Comentarios Sobre Escritos de Sloterdijk

8/18/2019 Comentarios Sobre Escritos de Sloterdijk

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LOS FILÓSOFOS CONTEMPORÁNEOS Y LA TÉCNICA.

PETER SLOTERDIJK: LAS TÉCNICAS DE CRIANZA.

JOAQUIN DARIO HUERTAS

INTRODUCCIÓN

Presentamos en este trabajo, algunos aspectos del pensamiento de Peter Sloterdijk sobre

la técnica a partir de sus textos “ Normas para el parque humano” y “ El hombre operable”,

escritos que han sido presentados indistintamente como conferencias e impresos, los

cuales fueron estudiados por Josep Esquirol en su Libro “ Los filósofos contemporáneos y

la técnica”. Se hará un resumen esquemático de ambos escritos de Sloterdijk, y luego se

hará un análisis posterior acerca de la comprensión de la técnica en este filósofo alemán,y su particular comprensión antropológico-político-técnica de nuestro acontecer actual.

“Normas para el parque humano” y “El hombre operable”, la técnica como modo

de ser en el mundo.

Las Normas están divididas en unas cuatro partes, la primera nos expone las condiciones

de una cultura epistolar y literaria, cuya dinámica es la lectura, donde las relaciones de

poder están mediadas por la escritura y la lectura. En segundo lugar, se ocupa de analizar

la propuesta de un nuevo humanismo en la “carta sobre el humanismo” de Heidegger, de

donde se muestra cómo este humanismo moderno ha entrado en crisis, al desatender al

ser y ocuparse del individuo.

Pasando a reflexionar con Nietzsche, aparece la consideración de un humanismo actual

que estará centrado en la tecnología, la cual puede ofrecer mejores alternativas para el

apacentamiento del hombre, de donde se vuelve, históricamente hablando, a lasconsideraciones de Platón en el diálogo “El político”, donde prima la idea de un estado

pastoreado como un rebaño de hombres, animales sin cuernos ni plumas, por quienes

tienen la capacidad noble de conducir al animal humano, esto es, los estadistas sabios. La

cuestión que surge a lo largo de esta conferencia, que analizaremos luego con Mayor

detenimiento, es el modo de apacentamiento de los individuos, esto es, de diversas formas

de dominación, de acuerdo a las condiciones surgidas en las culturas a lo largo de la

historia. Este sería entonces el panorama de la conferencia pronunciada en el Castillo deElmau, Baviera, en julio de 1999.



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En el texto del hombre operable, Sloterdijk nos ofrece una mirada sobre la nueva cultura

tecnológica que entra en conflicto con la anterior, que impuso una suerte de destino sobre

el quehacer humano, ilustrada claramente por Heidegger, quien nuevamente ilumina a

Sloterdijk: viendo la historia como un constante devenir, no se atiende este en el sentido

de un destino, sino como el crecimiento progresivo del saber , sin seguir “un curso solar ”

hegelianamente hablando, sino más bien los destellos de una ciencia que crece en los

laboratorios de todo el mundo. Esta sería la “errancia”, el nomadismo del acontecer del

saber, lo que implica que la relación entre el ser y el hombre no ha poseído un destino

definido y a lo sumo, tiene un rumbo equivocado.

Desde esta posición, Sloterdijk muestra tal relación entre el ser y el hombre, mediada por

una ontología monovalente y una lógica bivalente, desde una apuesta eminentemente

teorica. Seguidamente, podemos encontrar cómo el pensador alemán plantea las

diferencias que produce la cultura metafísica tanto en el pensar como en el comprender

el mundo. Podemos establecer que a esta cultura de carácter metafísico, le corresponde

casi naturalmente una dinámica de dominación, representada en la dialéctica hegeliana

del amo y el esclavo, donde la violencia y la sumisión se convierten en lógicas de acción

y la transformación de las cosas, en confrontación con una nueva cultura postmetafísica,

que se sirve del conocimiento y la colaboración para ejercer el poder.

Su reflexión sigue un curso propositivo en el que se anuncia la transformación entre las

lógicas que suponen una transformación en el ejercicio del poder y los conflictos que

surgen a raíz de una cultura postmetafísica que aparece en el horizonte. Considero que en

este escrito aparecen dos cuestiones que merecen reflexión: de un lado, los alcances de la

técnica en el actuar cotidiano del hombre y las implicaciones políticas de ello en unasociedad postmetafísica, que se avizora para el futuro.

