Comisión diocesana de Pastoral Bíblica · 2020. 4. 28. · Straubinger (1944), Bover Cantera...

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  • Centro Diocesano de Pastoral

    Morelos 28. A. P. 21Tel. (395) 785-0020 Fax. (395) 785-0171

    Correo-E: [email protected]: [email protected]

    47000 San Juan de los Lagos, Jal.

    Responsable:

    Comisión diocesana de Pastoral Bíblica

    Diócesis de San Juan de los Lagos.

    SUMARIO:

    Presentación .............................................................................................. 1

    Elementos para la Misa por la Patria y Oración universal........................ 4

    Entronización de la Biblia ......................................................................... 7

    Semana de la Biblia sobre temas de moral ............................................... 8

    TEMAS:

    1. El hombre imagen de Dios (Gn 1,26-28) ......................................................... 9

    2. Una nueva ley para una nueva vida (Jn 13,34-35) .....................................12

    3. El decálogo (Ex 20,1-17) ....................................................................................15

    4. Ante el pecado, misericordia (Lc 15,11-32) .................................................19

    5. Llamados a ser bienaventurados (Mt 5,1-12) ...............................................22

    LECTIO DIVINA: ............................................................................................. 25

    1. Una actitud más allá de la ley (Mt 5, 17-20) ................................................26

    2. El mandamiento más importante (Mt 22, 34-40) .........................................28

    3. Jesús es tentado en el desierto (Mt 4,1-14) ...................................................31

    4. Amor a los enemigos (Mt 5,43-48) ..................................................................34

    5. La parábola del perdón (Mt 18, 21-35) ..........................................................36

    6. El comportamiento fraterno (Mt 5, 21-26) .....................................................39

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    SEPTIEMBRE: MES DE LA PATRIA Y DE LA BIBLIA

    Presentación

    Mes de la Patria

    Nuestra patria es esta tierra nacional dondehemos nacido y vivimos. Patria son nuestrospadres e hijos; las generacio-nes que han hecho historia eneste suelo. Es la gran familianacional, con todo lo que nosune, por encima de lo que nosdivide. Es la conciencia quenuestra nación posee de sí mis-ma. Y es el patrimonio espiri-tual del pueblo mexicano, lossentimientos más nobles de losmexicanos de todos los tiem-pos. La Patria somos todos.

    El Señor nos ayude a ircreando el México del futuro:un país justo, fraterno, solida-rio, plural, armónico; queofrezca vida digna para todos;donde todos seamoscorresponsables. Un país quesabe dialogar, y donde entre todos nos enriquece-mos con nuestras ideas: grupos sociales, partidospolíticos, pueblo y gobierno, se escuche la voz deldébil, del pobre, del campesino, del indígena, dela mujer marginada. Un país donde se defienda lavida, la dignidad y los derechos humanos de todapersona en cualquier situación. Un país reconci-liado con su historia, promotor de su cultura,amante de la paz en todos los niveles.

    La historia de nuestro pueblo no ha sido fácil,pero siempre ha contado con la nobleza de sushombres y mujeres. Suplicamos al Señor queprosiga el proceso de conquista de su libertadauténtica de todas las opresiones, internas y ex-ternas. Debemos reconciliarnos, para unirnos to-dos en la construcción de la paz y en el impulsodel desarrollo humano, integral y solidario decada mexicano.

    Estemos abiertos a la acción liberadora deDios en nuestra historia personal y social, deján-donos renovar a fondo por el Espíritu de Cristo,

    por el cual fuimos llamados a lalibertad. Y pidamos perdón porlas ocasiones en que tomamosla libertad como pretexto paranuestros intereses personales oel desahogo de nuestras pasio-nes desordenadas. Nuestra feen Jesucristo nos lleva a ponerlos cimientos sólidos para con-seguir la unidad dentro de lalegítima diversidad. Pidamosla gracia de una verdadera li-bertad, a fin de que trabajemoscon responsabilidad y entusias-mo por un México más demo-crático y con mayores oportu-nidades de participación paratodos.

    Que la Iglesia eleve a la Pa-tria con su acción evangelizadora, liberándonosde la esclavitud del libertinaje. Que las leyesmexicanas respeten la ley natural, el derecho a lareligión y la libertad para anunciar la BuenaNoticia de Cristo, traída por Santa María deGuadalupe. Que nos abramos a la verdad y nosentreguemos al bien, para hacer realidad la liber-tad por la que lucharon nuestros héroes en la largay dispersa guerra de independencia.

    Que valoremos la libertad en que vivimos, yasí consolidemos nuestra Patria, cumpliendo nues-tros deberes de justicia social. Que cosechemoslo que hemos sembrado en nuestros campos y enla vida social y política. Que reforcemos nuestraidentidad mexicana, resaltando lo que nos une ydescubriendo los referentes comunes que nospermitan delinear, a la luz del Evangelio, elproyecto de país que todos queremos.

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    Presentamos algunos elementos para celebraruna Misa por la Patria y hacer oración universaldurante el mes.

    Mes de la Biblia

    La Biblia es la Palabra de Dios escrita para lasalvación, con fuerza de transformación. Es elpunto de referencia constante de la vida personaly comunitaria. La Iglesia, con la Palabra y lossacramentos, construye el Reino y renueva laAlianza.

    La Palabra de Dios no es unlibro, sino «Alguien» anuncia-do, celebrado y vivido: Cristo,Palabra hecha carne. Hay undiálogo salvador y liberador deDios en las circunstancias ac-tuales de inicio de milenio,neoliberalismo y postmoder-nidad.

    La primera evangelizaciónse realizó cuando se había aban-donado la Biblia y se habíanadoptado los catecismos. Poreso estamos muy deficientesen formación bíblica.

    Con todo, Cristóbal Colón traía en su equipajeunos Evangelios. En España, con la reforma delCardenal Cisneros, circulaban las versiones cas-tellanas de Alfonso X el Sabio (1280), del Duquede Alba (1430) y del Cardenal Ferrara (1533).

    En la conquista de Yucatán se encontraron a unindio llamado Gerónimo que hablaba castellanoy traía en el taparrabos unos evangelios, pueshabía sido diácono pero al naufragar su embarca-ción se quedó con otro compañero entre los ma-yas.

    Los protestantes difundieron la traducción deCasiodoro de Reina (1569), en un contexto deliberalismo capitalista y expansionismo colonia-lista.

    En el siglo XX surgió el Movimiento Bíblicomundial. Muchos sacerdotes promovían la Bi-blia, versiones de Scio de San Miguel (1793),Torres Amat (1825), Nácar Colunga (1944),

    Straubinger (1944), Bover Cantera (1947), basa-das en la Vulgata latina.

    La Institución Rockefeler de Estados Unidospatrocinó la impresión y difusión de Biblias pro-testantes y las misiones en todo el continente,para dividir a nuestros pueblos.

    El Consejo Evangélico Nacional, mediante lasSociedades Bíblicas Unidas, promovió difusión ytraducciones, colaborando varias denominacio-

    nes. Establecieron agostocomo Mes de la Biblia, ydejaban Biblias en cuar-tos de hoteles, oficinas,cárceles y familias.

    En 1961, la Conferen-cia Episcopal Mexicanaestableció la Sociedad Bí-blica Católica, en el Se-cretariado de la Fe. Orga-nizó Concursos Bíblicos,y desde 1962 EncuentrosBíblicos Nacionales, parasensibilización, promo-ción popular, y búsquedade caminos, con hasta5000 participantes. Se ele-

    gían temas según la situación del país, y proponíaciertos acuerdos o líneas. Iniciaba con la Entroni-zación de la Biblia, y había Celebraciones de laPalabra y reflexiones en grupos.

    El P. Manuel Molina originó el movimientopopular de círculos bíblicos, dirigiendo una co-lección de estudios bíblicos de divulgación, pro-piciando escuelas bíblicas, semanas, cursos porcorrespondencia, libritos y hasta comics.

    Para los católicos, septiembre fue declaradoMes de la Biblia, por concluir con la fiesta de SanJerónimo (30 de septiembre), considerado comoel Día de la Biblia.

    El CELAM convocó a biblistas latinoamerica-nos, que con pastoralistas, lingüistas y teólogoselaboraron la Biblia Latinoamericana, ediciónpopular y pastoral. Patrocinó su impresiónAdveniat de Alemania, para adquirir Biblia aprecio módico.

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    SEPTIEMBRE: MES DE LA PATRIA Y DE LA BIBLIA

    En abril de 1972 la Sociedad Bíblica Católicapasó a la Comisión Episcopal de Evangelizacióny Catequesis. En la I Asamblea de promotoresdiocesanos, en León Gto., cambió por Movi-miento Bíblico Nacional.

    Los Círculos Bíblicos fueron originando Co-munidades Eclesiales de Base; y los EncuentrosNacionales eran un intercambio de experiencias.

    El 14 de abril de 1978 el Movimiento BíblicoCatólico Nacional se afilió a la Federación Bíbli-ca Mundial para el apostolado de la Biblia en suII Asamblea de Malta.

    En 1990 se formó la Federación Católica deCentros de formación bíblica. En Guadalajarasurgió la Sociedad Bíblica de profesores de Bi-blia, originada en la Sociedad de estudioshelenistas de Pablo de Vallester (1961), que for-maría el Instituto Bíblico Católico, para forma-ción de maes-tros y agentes.

    La Confe-rencia Episco-pal Mexicanadecidió en 1989en Guadalajaraque el Movi-miento fueraDepartamentoEpiscopal dePastoral Bíbli-ca; objetivo: coordinar, promover, impulsar ydinamizar el lugar privilegiado de la Sagradaescritura en la Nueva Evangelización.

    En nuestra diócesis de San Juan de los Lagos,en Pastoral Profética, existe la Vocalía de Pasto-ral Bíblica. Se han encargado de dicha actividad:el P. Emiliano Valadez, el P. Javier Rodríguez, elP. Juan Jesús Fuentes y ahora el P. Luis FelipeBarba.

    Han promovido venta de Biblias, estudios yartículos de formación, sugieren actividadesparroquiales y de grupos, con apoyo de sacerdo-tes especialistas en Sagrada Escritura. Hacenesquema diario de Lectio Divina sobre el Evan-gelio del día.

    Con la Semana Bíblica inicia la evangeliza-ción del año pastoral. En el Boletín Pastoral deseptiembre publican materiales para centros debarrio, proponen actividades y estudios.

    Procuremos llegar a las familias y a personasmás abandonadas, o más exigentes en el estudiode la Biblia. Estamos así en consonancia con todala Iglesia.

    Se recomienda tener familiaridad con los li-bros de la Biblia (nombres, libros históricos,sapienciales, proféticos, cartas). Consultar ma-pas, tablas cronológicas, listas de personajes.Consultar Diccionario de la Biblia o Vocabulariobíblico, y Concordancias.

    Meditar asiduamente la Escritura, hacer«Lectio divina». Ubicar la lectura en el contextode la Biblia, de la historia, y del mensaje cristiano;para poder hacer una buena monición. La Biblia

    es como unasinfonía dondeel músico con-tribuye a la ar-monía del con-junto aportandosu sonido.

    Respetar elgénero literarioen que se expre-sa el testimoniode Cristo. Los

    diversos géneros literarios comportan: diversosmodos de expresión (una ley, una exhortación, untexto poético, una explicación); las característi-cas de personalidad de un autor (campesino,sacerdote, culto, misionero, con su lenguaje,acentuaciones, temas, frases); la época en que seescribió, el lugar de origen y las lenguas (Arabia,Babilonia, Egipto, Palestina para AT; Palestina,Turquía, Arabia para NT; en hebreo, arameo ygriego); la evolución de las formas (el mensajeprimero se predicó, vivió y transmitió).

