Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos...

35
Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia irlandesa de la UE (3 octubre 1996) Leyenda: Comparecencia del Ministro de Asuntos Exteriores para informar sobre el programa de trabajo de la Presidencia de la Unión Europea de Irlanda durante el primer semestre de 1997. Fuente: Diario de Sesiones de las Cortes Generales - Comisión Mixta para la Unión Europea. 03.10.1996, n° 14. Madrid. http://www.congreso.es/portal/page/portal/Congreso/Congreso/SDocum. p. 179-194. Copyright: (c) Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados - Comisión de Asuntos Exteriores URL: http://www.cvce.eu/obj/comparecencia_de_abel_matutes_sobre_la_presidencia_irlandesa_de_la_ue_3_octubre_1996-es- 29c581fa-8c68-42d0-8e76-4d444ce406e9.html Publication date: 13/02/2014 1 / 35 13/02/2014

Transcript of Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos...

Page 1: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia irlandesa de la UE (3 octubre

1996)

Leyenda: Comparecencia del Ministro de Asuntos Exteriores para informar sobre el programa de trabajo de la

Presidencia de la Unión Europea de Irlanda durante el primer semestre de 1997.

Fuente: Diario de Sesiones de las Cortes Generales - Comisión Mixta para la Unión Europea. 03.10.1996, n° 14.

Madrid. http://www.congreso.es/portal/page/portal/Congreso/Congreso/SDocum. p. 179-194.

Copyright: (c) Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados - Comisión de Asuntos Exteriores

URL:

http://www.cvce.eu/obj/comparecencia_de_abel_matutes_sobre_la_presidencia_irlandesa_de_la_ue_3_octubre_1996-es-

29c581fa-8c68-42d0-8e76-4d444ce406e9.html

Publication date: 13/02/2014

1 / 35 13/02/2014

Page 2: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

COMISIONES MIXTAS

Año 1996 VI Legislatura Núm. 14

PARA LA UNION EUROPEA

PRESIDENTE: DON PEDRO SOLBES MIRA

Sesión núm. 3

celebrada el jueves, 3 de octubre de 1996,en el Palacio del Senado

ORDEN DEL DIA:

— Elección de Vicepresidente Primero de la Mesa de la Comisión. (Número de expediente Congreso041/000029 y número de expediente Senado 571/000005) ..........................................................................

— Comparecencia del Ministro de Asuntos Exteriores Excmo. Sr. D. Abel Matutes Juan para que, deconformidad con lo previsto en el artículo 1 de la Ley 8/1994, informe sobre el programa de trabajode la Presidencia de la Unión Europea de Irlanda en el próximo semestre. (Número de expedienteCongreso 213/000041 y número de expediente Senado 711/000047) .........................................................

— Comparecencia de la Ministra de Justicia, Excma Sra. Dña. Margarita Mariscal de Gante y Mirón,para que, en base a lo previsto en el artículo 1 de la Ley 8/1994, informe sobre los acuerdos adoptadospor el Consejo de Justicia e Interior y, particularmente, sobre convenios de extradición. (Número deexpediente Congreso 213/000054 y número de expediente Senado 711/000048) ......................................

180

180

194

Páginax

2 / 35 13/02/2014

Page 3: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

Se abre la sesión a las dieciséis horas y cinco minu-tos.

El señor PRESIDENTE: Buenas tardes, señorías. Seabre la sesión.

— ELECCION DE VICEPRESIDENTE PRIMERODE LA MESA DE LA COMISION. (Número de ex-pediente Congreso 041/000029 y número de expe-diente Senado 571/000005.)

El señor PRESIDENTE: Antes de la comparecenciadel Ministro de Asuntos Exteriores, debemos proceder a laelección del Vicepresidente Primero de la Mesa de la Co-misión. El nombramiento se produce en sustitución del an-terior Vicepresidente, don Miguel Ramírez, que ha dejadola Cámara. Por tanto, en principio esta Vicepresidencia co-rrespondería al Grupo Popular, que propone como Vice-presidente a don José Ramón Pascual Monzó.

Existen dos posibilidades: bien efectuar la votación for-mal o, si existiera unanimidad y nadie tiene inconveniente,proceder al nombramiento por asentimiento. ¿Hay algúnproblema? (Pausa.) Si no es así, procederíamos al nom-bramiento por asentimiento, y con eso daríamos por ce-rrado el primer punto del orden del día. (El señor CostaCosta pide la palabra.) Tiene la palabra, señoría.

El señor COSTA COSTA: Gracias, señor Presidente.Simplemente, quiero señalar que no ponemos ningún

inconveniente, siempre que lo permita el Reglamento.

El señor PRESIDENTE: Hemos planteado especial-mente este problema al Letrado, quien me indica que no lohay.

Ruego, pues, al nuevo Vicepresidente que ocupe supuesto en la Mesa. (Pausa.)

Solicito a los portavoces que se acerquen a la Mesa,porque tenemos un segundo problema por resolver, cual esla representación en la COSAC para la próxima semana.Me gustaría que en los próximos minutos, hasta la llegadadel Ministro de Asuntos Exteriores, pudiéramos debatircómo vamos a funcionar de cara al futuro. (Pausa.)

— COMPARECENCIA DEL MINISTRO DE ASUN-TOS EXTERIORES PARA QUE, DE CONFOR-MIDAD CON LO PREVISTO EN EL ARTICULO1 DE LA LEY 8/1994, INFORME SOBRE ELPROGRAMA DE TRABAJO DE LA PRESIDEN-CIA DE LA UNION EUROPEA DE IRLANDA ENEL PROXIMO SEMESTRE. (Número de expe-diente Congreso 213/000041 y número de expe-diente Senado 711/000047.)

El señor PRESIDENTE: Proseguimos con el ordendel día. Comparecencia del Ministro de Asuntos Exterio-res, don Abel Matutes, para informar sobre el programa detrabajo de la Presidencia de la Unión Europea en el pró-

ximo semestre, a petición del Grupo Parlamentario Socia-lista.

Previamente quería comentarles que el señor Ministro,por razones surgidas posteriormente, desearía que no alar-gásemos la sesión más de lo necesario. Tenemos el tiemposuficiente para desarrollar un buen debate, pero sí pediríaque nos ciñéramos a los temas objeto de la comparecencia.

Tiene la palabra el señor Costa.

El señor COSTA COSTA: Muchas gracias, señor Pre-sidente.

Intervengo simplemente para motivar la solicitud deesta comparecencia, que en su momento se pidió para quese explicaran los objetivos de la Presidencia irlandesa de laUnión Europea, solicitud que ha estado cierto tiempo en elcajón de esta Comisión.

Por tanto, yo pediría que el motivo no sea ahora cono-cer el programa de la Presidencia —que ya lo sabemos máso menos—, sino que se nos expliquen algunas de las cues-tiones objeto de la Presidencia y que están siendo tratadasen diferentes Consejos europeos, formales o informales,como el del próximo fin de semana. Esperamos que el Mi-nistro de Asuntos Exteriores nos pueda dar la informacióndeseable para el buen trabajo de esta Comisión.

Para ser breve voy a intentar ceñirme a los temas que miGrupo considera más relevantes para la información deesta Comisión en este momento concreto y sin menospre-ciar otros aspectos que tendremos ocasión de analizar encomparecencias posteriores.

En cuanto a la Presidencia irlandesa, nos interesaría co-nocer concretamente cuál es la situación de los trabajos dela Conferencia Intergubernamental, que es uno de los te-mas más relevantes de esa Presidencia. Además, nos gus-taría que se nos informara sobre cómo van los aspectos ins-titucionales, cómo va el debatido tema de la flexibilidad,propuesto por Francia y Alemania y, dentro el aspecto ins-titucional, cómo se va desarrollando el concepto de subsi-diariedad y si se desarrolla en los términos que España haplanteado históricamente.

Nos interesan esos tres temas, porque el resto los po-dremos conocer. Pero, por parte de nuestro Grupo, existeuna preocupación importante respecto a cómo quede todoel abanico institucional, que hará posible la futura amplia-ción de la Unión Europea y su eficacia. Nos interesa cono-cer el concepto de flexibilidad que se está manejando porparte de Francia y Alemania, si España participa en esasreuniones, y cómo ve el Ministro de Asuntos Exteriores deEspaña ese concepto, porque a nosotros nunca nos ha pa-recido excesivamente claro.

No entendemos si el concepto de flexibilidad afecta alos bloques normativos, cómo se van a adoptar las decisio-nes, cómo van a afectar en el resto de las decisiones queadopten aquellos que quieran avanzar más en la UniónEuropea, si el concepto de flexibilidad se instrumenta me-diante convenios internacionales bilaterales con los paíseso si de lo que estamos hablando es de un concepto de fle-xibilidad que pasa por períodos transitorios, pero mante-niendo el acervo común de la Unión Europea. Este es unasunto muy relevante para nuestro país, especialmente por

– 180 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996.–NÚM.14

3 / 35 13/02/2014

Page 4: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

nuestra propia dimensión y, por lo tanto, creemos que delos elementos que se están manejando es uno de los máspreocupantes para nosotros.

En el aspecto institucional nos preocupa el resultadoque puedan tener las diferentes reformas, pero particular-mente la aplicación que hemos visto por parte de algunospaíses importantes del concepto de subsidiariedad. Hemosdefendido un concepto de subsidiariedad que cumplía conlos intereses de España. Estamos viendo otros conceptosque pueden desvirtuar profundamente algunas de las polí-ticas de la Unión Europea y que pueden significar un pasoregresivo en la construcción europea y también nos gusta-ría conocer cuál es la posición de España al respecto.

Otros dos elementos más son relevantes —no queremosprofundizar en este momento, ya que lo trataremos en elfuturo—, y es cómo se piensa introducir el tema del em-pleo, sobre el que sin duda hay opiniones muy diversas, ycómo van las negociaciones para algo que nos parece con-sustancial a la Unión Europea, y particularmente impor-tante para el conjunto de los ciudadanos, como es la cons-trucción de la Europa de los ciudadanos, vinculada a un es-pacio territorial y, por lo tanto, a un espacio fronterizo quese debe ir desarrollando sobre el tercer pilar de la UniónEuropea. Por consiguiente, convenios de extradición, fron-teras comunes, lucha contra los estupefacientes, lucha con-tra el terrorismo, etcétera.

El segundo elemento que nos parece relevante, y las du-das que nos gustaría disipar son más de orden interno queexterno, es el de la Unión Monetaria. Efectivamente, en elConsejo de Dublín está previsto que se apruebe el marconormativo y organizativo del Banco Central Europeo y delsistema europeo de bancos centrales. Sabemos que esto estáfuncionando correctamente. Son elementos muy importan-tes para el funcionamiento de la Unión Monetaria, pero ele-mentos de unos grandes tecnicismos y sabiendo que se estánresolviendo correctamente, nos preocupan menos.

Sin embargo, sí nos preocupa la posición interna ante laUnión Monetaria Europea, y particularmente nos preocupaque España pueda mantener el concepto del pacto de esta-bilidad propuesto por Weigel, aceptado ya, aparentemente,por nuestro país, y nos preocupa porque del avance que co-nocemos de los Presupuestos Generales del Estado, duda-mos de su sostenibilidad, dudamos que las cifras del Es-tado puedan ser sostenibles en el tiempo y, por lo tanto, nologren no sólo cumplir los objetivos diseñados en el Tra-tado de la Unión Europea, sino mantenerlos en el tiempouna vez pasado el examen de Maastricht, el examen de losgrandes datos de las cinco magnitudes macroeconómicasprevistas en el Tratado de la Unión.

También nos preocupan otros aspectos que han pasadoen este tiempo, y es cómo avanzan las negociaciones parala ampliación, cómo se está desarrollando el diálogo es-tructurado con los países del Este, cómo funciona o si hayalgún elemento relevante en el proceso de integración deesos países hacia el mercado interior, que también estávinculado al desarrollo y a los acuerdos que se adopten enla conferencia intergubernamental y, en consecuencia,tiene una faceta importante en el calendario de esa confe-rencia y en el futuro de otros elementos, como puede ser la

negociación de las perspectivas financieras, ya que las ac-tuales se agotan en 1999 y, por lo tanto, habrá que abrir unanueva negociación, en la que España tiene grandes cosasque defender, ya que tiene grandes posibilidades de resul-tar perjudicada si no se llega a una negociación correcta, sino se llega en unas condiciones correctas a esa negocia-ción. Ahí estaríamos entre los países que tienen como inte-rés principal no ampliar los presupuestos de la UniónEuropea, es decir, que la ampliación no suponga ningúnnuevo coste para las políticas de la Unión Europea. Ade-más, está la otra posición, en la que España debería estar,que es la de que para ampliar la Unión se requieren am-pliaciones presupuestarias, una mayor dotación presupues-taria.

Respecto a la Política Exterior y de Seguridad Común,nos gustaría conocer en mayor profundidad todos los as-pectos relacionados con la ex Yugoslavia, particularmenteel último proceso electoral; qué opina el Ministro de Asun-tos Exteriores de los resultados de este proceso; cómo ve elfuturo funcionamiento de esa Presidencia compartida; sipodemos dar la estabilidad y la paz en esta zona como unhecho real de cara al futuro.

Más allá de lo que hemos visto en los medios de comu-nicación, y felicitándonos por la posición que ha mante-nido la Unión Europea respecto a Oriente Medio, nos gus-taría saber por qué no ha sido posible que la Unión Euro-pea estuviera en la entrevista que se ha mantenido en laCasa Blanca con los principales líderes palestino e israelíy, en cualquier caso, querríamos saber si hay más informa-ción respecto al resultado: si es un resultado de imagen, demaquillaje o si de esas conversaciones además de la paci-ficación que de momento ha supuesto, yo diría el bálsamoque para la opinión pública han supuesto, hay un resultadoque se pueda prever como más duradero.

Nos gustaría conocer por qué España ha ido a remolqueen lo relativo a Cuba respecto de las políticas de la UniónEuropea. Históricamente, España ha liderado la política la-tinoamericana en la Unión Europea y también la políticacubana. En este caso hemos visto cómo otros países hanestado en posiciones mucho más avanzadas que el nuestro,mientras nosotros nos quedábamos a remolque de posicio-nes que adoptaba la Unión Europea, antes más progresivasque las de nuestro país. Y nos gustaría conocer cómo seestá desarrollando la política aprobada para el Mediterrá-neo, si se está avanzando en las negociaciones entre paísesy, en cualquier caso, cuál es el marco concreto de esa polí-tica.

En Justicia e Interior, nos gustaría conocer cómo valora,aunque después tenemos una comparecencia para profun-dizar más en esta materia, el Ministro de Asuntos Exterio-res el acuerdo sobre extradición firmado por todos los paí-ses de la Unión.

En cuanto a la Política Agrícola Común, nos gustaríatambién saber cómo valora el cierre de la organización co-mún de mercado de frutas y hortalizas; si hay solucionespara el problema de la avellana, que sigue estando presenteen las políticas de la Unión Europa; qué opinión le mere-cen las sanciones a nuestro país por exceso de la cuota le-chera y si cree —yo pienso que no, sin duda— que tiene al-

– 181 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996–NÚM. 14

4 / 35 13/02/2014

Page 5: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

guna influencia respecto a los problemas que tenemos encuanto al aceite de oliva las declaraciones del Presidentede Gobierno relativas a conversaciones privadas con elPresidente de la República italiana. Estoy convencido deque no tiene ninguna, pero me encantaría oír del Ministrode Asuntos Exteriores que es así, que no hay ninguna re-percusión.

Le agradeceríamos su información sobre éstos y sobrecualquier otro asunto que crea relevante para el trabajo dela Comisión.

Gracias.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Costa.Tiene la palabra el señor Martínez Casañ.

El señor MARTINEZ CASAÑ: Muchas gracias, señorPresidente.

Simplemente quiero decir que quizá a otros grupos po-líticos aquí representados les interese escuchar lo que elseñor Ministro nos tiene que contar sobre el programa detrabajo de la Presidencia irlandesa de la Unión Europea,que es el objeto de esta comparecencia. Le agradecería-mos, en concreto mi Grupo, que nos hiciese una exposi-ción y si después el Ministro tiene a bien contestar las pre-guntas al señor Costa o cualquier otra, que lo haga.

Muchas gracias, señor Presidente.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.El señor Ministro tiene la palabra.

El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES(Matutes Juan): Muchas gracias, señor Presidente, en pri-mer lugar, por su invitación. En segundo lugar, gracias porel ruego que ha hecho trasladando uno mío a la Comisiónen el sentido de intentar no alargarnos mucho por cuanto,precisamente, esta tarde era el único momento disponibledel Presidente del Gobierno y mío mismo —puesto que elmes pasado me parece que he dormido sólo dos noches enEspaña— para preparar a fondo la próxima cumbre de pa-sado mañana, y por esa razón yo había pedido, si era posi-ble, que no nos alargáramos demasiado.

En tercer lugar, simplemente quisiera hacer una obser-vación. El motivo de la comparecencia, tal como yo la herecibido, era informar sobre el programa de trabajo de laPresidencia irlandesa de la Unión Europea sobre el trimes-tre en curso. Sin embargo, muchas preguntas se refieren alas declaraciones del señor Jefe del Gobierno italiano, queno Presidente de la República, y otras a Cuba y a otrascuestiones de Oriente Medio, ex Yugoslavia y demás—que me parecen muy bien y que hasta cierto punto al-guna de ellas puede tener relación, aunque no directa, conel programa de la Presidencia irlandesa—, lo que, natural-mente, nos pone ante la tesitura de atenernos o no al pro-grama original.

Para el programa original, yo les traía una intervenciónbien completa en la que profundizaba en los cinco objeti-vos declarados de la Presidencia irlandesa: primero, acer-car la Unión a los ciudadanos; segundo, concluir la Confe-rencia Intergubernamental para los próximos años, porque

no se va a concluir en la Presidencia, y por tanto dar ungran avance; tercero, hacer realidad la Unión Europea yMonetaria, dentro de los próximos años, pero en todo casoeran los temas a los que se había referido la Presidencia ensu programa; cuarto, ir preparando la ampliación de la Co-munidad a los países de Europa del Este y central y a Mal-ta y Chipre, y quinto, asegurar a Europa un lugar en elmundo. Pero, ciertamente, siendo ése un tema que, comoel propio señor Costa ha dicho, ya es bastante conocidoporque ya llevamos tres meses de Presidencia irlandesa, silos portavoces de los demás grupos no tienen inconve-niente, lo que voy a hacer, que puede ser quizá más intere-sante y más ilustrativo, es ir respondiendo a todas y cadauna de las cuestiones que ha formulado el portavoz socia-lista, y yo espero que quizá ello nos dé tiempo para pro-fundizar en aquellas otras cuestiones o puntos que los por-tavoces crean oportunos, relacionados con la Presidenciairlandesa o con cualquier otro aspecto, puesto que yo siem-pre que voy a una comparecencia voy en una actitudabierta y entendiendo que debemos hacer todo menos bu-rocratizar las comparecencias de los ministros. De formaque, si no hay inconveniente, iré contestando las distintascuestiones que se me han formulado por el señor Costa,procurando no dejar ninguna en el tintero.

En cuanto a los objetivos, que forman parte de la pri-mera cuestión que ha planteado el portavoz, los acabo deenunciar. En cuanto a los resultados que se esperan de esteConsejo informal, que, como sus señorías saben, es un tipode Consejo que se inició bajo Presidencia española —y eseDublín I ya se ha bautizado también como Formentor II—no se espera otra cosa, como en el primero, que el que hayaun debate totalmente informal de los Jefes de Estado y deGobierno, por una parte, y de los Ministros de Asuntos Ex-teriores, por otra, en sendas comida y cena, por separado,junto con una reunión conjunta que tendrá lugar despuésde la comida del próximo sábado. Incluso se ha avanzadoque, como en la anterior reunión de Formentor, no habrácomunicado, cuestión que, finalmente, se llevará a términoo no —pienso yo, pero no es más que una reflexión perso-nal— en función de que se produjera o no cualquier acon-tecimiento en la escena internacional que mereciera, queexigiera incluso, un pronunciamiento de la Unión Euro-pea, puesto que estarían en aquel momento reunidos susmáximos mandatarios. Pero incluso este aspecto, como nosea muy exigible, la idea es que no se produzca, precisa-mente porque, en ausencia de comunicado —y como ocu-rrió en Formentor—, no pueda interpretarse que es que noha habido acuerdos.

En esas conversaciones se van a tocar fundamental-mente los aspectos referidos a la Conferencia Interguber-namental, pero no únicamente porque cada Jefe de Estadoy de Gobierno tendrá libertad para hablar de los temas queen aquel momento crea que merecen más la atención desus colegas y del Consejo Europeo.

En cuanto a los aspectos institucionales y la Conferen-cia Intergubernamental, yo quiero decir, en primer lugar,que, efectivamente, son de sobra conocidos los distintosaspectos institucionales y de otro carácter que se están dis-cutiendo en el seno de la Conferencia Intergubernamental.

– 182 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996.–NÚM.14

5 / 35 13/02/2014

Page 6: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

Yo tuve ocasión de explicarles en julio que desde la aper-tura de la Conferencia lo único que se había producidoeran justamente las declaraciones de cada uno de los go-biernos respecto de lo que entendían que eran sus priorida-des, y no se había entrado en la fase de debate y de nego-ciación. Son estas Conferencias muy complejas, en las quelo importante es que al final se logre un acuerdo y que to-dos entendamos obtener nuestros mejores resultados enfunción de la parte alícuota que nos corresponde de unavance sustancial y equilibrado de la construcción euro-pea. Acabamos de iniciar la fase de debate, que ha empe-zado en el mes de septiembre, puesto que el mes de agosto,como ustedes saben, no fue útil a estos efectos, y ahí unaserie de posiciones claras del Gobierno español, tema im-portante que nos distingue de otros, en el que yo creo quevamos a tener el apoyo de Portugal, que se encuentra conuna situación parecida, y de Francia. A este respecto, nohemos dejado de hablar del tema en cuantas ocasiones hahabido para ello; ayer mismo y anteayer he estado ha-blando con mi colega Hervé de Charette y con el propioPresidente de la República, señor Chirac, con motivo de lavisita oficial del Príncipe Felipe, que nos dio lugar a tratarde esos temas.

Hay una serie de cuestiones institucionales en las quetambién las posiciones del Gobierno español son conoci-das, como la importancia del número de votos de cada paísen función de que el peso relativo del mismo en el Consejose verá disminuido con la previsible ampliación a otrospaíses, y por tanto éste es un tema que tendrá que ser revi-sado, sobre todo teniendo en cuenta la importancia demo-gráfica de los distintos países, del mayor número de Comi-sarios, que no puede seguir aumentando al mismo ritmoque el de los países, por lo que habrá, por razones de ope-ratividad y de eficacia, que reducir el número de Comisa-rios. España está a favor de este punto y, al mismo tiempo,exige, como país importante que es, que al menos le quedeun Comisario, puesto que, si no, todos los países van a te-ner su propio Comisario y, desde luego, los que tienen dosvan a perder uno. España, como país que gozaba en su Es-tatuto de dos Comisarios, pretende al menos mantener uno,y para el resto habrá que establecer fórmulas que permitana varios países compartir un Comisario.

En cuanto al tema de la subsidiaridad, España estácomo ha estado desde el primer momento. Nosotros, natu-ralmente, estamos a favor de que el principio de subsidia-ridad se aplique, en el buen sentido de la palabra, es decir,que no se haga a escala comunitaria lo que bien, o mejor,puede hacerse a escala nacional, a escala incluso regionalo municipal, y, si es posible, haya un aligeramiento de lasfunciones de la Unión Europea para que se ocupe de lasverdaderamente importantes, pero todo ello, al propiotiempo, sin que entremos a renacionalizar políticas y sinque vaya en perjuicio de los poderes de las actuales insti-tuciones.

El papel de los Parlamentos nacionales nos parece co-rrecto que se aumente, sin olvidar que, al propio tiempo,los Gobiernos que están en el Consejo son, a su vez, Go-biernos democráticos que tienen que dar cuenta en los Par-lamentos nacionales de las decisiones que voten y que

adopten y, por lo tanto, todo ello sin perjuicio del necesa-rio papel que corresponde al Parlamento Europeo.

