Comprendiendo a tú bebé Tavistock
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COMPRENDIENDO
A TÚ BEBÉ
(CLÍNICA TAVISTOK)
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COMPRENDIENDO A TÚ BEBÉ (CLÍNICA TAVISTOK)
EL EMBARAZO, EL PARTO Y LA VINCULACIÓN.
Las experiencias, los sentimientos inconscientes, las actitudes de los padres… influirán
en la forma que el bebé aprende y se relaciona con el mundo.
La vinculación adopta muchas formas y no solo se produce cuando las cosas se
desarrollan sin problemas. Los sentimientos que se tienen en el embarazo tienen un
papel importante posteriormente. Se supone que hacia el final del embarazo, la vida se
ha vuelto bastante incómoda tanto para el bebé como para la madre.
El parto es la primera experiencia traumática de separación de la madre. Los primeros
momentos de la vida de un bebé hacen aflorar en la madre sentimientos muy intensos y
primitivos… En el parto puedes sentirte fuera de control, pero es difícil imaginar lo muy
fuera de control que debe sentirse el bebé, tiene una enorme necesidad de ser cogido y
contenido y la madre lo sabe. La mayoría rompen a llorar… Los padres saben que hay
una forma correcta y una incorrecta de hacer las cosas.
A veces los padres sufren una conmoción o se preocupan cuando descubren que sus
sentimientos inmediatos no coinciden con lo esperado, todos nos vinculamos de
distintas formas y a distintos ritmos… Una parte fundamental de la vinculación es
superar los comienzos difíciles y también ayudar a los bebés a superarlo…Los bebés
nacen con características y personalidades distintas. A menudo los prematuros van más
lentos.
En los primeros días somos más capaces de dar una respuesta al estado emocional del
bebé si permanecemos en contacto con nuestro propio estado emocional. Hay algo
milagroso en el hecho de ver a un recién nacido tomar leche ya sea de pecho o biberón.
En general las madres se quedan asombradas…A veces las madres se quedan
asombradas de que sus bebés recién nacidos sepan exactamente qué hacer, se agarren
para mamar enérgicamente…Esto puede incrementar de forma maravillosa la confianza
y la autoestima de la madre, pero algunas mujeres que esperaban dar felizmente el
pecho se quedan conmocionadas al descubrir que las cosas son más difíciles de lo que
esperaban… Para algunas mujeres esta situación es terriblemente decepcionante y les
empuja a dudar que son “buenas” madres.
Respecto a los consejos de los expertos, familia, juicios de valor… lo mejor es no
sucumbir y escucharnos a nosotras mismas y a nuestros bebés, para ir descubriendo que
es lo que funciona mejor para ambos.
Toda díada madre-bebé encuentra incontables formas distintas de comunicar amor y
cariño. Si los intentos por dar el pecho han generado ansiedad o han sido insatisfactorios
para ambas partes, es un auténtico alivio cuando las tomas se convierten en algo
placentero por primera vez.
La mayoría de los padres viven momentos en los que la supervivencia del bebé parece
terriblemente frágil y en las que la profunda necesidad de que el bebé esté bien se
apodera de ellos. Saber qué necesita el bebé y que podemos hacer o no podemos hacer
por él requiere tiempo. A los padres primerizos les suele resultar difícil saber si el bebé
está llorando por agotamiento, porque tiene hambre o por sufrimiento existencial.
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LAS PRIMERAS SEIS SEMANAS.
Caos frente a rutina
Para la mayoría de los padres y para la mayoría de los bebés las primeras seis semanas
son las más duras. Es el período en que los bebés están más asustados y son más
vulnerables. Uno de los aspectos más exigentes de un recién nacido es el hecho de que
su vida no tiene ninguna estructura ni es predecible, sin ningún ritmo o rutina aparente.
