Comunidades helenógrafas en la Lusitania visigoda (s. · 71 Comunidades helenógrafas en la...

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Data de recepcioacute 05-10-2012 Data drsquoacceptacioacute 15-03-2013

PYRENAE nuacutem 44 vol 2 (2013) ISSN 0079-8215 (p 69-108)copy Edgar Miguel Cruz Monteiro Fernandes Miguel Filipe Grandatildeo Valeacuterio 2013 ndash CC BY-NC-NDREVISTA DE PREHISTOgraveRIA I ANTIGUITAT DE LA MEDITERRAgraveNIA OCCIDENTALJOURNAL OF WESTERN MEDITERRANEAN PREHISTORY AND ANTIQUITY

Comunidades helenoacutegrafas en la Lusitania visigoda (s vi)

Edgar MiguEl Cruz MontEiro FErnandEs

Universidade Nova de Lisboa Instituto de Arqueologia e Paleociecircncias Centro de Histoacuteria da Cultura Avenida de Berna 26-C P-1069-061 Lisboa edgarmcmfernandeshotmailcom

MiguEl FilipE grandatildeo Valeacuterio

Departament de Filologia Llatina Facultat de Filologia Universitat de Barcelona Gran Via de les Corts Catalanes 585 E-08007 Barcelona mfg_valerioyahoocom

La afluencia de grupos de orientales a Hispania se prolongoacute incluso tras la caiacuteda del Imperio Romano de Occidente En las localidades modernas de Meacuterida Meacutertola y Plasenzuela se encontroacute material epigraacutefico mdashmayoritariamente epitafiosmdash inscrito en griego por inmigrantes que se establecieron en la provincia de Lusitania El presente ensayo propone un origen en la zona egeoanatolia para al menos parte de estos grupos de inmigrantes y discute las motivaciones de su venida sumando evi-dencias histoacutericas y arqueoloacutegicas a los datos epigraacuteficos y linguumliacutesticos estos dos uacuteltimos los principales testigos de su permanencia en territorio lusitano

PALABRAS CLAVEANTIGUumlEDAD TARDIacuteA LUSITANIA EPIGRAFIacuteA GRIEGA ORIENTALES COMERCIO IGLESIA

The influx of groups of Easterners to Hispania continued even after the fall of the Western Roman Empire Epigraphic material mdashmostly epitaphsmdash inscribed in Greek by immigrants who settled in the province of Lusitania was found in the modern-day localities of Meacuterida Meacutertola and Plasenzuela The present essay proposes the Aegean-Anatolian area as the homeland of at least part of these groups of immigrants and discusses the motivations of their coming adding historical and archaeological evidence to the epigraphic and linguistic data these last two the main indications of their perma-nence in Lusitanian territory

KEY WORDSLATE ANTIQUITY LUSITANIA GREEK EPIGRAPHY EASTERNERS TRADE CHURCH

E M C M FErnandEs M F G Valeacuterio Comunidades helenoacutegrafas en la Lusitania visigoda

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1 Introduccioacuten

11 Trabajos previos

La historia de la investigacioacuten sobre la presencia de inmigrantes del Imperio Romano Oriental en la Hispania tardoantigua se articula en torno a tres trabajos principales Hace cuatro deacutecadas Garciacutea Moreno (1972) publicoacute lo que seriacutea el primer estudio sobre la temaacute-tica que realizoacute sobre la base de fuentes literarias y epigraacuteficas

Como sentildealaba el autor (1972 130-131) laquoorientalraquo debe entenderse en el sentido amplio de autoacutectono mdasho descendiente de autoacutectonos podemos antildeadirmdash de la mitad este del Imperio Romano (irreparablemente divido en 395) cuya principal diferencia cultural frente a los habitantes de Occidente era el idioma En la eacutepoca de Justiniano I (r 527-565) una liacutenea imaginaria y poco riacutegida cruzaba la cuenca del Mediterraacuteneo a la altura de Epiro y de la punta occidental de Cirenaica dividiendo el Occidente latinoparlante del Oriente helenoacutefono1 Cabe remarcar sin embargo que hablamos de laquoOriente helenoacutefonoraquo soacutelo en la medida en que el griego era la lengua franca en la regioacuten ya que en ciertos territorios bizantinos figuraba al lado de otros idiomas pujantes2 Por otro lado centildeir la distincioacuten de un grupo poblacional al criterio linguumliacutestico puede parecer simplista pero en el caso de la Peniacutensula Ibeacuterica el mejor indicador de la presencia de orientales es efectivamente la epigrafiacutea producida en lengua griega Como previoacute Garciacutea Moreno muchos de los puntos en su trabajo han sido ya revisados pero su texto sigue siendo una referencia importante para la investigacioacuten en el aacuterea

Transcurridos treinta y cinco antildeos desde la publicacioacuten de dicho texto Mordf P de Hoz (2007) estudioacute desde el punto de vista epigraacutefico la presencia de comunidades orienta-les en la Meacuterida visigoacutetica Al incluir tambieacuten el corpus de Meacutertola y una inscripcioacuten de Plasenzuela su trabajo fue realmente el primer estudio conjunto de testimonios epigraacuteficos griegos producidos por inmigrantes orientales en la Lusitania tardoantigua Su texto des-tacoacute ademaacutes al sugerir por primera vez que al menos un elemento de estas comunidades seriacutea de origen minorasiaacutetico

Por uacuteltimo el reciente trabajo de Garciacutea Vargas (2011) ha recopilado y reevaluado los testimonios arqueoloacutegicos del comercio oriental en la Hispania tardoantigua con eacutenfasis en la importacioacuten de ceraacutemica (de transporte mesa y cocina) y maacutermoles puesto que estos materiales permiten determinar sus aacutereas de procedencia con mayor precisioacuten que otros

El propoacutesito del presente ensayo es indagar sobre el origen de las comunidades orien-tales fijadas en la provincia de Lusitania tras el fin del Imperio de Occidente y sobre las motivaciones para su establecimiento en este territorio Nuestra investigacioacuten parte del

1 Noacutetese con todo que esta liacutenea imaginaria es esencialmente un constructo moderno El griego se seguiacutea hablando en el sur de Italia Sicilia incluida mientras el latiacuten predominaba en las provincias de Dacia y Mesia (vid Horrocks 2010 207-208 mapa 2) por referir solamente las excepciones maacutes notables

2 Entre los cuales destacan el copto (Egipto) el siriacuteaco (Levante) y el armenio (centro y este de Asia Menor) (Horrocks 2010 207-208 mapa 2)

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anaacutelisis del respectivo corpus epigraacutefico procedente como detallaremos a continuacioacuten del territorio de las antiguas Emerita Myrtilis3 y Turgalium fechable grosso modo en el s Vi y mayoritariamente compuesto de inscripciones funerarias

A los datos linguumliacutesticos y onomaacutesticos extraiacutedos de la epigrafiacutea se antildeadiraacuten las eviden-cias histoacutericas y arqueoloacutegicas en un acercamiento interdisciplinario que procura llegar a un cuadro lo maacutes completo posible Concretamente el recurso a la cultura material y la historiografiacutea aporta un complemento uacutetil para 1) entender las motivaciones para el even-tual establecimiento de comerciantes orientales a partir de las potenciales importaciones exportaciones o ambas 2) individualizar el aacuterea o aacutereas de procedencia de los productos y su posible relacioacuten con la regioacuten o regiones de origen de los inmigrantes orientales en Lusitania

12 El conjunto epigraacutefico caracterizacioacuten y observaciones metodoloacutegicas

Las inscripciones emeritenses estaacuten editadas con los nuacutemeros 100 y 178-196 en el Cataacutelogo de las inscripciones cristianas de Meacuterida de Ramiacuterez Saacutedaba y Mateos Cruz (2000) mdashnoacutetese que la nordm 100 fue erroacuteneamente publicada como latina Las citaremos con la sigla CICM seguida del nuacutemero correspondientemdash Excluiremos la nordm 144 pues no es seguro que sea griega No dejaremos de mencionar las observaciones de Mordf P de Hoz (2007 482-483) sobre cuatro inscripciones ineacuteditas (I 1-4) conservadas en el Museo Nacional de Arte Romano aunque no las consideremos en nuestro estudio ya que no hemos podido disponer de sus textos para analizarlos

Las inscripciones con los nos 191 y 192 provienen de la Iglesia de Santa Eulalia El frag-mento CICM 192 preserva auacuten la palabra ΕΚΟΙ]ΜΗΘΗ referente al descanso final lo que iden-tifica la pieza como epitafio Los fragmentos con los nos 193 y 194 proceden de la zona de la Barriada de Santa Catalina laquojunto al xenodochiumraquo4 El epiacutegrafe nordm 178 actualmente perdido consiste en una columna de maacutermol con texto de cariz votivo Fue hallada en la deacutecada de los antildeos veinte del siglo xViii cuando se efectuoacute una excavacioacuten para cimentar el Hospital de Jesuacutes Nazareno (el actual Parador Nacional Viacutea de la Plata) La pieza fue reaprovechada por aquel

3 El nombre tardoantiguo de Meacutertola no se encuentra atestiguado en las fuentes pero el adjetivo (AECLISIA) MERTILLIANA en el epitafio ICERV 93 sugiere que su forma seriacutea Mertill- (aunque la oscilacioacuten ortograacutefica en los textos de dichas laacutepidas paleocristianas es notoria) Aquiacute haremos uso del topoacutenimo tal y como aparece en eacutepoca romana

4 El CICM no ofrece informacioacuten contextual adicional Sabemos que las dos zonas formariacutean probablemente un mismo recinto funerario con una necroacutepolis en la que destacaba el antiguo martyrium de Santa Eulalia En ambas zonas se documentoacute una gran destruccioacuten en la primera mitad del s v que Mateos Cruz relaciona a modo de hipoacutetesis con el saqueo del martyrium por el suevo Heremigario (429) A mediados de la centuria se construye la nueva Basiacutelica de Santa Eulalia En su interior se conoce tan soacutelo la sepultura privilegiada del archidiaacutecono Heleuterius (m 605) cuyo epitafio surge en la misma laacutepida que la inscripcioacuten de Gregorio (m 492) y de Perpetua (m 590) pero en el exterior del edificio estaacuten atestiguados enterramientos fechados en los ss vi-vii (Mateos Cruz 1999 182 190)



entonces en la construccioacuten del hospital a semejanza del epitafio del diaacutecono cuyo nombre se restituye como Samb[acio] (CICM 181) que tendraacute la misma procedencia

Los fragmentos CICM 183 188 y 190 fueron recuperados en el vertedero de Las Teneriacuteas del cual proviene tambieacuten un fragmento de un epitafio (latino) cuestionable-mente atribuido al obispo Fidel (fl 560-570571)5 La inscripcioacuten CICM 184 procede del Cerro de San Albiacuten y el nordm 185 del Templo de Diana El epitafio del naacuteufrago Teodoro con el nordm 182 fue hallado en el aacuterea funeraria de laquoLos Columbariosraquo en la zona sur de Meacuterida maacutes adelante (vid 21) defenderemos para esta pieza una atribucioacuten cronoloacutegica anterior a las demaacutes Finalmente se desconoce la procedencia de cuatro inscripciones CICM 179 180 186 y 187

En cuanto a Meacutertola los epiacutegrafes a estudiar han sido publicados en varias ocasiones en el Ficheiro Epigraacutefico editado por la Universidad de Coimbra asiacute como en la monogra-fiacutea Museu de Meacutertola Basiacutelica Paleocristatilde (1993) y en el libro Epigrafia do territoacuterio portuguecircs II Inscriccedilotildees Gregas (2001) Esta uacuteltima obra que podemos considerar la maacutes actualizada contiene una recopilacioacuten de las laacutepidas helenoacutegrafas mertolentildeas y hace alusioacuten a textos epigraacuteficos completos y fragmentarios sin lugar a duda provenientes de esta localidad Por esta razoacuten y tal como hizo ya Mordf P de Hoz (2007) citaremos los epiacutegrafes de Meacutertola partiendo de dicha obra utilizando la letra M y el nuacutemero de inscripcioacuten alliacute referido (por ejemplo M 5a)

Las piezas publicadas se han hallado en contextos diversos dentro de la actual villa de Meacutertola en la Basiacutelica de Rossio do Carmo en el Cine-Teatro Marques Duque y en el barrio de la Alcazaba (Dias 2001 27-32 40-47) tres yacimientos con instalaciones religiosas paleocristianas hoy bien documentadas en lo que a arqueologiacutea se refiere Sin embargo hay laacutepidas incluyendo alguna con datos prosopograacuteficos relevantes cuyo origen exacto dentro de la localidad se desconoce6

Asimismo existen tres epiacutegrafes de procedencia incierta (SEG 41 896-898) conserva-dos en el Museo Nacional de Arqueologiacutea de Lisboa Es muy posible que se trate de piezas provenientes de Meacutertola Aunque muy fragmentarias nada en el contenido preservado es incoherente con relacioacuten a sus congeacuteneres en el curso del Guadiana

Finalmente hay que antildeadir una laacutepida con inscripcioacuten griega (ICERV 419) que Mordf P de Hoz (2007) cita como procedente de Trujillo pero que se extrajo en 1845 de una probable necroacutepolis tardoantigua situada en el despoblado de Los Villares en el actual muni-cipio de Plasenzuela (Fita 1904 435) Se trataba seguacuten la publicacioacuten original del uacutenico

5 Este uacuteltimo fue adquirido por un particular en noviembre de 1966 y se desconoce su localizacioacuten original (Aacutelvarez y Saacuteenz de Buruaga 1970 205) Seguacuten esta edicioacuten el fragmento contiene el siguiente texto dagger HIC REQhellip NERABILIShellip LIS EPISChellip El autor restituyoacute Hic req(uiescit) (ve)nerabilis (Fide)lis episc(opus) pero el segmento preservado no permite maacutes que una lectura hipoteacutetica ya que hellip]LIS podriacutea igualmente formar parte de un segundo adjetivo calificando el nombre del obispo y este uacuteltimo surgiriacutea a continuacioacuten en la parte no preservada de la laacutepida

6 No hemos incluido en este trabajo tres epiacutegrafes de Meacutertola igualmente inscritos en griego y hallados en un mausoleo fechado en el s vi localizado en la Calle Afonso Costa (Lopes y Goacutemez Martiacutenez 2008 278-279) Estos epiacutegrafes no han sido auacuten publicados

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epitafio griego entre una serie de latinos Las caracteriacutesticas de esta inscripcioacuten (aquiacute deno-minada T) son equiparables a las demaacutes en nuestro conjunto y en efecto su hallazgo tuvo lugar en la regioacuten emeritense dentro del territorio que perteneceriacutea a la Turgalium romana

Una vez caracterizado el corpus a analizar cabe hacer algunas observaciones metodo-loacutegicas El aparato de transcripcioacuten es el convencional en epigrafiacutea7 Sin embargo optamos por transcribir en mayuacutesculas y sin acentuacioacuten las formas griegas asiacute inscritas original-mente distinguieacutendolas asiacute de otras formas epigraacuteficas o estandarizadas en minuacutescula y con acentos Esta praacutectica no es estrictamente convencional pero tampoco es ineacutedita8 y aquiacute serviraacute para marcar de manera maacutes laquoneutralraquo la diferencia entre los dos tipos de formas sin tener que restituir acentuacioacuten no marcada Ademaacutes transcribimos la sigma con su variante lunar Ϲ y la xi y la omega en su forma originariamente cursiva (Ξ y Ω) las cuales se generalizaron en inscripciones monumentales durante el periodo romano imperial en concreto a partir de los ss i-ii (McLean 2002 41 n 4)

A la hora de investigar paralelos la consulta de fuentes epigraacuteficas griegas fue realizada a partir de la plataforma digital Searchable Greek Inscriptions A Scholarly Tool in Progress del Packard Humanities Institute (PHI) Toda inscripcioacuten es citada conforme la sigla convencio-nal de cada uno de los corpora presentes en dicha base de datos Noacutetese que cuando el nuacutemero de inscripciones necesario para sostener un argumento o afirmacioacuten es demasiado elevado remitimos al lector a la misma PHI

2 La evidencia epigraacutefico-linguumliacutestica

21 El formulario

Siempre que se preserva la parte inicial de la inscripcioacuten la expresioacuten introductoria de los epitafios es ΕΝΘΑ ΚΑΤΑΚΙΤΕ9 laquoaquiacute yaceraquo a excepcioacuten de CICM 178 que comienza con ΕΝ[ΤΑΥ]ΘΑ ΚΑΤΑ[ΚΙ]ΤΗ de ideacutentico sentido Le sigue el nombre del difunto en nomi-nativo en ocasiones acompantildeado de otros elementos personales como el patroniacutemico el gentilicio o la ocupacioacuten profesional

A estos datos sigue ocasionalmente la indicacioacuten del tiempo que vivioacute el fallecido a traveacutes de ΕΖΗϹΕΝ (aoristo indicativo del verbo ζάω laquovivirraquo) La expresioacuten completa ΕΖΗϹΕΝ ΕΤΗ o sea laquovivioacute [X] antildeosraquo se preserva dos veces (M 5a y CICM 180) y se res-tituye otras dos (M 12 y CICM 181) En una uacutenica ocasioacuten (M 10) la edad es simplemente

7 Seguimos en lo baacutesico el sistema de Leiden Noacutetese sin embargo que los caracteres dudosos apareceraacuten subrayados no con puntos subscritos

