Comunidad de Casas Viejas

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HÁBITAT, MEMORIA E IDENTIDAD Conociendo la Comunidad Indígena de Casas Viejas

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por Del Frari y Moretti

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HÁBITAT, MEMORIA E IDENTIDAD

Conociendo la ComunidadIndígena de Casas Viejas

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Fotografía de Tapa: Las AutorasDiseño: Moretti - Del Frari

ISBN Nº 978-987-05-7611-2 ©2009 por Las AutorasS. M. de Tucumán, República Argentina.

Queda hecho el depósito según Ley 11.723Impreso en Argentina - Printed in ArgentinaPermitida su reproducción parcial o total.

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A modo de Presentación Introducción • La comunidad de La Angostura. • Contexto de la Comunidad de La Angostura.• Abordaje crítico desde las áreas de trabajo• Reflexiones sobre la formación académica.

Desde la Historia • Introducción“…la comunidad indígena son personas que luchan para lograr lo que se proponen”•¿Por que le damos tanta importancia a conocer nuestra historia? • El Noroeste Argentino hace 2500 años…y llegáron los incas• La conquista española, resistencia indígena y colonización• 1810 independencia política / dependencia económica • Desde el siglo XX hasta nuestros días.

Desde la Arquitectura • Introducción. El contexto• El hábitat • La Experiencia• Las tareas y el producto• Relevamiento habitacional de la Comunidad.• Actividades con los comuneros: Encuentro.• Ejes de Trabajo• Familias y viviendas. • Espacios de Producción• Espacio Público y Equipamiento Comunitario• Territorio, uso del espacio en general.• Conclusiones• El territorio• El rol profesional• Desafíos

Desde la Psicología Social • Introducción: vida cotidiana, cultura y familia• Breve Introducción Teórica• Organización Socio-Comunitaria. Comunidad Campesina• Organización familiar• Roles familiares• Relaciones sociales de producción • Trabajo. • Migración• Educación• Los Jóvenes• Actividades Comunitarias• SaludUn hacer y deshacer en la Vida Cotidiana del Valle de Tafí• Construcción de nuestro rol como investigadorasUn camino de intensos aprendizajes• La medicina folklórica de los valles calchaquíes

Los Jóvenes • Introducción• Actividades realizadas• Primer Taller• Segundo Taller• Visita Taller• Cuarto Taller • Homenaje a Atahualpa Yupanqui• Reflexiones finales

Testimonios • Entrevistas• Actividades comunitarias.

Anexos • Planos de poblamiento cronológico• FuentesFuentes y Bibliografía

Índice

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Entramos en esa senda, algunos de nosotros con tiempos ya ca-minados, con corazones definidos por la justa lucha de tantos y desde hace ya tanto tiempo! Otros, desde su casi finalizada formación académica iniciaron el sen-dero por elección propia, por convicción de que parte de sus vidas de ahí en adelante va a estar junto a ese pueblo. Todos tenemos un momento en el que se aúnan ideales, proyec-tos, capacidades, con otros, con los esenciales, con aquellos que por ser protagonistas de sus propias vidas, son a la vez la garantía de cada paso que lleve a lograr los cambios y resolver esas necesi-dades que requieren ser resueltas. Ese momento se produjo por un lado, a partir de las genuinas pre-ocupaciones del Cacique de la Comunidad Indígena de La Angostura, por el conocimiento de la historia, los derechos y la posibilidad de enriquecer la vida de sus comuneros. Clara visión la de Juan José Carrazano, claros planteos y condiciones para realizar la tarea. El otro aspecto se dio desde las inquietudes de estudiantes y jó-venes profesionales universitarios, quienes, habiendo descubierto que la formación requiere conocer la realidad y desde allí polemizar o aceptar las teorías, se sumaron desde sus distintas disciplinas al camino propuesto. Iniciamos la tarea Cecilia Gargiulo, Carlos Mac-

A modo de Presentación

cio, Paula Boldrini, Alvaro Beno, Julieta Godoy Asis, Santiago Ca-muña, Silvia Nassif, María José Núñez, Mailín Coria, María Verónica Torres. Algunos no pudieron llegar hasta el final; nos dejaron sus aportes, a los que hoy valoramos en el armado del informe final. Han sido más de dos años de trabajo en Equipo, de trabajo con y en la Comunidad. Los jóvenes han construido nuevas actitudes y han desa-rrollado sus propias aptitudes frente a lo nuevo, a las modalidades de pensamiento, junto a los sentires de aquellos que brindaron de a poco y permanentemente sus opiniones, sus esperanzas, sus luchas. Entendemos que una de las pruebas de que la verdad acerca de las cosas, se encuentra en la comprobación de su sentido en la experien-cia vivida y compartida con otros, que son los que a su vez le otorgan validez. Así, ningún dato recuperado de la memoria de los abuelos angostureños sería importante, sin esos jóvenes que se lo preguntan porque necesitan de su relato para crecer y adquirir su identidad. No hay camino recto y liso hacia el conocimiento, al igual que en el valle de Tafí. Los avances y retrocesos del Equipo fueron pasos necesarios para lograr un trabajo donde el respeto y la humildad han predominado. Los aciertos y errores han sido fruto de la bús-queda de lo mejor para el objetivo propuesto, nunca por descuido o indiferencia hacia el interlocutor. Abandonar modelos de pensa-miento, creencias acerca de quienes son los otros-distintos-de mi, ha llevado a los jóvenes del Equipo a alcanzar madurez no sólo de pensamiento sino también de capacidad para registrar las necesi-dades, escuchar y nunca imponer su idea. En mi carácter de docente de muchos años de actividad y como in-vestigadora del patrimonio cultural de nuestra Región, acompañar, orientar y recibir los logros constituye uno de los mejores puntos de llegada de esta larga vida dedicada a servir a mi pueblo.

