Comp.2 Bravo Molina_Etnia y Etnicidad

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Antropología cultural Bravo Molina , etnia y etnicidad tratados de antropología cultural

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  • Etnia y etnicidad: dos categoras en construccin Carlos Ramiro Bravo Molina

    En: http://www.utp.edu.co/~chumanas/revistas/revistas/rev25/bravo.htm

    Este artculo se refiere a los conceptos que alrededor de la categora de etnia y etnicidad, han expuesto algunos autores que vienen trabajando las problemticas indigenistas, raciales, multiculturalistas e interculturalistas.

    Alrededor de ello se han expresado posiciones que argumentan que el trmino ETNIA, no es apropiado para describir a los grupos humanos ya que refleja una esencialidad (la de raza) inexistente. Su utilizacin lleva la confusin y, por tanto, debe ser abandonado y sustituido por el de colectivo, grupo o poblacin humana(1). Etnicidad, lo define Alfonso Garca Martnez y Juan Saz Carrera, como el Conjunto de rasgos fsicos y mentales que poseen los miembros, de un grupo, producto de su herencia comn y tradiciones culturales que, a su vez, lo diferencian de los individuos de otros grupos(2). La minora tnica, cuantitativamente es el grupo humano que comparte una misma descendencia cultural, comparativamente menos en nmero con relacin a una realidad cultural - poblacional nacional. Los autores citados sustentan que la raza ha perdido toda significacin como concepto (3), pero que es utilizado significativamente en tanto permite legitimar polticas excluyentes y de dominacin. Sugieren aplicar el trmino especie humana a cambio de raza humana. Recomiendan el desmonte del concepto biolgico de raza, por su limitado alcance para dar cuenta de la diversidad y diferencias humanas, Al respecto afirman que: El etnocentrismo, la xenofobia, el racismo, etc. proporcionan un testimonio fehaciente de esta singular situacin(4), que enmascara las relaciones de dominacin entre los grupos, categoras como los de etnia o relaciones interraciales contribuyen, dada su adscripcin a caractersticas raciales a la produccin de la reificacin de la raza(5). Independientemente del origen racial, cualquier individuo humano puede aprender la cultura de otros grupos humanos, en tanto la raza remite a fenotipos de la especie, que han servido para afirmar relaciones de superioridad e inferioridad humana, La carga ideolgica y la debilidad y limitacin epistmica del trmino ha llevado a que la UNESCO reconozca que el trmino raza es una construccin social (6).

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  • Stefano Varese, parte de la afirmacin de que la definicin de la comunidad tnica, es un problema de mtodo, para refutar el enfoque economicista con el que se ha procedido en algunos estudios de Comunidades tnicas indgenas(7). Decir comunidad tnica indgena suena a pleonasmo, se podra decir, comunidad indgena. La etnicidad, es la

    lealtad individual y colectiva a formas y modos de pensamiento y de imaginacin (Conciencia) y conducta especficas de indeterminado grupo, es un fenmeno de la larga duracin histrica (F. Braudel), del largo tiempo a travs del cual distintos modos productivos se han estructurado, desarrollando, y sido substituidos sin que por eso un ncleo esencial de la cultura del pueblo (de la etnia) haya dejado de cumplir una funcin de matriz referencial reproductiva (8).

    En el concepto anterior se encuentran trminos como grupo, pueblo y etnia, que se presentan como sinnimos. En este caso comunidad tnica est referido a indgena. La pregunta al respecto sera: no bastara con decir caracterizacin de las comunidades indgenas, en vez de etnias indgenas?, para referirse al ttulo de su trabajo. Varese, se adentra en la discusin del modelo mecanicista econmico del estudio de pueblo o comunidades indgenas, sugiriendo un modelo que contempla tanto las condiciones internas y externas de la reproduccin tnica. Jos Prez Tapias, refirindose a la dimensin tnica, en la configuracin de una identidad colectiva e identificndose con Geertz, comparte que esta es de mayor peso en las comunidades tradicionales con fuerte presencia de lealtades y sentimientos primordiales, afirman que es difcil obtener una definicin clara y unvoca de etnia, grupo tnico, conciencia tnica, (9) en tanto que las realidades son escurridizas y variables en el espacio y en el tiempo, como lo sustenta Barrera, segn Prez. (10) Un equivalente de etnia sera la categora pueblo, pero a decir verdad funciona ms como categora retrica que de otro tipo; su validez como categora sociolgica es escasa, y como categora poltica su pertinencia es, desde luego, nula.(11)