    Ofrecemos primero cinco temas para la Se-mana de la Biblia, y luego esquemas de LectioDivina para las reuniones de grupos en esteAño del testimonio y del comportamiento mo-ral cristiano.

      

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     (Las oraciones se toman del misal: colecta por la patria,las demás por el progreso de los pueblos).

    Lecturas:

     Primera Lectura: Isaías 9,1-6 (hebr).

    O bien:

    Isaías 32,15-18. Salmo responsorial: Salmo 126.

    R. Que el Señor nos construya la casay nos guarde la ciudad.

    O bien:

    Salmo 84. R. Dale, Señor, la paz a tu pueblo.

    O bien: Salmo 112.

    R. Bendito sea el Señor ahora y para siempre.

    Segunda Lectura: 1 Corintios 8, 1-13.O bien: 1 Corintios 9, 16-19. 22-27.O bien: 1 Pedro 2,4-10.

    Evangelio: Lucas 6, 27-38.O bien: Lucas 6, 39-42.O bien: Juan 14,23-29.O bien: Lucas 22,24-30.O bien: Juan 8,31-47.

    Oración universal:

    En este mes en que nos de-dicamos a pedir especialmentepor nuestra patria, presente-mos a Dios, Padre amoroso,nuestras súplicas confiadas para que bendigaabundantemente a nuestra nación. Diremos:

    R. Te rogamos, óyenos.1. Por la Iglesia que peregrina en la nación mexi-

    cana, para que cumpla fielmente su misión deanunciar a todos el Evangelio de Jesucristo.Oremos.

    2. Por las necesidades de todos los que integranesta nación, para que el progreso personal ysocial esté marcado por el Evangelio de Jesu-cristo. Oremos.

    3. Por todos los miembros de la sociedad: niños,jóvenes, adultos y ancianos, para que cada unosea un modelo de vida civil responsable, y vivaplenamente el Evangelio de Jesucristo. Ore-mos.

    4. Por los gobernantes, para que Dios nuestroSeñor les inspire decisiones que promuevan elbien común, en un ambiente de paz y libertad,conforme al Evangelio de Jesucristo. Oremos.

    5. Por todos los que sufren en nuestra patriadebido a tantas y tan variadas circunstancias,para que Dios sea su consuelo y ayuda en susnecesidades y vivan inspirados por el Evange-lio de Jesucristo. Oremos.

    6. Por todos los sectores de la sociedad, para quebuscando el bien co-mún, descubran y vi-van los valores profun-damente humanos ycristianos que provie-nen del Evangelio deJesucristo. Oremos.

    Padre Santo, escu-cha las peticiones quete dirigimos, asíste-nos por la intercesiónde Santa María deGuadalupe, Madre de

    este pueblo tuyo, y concédenos lo que con fe tehemos pedido. Por Jesucristo, nuestro Señor.

     (O bien)

    Presentemos al Padre la ferviente súplicaque brota de nuestro corazón a favor de laIglesia y de nuestra patria, en este mes enque oramos de modo especial por las nece-

     MISA POR LA PATRIA

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    SEPTIEMBRE: MES DE LA PATRIA Y DE LA BIBLIA

    sidades de todos. Después de cada peticióndiremos:

    R. Atiende, Padre,nuestra súplica.

    1. Por la Iglesia, que busca en todo el bien de lanación mexicana, para que sea un vínculo deunidad y de paz entre todos los que habitanestas tierras. Oremos.

    2. Por los políticos de nuestro país, para que Diosles conceda la gracia de saber que están llama-dos a ser instrumentos de progreso social.Oremos.

    3. Por los ciudadanos de nuestra patria, que du-rante tantos años han buscado la auténticalibertad, para que ésta abrace a todos los mexi-canos y sea instrumentode crecimiento perso-nal y comunitario.Oremos.

    4. Por las fuerzas arma-das que vigilan la so-beranía nacional,para que sean autén-ticos promotores deayuda, especialmen-te en las situacionesde emergencia. Ore-mos.

    5. Por los intelectuales,que por medio de sus conocimientos buscanparticipar en el desarrollo de nuestro país, paraque sus convicciones estén siempre funda-mentadas en la verdad. Oremos.

    6. Por nuestra nación, que paso a paso construyela democracia por medios de la participaciónactiva de los ciudadanos, para que todos sinta-mos que con nuestra participación en la vidanacional ayudamos a la promoción de la paz yde la justicia. Oremos.

    Padre Santo, Tú que siempre escuchas a tushijos que te invocan con fe, ayúdanos a todoslos miembros de la nación mexicana para quenos sintamos estrechamente vinculados con elprogreso de nuestra patria. Por Jesucristo,nuestro Señor.

     (En la fiesta de la Independencia)

    En este día en que conmemoramos el iniciode una lucha por la libertad de nuestra patria,presentemos a Dios, Padre amoroso, nuestrassúplicas confiadas para que bendiga abundan-temente a nuestra nación. Después de cadapetición, diremos:

    R. Te rogamos, óyenos.1. Por la Iglesia que peregrina en la nación mexi-

    cana, para que cumpla fielmente su misión deanunciar a todos el Evangelio de Jesucristo.Oremos.

    2. Por las necesidades de todos los que integranesta nación, para que el progreso personal ysocial esté marcado por el Evangelio de Jesu-

    cristo. Oremos.3. Por todos los miem-

    bros de la sociedad: ni-ños, jóvenes, adultos yancianos, para que cadauno sea un modelo devida civil responsable,y viva plenamente elEvangelio de Jesucris-to. Oremos.4. Por los gobernantes,para que Dios nuestroSeñor les inspire deci-siones que promuevanel bien común, en un

    ambiente de paz y libertad, conforme alEvangelio de Jesucristo. Oremos.

    5. Por todos los que sufren en nuestra patriadebido a tantas y tan variadas circunstancias,para que Dios sea su consuelo y ayuda en susnecesidades y vivan inspirados por el Evange-lio de Jesucristo. Oremos.

    6. Por todos los sectores de la sociedad, para quebuscando el bien común, descubran y vivan losvalores profundamente humanos y cristianosque provienen del Evangelio de Jesucristo.Oremos.

    Padre Santo, escucha las peticiones que tedirigimos, asístenos por la intercesión de San-ta María de Guadalupe, Madre de este pueblo

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    tuyo, y concédenos lo que con fe te hemospedido. Por Jesucristo, nuestro Señor.

     (O bien):

    Nuestra fe en Jesucristo nos lleva a ponerlos cimientos sólidos para conseguir la unidaddentro de la legítima diversidad. Presentemosnuestras peticiones al Padre, mediante Cristonuestro libertador, pidiendo la gracia de unaverdadera libertad, a fin de que trabajemos conresponsabilidad y entusiasmo por un Méxicomás democrático y con mayores oportunida-des de participación para todos. Digamos:

    R. Que construyamos juntos, Señor,un México nuevo.

    1. Para que la Iglesia que peregrina en Méxicoeleve a la Patria con su acción evangelizadora,y nos libere de la esclavitud del libertinaje.Oremos.

    2. Para que las leyesmexicanas respetenel derecho a la reli-gión y reconozcanla libertad de loscristianos paraanunciar la salva-ción de Cristo, traí-da por Santa Maríade Guadalupe. Ore-mos.

    3. Para que nos abra-mos a la verdad y nos entreguemos al bien,para hacer realidad la libertad por la que lucha-ron nuestros héroes en la guerra de indepen-dencia. Oremos.

    4. Para que valoremos la libertad en que vivimos,y así consolidemos nuestra patria, cumpliendonuestros deberes de justicia social. Oremos.

    5. Para que cosechemos lo que hemos sembrado,tanto en nuestros campos como en la vidasocial y política. Oremos.

    Escucha, Padre, nuestras oraciones, y hazque reforcemos nuestra identidad mexicana,resaltando lo que nos une y descubriendo los

    referentes comunes que nos permitan deli-near, a la luz del Evangelio, el proyecto de paísque todos queremos. Por Jesucristo nuestroSeñor.

     (O bien):

    Mediante Cristo, nuestro liberador miseri-cordioso, presentemos nuestras peticiones alPadre por quienes lucharon por la indepen-dencia de México y por quienes siguen luchan-do por conseguir una auténtica libertad, ydigamos:

    R. Escúchanos, Señor.1. Que consigamos conquistar la verdadera liber-

    tad de hijos de Dios en la justicia y en el amor,libres del libertinaje y la anarquía. Oremos.

    2. Que tengamos libertad para ayudar a consoli-dar nuestra patria y cumplamos nuestros debe-

    res de fraterni-dad y pacifica-ción. Oremos.

    3. Que todos losciudadanos esténabiertos a la ver-dad y se entre-guen al bien enfavor de los másdesfavorecidos.Oremos.

    4. Que todos nossintamos sujetos

    en la construcción de un México mejor, en lalucha por la conquista de las auténticas liber-tades. Oremos.

    5. Que la Iglesia no se canse de evangelizar,anunciando la salvación de Cristo en estemomento histórico concreto. Oremos.

    Escucha, Padre, nuestras oraciones, y hazque, cumpliendo nuestros deberes patrios,podamos ir alcanzando la Patria definitiva delcielo. Por Jesucristo nuestro Señor. 

    (Las restantes oraciones se toman de la Misa por el progreso delos pueblos. Puede tomarse la Plegaria Eucarística II pordiversas necesidades con su Prefacio). 

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    SEPTIEMBRE: MES DE LA PATRIA Y DE LA BIBLIA

    (Se prepara un lugar destacado donde se colocará la Bibliaabierta en el pasaje a leer, cubierto con un mantel o telaadecuada, al centro de la reunión; a los lados, dos velasencendidas).

    Motivación y procesión de la Biblia

    Guía: Al reunirnos para escuchar y meditar laPalabra de Dios, en este mes de la Biblia, damosgracias a Dios y reconocemos en ella el instru-mento privilegiado para el encuentro con Dios,que nos renueva cada día.

    (Entra la procesión con la Biblia en alto, mientras se canta «TuPalabra me da vida»).

    Oración:

    (todos juntos):

    ¡Padre Dios, que has instruido a tus fielescon tu Palabra, iluminando sus corazones conla luz del Espíritu Santo, concédenos obtenerpor el mismo Espíritu el gustar del bien yperseverar en tus enseñanzas.

    ¡Espíritu Santo: guíanos, para encontrar enla Biblia reflexiones que nos remitan a nuestrapropia existencia, nos permitan encontrarnoscon el Señor y ser sus verdaderos discípulos.

    Se coloca la Biblia en su lugar de preferencia. Todos tomanasiento.

    Lectura del texto bíblico

    (con voz fuerte y pausada, por un lector preparado)

    De la segunda carta de San Pablo a Timoteo(2Tim 3, 10-11a.14-17):

    Tú, en cambio, has seguido mi ense-ñanza, mi modo de proceder, mis pro-yectos, mi fe, paciencia, amor y perseve-rancia; mis persecuciones y sufrimien-tos. Tú permanece fiel a lo que aprendis-te y aceptaste con fe: sabes de quién loaprendiste. Recuerda que desde niñoconoces la Sagrada Escritura, que pue-

    de darte sabiduría para salvarte por lafe en Cristo Jesús. Toda Escritura esinspirada y útil para enseñar, argumen-tar, encaminar e instruir en la justicia.Con lo cual el hombre de Dios estaráformado y capacitado para toda clasede obras buenas. Palabra de Dios.

    Guía: En unos minutos, meditemos el texto ensilencio.