Y en cuanto a la cuestión central de la flexibilidad o co-operación reforzada, como habitualmente se denomina,aquí nos encontramos ante un gran tema para el futuro deesta Conferencia Intergubernamental. Si la Europa aQuince ya no funciona con la misma eficacia y rapidez ensu toma de decisiones y en la ejecución de las mismascomo funcionaba cuando era a Doce o incluso cuando eraa menos, si hoy un simple «tour de table», una ronda de in-tervenciones puntual en el Consejo de Ministros se llevatoda una mañana o toda una tarde, esa Europa que estamosproyectando de 20 ó 25 Estados miembros necesita cierta-mente de fórmulas que en un momento de falta de rumbo,en un momento de confusión o de bloqueo permitan aaquellos países que quieran y estén en condiciones de ha-cerlo acometer tareas más ambiciosas. Ese ha sido el casoen el pasado del Grupo de Schengen; ése está siendo elcaso en el presente de la Unión Económica y Monetariadonde en un determinado momento un número de paísesdecide ir más allá de lo que establece el Tratado. Y España,como siempre, no está en contra de ese principio. No sepuede pretender imponer la regla a todos los demás de quemarque el ritmo el que más atrasado va, aquello del cojoque decía «no corráis, que es peor». Por ello mismo, no po-nemos obstáculos a ese principio siempre y cuando procu-remos definir lo mejor posible las reglas de juego que vana regular esas cooperaciones reforzadas, a los efectos —yeso sí tiene que quedar muy claro— de que en ningún mo-mento pueda quedar afectado el acervo comunitario al queya se ha referido el señor portavoz.

Otro principio muy claro, en relación con los fondos yla subsidiariedad, es que no se desvirtúen políticas comu-nitarias que están funcionando, que no se adopten obliga-ciones respecto de nuevas políticas sin que, al propiotiempo, se arbitren los fondos necesarios para desarrollar-las. Y, en cuanto al tema del empleo, España considera quedebe figurar en el Tratado no en tanto que nuevo criterioque tenga que ver con la Unión Económica y Monetariaque, ciertamente, situaría a España en una posición muydifícil, sino en cuanto instrumento de coordinación de laspolíticas entre Estados miembros y como reflejo de la pre-ocupación que tiene la propia Unión respecto de la situa-ción del empleo de la misma.

En relación con la Unión Económica y Monetaria, po-dría decirle que en esos momentos no hay novedades nirespecto del calendario ni respecto de los criterios de Con-vergencia que en su momento se establecieron. España,por lo tanto, tal como dijo en su día el Presidente Aznar,está acometiendo un esfuerzo grande de ajuste, de rectifi-cación de lo que eran nuestros desequilibrios macroeconó-micos, en algunos casos crecientes, para intentar cumpliresos criterios en tiempo y forma.

Respecto del pacto para la estabilidad —no es conceptopara la estabilidad, sino pacto para la estabilidad— enten-demos que es una buena idea, fundamental para queEuropa pueda seguir creciendo y creando empleo en con-diciones de estabilidad y de permanencia, y para que lospaíses de la Unión intenten controlar sus desequilibrios,

– 183 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996–NÚM. 14

6 / 35 13/02/2014

Page 7: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

estén o no estén en el seno de la Unión Monetaria. Natu-ralmente, a lo que se opone España es a que ese criterio,que debemos entender que debe aplicarse en el medio ylargo plazo, lleve a cabo aparejadas sanciones puesto queestos desequilibrios ya los sanciona por sí mismo el mer-cado y la propia realidad.

Por lo tanto, contemplando con simpatía la necesidadde un progresivo rigor en la conducción de las políticaseconómicas, repito, no deben ser motivo para que ponganen peligro ni la solidaridad ni la cohesión en el seno de laUnión. Y es muy cierto, como muy bien decía el portavozdel Grupo Socialista, que tan importante y quizá más difí-cil que llegar a cumplir y alcanzar los criterios de Conver-gencia será mantenerlos en el tiempo, porque ésa es justa-mente la gran prueba a la que se van a someter los paísesque se integren en la Unión Monetaria. La razón es senci-lla: si uno de los países integrantes de la Unión, en un mo-mento determinado tiene una inflación mayor —ejemplomás claro— es evidente que sus costes de producción y sucompetitividad se verán seriamente afectadas respecto delos demás países que forman parte de ese núcleo, porquelos productos que fabrique ese país resultarán más caros enun mercado en el que no hay más que una sola moneda y,por lo mismo, no podrá recurrir ni a la devaluación com-petitiva ni a esa depreciación que se hace de una monedaen los mercados cuando los datos macroeconómicos de unpaís no son buenos, lo que quiere decir que en el caso deque un país no se mantenga dentro de la disciplina que es-tablece esos criterios el ajuste se va a producir por la pér-dida de empleo y por la destrucción del tejido productivodel país en cuestión. Esto quiere decir que ello va a exigirun esfuerzo especial del Gobierno español, tanto del actualcomo de los Gobiernos de otros colores que ha habido yque va a haber en el futuro y que quizá no han tenido tantasuerte en el cumplimiento de esos equilibrios de un modoriguroso.

En cuanto a la negociación para la ampliación, comosus señorías saben, en estos momentos no se ha producidotal negociación. Hay un diálogo estructurado. Está pre-visto que en la Cumbre Dublín II se produzca una reunióncon países en expectativa de ampliarse pero, ciertamente,está acordado que tal negociación no empezará hasta tantola Conferencia Intergubernamental haya terminado sus tra-bajos y haya preparado la reforma necesaria en el seno dela Unión para acoger a estos países; países con los cualestodos quisiéramos que la negociación fuera corta aunquetambién todos somos conscientes de que aunque lo logre-mos después se requerirán, seguramente, largos períodostransitorios en el seno de la Unión.

Un tema en el que España tendrá especial cuidado es elque se refiere a las perspectivas financieras por cuantociertamente la introducción, la ampliación a esos nuevospaíses con unas rentas per cápita muy inferiores a las deEspaña, a las de la media de la Unión, van a bajar sensi-blemente la renta media de la Unión Europea, con lo cual,si no atamos muy bien todos los cabos, podría efectiva-mente ocurrir que las ayudas de cohesión que España estárecibiendo justamente en función de su menor riqueza porhabitante, como ya estará en torno a la media o incluso su-

perior, según el número de adherentes que se haya produ-cido, podría no tener derecho. Ese es un tema, natural-mente, al que se va a prestar, se está prestando ya la má-xima atención.

En cuanto a la Política Exterior de Seguridad Común esevidente que va a requerir mucho tiempo para su plena im-plantación. Está claro que la política exterior de un país esla muestra más clara de la soberanía del mismo y no es fá-cil que renuncie a su ejercicio, y algunos países dentro dela Unión hacen una especial consideración de esta sobera-nía, por lo que va a ser un período en el que tiene que ha-ber una cierta cooperación intergubernamental durante uncierto tiempo en el que lo fundamental es conseguir trazarla unanimidad en lo que son las grandes orientaciones ge-nerales de la política exterior y luego ir introduciendo elvoto mayoritario progresivamente, no tanto en la defini-ción de esos grandes ejes, cuanto en la aplicación concretay práctica a los casos específicos de esas líneas generalesde acción que tendrán que haber sido acordadas por unani-midad.

Los resultados del proceso de la ex Yugoslavia, contoda la dificultad que ello comporta, yo diría que son razo-nablemente esperanzadores —hace menos de un año toda-vía se estaban matando por doquier—; ha habido un pe-ríodo en el que se ha conseguido, por lo menos, pacificar elpaís en el sentido de detener la violencia y se han podidocelebrar las elecciones en un clima de calma. La auténticapaz no está en vigor. La auténtica paz no es aquella quetiene que ser impuesta por presencia militar en la zona,sino aquella que nace del funcionamiento de las institucio-nes, de unos mínimos niveles de solidaridad y de cohesiónsocial, y no estamos ahí. De modo que nuestra previsión,la de España, es la de que ese proceso necesita de un acom-pañamiento, incluso cuando finalice el actual mandato deIFOR que puede prolongarse quizá por un año o por dos,ya con una menor presencia de fuerzas en el campo —delorden de un tercio podría ser una cifra correcta, se decidiráen su momento—, y mientras tanto nos estamos esfor-zando en insuflar contenido a las instituciones que se hancreado en estas elecciones y en ir creando ese clima deconfianza tan imprescindible para que se organice unaauténtica convivencia en esa zona.

En relación con Oriente Medio, ¿por qué no ha sido in-vitada la Unión Europea? Lo raro aquí es que ni siquieraha sido invitada Rusia que era un tradicional actor de esteescenario. La Unión Europea en el proceso árabe-israelípropiamente dicho no ha sido nunca un actor importante.Ese era un escenario más de la guerra fría. Los dos grandesactores, además de las propias partes directamente impli-cadas, eran la ex Unión Soviética y los Estados Unidos. Locierto es que en estos momentos por distintas razones, a lasque no me voy a referir, el proceso está ciertamente, si noestancado, ralentizado. No se están cumpliendo acuerdosya alcanzados en Oslo y en Washington. Están inclusosiendo cuestionados los principios del Acuerdo de Madridque sirvieron para inspirar esa negociación y es, a mi jui-cio, una gran equivocación —y así lo he dicho pública-mente en varias ocasiones y en el propio Consejo— que aEuropa no se le dé un mayor protagonismo, primero, por-

– 184 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996.–NÚM.14

7 / 35 13/02/2014

Page 8: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

que tiene una mayor sensibilidad, yo diría, a la hora de en-tablar negociaciones —no está tan influido quizá por unade las partes— y, en segundo lugar, porque es el actor eco-nómico principal en la zona. La Unión Europea es la queprovee aproximadamente el 50 por ciento de la ayuda quereciben los territorios ocupados; la Unión Europea es elprincipal socio comercial de Israel: más del 50 por cientodel comercio exterior de Israel se realiza con la UniónEuropea, aproximadamente el 15 por ciento lo realiza conlos Estados Unidos; Europa, además, tiene acuerdos de co-mercio preferenciales con Israel, un tratado de libre co-mercio ya en vigor y en estos momentos está en proceso deratificación el Tratado Euromediterráneo. Lo exigible, lológico es que Europa estuviera presente como un interlo-cutor esencial e importante.

Creo que el comunicado realizado por el Consejo de laUnión Europea anteayer en Luxemburgo refleja clara-mente cuál es la posición de Europa y, ciertamente, los tí-tulos que tiene para estar allí. La propia presencia del señorArafat en la reunión celebrada con los representantes de laUnión en Luxemburgo constituye otro ejemplo de la vo-luntad palestina, y yo diría de la generalidad de los paísesárabes, para que esté ahí. Esa invitación era una invitacióndel Presidente Clinton y cada cual invita a quien quiere. Yaconocemos que el resultado, hoy por hoy, no es todo lo sa-tisfactorio que desearíamos. Tampoco es un fracaso en lamedida que se ha decidido continuar negociando, perociertamente lo exigible es, como decía, que si ambas parteshan dicho que el proceso de paz se iba a mantener, lo exi-gible, repito, es que haya acciones concretas y tangiblesque demuestren que ese proceso de paz se quiere llevaradelante, y ello exigiría que no se hagan nuevos asenta-mientos en territorios palestinos porque crean una situa-ción difícilmente reversible después de que no se acome-tieran acciones unilaterales que denoten explícitamenteuna voluntad de mantener indefinidamente la ocupaciónde Jerusalén Este, que salieran las tropas del valle de He-brón, tal como está acordado y, además, que no se mantu-vieran cerrados y cercados militarmente los territorios pa-lestinos. Por lo tanto, y siendo ese un proceso delicado enel que hay que exigir un esfuerzo a las dos partes, la opi-nión del Gobierno español es que la pelota está fundamen-talmente en el campo israelí. En todo caso, como ven susseñorías, la Unión Europea no ha permanecido ausente deeste proceso reclamando más protagonismo del que laspropias circunstancias y algunos actores le querían conce-der.

Y en relación con Cuba me permitirá que le diga, seño-ría, que su información, desde luego, no es buena. Yo le di-ría que, como sé de su buena fe y de su amor a la verdad,ha estado muy mal informado porque da la casualidad deque España nunca ha ido a remolque de la Unión Europea;al contrario, la ha liderado. A instancia de España, el Con-sejo Europeo de Florencia en su comunicado se refirió aCuba y a la necesidad de que continuaran progresivamenteaceleradas las tímidas reformas para conseguir una demo-cracia, unas elecciones libres y un mayor respeto a los de-rechos humanos. La Unión Europea fue la que constató, ainstancias de la Comisión, que en aquel momento no se da-

ban las condiciones para ese acuerdo de cooperación quecomporta la cláusula democrática necesariamente, a peti-ción del propio Vicepresidente de la Comisión, señor Ma-rín. Quiero recordar a su señoría que fue España, como Es-tado miembro, el que desde el primer momento encabezóuna firme oposición a la Ley Helms-Burton, declarando suinadmisibilidad por contravenir principios tan importantescomo la no unilateralidad y la no extraterritorialidad de lasleyes. Quiero recordarle que la postura adoptada por elConsejo de Ministros de la Unión Europea, reunido el pa-sado 15 de julio, cuando decidió las acciones antiboicot detodos conocidas y la postura firme de la Unión Europea,fue liderada por España y por el Ministro que les habla, ycreo que fue un factor fundamental para que, a los pocosdías, me llamara el Secretario de Estado, Warren Christo-fer, para anunciarme que el Presidente Clinton había acor-dado posponer otros seis meses la aplicación del capítuloIII. Yo mismo, a instancias y por delegación, ya que así melo pidieron mis colegas de la Unión Europea la pasada se-mana en Nueva York, en la reunión que tradicionalmentemantenemos los quince con el Grupo de Río, me ocupé dela cuestión de Cuba y de la Ley Helms-Burton. Entendie-ron que, debido a mis conocimientos y a una cierta autori-dad moral que se nos otorga en ese campo, yo era el másindicado para ostentar la representación y para presentarlas posiciones de la Unión Europea.

Tampoco es que la política mediterránea tenga muchoque ver con el programa de la Presidencia irlandesa, peroseguimos trabajando. Hay varios grupos de trabajo secto-riales que están preparando la próxima cumbre, que desea-mos que se efectúe el próximo año, tal y como está pre-visto, en un país del Mediterráneo sur. El candidato pro-puesto por España es Marruecos. En estos momentos estáclaro que esa reunión, derivada de la negativa de variospaíses árabes a sentarse en la misma mesa que Israel, se en-frenta a algunas dificultades, pero seguimos trabajandopara que, en cualquier caso, no sea la política mediterráneala que resulte perjudicada por ese conflicto que se producemuy a pesar nuestro.

Los asuntos de Justicia e Interior siguen progresandodespués de la creación de Europol. Se ha firmado ya elconvenio de extradiciones. Su señoría pregunta cuál es miopinión. Mi opinión es bien conocida: es un gran éxito deEspaña, que llevaba ocho años detrás del convenio que porfin se ha conseguido.

Respecto de las distintas organizaciones comunes demercado a las que usted se refiere, debo decirle que tam-poco tienen nada que ver con las prioridades establecidaspor la Presidencia holandesa. Me voy a referir brevementea ellas.

En frutas y hortalizas, no puedo decir que sea el regla-mento ideal. Sí mejora la situación anterior. En cuanto a ladel aceite, deseo manifestar que estamos trabajando paramentalizar a otros socios mediterráneos que no lo estabansuficientemente, con el fin de que aporten mayor energíaen la negociación de este convenio.

¿Qué me parecen las sanciones por haber excedido Es-paña la cuota lechera? ¡Pues qué me va a parecer! El señorPresidente de esta Comisión conoce muy bien el problema

– 185 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996–NÚM. 14

8 / 35 13/02/2014

Page 9: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

porque también le tocó hacer frente a una sanción muchí-simo más importante. Ahí nos batimos todos para redu-cirla, pero nos encontramos ante una comunidad donde,ciertamente, se aplica el derecho. Y eso es lo único quetengo que decirle: que ese exceso en la cuota se había pro-ducido antes, concretamente el año pasado, y por eso nospenalizan. La razón última de eso, en efecto, fue que no seconsiguió una cuota suficiente. ¿Que era o no posible me-jorarla? Pues no lo sé, sinceramente. ¿Que nos vamos a es-forzar por conseguirlo? Ciertamente que sí, pero no es fá-cil modificar el «statu quo» consolidado en esta zona.

En cuanto a las declaraciones del Presidente de la Re-pública italiana, que repito que no fueron de él sino de suJefe de Gobierno, es un malentendido que ha sido aclaradopor completo después de la conversación que tuvieron am-bos jefes de gobierno. Yo mismo tuve ocasión, también enel Consejo de Ministros del pasado martes, de hablar lar-gamente de la cuestión con mi colega italiano, el señorDini, y ambos acordamos que el asunto no merecía mayo-res comentarios. Había quedado suficientemente aclaradoel malentendido, y lo que en verdad era importante era queambos países estábamos firmemente decididos y compro-metidos a llegar a tiempo a la cita de la Unión Monetaria,y yo así lo creo.

Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.¿Grupos que desean intervenir?Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el

Senador Martínez Casañ.

El señor MARTINEZ CASAÑ: Gracias, señor Presi-dente.

Señor Ministro, el Grupo Parlamentario Popular leagradece su presencia en esta Comisión Mixta para laUnión Europea, así como la información que nos ha facili-tado.

El Grupo Parlamentario Popular se felicita al compro-bar, por el tenor de sus palabras, que el primero de los ob-jetivos de la Presidencia irlandesa sea el de acercar laUnión Europea a los ciudadanos, y que para ello se abordeseriamente la búsqueda de soluciones a los problemas queafectan la vida cotidiana. Y nos alegramos doblementeporque estos problemas coinciden por completo con aque-llos que el Gobierno español considera prioritarios, a sa-ber: la seguridad ciudadana, la seguridad en el empleo, laseguridad dentro de nuestras fronteras —y el Ministro sabedel éxito de la delegación española en la cuestión de la lu-cha contra el terrorismo y el Tratado de Extradición fir-mado en Dublín, que usted acaba de mencionar— y la es-tabilidad económica y monetaria. Siendo así que el esta-blecimiento de un espacio único de libertad, de seguridady de justicia, se configura como uno de los objetivos fun-damentales de la Presidencia irlandesa, ¿podría el señorMinistro profundizar un poco en esto y explicarnos si se hapresentado alguna propuesta concreta en la Conferenciasobre Asuntos de Justicia e Interior?

En cuanto al tercero de los objetivos de la Presidenciairlandesa que usted ha mencionado —hacer realidad la

Unión Económica y Monetaria—, nos satisface comprobarigualmente que coincide plenamente con el nuestro.

Señor Ministro, los criterios de convergencia no sonmás que principios elementales de buena administración,que cualquier Estado debería cumplir aunque no existiesela Unión Económica y Monetaria. Ojalá hubiésemos lle-vado a la práctica estos criterios mucho antes.

En su anterior comparecencia ante esta Comisión Mixtapara la Unión Europea, señor Ministro, se le expresabadesde el Grupo Parlamentario Popular nuestra preocupa-ción por el bloqueo de los Fondos MEDA, indispensablesparta la ejecución de los acuerdos adoptados en la Confe-rencia Euromediterránea de Barcelona, bloqueo que eradebido en aquel momento al contencioso entre Grecia yTurquía. En aquella ocasión, usted se comprometió, ennombre del Gobierno, a usar de sus buenos oficios para so-lucionarlo. Hoy vemos con satisfacción que la aprobacióndel Reglamento MEDA, el pasado mes de julio, va a per-mitir el desarrollo de la cooperación financiera con los paí-ses asociados del Mediterráneo.

Señor Ministro, ¿se va a ver esto afectado de algunamanera por las vicisitudes por las que atraviesa el procesode paz en Oriente Medio?

Sabemos que el Consejo ha fijado ya el mandato nego-ciador para el nuevo acuerdo con Cisjordania y Gaza.¿Cuál va a ser el calendario? ¿Se va a ver afectado por losproblemas actuales?

En cuanto a los asuntos de carácter sectorial que tienenuna mayor importancia para España en materia comercial,las prioridades de la Presidencia irlandesa van a estar cen-tradas en la preparación de la Conferencia Ministerial de laOrganización Mundial de Comercio, que tendrá lugar enSingapur, del 9 al 13 de diciembre de este año. Esta Con-ferencia será la primera de la Organización Mundial deComercio y España está participando en su preparación ac-tivamente en el marco de la Unión Europea. Al señor Mi-nistro no se le escapa la estrecha relación que existe entrecomercio y competencia, derechos laborales e inversiones,todo lo relativo al «dumping» social y, cada vez más, elmedio ambiente, que preocupa a todos los Estados miem-bros de la Unión Europea, y en especial a España, y quesupone limitaciones importantes en el uso de los recursoseconómicos, asumidas, desde luego, por todos nosotros.¿Se va a hacer algo al respecto en la Conferencia de singa-pur? ¿Cómo se encuentran los calendarios y el cumpli-miento del desarme arancelario y de otro tipo de barrerastan importantes para facilitar la penetración de las empre-sas españolas en terceros países? ¿Qué medidas se van atomar para que los sectores españoles de la agricultura ydel textil no queden desprotegidos?

Para finalizar, señor Ministro, porque sé que anda ustedcorto de tiempo, creo sinceramente que los encuentros bi-laterales que está realizando el Gobierno español desdehace ya varios meses al más alto nivel y, en concreto, Pre-sidencia del Gobierno con los demás jefes de Ejecutivoeuropeos y sus ministros de exteriores y de otras carteras,no son sólo de la máxima importancia para España en sunegociación de los grandes objetivos de la Unión Europea,sino que son una fórmula de ayuda a nuestros socios euro-

– 186 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996.–NÚM.14

9 / 35 13/02/2014

Page 10: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

peos para que puedan, una vez que conozcan nuestrosplanteamientos particulares, sumarse, según sus priorida-des y posibilidades, al proyecto común. Y cito literalmentelas palabras del señor Prodi, del Partido del Olivo, publi-cadas el día 2 de octubre en el «Financial Times». Decía:«Cuando vi que otros países estaban realizando serios es-fuerzos para enderezar sus déficit presupuestarios me dicuenta de que Italia no podía, de ninguna manera, perdersu cita con Europa. Valencia fue muy importante en cuantoyo quería saber lo que pensaba Aznar. La reunión fue muyútil para tomar nuestras decisiones.» Por ello, señor Minis-tro, nuestro Grupo le felicita y le pide que continúe con es-tos encuentros que están resultando de tanta utilidad no so-lamente para nuestro Gobierno, sino para nuestros socioscomunitarios.

Muchas gracias, señor Presidente.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.Tiene la palabra el señor Costa.

El señor COSTA COSTA: Muchas gracias, señor Pre-sidente.

Simplemente, quiero aclarar algunas cuestiones de laintervención del señor Ministro de Asuntos Exteriores. Enprimer lugar, quiero agradecerle la información que nos hasuministrado. El Ministro coincidirá conmigo —ya lo hahecho— en que no tenía demasiado sentido tratar hoy elprograma de la Presidencia irlandesa cuando ya se estáaplicando. Los temas que he suscitado están todos ellos in-corporados a los trabajos propios de la Presidencia irlan-desa. En su listado —que he repasado— no había ningunoque estuviera fuera del contexto que yo he planteado, aun-que de otra forma. Por lo tanto, me congratulo de que ha-yamos podido tener una reunión de trabajo más útil.

Querría hacer algunas reflexiones sobre sus respuestas.Empezaré con la reunión informal de este próximo fin desemana, del día cinco. La primera cuestión que se suscitaes si es necesaria o conveniente. Numerosos países de laUnión han mantenido posturas contrarias a que se celebreesta reunión porque creen que es prematura e inconve-niente en estos momentos y que no se va a conseguir, encualquier caso, avanzar en las materias objeto de la misma.Por lo tanto, permítanos que tengamos poca fe en sus re-sultados.

La segunda cuestión que se suscita es más bien una sen-sación que me gustaría que fuera disipada, la de que puedehaber pérdida de peso y de orientación de las políticas deEspaña en la Unión Europea. Y eso nos preocupa muchomás. Porque tenemos la sensación de que hay una ciertadesorientación, aparte de algunas meteduras de remo —sime permite la expresión popular— bastante notables.Puede ser que hayan arreglado algunos malentendidos,pero, la sensación que queda ante la opinión pública, al ha-cerse uso de conversaciones privadas públicamente, no fa-vorece, desde luego, la confianza en los dirigentes de nues-tro país. Y esto es preocupante, no para el Gobierno, sinopara España, porque podría ocurrir que dejaran de contarcon nosotros para cuestiones relevantes y delicadas para el

futuro de la Unión, cosa que hasta ahora, aparentemente,no había sucedido.

Voy a insistir en uno de los temas planteados, porque nolo he entendido muy bien. Creo que nos podemos perderen la terminología. El concepto de flexibilidad o de coope-ración reforzada —«solidaridad reforzada» decíamos no-sotros en una ponencia que aprobó unas directrices paraEspaña respecto de la Conferencia Intergubernamental—,como planteaba el propio Congreso, puede hacer que nosperdamos. Y yo quisiera que no nos perdiéramos en la ter-minología para saber si estamos, efectivamente, diciendolo mismo. Los ejemplos que ha puesto no son los que estánplanteando, aparentemente, Alemania y Francia que quie-ren que haya un grupo de países que puedan avanzar almargen del resto. Y ésta no es la cuestión que usted haplanteado. Usted ha manifestado que el concepto de flexi-bilidad ya existe en la Unión Europea, en Shengen y en laUnión Monetaria Europea. Shengen no es propiamente uninstrumento de la Unión Europea. Está basado en un con-venio de cooperación bilateral entre países.

