Comercio en el Mediterráneo de piezas egipcias

18

description

Comercio en el Mediterráneo de piezas egipcias

Transcript of Comercio en el Mediterráneo de piezas egipcias

Page 1: Comercio en el Mediterráneo de piezas egipcias

Pedido 29957 Laminado Brillo

Page 2: Comercio en el Mediterráneo de piezas egipcias

Economías, comercio y relaciones

internacionales en el Mundo Antiguo

Page 3: Comercio en el Mediterráneo de piezas egipcias

Portada: Reconstrucción de la Puerta de Tabira en Aššur en W. Andrae (1977)

Contraportada: Bastión Norte del Palacio de Cnoso

Fotografía de Anna Mysłowska

TÍTULO: ECONOMÍAS, COMERCIO Y RELACIONES INTERNACIONALES EN EL MUNDO ANTIGUO

EDITA: FULLCOLOR PRINTCOLOR, S.L.

Depósito Legal: B 22668-2014

ISBN: 978-84-16184-35-4

Imprime FULLCOLOR PRINTCOLOR, S.L. C/ Numancia 187, planta 1

08034 Barcelona [email protected]

Page 4: Comercio en el Mediterráneo de piezas egipcias

ÍNDICE

Prólogo...…………………...……………………………………………………. 1

RUTAS Y SISTEMAS DE COMUNICACIÓN

Viajeros, exploradores y expediciones reales en el antiguo Egipto

Nerea Tarancón Huarte…………………………………………….………. 5

«Lo colocaron todo en la cóncava nave». Pequeñas embarcaciones mercantes

en el occidente mediterráneo durante el I milenio a.C.

Jorge García Cardiel………………………………….…………………… 21

Un sistema económico heredado: ¿El Guadiana como espejo de Tartesos?

Esther Rodríguez González……………………………………………….. 47

Page 5: Comercio en el Mediterráneo de piezas egipcias

ASPECTOS ECONÓMICOS DEL MUNDO MILITAR

Aspectos económicos de la guerra: el mercenariado en Grecia en el periodo helenístico

Anna Mysłowska…………………………………………………….……. 71

Economía y mercenariado. Su impacto en el declive del Mundo Púnico

Antonio Pedro Marín Martínez…………………………………………… 89

ESTRUCTURAS ECONÓMICAS Y SOCIALES

Redistribución y economía palacial en el Egeo

Mª Soledad Milán Quiñones de León…………...…………….…….…… 107

Centros comerciales en la Protohistoria peninsular

Irene M. Muñoz Fernández……………………………………………… 129

Tráfico de hombres, tráfico de dioses: Intercambios comerciales entre el Mediterráneo oriental y el puerto de Carthago Noua

Pedro David Conesa Navarro…………………………………….……… 147

El método prosopográfico como indicador del cambio: la promoción del culto de Khonsu durante el Tercer Período Intermedio

Alba Mª Villar Gómez……………………………………………..….…. 167

Los contactos entre las Cícladas y Anatolia durante el Bronce Antiguo y la

construcción historiográfica del ‘Grupo Kastri’

Oihane González Herrero…………………………………...…………… 181

El santuario de Dodona en el Epiro: economía, comercio y peregrinos

en un espacio cultual

Diego Chapinal Heras…………………………………………..……….. 201

Page 6: Comercio en el Mediterráneo de piezas egipcias

Textiles sasánidas: la manufactura y exportación de la seda irania

Zahara Gharehkhani………………………………………………...…… 219

Historia de un desequilibrio: fraude y exención fiscal en el Reino de Pilo

Claudia V. Alonso Moreno………………………………………...……. 231

Comercio en el Mediterráneo de piezas egipcias y su aparición en la

Península Ibérica

Mª Engracia Muñoz Santos…………………………………………….... 257

DIPLOMACIA Y RELACIONES INTERNACIONALES

“Diplomacia y relaciones internacionales” en la épica mesopotámica:

¿cuestión de hombres o de dioses? Inanna, Enmerkar y la tierra de Aratta

Carmen del Cerro Linares……………………………………………….. 269

El impacto de la expansión Uruk en el sureste de Anatolia y norte de

al Yazira: interacción e intercambio

Fernando Espejel Arroyo……………………………...…….…………… 295

Diplomacia y relaciones internacionales en la Edad de Oro Medioasiria

Mª Dolores Casero Chamorro…………………………………………… 319

El protocolo de la recepción del extranjero en época Neoasiria (911-609 a.C.)

