Concepto Basico de Realismo

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Realismo, realista (Conceptos bsicos de Esttica) Wolfgang Klein

Introduccin: Delimitaciones y actualidad Desde hace tiempo, el discurso acerca del realismo no cesa. A los fines de nuestro mbito, las delimitaciones son tan necesarias como la pregunta por la actual importancia cultural de ese discurso. 1. El trmino realismo opera en un campo de designacin extraordinariamente vasto. La pertinente sobriedad del antiguo asesor jurdico del Ministerio holands de Asuntos Exteriores en la vida cotidiana y la poltica, frente a todas las formas de pensamiento subjetivo, utpico o romntico, puede acreditarse como realismo en un volumen conmemorativo: Willem Riphagen () is () a realist who will not allow himself to be beguiled by unattainable ideals1. El trmino es utilizado esencialmente del mismo modo cuando Ernst Jnger habla de realismo heroico y con el revalorizado adjetivo apunta a ser no slo la materia, sino asimismo el portador del destino; concebir la vida no slo como mbito de lo necesario, sino tambin de la libertad2. Pero con la misma raz se persigue tambin la pregunta terica por la hiper-compleja relacin entre significado, entendimiento y verdad3 en la moderna teora del conocimiento, y con realismo (a veces sinnimo de materialismo) se indica una esfera de puntos de vista de acuerdo a la cual existe el ser-en-s como causa de lo dado y condicin del verdadero conocimiento, en tanto correlato de actos perceptivos o voluntarios, tan accesible como irreductible4. El Idealismo filosfico constituye aqu el otro polo. Finalmente, con la misma construccin lxica se le explica in situ al visitante anglfono del Museo Nacional de Tokio un proceso artstico de la plstica japonesa Kamakura (siglos XII-XIII), fundado fuera de la Esttica: With the prevalence of realism, it became a common practice to insert quartz for their eyes5. La vida cotidiana, la gnoseologa y la reflexin sobre el arte constituyen los tres mbitos en los cuales hoy se habla de realismo. As, el de realismo no es un concepto que haya sido reservado para un uso esttico, o cuyo significado esttico hayan incorporado otros discursos. Pero todos sus significados se relacionan, puesto que remiten a la formacin del moderno concepto de realidad [Wirklichkeit] en el siglo XVIII. De aqu que sealar la interaccin resultante entre el concepto artstico y el cotidiano, as como tambin entre estos y el concepto cientfico6, y avanzar hasta la percepcin y el

[Wolfgang Klein, Realismus / realistisch, en: K. Barck, M. Fontius, D. Schlenstedt, B. Steinwachs y F. Wolfzettel (eds.), sthetische Grundbegriffe, Bd. 5, Stuttgart/Weimar: Metzler, 2000, p. 149-197. Traducido por Luciana Martnez, con la colaboracin de M. G. Burello.] 1 Adriaan Bos / Hugo Siblesz, Introduction, en: Bos / Sieblesz (eds.), Realism in Law-Making (Dordrecht/Boston/Lancaster, 1986), p. X. [Willem Riphagen (...) es (...) un realista que no se dejar seducir por ideales inalcanzables. N. d. T.] 2 Ernst Jnger, Der Arbeiter. Herrschaft und Gestalt (1932; Stuttgart, 1982), p. 66. 3 Wolfang R. Khler, Einleitung, en: Realismus und Antirealismus, ed. por Forum fr Philosophie Bad Homburg (Francfort d. M., 1992), p. 19. 4 Wilhelm Halbfass, Realismus II.i, en: Ritter, tomo 8 (1992), p. 156; cfr. Marc Grnewald, Realismus II.4 y Gnter Abel, Realismus III, en: ibid., p. 161-169; Hans Jrg Sandkhler / Detlev Ptzold (eds.), Die Wirklichkeit der Wissenschaft. Probleme des Realismus (Hamburgo, 1991); Erhard Oeser / Elfriede Maria Bonet (eds.), Das Realismusproblem (Viena, 1988). 5 [Con la prevalencia del realismo se volvi una prctica comn insertar cuarzo para los ojos. N. d. T.] 6 Cfr. Walther C. Zimmerli, Das vergessene Problem der Neuzeit. Realismus als nicht nur sthetisches Konzept, en: Jahrbuch fr Internationale Germanistik 16 (1984), N 1, p. 18-79; George Levine (ed.),