Los bebés necesitan tiempo, unos más que otros, para poder acostumbrarse a esta nueva
vida y adaptarse a las expectativas que tenemos respecto a ellos. La ausencia de rutina
resulta para algunos padres relativamente manejable; otros, en cambio, tienen una
mayor necesidad de imponer algún tipo de orden. Los bebés pueden sentirse
desconcertados y perdidos la mayor parte del tiempo y con frecuencia la vida le
parecerá caótica, espantosa y carente de límites. Las pautas y rutinas no funcionan para
todo el mundo. Puede que algunos padres prefieran dejarse llevar por el fluir de las
cosas… Si no mantenemos algunos de nuestros límites y perdemos nuestra propia
perspectiva, podemos acabar sintiéndonos esclavos de nuestros bebés, agotados y
asediados.
La respuesta ante la angustia del bebé.
Durante las primeras semanas, nos damos cuenta de que nuestro bebé, como todos los
demás, tendrá su cuota de infelicidad independientemente de lo mucho que le queramos.
Son increíblemente vulnerables a las impresiones fuertes y repentinas. Pueden mostrarse
muy satisfechos y felices cuando se saben seguros en los brazos de sus padres
disfrutando de la leche, el calor, el confort… pero de repente puede parecerles como si
el mundo se viniera abajo, quizá cuando no llega la comida, un dolor de tripa…Los
bebés pueden experimentar un estado de desintegración, algo a lo que los recién nacidos
son especialmente proclives debido a su frágil sentido del “yo”. (Ej. James de 2 semanas La
comadrona me había dicho que le bañara antes de darle el pecho para que la leche no le sentara mal.
Pero cuando le tumbé para prepararle le entró el pánico. Estoy convencida que esperaba que le diera el
pecho y, al no dárselo, el mundo se le vino abajo. Cuando le quité el pañal me miró con unos ojos llenos
de terror como si yo fuese una bruja. Eso me hizo sentir fatal. No paraba de sacudir los bracitos, como si
estuviese cayendo por un acantilado e intentase agarrarse a algo…cuando lo puse dentro del baño se vio
sumido en una confusión total y empezó a llorar más y sacudir todo el cuerpo…tenía unas ganas
inmensas de llorar… Al final cuando por fin lo saqué y lo sequé se calmó y le di el pecho y todo él se
estiró y se puso a dormir en mis brazos. ) Lo que empezó siendo el miedo del bebé acabó
siendo también el miedo de la madre, con tantos sentimientos de culpa, ansiedad…
Cómo afectan a los bebés los estados de ánimo de los padres y viceversa
Desde los primeros días los bebés son muy sensibles a los estados de ánimo de los
padres. Puede que una presencia sosegada les reconforte, o puede que se alteren más
cuando les sostiene una persona que se sienta ansiosa…. Con el tiempo los padres y los
abuelos van a ir conociendo mejor la personalidad del bebé y éste la de ellos y todos van
a descubrir formas de superar esas dificultades que, sin duda, surgirán entre ellos de vez
en cuando
Los estados emocionales de los bebés tienen un efecto muy intenso en los sentimientos
y estados de ánimo de los padres. A veces reaparecen por sorpresa intensos sentimientos
infantiles acerca de nuestros propios padres. Matt nuca llegó a conocer a su padre. Un día
cuando su hijo Thomas tenía dos semanas, estaba lavando los platos, y de pronto, me puse a llorar
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desconsoladamente. No recuerdo haber echado nunca de menos a mi padre durante mi infancia pero, de
repente , en aquel momento, lo hacía.
Sobrellevar la dependencia.
A los nuevos padres a menudo, les invade el temor de que los llantos, el insomnio, los
cólicos y la total de pendencia del bebé no vayan a terminar nunca…a medida que el
bebé se va haciendo más fuerte y tolera mejor la frustración, las cosas resultan más
fáciles
Si el bebé tiene suficientes experiencias positivas empezará a sentirse más fuerte y más
cómodo en su propia piel, y cuando el mundo vuelva a presentársele como malo será
más capaz de lidiar con los horribles sentimientos que le atacan de repente…más
adelante cuando cuente con más recursos propios, podremos empezar a pensar en
quitarle ciertas fuentes de placer que quizá ya no necesite.
Algunos bebés pueden empezar a tolerar un poco más la frustración antes que otros, del
mismo modo no todos los padres son capaces de presenciar la misma cantidad de
ansiedad o malestar….Durante las primeras semanas, la mayoría de los bebés sólo son
capaces de tolerar dosis muy pequeñas de frustración y necesitan sentir que nosotros
podemos tolerar su indefensión.