8 Esta praacutectica fue comuacuten sobre todo previamente a la difusioacuten de la fotografiacutea Actualmente las mayuacutesculas se utilizan convencionalmente en scriptio continua para transcribir textos cuyo sentido no se consigue restituir

9 En la descripcioacuten del formulario haremos uso de las formas maacutes frecuentes Noacutetese no obstante que en el corpus pueden surgir variantes ortograacuteficas (vid 26)



indicada con ΕΤΩΝ y un numeral es decir laquode X antildeosraquo En una inscripcioacuten de Meacutertola (M 10) la edad es relativizada por la foacutermula adverbial ΠΛΕΩ[Ν] ΕΛΑΤΤΩltΝgt laquomaacutes o menosraquo La expresioacuten ΕΚΟΙΜΗΘΗ ΕΝ ΕΙΡΗΝΗ laquodescansoacute en pazraquo surge en dos ocasio-nes (M 12 y restituida en CICM 183) en otros dos casos (CICM 187 y 192) el texto estaacute fragmentado y se puede leer ΕΚΟΙΜΗΘΗ pero no las palabras que acompantildean al verbo En CICM 180 ΕΝ ΕΙΡΗΝΗ laquoen pazraquo se hace complemento circunstancial de ΗΖΗϹΗΝ (= ἔζησεν) mientras ΗΚΥΜΗΘΗ (= ἐκοιμήθη) viene a continuacioacuten seguido de la fecha de fallecimiento contenida en algunos epitafios

El sistema de datacioacuten maacutes comuacuten es el de la era hispaacutenica indicada por la palabra greciza-da ΕΡΑ y por un numeral griego que expresa el antildeo de la muerte En tan soacutelo un caso (M 12) ademaacutes no seguro nos surge el calendario de indictiones10 Se trata de un epitafio de Meacutertola en el que se indica el mes juliano grecizado (ΑΠΡΕΛΛΙΩ laquoen abrilraquo) aparentemente seguido de la indictio enunciada por un numeral y por la palabra restaurada ΙΝΔ[ΙΚΤΙΩΝΟϹ()] y a continuacioacuten del ciclo correspondiente del cual se preservariacutea uacutenicamente la indicacioacuten numeacuterica La inscripcioacuten de Plasenzuela (ICERV 419) es excepcional por ademaacutes de la era y del mes sentildealar el diacutea de fallecimiento ΕΜΕΡΑ ΠΑΡΑϹΚΕ(υῆ)Ϲ laquoel viernesraquo

ΕΝΘΑ ΚΑΤΑΚΙΤΕ es una expresioacuten muy comuacuten tanto en la epigrafiacutea griega del Imperio Romano Oriental como en la de Occidente mdashsin embargo en PHI encontramos maacutes de un centenar y medio de ejemplos en Asia Menor Destaca la ausencia tras el nom-bre del difunto de los calificativos ΔΟΥΛΟϹ (ΤΟΥ) ΘΕΟΥ laquosiervo de Diosraquo y ΔΟΥΛΑ (ΤΟΥ) ΘΕΟΥ laquosierva de Diosraquo conocidos en el Mediterraacuteneo oriental y equivalentes a los FAMVLVS DEI y FAMVLA DEI latinos de Occidente muy frecuentes en Meacuterida y Meacutertola Esto no es en nuestra opinioacuten significativo Dicha expresioacuten es omitida en tres epitafios latinos mertolentildeos y no es por lo tanto omnipresente u obligatoria Las dos foacutermulas etarias conocidas ΕΖΗϹΕΝ ΕΤΗ y ΕΤΩΝ son equivalentes exactos de los enun-ciados latinos VIXIT (hellip) ANNOS y ANNORVM (hellip) utilizados en Meacutertola y Meacuterida11 Asimismo ΠΛΕΩ[Ν] ΕΛΑΤΤΩ (seguacuten la editio princeps la transcripcioacuten correcta deberaacute ser ΠΛΕΩ[Ν] ΕΛΑΤΤΩltΝgt) es la traduccioacuten literal del latiacuten PLVS MINVS y en efecto esta expresioacuten griega es caracteriacutestica de inscripciones paleocristianas de Occidente12 Tambieacuten ΕΚΟΙΜΗΘΗ ΕΝ ΕΙΡΗΝΗ traduce la oracioacuten latina REQVIEVIT IN PACE que de hecho fuera de la Peniacutensula Ibeacuterica se da sobre todo en el mundo latinoacutefono13 En conjunto el

10 Sobre la era hispaacutenica vid Handley (1999) sobre el sistema cronoloacutegico de las indicciones vid Bagnall y Worp (2004 8-12)

11 De hecho el verbo ζάω en aoristo (ἔζησεν) se da mayoritariamente en Occidente porque calca el latiacuten en Oriente aparece en participio (vid De Hoz 2007 484)

12 Seguacuten PHI πλῖον ἔλα(τ)τον en IG XIV 177 (Siracusa) πλέον ἔλα[ττον] en ICUR II 4957 (Roma del antildeo 471) π(έον) ἔλ(αττον) en IG XIV 2310a (Verona del antildeo 551) y πλίοltνgt ἔλαltττgtοltνgt en IG XIV 2491 (Vienne[] Galia Narbonense) Sin embargo Liddell y Scott (1940 vid ἐλάσσων) documentan la forma πλείω ἔλαττον en un papiro de Hermoupolis (Egipto) fechado en el s iv (P Lips 2810)

13 Se atestigua en una inscripcioacuten de la isla tirrena de Liacutepari (fechada en el 431) ademaacutes de un epitafio cristiano de Megaris en Grecia (sin datacioacuten) La forma sintaacutecticamente invertida ΕΝ ΕΙΡΗΝΗ ΕΚΟΙΜΗΘΗ aparece en la ciudad de Nikopolis en el Eacutepiro (PAAH [1956] 153 ss iii-iv) y en Cagliari en Cerdentildea (SEG 38 983 ss v-vi) asiacute como en Egipto

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formulario funerario (cristiano) griego de Lusitania forma un patroacuten propio que por otro lado no tiene paralelo en las inscripciones de la Hispania bizantina inscritas en el mismo idioma las cuales han sido recientemente recopiladas por Vizcaiacuteno Saacutenchez (2009 727-754) El hecho de que casi todas las expresiones enumeradas existan en el corpus epigraacutefico latino de Meacuterida y Meacutertola evidencia que a excepcioacuten de la introduccioacuten e identificacioacuten del difunto el formulario funerario griego se basa en el repertorio hispanorromano

Asiacute se explica que esta composicioacuten sea exclusiva de la Lusitania y no se repita en ninguna otra regioacuten mediterraacutenea Sin embargo formas proacuteximas surgen en la epigrafiacutea helenoacutegrafa mdashcristiana y judiacuteamdash del Mediterraacuteneo occidental particularmente en la zona italiana sin duda en virtud del contacto con el idioma latino

Ajena al formulario griego paleocristiano de Meacuterida es la inscripcioacuten CICM 182 que comparte con las demaacutes uacutenicamente la expresioacuten introductoria [ΕΝ]ΘΑ ΚΑΤΑΚΙΤΕ [ΘΕ]ΩΔΟΡΟϹ ΜΕ[hellip] [hellip]ΟϹ ϹΟϹΘΙϹ [ΕΚ Τ]ΟΥ ΠΛΟΙΟΥ [ΥΠΟ Χ]ΘΟΝΟϹ laquoAquiacute yace [Te]odoro Me[hellip] X salvado del barco (y sepultado) bajo tierraraquo Seguimos la restitucioacuten [ΥΠΟ Χ]ΘΟΝΟϹ laquobajo tierraraquo propuesta por Mordf P de Hoz (2007 487) en vez del [ΑΓΑ]ΘΟΝΟϹ sugerido por Gil Fernaacutendez (1981 157) y que seriacutea el hipoteacute-tico nombre del barco en genitivo Mordf P de Hoz estudioacute este epiacutegrafe en conjunto con otros del periodo visigodo pero en nuestra opinioacuten se trata de un testimonio anterior De hecho en PHI encontramos tan soacutelo tres otros ejemplos de ΥΠΟ ΧΘΟΝΟϹ en la epigrafiacutea funeraria griega todos procedentes de la zona de Grecia y altoimperiales14 La palabra ϹΟϹΘΙϹ ha sido correctamente relacionada por Gil Fernaacutendez (1981 157) con el participio aoristo singular σωθείς laquosalvadoraquo (del verbo σώζω) pero representa-riacutea si no un error una forma verbal tardiacutea e irregular La expresioacuten ϹΩΘΕΙϹ ΕΚ (hellip) laquosalvado deraquo constituye un paralelo para el epiacutegrafe emeritense y es frecuente en todo el mundo de habla griega entre los periodos heleniacutestico y altoimperial La datacioacuten de CICM 182 en el Alto Imperio sugerida por el lenguaje concuerda con su proveniencia de la necroacutepolis de Los Columbarios que estariacutea ya abandonada en el s iii (vid Bendala Galaacuten 1972 223)

14 Corinth 8 3 300 de Corinto (Alto Imperio) EAM 193 de Tsouka en Kastoriaacute (ss i-ii) y WZHalle 16 369 1 de Niacutesiros en el Dodecaneso (inicios del s ii)

Forma latina Forma griega Traduccioacuten castellana

ndash ΕΝΘΑ ΚΑΤΑΚΙΤΕ Aquiacute yacehellipIdentificacioacuten del difunto Identificacioacuten del difunto hellipindividuoahellip

FAMVLVS DEI ndash hellipsiervo de Dioshellip

VIXIT (hellip) ANNOS ANNORVM (hellip) ΕΖΗϹΕΝ ΕΤΗ (hellip) ΕΤΩΝ (hellip) hellipvivioacute X antildeoshellip hellipde X antildeoshellip

PLVS MINVS ΠΛΕΩ[Ν] ΕΛΑΤΤΩltΝgt hellipmaacutes o menoshellip

REQVIEVIT IN PACE ΕΚΟΙΜΗΘΗ ΕΝ ΕΙΡΗΝΗ hellipdescansoacute en pazhellipERA ΕΡΑ hellip[de la] era [hispaacutenica]hellip



El epiacutegrafe honoriacutefico CICM 173 hallado en el mismo lugar que el epitafio del diaacutecono Sambacio debe tratarse separadamente del grupo homogeacuteneo de los epitafios Su lectura es la siguiente

() ΥΠΕΡ ΕΥ-ΧΗϹ ΚΑΙ ϹΩϹ-

[Μ]ΑΤΟϹ [Ϲ]ΥΝΚΥ-ΒΕΡΝΗϹΕΩϹ ΚΑΙ

ΠΑΝΤΩΝ ΤΩΝ ϹΥ[Μ]-ΠΟΛΙΤΩΝ

laquoEn cumplimiento de un voto y por la salvacioacuten del gobierno conjunto y de todos los conciudadanosraquo15

La foacutermula ΥΠΕΡ ΕΥΧΗϹ ΚΑΙ ϹΩϹ[Μ]ΑΤΟϹ es un haacutepax equivalente a la expresioacuten maacutes frecuente ΥΠΕΡ ΕΥΧΗϹ ΚΑΙ ϹΩΤΗΡΙΑϹ La diferencia es que en nuestro caso se usa el substantivo σώσμα en vez de σωτηρία laquosalvacioacutenraquo Cabe decir que σώσμα excep-tuando el epiacutegrafe de Meacuterida se atestigua por primera vez en cartas mdashpor ejemplo 628 y 27558mdash del eclesiaacutestico constantinopolitano Teodoro Estudita (759-826) y con el sentido cristiano de laquobienestar salvacioacuten del almaraquo (vid Mordf P de Hoz 2007 48)16

En cuanto a distribucioacuten geograacutefica y cronoloacutegica ΥΠΕΡ ΕΥΧΗϹ ΚΑΙ ϹΩΤΗΡΙΑϹ surge auacuten en contextos paganos altoimperiales de Asia Menor pero es en el s Vi y comien-zos del Vii cuando tiene gran divulgacioacuten alrededor del Egeo en Siria y en la misma Anatolia utilizaacutendose sobre todo en dedicaciones a individuos o a la familia A este res-pecto son excepcioacuten notable tres inscripciones minorasiaacuteticas de dataciones inciertas (pero muy probablemente como vimos fechables en los ss Vi-Vii) y dedicadas a diaacuteconos17 Entre ellas destaca una producida sobre el dintel de la puerta de una iglesia bizantina en Gerbekilise18 por la salvacioacuten del diaacutecono Jorge y de ΠΑΝΤΟϹ ΤΟΥ ΚΛ(Η)Ρ(Ι)Κ(ΟΥ) ΤΟΥ ΕΝΠΟΡΙΟΥ es decir laquode todo cleacuterigo del emporioraquo (IK Rhod Peraia 342 = SEG 14694b) Un quinto epiacutegrafe (Iscr di Cos EV 348) paleocristiano y procedente de la cercana isla de Cos consiste en un exvoto encargado por el obispo Aristoacutecrates laquoen cumplimiento de un voto y por la salvacioacuten de todo el clero (ΚΛΗΡΟΥ) y el pueblo (ΛΑΟΥ)raquo19

Tenemos pues ejemplos notables de exvotos soterioloacutegicos con una foacutermula muy propia y dedicados a una autoridad eclesiaacutestica y a una comunidad (clerical laica o ambas) que forman una tradicioacuten propia del suroeste de Asia Menor La similitud entre

15 La traduccioacuten es de los autores16 Situacioacuten ideacutentica se verifica en el latiacuten tardoantiguo sobre todo en textos de cariz eclesiaacutestico donde los subs-

tantivos saluatio y saluamentum son acuntildeados ademaacutes del ya existente salus laquosalud integridad salvacioacutenraquo para denotar la salvacioacuten cristiana del alma (vid entradas respectivas en Lewis y Short 1879)

17 Las dos inscripciones que no se especifican en el texto son seguacuten PHI TAM IV 1359 (de Kuyulu en la antigua Bitinia) MDAI(A) 35 (1910) 489 91 (de Peacutergamo en Misia)

18 En el actual municipio turco de Marmaris19 La traduccioacuten es nuestra

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formularios con el antildeadido de que nuestro epiacutegrafe se dedica a una autoridad civil y no eclesiaacutestica indica una relacioacuten del ordinator del monumento emeritense con aquella zona geograacutefica

La clave de la comprensioacuten encuadramiento y datacioacuten del epiacutegrafe es en nuestra opinioacuten su uacuteltima parte El teacutermino [Ϲ]ΥΝΚΥΒΕΡΝΗϹΕΩϹ consiste en el genitivo de συγκυβέρνησις laquogobierno (conjunto)raquo20 y podriacutea referirse a la gerencia de la ciudad por el obispo en colaboracioacuten con el dux una cooperacioacuten que en eacutepoca visigoacutetica se insinuacutea en dos ocasiones maacutes21 Tal idea con todo permanece en la esfera de las hipoacutetesis

22 Onomaacutestica

La mayoriacutea de los antropoacutenimos que figuran en nuestro corpus fueron de gran divulgacioacuten en la Antiguumledad Tardiacutea ya sea en el mundo helenoacutefono o en el latinoparlante ΕΥΤΥΧΗϹ (M 10) y ΕΥΤΥΧΕϹ (M 5a) (= Εὐτύχης) ΖΟΥϹΙΜΟϹ (M 6) (= Ζώσιμος)22 y el respectivo patroniacutemico ΖΩϹΙΜΟΥ (M 5a) y ΝΙΚΟΛΑΟΥ (ICERV 419) patroniacutemico de Νικόλαος Dos nombres femeninos ΜΑΞΙΜΙΑΝΑ (ICERV 419) y ϹΑΤΟΥΡΝΑ (CICM 180)23 son latinos lo que tambieacuten es ambiguo puesto que puede evidenciar que se trata de descendientes de orientales que ya habiacutean asimilado la cultura hispanorromana o bien de gente oriunda de regiones orientales muy romanizadas Por este motivo aportan muy poco a la hora de determinar el origen geograacutefico de las gentes que los adoptaron

Contrariamente un nuacutemero reducido de nombres maacutes excepcionales constituye una fuente de informacioacuten en ese sentido

20 La posibilidad sugerida por Ramiacuterez Saacutedaba (2009 69 n 21) de que [Ϲ]ΥΝΚΥΒΕΡΝΗϹΕΩϹ constituya una alusioacuten al comercio greco-oriental traducible por laquotimonelraquo es atractiva si comparamos la referencia a la salvacioacuten del emporio en la dedicacioacuten del diaacutecono Jorge de Gerbekilise Sin embargo como sentildeala Mordf P de Hoz (2007 487-488) el teacutermino es comparable uacutenicamente al verbo συνκυβερνάω usado por Teodoreto de Ciro (epiacutestola 137 s v) en referencia a la esposa que administra la casa conjuntamente con su marido Esta comparacioacuten sostiene la traduccioacuten que aquiacute adoptamos

