Comiendo el melocotón-Por Henri Cole.doc

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Comiendo el melocotón Por Henri Cole Traducción: Eduardo López Truco Comiendo el melocotón me siento como un asesino. El tiempo y la oscuridad no significan nada para mí, moviéndose de un lado a otro con mis blancos dientes y mi lengua hinchada, saciándose en la pulpa jugosa. Cuando chupo el hueso que se parece al cráneo de un pequeño mamífero, se borra toda memoria de penas y disputas, de soledad y ansias de amor erótico, y del proyecto de un mundo, donde el hombre, harto de la razón, no logra devolverle un orden a las cosas. Comiendo el melocotón, siento el largo vagar, mi mano humana —ayer aleta y garra— se extiende a través de una alegoría del Edén, del barro, del tedio y del pesar, hacia las abejas, la soledad y el montón de briznas de hierba que arrastra el agua fría. 1

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Comiendo el melocotn

Por Henri ColeTraduccin: Eduardo Lpez Truco

Comiendo el melocotn me siento como un asesino.

El tiempo y la oscuridad no significan nada para m,

movindose de un lado a otro con mis blancos dientes

y mi lengua hinchada, sacindose en la pulpa

jugosa. Cuando chupo el hueso que se parece al crneo

de un pequeo mamfero, se borra toda memoria

de penas y disputas, de soledad y ansias

de amor ertico, y del proyecto de un mundo,

donde el hombre, harto de la razn, no logra devolverle

un orden a las cosas. Comiendo el melocotn, siento el largo

vagar, mi mano humana ayer aleta y garra

se extiende a travs de una alegora del Edn,

del barro, del tedio y del pesar, hacia las abejas, la soledad

y el montn de briznas de hierba que arrastra el agua fra.1