Cómo educar gatos fácilmente

¿Dónde has estado?

Los gatos se comunican en gran parte mediante el olfato. Pero la comunicación entre elgato y

las personas es muy distinta, porque la información fluye solamente en un sentido. Nuestro

olfato, como mucho, detectará un “mal olor” (principalmente orina y excrementos) pero no será

capaz de entrar en detalle, mientras que cuando el gato olfatea y saluda a su amo es capaz de

enterarse de todo lo que ha hecho.

Imaginemos un caso normal y corriente. Una persona llega a casa y su gato sale a recibirle a la

puerta con la cola levantada y maullando de felicidad. Pero antes que el minino se frote contra la

pierna de su gran amigo, le olfatea brevemente el zapato. “¡Un momento! ¿Será posible? Éste

acaba de pisar una marca olorosa del gato del vecino. Debe estar justo delante de la puerta de la

casa. Más tarde tengo que ir sin falta a investigarlo”. O bien: “Curioso. No huele a su coche como

siempre, sino a algo distinto. ¡Aquí hay algo que no encaja! Esperemos que al menos sepa

comportarse con normalidad”. 

Ahora la persona se agacha hacia su gato para corresponderle el saludo acariciándolo

cariñosamente. Éste ronronea de gusto, pero al cabo de un instante empieza a hacer ondular la

cola de un lado a otro. “¡No es posible! ¡Hace poco ha acariciado un perro!”. El gato se siente

muy ofendido y se aparta un poco. Su dueño se sorprende: “¡Vaya! ¿Qué le pasa hoy a mi lindo

gatito?”.

Más o menos así es como nuestros pequeños felinos perciben una infinidad de detalles que a

nosotros nos pasan totalmente desapercibidos.

Lo que el gato ha de aprender

Para lograr una buena convivencia es necesario que todo el mundo conozca las reglas del juego

y se atenga a ellas. Y en la relación entre una persona y su gato, es la primera la que ha de

marcar las reglas –con algunas limitaciones, claro–. Pero es perfectamente posible lograrlo y

evitar que el gato haga siempre lo que le plazca.

En esto hay que incluir el ritmo diario impuesto por la profesión de su dueño o por el ambiente

familiar, algunas normas de higiene y ciertas consideraciones acerca de los muebles y demás

elementos del hogar. Todo ello, son cosas que de entrada al gato no le harán ninguna ilusión.

Por suerte, los gatos son muy adaptables y tienen una gran capacidad de aprendizaje. Así, la

labor de su dueño o dueña consiste “solamente” en hacerle ver cómo deberá ser la vida en

común. Y para esto, lo más importante es darle a entender al gato que, por favor, ha de

aprender a hacer un poco de caso.

Naturalmente, para obtener buenos resultados con un animal tan independiente como el gato es

necesario saber tratarlo con sutileza.

Cómo piensan los gatos

Para que las cosas funcionen bien es necesario que empiece por tener

muy claro que el gato piensa de un modo muy distinto al de usted. El gato no puede pensar de

modo abstracto, es decir, no puede trasladar una experiencia vivida a otra situación distinta.

Si usted lo ha expulsado varias veces de la mesa de la cocina, para el gato significará lo

siguiente: “Mi ama/o no quiere que salte sobre la mesa de la cocina”. Pero nunca se le ocurriría

pensar que lo mismo se aplica también a la mesa del comedor. Sin embargo, lo que suele ocurrir

es lo siguiente: “Cuando mi ama/o no está en la cocina no hay nada que impida subirme a la

mesa y, desde allí, alcanzar algo bueno para comer”. ¡Asuntos de lógica felina con la que

tendremos que aprender a convivir!

 

Reglas para la educación

Si al educar al gato sigue algunas reglas elementales muy sencillas, no tardará en tener éxito y

su querido felino pronto se convertirá en un miembro más de la familia.