Por otra parte, tenemos las consideraciones que Esquirol hace del pensamiento de

Sloterdijk en el capítulo PETER SLOTERDIJK: LAS TÉCNICAS DE CRIANZA, donde

se analiza esta propuesta de pensamiento contemporáneo

En Esquirol hay un fuerte acercamiento o el intento de hacer un acercamiento del pensamiento de Sloterdijk a una lectura ético política de la realidad actual y del porvenir.



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¿Estamos ante la constitución de una próxima teoría ético política de la técnica?

¿Podemos asumir

El apacentamiento en el zoológico humano.

Vásquez Rocca, lee el pensamiento de Sloterdijk desde la idea de la polémica que

generará su lectura de la “carta sobre el humanismo” de Heidegger y el ataque de

Habermas en lo que se dio en llamar “el asunto Sloterdijk”

“Así se puede comprender – prosigue Sloterdijk – que algunos hombres sintieran aversión

al concepto de crianza [Züchtung] cuando se aplica a la esfera humana. Pero resulta

evidente que conceptos de este tenor, sobre todo la tríada educar, domesticar, criar,

forman parte de una tradición filosófica o didáctica que se se desarrolla desde Platón a

Nietzsche. De modo que cuando Sloterdijk, a propósito una reflexión en torno a lasituación general de la biotecnología10, retoma aquella tendencia heterodoxa, sepultada

en su mayor parte hasta la fecha por un humanismo de orientación literaria, se pregunta:

“¿Qué podría haber de falso en esta unión de lo clásico y lo actual?”11 (Vasquez Rocca)

Sloterdijk demuestra que el humanismo fracasa en su intento de ofrecer una alternativa

para la creación de sociedades humanas en donde sea posible un sensus communis, una

manera de ser en la que los individuos puedan servir y servirse de él en un sentido

escatológico, lo que mueve a interrogar al humanismo cómo es posible ofrecer una

esperanza de proyecto que la humanidad ha seguido confiada, pero que ha producido

monstruos que envían cartas a sus amigos en las tardes, tras llegar de su trabajo en el

campo de concentración.

De ello debemos preguntarnos por qué existe tal tipo de humanidad, que a la vez de

cultivar el arte, alienta la destrucción. Para Sloterdijk, es claro que existe una serie de

comportamientos que se van aprendiendo y aceptando social y culturalmente como

adecuadas y delineadas para que la sociedad siga un curso determinado. La humanitas es

entonces una forma de domesticar y de apacentar a los hombres, y además, de

convencerles de esta domesticación, de allí que estemos ante unas normas para que el

hombre cumpla su papel en el zoológico temático que es la sociedad, incluso el de

verdugo o destructor. ¿Qué tipo de humanidad es la que muere por la patria o cumple los

deberes del estado, a pesar de la evidente corrupción?



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Desde que el Politikos, desde que la Politeia son discursos que, en el mundo, hablan de

la comunidad de los hombres como si se tratara de un parque zoológico que fuera a la vez

un parque temático, la conducta de los hombres en parques o ciudades deberá aparecer,

en adelante, como un problema zoo-político. Lo que se presenta como una reflexión sobre

política, es en realidad una reflexión fundamental sobre las reglas de manejo de un Parque

Humano. Si hay una dignidad de los hombres, que merezca en sentido filosófico ser traída

al lenguaje, será sobre todo porque los hombres no son simplemente mantenidos en

parques temáticos políticos, sino porque son ellos los que se mantienen allí por sí

mismos.(Sloterdijk, (2000) pág. 17)

Nietzsche es esclarecedor en este sentido. En el Zarathustra se presenta toda una reflexión

acerca de la formación y del modo en que esta nos convierte en seres domesticados, es en

este espacio cuando aparecen las antropotécnicas. Una de las cuestiones primordiales es

que el humanismo se convierte en una forma de domesticación a través de la formación,

de la incorporación de las antropotécnicas, apaciguando y domesticando la sociedad en

el mismo sentido del proyecto dominador, ya sea una cultura literaria o una cultura de la

acción violenta, entre tantas cosas.