    (Después de unos minutos)

    Guía: Pidamos al Señor, siempre atento a nues-tras necesidades, las siguientes intenciones yal final de cada una de ellas respondemos:

    R. «Ayúdanos Señor a saber escuchartey tener fe en ti»

    Que la escucha de la Palabra, promueva en noso-tros un verdadero encuentro con el Señor yreavive nuestra fe. R.

    Que al meditar los textos bíblicos, nos permitanreflexionar sobre las circunstancias actualesde nuestras vidas y de los que nos rodean. R.

    Que en la Palabra de Dios encontremos la con-fianza en Él ante las pruebas que nos presentala vida. «R.

    Que siempre estemos dispuestos a hacer conocerla Palabra de Dios y así colaborar en promoverla fe en aquellos que encontremos en el cami-no. R.

    (Se pueden agregar oraciones surgidas de la meditación deltexto u otras)

    Guía: Que el Señor nos dé la gracia de saberescuchar su Palabra, meditarla, encarnarla ennuestra vida diaria y proclamarla como fuentede salvación para todos. Juntos recemos laoración de los hijos de Dios: Padre nuestro…

    Guía: Agradecidos por el amor que el Señor nosbrinda y convencidos de que Él es nuestra guíay sustento en la fe nos despedimos cantando:Te damos gracias, Señor.

    ENTRONIZACIÓN DE LA BIBLIA 

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    Al hablar de Moral Cristiana nos referimos a lamanera de comportarse de los seguidores deCristo. Ser Cristiano es seguir a Cristo, vivir sumismo estilo de vida, imitar a Cristo, vivir losmismos valores que Jesús nos enseñó en losevangelios.

    La Moral Cristiana es, portanto vivir como Jesús, imi-tar su mismo estilo de vida ycomportarse de acuerdo conlos valores del evangelio. Estono se impone a la fuerza, sinoque se escoge libremente. Je-sucristo siempre invitaba a lagente para que le siguieran,nunca obligó a nadie. El cris-tiano, verdadero seguidor deJesús cumplirá los manda-mientos no porque se los im-pongan sino porque le nacecumplirlos, porque sabe que cumplirlos es buenopara él y le ayuda a ser más feliz.

    ¿Para qué estamos en este mundo?, ¿Cuál es eldeseo fundamental de toda persona?. Y las dife-rentes respuestas que podríamos dar se puederesumir en una palabra: Ser feliz. Toda personaquiere, desea, busca la felicidad y en función deser felices se hacen toda una serie de opciones enla vida. Por ejemplo: Estudiamos para tener unaprofesión y vivir con dignidad. Otro ejemplo, noscasamos para que viviendo en familia seamosfelices. Etc. En definitiva todas estas opciones senos encaminan a vivir bien y felices.

    Precisamente para salvaguardar la dignidad detodas las personas y para que la felicidad llegue atodos, es necesario que existan una serie de nor-mas de conducta, de leyes y de pautas de compor-tamiento que regulen las relaciones entre laspersonas. Por eso es necesaria la moral. Precisa-

    mente mucha gente busca su felicidad en el dine-ro, el materialismo, el consumismo, en los place-res de la vida, en las ciencias ocultas, y se olvidadel prójimo y su dignidad. Por eso las normasmorales busca el respeto a la dignidad humana y

    el cumplimiento de los dere-chos humanos. Para los cris-tianos, el sentido de la vida yla felicidad está en Dios. Éldebe ser lo más importanteen nuestra vida. El Cristianovive como Cristo nos ense-ña en el evangelio, debe amara los demás y trabajar por lajusticia. ¿Y todo eso paraqué?. Evidentemente paraconstruir un mundo mejor ypara ir al cielo, ser santos yver a Dios cara a cara.

    El Concilio Vaticano II, en la Optatam Totiusn. 16, nos exhorta a que la teología moral «seanutrida con mayor intensidad por la doctrina de laSagrada Escritura». Por eso hoy podemos decirque la Sagrada Escritura fue y sigue siendo un realaliento vivificador de la teología moral.

    Para introducirnos en esto vamos a reflexionaren este mes de la Biblia sobre los fundamentosbíblicos de la moral cristiana por medio de cincotemas siguiendo la metodología tradicional: ver,pensar y actuar:1. El hombre imagen de Dios. Gn. 1, 26-28.2. Una nueva ley para una nueva vida. Juan 13,

    34-35.3. El decálogo. Ex 20 1-17.4. Ante el pecado, misericordia. Lc. 15, 11 – 32.5. Llamados a ser bienaventurados. Mt 5, 1-12.

    Animación Bíblica de la Pastoral

    «Semana de la Bibliasobre Temas Morales»

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    SEPTIEMBRE: MES DE LA PATRIA Y DE LA BIBLIA

    ORACIÓN INICIAL:

    Pidamos la presencia del Espíritu Santo,para que a través de su Palabra lleguemos aver nuestra realidad con ojos de fe y compro-metidos para dar testimonio del amor de Diosen nuestras vidas. Espíritu Santo fuente de Luz;ilumínanos.

    OBJETIVO:

    Ayudar a tomar conciencia de sentirnoscreados a imagen y semejanza de Dios,analizando la realidad diocesana y re-flexionando la Escritura, para vivir conmás alegría, amor y compromiso el pro-yecto de Dios en nuestra vida.

    VEMOS NUESTRA REALIDAD:

    Hoy en día, gracias a los medios de comunica-ción, es más fácil saber la realidad que vivimos;todos somos conscientes de ellos, es por eso quemencionamos sólo algunos aspectos para des-pués abordar la lectura del Génesis con un sentidoobjetivo y que nos ayude a vivir nuestra vida de fecon más pasión y ale-gría.

    Nuestras comunida-des se ven marcadas porel individualismo, la cri-sis de transmisión de va-lores, la crisis en la fami-lia, la pérdida del senti-do del pecado, la crisisde autoridad, la falta sen-tido de trascendencia, latecnología, la incoheren-

    cia entre fe y vida, la pérdida de identidad cristia-na, la cultura light y de muerte, la corrupción, laviolencia, las adicciones, el miedo, la inseguri-dad; ante esta situación hay quienes no quieren ono saben cómo responder al llamado que Dios lesestá haciendo.

    En contraposición, el hombre sigue buscandoplenitud, intenta saber cuál es el proyecto de Diosen su vida, hay un leve sentido de comunidad, haymucha gente que lucha por el bien común, haytradiciones heredadas, siguen perdurando valo-res cristianos y humanos en familia, se está desa-rrollando más el intelecto, hay cristianos quedefienden la verdad aun a costa de la propiacomodidad, gente trabajadora y luchona, haypreocupación por el medio ambiente, y sobretodo hay gente interesada en madurar su forma-ción cristiana.

    A pesar de toda la debilidad humana y lospropios errores, todavía se respira la necesidad deque el hombre se encuentre consigo mismo y conDios.

    ILUMINAMOS NUESTRA REALIDAD ALA LUZ DE LA PALABRA DE DIOS:

    Daremos en una pri-mera instancia algunospuntos básicos que en-contramos en el texto dela Sagrada Escritura parapoder dar luz a las situa-ciones de la existenciaque estamos viviendo.

    En el relato del Géne-sis, en los versículos del26 al 28, capítulo uno, senos narra el culmen de la

    Hombre, Imagen de DiosGn. 1, 26-28

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    creación divina; el hombre. A lo largo de todo elrelato encontramos el «Dios dijo»; la mismaPalabra de Dios tiene una fuerza capaz de darvida, de crear de la nada, porque su amor y supoder se ven reflejados a través de las obras, ycomo tal, el ser humano es su «obra maestra».Dios nunca nos ha dejado, su Palabra sigue crean-do nuevas oportunidades de amarnos unos a losotros, y, aunque parece que la realidad se vuelveadversa, nosotros hemos de confiar en que suproyecto divino puede seguir siendo efectivo.Dios no ha pasado de moda y siempre siguehablando y alentando nuestros corazones.

    Cuando el escritor sagrado pone la palabra«hagamos» lo hace para re-saltar la dignidad de lo queserá creado; toma un puestoespecial, en el cual Dios ten-drá sumo cuidado. El ser hu-mano es creado a imagen deDios, asemejado en su capa-cidad de amar y entrar en re-lación, capaz de dar la vida yestablecer un proyecto.¿Cuántas veces hemos deja-do que nos «quiten» la digni-dad? Sin embargo Dios nosha regalado la dignidad, na-die nos la puede arrebatar, nila tecnología, ni la corrup-ción, ni la violación de nues-tros derechos, etc.

    El hombre, en el proyecto divino, recibe unencargo, establecer un «dominio», pero no enten-dido como dueño absoluto, sino como una amistadcon todo lo creado, valiéndose de la misma natu-raleza para el propio consumo, pero con respon-sabilidad, sabiendo que todo es fruto del amor deDios hacia los hombres, pero también es deberdel ser humano colaborar para la conservacióndel medio ambiente. Preguntémonos ¿Cuántasveces hemos sido irresponsables en el cuidado denuestro mundo en lo concreto de nuestro hogar yel desperdicio de los bienes naturales? ¿Esto measemeja a la imagen que Dios quiere que proyec-temos de Él?

    Dios creó a los seres humanos a su imagen, yes imagen porque el mismo Creador los ha dotadode espíritu, es decir, con capacidad de conocerlo,de relacionarse con Él y de amarlo. Por tanto, alser creado como imagen de Dios, con capacidadespiritual, Dios lo ha amado por sí mismo (CATIC1703). Cuánto dolor y sufrimientos nos evitaría-mos si reconociéramos el amor de Dios en nues-tras vidas; seríamos capaces de voltear a ver a losdemás con amor y misericordia.

    El hombre y mujer, perfectamente definidospor el escritor sagrado, forman parte del deseoamoroso de Dios cumplido al crearlos. Por consi-guiente los dos son creados a imagen de la misma

    Trinidad de Dios, es decir,que poseen la misma dig-nidad y capacidad de rela-cionarse uno con el otro,como lo hace Dios, encon-trando en el amor la pre-sencia de Dios mismo. Así,hombre y mujer formancomunidad, un proyectocomún, que al unirse en unamor sano se fructificadando vida a otros seres.Necesitamos volver aamarnos sin prejuicios,aceptándonos como Diosnos ha creado, con limita-ciones y carencias, pero

    también con la capacidad siempre de perdonar yde recomenzar de nuevo. ¿Cómo vivimos esteproyecto de respeto mutuo y aceptación entrehombre y mujer? ¿Qué tan dóciles somos paraformar comunidad en un mundo que proclama elindividualismo? El fruto del amor siempre será lacomunión.

    Puede surgir en nosotros la pregunta, si somosimagen de Dios ¿cómo es que el hombre tienecapacidad de hacer el mal o caer en la tentación elmaligno? El hombre tiene la libertad, y ahí resultade manera más plena el ser imagen de Dios (Cfr.CATIC 1705), pero al abusar de la misma libertadde la cual ha sido capacitado se ha dejado engañarpor el maligno (Cfr. 1707), y aunque en el hombre

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    sigue el deseo por el bien, su misma naturaleza seha visto inclinada al mal y sujeto al error; de ahíque el hombre se encuentre dividido interiormen-te y siempre vivirá esa lucha (cfr. GS 13). Elpecado muchas veces se ha encargado de hacer-nos sentir menos, pero éste no tendrá la últimapalabra. Dios siempre será misericordioso, poreso es Omnipotente (MV 6). Muchas veces nues-tro pecado consiste en creernos juzgados porDios, cuando Él mismo sabe que estamos enproyecto de conversión, aunque nos invite a noseguir pecando (Cfr. Jn 8, 1-11). En nuestrasluchas internas nuestra esperanza deberá de ser lade Cristo como protector, como Buen Pastor queda vida por los que ama (Jn 10, 11).