Yo lo que quiero saber es si el concepto de «flexibili-dad» que se está manejando significa que los países de laUnión Europea puedan, además de pertenecer a la UniónEuropea, conformar políticas conjuntas, bilaterales, paraavanzar en otros temas, lo cual no me crea ninguna re-serva, o si estamos hablando, que me parece que es el plan-teamiento franco-alemán, de que dentro de la Unión Euro-pea haya un grupo de países que puedan hacer políticas di-ferentes del resto, con lo cual estaríamos quebrando la uni-dad de acción institucional, es decir, el acervo comunitarioy, por lo tanto, el propio concepto de cohesión económicay social de la Unión Europea. Eso es lo que realmente pre-ocupa al Grupo Parlamentario Socialista. Nos preocupaque no se tenga suficientemente claro desde el Ejecutivoque el interés de España está en que no se rompa este con-cepto, en que se mantenga. Si la flexibilidad es entendidacomo convenios bilaterales para avanzar bilateralmente encuestiones que afectan a dos, a cuatro o a un grupo de paí-ses fuera del marco de la Unión, no tenemos nada que de-cir, pero si es en el marco de la Unión, tenemos serias re-servas de que esto rompa la propia Unión en sí misma.

Pasemos al tema de la Unión Monetaria Europea. Enefecto, ya conocíamos que en el calendario los criterios semantenían. Nos felicitamos por ello porque en un primermomento parecía que España estaba entre los que queríanrevisar alguna de esas cuestiones. Yo creo que la sensatezha iluminado al Gobierno y que ahora ya estamos dondeestábamos antes de que hubiera un cambio de gobierno:que España debía estar entre los países que cumplieran loscriterios de convergencia y, por lo tanto, que estuvierandesde el primer momento en la Unión Monetaria Europea.Me interesa dejar fijado claramente que el Grupo Parla-mentario Socialista es de los que cree que se tiene que es-tar ahí.

A continuación, dice el Ministro que para ello se hancorregido los desequilibrios macroeconómicos de nuestraeconomía. Mire usted, el papel lo aguanta todo. El análisisdel papel aguanta menos en algunas cuestiones. Para co-rregir desequilibrios macroeconómicos se requieren refor-

– 187 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996–NÚM. 14

10 / 35 13/02/2014

Page 11: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

mas estructurales que ustedes hasta ahora no han produ-cido ni parece que las vayan a producir a la vista de losPresupuestos Generales del Estado para 1997.

No sé si me he confundido y en lugar de «pacto de esta-bilidad» debería hablar de «concepto de estabilidad», encualquier caso, hablaré de «pacto de estabilidad». El pactode estabilidad comporta, necesariamente, la sostenibilidadde las cuentas del Estado cuyo límite es el tres por cientode déficit respecto del Producto Interior Bruto. Esta cues-tión es la que nos preocupa y a esta cuestión es a la que us-tedes no responden correctamente, a nuestro entender, conlos Presupuestos Generales del Estado que han presentadoen el Congreso de los Diputados. No la responden. Y lo va-mos a poder discutir. (Un señor Diputado: No es la dis-cusión del Presupuesto.) Nuestra preocupación se centraen estar y en seguir manteniéndonos en la Unión Moneta-ria. Nosotros queremos estar ahí; queremos que ustedeshagan el trabajo para que España no pierda la ocasión his-tórica de estar y de mantenerse en ella, no sea que a mitadde camino nos demos cuenta de que nos hemos equivo-cado de políticas, y que por cuestiones partidistas o electo-rales nos quedemos al margen de este reto histórico.

Respecto de las otras informaciones, quiero simple-mente agradecérselas.

Efectivamente, no hay una negociación con los paísesdel Este. El diálogo está estructurado. Conocemos perfec-tamente que desde el Consejo de Copenhague existen unascondiciones para adherirse a la Unión Europea. Además, laConferencia Intergubernamental tiene que terminar antesde que esta negociación se inicie. Por tanto, estamos anteun largo camino en el que, eso sí, es conveniente no perderel paso en ningún momento. Porque los caminos son lar-gos, los horizontes están ahí, pero en esos caminos debe-mos ir en la dirección que más convenga a nuestro país.

¿Qué se está discutiendo? Lo que de verdad se discutees si el coste de la integración lo van a pagar los países máspobres de la Unión, para qué engañarnos; por qué no de-cirlo con palabras que todo el mundo entiende.

Si no hay ampliación de recursos de la Unión Europea,los actuales recursos están en porcentajes muy importantesen la política agrícola común. Algunos de estos países tie-nen una agricultura con una dimensión que duplica y tri-plica los porcentajes de población empleada en países de laUnión Europea como puede ser Polonia, están en las polí-ticas estructurales y también están en las políticas de cohe-sión.

Pues ahí están los recursos de la Unión Europea. Si es-tos países entran en ella y resulta que donde se recorta esen esas políticas, los que saldrán más perjudicados no se-rán los países más ricos de la Unión sino los más pobres,con lo cual estaríamos haciendo una ampliación de laUnión Europea a costa de los países más pobres pertene-cientes a ella. Por tanto, no hay que perder pie en esto, sinoseguir en la dirección debida para que se incrementen losrecursos de la Unión y no sean los países más pobres losque paguen la ampliación.

Y dejo los otros temas para referirme ahora a una cues-tión concreta.

Considero que hay una confusión, seguramente no in-tencionada, respecto a la política de Cuba. Esta política,efectivamente, ha sido liderada históricamente por nuestropaís, incluyendo en ello al Comisario español en la Comi-sión, señor Marín, pero respecto de la Ley Helms-Burtonno creo que podamos decir lo mismo.

Creo que nuestro país ha mantenido una postura ambi-gua, confusa, inconveniente y negativa para los interesesde las empresas españolas en Cuba, postura, además, in-comprensible no sólo para mi Grupo Parlamentario, sinopara la opinión pública internacional. Esta postura ha sig-nificado un paso atrás respecto de la posición que históri-camente mantenía nuestro país.

Nada más. Le agradezco las informaciones que nos hadado.

El señor PRESIDENTE: Gracias.Tiene la palabra el señor Martínez Casañ.

El señor MARTINEZ CASAÑ: Gracias, señor Presi-dente, por concederme el uso de la palabra.

Me acojo a su venia para pedirle que conste en acta laprotesta de mi Grupo Parlamentario por el procedimientoque se ha seguido en esta comparecencia.

El procedimiento adecuado a seguir hubiese sido, enprimer lugar, una intervención del señor Ministro, despuésla del Grupo solicitante de la comparecencia, a continua-ción las intervenciones de los demás grupos parlamenta-rios seguidas de la contestación del señor Ministro y, si halugar, finalmente un turno de réplica.

No creo que sea un buen precedente para la Comisión elque uno de los grupos parlamentarios se vea beneficiadodel doble de tiempo en el uso de la palabra.

Muchas gracias, señor Presidente.

El señor PRESIDENTE: Gracias. (El señor CostaCosta pide la palabra.)

Tiene la palabra el señor Costa.

El señor COSTA COSTA: Señor Presidente, inter-vengo para una cuestión de orden.

El Reglamento del Congreso de los Diputados, que es elque rige cuando algo no está regulado por la Ley que a suvez regula esta propia Comisión, permite, si no estoy equi-vocado, que el Grupo solicitante intervenga en primer lu-gar, a continuación intervenga el compareciente, teniendolugar después una réplica por parte del Grupo solicitantede la comparecencia. Es decir, que en cualquier caso debehaber una segunda intervención, aunque es posible que noinmediatamente después de la de un Grupo mayoritario, loque no creo que afecte a la cuestión. En cualquier caso, silo que se quiere es que el Grupo principal de la oposiciónno hable, seguramente habrá otros sistemas para lograrlosin tener que recurrir a esa práctica de citar el Reglamentocuando lo que interesa es hablar.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.La Presidencia ha considerado que, dado que había una

petición de comparecencia por parte de un determinado

– 188 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996.–NÚM.14

11 / 35 13/02/2014

Page 12: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

Grupo, dicho Grupo debería hablar inicialmente para for-mular su petición de comparecencia. En todo caso, toma-remos nota de ello y constará en acta la referencia del se-ñor Martínez Casañ.

Por otra parte, canalizaremos este problema para deci-dir sobre el mismo de forma correcta en el futuro.

Por el Grupo de Izquierda Unida tiene la palabra el se-ñor Castellano.

El señor CASTELLANO CARDALLIAGUET: Mu-chas gracias, señor Presidente.

Buenas tardes, señor Ministro.Nuestro Grupo Parlamentario, el Grupo Parlamentario

Federal de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, cele-bra la iniciativa del Grupo Socialista, y no puede manifes-tar gran sorpresa ante el resultado de esta comparecenciani ante el debate que estamos manteniendo sino, al contra-rio, se confirma en unas iniciales apreciaciones.

En primer lugar, tomamos nota del abnegado esfuerzodel señor Ministro, que le ha llevado a dormir sólo dos díasen España en este último período. Si nuestro Grupo puedealiviarle de semejante carga, no le quepa la menor duda deque estamos completamente dispuestos a ello porque, pen-semos como pensemos, creemos que hay que llevar a cabomedidas de protección de la familia. (El señor Ministrode Asuntos Exteriores, Matutes Juan: Muchas gra-cias.—Risas.)

Es evidente que en este tema del proceso de construc-ción de Europa no se puede pedir que se marquen grandeshitos, pero también lo es que se debe constatar, con unacierta tristeza, un balance de ilusiones muy pobre, casi sediría la instalación en la resignación en la que se encuen-tran precisamente los que podrían llamarse europeístasacríticos, con lo que va a resultar paradójico que los euro-peístas críticos tengamos que decir sinceramente que esnecesario recuperar y renovar el esfuerzo.

No es nada satisfactorio —lo entenderá el señor Minis-tro— que se nos diga que la próxima reunión va a ser,como él mismo ha dicho, algo así como la continuación dela parafernalia de Formentor I, que acabó, efectivamente,con aquella famosa frase de que no se hacía ningún comu-nicado porque no había nada que comunicar ni nada quepensar. Creemos sinceramente que este homenaje a la eu-rocracia sin sentido se debe corregir, entre otras cosas—usted mismo lo ha dicho, y yo no voy a poner el acentoen los festines que suelen adornar estas reuniones— por-que eso lo acabamos pagando todos. Si están ustedes pre-dicando una política de austeridad, no estaría mal que tras-pasara nuestras fronteras para que esa Europa que quere-mos llevar todos adelante, unos de una manera y otros deotra, unos con una inclinación y otros con otra, no se con-vierta, lo digo sinceramente, en un esfuerzo dispendiador.

Constatamos lo que ya hemos puesto de manifiesto enalgún momento, que había una determinada velocidad enla marcha de lo económico con un aparcamiento de lo po-lítico. Pues resulta que ni siquiera en la marcha de lo eco-nómico esa velocidad está adquiriendo el ritmo que debe-ría alcanzar.

Tomamos nota de las dificultades que supone la am-pliación de la Unión Europea, pero antes que preocuparnosde si tenemos uno, dos o tres Comisarios con motivo deesa ampliación, nos gustaría saber para qué los queremos,porque a lo mejor resulta que, dada la política que se estádesarrollando, no tener tanto Comisario a lo mejor signi-fica tener menos responsabilidad en lo que está ocu-rriendo.

En todo caso, y puesto que el señor Ministro nos ha di-cho que no funciona la Europa a quince, sería bueno quenos dijera por qué no funciona. Y también sería bueno que,dentro de esa lógica valoración del criterio de subsidiarie-dad para que quede lógicamente un margen de soberaníapara todos y cada uno de los países, ese criterio de subsi-diariedad no sea el reconocimiento de que se está en unproceso de auténtico estopamiento en la marcha de lo quetiene que ser la Unión Europea.

Hay una supervaloración, lo hemos dicho muchas ve-ces, por eso yo me reitero en ello, de temas como el Tra-tado de Schengen y de aspectos como el monetario, perono hemos oído ni una referencia, querido señor Ministro, auna cosa que venimos, no voy a decir denunciando, sinoreclamando hace mucho tiempo, que es el ritmo suficienteen la construcción de la Europa democrática y social. Esmuy cómodo, y queda muy bien sobre el papel, hablar deacercar Europa a los ciudadanos, pero vemos que día a díalo que se está haciendo es fortalecer la Europa de los go-biernos y muy poco la Europa de los pueblos o la de losciudadanos; hay una hipervaloración de las decisiones gu-bernamentales.

Mientras tanto, vamos avanzando, es cierto, con un es-fuerzo importante de ajuste. Lo que ocurre es que muchosde nuestros ciudadanos se preguntan cuando soportan so-bre sus espaldas las consecuencias del ajuste cuál es el au-téntico objetivo sobre el cual nadie quiere pronunciarse.Todo el mundo acude a la retórica de que hemos iniciadoun determinado camino que nadie sabe a lo que va a con-ducir, pero no somos capaces de decir a los ciudadanoscuál es concretamente ese objetivo. Es más, resulta alar-mante que un grupo importante como es el socialista, queha sido el impulsor de todo este proceso de integración enla Comunidad Económica Europea y de construcción de laUnión Monetaria, nos diga que tiene un enorme temor enque a lo largo de todo este proceso el llamado coste de laintegración lo vayan a pagar los países pobres. O sea, queya hay recelos precisamente en uno de los pilares en losque las fuerzas políticas más han contribuido a avanzar eneste proceso.

En todo caso, cuando se habla de solidaridad y cohesiónnos gustaría saber, dentro de ese intento de enriqueci-miento del acervo comunitario, qué medidas contempla,bien sea la Conferencia Intergubernamental en su día, o laConferencia de Ministros de Asuntos Exteriores, para cor-tar de raíz algo de lo que no se suele hablar nunca o de loque no se quiere hablar, que es la profusión de actividadesespeculativas con motivo del proceso europeo. De eso nose quiere hablar. Es preferible hablar de una retórica euro-peísta con una terminología grandilocuente, pero cuandollega el momento de penetrar de verdad en qué está ocu-

– 189 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996–NÚM. 14

12 / 35 13/02/2014

Page 13: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

rriendo económicamente al socaire y en paralelo al pro-ceso de integración europea, no hay ni una sola referenciaa un proceso de actividades especulativas bastante grave nia un proceso de concentración de empresas que en un mo-mento determinado puede hacer absolutamente ilusorio,no ya el papel del Parlamento Europeo, sino todo el papelde la soberanía europea.

La política de seguridad, entenderá, señor Ministro —yvamos siguiendo, lógicamente, el mismo orden con el queha respondido a la solicitud de comparecencia—, es algomás que la presencia o no del Ifor de la antigua Yugoslavia.Ha de concretarse de una forma más seria.

Voy a ir acabando. El mismo defecto que se apreció enotra época cuando se produjo el ingreso de España en laComunidad Económica Europea se aprecia en el desarro-llo de todo este proceso, y es la carencia absoluta de ungran debate. Se dio por supuesto la bondad en sí y per se deestar presentes en el proceso de integración, no hubo nin-guna actitud de discusión sobre este tema, pero seguimosen el mismo estadio. No se quiere de verdad organizar ungran debate. Es más, cuando algún grupo político, como alque yo tengo en este momento la inmodestia de represen-tar, ha solicitado que hubiera una reflexión colectiva sobreMaastricht —¿por qué no?— que hasta pudiera culminaren un referéndum, ha sido objeto de toda clase de descali-ficaciones porque parece ser que cometemos el famoso de-lito de lesa europeidad cuando nos queremos preguntar elporqué y el para qué, sobre lo cual parece ser que nadietiene ningunas ganas de discutir. A lo mejor resulta que nose tiene ninguna gana de discutirlo, señor Ministro, por-que, como usted mismo ha dicho, hay una queja acerca delprotagonismo europeo en temas muy importantes.

Usted ha puesto el ejemplo de la situación grave enOriente y del conflicto palestino. Ese protagonismo polí-tico, cuya deficiencia se constata, también aparece en loque significa la marcha económica de nuestro mundo occi-dental, quizá porque no queda todavía la suficiente ente-reza, serenidad y sinceridad para reconocer que este pro-ceso de interacción europea tiene una cuota excesiva dedependencia americana, de la cual tampoco se quiere ha-blar. Igual que no se quiere hablar, cuando mencionamoslos temas que se van rozando en este proceso de integra-ción europea y en el que van apareciendo todo un conjuntode problemas, de algo que es muy preocupante en este año1996 con respecto a otras épocas, y es la situación de losderechos humanos. Está muy bien poner de manifiesto unapreocupación por los derechos humanos en Yugoslavia, oponer encima de la mesa una preocupación sobre la situa-ción de los derechos humanos en cualquier parte del globo,pero sería malo estar viendo la paja en el ojo ajeno y no verla viga en el propio, cuando hay estallidos realmente preo-cupantes de xenofobia en esta Europa que todos, unos deuna manera y otros de otra, queremos ir construyendo;cuando se está incurriendo en un eurocentrismo absoluta-mente insolidario. No puede haber solidaridad interna enEuropa si no hay una solidaridad con el resto del mundo alque pertenecemos, y cuando incluso se está utilizando eseeurocentrismo europeo para exacerbar más la diferenciaentre unos países y otros.

Señor Ministro, en el diagnóstico que usted está ha-ciendo, que —repito— es poco esperanzador, coincidi-mos. Es muy poco alentador, pero cada vez que nos reuni-mos y tocamos estos temas nos sigue faltando al lado de laqueja, de la constatación de las insuficiencias, el análisiscrítico de las causas y, sobre todo, el ofrecimiento de solu-ciones que no sean pura retórica.

Nada más y muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Caste-llano.

Por el Grupo Parlamentario Catalán en el Senado deConvergència i Unió, tiene la palabra el señor Guardans.

El señor GUARDANS I CAMBO: Muchas gracias,señor Presidente.

Muchas gracias, señor Ministro, por su intervención.Sin afán reglamentista, querría decir brevemente unas

palabras sobre lo que ha sido motivo de la última interven-ción del Grupo Parlamentario Popular, para dejar constan-cia, no sé si de mi queja, pero sí por lo menos de mi dis-conformidad con cómo se ha desarrollado esta compare-cencia. Creo que la razón de ser de la comparecencia esuna y la de las preguntas en Comisiones otra. Por tanto,creo que no es exactamente correcto, incluso en el caso deque lo tolerara el Reglamento —cosa que dudo—, que sepueda trastocar una comparecencia que tenía un tema muyconcreto, dando la palabra al proponente, al requirente eneste caso, para que formule una batería de preguntas, y po-niendo en la disyuntiva al compareciente entre plantear laconferencia tal y como la tenía formulada o contestar a laspreguntas. En este caso concreto el señor Ministro, ama-blemente, ha contestado la sucesión de preguntas, y el re-sultado quizás no haya sido muy distinto de lo que hubierasido la comparecencia. Pero me parece un precedente peli-groso, y así lo quiero hacer constar.

Dicho esto, voy a ser muy breve, señor Ministro, no sóloen atención a su petición, sino porque básicamente creo queel objetivo de esta comparecencia era recibir información, ya eso he venido. Por tanto, voy a hacer un par de comenta-rios sobre la información que usted nos ha dado.

Sí haría un primer comentario general. Usted ha co-mentado entre los objetivos planteados en la Presidenciade Irlanda, el acercar la Unión Europea a los ciudadanos,lo que nos parece un objetivo claramente importante, y lopondría en relación con algo que creo que el Gobierno de-bería examinar, algo que han puesto de relieve algunosmedios de comunicación, y que, con un tono quizá algoexagerado, ha puesto de relieve el portavoz del Grupo Par-lamentario Socialista: las cosas no sólo han de ser buenassino que han de parecerlo. Es cierto, o, por lo menos, com-partimos esa visión —no me atrevo ni siquiera a decir quesea cierta—, que puede parecer que este Gobierno tiene unmenor empuje europeo que gobiernos anteriores.

Es público y notorio que nosotros hemos dado comoGrupo nuestro absoluto apoyo, globalmente, sin perjuiciode pequeñas discrepancias, a los Gobiernos anteriores ensu política europea. Evidentemente, no sólo estaremos dis-puestos, sino que estaremos encantados de seguir dando

– 190 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996.–NÚM.14

13 / 35 13/02/2014

Page 14: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

ese pleno apoyo, como lo estamos haciendo en otros ámbi-tos, a la política europea de este Gobierno. Pero nos gusta-ría que se superara una fase, que se puede dar, por lo me-nos en la percepción que llega a la opinión pública. Insisto,las cosas a veces pueden ser distintas. Una cosa es lo queparecen y otra lo que son. El señor Ministro sabrá lo queson, los demás sabemos qué es lo que parece. Y parece, enefecto, que hay una cierta tendencia, como ponía de relieveun medio de comunicación recientemente, a una nacionali-zación de los planteamientos europeos que nos parece ne-gativa, a una instrumentalización de las políticas europeas,demostrando la conveniencia de aquello que se alcanzasólo en la medida en que beneficie directamente a los inte-reses españoles tal o cual logro, pero sí sería malo reducirtoda la política europea y la forma de transmitir sus logrosa esa nacionalización y a esa mayor o menor convenienciapara España en particular, puesto que, por esa vía, lo que sehace es ir retirando a una opinión pública, más desilusio-nada respecto de Europa de lo que estaba hace unos años,el ideal de lo que supone una unificación europea y todopasa a ser examinado estrictamente desde el punto de vistade si conviene o no a los intereses españoles.

Creemos que eso es malo. Porque, la unidad europea,desde la unidad monetaria, hasta la unidad en política ex-terior y de seguridad común, es decir, todo el proceso deunificación europea, es bueno por sí mismo. Y así con-viene que sea transmitido, sin perjuicio de que tal o cual lo-gro pueda ser presentado complementariamente como unbien específico, o como algo beneficioso específicamentepara los ciudadanos españoles.

Quiero dejar muy claro que es posible que esto no seamás que una percepción absolutamente errónea. Si es así,hemos formado parte de ella, y animo al señor Ministro,como máximo responsable de este tema en el Gobierno, aque lo estudie y ponga los medios para que esa percepciónsea corregida.

En cuanto a los temas concretos que usted ha planteado,sólo voy a hacer una breve referencia a dos de ellos. Por unlado, creo que al señor Ministro le constan las profundascríticas que ha recibido la Ley Helms-Burton por parte demi Grupo y, en algún caso, las críticas —mayores o meno-res— que ha recibido alguna conducta, declaración, o actoesporádico o concreto de este Gobierno.

Pero en este caso creo que nuestra obligación consisteen destacar lo positivo. En este sentido, en la resolucióndel Consejo que ha decidido plantear el tema de la LeyHelms-Burton ante el Sistema de Resolución de Contro-versias de la Organización Mundial de Comercio —que fi-nalmente ha dado el paso positivo de aprobar el Regla-mento planteado por la Comisión— no sé hasta qué puntoha habido una intervención española, o se ha ido a remol-que, aunque me cuesta creer esto último. Otra cosa es que,efectivamente, pueda haber habido una mayor sintonía conotros Estados. En todo caso, mi obligación en estos mo-mentos es felicitarle en la cuota parte que le corresponde,desde el punto de vista de parte del Consejo, por el hechode que éste haya adoptado esta decisión, valiente en lo quesupone crear un cierto o posible perjuicio electoral, segúnse mire, para el principal autor de esa Ley.

Por otro lado, quiero dejar constancia de nuestro apoyo,no sólo a sus declaraciones, sino a lo que éstas suponen—porque las declaraciones en sí mismas no son más que elreflejo de una política— sobre la necesidad de que laUnión Europea tenga el máximo papel posible en el pro-ceso de pacificación de Oriente Medio. Me refiero a sus re-cientes declaraciones acerca de que si la Unión Europeahubiera tenido un mayor papel, quizá no estaríamos dondeestamos. Suscribimos absolutamente ese planteamiento yle apoyamos —iba a decir para que se tomara muy en seriola situación, pero creo que no hace falta decirlo; la situa-ción nos parece extremadamente delicada y le damos todasu importancia a la crisis en que se encuentra Oriente Me-dio y, por tanto, el Mediterráneo y todos nosotros— paraque España adopte su papel y, para tener mayor fuerza, lohaga en el seno de la Unión Europea.

Con respecto a la Conferencia Intergubernamental,poco más hay que decir, porque en una comparecencia an-terior ya pusimos de relieve nuestra coincidencia con losobjetivos planteados por el Gobierno español, que son losque sustancialmente planteó esta Comisión en su mo-mento. Por tanto, sólo nos queda reiterar que estamos ab-solutamente de acuerdo con esos objetivos.

