con el nombre de “reglamentos”.

Entre los derechos que nuestra Constitución prevé a favor de los particulares, está el de solicitar al Poder Judicial la rea-lización de un control jurídico sobre determinada actuación de la Administración Pública cumplida en un caso en concre-to, en salvaguardia de sus derechos e intereses. Nos referimos a aquel previsto en el artículo 148 de nuestra Constitución Política de 1993 (en adelante CP 1993), según el cual:

“Las resoluciones administrativas que causan estado son susceptibles de impugnación mediante la acción contencio-so-administrativa”.

1 “Otra opción relevante en nuestro orden normativo administrativo general es la de fijar los conceptos de competencia y atribuciones. Competencia es la cuota total de función administrativa asignada a un organismo, órgano o persona órgano de la Administración Pública; (...). En cambio, atribución es cada una de las facultades específicas que puede ejercer el organismo, órgano o persona (...); debiendo resaltar que con cada atribución la entidad puede realizar un único acto específico en cada cual está presente y manifestada la cuota de función administrativa que se le ha otorgado (es decir, la competencia). De allí que la regla general en nuestro orden jurídico administrativo general sea que la competencia está compuesta por un conjunto de atribuciones. (...).” (SALAZAR CHÁVEZ, Ricardo. “Proyecciones para la Función Administrativa y la Adminis-tración Pública en el Perú”. En: Revista de Derecho Administrativo, Círculo de Derecho Administrativo, Lima, Nº 3, septiembre 2007, p. 203).


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Aun cuando de una primera lectura de la norma no pa-reciera surgir tal derecho (que luego vislumbraremos poco a poco), seguramente todos estaremos de acuerdo en que la norma sí refiere con claridad que, para ejercitar el derecho contenido en esta, es necesario recurrir a la noción abstracta, pública y autónoma de “acción”, una de las primeras en cual-quier estudio de Derecho Procesal. Dicho de otra manera, la norma nos indica que, para ejercer el derecho que esta cobija, hay que presentar una demanda ante el Poder Judicial; o, lo que es lo mismo, hay que promover un proceso judicial con ese fin.

Podríamos hasta aquí afirmar, que la norma constitucio-nal invocada se encuentra en el límite de las dos partes de la Constitución. Ello sería así ya que, si bien de un lado cobija un derecho constitucional a favor de los particulares frente al Estado (concretamente, frente a la Administración Pública), de otro lado, su ejercicio compromete directamente las funcio-nes de un concreto órgano estatal (el Poder Judicial).

Todo lo antes señalado expresaba la necesidad de desa-rrollar dicho dispositivo constitucional a fin de hacer posible la realización del derecho que esta recoge. Las categorías jurídicas incluidas en la norma (cuyo desarrollo corresponde a otras partes del presente trabajo) servirán como guía para estructurar tal desarrollo, así como para identificar otras instituciones e instrumentos procesales que resulten afines, y que deban concurrir con ellos en la norma de avance.

El desarrollo normativo del derecho previsto en el artículo 148 de la CP 1993, fue finalmente realizado mediante la Ley Nº 27584, Ley que regula el Proceso contencioso administra-tivo (en adelante LPCA), vigente desde el 15 de abril de 2002, y que ha sufrido algunas modificaciones, luego recogidas en su Texto único ordenado, aprobado mediante Decreto Supre-mo N° 013-2008-JUS, publicado el 29 de agosto de 2008 (en adelante TÚO LPCA).

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UN LARGO CAMINO RECORRIDOSin embargo, la temática regulada en el TÚO LPCA, no es

nueva en nuestro país: esta ya se encontraba en nuestro orde-namiento jurídico desde hace incluso muchos años, habiendo sido postergada y olvidada en varios episodios de nuestra vida republicana. El primer antecedente cierto lo encontramos en la Constitución del año 1867, cuyo artículo 130 indicaba que:

“La ley determinará la organización de los Tribunales Con-tenciosos-Administrativos, y lo relativo al nombramiento de sus miembros”.