Reaccionar siempre del mismo modo. Si riñe al gato de formas muy distintas

como “¡No!”, “¡Fuera!”, “¡Déjalo!”, “¡Maldito gato!”, etc., lo único que conseguirá es

desorientarlo por completo. Emplee siempre la misma expresión, como por ejemplo “¡No!” y

su gato enseguida sabrá a qué atenerse.

Reacción inmediata. El gato solamente relaciona una mala experiencia con algo que ha

hecho en ese preciso instante. Si usted le riñe media hora después de haberle robado una

salchicha, cuando está haciendo tranquilamente la digestión acostado en su cesta, él

solamente relacionará su enfado con el hecho de estar en su cesta, y eso le irritará bastante.

Si usted descubre alguna travesura demasiado tarde, por esa vez no va a tener más remedio

que tragar bilis y aguantarse con el único propósito de no darle al minino ninguna posibilidad

de volver a repetirlo en el futuro.

Premiarlo cuando se porta bien. Los gatos no hacen nada por pura generosidad o para

complacer a su dueño, lo único que les estimula es la recompensa. Y ésta no tiene por qué

ser siempre algo comestible, también le encanta que lo acaricien o que jueguen un rato con

él. Ocúpese de que a su gato “le salga a cuenta” portarse bien en casa.

Sea consciente y riguroso. Lo más importante a la hora de educar al gato es ser consecuente

con las reglas ya establecidas y no desviarse nunca de ellas. Por ejemplo,

ningún gato comprenderá que, si tiene absolutamente prohibido subirse a las camas, hoy pueda

hacer una excepción porqué usted está enfermo y tiene ganas de acariciarlo. Bastará con que

haga solamente una vez una excepción, por muy evidente que sea para usted, para que

su gato lo interprete como que se han levantado las prohibiciones vigentes hasta ahora.

¡Menudo problema si a la próxima oportunidad resulta que las viejas reglas recobran su vigencia!

El asunto de los castigos

Los castigos son un punto muy delicado en la educación de un gato. Por una parte, porque es

difícil saber que el animal realmente se da cuenta de cuál es el motivo por el que se le castiga. Y

por otra, porque el gato puede reaccionar mostrándose cada vez más desconfiado hacia usted,

especialmente si los castigos son frecuentes.

Por lo tanto, lo mejor es no llegar nunca a las manos. Es preferible asustarlo con un grito o

palmeando con las manos en el momento en que lo encontremos in fraganti. También puede ser

eficaz asustarlo con el chorrito de una pistola de agua. Lo ideal sería que el gato no relacionase

el castigo directamente con usted, sino con el lugar que le está prohibido. 

Para el minino, la situación sería la siguiente: mientras está afilándose a conciencia sus uñas en

el sofá, le cae por sorpresa un chorrito de agua que no sabe de donde viene: ¡es el sofá que se

defiende porque no le gusta que lo arañen!

Recuerde que los castigos solamente serán efectivos si los aplica en el momento en que

sorprende a su minino con las manos en la masa. No sirve de nada castigarlo por algo que ha

hecho hace un rato, así nunca conseguirá educarlo.

Recuerde

No asustar. A un gato que aún se muestre tímido, háblele siempre con voz suave. Evite

también que se produzcan gritos o ruidos molestos cerca de él.

Las mismas palabras. Cuando hable directamente a su gato,

emplee siempre las mismas palabras y las mismas expresiones.

Sin excepciones. Para su gato, una regla con excepciones no es una regla. Si usted desea

que su gato siempre se porte “bien” (que no pida comida cuando usted esté en la mesa,

que no se suba a las camas, etc.), deberá regañarle siempre que haga algo malo, sin

excepciones.

Respetar sus derechos. Su gato no comprenderá que alguna vez le priven de sus

derechos, aunque solo sea “ocasionalmente”, como por ejemplo no le dejen subirse al sofá

cuando hay visitas. Esto le hará sentirse muy disgustado.