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comportamiento esttico sea de momento, sin embargo, un desideratum. Tambin este artculo se limitar en esencia al mbito del arte, ordenando dentro de ste las instancias de otras reas cercanas a l. 2. La armona de las palabras para realismo en todas las principales lenguas europeas impide advertir que un proceso singular en la historia del concepto haya tenido lugar: el trnsito de un significado hacia su contrario. En los aos de esa sbita transformacin, entre dos incompatibles definiciones de diccionario slo haba un punto y coma, sin comentarios: Ralistes: sectaires qui nadmettent point dabstractions; qui regardent comme rels les tres abstraits7. La primera definicin, moderna, viene del diccionario francs de bolsillo ms usado de fines del siglo XVIII8; la segunda, mucho ms antigua, encontr nuevamente entonces la atencin de los autores del diccionario9. Ya desde la Edad Media fueron designados como realistae, en oposicin a los nominalistae, quienes afirmaban que naturae quae universalibus vocantur, secundum se acepta, sunt et verissime sunt ingenerabilia et incorruptibilia et invariabilia (las naturalezas que se denominan universales, en s consideradas, existen, y en el ms verdadero sentido son increables, incorruptibles e invariables)10. En el siglo XVII haba pasado ya la querella de los universales propia de la Escolstica, en la que la esencia, existencia y la estructura interna de lo general, o sea del comn (existir), renen en una unidad todas las cosas de cierta composicin11, y si esa cosa general exista ante y post rem o in re, se haba desvanecido; los diccionarios y otras fuentes ya no conocan la palabra de ah en ms, y real era ocasionalmente slo una moneda espaola12. El alejamiento del trmino respecto de la cosa en general est primero documentado por parte de Johann Carl Wezel y sistematizado en la crtica de la razn de Immanuel Kant: el realista emprico se defina por su sujecin a la existencia concreta [Dasein] externa de los objetos de los sentidos, realismo se opona a idealismo13. El diccionario de Pierre-Claude-Victor Boiste marca, en su segunda edicin (1803), con la primera entrada del sustantivo ralisme y la indicacin de la fuente K. por Kant, el comienzo del segundo recorrido de la palabra a partir del siglo XIX (en ingls, se constat realistic14 en 1829). It is very striking, and very confusing15 que la palabra realismo haya cambiado as, de la parte lgica a la parte fenomenal de la diferencia rectora entre lo sensorial y laRealism and Representation. Essays on the Problem of Realism in Relation to Science, Literature, and Culture (Madison/Londres, 1993). 7 Ralistes, en: Pierre-Claude-Victor Boiste, Dictionnaire universel de la langue franoise, tomo 2 (1800, Pars, 1823), p. 28. [Realistas: sectarios que no admiten abstracciones; que consideran reales los entes abstractos. N. d. T.] 8 Cfr. Raliste, en (Charles Le Roy), Trait de lorthographe franoise, en forme de dictionnaire, ed. por P. Restaut, Tomo 1 (Poitiers, 1775), p. 611; Raliste, en Pierre Restaut, Trait de lorthographe franoise, en forme de dictionnaire, nouv. d., Tomo 2 (Pars, 1801), p. 283; as como en Boiste (v. nota anterior), eds. 1-5. 9 Cfr. Ralistes, en Dictionnaire de lAcadmie Franoise, Tomo 2 (Pars, 1798), p. 426. 10 Albertus Magnus, Logica I. De praedicabilibus. Tractatus II: De quinque universalibus, en: Alberti Magni Opera Omnia, ed. por A. Borgnet, Tomo 1 (Pars, 1890), p. 24; trad. alem.: ber die fnf Universalien, en: Whler (ed.), Texte zum Universalienstreit, trad. por H. U. Whler, Tomo 2 (Berln, 1994), p. 16. 11 Hans Ulrich Whler, Nachwort. Zur Geschichte des Universalienstreites. Vom Ausgang der Antike bis zur Frhscholastik, en: ibid., Tomo 1 (Berln, 1992), p. 309; cfr. Fritz Hoffmann / Tobias Trappe, Realismus I, en: Ritter, Tomo 8 (1992), p. 148-156. 12 Real, en: Thomas Blount, Glossographia: or a Dictionary Interpreting al such Hard Words [...] as are now used in our refined English Tongue (Londres, 1956), s. p. 13 Immanuel Kant, Kritik der reinen Vernunft (1781), en Kant, Gesammelte Schriften, ed. por Preuischen/Deutschen Akademie der Wissenschaften (AA), Tomo 4 (1911), p. 232. 14 Realistic, en: OED, Tomo 13 (1989), p. 275. 15 Realism, en: Raymond Williams, Keywords. A Vocabulary of Culture and Society (Londres, 1976), p. 216. [Es muy asombroso, y muy confuso. N. d. T.]