El amor, pensamientos negativos…
Un bebé parece ser incapaz de identificar dónde acaba él y dónde comienza la otra
persona. Mamá o papá pueden significar un conjunto de olores, sensaciones, sonidos…
Los bebés pueden sentirse o muy bien o muy mal.( Cualidades amorosas o de odio)
La vulnerabilidad de las mujeres que acaban de ser madres, así como la tendencia que
tienen a sentirse abrumadas e inexpertas. Probablemente toda madre pasa por períodos
de abatimiento o de depresión tras dar a luz a su primer bebé. Los cambios de humor
son normales durante este período y no son muchas las madres que se libran de sentirse
absolutamente abatidas solas o deprimidas durante unos días No sabía qué era lo que había
perdido, quizá se trataba simplemente del hecho de tener un bebé dentro de mí. Pero no podía dejar de
llorar, y me sentí sola y muy triste durante bastante tiempo.
No es extraño que también puedan emerger sentimientos negativos con respecto al
bebé…El sentimiento de impotencia que a menudo hace aflorar un recién nacido puede
ser difícil de sobrellevar, especialmente cuando ya no sabemos que más hacer para
conseguir que se sienta mejor.
Hitos durante las seis primeras semanas.
Al final de las primeras seis semanas se ha convertido en un bebé más fuerte, más
consciente de lo que le rodea y más capaz de relajarse y de disfrutar de lo que el mundo
puede ofrecerle . Contemplar la primera sonrisa auténtica es para la mayoría de los
padres un momento de júbilo y de orgullo. Pocos padres pueden decir que las seis
primeras semanas hayan sido un período de calma y de gran felicidad; para la mayoría
de los padres se trata de una etapa repleta de ansiedades y emociones muy intensas. Al
final de esta etapa el caos empieza a tomar cierta forma. Los padres se sienten más
confiados al hablar de los estados de ánimos y las preferencias de su bebé, de las horas
del día en que suelen estar inquietos, de las actividades con las que disfruta
El bebé empieza a poder levantar la cabeza y ya reconoce a sus cuidadores. Es capaz de
dirigir la atención por voluntad propia hacia el pecho o el biberón o hacia la voz que le
resulta familiar, puede asimilar algunos sonidos y algunas de las cosas que ve a su
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alrededor como si empezara a tener alguna especie de sentido, y puede reconocer que es
la hora de su toma y disfrutar tanto del alimento como de la compañía.
DE LOS TRES A LOS SEIS MESES.
A partir de esta edad, el bebé empieza a sentir que tiene mucho más control. Disfruta
más de su cuerpo: descubre las manos y los pies, extiende los brazos para tocar y
agarrar cosas y experimenta con sonidos y expresiones faciales… las bromas, los juegos
y las conversaciones empiezan a ser posibles durante este período. Alcanzado este
punto, el hecho de que nuestro bebé nos sonría adquiere un nuevo significado.
La personalidad y el carácter individuales de los bebés se manifiestan muy claramente
en su actitud con respecto a las comidas y las tomas. La relación que se establece en
torno a la alimentación puede ser considerada la base de todas las relaciones futuras,
puesto que se trata de la primera experiencia real del bebé en la que asimila o recibe
algo. Generalmente, mientras la tomaba me miraba fijamente, casi como si me estuviese diciendo.
“Gracias”. Y, más a delante, si yo empezaba a charlar con mis otros hijos o a mirar la televisión
mientras le daba la leche, ella interrumpía la toma y esperaba hasta que yo le volviese a prestar
atención.
Ocasionalmente, en torno a este período, algunos bebés que han sido amamantados sin
problemas de repente rechazan el pecho, lo cual puede resultar tremendamente
decepcionante para la madre.
Dar el pecho es una parte tan íntima de la relación que, cuando el bebé rechaza la leche,
una madre puede tener la sensación de que es ella la rechazada… Es muy difícil seguir
teniendo presente el hecho de que a veces nuestros bebés nos verán como a los “malos”,
incluso cuando sintamos que estamos haciendo todo cuanto está a nuestro alcance por
ellos. Este es uno de los retos más difíciles a los que nos enfrentamos como padres, y
nuestra capacidad de tolerarlo dependerá en gran medida de lo fuertes que nos sintamos
en ese momento.