    Para Barth, R

    Ni la comprensin ni la utilizacin del concepto de etnia destierran el componente biolgico de su significado ni su carcter de confrontacin social, en tanto que se crea y establece un espacio cultural distinto y enfrentado a otras culturas (Barth, 1976) (12)

    La posicin es compartida por Garca Martnez y Sez Carrera, quienes afirman:

    La conciencia de la distincin que sostiene la etnia no elimina en modo alguno su sustrato biolgico. Negar tal clasificacin racial como vlida para la comprensin de la diversidad humana resulta incompatible, terica y prcticamente, con la utilizacin cabal y consciente del concepto de etnia debido a sus connotaciones claramente bioculturales (13)

    Guillermo Bonfil Batalla, pionero del trmino etnoeducacin, que fue acogido por el Ministerio de Educacin en Colombia y que en la actualidad este nombre lo llevan los programas de Licenciatura en Etnoeduca-cin de la Universidad de la Guajira, Tecnolgica de Pereira y la Universidad del Cauca, se refiere a el grupo tnico, a aquellos grupos sociales formados histricamente, que desarrollan y mantienen una identidad social comn, es decir que forman un nosotros social que perdura por tiempos histricos normalmente muy largos, a

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  • partir de una historia comn, de una convivencia que hace posible la reproduccin del grupo y su permanencia a lo largo del tiempo (14).

    El grupo tnico es un nosotros, es formacin social histrica, tiene un patrimonio cultural tangible e intangible y una matriz cultural que le da identidad colectiva.

    Jos Prez Tapias se pregunta:

    Qu es una identidad colectiva? En trminos genricos, puede definirse como un estado de consciencia, el sentimiento ms o menos explcito de pertenecer a un grupo o categora de personas, o formar parte de una communitas. Tal sentimiento de pertenencia o comunin emerge de una cierta unidad de intereses o condicin; y se afianza en un movimiento reflexivo del Yo al Otro, al contraponerse dialcticamente un Nosotros frente a un Ellos. Un sentimiento de identidad colectiva se construye, mediante manipulaciones ideolgicas, simblicas y rituales; aunque no cabe duda que tales ideologas y simbologa gravitan sobre realidades sociolgicas y culturales previas, las cuales tendern a ser realizadas, reafirmadas y recreadas.

    La pertenencia a un grupo o categora social se define tanto por inclusin como por exclusin: no soy mujer, luego soy hombre; no es indgena, luego es ladino; es judo, as que no es cristiano. Lo que se es o se aspira a ser es realizado al contraponerlo a aquello que no se es ni se desea ser. Por tanto, en la afirmacin de una identidad individual o colectiva se ponen en juego dos impulsos alternos que resultan complementarios. Desde dentro del grupo se subraya aquello que sus miembros comparten, lo que los identifica o hace iguales, con un propsito de uniformizacin. Sin embargo, hacia el exterior la cuestin se manifiesta como impulso de diversificacin, de singularizacin, al enfatizarse aquello que hace diferentes a los Otros (Barrera, 1989, 216) (15)

    La identidad conjuga la dimensin geneal-gica parenteral, la cultural y la histrica poltica. La dimensin territorial, que vincula la comunidad al suelo o la patria, no necesariamente esta presente, sobre todo en los eventos de desterritorializacin, producto por lo general de fenmenos expansionis-tas colonialistas de grupos extraos a las comunidades nativas. La identidad esta ntimamente en relacin con la autonoma, este esfuerzo descansa en otro juicio de valor y ese juicio es el de que todas las culturas son legtimas, todos tienen el derecho y deben tener la oportunidad de plantear y contra su propio destino a partir del ejercicio libre de sus decisiones y del empleo tambin libre de su patrimonio cultural que est siempre en constante actualizacin (16)

    El grupo tnico es un nosotros, es formacin social histrica, tiene un patrimonio cultural tangible e intangible y una matriz cultural que le da identidad colectiva.