    En medio de estas luchas ¿para qué fue creadoel hombre como «ima-gen divina»? simple-mente para ser feliz,para conocer a Dios yamarlo, sobre todo conuna actitud de agrade-cimiento (Cfr.CATIC. 358), porquegoza de la misma ben-dición divina. Estamisma bendición es lagarantía de que no se vive solo, sino que el mismoCreador se compromete con nosotros para vivirnuestra existencia en plenitud. La respuesta a estallamada a la plenitud se da a través de la fe.Nuestra tarea es estar siempre abiertos al proyec-to de Dios, porque Él siempre quiere lo mejorpara nosotros, aunque al negarnos, nos perdemosfácilmente en las tentaciones del mundo.

    El misterio del hombre encuentra su sentidoperfecto de imagen en el mismo Verbo Encarna-do (CATIC 359), que entra en nuestras vidaspara reflejar la cercanía de Dios y la plenitud quese experimenta al vivir de su mano sintiéndonosamados. ¡No tengamos miedo a vivir en la ale-gría del amor! Cristo ha venido a redimir a lapersona y desea nuestro bien. Somos imagen deCristo que ha dado su vida y la nuestra tendrásentido y será imagen de Dios si nos desgasta-mos a diario por los demás.

    NOS COMPROMETEMOS:

    Sentirnos en verdad imagen de Dios, amados yllamados a colaborar en un proyecto de amor, enel cual también nosotros somos protagonistas yen el que Dios nos necesita para servir al prójimoy a la naturaleza.

    A quitar de nuestras vidas la concepción abru-madora del pecado, sino a pedir a Dios la graciade sentirnos amados y perdonados a pesar denuestro pecado.

    No tener miedo a enfrentarnos a la realidad,como si fuéramos extranjeros, sino comprome-tiéndonos y luchando para que cada corazón seexperimente como creado por amor y para darvida.

    A sentir la esperan-za de que nuestra exis-tencia y la del mundoentero está bajo la mi-rada de Dios, que nonos dejará nunca solosporque somos la ima-gen del fruto de suamor; siempre pode-mos pensar y soñar un

    mundo mejor porque Dios siempre va a querernuestro bien y nuestra felicidad.

    ORACIÓN FINAL:

    Terminemos orando como el salmista (25)todos juntos:

    «Muéstrame, Señor, tus caminos, muéstra-me tus sendas. Guíame en tu verdad; enséña-me, pues tú eres el Dios que nos salva: en tiespero todo el día. Acuérdate, Señor, de que tuternura y tu amor son eternos. No recuerdeslos pecados ni las maldades de mi juventud;acuérdate de mí, por tu amor, tu bondad,Señor. El Señor es bueno y recto; señala elcamino a los pecadores y guía por la senda delbien a los humildes, les enseña su camino».

    Gloria al Padre...Dulce Madre...

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    ORACIÓN INICIAL:

    Ven, ¡oh Santo Espíritu!, envía tu luz desdelo alto, infunde en nosotros tus dones,inspíranos siempre para que pensemos comoel Hijo, sintamos como el Hijo, actuemos comoel Hijo y amemos como elHijo; inserta también en no-sotros tus frutos, en espe-cial el del amor, fuente detoda vida cristiana y huma-na, para que crezcamos ensantidad y gracia, rindién-dote la gloria que mereces.Por Cristo nuestro Señor.

    OBJETIVO:

    Analizar desde la pers-pectiva moral, cuál es lavivencia de la ley evan-gélica en nuestra reali-dad diocesana e ilumi-narla a la luz de la Pala-bra de Dios y del Catecismo de la IglesiaCatólica; para buscar juntos un compro-miso que nos lleve a transformar nuestrasociedad en camino a una vida nueva.

    VEMOS NUESTRA REALIDAD

    Nuestro V Plan Diocesano de Pastoral, sensi-ble a los problemas actuales de nuestra sociedad,fue elaborado buscando a la luz de la Palabra de

    Dios, una respuesta a dichos problemas. A conti-nuación señalamos algunos de éstos, añadiendoademás, algunos retos que han surgido en nuestraregión en los últimos meses.

    De acuerdo al V Plan Diocesano de Pastoral,en la cultura contemporánea hay una crisis en las

    instituciones. El indivi-duo se convierte en pun-to de referencia moral,social, religioso, fami-liar, etc.; se vuelca so-bre sí mismo perdiendoreferencia de lo comu-nitario e institucionaldebilitando las institu-ciones.1

    Además se ha obser-vado una fuerte crisisen el matrimonio y enlas familias. Se promue-ve, a través de ciertasorganizaciones interna-cionales, la ideología degénero, pretendiendo

    cambiar la cultura tradicional cristiana para esta-blecer un nuevo orden social, defendiendo losderechos de las minorías.2

    Se detecta una crisis de valores a causa deuna educación deficiente, desde las familias,que han perdido considerablemente su funcióncomo transmisora de valores, hasta los siste-mas de gobierno.3

    En el plano de nuestra realidad diocesana,iluminado por nuestro V Plan, en los últimos

    Una Nueva Leypara una Nueva Vida

    «Ámense los unos a los otros»Juan 13, 34-35

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    SEPTIEMBRE: MES DE LA PATRIA Y DE LA BIBLIA

    años se ha detectado violencia física, moral,psicológica, sexual en todos los ámbitos: fami-liar, laboral, escolar, etc.4

    De acuerdo con el antes mencionado plandiocesano, el ambiente de inseguridad y vio-lencia tiene como causas la pérdida de identi-dad cristiana, de valores, la falta de canalespara resolver conflictos de convivencia y pode-rosos intereses económicos que están detrás detodo esto.5

    Más recientemente, en los últimos meses, noshemos encontrado con situaciones desfavorablesen las cuales, nuestras regiones se han vistoinmiscuidas. Es muy visto el caso de la violencia,manifestada en diversas formas, pero de formaparticular a través del narcotráfico, pues cada vezes mayor el número de jóvenes, adolescentes yhasta niños que, con la finalidad de mejorar suestilo de vida, entran en grupos de comandosdelictivos y generan violencia, homicidios o, enmuchas ocasiones, mueren al pelear por un mejorpuesto, o por discordias. Otra forma de violenciaque hemos vendido viviendo es el secuestro ymensajes de amenazas a las autoridades, infun-diendo el miedo en las personas. Muchas perso-nas, que, al no ver justicia por parte de las autori-dades, pretenden hacer justicia

    Además, se han experimentado situaciones deinjusticia con los ganaderos a través de una malaretribución de su trabajo y la importación deproductos extranjeros; así mismo, podemos verproblemas con la mala distribución de los bienesnaturales, como lo es el agua, concretamente en laregión de Temacapulín. Y por último, un temaque no compete únicamente a nuestra región, sinoa toda nuestra nación es lo referente a la ideologíade género, asunto que cada vez más se experi-menta en nuestra diócesis.

    ILUMINAMOS NUESTRA REALIDADA LA LUZ DE LA PALABRA DE DIOS

    Dado que nuestra realidad diocesana se havuelto muy compleja, con todas estas problemá-ticas y obstáculos, además de las situacioneslímites que diariamente se nos presentan, pare-

    ciera que no hay lugar para el cristiano, que elcreyente va remando en sentido contrario. Elmundo, nuestra sociedad actual va caminandoaparentemente a un lugar totalmente opuesto alcamino de nuestro Señor y por ello nos pregun-tamos: ¿Qué hacer? ¿Cómo me debo compor-tar? ¿Sigo el camino al que el mundo me lleva oqué alternativa tengo? ¿Qué es lo bueno? Comocristiano, como católico, como hombre de buenavoluntad ¿Qué camino he de seguir? ¿Cómohacer el bien? Y así al ponernos en manos deDios las respuestas aparecen: yo soy el camino,la verdad y vida. Nadie viene al Padre sino espor mi (Jn 14,6)

    Encontramos en el alma de la Teología, lasSagradas Escrituras, respuestas que nos ilumi-nan, ellas en conjunto con la Tradición y elMagisterio, nos invitan a no dejarnos engañarpor las tendencias de comportamiento munda-nas, Jesús nos invita a no caer en el comporta-miento mundano puesto que no pertenecemosal mundo ya qué Él nos eligió y nos sacó de él(Cfr. Jn 15,19)

    El Hijo ha venido y viene porque ha sidoenviado por el Padre (Cfr. Jn 3,16) la interven-ción de Jesús introduce un nuevo orden en elmodo de vivir de las personas, ha venido paraque tengamos vida eterna, su aceptación traeconsigo la salvación. Mas no basta con creersino que nos hace la invitación a permanecer asu lado, cumpliendo con sus mandatos: Perma-nezcan en mi amor. Pero solo permanecerán enmi amor si, ponen en práctica mis mandamien-tos, lo mismo que yo he puesto en práctica losmandamientos de mi Padre y permanezco en suamor (Jn, 15, 9-10) Jesús es el modelo a seguir,viene para sacarnos de las tinieblas del pecadoy levantarnos de la muerte. En Jesús encontra-mos nuestra esperanza, en Él se funda la nuevaley, que viene a dar cumplimiento a la antigua,que la purifica, la supera y la lleva a la perfec-ción, las Bienaventuranzas dan cumplimiento alas promesas divinas elevándolas y ordenándo-las al Reino de los cielos (CEC 1967), esta leyexpresa en el sermón de la montaña, no añadepreceptos exteriores nuevos, pero llega a refor-

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    mar la raíz de los actos, el corazón, donde elhombre elige lo puro y lo impuro (CEC 1968).

    Jesús es el Modelo a seguir. Contempo-ráneamente a lo que Él dice, es normativo todolo que hace, es el fundamento de la obligaciónmoral, porque lo da todo, da su propia vida,nadie tiene amor más grande que quien da lavida por sus amigos (Jn 15,13). Y así, es comonos presenta la base de toda la ley evangélica,los mandamientos de Antiguo, el Sermón de lamontaña, como catequesis moral, todo estácontenido en este mandato: Ámense los unos alos otros como yo los he amado (Jn 13,34) lanueva ley es llamada ley del amor, porque haceobrar por el amor que infunde el Espíritu Santomás que por el temor; ley de gracia, porqueconfiere la fuerza de la gracia para obrar me-diante la fe y los sacramentos; la ley de lalibertad porque nos inclina a obrar espontánea-mente bajo el impulso de la caridad y nos hacepasar de la condición de siervos a la de amigos(CEC 1972). Quien cree en Jesús y ama a sushermanos ha entendido de verdad que Dios esamor (1 Jn 4,16) porque quien cree en Jesús yama a sus hermanos no peca, es decir, no viveen pecado (1 Jn 3,6) y así diremos que elcomportamiento del cristiano debe estar funda-mentado en la persona de Cristo.

    Aquel que actúa en Cristo y por él posee uncompromiso moral con la sociedad. ¿No creesque si todos viviéramos apegados a la vivenciadel amor, si todos siguiéramos los consejos evan-gélicos, si practicáramos las bienaventuranzas,habría injusticia? ¿Crees que hubiera violencia ymuerte? ¿Crees que hubiera tantas familias des-truidas? ¿Crees que si lo esencial para la vida delhombre fuera amar al prójimo como Jesús nosamó, fuera necesario recurrir a la venganza y aldescontento de los hombres?

    Para terminar ofrecemos un pequeño cuentoque nos iluminará en nuestro compromiso.