Román Moret…………………………………………….………………. 337

Intercambios y relaciones comerciales en el Asia Menor aqueménida

Helena Domínguez del Triunfo………………………..………………… 351

Atando lazos: mujer y políticas dinásticas en Hispania (ss. III-II a.C.)

Rosalía Hernández García……………………………………..………… 375

Page 7: Comercio en el Mediterráneo de piezas egipcias

Las embajadas celtibéricas de 152 a.C.: un estudio de caso

Laura Per Gimeno……………………………………….………………. 395

HISTORIOGRAFÍA DE LA ECONOMÍA DE LA ANTIGÜEDAD

Homéricos revolucionarios. La Iberia prerromana desde el prisma socialista

Tomás Aguilera Durán………………………………………...………… 417

Hispania e Indias. Dos visiones comparadas de la actividad minera:

Plinio y el jesuita José de Acosta

Carolina Andrea Valenzuela Matus………………………...…………… 443

La importancia de las relaciones internacionales para la formación

de las colecciones de antigüedades de los monarcas españoles

Víctor Úbeda Martínez…………………………………..………………. 461

Listado de autores y correos electrónicos………………………...…….……… 473

Page 8: Comercio en el Mediterráneo de piezas egipcias

257

COMERCIO EN EL MEDITERRÁNEO DE PIEZAS EGIPCIAS Y SU

APARICIÓN EN LA PENÍNSULA IBÉRICA

Mª Engracia Muñoz Santos Instituto Virtual de Ciencias Humanas

Universidad Nacional de Educación a Distancia

RESUMEN: A lo largo de todo el Mediterráneo han aparecido piezas de procedencia

egipcia. También en el Mediterráneo Occidental, incluyendo las costas levantinas de la

Península Ibérica. Con el presente trabajo he querido hacer un estudio del cómo, cuándo

y gracias a quién llegaron estas piezas hasta nuestras costas.

PALABRAS CLAVE: Comercio, Mediterráneo, Fenicios, Egipto, período Orientalizante.

ABSTRACT: There have been found artifacts of Egyptian origin all over the Mediterranean

basin, also in the western Mediterranean, including the eastern coasts of the Iberian

Peninsula. With this paper I wanted to study how, when, and who brought those pieces to

the Spanish coasts.

KEYWORDS: Trade, Mediterranean Sea, Phoenicians, Egypt, Orientalizing period.

Creo interesante realizar, mediante este trabajo, una llamada de atención

acerca de lo olvidadas que tenemos algunas piezas de procedencia egipcia así

como de la necesidad de un estudio sobre cómo esos objetos llegaron hasta

nuestras costas. Todo lo relacionado con Egipto tiene una gran importancia en

nuestra cultura y parece que el amor por aquella tierra crece entre los españoles en

la actualidad. No hace falta viajar hasta el país del Nilo para poder disfrutar de

algunas piezas egipcias ya que tenemos la suerte de contar en la Península con

algunos preciosos ejemplos. En el presente estudio no he querido hacer un listado

de las mismas, sino simplemente poner así un punto y seguido en la investigación

al respecto1.

El comercio de artículos egipcios en el Mediterráneo oriental es bien

conocido2, no así el del Mediterráneo occidental donde, en muchas ocasiones,

objetos genuinos egipcios han sido clasificadas como “orientalizantes” o

“egiptizantes”.