Castigos. No pegue nunca a su gato, porque lo único que conseguiría sería destruir la

relación de confianza entre ambos. Si encuentra a su minino haciendo algo que le está

prohibido, asústelo.

Si deseas conocer a fondo todo lo relacionado con el lenguaje de los gatos, te recomendamos la

publicación El lenguaje de los gatos: interpretarlo y comprenderlo de la editorial Hispano

Europea:

Consejos para educar a tu gato

Educar a tu gato puede ser una tarea difícil pero no imposible. Si bien los gatos no responden, ni aprenden de la misma manera que los perros, es posible enseñarles algunas cosas para lograr una buena convivencia con su propietarios.

A los gatos no les interesa congraciarse con sus amos, aprenden sólo aquello que les interesa, por eso es complicado motivarlos a aprender algunas cosas. Además, salvo en la relación madre-hijo, los gatos no están acostumbrados a dar ni a recibir órdenes.

Para educar a tu gato es necesario conocer primero algunas cosas importantes, por ejemplo que los felinos siempre hacen cosas que les reportan algún beneficio y jamás hacen cosas que les provocan disgusto o fastidio.

Lo mejor para educar a tu gato es iniciar a temprana edad, utilizando un sistema de premios, mostrando cariño, constancia, autoridad, repetición, y mucha paciencia. Nunca se debe intentar con castigos, ya que esto solo provoca la desconfianza y agresividad del animal.

Cosas que puedes enseñarle a tu gato:

Enseñar juegos o actividades utilitarias como las que aprenden los perros, son tareas que casi siempre fracasan con los gatos (salvo raras excepciones). Sin embargo, puedes enseñarles cosas útiles como aprender a utilizar el arenero, atender a su nombre, abrir puertas, entre otras.

El tono de voz que utilices es importante. Un tono elevado de voz le inspirará a tu gato miedo, agresión y lo hará alejarse. 

Para enseñarle a que no afile sus uñas en tus muebles, utiliza un “shhh” o un “no” con tono suave pero a la vez enérgico. También puedes recurrir a trucos sencillos como arrojarle una pelotita de papel en el momento propicio, o salpicarlo con un chorrito de agua.

Desde cachorrito, el gato puede aprender a utilizar su arenero. Para ello hay que ponerlo con frecuencia en su caja, haciendo que escarbe en la arena y guiándole sus patitas. 

Felicítalo cuando haga sus necesidades en el lugar correcto y nunca le restriegues la nariz sobre algún error cometido, pues corres el riesgo de que tu felino utilice ese lugar como su sanitario permanente.

Antes de cada comida llámalo por su nombre y acarícialo con suavidad. Así aprenderá a responder a su nombre, pues asociará dicho sonido con algo placentero como es la comida.

Finalmente no solo el amo educa al gato, el gato también educa a su amo, pues a través de la convivencia logra que su dueño realice actividades que él desea como por ejemplo cambiarle la arena de su arenero, que le abra alguna puerta o ventana, o que lo saque al jardín, entre otra cosas.

Como educar a un gatoAvisos por Yahoo!

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Hola Amigos Taringeros hoy les enseñare como mierda educar a un gato que lo disfruten     

 Y no me INSULTEN en los comentarios gracias       

El comportamiento del gat

  Para entender el comportamiento del gato, tenemos que entender su esencia: el gato desde sus orígenes ha sido u   anima  independiente, solitario e individualista, que ha sabido adaptarse al ser humano gracias a esa facilidad en adaptarse a todos los ambientes pero, a diferencia del perro que tiene unos patrones de conducta social muy similar los humanos, el gato no así: los expertos indican que el gato es un animal asocial, porque se autoabastece su propio alimento (los perros van de caza y lo comparten con la manada) y tiene su propio territorio, exclusivo e individual

Esto no significa que los gatos no se reúnan en grupos, pero dentro de un grupo en el que destaca un líder, el gato es un ser individualista que no coopera con el resto del grupo