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  • Alain Touraine, coincide con relacin al concepto de etnicidad al afirmar:

    La etnicidad, en efecto, es la afirmacin de una cultura interiorizada por individuos que viven en una sociedad moderna, es decir, que reconocen la importancia de la organizacin econmica y administrativa. Estas dos orientaciones, la etnicidad y el comunitarismo, parecen a menudo cercanas una a otra, pero no hay que confundirlas. Algunas de las jvenes que exigen llevar el velo o el foulard islmico en el colegio manifiestan, ya sea espontneamente o por la presin de su familia o una asociacin, una resistencia a la cultura llamada occidental en nombre de la leyes de su comunidad; pero los estudios publicados sobre ellas, sea en Francia, sea en Turqua, no dicen de ninguna manera que esta realidad sea mayoritaria. Al contrario, a menudo esta afirmacin de identidad no es ms que una reaccin al rechazo de su propia cultura. En Medio Oriente se observ que era en las facultades cientficas y no humansticas donde estudiaban las mujeres que proclamaban de ese modo su pertenencia al Islam. (17)

    La manifestacin esencial de la etnicidad segn Touraine es la afirmacin de una cultura interiorizada independientemente de ser una sociedad premoderna o moderna. La conciencia de etnicidad puede estar asociada a la integracin social o a la discriminacin que genera violencia. La etnia no es vista como una comunidad cerrada sobre si misma. La etnizacin puede extraar la subordinacin producto de las hegemonas, pero tambin es el primer paso a la resistencia de los pueblos. (18)

    Cuanto ms se ingresa en la economa internacionalizada, ms se construye la voluntad poltica de autonoma, de autodeterminacin, sobre una conciencia de origen, de identidad cultural y tnica y no, como se crey durante mucho tiempo, sobre unos proyectos de modernidad racionalizadora. La etnicidad simblica o recompuesta apela a una identidad cultural de origen para alimentar una voluntad poltica. Con Ugo Fabietti, podemos preguntarnos entonces si no estamos pasando de la nacin a la etnia despus de haber aceptado como una evidencia, y hasta una fecha reciente, que la evolucin histrica conduca de la etnia a la nacin.(19)

    El grupo tnico se caracteriza por sus diversas formas de concebir, organizar el mundo, expresado a travs de diferentes manifestaciones ideolgicas, culturales y lingsticas, esta expresiones se definen como diversidad segn el Ministerio de Educacin Nacional de Colombia. (20)

    Segn Renato Ortiz:

    Existe una visin antagnica entre quienes sobrevaloran los movimientos tnicos (ya sea para afirmarlos como elementos de construccin de las identidades locales, ya sea para rechazarlos como una amenaza a cualquier propuesta de unificacin) (21)

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  • El problema de las categoras, puestas a andar en el movimiento de la realidad socio cultural, se tornan en conflictos polticos, por los alcances y tendencias que vayan teniendo las contradicciones en que se hallan inscritos los grupos tnicos, los llamados pueblos primitivos tienen que defenderse contra la expansin de las fronteras, ya sean nacionales o mundiales. Diversidad significa aqu afirmacin de una modalidad social radicalmente distinta.(22) El caso de los UWAS en Colombia en contra de las polticas del estado Colombiano y la occidental Petroleum Company OXY, es una muestra poltica de lo planteado por Ortiz.

    Afirmar el sentido histrico de la diversidad cultural es sumergirla en la materialidad de los intereses y de los conflictos sociales (Capitalismo, socialismo, colonialismo, globalizacin). La diversidad se manifiesta, por ende, en situaciones concretas(23).