El camino del conocimiento tiene muchas vías que orientan y definen nuestras vidas. El llamado que proponía esperanza en las jóvenes vidas no pudo ser desoído.

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He comprobado que nuestra Historia es riquísima, que está portada por los hombres y mujeres que vienen desde los ancestros trasmi-tiéndola a las nuevas generaciones, no sólo desde el casual relato de las experiencias vividas, sino que se expresa en cada acto cotidiano donde los vínculos familiares se fortalecen por los modos, las pau-tas, los respetos hacia una determinada concepción de la vida, de la muerte, de las luchas. Los antiguos modos de distribuir el espacio, cerrándolo de manera tal que muchos puedan caber dentro para reunirse, acompañar en las alegrías o en los dolores; la intimidad resguardada, no violentada aunque no hagan falta puertas con cerraduras; la limpieza y el cui-dado de los alrededores de cada vivienda hablan no sólo de un pecu-liar modo de construcción, sino del alto sentido de la unión familiar, entre familias, entre todos. No es sin costo la construcción de la vida comunitaria. Pero, la ayuda mutua, la colaboración para la nueva casa entre parientes y amigos, las celebraciones por los logros, bo-rran o disimulan los desacuerdos o las diferencias. Ahí está a la vista la red de agua diseñada, construida y puesta al servicio de todos por todos. Ejemplo para cuántos que por haber perdido lo esencial, sólo esperan la ayuda ajena y externa, siempre interesada. Cuando se habla de Psicología no siempre se entiende que refleja los modos de pensar, de relacionarse unos con otros. Esos aspectos donde se expresan los sentimientos hacia los mas cercanos, y hacia los que se fueron por ejemplo, constituyen los ejes del mundo interior, ése que se va construyendo día tras día en el hacer con los mayores, con los otros de la misma edad, consigo mismo en su reflexión. No hay una Psicología para los de la ciudad y otra para los del cam-po. Viejo prejuicio de quienes nos dominaron. Como no existe un modo de querer a los hijos, que pueda enseñarse por los libros sola-

mente. Lo que el Equipo aprendió en este tiempo aún no está escrito suficientemente ni ha logrado un lugar en las bibliotecas universita-rias. Está cercano ese día con la publicación de este libro. Su propósito principal, es devolver a la Comunidad de La Angostura los tantos saberes sobre su historia, su vida cotidiana, sus esperanzas que han ofrecido generosamente al Equipo en cada conversación, en cada mate con pan casero mientras pensaban en sus vidas. También constituye un objetivo el que estas experiencias y reflexio-nes científicas sobre una Comunidad Indígena sean conocidas y valo-radas en los ámbitos académicos, en los otros ámbitos de la vida social, particularmente dentro del sistema educativo de nuestra provincia. Los esfuerzos por ordenar los textos, desarrollarlos gradualmente, buscar el mejor modo de explicarlos desde la Ciencia Social bien va-len al llegar al final de la tarea. Como toda actividad de conocimien-to, no se cierran aquí los caminos para profundizar el conocimiento de la Comunidad. Sabemos que muchos comuneros, en especial los jóvenes están despiertos, van caminando a su propio ritmo y por los lugares que eligen, sabedores de su importancia para construir una identidad independiente, orgullosa y que acompañe las necesarias reivindicaciones por su tierra, que fue el motivo por el que empeza-mos a caminar junto a los pobladores de La Angostura.

Josefina RacedoDirectora del Equipo

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El informe que se presenta en esta publicación, es fruto del tra-bajo llevado adelante por un equipo de estudiantes y profesionales de psicología, psicología social, historia y arquitectura, en estrecha colaboración con la Comunidad Indígena de La Angostura, sobre la que se realizó la tarea entre 2007 y 2009. La posibilidad de su ejecución, fue posible gracias a los recursos provenientes del Programa de Voluntariado Universitario pertene-ciente al Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación, a través de la Secretaría de Políticas Universitarias, que aprobó el Proyecto en dos convocatorias 2006-2007 y 2007-2008. En el Proyecto inicial se propuso el relevamiento socio-habita-cional de la Comunidad Indígena de La Angostura, reconociendo su proceso de reconstrucción histórica, cultural y social. Sus prime-ros resultados fueron presentados en congresos de investigación y fue premiado en las I Jornadas de Jóvenes Investigadores de la UNT en 2007, y como Mejor Proyecto de Voluntariado en 2008. En el 2do llamado se presentó nuevamente el Proyecto, renovado para ampliar la tarea, abordando de manera específica la historia, la cultura y el proceso social, en el marco de lo cual además de la continuidad de la tarea ya comprometida, se llevaron adelante importantes trabajos con los jóvenes de la comunidad. Ambos proyectos fueron elaborados por el mismo equipo interdis-ciplinario y tomados como una unidad, siempre bajo la dirección de la Prof. Josefina Racedo, directora del Instituto de Rescate y Reva-lorización del Patrimonio Cultural (CERPACU), dependiente de la Fa-cultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán. Nuestro objetivo se centró en el relevamiento de las condiciones sociales, culturales, productivas y habitacionales de la comunidad,

Introducción

con el propósito de brindar información organizada y factible de ser utilizada para Proyectos de Desarrollo. De esta forma se procuró fa-vorecer el proceso de fortalecimiento comunitario junto a la recons-trucción de la memoria histórica y social para la constitución de su identidad como Pueblo Originario. La tarea iniciada a finales del año 2006 fue acordada con la Comuni-dad a través del diálogo inicial con su Cacique y más tarde en asamblea general. Requirió del trabajo constante del equipo entre 2007 y 2009, así como del apoyo permanente de las familias de la comunidad que acompañaron los recorridos en el territorio, respondieron a largas en-trevistas, abrieron sus espacios de ceremonias y actividades comuni-tarias al Equipo y participaron de los Encuentros en los que el Proyecto mostraba los avances y recibía los aportes colectivos.