Con respecto al siguiente paso importante, probar los purés y los alimentos sólidos por
primera vez entran en juego una serie de respuestas y sentimiento muy variados…como
todo nuevo paso, en la vida de un bebé, el destete conlleva alegrías y tristezas. Puede
tener beneficios para la familia. Por ejemplo, en aquellos casos en los que el bebé ha
sido amantado, la del destete puede ser también la primera ocasión para que el padre o
los hermanos mayores participen en las comidas….Algunos bebés necesitan que les
animen antes de poder habituarse a esta nueva forma de hacer las cosas y empezar a
interesarse por esos nuevos sabores y texturas
El lamento, la tristeza y la pérdida a menudo emergen junto con el alivio, el placer y el
orgullo en cada una de las etapas del desarrollo.
La incorporación de alimentos sólidos marca un cambio importante en la proximidad
inicial entre la madre o padre y el bebé.
En esta etapa se hacen posibles nuevas versiones del juego de desaparición y
reaparición, como el del “Cu- Cú” puesto que la idas y venidas de los hermanos, de los
juguetes , de los padres e incluso de los animales domésticos se vuelven más
interesantes para el bebé …mentalmente tienen una mayor capacidad de concentración
y está trabajando para comprender lo que siente ante las cosas…Emma parecía estar
utilizando el móvil para expresar y explorar algunos de sus sentimientos con respecto a las idas y
venidas , lo que le gustaba y lo que la hacía enfadar. Incluso a esa edad, los bebés utilizan el juego para
comprender sus propios sentimientos. Algunos temas relacionados con el hecho de acostar al bebé por la noche y ponerlo a
dormir continúan preocupando a muchos padres. Dormir está también relacionado con
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la separación, y puede ser una cuestión que genere tantas emociones en los padres como
en los bebés y los niños….Durante este período, algunos padres deciden realizar
cambios en lo referente al acto de dormir del bebé: trasladan al pequeño a su propia
cuna o a su propia habitación.
Es sumamente tentador atribuir al bebé todo tipo de respuestas que a menudo tienen su
origen no tanto en su personalidad, sino en la nuestra…los padres se sienten mal al
pensar que están los niños completamente solos, habían imaginado que debían pensar
que ya no le querían y creían que seguramente se sentían rechazados…Lo que parecía
estar pasando es que los sentimientos de estos padres con respecto al destierro de sus
hijos de su habitación estaban afectando a las respuestas de éste ante la nueva
situación…En un par de noches, volvió a dormir la noche entera y sus padres
empezaron a disfrutar del hecho de tener de nuevo la habitación para ellos solos…Hay
muchas cosas que el bebé tendrá que descubrir por sí mismo, a través de la experiencia
directa, y una de ellas es que las etapas graduales de separación de los padres a veces
son tristes y pueden hacerle sentir solo, pero también pueden proporcionarle nuevas
oportunidades y nuevos placeres.
El llanto controlado.
La cuestión de si el llanto controlado funciona o no dependerá tanto de nuestra
personalidad y de nuestros propios sentimientos con respecto a esta separación como de
los méritos del sistema en sí….Como adultos, muchos de nosotros sentimos que nos
resulta mucho más fácil lidiar con nuestras ansiedades durante el día que durante la
noche. Puede que algunos de nosotros recordemos que cuando éramos niños nos daba
miedo la oscuridad , teníamos pesadillas o nos sentíamos desamparados cuando
estábamos solos por la noche. Y, al enfrentarnos con la angustia del bebé, a muchos de
nosotros nos resulta muy difícil mantener la perspectiva adulta que durante el día suele
acudir a socorrernos… Sobrellevar los llantos de un bebé durante la noche es una de las
tareas más difíciles para todos los padres, y todavía más en el caso de una madre que
está sola. En una pareja, ambos pueden proporcionarse cierto apoyo mutuo y ayudarse a
resistir durante las peores rachas…lo cierto es que la mayoría de los bebés necesitan
ayuda a la hora de poner límites a sus sentimientos… Debemos transmitirle que
comprendemos plenamente que puede estar sumido en la desesperación y el miedo, pero
debemos seguir insistiendo con delicadeza en el hecho de que nosotros no estamos
desesperados y asustados
Si los padres dejan al bebé solo durante breves períodos de tiempo, el bebé, poco a
poco, deberá enfrentarse a la tarea de intentar hallar recursos dentro de sí mismo para
lidiar con la situación. Al principio es posible que enseguida le entre el pánico cuando la
madre desaparezca, aunque sea durante un período muy corto, y realmente necesitará
que ella esté físicamente presente para volver a sentirse bien. Cuando el bebé ya tenga
unos meses, por lo general estará preparado para iniciar el proceso gradual de probar
qué puede hacer para sentirse mejor mientras mamá no esté.
