Completeness&Infinite

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 Decidibilidad, Completitud e innito Enrique Alonso Universidad Aut´ onoma de Madrid September 11, 2013 1

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Análisis de los objetivos de la prueba de completitud de la Lógica de Primer Orden

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  • Decidibilidad, Completitud e infinito

    Enrique Alonso

    Universidad Autonoma de Madrid

    September 11, 2013

    1

  • El Infinito y la Logica

    La nocion de infinito ha quedado circunscrita en la actualidad a los contenidos

    propios de la Teora de Conjuntos. Es cierto que siempre podemos encontrar

    otras disciplinas y enfoques que se hagan cargo del problema, pero si se piensa

    en los desarrollos contemporaneos de la matematica, el lugar propio para hablar

    del infinito es la Teora de Conjuntos.

    Sin embargo, es posible apreciar problemas relevantes que involucran este

    concepto en ambitos relativamente elementales de la Logica clasica.

    En esta charla pretendo mostrar de que forma tratamos con el infinito en la

    demostracion de la Completitud de la Logica de Primer Orden y la manera en

    que ciertas propiedades metateoricas basicas de los sistemas formales han sido

    reintrepretadas a lo largo del tiempo. Analizare tambien la forma en que ha sido

    entendido el caracter no constructivo de la prueba de completitud de la Logica

    elemental LPO y terminare cuestionando algunos de los metodos y objetivos

    de la investigacion actual en Logica.

    Es interesante observar la forma en que ciertos problemas de la maxima

    relevancia filosofica estan ya presentes en etapas tan elementales como estas y la

    manera en que solemos obviar su tratamiento en cursos basicos por considerarlas,

    o bien evidentes, o bien fuera del alcance de nuestros auditorios. En mi opinion

    este no es un buen modo de proceder.

    La constitucion del modelo clasico

    Empleo el termino modelo clasico para referirme a la forma habitual de proceder

    en una investigacion en Logica.

    Este modelo entiende la tarea de la logica como un proceso que empieza por

    la descripcion de un lenguaje formal que pretende ser de aplicacion en algun

    ambito determinado. Es preciso ofrecer tambien un calculo, una semantica y un

    analisis de ciertas propiedades metateoricas relevantes.

    Este modelo responde basicamente al tipo de enfoque apreciable en obras

    como Introduction to Mathematical Logic de A. Church aunque debidamente

    actualizado gracias al desarrollo de la Teora de Modelos.

    En terminos mas precisos, podemos decir que una investigacion tpica en

    2

  • logica debe cubrir al menos los siguientes topicos:

    Paso I: Descripcion del Sistema formal

    - Introduccion del vocabulario basico en el que deben ser apreciables las

    categoras formales del analisis cfr. Church 1956, p.3

    - Definicion de formula bien formada mediante un procedimiento efectivo

    que garantice la unicidad de lectura.

    - Definicion de la relacion de derivabilidad para las formulas del lenguaje,

    `S A, mediante un calculo apropiado S.

    - Definicion de la relacion de consecuencia para las formulas del lenguaje,

    |=M A, mediante la introduccion de una clase de modelos o interpreta-ciones admisibles.

    Un sistema formal puede definirse entonces como un triplo L,`S , |=M dadopor un lenguaje formal, un calculo o varios equivalentes y una coleccion de

    modelos adecuados para las formulas del lenguaje. Las definiciones de formula

    derivable a partir de y la de consecuencia valida a partir de son las ha-

    bituales. Eso implica igualmente que las nociones de teorema y formula valida

    permanencen sin cambios. Pero de esto se hablara en detalle mas adelante.

    No pretendo decir que todo sistema formal deba necesariamente constar de

    estos tres elementos. Los calculos intuicionistas nacieron como sistemas ajenos

    a una interpretacion estandar de sus formulas. Las logicas de la relevancia

    basadas en el criterio de uso no insistieron en ese punto en sus orgenes. Las

    logicas subestruturales y las no monotonas no pretenden estar orientadas a la

    interpretacion semantica de sus expresiones. Pero todos sabemos que estos son

    casos en los que la ausencia de una semantica apropiada, o bien es polemica, o

    necesita de una cierta justificacion.

    Como es obvio, ningun sistema formal entendido de este modo puede ser

    presentado en sociedad sin garantizar ciertas propiedades metateoricas que ase-

    guren que la derivabilidad y la consecuencia estan en una relacion apropiada.

    Paso II: Analisis de las propiedades metateoricas basicas de la deriv-

    abilidad y la consecuencia semantica

    3

  • - Debemos demostrar al menos que la derivabilidad es correcta sound con

    respecto a la consecuencia semantica.

    - Es preciso al menos discutir la conversa, es decir la completitud.

    - Es conveniente aludir a la decidibilidad del sistema formal analizado.

    Evidentemente, no hay sistemas formales incorrectos unsound. En ese

    caso, simplemente se admite que las reglas del calculo no guardan la relacion

    requerida con el significado de las expresiones con las que trata.

    La importancia relativa de estas propiedades ha variado con el tiempo y hay

    muchas otras que ya no desempenan un papel relevante, como por ejemplo:

    - La independencia de los axiomas de una base axiomatica.

    - La busqueda de formas normales.

    Otras pueden jugar papeles que quedan acotados a un cierto ambito o sub-

    disciplina, como la Compacidad en teora de modelos, o la Eliminacion de la

    Regla de Corte en teora de la prueba.

    En lo que sigue vamos a hablar basicamente de la completitud y de la forma

    en que su estudio ha ido formando parte de este modelo clasico. Es preciso hacer

    notar que durante las primeras etapas del desarrollo de la logica formal contem-

    poranea, la completitud no era una propiedad relevante en la investigacion de

    teoras logicas, no as de teoras interpretadas. Veremos por que.

    La completitud antes de la teora de modelos

    El modelo clasico tiende a transmitir la idea de que existe una independencia

    notable entre las relaciones de derivabilidad y consecuencia y sus metodologas

    correspondientes. Es inevitable recordar aqu la polemica acerca de que es o

    debe ser primero, si el calculo o la semantica1.

    Los defensores de la prioridad de la semantica tenderan a aludir a que no

    hay calculos incorrectos, es decir, en los que las reglas del calculo difieran del

    analisis previo de las constantes logicas que se ofrece a traves de las clausulas

    1Es inevitable referirse aqui a los trabajos clasicos de Etchemendy sobre la prioridad de la

    semantica.

