¿Tal vez sea la inseguridad que nos pega medio raro a esta edad? Y es que sí… Y me paro desde el punto de adolescente medio raro, cuando digo que no sabemos bien lo que sabemos, pero está ahí.¿Como vengo de faltas? Es la duda que no existe, porque, dentro de toda esa locura que hay en nuestra cabeza durante este ciclo de secundario, siempre sabemos un montón de las cosas que preguntamos, y solo son preguntadas para asegurar o reafirmar una idea.Estas “faltas” y la duda que nos genera el hecho de no saber si faltaste a alguna clase o no… El clásico: -“Uuuuh ¿Me quedaré libre si falto?”…Y todas estas preguntas recaen siempre sobre las mismas personas: Los preceptores… A veces más copados, otras veces menos, pero uno siempre los trata con amor, porque bueno… saben mis faltas…Pero lo peor de todo esto, es la renovación de las faltas, y creerse el mas “chulo” del bachi faltan-do a todo, salís temprano, entras tarde, te tomas un recreo de dos horas para comer, pero, cuando te queres acordar… Estas libre.Y ni hablar del “cuelgue” siendo alumno del bachi, te colgas en todos lados, si sos de plástica te quedas en talleres dibujando o molestando otros grupos… O los de música que siempre alguna materia más tienen. Siendo así de colgados, si uno lo piensa dos veces es hermoso quedarse haci-endo otra cosa, porque es lo que diferencia a este colegio de los demás y lo que nos hace sentir eso a nosotros, esas ganas de estar en colegio que a nuestro parecer solo genera el bachi…Esta serie de dibujos me habla de eso, y de lo que produce este colegio.

Santa Lepski