Por último, en cuanto a la unión económica y moneta-ria, no tenemos —ni hemos tenido— ninguna duda acercade que España hará todo cuanto esté en su mano para estarel día D en el lugar oportuno. Es público y notorio que va-mos a dar nuestro apoyo a las medidas presupuestariasconcretas que ahora están sobre la mesa para lograr ese ob-jetivo. Por tanto, quiero dejar constancia de que, comoGrupo, damos nuestro pleno apoyo al Gobierno para el lo-gro de ese objetivo.

Gracias.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.Por el Grupo de Coalición Canaria, tiene la palabra el

señor Mardones.

El señor MARDONES SEVILLA: Muchas gracias,señor Presidente.

Señor Ministro, reciba nuestra bienvenida a esta Comi-sión. Para atender a la petición de la Presidencia y los com-promisos del señor Ministro, paso a formular rápidamenteuna serie de preguntas relativas al programa de trabajo dela Presidencia irlandesa.

La primera, se refiere a si en el programa de la Presi-dencia irlandesa existe alguna prioridad manifiesta del Go-bierno irlandés para una reconsideración de la política delos fondos de cohesión y los fondos estructurales. Dadaslas peculiaridades con que Irlanda recibe dichos fondos yal ser muchas veces competitivos, no es la primera vez quesurgen discrepancias en el seno del Consejo de Ministros yJefes de Gobierno de la Unión Europea entre España e Ir-landa en lo que respecta a los fondos estructurales.

También quisiera saber si ustedes han podido influir enla agenda de trabajo para pedir al Gobierno irlandés que nodecaiga la presión sobre el tema de la pesca. Por poner unejemplo, si se avecinan de nuevo contenciosos entre laUnión Europea y Canadá en materia de caladeros, quisiera

– 191 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996–NÚM. 14

14 / 35 13/02/2014

Page 15: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

saber si ese problema y las relaciones con el Gobierno deCanadá ocupan un lugar destacado en la agenda de trabajode Irlanda, o no existen.

La tercera pregunta consiste en saber si se ha recupe-rado el interés —aunque parece ser que a Irlanda este temale preocupa menos— sobre aquellas instituciones que elTratado de Maastricht ya había consagrado como, porejemplo, el Comité de las Regiones. Es decir, si la Presi-dencia irlandesa piensa que se tiene que seguir avanzandoen ese tema, o no lo considera como una prioridad.

Con respecto a la política común exterior y de defensade la Unión Europea, usted se ha referido —y se conocepor la prensa— a la reunión que han mantenido los quinceMinistros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea en larecientemente celebrada Asamblea de las Naciones Unidasen Nueva York. Quisiéramos saber si en esa proyección dela política exterior europea han tratado ustedes alguna po-sición sobre la renovación del Secretario de las NacionesUnidas. Digo esto porque, ante la pregunta relativa a lafoto del Presidente Clinton con los líderes palestinos e is-raelíes y el Rey Hussein de Jordania, no sólo resulta es-candalosa la ausencia de un representante de la UniónEuropea, sino que provoca el sarcasmo internacional la au-sencia de un representante de las Naciones Unidas, salvoque el Presidente Clinton buscara nada más que una fotoelectoral, dando la razón al líder israelí. No sé los votos pa-lestinos a favor de Clinton que habrá en Estados Unidos,pero la poderosa minoría judía y de los medios de infor-mación pueden inclinar bastante la balanza al presentarseél como único árbitro mundial.

Sabemos también de las tendencias del señor Clinton yde la Administración norteamericana sobre la renovacióndel señor Butros Gali como Secretario de las NacionesUnidas. Pero mi pregunta, insisto, se refiere a si en la reu-nión que han tenido los quince Ministros de la UniónEuropea —como se hace habitualmente en todas las asam-bleas de estos órganos internacionales, como las NacionesUnidas— se ha planteado este tema.

Finalmente, existe una pregunta relativa a mi Comuni-dad Autónoma, Canarias. Sabe usted que el tema estrella,el que nosotros hemos pedido siempre, insistentemente,como todas las fuerzas políticas de esta Cámara, es que enla agenda de trabajo de la Conferencia Intergubernamentalfigurase el estatuto permanente de regiones ultraperiféri-cas. Quisiera saber si, con el apoyo francés y portugués ylas relaciones que usted haya podido mantener hasta estosmomentos, se piensa que la agenda irlandesa tiene que im-pulsar la Conferencia Intergubernamental. Y para nosotroses primordial saber si en la agenda de la Conferencia Inter-gubernamental se ha avanzado en el documento del esta-tuto permanente de regiones ultraperiféricas. Insisto, es untema importantísimo para Canarias, como usted sabe muybien, señor Ministro, porque lo viene impulsando. En éltiene todo nuestro apoyo, para que no decaiga en ningunaagenda de trabajo de estos organismos.

Muchas gracias, señor Ministro, por su atención y porla información que pueda facilitarme.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.

Para finalizar, tiene la palabra el señor Ministro deAsuntos Exteriores.

El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES(Matutes Juan): Muchas gracias, señor Presidente.

Intentaré contestar a las distintas preguntas con la ma-yor brevedad. Quiero confirmar al portavoz del Grupo Po-pular que, efectivamente, se han presentado propuestas so-bre asuntos de justicia interior; no sólo en términos de re-forzar la cooperación policial y judicial, haciendo que seamucho más operativa en la práctica la actual y futura Eu-ropol, sino estableciendo el objetivo claro de crear un es-pacio judicial único. Creo que ése es el gran objetivo en es-tos momentos, que en el campo judicial se corresponde,por una parte, con el mercado único y, por otra, con la ne-cesidad de reforzar los medios de actuación que exigen lasdemocracias modernas frente a las amenazas del terro-rismo y las mafias, especialmente, del narcotráfico, que semueven con enormes medios técnicos y económicos y, portanto, exigen, además de dotar de más medios a nuestrasAdministraciones de seguridad y justicia, una mayor coo-peración y una integración —si es posible— de la acciónen un espacio único. Efectivamente, se han desbloqueadolos fondos MEDA y yo creo que esos acuerdos mediterrá-neos que hemos negociado no se van a ver afectados por elproceso de paz.

En relación con la Conferencia de Singapur, en el senode la Organización Mundial de Comercio, es evidente que,además de la revisión del cumplimiento de los acuerdosadoptados en su día, es importante ir introduciendo en lasrelaciones comerciales entre los países —no sin dificul-tad— elementos y variables, como son los derechos labo-rales y sociales y el respeto al medio ambiente, que hastaahora habían permanecido ajenos a dichas relaciones, peroque cada día afectan más y tienen que tener su importanciacuando se discute la liberalización del comercio en unmarco multilateral. Los países occidentales, sobre todo,vienen insistiendo en ello desde la firma del Acuerdo deMarrakesh, porque algunas formas de «dumping» socialque se practican, sobre todo, en algunos países —no úni-camente del Extremo Oriente—, no sólo restan competiti-vidad a las economías occidentales, sino que, al propiotiempo, empobrecen la situación en que se encuentran lasclases trabajadoras. Se trata de conseguir ese gran objetivode la liberalización del comercio mundial a fin de conse-guir esa globalización tan conveniente para mantener elcrecimiento económico, procurando que ello no vaya enperjuicio del bienestar de las clases más desfavorecidas nidel medio ambiente.

En efecto, uno de los puntos preferenciales será, natu-ralmente, examinar muy a fondo toda clase de barreras,distintas de las arancelarias, que hoy todavía existen, prin-cipalmente en algunos de los países que he nombrado an-teriormente. Quiero referirme al hecho de que con una ges-tión permanente y de presión, España ha conseguido le-vantar —hace aproximadamente diez días— la prohibi-ción que siempre ha existido de exportar las naranjas espa-ñolas a un mercado tan importante como es el del Japón.Es un clásico ejemplo de barreras no arancelarias. Final-

– 192 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996.–NÚM.14

15 / 35 13/02/2014

Page 16: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

mente, buscándole las vueltas a los necesarios procedi-mientos para asegurar su transporte, se ha conseguido re-solver el problema. Es simplemente un ejemplo de accióntendente a suprimir barreras no tarifarias.

No quisiera prolongar más de lo necesario el debate conel señor Costa. ¿Es necesaria esa reunión informal? Evi-dentemente, como ya le he dicho antes, lo mismo que po-dría ser considerada necesaria la reunión de Formentor. Escierto que algunos países —conozco uno especialmente yotro que le ha seguido— consideraban que no era conve-niente la fecha ni necesaria la reunión. Por otra parte, eranjustamente más reticentes a esa reunión los países que, porrazones legítimas, tenían elecciones en el ínterin, a pocassemanas de la fecha en que se había previsto cerrar la con-ferencia, y otros países tenían interés en retrasar el fin de lamisma. Repito, que sin ser estrictamente necesaria, tam-poco es superflua, puesto que no es malo que los Jefes deEstado y de Gobierno se reúnan a hablar sin orden del díaprevio, porque permite ampliar el debate y no estar siem-pre concentrados en los temas más urgentes, que no sonnecesariamente los más importantes.

Permítame que le diga que no creo tener desorientaciónal respecto; puedo estar mal orientado, pero no desorien-tado; a veces lo que me desorienta es la desorientación queencuentran algunos.

En cuanto a la flexibilidad, la clave —como ya le he di-cho antes y usted me lo ha reafirmado por dos veces— esque quede bien asegurado el pleno respeto al acervo co-munitario, sea cual sea la salida final, es decir, que se veael tema de la flexibilidad o la cooperación reforzada.

Respecto a lo que es necesario hacer para llegar atiempo a la cita sobre la Unión Económica y Monetaria, yono he dicho que estén corregidos los desequilibrios. Lo quehe dicho es que este Gobierno está corrigiéndolos, y no soyel único que lo dice. Permítame, señor Costa, que le añadauna prueba clara: se lo cree el mercado. ¿Cómo? El dife-rencial a largo plazo de la deuda pública alemana y la es-pañola ha estado en torno a los cuatro o cuatro puntos ymedio en los últimos años y en estos momentos está entorno a los dos puntos. Por tanto, no son simplemente pa-labras al viento, sino que son hechos comprobables cadadía por los mercados y ya tendremos mucho cuidado enque esa ampliación tan necesaria —como muy bien ha di-cho el representante del Grupo Parlamentario de IzquierdaUnida— no se haga a costa de los países actualmente máspobres.

En cuanto a la Ley Helms-Burton, señor Costa, puedeusted creer lo que quiera; puede ignorar la ley de la grave-dad, pero si se tira desde un tercer piso seguro que se pegauna castaña contra el suelo. Cíteme, por favor, una sola de-claración de un miembro de este Gobierno —incluido suPresidente— que no haya sido taxativamente clara res-pecto a la no admisibilidad y condena de esa Ley. Lo de-más son simples procesos de intenciones que, repito, novienen apoyados por los hechos.

Señor Castellano, le agradezco infinitamente su interéspor mi vida familiar. Viniendo de usted es doblemente deagradecer. Quisiera precisarle que yo no he dicho que nofuncione la Europa a 15, sino que funciona con más difi-

cultad que la Europa a 12 y que hay que dotarla de institu-ciones más flexibles y eficaces si queremos que no se es-tanque cuando seamos 20 ó 25.

Respecto a la subsidiaridad —y con ello contesto tam-bién al señor Guardans—, no se trata de ir renacionali-zando políticas, sino de intentar hacer en cada nivel la po-lítica que pueda ser más eficaz. Sería tan absurdo pretenderque una autonomía tuviera entre sus competencias la polí-tica monetaria, como lo sería el que se pretendiera llevar acabo la ordenación de un territorio desde la Unión Euro-pea. Asimismo, la defensa y la seguridad se hace mejor auna escala europea. Cuando hablamos de aceptar algunosprincipios de la subsidiariedad, nos referimos, por ejem-plo, a aligerar los reglamentos que en esos momentos re-gulan a escala europea comisiones técnicas de múltiplesfuncionarios, como la forma en que deben viajar los cerdosen un transporte de los mismos, con toda la simpatía quetengo a ese animal que, además, es listo. Pero no es proba-blemente a escala comunitaria donde tiene que decidirseesa cuestión.

El portavoz del Grupo de Izquierda Unida pregunta quecuál es el objetivo del ajuste. Simplemente crecer en tér-minos de estabilidad, sin tener que estar en una perma-nente política de aceleración y frenada, de «stop and go»,que finalmente tiene unos costes en términos de empleo yde paralización de la economía muy superiores. Quiero de-cir que al margen de poder estar en el grupo de países quetienen una mayor influencia, lo cual es bueno para Europay España, son condiciones buenas en sí mismas. Agra-dezco algunas de sus observaciones, pero no las comparto.

El señor Castellano me pregunta qué está ocurriendo enEuropa. La Europa que estamos construyendo tiene mu-chos flancos vulnerables por los que merece ser atacada.Sin embargo, con todos sus defectos, yo me permito llamarla atención de esta Comisión sobre el hecho de que en elcampo de la realidad económica, política y social siguesiendo, probablemente, el ejemplo más acabado para pre-sentar al resto del mundo, porque en el plano político esdonde, con todos sus defectos, se tiene un mayor respetopor las libertades democráticas y los derechos humanos;porque en el campo económico, con todos sus defectos, esdonde se produce un ejemplo más acabado de eficacia y decapacidad de producción de riqueza y porque en el campode lo social también, con todos sus defectos, es segura-mente el ejemplo más acabado en la práctica de solidari-dad entre los hombres y no sólo entre los ciudadanos euro-peos, sino también de los ciudadanos europeos hacia elresto del mundo. Al respecto sólo quiero añadir el dato deque en estos momentos el cuarenta y pico por ciento detoda la ayuda que en el mundo se da al tercer mundo la fi-nancia la Unión Europea y sus Estados miembros, y eseporcentaje de solidaridad con el resto del mundo es, siendoinsuficiente, muchísimo mayor del que corresponde a lacapacidad económica de Europa en el conjunto de los paí-ses ricos.

Al señor Guardans quiero agradecerle su intervención.Tenga la seguridad de que una de las grandes necesidadesque compartimos todos es cómo acercar más la UniónEuropea a los ciudadanos y tenga también la seguridad de

– 193 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996–NÚM. 14

16 / 35 13/02/2014

Page 17: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

que a este Gobierno no le falta empuje europeo. Pero tanmalo sería resistirse por una numantina defensa de intere-ses nacionales, por muy respetables que éstos sean peroque a veces tienen que compatibilizarse con otros y yocomparto esta idea, como malo sería embarcarse en un pa-papanatismo proeuropeísta, en el cual al final todos los quese llevan los empleos son los otros y nosotros nos queda-mos aquí aplaudiendo y de invitados de la función. Hayque buscar el necesario equilibrio entre una cosa y otra. Yoestoy de acuerdo, y así lo he dicho en mi primera interven-ción, en la necesidad de que no sólo tengamos en cuenta elinterés nacional, sino el dividendo europeo que finalmentenos corresponde percibir en tanto que miembros de esacompañía estimulante y solidaria al propio tiempo de lospaíses más avanzados del mundo.

Y le repito lo que le he dicho al señor Costa: repase bienlas hemerotecas y al margen de lo que han dicho algunosque hemos dicho, cíteme una sola actitud ambigua del Go-bierno o de su Presidente respecto a Helms-Burton. Yo yahe dado datos más que sobrados respecto de cuál ha sidonuestra actitud —la posición de quien les habla, muy enparticular— en los distintos foros y porque yo creo en labuena fe de las personas, le quiero comunicar un dato queprobablemente es el que ha originado en ese aspecto algúnmalentendido, porque a quien se acusaba injustamente deesta blandura fue al Presidente Aznar y su actitud fue claray terminante. Con motivo de la rueda de prensa que man-tuvo con el Vicepresidente Al Gore después de la comida—eso era sobre las tres y media de la tarde, recuerdo per-fectamente los términos—, un periodista americano —queademás hizo la pregunta en inglés y quizá eso pudiera con-fundir a alguno de los periodistas españoles presentes—dijo: señor Presidente Aznar, acabamos de oír en el tele-diario unas declaraciones de su Ministro de Asuntos Exte-riores diciendo que era terminantemente inaceptable y re-chazable la ley Helms-Burton. ¿Qué tiene que decir a eso?

El Presidente Aznar empezó contestando: nada tengoque añadir a lo que acaba de decir mi Ministro de AsuntosExteriores. Nada tengo que añadir. Lo cierto es que durantela comida el propio Presidente Aznar había atacado dura-mente al Vicepresidente Gore en relación con este tema. Elseñor González Laxe está afirmando con la cabeza, porquetuve ocasión de explicar eso en el Senado la pasada semanay se conoce la historia —la repito en los mismos térmi-nos—, y como había estado atacando duramente el señorAznar al Vicepresidente Gore dijo: nos queremos ocupar deese asunto, déme un margen de tiempo razonable para verqué es lo que podemos hacer. Entonces, después de haberdicho que nada tenía que añadir a esta condena, añadió: va-mos a dar un margen de unos días para ver si se resuelve eseproblema. Así han sido las cosas y, por lo tanto, en ningúnmomento ha habido —y lo repito para que quede muyclaro— ninguna actitud de duda ni de debilidad en cuanto alas posiciones del Gobierno español respecto a esta materia.Por otra parte, gracias por su apoyo.

En relación con las cuestiones que ha formulado el se-ñor Mardones, que seguramente se ha tenido que ir, tengoque decirle que la presión sobre pesca, y en lo relativo aCanadá, no la vamos a dejar decaer. Yo mismo estoy, así

como la Ministra del ramo, presionando constantemente ala Presidencia irlandesa. Yo mismo tuve ocasión de reu-nirme la semana pasada con el Ministro de Exteriores deCanadá para hacerle saber que seguiríamos teniendo pro-blemas en la firma de esa declaración transatlántica y enestablecer una auténtica cooperación entre la Unión Euro-pea y Canadá. Como ustedes saben, España la vetó en lapasada cumbre europea si antes no se resolvía el problemade la aplicación de leyes extraterritoriales a los pesquerosespañoles por parte de Canadá. No está fuera del orden deldía ni tampoco es objeto de especial consideración porparte de Irlanda por razones obvias. No hay novedad eneste campo.

En relación con la renovación del Secretario General delas Naciones Unidas, todavía no hay una posición común.Las votaciones empezarán a tener lugar a partir del próximo4 ó 5 de noviembre. Yo espero que pueda haberla. Ustedessaben que ha una posición de veto por parte de Estados Uni-dos. Francia ha dicho enérgicamente que vetaría cualquierotro candidato distinto, con lo cual nos encontramos con unasituación aparentemente de bloqueo. En esas circunstancias,y no habiendo un candidato mejor a la vista, el Gobieno es-pañol, y así lo he dicho en la Asamblea, es partidario de re-novar el apoyo al señor Butros Gali. Pero probablemente, yeso no es más que una expectativa en estos momentos, a par-tir del próximo mes de noviembre se pueda encontrar unasolución de compromiso que permita la renovación, por untiempo más que prudencial y que no sea en ningún caso hu-millante, para el señor Butros Gali y si hay un compromisoaceptado por el propio señor Gali, estoy convencido de quehabrá una posición común de la Unión Europea.

Respecto al hecho del estatuto permanente para las re-giones ultraperiféricas, ya me he referido a ello en la intro-ducción inicial, puesto que ha sido a instancias del propioPresidente Aznar el que ese asunto esté en la agenda de laconferencia.

Lamento que nos haya llevado un poco más de tiempode lo que yo hubiera deseado pero, en todo caso, les agra-dezco sus positivas aportaciones a este debate.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Mi-nistro, por su comparecencia y por la información facili-tada. Esperamos poder tener la ocasión de volver a hablarde estos temas pronto. (Pausa.)

— COMPARECENCIA DE LA MINISTRA DE JUS-TICIA PARA QUE, EN BASE A LO PREVISTOEN EL ARTICULO 1 DE LA LEY 8/1994, IN-FORME SOBRE LOS ACUERDOS ADOPTADOSPOR EL CONSEJO DE JUSTICIA E INTERIORY, PARTICULARMENTE, SOBRE CONVENIOSDE EXTRADICION. (Número de expediente Con-greso 213/000054 y número de expediente Senado711/000048.)

El señor PRESIDENTE: Seguimos con el orden deldía de la Comisión, cuyo punto tercero es la comparecen-cia de la señora Ministra de Justicia, doña Margarita Ma-

– 194 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996.–NÚM.14

17 / 35 13/02/2014

Page 18: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

riscal de Gante, para que informe sobre los acuerdos adop-tados por el Consejo de Justicia e Interior, y particular-mente sobre los convenios de extradición.

La señora Ministra de Justicia tiene la palabra.

La señora MINISTRA DE JUSTICIA (Mariscal deGante y Mirón): Con la venia del señor Presidente.

Constituye para mí un honor comparecer por primera vezante esta comisión para informar a sus señorías sobre losacuerdos adoptados por el Consejo de Justicia y Asuntos deInterior, y en especial sobre el nuevo Convenio de Extradi-ción entre los Estados miembros de la Unión Europea.

Como saben sus señorías, la cooperación entre los Esta-dos miembros de la Unión Europea en materia de justiciase inserta en el marco de las previsiones del título cuatrodel Tratado de la Unión Europea. Esta cooperación se pro-yecta sobre una serie de materias que el Tratado definecomo ámbitos de interés común. De estas materias, las quedirectamente enlazan con las competencias del Ministeriode Justicia son las comprendidas en los números 6 y 7 delartículo K1 del Tratado, es decir, la cooperación judicial enmateria civil y la cooperación judicial en materia penal.Por tanto, mi informe se ceñirá a aquellos aspectos de laactuación del Consejo de Justicia y Asuntos de Interior queguardan relación con la cooperación judicial entre los Es-tados miembros de la Unión.

El acuerdo más importante adoptado en el seno delConsejo de Justicia y Asuntos de Interior durante estos pri-meros meses de mi gestión al frente del Departamento es,sin duda, la adopción del Convenio relativo a la mejora dela extradición entre los Estados miembros de la UniónEuropea. Este Convenio supone, ante todo —y quiero in-sistir especialmente en esta idea—, un cambio radical deorientación en la filosofía inspiradora de las relaciones en-tre Estados en materia de extradición.

A este respecto, conviene recordar que la concepcióntradicional de la extradición tiene su punto de partida enun principio de desconfianza hacia los sistemas de justi-cia penal foráneos. De esa desconfianza deriva el mar-cado tinte protector que ha presentado siempre la extradi-ción pasiva. El Estado requerido, que desconfía del sis-tema de justicia penal del Estado requirente, se consideraobligado a proteger a la persona reclamada frente a laseventuales injusticias a las que podría verse sometida encaso de ser entregada. Por eso, antes de acceder a la soli-citud de extradición, realiza determinadas comprobacio-nes para asegurarse de que, en caso de entrega de la per-sona requerida, ésta va a ser sometida a un juicio justo,con todas las garantías, y de que la ley penal que se le vaa aplicar en el Estado requirente es, igualmente, justa yrazonable.

Sólo desde este principio de desconfianza hacia los sis-temas de justicia penal foráneos se encuentra justificacio-nes a instituciones tan tradicionales en materia de extradi-ción como son la exclusión de la extradición por delitosconsiderados políticos, los principios de doble encrimina-ción y de especialidad o la exclusión de la extradición pordelitos que en el Estado requirente estén castigados conpena de muerte.

El Convenio Europeo de 1957 responde sustancial-mente a esta concepción tradicional de la extradición. Sólopermite la extradición por delitos castigados, tanto en elEstado requirente como en el requerido con pena de priva-ción de libertad de duración superior a un año. Se excluyela extradición por delitos que el Estado requerido consi-dere delitos políticos o hechos conexos con delitos políti-cos. Se permite al Estado requerido denegar la extradiciónsi el delito estuviese castigado con pena capital por la leypenal del Estado requirente y, en fin, se establece el princi-pio de especialidad en virtud del cual la persona entregadano podrá ser perseguida ni castigada en el Estado requi-rente por hechos anteriores a la entrega distintos del quemotivó la extradición salvo que así lo consienta expresa-mente el estado requerido o la propia persona entregada.

El alcance de la exclusión de los delitos políticos se vioreducido posteriormente como consecuencia del ProtocoloAdicional de 1975, y muy especialmente como consecuen-cia del Convenio Europeo para la Represión del Terro-rismo de 1977. El Protocolo Adicional al Convenio Euro-peo de extradición impide a los Estados considerar delitopolítico a cualquier hecho constitutivo de delito de genoci-dio conforme al Derecho Internacional, así como a los he-chos constitutivos de violación de las normas internacio-nales sobre tratamiento de heridos, enfermos, prisioneros ysobre protección de personas civiles en tiempo de guerra.

Por su parte, el Convenio Europeo para la Represión delTerrorismo impide a los Estados parte considerar delitopolítico o delito conexo con un delito político o delito ins-pirado por móviles políticos determinados actos violentosespecialmente graves como son la captura ilícita de aero-naves, los actos ilícitos dirigidos contra la seguridad de laaviación civil, los ataques contra la vida y la integridad depersonas que tengan derecho a una protección internacio-nal, los actos que supongan rapto, toma de rehenes o se-cuestro arbitrario o la utilización de bombas, granadas, co-hetes, armas de fuego automáticas o cartas o paquetesbomba con peligro para las personas.