    4

  • semanticas. Los defensores de un mayor equilibrio pueden aducir que las reglas

    son constitutivas del significado de las constantes logicas y que la consistencia

    o la no-trivialidad de la clausura deductiva de es previa e independiente a la

    semantica. No entraremos en ello.

    Lo cierto es que los primeros resultados de completitud son muy anteriores

    a la constitucion de la teora de modelos como una disciplina matematica con-

    solidada. De hecho, la misma idea de la completitud de un sistema formal no

    es clara en un principio.

    Los primeros intentos de definir la completitud de un sistema formal em-

    piezan tomando prestado el concepto que se aplica a las teoras formalizadas.

    Las palabras de Church 1956, p.109 son reveladoras en este sentido:

    As a first attempt to fix the notion more precisely, we might

    might demand of every sentence that either it or its negation shall

    be a theorem; but since we allow the assertion of propositional forms,

    this may probe insufficient.

    No obstante, es este mismo autor quien reconoce que

    As in the case of consistency, the notion of completeness of a

    logistic system has a semantical motivation, consisting roughly in

    the intention that the system shall have all posible theorems not in

    conflict with te interpretation. Church 1956, p.109

    Hay que tener en cuenta que en los desarrollos previos de Frege y Russell

    & Whitehead, el significado de las expresiones de un lenguaje formal pareca

    pertenecer a un nivel puramente informal. Eran las reglas del calculo las que

    traducan al plano formal el significado intuitivo de las constantes logicas. El

    criterio basico de correccion era la consistencia, la cual, pese a las palabras de

    Church, s era una propiedad plenamente caracterizable en un plano puramente

    sintactico. La completitud no tena una expresion clara en la medida en que la

    exhaustividad del calculo no tena un referente obvio ante el cual pudiera ser

    juzgada. Porque, cual era la clase de expresiones que el calculo deba reproducir

    por completo en terminos de teorematicidad?

    En el caso de las teoras formalizadas, es decir, de teoras completamente

    interpretadas, el criterio de bondad era mucho mas claro. Dando por supuesta

    5

  • la consistencia de la teora, ese criterio de exhaustividad podra enunciarse del

    sigiente modo:

    - Una teora formalizada es satisfactoria si es capaz de pronunciarse ade-

    cuadamente con respecto a cada pregunta pertinente.

    La traduccion inmediata de este criterio intuitivo es:

    - La teora ha de ser completa en el sentido de que para cada formula A Lha de ocurrir que, o bien `S A, o bien `S A y

    - La teora ha de ser decidible, es decir, debemos disponer de un proced-

    imiento efectivo para determinar para cada formula en L si `S A o 0S A.

    Ahora sabemos que hay muy pocas teoras interesantes que cumplan estos

    requisitos, pero creo que es justo reconocer que son criterios epistemologicamente

    razonables.

    Que la completitud sea una propiedad difcil de identificar en el caso de

    los sistemas formales, no es tan extrano. Para poder plantearse alguna de sus

    versiones mas o menos estandar, es preciso tener dos clases de expresiones que

    comparar, la de las verdades y la de los teoremas en este caso hablo solo de

    completitud debil. En el caso de las teoras formalizadas, no exista esa segunda

    clase de referencia que deba ser reproducida mediante un calculo apropiado.

    Cuando nos referimos a las verdades de la Aritmetica, en el fondo no deja de ser

    una forma conveniente de hablar. Tuvo que pasar bastante tiempo hasta que se

    pudiera trabajar con los modelos de una teora formalizada.

    Al fin y al cabo, las teoras formalizadas, en ausencia de una realidad bien

    definida que pudiera ser descrita como la clausura deductiva de una coleccion de

    axiomas, solo podan probar su vala con criterios como los anteriores. Siendo

    as, como se llega hasta una definicion semantica de la completitud? A mi

    juicio influyen al menos los siguientes fenomenos:

    - La identificacion del fragmento proposicional como un sistema con valor

    en si mismo,

    - La proliferacion de bases axiomaticas alternativas y

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  • - El uso de tablas de verdad en demostraciones de consistencia e indepen-

    dencia.

    El uso de tablas de verdad como forma de construir una primitiva semantica2

    fue algo comun durante las dos primeras decadas del siglo xx entre la comunidad

    de investigadores dedicados al fomento de la Logica. En 1921 Post emplea

    este mecanismo para probar la consistencia de una axiomatizacion del Calculo

    proposicional, mientras que en 1926 Bernays hace uso de ellas en pruebas de

    independencia3. Lo interesante es que el uso de estos procedimientos contribuyo

    de forma decisiva a crear clases de formulas bien motivadas, las tautologas, con

    respecto a las cuales era posible preguntarse si eran o no agotadas por la clase

    de teoremas de un sistema formal. Es importante hacer notar que este uso prim-

    itivo de los metodos semanticos no estaba tanto orientado a ofrecer un analisis

    del significado de las constantes logicas del formalismo, como a definir clases de-

    cidibles del formulas del lenguaje. Es curioso que esta especie de protosemantica

    fuera concebida en su origen como una iniciativa ligada a la existencia de ciertos

    metodos de decision y por tanto como algo esencialmente distinto del entorno

    conjuntista y no constructivo que caracteriza en la actualidad a la teora de

    modelos.

    Aunque en la actualidad pueda resultar extrano privar de rigor formal a estos

    planteamientos, lo cierto es que Church, por ejemplo, no les atribuye la capaci-

    dad de resolver las definiciencias que la semantica presenta en su metodologa.

    Por eso no es de extranar su intento de ofrecer lo que el denomina syntacti-

    cal definitions of completeness Church 1956, p.110, que no son otra cosa que

    versiones mas o menos proximas de la Post-completeness.

    A logistic system is complete in the sense of Post if, for every

    sentence B, either ` B or the system, upon addition of B to it asan axiom, becomes inconsistent in the sense of Post. Church 1956,

    p.110

    2Esto es lo que Mara Manzano y yo mismo denominamos protosemantics en Completeness:

    from Godel to Henkin.3Church 1956, p.163

    7

  • Varias lecturas de la completitud

    Para que la completitud de un sistema formal llege a tener una lectura semantica

    o modelista, es preciso contar con una clase de referencia bien definida. Historicamente

    este proceso se inicia a traves del metodo de tablas de verdad popularizado por

    Wittgenstein y empleado profusamente por Post y Bernays entre otros. Este

    origen y los supuestos que eran comunes en aquel entonces han influido deci-

    sivamente en las distintas lecturas que cabe hacer la de completitud hoy en

    dia.