Dicha norma constitucional tiene como significado his-tórico el constituir la acogida normativa formal en nuestro país del control judicial de la actividad de la Administración. Sin embargo, dicho documento constitucional, promulgado por el Presidente Mariano Ignacio Prado el 29 de agosto de 1867, solo rigió hasta el 07 de julio de 1868, fecha en la que el Presidente Pedro Diez Canseco reestableció la vigencia de la Constitución de 1860.2

Luego de dicho primer intento, se sucedieron varias nor-mas que buscaron regular algunos aspectos de la materia, o bien su totalidad, como la Ley Nº 1510, Ley Orgánica del Poder Judicial de 1912. 3 Entre los intentos de normar la ma-teria, tenemos al Anteproyecto de Constitución Política de la denominada “Comisión Villarán” de 1931, 4 que tuvo como aspecto más saltante el postular por primera vez la regulación constitucional de un orden jurisdiccional contencioso-admi-nistrativo.5

2 Cfr. UGARTE DEL PINO, Juan. Historia de las Constituciones del Perú. Editorial Andina S.A., Lima, 1978, pp. 452-454 y 473-474.

3 Ley por la cual también se aprobaron la Ley del Notariado de aquel entonces y el Código de procedimientos civiles.

4 Comisión presidida por Manuel Vicente Villarán, e integrada, además, por To-ribio Alayza Paz Soldán, Víctor Andrés Belaúnde, Diómedes Árias Schreiber, José León Barandiarán, Luis E. Valcárcel, Carlos García Castañeda, Ricardo Palma, Emilio Romero y César Antonio Ugarte.

5 HUAPAYA TAPIA, Ramón. Tratado del Proceso Contencioso-Administrativo. Jurista Editores, Lima, mayo 2006, p. 341.


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ÍNDICE

Índice de abreviaturas .................................................11

¿Por qué y para qué estudiar el Proceso contencioso administrativo? ........................................13

Estudio Preliminar: .....................................................19

Importancia del Proceso contenciosoadministrativo en el Perú. ...........................................19

1. Es el desarrollo legal del Derecho Constitucional al control jurídico de las actuaciones de la Administración. ........................20

2. Significa la consagración de la autonomía del Derecho Administrativo peruano. ....................25

3. Es la segunda garantía de los particulares frente a la Administración Pública. .......................30

4. Es el instrumento para controlar la efectiva sujeción de la Administración al Ordenamiento jurídico administrativo .........................................34

5. Es el medio procesal ordinario para la tutela de los derechos e intereses de los sujetos particulares ante la Administración Pública ..........37


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Capítulo I:Antecedentes y fundamentos del Proceso contencioso administrativo .......................... 43

1. Antecedentes ..................................................... 431.1 La Revolución francesa. ..................................... 431.2 La experiencia española. .................................... 472. Fundamentos. ................................................... 512.1 El Estado constitucional de Derecho .................. 512.2 El Derecho administrativo ................................. 54

Capítulo II: Principios del Proceso contencioso administrativo. ... 59

1. Principios expresamente regulados .................... 631.1 Integración ........................................................ 631.2 Igualdad procesal .............................................. 651.3 Favorecimiento del proceso ................................ 681.4 Suplencia de oficio ............................................. 712. Otros principios aplicables ................................ 732.1 Defensa ............................................................. 732.2 Contradicción. ................................................... 742.3 Exclusividad de la Función jurisdiccional. ......... 752.4 Independencia del Órgano jurisdiccional ............ 752.5 Imparcialidad del Órgano jurisdiccional ............. 762.6 Dirección del proceso ......................................... 772.7 Impulso de Oficio .............................................. 782.8 Economía y celeridad procesales ........................ 78