“Pero, en cuanto al discurso sobre la diferencia y el entramado de domesticación y cría,

o en resumen, los indicios del ocaso de una conciencia de la producción humana, o dicho

más generalmente, de las antropotécnicas: son éstos procesos de los que el pensamiento

presente no puede apartar la mirada; sería entonces como si quisiera dedicarse de nuevo

a la candidez” (Sloterdijk, (2000) pág. 15)

Si bien en Nietzsche se evidencia el trato del hombre desde su animalidad y

amaestramiento, la concepción viene desde el pensamiento platónico de la política: en el

dialogo el político de Platón, ya está considerada la imagen de la animalidad del hombre

y de su lugar en el rebaño de la sociedad. Todos los hombres necesitan ser domesticados

y necesitan también de otro que les apaciente, que los conduzca y les enseñe el camino.El privilegio del pastor sobre los otros está en la sabiduría, lo que se puede ver también

en el que puede seleccionar las lecturas que se hacen es esta cultura libresca. Pero también

tenemos al que sabe, al científico como pastor de la sociedad tecnológica y el oficio de

amanuense de Heidegger en su relación con el ser. El saber y su dosificación es lo que

permite efectivamente el apacentamiento de los hombres y se les ofrece una forma

específica de moverse dentro del rebaño o el corral.

La antropotécnica real exige entonces del estadista que entienda cómo entrelazar entre sí

para el Estado, y del modo más efectivo, las propiedades propicias de personas dóciles



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por libre voluntad, de modo que bajo su dirección, alcance el Parque Humano una

homeostasis óptima. (Sloterdijk, (2000) pág. 18)

El hombre operable o la posibilidad de una ética del conocimiento

En el Hombre operable, es más evidente la imposición de esta nueva forma de concebir

la realidad, en un nivel histórico que propone un cambio en los alcances del fin de

acontecer humano, no desde un acontecer teleológico, con un destino demarcado, sino

como un acontecer desarrollado en su propia realización, lo que no quiere decir control

de la realidad en términos morales, pues la aleatoriedad del quehacer científico a lo largo

y ancho del mundo, no permite prever cuál es su destino.

“A los ojos de Heidegger, Hegel estaba en lo cierto cuando atribuía a la verdad una

historia, pero se equivocaba haciéndola transcurrir desde Jonia a Jena, así como tampoco

hacía bien asimilándola a un proceso solar con salida y ocaso. ¿Nos habremos sobrepuesto

entonces, simplemente corrigiendo estos errores, al furor teleologicus? Enfrentado con el

estado de cosas de 1946, Heidegger no considera en modo alguno que la historia de la

verdad sea un curso solar, sino más bien la quemadura de una mecha conceptual que

corriera de Atenas a Hiroshima... y, como es posible ver ahora, hasta los laboratorios de

la tecnología genética actual y aún más allá, hacia quién sabe dónde.” (Sloterdijk (2006),

pág. 3)

Asistimos entonces a una nueva concepción de sociedad, en la que la técnica y la

tecnología han ocupado el lugar de la utopía histórica del humanismo metafísico, para

promover un nuevo lugar en el que las sociedades abandonan el ideal que apacienta (que

aquieta) y le ofrece una acción creativa y revolucionaria para los individuos y la

colectividad. Es el apocalipsis de la sociedad metafísica.

Por ello parece al sujeto como si hubiera sonado la hora de la verdad anti-humanista: le parece como si todo ello representara la oposición más aguda contra el programa

humanístico y olímpico, el programa de apropiarse del mundo y hacer de él el propio

hogar del sujeto o espíritu-persona, e integrar su exterioridad dentro de sí mismo. Parece

por el contrario ahora como si el yo debiera hundirse completamente en lo material y

externo, perderse allí. (Sloterdijk (2006) Pág. 4)

¿Es la técnica una nueva forma de ética o una condición donde no existe una moral sobre

los cambios que se hacen sobre la carne? El hombre se apropia de sí mismo y de su



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corporalidad en una forma distinta; ya no es el objeto de la naturaleza, sino el sujeto de

su propia humanidad y en ello, las transformaciones que le hacen humano, llegan a un

punto de no retorno con la intervención que se hace a través de la tecnología: ya no se

trata de alterar solamente las condiciones del comportamiento o las relaciones entre los

seres, sino de alterar al organismo como sucede con las maquinas, de hecho, las mismas

maquinas han sufrido un cambio en tanto han cobrado caracteres de inteligencia, podemos

decir “alma” (software) y se da la rienda suelta a la necesidad de operar sobre el mismo

hombre:

