Comisión de Historia 2015 - La JP

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3-La juventud peronista de los 60 y 70 a. La juventud en la resistencia Situación externa En el contexto de la guerra fría, la década del 50 verá alumbrar una serie de movimientos políticos nacionales, donde la presencia de una juventud comprometida tuvo un lugar destacado. El caso emblemático fueron los jóvenes liderados por Fidel Castro en Cuba, que en 1959 lograron tomar el poder. Pero casos similares se repetían en Colombia, Perú, Bolivia y Chile. En todo el mundo, los movimientos de liberación, tenían en los jóvenes sus sujetos más dinámicos. En términos económicos, la emergencia de una cultura de masas en Estados Unidos y Europa, también ayudó a crear una conciencia “juvenil”, autoreferencial, posibilitando la constitución del sujeto político, con un nivel de intensidad similar al que hasta ese momento sólo tenían las estructuras de clase (trabajadores, empresarios, etc). Situación frente al enemigo y situación de las fuerzas populares El nacimiento de la juventud peronista se inscribe en el contexto de la resistencia frente al golpe de 1955. Sus primeros referentes (Envar El Kadri, Carlos Caride, Felipe Vallese) fueron, de hecho, integrantes de ese movimiento, fuertemente ligado al mundo del trabajo y los barrios. En ese contexto, el peronismo sin el control del Estado, ni de ninguna instancia de poder institucional, se replegó como fuerza política y social a lugar donde vivían sus bases: las fábricas y los barrios. La situación frente al enemigo a fines de los 50, era así, particularmente frágil: además de no contar con las herramientas que tenía cuando era gobierno, el golpe de estado, el exilio de Perón, y la prohibición tajante a cualquier actividad política ligada al peronismo por parte del estado, fragmentaron las instancias organizativas, dejando a buena parte de los militantes y simpatizantes sin estructuras políticas donde cobijarse. La excepción, desde , ya los sindicatos, aunque estos también fueron intervenidos en una

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3-La juventud peronista de los 60 y 70

a. La juventud en la resistencia

Situacin externa

En el contexto de la guerra fra, la dcada del 50 ver alumbrar una serie de movimientos polticos nacionales, donde la presencia de una juventud comprometida tuvo un lugar destacado. El caso emblemtico fueron los jvenes liderados por Fidel Castro en Cuba, que en 1959 lograron tomar el poder. Pero casos similares se repetan en Colombia, Per, Bolivia y Chile. En todo el mundo, los movimientos de liberacin, tenan en los jvenes sus sujetos ms dinmicos. En trminos econmicos, la emergencia de una cultura de masas en Estados Unidos y Europa, tambin ayud a crear una conciencia juvenil, autoreferencial, posibilitando la constitucin del sujeto poltico, con un nivel de intensidad similar al que hasta ese momento slo tenan las estructuras de clase (trabajadores, empresarios, etc).

Situacin frente al enemigo y situacin de las fuerzas populares

El nacimiento de la juventud peronista se inscribe en el contexto de la resistencia frente al golpe de 1955. Sus primeros referentes (Envar El Kadri, Carlos Caride, Felipe Vallese) fueron, de hecho, integrantes de ese movimiento, fuertemente ligado al mundo del trabajo y los barrios.En ese contexto, el peronismo sin el control del Estado, ni de ninguna instancia de poder institucional, se repleg como fuerza poltica y social a lugar donde vivan sus bases: las fbricas y los barrios. La situacin frente al enemigo a fines de los 50, era as, particularmente frgil: adems de no contar con las herramientas que tena cuando era gobierno, el golpe de estado, el exilio de Pern, y la prohibicin tajante a cualquier actividad poltica ligada al peronismo por parte del estado, fragmentaron las instancias organizativas, dejando a buena parte de los militantes y simpatizantes sin estructuras polticas donde cobijarse. La excepcin, desde , ya los sindicatos, aunque estos tambin fueron intervenidos en una primera etapa y luego, prevalecieron ms como espacios de disputa salarial y de condiciones de trabajo. En definitiva, esta situacin de gran debilidad por parte del peronismo pos golpe del 55, llev a una reorganizacin desorganizada del movimiento, donde muchas veces tuvieron lugar las iniciativas locales, actos de micro resistencia por parte de trabajadores y vecinos, en conjunto con acciones de mayor envergadura, como el alzamiento de Valle, pero en un contexto de clandestinidad, lo que supona necesariamente una limitante a la hora de poder organizar una resistencia masiva y popular.

