Comentarios economicos de la cogeneracion

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n Nuria Díaz — ¿Cuánto se ha invertido en cogeneración en los últimos años? — En cogeneración se ha “desinver- tido” en los últimos años. No ha habi- do inversión en nuevas plantas y tampoco se ha podido invertir en la renovación de las plantas existen- tes, que son instalaciones asociadas a industrias manufactureras de sec- tores clave para la economía como el alimentario, químico, automóvil, textil, papelero, cerámico, etc. Esto evidencia que en España no hay una política que reconozca y pro- mueva la eficiencia energética en las industrias para impulsar su compe- titividad. Y eso es precisamente la cogeneración, una herramienta de competitividad para la industria. Y es más, no es solo que no se impulse más cogeneración es que ni tan siquiera se han puesto en marcha medidas para mantener o renovar las plantas de cogeneración existentes. Desde 2012 las estadísticas ofi- ciales muestran una caída en pica- do de la potencia en cogeneración, que supone una desinversión por cierres superior a 250 millones de euros. Las cifras de este año cons- tatan que la producción con coge- neración disminuye un 25%, lo que supone que más de 1.500 millones de euros invertidos por las industrias para ser más eficientes y competiti- vas están paralizados. Y esta reali- dad, conforme avancemos puede ser mucho peor, en pocos meses podríamos estar hablando de doble de plantas cerradas, con los efectos que ello puede tener en el empleo y en la actividad económica. Y es que más importante y preo- cupante que las propias cifras de inversión son las cifras de pérdida de competitividad y de actividad eco- nómica productiva que subyacen detrás de esas paradas de plantas de cogeneración. Piense que estas plantas forman parte de una activi- dad industrial mayor, cuya competi- tividad energética pone en riesgo su competitividad productiva y su empleo. — ¿Qué planes pueden quedar en suspenso por la regulación? — Cuando el Gobierno inicia su reforma en 2012, la cogeneración distaba un 30% de los objetivos acordados por la Administración, que eran alcanzar los 9.000 MW de potencia. En ese momento apenas alcanzábamos los 6.000 MW, aun- que el potencial de España en coge- neración es el triple. La situación reflejaba claramente ya en 2012 que la rentabilidad razo- nable que se aplicaba al sector coge- nerador era tan ajustada que no pro- movía la instalación de nuevas plan- tas. Pues si esto ya era así enton- ces, con el recorte retributivo -injus- to y excesivo- aplicado en la refor- ma no es de extrañar que la coge- neración esté parando. El Plan Nacional de Ahorro y Eficiencia apro- bado por el Gobierno en 2011 pre- veía 3.885 millones de inversiones en cogeneración entre 2011 y 2016, tanto para renovar plantas existen- tes como para fomentar nuevas ins- talaciones en actividades industria- les, no industriales y a pequeña esca- la. Todo ello está en suspenso, así como que se mantengan las plantas actuales que estimamos que un 50% desaparecerán en menos de un año si no se aplican medidas que devuelvan la confianza a los coge- neradores. — ¿En cuánto cifran el impacto en las cuentas y en el empleo? — El impacto de la reforma energé- tica en la cogeneración es de unos 900 millones de euros al año. Este importante impacto en la cogene- ración repercute en las industrias asociadas que fabrican sus produc- tos con cogeneración; va directa- mente sobre industrias manufactu- reras y las penaliza, pierden com- petitividad y ven peligrar su capa- cidad exportadora. Las consecuencias del cierre de las plantas de cogeneración espa- ñola conllevarían la caída de la demanda nacional de gas del 10%, una pérdida de la eficiencia energé- tica del país del 2%, impactos socioeconómicos de más del 1% del PIB y desaparición de 70.000 pues- tos de trabajo industriales directos, sin duda el peor escenario para la anunciada recuperación económica. — Han dicho que “se necesitan medidas urgentes y de inmediata implantación”. ¿Cuáles? — Es imprescindible completar y cul- minar los desarrollos del nuevo mar- co que regula la cogeneración -pro- mulgado en junio- para dar seguri- dad jurídica a la actividad. Es decep- cionante que tras más de dos años esperando esta reforma energética aún falten desarrollar la mitad de la normativa que permita a las coge- neraciones poder plantearse su futu- ro y emprender acciones para tratar de competir en el nuevo escenario. Hablo de temas esenciales como que las empresas no pueden mejo- rar sus instalaciones porque todavía el Ejecutivo no ha elaborado el “Plan Renove” que regule las condiciones de inversión y cambio de equipos, ni se ha desarrollado la regulación que actualice sus retribuciones a la operación en función de los precios de los combustibles. Además, siguen paralizándose por acción o por fal- ta de reglamentación, la participa- ción de las cogeneraciones en nue- vos mercados de ajuste o bien que puedan recurrir a auto-consumirse su propia electricidad. En definitiva, se pide a las coge- neraciones e industrias que compi- tan en el nuevo escenario regulato- rio, pero