Las rutas de fenicios y griegos, según el momento, permitieron el traslado de

las piezas a los distintos emporios y colonias en todo el mar Mediterráneo3. Por

1 Deseo agradecer toda su ayuda y paciencia al Prof. Dr. Carlos González Wagner. 2 Vivas, 2013: passim.

3 Liverani, 2003: passim.

Page 9: Comercio en el Mediterráneo de piezas egipcias

258

este motivo encontramos objetos de estas características en Grecia (Peratí), en

Chipre y ya en el Mediterráneo occidental tenemos numerosos ejemplos en

Cerdeña, Tharros o Cartago. Los intercambios de productos entre oriente y

occidente4 fueron probablemente mucho más fluidos de lo que hasta hace unos

años la investigación creía. No son los únicos ni tampoco estos lugares una

excepción, la lista es más extensa y podríamos tener grandes sorpresas durante las

futuras excavaciones.

En el presente trabajo de investigación he querido hacer especial hincapié en

varias piezas encontradas en las excavaciones arqueológicas realizadas en las

costas de la Península Ibérica e islas, muy destacables por ser, estamos seguros de

ello, de factura egipcia, debido a la aparición de inscripciones jeroglíficas que lo

demuestran. Son muchos más los ejemplos que tenemos en nuestras costas pero he

tenido que ceñirme a solo tres objetos, que considero de gran importancia: la

preciosa escultura de Imhotep5, encontrada en Menorca, el vaso con inscripción de

Apofis I6, fabricado en Tebas con mucha probabilidad, y que porta el cartucho del

rey, y una cantimplora encontrada en la Vilajoiosa7.

Todas las piezas están fechadas entre los siglos IX y VII a.C. y es que en

este momento se produce un gran desarrollo comercial entre las culturas

mediterráneas, y se expansionan las colonias como Cartago o Gadir8. Grecia

comercia con Etruria y crea la factoría de Nápoles y Frigia. Pero el mayor volumen

de comercio estaba en manos de los fenicios9.

En la Península Ibérica, encontramos objetos orientales y griegos repartidos

por nuestras costas, es de suponer que los objetos fuesen traídos tanto por griegos

como por fenicios sin distinción, y objetos de todas esas culturas aparecen juntos y

separados indistintamente en los yacimientos arqueológicos.

Los objetos egipcios llegan a la Península debido a la presencia de estas

factorías, como objetos de mercadeo, lo hacen mezclados con objetos fenicios,

griegos e incluso de otras culturas orientales. Algunos de los objetos son

orientalizantes, es decir, con fuerte influencia egipcia pero no de factura

genuinamente nilótica.

En el caso de las piezas que llegaban a la Península, debido a su gran valor,

probablemente eran atesoradas por los jefes de las poblaciones, se trataba de

productos que conferían un gran prestigio10

.

4 Liverani, 2012: 511-524.

5 Roselló-Bordoy, 1974: 123-142.

6 Pellicer, 1985: 100.

7 García/Padró, 2002: 247-364.

8 González, 1983: 325.

9 Aubet, 2009: passim.

10 Pérez Largacha, 2007: 204.

Page 10: Comercio en el Mediterráneo de piezas egipcias

259

Centrémonos ahora en el comercio en sí. El mar Mediterráneo, debido a sus

características geográficas y físicas, puede ser considerado un gran lago. Tanto

regímenes de vientos como corrientes marinas eran muy importantes a la hora de

crear rutas marítimas comerciales. Los barcos donde se transportaban estas piezas

estaban perfectamente adaptados a las características del mar que atravesaban. Se

trataba de naves que eran de propulsión a vela aunque llevaban un grupo de

remeros para realizar ciertas maniobras y el peso medio podía rondar las 150

toneladas11

. El barco más característico y utilizado por los fenicios era el gôlag12

.

En general, la navegación de ese periodo, fuese el pueblo que fuese el que la

realizase, era en dos tipos de barcos: los de guerra y los comerciales. Nos interesa

el segundo modelo. Eran barcos de gran tamaño, con bodegas y velas poco

proporcionadas al resto de la embarcación, las distinguió Aristóteles con una

metáfora, en la que decía que un barco mercante, grande y panzudo, al navegar con

los pocos y débiles remos, se asemejaba a un insecto zumbando con unas alas muy

pequeñas en relación al cuerpo, como le ocurre a la abeja13

.