    En una sociedad globalizada la nacin y el estado pierde su presencia para ordenar la casa, en consecuencia el problema de lo tnico, la etnicidad, la diversidad cultural, no puede perder de vista esta gran realidad compleja y contradictoria, por los escollos que encierra a medida que avanza sobre las realidades particulares el poder hegemnico de los aparatos y simbologas multinacionales. En consecuencia con los efectos de la globalizacin neocapitalista, las culturas nacionales y tnicas se ven amenazadas interna y externamente.

    Alain Touraine propone la utopa de la sociedad multicultural y de la democracia cultural.

    La idea de sociedad multicultural es incompatible con las polticas identitarias porque descansa sobre la bsqueda de la comunicacin entre las culturas, as como toda concepcin de la democracia implica el reconocimiento del pluralismo de los intereses, las opiniones, los valores. Hablar de poltica identitaria introduce, al contrario, un vnculo necesario entre cultura, sociedad y poltica lo que define, como ya record, una comunidad. (24)

    El multiculturalismo no podra reducirse a un pluralismo sin lmites; debe ser definido, al contrario, como la bsqueda de una comunicacin y una integracin parcial entre conjuntos culturales separados durante mucho tiempo, como lo estuvieron hombres y mujeres, adultos y nios, propietarios y trabajadores dependientes. La vida de una sociedad multicultural se organiza alrededor de un doble movimiento de emancipacin y comunicacin. Sin el reconocimiento de la diversidad de las culturas, la idea de recomposicin del mundo correra el riesgo de caer en la trampa de un nuevo universalismo y hundirse en el sueo de la transparencia. Pero sin esta bsqueda de recomposicin, la diversidad cultural no puede llevar mas que a la guerra de las culturas. (25)

    Touraine, hace un llamado al peligro que encierra el caer en situaciones de subordinacin comunitarista o la autosegregacin de los grupos y culturas que se aslan a establecer comunicacin con otras culturas. Para Touraine, el multiculturalismo es encuentro de culturas y comunidades construida en la experiencia vivida y el proyecto de vida de los individuos, para ello propone una poltica del sujeto.

    Max Weber, asume una posicin radical en contra del concepto de ETNICO, lo califica de completamente inoperante en una investigacin rigurosamente exacta, lo tnico se halla determinado por la comunidad de costumbres (herencia tradicin) y la comunidad de sangre, pero detrs de todo este fenmeno unitario se esconden complicados problemas, que obstaculizan su investigacin y aplicacin

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  • sociolgica.

    En una palabra: en el actuar comunitario condicionado tnicamente concurren diversos fenmenos que una consideracin sociolgica realmente exacta que aqu no se intenta tendra que separar cuidadosamente. Habra que estudiar por separado: la accin subjetiva efectiva de las costumbres, condicionadas por la herencia, de un parte, y por la tradicin, de otra; el alcance de las diversas costumbres, una por una; la repercusin de la comunidad lingstica, religiosa o poltica, antiguas o actuales; la formacin de las costumbres; la medida en que tales componentes despiertan atracciones o repulsiones, y especialmente la creencia en la afinidad o extraeza de sangre; sus consecuencias diferentes para que la accin, el comercio sexual, las probabilidades de actividades comunitarias de diferentes tipos, se desarrollen sobre la base de la comunidad de costumbres o de la creda comunidad de sangre. Se acabara as por arrojar seguramente por la borda el concepto global tnico. Pues es un trmino genrico completamente inoperante para toda investigacin rigurosamente exacta. Pero nosotros no nos ocupamos de la sociologa por ella misma y nos contentamos, por consiguiente, con mostrar brevemente qu complicados problemas se esconden detrs de un fenmeno que se supone unitario. Al concepto de comunidad tnica, que se disipa ante una rigurosa formacin conceptual, se asemeja en cierto grado otro concepto, cargado para la mayora de nosotros de acentos patticos, el de nacin, tan pronto como tratamos de aprehenderlo sociolgicamente (26)