Si nuestro hijo sabe que estamos cerca y que no le dejamos que lidie solo con sus
sentimientos de preocupación durante demasiado tiempo, empezará a descubrir que
puede reconfortarse a sí mismo incluso cuando no estamos con él. Esto no puede
conseguirse de golpe, y a veces, nos asustaremos y pensaremos que no es capaz de
hacerlo. Este es el motivo por el que debemos ser sensibles y permanecer en contacto
con sus sentimientos, regresando a su lado con tanta frecuencia como lo necesitemos,
tranquilizándole y asegurándole que sigue estando bien, que nosotros seguimos allí y
que no va a suceder nada malo.
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Al final de los 6 meses, algunos bebés empiezan a poder sentarse solos y la mayoría ya
ha empezado a ampliar su círculo de seres queridos…Para los padres, abuelos y
hermanos mayores, éste es un momento muy emocionante, puesto que el bebé es capaz
de desarrollar relaciones más profundas y significativas con cada uno de ellos, así como
de percibir que cada uno es diferente y que, por tanto, le ofrece placeres e intereses
distintos.
El bebé al final de esta edad ya no se siente tan desconcertado por la novedad de la vida,
ni tampoco a merced de sus sentimientos o sucesos caóticos que emergen de quién
sabe dónde: ahora tienen una base segura a su alrededor y cada vez más recursos en su
interior. Puede empezar a realizar incursiones en el mundo armado con una mayor
confianza y seguridad en sí mismo.
DE LOS SEIS A LOS DOCE MESES.
La criatura cuya exploración del mundo se veía limitada a lo que estaba directamente a
su alcance o dentro de su campo de visión se convierte en una persona capaz de
desplazarse… su capacidad para expresar alegría, humor y afecto es cada vez mayor.
Durante la primera etapa de la vida del bebé, las emociones de los padres y del bebé
están tan estrechamente entrelazadas que resulta prácticamente imposible estar seguros
de que emoción pertenece a quién…Al terminar esta etapa los bebés han aprendido
mucho acerca de sus propios sentimientos y están desarrollando la capacidad de advertir
que aquellos que les rodean también los tienen.
Al principio los bebés parecen percibir todos los sentimientos buenos y malos como si
procediesen de una fuerza desconocida del exterior…a medida que el bebé se enfrenta a
la tarea de conocerse mejor a sí mismo, va tomando conciencia de que no todos los
sentimientos buenos o malos proceden del mundo exterior, de que él también tiene
sentimientos buenos y malos dentro de sí. Puede sentir agresividad y rabia así como
amor y afecto.
Como hemos visto antes un bebé pequeño no es capaz de concebir a su mamá como una
persona separada con cualidades positivas y negativas…En esta nueva etapa, el bebé va
a ir descubriendo progresivamente, que la madre es una persona completa y separada ,
alguien que tiene todo tipo de cualidades distintas, que puede proporcionar amor,
alimentos, sonrisas…pero que también puede estar distante, ser quisquillosa o no llegar
a comprender sus necesidades; un ser que puede cambiar de un momento a otro, pero
que de algún modo sigue siendo la misma persona… En medio de todos estos cambios
el bebé puede sentirse muy abrumado y necesitar que los adultos establezcan ciertos
límites por él…Le estaremos mostrando que los peligros que están empezando a
percibir tanto en el mundo externo como en su propia imaginación, tienen límites.