    Algunas expresiones comunes de esta propiedad completitud debil podran

    ser las siguientes:

    1 If A is a logical truth, then A is a theorem of S.

    2 Whenever we have a logical truth, we know we can have a proof of it as a

    theorem in a calculus S.

    3 The set of logical truths is included in the set of theorems of S.

    4 The set of logical truths is recursively enumerated by a calculus S.

    De todas ellas, ninguna es del todo incorrecta, aunque las hay que son preferi-

    bles a otras. Las razones que pueden influir en que una de estas versiones sea

    preferible a las restantes no son los terminos usados para su formulacion, sino

    el contexto. Es decir, el sistema formal al que se refieren.

    De estas cuatro versiones, hay dos que se limitan a exponer hechos sin sugerir

    o adelantar nada acerca del modo de llegar a ellos, o acerca de sus consecuen-

    cias. Se trata, como parece obvio, de (1) y (3). Son expresiones neutras de la

    completitud contra las que hay poco que decir. Si las he incluido aqu es por la

    facilidad con que derivan en (2) cuando nos vemos obligados explicar su signifi-

    cado. La ausencia de consideraciones adicionales suele conducir a aclaraciones

    en las que el contenido de la completitud adquiere un sabor epistemico como el

    que claramente se reconoce en (2).

    Esta interpretacion de la completitud que denominaremos en lo sucesivo

    interpretacion epistemicaparece insistir en el hecho de que cualquier formula

    que haya sido previamente identificada como una verdad logica debe disponer de

    una prueba. Para saber que formulas son buenas candidatas a la construccion

    8

  • de una prueba, antes se debe determinar si son o no verdades logicas, de ah

    que la califiquemos como una interpretacion de tipo epistemico. Este modo de

    ver las cosas hace que la semantica adquiera el caracter de un mecanismo de de-

    cision, mientras que el calculo se vea relegado a un procedimiento necesitado de

    estrategias heursticas para alcanzar una conclusion que se sabe que existe mas

    adelente emplearemos un lenguaje mas preciso. Sin la ayuda de los proced-

    imientos mecanicos de decision aportados por esta especie de protosemantica, el

    calculo sera incapaz de determinar si la prueba de una cierta formula no existe

    o aun no ha concludo.

    Church asume este hecho al presentar el metodo de tablas de verdad en los

    siguientes terminos:

    The truth-table decision procedure for the propositional calculus

    is applied in an informal way to special cases by Frege in his Begrif-

    schrift of 1879 [...]. The first statement of it as a general decision

    procedure is six years later by Peirce. Church 1956, pp. 161-2.

    Este equilibrio segun el cual la semantica pertenece al ambito de los metodos

    de decision mientras que el calculo queda fuera, fue dominante durante las

    primeras decadas del siglo xx para declinar en parte con el progresivo asen-

    tamiento de la teora de modelos como disciplina matematica rigurosa. No

    obstante, es conveniente advertir que parte de esta tradicion aun pervive man-

    ifestandose en decisiones como aquellas que llevan a considerar el metodo de

    Tablas analticas tableaux como un procedimiento semantico.

    Este modo de ver las cosas solo se sostiene si al mismo tiempo se admite

    una manifiesta superioridad de los metodos propios de los calculos frente a los

    de la semantica, algo que parece claro en ese mismo periodo de la historia

    contemporanea de la Logica. Solo as se entiende la perplejidad que puede

    provocar entre nuestros estudiantes que se les obligue a obtener, a menudo

    con un esfuerzo considerable, una prueba de una formula de la que se sabe

    previamente que es una verdad logica. Es que acaso es menos fiable decir de una

    formula que es una verdad logica a decir que es un teorema de un cierto calculo?

    Solo la posesion de una prueba garantiza que la formula de la cual sabemos

    que es una verdad logica, es adecuada o satisfactoria? Hay mas informacion y

    9

  • de mas calidad en la prueba de una formula que en el metodo empleado para

    saber que la formula en cuestion es una verdad logica?

    Estas preguntas permiten formular el siguiente principio:

    Principio de prevalencia de la sintaxis:

    Solo la exhibicion de una prueba en un calculo apropiado garantiza

    la bondad de una formula de la que se sabe por un algoritmo de tipo

    semantico que tal prueba existe.

    Este principio solo se aplica en aquellos sistemas formales para los que existe

    una semantica apropiada y en los que la nocion de verdad logica es recursiva,

    aunque no es infrecuente encontrarlo en contextos en los que este ultimo extremo

    no se da.

    Una prueba de completitud concebida bajo este principio lo que viene a

    garantizar es la bondad de los conceptos y metodos empleados en la semantica

    segun los estandares del metodo logstico4, algo paradojico si al mismo tiempo

    se admite que las reglas del calculo deben expresar si queremos garantizar

    correccion y completitud el significado de las constantes logicas tal y como se

    expresa en las clasulas semanticas de dichas constantes.

    La interpretacion restante de la completitud, la ofrecida en (4), es muy

    distinta a la que acabamos de ver, precisamente por el uso que se hace de

    la semantica y su metodologa. Para llegar a ella resulta preciso reconocer

    que el dominio de los metodos semanticos no es el de los procedimientos de

    decision sobre las formulas de un lenguaje, sino el de las definiciones conjuntistas

    asociadas a una magnitud no-enumerable de interpretaciones admisibles.

    Hay que tener en cuenta que esta forma de ver las cosas resultaba suma-

    mente extrana en una epoca, los anos 20 y 30 del pasado siglo, en los que se

    confiaba en la existencia de algoritmos de decision para las formulas relevantes

    de los formalismos de la Logica. Puesto que los calculos conocidos reposaban

    en una interpretacion de la nocion de prueba que no ofreca pistas sobre las

    formulas que de hecho no eran probables, lo mas plausible era esperar que esos

    algoritmos procedieran de la semantica. Situar entonces su dominio propio en

    4Esta expresion la tomo del Church 1956, 7.