En cuanto a conductas más específicas, cabe destacar que el propietario de un gato no suele consultar al veterinario cuando el gato presenta comportamientos no adecuados. Las estadísticas hablan, y así como los propietarios de perros sí acuden y se preocupan por educar a un perro consultándolo con especialistas, los propietarios de gatos suelen zanjar el problema deshaciéndose del gato

Pero veamos cuáles son las conductas por las que, estadísticamente, un propietario decide no querer convivir más con un gato

1)Marcaje urinario

2)Orinar y defecar en lugares inadecuados

3)Agresividad con otros animales y con el propio propietario

4)Agresividad entre gatos

5)Alteraciones de la ingesta

6)Hiperactividad.

7)Aislamiento.

8)Trastornos compulsivos o estereotipados: fobias, automutilaciones, etc.

Todos estos comportamientos del gato se pueden solucionar visitando al veterinario y a un especialista en conducta felina. ¿Qué síntomas debes observar como patología de conducta grave?

Conducta de acicalado extremo: autolamido repetido y compulsivo, morder pelo, etc.

Alucinaciones: mirar fijamente al vacío, dar caza a la nada, etc.

Alimentación: exceso de baba, comer objetos no comestibles (papel, lana, etc.)

Motricidad: agitar la cabeza compulsivamente, correr y saltar sin motivo aparente, movimientos compulsivos del cuerpo, etc.

Vocalización: maullido excesivo, gemidos y lamentos constantes, etc.

Neurosis: ataque a personas, automutilaciones, etc.

Todas estas patologías tienen remedio, y el veterinario y los especialistas en conducta felina podrán ayudar a tu gato con un buen tratamiento a base de medicación y reeducación.

Curiosidades sobre los gatos

Muchos propietarios de gatos creen conocer muy bien a su gato, por eso hoy quiero sorprenderte con algunas curiosidades sobre los gatos para que los conozcas aún un poquito más:

Existen 33 razas de gatos diferentes.

Hay más de 500 millones de gatos domésticos.

Los gatos ocupan un 30% de su vida acicalándose y aseándose.Los gatos tienen más huesos que nosotros: 230 huesos frente a los 206 que tenemos los humanos. El exceso de huesos están en la cola.

El corazón de los gatos late dos veces más rápido que el nuestro.

A lo largo de la vida de una gata puede tener más de 100 gatos.

Los gatos y los humanos compartimos la misma zona en el cerebro destinada a las emociones.

Un gato puede llegar a correr a una velocidad máxima de 35 Km/hora.

Durante el acicalamiento, un gato puede gastar tanta cantidad de saliva como de orina.

Los gatos no suelen ronronear a otros gatos, la mayoría de los ronroneos son dirigidos a los humanos.

El ronroneo de los gatos tiene la capacidad de tranquilizarlos a sí mismos cuando están enfermos o asustados.

Los gatos no pueden percibir el sabor dulce de los alimentos.

Cuando un gato se roza contra una persona, está marcando a esa persona como parte de su territorio.

Los gatos de tres colores o más son exclusivamente hembras.

El ácido acetilsalicílico o la comúnmente llamada aspirina es tóxica para los gatos.

El gato posee 32 músculos solo en las orejas.

Los gatos pueden vocalizar alrededor de 100 sonidos diferentes.

Los gatos duermen de 16 a 19 horas diarias.

Los gatos pueden distinguir los colores azules, rojos y verdes.

Los gatos son incapaces de producir grasa, por eso su dieta debe ser rica en grasas.

El gato más gordo del mundo llegó a pesar 21 kilos.

La lengua del gato tiene pelos duros que funcionan como ganchos para atrapar los alimentos.

El gato camina y corre moviendo las patas delantera y trasera del mismo lado. Solo el camello, la jirafa y el gato tienen esta particularidad.