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Por eso este Informe ha sido construido tanto por los pobladores como por nosotros. El resultado expresa el esfuerzo mancomunado del Equipo Técnico y la Comunidad, con lo que la producción del conocimiento nace del entrelazamiento de saberes, en una unidad compleja, rica e inédita. Aquí se expresa una de las formas en la que la Comunidad puede ser percibida en su particularidad, en su lucha y en sus problemáti-cas; aspectos que se encuentran con las de muchos, como nosotros, que también llevamos adelante una lucha. Y decimos nuestra lucha también, porque este trabajo significó de-construir permanentemente el modelo hegemónico de profesio-nal. Al hacerlo, estamos construyendo nuevos caminos para nuestra tarea. Consideramos que mucho ha contribuido esta experiencia, en

la que un desafío principal lo ha constituido la búsqueda de vínculos compartidos con la comunidad. En contraposición al modelo vigente, nuestra tarea fue dialéctica en lugar de lineal, colectiva en vez de individual, fue tomando el saber popular para nutrir al académico y no sólo lo segundo, fue solidaria y no competitiva, crítica y no impositiva. El esfuerzo rea-lizado aún cuando representó importantes movilizaciones internas en cada una de las integrantes del Equipo, permitió fortalecer un camino de transformación de la realidad junto a la Comunidad. Esta publicación presenta un Informe completo que abarca casi tres años de trabajo. Está organizado en una Primera Parte con Datos Generales de la Comunidad, que permite pasar y comprender a los capítulos siguientes por disciplinas, en una Segunda Parte. En ellos cada Área desarrolla -si bien en su especificidad-, una producción colectiva de la información elaborada durante el tiempo de trabajo. Finalmente presenta en Anexos, otros materiales complementarios que fueron utilizados para la elaboración del mismo y que hoy repre-sentan un importante registro en sí mismo.

Tucumán, Mayo de 2009

1. “Relevamiento y diagnóstico en una comunidad aborigen de Tucumán. Propuestas de mejo-ramiento urbano- habitacional en un proceso de reconstrucción histórico, cultural y social”

2. El proyecto aspira a su vez servir como material de aporte a proyectos de escala territo-rial, para el desarrollo sustentable de las comunidades del Valle Calchaquí.

3. Como el caso del relato particularizado de las actividades comunitarias presenciadas.

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LA COMUNIDAD DE LA ANGOSTURA

La localidad de La Angostura se encuentra en el departamento Tafí del Valle en la cadena montañosa al oeste de la Provincia de Tucu-mán que integra y conforma los Valles Calchaquíes. En este territorio se encuentra la Comunidad Indígena de La Angos-tura, que se ubica a partir del Km. 48 de la Ruta Provincial 307, con límites imprecisos hacia el norte, tomando un sector a la vera del Di-que La Angostura. Posee variedad climática de acuerdo a las estacio-nes del año: seco en otoño-invierno, húmedo en verano-primavera, con características semi – áridas. Presenta variaciones diarias de temperatura con gran alternancia térmica y vientos, lo que lleva a los pobladores a definirla como “el lugar más frío del valle”. El pueblo de La Angostura se encuentra en proceso de constitu-ción como Comunidad Indígena, dirigido a la consolidación de su modo de vida como Pueblo Originario, al reconocimiento y forta-lecimiento de la identidad y sus derechos como tal por parte del Estado Provincial y Nacional. En el año 2004 obtuvo la personería jurídica nacional.

CONTEXTO DE LA COMUNIDAD DE LA ANGOSTURA

Como ya se ha expresado, la Comunidad Indígena de La Angostura se encuentra en un proceso de construcción y reafirmación de su identidad como Pueblo Originario, lo que involucra reivindicaciones ligadas a la preservación de su hábitat, la reconstrucción de su his-toria, su desarrollo económico y social y el fortalecimiento comuni-

tario. Este proceso se inició poco tiempo antes de obtener la Perso-nería Jurídica. Los actuales pobladores se consideran descendientes indígenas y por lo tanto, el reconocimiento legal y social encontró en este proceso su eje principal. En la sesión del 22 de Mayo de 2006 la Convención Constituyente para la reforma de la Constitución actual de la provincia de Tucumán incorporó como capitulo único en la sección XI la propuesta de las 21 Comunidades Indígenas de la Provincia que reconoce los dere-chos como Pueblos Originarios (reconocidos en el Art. 75, inc. 17 de la Constitución Nacional, Leyes 23.302, 24.071, 24.375, 25.517, 25.607 y normas concordantes e internacionales de Derechos Hu-manos e Indígenas). El reconocimiento por parte del Estado provincial de la pre-exis-tencia e identidad indígena fue tomado como un logro en su camino de luchas reivindicativas, pero esto no garantiza que puedan evitar-se los constantes avances sobre su espacio físico, que no sólo afec-tan la conformación física de su hábitat, sino que son vistos como atropellos contra su cultura, ya que se presentan sin planificación ni control colectivo, sin participación de la comunidad, que permita mantener ciertos parámetros acordes con su realidad. En este contexto se generan sucesos como la lucha por la conser-vación de espacios de uso y propiedad comunitaria, en el afán por resguardar lo que consideran que es su patrimonio. Al igual que los demás Pueblos Originarios del país, se ven ame-nazados por intereses que los separan de su hábitat ancestral, li-mitando sus ya restringidas posibilidades de producción y con esto las condiciones para el desarrollo de las actividades comunitarias, culturales, educativas y de salud.