    Uno se pregunta ser posible asumir posiciones de resistencia cultural, inspiradas en categoras como etnia, etnicidad y minoras tnicas, categoras que hacen de un discurso ilustrado modernizante insuficiente e incompleto?, o por el contrario la etnia y la etnicidad son categoras que se vitalizan desde los lmites de la periferia para contrarrestar las posturas hegemnicas neocolonizadoras?. En el mundo globalizado, en donde la cultura y la civilizacin del collage, define al mundo, ser posible vivir juntos en sociedades societales que se resisten a aceptar y dimensionar la pluralidad como nueva forma de vida? En el mbito de la raza csmica plural, de la civilizacin de mente policntrica que supere la mentalidad xenofbica etnocntrica, es posible pensar en un lenguaje de etnias o tribus urbanas en donde se ha fragmentado la comunidad consangunea y los sujetos se articulan entre si mediados por el lenguaje cultural? Las naciones de cultura dominante norteamericana, por ejemplo, se desvanece en Los Angeles en donde el 90% de los inmigrantes proceden del tercer mundo (27).

    El problema de las categoras, puestas a andar en el movimiento de la realidad socio cultural, se tornan en conflictos polticos, por los alcances y tendencias que vayan teniendo las contradicciones en que se hallan inscritos los grupos tnico(...)

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  • Para Ryzsard, K., raza csmica es equivalente a humanidad en su pluralidad policntrica, profetiza que la mente del hombre del futuro ser policntrica, los centros de gravedad cultural de cada cultura humana se hallan en un constante dinamismo, se atreve a afirmar que la diversidad cultural concentrada en un sitio es la fuente del dinamismo norteamericano(28). Las distancias entre pueblos desarrollados y subdesarrollados se acrecientan a medida que avanza el siglo veintiuno, nos preguntamos: Ser capaz el encerramiento tnico par contrarrestar la avalancha del collage cultural?,

    El mundo est creciendo y en el mundo contamos con ms de todo: ms gente, ms bienes, ms comunicaciones. Este crecimiento en todos los mbitos exige un mayor espacio cultural, y destruir a todo aquello que no acepte esta realidad. Esto hace que los sistemas que no acepten la pluralidad se vuelven obsoletos (29).

    En el mundo se vienen dando dos expresiones de nacionalismos: el nacionalismo expresivo xenofbico de las grandes potencias y el nacionalismo de la periferias que por lo general ha estado alimentado por el anticolonialismo. La vieja creencia inspirada en Giannbattista Vico y Johan Gottfried Herder, acerca de los estilos de vida propios Volksgeist, ha hecho crisis,

    Ms sin embargo el Volksgeist de Herder se convirti en el tercer Reich, y hoy en da, el Volksgeist croata y el modo de vida del musulmn bosnio. Los armenios y los azeris han estado luchando hace mucho, y las naciones se han inflamado entre georgianos y rusos, e incluso entre ucranianos y rusos, Qu es lo que transforma la aspiracin de la autodeterminacin cultural en agresin nacionalista?, le pregunta Nathan Gardels, editor de NPQ a Sir Issaiah Berlin a fines del verano de 1991 en Portofino, Italia. Berln responde a NPQ: Tarde o temprano se produce la reaccin violenta en fuerza irrefrenable. Los pueblos se cansan de ser despreciados, de recibir ordenes de una nacin superior, una clase superior o cualquiera que sea superior. Tarde o temprano plantean preguntas de ndole nacionalista: Por que tenemos que obedecerles?; Que derecho tienen? y nosotros ..... qu? Por qu nosotros no podemos.? (30)

    Afirma Berlin que Vico y Herder, ambos rechazaban la idea surgida en el siglo de las Luces en el sentido de que el hombre, en cualquier pas y en cualquier poca, tena valores idnticos. Para ellos, al igual que para mi, la pluralidad de las culturas es irreductible.(31) Berlin, comparte con Kapuscinski la idea de que la diversidad sin fricciones desata una enorme creatividad, por ejemplo la Viena de Mozart, Hayden o Schubert, ser posible esta realidad con el ascenso del partido libertad al poder del Estado?. Para Pierre Trudeau, la teora de la Nacionalidad, constituye un retroceso en la historia. Para Berlin, la edad media a pesar de todas sus persecuciones era ms civilizada que el siglo diecinueve. El siglo veinte dice;

    A mis ochenta y dos aos, he vivido virtualmente durante todo el siglo. No me cabe la menor duda de que es el peor siglo que ha tenido Europa. Nada ha sido ms horrible para nuestra civilizacin. En mi vida, han ocurrido ms cosas terribles que en cualquier poca de la historia. Peores an que en los das de los Hunos.