    Ayer por la tarde vi, cómo unos sujetos seprecipitaban sobre otro golpeándolo de maneraexcesiva hasta dejarlo inconsciente, eso me llenode rabia, que al llegar a la casa me puse a gritarlea Dios toda clase de infamias y maldiciones. Esta

    mañana, por la calle vi a una niña muypobre,  tiritando de frío dentro de un ligero vesti-dito y con pocas perspectivas de conseguir unacomida decente. Más tarde de regreso del trabajome encontré con una manifestación, al parecerreclamaba el injusto pago por sus productos. Alencender el televisor, vi las noticias en las que nosinformaban que decenas de personas estabanmuriendo a causa de la miseria, ya que no teníanni casa digna, ni alimentos para satisfacer suorganismo.

    Me encolericé y de nuevo entre maldiciones einsultos le dije a Dios:

    — ¿Por qué permites estas cosas? ¿Por qué no haces nada para solucionarlo?

    Durante un rato, Dios guardó silencio. Pero aquella noche, de improviso, me respon-

    dió: — Ciertamente he hecho algo…

    Te he hecho a ti.

    NOS COMPROMETEMOS

    Después de haber reflexionado sobre nuestrarealidad local, de haber profundizado en las pro-blemáticas de nuestra diócesis y habiéndolas com-parado con las Sagradas Escrituras y el Magiste-rio, ¿Qué te deja? ¿A qué te mueve? ¿Cuál es tucompromiso personal? ¿Cuál es tu compromisocon la comunidad?

    ORACIÓN FINAL

    Señor, todas las obras de justicia realizadaspor mí son como un trapo inmundo (Cfr. Is64,5) a causa de los fines segundos que lainspiran. Las hacen impuras el orgullo, lahipocresía, el cálculo, el interés.

    Me reconozco incapaz de ser fiel cumplidoren las grandes cosas, porque olvido y minimizolas pequeñas. Libérame de la tentación farisaicade contar con mi justicia o de querer parecerjusto a los ojos de los hombres y concédemeconseguir tu justicia.

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    SEPTIEMBRE: MES DE LA PATRIA Y DE LA BIBLIA

    ORACIÓN INICIAL:

    Al comenzar Señor, nuestros corazones selevantan hacia Ti en busca de tu mirada.Escúchanos, Señor. Ayúdanos en nuestras in-quietudes, Tú que eres nuestro Dios en quiennosotros confiamos. En esta tarde, ponemosen tus manos nuestros miedos e ilusiones. Entus ojos, ponemos la pureza y sinceridad denuestra búsqueda. Guía-nos, Señor, Tú que eresbueno y que tu EspírituSanto nos ayude en cadapaso. Que nuestra bocasea hoy la expresión denuestro interior; que nues-tras palabras arranquende lo profundo, y sean ver-daderas. Señor, danos uncorazón limpio para quepodamos ver. A Ti abrimoslos proyectos y planes dela vida: Acompáñanos. A Tiofrecemos lo que somos y lo que tenemos:recíbelo. A Ti, que eres Dios de la Vida, tepedimos fuerza: anímanos. Que nuestros cora-zones se alegren y regocijen hoy porque todolo esperamos de Ti. Bendícenos, Señor, estedía y guíanos por el camino justo. Amén.

    OBJETIVO:

    Tomar conciencia como comunidad, delcamino de amor y libertad que nos mues-tra Dios en los mandamientos, redescu-briendo la acción salvífica en la vivenciade éstos.

    VEMOS NUESTRA REALIDAD.

    Analizaremos nuestra realidad en la vivenciade este decálogo, cómo se vive a diario la ense-ñanza de Dios, ¿nos ayudan a ser más libres o nosvolvemos jueces de los demás?

    1. Amarás a Dios sobre todas las cosas.

    Cuando uno piensa que el dinero, el sexo o elpoder son lo más importante comete pecado de

    idolatría, igualmentecuando uno pone cualquierotra cosa como más im-portante que Dios (TV,alcohol, drogas, deporte,la pareja, el trabajo, el es-tudio, etc.), o si uno piensaque una imagen o estatuatiene el poder de Dios paraayudarnos, pues ellas sonsólo representaciones,nada más. Si queremosseguir este mandamientotenemos que renunciar a

    creer en el espiritismo, las supersticiones, horós-copos, la suerte y las brujerías, pues no tienenpoder sobre un cristiano. Y cuánto de esto sucedea diario en nosotros.

    2. No tomarás el nombre de Dios en vano.

    No es correcto decir «te lo juro por DiositoSanto que..» por cualquier tontería. Las promesasen nombre de Dios son cosa muy seria. Jurar enfalso sería tomar a Dios por testigo de algo que notienes intención de cumplir o que después deprometerlo te hechas para atrás. Y es una costum-bre en nosotros el tomar el nombre de Dios sin nisiquiera pensarlo que para todo queremos jurar ensu nombre.

    El Decálogo

    «SIGNOS DE LIBERTAD»Ex 20 1-17

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    3. Santificarás las fiestas.

    Días que la mayoría de nuestra gente esperano con la mayor intención de dar culto a Dios yreconocerlo, más bien buscando esos días parael descanso total excluyendo a Dios de susvidas, olvidando totalmente santificar las fies-tas pasando a un aletargamiento espiritual. Vea-mos qué hacemos esos días, en qué nos ocupa-mos, cuales son las prioridades.

    4. Honraras a tu padre y a tu madre.

    Amar a los padres con un amor especial quea los demás prójimos. No basta el amor encerra-do dentro del pecho sino que debe salir. Hoyvemos a tantos padres olvidados, viviendo en lamiseria, en la enfermedad en el descuido de lacalle. ¿Dónde están los hijos para socorrerlos?Acaso ya se les ha olvidado donde crecieron. Elrespeto hacia los padres se ha ido perdiendopoco a poco, se les insulta feamente y porconsecuencia no hay obediencia, en muchas delas familias se vive una anarquía, cada quienhace lo que quiere, cuánta violencia en muchoscasos de los hijos hacia los padres. Tambiéncuantos hijos huérfanos; como honrar a suspadres si permanecen anónimos.

    5. No matarás.

    Para cumplir con este mandamiento, hay queevitar todo lo que puede hacer daño a la propiasalud, como son las drogas, borracheras, exce-sos en la comida, etc. Y por lo que se refiere a losdemás hay que evitar los pleitos, los insultos, losodios, los rencores, las envidias, los chismes enfin todo lo que puede casar daño al prójimo. Hayque recordar que el aborto es una forma dehomicidio y por lo tanto constituye un gravepecado. Nadie tiene derecho, por ningún moti-vo, a quitar la vida a otro. Sólo Dios es quien day quita la vida. Quizás entre nosotros no haya unasesino pero si quien esté atentando contra suvida, y ya lo mencionamos entre los vicios, nosparece normal estas acciones. En las familias esuna llamada de atención quizás ninguna quedeexenta de este pecado. En todas hay un familiarsumergido en las drogas o quizás en elnarcotráfico y más grave en el asesinato. Nomatar también es defender la vida.

    6. No cometerás adulterio ni otras accionesimpuras.

    Pareciera que hoy en día se es muy débil paraaprender a dominar las pasiones porque se le daentrada a todo lo que piensa y ve antes que resistiry no dar cabida a imágenes o pensamientos. Tanfácil para acceder a la pornografía, debilidad paraser castos y fieles porque surgen los pensamientosde: la carne es débil. O también en los ambientessociales de experimentar algo nuevo, tener relacio-nes sexuales antes del matrimonio por puro hedo-nismo. Es impuro no conservar la unidad entrecuerpo y espíritu, violentar el espíritu en nombredel bienestar corporal. Se vive una liberación sexual.

    7. No robarás.

    Nadie me ve, solo es poco, no le hace falta, éltiene mucho etc. Una tendencia entre nosotrospara hacerlo justificando las acciones. Hacer tram-pa en los negocios, en los trabajos, para ganar máso salir mejor, eso es robar, se atenta contra losotros, porque nadie debe tomar lo ajeno, aunquese le antoje mucho. Se roba porque no se estásatisfecho y se quiere poseer más y acumular. Ypalpamos no solo se roba al hombre sino tambiénse roba el hombre en su dignidad, en su futuro, ensus derechos.

    8. No levantarás falsos testimonios contra tuprójimo ni mentirás.

    Debemos decir siempre la verdad a los demás.Mentir es decir algo falso, es engañar. La mentiranos hace sentir culpables y nos mete en muchosenredos. Tampoco está bien enjuiciar o hablar malde otros. Y pareciera que esto es de lo más normalentre nosotros, diciendo que es una mentirilla pia-dosa… para sacar ventaja o porque nos trae conse-cuencias decir la verdad, es a veces que no nosqueremos hacer responsables de nuestras accionespor ello mentimos. Ahora los falsos testimonios eslo cotidiano que escuchamos, murmuramos de losotros sin saber muchas veces la verdadera historia,pero eso sí nos justificamos: solo digo lo queescuche, a mí no me crean. Pareciera que hay temoren decir la verdad.

    9. No desearás la mujer de tu prójimo niconsentirás pensamientos ni deseos impuros.

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    SEPTIEMBRE: MES DE LA PATRIA Y DE LA BIBLIA

    «La mujer de otro». Parece un mandamiento alvarón. Pero es, hoy, también «el hombre de otro».La mujer, el hombre, no son una cosa que sedesea, que pertenece a alguien como una «cosa».Cuántos delitos pasionales, cuánta violencia do-méstica, cuánta discriminación del género feme-nino responde a esta lógica deshumanizada.

    10. No codiciarás las cosas ajenas.

    Dios quiere que luchemos para superarnos,pero no quiere que seamos egoístas y envidiosos.El ansia del dinero puede llegar a esclavizarnos,con graves peligros para nosotros y el prójimo. Sevive como queriendo conseguir siempre lo delotro, sus comodidades, sus riquezas, sus aventu-ras etc. Y se vive en este ambiente de la envidiapara generar la compra compulsiva, y estar al día.

    ILUMINAMOS NUESTRA REALIDAD ALA LUZ DE LA PALABRA DE DIOS.

    ¿QUÉ SON LOS MANDAMIENTOS?

    El decálogo significa literalmente «diez pala-bras». Estas diez palabras son transmitidas en loslibros del Éxodo y Deuteronomio. El decálogo esun camino de vida. Dios ha puesto en el corazóndel hombre una ley perfecta. Hablamos de reglasde justicia, donde vemos plasmada la voluntadeterna de Dios, el servicio agradable a él y lacaridad con el hermano. Los mandamientos si-guen vigentes, hoy y hasta el fin de los días.

    Como seguidores de Cristo, estamos llamadosa cumplir sus mandamientos movidos por el amor.Por ello el decálogo unifica la vida del cristiano.

    Los diez mandamientos son parte de la revela-ción, del diálogo entre Dios y el hombre y sobretodo donde se muestra la verdadera humanidaddel hombre. Los mandamientos son un caminoque nos lleva a Dios y permite caminar en paz. Elpapa Francisco nos ha invitado a no ver losmandamientos como limitaciones, sino como sig-nos de libertad.

    Jesús resumió los deberes del hombre para conDios es estas palabras: «Amaras al Señor tu Dioscon todo tu corazón, con toda tu alma y con todatu mente» (Mt 22,37). El amor de Dios es prime-

    ro, porque él nos amó primero, pero ¿Cómocorrespondo al gran amor de Dios?

    1.- Amarás a Dios sobre todas las cosas.