las herramientas y reglas con las que pueden competir y esta- blecer nuevos retos de gestión no existen aún, no se han puesto sobre la mesa. Incluso la regulación exis- tente plantea enormes dudas en su modelización, interpretación e imple- mentación práctica. Todo esto no ha sido suficientemente explicado a las cogeneraciones, que deben tomar decisiones de producción sin certe- za en un marco que se les aplica ya este mismo año. Además, estructuralmente, la fal- ta de mayores avances en la orga- nización de los mercados y costes regulados, -en electricidad y tam- bién en el mercado del gas-, está lastrando la competitividad de la cogeneración y de la industria. Y como lapidario colofón, la situa- ción de impagos por parte del Minis- terio a las cogeneraciones es una vergüenza nacional: solo abonan el 58% de las facturas hasta mayo de este año, alegando que se tienen “desajustes temporales” en los ingre- sos –probablemente originados por- que Hacienda no traspasa las can- tidades recaudadas por impuestos–, asfixiando así a las industrias que tiene que buscar financiación para pagar su gas y su personal porque el Ministerio de Industria no abona lo que debe. No se entiende que se anuncien planes para impulsar la industria en España y al mismo tiem- po se asfixie la liquidez de la gestión diaria y la confianza estructural que requieren las industrias. Es fundamental recuperar la cre- dibilidad y confianza en las políticas energéticas que inciden en la indus- tria. La colaboración y consenso entre Gobierno e Industrias en mate- ria energética debe ser restaurada. — ¿Estamos en cogeneración lejos de lo que se hace en Europa ? — Europa apuesta claramente por la cogeneración como recoge la Directiva de eficiencia energética de 2012 que promueve la cogeneración. En países como Alemania van a incrementar la cogeneración desde la actual cobertura del 15% de la electricidad del país hasta el 25% en 2020. Dinamarca u Holanda, con mucha más cogeneración que Espa- ña, siguen apostando y en Estados Unidos, sólo en dos estados que están captando numerosas inversio- nes industriales – Texas y Luisiana - , en un año se abordarán 273 pro- yectos con cogeneraciones por 21,3 billones de dólares. La reflexión actual en España y en Europa es lo lejos que estamos para mantener posiciones competitivas de nuestra industria y en esta lucha la cogeneración es una herramienta clave para promover la reindustriali- zación y competir. — ¿Cuál es su balance de la polí- tica energética del Gobierno? — Comprendemos y apoyamos los esfuerzos del Gobierno para promo- ver una reforma energética que afrontase la insostenibilidad econó- mica del sistema eléctrico y senta- se nuevas bases en los sectores de la energía orientadas a los mercados y a Europa. Sin embargo, tanto por el alcance de las reformas como por su lentitud y orientación se podría hacer mucho más. La mitad del marco regulatorio está aún por realizarse en los mer- cados, en los costes regulados y en fiscalidad energética. Se ha hecho mucho, estructuralmente bien, pero aún falta más por hacer y los resul- tados en algunos sectores como la industria y la cogeneración no son acertados. La tardanza en la imple- mentación y los esfuerzos más allá del límite están poniendo en riesgo a muchas industrias que son la base de la demanda energética y de la actividad económica y empleo en el país. 36 15 al 21 de septiembre de 2014 AL GRANO Los cogeneradores están muy decepcionados con las medidas energéticas del Gobierno, que creen que pue- den conllevar el cierre del 50% de las plantas en menos de un año. “Las consecuencias de estos cierres –expli- ca José Javier Rodríguez, director general de Acogen–, conllevarían la caída de la demanda nacional de gas del 10%, una pérdida de la eficiencia energética del país del 2%, impactos socioeconómicos de más del 1% del PIB y desaparición de 70.000 puestos de trabajo industriales directos”. “Necesitamos que se desarrolle la normativa, que el ministerio se ponga al día en sus pagos, y que se apuesta por la eficiencia energética” José Javier Rodríguez, director general de Acogen (Asociación Española de Cogeneración) “Un 50% de las plantas de cogeneracion puede desaparecer” “El impacto de la reforma energética en la cogeneración es de unos 900 millones de euros al año” “En España no hay una política que reconozca y promueva la eficiencia energética en las industrias” José Javier Rodríguez es Ingeniero Industrial por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Madrid. Su desarrollo profesional se inicia en el año 1996 en el sector papelero, en el grupo Papeles y Cartones de Europa (EUROPAC) hasta el año 2002 en el que se incorpora a ASPAPEL (Asociación de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón) como Director de Medio Ambiente. Desde el año 2008 es Director General de ACOGEN, Asociación Española de Cogeneración. Asimismo, es miembro de la Junta Directiva de la CEOE, de los Consejos Consultivos de Electricidad e Hidrocarburos de la CNE, del Comité de Agentes del Mercado de OMEL, y de diferentes grupos de trabajo nacionales y europeos en representación de ACOGEN. AL TIMÓN