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razn16 que la filosofa europea acu desde la Antigedad. Para la historia del concepto artstico de realismo se tornan importantes dos contextos provenientes de la historia de la palabra: en lo temporal, la llamativa falta de uso de realismo en la poca del Iluminismo, y en el plano del contenido, la concepcin de la realidad [Wirklichkeit] en la conexin de objetos aislados (sensibles, empricos, cotidianos) y conceptos universales. 3. Desde fines del siglo XVIII, el concepto moderno de realismo se ha visto cada vez ms especificado. En el mbito esttico, el realismo ha sido puesto en relacin con la representacin, con la imitacin, con el reflejo, con la tipificacin e incluso con la verdad; se lo ha definido como poca, como estilo, como mtodo artstico y teora artstica universal, cercano a los gneros en prosa, se lo ha constituido como concepto de valor, se lo ha determinado como modo de produccin y de recepcin artstica, cargado con funciones moralizadoras y sociales, destituido por el Romanticismo y el Naturalismo, completado con numerosos adjetivos y prefijos. A continuacin, seguiremos todo eso en el marco de otro propsito: el del intento de reconstruir las preguntas y la estructura subyacentes a esta historia en despliegue y representar sus principales objetivaciones geogrfico-temporales, que en general determinaron el concepto en sus improntas modernas, fundadas en la poca de la Ilustracin. Las definiciones de realismo, en parte muy limitadas o muy complejamente expuestas, se han desarrollado sobre un contenido: en las relaciones con la realidad cada vez menos ligadas a la naturaleza por parte de los autores, las representaciones artsticas y las funciones de las artes, y a partir de aqu la tendencia a enfatizar los aspectos referidos al mbito de los fenmenos [Phnomenalitt] y distinguir a estos de aquellos que implicaban el conocimiento de lo universal. Pasaban por ser realistas ciertas posturas que se tomaban tan en serio a un mundo entendido como algo externo, y pronto como algo esencialmente social, que procuraban alzar sus construcciones partiendo de los detalles de ste y recin relacionarse con los contextos de dicho mundo apoyndose sobre esa base. Al trmino opuesto ms importante se lo denomin idealismo; todas las determinaciones referidas a la particularidad del arte podan hacerlo a un lado. En los variados intentos de sntesis, as como en la oposicin intransigente por principios, los debates sobre el realismo siempre volvan a agitarse en torno al lugar propio de la percepcin sensible en los contextos estticos y en torno al problema de cmo es que las obras de arte podran ir ms all de la dimensin emprica. Frente a otros conceptos que se refieren a la relacin de la realidad [Wirklichkeit] con el arte, realismo est en relacin con una doble especificacin: la preeminencia del lado de los fenmenos y la bsqueda de ese nfasis hasta en los correspondientes procedimientos, tradiciones y funciones artsticas. 4. Realismo no es ningn concepto del pasado. No slo se dio en torno a l un debate, sino que se da hasta el da de hoy, y se trabaja con l y en l. Pero para entender ese debate y ese trabajo, habra que clasificar dos partidos: 1) el realismo sera gracias a su referencia al mundo () una de las dos principales opciones programticas del arte moderno (la otra sera la autorreferencia17); y 2) el realismo sera ultimately bad aestethics18, insuficiente. Los balances de la modernidad (entendida sta como la etapa de la autodeterminacin de la razn humana) forman el suelo sobre el que hoy se construyen tanto el rechazo como la aceptacin del realismo. Los argumentos esgrimidos son de ndole fundamental; no slo el esttico, sino los tres campos semnticos en los que el concepto opera integran la discusin. Las formulaciones extremas afirman, en una16