Programa y organizacin poltica

Durante los aos sesenta, comenzaron a surgir ncleos de resistencia armada, que lograban realizar algunas acciones aisladas, tanto en el interior del pas, como en el conurbano, sin que se consolide una organizacin especfica. En 1963, luego de una amnista del Presidente Illia a varios militantes jvenes, se realiz en Huerta Grande el Primer Congreso Nacional de la Juventud Peronista. Rearte, Envar el Kadri y Rulli, entre otros lderes jvenes, intentan esta primera reoganizacin de la JP, aunque el saldo del encuentro no fue la unificacin, sino que siguieron (y de hecho aumentaron) la cantidad de grupos que cada vez ms se autodefinian como parte de la juventud peronista. Tanto por las definiciones del Congreso, como una radicalizacin ms generalizada de los sectores juveniles, comienzan a imprimir dentro del peronismo una matriz revolucionaria, que aspira a cambios sistmicos y se referencia con otros movimientos revolucionarios de Amrica latina y el mundo.Esa radicalizacin y la situacin de dictaduras o gobiernos radicales surgidos de elecciones sin el peronismo, llev a un tipo de organizacin poltica donde las armas eran una instancia inevitable, tanto para la defensa de los militantes, como para el tipo de accin que poda suceder en ese contexto, donde invariablemente deba contemplarse algn grado de enfrentamiento fsico con la polica, el ejrcito y el estado en general. As, para finales de los aos 60 y comienzos de los 70 ya exista un archipilagos de grupos polticos juveniles, con mayor o menos cercana a las armas as como estructuras de guerrilla urbana y rural.El salto fundamental tendr lugar despus de 1970, cuando Montoneros, uno de esos grupos pequeos, que funcionaba en la clandestinidad, secuestra y mata a Aramburu, como responsable del golpe del 55 y el fusilamiento del general peronista Juan Jos Valle en 1956. El impacto nacional de la noticia, permiti a este grupo comenzar a tener una influencia en frente a los dems y a las cada vez ms numerosas organizaciones de base, sociales, que surgan en los barrios y las universidades.Para 1971 y 1972 Montoneros era una referencia clara de un movimiento juvenil mucho ms vasto, organizado en organizaciones de superficie donde se incorporaban miles de jovenes (JP regionales, Juventud Universitaria Peronista, Unin de Estudiantes Secundarios, Juventud Trabajadora Peronista, etc.Este salto organizativo, que permiti absorber las ansias de participacin poltica de decenas de miles de jvenes en aquellos aos, posibilit adems, que la juventud tuviera un protagonismo indiscutido, tanto en la presin poltica para el regreso de Pern, como en la campaa electoral que tuvo lugar en 1973.

b. La juventud en el gobierno

Situacin externa

Para mediados de 1973, el contexto internacional estaba particularmente convulsionado. Haba pasado el auge de movilizaciones en el primer mundo (EEUU y Europa), y el resultado era una recomposicin de las ideas ms conservadoras, que poco tiempo despus emergieron en los liderazgos de Margaret Tatcher y Ronald Reagan. En Amrica latina, el gobierno de Salvador Allende estaba contra las cuerdas y caera ese mismo ao, en septiembre. En Brasil, la dictadura cumpla 10 aos, sin dar seales de agotamiento. A fines de junio se produjo el golpe de Estado en Uruguay. La asuncin de Cmpora en mayo de 1973, aupado por la juventud, se dio en un marco internacional que, sin que se pudiera ver con claridad en esa micro coyuntura, ya asomaba como desfavorable.

Situacin frente al enemigo

La Juventud intent, en la coyuntura que se abri con el gobierno de Cmpora, ocupar distintos lugares de poder, ya sea legislativos, como ejecutivos. 8 diputados representarn a la JP en el Congreso. Varios gobernadores, con distinto grado de cercana, tambin expresaron ese auge de la tendencia revolucionaria dentro del movimiento.Ms all de este acumulado, la situacin frente al enemigo fue siempre frgil: los aos de dictadura haban aceitado los aparatos represivos. La llegada de un nuevo gobierno, con tareas tan dismiles como la reconstruccin de la economa del pas, al tiempo que deba construir una ingeniera democrtica que permitiera el regreso de Pern, volva muy remota la agenda de desmontar los aparatos represivos en el ejrcito y la polica. Esa desventaja se mostrar en toda su fuerza cuando al cambiar el contexto poltico -an en democracia- todo ese aparato represivo se vuelque a combatir a plena luz del da a la juventud y sus organizaciones, sobre todo a partir de 1974 y 1975.