Capítulo III:Objeto del Proceso contencioso administrativo. ......... 83

1. La Pretensión procesal como objeto del Proceso contencioso administrativo ................................ 862. Las Pretensiones del modelo procesal peruano ... 893. Pretensiones contra actos administrativos ......... 934. Pretensiones de Reconocimiento o Restablecimiento de Derechos o de Intereses jurídicamente tutelados 985. Pretensiones contra “Vías de hecho” .................. 103

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6. Pretensiones contra omisiones de la Administración .................................................. 1077. Pretensión resarcitoria por Responsabilidad patrimonial de la Administración ........................ 1108. Acumulación de pretensiones ............................ 1179. Facultades especiales del órgano jurisdiccional . 121

Capítulo IV:Sujetos y Partes del Proceso Contencioso Administrativo ......................................................... 129

1. El Órgano jurisdiccional .................................... 1332. La Administración Pública. ................................ 1363. El Sujeto administrado ...................................... 1414. El Ministerio Público. ........................................ 146

Capítulo V:Aspectos procedimentales del Proceso contencioso administrativo .......................................................... 157

1. Admisión de la demanda ................................... 1651.1 Plazos para demandar ....................................... 1661.2 Agotamiento de la vía administrativa ................. 1691.3 Presentación del expediente administrativo con la demanda en los Procesos de lesividad ...... 1722. Procedencia de la demanda ............................... 1743. Vías procedimentales ......................................... 1753.1 Vía procedimental urgente ................................ 1773.2 Vía procedimental especial ............................... 183

Capítulo VI:Probática en el Proceso contencioso administrativo .. 189

1. El Procedimiento administrativo y el Expediente administrativo ................................................... 1932. Oportunidad ...................................................... 1973. Probática judicial de oficio ................................. 199


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4. Carga de la prueba ............................................ 2005. Colaboración de las entidades administrativas ... 204

Capítulo VII:Medios impugnatorios en el Proceso contenciosoadministrativo .......................................................... 207

1. El Recurso de Reposición ................................... 2102. El Recurso de Apelación .................................... 2123. El Recurso de Casación ..................................... 2154. El Recurso de Queja .......................................... 2225. Los Principios jurisprudenciales ........................ 224

Capítulo VIII:Medidas cautelares en el Proceso contencioso administrativo .......................................................... 229

1. La Tutela procesal cautelar ................................ 2312. Las Medidas cautelares ..................................... 2352.1 Características de las Medidas cautelares .......... 2352.1.1 Instrumentalidad .......................................... 2352.1.2 Provisoriedad ................................................ 2362.1.3 Variabilidad .................................................. 2372.1.4 Caducidad ..................................................... 2392.2 Características de los Procesos cautelares ......... 2402.2.1 jurisdiccionalidad .......................................... 2402.2.2 Sumariedad .................................................. 2412.2.3 Autonomía .................................................... 2412.2.4 Reserva ......................................................... 2442.3 Oportunidad de las Medidas cautelares ............. 2452.4 Requisitos para el dictado de una Medida cautelar 2472.4.1 Apariencia de fundabilidad de la pretensión cautelar ............................................................. 2472.4.2 Peligro en la demora del proceso principal ..... 2512.4.3 Adecuación de la medida solicitada ............... 2532.5 La contracautela como requisito para la actuación de una medida concedida .................................. 2553. Medidas cautelares especialmente procedentes .. 258

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Capítulo IX:La Sentencia en el Proceso contencioso administrativo y su ejecución .......................................................... 267

1. Importancia de la Sentencia y de su ejecución ... 2712. Especificidad y efectos de las sentencias estimatorias de la pretensión demandada .......... 2733. Ejecución de la sentencia .................................. 2813.1 Órgano jurisdiccional competente ...................... 2813.2 Deber personal de cumplimiento de la sentencia 2823.3 Ejecución de obligaciones de dar suma de dinero 2843.4 Otros temas relacionados a la ejecución de la sentencia. ................................................. 2884. Formas especiales de conclusión del proceso ..... 2924.1 Reconocimiento administrativo .......................... 2954.2 Transacción o Conciliación ................................ 296

Fuentes de investigación ................................................. 299

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