    Esta escrito: Al Señor tu Dios adoraras, sólo aél darás culto (Mt 4,10). Este primer mandamien-to nos ordena amar a Dios. El hombre tiene lavocación de hacer manifiesto a Dios mediante susobras humanas como creatura a imagen y seme-janza de Dios. Este primer precepto contiene lafe, la esperanza y la caridad, por la que el hombredebe acoger y adorar a Dios. «Amaras al Señor tuDios con todo tu corazón, con toda tu alma y contoda tu mente» (Mt 22,37).

    El hombre no puede responder a Dios por suspropias fuerzas.

    2.- No tomarás el nombre de Dios en vano.

    No tomarás en falso el nombre del Señor tuDios (Ex 20,7).

    Este segundo mandamiento nos invita a respe-tar el nombre del Señor, no jurar y no blasfemarlo.Cada uno de nosotros estamos llamados a dartestimonio del nombre de Dios, hacer buen uso deel. Lo que nos prohibe el segundo mandamientoes profanar el nombre del Señor, jurando en falsoo sin necesidad, blasfemar contra Dios, lo santoso las cosas santas. El nombre de Dios es santo.

    Dios llama a cada uno por su nombre.3.- Santificarás las fiestas.

    El séptimo será día de descanso completo,consagrado al Señor (Ex 31, 15). Acuérdate desantificar el día del Señor, no hagas ninguna obrafuera de él. Este día es reservado para la alabanzade Dios por su obra de la creación y por susacciones salvíficas.

    Dios descanso este día, tomo un respiro, tam-bién el hombre debe descansar, tomar aliento.

    4.- Honrarás a tu padre y a tu madre. (Ex20,14)

    Los más cercanos a nosotros son nuestrospadres, por eso nos manda este mandamientohonrarlos. Tres son los deberes para con lospadres: amarlos, respetarlos y obedecerlos. Diosquiso que, después que él honráramos a nuestrospadres a los que debemos la vida y nos hantransmitido el conocimiento de Dios.

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    El respeto filial favorece la armonía de toda lavida familiar.

    5.- No matarás. (Ex 20, 13)

    Debemos de saber que la vida es sagrada,desde un principio ha sido fruto de la acción deDios. Solo Dios es dueño de la vida, desde elprincipio hasta el fin. Estamos llamados a recono-cer la vida como un don divino, regalo de Dios.

    Este mandamiento no solo nos prohibe matar,sino herir o hacer daño, desearlo; maldecir, tenerodio o rencor. El señor no recuerda este preceptoen el sermón de la montaña (Mt 5, 21). Cristo nospide amar, mejor aún amar a los enemigos.

    6.- No cometerás actos impuros. (Ex 20, 14)

    Contra este mandamiento se peca con pensa-mientos, palabras y obras. Dios ha dado dignidadde igual modo al hombre y a la mujer. Estamosllamados a vivir la castidad, cada uno en su estadode vida, que implica un aprendizaje de dominiode sí, controlando las pasiones y teniendo paz.Este es un esfuerzo de toda la vida, un crecimien-to constante.

    Pidamos humildad y la ayuda de Dios parapermanecer fieles a su voluntad.

    7.- No robarás. (Ex 20,15)

    Este precepto prohibe tomar lo ajeno, retenerel bien del prójimo. Respetar lo bienes ajenos. Ladignidad humana exige que tengamos templanzapara no dejarnos llevar por el apego a las cosas deeste mundo y juntos ser promotores de justicia,buscando el bien para todos.

    8.- No darás falsos testimonios ni mentiras.(Ex 20,16)

    Este mandamiento nos prohibe falsear la ver-dad principalmente en las relaciones con el pró-jimo. Debemos ser testigos de Dios que nos llamaa buscar y vivir siempre en la verdad, porque Dioses verdad (Jn 14,6). Mentir es hablar en contra dela verdad y esta ofende la relación con Dios.

    9.- No consentirás pensamientos ni deseosimpuros (Ex 20,17)

    La pureza de corazón nos conduce a Dios.Estamos invitados a luchar en contra de la

    concupiscencia de la carne y los apetitos desor-denados con la gracia de Dios y una vida deoración. «Donde está tu tesoro allí estará tucorazón» (Mt 6,21)

    10.- No codiciarás los bienes ajenos.

    Este último completa el noveno mandamiento.Este prohibe la avaricia y el deseo de una apropia-ción inmoderada de los bienes terrenales, prohibeel deseo inmoderado de las pasiones de las rique-zas y de su poder. Desterremos la envidia denuestros corazones, porque de la envidia nace elodio. Abandonémonos humildemente a la provi-dencia de Dios y no dejemos que la envidiaentristezca nuestro corazón que tiene sed de Dios.

    ¡Demos confianza a Dios! Confiemos en Él.Los Diez Mandamientos nos muestra el camino aseguir, y constituyen una especie de «códigoético» para construir sociedades justas.

    ¡Redescubramos y vivamos las Diez Palabrasde Dios! Digamos «sí» a estos «diez caminos deamor, perfeccionados por Cristo, para defender alhombre y guiarlo a la verdadera libertad.

    ¿A QUÉ NOS COMPROMETEMOS?

    Como comunidad de fe nos comprometemos adar testimonio de hijos de Dios que brota de laPalabra orante, disponiendo la mente y el corazónpara cumplir vivazmente el proyecto de salva-ción a través de la ley que Dios ha dado a suquerido pueblo.

    ORACIÓN FINAL

    Dios misericordioso, que has iluminado lastinieblas de nuestra ignorancia con la luz de tupalabra: acrecienta en nosotros la fe que túmismo nos has dado; que ninguna tentaciónpueda nunca destruir el ardo de la fe y de lacaridad que tu gracia ha encendido en nuestroEspíritu.

    Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, quevive y reina contigo en la unidad del EspírituSanto y es Dios, por los siglos de los siglos.Amen.

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    SEPTIEMBRE: MES DE LA PATRIA Y DE LA BIBLIA

    ORACIÓN INICIAL

    Señor Jesús yo te abro mi corazón y te pidoque entres a mi vida, te acepto como mí Dios,eres Jesucristo el rostro de la misericordia delpadre, perdona todos mis pecados, tu que distela vida en la cruz pornuestros pecados por lasalvación de las almas.Ayúdame a ser una nue-va persona renovándo-me día a día en el cono-cimiento de tu verdad.Amén

    OBJETIVO

    Experimentar el amormisericordioso delPadre que nos perdo-na a pesar de nuestras flaquezas, peca-dos en nuestra vida y cómo ese amor nostransforma nuestra realidad para ser me-jores personas.

    VEMOS NUESTRA REALIDAD

    Le mentalidad contemporánea, parece opo-nerse al Dios de la misericordia y tiende ademása orillar de la vida y arrancar del corazón humanola idea misma de la misericordia. (Misericordiaevultus 11) Fuimos creados a imagen y semejanzade Dios, lo cual nos da una gran dignidad por serhijos de Dios, pero hoy en día, nos hemos dejadoenvolver por una sociedad que nos invita al mate-rialismo, al placer, a tener una vida cómoda, en

    pocas palabras a sentirnos autosuficientes y nosha hecho arrancar de nuestro corazón y mente laidea de la misericordia, pero sobre todo de olvi-darnos de Dios.

    Pero no debemos olvidar que la libertada juegaun papel muy importante en las decisiones que

    uno toma, y muchas de lasveces por nuestra libertadarechazamos el proyecto deDios, haciéndonos escla-vos del pecado. Durantetoda la historia de la huma-nidad, desde sus orígenes,atestigua desgracias y opre-siones nacidas del corazóndel hombre a consecuen-cia del mal uso de la liber-tar. (cf. CEC 1739)

    Pensamos sobre todo lajuventud, que el ejerciciode la libertad significa el

    derecho a decidir y hacer cualquier cosa, somosindividuos que sólo buscamos nuestros propiosintereses cayendo en un egoísmo de satisfacernosen los goces de los bienes terrenales. Nos vemosen envueltos en varias condiciones de orden so-cial y económico, político y cultural las cualesmuchas de las veces nos van orillando en caer ensituaciones de ceguera, injusticias que van agra-vando nuestra vida moral, colocándonos tanto afuertes como débiles en la tentación de pecarcontra la caridad. Si seguimos apartándonos de laley moral, nosotros mismos atentamos contranuestra propia libertad, nos encadenamos en símismos, pensamos sólo en nosotros, rompemosla fraternidad con los demás y empezamos arevelarnos contra Dios. (cf. CEC 1740)

    Ante el pecado,Misericordia

    Lc. 15, 11 – 32

  • SEPTIEMBRE: MES DE LA PATRIA Y DE LA BIBLIA

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    Nuestra realidad es que somos seres humanos,limitados, que caemos en el pecado, que nosequivocamos pero no hay que caer en la indife-rencia que humilla, que nos va haciendo personasque vemos nuestra vida como una rutina, perde-mos la novedad, el asombro por un nuevo día.Tenemos que abrir los ojos para ver las miseriasdel mundo, las heridas de tantos hermanos yhermanas privados de la dignidad y sintámonosimpulsados por escuchar su grito de auxilio. Hayque rechazar cualquier forma de rencor o violen-cia que conduce a la violencia. (cf. MisericordiaeVultus 15)

    No caigamos en la terrible trampa de pensarque la vida depende del dinero y que ante él todoresto de vuelve carente de valor y dignidad. Essólo una ilusión. No lle-vamos el dinero con no-sotros al más allá. El di-nero no nos da la verda-dera felicidad. La vio-lencia usada para ama-sar fortunas que escu-rren sangre no convier-te a nade en poderoso niinmortal. Para todos,tarde o temprano, llegael juicio de Dios, al cualninguno puede escapar.(Misericordiae Vultus19)

    Es la libertad de Jesu-cristo la que nos da la salvación, por su Cruzgloriosa, obtuvo la salvación para todos los hom-bres, nos rescató del pecado que nos tenía some-tidos a la esclavitud. «Para ser libres nos libertóCristo» (Ga 5,1). La gracia no se opone de ningu-na manera a nuestra libertad y del bien que Diosha puesto en el corazón del hombre. Ya quefuimos creados para hacer y amar el bien. «Yadesde ahora nos gloriamos de la libertad de loshijos de Dios» (Rm 8,21). (cf. CEC 1741-1742).

    Dios, «que te ha creado sin ti, no te salvarásin ti». La acogida de su misericordia exige denosotros la confesión de nuestras faltas. «Sidecimos que no tenemos pecado, nos engaña-

    mos y la verdad no está en nosotros. Si recono-cemos nuestros pecados, fiel y justo es él paraperdonarnos los pecados y purificarnos de todainjusticia.» (CEC 1847) Pero para hacer laobra, la gracia debe descubrir el pecado paraconvertir nuestro corazón y conferirnos, Dioses como un médico que descubre la heridaantes de curarla, Dios, mediante su Palabra yEspíritu, proyecta una luz que es viva paracurar la herida de nuestros pecados. La conver-sión exige siempre que reconozcamos nuestrospecados. (cf. CEC 1848).

    ILUMINAMOS NUESTRA REALIDADA LA LUZ DE LA PALABRA DE DIOS

    La ley judíapreveía que elhijo más jovenrecibiría un ter-cio de la fortunade su padre (Dt.21, 15–17). Yaunque la divi-sión de las pro-piedades del pa-dre podía hacer-se en vida, loshijos no acce-dían a la heren-cia hasta des-pués de la muer-te de su padre

    (Eclo. 33, 20–24). Conociendo estos datos, lainmensa bondad de Dios, representado en el pa-dre de la parábola, está ya insinuada desde elcomienzo del relato. Esta parábola en efecto, nosmuestra la bondad del padre que olvida todo loque el hijo prodigo hizo. Sin embargo su grangenerosidad no es comprendida por su hijo ma-yor, el cual, con su actitud parecida a los fariseosy maestros de la ley, se niega a participar de lafiesta, y llena de reproches a su padre. La respues-ta del padre pasa por alto los reproches del hijo ylo invita de nuevo a compartir la fiesta y a expe-rimentar la alegría por haber encontrado a queestaba perdido.