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El pueblo de La Angostura se encuentra en proceso de constitución como Comunidad Indígena, dirigido a la consolidación de su modo de vida como Pueblo Originario.

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INTRODUCCIÓN

Este trabajo se elaboró a partir de la demanda de los propios pobla-dores de la Comunidad de La Angostura, circunstancia destacable por cuanto implicó un posicionamiento desde el principio respecto a cómo íbamos a investigar, teniendo como norte que nuestro desti-natario principal son los pobladores de la misma. Entendemos que ellos son los protagonistas fundamentales de un proceso histórico complejo que es común a toda Latinoamérica; una historia de atropellos, de conquistas, de usurpación de sus tierras, pero también de resistencias, de grandes luchas que emprendieron a lo largo de la historia los distintos Pueblos Originarios de nuestro país y que aún hoy continúan dando batalla. Esta comunidad recurrió al Equipo con varias inquietudes, una de ellas era la necesidad imperiosa de reconstituir su historia y forta-lecer su identidad como pueblo indígena. Desde 2007, año en que asumimos el compromiso de trabajar junto a ellos, fuimos apren-diendo que sólo adentrándonos en la realidad concreta en la que los comuneros producen su propia existencia, en el encuentro, en el compartir con ellos, podíamos llegar a realizar un trabajo que pueda servirles en su lucha comunitaria. En este sentido sostenemos que la disciplina Historia puede ser también una herramienta que con-tribuya a la emancipación de los pueblos oprimidos.

Desde la Historia

Consideramos que las Universidades Nacionales no deberían estar excluidas de las verdaderas necesidades de los sectores populares, sino por el contrario, pensar y actuar en pos de la construcción de una sociedad en donde los verdaderos protagonistas -los pueblos- puedan tener voz propia y las herramientas materiales e intelectua-les para transformar la realidad en la que se encuentran. El aprendizaje que realizamos junto a los pobladores implicó refor-mular muchas de las ideas previas que teníamos acerca de cómo inves-tigar. El modelo tradicional del historiador -encerrado entre cuatro paredes, con pilas de libros polvorientos- no respondía a los objetivos ni a las necesidades de la Comunidad. Entendimos que esto era sólo un momento, necesario pero no suficiente, para nuestra investigación. “Reconocer que el saber histórico está permanentemente motivado e inspirado desde el hoy ha permitido escribir la Historia más reciente, (…) ha facilitado que sean los mismos pueblos los que dejen señal de su visión desde el presente y desde el pasado. La sociedad tiene dere-cho a construir su pasado y en función de él definir su identidad.” Consideramos que lo principal es centrar el eje en los sujetos prota-gonistas, establecer los puentes necesarios para que puedan decir lo que hacen, sienten y piensan sobre su historia, tantas veces dejada de lado por la Historia. Por esto, y ante la dificultad concreta de acceder a fuentes de archivo, es que entendimos que para los objetivos del Equipo no resultaron finalmente imprescindibles. De esta manera, consideramos que la Historia es una herramienta en la conformación de las sociedades ya que ella es el marco desde el cual los sujetos construimos nuestra identidad, nuestro pasado, nuestro presente , nuestras proyecciones y anhelos de futuro. En este sentido, recurrimos al uso de la Historia Oral ya que ésta “…busca aquello que no se encuentra en las fuentes existentes, busca

Silvia Nassif y María José Nuñez

Menhires dispuestos tal como los colocaron las antiguas Comunida-des indígenas del Valle. Territorio de La Angostura.

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Nosotras mismas como historiadoras muchas veces sentimos la impotencia de no contar con las herramientas teóricas y metodológicas para afrontar las demandas del grupo.

lo que sólo a partir del relato de la gente (…) se puede encontrar (…). La historia oral no escapa a la anécdota o a la nostalgia, la trasciende, la incluye en el análisis global”. La realidad histórica concreta en la que nos tocó realizar esta in-vestigación corresponde a la de un país como la Argentina, que se encuentra en una crisis económica, social y política de magnitudes catastróficas, cada vez más tangibles, materializadas, por ejemplo, en la falta de trabajo que sufre gran parte de los argentinos con con-secuencias funestas para el desarrollo digno de nuestra Nación. Trabajar en este contexto de crisis con una comunidad campesina, con altos niveles de pobreza, que hoy se reivindica indígena y que son sujetos contemporáneos a nosotras nos llevó a utilizar méto-dos cualitativos : entrevistas con los pobladores de La Angostura, encuentros con los jóvenes de esta Comunidad Indígena, visitas pe-riódicas a las distintas familias y distintas actividades comunitarias de las que tuvimos el privilegio de participar. Además se acordaron diferentes instancias de encuentros entre la Comunidad y el Equipo, pensadas como instancias de devolución de lo trabajado en cada etapa con la respectiva crítica de la Comunidad hacia lo expuesto. Respecto al material bibliográfico consultado encontramos gran cantidad de estudios que tienen como objeto principal las distin-tas Comunidades Indígenas Latinoamericanas, abordadas desde diferentes perspectivas, principalmente en su estructura agraria. Durante los últimos 20 años, gran parte de ellos se centran en el estudio del Valle de Tafí como totalidad. No obstante, respecto a la Comunidad de La Angostura en particular, no encontramos mate-rial bibliográfico específico. Durante la realización de este proyecto de investigación se nos presentaron diferentes obstáculos que consideramos responden a

la escisión entre teoría y práctica presentes hoy en las concepciones dominantes acerca de la labor del investigador social. Por lo que en muchas ocasiones la forma de entender lo que es nuestro pasado, nuestro presente, nuestra identidad, nuestras proyecciones y anhe-los de futuro están teñidas también de las concepciones hoy domi-nantes en las Ciencias Sociales.

