Una cita... un café... una conversación poderosa

¿Cómo puedes despertar toda tu creatividad?

Bueno, sin el ánimo de ser pretensiosa, me considero una persona muy inteligente. Si hoy miro hacia atrás, he dedicado mi vida a entrenar mi cerebro para que tenga más y más información. Y es que; desde niña, me apasionaba el conocimiento, y me fascinaba estar investigando temas que me interesaban en el momento. Siempre fui una muy buena estudiante, muy aplicada, que hacía la tarea completa, y me encantaba estudiar. Muy a pesar de lo que pensaban de mi mis compañeritos del colegio que me veían un poco loquita, y me miraban rayado cada vez que yo llegaba con mis tareas perfectamente realizadas y feliz de mostrarle a la profe el hermoso trabajo que había realizado. Tanto disfrutaba estudiar, que confieso que cuando entré a estudiar psicología, puedo decir (y mis compañeros pueden constatarlo) que ¡me estudié la carrera completita!. Hacía resúmenes, pasaba mis apuntes a computador, me la pasaba entre la biblioteca de la universidad y la cafetería (un buen tratado de psicología hay que acompañarlo con un cafecito). Mis compañeros no me querían mucho, pues yo me sentaba en primera fila en el salón de clases, y tan pronto llegaba el profe, yo levantaba la mano y decía “Profe, usted dijo que iba a ser Quizz”. (-Lo sé, -lo sé, era bien sapa). Entendía la inconformidad de mis compañeros conmigo en ese momento, pero eso si, cuando llegaba el momento de los parciales, ahí sí todos me amaban, querían mis apuntes, mis resúmenes, mis esquemas, mis cuadros sinópticos, mis fichas bibliográficas perfectamente diseñadas, con esferos de mil colores, y con una letra impecable. Una vez me gradué, me di cuenta que esto de enseñar a estudiar era algo que se me daba muy bien, entonces me dediqué durante varios años, a enseñar hábitos de estudio a todos esos adolescentes rebeldes que echaban de los colegios, o que iban perdiendo el año. Fueron tres años donde me metí en el universo de los

En lo que al estudio se refiere, era bastante metódica y psicorrígida.

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estilos de aprendizaje, aprendí de metodologías, de psicología cognitiva, y me encantaba sumergirme en el universo de la psicología del aprendizaje. Luego cambié de intereses, (quería probar otra cosa), y me metí a estudiar la especialización en Gerencia de Recursos Humanos. Un manjar para mi intelecto fueron esos años en los que absorbí teorías, modelos, autores destacados. Y una vez terminé la especialización, me dije: Y comencé a apasionarme por los temas del momento, según la experiencia de vida que estuviera teniendo. Y bueno, dependía mucho del contrato laboral que tuviera. (-Si, -si, he hecho muchas cosas laboralmente), y cualquier reclutador de personal dirá que no he tenido un camino claro, pues he brincado de bienestar, a emprendimiento, a tutora virtual, a coordinadora de capacitación, a coach. Jeje. Tuve la oportunidad de trabajar dentro de un Departamento de recursos humanos, y conversé mucho con el área de selección, muy lindos me revisaron mi hoja de vida mil veces y me dijeron: Cualquiera que recibiera ese baldado de agua fría diría, “Ves, por eso es que no logras tener un trabajo estable”. Y mientras estaba en ese trabajo, me deleité con el universo de la capacitación, y creé mil contenidos de acuerdo a lo que mi linda jefe me iba pidiendo.

“¡Ah no!, tengo que buscar otra cosita en la que alimentar mi intelecto insaciable”

“Ana, tienes muy buena experiencia, pero en muchos temas, no en nada específico”.

Crear contenidos interesantes, que generen valor, y que sean útiles, ha sido algo que me ha apasionado siempre.

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¿Recuerdas que me encanta estudiar?, ¡ah!, pues creando contenidos me sumerjo en investigaciones profundas de diversos autores, modelos, teorías; en eso me demoro semanas, hasta que sale a la luz ese producto final que puedo entregar sonriente a mi jefe del momento. En todas las décadas que he buscando alimentar mi intelecto, he conocido personas súper interesantes, conversado de tu a tu con autores de libros, navegado en internet hasta encontrar LA fuente bibliográfica que diera respuesta a mis inquietudes. Y con este interés constante de crecer, de aprender, me metí en el coaching. (Jeje, ahora que escribo estas líneas me doy cuenta que todos los puntos se van conectando). Detrás de esta hoja de vida que ha pasado por: entrenadora en hábitos de estudio, coordinadora de bienestar, asesora en emprendimiento, consultora en e-learning, coordinadora de capacitación, y ahora coach, hay una delgada línea que une todos los puntos, y es: No te preocupes, no estoy pensando abandonar el coaching, y dedicarme a otra cosa. Total, es un hábito constante en mi vida andar cambiando de intereses. (soy bien humana) Y aquí comienza una pregunta que me viene sonando en la cabeza desde hace unos días:

Si todos los caminos te llevan a Roma… ¿Cómo puedo usar a mi favor este amplio recorrido?.

Mi pasión por aprender, y mi capacidad de absorber temas totalmente desconocidos, y volverme “una experta” en ese tema, en ese momento.

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Lo bonito, es que en estos tiempos que ando enamorada del coaching, he podido ver cómo tarde o temprano los puntos se conectan. ¿Lo recuerdas?, como en aquel discurso famoso de Steve Jobs en la Universidad de Stanford?. Y quiero contarte cómo los puntos se empezaron a conectar para mi.