Aunque este convenio, ciertamente, supuso notableavance en materia de extradición por delitos de terrorismo,conviene observar que su aplicación se limita a ciertos ac-tos terroristas que se consideran especialmente graves. Porlo tanto, de acuerdo con el convenio de 1977, los Estadospueden seguir considerando delito político y, por tanto, de-negar la extradición, cuando ésta se solicite por actos gra-ves de violencia contra la vida, integridad y libertad de laspersonas o actos graves contra los bienes, siempre que es-tos actos no estén comprendidos en el caso anteriormentereseñado y que el Estado requirente considere que han sidocometidos con fines políticos. Y hay que considerar, ade-más, que muchos Estados hicieron importantes reservas alConvenio que limitaban aún más su ámbito de aplicación.

En cualquier caso, ni el Protocolo al Convenio Europeode Extradición ni el Convenio Europeo para la represióndel Terrorismo comportaron cambio sustancial alguno enla filosofía de las relaciones entre Estados en materia deextradición. Estas relaciones seguían ancladas en la con-cepción tradicional basada en la desconfianza del Estadorequerido respecto del sistema de justicia penal del Estado

– 195 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996–NÚM. 14

18 / 35 13/02/2014

Page 19: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

requirente. En esta situación incide el nuevo Convenio re-lativo a la mejora de la extradición entre los Estados miem-bros de la Unión Europea aprobado por el Consejo de laUnión Europea en el mes de julio pasado y firmado por losrepresentantes de todos los Estados de la Unión durante elConsejo informal de Justicia y Asuntos de Interior cele-brado la semana pasada en Dublín.

El nuevo Convenio incluye en su preámbulo unas de-claraciones que considero de excepcional importancia yque me van a permitir sus señorías que les traslade literal-mente. Dice el preámbulo que los Estados miembros tie-nen un interés común en garantizar que los procedimientosde extradición funcionen de manera eficaz y rápida en lamedida en que sus sistemas de gobierno se basan en prin-cipios democráticos y en que los Estados miembros respe-tan las obligaciones que establece el Convenio para la Pro-tección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fun-damentales, firmado en Roma el 4 de noviembre de 1950.Y, sobre la base de esta declaración general, añade el pre-ámbulo que todos los Estados miembros de la Unión Euro-pea expresan su confianza en la estructura y el funciona-miento de sus respectivos sistemas judiciales y en la capa-cidad de todos los Estados miembros para garantizar unproceso equitativo.

Se plasma así un novedoso principio en materia de ex-tradición. Frente a la tradicional desconfianza hacia lossistemas de justicia penal extranjeros que latía tras la con-cepción clásica de la extradición se afirma el principioopuesto de la confianza de todos los Estados miembros dela Unión Europea en que sus respectivos sistemas de go-bierno son democráticos, en que en todos los Estadosmiembros se respetan los derechos humanos y en que laslibertades fundamentales y, en fin, los sistemas judicialesde todos los Estados miembros aseguran un proceso equi-tativo a cualquier persona que se vea sometido a ellos.

En este nuevo marco de confianza la extradición entrelos Estados miembros de la Unión Europea se ve extraor-dinariamente facilitada al desaparecer o, cuando menos,debilitarse en gran medida muchas de las barreras tradicio-nales basadas en la desconfianza hacia los sistemas pena-les y judiciales extranjeros.

Me parece importante subrayar ante esta Comisión queel Gobierno español —me refiero al Gobierno al que per-tenezco y también a los anteriores Gobiernos socialistas—ha jugado un papel decisivo como impulsor de este cambioradical de la filosofía inspiradora de las relaciones entrelos Estados de la Unión Europea en materia de extradición.

La primera iniciativa en esta materia se remonta al Con-sejo de Ministros de Justicia de Funchal durante la Presi-dencia portuguesa. En este Consejo, el Gobierno españolpresentó un documento en el que ya se planteaba articularlas relaciones entre los Estados miembros en materia de ex-tradición sobre bases nuevas, partiendo del principio de con-fianza recíproca entre los sistemas legales judiciales y de talforma que la extradición dejara de contemplarse como unproblema de choque entre soberanías estatales y pasara averse como un problema ordinario de cooperación judicial.

En 1993, el Consejo de Justicia y Asuntos de Interioraprobó la Declaración de Limelette en la que se subrayaba

que era de interés común concluir un convenio de extradi-ción que completase y modificase las disposiciones delConvenio Europeo de 1957 para facilitar la extradición en-tre los Estados de la Unión. A raíz de esta Declaración seiniciaron los trabajos, que tuvieron como primer fruto elConvenio Relativo al Procedimiento Simplificado de Ex-tradición entre los Estados Miembros de la Unión Eu-ropea, aprobado por el Consejo de Justicia y Asuntos deInterior el 10 de marzo de 1995.

Para lograr el resto de los objetivos señalados en dichaDeclaración, la Presidencia española presentó un proyectode convenio relativo a la mejora de la extradición, lo-grando el acuerdo de los Estados miembros sobre unaparte sustancial del articulado. Quedaron pendientes sólolos temas relacionados con la exclusión del principio dedoble incriminación respecto de las conductas de conspira-ción o asociación con propósito delictivo y la limitación delos presupuestos en que la extradición puede denegarse alamparo del concepto de delito político. En el Consejo deJusticia y de Asuntos de Interior de 4 de junio pasado se lo-gró finalmente un sustancial acuerdo entre los Estadosmiembros sobre estas dos cuestiones pendientes. Esto per-mitió la aprobación del texto del Convenio el pasado mesde julio y la firma por los representantes de todos los Esta-dos miembros en el Consejo de Dublín de la pasada se-mana, como he dicho anteriormente.

Las disposiciones del Convenio reflejan la nueva filoso-fía de la extradición en el ámbito de la Unión Europea. Elnuevo planteamiento, basado en la confianza recíproca enlos sistemas penales y judiciales de los Estados ha permi-tido, por ejemplo, ampliar el número de delitos sujetos a ex-tradición por la vía de rebajar la pena mínima exigible en elEstado requerido, que pasa a ser de seis meses en lugar dela de un año exigida por el Convenio Europeo de 1957.

Esta rebaja del umbral de pena exigible para la extradi-ción es especialmente significativa en el caso de Francia.Al suscribir el Convenio Europeo de 1957, Francia se ha-bía reservado el derecho de denegar la extradición cuandoel delito que motivara la solicitud estuviera castigado tantoen el Estado requirente como en la legislación interna fran-cesa con una pena de privación de libertad de duración ing-ferior a dos años. En el Convenio de Schengen, Francia re-bajó a un año la exigencia respecto de la legislación del Es-tado requirente pero mantuvo el listón de los dos años ensu legislación interna. Es decir, hasta ahora Francia de-niega sistemáticamente la extradicción cuando el delitopor el que se solicita está castigado por la Ley Penal fran-cesa con una pena máxima que no supera los dos años deprivación de libertad.

Pues bien, el nuevo Convenio de Extradición rompe de-finitivamente con esta posición tradicional francesa. Apartir del momento en que el nuevo Convenio sea aplica-ble en las relaciones con Francia sólo podrá denegar la ex-tradición cuando la pena señalada al delito por su Ley Pe-nal interna no exceda de seis meses de privación de liber-tad. Por lo que se refiere a Francia se ha pasado de dosaños a seis meses, lo que significa una ampliación muysustancial del número de delitos por los que el Estado fran-cés se compromete a conceder la extradición.

– 196 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996.–NÚM.14

19 / 35 13/02/2014

Page 20: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

En la misma línea ampliatoria y siguiendo la pauta mar-cada por el segundo protocolo al Convenio Europeo de1957, se prevé la posibilidad de extender la extradición in-cluso a delitos castigados con pena de multa, siempre quela petición se refiera también a algún delito castigado conprivación de libertad de la duración mínima exigida.

Otra importante manifestación de la nueva filosofía im-primida a las relaciones de extradición entre los Estados dela Unión Europea es la ruptura del principio de no extradi-ción de los nacionales. En el nuevo Convenio la regla ge-neral pasa a ser la de que no se podrá denegar la extradi-ción por el motivo de que la persona reclamada sea nacio-nal del Estado miembro requerido, regla a la que los Esta-dos sólo podrán sustraerse formulando una reserva que ha-brá de ser renovada cada cinco años.

La regla tradicional, según la cual el Estado requeridopuede denegar la extradición basándose en la prescripcióndel delito conforme a su Ley interna, también se rompe enel nuevo Convenio. A partir de su entrada en vigor ningúnEstado-parte podrá denegar la extradición por el motivo deque la acción o la pena hayan prescrito con arreglo a la le-gislación del Estado requerido. Esto puede repercutir demanera muy positiva, especialmente en las relaciones conFrancia, ya que como es sabido muchas extradiciones soli-citadas a las autoridades francesas han sido denegadas poraplicación de los plazos de prescripción previstos por la le-gislación del país vecino, más breve que los establecidospor nuestro ordenamiento jurídico.

El principio de especialidad también se debilita ya que,por un lado, se prescinde de la exigencia del consenti-miento del Estado requerido para que el extraditado puedaser perseguido y juzgado por delitos distintos a los que ha-yan motivado la extradición, siempre que ello no comporteprivación de libertad. Tampoco es necesario el consenti-miento del Estado requerido cuando el extraditado haya re-nunciado expresamente después de la entrega a acogerse alprincipio de especialidad. Para los demás supuestos siguesiendo preciso el consentimiento del Estado requerido,pero el Convenio permite que los Estados-parte medianteuna declaración acepten que su consentimiento se pre-suma, salvo indicación expresa en contrario al conceder laextradición.

Se facilita también la reextradición, eliminándose,salvo reserva, la exigencia del consentimiento del Estadorequerido, establecida por el Convenio de 1957.

Se agiliza la tramitación de las solicitudes de extradi-ción, estableciéndose una autoridad central en cada Estadoy contemplándose la transmisión de documentos mediantetelecopia.

Se prevé también para el Estado que hagan una declara-ción en tal sentido la comunicación directa entre autorida-des judiciales de los Estados requirente y requerido a fin deobtener información complementaria.

Se facilita, asimismo, el tránsito simplificado de la in-formación que debe facilitarse junto a la solicitud.

Siendo importante todo lo anterior y, sin duda, revela-dor de ese nuevo clima de confianza recíproca en el que seenmarcan la relaciones entre los Estados de la Unión Euro-pea en materia de extradición, las novedades de más tras-

cendencia y las que más interesan a España son las que serefieren al alcance del requisito de doble incriminación y ala limitación del juego del concepto de delito políticocomo obstáculo a la extradición. Las disposiciones delConvenio sobre estas dos cuestiones son especialmenteimportantes porque inciden directamente en el régimen dela extradición por delitos de tanta gravedad como son losde terrorismo y los relacionados con el tráfico de drogas.

En relación con el principio de doble incriminación, elartículo 3 del Convenio excluye el juego de dicho princi-pio para denegar la extradición cuando ésta se solicite pordelito de conspiración o asociación con propósito delic-tivo, siempre que la conspiración o asociación sean paraacometer alguno de los delitos contemplados en los artícu-los 1 y 2 del Convenio Europeo para la represión del terro-rismo.

Quiero destacar la amplitud del precepto, ya que los ci-tados artículos 1 y 2 del Convenio Europeo para la repre-sión del terrorismo comprenden cualquier acto grave deviolencia contra la vida, la integridad corporal o la libertadde las personas, así como cualquier acto grave contra losbienes que haya creado un peligro colectivo para las per-sonas. Según esto, la conspiración o asociación con propó-sito de cometer cualquiera de estos delitos dará lugar siem-pre a la extradición, aunque la legislación del Estado re-querido no castigue penalmente la conspiración o la aso-ciación con propósito delictivo.

En la práctica, y con referencia a nuestros intereses enmateria de represión del terrorismo, esta disposición enunión con la del artículo 5, sobre la que inmediatamenteinformaré a sus señorías, permitirá obtener la extradiciónde terroristas, incluso en los casos en que únicamente sepida por delito de pertenencia a banda armada de los ar-tículos 515.2 y 516 del Código Penal vigente. El Estado re-querido no podrá en estos casos denegar la extradición ba-sándose en que su legislación no castiga como delito laconducta de asociación con propósito de cometer delitosde terrorismo.

El mismo esquema se aplica a la conspiración y asocia-ción con propósito de cometer delitos relacionados con eltráfico de estupefacientes y otras formas de delincuenciaorganizada u otros actos de violencia contra la vida, la in-tegridad física o la libertad de una persona o que represen-ten un peligro colectivo para las personas. Tampoco podrádenegarse, en estos supuestos, la extradición, aunque en elEstado requerido no se castigue como delito la conspira-ción y la asociación con propósito delictivo.

El Convenio prevé la formulación de reservas de noaplicación o de aplicación sólo en determinadas condicio-nes de las disposiciones a las que me acabo de referir. Estosignifica que se permite a los Estados declarar que segui-rán aplicando el principio de doble incriminación a las pe-ticiones de extradición, basadas en delitos de conspiracióno asociación con propósito delictivo.

Las reservas se formularán, en su caso, por cada Estadoen el momento de comunicar oficialmente la ratificacióndel Convenio. Todavía no pueden hacerse previsionesacerca de si algún Estado se acogerá a esta posibilidad deformular reserva a la aplicación del artículo 3. Ahora bien,

– 197 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996–NÚM. 14

20 / 35 13/02/2014

Page 21: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

incluso los Estados que hayan formulado reserva al ar-tículo 3 quedan obligados, según el Convenio, a concederla extradición cuando se solicite respecto de cualquier per-sona que contribuya a la comisión por parte de un grupo depersonas que actúen con un objetivo común de uno o másdelitos en el ámbito del terrorismo, siempre que la colabo-ración sea intencional y con pleno conocimiento bien delobjetivo y de la actividad delictiva general del grupo, biende la intención del grupo de cometer el delito o delitos deque se trate. Es decir, según esto y con referencia a nuestroordenamiento, un Estado europeo que haya formulado re-serva al artículo 3 del Convenio podrá denegar la extradi-ción por el delito de pertenencia a banda armada, pero nopodrá denegar la extradición por el delito de colaboracióncon banda armada del artículo 576 del Código Penal. Laextradición por este delito de colaboración con banda ar-mada, que ha planteado problemas en el pasado, queda asíasegurada en todo caso una vez que el Convenio entre envigor.

El mismo régimen se aplica a las conductas de colabo-ración con organizaciones delictivas en el ámbito del trá-fico de estupefacientes y otras formas de criminalidad or-ganizada, así como a la colaboración para acometer actosde violencia contra la vida, la integridad física o la libertadde las personas, o que representen un peligro colectivopara las personas.

El otro precepto, sobre el que reclamo especialmente laatención de sus señorías, es el artículo 5 del Convenio.Este artículo afecta al tradicional principio de exclusión dela extradición por delitos políticos y establece, como reglageneral, que ningún Estado miembro podrá denegar la ex-tradición solicitada por otro Estado miembro, basándoseen la consideración de que el delito que motiva la solicitudes un delito político o un delito relacionado con un delitopolítico o un delito inspirado por móviles políticos.

Este principio general es de extraordinaria importanciaporque implica la renuncia de todos los Estados miembrosa considerar que en los demás Estados-parte se persiguepenalmente a las personas por motivos políticos. Aquí semanifiesta con especial intensidad ese nuevo marco deconfianza recíproca en el que se sitúa el régimen de extra-dición diseñado en el Convenio.

Si como dice el preámbulo todos los Estados miembrosde la Unión Europea confían en que sus Gobiernos se ba-san en principios democráticos y respetan plenamente losderechos humanos y las libertades fundamentales, seríaabsurdo que un Estado pudiera considerar que otro pre-tende perseguir a un ciudadano por razones de tipo polí-tico.

Ahora bien, el Convenio también permite a los Estados-parte formular reserva a este principio general. Lo deci-sivo, sin embargo, es que las eventuales reservas que seformulen no podrán afectar a los delitos de terrorismo, in-cluyendo el de colaboración con banda armada, organiza-ción o grupo terrorista. Estos delitos de terrorismo y cola-boración con organización terrorista en ningún caso po-drán ser considerados delitos políticos a efectos de denegarla extradición, ni siquiera por los Estados que hayanformulado reserva al artículo 5 del Convenio.

Se produce así un avance muy sustancial respecto de lasituación anterior, puesto que conviene recordar que aun-que el Convenio Europeo sobre Represión del Terrorismode 1977 pretendía también excluir al terrorismo del con-cepto de delito político, sus resultados en la práctica fueronmuy pobres, en primer lugar, porque sólo afectaba a ciertotipo de actos terroristas de especial gravedad, secuestrosde aeronaves, toma de rehenes y otros actos similares y, ensegundo término, porque muchos Estados formularon unareserva que les permitía seguir considerando delito polí-tico incluso estos actos terroristas de especial gravedad.Este era el caso, con referencia únicamente a los Estadosmiembros de la Unión Europea, de Dinamarca, Italia, Sue-cia, Bélgica, Francia y Países Bajos, que formularon unadeclaración al Convenio sobre represión del terrorismo, re-servándose el derecho de considerar delito político y, portanto, denegar la extradición, incluso respecto de los actosterroristas especialmente graves, enumerados en el artículo1 del Convenio. Estas reservas, de hecho, suponían unapráctica desvinculación de estos Estados respecto de lasprevisiones más importantes del Convenio Europeo para laRepresión del Terrorismo. El nuevo convenio significa,por tanto, un giro radical. Una vez que entre en vigor, nin-guno de los Estados a los que me acabo de referir podrá in-vocar frente a los demás Estados-parte la reserva formu-lada al Convenio sobre Represión del Terrorismo. Ade-más, los delitos de terrorismo sujetos a extradición no sonsólo los especialmente graves contemplados en el artículo1 del Convenio de 1977, sino, en general, cualquier actoterrorista que implique violencia grave contra las personaso contra los bienes. Y, en fin, ninguno de estos actos podráser considerado en el futuro, por ningún Estado de laUnión Europea, como delito político a efectos de denegarla extradición.

Puede decirse, por tanto, que el Convenio relativo a lamejora de la extradición entre los Estados miembros de laUnión Europea, enmarcado en un nuevo clima de con-fianza recíproca en los sistemas políticos, penales y judi-ciales de los Estados miembros, comporta un avance sus-tancial en materia de extradición, y con ello contribuye demanera decisiva a asegurar la eficacia de la represión de lacriminalidad en el ámbito de la Unión Europea, con espe-cial incidencia en los delitos de terrorismo, tráfico de dro-gas y, en general, delincuencia organizada.

Por lo que se refiere a los intereses específicos de Es-paña, creo que debe destacarse especialmente que, con elnuevo convenio, ningún Estado de la Unión Europea podrádenegar la extradición de terroristas, ni siquiera cuandosólo se les impute colaboración con banda armada sin par-ticipación en ningún acto terrorista concreto. Estos delitosquedan en todo caso excluidos del concepto de delito polí-tico, y respecto de ellos queda excluida también la aplica-ción del principio de doble incriminación.

Ciertamente, el convenio no entrará en vigor hastatranscurridos noventa días desde que se notifique al Secre-tario General del Consejo de la Unión Europea su ratifica-ción por los quince Estados que hoy pertenecen a la Unión.En este momento, sólo puedo expresar mi confianza enque los trámites de ratificación en los quince Estados se

– 198 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996.–NÚM.14

21 / 35 13/02/2014

Page 22: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

cumplimenten en un tiempo razonable. Ahora bien, el pro-pio convenio permite que los Estados, al ratificarlo, decla-ren que será aplicable en sus relaciones con los demás Es-tados que hagan igual declaración, sin esperar a que se pro-duzcan las quince ratificaciones. En este sentido, me com-place informar a sus señorías del acuerdo alcanzado en lareunión que se celebró el pasado día 24 de septiembre, enel Ministerio de Justicia, con el Ministerio belga de Justi-cia, y a la que asistió también el Ministro del Interior, se-ñor Mayor Oreja. En dicha reunión, se suscribió una De-claración conjunta mediante la que se convino en que am-bos Estados procederían, en el plazo más breve posible, ala ratificación del Convenio de la Unión Europea relativo ala Mejora de Extradición, y se acordó también que ambosEstados aplicarían el artículo 18.4 del Convenio, a fin deque sea aplicable de manera anticipada entre los dos paísesdesde que lo ratifiquen ambos, y sin esperar a su entrada envigor en el conjunto de los quince Estados de la UniónEuropea.

Quiero subrayar la importancia de este acuerdo, quepermitirá que en el futuro no vuelvan a surgir los proble-mas bilaterales que se han planteado como consecuenciade la denegación por parte de Bélgica de la extradición delos terroristas Moreno y García.

Un último aspecto del Convenio, que me parece impor-tante resaltar, es el de su aplicación a todas las peticionesde extradición que se formulen tras su entrada en vigor, in-cluso aquellas que se realicen por delitos cometidos conanterioridad a la vigencia del Convenio. Con el fin de ase-gurar la inmediata adaptación de nuestra legislación in-terna a las disposiciones del nuevo Convenio, el Ministeriode Justicia ha preparado ya un borrador de ley de coopera-ción jurídica internacional en materia penal, que será pre-sentado al Consejo de Ministros dentro de este mismo tri-mestre. El alcance de este borrador es más amplio, puestoque lo que se pretende es llenar una laguna de nuestro or-denamiento jurídico en el que actualmente las disposicio-nes relativas a la cooperación jurídica en materia penal sonescasas y se encuentran dispersas en diferentes textos lega-les. Con la nueva ley se regularán de una manera unitaria yarmónica no sólo las cuestiones relativas a la extradición,sino también los traslados de personas condenadas, latransmisión de procesos penales, la ejecución de senten-cias penales extranjeras y el auxilio judicial internacional.Esta ley contribuirá sin duda a facilitar el desenvolvi-miento de la cooperación jurídica internacional en materiapenal entre España y los demás Estados de la comunidadinternacional, y en especial con los demás Estados de laUnión Europea.

Paso a continuación a informar brevemente acerca deotras cuestiones relacionadas con la cooperación europea enel ámbito de la justicia, y que han sido objeto de las últimasreuniones del Consejo de Justicia y Asuntos de Interior, osobre las que se está trabajando en el marco de las disposi-ciones del Título IV del Tratado de la Unión Europea.

En el Consejo informal de Dublín se ha firmado tam-bién el primer protocolo sobre el Convenio relativo a laProtección de los Intereses Financieros de las Comunida-des Europeas por el que los Estados miembros se compro-

meten a tipificar como delito, en sus respectivas legisla-ciones internas, los hechos que el Convenio define comocorrupción pasiva y corrupción activa, en relación con lasconductas ilícitas de funcionarios que causen o puedancausar perjuicio a los intereses financieros de las Comuni-dades Europeas. Este Protocolo queda sujeto a ratificaciónpor los quince Estados miembros, y entrará en vigor unavez que se hayan comunicado oficialmente las quince rati-ficaciones.

En el ámbito de la cooperación judicial en materia civil,el Consejo de Justicia y Asuntos de Interior, de 4 de juniopasado, examinó el proyecto de convenio sobre el trasladode documentos judiciales y extrajudiciales en materia civily mercantil. Se produjeron algunos avances en las princi-pales cuestiones pendientes: descentralización del sistemade transmisión de documentos y aceptación del uso de te-lecopia, y se encargó al Grupo que continuara los trabajos.

Otro convenio que se encuentra en avanzado estado deelaboración es el llamado Convenio de Bruselas II, con elque se pretende incluir las cuestiones relativas al matrimo-nio y a la custodia de menores en el ámbito del Conveniode Bruselas sobre Competencia Internacional y Ejecuciónde Resoluciones en Materia Civil y Mercantil. En el con-sejo informal de Dublín se pudo detectar la voluntad de losEstados miembros de avanzar sustancialmente en la nego-ciación de estos dos importantes convenios con vistas alpróximo Consejo de Justicia y Asuntos de Interior, que secelebrará a finales de noviembre.

El Grupo Director III está trabajando también en unproyecto de convenio sobre asistencia judicial en materiapenal entre los Estados miembros de la Unión. Uno de losaspectos que contempla este proyecto es el de la audiciónde testigos a distancia. Sobre esta cuestión, los ministeriosde Justicia de España, Francia e Italia, con apoyo finan-ciero comunitario, han organizado un seminario que se de-sarrollará en Madrid el próximo mes de febrero.