Altraud Naumann-Beyer, Sinnlichkeit, en: K. Barck et al. (eds.), sthetische Grndbegriffe, Tomo 5 (Stuttgart / Weimar, 2003), p. 542 y 541. 17 Gerhard Plumpe, Realismus IV, en: Ritter, Tomo 8 (1992), p. 169. 18 Ren Wellek, The concept of Realism in Literary Scholarship (1960), en: Wellek, Concepts of Criticism, ed. por S. G. Nichols, Jr. (New Haven / Londres, 1963), p. 255. [En ltima instancia, mala esttica. N. d. T.]

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direccin, la capacidad por principio de la (ntense las maysculas) Tradicin Racionalista Occidental () para arribar a una serie de enunciados verdaderos, en el caso ideal bajo la forma de teoras precisas, que son verdaderos porque concuerdan -al menos aproximadamente- con una realidad de existencia independiente. Del otro lado, comprendido por esa primera postura como vaga frivolidad literaria de una izquierda nietzscheana19, dichas formulaciones se extienden hasta la tan crtica como pesarosa generalizacin de los procesos culturales de simulacin, en especial los mediticos, en los que una paradjica confusin entre artificialidad [Knstlichkeit] y realidad [Wirklichkeit] lleva a la disolucin del mundo real20, de lo que resulta que ninguna referencialidad (es) posible, porque nunca ms sabremos dnde est la verdadera realidad y dnde el verdadero sentido21, de modo que nos volveramos todos readymades, objetos 22 y surgira un hyperrel como un rel sans origine ni ralit23. Si primero se pregunta por el lugar discursivo en el que este pensamiento se sita, hay que remitirse a: 1) Anlisis del inconsciente, segn los cuales los procesos psquicos que ocurren a espaldas del sujeto han puesto en cuestin los straightforwardly referential () models of experience and reference24. 2) Anlisis lingsticos que llevaron a la conclusin de que la lengua es not merely a reproducing instrument for voicing ideas but rather is itself the shaper of ideas25, por lo que habra verdaderamente un positional power of language que exige una nueva atencin por su rethorical, symbolic quality26, cuestionando la distinction tranchante entre le rel et le non-rel27 a causa de la existencia de los respectivos significados previos; 3) Anlisis cientficos, de los cuales pudo concluirse que aun los experimentos cientficos dirigidos por reglas begin and end in a matrix of beliefs 28, en lugar de ser claramente relacionables a conocimientos objetivos por su estructura y sus resultados; 4) Anlisis del poder que reconocieron procedimientos del terror cientfica y socialmente totalizador en las fijaciones de reglas de significacin29, de modo que sera pragmticamente importante to talk to other people about what seems to

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John R. Searle, Rationalitt und Realismus oder Was auf dem Spiel steht, trad. por S. Kohlhammer, en: Merkur 48 (1994), p. 377 y 388. 20 Jean Baudrillard, Die Illusion und die Virtualitt (Vortrag im Kunstmuseum Bern am 3.10.1993), trad. por H. P. Einfalt (Berna, 1994), II, p. 20. 21 Baudrillard, en dilogo con G. J. Lischka (Gesprch im Kunstmuseum Luzern am 1/10/1993), en: ibid., p. 35s. 22 Baudrillard (v. nota 21), p. 11. 23 Baudrillard, La prcession des simulacres, en: Traverses 10 (1978), 3. [Hiper-real (...) como un real sin origen ni realidad. N. d. T.) 24 Cathy Caruth, Unclaimed Experience: Trauma and the Possibility of History, en: Yale French Studies 79 (1991), p. 182. [Modelos de experiencia y referencia (...) francamente referenciales. N. d. T.] 25 Benjamin Lee Whorf, Science and Linguistics (1940), en: Whorf, Language, Thought and Reality. Selected Writings, ed. por J. B. Carroll (Nueva York/ Londres, 1956), p. 212. [No meramente un instrumento de reproduccin para emitir ideas, sino ms bien ella misma formadora de ideas. N. d. T.] 26 Paul De Man, Allegories of Reading. Figural Language in Rousseau, Nietzsche, Rilke and Proust (New Haven / Londres, 1979), p. 123 y 111. [Poder posicional del lenguaje; calidad retrica, simblica. N. d. T.] 27 Jacques Derrida, Spectres de Marx. Ltat de la dette, le travail du deuil et la nouvelle Internationale (Pars, 1993), p. 33. [La distincin tajante entre lo real y lo no real. N. d. T.] 28 Peter Galison, How Experiments End (Chicago / Londres, 1987), p. 277. [Comienzan y terminan en una matriz de creencias. N. d. T.]) 29 Cfr. Jean Francois Lyotard, La condition postmoderne (Pars, 1979), p. 102-108.