    Sin embargo, no deseo abandonar la creencia de que un mundo que constituya una gama razonablemente pacfica de muchos colores, en el que cada porcin desarrolla su propia identidad cual final definida y es tolerante con los dems, no es un sueo utpico(32).

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  • Si de algo tengo certeza, despus de haber vivido durante tanto tiempo, es de que tarde o temprano, la gente se tiene que revelar contra la uniformidad y los intentos por establecer soluciones globales de cualquier tipo (33)

    I. Berlin y E. Hobsbawn, en su obra, Historia del siglo XX, coinciden en el horror de este siglo.

    El mundo que entra en el tercer milenio no es un mundo de sociedades o de estado estable(34)... El mundo del tercer milenio seguir siendo muy probablemente un mundo de violencia poltica y de cambios polticos violentos. Lo nico que resulta inseguro es hacia dnde llevarn (35)

    Estos, presagios apocalpticos nos lleva a preguntar: Cul ser el futuro de las etnias, las clases y los gneros que nos espera vivir?. Creo que la categora ETNIA, encarnada en las prcticas y cosmovisiones de los grupos humanos tercermundistas, como proyecto de reencuentro, reafirmacin, autonoma, democracia y resistencia en los lmites de las periferias de la globalizacin es vlida su acepcin y su accionar, a pesar de las limitaciones que el concepto encierra ms all de las inconsistencias raciales. Un proyecto de pluralidad tnico cultural, en Colombia no solamente podr estar referido a lo indio y lo afrocolombiano, debe contemplar las situaciones de sectores sociales que desprendindose de lo tnico campesino, se han transformado en muchos casos sin desearlo en tribus urbanas portadoras de culturas hbridas en la acepcin de Nestor Garca Canclini, a pesar del biologismo del trmino que pone en entre dicho la cultura. En Antropologa se ha empleado el termino Sincretismo Cultural. Hbrido es sinnimo de cruces culturales, casi nunca indeterminados. Para Garca Caclini, su inters se centra

    en retomar todos estos aspectos, situando la emergencia de la cultura hbrida, los sincretismos generalizados, la tecnologa de la reclusin domstica, la simultaneidad de la informacin y de los contactos culturales, en el marco de los nuevos sistemas de control y de dominio en nuestras sociedades.(36)

    En los Estados Multinacionales o multitnicos o unos y otros, la autonoma cultural de cada nacionalidad o etnia debe ejercerse en el marco del pacto constitucional que se supone libremente asumido.

    Sin embargo la realidad colombiana ha demostrado que el principio de autonoma tnico cultural, el principio de autenticidad y el principio de sentido, entendido como la proyeccin de los fines que dan sentido a la vida personal y colectiva, no basta con que se hallen plasmados en la carta constitucional. Estos principios cobran vigencia y eficacia en tanto el grupo tnico se apropia del espritu del derecho contenido en el texto escrito de la norma. La Etnia como sujeto histrico de resistencia y constructor de cultura, no debe perder de vista el contexto estatal nacional y el juego de la relaciones internacionales, como mecanismos para apuntalar sus proyectos culturales. La constitucin de una sociedad multicultural e intercultural es un reto de un proyecto democrtico de visiones de mundo. No se puede perder de vista la complejidad de la diversidad cultural y de las etnias como anotaba Max Weber. Las etnias y la categora etnia, son productos histricos culturales, situados en un espacio y un tiempo determinados y en consecuencia estn conectados a la problemtica del poder poltico. Las prcticas polticas culturales de etnias corren el riesgo de la etnizacin positiva o negativa, positiva

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  • en trminos de identificacin o mentalidad colectiva y negativa en el sentido del etnocentrismo - xenofbico. En la vida prctica las especificidades de cada etnia son las que orientan el proyecto de vida cultural, sin perder de vista la importancia que tiene la reflexin terica en la construccin del mismo.