Quiero hacer referencia a las iniciativas del Gobiernobelga relacionadas con la lucha contra el tráfico de sereshumanos y la explotación sexual de jóvenes, que han sidopresentadas al último consejo informal de Dublín y quecuentan con el apoyo del Gobierno español. Se trata depropuestas de acción común encaminadas a asegurar untratamiento jurídico-penal adecuado de estas conductas entodos los Estados miembros, así como a facilitar la perse-cución de estos delitos, introduciendo criterios de extrate-rritorialidad en la determinación de la competencia penalinternacional y acentuando la cooperación judicial entrelos Estados. Se propone también el establecimiento de unprograma de desarrollo e intercambio destinado a los res-ponsables de la acción contra el tráfico de seres humanos ya la explotación sexual de menores, así como a la adopciónde una posición común de los Estados miembros de laUnión Europea para defender ante la Asamblea General delas Naciones Unidas la declaración de Estocolmo de 31 deagosto pasado. En el consejo de Dublín, estas propuestaslograron el apoyo político de los ministros asistentes, que-dando pendiente su discusión y eventual adopción por elpróximo Consejo de Justicia y Asuntos de Interior previstopara finales de noviembre.

– 199 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996–NÚM. 14

22 / 35 13/02/2014

Page 23: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

Señor Presidente, señorías, gracias por su atención. Es-toy a su disposición para contestar las preguntas que de-seen efectuarme.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.¿Grupos que desean intervenir? (Pausa.)Iniciamos este turno con el Grupo Parlamentario Socia-

lista, demandante de la comparecencia.Tiene la palabra su señoría.

La señora FERNANDEZ DE LA VEGA: Muchasgracias, Presidente.

Señora Ministra, bienvenida a esta Comisión. Quieroque mis primeras palabras sean de agradecimiento por lasinformaciones que nos ha facilitado sobre la marcha y elestado de las cuestiones tratados en el Consejo JAI, de mi-nistros de Justicia y Asuntos de Interior, referido evidente-mente a las cuestiones que hoy son competencia de su De-partamento, que son las de Justicia.

Compruebo sin demasiada satisfacción que, con inde-pendencia de lo relativo a la extradición, a la que luego mereferiré, son escasos los avances que se han producido du-rante estos meses en el ámbito del tercer pilar, cuya estruc-tura y funcionamiento todos sabemos que han sido puestosde manifiesto en múltiples ocasiones. Por lo tanto, confia-mos en que su Gobierno y su Ministerio apoye, en elmarco de la Conferencia Intergubernamental, el conjuntode las reformas reclamadas por todos los que creemos quees imprescindible avanzar en la Unión Europea.

En la Europa de los ciudadanos no es posible avanzarsin conformar un auténtico espacio común jurídico y judi-cial. Para ello, es, desde luego, necesario remover obstácu-los de fondo y de forma; de fondo en cuanto a la descon-fianza que sigue existiendo en todos los países sobre lossistemas judiciales de cada uno de los Estados miembros yde forma en cuanto que es necesario introducir en el TítuloVI del Tratado mecanismos que agilicen la toma de deci-siones para hacer más eficaz la creación del espacio judi-cial y jurídico europeo.

Nos ha hablado usted con detenimiento del tema que es,evidentemente, el más importante en la construcción deese espacio jurídico y judicial europeo: el de la extradi-ción. Llevamos muchos años luchando por llegar a con-cluir un convenio que sea instrumento eficaz en la lucha,sobre todo, contra la delincuencia organizada y contra elterrorismo. Y son muchas las dificultades que ha habido,precisamente, derivadas de las desconfianza a la que ustedha hecho mención.

En principio, señora Ministra, con el texto en la manodel convenio que tenemos aquí, me gustaría que nos hi-ciera usted algunas aclaraciones respecto de lo que ha di-cho y respecto de lo que dice dicho texto. Al Grupo Parla-mentario Socialista le hubiera gustado mucho venir hoyaquí para mostrar su satisfacción por haber llegado a con-cluir un convenio que sea instrumento eficaz en la luchacontra la delincuencia organizada y, sobre todo, en nuestropaís, contra el terrorismo. Yo no creo que éste sea un temadel que haya que hacer una utilización partidista, pues es losuficientemente importante como para no hacerlo. En defi-

nitiva, si, al final, el convenio no es eficaz, los únicos quese van a beneficiar van a ser, desde luego, los delincuentesy los terroristas y nadie más.

Usted sabe que va a tener siempre el apoyo de nuestroGrupo para trabajar en este ámbito, aunque nos gustaría sa-ber, exactamente, si el convenio ha quedado como creemosque ha quedado, en cuyo caso no vamos a estar de acuerdoporque pensamos que se habría perdido una magníficaoportunidad para suscribir un acuerdo eficaz. Si es así, evi-dentemente me reservo la posibilidad de poner de mani-fiesto que creemos que es posible que ustedes se hayanequivocado o que se hayan precipitado al suscribir el con-venio. ¿Es un instrumento endemoniado? Desde luego, esun instrumento dificilísimo de interpretar. Téngase encuenta que es un instrumento que va dirigido a que lo uti-licen los jueces: todo menos transparencia.

Del conjunto de los artículos se podrían establecer algu-nas conclusiones. En primer lugar, se establece en el ar-tículo 2 del convenio la regla general de la exigencia de ladoble incriminación. Aquí había dos problemas, como us-ted muy bien ha explicado, dos escollos que quedaron pen-dientes en el mes de abril: el delito político y la doble incri-minación. Dicho esto, no me entretengo más en hablar deesos dos temas porque usted ya los ha explicado muy bien.

En el convenio se establece, en primer lugar, la reglageneral de la doble incriminación para todos los supuestosde extradición, es decir, cualquier solicitud de extradiciónque se efectúe por un país tiene que estar tipificada en elCódigo Penal del país que la solicita y en el país al que sela solicita. Ese es el principio general. En segundo lugar, seestablece una segunda regla general que excepciona la an-terior cuando los hechos que estén tipificados se refieren aconspiración o a asociación para delinquir. En este caso, laregla general es que no se exige la doble incriminación oidentidad normativa. Cuando los hechos que dan lugar a laextradición sean la asociación de malhechores, la conspi-ración con el propósito de cometer actos delictivos graveso cualquier otro que afecte a la vida, los que están inclui-dos en los artículos 1 y 2 del Convenio Europeo de Extra-dición, existe una derogación del principio de doble incri-minación.

Hasta aquí bien, porque hemos conseguido lo que que-ríamos. En lo que yo discrepo es en lo que viene a conti-nuación, porque se establece la posibilidad de que cual-quier Estado miembro tenga las reservas que estime opor-tunas y como las estime oportunas. Es decir, cada Estadomiembro se reserva la posibilidad de no aplicar este ar-tículo y de mantener el principio general de exigencia deidentidad normativa. Y esto no es desvirtuado suficiente-mente por otros preceptos del convenio porque los mismospreceptos del convenio, aun cuando establecen una decla-ración, que yo creo que jurídicamente no se podría califi-car más que como una declaración de intenciones o debuena voluntad, tienen el compromiso de hacer extradita-ble los hechos que sean constitutivos de delito y que afec-ten a la asociación del malhechores, no sólo en su modali-dad ejecutiva, sino también en su modalidad meramenteparticipativa, es decir, la mera colaboración, y están remi-tiéndose siempre al principio general del convenio, o sea, a

– 200 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996.–NÚM.14

23 / 35 13/02/2014

Page 24: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

la doble incriminación. Por lo tanto, única y exclusiva-mente, aquellos Estados miembros que tengan tipificadosen sus códigos penales el delito de asociación de malhe-chores, en todas sus variantes, no sólo en su variante o ensu modalidad de ejecución, sino también de mera colabo-ración, solamente esos Estados, si efectúan reserva, van aser obligados por este convenio a proceder a la extradición.

Hay muchos países en Europa que no tienen tipificadala asociación de malhechores y hay otros que la tienen ti-pificada, pero únicamente en sus modalidades ejecutivas.Esto, como la señora Ministra sabe muy bien y ha puestode manifiesto, nos ha creado muchísimos problemas. Con-cretamente, con Francia fue lo que determinó que, hastaque no modificaron su Código Penal en el año 1994, se de-negaran multitud de extradiciones a España, sobre todo,aquellas extradiciones que consistían en hechos no ejecuti-vos, sino referidos a la mera colaboración o participaciónen banda armada, como ha sido, además, el caso concretode Bélgica. En este caso, los dos presuntos terroristas estánacusados de colaboración con el comando Vizcaya. Lo quedijo la Justicia belga en su momento fue que el acto demera colaboración estaba excluido, además, de que el temase podía calificar como delito político.

Si esto es así, y me gustaría realmente que no lo fuese,señora Ministra, el Grupo Parlamentario Socialista creeque hemos avanzado muy poco. Es verdad que se ha crea-do una nueva filosofía para la extradición y en esto se haavanzado. Es verdad que se ha cogido todo el marco delconvenio que España presentó en la Presidencia Europea yque se ha cambiado la filosofía. Y es verdad que se avanzaen el tema de la prescripción, en el tema del delito fiscal yen el tema de la extradición de nacionales. Pero si esto esasí, si queda condicionado el principio de doble incrimina-ción, es decir, la necesidad de que los hechos delictivos es-tén tipificados en todos los códigos penales, evidente-mente, hasta que esa armonización o esa tipificación no seproduzca en el conjunto de los Estados miembros de laUnión, vamos a estar siempre sujetos a la posibilidad deque nuestras demandas de extradición no prosperen.

Yo creo que, además, el hecho de que se haya admitidola posibilidad de tantas reservas redunda en perjuicio de lapropia institución de la extradición. Hemos hecho un con-venio a la carta. Mire usted, yo pienso que así no se avanzamucho tampoco en ese espacio judicial y jurídico europeoque todos queremos crear. Cada Estado va a coger del con-venio lo que quiera y cuando quiera, en lo que se refiere,fundamentalmente, al tema de la asociación de malhecho-res. Creamos el queso gruyère, como se diría usando unaterminología comunitaria. Sigue habiendo agujeros en estamateria; por tanto, ha habido probablemente una ciertaprecipitación. Por el hecho de querer obtener resultados in-mediatos, no sería muy positivo que, al final, en los temasque realmente son más importantes, porque son los queproducen mayor alarma social, vayamos a seguir teniendoproblemas en el futuro con las demandas de extradición.

Por tanto, señora Ministra, me gustaría que me concre-tara si en el artículo 2 bis del Convenio, cuando se esta-blece que los Estados que hayan hecho reservas harán ex-traditables las conductas relativas a la comisión de cual-

quier acto terrorista, se incluye la frase que hace remisiónal artículo 2, donde se dice: con arreglo a las condicionesgenerales del Convenio, o lo que es lo mismo, con arregloa las condiciones del apartado 1 del artículo 2, es decir, a laregla general de la doble incriminación.

Si eso es así, la verdad es que el Grupo ParlamentarioSocialista va a lamentar mucho la precipitación en la con-clusión de este Convenio.

Nada más y muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.Por el Grupo Parlamentario Popular tiene la palabra el

señor Gil Lázaro.

El señor GIL LAZARO: Muchas gracias, señor Presi-dente.

Señora Ministra, señorías, quisiera comenzar mi inter-vención con una felicitación, no sólo al Gobierno por lafirma de este Convenio, sino también extensible al con-junto de la sociedad española, habida cuenta de lo que esteinstrumento jurídico va a significar para nuestro país, feli-citación que, desde luego, igualmente debe entenderseaplicada a lo que podríamos denominar como continuidaden la tarea de Estado, dado que el trabajo ahora culminadotuvo su esfuerzo inicial durante el último semestre de Pre-sidencia española.

Y es de bien así reconocerlo y así expresarlo, comodesde la misma vertiente es igualmente de bien que otrosno dejen de reconocer que el desbloqueo en dos aspectosfundamentales del Convenio, esto es, lo que afecta al de-lito político y a la aplicación matizada del principio de do-ble incriminación, corresponden estrictamente al haber deeste Gobierno, aspectos, además, sin los cuales este Con-venio no tendría la significación capital presente.

Y yo, desde la convicción de mi Grupo Parlamentariode que estamos ante una cuestión de singular trascendenciapara España, donde con toda seguridad España va a poderencontrar unos beneficios jurídicos y prácticos inmediatos,no quiero establecer ninguna polémica especial en estacomparecencia, aunque sí señalar que, en todo caso, pa-rece evidente que la situación que se va a crear a partir dela entrada en vigor en su momento de este Convenio serásustancialmente mejor para los intereses del conjunto de laUnión, pero particularmente para los intereses de Españaque la situación presente, con lo que, en este caso, estable-cer dudas o matizaciones sobre ese fondo mejor parece,cuando menos, sorprendente.

Pero, en todo caso, lo que para nosotros es fundamental,y se desprende de la intervención de la señora Ministra, esque el valor de este nuevo Convenio, amén de su significa-ción práctica, gira sobre la afirmación de un principio ca-pital para la construcción de la Unión Europea, no sólocomo un proyecto económico, sino como un proyecto po-lítico, jurídico e intelectual, esto es, la constatación delprincipio de confianza recíproca de los Estados miembrosen orden a una identidad democrática, lo que conlleva a suvez una confianza en la estructura y funcionamiento de susrespectivos sistemas judiciales y en la capacidad de esosEstados para garantizar un proceso equitativo.

– 201 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996–NÚM. 14

24 / 35 13/02/2014

Page 25: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

Es evidente que este nuevo instrumento jurídico per-mite vislumbrar un futuro mejor en lo concerniente al re-forzamiento de la cooperación judicial entre los Estadosmiembros a través de ese cauce técnico esencial que es laextradición como vía para ahondar en la eficacia de la lu-cha contra todas las formas de criminalidad organizadatransnacional y con mención especial, desde luego, del te-rrorismo.

Parece obvio a estas alturas recordar que la historia noes un fenómeno estático y que, por tanto, la propia natura-leza dinámica del devenir histórico impone la necesidad derevisar y hacer evolucionar las ideas, los conceptos y lasinstituciones conforme al ritmo, a las necesidades, a losobjetivos y a la descripción misma de cada momento dado.

Así, la concepción de las limitaciones a la extradición,como conquista del Estado liberal y del Estado de Dere-cho, deben servir, sirven y servirán todavía como una ex-presión de principios garantistas, pero, sin duda, deberíanser sometidas a precisión en su aparataje técnico en el con-texto de una Europa que busca su unidad y que se cons-truye indubitadamente sobre los cimientos del más escru-puloso respeto político al conjunto de valores que dancuerpo a la doctrina de los derechos humanos y de las li-bertades públicas.

Por ello, la propia realidad del proyecto de la UniónEuropea aconsejaba hacer posible que principios talescomo el de la necesidad de la doble incriminación, la cons-tatación de la punibilidad, el principio de especialidad, lano extradición de nacionales o la exclusión del delito polí-tico, tuvieran una manifestación conforme a su intenciónjurídica de origen, desde luego, siempre conforme a su in-tención jurídica-histórica de origen, pero evitando a la vezque por una desfasada normativación de los mismos pu-dieran seguir siendo operados negativamente como ele-mentos de desencuentro entre Estados como paradójicolastre en detrimento de la prevalencia constante del impe-rio de la ley y, en su consecuencia, en el solo beneficio dealgunos delincuentes.

Sin necesidad de ser más explícitos, baste simplementecomo constatación de lo dicho —y se ha apuntado en estasesión— la evocación del contencioso surgido entre Españay Bélgica a propósito de la denegación de extradición de lospresuntos etarras Moreno Ramajo y García Arranz, situa-ción ésta que seguramente ya no volverá a producirse unavez entre en vigor el presente Convenio. De ahí su eficacia.

Conviene destacar esencialmente la dicción literal delartículo 5 del texto de referencia, por cuanto que la mismaincorpora una dimensión nueva que ha de redundar, nosólo en la persecución jurídica, sino también en el aisla-miento político —y esta idea es fundamental—, no sólo enla persecución jurídica, sino también en el aislamiento po-lítico del terrorismo en el conjunto de los territorios de laUnión.

Así, la citada norma prevé que, a efectos de la aplica-ción del presente Convenio, el Estado miembro requeridono concederá a ningún delito la consideración de delito po-lítico, de delito relacionado con un delito político o de de-lito inspirado por móviles políticos, lo que a todas lucesimplica, por ejemplo, que ETA ya no va a poder seguir

construyendo su discurso —su siempre falso discurso,desde luego— sobre la dicotomía de afirmar que la valora-ción de su significado y de sus estrategias era distinta porparte del Estado español en relación con otros Estadoseuropeos, porque el Convenio viene, en definitiva, a deste-rrar del espacio jurídico de la Unión toda posibilidad dedar cobertura a cualquier manifestación violenta que se ar-ticule en contra de cualquiera de los Estados firmantesbajo la pretensión de una causa de naturaleza ideológica opolítica.

Debe entenderse, además, que en la razón de ser de esteConvenio subyace una voluntad de los Estados miembrosde la Unión por avanzar en una concepción supranacionalde Europa, en tanto en cuanto —y es, desde luego unavance histórico— el factor de la nacionalidad ya no operacomo causa excluyente absoluta de la extradición, inclusoporque se incorporan mecanismos temporales de revisiónde esta previsión a efectos de poder superar aquellas limi-taciones que en el momento de la firma del Convenio pue-dan venir impuestas por la previsión constitucional de al-guno de los Estados.

Pero, sobre todo, el avance sustancial que representaeste Convenio se ciñe a la determinación de un instru-mento preciso que haga efectiva lo que es una realidad in-contestable y que afecta a la necesidad de posibilitar unarespuesta unitaria europea a la capacidad operativa de lagran delincuencia organizada de modo que aquélla nopueda seguir utilizando las particularidades o singularida-des de cada una de las legislaciones para evitar así la ac-ción de la justicia.

Sin embargo, la satisfacción por este Convenio no debedar por terminada la tarea, que en el seno de la UniónEuropea es preciso continuar avanzando, en pro de refor-zar todas las posibilidades de prevención, investigación yesclarecimiento del delito. Y en este sentido sí quisiéramosesbozar también alguna breve consideración, más conorientación de futuro, más pensando en esa tarea comple-mentaria a la ya hecha.

Así, en la línea de lo que este Convenio posibilita comosignificado de fondo, parece coherente también tratar deimpulsar en la Conferencia Intergubernamental para la re-visión del Tratado de Maastricht la plasmación expresa delprincipio de no admisibilidad de solicitudes de asilo deciudadanos de países de la Unión Europea en cualquierotro Estado miembro igualmente de la Unión, posibilidadque, afortunadamente, nos consta que ya está en fase deproyecto de resolución a través de determinados estudiosen el Parlamento Europeo.

Por lo mismo, conviene reivindicar la necesidad de queen el texto resultante de la Conferencia Intergubernamen-tal la política de lucha contra el terrorismo sea identificadaen el futuro y diferenciada como una política común den-tro de la cooperación del tercer pilar, de tal modo que pa-sara a constituir un objetivo singularizado y prioritario delmismo.

Es obvio que la importancia de lo dicho se atiene a launiversalización del fenómeno terrorista, a las diversasmanifestaciones e intereses del mismo y a sus objetivos yescenarios cambiantes, de manera que no es posible enten-

– 202 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996.–NÚM.14

25 / 35 13/02/2014

Page 26: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

derlo sólo como un problema local, como un problema dealguien, y de ahí la urgencia de utilizar todos los mediosadecuados para que en un marco caracterizado por la coo-peración entre Estados democráticos y de derecho, dotadosde unos sistemas políticos, sociales y jurídicos afines,como es el caso de la Unión Europea, no quepan lagunasen los límites definidores de esa cooperación, bien por ob-solescencia de los instrumentos ya existentes, bien, si esefuera el caso, por falta de un decidido impulso políticopara adecuarlos y renovarlos.

Esa es una tarea de todos, y desde esta vertiente es claroque cuanto el Convenio de extradición supone de progresoen el ámbito de la cooperación judicial, deberá ser comple-mentado en el futuro en un área tan esencial como lo estambién la de la cooperación policial.

Sin duda, construir Europa comporta acabar con recelosy tabúes, y quizá la perentoriedad de ese gran requeri-miento resulta esencialmente sensible en el contexto de loque debe ser esa cooperación policial, si es que de lamisma se quiere hacer un valor efectivo y eficaz. Entende-mos que esta referencia constituye, sin lugar a dudas, uncomplemento, una segunda fase de futuro a los logros querepresenta este Convenio de extradición.

Para ello hay que entender que la cooperación policialno podrá reducirse al inútil simplismo de tener o de temeruna invasión o injerencia por extranjeros, entre comillas,de lo que son las competencias propias y exclusivas de laspolicías nacionales, porque concebir la cooperación comouna mera fórmula testimonial o de gestos a fin de evitarteóricas usurpaciones, también entre comillas, constituye,en todo caso y sin excusa, un anacronismo reaccionarioimpropio de la tarea que hay que actuar.

Se trata, de la misma forma que se ha avanzado en loconcerniente al Convenio de extradición y, por tanto, en elmarco de la cooperación judicial, de esbozar también en elmarco de la cooperación policial un modelo común que fa-cilite la aplicación de un principio de especialización y decoparticipación de las diversas policías en función de lanaturaleza del delito perseguido en cada caso, a efecto deque cada una de estas policías admita y reciba la presenciay el apoyo investigador directo de otros colegas de laUnión, en virtud de los especiales conocimientos de cadaCuerpo nacional y con vocación, pues, de no plasmar unacooperación meramente testimonial o decorativa, sino dearticular líneas que faculten a una cooperación de presen-cia contributiva y operacional dentro de un escenario jurí-dico y práctico, que en ningún momento pueda planteardudas en el orden competencial o legal.

La carencia de límites en su acción es una característicaque define la actuación de los delincuentes, la esenciamisma de la naturaleza del delito de manera muy notable,y por ello esa necesidad es especialmente sensible cuandose trata de prevenir los efectos de la gran delincuencia or-ganizada. Eso comporta tener que revisar, como se ha he-cho ahora a propósito de los principios, criterios y requisi-tos operacionales que afectaban a la institución de la extra-dición, aquello que en el terreno práctico, en este caso enel terreno operacional, en el de la cooperación policial,pueden y deben perfeccionar también quienes tienen atri-

buido legítimamente el compromiso de la defensa de laLey, y por eso sólo cabe una respuesta legal multinacionala quienes proyectan multinacionalmente el horizonte de suactividad criminal.

Si España sabe sobre ETA más que cualquier otra poli-cía de la Unión, por razones obvias; si Francia sabe sobreintegrismo islámico más que cualquier otra policía; si Bél-gica sabe sobre redes de explotación sexual de menoresmás que cualquier otra policía; si Italia sabe sobre mafiamás que cualquier otra policía; o si Holanda sabe sobre trá-fico de estupefacientes más que cualquier otra policía de laUnión, es indiscutible que comúnmente hay que explotar,en beneficio de toda la Unión, esas experiencias, y ya nosólo desde el intercambio de la información, sino tambiéndesde cada operativo singular que se produzca, porque, delo contrario, quienes se sitúan fuera de la Ley siempre ga-narán la partida.

Insisto que estas consideraciones vienen a complemen-tar como retos de futuro el singular e importante caminoavanzado en materia de cooperación judicial a partir de loque significa este Convenio de extradición. Amén de fór-mulas bilaterales que nunca se excluyen, y en este sentidoes de celebrar por todos —supongo que no hará falta reali-zar ninguna mención especial— el acuerdo suscrito entrelos Gobiernos de España y de Bélgica, lo cierto es que, trasla nueva y positiva realidad que abre el Convenio de extra-dición, hay que ir a la definitiva puesta en marcha del Con-venio de Europol, superando cuantas barreras se aprecienen la actualidad y dando también a Europol viabilidad en elterreno de la lucha contra el terrorismo. Una vez se logreeste objetivo, es evidente que se estará más cerca de dotarde consistencia sólida a cuanto entraña la definición deltercer pilar de la Unión.

También en esto debe haber una tarea compartida y res-paldada por todos los grupos parlamentarios, y en ellonunca faltará la voluntad de cooperación y de diálogo demi grupo para que ese diálogo en el seno de las Cámarassea posible. Pero es evidente también que esa voluntad dediálogo nos obliga a todos a asumir determinados compro-misos y un compromiso fundamental en nuestras relacio-nes políticas específicas con nuestros respectivos homólo-gos europeos, los de cada grupo parlamentario, para podercrear las condiciones políticas de conjunto que faciliten elacceso a tales fines, es decir, que permitan el absoluto per-feccionamiento a los efectos de la aplicación práctica deeste Convenio de extradición, y que nos permita también,como he querido apuntar, avanzar en el más inmediato fu-turo en todos los temas concernientes a la cooperación po-licial. Ese es el mejor servicio que en este momento pode-mos prestar a la construcción de ese tercer pilar de la Unióny, sin lugar a dudas, dentro de ese marco, a los intereses denuestro país. No establecer polémicas, probablemente inú-tiles, si se quieren simplemente verbalizar, a propósito deeste convenio o de los retos de futuro, sino plantearnoscómo cada cual, desde nuestras respectivas posiciones, po-demos contribuir a trabajar juntos en pro precisamente dehacer efectivos esos fines.