21 El poder del obispado emeritense es visible en la ejecucioacuten de grandes obras puacuteblicas dentro del espacio urbano Una inscripcioacuten nos da cuenta de la restauracioacuten del puente de Emerita por el dux godo Salla y el pontifex Zenoacuten El epiacutegrafe es muy controvertido ya que de ser verdadero no se preserva maacutes que una transcripcioacuten que no seraacute posterior a c 680 aunque el texto en si parezca marcar la fecha de 483 (vid Velaacutezquez Soriano 2008 132-133) Sea como sea la aneacutecdota en eacutel plasmada sugiere que el obispo mdashostentando el tiacutetulo de pontifex en su dioacutecesismdash actuoacute conjuntamente con el legado regio en una obra de caraacutecter civil (Vives 1939 Ramiacuterez Saacutedaba 2003a y 2003b apud Osland 2011 256-265 Arce Martiacutenez 2008 y Velaacutezquez Soriano 2008) Noacutetese que Velaacutezquez Soriano (2008 133-134) refiere la analogiacutea entre la cooperacioacuten de Salla y Zenoacuten (finales del s v) y la de Claudio y Masona (finales del s vi) Otras obras notorias en Emerita son las reformas del palacio episcopal por Fidel o la construccioacuten del xenodochium por Masona (Mateos Cruz 1995 309-16)

22 Con todo este nombre cuenta con centenares de ejemplos en Grecia y Asia Menor contra escasas decenas en las demaacutes regiones del Mediterraacuteneo oriental

23 A propoacutesito de ϹΑΤΟΥΡΝΑ Mordf P de Hoz (2007 285) observa que en la epigrafiacutea latinoacutegrafa de Meacuterida aparece tambieacuten el antropoacutenimo Saturninus y que eacuteste es en general muy comuacuten en Hispania Por otro lado su greciza-cioacuten como ϹΑΤΟΥΡΝΕΙΝΟϹ (y el femenino ϹΑΤΟΥΡΝΕΙΝΑ) es muy usual en Asia Menor mientras que ademaacutes del ejemplo emeritense la versioacuten griega de Saturna se da solamente una vez y en Lidia durante el principado de Tiberio (TAM V 2 1252)



mdash ΓΕΡΑϹΙΜΟΥ (M 5b) Genitivo de Γεράσιμος Este antropoacutenimo atestiguado por primera vez en el periodo romano se conoce uacutenicamente en Asia Menor hasta muy tarde surgiendo en la Grecia continental en eacutepoca otomana24 (como ya sentildealoacute Mordf P de Hoz 2007 485) Concretamente lo encontramos soacutelo en el litoral sur y suroeste de Anatolia25 Noacutetese que San Geraacutesimo del Jordaacuten (-475) nacioacute en Licia (Butler 1999 44)

mdash ΕΙΣΙΔΩΡΙΤΟΥ (gen) (M 5a) Haacutepax Se trata del patroniacutemico de Ἰσίδωρος lo que nos fuerza a reconstruirlo como Ἰσιδωρίδου genitivo de Ἰσιδωρίδης con el sufijo patroniacutemico -ίδης presente en nombres como Διοδωρίδης Εὐδωρίδης Θεοδωρίδης Κλεοδωρίδης etc En cuanto al uso de Τ en vez de Δ vid 26 Seguacuten PHI este tipo de antropoacutenimos es maacutes frecuente en la Grecia continental y en la zona del Egeo

mdash [ΜΟ]ΝΤΑΝΟϹ (CICM 185) Forma grecizada del antropoacutenimo latino Montanus docu-mentado en todo el Oriente a partir de la ocupacioacuten romana aunque con maacutes ejem-plos en Asia Menor y las provincias balcaacutenicas

mdash ΠΑΤΡΙΚΙϹ (M 5b) Forma reducida de ΠΑΤΡΙΚΙΟϹ (a su vez grecizacioacuten del latiacuten Patricius) atestiguada en epiacutegrafes tardoantiguos de Frigia (tres ejemplos) y de la ciudad de Apollonia en Tracia Tambieacuten en un epitafio de Ticinium en el norte de Italia (IG XIV 2290 fechado en el 471) aparece como nombre de un sirio apameo

mdash ΠΟΛΥΝΙΚΟΥ (M 6) Genitivo patroniacutemico de Πολύνικος En general un nombre griego poco frecuente atestiguado sobre todo en los territorios que circundan el mar Egeo

mdash ϹΑΝΒ[ΑΤΙ(Ο)Ϲ] o ϹΑΝΒ[ΑΤΟϹ] (CICM 181) Aparte de la forma de Emerita existe un nuacutemero extenso de variantes26 Este nombre que significa laquonacido el Sabbathraquo (en hebreo Šabbathai שבתי cf Ezra 10 15 y Neh 8 7) es originalmente judiacuteo (Horbury y Noy 1992 128) En su forma griega se hizo especialmente popular en Asia Menor pues aquiacute proliferaron a partir del periacuteodo heleniacutestico grupos sin-creacuteticos pagano-judiacuteos como los devotos de Theograves Hyacutepsistos27 Inicialmente habitual entre semiproseacutelitos no circuncidados faacutecilmente se entiende que maacutes tarde este antropoacutenimo haya sido bastante empleado por cristianos entre los cuales tuvo amplia divulgacioacuten durante la Antiguumledad Tardiacutea en todo el Mediterraacuteneo orien-tal pero con mayor frecuencia en la epigrafiacutea paleocristiana de Asia Menor Sin embargo hay que enfatizar que un helenoacutefono llamado Sambacio en Occidente

24 El otro santo ilustre con el mismo nombre Geraacutesimo Notaras de Cefalonia nacioacute en Trikala (Corinto) en el antildeo 1506 Tambieacuten se conoce el grafito de un monje homoacutenimo en la pared de la iglesia del Monasterio de San Nicolaacutes en la localidad beocia de Thespies El grafito fue clasificado como laquorecienteraquo por Casevitz (1985 71)

25 Eacutefeso en Ionia (Priene 1235) Milasa y Panamara en Caria (Mylasa 302 Panamara 396) Xanthos Tlos y Olympos en Licia (TAM II 341 646 1074) y Coacuterico en Cilicia (MAMA 3 294 419)

26 En PHI se encuentran ϹΑΒΒΑΤΑΙΟϹ ϹΑΜΒΑΤΘΙ(Ο)Ϲ ϹΑΒΒΑΤΘΙ(Ο)Ϲ ϹΑΒΑΤΘΙ(Ο)Ϲ y ϹΑΒΒΑΘΟϹ27 Theograves Hyacutepsistos (Θεὸς Ὕψιστος) laquoDios Altiacutesimoraquo es un calco griego del hebreo El Elyon אל עליון (por ejemplo

Mitchell 1999 110-111)

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no puede ser inmediatamente identificado como oriundo de la regioacuten minorasiaacute-tica28

Aparte de Emerita el nombre estaacute atestiguado en otros dos puntos de Hispania En un oacutestrakon fechado en el los ss iV-Vi recuperado en excavaciones arqueoloacutegicas realizadas en la Plaza de la Almoina (Valencia) se lee el nombre Σαμβατι (en dativo) que puede ser femenino o masculino (vid Mordf P de Hoz 2010 329 333) Tenemos tambieacuten documentado el genitivo parental (ϹΑΜΒΑΤΙΟΥ) en el epitafio griego de Villaricos (Almeriacutea) fechado aproximadamente en el s Vi y pudiendo coincidir con la ocupacioacuten bizantina (Puertas Tricas 1986-1987 150 apud Vizcaiacuteno Saacutenchez 2009 733) El hijo de este Sambacio Eutiques estaacute identificado con el gentilicio geneacuterico de ΓΡΙΚΟϹ laquogriegoraquo29

En su globalidad pues esta lista de antropoacutenimos sugiere una procedencia de los territorios en torno al mar Egeo especiacuteficamente del litoral sur-suroeste en el caso con-creto de ΓΕΡΑϹΙΜΟΥ La epigrafiacutea no nos da casos flagrantes de nombres no griegos o no grecizados vinculados a idiomas hablados en regiones donde a pesar de todo el idioma heleacutenico no arrinconoacute las lenguas locales (caso de Siria y Egipto)30

Cabe decir que la aparicioacuten en epitafios latinos de antropoacutenimos heleacutenicos podriacutea en algunos casos sentildealar la inhumacioacuten de individuos de ascendencia oriental31 Sin embargo la gran divulgacioacuten que tuvieron los nombres griegos en la Peniacutensula Ibeacuterica antes y despueacutes de la expansioacuten del cristianismo nubla nuestra capacidad de discernir los eventuales descendientes de inmigrantes de los autoacutectonos

28 Efectivamente se trata de un antropoacutenimo que llega a conocer gran difusioacuten El mismo emperador Justiniano I nacido en la provincia bizantina de Dardania se llamaba Flauius Petrus Sabbatius antes de que lo adoptara su tiacuteo y predecesor Justino I (vid ODB I 1083) Sabemos que el octavo obispo de Diuodorum Mediomatricum (Metz) se llamaba Sambatius (segunda mitad del s iv) (Lalanne 1968 [1877] 1269 laquoMetzraquo) Ya en las localidades de Monteverde y Vigna Randanini en Roma se conocen los epitafios (ss iii-iv) de cuatro mujeres y un hombre todos judiacuteos con nombres de esta iacutendole (JIWE 2 22 193 269 339 y 356)

29 Como apostilla Vizcaiacuteno Saacutenchez (2009 734) los paralelos maacutes significativos para ΓΡΙΚΟϹ provienen del sur de Italia en eacutepoca medieval En la misma regioacuten auacuten hoy Griko o Grico pervive como el autoetnoacutenimo de comunidades de habla griega en enclaves de las regiones de Calabria y Apulia Con todo no creemos que como propone el mismo autor esto sea suficiente para relacionar el individuo del epitafio de Villaricos con la Italia meridional ΓΡΙΚΟϹ deriva seguramente del latiacuten Graecus laquogriegoraquo la designacioacuten geneacuterica de todo oriental helenoacutefono Gil Fernaacutendez (1970 51) recoge ejemplos de la evolucioacuten aelig gt e gt i en palabras latinas del periodo visigoacutetico algunos derivados de las Etymologiae de Isidoro de Sevilla Seguacuten el autor antiguo se tratariacutea de formas empleadas por el vulgo En nuestra opinioacuten pues ΓΡΙΚΟϹ podriacutea consistir en el apodo coloquial dado por hispanos al oriental en cuestioacuten y tras su muerte inmortalizado y helenizado en el texto griego del epitafio

30 Pero fuera de la epigrafiacutea veacuteanse los casos de Apringio obispo de Pax Iulia de nombre vinculado con la regioacuten siria (vid n 75) y de Nepopis obispo de Meacuterida de nombre posiblemente egipcio (Garciacutea Moreno 1972 147) aunque no atestiguado directamente en las fuentes egipcias

31 El caso maacutes emblemaacutetico es el del archidiaacutecono emeritense Heleuterius (m 605) en su epitafio y que deberaacute ser el mismo archidiaacutecono Eleutherius mencionado en las VPE (V13) como contemporaacuteneo de Masona



23 Nombres ocupacionales

El conjunto epigraacutefico aquiacute estudiado contiene tambieacuten un nuacutemero restricto de nombres ocupacionales

ΑΝΑΓΝΟϹΤΕϹ (estaacutendar ἀναγνώστης) (M 5a) bien atestiguado en la epigrafiacutea griega paleocristiana del Mediterraacuteneo oriental se traduce como laquolectorraquo y designa un cleacuterigo menor cuya funcioacuten primordial era la lectura de los textos sagrados (ODB I 84 ODCC 963)

ΔΙΑΚΟΝ[ΟϹ] (CICM 181) palabra que significa laquoasistenteraquo o laquosirvienteraquo hace refe-rencia en la iglesia tardoantigua a aquel cuyo papel seguacuten el reglamento del Concilio de Laodicea (363-364) era asistir al bautismo servir en la celebracioacuten de la Eucaristiacutea supervisar las obras de caridad gestionar las propiedades y finanzas de la dioacutecesis y actuar como secretario del obispo (ODB I 592 ODCC 454-455)

ΕϹΤΑΜΙΝΙΑϹ (M 10) es haacutepax El sufijo -ΑϹ (-ᾶς) indica derivacioacuten griega pero la base es el substantivo tardolatino staminĕa (o staminĭa) laquotejido sencillo o camisa de estambreraquo a su vez derivado de stamen laquoestambre (es decir la parte del velloacuten de lana que se compone de hebras largas)raquo32 En el latiacuten hispaacutenico tardoantiguo la pala-bra se pronunciariacutea ya como [estaminia] con la presencia de una e- proteacutetica un trazo de las futuras lenguas romaacutenicas peninsulares (cf cast estamentildea cat estamenya y port estamenha vs it stamegravegna Curbera 1995 102 n 10) Con esta misma forma este vocablo penetrariacutea oralmente en el griego en virtud del contacto de los inmigrantes orientales con el latiacuten en Hispania Los mismos helenoacutefonos acuntildeariacutean entonces en su idioma un nuevo nombre de profesioacuten antildeadiendo un sufijo heleacutenico [estaminia] + -ᾶς gt ΕϹΤΑΜΙΝΙΑϹ El proceso derivativo es morfoloacutegicamente ideacutentico al de otro teacutermino profesional tambieacuten relacionado con la produccioacuten de textiles que estaacute atestiguado en un epitafio judiacuteo de Soffiana en Sicilia (s iV) Se trata de ϹΑΒΑΝΑϹ (σαβανᾶς) laquofabricante o mercader de σάβανον (o sea tejido de lino)raquo (vid Curbera 1995)33 En el s Vii la Regula Monachorum (sect11) de San Fructuoso de Braga (m 665) obliga a los monjes a usar unas vestimentas interiores austeras llamadas stamina [sic] (vid Torallas Tovar 2004 162) Esto puede sugerir que en la eacutepoca que aquiacute tratamos staminĕa ya denotariacutea una camisa interior de lana sencilla utilizada en el aacutembito monaacutestico que es lo que propone Mordf P de Hoz (2007 486) De confirmarse seriacutea otro viacutenculo maacutes del difunto (que fue sepultado en el espacio sagrado de la Basiacutelica de Rossio do Carmo en Meacutertola) con el mundo eclesiaacutestico

ΠΡΕϹ(βύτερος) (M 5b) significa originalmente laquoancianoraquo En el s iV los presbiacuteteros empiezan a encargarse de las parroquias que se institucionalizan con la expansioacuten del cristianismo y son quienes se encargan de la celebracioacuten regular de la Eucaristiacutea (ODB III 1718 ODCC 1325-1326)

32 Vid laquostamenraquo en Lewis y Short (1879) y laquostaminearaquo en Du Cange (1846 353)33 Veacutease auacuten el teacutermino hiacutebrido grecolatino ϹΑΠΟΥΛΑΝΑϹ laquolimpiador de lanaraquo oficio que aparece (en genitivo)

en un epitafio paleocristiano de Coacuterico en Cilicia (MAMA 3 224)

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24 El gentilicio ΛΙΒΙϹΙΝΤΕΟΥϹ ~ ΛΙ]ΒΙϹΙΝΔΕ[ΟΥϹ

Hasta el presente se han planteado tres hipoacutetesis interpretativas del gentilicio atestiguado en Meacutertola (M 5a) y Meacuterida (CICM 181)

Almeida (1986 175-177 apud Dias 2000 24) propuso que su significado era laquoori-ginaacuterio dos Libiacutecosraquo [sic] o laquode Libisinteraquo Vives (ICERV 524 apud Dias 2000 24) vio en laquoLibisintaraquo [sic] una forma erroacutenea de Olysipona (Lisboa) que seriacutea responsabilidad del lapicida Asimismo Ferruacutea (apeacutendice I de ICERV 524 apud Mordf P de Hoz 2007 487 n 13) interpretoacute ΛΙΒΙϹΙΝΤΕΟΥϹ ~ ΛΙ]ΒΙϹΙΝΔΕ[ΟΥϹ como una evolucioacuten del apelativo virtual Ὀλισιπποντεύς Finalmente Dias et al (2001 28) sugirieron un gentilicio de Liacutebyssa (Λίβυσσα) ciudad de la regioacuten minorasiaacutetica de Bitinia Estas dos propuestas se han refutado de forma convincente34 Como sentildealoacute Curbera (2000 [2004] nordm 714) la relacioacuten etimoloacutegica con Liacutebyssa es insostenible por una razoacuten fundamental el gentilicio de esta localidad bitinia es λιβυσσαῖος35

La solucioacuten para el problema de la interpretacioacuten de ΛΙΒΙϹΙΝΤΕΟΥϹ ~ ΛΙ]ΒΙϹΙΝΔΕ[ΟΥϹ viene proporcionada por su terminacioacuten En primer lugar si hay un sufijo gentilicio griego en esta forma se trata de -ΕΟΥϹ = -έυς no -ΙΝΤΕΟΥϹ-ΙΝΔΕ[ΟΥϹ El segmento -ΙΝΤ--ΙΝΔ- forma necesariamente parte del presunto topoacutenimo En segundo lugar cabe notar que -ΝΤ- ~ -ΝΔ- son grafiacuteas alternativas de -nd- (vd 25) Asiacute es maacutes prometedora la observacioacuten de Mordf P de Hoz (2007 486 n 12) quien sobre la base de una informacioacuten facilitada por J de Hoz nota que laquo[e]l sufijo -inda de la localidad a la que hace referencia sin duda Libisinda es minorasiaacuteticoraquo Efectivamente -nda-ndos es un sufijo comuacuten en la toponimia minorasiaacutetica de fondo pregriego presente en topoacutenimos de todo el sur de Anatolia como verificamos en el mapa 1