Esta situación recorrió todo el proceso de investigación -en diferen-tes momentos y con distintas intensidades-. Nos remitiremos a tres instancias que encierran esta problemática general pero con sus par-ticularidades, teniendo en cuenta el grupo del que se está hablando. - Nosotras mismas como historiadoras muchas veces sentimos la im-potencia de no contar con las herramientas teóricas y metodológicas para afrontar las demandas del grupo de trabajo y de la Comunidad. Nuestra formación académica en muchos sentidos no nos prepara para afrontar este tipo de desafíos. Esta situación muchas veces nos llevó a la inacción, al no saber por dónde empezar y qué hacer. - El Equipo en la primera etapa, muchas veces requería un tipo de tra-bajo que respondía a la concepción de Historia dominante; establecer cronologías estancas, hacer trabajo de archivos en detrimento de los datos aportados por métodos cualitativos, entre otras cuestiones.- La Comunidad de La Angostura, en este mismo sentido solicitaba

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concretamente que encontremos documentos escritos que demues-tren que las tierras eran de ellos. Son formas, un tipo de hacer, que por lo mismo que decimos que responden a una concepción de ejercer la dominación, no iban a contribuir al proceso de resolución de sus problemáticas. Primero, porque esos documentos legales responden a los intereses de las clases dominantes, por lo tanto es casi imposible que existan tal como ellos quisieran. Segundo, desvalorizan lo que pueden decir como sujetos activos sobre lo que hacen, piensan y sienten. A esto se agregaron los inconvenientes propios del desconocimien-to de trabajar con una Comunidad del Valle de Tafí que se reivindica indígena, lo cual nos remite a condiciones concretas de existencia diferentes a las nuestras. En este sentido, fue un aprendizaje en-tender que para conocer era indispensable participar de todo lo que implica su vida cotidiana. Tan es así, que recién luego de un año de trabajo, algunos de los pobladores nos brindaron su confianza acce-diendo a contarnos algo tan valioso como “sus secretos”. “… la comunidad indígena son personas que luchan para lograr lo que se proponen” La Comunidad Indígena de La Angostura se incluye en el contexto de las luchas y procesos que distintos Pueblos Originarios de nuestro país vienen sosteniendo por el reconocimiento de sus derechos. En la provincia de Tucumán, las diferentes Comunidades Indígenas asu-mieron la responsabilidad de reconocerse descendientes de los pue-blos que existieron y existen en este territorio desde hace miles de años, previos a la formación de los Estados Nacional y Provinciales. Desde la conquista española los sectores que asumieron el poder se valieron de distintas estrategias para consolidar su dominio. La visión dominante de la Historia Argentina y Latinoamericana ha te-

nido hasta el presente como principal cometido legitimar y afianzar un sistema de dominación económico, social y político. Las comu-nidades indígenas que habitaron hace más de dos mil años nuestro territorio no escapan a este propósito. De esta manera, la información que tenemos respecto a los Pue-blos Originarios durante el período colonial nos viene a través de lo que escribieron los cronistas, los evangelizadores, por lo que, lo que dicen, está teñido de sus intereses. Al poco de comenzar con la revisión de los distintos estudios e investigaciones acerca de las comunidades originarias nos topamos con que en el ámbito de la producción científica predomina la postura que desconoce la existencia de Pueblos Originarios en el territorio. Esto queda plasmado de diversas maneras; una de sus expresiones más comunes es la alusión a la “Conquista del Desierto” invisibili-zando la presencia de diversas comunidades en el territorio y legiti-mando la ocupación de sus tierras. Otra manera, es la construcción de los grandes relatos fundacionales del Estado-Nación argentino, en donde se dejan de lado las hondas raíces históricas-culturales del pasado criollo y americano y el inestimable aporte de los distintos Pueblos Originarios a la cultura nacional. Actualmente esta situación no ha variado demasiado; sin embar-go es necesario señalar que ya existen escritos que significan una ruptura con esta forma de entender cómo fue el proceso histórico y que dan vuelta a la Historia Oficial. Reconocen como protagonis-tas a los que fueron por tanto tiempo silenciados y van creando ese nexo necesario entre el pasado y el hoy. En este sentido, iniciativas como las de la Revista elaborada por adolescentes de la Comunidad, y otras publicaciones comprometidas con la Historia del Valle, son una muestra de la lucha para hacer escuchar las otras voces.

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En tal sentido, comenzar diciendo que “Todas las Comunidades de Tucumán son descendientes de los Diaguitas y Lule que habitaron en las zonas cercanas a la región…” y/o que los estudios arqueológi-cos demuestran que “…hay muchas cosas arqueológicas en el lugar, (…) aquí en La Angostura misma, en varios lugares se encuentran ollitas…” , “Las vasijas se encuentran en todos lados. Vos por ahí cavás acá y ya se encuentran cosas” . De esta manera, al no poder negar la existencia física y material de estas comunidades, los sectores dominantes lo que hacen es ahistorizarlos, es decir hablar de su existencia pero sin ubicarlos en un tiempo y un espacio concreto y propio, legitimando además los sucesivos despojos de las tierras de los Originarios. Por lo tanto, como afirma Josefina Racedo , somos parte de un proce-so histórico larguísimo, milenario, aunque seamos una nación joven. Lo que triunfa en 1880 es un modelo de nación impuesta que niega las fuertes raíces económicas, sociales, políticas y culturales de los pue-blos originarios. En palabras de uno de los pobladores: “…antes ha-bía una Nación, antes de que llegara el hombre blanco a estas tierras, hubo una Nación Diaguita que luchó más de ciento treinta años, con