Tanto las corrientes marinas como las mareas debían ser conocidas pero no

ha quedado constancia del saber fenicio al respecto, aunque muy probablemente

las mareas se utilizasen para acceder a bahías y puertos. En cambio sí conocían a la

perfección el funcionamiento de los vientos14

, que utilizaban para su navegación

por el Mediterráneo, que además era básicamente de cabotaje. Un barco fenicio

podía recorrer 46 millas al día (25 km)15

, hay que tener en cuenta que la

navegación podía ser tanto diurna como nocturna, en el primer caso la costa tenía

una gran importancia al servir de referencia, y en el segundo las estrellas eran

utilizadas para orientarse al navegar, para no chocar en la oscuridad y ser visibles

para otras embarcaciones, en la proa se situaba un sistema lumínico. Para llegar

hasta la Península desde el otro lado del Mediterráneo necesitaban cineto cincuenta

y tres días16

, es decir, unos 3.800 km de punta a punta.

Como he dicho más arriba, me he centrado en tres piezas, egipcias,

encontradas en nuestras costas en excavaciones arqueológicas

La primera pieza es la escultura de Imhotep, encontrada en Torre d’en

Gaumés (Menorca). Se trata de una pieza de bronce realizada mediante fundición

en molde bivalvo. Su altura es de 150 mm. Se ha fechado en torno a los siglos

VIII-VII a.C. Por sus características se ha determinado su procedencia en Egipto.

Actualmente puede verse en el Museo de Maó (Menorca)17

.

11

Díes, 2005: 55-84. 12

Díes, 2005: 60. 13

Casariego, 1949: 146-147. 14

Díes, 2005: 58-59. 15

Díes, 2005: 60-61. 16

Ps. Scyl. 69. 17

Número de catálogo MoM 19.900.

Page 11: Comercio en el Mediterráneo de piezas egipcias

260

Se trata de una escultura que representa la figura del dios egipcio Imhotep,

que aparece sentada, con la cabeza erguida, el cráneo tocado con algún tipo de

casquete ajustado que le cubría la cabeza. Los ojos están incrustados, de oro batido

para simular los coroides, la pupila es una simple protuberancia en el bronce. La

nariz es pequeña. Los labios carnosos. Los pómulos ligeramente abultados y las

orejas finamente dibujadas. Alrededor del cuello, sobre el torso desnudo y erguido,

aparece un pectoral, burilado con surcos que le recorren el pecho y la espalda, con

parte de la decoración que parece haberse hecho después de la fundición de la

figura. Los brazos están separados ligeramente. Estos aparecen unidos al cuerpo en

el momento en que descansan sobre las rodillas. Las manos son de factura bastante

ruda. Entre ellas sostiene, sobre la falda, un rollo de papiro en parte desplegado. En

él aparece una inscripción jeroglífica grabada que reza “Imhotep, doblemente

adorado, hijo de Ptah”. En la parte inferior, la figura está vestida con un faldellín

plisado hasta los tobillos. Este plisado está marcado por una serie de finas

incisiones paralelas verticales sujeto a la cintura por un cinturón liso. Los pies van

calzados con sandalias de tiras trenzadas, con los dedos al aire, las tiras insertadas

entre los dedos. En la parte inferior aparece un pivote de forma piramidal lo que

nos indica que debía estar inserta en una peana, que posiblemente era de madera y

que hoy ha desaparecido18

.

La gran fama de Imhotep, durante el periodo griego y romano asimilado al

dios de la medicina Asklepios (Imhotep-Asklepios), ayudó a su difusión fuera de

los límites de Egipto. Es un hecho que en aquellos momentos había numerosos

contactos comerciales entre el mundo fenicio y egipcio. Por esta vía podría haber

llegado la pieza hasta el poblado talayótico. Por el lugar donde ha sido encontrada

la estatua de Imhotep, en Torre d’en Gaumés, se cree que la pieza debía tener una

gran importancia, podría ser porque la taula fuese un monumento sacro

posiblemente relacionada con rituales de carácter curativo19

.