Es muy probable que la aparición de los dientes requiera ciertos ajustes importantes a
nivel emocional…y puesto que la boca siempre ha sido una parte muy importante de él-
el lugar por dónde explora, se alimenta y llora- es más que probable que este cambio
haga aflorar sentimientos intensos y confusos. El impulso de mamar deja de ser tan
dominante; ahora empieza a no pensar en otra cosa que en morder.
Consciente de que su madre es una persona aparte, el bebé empieza a comprender por
primera vez lo que significa sentirse excluido…Ante esto, puede que reaccione de
forma enérgica, intentando participar en lo que ocurre, riéndose o balbuceando a su vez
para sentirse incluido. Pero, a veces, cuando se sienta excluido se enfadará o se sentirá
ansioso… los padres tienen ahora la sensación de que el bebé les echa de menos cuando
están ausentes y de que es sumamente consciente de las idas y venidas de los demás
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En algún momento alrededor de los 6-7 meses, es probable que por primera vez logre
sentarse sin ayuda. Este es un paso importante que le lleva hacia una fase más vertical y
sociable de su vida…les encanta tener una caja de juguetes delante de ellos. Un “cofre
del tesoro”. Empiezan a probar que sensación producen los dientes al presionarlos
contra las encías o los dientes, intentan chocar los objetos…el bebé también emplea el
juego para abrirse camino entre diferentes sentimientos, relaciones e interacciones y
para ir descubriendo qué hace que ocurran cosas, qué produce qué respuesta y qué se
siente cuando las personas se comportan de determinadas maneras…El ejemplo clásico
es el juego del “Cu-Cú”, que permite que experimente con el terreno emocional de las
separaciones y los reencuentros en un marco controlado y fácil de manejar.
Están empezando a comprender algunas palabras y juegan a que ellos también hablan,
deleitándose con la respuesta que esto provoca: en un primer momento vocalizan e
imitan sonidos y, más tarde, empiezan a balbucear o hacer como si hablaran…están
aprendiendo que su comportamiento puede tener un impacto en aquellos que les rodean.
El hecho es que los bebés de esta edad, además de jugar con los sentimientos y
experiencias que ellos mismos tienen, también empiezan a percatarse de los estados de
ánimos de las otras personas y a experimentar para descubrir el modo de provocar
ciertas respuestas. El llanto es la primera forma en que un bebé provoca una
respuesta…está aprendiendo a observar cómo influye su comportamiento en aquellos
que le cuidan y cómo responden en consecuencia. Incluso a los 7-8 meses, un bebé cuya
madre se siente cansada puede aprender a encontrar formas de “animarla” esforzándose
para descubrir mediante qué juegos o gracias puede conseguir que parezca más feliz. John gritaba con todas sus fuerzas , dejándome prácticamente sordo y probablemente a todo el
vecindario, y entonces paraba y me miraba con una expresión alegre, sabiendo perfectamente que no
había nada que yo pudiera hacerle para detenerle…no cabe duda de que sus gritos deliberados y
certeros le proporcionaron una oportunidad fantástica para ejercer cierto poder sobre sus padres.
También hay ocasiones en las que un bebé necesita saber que puede provocar
reacciones más agradables. A los 10 meses, Becky sabía cómo provocar risas y
conseguir besos de sus padres tumbándose sobre la espalda y dando enérgicas
pataditas…el bebé está continuamente intentando crearse una imagen de las personas
que más le importan y, como hemos visto, al mismo tiempo está tratando de crearse una
imagen de sí mismo….Es posible que esté repleto de creencias firmes y contradictorias
acerca de sí mismo, que pueden abarcar desde delirios de total omnipotencia hasta
sentimientos muy agudos de verdadera impotencia…Estos bandazos entre el poder y la
vulnerabilidad pueden ser fuente de mucha confusión.