la rebeldía del levantamiento Calchaquí. Nosotros estábamos antes de que llegaran los que nos colonizaron, antes de la invasión…” Al quitarles a estas comunidades su pasado, también se les niega su presente, manifiesto en el ocultamiento de su existencia, que-dando en los manuales de historia como seres que existieron en algún momento invisibilizándolos para la mayoría de la sociedad argentina. Tal como afirma una joven de 23 años “…en la escuela uno aprende que Colón ha descubierto América y nada más.” Lo más doloroso es que los niños de estas comunidades aprenden desde la misma escuela a negar su pasado histórico. ¿Por qué le damos tanta importancia a conocer nuestra historia? Entendemos que la historia también se construye rescatando la voz, el sentir y el hacer de los protagonistas. Siendo los pobladores de la comunidad los olvidados por la Historia Oficial consideramos que hay que tomar como fuentes principales para la reconstrucción de su pa-sado histórico las entrevistas realizadas a los pobladores de la Comu-nidad de La Angostura, los trabajos realizados con los adolescentes y jóvenes y los documentos que ellos mismos producen como la mencio-nada Revista, entrecruzándolos con distintas fuentes secundarias.

1. Esta concepción respecto a la investigación que propone un abordaje científico de la realidad no es exclusivamente aplicable al trabajo con una comunidad indígena y campe-sina, sino que es extensiva a todo proyecto de investigación en Ciencias Sociales.

2. BARELA, L., MIGUEZ, M. Y GARCÍA CONDE, L., Algunos apuntes sobre Historia Oral, Bs. As., Instituto Histórico de la ciudad de Bs. As.,1999,p. 7.

3. “…quién tiene mayor claridad de las situaciones que se padecen es el que padece direc-tamente. Un campesino sabe que es una persona explotada, quizás lo que no tiene es la respuesta al por qué de esa condición.” En RACEDO, Josefina, Iniciación a la Metodología de la Investigación en Ciencias Sociales, Buenos Aires, Ediciones Cinco, 1998, p. 16.

4. En palabras de Henri Pirenne en dialogo con Marc Bloch: “…si yo fuera un anticuario sólo me gustaría ver las cosas viejas. Pero soy un historiador y por eso amo la vida.” En BLOCH, Marc, Introducción a la Historia, México, Fondo de Cultura Económica, 1952, p. 38.

5. Op. Cit., BARELA, L., p. 5.

6.“El método no es independiente de la teoría sino que emerge de ella. Se construye no sólo a medida que la teoría crece sino a medida que la teoría es puesta en práctica en la realidad.” Op. Cit., RACEDO, p. 16.

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El camino del conocimiento tiene muchas vías que orientan y definen nuestras vidas. El llamado que proponía esperanza en las jóvenes vidas no pudo ser desoído.

INTRODUCCIÓN

Durante el tiempo que conocimos a la Comunidad, a sus familias y pobladores, emergieron distintas necesidades, entre ellas resaltaba el fortalecimiento de su identidad indígena; considerábamos que los jóvenes constituían un sector muy vulnerable porque: - Muchos de los pobladores de La Angostura están reafirmando su identidad como indígenas, la cual fue ocultada y negada por mucho tiempo por ellos mismos. En este proceso de silenciamiento y resis-tencia están incluidos los jóvenes. Nosotros pudimos observarlo a través de elementos aislados. - A excepción de la cancha de fútbol y del boliche los sábados, los jóvenes no tienen lugares recreativos y de encuentros. - Al no existir un sistema educativo completo para finalizar sus estudios se tienen que ir a otros lugares. Lo mismo con el trabajo. Por todos estos motivos decidimos trabajar con ellos en los espa-cios de tutoría. Para lograrlo, en una reunión con la Comunidad nos acercamos a la Tutora, y le planteamos nuestra propuesta. Previo acuerdo con el Cacique, la Tutora Cruz, y Nieva como cola-boradora, emprendimos un Ciclo de Encuentros compartidos con los jóvenes los sábados a la mañana, en las clases de Cultura Indígena.

Jóvenes

OBJETIVOS PLANTEADOS:

•Auspiciar espacios para la participación de los jóvenes. •Fortalecimiento grupal de los jóvenes•Fortalecimiento de la identidad indígena y de la cultura popular.•Promover que los jóvenes sean protagonistas en la reconstrucción de su historia y que sean las voces principales en esta investigación. •Promover el fortalecimiento intergeneracional por medio de la in-dagación de la memoria de sus abuelos y padres.

ACTIVIDADES REALIZADAS

•Primer paso: asistir como observadoras a una Clase de Tutoría. Al finalizar les propusimos a los jóvenes iniciar un proyecto en con-junto, con el que estuvieron de acuerdo. Asimismo nos comentaron algunos de sus problemas cotidianos tales como el alcoholismo, accidentes vehiculares al salir de los bailes, entre otros. Luego los jóvenes nos llevaron a recorrer la laguna cercana.•1º Encuentro: Descripción de un día de su vida cotidiana. Elabora-ción de un diario de noticias y sucesos más importantes de la comu-nidad. Trabajo para conocer a Atahualpa Yupanqui.•2º Encuentro: Relato oral de las historias familiares.•3º Encuentro: Relato escrito de historias familiares, afiches de “Que es La Angostura para mí”. Cierre del trabajo con los jóvenes.•Homenaje a Atahualpa Yupanqui: organizado por el CERPACU en el Centro Cultural Virla, en San Miguel de Tucumán, con la participación de Suma Paz. Allí los jóvenes relataron a otros estudiantes secundarios aspectos de la vida en La Angostura; la realización de la Cabalgata Ata-hualpa y lo aprendido en las clases de Tutoría sobre Don Atahualpa.