Es inequiacutevoco que un topoacutenimo con tal terminacioacuten generariacutea un gentilicio en -νδεύς por medio del sufijo griego -εύς Asiacute en la epigrafiacutea griega esta terminacioacuten aparece pre-dominantemente en el Asia Menor heleniacutestica como queda patente en PHI Los siguientes gentilicios son ejemplos terminados en -ΙΝΔΕΥϹ mdash Ἀλ(λ)ινδεύς de Alinda (Ἄλινδα) en el interior de Caria figura en varias inscripciones

de eacutepoca heleniacutestica en esta regioacuten y alrededores (Iasos 130 136 137 y 148 s ii aC Magnesia 92 Miletos 113)

34 La tesis que interpreta ΛΙΒΙϹΙΝΤΕΟΥϹ ~ ΛΙ]ΒΙϹΙΝΔΕ[ΟΥϹ como laquoLiacutebicoraquo (en griego Λιβυκός) es insostenible debido a las marcadas diferencias morfoloacutegicas entre los dos adjetivos aunque consideraacuteramos formas como λίβυς laquonatural de Libia (m)raquo y λίβυσσαλιβυστίς laquonatural de Libia (f)raquo Asimismo debemos excluir la propuesta que relaciona el gentilicio con LisboaOlysipona pues se apoya solamente en asunciones Ὀλισιπποντεύς es una forma no atestiguada y morfoloacutegicamente inesperada que por otro lado llegariacutea a ΛΙΒΙϹΙΝΤΕΟΥϹ ~ ΛΙ]ΒΙϹΙΝΔΕ[ΟΥϹ uacutenicamente a traveacutes de serios errores ortograacuteficos o de varios cambios fonoloacutegicos sin paralelo (veacutease la criacutetica de Dias 2000 24)

35 El mismo problema nos hace rechazar un segundo topoacutenimo minorasiaacutetico de hecho nunca propuesto en la literatura se trata de Leacutebesos (Λέβησος) que corresponde probablemente a la isla de San Nicolaacutes (actual Gemiler Adası) en Licia El mismo topoacutenimo aparece tambieacuten en las fuentes como Λεβισσός y Λιβισσός ademaacutes de otras variantes en genitivo (Λεβήσου Λεβισσοῦ Λιβισσοῦ Λιβυσσοῦ y Λεμισσοῦ) seguacuten atestiguan documentos eclesiaacutesticos locales (las Notitiae episcopatuum de Rhodiapolis y Akalissos cf Zgusta 1984 337)



mdash Ἰσινδεὺς Ἰσινδέων (gen pl) probablemente de Isinda o Sinda en Pisidia aparece al menos en una inscripcioacuten encontrada en Apollo Perminoundeon (actual Kızılagaccedil) ciudad de la misma regioacuten (JHS 818872288) y en la localidad licia de Simena (IGR 3692)

mdash Καρσινδεύς se refiere a un topoacutenimo no documentado (Karsindaos) y estaacute atestiguado en un epiacutegrafe de Antioquia (actual Yalvaccedil) en Pisidia (JHS 321912164 27) fechado en el s iii o ii aC

mdash Σειλινδέως (gen sg) Σειλινδέων (gen pl) de Seilindaos en una inscripcioacuten de eacutepoca romana procedente de Hadrianopolis en Frigia (MAMA 7143 y 158)

mdash Σίνδευς de Sinda (Pisidia) presente en una inscripcioacuten de cronologiacutea insegura origi-naria de Ialysos en Rodas (IG XII 11385)

Estos gentilicios aparecen auacuten en la Antiguumledad Tardiacutea En efecto una inscripcioacuten oriunda de Korasion36 en la regioacuten de Cilicia y fechada vagamente en la eacutepoca paleocris-

36 Actual Susanoǧlu-Ccedilokoumlren

Mapa 1 Topoacutenimos preheleacutenicos con terminacioacuten en -nda-ndos a partir de la Antiguumledad Claacutesica (generado por los autores siguiendo a Zgusta 1984)

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tiana (ss iV-Vi) sirve de confirmacioacuten En ella se lee ΘΗΚΗ ΙΩΑΝΟΥ ΔΑΛΙϹΑΝΔΕΟΥϹ laquoAtauacuted de Juan Dalisandeoraquo (MAMA 3 146) Aquiacute ΔΑΛΙϹΑΝΔΕΟΥϹ (= Δαλισανδέως) corresponde al genitivo de Δαλισανδέυς indicando que el difunto era natural de Dalisandos (vid Mapa 1)37 En conclusioacuten todo apunta a un origen minorasiaacutetico del gentilicio ΛΙΒΙϹΙΝΤΕΟΥϹ ~ ΛΙ]ΒΙϹΙΝΔΕ[ΟΥϹ y sus portadores

Sin embargo ninguacuten topoacutenimo como Libisinda o Libisindos estaacute atestiguado a diacutea de hoy como se concluye de la revisioacuten de Zgusta (1984) y de PHI38 Asiacute aunque se puede determinar con gran probabilidad el origen geograacutefico de nuestro gentilicio es imposible establecer la localidad exacta de donde procede

En inscripciones funerarias griegas del Mediterraacuteneo occidental desde la eacutepoca altoim-perial a la Antiguumledad Tardiacutea es muy comuacuten el uso de gentilicio en cuanto identificativo del difunto Y aunque este no es el lugar para un estudio estadiacutestico extenso podemos afirmar que la porcioacuten de gentilicios oriundos de Anatolia y Siria es cuantitativamente preponderante Si bien los autoacutectonos de ambas aacutereas geograacuteficas usan ocasionalmen-te gentilicios regionales (veacutease ΛΥΚΙΟϹ laquoLicioraquo y ϹΥΡΟϹ laquoSirioraquo) entre inmigrantes minorasiaacuteticos son muy frecuentes los gentilicios de ciudad39

En el s V o Vi tenemos atestiguado en Tarragona el epitafio bilinguumle mdashlatino y griegomdash de Rabla (SEG 53 1154) una mujer judiacutea NATA IN QVISICO (laquonacida en Ciacutezicoraquo) suegra de Sies archisinagogo y oriundo de la misma ciudad (ΚΥΖΗΚΕ[ΝΟϹ)40 Ya Curbera (1996 291-292) siguiendo a Anrich (1917 451) defiende que el Nicolaacutes Macriotes (ΝΙΚΟΛΑΟϹ ΜΑΚΡΙΟΤΑΙϹ)41 de un epitafio cristiano encontrado en la bahiacutea de Algeciras seriacutea natural de la isla de Μάκρα (Maacutekra) en Licia o bien de la ciudad vecina de Telmessos mdashque cambioacute su nombre por Μάκρη en eacutepoca inciertamdash si bien por el momento no es maacutes que una hipoacutetesis42

Ante todos los datos concluimos que los dos laquolibisindeosraquo el lector Eutiques de Meacutertola y el diaacutecono Sambacio de Meacuterida seriacutean ambos seguramente originarios de Asia Menor Pero en funcioacuten de tres argumentos es bastante probable que el mirtilense Patricis

37 Actual Sınapıccedil en Kayaoumlnuuml38 Se trata de la principal coleccioacuten de toponimia minorasiaacutetica y se basa en fuentes epigraacuteficas y literarias no soacutelo

antiguas sino tambieacuten posteriores a la Antiguumledad incluyendo literatura cristiana (textos hagiograacuteficos y eclesiaacutes-ticos)

39 En Italia sobretodo en el sur son numerosos los casos a partir del s ii de minorasiaacuteticos que se establecen en puertos importantes como Brindisi Miseno Naacutepoles OstiaRoma o Pozzuoli entre otros A menudo encontra-mos naturales de ciudades como Nicomedia (Bitinia) Coacuterico (Cilicia) o Ciacutezico (Helesponto) algunos laquoarmadoresraquo (ΝΑΥΚΛΗΡΟϹ) que ostentan sus respectivos gentilicios Ν(Ε)ΙΚΟΜΗΔΕΥϹ ΚΩΡΥΚΙΕΩΤΗϹ ΚΥΖΙΚ(ηνός) Concretamente en Puteoli se conocen cuatro naturales de la ciudad cilicia de Coacuterico (IG XIV 840 841 848 854) de los cuales dos son armadores (Robert 1973 172 n 43 Pilhofer 2006 69-70)

40 En la uacuteltima publicacioacuten (SEG 53 1154) de esta inscripcioacuten se restaura ΚΥΖΗΚΟ[Ϲ pero el gentilicio heleacutenico de Ciacutezico conocido por numerosos testimonios epigraacuteficos es ΚΥΖΙΚΗΝΟϹ Nos parece muy plausible que la Ο delante de la fractura pueda ser una Ε erosionada asiacute que proponemos la presente lectura

41 Noacutetese que ΜΑΚΡΙΟΤΑΙϹ es la grafiacutea irregular de ΜΑΚΡΙΩΤΗϹ con el sufijo adjetivo toponiacutemico -ιώτης42 Como subraya el mismo Curbera (1996 291) laquoThroughout the Greek world there are great numbers of toponyms

formed with the adjective μακρός (Μάκρα Μακρίς Μακρὰ κωμή etc) so that the ethnic Μακριώτης used in this inscription is ambiguousraquo Ademaacutes el autor argumenta que el nombre Νικόλαος era muy frecuente en Licia debido a la popularidad del culto de San Nicolaacutes de Myra Sin embargo el antropoacutenimo tuvo gran divulgacioacuten por todo el mundo helenoacutefono y su uso no indica directamente un origen licio



tambieacuten lo fuera 1) el nombre de su padre Geraacutesimo se conoce uacutenicamente en el suroeste de Asia Menor hasta muy tarde 2) su propio nombre es frecuente en la zona egeoanatolia y 3) su epitafio aparece en la misma laacutepida que el de Eutiques Libisindeo (m 544) y el texto es paleograacuteficamente ideacutentico (se trata seguramente de la misma mano) lo que sugiere alguna relacioacuten entre los dos individuos maacutes allaacute de viacutenculos eclesiaacutesticos

Difiacutecilmente podraacute ser casualidad que se conozcan solamente estos dos gentilicios uno en cada localidad iguales pero ausentes en el resto del mundo griego Nos parece que estos minorasiaacuteticos podriacutean haber constituido una parte importante de las comunidades orientales establecidas en la Lusitania visigoda aunque naturalmente no seriacutean los uacutenicos Por ejemplo seguramente encontrariacuteamos en Emerita grupos de judiacuteos o sirios conocidos en la ciudad en otros periodos o en otros puntos de la Peniacutensula en la misma eacutepoca43

25 El idioma

La lengua del corpus es la Koinḗ de la eacutepoca a menudo con ortografiacuteas irregulares docu-mentadas ya en el periodo heleniacutestico y que reflejan cambios fonoloacutegicos44

1 Monoptongacioacuten de ΑΙ = [ai] gt [aelig] gt [ε] gt [e] y consecuente fusioacuten de [e] con Ε = [e] tras la peacuterdida del contraste de cantidad vocaacutelica este uacuteltimo proceso atribuido al periodo romano imperial (Horrocks 2010 161-164 168) ΚΑΤΑΚΙΤΕ (M 5ab y M 10 CICM 182) por ΚΑΤΑΚΕΙΤΑΙ

2 Fusioacuten de ΕΙ = [e] gt [i] gt [i] con Ι = [i()] gt [i] documentada por primera vez en el s V aC (Horrocks 2010 161) ΙΡΗΝΗ (CICM 180 M12) por εἰρήνῃ ΕΙϹΙΔΩΡΙΤΟΥ (M 5a) por Ἰσιδωρίδου ΚΑΤΑΚΙΤΕ (M 5ab y M 10 CICM 182) por ΚΑΤΑΚΕΙΤΑΙ y ΥΕΙΟϹ (M 6) en vez del estaacutendar ΥΙΟϹ

3 La confusioacuten de ΟΙ con Υ se verifica a partir de mediados del s iii aC en el dialecto aacutetico de Atenas y desde mediados del s i aC en la Koinḗ egipcia Este fenoacutemeno refleja la monoptongacioacuten de ΟΙ = [oi] gt [ɵ] gt [œi] o [oslashi] gt [œ()] o [oslash()] o incluso [œ()] o [oslash()] gt [y] resultando en la fusioacuten con Υ = [y()] gt [y] (vid Horrocks 2010 163 167) asiacute tenemos ΗΚΥΜΗΘΗ (CICM 180) en vez del estaacutendar ΕΚΟΙΜΗΘΗ45

43 Se conoce un epitafio latino de Meacutertola que aparentemente pertenecioacute a un individuo de confesioacuten judaica Se trata de una laacutepida encontrada en la zona norte de la muralla de la villa (seguacuten la informacioacuten patente en el Museo de Meacutertola nuacutecleo de la Basiacutelica Paleocristiana) donde no se conserva el nombre del difunto pero se puede leer la fecha (482) y ademaacutes preserva el motivo de una menorah Se sostiene a menudo que las menoroth no son necesariamente indicadoras de judaiacutesmo pudiendo constituir parte del aparato iconograacutefico cristiano pero la verdad es que formalmente el motivo de la laacutepida mertolentildea es ideacutentico al que se encuentra grabado mdashjunto con los motivos judiacuteos de la shophar (corneta) y del lulabh (palmera) y una inscripcioacuten en hebreomdash en una pila de maacutermol blanco de Tarragona (Hachlili 2001 81 fig II23b)

44 El listado descriptivo a continuacioacuten no es exhaustivo ya que a pesar del nuacutemero limitado de epiacutegrafes el estudio de las caracteriacutesticas fonoloacutegicas del griego tardoantiguo en estas inscripciones lusitanas mereceriacutea un trabajo a parte

45 Veacutease en PHI ΕΚΥΜΗΘΗ otra forma irregular atestiguada en la epigrafiacutea tardoantigua de varias regiones del Mediterraacuteneo oriental

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4 Fusioacuten de Ο = [o] y Ω [o] gt [o] tras la peacuterdida del contraste de cantidad vocaacutelica mdashveacutease (1) arriba ΑΝΑΓΝΟϹΤΕϹ (M 5a) por ΑΝΑΓΝΩϹΤΗϹ ΥΙΩϹ (M 5b) por ΥΙΟϹ M 5a)

5 La confusioacuten ortograacutefica entre Ε y Η e incluso Ε Η y ΑΙ refleja [ai] gt [ε] seguida de la fusioacuten de [ε] y [ε] mdashcf (1) arriba asiacute tenemos ΕΖΕϹΕΝ (M 5a 12) por ἔζησεν ΕΚΟΙΜΗΘΗ (CICM 187)ΗΚΟΙΜΕΘΕ (T) ΕΚΟΙΜΕΘΕ (M12) por ἐκοιμήθη ΚΑΤΑΚΙΤΕ (M 5ab y M 10 CICM 182) ΚΑΤΑΚΙΤΗ (CICM 180 181 y 185) por κατάκειται Noacutetese que en PHI encontramos las formas concretas ΚΑΤΑΚΙΤΗ y ΚΑΤΑΚΕΙΤΗ casi solo en inscripciones tardiacuteas de Tracia y del centro-noroeste de Asia Menor (Bitinia Ponto y Frigia)

6 ΕΜΕΡΑ (T) por ἡμέρα y el uso de -ττ- en ΕΛΑΤΤΩltΝgt (M 10) son trazos del dialecto aacutetico46 que pervivieron en la Koinḗ tardoantigua47

7 En el griego de los periodos heleniacutestico y romano los aloacutefonos sonoros de p t k despueacutes de nasales se hicieron progresivamente regulares (leacutease foneacutemicos) ΜΠ ΝΤ ΓΚ = [mb nd ŋg] (Horrocks 2010 170) La consecuencia fue la fusioacuten de ΝΔ = [nd]48 y ΝΤ = [nt] gt [nd] justificando la oscilacioacuten ortograacutefica ΛΙΒΙϹΙΝΤΕΟΥϹ ~ ΛΙ]ΒΙϹΙΝΔΕ[ΟΥϹ en los epitafios lusitanos

Hay tambieacuten una serie de grafiacuteas menos regulares a tener en cuenta

1 La casi total substitucioacuten de Ε por Η en el epitafio de Saturna (CICM 180) no puede ser a pesar de la opinioacuten de Mordf P de Hoz (2007 483) tiacutepica del griego de entonces Alternaciones ocasionales entre Ε y Η seriacutean de esperar pero no la eliminacioacuten casi absoluta de Ε cf ΗΝΘΑ por ΕΝΘΑ ΗΖΗϹΗΝ por ΕΖΗϹΕΝ ΗΝ por ΕΝ ΗΚΥΜΗΘΗ por ΕΚΟΙΜΗΘΗ y ΗΡΑ por ΕΡΑ Este caso aberrante y singular se debe posiblemente a un pobre dominio de la ortografiacutea griega por parte de quien produjo el texto (veacuteanse las faltas ortograacuteficas ltΕgtΤΗ y ΜΑltΡgtΤΙΩ en el mismo epiacutegrafe) ciertamente alguien distinto del lapicida que inscribioacute la piedra

2 Como vimos anteriormente ΕϹΤΑΜΙΝΙΑϹ deriva originalmente de un teacutermino latino con la e- proteacutetica del latiacuten tardiacuteo y es el reflejo del contacto entre los idiomas lati-no y griego Podemos comparar la grafiacutea del genitivo patroniacutemico ΕϹΤΕΦΑΝΟΥ (= ϹΤΕΦΑΝΟΥ) en una inscripcioacuten funeraria de Cartagena (ICERV 422) probablemente del periodo de la ocupacioacuten bizantina de la ciudad (vid Abascal Palazoacuten y Ramallo Asensio 1997 nordm 213 y Vizcaiacuteno Saacutenchez 2009 747)