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Comentarios técnicos económicos de la cogeneración con turbinas de gas

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n Nuria Díaz

— ¿Cuánto se ha invertido encogeneración en los últimos años?— En cogeneración se ha “desinver-tido” en los últimos años. No ha habi-do inversión en nuevas plantas ytampoco se ha podido invertir en larenovación de las plantas existen-tes, que son instalaciones asociadasa industrias manufactureras de sec-tores clave para la economía comoel alimentario, químico, automóvil,textil, papelero, cerámico, etc.

Esto evidencia que en España nohay una política que reconozca y pro-mueva la eficiencia energética en lasindustrias para impulsar su compe-titividad. Y eso es precisamente lacogeneración, una herramienta decompetitividad para la industria. Y esmás, no es solo que no se impulsemás cogeneración es que ni tansiquiera se han puesto en marchamedidas para mantener o renovar lasplantas de cogeneración existentes.

Desde 2012 las estadísticas ofi-ciales muestran una caída en pica-do de la potencia en cogeneración,que supone una desinversión porcierres superior a 250 millones deeuros. Las cifras de este año cons-tatan que la producción con coge-neración disminuye un 25%, lo quesupone que más de 1.500 millonesde euros invertidos por las industriaspara ser más eficientes y competiti-vas están paralizados. Y esta reali-dad, conforme avancemos puedeser mucho peor, en pocos mesespodríamos estar hablando de doblede plantas cerradas, con los efectosque ello puede tener en el empleo yen la actividad económica.

Y es que más importante y preo-cupante que las propias cifras deinversión son las cifras de pérdidade competitividad y de actividad eco-nómica productiva que subyacendetrás de esas paradas de plantasde cogeneración. Piense que estasplantas forman parte de una activi-dad industrial mayor, cuya competi-tividad energética pone en riesgo sucompetitividad productiva y suempleo.

— ¿Qué planes pueden quedar ensuspenso por la regulación?— Cuando el Gobierno inicia sureforma en 2012, la cogeneracióndistaba un 30% de los objetivosacordados por la Administración, queeran alcanzar los 9.000 MW depotencia. En ese momento apenasalcanzábamos los 6.000 MW, aun-que el potencial de España en coge-neración es el triple.