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    SEPTIEMBRE: MES DE LA PATRIA Y DE LA BIBLIA

    Tal vez podríamos evaluar como «injusto» elacto del Padre, ante nuestros ojos míseros e inca-paces, puesto que la lógica humana nos puededictar que ese hijo menor, altanero, flojo quesolamente valoró la riqueza del padre, no merecenada, pues a ese Padre lo consideró como muerto,al pedir la herencia, acto que se realiza en esacondición. No obstante quién de nosotros puedecomprender lo que es el amor de un Padre, el hijomayor era uno de ellos, la postura total y calcula-dora de cualquier humano que vive a los ojos delhacer, de sentirse «merecedor» porque siempreha sido fiel; juzga desde ese hacer y trabajar, perono del amor, el cual se sabe compartir y donar. Nose trata solamente de permanecer, de trabajar pornuestro Padre, sino de sentirnos dichosos porquetodo lo que es de Él lo es nuestro, y alegrarnos enel regreso del hermano que se ha dado cuenta, queel mayor valor no son las riquezas, sino el vivir yestar cerca de Él.

    Un verdadero padre no abandona, cuandouno de los suyos está en la miseria. Al contrario,entonces lo ama con preferencia, porque sabeque necesita del padre, sobre todo en esa situa-ción difícil. Así lo hace el Padre celestial connosotros, sus hijos. Para que Dios pueda actuar,Él exige de nosotros una condición, tal como lohizo el hijo en la parábola: Que conozcamos yreconozcamos en humildad nuestra culpa; quenos arrepintamos de nuestros pecados y faltas;que confiemos en la misericordia de Dios; quevolvamos a la casa del Padre. Es la parábola ehistoria de la vida humana, la parábola e historiade nuestra propia vida: de nuestra miseria y de lamisericordia de Dios para con nosotros.

    Tenemos un Padre tan bueno en el cielo quiennos ama a pesar de toda nuestra debilidad, másaún: quien nos ama a causa de nuestra debilidad.Volvamos, por eso, filialmente hacia ese Padretan bueno, entreguémonos sin reservas a Él,pongamos nuestras vidas en sus manosmisericordiosas. Entonces Él nos acogerá denuevo como sus hijos predilectos y nos haráexperimentar su fidelidad, su amor y su genero-sidad sin límites.

    Queridos hermanos, ese sabernos y sentirnoshijos de Dios Padre es un regalo, una gracia deDios. Es una gracia que sólo el Espíritu Santopuede darnos. Él es el Espíritu de la filiación. Élnos regala un amor profundo, sencillo y humildeal Padre.

    NOS COMPROMETEMOS

    Es nuestro creador y Padre quien nunca nosdeja solo, nos ama ante todo y nuca nos dejará deamarnos, no necesitamos más que habitar en sucasa, junto a Él. Sentirnos amados, el calor dehogar; no necesitamos caminar más para caer enla cuenta de lo mismo. Ni todo el dinero, ni todala ropa, ni todos los lujos nos darán lo que nece-sitamos para ser felices, solo habitar en su casa ysaber que todo lo suyo es también de nosotros.

    En el contexto del año de la misericordiameditemos:¿Qué ataduras descubres en tu vida que te impiden

    encontrarte con el Dios vivo y misericordioso?¿Cuándo descubres tu pecado, recurres a la casa del

    padre o continuar así?

    ¿Estás cerca del Padre por amor a Él o por evadirla realidad?

    ¿En qué sentido desempeñas tu trabajo pastoral,crees que es por amor a Dios?

    (Opcional) Dinámica: Se le puede repartirunas tarjetas a cada participante, que ya llevarápor escrito en una cara, alguna frase de la miseri-cordia de acuerdo al Evangelio y por el otro ladocada uno pondrá porque se identifican con algúnhijo de la parábola. Si hay tiempo, se puedecompartir por equipos o en general.

    ORACIÓN FINAL

    A Ti Señor que eres el amor absoluto, teagradezco porque tu misericordia rebasa milimitación de pecado, gracias por darme lafuerzas de permanecer cerca de Ti y aprendera diario lo importante que es amar, ayúdame aser generoso con mis hermanos y agradecidocontigo a ti que vives y reinas por los siglos delos siglos. Amén

  • SEPTIEMBRE: MES DE LA PATRIA Y DE LA BIBLIA

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    ORACIÓN INICIAL

    Dios de misericordia y compasión, que tuespíritu siga enseñándonos los caminos de lamansedumbre, la justicia, la misericordia, lapaz y a centrarnos en lo que es bueno. Ayúda-nos a comprender el sufrimiento de los demásy a consolarlos. Ayúda-nos a no temer decir laverdad. Que la humildadsea nuestra compañíaconstante. Te lo pedimospor Cristo nuestro Maes-tro. Amén.

    OBJETIVO

    Descubrir los aspectosde la auténtica felici-dad que nos enseñanlas Bienaventuranzas,para fortalecer nuestroactuar como cristianos en nuestro diariocaminar.

    VEMOS NUESTRA REALIDAD

    Iniciemos este momento de reflexión escu-chándonos y compartiendo estas preguntas: ¿Quées la felicidad? ¿Cómo se alcanza? ¿Por quéanhelamos la felicidad? ¿Somos realmente feli-ces? ¿Por qué sí? ¿Por qué no? ¿Conoces a unapersona feliz? ¿Qué la distingue de las demás?¿Cómo entender que una persona puede ser pobrey feliz al mismo tiempo? ¿Cuáles son los momen-tos en tu vida que te han hecho sentido feliz?

    ILUMINAMOS NUESTRA REALIDAD ALA LUZ DE LA PALABRA DE DIOS

    Vamos a escuchar lo que nos dice Dios en suPalabra.

    Leemos detenidamente Mt 5, 1-10.El ser humano des-

    cubre que Dios hapuesto en nuestro co-razón un deseo taninfinito de felicidadque nadie lo puedesaciar, sólo Dios mis-mo. Todas las satis-facciones terrenas nosdan únicamente unanticipo de la felici-dad eterna. Por enci-ma de ellas debemosser atraídos a Dios(YOUCAT 281).

    Desde la experien-cia de vida y desde el sufrimiento que presenta elapóstol Pablo tenemos un ejemplo de cómo seviven las paradojas del cristiano: «somos losimpostores que dicen la verdad, los desconocidosconocidos de sobra, los moribundos que estánbien vivos, los sentenciados nunca ejecutados,los afligidos siempre alegres, los pobres queenriquecen a muchos, los necesitados que todo loposeen» (2Co 6, 8-10). Lo que en las bienaventu-ranzas del evangelio de Mateo es consuelo ypromesa en Pablo es experiencia vivida del Após-tol. Se siente el último pero a pesar de todoexperimenta una alegría sin límite ¿a qué sedeberá esto?

    Llamados a serBienaventurados

    Mt 5, 1-12

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    SEPTIEMBRE: MES DE LA PATRIA Y DE LA BIBLIA

    Las Bienaventuranzas

    «La felicidad no está en nosotros, y la felicidadno está tampoco fuera de nosotros. La felicidadestá sólo en Dios. Y si lo encontramos a él,entonces está en todas partes», estas palabras deBlaise Pascal nos ayudan a profundizar sobre lafuente de la verdadera felicidad, que está en Dios.

    Las bienaventuranzas están en el centro de lapredicación de Jesús. Con ellas Jesús recoge laspromesas hechas al pueblo escogido desdeAbraham; pero las perfecciona ordenándolas nosolo a la posesión de una tierra, sino el Reino delos cielos (CEC 1716).

    La Iglesia usa el discurso de Mateo, que co-múnmente llamamos Sermón de la montaña parareflexionar sobre la auténtica felicidad. Jesús esvisto como el nuevo Moisés, que baja la nueva leyde la montaña y va mucho más allá de los DiezMandamientos.

    Las Bienaventuranzas son un enorme reto, seacual sea la versión en la que las leamos. Lapalabra que se traduce como «bienaventurados»o «felices», significa en griego un tipo de gozoque no puede desaparecer ni en los buenos ni enlos malos tiempos. Es la fe inconmovible de queel Dios del amor y la misericordia siempre estarácon nosotros.

    Las Escrituras hebreas están, en su mayorparte, basadas en las nociones de bendición ymaldición. Si alguien tenía un rebaño grande, unafamilia exitosa, buena salud física, etc., tal cosaera signo de la bendición de Dios. Si estaba muyenfermo, era muy pobre y no se reconocía suéxito, eso era signo de que Dios le maldecía. Si,como pueblo, eran perseguidos y sometidos aesclavitud, creían que Dios les estaba castigandopor su falta de fidelidad.

    En esta lectura evangélica vemos que Jesúspone patas arriba estas ideas. Los pobres, losperseguidos, los gentiles son recompensados(bendecidos). 

    El nuevo proyecto de vida

    Siempre que se quiere renovar la Alianza serestablece el derecho de los pobres y de losexcluidos. Sin esto la Alianza no se rehace. Asíhacían los profetas, así hace Jesús. En las bien-

    aventuranzas, anuncia al pueblo el nuevo proyec-to de Dios que acoge a los pobres y los excluidos.Denuncia el sistema que ha excluido a los pobresy que persigue a los que luchan por la justicia. Laprimera categoría de los «pobres en espíritu» y laúltima categoría de los «perseguidos por causa dela justicia» reciben la misma promesa del Reinode los Cielos. Y la reciben desde ahora, en elpresente, pues Jesús dice «¡de ellos es el Reino!»el Reino ya está presente en su vida.

    Aparecen tres dúos de tipos de relaciones: conlos bienes materiales (primer dúo); con las perso-nas entre sí (segundo dúo); con Dios (tercer dúo).La comunidad cristiana debe ser una muestra deeste Reino, un lugar donde el Reino empieza atomar forma desde ahora.

    Primer dúo: los mansos y los que lloran. Losprimeros son los pobres de los que habla el Salmo37. Se les quito la tierra y la van a heredar denuevo. Los segundos son los que lloran ante lainjusticia en el mundo y entre la gente (Sal 119,136;Tob 13, 16; 2Pe 2,7). Estas dos bienaventuranzasquieren reconstruir la relación con los bienesmateriales: la posesión de la tierra y el mundoreconciliado.

    Segundo dúo: los que tiene hambre y sed dejusticia y los misericordiosos. Lo que tienen ham-bre y sed de justicia son los que desean renovar laconvivencia humana, para que esté de nuevo deacuerdo con las exigencias de la justicia. Losmisericordiosos son los que tienen el corazón enla miseria de los otros porque quieren eliminar lasdesigualdades entre los hermanos y las hermanas.Estas dos bienaventuranzas quieren reconstruirlas relaciones entre las personas mediante lapráctica de la justicia y la solidaridad.

    Tercer dúo: Los puros de corazón y los pací-ficos: los puros de corazón son los que tienenuna mirado contemplativa que les permite perci-bir la presencia de Dios en todo. Los que pro-mueven la paz serán llamados hijos de Dios,porque se esfuerzan para que la nueva experien-cia de Dios pueda penetrar en todo y realice laintegridad de todo. Estas dos bienaventuranzasquieren reconstruir la relación con Dios: ver lapresencia actuante de Dios en todo y ser llamadohijo e hija de Dios.