Hay muchas cosas que contribuyen a esta maravillosa sensación de omnipotencia:
balancearse en un columpio, que todos los ojos estén puestos en él, alargar los brazos y
que te cojan… aprenden a sentirse poderosos… El bebé que puede sentir que tiene el
mundo a sus pies es el mismo que no es capaz de coger una bebida que apenas se
encuentra a unos milímetros…
Cuando tienen mucha hambre, están asustados o se encuentran muy solos, incluso los
bebés de más edad ( por no mencionar a los adultos) todavía parecen desintegrarse
durante unos instantes, como si estuvieran reviviendo aquellos sentimientos de pánico
de la primera infancia en la que su boca vacía ansiaba encontrar un pezón o una tetina,
pero era absolutamente incapaz de conseguirlos… un bebé de apenas 3 meses puede
sentir un gran placer cuando, después de la toma o durante ella, se le permite jugar con
el pezón o la tetina dejando que entren y salgan de su boca; con esto el bebé comprueba
que podrá volver a recuperarlo cuando desee. Y para la mayoría de las madres estos son
momentos preciosos y emotivos.
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La necesidad de límites.
El niño también necesita que le demostremos que no vamos a permitir que haga uso de
sus poderes libremente, por mucho que se empeñe en poner a prueba sus límites
Tal como sucede en la mayoría de los juegos, parte del placer consiste en saber cuáles
son las reglas y en ver que la respuesta esperada se repite una y otra vez, al tiempo que
se disuelve la tensión La imposición de límites y reglas proporciona una sensación de
seguridad…tienden a sentirse aliviados cuando el límite resiste…necesitamos hacerle
saber que por mucho que se enfade o por muy poderoso que se sienta, no permitiremos
que nos haga tambalear.
Cuando un bebé es ya un poco mayor debemos animarle y ayudarle a ampliar sus
capacidades…con mucha delicadeza, podemos ayudarle a aprender que la frustración y
cierto grado de angustia pueden ser soportables, y que en realidad tienen recursos
internos para superar las dificultades…hay que dejarles que experimenten la emoción de
pensar por sí mismo y de ir descubriendo qué puede hacer cuando le dejamos que utilice
sus propios recursos… A veces las madres se muestran más ambivalentes con respecto a
las nuevas partidas del bebé, tienen una actitud más protectora…en cambio los padres
pueden ser más burlones y jugar con ellos de una forma más vigorosa y que plantea más
retos.
Los recursos del bebé.
Algunos bebés son más perseverantes o tenaces al perseguir sus objetivos y se enfrentan
a las dosis de frustración y de impaciencia que esto implica. Otros parecen tomarse el
desarrollo con más calma, quizá porque, por carácter, tienen menos empuje, y se
entretienen en cada etapa un poco más de tiempo hasta estar completamente preparados
para la siguiente…
De un modo similar, es posible que un bebé que esté experimentando problemas con
uno de sus progenitores centre su atención en el otro, o en una tía o en un amigo de la
familia o incluso en un absoluto desconocido, en un intento de hacer un apaño.
Las expectativas de los padres.
Nos resulta tan fácil identificarnos con nuestros hijos que a veces nos tomamos sus
logros como un triunfo personal y sus fiascos nos hacen sentir unos fracasados Georgia
se había quedado sola y sus compañeros de juego se desplazaban fácilmente por el espacio y pensé ¿Por
qué no puede mi hija hacer esto? ¿ Qué problema tiene? Sabía que Georgia estaba tan feliz como
siempre, entregada al juego, y que ni siquiera se había dado cuenta, pero ver eso hizo mella en mí.
Si reflexionamos, veremos que la madre quizás estaba recordando momentos de su
propia vida en los que inesperadamente había sentido que se había quedado atrás.
AFRONTAR LA SEPARACIÓN. EL REGRESO AL TRABAJO Y EL
DESTETE.
En algún momento durante el primer año, a veces más tarde, muchas madres regresan al
trabajo, y muchas dejan de dar el pecho…La reacción del bebé ante estos cambios tan
importantes dependerá de muchos factores, como la edad del bebé, lo fuerte que sea su
carácter, lo seguro que se sienta en la relación con su madre y su padre, el éxito con que
haya superado las pérdidas o separaciones anteriores y, si está listo para ello, la
capacidad que tenga para establecer vínculos auténticos con personas distintas de la
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madre. Las madres tienen que ver si está preparadas para separarse un poco más del
bebé y permitir con ello que otras personas se acerquen a él y compartan experiencias
tan íntimas como darle de comer, limpiarle, acunarle, jugar…
Nuestros sentimientos acerca de la separación de nuestro bebé influirán en nuestra
percepción de cómo el pequeño va a lidiar con la situación Cuando Helen se percataba de que
su madre se había ido, se angustiaba mucho y lloraba desconsoladamente durante más de una hora.