Los gatos negros son más tranquilos que los gatos blancos.

La mayoría de gatos blancos con ojos azules son sordos.

Las gatas tienen mejor visión que los gatos.

La comunicación del gato a través de su cola

Al igual que con lo perros, la cola de los gatos tiene una gran importancia para la comunicación, ya que sus diferentes movimientos están informando cómo está. Además, la cola le aporta estabilidad y equilibrio en los movimientos que realiza. Gracias a ella, el gato puede manejarse con mayor seguridad a la hora de saltar, correr, subir, etc.

Un gato sin cola es como un humano sin lengua. La cola es el rasgo de expresión fundamental para el gato para comunicar al dueño y al resto de sus iguales de cómo está: si está nervioso o relajado, agresivo o sumiso, etc. Para entender mejor a tu gato, hoy quiero informarte sobre lo que quiere comunicar tu gato mediante las diferentes posiciones de su cola. Una de las posiciones más comunes es cuando coloca la punta de la cola doblada como un gancho hacia un lado. Esto significa que necesita atención y mimos. La cola muy recta o entre las patas te está informando de que se siente inseguro, desconfiado. Pero, observa este gráfico que te va ayudar mejor a entender lo que quiere decirte tu gato.

Conociendo lo que pretende comunicarte tu gato podrás atender mejor sus necesidades.

Los síntomas de embarazo de una gata

 Los síntomas de embarazo de una gata pueden variar de una gata a otra, pero en general son los siguientes:

Aumento del tamaño de abdomen.Aumento de las glándulas mamarias y por tanto de los pezones.Cambio en el apetito.Tu veterinario podrá palpar los gatitos en el abdomen de tu gato después de los 16 días de haber sido concebidos. Durante el día 26, los latidos del corazón del feto se podrán ver en la ecografía. A partir del día 43, los huesos del feto han mineralizado y serán visibles en las radiografías.

La gestación de los gatitos suele durar un promedio de 63 días, pero puede adelantarse o atrarsarse según la gata. Durante las últimas semanas de embarazo, asegúrate de que tu gata tenga un lugar tranquilo para dar a luz, de lo contrario, buscará un lugar por ella misma que no suele gustar mucho a los propietarios, ya que suele ser en un armario, en la cama del cuarto de invitados, etc. Cuando las gatos dan a luz el proceso se llama coronación. Lo recomendable es que consigas una caja de cartón donde meter una mantita e invitar a tu gata a que huela y la haga suya. Intenta que la caja de cartón esté en una habitación muy poco transitada, donde la gata se sienta segura y protegida en su intimidad.

Debes tener en cuenta que durante el embarazo, tu gata va a necesitar alimentarse mejor que nunca, ya que necesitará más nutrientes y calorías.

Las señales que indican que tu gata ya está preparada para parir son:

1)La gata busca estar sola y que nadie le moleste.

2)Su temperatura corporal baja.

3)Las glándulas mamarias aumentan considerablemente de tamaño.

4)La leche está comenzando a ser producida.

5)Su apetito disminuye.

Durante el proceso de coronación (el parto) es importante que desde la lejanía y respetando su intimidad, la observes para asegurar que todo anda bien y no hay complicaciones en el parto. Si observas algo raro, no dudes en llamar al veterinario.

Las causas más comunes de muerte de los gatos

 Salvando los más de dos millones de gatos que, a nivel mundial, mueren en refugios debido a la falta de adopciones y las enfermedades que contraen en estos refugios, las principales causas por fallecimiento de nuestras mascotas los gatos son:

1. La obesidad.

La obesidad es una gran preocupación en la población de gatos en la actualidad. Al igual que en los seres humanos, los gatos obesos son más propensos a ciertas enfermedades y viven menos años.

Tan sólo con un 20% más de su peso tu gato aumenta las probabilidades de desarrollar diabetes, artritis y enfermedades del corazón.