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Objetivos del tallerAcordar las propuestas y el cronograma de trabajo con los jóvenes.Conocer la vida cotidiana de los jóvenes y de su comunidad.Conocimiento y revalorización de la cultura popular a través de la obra de Atahualpa Yupanqui enmarcado en el centenario de su nacimiento.

Cronograma:09:00 Ronda de presentación. Actividad de distensión

10:00 Actividad “vida cotidiana”

12:00 Almuerzo colectivo

13:45 Actividad Atahualpa Yupanqui

Primer Taller

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ATAHUALPA YUPANQUI

•Proyección de Power Point con su historia.•Lectura y reflexión de escritos de Atahualpa

Desarrollo:Llegamos a La Angostura el sábado 12 de abril a las 9.30hs.Nos encontramos con los chicos en la entrada de la escuela. Nos es-

peraba también Yolanda, conserje de la escuela.Comenzamos el encuentro cuatro integrantes del equipo, tres muje-

res adultas de la comunidad (Claudia Cruz, Clemencia Nieva y Yolanda) y doce chicos. Las edades de los chicos iban de los 12 a los 17 años.-

En el patio interno de la escuela hicimos una ronda entre todos y, en una presentación grupal, nos dijimos los nombres, edad, estado civil, gustos. Luego hubo un juego para distender.

En un aula que la tutora nos destinó propusimos el cronograma para trabajar, con el que se buscó la participación y el acuerdo de los chicos. A continuación, planteamos que relaten en una hoja, cómo es y qué

hacen un día de su vida cotidiana, de lunes a viernes, y por otro lado durante un domingo o sábado; cuál es su lugar preferido; con quién viven, entre otras preguntas. En un primer momento decidimos no es-cribir las consignas en el pizarrón, y pautamos que 30 minutos eran suficientes para concluir con la actividad. Las chicas más grandes en-tendieron la consigna y rápidamente se pusieron a trabajar. Los más chicos del grupo, estaban sentados en el lado contrario, conversaban entre ellos, sin hacer la actividad. Escribimos las pautas y preguntas en el pizarrón y a partir de ese momento, los chicos pudieron concen-trarse en la tarea.

Terminada la actividad, los separamos en grupos de 3 a 4, según las recomendaciones de la tutora, para que realicen en un afiche un pe-riódico con un nombre elegido por cada equipo, en donde relaten las actividades de la Comunidad, o lo que ellos quisieran comunicar. En ese momento llegaron dos chicos más (los más grandes del grupo) que se incorporaron inmediatamente.

Al finalizar, se colgaron los afiches en el pizarrón y hubo una puesta

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en común de las producciones de los tres grupos; cada equipo leyó y explicó por qué habían titulado los periódicos de esa forma a los demás grupos. Todos participaron.

Finalizada la actividad, compartimos un almuerzo a la canasta; había sándwiches de queso, milanesas con arroz, ensaladas, pizzas y gaseo-sas. Durante la comida charlamos y entre todos, decidimos cuáles se-rían los lugares de La Angostura preferidos para visitar en el próximo encuentro. Se eligieron tres y se acordó el itinerario: primero se iría a la casa de una señora que falleció hacía un par de semanas y que estaba abandonaba, después caminaríamos hasta el dique para terminar en la loma de los menhires y poder almorzar allí.

Después del almuerzo, limpiamos entre todos la mesa, y se prepa-raron los elementos para realizar la próxima actividad acerca de Ata-hualpa Yupanqui. Se proyectó un power point sobre su vida e inter-cambiamos nuestros conocimientos. Una vez terminada la proyección pensamos trabajar con unas poesías, pero al comentar que teníamos un video (realizado por el CERPACU), en el que Atahualpa conversa con

jóvenes de distintas escuelas secundarias de Tucumán; los chicos qui-sieron verlo.

Se seleccionaron poesías de Atahualpa para leer. Debido a que la jor-nada había sido muy larga, elegimos una poesía titulada “El Indio” y un fragmento de una entrevista realizada a Atahualpa en 1980 para leer y trabajar con todo el grupo.

“Percibo con tristeza que los niños gritan, que imitan pautas forá-

neas, mucha violencia y pocos conceptos. Hay falta de identidad. Temo

a la tecnología descastada, a los que quieren ponerle un blue-jean a

Jesucristo. Se me hace que es necesario que la juventud recupere su

paisaje. El paisaje se lo han ido arrebatando todos los ruidos posibles,

incluso los ruidos organizados desde afuera. Veo tantos slogans de lo

foráneo… Es terrible, los niños no conocen el nombre del árbol que

tienen en su puerta, ni la flora, ni la fauna…Y uno piensa: éste se sabe

de memoria todas las canciones en inglés pero no conoce el árbol que

tiene adelante”

Macarena, una de las jóvenes, comentó sobre la fiesta del Allpapu-

Es necesario que la juventud recupere el paisaje se lo han ido arrebatando todos los ruidos posi-bles, incluso los ruidos organizados desde afuera. Veo tantos slogans de lo foráneo…

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El día miércoles estoy en San Miguel de Tucumán: Me levanto a horas 6:30 voy al baño a lavarme la cara después que salgo voy a tomar té, cuando termino voy a ponerme el uniforme espero que sean las 7:00 y me voy al colegio con la hija de la señora donde yo me quedo porque mi mamá no se puede quedar conmigo porque ella trabaja aquí en la escue-la. Cuando llego al colegio me junto con mis amigas hasta que tocan el timbre después rezamos e izamos la bandera luego entramos a clase y salimos 11:50; cuando voy a mi casa estudio lo que tengo el jueves.