También empezó a despertarse por las noches, con la necesidad de que le diera una toma más y de que
estuviera un buen rato para reconfortarla.
Los bebés de todas las edades buscan pautas, conexiones y significados que hagan que
su mundo resulte más predecible y por lo tanto más manejable Los cambios o ausencias
repentinos, que no les brindan la oportunidad para prepararse, hacen que la vida vuelva
aparecerles más caótica…El hecho de mantenerles informados de las separaciones y
reencuentros puede ayudarles a captar un ritmo.
Las madres a veces se sienten rechazadas, les gusta trabajar, pero pueden temer el
momento de separarse de sus hijos y sentirse culpables por lo que esto puede significar
para ellos. Aproximadamente una semana después de su regreso al trabajo Claire advirtió que Sean
estaba despreciando platos que antes le encantaban… Esta pequeña interacción en torno a la comida
demuestra lo difícil que puede resultar para las madres y los bebés afrontar un cambio y una mayor
separación.
Ansiedades respecto al cuidado del bebé en ausencia de la madre.
Permitir que otra persona se convierta en una figura central de la vida del bebé,
especialmente si se trata de alguien que no es de la familia, puede resultar más difícil de
lo que muchos padres se imaginan…En ocasiones, los sentimientos de culpa por el
hecho de separarnos mínimamente de nuestros bebés pueden emerger en forma de
preocupaciones acerca de la persona con la que los dejamos….A veces , en torno al
período en que la madre regresa al trabajo, puede ocurrir que el bebé no muestre signos
de angustia durante el día, pero que de repente otros tipos de separaciones, como el
momento de acostarse , le generen más ansiedad que antes, o que, como sean, de pronto
rechace la comida de su madre. Y también es posible que, a la vuelta de la madre, el
bebé la reciba con una aparente indiferencia, o incluso con disgusto, dando la impresión
de que prefiere permanecer con la persona que le cuida… para la mayoría de los bebés,
la tormenta acaba por desencadenarse en algún momento en que se sienten lo
suficientemente seguros como para mostrarle a su madre cómo se sienten en el
fondo…A veces, tendrá que pasar cierto tiempo hasta que todo vuelva a la normalidad.
No obstante, cuando el equilibrio es el adecuado, la mujer que tiene la fortuna de
disfrutar con su trabajo descubrirá que al estar un tiempo separada del bebé
probablemente valorará más a su hijo y su compañía.
Muchos de los temas emocionales que emergen en torno al regreso al trabajo también
son relevantes con relación al destete…Al desprenderse del pecho, puede parecer como
si el vínculo con esa valiosísima parte de la vida del bebé fuera a perderse para
siempre… De hecho, si tememos en exceso herir los sentimientos de nuestros bebés,
puede que perdamos de vista que también necesitan que los ayudemos a poner límites a
sus necesidades y deseos. Ellos no van a hacernos saber que ya han tenido suficiente y
que están dispuestos a dejarlo.
Las ventajas de seguir avanzando.
La mayoría de las madres todavía conservan el recuerdo de amamantar a su bebé
muchos años después de haber dejado de darles el pecho…Es importante para los niños
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que los padres conserven los recuerdos de su infancia y que les puedan ver al mismo
tiempo como son ahora y cómo fueron en el pasado…Y, del mismo modo que en algún
lugar de su mente siempre conservará recuerdos de la impotencia de su primera
infancia, aunque sea a un nivel inconsciente, también tendrá recuerdos vagos de las
buenas experiencias que tuvo cuando era un bebé, incluida la experiencia de bienestar e
intimidad que proporciona el hecho de ser sostenido y alimentado a través del pecho de
la madre…
No obstante, aunque el niño de un año puede parecer estar a miles de kilómetros de
distancia de un bebé recién nacido…los sentimientos más infantiles y primitivos no
desaparecen por completo.