La segunda pieza es un vaso de mármol gris, encontrado en la necrópolis de

Almuñécar (Granada). Está fechada hacia el año 1540 a.C. Su altura es de 47,5cm,

el diámetro de la boca es de 8,4 cm, la anchura del borde es de 6,3 cm, el diámetro

máximo del cuerpo de 33 cm y el diámetro de la base 16,5 cm20

.

El vaso de Apofis21

, así como otros vasos egipcios, fueron reutilizados como

urnas cinerarias en la necrópolis del sur de España. Esculpido de un solo bloque,

proveniente del Sinaí o del desierto oriental del Nilo, posiblemente fabricado en

Tebas durante los siglos IX-VIII a.C. Tiene forma ovoide invertida, base plana,

cuello estrangulado y amplio labio horizontal saliente. De forma típicamente

18

Muñoz, 2011: passim. 19

Roselló-Bordoy, 1974: 123-142. 20

Padró/Molina, 1983: 284-293. 21

Número de inventario del Museo de Almuñécar M.A.00018.

Page 12: Comercio en el Mediterráneo de piezas egipcias

261

fenicia. Con inscripción jeroglífica egipcia en el labio y cartucho del faraón Apofis

I que reza “El Dios bueno, Señor del Doble País, cuyo poder alcanza la frontera de

las fortalezas victoriosas, puesto que Tuab no está al servicio de él, el Rey del Alto

y Bajo Egipto, Ausserre, el Hijo de Re, Apofis, dotado de vida, y la Hermana Real

Charudyet viviente”22

. En los hombros del vaso aparece “El Dios bueno Auserre/El

Hijo de Re, Apofis/La Hermana Real Charuddyet viviente”23

.

La función de este vaso era contener productos de calidad, como vino y

ungüentos aromáticos destinados al ajuar funerario de los faraones. La mayoría de

los hallazgos fuera de Egipto se atribuyen a saqueos de tumbas reales de la

necrópolis de Tanis durante la segunda mitad del siglo VIII y el VII a.C.,

atribuidos a piratas griegos24

. Estos vasos se utilizarían en el Mediterráneo

occidental (Cartago y Península Ibérica) como urnas cinerarias de personajes de

alto rango social como lo atestigua la necrópolis de Laurita25

.

A Laurita este vaso llegaría, no durante el reinado de dicho rey, hacia el

siglo XVI a.C., sino durante la segunda mitad del siglo VIII a.C., junto con el lote

de los otros vasos de la dinastía XXII. Los vasos de este tipo son muy comunes en

Egipto desde el Reino Antiguo, pero se generaliza su fabricación durante el Reino

Nuevo hasta la Dinastía XXII, son de este momento la mayoría de hallazgos

realizados en el Mediterráneo y Próximo Oriente. Vasos similares han sido

encontrados en los palacios reales de Asur, Nimrud, Sidón, Minet el Beida, Orsk y,

por supuesto, de la necrópolis real de Tanis26

.

La tercera y última pieza es una cantimplora encontrada en la necrópolis

orientalizante de Les Casetes, en Vilajoiosa. Fabricada en fayenza verde.

Actualmente puede verse en el Museo Municipal de Villajoyosa27

. Está fechada en

torno a los años 700-600 a.C. Sus dimensiones son 16,11x12,98 cm. Lo más

característico de esta pieza es las dos cartelas con inscripciones jeroglíficas que

posee.

La pieza tiene un labio redondeado convexo con borde vuelto y cuello

cilíndrico. En esta parte destaca una profusa decoración. El borde representa una

flor de loto abierta, probablemente simbolizando la eternidad que sale del interior

de ésta (por el agua del Nilo que contenía y que se suponía curativa), ya que los

antiguos egipcios daban al loto y su aroma poderes “resucitantes”28

. Junto al cuello

aparecen dos figuras, a modo de asas, representando dos simios en cuclillas con los

codos apoyados en las rodillas y con las manos sujetando la barbilla. El babuino

22

Padró, 1983: 284-293. 23

Padró/Molina, 1983: 284-293. 24

Pellicer, 2007: 53. 25

Pellicer, 2007: 53. 26

Pellicer, 2007:14. 27

Número de inventario 003367. 28

Wilkinson, 1995: 133.