  • SEPTIEMBRE: MES DE LA PATRIA Y DE LA BIBLIA

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    La última parte (Mt 5, 10-12) los perseguidospor causa de la justicia y del Evangelio. Las bien-aventuranzas dicen exactamente lo contrario de loque dice la sociedad en la que vivimos. En esta, elperseguido por la justicia es considerado como uninfeliz. El pobre es un infeliz. Feliz es el que tienedinero y puede ir al supermercado y gastar segúnsu voluntad. Los infelices son los pobres, los quelloran. En la televisión, las novelas divulgan estemito de las personas felices y realizadas. Y sindarnos cuenta, las telenovelas se vuelven el patrónde vida para muchos de nosotros. ¿Quizás si ennuestra sociedad todavía hay lugar para estas pala-bras de Jesús: «¡bienaventurados los perseguidospor causa de la justicia y del evangelio! ¡Felices lospobres! ¡Felices los que lloran!»? Y para mí quesoy cristiano, ¿Quién es feliz?

    (Cfr.www.ocarm.org/es/content/lectio/lectio/divina-mateo-51-12).

    Las bienaventuranzas nos enseñan el fin últi-mo al que Dios nos llama: el Reino, la visión deDios, la participación en la naturaleza divina, lavida eterna, la filiación, el descanso en Dios(CEC 1726).

    Referidas a la comunidad de los discípulos deJesús, las bienaventuranzas son una paradoja: seinvierten los criterios del mundo apenas se ven lascosas en la perspectiva correcta, esto es, desde laescala de valores de Dios, que es distinta de la delmundo. Precisamente los que siguen los criteriosdel mundo son considerados pobres y perdidosson los realmente felices, los bendecidos, y pue-den alegrarse y regocijarse, no obstante todos sussufrimientos. Las bienaventuranzas son prome-sas en las que resplandece la nueva imagen delmundo y del hombre que Jesús inaugura, y en lasque «se invierten los valores». Son promesasescatológicas, de lo que está por venir, pero nodeben entenderse como si el júbilo que anunciandeba trasladarse a un futuro infinitamente lejanoo sólo al más allá. Cuando el hombre empieza amirar y a vivir a través de Dios, cuando caminacon Jesús entonces vive con nuevos criterios y,por tanto, ya algo de lo que está por venir, estápresente. Con Jesús, entra la alegría en la tribula-ción (Joseph Ratzinger, Jesús de Nazaret).

    Finalmente y con una línea de acción en nues-tro V Plan Diocesano de Pastoral en el núm. 130se nos dice que: es necesario superar el ambientede inseguridad y de violencia y promover unacultura de convivencia fraterna y sobre todo dejusticia, ya que no puede haber paz sin justicia(Mt 5, 6.9.). La fraternidad es esencial al cristia-nismo y es un reto que nos corresponde a todos.

    NOS COMPROMETEMOS

    Las bienaventuranzas no son una fotografía dela realidad; tampoco una lista de nuevos propósi-tos. Es la voz de Dios que se sirve de los labios deJesús para inaugurar un nuevo orden en la vidahumana. ¿Qué orden estamos siguiendo el delmundo o el que propone Jesús?

    Nosotros, como comunidad de discípulos¿Cómo vivimos estos «valores de Dios» a los quenos invitan las bienaventuranzas? ¿Cuáles sonnuestras acciones concretas para vivirlas? ¿Cuá-les serían nuestras líneas pastorales para fortale-cer este proyecto de vida? ¿Nos convendría pro-ceder con la sensibilidad de lo sencillo y la pro-fundidad de lo auténtico que brota de las bien-aventuranzas?

    ORACIÓN FINAL

    Señor Jesucristo tú que subiste al monte contus discípulos para enseñar las cimas másaltas de las virtudes, y desde allí, al transmitir-nos las bienaventuranzas, nos enseñaste allevar una vida virtuosa a la que prometiste elpremio. Concédeme a mí, frágil criatura, escu-char tu voz, así como ejercitarme en la prácticade las virtudes, conseguir su mérito y, por tumisericordia, recibir el premio.

    Haz que pensando en la recompensa celes-tial no rechace su precio, sino que la esperan-za de la salvación eterna mitigue en mí el dolorde la medicina terrena e inflame mi ánimo conluminoso cumplimiento de obras buenas. Con-cédeme a mí, miserable criatura, la bienaven-turanza fruto de la gracia en esta vida, parapoder gozar de la bienaventuranza de la gloriaen la patria celestial (Landulfo de Sajonia, VitaJesu Christi).

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    SEPTIEMBRE: MES DE LA PATRIA Y DE LA BIBLIA

    La reflexión moral se desarrolla en la Biblia enetapas sucesivas, que van siguiendo un paulatinorevelarse de la voluntad de Dios para con supueblo. La Sagrada escritura es, en primer lugar,el libro de la autorevelación de Dios a los hom-bres. Y al mismo tiempo es la revelación de lohumano al hombre mismo. Dios le revela elsentido de su existencia y de los valores que hacenauténtica su vida misma.

    La categoría moral más importante del Anti-guo Testamento es la de la alianza, que manifies-ta el diálogo entre Dios y los hombres. La con-ciencia que tuvo Israel de ser el pueblo elegido,tiene un fundamento decisivo: el pacto del Sinaí.De este hecho surge la identidad del pueblo queorganizará su vida y su conducta sobre la base dela Alianza y de la Ley.

    El gran acontecimiento del Sinaí está precedi-do por la experiencia de la elección del pueblo enla persona de Abraham. Yhvh, fiel a su promesa(Gn 8,21-22) llama a Abraham para formar unpueblo a través del cual llegará la salvación a todala humanidad (Gn 11,10-32). Por eso, la vocaciónde Abraham no tiene un valor estrictamente per-sonal, sino que su elección es la elección de todoel pueblo que nacerá de él. Con este pueblo Yhvhestablecerá nuevas relaciones, relaciones deamistad y de esponsalidad.

    Esta elección, que se debe a la libre iniciativadivina, es un acto de predilección y de amor porparte de Yhvh (Dt 4,37).

    En la base de esta alianza está el gesto gratuitode la salvación de Dios, que ha liberado a supueblo de la esclavitud de Egipto. De este modo,la vida moral de Israel se inserta en este contextode alianza. A la llamada de Yhvh, que se presentacomo el Dios de su pueblo y que proclama supalabra, el pueblo responde comprometiéndose aobservar la ley (Ex 24,3). El decálogo tiene queregular el comportamiento de Israel para con elSeñor. Pero la ley sigue al don. La liberación deEgipto y el pacto del Sinaí son el gran signo del

    don de Dios. Yhvh se revela como el liberador yel amigo del pueblo. Por eso le pide al puebloobediencia a sus mandamientos. Los mandamien-tos valen en cuanto que son expresión de unallamada divina que exige respuesta (Dt 6,4-25).

    En la Escritura, el decálogo no tienen comoprimera función ser un código de moral sino que,como ya dijimos, es ante todo el signo de laAlianza.

    Las enseñanzas morales de Jesús están todascompendiadas en su anuncio de la Buena Nueva.La buena Nueva no es propiamente una nuevaley; es más bien la irrupción de la soberaníadivina en su Persona, la gracia y el amor de Diosrevelados en su persona. Es el Reino de Dios quese hace presente en Jesucristo.

    La predicación moral de Jesús, tal como nos latransmiten los evangelios, está lejos de ser unasistematización científica, pues era una predica-ción y una proclama en medio de situacionesconcretas y con una viveza gráfica inigualable. Yen verdad que tal manera de presentar las cosasresulta mucho más claro que cualquier sistemati-zación científica. El centro de convergencia es lapersona de Jesús, su amor y la gracia para ir en suseguimiento. Las palabras, la vida, la acción, lapascua de Jesús son para nosotros la revelación dela voluntad de Dios sobre el hombre, es decir, supropuesta moral.

    La vida moral de las primeras comunidadescristianas está marcada por una experiencia pro-funda de comunión fraterna y de oración (Hch2,42,47), por el testimonio franco y decidido delevangelio (Hch 4,13.29). En el Nuevo Testamen-to la moral de la Nueva Alianza (con su dimen-sión dialogal) está centrada en Cristo, valor ynorma del actuar del Cristiano, y es movido einspirado por el Espíritu que nos es dado en elBautismo.

    Anexamos unas Lectios que nos ayudarán aprofundizar en nuestro compromiso moral comocristianos a la luz de la Palabra de Dios.

    LECTIOS DIVINAS

    Año del testimonio y del compromiso moral cristiano

  • SEPTIEMBRE: MES DE LA PATRIA Y DE LA BIBLIA

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    1.- INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

    Ven Espíritu Santo, envía tu luz desde el cielo.Padre amoroso del pobre; don, en tus dones es-pléndido; luz que penetra las almas; fuente delmayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma,descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el durotrabajo, brisa en las horas de fuego, gozo queenjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.

    Entra hasta el fondo del alma, divina luz yenriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú lefaltas por dentro; mira el poder del pecado cuandono envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sanael corazón enfermo, lava las manchas, infundecalor de vida en el hielo, doma el espíritu indómi-to, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus SieteDones según la fe de tus siervos. Por tu bondad ytu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al quebusca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.

    2.- QUÉ DICE EL TEXTO17No piensen que he venido a abolir

    las enseñanzas de la ley y los profetas;no he venido a abolirlas, sino a llevarlashasta sus últimas consecuencias. 18Por-que les aseguro que mientras duren en elcielo y la tierra la más pequeña de laletra de la ley estará vigente hasta quetodo se cumpla. 19Por eso, el que descui-de uno de estos mandamientos más pe-queño y enseñe a hacer lo mismo a losdemás, será el más pequeño en el reinode los cielos. Pero el que cumpla yenseñe, será grande en el reino de loscielos. 20Por eso les digo que si no sonmejores que los maestros de la ley y losfariseos, ustedes no entraran en el reinode los cielos. Palabra del Señor.

    (Si es necesario se realiza otra lectura o las que sean necesariaspara su comprensión).

    Para comprender mejor el texto:Para adentrarnos en el texto y su comprensión

    nos haremos algunas preguntas:¿Qué personajes aparecen en el texto? (Realizar un

    análisis personal)

    ¿Cuál es el contexto del Evangelio? (Buscar en lascitas anteriores)

    ¿Cuál es el tema principal que nos presenta el texto?

    ¿Qué frase o palabra me llama más la atención?(Puede ser personal o si alguien desea puedecompartir.)Las enseñanzas de Jesús no pretenden abolir la

    ley, sino llevarlas a sus consecuencias más radi-cales. Según la doctrina de los fariseos, el hombredebía practicar las obras buenas que lo hacenjusto ante Dios y le proporcionan la salvación. Sinembargo su interpretación de la ley había caído enla casuística (exageración de la ley) y en la trampade cumplir con lo mínimo imprescindible (losuperficial). Jesús propone una vivencia de la leydesde dentro, sin barreras, fundamentada en unarelación personal con el Padre y desbordando lasexigencias de la misma ley por medio de un amorvivido en plenitud.

    3.- MEDITACIÓN

    (se lee nuevamente el texto bíblico)

    Jesús precisa su actitud y la de sus discípulosrespecto a la ley antigua. No se trata de abolir, sino de llevarla a la plenitud de su perfección, comoseñala respectivamente el evangelista (Mt 1, 22;2, 15.17; 3, 15; 4, 14 etc.).

    Los fariseos, seguían la ley de Moisés del AT(Ex 34 14 ss.). Pero ellos por la dureza de sucorazón habían perdido e