Tal como sabemos ahora, el claro, empero, no puede pensarse pasando por alto su origen

tecnogénico. El hombre no se encuentra en el claro con sus manos vacías, ni como un

pastor alerta, inerme junto al rebaño, como sugieren las metáforas pastorales de

Heidegger. Tiene piedras y las sucesoras de las piedras en sus manos. Cuanto más poderoso se vuelve, tanto más rápido abandona las herramientas con mangos y las

reemplaza por otras con teclas. En la edad de las segundas máquinas, la «acción»

retrocede y es reemplazada por operaciones de las puntas de los dedos6. La incubadora

para el hombre y la humanidad es producida por tecnologías de hardware, y su clima

determinado por tecnologías de software. Nous sommes sur un plan où il y a

principalement la technique. Si ‘hay’ hombre es porque una tecnología lo ha hecho

evolucionar a partir de lo prehumano. Ella es la verdadera productora de seres humanos,

o el plano sobre el cual puede haberlos. De modo que los seres humanos no se encuentran

con nada nuevo cuando se exponen a sí mismos a la subsiguiente creación y

manipulación, y no hacen nada perverso si se cambian a sí mismos autotecnológicamente,

siempre y cuando tales intervenciones y asistencia ocurran en un nivel lo suficientemente

alto de conocimiento de la naturaleza biológica y social del hombre, y se hagan efectivos

como coproducciones auténticas, inteligentes y nuevas en trabajo con el potencial

evolutivo. (Sloterdijk (2006) Pag. 9)

Alotecnologia y homeotecnologia como relaciones de los hombres con las maquinas.

La relación con los objetos, sobre todo con las herramientas se ha transformado, de

acuerdo a la sofisticación de las herramientas y la aparición del software. Un primer

momento hace que se dé un proceso de transformación violenta de la materia y que las

herramientas la transformen en algo completamente nuevo; se mantiene así la relación

amo-esclavo de la dicotomía hegeliana, en tanto esta relación entre un dominante y un

dominador, mantiene una forma de supeditación del objeto a la cosa o al hombre que la

transforma, pues el objeto no está en la materia, sino en la metafísica que lo contiene. Ello



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sería la alotecnologia. Cuando se busca superar la situación del amo-esclavo, cuando se

ha podido escapar de la concepción de la cosa asumida como entidad, y se reconoce que

las cosas han adquirido una identidad propia a través el software, no está buscando

transformar la materia radicalmente, sino que existe un camino que se sigue en un sentido

ontológico profundo. Las cosas se hacen por la información que las transforma, siguiendo

la condición que en nuestra época hay en la materia, información. Estamos hablando de

una homeotecnologia.

La información se convierte así en un bien y en un medio para el ejercicio de poder. Con

el saber-sabiduría que convierte las cosas en función del propio saber, para aprovechar al

máximo la materia de la naturaleza. La sociedad del conocimiento es un buen ejemplo de

como el saber del conocimiento científico ha configurado la realidad actual. en

encontrarnos en esta sociedad técnica a la imagen de la propuesta de Heidegger, es, por

demás inquietante.

La técnica, ha dicho Heidegger, es una forma de develamiento. Extrae resultados que, por

sí mismos, no habrían podido salir a la luz de otra manera. La tecnología podría ser

considerada de este modo como una forma de acelerar la aparición de resultados. Donde

la tecnología da forma al conflicto entre culturas y empresas, entonces surgen las

rivalidades que hacen la historia. La historia marca el modo en que los seres humanostrabajan crecientemente con la anticipación, y se colocan en situaciones en que ya no

pueden seguir esperando que las cosas ocurran por sí solas. (Sloterdijk (2006) Pag. 10)

Pareciera evidente que los hombres, como compendios de información, son objeto de

cambios y operación para actuar en la realidad. Las modificaciones en los cuerpos, como

técnicas sociales, están a la orden de las necesidades de intercambio e información y

relación social. Se impone el tatuaje o la inserción como medio de reconocimiento y de

develamiento del propio carácter o del lugar en la sociedad. Podemos pensar que la

información que ofrecemos a través de nuestros atuendos o nuestras redes sociales,

manifiestan un modo de ser y de saber, de poder mismo.

El problema del hombre es que se considera humano y se espera que este sea lo que es su

naturaleza en el bosque o la selva, que sea un tanto salvaje, rondando el bosque como

cazador o pastor, viviendo en el bosque; la metáfora no solo alude a una forma de concebir

la realidad, sino también al pensamiento y la manera como se da la actividad del pensar.