Page 13: Comercio en el Mediterráneo de piezas egipcias

262

era el animal sagrado de Thot y representa el paso del tiempo29

.

El cuerpo tiene forma esférica, con base convexa, ligeramente aplanada. En

la parte superior, rodeando el cuello, un collar inciso, de seis hileras de cuentas,

destaca las rosetas de una de las líneas, la quinta que es sogueada y la sexta que

está formada por perlas en forma de gotas. A este tipo de collar se le atribuían

características protectoras. Relacionado con Hator, era mágico ya que permitía

obtener la eternidad y la resurrección además de proteger a su portador de quien o

que pudiera causarle algún mal30

.

A cada lado de la cantimplora aparecen, en el cuarto superior, dos cartelas

con escritura jeroglífica con las siguientes inscripciones: A. “Que Ptah abra un

feliz año a su dueño” y B. “Que Neit dé vida y fuerza a su dueño”31

. El resto del

recipiente carece de decoración.

Las cantimploras eran utilizadas para transportar agua de la primera

inundación del Nilo, que era el comienzo del Año Nuevo. Este agua era

considerada como salutífera y con valor de buen agüero. Dicho tipo de recipiente

tuvo una gran difusión durante el Periodo Saíta desde Egipto. Se han encontrado en

yacimientos como Menfis o el-Yahudiya o Naucratis. Fuera de Egipto en Palestina,

Fenicia, Asur, Chipre, Quíos y Éfeso, Etruria y Cartago32

.

También he escogido varias piezas egipcias en otros lugares del

Mediterráneo, si el comercio era la forma de llegar las piezas egipcias hasta

nuestras costas, éstas, por supuesto, se encuentran también en otros lugares a lo

largo de todo el Mediterráneo, tanto oriental como occidental.

Una de las piezas que he elegido es la plaqueta de esteatita gris-amarillenta

que fue encontrada en el yacimiento fenicio-púnico de Tharros (Cagliari). Es de

procedencia egipcia y está datada en Época Saíta. Sus dimensiones son

75,8x61x20,5 mm33

.

En esta pieza podemos ver en la parte frontal a la Tríada Tebana con Amon-

Ra, su esposa Mut y su hijo Khonsu. En la parte posterior y en la base hay una

inscripción jeroglífica. El descubrimiento de esta placa se lo debemos al

arqueólogo Taramelli. La inscripción es una invocación a la tríada en cuestión, es

decir, una invocación por cada dios representado. La inscripción delata su

procedencia genuinamente egipcia dado el conocimiento de la escritura jeroglífica

que tenía el artista que la realizó.

Otra pieza que nos sirve como ejemplo para el comercio de productos

29

Corteggiani, 2010: 628. 30

Castel, 1995: 115. 31

García/Padró, 2002: 22-24. 32

García Gandía, 2009: 115. 33

Taramelli, 1919: 135-140.

Page 14: Comercio en el Mediterráneo de piezas egipcias

263

egipcios en el Mediterráneo es un recipiente de fayenza decorado con

representación del dios Heh, de nuevo nos encontramos con un objeto egipcio. Se

ha datado en torno al 1350-1150 a.C. Fue encontrada en Enkomi (Chipre), en la

tumba 61 de su necrópolis. Su altura es de 22,3 cm. Actualmente se encuentra en el

Museo Británico34

.

Nos encontramos ante un recipiente con forma de flor de loto en fase

cerrada. Decorado con el dios Heh que aparece en el centro y por lo tanto es la

figura principal. Está representado con su forma antropomorfa, en cuclillas, con los

brazos levantados, del mismo modo que parece en su representación jeroglífica

(C11 de la lista de Gardiner35

). Mediante este jeroglífico se escribía la palabra

“millón”, en este caso y relacionada con el resto de la iconografía del vaso, tendría

relación con el simbolismo de la eternidad por su significado con “millón de años”.