3 El uso de Τ en vez de Δ en ΕΙΣΙΔΩΡΙΤΟΥ (= estaacutendar Ἰσιδωρίδου) (M 5a) es un caso ineacutedito con este antropoacutenimo La confusioacuten ortograacutefica de la sonoridad de oclusivas

46 Vid Liddell y Scott (1940 ἡμέρα y ἐλάσσων) y Allen (1968 11-12 57-58)47 Recueacuterdese que la aristocracia macedonia adoptoacute como oficial el dialecto aacutetico y eacuteste dejoacute huella en la Koinḗ

(Christidis 2007 521)48 La oclusiva dental sonora Δ = [d] se convierte en fricativa [eth] a partir de los ss iii-iv excepto justamente tras nasal

(vid Horrocks 2010 170)



puede darse bajo la influencia de un substrato linguumliacutestico donde tal distincioacuten no exis-ta (veacutease por ejemplo el caso del griego egipcio afectado por el sistema fonoloacutegico del idioma copto)49 Tambieacuten los idiomas de la rama anatolia careciacutean de contraste de sonoridad pero es difiacutecil de probar que nuestro haacutepax sea producto de la influen-cia de un substrato minorasiaacutetico50

4 La substitucioacuten de Ω por ΟΥ en ΖΟΥϹΙΜΟΥ (= Ζώσιμου) (M 6) no es frecuente pero ademaacutes de algunos ejemplos de la eacutepoca heleniacutestica en Tesalia existen varios hallazgos en la epigrafiacutea paleocristiana de Asia Menor51 Noacutetese que con este mismo antropoacutenimo solo existe como paralelo un ΖΟΥϹΗΜΟΥ de la isla de Thasos en el norte de Grecia (RIChrM 262 ss V-Vi)

5 La forma ΝΩltΗgtΒΡΙ(ω) laquonoviembreraquo (ICERV 419) es excepcional y se asemeja a la forma denasalizada ΝΟΕΒΡ(Ι)ΟϹ que estaacute documentada en tan solo tres epiacutegrafes de Licaonia (Asia Menor) dos tardoantiguos y uno fechado en el antildeo 1302

6 Las variantes del antropoacutenimo Σαββάτιος en ϹΑΝΒ- (como en CICM 181) son numerosas en el norte de Grecia (doce ejemplos en PHI) y en Asia Menor (quince ejemplos en PHI) aunque en el caso de esta uacuteltima regioacuten esto se puede explicar por la relacioacuten histoacuterica del nombre con la misma

7 ΑΠΡΕΛΛΙΩ (M 12) por Ἀπριλλίῳ (lt latiacuten Aprīlis) es haacutepax pero el uso de la ε griega para representar una ī latina estaacute bien documentado (Allen 1968 61)

26 Datacioacuten

Los uacutenicos monumentos fechables del conjunto son los de Saturna en Meacuterida (539) del lector Eutiques en Meacutertola (544) y de Maximiana en Plasenzuela (575) Recordamos que excluimos la informacioacuten de Mordf P de Hoz (2007 483) relativa a inscripciones ineacuteditas de Meacuterida con datacioacuten incluyendo una a la que la autora atribuye la fecha de 444 Cabe destacar que de confirmarse la datacioacuten de dicha inscripcioacuten (de la cual no se menciona el contexto de hallazgo) antecederiacutea en 95 antildeos al primer epiacutegrafe fechable (entre los publicados) y constituiriacutea por lo tanto un hallazgo aislado del grupo maacutes homogeacuteneo que aquiacute tratamos cuyas fechas nos dan un intervalo entre 539 y 575 En el caso de Meacuterida

49 Las oclusivas sonoras d y g existen en el copto exclusivamente en preacutestamos del griego o como resultado de sonorizacioacuten ante n (Loprieno 1995 41) por lo que ocasionalmente se verifican confusiones en la grafiacutea de estas oclusivas en el griego egipcio (Horrocks 2010 112)

50 Para la ausencia de contraste de sonoridad en los idiomas de la rama anatolia indoeuropea veacutease por ejemplo Watkins (2001 52) Efectivamente el griego minorasiaacutetico presenta esporaacutedicamente oscilacioacuten ortograacutefica entre oclusivas sordas aspiradas y no aspiradas probablemente por influencia del substrato anatolio (Horrocks 2010 114) pero lo mismo no se verifica en cuanto a las oclusivas sordas y sonoras

51 Ejemplos ΑΝΑΓΝΟΥϹΤΙϹ por ΑΝΑΓΝΩϹΤΗϹ (Aphrodisias Cilicia SEG 37 1292) ΘΕΟΔΟΥΡΟϹ por ΘΕΟΔΩΡΟϹ (Calcedonia Bitinia SEG 37 1042) ΘΕΟΔΟΥΡΟΥ por ΘΕΟΔΩΡΟΥ (Dokimeion Frigia Ramsay Cities and Bishoprics 744 686 y Aphrodisias Cilicia SEG 37 1292) ΘΕΩΔΟΥΡΟΥ por ΘΕΟΔΩΡΟΥ (Coacuterico Cilicia MAMA 3 330) ΠΑΝΔΟΥΡΟΥ por ΠΑΝΔΩΡΟΥ (Aphrodisias Caria Aphr 635 y Seleukeia-Kalykadnos Cilicia MAMA 3 24) Veacutease igualmente el caso de ΔΑΛΙϹΑΝΔΕΟΥϹ (= Δαλισανδέως) en Cilicia referido aquiacute anteriormente

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Mordf P de Hoz (2007 482-483) formuloacute una posible conjugacioacuten entre la evolucioacuten de los monumentos latinos y helenoacutegrafos alcanzando intervalos cronoloacutegicos de gran intereacutes para la investigacioacuten de ambos de mediados del s V hasta mediados del Vi los textos estaacuten insertos en una laacuteurea en la segunda mitad del s Vi hay intermitencia en el uso de este motivo y a partir de finales de la misma centuria la laacuteurea empieza a ser inusual en cam-bio despueacutes de c 575 se populariza la cruz en la primera liacutenea a la izquierda del texto

Sin embargo cabe observar que las laacutepidas helenoacutegrafas de Meacutertola son estiliacutestica-mente distintas de sus congeacuteneres latinas de la misma localidad y del taller de Meacuterida De hecho destacan por la sencillez iconograacutefica Se limitan siempre que se preserva la parte inicial a la presencia de una cruz bipartida en la primera liacutenea de texto delante de eacuteste la excepcioacuten es M 13 donde la cruz se presenta a la izquierda pero encima de la primera liacutenea textual Dicho fragmento tambieacuten estaacute decorado lateralmente a la izquierda del texto con una cruz monogramaacutetica Diferente es el epitafio de Patricis en la misma laacutepida del lector Eutiques mientras el primero estaacute completo y preserva dos cruces una inmedia-tamente antes y otra justo despueacutes del texto el segundo no presenta ninguna decoracioacuten (Dias 1993 102-138) Ademaacutes el epitafio del mismo Eutiques es el uacutenico fechado en Meacutertola (544) En conclusioacuten el periodo de la cruz (a partir de c 575) sugerido por Mordf P de Hoz no se aplica a la epigrafiacutea griega de Meacutertola

Tenemos pues un terminus post quem para la llegada de los individuos de nuestro conjunto epigraacutefico La cuestioacuten es saber cuaacutento tiempo antes de 539 tuvo lugar esa lle-gada Si partimos de la idea muy plausible de que el uso del gentilicio ΛΙΒΙϹΙΝΤΕΟΥϹ ~ ΛΙ]ΒΙϹΙΝΔΕ[ΟΥϹ indica un inmigrante de primera generacioacuten deducimos lo siguiente el lector mirtilense Eutiques muerto en 544 habriacutea nacido en Asia Menor haciacutea 523 y emigrado para Occidente entre una fecha y otra Esto no invalida que ya hubiera mino-rasiaacuteticos establecidos en Myrtilis o Emerita los cuales podriacutean incluso haber patrocinado la venida del joven cleacuterigo52

El segundo oriental que nos dejoacute el gentilicio en su epitafio es Sambacio diaacutecono en Emerita La idea de que se trata de un inmigrante de primera generacioacuten se apoya ademaacutes en el hecho de que la expresioacuten introductoria usada es ΕΝ[ΤΑΥ]ΘΑ ΚΑΤΑ[ΚΙ]ΤΗ una formulacioacuten poco frecuente en el mundo helenoacutefono pero haacutepax entre los epitafios griegos de Lusitania La laacutepida estaacute fragmentada y su texto no conserva la fecha del fallecimien-to pero podemos proponer una datacioacuten para el monumento sobre la base de criterios estiliacutesticos El epitafio de Saturna (539) estaacute inserto en laacuteurea y los de Eutiques Libisindeo (544) y Maximiana (575) tienen una cruz en la primera liacutenea del texto justo delante de la primera letra Es atractiva la sugerencia de Mordf P de Hoz (2007 483) de que el epitafio de Sambacio Libisindeo podriacutea ser del laquosegundo tercio del s Vi cuando todaviacutea se usaba la laacuteurea y empieza a aparecer la cruz en esa posicioacutenraquo De esta manera deducimos que

52 Es posible que la llegada de Eutiques a Lusitania estuviera motivada por la necesidad de tener a alguien capaz de leer las versiones griegas de los textos lituacutergicos para servir a una comunidad grecoparlante ya instalada en Myrtilis Veacutease el caso de Cesario obispo de Arelate (Arleacutes) empentildeado en asegurar la participacioacuten de los orientales en los oficios lituacutergicos (vid 4) Sin embargo esto es reconocidamente especulativo



infante o adulto Sambacio tuvo que establecerse en Emerita durante las primeras deacutecadas del s Vi Es eacuteste tambieacuten el hiato cronoloacutegico miacutenimo en el cual podemos situar la inmigra-cioacuten para territorio lusitano de los orientales que produjeron o encargaron la produccioacuten de nuestros epiacutegrafes

3 Problemaacuteticas histoacuterico-arqueoloacutegicas

31 Orientales en Lusitania bajo el dominio romano

Hay testimonios de la presencia de orientales en Hispania desde al menos la Repuacuteblica Tardiacutea o el Alto Imperio Eacutestos se prolongan sin aparente discontinuidad hasta el s iV53 La primera referencia epigraacutefica tardoantigua es el epitafio de Aurelio Heliodoro natural de Tarso habitante de Hispalis y fallecido en Tarracona que estaacute fechado a final del s iV (Vives 1971 nordm 196 apud Amores Carredano et al 2007 137) Maacutes tarde en 456 Hidacio (Chron 177) informa de que una flota de mercaderes orientales llegoacute a Hispalis anunciando la victoria del emperador Marciano (r 450-457) sobre el pueblo caucasiano de los Lazes

A estos datos cabe antildeadir algunas evidencias externas relacionadas con el estable-cimiento de orientales en Lusitania Hidalgo y Mordf P de Hoz (2006 554) detectan los primeros hallazgos epigraacuteficos en griego a partir del s ii en Meacuterida54 Sin embargo los testimonios maacutes importantes en torno a la presencia de comunidades de habla griega en dicha provincia romana y a su importancia econoacutemica para el Mediterraacuteneo oriental durante los ss iV y V parecen venir de fuera

En primer lugar se halloacute una laacutepida funeraria en Roma (SEG 52 982) con el siguiente texto

[Ι]ΟΥΛΙϹ ϹΥΡΟϹ ΚΑΤΥΚΗϹΑϹ ΕΝ ΕΙΜΕΡΙΤΗ ΠΟΛΙ ΤΗϹ ΕΙϹΠΑΝΙΑϹ ΕΖΗϹΕΝ ΜΕΤΑ ΕΙΔΙΑ[Ϲ Γ]Υ

ΝΑΙΚΟϹ ΕΤΗ ΚΕ ΕΤΕΛ[Ε]ΥΤΕϹΕΝ ΕΤ[Ω]Ν Ο ΠΡΟ Α ΕΙΔΩΝ ϹΕΠΤΕΜΒΡΙΩΝ ΕΤΑΦΕ ΕΙΔΩ

Ν ϹΕΠΤΕΜΒΡΙΩΝΑ Ω

53 Cabe mencionar para este periodo un epiacutegrafe que cita la existencia de un colegio de mercaderes sirios y de otro origen ilegible en Malaca patrocinados por un romano con el nombre de Clodio u otro similar (IG XIV 2540) Este epiacutegrafe presenta una foacutermula ΤΟΝ ΠΑΤΡΩΝΑ ΚΑΙ ΕΥΕΡΓΕΤΗΝ cuyos paralelos ocurren entre el inicio del s i aC (IvO 328) y el fin del s ii o principio del iii (FD III 4 269) dato que nos condujo a una datacioacuten tardorepublicana o altoimperial de la pieza Tambieacuten en Hispalis existiriacutea al final del s iii una comunidad de sirios que celebraba fiestas en honor de la diosa semita Salamboacute una de las cuales habriacutea provocado el martirio de las santas Justa y Rufina hechas patronas de la ciudad (Garciacutea Moreno 1972 137 Garciacutea Vargas 2007 137)

54 Como ejemplo de la presencia de familias helenoacutegrafas en la Lusitania de entonces noacutetese que tambieacuten en Balsa (Tavira Portugal) se halloacute un epitafio en griego que podriacutea fecharse o entre final del s ii e inicios del s iii (Ribeiro 2002 529) o a mediados de esta uacuteltima centuria (Perea Yeacutebenes 1995 182)

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laquoJulis natural de Siria habiendo residido en Emerita ciudad de Hispania vivioacute con su mujer veinticinco antildeos murioacute con setenta y cinco antildeos

en el primer diacutea antes de los Idus de septiembre fue sepultado en los Idus de septiembreraquo55

Este epitafio es notable al tratarse de un testimonio externo de la presencia de sirios en Emerita que podemos fechar ademaacutes en el intervalo cronoloacutegico entre el Edicto de Milaacuten (313) y c 45056

Otro testimonio foraacuteneo bastante interesante en la misma eacutepoca consiste en un cua-drante solar de bronce hallado en la ciudad de Aphrodisias en Caria (Aphr 866) De los vein-tiocho territorios y localidades inscritos en el objeto los dos uacuteltimos topoacutenimos son ϹΠΑΝΙΑϹ y ΗΜΕΡΙΤΑ lo que es revelador Las uacutenicas ciudades o territorios occidentales referidos en el cuadrante son ademaacutes de los citados Roma Cartago Sicilia Burdigala y Galias Asiacute se entiende la importancia atribuida en Oriente a la Dioecesis Hispaniarum y su capital Emerita cuya trascendencia poliacutetica se deberiacutea traducir igualmente en relevancia econoacutemica sobre todo cuando se verifica un periodo de incremento en los contactos comerciales entre ambas partes desde mediados del s iV hasta los comienzos del siguiente como evidencia el mayor nuacutemero de pecios hispanos en el Mediterraacuteneo en esta eacutepoca (Garciacutea Vargas 2011 101)

Pero en Lusitania encontramos otra clase de vestigios de contactos con Oriente en torno a los ss iii y iV En primer lugar hay que referir dos inscripciones musivas una fragmentaria asociada a una escena de pugilato en el pavimento del frigidarium de la uilla de Santa Vitoacuteria do Ameixial (Estremoz Portugal) el cual fue fechado en los ss iii-iV (Dias 2001 21-22) y otra de Emerita fechada en los ss iV-V con una frase augural en griego pero escrita en alfabeto latino (De Hoz 2007 488 Ramiacuterez Saacutedaba 2009 71-72) Debemos sumar a estos testimonios epigraacuteficos algunas evidencias arqueoloacutegicas De la uilla de Quinta das Longas se conoce una moneda de bronce del emperador Constancio II (r 337-361) proveniente de Elvas (Portugal) y acuntildeada en Ciacutezico entre 353 y 358 (Almeida y Carvalho 2005 350) asiacute como un importante conjunto escultoacuterico fechado en el s iV perteneciente a un ninfeo y relacionado con el llamado laquogrupo de Afrodisiasraquo (Nogales Bassarrate et al 2005) Anaacutelisis recientes del maacutermol de las esculturas revelaron una procedencia de las canteras de Muğla (Turquiacutea) unos 40 km al suroeste de la misma ciudad caria de Aphrodisias (Royo et al 2011)57 Finalmente hay que referir los vidrios de Salacia clasificados como bizantinos (Mantas 1990 204)

A modo de integracioacuten de estos datos mdashque destacan los contactos entre el Conuentus Emeritensis y Cariamdash hemos de mencionar la existencia de una ruta comercial entre

55 La traduccioacuten es de los autores56 La ficha epigraacutefica en la base de datos de PHI facilita una cronologiacutea de los ss iv-v Con todo hay que sentildealar

dos aspectos por un lado el epitafio es seguramente cristiano al estar decorado con el crismoacuten por otro los paralelos maacutes tardiacuteos para las foacutermulas que presenta se hallan (seguacuten PHI) en inscripciones griegas de Italia de mediados del s v

57 Esta informacioacuten procede de un poacutester presentado en el IX Congresso Ibeacuterico de Arqueometria (Fundacioacuten Calouste Gulbenkian Lisboa 26-28 de octubre de 2011)



Lusitania y Oriente que aparece referida por primera vez en el Edictum de Pretiis (301) Su identificacioacuten en lo que a arqueologiacutea se refiere seraacute maacutes evidente a partir del s V (Quaresma 2009 473-475)