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No es un hecho casual que la alotecnología clásica estuviera vinculada con la

desconfianza como forma de pensamiento, y con la racionalidad criptológica, siendo la

paranoia su consiguiente sedimento psicológico. pag. 11

Podemos encontrar una apuesta del hombre a una nueva condición teológica/técnica,

encontrando el sentido de las relaciones de poder, en nuevos sentidos, que superan las

dicotomías amo-esclavo, los esquemas de dominación, hacia nuevas formas de relaciones

de poder, donde el conocimiento y la colaboración se impondrán como el nuevo ejercicio

de poder. Pero ello es una utopía que choca con la superación de los límites morales que

implica la superación de la dicotomía de la dominación:

Por causa de Hiroshima, hay razones para creer que las tecnologías más avanzadas no

tienen límites en su uso, razones para desconfiar de los Oppenheimer y Truman de lagenética. Estos nombres propios resumen el hecho de que, durante toda una era, sujetos

bastos y alotecnologías han venido congeniando11. El temor de esta constelación de

hechos dicta también los discursos que profetizan que los genes jugarán el mismo papel

como materia prima en el «siglo biotecnológico» que el que le cupo al carbón durante la

revolución industrial. (Sloterdijk (2006) Pag. 12)

Lo que vemos en la homeotecnología es que no hay ya límites morales en las elecciones

que hace el hombre sobre sus acciones. Si bien las acciones de las alotecnologias se

manifiestan violentamente (toda transformación de la materia es una forma de violencia),

al parecer, se supone una razón moral o por lo menos trascendental que dicta el límite de

la acción. El holocausto sigue una horrorosa inmoralidad, sustentada en una razón

instrumental (se funda toda acción en términos irracionales, pero sigue la lógica

metafísica técnica alotecnologica). Pero está delimitada por la razón universal que orienta

la racionalidad occidental. Hiroshima es el uso de una tecnología que no se estima en

términos morales, solo en términos de lo que hay en la información, costos y beneficios,estadísticas y estimaciones de daños colaterales posibles. Pero no hay límite moral;

posiblemente hay una suerte de performatividad que afirma la posibilidad o imposibilidad

en términos mediáticos.

Lo preocupante en esta propuesta es la aparente ingenuidad que posee una propuesta tal.

¿Estamos ante una nueva forma de estar en el mundo, de ek-xistencia? Al estar

acostumbrados a una base de acción moral, ética, o axiológica, es difícil convencerse que



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existe una posibilidad de imponerse el bien que hay, sobre el mal que ocupa la ausencia

de bien:

Dice Platón: «Todo lo que existe es bueno; el mal es simplemente la ausencia de bien».

En un mundo en el que la condensación de contextos todavía sigue su marcha, no se puede

descartar que esta línea básica de la ontología platónica, a menudo ridiculizada por las

mentes críticas, se haga realidad de un modo sorprendentemente alterado y con un nuevo

sentido. A menos que siga predominando la doctrina adorniana de que el todo o el

contexto es lo no-verdadero. Lo que habría que hacer en última instancia es transponer

aquellos principios platónicos en los principios siguientes, atinentes a una ecología de la

inteligencia: lo que es predominantemente malo se elimina a sí mismo; lo que es

predominantemente bueno se expande y continúa; lo que es predominantemente neutro

crea suficiente redundancia como para asegurar la continuidad. (Sloterdijk (2006) pag.

13)

Uno de los ejemplos más claros de este tipo de dicotomías entre los actores bastos y los

colaborativos del nuevo mundo postmetafisico, se revela en forma de las asimetrías

existentes en las guerras; el uso de la tecnología más extrema en contra de las formas

básicas del combate subversivo, y las razones de tales confrontaciones en nuevos

discursos religiosos o nacionalistas. La experiencia cotidiana se va manifestando también

en la creciente promoción de los peligros emergentes en las nuevas plagas y en los

milenarismos tan en boga en las mini series y los cines. El conflicto de las civilizaciones

y la esperanza de un mundo mejor frente al cambio climático y las necesidades de justicia

y equidad para todos los individuos, llegan para quedarse como exigencias en un mundo

en el que el cambio y la transformación hacia nuevos modos de relación, donde las

practicas incluyan, no solo las utopías sino también la realidad de un mundo que se

entiende como un universo técnico con sentido humano.

Bibliografía

Esquirol, J. (2011) Los filósofos contemporáneos y la técnica. Gedisa. Barcelona.

Platón (1988) Diálogos V, El político. Gredos. Madrid

Sloterdijk, P. (2000) Normas para el parque humano. Ediciones Siruela. Madrid.

Sloterdijk, P. (2006) El hombre operable. Notas sobre el estado ético de la tecnología

génica. En: Revista Observaciones Filosóficas. Mayo 2006.

Disponible en: http://www.observacionesfilosoficas.net/download/hombreoperable.pdf



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Va ́squez A. (2009) Sloterdijk Y Heidegger: Humanismo, Deshumanizacio ́n Y

Posthumanismo En El Parque Humano. Nómadas. Revista Crítica de Ciencias Sociales y

Jurídicas | 23

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