El día domingo en La Angostura: Me levanto a horas 9:00 voy al baño, cuando salgo tomo té después vamos a la casa de mi abuela a comer a las 14:00. Vuelvo a mi casa a preparar el bolso para viajar a la ciudad a horas 17:00 en el colectivo; llego a horas 19:00 y me espera mi hermano.

Mi lugar preferido de La Angostura es el río y me gusta la música.

Mariana Elizabeth Nieva, 12 años.

Luis Miguel Guanco, 12 años.

Me levanto a las 6:30 de la mañana hago el té tomo y me voy a la escue-la, me junto con los chicos, entramos en clase salimos al recreo, jugamos a la pelota y escuchamos música con el celular. Salimos de la escuela y esperamos la trafic para volver a la casa y sentarme a almorzar con mi familia, mi abuela, y mi tíos. Duermo la siesta, me levanto y me pongo a hacer las tareas de la casa y de la escuela y me voy a jugar a la pelota.

Durante la semana: un Miércoles. Me levanto a las 7:15 así me doy tiem-po de ir al baño, cambiarme, acomodar un poco mi pieza. A las 7:50 salgo de la casa para tomar el cole de las 8:00 a Tafí. El horario de entrada es a las 8:00 pero tenemos prioridad por vivir lejos. Generalmente llego a las 8:40 porque el colectivo no tiene un horario fijo. A las 12:30 es la hora de retirarse de la escuela para así volver a entrar a las 2.15. Algunos días nos quedamos y comemos pizza en horas más tardes. A la tarde ya entramos con otro profesor, también le pedimos, así continuamos con la industria. Otras veces salimos a la huerta, o a la quinta a hacer algunos trabajos pendientes. Un fin de Semana. Para mí el domingo comienza a las 12 de la noche del sábado. Generalmente salgo a bailar.

Macarena Griselda Rueda, 19 años.

Eric Carrazano, 12 años.

El martes como toda la semana, me levanto a las 6:30 para ir a la escue-la, me lavo la cara, me cambio y desayuno para bajar a esperar la trafic. Cuando llego a la escuela esperamos que la encargada abra la puerta para entrar, después jodemos un rato hasta que es hora de ir a formar.

Luego tenemos 3 horas de Historia. En el recreo jugamos a la pelota cuando un señor nos la presta o sino vamos a joder con el celular de un amigo. Luego cuando salimos vamos a los videos hasta que viene la trafic a retirarnos. Cuando llego a la casa me cambio y como; luego escucho un poco música, a mi me gusta mucho el folklore, la cumbia y el reggaeton.

PRODUCCIONES DE LOS JÓVENES

Aclaración: parte de los textos producidos por los jóvenes han sido transcriptos en el capitulo Vida cotidiana, cultura y familia.

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Yohana Gisel Delgado, 14 años.

Bueno, yo de lunes a viernes me levanto a las seis y media de la maña-na, me desayuno y luego espero el transporte que nos lleva a la escuela. Salimos a las 12:15 y esperamos hasta las 13:30 más o menos hasta que viene el transporte y nos trae a la casa.

Los jueves y viernes tenemos educación física, cuando llego a mi casa almuerzo y me pongo a ver mis novelas, luego me acuesto un rato.

Y los sábados ayudo a los quehaceres de mi casa y los domingos tam-bién hasta el mediodía luego almorzamos y nos vamos a la cancha.

Yo vivo con mi mamá Mercedes, mi papá Julio y mis cuatro hermanos Cesar, Yonathan, Analía, Daniela y con mi cuñado Sergio, mi lugar prefe-rido es la cancha porque es más divertido, yo escucho Reggaeton, cum-bia y a veces guarachas. Bueno esa es toda mi rutina.

María Belen Tarcaya de Villegas, 16 años.

Bueno, yo todos los días (de lunes a viernes) me levanto a las 6:30 para ir a la escuela; a esa hora me levanto porque me demoro viendo la tele o para bañarme. El colectivo viene a las 8. Lo más cansador es que los martes, miércoles y jueves tengo contraturno y nos mandan a trabajar a la quinta y huerta. Eso no me gusta, aunque pienso “falta poco” para que termine la secundaria.

Lo que me gustaría seguir, si es que se puede, es entrar a la Armada.Vivo con mi madre y mis hermanos.

Durante la semana: un Miércoles. Me levanto a las 7:15 así me doy tiem-po de ir al baño, cambiarme, acomodar un poco mi pieza. A las 7:50 salgo de la casa para tomar el cole de las 8:00 a Tafí. El horario de entrada es a las 8:00 pero tenemos prioridad por vivir lejos. Generalmente llego a las 8:40 porque el colectivo no tiene un horario fijo. A las 12:30 es la hora de retirarse de la escuela para así volver a entrar a las 2.15. Algunos días nos quedamos y comemos pizza en horas más tardes. A la tarde ya entramos con otro profesor, también le pedimos, así continuamos con la industria. Otras veces salimos a la huerta, o a la quinta a hacer algunos trabajos pendientes. Un fin de Semana. Para mí el domingo comienza a las 12 de la noche del sábado. Generalmente salgo a bailar.

José Miguel Barrionuevo, 18 años.

Yo vivo con mi mamá Mercedes, mi papá Julio y mis cuatro hermanos Cesar, Yonathan, Analía, Daniela y con mi cuñado Sergio.

Si como jóvenes estamos en un mundo en que ya nada vale es como decir que lo único que nos importa es joda y más joda. Pero nos demos cuenta que respetar y hacer respetar lo nuestro es valorar lo que tenemos.1- ¿Que es lo que tenemos?- Tafí del Valle es lo mas hermoso que nosotros tenemos.Tafí del Valle un paraíso argentino en donde hoy estoy, en donde están.

Yonathan Rueda, 17 años.

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