Es característica de su iconografía la hoja de palmera curvada que lleva sobre la

cabeza. En cada una de sus manos aparece un loto (M9 de la lista de Gardiner36

),

símbolo de la vida y renacimiento por su ciclo diario: por la mañana se abre

(renacimiento) y se orienta hacia el Este y porque vive en el agua, lo que le da una

relación directa con Nun, las aguas primordiales donde se origina la vida según la

teología egipcia. Por lo tanto Heh es el dios egipcio del infinito, asociado con el

símbolo del año y del renacimiento37

.

La pieza fue encontrada en la tumba 61 de Enkomi (Chipre)38

. La misma

contenía muchos artículos importados, varios de ellos procedentes de Egipto. Esto

demostraría la riqueza de los difuntos que ocupaban la tumba y la posición clave

de la isla en la circulación de productos desde Egipto, sirviendo de trampolín a los

comerciantes, partiendo desde aquí hacia otros lugares del Mediterráneo. La isla

tenía una posición clave de las influencias culturales en la Edad de Bronce39

.

La placa faraónica de Peratí, en el Ática, es otro ejemplo de pieza egipcia

fuera del contexto el país del Nilo. Destaca el cartucho del faraón Ramsés II,

inscrito con jeroglíficos egipcios. Actualmente puede verse en el Museo Nacional

de Atenas. Fue descubierta en una tumba de incineración en la necrópolis de

Peratí40

.

Y por último, pero no por ello menos emblemática, otra cantimplora de

fayenza de las denominadas de “Año Nuevo”41

, con cartucho con jeroglíficos

egipcios donde puede leerse el nombre del faraón Ahmasisineiter (569-529 a.C.).

34

Número de inventario GR 1897.4-1.999. 35

Gardiner, 1995: 22. 36

Gardiner, 1995: 59. 37

Corteggiani, 2010: 215. 38

Taramelli, 1919: 135-140. 39

Karageorghis, 2004: 65-67 y 121-122. 40

Karusu, 1988: passim. 41

García/Padró, 2002: 356.

Page 15: Comercio en el Mediterráneo de piezas egipcias

264

Probablemente fabricada en Naucratis. Actualmente puede verse en el Museo de El

Bardo en Túnez. Alrededor del cuello presenta decoración floral utilizando rosetas,

perlas, hojas en forma de lanza y capullos de loto, decoración típicamente egipcia,

similar a la de la cantimplora que más arriba describíamos, a cada lado del cuello

una cabeza de algún tipo de animal con astas. El nombre del faraón Ahmasisineiter

aparece cerca del cuello en inscripción jeroglífica. La pieza fue encontrada en una

tumba del siglo IV a.C. en Cartago42

.

Aunque estos ejemplos son meramente testimoniales, hay muchos otros que

aparecen a lo largo de todo el Mediterráneo. Me he querido centrar en los

encontrados en el Levante español, por su polémica inclusión dentro del estilo

denominado “orientalizante”.

Estos son solo algunos de los ejemplos que han dejado huella en nuestro país

de un comercio que hasta el momento ha pasado desapercibido. El transporte, a

través de las rutas comerciales púnicas y griegas, pasaba por Egipto, donde recogía

productos genuinamente egipcios, de factura completamente nilótica, que llegaban

hasta nuestras costas y que se han encontrado gracias a su apreciado valor y por lo

tanto por el deseo de las personas de ser enterradas con ellos, así que su ubicación

en la gran mayoría de los casos, se encuentra en necrópolis.

Creo que es necesario un estudio pormenorizado de muchas de las piezas

egipcias encontradas en nuestras costas debido a que la gran mayoría de ellas son

singulares, tanto en el Mediterráneo occidental, como en el arte púnico,

probablemente aquellas que hasta ahora se han calificado como “orientalizantes” o

“egiptizantes” después de una reevaluación puedan ser colocadas en su justo lugar

en la historia ya que debido a su factura y la aparición de escritura jeroglífica

realizada por personas conocedoras de ésta son piezas egipcias y no de fabricación

púnica con influencia egipcia.