    10

  • el de las definiciones conjuntistas que se ven obligadas a tratar con cantidades

    no enumerables de interpretaciones era poco menos que una hereja.

    Ni siquiera en la actualidad es facil admitir que esa es la esencia real de

    la semantica o mas rigurosamente, de la teora de modelos. Sin embargo, esta

    es una posicion que defenderemos desde las palabras del padre de la primera

    demostracion no trivial de completitud, me refiero a la que Godel ofrece en 1930

    para la Logica de Primer Orden. All podemos leer:

    Let us note that the equivalence now proved, valid=probable,

    contains, for the decision problem, a reduction of the nondenumer-

    able to the denumerable, since valid refers to the nondenumerable

    totality of functions, while provable presuposes only the denumer-

    able totality of formal proofs. Godel 1930. Van Heijenoort, p.589

    Palabras en las que insiste Kleene anos mas tarde afirmando de manera

    sorprendentemente similar,

    A reduction from the non-enumerably to the enumerably infinite

    is achived, as validity and satisfiability refer to the totality of log-

    ical functions, which is non-enumerable, while the proof-theoretic

    equivalents provability and irrefutability refer only to the enumer-

    able infinity of formal proofs. Kleene, p.423

    Este modo de ver las cosas es el que me lleva a interpretar la completitud de

    un sistema formal como una especie de premio de consolacion ante el caracter

    extremadamente complejo de la nocion de verdad logica.

    Principio del segundo premio

    Una logica completa con respecto a un calculo muestra al menos una

    manera de enumerar las verdades de ese sistema formal.

    As pues, se puede concluir que entre todas las posibles interpretaciones de

    la propiedad de la completitud, hay dos que se destacan al sostener formas

    opuestas de entender este asunto. La primera, la que se desprende del Principio

    de prevalencia de la sintaxis, asume la superioridad del calculo como forma de

    11

  • garantizar el caracter destacado teorematico de una formula de un lenguaje.

    El segundo, sostenido en el Principio del segundo premio, es independiente de la

    existencia de algoritmos de decision para las verdades del lenguaje limitandose a

    dar una informacion valiosa sobre la complejidad computacional de ese conjunto.

    Sobre la distincion entre sintaxis y semantica

    Aunque este asunto va mas alla de los objetivos, mas limitados, de esta ex-

    posicion, no he querido dejar de tratarlo de algun modo.

    Tradicionalmente la distincion entre sintaxis y semantica se ha considerado

    de tipo conceptual. El calculo se caracteriza por tratar con cadenas de smbolos

    sin atender a su significado. Sus operaciones son de tipo mecanico y solo contem-

    plan susbsituciones de unos signos por otros bajo circusntancias perfectamente

    identificables. La semantica, por contra, trata con el significado de esas expre-

    siones. Sus reglas dependen de ese significado y estan por tanto sujetas a las

    mismas ambiguedades que la semantica padece como disciplina.

    No hace falta adentrase en muchas sutilezas para encontrar fenomenos que

    desafan esta interpretacion. Es posible que las tablas de verdad representen

    para muchos la quintaesencia de los metodos semanticos de analisis. Su justifi-

    cacion, la de cada una de estas tablas, se hara completamente incomprensible si

    no tuviesemos en mente en todo momento que V siginifica verdadero y F falso.

    Pero, es que acaso no podemos dar a las tablas de verdad un tratamiento pura-

    mente algebraico, puramente abstracto? No es nada difcil imaginar situaciones

    en las que el contexto nos prive de cualquier recurso para hacer interpretaciones

    razonables de que es aquello que estamos haciendo con una determinada tabla

    de verdad y pese a ello seguir operando de manera correcta.

    La esencia de la semantica no es el significado, del mismo modo que en el

    calculo tampoco estamos por completo desprovistos de interpretacioens subya-

    centes acerca del comportamiento de las constantes logicas. No creo que este

    sea el punto en el que debe basarse la distincion entre sintaxis y semantica, si

    es que esta finalmente existe5. Si realmente hay una distincion entre sintaxis y

    5Es inevitable recordar en este punto la polemica sustitada por Prior en The Runabout

    Inference Ticket en torno la conectiva plonk y la posterior respuesta de Belnap en Tonk,

    Plonk, and Plink.

    12

  • semantica esta no puede residir en la ausencia o no de guas acerca del signifi-

    cado de los smbolos logicos analizados, ya que este o esta presente en ambas o

    en ninguna.

    La sugerencia introducida indirectamente en la formulacion del Principio del

    segundo premio apunta a que esta diferencia reside en los recursos empleados en

    la definicion de sus nociones mas caractersticas. En particular las de teorema

    y verdad logica obtenidas a partir de la relacion de derivabilidad formal ` yde consecuencia semantica |= respectivamente. Veamos estas definiciones.Teorema: Dado un calculo S, decimos que B es un teorema de S si y solo si

    existe una cadena finita A1, A2, A3, ...An, An+1 tal que cada formula en esasecuencia,

    - O bien es un axioma si el calculo los posee,

    - O bien a sido obtenida a partir de formulas que le preceden en la secuencia

    mediante el uso de una regla de inferencia inmediata del calculo y

    - An+1 es B

    Verdad logica: Dada una clase M de modelos o interpretaciones admisibles

    sobre un lenguaje L, decimos que B es una verdad logica si y solo si

    - Para cada intrepretacion v en M sucede que v(B) adquiere un valor con-

    siderado designado verdadero en el caso bivaluado clasico.

    Para que la diferencia entre estas definiciones quede clara, es necesario hacer

    notar que la nocion de regla de inferencia inmediata es puramente mecanica. Es

    decir, debe estar plenamente garantizado que su uso no admite interpretaciones

    y que solo depende de una serie finita de condiciones cada una de las cuales

    puede ser determinada de manera efectiva.

    En el caso de las interpretaciones presentes en M, el caso es completamente

    distinto. Nada apunta a la existencia de un metodo para determinar de manera

    efectiva si una formula recibe o no el valor designado en una de estas interpreta-

    ciones. Y desde luego nada exige que el numero de interpretaciones pertinente

    sea finito. Por supuesto que las clausulas semanticas que determinan el valor de

    cada expresion del lenguaje deben responder al principio de composicionalidad y

    ser consistentes entre s, de manera que bajo una misma interpretacion y dadas

    13

  • unas condiciones iniciales, se pueda asegurar que una formula no recibe valores

    distintos y que al menos recibe uno suponiendo que no aceptemos funcione

    parciales. Pero eso es todo.