Los gatos obesos tienen más del doble de probabilidades que los gatos de peso óptimo de desarrollar enfermedades de la piel, como son las alergias.

Los gatos obesos tienen cuatro veces más probabilidades de desarrollar diabetes mellitus.

Los gatos obesos tienen cinco veces más probabilidades de desarrollar cojera.

Una alimentación adecuada evitando la comida casera y apostando por pienso de calidad, conseguirá que tu gato mantenga un peso óptimo.

2. Los sacrificios.

Como hemos comentado al principio, la segunda causa de muerte de los gatos son los sacrificios que se realizan en los refugios de animales debido a la superpoblación de gatos, que finalmente no son adoptados y no pueden ser mantenidos ni alimentados por sus cuidadores.De los millones de gatos que hay en adopción en los diferentes refugios del mundo, tan solo un 5% serán dados en adopción. Es por eso que es tan importante mantener controlada la población de gatos mediante la esterilización.

3. Cáncer.

La tercera causa de fallecimiento de los gatos es el temido cáncer. Los gatos de pelo blanco tienen más probabilidades de desarrollar un cáncer.Una alimentación equilibrada, ejercicio físico y equilibrio mental puede evitar que el cáncer irrumpa en la vida de tu gato.

El pelo de los gatos

 El pelo de los gatos es uno de los problemas por el que los propietarios más se quejan, tener la casa llena de pelos es bastante molesto y por mucho que limpies ¡parece que nunca desaparecen!.

Debes tener en cuenta que dependiendo de cada gato, soltará más o menos pelo. Por ejemplo, los

gatos de pelo corto suelen soltar mucho más pelo que los gatos de pelo largo y durante todo el año. Los gatos de pelo largo, no sueltan tanto pelo y cuando sueltan suele ser en verano, debido al calor. Pero también debes saber que hay otros motivos por los cuales un gato suelta más pelo de lo normal:

Piel excesivamente seca.

Enfermedades de la piel como la dermatitits.

Enfermedades hormonales como la enfermedad de Cushing, etc.

Una situación traumática que le cause estrés.

Algunos medicamentos o tratamientos médicos.

Para cuidar el pelo de tu gato y que no suelte excesivo pelo por la casa, te recomiendo lo siguiente:

1) Dale de comer pienso balanceado de calidad. El pienso de calidad le proporcionará los nutrientes necesarios para mantenerse sano por fuera y por dentro.

2) Cepilla a tu gato con un peine especial diariamente para quitar la cantidad de pelo muerto. Además, cepillándole diariamente masajearás los folículos pilosos fortaleciendo el pelo de tu gato.

3) Consulta con tu veterinario si tu gato suelta excesiva cantidad de pelo, a lo mejor le faltan vitaminas.

4) Baña a tu gato en la medida de lo posible.

En cuanto a la limpieza del hogar, es fundamental que mantengas limpia tu casa diariamente del pelo del gato. Puedes usar un rodillo adhesivo para librarte del pelo que se pega en la ropa.

Desventajas de tener un gato

 Todos los que somos propietarios de un gato sabemos el lujo que es poder disfrutar de su cariño, sus juegos, su compañía… pero hoy, quiero traerte las desventajas de tener un gato, desventajas fruto de una encuesta que se realizó a varios propietarios de gatos a los que se les preguntó cuáles eran los puntos negativos de tener un gato en propiedad, y estas fueron las conclusiones, de mayor a menor desventajas:

1) El pelo: lo que más les molesta a los propietarios encuestados y de fácil solución. Un buen cepillado diario de unos 5 minutos y una buena limpieza del hogar te ahorrará que te vayas encontrando pelos por toda la casa.

2) Los orines o marca territorial: lee el artículo que se refiere a este apartado y que encontrarás en este blog. Educación y disciplina.

3)Rascado de muebles: puedes evitarlo educándolo (riñéndole cuando lo haga) y abasteciéndole de un buen rascador. Acaríciale y recompénsale siempre que lo haga en el suyo.