Situacin de las fuerzas populares

El contexto de 1973 era, desde ya, de un gran auge de movilizacin, acrecentado por la victoria que representaba el triunfo de Cmpora y el regreso de Pern. No slo en la juventud: los sindicatos, los viejos militantes peronistas de la resistencia, sectores medios volcados por primera vez al peronismo, otorgaban un situacin indita en favor de las fuerzas populares. El liderazgo de Pern, en todo sentido decisivo, fue un factor clave para aglutinar esas fuerzas. Y, al mismo tiempo, el rpido deterioro de su salud, que slo le permiti tener una presencia activa en el pas menos de un ao (hasta su muerte el 1 de julio de 1974) se volvi el factor de mayor debilidad, en tanto que su desaparicin fsica acentu las divisiones internas y permiti el avance acelerado del enemigo, hasta la consolidacin del proyecto de restauracin conservadora que se instal con la ltima dictadura cvico-militar a partir de marzo de 1976.

Programa y organizacin poltica

En este contexto, la juventud tuvo como programa, primero, el regreso de Pern al pas y al poder. Esto se logr plenamente, primero mediante las elecciones de marzo de 1973, y el triunfo de Cmpora, luego con el regreso efectivo de Pern al gobierno con las elecciones de septiembre de ese mismo ao. Sin embargo, el programa de la juventud no se limitaba a esto, sino que desde el derrocamiento del 55, haba transitado un largo camino de radicalizacin, donde se asuma que la segunda etapa peronista, deba incorporar una transicin al socialismo nacional, donde, se supona, deban atacarse las bases de acumulacin del poder oligrquico y capitalista. Control estatal de la banca, expropiaciones al capital extranjero, mayor control obrero sobre la produccin, etc. Ms all de las medidas concretas, sin lugar a dudas, la juventud expresaba una radicalizacin del programa clsico del peronismo. Esta puja se expres en las crticas al programa econmico que elabor el ministro de economa de Pern, Jos Ber Gelbard, donde se apuntaba a cierto gradualismo y algunas concesiones a los empresarios locales.Las herramientas que dispona la juventud para presionar en favor de su programa eran, en primer lugar, la amplia movilizacin social que haba conseguido construir en un breve lapso del tiempo, el encuadramiento de miles de militantes en sus estructuras de base y, finalmente, una modesta pero muy orgnica fuerza militar.

Alianzas

Las alianzas con que cont la juventud en estos aos fueron cambiantes y frgiles. En la (micro) coyuntura en el poder, la juventud pudo nuclear alianzas con figuras histricas del peronismo combativo, que vean en la juventud la proyeccin de sus deseos y tambin enfrentamientos con el ala ms conservadora. El caso ms claro de estas alianzas, se dieron con algunos gobernadores, como es el caso de Bidegain en la provincia de Buenos Aires, Obregn Cano en Crdoba, Miguel Ragone en Salta, Martnez Baca en Mendoza y Jorge Cepernic en Santa Cruz. Estos cinco gobernadores fueron identificados como parte de la tendencia. Puede hablarse de alianzas, en tanto no eran parte de ninguna estructura de la juventud y menos de montoneros, pero s contaban con el apoyo explcito de ellas, as como en sus gobernaciones haba una poltica ms permeable a la militancia juvenil.

Dinmica

La dinmica de la juventud en el gobierno fue breve y vertiginosa. Desde ya, para comprenderla, as sea sintticamente, es necesario comprender cmo jugaron otros actores. En primer lugar, ya desde los tiempos de la campaa del 73, sectores del peronismo tradicional, particularmente fuertes en algunos sindicatos, vieron la emergencia de la juventud como una amenaza a su poder dentro del movimiento. En segundo lugar, como ya se dijo, la fragilidad de la salud de Pern impidi que el lder ejerciera una conduccin de mediano plazo sobre esa tensin irresuelta. Ms all de las especulaciones sobre cules eran las motivaciones y objetivos ltimos de Pern, lo cierto es que para julio de 1974, si bien el Presidente y lder del movimiento haba recortado mucho del poder gubernamental e institucional de la JP, la capacidad de movilizacin de esta y su pertenencia al peronismo estaban fuera de discusin. Es decir, que al momento de su muerte, el escenario estaba abierto, aunque claramente, la tendencia era desfavorable, en comparacin con la primavera camporista.Si esa era la dinmica general y en particular de los actores no JP, al interior de la juventud, con un grado de responsabilidad mayor en la conduccin de Montoneros que funcionaba como concentrador de decisiones y posiciones que luego se desparramaban hacia el resto de la juventud peronista, la dinmica, en una coyuntura todava represiva y de incertidumbre poltica, fue la de otorgar cada vez ms peso a la estructura armada, bajo la tesis de que, en definitiva, seran las armas las que decidiran el curso de los acontecimientos.

c. La juventud despus del golpe (va directamente Walsh?)