    NOTAS (1) GARCIA MARTINEZ y SAEZ CARRERAS, Juan. Del Racismo a la interculturalidad Competencia de la educacin. Madrid, Narce, S.A. de Ediciones, 1998, p 228

    (2) GARCIA M. Op. Cit. p. 228

    (3) GARCIA M. Op. Cit. p. 42

    (4) GARCIA M. Op. Cit. p. 46

    (5) GARCIA M. Op. Cit. p. 47

    (6) GARCIA M. Op. Cit. p. 61

    (7) VARESE, Stefano. Indgenas y Educacin en Mxico. Mxico, Gefe, 1983. P.11

    (8) VARESE, Op. Cit. p. 11

    (9) PEREZ TAPIAS,, Jos Antonio. Filosofa y crtica de la cultura. Madrid Ed. Trotta, 1995. p.217

    (10) PEREZ T., Jos. Op. Cit. p. 217

    (11) PEREZ T., Op. Cit. p. 217

    (12) BARTH, R. (Comp). Los grupos tnicos y sus fronteras. Mxico 1977, F.C. E. Citado por Garca Martnez y Saz Jun, P.38

    (13) GARCIA M., y SAEZ C., Op. Cit. p. 38

    (14) BONFIL BATALLA, Guillermo. Implicaciones tnicas del sistema de Control cultural en Olive, Len. Etica y diversidad cultural. Mxico. F.C.E. 1993. p. 196

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  • (15) PEREZ T., Jos. Op. Cit. p. 216

    (16) BONFIL BATALLA, G. Op. Cit. p. 204

    (17) TOURAINE, Alain. Podemos vivir juntos?. Buenos Aires. F.C.E. 976. p. 206

    (18) TOURAINE, A. Op. Cit. p. 221

    (19) TOURAINE, A. Op. Cit. p. 222

    (20) MEN. La etnoeducacn realidad y esperanza de los pueblos indgenas y afrocolom-bianos. Santaf de Bogot. D.C. 1996. P.18

    (21) ORTIZ, Renato. Diversidad cultural y cosmopolitismo ORTIZ, Renato. En cultura y globalizacin. Barbero. J.M. y otros. Santaf de Bogot. CES y Universidad Nacional 199. P33

    (22) ORTIZ, R. Op. Cit. p. 41

    (23) ORTIZ, R. Op. Cit. p. 41

    (24) TOURAINE, A. Op. Cit. p. 195

    (25) TOURAINE, A. Op. Cit. p. 187

    (26) WEBER, Max. Economa y Sociedad. Santaf de Bogot, 1996, reimpresin. p. 334

    (27) KAPUSCINSKI, Ryzsard. La raza csmica en Estados Unidos en Fin de Siglo. Mc.Graw Hill. Mxico. 1996. p.160

    (28) KAPUSCINSKI, R. Op. Cit.

    (29) KAPUSCINSKI, R. Op. Cit.

    (30) BERLIN, Isaiah. El regreso del Volkesgeist: Nacionalismo, bueno y malo en Fin de Siglo. Op. Cit. P.91

    (31) BERLIN. Op. Cit. p. 92

    (32) BERLIN. Op. Cit. p. 96

    (33) BERLIN. Op. Cit. p. 99

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  • (34) HOBSBAWN, Eric. Historia del siglo XX. Barcelona, Ed. Critica, 1995. P 457

    (35) HOBSBAWN, Eric. Op. cit. p.458

    (36) GARCIA CANCLINI, Nstor. Culturas hbri-das. Estrategias para entrar y salir de la modernidad. Mxico, Ed. Grijalbo, 1990. p. 368.

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