4) Sacar la arena de la bandeja: edúcale riñéndole para que no lo haga y recompensa siempre su buena conducta.

5) Gastos veterinarios: para reducir los gastos veterinarios, es primordial que inviertas en la compra de un buen pienso para gatos que a la larga le evite a tu gato problemas de alergia, orgánicos, etc.

6) Mal olor de la bandeja de arena: puedes evitar los malos olores con una buena higiene diaria, profunda. No vale con cambiar la arena y ya, sino que te tienes que esforzar en limpiar los malos olores de la bandeja, con agua y jabón.

7) Que te despierte: evítalo cerrando la puerta de tu habitación y acostumbrándole a una rutina.

Como ves, todas estas desventajas las puedes convertir en ventajas, con buena educación tanto por tu parte como por la suya.

La importancia del agua para tu gato

 Por todos es sabido que el agua es uno de los principales aportes a la salud que nos ofrecen calidad de vida. Sin ella todos los seres morirían, de ahí que el agua sea también para tu gato, algo esencial en su vida.

Un gato puede estar días y días sin probar un bocado de absolutamente nada. Perderá peso, se encontrará débil, pero logrará sobrevivir si no pierde más del 40% de su peso. En cambio, habiendo perdido tan solo el 10% de agua de su cuerpo, tu gato moriría.

El agua ayuda a que tu gato digiera los alimentos, absorba los nutrientes, elimine los desperdicios y controle la temperatura corporal. Junto al oxígeno, el agua es el nutriente más importante en el cuerpo de tu gato.

¿Qué debes procurar para que tu gato beba la suficiente cantidad de agua?

1) Mantén cada día su cuenco de agua limpio, y renueva el agua cada día, manteniéndola fresca (nunca pongas el agua al sol).

2) Si observas que tu gato no es muy bebedor de agua, intenta meter el agua en una lata vacía de atún para que se impregne del olor y potencie el sabor de forma que cuando introduzcas este agua

en su cuenco el gato se sienta atraído por el agua.

3) A los gatos les encanta beber de agua corriente, es decir, de aquella que está en movimiento. Como es dificultoso en casa tener el agua en movimiento, solo en aquellos gatos que apenas beben, sería aconsejable que compraras una fuente de agua para gatos, de venta en tiendas de mascotas.

Que un gato beba más o menos cantidad de agua depende también mucho del nivel de actividad de tu gato, de su tamaño, edad, su estado de salud y el tipo de comida que come. Incluso el clima puede ser un factor determinante.

Cómo reñir a un gato cuando se comporta mal

 Si bien es cierto que un gato no se puede educar como a un perro, sí es necesario informar al gato de cuándo ha hecho algo mal, y es fundamental que el castigo se aplique en el momento adecuado para que tu gato aprenda a no repetir en un futuro esa acción que nos ha disgustado.

¿Qué debes considerar a la hora de reñir a tu gato?

1) El tiempo. Es primordial que cuando riñas a tu gato con un NO o un SHH lo hagas en el momento en que realiza la acción que no te gusta. De nada sirve reñirlo cuando llegamos a casa y nos encontramos con la sorpresa. Tu gato no sabrá asociar el castigo. No así ocurre cuando lo hace en el mismo instante.

2) El castigo físico es inmoral. A un gato nunca le pegues porque el castigo se volverá contra ti. A un gato lo castigas diciendo No o SHH pero nunca pegándole, porque el gato no dudará en arañarte.

3) La recompensa siempre funciona. Cuando quieras reforzar la conducta de tu gato siempre recompénsale. Es la mejor manera de enseñar al gato y él te lo agradecerá.

El aprendizaje es un proceso lento y que necesita de tu esfuerzo, paciencia y constancia para que funcione. Por tanto, te animo a que cuides a tu gato y no te desesperes porque son seres que te lo agradecerán con creces.