Concluyo, señor Presidente, señalando que entendemosque Dublín puede y debe ser una referencia de futuro que

– 203 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996–NÚM. 14

26 / 35 13/02/2014

Page 27: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

permita un cambio trascendental para la proyección de laUnión Europea. El Convenio de extradición y las subsi-guientes tareas pendientes que someramente hemos que-rido apuntar son, sin lugar a dudas, pasos fundamentalespara aproximarnos a la consecución de un logro trascen-dental, esto es, hacer de la Unión un espacio para la seguri-dad desde el cual poder garantizar que la Unión sea, antetodo, un espacio para la convivencia, el pluralismo, la tole-rancia y la libertad.

Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor GilLázaro.

Por el Grupo Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya,tiene la palabra el señor Castellano.

El señor CASTELLANO CARDALLIAGUET: Mu-chas gracias, señor Presidente.

Muchas gracias, señora Ministra, por la información yla valoración que ha realizado el Convenio de extradiciónrecientemente alcanzado en el marco del Consejo de Justi-cia y Asuntos de Interior de Europa. Nos felicitamos, y fe-licitamos, lógicamente, a su Gobierno, por haber ultimadotodo lo que había sido un camino anteriormente iniciado, ydestacamos la honradez con la que su propia señoría ha re-conocido que este fruto no se recibe por ensalmo sino quees, a su vez, la consecuencia del esfuerzo del anteriorequipo.

Nuestro Grupo político, sin despreciar en modo algunolas atinentes y pertinentes valoraciones de orden técnico-jurídico que se han hecho por doña María Teresa Fernán-dez Vega, quiere insistir en una valoración política, quizáutilizando ese viejo aforismo que dice que más vale unacuerdo perfectible que un vacío. En consecuencia, esti-mamos que el desarrollo de la aplicación de este convenioconducirá a ir subsanando sus posibles insuficiencias.

El espacio judicial europeo, como su señoría ha desta-cado, es un espacio que no nace pura y exclusivamente deuna voluntad armonizadora de carácter académico, sinoque nace de una profunda necesidad política. La necesidadpolítica de que ese sistema de libre circulación de ideas,hombres y capitales, se manifieste a lo largo de toda Eu-ropa y en todos y en cada uno de sus países en un clima quesu señoría ha llamado de confianza mutua pero que a no-sotros nos parece que además, y sin despreciar ese tér-mino, deberíamos añadir de seguridad jurídica dentro deunos principios fundamentales del derecho.

Es evidente que ha de combatirse de forma muy seriatodo proceso de desconfianza. Ahora bien, señora Minis-tra, eso lleva lógicamente a que usted haga una reflexiónen el seno de su Gobierno acerca de en qué medida puedeser aceptable una doble conducta que trate de inspirarconfianza fuera, si no inspira confianza dentro. Me refieroclarísimamente a con qué autoridad moral se puede man-tener y alentar la confianza en un sistema judicial por unGobierno que niega su colaboración interna a la propiaJusticia. Hay una profunda contradicción entre estar recla-mando de los demás esa actitud y, cuando llegan temasimportantes, que también tienen que ver con una determi-

nada manifestación del terrorismo, obstruir la acción de laJusticia.

Si constituyó un auténtico escándalo la actitud de la ju-dicatura belga, en contraste con la de su Gobierno, cuandollegó el momento de proceder a conceder la extradición dedos miembros de una organización terrorista, también estáprovocando en Europa un cierto nivel de escándalo —queno quiero magnificar— el que aquellos que reclaman laconfianza en los sistemas judiciales tengan tan poca con-fianza en los propios que, en lugar de facilitar el conoci-miento hasta el último rincón y del último papel, estén pro-cediendo, pura y sencillamente, a algunas actitudes que sepodrían denominar, también pura y sencillamente, de in-tentos de encubrición de determinadas conductas.

Pero dejando de lado esta contradición —que ustedestendrán a bien administrarse porque, al fin y al cabo, estáen su mano y son los que han incurrido en ella—, nos feli-citamos de ir avanzando, repito, en este proceso de concre-ción de un espacio judicial y jurídico. Coincidimos con suseñoría en que no se ha alcanzado la meta. Si es importantela lucha contra el terrorismo, contra el narcotráfico, contrala delincuencia común internacionalmente organizada y ladelincuencia económica —y usted misma ha hecho refe-rencia a un avance en la lucha contra la corrupción funcio-narial—, también es importante que vayan desapareciendotrabas en nuestro sistema judicial que, sinceramente, no lohacen merecedor de confianza.

Por su experiencia judicial, sabe usted mejor que nadieque todavía tenemos un conjunto de barreras procesales,civiles y mercantiles que actúan como elemento disuasorioen lo que se refiere a la seguridad jurídica y a alcanzar unarecta reparación del Derecho conculcado con respecto a laagilidad y la modernidad de otros sistemas. Sinceramente,nuestro sistema judicial en materia procesal, civil, mercan-til, y para algo tan elemental como es la seguridad del trá-fico comercial, está anclado en actitudes calificables dedecimonónicas. Y sería conveniente que en este tema hi-ciéramos un serio esfuerzo, ateniéndonos además a las re-comendaciones que muchas veces se producen desde lasCámaras de Comercio de los países con los que comparti-mos ese anhelo europeo, cuando se asoman a nuestro pa-norama judicial. Guste o no, podemos decir en el mejor delos sentidos que se nos ve como muy peculiares.

Señor Presidente, no vea en lo que voy a decir ningunadigresión reglamentaria sino, pura y simplemente, un co-mentario. Creo que el Reglamento del Congreso es muysabio cuando, llegadas estas comparecencias, hace interve-nir en primer lugar al Grupo que reclama la comparecen-cia, y después, de menor a mayor, al resto de los Grupos,para que acabe utilizando la palabra el último Grupo, quegeneralmente es el que apoya al Gobierno, porque eso dejamuy buen sabor de boca el botafumeiro. Pero de esta ma-nera, interviniendo yo después del representante del GrupoPopular queda hecho un bocadillo y se diluye en una acti-tud crítica. Hubiera sido preferible que se hubiera llevadousted ese buen sabor de boca.

En todo caso, vamos a contribuir a que se sienta ustedsatisfecha de su presencia en esta Casa reiterándole, comosiempre, nuestra más absoluta predisposición a colaborar

– 204 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996.–NÚM.14

27 / 35 13/02/2014

Page 28: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

con usted en la solución de todos los problemas en estamateria. Aunque le reitero que en lo relativo a las contra-dicciones de su Gobierno no podemos hacer más que po-nérselas de manifiesto.

Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Caste-llano.

Tiene la palabra el señor Guardans, en representacióndel Grupo de Convergència i Unió.

El señor GUARDANS I CAMBO: Muchas gracias,señor Presidente, y muchas gracias, señora Ministra, porsu detallada exposición.

Quiero empezar dejando claro —puesto que despuéstendré que separarme de este inicio— el absoluto acuerdoacerca de la importancia de desarrollar el tercer pilar de laUnión Europea y, en conjunto, de la necesidad de mejorarsustancialmente la cooperación judicial. Somos absoluta-mente partidarios, como no podía ser menos, de cualquieresfuerzo que vaya en la línea de remover obstáculos paralograr un verdadero espacio judicial europeo.

Esta comparecencia se ha centrado sustancialmente enun texto concreto, el llamado Convenio de Extradición dela Unión Europea. No es frecuente convertir una sesión po-lítica como es ésta en un foro de debate entre juristas, o enun ámbito de discusión estrictamente técnico-jurídica. Sinembargo, creo que algo de eso es necesario, aunque éste nosea el momento del debate sobre el texto en sí, es decir, deldestinado a su ratificación.

Estamos absolutamente de acuerdo en la convenienciade este texto y nos felicitamos por lo que supone de avanceen lo que tiene de declaración política, de confirmación deunas intenciones comunes de todos los Estados firmantesy, posteriormente, de todos los que serán Estados parte, tanpronto el Convenio sea ratificado.

Sin embargo, nuestro entusiasmo político y, más glo-balmente, la necesidad de dejar claro que políticamente esnecesario llegar a este espacio judicial europeo no nospuede cegar y a mí personalmente no me ciega mi razona-miento jurídico. Y éste no casa con la explicación de la se-ñora Ministra ni con la valoración de este Convenio porparte del Gobierno y de algún otro portavoz que ya ha in-tervenido. No veo en este Convenio, tal como ha sido fir-mado —que no ratificado—, el avance que se está inten-tando vender a la opinión pública; por lo menos, no lo veoen la dimensión en que se está intentando vender a la opi-nión pública. Insisto en que la necesidad de dejar claro quees un cierto logro y que a todos conviene que lleguemos auna situación en que la extradición en la Unión Europeasea prácticamente equivalente a la simple entrega de undelincuente, o incluso presunto delincuente, entre dos par-tes del propio territorio nacional —eso sería el ideal al quehabría que llegar si realmente hubiera confianza entre losjueces de los distintos Estados— no es, ni mucho menos, lasituación a la que hemos llegado.

Si me permite entrar en el detalle jurídico, me voy a li-mitar a repetir el argumento utilizado por la portavoz delgrupo Socialista; y lamento seriamente —por la conse-

cuencia que de ahí se deriva— tener que decir que estoyabsolutamente de acuerdo con la argumentación jurídicasostenida por la portavoz del Grupo Socialista.

Tal como está redactado el artículo 2 bis), en su párrafocuarto, del Convenio, para todos aquellos Estados que ensu momento formulen reserva al artículo 2 del Convenio,relativo a la asociación de malhechores, básicamente, si-gue estando vigente el principio de la doble incriminación.Por tanto, hay una mejora, de acuerdo; hay una declaraciónacerca de que se rechaza el delito político y la alegación deéste como obstáculo a la extradición, de acuerdo. Pero,salvo mejor opinión —como se suele decir en los dictáme-nes jurídicos—, creo que no es jurídicamente cierto decirque se ha superado el principio de doble incriminación enEuropa. No es así. Y la lamentable consecuencia es quecuando este Convenio esté en vigor, en los Estados que de-cidan formular una reserva, si no tienen recogida en supropia legislación el delito de asociación de malhechores,con una pena de privación de libertad superior a los seismeses, seguirá habiendo paraísos terroristas en el territorioeuropeo.

Con este texto en la mano eso sí, salvo que —y es unasalvedad que hago mía en los mismos términos expresadospor la portavoz socialista— en el texto al que hemos tenidoacceso, que es el proyecto de convenio tal como fue final-mente llevado al debate, en el último momento haya desa-parecido —y, por tanto, el que disponemos no sea co-rrecto— un pequeño inciso, unas pocas palabras introduci-das en el párrafo cuarto del artículo 2 bis), aquel que dice:Los Estados miembros que hayan formulado una reservacon arreglo al apartado 3 harán extraditable con arreglo alas condiciones del apartado 1 del artículo 2 la conducta decualquier persona. Si hubiera desaparecido: «... con arre-glo a las condiciones del apartado 1 del artículo 2...» —nonos consta—, considero que, efectivamente, habría unamejora; si, como me temo, seguirá incluido dicho párrafoen el texto que va a ser sometido a ratificación por parte detodos los Parlamentos de los Estados miembros de laUnión Europea, el avance es menor de lo que se está inten-tando justificar.

Respecto de los demás temas que han sido objeto de lacomparecencia —aunque el sustancial era éste—, en arasde la brevedad, simplemente quiero reiterar que apoyare-mos plenamente todo lo que constituyan medidas internas,no sólo internacionales o convencionales, en aras a la me-jora de la existencia judicial internacional como, por ejem-plo, nuestra iniciativa de crear una ley de asistencia judi-cial internacional que facilite este tema, tanto en el ámbitopenal como en el civil; o esa otra iniciativa que, en el ám-bito estrictamente civil, recibimos muy positivamente,cual es la posibilidad de que se llegue a un auténtico Con-venio de Bruselas II, es decir, de reconocimiento y ejecu-ción de resoluciones judiciales en el ámbito del matrimo-nio y de custodia de menores, como la tutela y la patria po-testad. Todo lo que vaya en esa línea tendrá nuestro plenoapoyo y animamos a la señora Ministra a que siga impul-sándolo.

Me gustaría terminar mi intervención diciendo que todoesto, no sólo lo relativo a la extradición —sobre el cual

– 205 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996–NÚM. 14

28 / 35 13/02/2014

Page 29: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

agradeceré los comentarios de la Ministra— sino todo lorelativo a la asistencia judicial internacional en su mo-mento es posible que motive —no sé si en este foro o en lasede de la Comisión de Justicia e Interior— una compare-cencia exclusiva para dedicarnos a hablar con un poco másde calma de este amplio problema y no exclusivamente dela extradición. Y aprovechando que esto es, en el fondo, delo que estamos hablando, querría subrayar la importanciade que, junto con la firma de textos —más o menos técni-camente correctos—, se mejore, se perfeccione, se incre-mente sustancialmente la formación de los jueces.

La señora Ministra sabe tan bien como los que estamosaquí que somos juristas, y especialmente los que hemossido abogados en activo, cómo muchos textos que teórica-mente abren vías muy importantes para la asistencia judi-cial internacional y la cooperación judicial internacionalen general, tanto en el ámbito penal como en el civil, que-dan finalmente en papel mojado porque no llegan —y esescandaloso decirlo así porque contradice principios ele-mentales de un Estado de Derecho— al conocimiento—entre comillas— de los jueces. Algunos no conocennuestros convenios internacionales, no conocen el derechoconvencional, por lo que no lo aplican. Usted me puede de-cir que eso admite sus vías de recurso —y tendré que darletoda la razón—, pero en primera instancia y también en losjueces de instrucción, tanto en el ámbito civil como en elpenal, cada uno con sus particularidades, hay lagunas es-candalosas —y no me importa utilizar esta expresión—, enel conocimiento que tienen muchos jueces, algunos forma-dos evidentemente y otro con mucha experiencia, por loque no tiene mucho que ver con su antigüedad en el cargo,lagunas escandalosas —digo— acerca del conocimientode nuestros convenios internacionales, y en concreto losreferentes a los distintos medios que tienen a su alcance denotificaciones internacionales, asistencia, actos de comu-nicación, y de reconocimiento y ejecución de sentencias.

Por tanto, concluyo. ¿Valoración globalmente positiva?Sí. ¿Es un paso adelante? Sí, y efectivamente hay muchassituaciones que quizá no quedaban cubiertas por el Conve-nio Europeo de Extradición hasta ahora vigente y que, apartir de ahora, probablemente queden cubiertas. Deacuerdo. Pero, por favor, no exageremos el alcance de estetexto, porque es imperfecto y en su redacción —la que co-nozco y creo que es la que finalmente ha sido aprobada,porque ha sido firmada y sometida a ratificación— siguedejando lagunas importantes, por lo que no se correspondesu literalidad con la valoración política que se ha hecho delmismo.

Gracias.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Guar-dans.

Por el Grupo de Coalición Canaria, tiene la palabra elseñor Mardones Sevilla.

El señor MARDONES SEVILLA: Muchas gracias,señor Presidente.

Señora Ministra de Justicia, le agradezco la informa-ción tan exhaustiva que ha dado sobre el tema fundamen-

tal de su comparecencia, que es el Convenio europeo deExtradición.

Mi Grupo quiere decirle, señora Ministra, que valora lalucha contra el terrorismo como uno de los problemas demayor prioridad en este momento en España. En ese marcopolítico hacemos nosotros la valoración de este paso im-portantísimo que se ha dado. Es un problema de tal magni-tud, que todo avance que en el espacio judicial europeo yen el marco de la Unión Europea, como de cualquier otromarco internacional, se pueda hacer, será bienvenido. Lascotas máximas se tendrán que alcanzar, no solamente conel voluntarismo de un gobierno, sino de todos los testimo-nios que van a un principio de legalidad.

Entiendo, señora Ministra, las observaciones que se lehan hecho aquí sobre este Convenio, pero no puedo basarel principio de desconfianza en mi propio Gobierno. Lopuedo tener en el Gobierno irlandés, en si entregará o noterroristas del IRA al Gobierno británico, o en cualquierotro gobierno europeo, pero no puedo desconfiar de miGobierno.

Creo que para empezar a hacer bueno este Convenio setiene que ver la voluntad de nuestro Gobierno de cumplirsu espíritu y su letra. Aunque esté dentro de la duda, esebeneficio lo tiene el Gobierno español, señora Ministra,por parte del Grupo de Coalición Canaria.

Pensamos que este Convenio se ha hecho en un marcopuramente político, porque lo han suscrito políticos, queson los Ministros de Justicia —dentro del Consejo de Jus-ticia y de Asuntos de Interior— de los 15 países miembrosde la Unión Europea. Dicho marco político indica una vo-luntad política, pero puede parecerse a las directivas de laUnión Europea que posteriormente el Derecho de cadapaís tiene que materializarlas en su pieza jurídica para darcabida a un principio de legalidad y tengan efectividad.

Quiero hacer una primera pregunta a la señora Ministra.¿Qué estimaciones tiene usted en cuanto a la entrada en vi-gor de este Convenio? Porque estoy interpretando que elConvenio será precedido por unos pasos medidos de pro-tocolización, es decir, por un protocolo de tramitación, porlo que entiendo que primero tiene que ser ratificado por losrespectivos Parlamentos de los países miembros. Desco-nozco si se ha incluido alguna cláusula, como en otros con-venios internacionales, que estipule un número mínimo depaíses que lo ratifiquen para que entre en vigor. Pienso quesi hay un país que tiene perentoriedad de la entrada en vi-gor de este Convenio es España y, por tanto, el Gobiernoespañol es de los primeros que tiene que ratificarlo en elParlamento. Como la señora Ministra también ha habladode un proyecto de ley, entiendo que se va a dar el segundopaso de un principio de legalidad, que la legislación espa-ñola de todos los órdenes —penal, etcétera— recoja la po-sibilidad de que haya reciprocidad en otros países para quefuncione el principio de la doble incriminación. De lo con-trario, como han dicho otros portavoces, sería papel mo-jado, un documento de buenas intenciones, pero sin aplica-ción práctica; y no voy a entrar en las formulaciones de re-serva al artículo tercero, porque no quiero tener esa des-confianza en el Gobierno español, puesto que estoy seguro

– 206 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996.–NÚM.14

29 / 35 13/02/2014

Page 30: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

de que no va a formular dicha reserva ni va a tratar de blo-quear el principio de la doble incriminación.

Por tanto, señora Ministra, le damos nuestro apoyo,acorde con la satisfacción que tenemos de que se hayadado este paso político; posiblemente pequeño, pero quesignifica que ya se está tomando conciencia a nivel de los15 países miembros de la Unión Europea de que la realidaddel espacio judicial europeo en el tema del terrorismo setiene que hacer a partir de este tipo de documento. Es de-cir, a partir de un acuerdo, de unas ratificaciones, de unasleyes se verá qué resultado tiene su aplicación. Cuando elParlamento español lo haya ratificado —si este es el proto-colo; por eso he formulado antes esta pregunta—, y poste-riormente se apruebe la ley correspondiente para regularestos aspectos y se empiecen a solicitar extradiciones—para España el problema es perentorio—, será cuando elGobierno español tendrá todas las razones políticas y mo-rales para denunciar en el Foro de la Unión Europea a lospaíses que están incumpliendo el espíritu con que miGrupo entiende que se ha planteado este Convenio.

Con esto termino, señor Presidente, deseándole la me-jor andadura en la lucha contra el terrorismo con todos es-tos documentos jurídicos.

Nada más y muchas gracias, señora Ministra.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Mar-dones.

Tiene la palabra la señora Ministra.

La señora MINISTRA DE JUSTICIA (Mariscal deGante y Mirón): Muchas gracias, señor Presidente.

Voy a contestar por el mismo orden en el que se han rea-lizado las intervenciones.

A la señora Fernández de la Vega le agradezco muy sin-ceramente la bienvenida que me ha dado a esta Comisión.Pero al mismo tiempo que le agradezco la bienvenida,tengo que ponerle de manifiesto que no estoy de acuerdocon la manifestación efectuada respecto a los escasosavances habidos en el convenio de extradición. La señoraFernández de la Vega sabe, porque ha estado en los forosinternacionales defendiendo la posición española, qué difí-cil era hacer trasladar y asumir a países como Francia, Ir-landa, Reino Unido, Bélgica el concepto de exclusión dedelito político, que queda excluido, y lo sabe porque hastael 18 de junio de este año se estaba planteando el problemadel delito político, y qué problemático era trasladar lacuestión del terrorismo en España y que no se entendieraque el movimiento ETA correspondía a una represión polí-tica efectuada por el Gobierno en los tribunales españolesy en base a ello se le concediera el concepto de asilo polí-tico.

Creo que solamente esta plasmación en el convenioeuropeo merecería que el Grupo Parlamentario Socialistalo hubiera apoyado un poco más, aparte de las discrepan-cias lógicas que podemos mantener. Merecería que lo hu-biera apoyado un poco más. No ha sido así y vamos a ir auna discusión técnica que, por otro lado, tendrá que darsecuando se ratifique o no el convenio suscrito, porque ésa

va a ser la sede en la que se examinen todos y cada uno delos artículos recogidos en el convenio.

Estoy de acuerdo en que aquí no se han acabado losavances en el tercer pilar. La posición del Gobierno espa-ñol, como creo que ha sido puesto de manifiesto, es impul-sar, en la medida que pueda, en la conferencia interguber-namental un avance sistemático de todo aquello que cons-tituye un espacio jurídico común y, por supuesto, tambiénestoy de acuerdo con la señora Fernández de la Vega res-pecto a las modificaciones que a lo mejor es preciso esta-blecer en el Título VI del Tratado.

La señora Fernández de la Vega me ha recordado que seha luchado mucho tiempo. Como ha dicho el portavoz deIzquierda Unida, la primera que lo ha puesto sobre la mesahe sido yo. No he venido aquí —como no fui en su díacuando hice la comparecencia en el Congreso de los Dipu-tados para exponer cómo se encontraba el asunto del con-venio— a decir: señores, el Gobierno del Partido Popularha conseguido en cuatro meses lo que no se había logradoa lo largo de años y años. No. El Gobierno del Partido Po-pular simplemente ha conseguido en cuatro meses desarro-llar y culminar un trabajo iniciado por los anteriores go-biernos. Y como me parecía de justicia decirlo, he empe-zado mi intervención con esas palabras.

Duda que sea un instrumento eficaz. A lo mejor, o a lopeor, resulta que no es un instrumento eficaz, pero lo queno se me puede negar es que es un instrumento y que el ar-tículo dice lo que dice y que salvo que haya reservas, todoslos artículos van a ser puestos en vigor y van a ser inter-pretados así por los respectivos gobiernos.

La señora Fernández de la Vega me dice que van a ha-cer reservas. Yo le pediría al Grupo Parlamentario Socia-lista y a todos los grupos que trasladásemos la idea contra-ria: No va a haber reservas, porque de esa forma ayudamosa que los propios países no las hagan. Pero a lo mejor espedir demasiado en un tema como el terrorismo.

Voy a intentar contestar a sus temores concretos sobreel artículo 3, no el artículo 2 bis. Es claro que los estadospueden, mediante reserva, declarar que no aplicarán la ex-cepción al principio de doble incriminación respecto deldelito de asociación con propósito delictivo. Esto puedegenerar dificultades en las solicitudes de extradición basa-das exclusivamente en el delito de pertenencia a banda ar-mada que se formulen a Estados en los que tal conducta noesté penalmente sancionada, siempre y cuando dichos es-tados formulen tal reserva, lo que en este momento no sepuede predecir.

En segundo lugar, los estados que formulen una reservade no aplicación del artículo 3.1 del convenio quedan suje-tos, en todo caso, a lo dispuesto por el artículo 3.4. Este úl-timo precepto no se refiere ya al delito de asociación conpropósito delictivo, sino a la conducta consistente en con-tribuir a la comisión, por parte de un grupo de personas queactúen con un objetivo común, de uno o más delitos en elámbito del terrorismo, sin exigir que la contribución con-sista en tomar parte en la ejecución material del delito odelitos de que se trate, sino solamente que la contribuciónsea intencional y con pleno conocimiento, bien del obje-tivo de la actividad delictiva general del grupo, bien de la

– 207 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996–NÚM. 14

30 / 35 13/02/2014

Page 31: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

intención del grupo de cometer el delito o delitos de que setrate. Esta conducta va más allá de la mera pertenencia algrupo terrorista, puesto que exige una colaboración con laactividad delictiva del mismo.

Para entendernos un poco más, con referencia en nues-tro Código Penal, estaríamos en el artículo 576 del mismo,que es el precepto que permite perseguir y castigar, porejemplo, a quienes vigilan y proporcionan información so-bre posibles víctimas de los terroristas, aunque la personavigilada no sea posteriormente objeto de ningún atentado,o el que permite castigar a quienes construyen zulos, aun-que no participen luego en la ejecución material de ningúnsecuestro, o a quienes prestan apoyo económico a la bandaterrorista, aunque no participen materialmente en la ejecu-ción de ningún acto violento.