32 Orientales en la Lusitania visigoda y su integracioacuten

Las poblaciones procedentes del Imperio Romano de Oriente estariacutean perfectamente inte-gradas en las sociedades que encontraran en el occidente de Hispania Como bien observa Mordf P de Hoz (2007 487) los datos prosopograacuteficos de las laacutepidas griegas son el reflejo de una comunidad bien enraizada representada por hombres y mujeres y etariamente diversa las edades de fallecimiento conocidas son de 2() 21 28 35 y plusmn60 antildeos Noacutetese tambieacuten que ademaacutes de la inexistencia de diferencias de espacio sepulcral mdashque en nuestra opinioacuten equivaldriacutean a divergencias cultualesmdash el calco griego de las foacutermulas funerarias latinas en los epitafios indica una fuerte simbiosis cultural

Por otro lado hay que considerar la hipoacutetesis de que no solo los orientales emigraron hacia Lusitania El problema de la identificacioacuten de occidentales no hispanos es el idioma ya que el uso del latiacuten era comuacuten a diferentes regiones Los testimonios escritos en griego destacan al emplear una lengua no occidental pero detectar un epitafio encargado por un norteafricano por ejemplo seriacutea maacutes difiacutecil cuando no imposible58

Respecto a estatutos socioeconoacutemicos queda patente que los conjuntos epigraacuteficos griegos de Meacuterida y Meacutertola reflejan una gran relacioacuten de los difuntos con las instituciones cristianas de sus localidades En once epitafios con informacioacuten prosopograacutefica encontra-mos seis individuos de sexo masculino frente a dos del geacutenero femenino y tres anoacutenimos Tres de los seis hombres teniacutean cargos eclesiaacutesticos en cuanto a los restantes conocemos uacutenicamente la ocupacioacuten de Eutiques en Meacutertola ligada a la produccioacuten de staminiae prendas probablemente relacionadas con contextos monaacutesticos59

Este cuadro resulta del hecho de que solamente se pueden extraer datos biograacuteficos de once epitafios de un total de veintiuno No podemos por lo tanto inferir si habriacutea maacutes orientales ligados a la Iglesia En realidad todos los individuos cuya ocupacioacuten conoce-mos estaacuten de una manera u otra relacionados con el medio eclesiaacutestico Sin embargo es bastante razonable la idea de que un porcentaje considerable de orientales se dedicariacutea al

58 Cabe destacar a este propoacutesito que las fuentes histoacutericas nos dan otra percepcioacuten de la presencia de elementos africanos en la Lusitania visigoda Por ejemplo el nombre del obispo de Emerita predecesor de Fidel Masona solo tiene paralelos (entre eacutepoca romana y altomedieval) en el norte de Aacutefrica (Collins 2004 155) aunque en las VPE (IX) se diga que era godo Tambieacuten en territorio emeritense se instaloacute presumiblemente un grupo de monjes norteafricanos liderados por el abad Nancto en propiedades donadas por el rey visigodo Leovigildo (r 568-585) a pesar de las diferencias religiosas entre esa comunidad monaacutestica y el monarca (Wood 2003 198 y Collins 2004 65 152)

59 Los trabajos arqueoloacutegicos desarrollados en el monasterio de Monte Mosteiro en Meacutertola han permitido fechar el edificio mdasha traveacutes de los materiales arqueoloacutegicos y de paralelos constructivosmdash en finales del s v o en el s vi (Lopes et al 2011 11 15-18) Asiacute hay evidencia de una instalacioacuten monaacutestica en el territorio de la localidad probablemente contemporaacutenea con la vida del difunto

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comercio (como sucedioacute con los establecidos en territorio hispaacutenico en siglos anteriores de los cuales existe testimonio epigraacutefico) aunque no tengamos evidencia epigraacutefica de esas actividades

Acerca de la comunidad responsable de la epigrafiacutea griega de Myrtilis se ha defendido que se tratariacutea de un grupo de inmigrantes orientales de doctrina monofisita60 fugitivos a consecuencia de su persecucioacuten por las autoridades del Imperio Romano de Oriente Esta reflexioacuten se basa en el hecho de que existen dos elementos onomaacutesticos mdashde un total de ocho conocidos actualmentemdash que corresponden al antropoacutenimo griego Eutiques (Εὐτύχης)61 que fue tambieacuten el nombre del fundador de la doctrina del monofisismo (Torres 1993 27-28 y 1995 y Lopes 2003 61-62) Sin embargo el argumento onomaacutes-tico no es convincente por un lado Eutiques y otros nombres relacionados eran bastante comunes tanto en Oriente como en Ocidente entre apologistas de ambas doctrinas62 por otro lado la posicioacuten radical de Eutiques no parece haber sido acogida ampliamente en ninguacuten momento siendo incluso condenada de manera expliacutecita por la mayoriacutea de los restantes monofisitas (ODCC 1105)

En este punto el contexto de hallazgo del epitafio de uno de los dos Eutiques de Meacutertola tampoco parece dar la razoacuten a los proponentes de una relacioacuten entre el antropoacute-nimo y la doctrina monofisita El laquoestamentildeeroraquo es precisamente el uacutenico individuo con laacutepida griega del que sabemos de manera segura que fue sepultado en el interior de la Basiacutelica de Rossio do Carmo (cf Coelho et al 1993 Dias et al 2001 40-41) Santiago Macias (2006 339) plantea la firme posibilidad de la existencia de otro edificio religioso cerca de dicha basiacutelica en el local del actual Cine-Teatro Marques Duque pero sugiriendo su consagracioacuten a un culto cristiano distinto es decir heterodoxo El autor apoya esta idea en el descubrimiento de un epiacutegrafe griego en la zona Sin embargo aparte de esta informacioacuten recoge igualmente el hallazgo de otro epitafio griego en la Basiacutelica de Rossio do Carmo (cf ibid 290) lo que a nuestro entender invalida dicha hipoacutetesis de diferencia cultual

60 El monofisismo radica en la creencia de que las naturalezas divina y humana de Jesucristo son maacutes bien una sola contrariando las creencias nestorianas que defendiacutean la total separacioacuten entre la humanidad y la divinidad del Hijo de Dios A lo largo de los siglos emergieron diversas variantes de esta doctrina con mayor o menor proximidad a las creencias ortodoxas Condenada por el Concilio de Calcedonia (451) la doctrina monofisita fue apoyada por el emperador Anastasio I (r 491-518) y condenada por su sucesor Justino I mientras que Justiniano I vaciloacute entre el monofisismo y la ortodoxia En todo caso se reconoce que el proceso fue violento y conllevoacute persecuciones exilio de liacutederes y destruccioacuten de iglesias (ODB II 1398-1399 ODCC 1104-1105)

61 En efecto el monje Eutiques de Constantinopla (c 370-c 454) fue juntamente con el patriarca Dioacutescoro de Alejandriacutea (m 454) el adalid de lo que se conoce comuacutenmente como laquotendencia monofisitaraquo (vid ODB II 1399 Vallejo Girveacutes 2003 764)

62 Uno de los patriarcas de Constantinopla en el s vi considerado santo se llamaba Eutiquio (r 552-565577-582) y provocoacute la ira del emperador Justiniano I por su oposicioacuten a la aceptacioacuten del aftartodocetismo un tipo de monofisismo maacutes radical como doctrina cristiana oficial (ODB I 129 ODB II 759 ODB III 2080-2081) Hacia Occidente estaacute atestiguado el nombre Eutiques en un epitafio griego de Villaricos (Almeriacutea) concretamente en territorio de la Baria tardoantigua La fecha del epiacutegrafe es relativa Vizcaiacuteno Saacutenchez (2009 733-735) citando a Rodagrave (1988 231-233 fig 16) nota que laquoel formulario y los rasgos paleograacuteficos permiten fechar el epiacutegrafe durante el siglo vi sugerentemente coincidiendo con la ocupacioacuten bizantina de esta ciudadraquo Sea como sea se trata muy probablemente de un ejemplo posterior a la vida del fundador del monofisismo



La reaccioacuten ortodoxa adversa a la doctrina monofisita estaacute atestiguada en Hispania en dos momentos histoacutericos respectivamente en los antildeos 58963 y 61964 Para el periodo en el que se constata la presencia de comunidades helenoacutegrafas en Lusitania (539-575) tenemos la referencia a un discurso de Dacio de Milaacuten (fl c 530-552) hecho en Constantinopla en el que el arzobispo cuenta la Iglesia hispana entre aquellas que condenaban la poliacutetica religiosa del emperador Justiniano considerando que sus disposiciones contrariaban lo que habiacutea sido determinado en el Concilio de Calcedonia (451) ampliamente respetado en Occidente (Vallejo Girveacutes 2004 141-142) Fue precisamente en esta reunioacuten de prelados donde se condenoacute el monofisismo

Las circunstancias descritas sugieren el siguiente escenario o bien los monofisitas de Myrtilis ocultaban sus creencias heterodoxas mdashalgo que podriacutean maacutes faacutecilmente lograr en los territorios orientalesmdash o bien los latinohablantes locales seguiacutean mayoritariamente esta herejiacutea tesis que no encuentra apoyo en ninguna fuente histoacuterica coeva como hemos visto Los argumentos anteriores son tambieacuten aplicables a la realidad de Emerita donde tampoco hay evidencia alguna de culto monofisita Contrariamente a la luz de los datos presentados nos vemos obligados a defender que los orientales helenoacutefonos manteniacutean un culto tan ortodoxo como el de la comunidad hispanorromana y como tal otras moti-vaciones los habriacutean traiacutedo al territorio lusitano

33 El comercio oriental en la Lusitania visigoda evidencias arqueoloacutegicas y textuales

La presencia de orientales mdashprincipalmente minorasiaacuteticos pero seguramente tambieacuten de otras regionesmdash en Lusitania no puede desligarse de diversas evidencias arqueoloacutegicas relacionables con el comercio ya sea de alimentos y sus contenedores o de ceraacutemicas finas de mesa

En el antiguo territorio lusitano se han hallado ejemplares de Late Roman Amphora65 1 (minorasiaacutetica y despueacutes chipriota) LRA 3 (minorasiaacutetica) y LRA 4 (palestina) aacutenforas sobre todo vinarias (Bonifay y Pieri 1995 108-109 111-112) En los contextos hispaacuteni-cos sus dataciones seriacutean respectivamente los ss V-Vi (con un asa de aacutenfora claramente

63 Seguacuten Vives (1963 119) lo decretado en el III Concilio de Toledo (589) que podemos considerar mayoritariamente como una reaccioacuten al arrianismo es la condenacioacuten no solo de la separacioacuten exagerada entre las naturalezas divina y humana de Cristo sino tambieacuten del reconocimiento anticalcedonio de una sola naturaleza divina en Jesuacutes De hecho el canon IX del Concilio castiga con la excomunioacuten a todo el que crea en los presupuestos fundamen-tales de la herejiacutea monofisita En la traduccioacuten provista por el autor laquoCualquiera que se atreviere a confesar que el Hijo de Dios seguacuten su Divinidad puede ser visto o padecer sea anatemaraquo

64 En ocasioacuten del II Concilio de Sevilla (619) se presentoacute ante los prelados beacuteticos un autoproclamado obispo venido de Oriente cuya exposicioacuten doctrinal se hallaba fundada en el hecho de que Jesuacutes solo teniacutea naturaleza divina y que era posible que su divinidad sufriera los martirios relatados en las Escrituras Rechazado en su ideologiacutea por los sacerdotes catoacutelicos el obispo monofisita no pudo maacutes que convertirse a los caacutenones ortodoxos establecidos en los territorios visigodos (Vives 1963 171) La traduccioacuten del texto conciliar hecha por Vives es la siguiente laquoEn la duodeacutecima causa se nos presentoacute ante nosotros cierto sirio de la herejiacutea de los aceacutefalos que afirmaba ser obispo y que negaba la existencia de dos naturalezas en Cristo y afirmaba que la deidad podiacutea padecer [hellip]raquo

65 De aquiacute en adelante LRA

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asignable al s Vi en la uilla de Monte da Cegonha Beja Portugal)66 los ss iV-Vii (con mayor probabilidad de surgimiento en el s V y en la primera mitad del s Vi) y los ss V-Vii

En cuanto a las ceraacutemicas finas hay un claro predominio cuantitativo de terra sigillata focense tardiacutea67 puesto que se distribuye homogeacuteneamente por Lusitania aunque en pequentildeas cantidades La terra sigillata chipriota tardiacutea68 se documenta tan solo en Lisboa Meacutertola y Meacuterida en cantidades muy residuales (Delgado 1988 40-43 Diogo y Trindade 2000 86 92 y fig 6 Fabiatildeo 2009 33-38)

Se sabe que el comercio oriental de ceraacutemicas finas no es arqueoloacutegicamente igual de visible en la Lusitania tardoantigua que el del norte de Aacutefrica De hecho varios estudios indican que las importaciones de vajillas de esta uacuteltima regioacuten superaban ampliamente a las procedentes del Mediterraacuteneo oriental en la mayor parte de la Peniacutensula69 Meacuterida y Meacutertola son paradigmaacuteticas en cuanto a este patroacuten de importacioacuten a pesar de la pre-sencia de inmigrantes de escritura griega trabajos recientes sobre ambos centros urbanos demuestran la hegemoniacutea de la terra sigillata africana D70 durante el s Vi (Osland 2011 306 Fernandes 2012 22-68)

Por otro lado y auacuten respecto a la TSFT existen evidencias estratigraacuteficas que podriacutean revelar para dichas vajillas una situacioacuten distinta con relacioacuten a la etapa anterior En Meacuterida por ejemplo los fragmentos de Hayes 3 publicados fueron exhumados en con-textos asignados a los ss Vii (Hayes 3C dos fragmentos) y Viii o posteriores (Hayes 3A un fragmento) (Osland 2011 306) Tambieacuten en contextos del antiguo Conuentus Tarraconensis se documentan piezas de TSFT como Hayes 3C 3E 3H y 5B que fueron descartadas solamente durante la segunda mitad del s Vi (Gonzaacutelez Loacutepez 2007 222 224-225) Por otro lado un fragmento de Hayes 3 de TSCT hallado en Meacuterida procede de un contexto fechado en el s Viii o en un momento maacutes tardiacuteo (Osland 2011 306)

Esta situacioacuten difiere de la que Hayes observoacute en el Aacutegora de Atenas El investigador atestigua el inicio del desecho masivo de Hayes 3B e 3C entre c 460 y c 475 siendo esta uacuteltima variante inmediatamente suplantada por la Hayes 3D cuyo cese se produce tal como para la Hayes 3E en el uacuteltimo cuarto del s V o en un momento muy inicial de la centuria siguiente (Hayes 1972 337-338) En cuanto a la TSCT un estudio maacutes reciente basado en nuevas excavaciones arqueoloacutegicas realizadas en Chipre no ha alterado las cronologiacuteas de las formas Hayes 2 y 3 Ambas pueden fecharse entre c 475 y c 550 (Rowe 2004 110-112)

La pervivencia de estos objetos durante un hiato temporal mucho maacutes amplio que el observado en contextos del Mediterraacuteneo oriental vendriacutea a significar en nuestra opinioacuten que el valor dado a la TSFT y a la TSCT por los consumidores hispaacutenicos seriacutea relativamente maacutes considerable que el de la regioacuten original de produccioacuten

66 Vid Pinto y Lopes 2006 208 209 fig 9 pieza 5567 De aquiacute en adelante TSFT68 De aquiacute en adelante TSCT69 Veacutease por ejemplo Reynolds (1987 11) Viegas (2007) y Osland (2011 306) entre muchos otros trabajos donde

esta circunstancia es evidente70 De aquiacute en adelante TSA D



La difusioacuten de estas mercanciacuteas sigue un patroacuten maacutes o menos visible conforme a los distintos hallazgos (evidente en el caso de la TSFT bastante perceptible para las LRA y apenas identificable para la TSCT) Se distribuyen primero por viacutea mariacutetima y fluvial sien-do maacutes frecuentes en la costa y en los valles de los grandes riacuteos En Lusitania se dibujan grandes penetraciones en el interior a traveacutes de los riacuteos Duero Mondego Tajo y Guadiana Cada uno de los grandes centros urbanos parece redistribuir los productos por su territorio por medio de las viacuteas terrestres

Al comparar la cronologiacutea de los epitafios con la de las ceraacutemicas de importacioacuten orien-tal queda de manifiesto que el nuacutemero de hallazgos anfoacutericos orientales exhumados en el antiguo territorio lusitano es demasiado escaso como para utilizarlo en este coacutemputo Para hacer tal comparacioacuten nos queda pues la TSFT Asiacute se entiende que el grueso de impor-taciones de estas piezas cese en el inicio del segundo cuarto del s Vi cuando ya no abarca un nuacutemero de yacimientos tan extenso (treinta y seis para Hayes 3C D E y F frente a tres para Hayes 3G y H) y pase a ser progresivamente residual Sin embargo solo a mediados de este cuarto de centuria se registra la primera laacutepida fechable de nuestro conjunto (Saturna 539) No hay pues ninguna relacioacuten obvia entre el pico del comercio oriental de vajillas y alimentos y la llegada de los individuos mencionados en nuestro conjunto epigraacutefico