La situación reflejaba claramenteya en 2012 que la rentabilidad razo-nable que se aplicaba al sector coge-nerador era tan ajustada que no pro-movía la instalación de nuevas plan-tas. Pues si esto ya era así enton-ces, con el recorte retributivo -injus-to y excesivo- aplicado en la refor-ma no es de extrañar que la coge-neración esté parando. El PlanNacional de Ahorro y Eficiencia apro-

bado por el Gobierno en 2011 pre-veía 3.885 millones de inversionesen cogeneración entre 2011 y 2016,tanto para renovar plantas existen-tes como para fomentar nuevas ins-talaciones en actividades industria-les, no industriales y a pequeña esca-la. Todo ello está en suspenso, asícomo que se mantengan las plantasactuales que estimamos que un50% desaparecerán en menos deun año si no se aplican medidas quedevuelvan la confianza a los coge-neradores.

— ¿En cuánto cifran el impacto enlas cuentas y en el empleo?— El impacto de la reforma energé-tica en la cogeneración es de unos900 millones de euros al año. Esteimportante impacto en la cogene-ración repercute en las industriasasociadas que fabrican sus produc-tos con cogeneración; va directa-mente sobre industrias manufactu-

reras y las penaliza, pierden com-petitividad y ven peligrar su capa-cidad exportadora.

Las consecuencias del cierre delas plantas de cogeneración espa-ñola conllevarían la caída de lademanda nacional de gas del 10%,una pérdida de la eficiencia energé-tica del país del 2%, impactossocioeconómicos de más del 1% delPIB y desaparición de 70.000 pues-tos de trabajo industriales directos,sin duda el peor escenario para laanunciada recuperación económica.

— Han dicho que “se necesitanmedidas urgentes y de inmediataimplantación”. ¿Cuáles?— Es imprescindible completar y cul-minar los desarrollos del nuevo mar-co que regula la cogeneración -pro-mulgado en junio- para dar seguri-dad jurídica a la actividad. Es decep-cionante que tras más de dos añosesperando esta reforma energéticaaún falten desarrollar la mitad de lanormativa que permita a las coge-neraciones poder plantearse su futu-ro y emprender acciones para tratarde competir en el nuevo escenario.Hablo de temas esenciales comoque las empresas no pueden mejo-rar sus instalaciones porque todavíael Ejecutivo no ha elaborado el “PlanRenove” que regule las condicionesde inversión y cambio de equipos,

ni se ha desarrollado la regulaciónque actualice sus retribuciones a laoperación en función de los preciosde los combustibles. Además, siguenparalizándose por acción o por fal-

ta de reglamentación, la participa-ción de las cogeneraciones en nue-vos mercados de ajuste o bien quepuedan recurrir a auto-consumirsesu propia electricidad.

En definitiva, se pide a las coge-neraciones e industrias que compi-tan en el nuevo escenario regulato-rio, pero las herramientas y reglascon las que pueden competir y esta-blecer nuevos retos de gestión noexisten aún, no se han puesto sobrela mesa. Incluso la regulación exis-tente plantea enormes dudas en sumodelización, interpretación e imple-mentación práctica. Todo esto no hasido suficientemente explicado a lascogeneraciones, que deben tomardecisiones de producción sin certe-za en un marco que se les aplica yaeste mismo año.

Además, estructuralmente, la fal-ta de mayores avances en la orga-nización de los mercados y costesregulados, -en electricidad y tam-bién en el mercado del gas-, estálastrando la competitividad de lacogeneración y de la industria.

Y como lapidario colofón, la situa-ción de impagos por parte del Minis-terio a las cogeneraciones es unavergüenza nacional: solo abonan el58% de las facturas hasta mayo deeste año, alegando que se tienen“desajustes temporales” en los ingre-sos –probablemente originados por-que Hacienda no traspasa las can-tidades recaudadas por impuestos–,asfixiando así a las industrias quetiene que buscar financiación parapagar su gas y su personal porqueel Ministerio de Industria no abonalo que debe. No se entiende que seanuncien planes para impulsar laindustria en España y al mismo tiem-po se asfixie la liquidez de la gestióndiaria y la confianza estructural querequieren las industrias.