    Mientras que la nocion de teorema construye por definicion un mecanismo de

    enumeracion del conjunto de los teoremas de S, la definicion de verdad logica no

    determina la complejidad computacional de la clase de las verdades logicas. Es

    una definicion libre de contradicion, pero en eso se agota el control que ejercemos

    sobre ella. La nocion de teorema es finitaria, mientras que la de verdad logica

    pertenece al dominio general de las nociones ideales de la matematica.

    Para que un sistema formal mantenga la diferencia que aqu se propone

    entre sintaxis y semantica, deben darse ciertas condiciones contextuales rele-

    vantes. Parece obvio que si existe un procedimiento, del tipo que fuere, capaz

    de enumerar tambien las formulas que no son verdades logicas de M, entonces,

    la diferencia entre sintaxis y semantica cambia de forma drastica. En concreto,

    desaparece cualquier motivacion para disponer de un calculo. Intentare explicar

    esta extrana afirmacion.

    La clase de las formulas bien formadas obtenidas a partir de un vocabulario

    basico previamente dado, nunca es del todo relevante. Algo que no ocurre, por

    ejemplo, con la clase de las funciones computables. Pero ahora no entrare en ello.

    Para entrar propiamente en el dominio de la Logica, parece necesario destacar

    de algun modo un subconjunto propio del lenguaje as obtenido. La razon que

    nos lleva a hablar de las verdades logicas y no de otra clase es, seguramente,

    la sutil caracterstica de que estas formulas resultan invariantes bajo el efecto

    de las interpretaciones en M. Es posible que cualquier clase que pudiera ser

    presentada de este modo, fuera un candidato idoneo como clase notable dentro

    de un lenguaje formal dado. Puesto que el metodo seguido para definir esa clase

    es puramente ideal, es normal que procedamos a un intento de caracterizacion

    efectiva de esa clase notable de formulas. Evidentemente hay tres opciones,

    i. La clase notable Lv puede ser obtenida como el resultado de un metodo

    efectivo, resultando as recursiva,

    ii. Sus elementos pueden ser enumerados de forma efectiva por algun pro-

    cedimiento, siendo as r.e, pero no as las formulas que no esten en dicho

    conjunto, y finalmente,

    14

  • iii. No hay procedimiento alguno que permita enumerar las expresiones en

    Lv, sino a lo sumos subconjuntos propios de dicho conjunto.

    Solo en el segundo caso resulta relevante el calculo, tal y como lo suponemos

    al definir la nocion de teorema. Si asociamos el termino completitud a la ex-

    istencia de una prueba que muestre que la clase de formulas enumeradas de

    forma efectiva por el calculo es Lv, entonces solo se dispondra de pruebas de

    completitud propiamente hablando en sistemas formales que se encuentren en

    ii. Los formalismos cuyo conjunto Lv resulte decidible, no precisan recurrir a

    calculo alguno. Insisito, si por tal se entiende un mecanismo disenado solo para

    arrojar teoremas. Por fortuna disponemos de algun caso que permite ilustra el

    punto. Pienso, como parece obvio, en el Calculo proposicional clasico. Es obvio

    que existe, no solo un calculo para la Logica proposicional, sino una coleccion

    entera de ellos. Sin embargo, que papel desarrollan esos calculos a la hora de

    construir de manera efectiva la clase Lv? Es frecuente que en etapas basicas de

    la formacion en Logica nos veamos recomendando a nuestros alumnos que antes

    de proceder a una prueba de una formula en un calculo, nos enteremos si es o

    no probable. En el caso de la logica proposicional esto es algo que suele hacerse

    mediante tablas de verdad. Puesto que suponemos que las tablas de verdad son

    mecanismos semanticos, volvemos al planteamiento que ya habamos criticado

    lneas atras.

    Quiza sera justo reconocer que las llamadas tablas de verdad no son sino un

    algoritmo para construir el conjunto Lv. Algoritmo para el cual se ha tenido que

    probar un resultado de adecuacion similar a la completitud para formalismos

    en los que Lv es r.e, pero no recursiva. De esta forma pasaramos a reconocer

    los metodos no por su problematica filiacion conceptual, sino por su capacidad

    para analizar la complejidad computacional de Lv, algo mas coherente desde

    muchos otros puntos de vista.

    El componente no constructivo de la demostracion

    de completitud

    Como ya hemos dicho al principio de este ensayo, la decada de 1920 y buena

    parte de la siguiente estuvieron dominadas por la creencia de que las verdades

    15

  • logicas de los distintos formalismos podan ser decididas mediante algun algo-

    ritmo apropiado. Ciertos exitos parciales como el ya sabido de la logica proposi-

    cional, o el del fragmento monadico de la Logica de Primer Orden6 haban al-

    imentado la fe formalista en la inexistencia de ignorabilia. La persistencia de

    los calculos, incluso su prevalencia frente a otros recursos, se sostena, no en la

    idea de que al menos se pudieran enumerar recursivamente las verdades logicas,

    sino en el mayor rigor de estos mecanismos frente a aquellos otros que parecan

    contaminados por la falta de precision de la semantica y sus metodos. Pero en

    ningun caso se conciben los calculos como una forma de paliar una total falta

    de control sobre la clase de las verdades logicas. Lo ideal es disponer de un al-

    goritmo de decision que filtre previamente las formulas para las cuales debemos

    encontrar una prueba. Desde nuestro punto de vista, esta estrategia equivale a

    hacer las cosas por duplicado, pero no era entendida de este modo en el momento

    en que Godel ofrece la primera prueba de completitud para LPO.

    La demostracion que ofrece Godel en 1930 tiene lugar 6 anos antes de que

    Church y Turing establezcan de modo independiente la indecidibilidad de la

    Logica de Primer Orden. Si tenemos en cuenta el formato orginal del teorema

    establecido por Godel, es facil apreciar la conexion directa entre el caracter no

    constructivo de su prueba y el hecho de que LPO no sea decidible.