#1 No hay experiencia más gratificante que la sonrisa de una persona en agradecimiento porque algo que le diste le sirvió o le cambió la vida. Y es que si miro hacia atrás, puedo recolectar sonrisas de agradecimiento en las caritas de las personas que he tenido la oportunidad de ayudar. Bien sea, enseñándole buenos hábitos, dándoles un taller sobre cómo encontrar trabajo, asesorándoles en emprendimiento, en fin. En cada cosa que he hecho en mi vida, he recolectado esas sonrisas. Aún de vez en cuando, me encuentro por casualidad con alguien del pasado (un estudiante, un compañero, un asistente a un taller), y hay ese cariñito hermoso y esa gratitud. ¿Qué mejor poder servir ahora desde este universo del coaching que me enriquece enormemente?

#2 Aquí me voy a detener un poco, porque mis estrategias de aprendizaje han tenido una transformación profunda. ¿Recuerdas que te contaba que Ana alimenta su intelecto?.

Amo servir

Amo aprender

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Bueno pues uno de los primeros paradigmas que se rompieron al empezar en este Coaching de transformación, es que: Mi mentora en su primera sesión me dijo que botara mi cuaderno de apuntes y eso fue bastante impactante para mi, una persona acostumbrada a metodologías de aprendizaje, a acumular y acumular en mi cabeza teorías, modelos, autores, etc. Eso había puesto mi mundo de cabeza, y aunque duré al principio aferrada a mi paradigma de que sólo tomando apuntes, puedo aprender esto, con el tiempo entendí que para ser una excelente coach debía darme el permiso de romper paradigmas en mi, y quitarme las gafas con las que estaba acostumbrada a ver la vida. Y si tú eres como yo, que ama su intelecto, que te diga que “escuches con el corazón”, te va a sonar bien rayado y extraño. Te voy a contar cómo con el tiempo lo fui entendiendo y qué pasó en mi cuando me di el permiso de abandonar el intelecto, y abrazar mi sabiduría interior (esa que puedes notar cuando escuchas con el corazón).

“Ya no tenía que estudiar más”

Y entonces, me atreví y boté el cuaderno de apuntes. Y comencé a escuchar con el corazón…

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#3 En mi antigua yo, (antes de esta transformación profunda de Ana a través del coaching), cuando creaba contenidos me sumergía en una biblioteca de conocimiento, que comenzaba por un libro, que me llevaba a otro experto, a otro modelo. Era como si me metiera un camino sin fin. Porque si tienes la teoría “a”, y esa partió de cuestionar la teoría “b”; entonces necesitas entender la teoría “b”. Pero la teoría “b” se basa en un modelo que surgió hace décadas, y entonces tienes que entender el modelo. Y por esa línea, nunca es suficiente, y siempre vas a necesitar conocer más. No olvides que siempre amé acumular conocimientos; pero lo que me di cuenta a través del coaching es que la sensación que me dejaba todo este esfuerzo era de una inmensa fatiga. Como si entrara a ToysRUs, y llenara mi carrito de juguetes y otro juguete, y este más grande, y este rosadito, y este verdecito, y ahora este pequeñito. Porque alimentando mi intelecto… Cuando boté el cuaderno de apuntes y comencé a escuchar con el corazón, con la misma curiosidad que un niño chiquito se sumerge en su juego nuevo, de pronto empecé a darme cuenta que había algo más allá que mi intelecto, mucho más poderoso, y mucho más impactante, que está presente en todos y cada uno de los seres humanos, y que no tenemos que hacer un esfuerzo extremo para podernos darnos cuenta de ello.

Amo mi corazón

¿Cuándo va a ser suficiente? ¿Qué hay detrás de esa necesidad obsesiva de acumular conocimientos?

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#4 Durante algún tiempo estuve investigando sobre la creatividad, un tema apasionante entender los procesos por los cuales una nueva idea surge. Y leyendo expertos en el tema, decían que las ideas más fantabulosas suceden cuando no estás pensando en ellas. Ese ¡Eureka! que une todas las piezas del rompecabezas sucede fuera del proceso de pensar, re-pensar y re-analizar. Las ideas más fantabulosas se dan cuando escuchas tu corazón y no tu cabeza. Y aquí te va esta perla maravillosa: Cuando te detienes a observar las más bellas creaciones que ha creado el ser humano en la historia de la humanidad, fueron posibles gracias a una conexión con una vibración interna que fluye cuando te sientes inspirado. Ese momento de inspiración se da cuando te das permiso de abandonar tu intelecto y conectas con tu corazón, con el potencial infinito de creatividad que fluye desde la sabiduría innata que está en ti.

¿Te cuento que tienes tu, que tengo yo y tenemos todos los seres humanos?

Amo mi capacidad innata para crear

Cada ser humano; SIN EXCEPCIÓN, tiene dentro de si un potencial infinito para crear las más hermosas obras de arte.

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¡Te apuesto que te vas a sorprender de todas las cosas que vas a crear! ¡Yo me sorprendo todos los días! ¡Disfruta tu café! Con amor, Ana. P.D/ ¿Te has quedado como iniciado?. No te preocupes, ¡Hay más!. Espera la siguiente entrega de “Cómo despertar toda tu creatividad” en el siguiente post.

- “Adelántame algo Ana” ¿Te gusta la idea?. ¡No dudes en compartir tus comentarios a este post!, estaré feliz de leerlos.

¿Te atreves a abandonar tu intelecto por un ratico y conectar con el potencial infinito de creatividad que emerge desde tu propia sabiduría interior?

Vamos a hablar de la magia que ocurre cuando vives inspirado por la vida.