Es fundamental recuperar la cre-dibilidad y confianza en las políticasenergéticas que inciden en la indus-tria. La colaboración y consensoentre Gobierno e Industrias en mate-ria energética debe ser restaurada.

— ¿Estamos en cogeneración lejosde lo que se hace en Europa ?— Europa apuesta claramente porla cogeneración como recoge laDirectiva de eficiencia energética de2012 que promueve la cogeneración.En países como Alemania van aincrementar la cogeneración desdela actual cobertura del 15% de laelectricidad del país hasta el 25% en2020. Dinamarca u Holanda, conmucha más cogeneración que Espa-ña, siguen apostando y en EstadosUnidos, sólo en dos estados queestán captando numerosas inversio-nes industriales – Texas y Luisiana -, en un año se abordarán 273 pro-yectos con cogeneraciones por 21,3billones de dólares.

La reflexión actual en España y enEuropa es lo lejos que estamos paramantener posiciones competitivasde nuestra industria y en esta luchala cogeneración es una herramientaclave para promover la reindustriali-zación y competir.

— ¿Cuál es su balance de la polí-tica energética del Gobierno?— Comprendemos y apoyamos losesfuerzos del Gobierno para promo-ver una reforma energética queafrontase la insostenibilidad econó-mica del sistema eléctrico y senta-se nuevas bases en los sectores dela energía orientadas a los mercadosy a Europa. Sin embargo, tanto porel alcance de las reformas como porsu lentitud y orientación se podríahacer mucho más.

La mitad del marco regulatorioestá aún por realizarse en los mer-cados, en los costes regulados y enfiscalidad energética. Se ha hechomucho, estructuralmente bien, peroaún falta más por hacer y los resul-tados en algunos sectores como laindustria y la cogeneración no sonacertados. La tardanza en la imple-mentación y los esfuerzos más alládel límite están poniendo en riesgoa muchas industrias que son la basede la demanda energética y de laactividad económica y empleo en elpaís.

36 15 al 21 de septiembre de 2014

AL GRANO

Los cogeneradores están muy decepcionados con lasmedidas energéticas del Gobierno, que creen que pue-den conllevar el cierre del 50% de las plantas en menosde un año. “Las consecuencias de estos cierres –expli-ca José Javier Rodríguez, director general de Acogen–,conllevarían la caída de la demanda nacional de gas del

10%, una pérdida de la eficiencia energética del país del2%, impactos socioeconómicos de más del 1% del PIB ydesa parición de 70.000 puestos de trabajo industrialesdirectos”. “Necesitamos que se desarrolle la normativa,que el ministerio se ponga al día en sus pagos, y que seapuesta por la eficiencia energética”

José Javier Rodríguez, director general de Acogen (Asociación Españolade Cogeneración)

“Un 50% de las plantas decogeneracion puede desaparecer”

“El impacto de la reformaenergética en lacogeneración es de unos900 millones de euros alaño”

“En España no hay unapolítica que reconozca ypromueva la eficienciaenergética en lasindustrias”

José JavierRodríguez esIngeniero Industrialpor la EscuelaTécnica Superior deIngenierosIndustriales deMadrid. Su desarrolloprofesional se iniciaen el año 1996 en elsector papelero, en elgrupo Papeles yCartones de Europa(EUROPAC) hasta el

año 2002 en el quese incorpora aASPAPEL(Asociación deFabricantes dePasta, Papel yCartón) comoDirector de MedioAmbiente. Desde elaño 2008 es DirectorGeneral de ACOGEN,Asociación Españolade Cogeneración.Asimismo, es

miembro de la JuntaDirectiva de la CEOE,de los ConsejosConsultivos deElectricidad eHidrocarburos de laCNE, del Comité deAgentes del Mercadode OMEL, y dediferentes grupos detrabajo nacionales yeuropeos enrepresentación deACOGEN.

AL TIMÓN