    El teorema es presentado en los siguientes terminos:

    The completeness theorem that we must now prove states the

    converse: Every valid logical expression is provable. Clearly, this can

    also be expressed thus: Every logical expression is either satisfiable

    or refutable, and we shall prove it in this form. Godel 1929, pp.74-5.

    El abordaje clasico en ese periodo de la prueba supona entonces la con-

    struccion efectiva de un modelo realizacion para cada formula no refutable. O

    dicho de otra forma, para cada formula no derivable, deba ser posible ofrecer un

    modelo o realizacion de su negacion, por lo que la decidibilidad de LPO quedaba

    atada de una forma peculiar a la completitd del calculo. Godel es plenamente

    consciente de este hecho cuando afirma:

    In conclusion, let me make a remark about the means of proof

    6Behmann en 1922

    16

  • used in what follows. Concerning them, no restriction whatsoever

    has been made. In particular, essential use is made of the principle

    of excluded middle for infinite collections [...]. It might perhaps ap-

    pear that this would invalidate the entire completeness proof. For

    what is to be proved can, after all, be viewed as a kind of decid-

    ability (every expression of the restricted functional calculus either

    can be recognized as valid through finitely many inferences or its

    validity can be refuted by a counterexample). On the other hand,

    the principle of the excluded middle seems to express nothing other

    than the decidability o every problem. Godel 1929, p. 64

    It is clear, moreover, that an intuitionistic completeness proof

    (with the alternative: provable or refutable by counterexamples)

    could be carried out only through the solution of the decision prob-

    lem for mathematical logic, while in what follows only a transfor-

    mation of that problem, namely its reduction to the question which

    formulas are formally provable, is intended. Godel 1929, p.65

    Probablemente aqu ya se atisba lo que mas adelante denominare el dilema

    de Godel y que no es sino la percepcion de cual puede ser el valor real de una

    demostracion de completitud.

    El punto exacto en el que se hace uso de esta apelacion al principio de tercio

    excluso aplicado a colecciones infinitas es aquel en el que Godel afirma:

    Each Bn, being a formula of the propositional calculus, is either

    satisfiable or refutable (Lemma 7). Thus only two cases are conceiv-

    able:

    1. At least one Bn is refutable [...]

    2. No Bn is refutable; hence all are satisfiable. Then there exist

    satisfying systems of every level. Godel 1930, p.115

    Es llamativa la aparente falta de interes de Godel por senalizar de forma

    explcita este uso no constructivo de tercio excluso. Aunque en sus exposiciones

    de la prueba siempre se hace alguna referencia a este hecho, no parece excesi-

    vamente dispuesto a discutirla in situ, algo que quiza solo indica una relativa

    17

  • inseguridad acerca de las consecuencias de esta circunstancia en el contexto de

    la epoca.

    Lo que no se puede negar es que Godel fue uno de los primeros en apreciar

    directamente la relacion entre la prueba de completitud y la complejidad de la

    clase de las verdades logicas. No podemos emplear abiertamente en este punto

    los terminos recursivo y recursivamente enumerable porque son nociones que

    aun no estan definidas con todo rigor, aunque ya estan en el ambiente en que

    se producen ciertas discusiones. Esto se aprecia claramente en la siguiente cita

    de 1930:

    Let us note that the equivalence now proved, valid=provable,

    entails, for the decision problem, a reduction of the nondenumer-

    able to the denumerable, since valid refers to the nondenumerable

    totality of functions, while provable presupposes only the denu-

    merable totality of formal proofs. Godel 1930, p.117

    La gran cuestion que a todos nos gustara poder aclarar es si Godel pensaba

    que su prueba era solo una aproximacion preliminar a la solucion del problema

    o una nueva forma de ver el papel de los calculos en la caracterizacion de las

    formulas notables de un sistema. Si su posicion es la primera, entonces su teo-

    rema debera quedar superado por uno plenamente constructivo que de algun

    modo implicara la solucion de todas las preguntas pertinentes acerca de la teo-

    rematicidad de LPO. Es decir, deberamos asegurar la decidibilidad de LPO

    para obtener la completitud del calculo como un corolario. Sus palabras hacen

    pensar, sin embargo, que Godel posiblemente se inclinaba ya a pensar en otros

    terminos. La ausencia de un resultado que estableciese la decidibilidad de LPO

    era demasiado evidente tras anos de busqueda infructuosa. Si aun no se haba

    llegado a ese resultado quiza fuera tan solo porque no se poda. En ese caso, lo

    mas a lo que se podra aspirar era a mostrar que al menos las verdades de LPO

    eran enumerables de manera efectiva, tarea que le corresponde por estructura, a

    un calculo. La garanta de que esto era posible en asusencia de un resultado de

    decidibilidad para LPO era el recurso a metodos no constructivos en la prueba

    de completitud.

    La siguiente demostracion de la completitud de LPO se produce en un con-

    texto completamente distinto. Me refiero, como es evidente, a la prueba de

    18

  • Henkin que aparece publicada en Henkin7.

    No solo se hace uso de una metodologa completamente distinta, sino que

    ademas ya no se busca una demostracion constructiva. Las pruebas de Church

    y Turing de 1936-7 se haban ido asimilando progresivamente y se habia llegado

    a entender la conexion entre el carcacter no constructivo de la demostracion la

    indecidibilidad de LPO. Pese a ser su maestro y mentor, la prueba que Church

    expone con detalle en su Introduction to mathematical Logic no es la Henkin,

    sino la de Godel. Es en ese contexto en el que se apresura a afirmar que:

    At this point of the proof we make use of the law of excluded

    middle (in the syntax language). But since no effective means is at

    hanf to determine which of the two cases hold for a given A, the

    method of the proof yields no solution of the decision problem of the

    pure functional calculus of first order. Church 1956, p.235 nt 412.

    El punto al que hace mencion Church es el mismo que Godel identifica en su

    prueba, por lo que no hay en esto novedad alguna, salvo el hecho indiscutible de

    que Church s sabe que LPO no es decidible. Es interesante que sea aqu donde

    se detecta un punto potencial de conflicto entre dos resultados de igual rigor

    formal. Una interpretacion constructiva de la disyuncion a la que alude Church

    compromete su resultado de indecidibilidad, por lo que es preciso aceptar la

    lectura no constructiva si queremos salvar la aparente contradicion8.