Los hallazgos de ponderales y monedas orientales en territorio lusitano (ss V-Vi) son esporaacutedicos y no se puede delinear un mapa coherente de su dispersioacuten ni apreciar su signi-ficado En el aacuterea correspondiente a esta provincia tardoantigua solamente hemos podido documentar hallazgos de ponderales en el actual territorio portugueacutes Alfeizeratildeo (Alcobaccedila) Coniacutembriga Poacutevoa de Mileu (Guarda) y Fiatildees (Santa Maria da Feira) (Fabiatildeo 2009 38-39 fig 6) En cuanto a monedas adscribibles al mismo aacutembito se conocen dos tambieacuten en Portugal un triens de Justino I (r 518-527) encontrado en el yacimiento de Fonte da Cal (Nisa) y posiblemente acuntildeado en Ciacutezico (Almeida 1974-1977 383) y un pentanummium de Justiniano I descubierto en Lisboa en la Casa del Gobernador de la Torre de Beleacutem acuntildeado en el Taller 1 de Constantinopla e hipoteacuteticamente posterior a 542 (Fabiatildeo 2009 25-27)

En cuanto a los productos exoacuteticos encontramos referencias para Emerita al uso de la seda ahora en contextos eclesiaacutesticos Mariacuten (2009 55-56) cita un pasaje de las VPE donde se informa que en la misa de Pascua el obispo emeritense Masona (fl 570s-600s) se haciacutea acompantildear de numerosos nintildeos vestidos como eacutel con tuacutenicas de seda En la eacutepoca este material no podriacutea llegar de otro lugar que no fuera el Imperio Romano de Oriente71

71 Se sabe que la seda fue originalmente producida en la China e importada para las zonas mediterraacuteneas a traveacutes de la ruta terrestre que tomoacute su nombre Relatan dos historiadores bizantinos Procopio de Cesarea (De bello Gothico IV 17) y Teoacutefanes de Bizancio (citado por el patriarca Focio ya que su obra se perdioacute vid Procopio apud Kaldellis 2010 181-182) el contrabando de huevos de gusanos de seda (Bombyx mori L) oriundos de Asia Central por primera vez durante el reinado de Justiniano I aunque las fuentes no coinciden en los detalles Sin embargo hay indicaciones de que la sericultura estaba ya implementada en Siria en el s v (Parani 2008 410 y Jacoby 2008 422 citando Muthesius 1993 19-23) En Italia concretamente en Naacutepoles se conoce el epitafio (IG XIV 785 ss iv-v) de un laquoHeliodoro hijo de Alejandro antioquense vendedor de seda (ϹΗΡΙΚΟΠΟΙΩϹ)raquo No podemos determinar con exactitud el origen de Heliodoro ya que se conocen maacutes de veinticinco ciudades con el nombre de Antioquiacutea (la mayoriacutea en Asia Menor o Siria) pero este texto documenta el desplazamiento o incluso establecimiento permanente de mercaderes orientales de seda en Occidente

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En la finca de El Turuntildeuelo (Medelliacuten) se halloacute en una tumba clasificada como laquohispanovisigodaraquo una fiacutebula-amuleto discoidea de oro con una representacioacuten de la Adoracioacuten de los Magos al Nintildeo Jesuacutes y a la Virgen Mariacutea con la siguiente inscripcioacuten profilaacutectica ΑΓΙΑ ΜΑΡΙΑ ΒΟΗΘΙΤΗ ΦΩΡΟΥϹΑΙΑΜΗΝ laquoSanta Mariacutea ayuda a la portadora Ameacutenraquo (Peacuterez Martiacuten 1961)

Peacuterez Martiacuten (ibid 22-23) refiere como paralelo maacutes proacuteximo una fiacutebula de oro halla-da en AkhmimPanoacutepolis ciudad de Alto Egipto donde la uacutenica diferencia es la aparicioacuten de un aacutengel en la parte superior de la pieza La autora menciona auacuten paralelos para el objeto en la Hispania visigoda y en la actual Alemania aunque se refiera a estas piezas como laquoel eco barbarizado de otras bizantinasraquo

En torno a las razones de la presencia de esta pieza en su lugar de hallazgo persisten muchas dudas Los paralelos epigraacuteficos maacutes cercanos en PHI proceden de Siria y los que se pueden fechar se situacutean alrededor de la segunda mitad del s Vi Algunos autores sos-tienen una peregrinacioacuten de la difunta a Palestina de donde habriacutea traiacutedo la pieza puesto que existen paralelos para la misma en oraciones contenidas en objetos ligados a viajes de peregrinos a esa regioacuten (Schlunk y Hauschild 1978 tabla 49a 156-157 apud Vizcaiacuteno Saacutenchez 2007 25 n 88 y Balmaseda Muncharaz 2009 25-26) Otros no obstante con-sideran que podriacutea tratarse de un amuleto contra enfermedades uterinas (Bravo Garciacutea 2002 133 n 39 apud Vizcaiacuteno Saacutenchez 2007 25 n 88) quizaacute por paralelismos con amuletos maacutegicos de siglos anteriores (vid por ejemplo Ferguson 1985 165)

Sin embargo aunque no pueda descartarse la posibilidad de que la difunta hubiera peregrinado a Tierra Santa es posible que el artefacto llegara a territorio metelinense desde Emerita como resultado directo o indirecto de comercio oriental Aunque la fiacutebula-amu-leto de El Turuntildeuelo sea un objeto uacutenico la existencia de otras piezas de tipo similar en Hispania podriacutea sugerir un mercado peninsular para el consumo de objetos de esta iacutendole

El primer punto de contacto entre los mercaderes orientales y los comerciantes occi-dentales seria el cataplus catabolus o telonium donde se desembarcaban las mercanciacuteas y cobraban impuestos Respecto a Hispania lo mencionan Isidoro de Sevilla (Etym XV II 45) y el Liber Iudiciorum (XII II 18) aunque siempre de modo general En este uacuteltimo coacutedigo se cita la existencia de los telonarii que tratariacutean de los litigios entre comerciantes extranjeros (XI III 2) Ninguna otra fuente visigoda menciona los puertos y ya que son escasamente conocidos en lo que a arqueologiacutea se refiere la misma existencia de instala-ciones portuarias se infiere uacutenicamente a partir de evidencias indirectas (cf Mariezkurrena 1999 139) como las que analizamos anteriormente

En cuanto a la viacutea fluvial que afecta a nuestro estudio es decir el riacuteo Guadiana Mordf P de Hoz (2008 25) indica que seriacutea navegable hasta Meacuterida Sin embargo varios estudios destacan la formacioacuten de accidentes geomorfoloacutegicos aguas arriba de Meacutertola durante la glaciacioacuten del Wuumlrm (c 110000-10000 BP) y respectiva regresioacuten (vid Garcia 1996 33-38) Estos accidentes son conocidos como laquoraacutepidos do Pulo do Loboraquo y terminan en una cascada homoacutenima de asymp135 m de altura Este obstaacuteculo a la navegacioacuten establecido al menos desde el inicio del Holoceno impediriacutea a los naviacuteos viajar de manera continuada



hasta maacutes allaacute de Myrtilis Esta localidad estaba ligada a Emerita a traveacutes de viacuteas terrestres72 Sin embargo no se puede excluir la posibilidad de que el segmento del Guadiana nave-gable aguas arriba del Pulo do Lobo tuviese un puerto destinado al transporte fluvial de mercanciacuteas hasta Emerita o incluso maacutes allaacute73

Los contactos comerciales aquiacute estudiados no deben constituir como sentildeala Fabiatildeo (2009 40-43) una relacioacuten unilateral sin contrapartidas Pero mientras este autor enfatiza el papel de los preparados pisciacutecolas lusitanos como productos comerciales de intercam-bio que los orientales obtendriacutean de la Peniacutensula hay que valorar la posibilidad de un factor econoacutemico maacutes fuerte que justificara una ruta atlaacutentica y la filtracioacuten de productos orientales en Lusitania y Galecia la obtencioacuten de estantildeo En los territorios imperiales este metal procediacutea de tres grandes fuentes Britania Hispania y Panonia Seguacuten Cooper (2000 99-100) entre finales del s iV y los comienzos del s V todas estas regiones escaparon al control imperial lo que dificultoacute el acceso al metal y lo hizo escasear en Oriente

La demanda de estantildeo atraeriacutea a los mercaderes orientales que lo obtendriacutean en Galecia y en la antigua provincia de Britania I En el antildeo 435 Hidacio (Chron 106) men-ciona la llegada a Galecia de un presbiacutetero de Arabia y otros orientales (Graeci) que le comu-nican una serie de eventos como concilios y nombramiento de prelados Este episodio y concretamente los orientales no religiosos fueron ya asociados por Vallejo Girveacutes (1993 13 66) al comercio del estantildeo Se tratariacutea del restablecimiento de una ruta comercial pro-tohistoacuterica que camuflada entre muchas otras en el periodo romano destacoacute durante los ss V-Vii Relatos orientales74 confirman que el estantildeo utilizado en Egipto era considerado originario de Britania I Asimismo objetos del norte de Jordania fabricados en aleaciones de cobre han revelado la persistencia del uso del estantildeo en Oriente (Cooper 2000 100 106-107) Quizaacutes esto explique la elevada presencia de TSFT ademaacutes de la existencia de un Late Roman Unguentarium en Vigo (vid Quaresma 2009 477 Vizcaiacuteno Saacutenchez 2009 645)

Es cierto que el comercio del estantildeo no lo explica todo Garciacutea Vargas (2011 109) indi-ca que el papel de las comunidades orientales en Occidente residiriacutea en su capacidad para cambiar oro por cobre agilizando el sistema monetario dispar creado por Constantino I En cualquier caso parece claro que Lusitania que era la viacutea obligatoria hacia las minas de estantildeo ofreceriacutea un gran atractivo comercial tanto como el resto de Hispania o inclu-so la Galia donde no podemos hablar de una demanda de dicho metal Por otro lado la ruta del Guadiana que llegaba a Myrtilis Pax Iulia y Emerita no podriacutea relacionarse con

72 Se conoce una viacutea de Myrtilis a Pax Iulia (It XXII) y esta uacuteltima estariacutea probablemente conectada a Ebora por alguna carretera aunque ninguna esteacute mencionada expresamente en el Itinerario de Antonino En Ebora el viajero se encontrariacutea con una de las tres viacuteas que proveniacutean de Olysipona y terminaban en la capital de Lusitania (It XII) (Alarcatildeo 1995 93 97-101)

73 Esta sugerencia se apoya en paralelos arqueoloacutegicos de otras eacutepocas Durante la Protohistoria (ss vi-iv aC) encontramos en la actual Extremadura varios yacimientos con ceraacutemica griega la mayoriacutea en las orillas del Guadiana o territorios proacuteximos (cf Jimeacutenez Aacutevila y Ortega Blanco 2006 106-112 figs 4 7 y 10) Ante la ausencia de viacuteas como las romanas se esperariacutea una distribucioacuten coordinada por esa gran viacutea natural que es el riacuteo y su valle

74 Las fuentes referidas son algunos escritores coptos y el erudito Esteban de Alejandriacutea todos del s vii ademaacutes de la biografiacutea del patriarca de Alejandriacutea Juan V el Limosnero (fl 606-616) escrita por Leoncio de Naacutepoles

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el comercio de estantildeo Asiacute hemos de pensar que las transacciones de bienes de consumo con los hispanorromanos seriacutean un factor relevante

4 Orientales comercio e Iglesia algunas conclusiones

Las comunidades orientales en la Lusitania visigoda tendriacutean como se infiere de la infor-macioacuten personal un viacutenculo fuerte con la Iglesia En primer lugar ademaacutes de la fiacutebula-amuleto de El Turuntildeuelo mdashobjeto ya de por siacute sagrado y profilaacutecticomdash tenemos evidencias textuales del uso de sedas en la iglesia emeritense Por otro lado los contactos entre la Iglesia y los mercaderes orientales eran frecuentes en Occidente Sabemos por las VPE que el obispo Paulo de Emerita (fl c 530-c 560) recibiacutea a estos comerciantes con frecuencia en su palacio ya que habriacutea un ceremonial especiacutefico para tales encuentros (Garciacutea Vargas 2011 107) Aunque ello pueda deberse a un deseo personal del pontiacutefice de tener noticias de su tierra natal hay ejemplos de prelados con sensibilidad hacia la presencia de estas minoriacuteas en la primera mitad del s Vi el obispo de Arelate Cesario compuso caacutenticos lituacutergicos en latiacuten y griego para que los numerosos residentes y viajeros helenoacutefonos en la ciudad pudiesen tambieacuten entenderlos (Patr Lat 67 1008 apud Pieri 2002 7)

En el Occidente tardoantiguo sobre todo tras la caiacuteda del Imperio Romano con sede en Raacutevena hay testimonios de la presencia de orientales en altos cargos eclesiaacutesticos Como se ha visto (vid n 28) ya en la segunda mitad del s iV existiacutea en Metz un obispo de nombre oriental Seguacuten Gregorio de Tours (Hist Franc X 26) un comerciante laquosirioraquo llamado Eusebio se hizo obispo de Lutetia Parisiorum (Pariacutes) hacia 550 comprando la sede episcopal e instaloacute a orientales en los cargos eclesiaacutesticos maacutes relevantes de su dioacutecesis

En Lusitania tenemos los casos de Paulo y Fidel en Emerita que no son exclusivos Hace mucho que se menciona la figura de Apringio en nuestra opinioacuten probablemente sirio75 que fue obispo de Pax Iulia durante el reinado de Teudis (r 531-548) Por otro lado Myrtilis que estaba en la oacuterbita pacense albergaba en el antildeo 544 a dos ministros helenoacutefonos el lector Eutiques Libisindeo y el presbiacutetero Patricis este segundo quizaacute tambieacuten minorasiaacutetico Hay un patroacuten comuacuten a las dos dioacutecesis referidas obispos orien-tales mencionados en las fuentes histoacutericas y presbiacuteteros y diaacuteconos de la misma proce-dencia rastreables en el registro epigraacutefico76 Esto indica que seriacutea usual para un prelado

75 Apringius es un antropoacutenimo sin etimologiacutea indiacutegena latina germaacutenica ni griega Ademaacutes del obispo de Pax Iulia hemos identificado cinco personas con este nombre durante la Antiguumledad Tardiacutea un abogado antioquense que se desplaza a Berytus (Beirut en Fenicia) en 364 (Bradbury 2004 176) un procoacutensul de Aacutefrica hacia 411 (Martindale 1980 123) un obispo de Calcis en la provincia de Siria I que participoacute en el I Concilio de Eacutefeso (431) (McClintock y Strong 1894 195) un comes de Triacutepolis (Fenicia) durante el reinado de Zenoacuten I (r 474-475476-491) (Martindale 1980 123 Johannes Rufus 2008 lxxxi) y un buleuta de Antioquia (fecha incierta Beaucamp 1992 298) Se tratariacutea pues de un antropoacutenimo local quizaacute siriaco

76 Como vimos el archidiaacutecono emeritense Eleuterio estaacute probablemente presente en ambos tipos de fuentes



helenoacutefono rodearse de oficiantes de su confianza sin que ello signifique la exclusioacuten de los lugarentildeos

No podemos dejar de observar que las dioacutecesis lusitanas de Emerita y Pax Iulia igual que la de Bracara en Galecia han tenido todas ellas obispos orientales en torno a la mitad del s Vi Trataacutendose de territorios atlaacutenticos es un hecho significativo Pese al aacutembito regio-nal de las croacutenicas tardoantiguas podemos entrever a lo largo de la Antiguumledad Tardiacutea y por parte de los cleacuterigos orientales una preferencia por el establecimiento en el occidente de Hispania en relacioacuten con el comercio

A pesar de la opacidad de las fuentes en cuanto a los detalles del comercio desarro-llado por gentes orientales en Lusitania no es difiacutecil vislumbrar un viacutenculo entre muchos de estos individuos y la Iglesia sea en el terreno del sacerdocio del diaconato o aun del monaquismo

Los cleacuterigos menores como lectores y diaacuteconos podriacutean ejercer simultaacuteneamente oficios profanos incluso en el mundo comercial Ordoacutentildeez Agulla (2005 258) refiere de la epigrafiacutea de Oriente ejemplos de lectores (ΑΝΑΓΝΩϹΤΑΙ) con una segunda actividad siendo el caso maacutes emblemaacutetico el de Samuel un laquotransportador de vinoraquo (ΟΙΝΗΓΟϹ) de la ciudad cilicia de Coacuterico En la localidad egipcia de Hermonthis tenemos un Macario diaacutecono y laquoalfareroraquo (ΚΕΡΑΜΕΥϹ) Guarducci (1995 [1978] 323-324 333-334) menciona dos ejemplos del s V en Grecia Isidoro lector y laquocuchilleroraquo (ΜΑΧΑΙΡΑϹ) en Atenas y Andreacutes lector y laquocantero de maacutermolraquo (ΜΑΡΜΟΡΑΡΙΟϹ) en Olimpia Tambieacuten en Coacuterico se conoce a un subdiaacutecono y ϹΑΠΡΟΜΩΠΑΡΙΟϹ (= σαπροπωμάριος laquonegociante de fruta en conserva o productor de cidraraquo) (vid PHI) Los ejemplos se multiplicariacutean Sin embargo en Meacuterida y Meacutertola los epitafios hacen referencia exclusiva a cargos eclesiaacutesticos nunca acompantildeados de otra profesioacuten lo que dificulta la inferencia de que los cleacuterigos orientales documentados en Lusitania pudieran desarrollar actividades comerciales en paralelo El uacutenico caso ambiguo es el de Eutiques el fabricante o mercader de estamentildeas mirtilense quizaacute suministrador del medio monaacutestico si entendemos las staminiae como vestuario de monjes