Asimismo merece un estudio detallado la distribución de estas piezas

mediante rutas comerciales púnicas o griegas, con las que llegaron a varios

rincones y a las que no se les ha dado demasiada importancia en un contexto

económico atendiendo solo a su razón social en las necrópolis.

El estudio de estas piezas, así como su distribución en el espacio geográfico

y el modo en que llegan hasta los lugares donde aparecen, podrían replantearnos

muchas de las conclusiones a las que hasta el momento se ha llegado.

42

Aubet, 1974: passim.

Page 16: Comercio en el Mediterráneo de piezas egipcias

265

BIBLIOGRAFÍA

Aubet, M.E., 1974: “Vasos egipcios en las necrópolis de Etruria y Cartago”, en

Sanmartí, E y Ripoll, E. (coord.): Simposio internacional de colonización,

Barcelona, 25-46.

Aubet, M.E., 2009: Tiro y las colonias fenicias de occidente, Barcelona.

Casariego, J.E., 1949: Los Grandes periplos de la antigüedad: Breve historia de

las navegaciones clásicas, Madrid.

Castel, E., 1995: Diccionario de mitología egipcia, Madrid.

Corteggiani, J.-P., 2010: El gran libro de la mitología egipcia, Madrid.

Díes, E., 2005: “Los condicionantes técnicos de la navegación fenicia en el

Mediterráneo Oriental”, en Mederos Martín, A. et al. (eds.): La navegación

Fenicia: Tecnología naval y derroteros, Madrid, 55-84.

García, J.R., 2009: La necrópolis orientalizante de Les Casetes (La Vila Joiosa,

Alicante), Alicante.

García, J.R. & Padró, J., 2002: “Una cantimplora de fayenza egipcia procedente de

la necrópolis de Les Casetes (La Vila Joiosa, Alicante)”, Pyrenae 33-34, 347-364.

Gardiner, A. H., 1995: Gramática egipcia: una introducción al estudio de los

jeroglíficos, Valencia.

González, C., 1983: Fenicios y Cartagineses en la Península Ibérica, Madrid.

Karageorghis, V., 2004: Chipre. Encrucijada del Mediterráneo oriental 1600-500

a.C., Barcelona.

Karusu, S., 1988: Museo Nacional: guía ilustrada del museo, Atenas.

Liverani, M., 2003: Relaciones internacionales en el Próximo Oriente antiguo,

1600-1100 a.C., Barcelona.

Liverani, M., 2012: El antiguo Oriente. Historia, sociedad y economía, Barcelona.

Muñoz, M.E., 2011: Imhotep, el dos veces adorado, hijo de Path,

http://www.calameo.com/books/0013204216283918dcdb4.

Padró, J. & Molina, F., 1983: “Nuevos materiales procedentes de la necrópolis del

Cerro de San Cristóbal (Almuñécar, Granada)”, Empúries 45-46, 284-293.

Pellicer, M., 1985: “Sexi fenicia y púnica”, Aula Orientalis 3, 85-107.

Pellicer, M., 2007: Necrópolis Laurita (Almuñécar, Granada) en el contexto de la

colonización fenicia, Barcelona.

Pérez Largacha, A., 2007: Historia de Egipto y del Próximo Oriente, Madrid.

Roselló-Bordoy, G. et al., 1974: “Imhotep, hijo de Ptha”. Mayurqa 10, 123-142.

Page 17: Comercio en el Mediterráneo de piezas egipcias

266

Taramelli, A., 1919: “Cabras-Tavoletta votiva con bassorilievi ed iscrizione

egiziana, rinvenuta nell'area dell’antica Tharros”, Scavi e Scoperte, 135-140.

Vivas, I., 2013: Egipto y el Egeo a comienzos de la XVIII dinastía: una visión de

sus relaciones, antecedentes e influencia iconográfica, Oxford.

Wilkinson, R.H., 1995: Como leer el arte egipcio, Barcelona.

Page 18: Comercio en el Mediterráneo de piezas egipcias

Pedido 29957 Laminado Brillo