    Pese a tener clara esta circunstancia, Church fue un claro defensor de lo

    que aqu he denominado principio de prevalencia de la sintaxis. Este punto

    es senalado de forma explcita por Henkin -Henkin 1996- cuando hablando del

    metodo logstico adoptado por Church en sus clases entresaca una cita de Intro-

    duction to mathematical Logic para sostener que

    However, these two dimensions of language [Syntax and Seman-

    tics] play very unequal roles in the deductive systems whose study

    is the proper role of logic, according to Church. This can be gleaned

    from the following passage, taken from Section 9. From time to

    7Para ver una discusion sobre este resultado en el contexto de la epoca, vease Manzano y

    Alonso, 20138Otra obra que manifiesta abiertamente esta conexion es Foundations of mathematical

    Logic de H.B. Curry de 1963. Cfr, p.354

    19

  • time in the following chapters we shall interrupt the rigorous treat-

    ment of a logistic system in order to make an informal semantic

    aside ...Except in this Introduction, semantical passages will be dis-

    tinguished from others by being printed in smaller type, the small

    type serving as a warning that the material is not part of the formal

    logistic developement and must not be uesed as such. Henkin 1996,

    p.133

    El propio Henkin afirma, refieriendose a la influencia de su maestro,

    This may seem curious, as his work in logic, and his teaching,

    gave great emphasis to the constructive character of mathematical

    logic, while model theory to which I contributed is filled with the-

    orems about very large classes of mathematical structures, whose

    proofs often by-pass constructive methods. Henkin 1996, 127

    Sin embargo, y al margen de esta observacion mas bien generica, Henkin

    tampoco parece especialmente dispuesto a explicar el punto exacto en que su

    prueba se vuelve no constructiva. Sorprende aun mas que esto tampoco tenga

    lugar en obras y manuales de los que se espera precisamente que contribuyan a

    hacer explcitos todos los pasos de pruebas complejas como lo es esta. Uno de los

    pocos manuales que s informa de este detalle es Introduction to mathematical

    Logic de E. Mendelson de 1979 cuando afirma:

    Notice that M is not necessarily effectively constructible. The

    interpretacion of predicate letters depends upon the concept of prov-

    ability in J, and this [...] may not be effectively decidable. Mendelson

    1979, p.69

    En concreto, el punto al que se refiere es aquel en el que se procede a generar

    un conjunto consistente maximo a partir de uno simplemente consistente me-

    diante una serie inductiva de adiciones de formulas al conjunto obtenido en el

    i-esimo paso, es decir, la construccion de Lindenbaum. La formula i+1-esima

    segun la enumeracion sera anadida al conjunto si de ese hecho no se sigue una

    inconsistencia. Ahora bien, es evidente que comprobar de forma efectiva la con-

    sistencia de un conjunto de formulas equivale a probar si se sigue una formula

    20

  • y su negacion, lo cual presupone la existencia de algun metodo mecanico que

    permita determinar si es o no as, algo que sabemos no es posible.

    Existe otro punto en la cual la prueba de Henkin puede no resultar con-

    structiva, pero no reviste importancia para aquello que se discute aqu. Como

    es bien sabido, el metodo de Henkin se basa en producir un modelo para una

    extension del lenguaje de LPO obtenido mediante la adicion de una cantidad

    determinada de nuevas constantes destinadas a nombrar en el lenguaje los indi-

    viduos del dominio. Cuando esa cantidad es enumerable, esto permite organizar

    la construccion de Lindenbaum mediante una enumeracion efectiva del lenguaje

    extendido. Si esa cantidad no es enumerable, entonces la construccion de Lin-

    denbaum tiene que recurrir al axioma de eleccion para ordenar las formulas del

    lenguaje obtenido.

    El dilema de Godel y la reduccion a lo infinita-

    mente enumerable

    Lo que aqu voy a denominar el dilema de Godel se puede expresar como una

    alternativa que procede de forma mas o menos directa de lo que mas arriba

    he calificado como el principio del segundo premio. Godel nunca lo sostuvo de

    forma explcita, pero s que llego a manifestar puntos de vista que parecen ple-

    namente coherentes con este modo de ver las cosas.

    Dilema de Godel

    Either semantics is decidable, in which case the completeness of the logicis trivial or,

    completeness is a critical property that cannot be obtained as a corollaryof a previous decidability result9.

    Afirmar que la semantica es decidible no es nada distinto de estar en pos-

    esion de una prueba que muestre la capacidad de un determinado procedimiento

    mecanico para generar Lv. El dilema lo unico que hace es insistir en la rela-

    tiva incompatibilidad entre una prueba de completitud para un calculo dado

    9Manzano y Alonso, 2013, p.

    21

  • y la existencia de un algoritmo de decision para Lv. Esa incompatiblidad no

    es formal, obviamente, pero si puede considerarse como una incompatibilidad

    metodologica. Un prueba de completitud aplicada a un formalismo decidible

    simplemente se trivializa.

    Observese que desde este punto de vista, una vez definido el conjunto Lv me-

    diante un vocabulario conjuntista de tipo muy general, lo que procede es ofrecer

    pruebas de adecuacion de ciertos procedimientos que permitan aproximarse lo

    mas posible a la construccion efectiva de dicho conjunto. En el extremo, dispon-

    dremos de una prueba de adecuacion que haga de Lv un conjunto recursivo, y si

    esta no existiera, entonces aun aspiraramos a otra que permitiera mostrar que

    Lv es r.e. La historia de nuestra disciplina ha querido que en este caso hable-

    mos de completitud. Una prueba de completitud de un calculo no es sino una

    demostracion de la adecuacion de ese calculo a la hora enumerar recursivamente

    su extension.

    Las pruebas de adecuacion en el caso de que Lv sea recursivo tambien existen,

    pero no se suelen interpretar como tales. El caso mas evidente es el de las tablas

    de verdad para la logica proposicional clasica. Tradicionalmente se ha consider-

    ado que estas tablas son en si mismas la semantica del lenguaje proposicional,

    pero si nos atenemos al enfoque que hemos dado aqu, lo que realmente establece

    la semantica de ese lenguaje es la definicion de las interpretaciones admisibles.

    Esta definicion se suele abordar mediante las correspondientes clausulas, algo

    del tipo:

    C0) i : LP {0, 1}

    C1) i(A) = 1 iff i(A) = 0

    C2) i(A B) = 1 iff i(A) = 0 or i(B) = 1

    ...