Lo que significa el apartado 4 del artículo 3 del conve-nio es que todos los estados, incluso los que hayan formu-lado reservas sobre el delito de asociación con propósitodelictivo, se comprometen a conceder la extradición por eldelito de colaboración con banda armada en los términosantes mencionados. Y esto, aunque a usted le parezca in-suficiente, creo, sinceramente, que significa un gran pro-ceso respecto al convenio europeo para la represión del te-rrorismo de 1977. No sé si se lo he aclarado, pero por lomenos lo he intentado.

Me dice que el convenio ha quedado al final como unqueso de Gruyère. Supongo que se referirá nada más que alos artículos que excluyen el delito político y la doble in-criminación, porque lo demás, como he puesto de mani-fiesto, había sido negociado con anterioridad a mi llegadaal Departamento de Justicia. Insisto nuevamente en quecreo que no cabe que de la reserva se haga la norma gene-ral y no la excepción, que es lo que el propio convenio es-tablece. La voluntad política de todos y cada uno de losmiembros del Consejo JAI, los Ministros de Justicia eneste caso, de los 15 Estados miembros, es que no existaningún territorio en el que el terrorismo quede sin ser cas-tigado por no concederse la extradición. Esa es la voluntadpolítica. A lo mejor tampoco es suficiente, pero yo no hepodido conseguir más que esa voluntad política firme-mente expresada.

Por cierto, sí me gustaría mencionar un artículo publi-cado el día 2 de octubre en un periódico belga, en el que unDiputado del Partido Nacionalista Flamenco Moderado es-cribe frases como la siguiente: El Tratado llega muy lejos.Se suprime la doble incriminación como condición para laextradición. Se suprime toda excepción política en materiade extradiciones y se impone la obligación de extraditar in-cluso a propios nacionales.

El Parlamento flamenco, el Parlamento federal y el Par-lamento europeo pueden lanzar un llamamiento a favor deeste amplio diálogo de paz, pero nunca asumir cuestionescomo las sugeridas por el Tratado. Entre tanto, circulantodo tipo de especulaciones sobre el futuro de la parejaMoreno-García.

La Ministra española de Justicia, Margarita Mariscal deGante, declaró su intención de presentar, si fuera posible,una nueva solicitud de extradición. Mientras aún se desco-noce el dictamen definitivo del Consejo de Estado, el Mi-

nistro De Clerck, ya aseguró a su homólogo español que elGobierno Dehaene tiene la voluntad política de extraditara la pareja vasca.

A lo mejor esto tampoco es importante. A la Ministraque tiene el honor de dirigirles la palabra sí le parece muyimportante que el Ministro de Justicia belga se pronuncieen estos términos.

Señor Gil Lázaro, como no podía ser menos, tengo quecoincidir en prácticamente todo lo que ha dicho. Le agra-dezco que haya resaltado los aspectos favorables del Tra-tado, el conjunto de lo que significa, así como que hayapuesto de manifiesto que hay que seguir avanzando en eltercer pilar, fundamentalmente en el convenio Europol. Escierto, y yo creo que va a ser uno de los asuntos que se vana tratar en la conferencia intergubernamental, que el Presi-dente del Gobierno lleva en su agenda adelantar lo má-ximo posible la cooperación policial, exactamente igualque se ha hecho en el terreno judicial.

Señor Castellanos, muchas gracias; no me ha dejadomal sabor de boca el que el portavoz del Grupo Parlamen-tario Popular interviniera antes que usted.

Su intervención ha puesto de manifiesto que, evidente-mente, los tratados internacionales lo que demuestran es lavoluntad política, más allá de tecnicismos jurídicos de losque no sería posible hablar si no se hubiera puesto de ma-nifiesto primero la voluntad de llevar a cabo los adelantosque este Tratado encierra.

Como ha dicho, supongo que los posibles —y proba-bles, incluso— defectos que tiene el Tratado vamos a irlossubsanando entre todos, y yo hago votos para que, efecti-vamente, no haya esas reservas que se me han echado encara, como si las fuera a poner yo. Yo no voy a poner—puedo asegurar a sus señorías— ninguna reserva ni alartículo 3 ni al artículo 5 ni a ninguno de los artículos delTratado.

Comprendo su crítica respecto a lo que usted califica deincoherencia porque propugnamos fuera de España, en suopinión, la confianza en los tribunales españoles y pareceque no la demostramos. No puedo ir más allá de decir quecomprendo su crítica y agradezco que me lo haya dicho enel tono en que lo ha hecho y en el seno de una Comisiónparlamentaria.

Respecto a los avances procesales que me ha sugerido,deben efectuarse porque la lentitud de la justicia en todoslos órdenes ya no puede aguantar más. Su señoría recor-dará que, efectivamente, me comprometí a una serie de an-teproyectos legislativos que espero poder cumplir en elplazo que en el mes de junio sugerí a sus señorías que ibaa ser el calendario legislativo.

Señor Guardans, muchas gracias también por su inter-vención. Comprendo que esté de acuerdo con la declara-ción política contenida en el preámbulo del Convenio ycomprendo que técnicamente no le satisfaga la articula-ción. Pero le tengo que remitir a la contestación que hedado respecto al artículo 3, no el 2 bis, a la señora Fernán-dez de la Vega, porque no tengo otra explicación más queésa. El artículo dice lo que dice, el Gobierno lo entiendecomo lo entiende y el resto de los gobiernos parece que loentienden de la misma forma que el Gobierno español,

– 208 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996.–NÚM.14

31 / 35 13/02/2014

Page 32: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

porque, evidentemente, las declaraciones provenientestanto de Bélgica como de Francia como de Irlanda coinci-den con la interpretación que da el Gobierno español a laimportancia del Tratado.

Sí quiero dejar constancia de que en ningún momentome he pronunciado acerca de que este Convenio de Extra-dición equivale a que entre los Estados miembros de laUnión no va a haber extradiciones, sino simples entregas.si hablamos en técnica jurídica, extradición, en España, esextradición judicial; no equivaldría nunca este Convenio auna simple entrega entre Estados miembros.

Debo insistir en que creo que no van a seguir existiendoparaísos terroristas; lo creo firmemente y así lo he defen-dido. Cabe la posibilidad de que me equivoque, pero tam-bién cabe la posibilidad de que se equivoquen los que eneste momento dicen que van a existir paraísos terroristas.

Agradezco muy sinceramente las manifestaciones deapoyo que me ha hecho acerca de las modificaciones dederecho interno. Respecto a la deficiente formación de jue-ces, como sabe su señoría, la selección y la formación dejueces no dependen del Ministerio de Justicia, pero meconsta que en la nueva Escuela Judicial el tema internacio-nal y el traslado de todos y cada uno de los tratados, desa-rrollo y estudios monográficos sobre los mismos son temasque están en los programas que se impartirán a partir de lapuesta en funcionamiento de la Escuela.

Evidente, el Tratado es imperfecto; si fuera perfecto, nosería un Tratado entre quince países distintos. Ni siquieraentre grupos políticos distintos. Cuando se aporta muchopor muchas partes, se conduce a ciertas imperfecciones,pero puedo asegurar a su señoría que voy a seguir traba-jando para que exista el menor número de reservas posible,que no he dado por terminado el trabajo respecto al Tra-tado de Extradición, y para ese trabajo que me queda porhacer todavía rogaría de sus señorías el mayor apoyo posi-ble, lo que no excluye las críticas que sean necesarias, perosí es necesario el apoyo para desarrollarlo en la forma me-jor para el Gobierno y el Estado español.

Señor Mardones, muchas gracias, igualmente, porqueha puesto de manifiesto que su Grupo valora especial-mente cualquier avance en lo que sea un marco judicialeuropeo que impida un mayor desarrollo de objeciones a laaplicación del derecho interno por la comisión de delitos.

Es evidente que la ratificación del Tratado conllevará laobligación a los países firmantes de adecuar su legislacióninterna. Me ha efectuado una pregunta, y es que si la Leyde Cooperación Jurídica Internacional que estoy propo-niendo va a significar una adecuación. Pretende, desdeluego, significar una adecuación.

Me ha preguntado, igualmente, cuántos países tienenque ratificar el Tratado para su entrada en vigor. En princi-pio, no entraría en vigor hasta que fuera ratificado por to-dos, pero el artículo 18.2 establece la excepción de la en-trada anticipada entre los países que así lo hagan constar enel momento de la ratificación y comunicación al SecretarioGeneral.

Respecto a la doble incriminación y a la aplicaciónpráctica del mismo, tengo que decirle que la aplicación

práctica solamente sabremos cómo se produce cuando seaplique. No puedo hacer predicciones acerca de ello.

Creo que no me he dejado ninguna pregunta, pero si hu-biera algo más, pueden plantearlo. Agradezco a sus seño-rías la atención que han prestado a un tema que es arduo,pero, en mi opinión, bastante interesante.

Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Mi-nistra.

Yo preferiría no abrir ningún nuevo turno, pero pareceque hay dos peticiones de palabra. Les pediría, por favor,que no emplearan más de dos minutos.

Señora Fernández de la Vega, tiene la palabra.

La señora FERNANDEZ DE LA VEGA: Muchasgracias, señor Presidente.

Muchas gracias, señora Ministra, por sus explicaciones.Quisiera puntualizar algunos temas que quizá no han que-dado lo suficientemente claros.

Señora Ministra, le he dicho desde el primer momentode mi intervención que nos hubiera gustado venir aquí aexpresar nuestra satisfacción por tener un nuevo ConvenioEuropeo de Extradición y que si no lo hacíamos así, eraporque nos temíamos —y luego usted me ha dado la razónal contestar a la pregunta que yo le he formulado— quecon el nuevo Convenio no se iban a conseguir la eficacia nilas expectativas en él puestas.

Señora Ministra, en abril de 1986 había dos problemaspendientes: la exclusión del delito político y la derogacióndel principio de doble incriminación. Se ha avanzado, evi-dentemente, en la exclusión del delito político; no se haavanzado, se ha retrocedido, en la derogación del principiode doble incriminación. En abril de 1996 se permitían sóloreservas respecto de la asociación de malhechores en sumodalidad de mera colaboración, ni siquiera en la ejecu-ción; hoy, la ampliación de las reservas es muy grande, yyo, señora Ministra, no le imputo a usted que haya reser-vas, evidentemente, yo sé que usted no va a formular re-servas, pero sí creo —y ahí viene mi confirmación de laafirmación inicial— que ustedes se han precipitado al fir-mar este Convenio. Esta fórmula ya fue rechazada con an-terioridad; fue propuesta por Francia y fue rechazada pordelegaciones españolas con anterioridad a abril de 1996porque creíamos que se podía seguir avanzando. Y tanto sehabía avanzado que en abril de 1996 se había llegado a uncompromiso firme de los Estados miembros de buscar unafórmula en virtud de la cual se excluyese el delito político,porque todos los países miembros estaban de acuerdo enque ningún acto terrorista fuese calificado como delito po-lítico, y todos estaban de acuerdo en que había que flexibi-lizar el principio de doble incriminación.

El problema es que con este texto el Grupo Parlamenta-rio Socialista cree que no se ha flexibilizado el principio dedoble incriminación. Y la consecuencia que va a determi-nar es que en tanto no se produzcan las armonizaciones delos códigos penales, los países que no tienen tipificado estedelito no van a poder acceder a la extradición por muchavoluntad política que tengan, porque en casi todos los paí-

– 209 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996–NÚM. 14

32 / 35 13/02/2014

Page 33: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

ses el procedimiento de extradición es mixto y no estátanto en función de la voluntad política de los países comode lo que decidan los tribunales, y éstos van a utilizar el re-quisito de doble incriminación, y usted lo sabe muy bien,como un requisito de procedibilidad y, por lo tanto, «ad li-mine» van a rechazar las demandas de extradición cuandono tengan tipificado ese delito. Y eso, al Grupo Parlamen-tario Socialista no le gusta, no le parece bien. Le hubieragustado más que hubiera sido de otra manera.

En definitiva, en clave de garantía de eficacia, el crite-rio de valoración ha de ser el de la predecibilidad de éxitode las demandas de extradición que puedan ser promovi-das por los jueces españoles. Y yo creo que en esta direc-ción, señora Ministra —usted lo sabe como yo—, con esteConvenio, tal como usted misma lo ha explicado, en la me-dida en la que se mantiene inflexible el principio de dobleincriminación, cabe predecir que estas demandas extradi-cionales seguirán teniendo dificultades de éxito cuando serefieran al enjuiciamiento o cumplimiento de condena depersonas acusadas o condenadas por actos de participa-ción, colaboración, ayuda o mediación con organizacionesterroristas.

Y esto no es una cuestión técnico-jurídica. Esto es unacuestión política. Abrimos el Convenio o no lo abrimos.Yo creo que ha quedado debilitado el objetivo general deofrecer una regulación cerrada. Y cuando me refería a losagujeros del queso gruyère, evidentemente que éstos seproducen en los temas de delincuencia organizada y de te-rrorismo, no en los temas menores, porque los problemasque han surgido en este Convenio son precisamente conesas cuestiones. Y esto determina la utilización en el futuroespacio judicial europeo de normas de geometría variableque tampoco me gustan.

Pero lamento de verdad, y nuestro Grupo también, quelas cosas sean así. Vuelvo a repetir la predisposición favo-rable del Grupo Parlamentario Socialista y usted sabe queva a tener todo nuestro apoyo en esta lucha y para conse-guir instrumentos eficaces. Sigo y seguimos pensando queen esto ustedes han lanzado las campanas al vuelo dema-siado pronto. Me gustaría que no fuese así, y hago votospor que no haya ninguna reserva, señora Ministra. Pero metemo que en la medida en la que sabemos cuál es la posi-ción de Francia, del Reino Unido, de Irlanda y de muchosotros países, cuando han luchado tanto para que haya re-servas, hasta que no han conseguido meter en el texto delConvenio una amplia posibilidad de introducción de lasmismas, tampoco han suscrito el convenio. Yo hago votospor que no hagan reservas, pero, si las hacen, creo quepoco habremos ganado. En cualquier caso, ahora tenemosque esperar a ver qué es lo que ocurre. Ojalá todo vaya porel buen camino. Ojalá no se formule una sola reserva, encuyo caso sí que habremos avanzado. Si es así, el GrupoParlamentario Socialista le va a felicitar en ese momento,señora Ministra. En estos momentos lamentamos no poderhacerlo. Creo que ustedes han sido demasiado triunfalistasy, desde luego, ahora creo que no se pueden hacer afirma-ciones como las que han hecho —si no usted— muchosmiembros de su Gobierno, empezando por su Presidente,quien, en la comparecencia ante el Congreso de los Dipu-

tados el día 26 de junio, a respuestas de las preguntas for-muladas en varias ocasiones por el portavoz del GrupoParlamentario Socialista, dijo: cualquier solicitud de extra-dición basada en hechos de mera colaboración o participa-ción en banda armada va a ser otorgada por cualquier paísde la Unión Europea. Eso, con este Convenio, hoy no lopodemos saber, porque todavía no sabemos ni siquiera quépaíses van a formular reservas.

Yo lo lamento, señora Ministra. Me hubiera gustadoque las cosas no hubieran sido así, porque de esto, en defi-nitiva, no se beneficia nadie. Podemos seguir dejandoabierta la puerta a que haya territorios en donde la impuni-dad para los terroristas pueda seguir existiendo y, por lotanto, sí convendría —y usted que está en el Gobiernotiene más posibilidades— que avisase a sus socios euro-peos de que si formulan reservas no es de descartar que ensus territorios se sigan asentando las cúpulas de la organi-zación terrorista ETA. Y eso sería muy de lamentar.

Por lo tanto, creo que una buena conclusión sería que elGobierno hiciese ahora lo que pudiera. Y si está en nues-tras manos hacer algo para que los países no formulen re-servas, cuente con nuestro apoyo, señora Ministra.

Muchas gracias, señor Presidente.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Fer-nández de la Vega.

Tiene la palabra el señor Gil Lázaro.

El señor GIL LAZARO: Muchas gracias, señor Presi-dente.

Intervengo con la brevedad que nos ha sugerido.Yo creo que no es maximalizar la naturaleza del acto de

esta tarde si lo calificamos como una sesión de Estado, enel sentido de que con toda seguridad todo lo que hoy he-mos dicho aquí será detenidamente estudiado, probable-mente fuera de nuestras fronteras. Y eso obliga a hacer dosconsideraciones finales por parte de mi Grupo.

En primer lugar, a reclamar que todos seamos excep-cionalmente prudentes en nuestras valoraciones públicasporque, de lo contrario, sin quererlo desde luego, quizá po-damos alentar posiciones reticentes de otros, que estoy se-guro ningún Grupo desea. Y, en segundo lugar, que es im-prescindible ahondar en la tarea de facilitar el tránsito, eldecurso de este Convenio, a través de nuestros contactoscon fuerzas homologadas europeas. Y eso es una tarea queno solamente incumbe al Gobierno, sino que incumbe a to-dos, y conviene que esa labor no choque, no pueda llegar achocar con algunas valoraciones que al final se planteen—sin lugar a dudas, llenas de buenas intenciones— comodisfuncionalidades para ese fin.

Concluyo, señor Presidente, diciendo que el Grupo Par-lamentario Popular, como no puede ser de otra forma, nopodía dejar de manifestar que desde el más profundo res-peto, como es natural, insisto, a la valoración que puedeformular cualquier Grupo Parlamentario, no comparte enabsoluto, de una manera firme, rotunda, tajante y clara, al-guna valoración hecha por algún portavoz en cuanto a unahipotética actitud del Gobierno de España como obstruc-cionista para la labor de la Justicia.

– 210 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996.–NÚM.14

33 / 35 13/02/2014

Page 34: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

Yo comprendo que esa afirmación se puede hacer en elplano de la pura metodología política, pero si se quiereahondar con precisiones técnicas, convendrá saber y decir,y que todo el mundo lo deje suficientemente claro, quecuando un Gobierno o un particular, en este caso un Go-bierno, adopta decisiones plenamente sujetas al marco delegalidad, esas decisiones podrán ser compartidas o no porunos u otros grupos parlamentarios, pero, por estar plena-mente sujetas a ese marco de legalidad, no se pueden cali-ficar como de obstruccionistas para la acción de la Justicia.

Y yo estoy seguro de que éste es un Gobierno —yquiero que quede constancia pública de la posición de miGrupo, porque ésa es la posición del Grupo Parlamentarioque lo apoya— que tiene expresadas su plena confianza ysu pleno respeto a la acción de los tribunales y a la funciónque a los mismos corresponde en el contexto de la socie-dad española. Dudar de eso es admisible desde el punto devista del debate ideológico. No debiera serlo, pero, pordesgracia, es instrumento que algún grupo político quiereutilizar. Pero no lo es, sin lugar a dudas, desde un punto devista técnico y jurídico. Y mi Grupo Parlamentario no po-día permanecer hoy en silencio ante una afirmación comola que se ha hecho.

Muchas gracias, señor Presidente.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.Tiene la palabra el señor Castellano.

El señor CASTELLANO CARDALLIAGUET: Mu-chas gracias, señor Presidente.

No había pedido la palabra porque no pensaba que la in-tervención que me ha precedido iba a convertir la compa-recencia de la señora Ministra en un debate entre los gru-pos parlamentarios, puesto que no parece ser el lugar másadecuado. Pero este Grupo Parlamentario tampoco puedepermitirse quedar en silencio ante las afirmaciones que sehan vertido.

Señor Gil Lázaro, creo que estimar que obedece a crite-rios ideológicos la apuesta pura y simplemente en relevan-cia a determinadas contradicciones sí que es una actitudsuperideoligizada. En todo caso, que no cunda el pánico,señor Gil Lázaro. Ahí está la Sala Tercera del Tribunal Su-premo. Vamos a esperar pacientemente, los que tenemosconfianza en los tribunales, a ver cómo se pronuncia. Miesperanza es tal, que estoy absolutamente convencido deque se va a tragar usted todo lo que ha dicho. (El señor GilLázaro pide la palabra.)

El señor PRESIDENTE: Pediría, por favor, que no es-tablezcamos un debate cruzado por alusiones.

El señor GIL LAZARO: Señor Presidente, efectiva-mente, yo había hecho una valoración sin hacer menciónde ningún Grupo Parlamentario. En la medida en la queaquí se ha hecho después una mención no solamente a unGrupo Parlamentario sino a mí personalmente, quiero se-ñalar una cosa: tenga por seguro, señor Castellano, desdeel profundo respeto de mi Grupo Parlamentario hacia elsuyo y personalmente hacia usted, que este portavoz jamás

se tendrá que tragar, como ha vaticinado, lo que su señoríadice que yo he dicho, por la sencilla razón de que yo he di-cho que este Gobierno respeta y respetará profundamentela acción y la independencia de los tribunales, y por la sen-cilla razón de que yo he dicho que este Gobierno no puedeser calificado como un gobierno obstruccionista a la ac-ción de la justicia en la medida en que todas sus decisionespresentes y las de futuro lo serán siempre atendidas al másescrupuloso respeto al marco de la legalidad.

Muchas gracias, señor Presidente.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor GilLázaro.

El señor Guardans tiene la palabra.

El señor GUARDANS I CAMBO: Muchas gracias,señor Presidente.

Intervengo brevísimamente para agradecer la explica-ción de la señora Ministra y, una vez aclarado que efecti-vamente el Convenio, lamentablemente, admite reservasque tendrán el efecto que hemos puesto de relieve y aundeseando que tales reservas no se produzcan, lo que síhago, tal como hacía también la portavoz del Grupo Socia-lista con quien me ha correspondido coincidir en este caso,es animarla, siguiendo sus propias palabras, animarla muyfrancamente a que dedique todo el esfuerzo político queesté en su mano, en su caso con el apoyo correspondientedel Ministro de Asuntos Exteriores, para evitar que los paí-ses que tienen la facultad de hacerlo, y que son sospecho-sos de hacerlo, planteen reservas y, por tanto, no nos que-demos con un texto y esperemos a ver qué ocurre, sino quese vuelque todo el esfuerzo político que esté a su alcancecon los distintos medios de presión —si me permiten estapalabra y con todos los matices que ha de tener en estecontexto— para evitar que los países que pueden tener in-terés en formular reservas las formulen porque si las for-mulan, este Convenio perderá todo su sentido.

Muchas gracias, señor Presidente.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señoría.La señora Ministra de Justicia tiene la palabra.

La señora MINISTRA DE JUSTICIA (Mariscal deGante y Mirón): Muchas gracias, señor Presidente.

Como las intervenciones prácticamente han sido repro-ducción fundamentalmente de las iniciales, yo siento nue-vamente discrepar de la intervención de la señora Fernán-dez de la Vega y del señor Guardans. Miren ustedes, el ar-tículo 3.1 efectivamente puede ser objeto de reserva porparte de los países y exigir la doble incriminación. Eso escierto, puede ser objeto de reserva. Pero lo que ocurre esque el apartado 4 del artículo 3 establece que en el su-puesto caso de que se hiciera la reserva de la doble incri-minación nunca podrá denegarse la extradición por hechosque supongan colaboración con banda armada. Esa es laopinión técnica de los que hemos suscrito el Convenio.

Evidentemente, en Derecho todo es opinable, pero yo nocomparto la lectura que ustedes hacen del artículo 3 aparta-dos 1 y 4. La lectura que se hace por los miembros firman-

– 211 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996–NÚM. 14

34 / 35 13/02/2014

Page 35: Comparecencia de Abel Matutes sobre la Presidencia ...€¦ · Me gustar a que en los pr ximos minutos, hasta la llegada del Ministro de Asuntos Exteriores, pudi ramos debatir c mo

tes del Convenio es la que acabo de decir en este momento,y eso a mí me parece suficientemente importante.

El artículo 5 excluye la noción de delito político, y tam-bién me parece suficientemente importante.

No sé lo que ocurría en el mes de abril. Lo que sí sé esque existía la noción de delito político y lo que sí también sées que existía la noción de la doble incriminación. Lo hevisto, sé que existía y sé que no existía la obligación de ex-traditar en el supuesto caso de que se requiera la doble incri-minación, y ahora sí que existe la obligación de extraditar.

Usted puede decirme que exige la doble incriminación,pero en todo caso, si hace esa reserva, usted va a extraditarpor colaborar con banda armada.

A la Ministra que les habla le parece el tema de granimportancia y le parece que ha sido un éxito de España. Nohe venido aquí, en absoluto, a alardear de una gestión fuerade serie. No lo he hecho, pero no me aprieten ustedes tanto,porque efectivamente lo que se ha conseguido sí es muyimportante.

Muchas gracias, señor Presidente.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Mi-nistra por su cooperación y por su franqueza en el debateque hoy hemos tenido. Se levanta la sesión.

Eran las veinte horas y quince minutos.

– 212 –

CORTES GENERALES 3 DE OCTUBRE DE 1996.–NÚM.14

35 / 35 13/02/2014