Maacutes seguros son los casos de individuos oriundos de Oriente con profesiones laicas que ascendieron al episcopado en Occidente Paulo meacutedico laquogriegoraquo en Emerita y Eusebio comerciante laquosirioraquo en Pariacutes Es posible que tal fenoacutemeno se relacione con los intereses colectivos de sus comunidades ademaacutes de su propia ambicioacuten personal La autoridad episcopal era la mayor dignidad a la que un oriental podriacutea aspirar en una sociedad en la que el poder poliacutetico-militar residiacutea innegablemente en manos germanas Garantizaba sencillamente el respeto de hispanorromanos y eacutelites germaacutenicas por minoriacuteas orientales frecuentemente vistas con desconfianza a juzgar por las fuentes77 Quizaacute pudiese igual-mente posibilitar a sus conterraacuteneos el acceso maacutes directo al comercio ya sea del estantildeo u otros bienes anteriormente mencionados por la autoridad que emanaba del clero y el

77 Nos referimos aquiacute al ejemplo del decreto del emperador occidental Valentiniano III (r 425-455) de 440 en el que expulsaba a los mercaderes Graeci sobre la base de su competencia desleal con los occidentales (Nov Val V apud Pieri 2002 6)

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control social y territorial que ejerciacutea (vid seccioacuten 21 y n 14) Finalmente la seguridad del origen minorasiaacutetico para dos religiosos (Sambacio de Meacuterida y Eutiques de Meacutertola) y posiblemente para un tercero (Patriacutecis de Meacutertola) refuerza la idea del viacutenculo entre Iglesia y comercio puesto que la mayoriacutea de los bienes de consumo mencionados procede de Asia Menor

Agradecimientos

Nuestro maacutes sincero agradecimiento a Ernest Marcos Hierro (Universidad de Barcelona) Maacuterio Gouveia (IEM Universidad Nueva de Lisboa) y Sabino Perea Yeacutebenes (Universidad de Murcia) por sus lecturas de distintas etapas del texto y por las numerosas apreciaciones suge-rencias y referencias de ahiacute resultantes las cuales ayudaron mucho a enriquecerlo Damos la gracias tambieacuten a Alejandro Quevedo (Universidad de Aix-Marsella) Eva Celdraacuten Beltraacuten (Proyecto Arqueoloacutegico La Bastida de TotanaASOME Universidad Autoacutenoma de Barcelona) y Mariana Almeida (IAP Universidad Nueva de Lisboa) por sus atentas revisiones del texto Finalmente una palabra de gratitud a Antoacutenio Carvalho (Museo Nacional de ArqueologiacuteaUNIARQ Universidad de Lisboa) Cristina Pimentel (CEC Universidad de Lisboa) e Ilya Yakubovich (Universidad de Marburgo) por su auxilio bibliograacutefico Finalmente agrade-cemos a los aacuterbitros anoacutenimos cuyos comentarios y notas contribuyeron a mejorar el texto final No obstante cabe decir que la responsabilidad de las ideas finales expuestas en este trabajo ademaacutes de eventuales errores u omisiones es uacutenica y exclusivamente nuestra

1 Introduction

Three influential works on the presence of immigrants from the Eastern Roman Empire in Suebian-Visigothic Spain deserve our mention Forty years ago Garciacutea Moreno (1972) publis-hed the first important study on the presence of ldquoEasternersrdquo (orientales) in the Iberian Peninsula based on epigraphic evidence and textual sources

His definition of ldquoEasternerrdquo as an inhabitant of the Eastern Greek-speaking part of the Roman Empire is followed here In 2007 Mordf P de Hoz published a study on the presence of Easterners in the city of Meacuterida during the Visigothic period Her work was based chiefly on the epigraphic evidence and because the Early Christian fune-rary inscriptions from Meacutertola and one from Plasenzuela were also treated one might say it

Short text

Greek-writing communities in Visigothic Lusitania (sixth century)



encompassed the course of the Guadiana River if not the Lusitanian province Finally the very recent essay by Garciacutea Vargas (2011) contains a welcome compilation of archaeological data on the Eastern trade in Late Antique Spain with emphasis laid on those items that allow more precise identification of geographical sources

This articlersquos scope is restricted to the provin-ce of Lusitania and it sets out to determine the homeland of at least part of the Greek-writing groups of immigrants established there apart from discussing motivations of their relocation and adding historical and archaeological eviden-ce to the epigraphical and linguistic datamdashthe latter yielding the main indications of their per-manence in the Lusitanian territory

2 The epigraphical and linguistic evidence

The inscriptions were surveyed as per a number of particular aspects the formulary the perso-nal-names the gentilicia the professional names the language and the chronology

The epitaphs of Myrtilis Emerita and Turgalium reveal a very homogeneous formu-lary which in its essence is calqued from the local Latin one This is a symptom of the integra-tion of the exogenous element The inscription of the ldquocastawayrdquo Theodore (CICM 183) is most probably dated to the Early Empire and therefore is to be separated from the group of Late Antique epitaphs In addition to the tombstones there is one now lost votive inscription from Emerita Its chronology is vague mdashEarly Christianmdash and the ordinator unnamed but the formulae have parallels in Late Antique ecclesiastic dedications of Southwestern Anatolia

The language of these inscriptions is the Late Antique koinḗ with orthographic features typical of the period plus a small number of irregular traits with comparanda in Northern Greece and Asia Minor

The personal-names in the funerary ins-criptions are mostly Greek or Hellenized Italic

names whose occurrence is more frequent in the Aegean-Anatolian area than any other Eastern Mediterranean region One of them attested in its patronymic form (ΓΕΡΑϹΙΜΟΥ) is exclusive to Southwestern Anatolia in the Late Antique period More to the point there is a gentilicium (ΛΙΒΙϹΙΝΤΔΕΟΥϹ) used by two clergy men one in Myrtilis and another in Emerita whose suffix strongly suggests a southern Anatolian origin All in all the onomastics point to the Aegean-Anatolian region as the homeland of the Greek-writing communities in Visigothic Lusitania

3 Historical-archaeological problems

The epigraphical evidence shows that from the very early moments of the Roman occupationmdashas in previous timesmdash Eastern Mediterranean communities settled in the territory correspon-ding to the province of Lusitania and these tes-timonies go on till the fourth century

In Lusitania proper they are attested from the second century onwards in places such as modern-day Meacuterida (Spain) and the ancient city of Balsa (Tavira Portugal) (Hidalgo and Mordf P de Hoz 2006 554 Perea Yeacutebenes 1995 182 Ribeiro 2002 529) However the most sig-nificant piece of epigraphic evidence (SEG 52 982) comes from Rome it is the epitaph of a ldquoSyrianrdquo named Ioulis who is said to have lived in Emerita The inscription decorated with a chrismon may be dated roughly to ca 313-450 Also noticeable is a sundial from Aphrodisiacuteas (Aphrodisias 866) Caria which mentions Emerita and Hispania mdashthus probably a reference to the social-economical importance of the Dioecesis

Hispaniarum Other artifacts dating to the third and fourth centuries such as mosaics coins and glass were found in modern-day Portugal (Almeida and Carvalho 2005 350 Dias 2001 21-22 Mantas 1990 204)

The sixth-century funerary inscriptions in Greek belong to individuals who died at the

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ages of 2() to plusmn60 giving us the picture of a gender- and age-diversified Greek-writing com-munity These Easterners seem to have mingled well with the Hispano-Roman populations of Lusitania as they were buried at the same places and inscribed tombstones with identical formu-lae From the epitaphs bearing prosopographi-cal data namely occupational names it may be inferred that a significant number of these indi-viduals were linked to the ecclesiastical sphere Religiously all evidence indicates that they were Orthodox Some scholars (Torres 1993 27-28 Torres 1995 Lopes 2003 61-62) have argued mdashfor Meacutertola onlymdash that these Greek-writing communities were Monophysite exiles from the Byzantine Empire Their argument is only an onomastic one based on the fact that the personal-name Eutyches (the name of founder of Monophysistism) is recurrent in the epitaphs of Myrtilis We know however that this name and derivatives of it namely Eutichius were in use in Orthodox environments during the sixth century (cf ODB I 129 ODB II 759) Moreover this hypothesis was never sustained for Meacuterida where two Oriental bishops ruled the diocese from ca 530-570

In the modern territories corresponding to Visigothic Lusitania a significant amou-nt of artifacts originating in the Eastern Mediterranean has been found weights and coins Eastern amphorae such as Late Roman Amphora 1 3 and 4 Late Roman C and Late Roman D bowls and dishes (Almeida 1974-1977 383 Delgado 1988 40-43 Diogo and Trindade 2000 86 92 fig 6 Fabiatildeo 2009 25-28 33-38) These objects testify to a rela-tively significant commercial presence of Easterners in the province Late Roman C pottery being the most recurrent there indi-cates that the floruit of such imports was ca 450ndash525 Since the earliest Greek-written ins-cription in Lusitania is dated to 539 (Saturnarsquos epitaph Meacuterida) both phenomena cannot be immediately correlated

Additionally there is historical and archaeo-logical evidence of luxury trade with the Eastern Mediterranean A Visigothic legislative provision of the fifth century (Liber Iudiciorum XI 3 1) links products such as aurum argentum uestimen-

ta and ornamenta to foreign merchants interpre-ted by Garciacutea Vargas (2011 107) as Easterners In fact silks and other fine fabrics aside from items of jewelry are textually or archaeologica-lly attested in Lusitania (Mariacuten Riveros 2009 55-56 Peacuterez Martiacuten 1961)

4 Orientals trade and Church some conclusions

The presence of Eastern communities in Lusitania is documented even before the period we address here In Visigothic times this presen-ce is more obvious due to a superior amount of preserved epigraphs In both Meacuterida and Meacutertola we find these individuals laid to rest between 539 and 575 a timeline that matches the epis-copates of Paulus and Fidelis in the former dio-cese (ca 530-ca 571) and probably the prelature of Apringius (fl ca 531-548) in Pax Iulia (Beja Portugal) in whose orbit was also Myrtilis

We have by now seen that based on the epigraphical-linguistic evidence at least part of these Greek-writing communities must have ori-ginated in the Aegean-Anatolian area

Artifact distribution follows a more or less visible pattern concentrating on the valleys of major rivers such as the Douro the Mondego the Tagus and the Guadiana this is even clearer when we deal with broadly distributed products such as Late Roman C In connection to our case study it is noticeable that the Guadiana River is navigable only as far as Meacutertola since the Wuumlrm glaciation (Garcia 1996 33-38) so it is possible that for communication with Meacuterida a second port existed beyond the rapids of Pulo do Lobo Otherwise a land route was assuredly available

Although the tin trade in Gallaecia and Britannia I might justify an Atlantic sea route



(see Vallejo Girveacutes 1993 13 66 Cooper 2000 99-100 106-107) it cannot explain the inland Guadiana trade course connecting Myrtilis to the Lusitanian capital and surrounding terri-tories Sometime in the sixth century the dio-ceses to which both cities belonged were ruled by Eastern bishops assisted by equally Eastern priests and deacons These people achieved the highest status they could in a society ruled by the Visigoths Their choice for inner Lusitania

must have been far from innocuous and was likely motivated by commercial agendas lin-king the Church to trade In fact the majority of the Eastern imports attested in the provin-cemdashin the decades that immediately predate the time span during which the epitaphs were producedmdashoriginate in the same region (or part thereof) as the community in question ie Anatolia and the territories around the Aegean

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Addendum (28 de octubre de 2013)

La foacutermula laquopor la salvacioacuten de todo el clero (ΚΛΗΡΟΥ) y el pueblo (ΛΑΟΥ)raquo en una de las inscripciones que damos como paralelo para el epiacutegrafe votivo de Meacuterida (vid 21) es anaacuteloga a la bendicioacuten del obispo de los oficiantes y de laquotodo el clero y el puebloraquo (παντὸς τοῦ κλήρου καὶ τοῦ λαοῦ) en la Liturgia de San Juan Crisoacutestomo utilizada en el rito bizantino Tambieacuten en la Liturgia de San Tiago se menciona a laquotodo el clero y pueblo amante de Cristo (τοῦ φιλοχρίστου λαοῦ)raquo (Swainson C A 1884 The Greek Liturgies University Press Cambridge passim) De las dos es esta uacuteltima la maacutes antigua ya que es seguramente anterior al Concilio de Calcedonia de 451 (vid ODCC 343 859) Podemos perfectamente pues situar dicha foacutermula en un ambiente oriental tardoantiguo En la inscripcioacuten anaacuteloga de Gerbekilise (SEG 14694b) quizaacute debamos restituir ΠΑΝΤΟϹ ΤΟΥ ΚΛ(Η)Ρ(ΟΥ) Κ(ΑΙ) ΤΟΥ ΕΝΠΟΡΙΟΥ laquode todo el clero y el emporioraquo en vez de ΤΟΥ ΚΛ(Η)Ρ(Ι)Κ(ΟΥ) ΤΟΥ ΕΝΠΟΡΙΟΥ Dicha resti-tucioacuten es hipoteacutetica puesto que no hemos podido reexaminar la inscripcioacuten original Finalmente cabe decir que la foacutermula en cuestioacuten conoce divulgacioacuten en Occidente y en su uso epigraacutefico honoriacutefico no es exclusiva de Meacuterida De hecho la encontramos maacutes tardiacuteamente en Verona en un decreto del rey Berengario I de Italia (r 887-925) fechado en el 895 laquohelliplta ruegosgt de Adeleardo actual obispo de la Santa Iglesia de Verona de todo el clero y del pueblo de esta misma ciudad (cunctique cleri et totius eiusdem populi ciuitatis)hellipraquo (Saraina T 2006 Origen y engrandecimiento de la ciudad de Verona CSIC Alcantildeiz pp 58-60)



1 Introduccioacuten

11 Trabajos previos

La historia de la investigacioacuten sobre la presencia de inmigrantes del Imperio Romano Oriental en la Hispania tardoantigua se articula en torno a tres trabajos principales Hace cuatro deacutecadas Garciacutea Moreno (1972) publicoacute lo que seriacutea el primer estudio sobre la temaacute-tica que realizoacute sobre la base de fuentes literarias y epigraacuteficas

Como sentildealaba el autor (1972 130-131) laquoorientalraquo debe entenderse en el sentido amplio de autoacutectono mdasho descendiente de autoacutectonos podemos antildeadirmdash de la mitad este del Imperio Romano (irreparablemente divido en 395) cuya principal diferencia cultural frente a los habitantes de Occidente era el idioma En la eacutepoca de Justiniano I (r 527-565) una liacutenea imaginaria y poco riacutegida cruzaba la cuenca del Mediterraacuteneo a la altura de Epiro y de la punta occidental de Cirenaica dividiendo el Occidente latinoparlante del Oriente helenoacutefono1 Cabe remarcar sin embargo que hablamos de laquoOriente helenoacutefonoraquo soacutelo en la medida en que el griego era la lengua franca en la regioacuten ya que en ciertos territorios bizantinos figuraba al lado de otros idiomas pujantes2 Por otro lado centildeir la distincioacuten de un grupo poblacional al criterio linguumliacutestico puede parecer simplista pero en el caso de la Peniacutensula Ibeacuterica el mejor indicador de la presencia de orientales es efectivamente la epigrafiacutea producida en lengua griega Como previoacute Garciacutea Moreno muchos de los puntos en su trabajo han sido ya revisados pero su texto sigue siendo una referencia importante para la investigacioacuten en el aacuterea

Transcurridos treinta y cinco antildeos desde la publicacioacuten de dicho texto Mordf P de Hoz (2007) estudioacute desde el punto de vista epigraacutefico la presencia de comunidades orienta-les en la Meacuterida visigoacutetica Al incluir tambieacuten el corpus de Meacutertola y una inscripcioacuten de Plasenzuela su trabajo fue realmente el primer estudio conjunto de testimonios epigraacuteficos griegos producidos por inmigrantes orientales en la Lusitania tardoantigua Su texto des-tacoacute ademaacutes al sugerir por primera vez que al menos un elemento de estas comunidades seriacutea de origen minorasiaacutetico

Por uacuteltimo el reciente trabajo de Garciacutea Vargas (2011) ha recopilado y reevaluado los testimonios arqueoloacutegicos del comercio oriental en la Hispania tardoantigua con eacutenfasis en la importacioacuten de ceraacutemica (de transporte mesa y cocina) y maacutermoles puesto que estos materiales permiten determinar sus aacutereas de procedencia con mayor precisioacuten que otros

El propoacutesito del presente ensayo es indagar sobre el origen de las comunidades orien-tales fijadas en la provincia de Lusitania tras el fin del Imperio de Occidente y sobre las motivaciones para su establecimiento en este territorio Nuestra investigacioacuten parte del

1 Noacutetese con todo que esta liacutenea imaginaria es esencialmente un constructo moderno El griego se seguiacutea hablando en el sur de Italia Sicilia incluida mientras el latiacuten predominaba en las provincias de Dacia y Mesia (vid Horrocks 2010 207-208 mapa 2) por referir solamente las excepciones maacutes notables

2 Entre los cuales destacan el copto (Egipto) el siriacuteaco (Levante) y el armenio (centro y este de Asia Menor) (Horrocks 2010 207-208 mapa 2)

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