    Como se puede ver facilmente, existe una notable diferencia entre esta forma

    de entender la semantica del lenguaje proposicional y el metodo de tablas de ver-

    dad. Una interpretacion o valuacion es en este caso una funcion que se extiende

    a todo el lenguaje L asignando un valor a todas y cada una de sus expresiones.

    Una tabla de verdad es un procedimiento para detallar el valor que adquiere

    22

  • una formula dada conocidos unos ciertos valores iniciales. La adecuacion de

    este procedimiento a la hora de determinar la extension de Lvse establecera

    demostrando que el valor de verdad de una formula bajo una interpretacion

    solo depende del valor de verdad de sus atomos y del hecho obvio de que las

    tablas de verdad respetan las clausulas semanticas correspondientes. Estos dos

    resultados, a los que rara vez se presta atencion, permiten concluir de manera

    directa que una formula adquiere el valor de verdad verdadero bajo toda inter-

    petacion i si y solo si la tabla de verdad correspondiente le hace corresponder

    el valor 1 en todas las filas de la matriz.

    El dilema de Godel lo unico que sostiene es la irrelevancia de los calculos en

    aquellos casos en que se dispone de una semantica decidible, es decir, en aquellos

    formalismos en los que Lv es recursiva. De lo que se tratara es de ofrecer

    una construccion efectiva de esa clase, construccion motivada y asociada a un

    resultado de adecuacion. Solo si esta clase no es recursiva tiene sentido intentar

    enumerar de manera efectiva sus expresiones. El metodo que permite enumerar

    una clase de formulas sin ofrecer un algoritmo de decision es lo que llamamos

    calculo y la prueba correspondiente de adecuacion sera una demostracion de

    completitud que, por la propia esencia de esa prueba, no puede ser constructiva,

    si es que ha de ser no trivial10.

    Algunos prejuicios que pueden ser superados

    Este trabajo se propuso como objetivo repasar algunos de los usos habituales del

    modelo clasico atraves del analisis de la demostracion de la completitud de la

    logica de primer orden. Las conclusiones obtenidas deberan afectar al modo de

    entender la tarea de la logica en el presente, por lo que tal vez resulte oportuno

    hacer un breve resumen de lo dicho hasta ahora.

    La tension entre sintaxis y semantica ha sido considerada desde antiguo an-

    tiguo como una oposicion conceptual y metodologica. Hay conceptos y metodos

    propios de la sintaxis y otros que son caractersticos de la semantica y es posible

    en principio reconocer adecuadamente unos y otros. Esta oposicion, que suele

    llevar de forma mas o menos directa a la disputa sobre la prioridad, es mas

    10En la construccion de Lindenbaum para la logica proposicional clasica si que se obtiene

    un modelo de manera efectiva para las formulas en el conjunto inicial.

    23

  • bien esteril. Lo que aqu se propone en juzgar los metodos y conceptos de la

    logica por el tipo de herramientas empleadas en la introduccion de sus nociones

    basicas. La semantica puede asociarse a aquellas definiciones que solo emplean

    vocabulario conjuntista del tipo mas general, como la de verdad logica o con-

    secuencia. La sintaxis, si por tal entendemos los calculos obtenidos a partir

    de una definicion de prueba, estan orientados a enumerar de manera efectiva

    las verdades logicas de un formalismo. Pero tambien podramos querer ir un

    poco mas alla enumerando tambien su complemento, es decir, ofreciendo una

    definicion recursiva de las verdades logicas. Curiosamente no existe un termino

    apropiado para este ambito. Lo cual es de esperar si se tiene en cuenta que

    el modelo clasico acepta que la distincion entre sintaxis y semantica es de tipo

    conceptual. Lo que aqu sugerimos es una superar esta oposicion. En lugar de

    insistir en ella, nos inclinamos por considerar distintos metodos de caracteri-

    zacion de una clase de formulas destacadas previamente obtenida las verdades

    logicas en el caso clasico. El criterio que ordenara tales aproximaciones a Lv

    es la complejidad computacional de dichos procedimientos. En realidad, lo que

    tendramos son medidas de la complejidad computacional de Lv.

    Esta propuesta desafa uno de los elementos mas caractersticos del modelo

    clasico, aquel por el cual un formalismo solo queda perfectamente caracterizado

    cuando se definen ` y |= probando al menos que la relacion de derivabilidad escorrecta sound respecto a la de consecuencia. Segun el punto de vista que

    aqu se ha defendido, esta forma de proceder puede suponer hacer las cosas dos

    veces, una para determinar si A es o no una verdad logica y otra, en caso de

    que s lo sea, para hallar una prueba de la misma en el calculo.

    Esta reinterpretacion se apoya en parte en una nueva lectura de la prueba

    de completitud de la Logica de Primer Orden, lectura que como se ha visto,

    se apoya en la forma en que Godel entendio el valor de su prueba de 1930. El

    caracter no constructivo de la demostracion actuara, desde este nuevo punto de

    vista, como garanta del caracter no trivial de la adecuacion del calculo, es decir,

    de su completitud, dicho de otra manera, de su capacidad para enumerar de

    manera efectiva las verdades de la Logica de Primer Orden. Una interpretacion

    no constructiva del infinito es la unica solucion en este punto para evitar un

    conflicto con la indecidibilidad de ese mismo calculo.

    24

  • Por ultimo, creo que de todo lo dicho se desprende una nueva forma de

    entender la tarea de la Logica, o al menos, su metodologa basica. El objetivo

    no seran los calculos, ni la semantica, sino la caracterizacion de clases notables

    de formulas de un lenguaje. La motivacion de cada una de estas posibles clases

    dependera de las nociones empleadas en su definicion, pero esta en principio solo

    dependera de herramientas conjuntistas del tipo mas general posible. Su estudio

    consistira entonces en el establecimiento de una medida real de la complejidad

    de dicha clase, empezando por determinar si estamos ante una clase recursiva,

    r.e., o una en la que solo es posible enumerar subconjuntos propios de la misma.

    Esta sera nuestra propuesta, una destinada a superar ciertos prejuicios

    procedentes del viejo influjo del formalismo, algo que creemos ampliamente su-

    perado por los acontecimientos y por la aparicion de nuevas fronteras para la

    investigacion en Logica.

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