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you true, not what is in fact true30, de lo cual a su vez se deriva a multiplicity of different modalities in sense and meaning31 como imperativo categrico; 5) Anlisis de los medios, segn los cuales el trabajo del pensamiento se remitira, en tiempos del incremento de la digitalizacin, a un procdure dattention librement et galement flottante que no razona, el que asociara libremente fragmentos y los ligara sans gard pour la valeur, logique, thique, esthtique, de la liaison32. Esas conmociones de las certezas referenciales y esas relativizaciones del concepto de realidad implican consecuencias para todos los ingenuos conceptos de realismo, incluso para el artstico. Cuando lo que define es el inconsciente, el autor que trabaja con una meta determinada est en problemas. Si el lenguaje se constituye siempre de hablas previas, se vuelve insostenible la postura que relaciona esencialmente la literatura con una realidad extralingstica. Si ni siquiera las ciencias exactas trabajan con hechos unvocos, el arte que busca representar es obsoleto. Si la creacin de sentido es produccin de poder, la construccin de saberes universales no puede plantear ms una pretensin emancipadora. Si en el camino del pensar necesariamente se fragmenta el pensamiento mismo, las conexiones se disuelven. En la autorreflexin as expandida (o en la crtica que se entiende como superadora de lo moderno) propia de la modernidad se alza, por otra parte, una objecin contra la generalizacin absoluta de los mentados anlisis. En sus puntos importantes, dicha objecin es ms que un racionalismo obstinado, y se agrupa en torno al principio de la accin. Las consignas proclaman irrenunciabilidad de la subordinada referencia a la realidad [Realitt]33, pasos prcticos () que se dan hacia la superacin de la existencia fantasmtica del mundo efectivo34, comportar(se) responsablemente35, el pensar contra (...) el declive de las estrategias arbitrarias de las matrices de opinin estructuradas subjetivamente sobre los procesos de la realidad [Wirklichkeit]36. Se trata aqu, sobre todo, del espacio de movimiento para el sujeto activo, y ste sigue siendo un ser que primariamente se objetiviza en forma material37, que al mismo tiempo ha producido mundos simblicos desde siempre y no debera dejarse vencer por sus nuevos surgimientos. As reciben atencin las investigaciones psicolgicas segn las cuales la digitalizacin no simula todo, ya que en particular la pense humaine ne pense pas en binaire. Elle ne travaille pas sur des units dinformation (les bits), mais sur des configurations intuitives et hypothtiques. () Elle peut discerner ce qui est important de ce qui ne lest pas sans faire le recensement exhaustif des donnes38. O se formula, socio-crticamente frente a todo transcurso inconsciente de las cosas, que el principio de30

Richard Rorty, Contingency, Irony, and Solidarity (Cambridge et al., 1989), p. 176. [Hablar con otros acerca de qu te parece verdadero, y no de qu es de hecho verdadero. N. d. T.] 31 Hans Ulrich Gumbrecht, Introduction: How Much Sense Does Sense Making Make? Californian Retrospective to a German Question, en: Gumbrecht, Making Sense in Life and Literature, trad. por G. Burns, Minneapolis, 1992), 12. [Una multiplicidad de diferentes modalidades en el sentido y en el significado. N. d. T.] 32 Lyotard, Linhumain (Pars, 1988), p. 39s. [Procedimiento de atencin libremente e igualmente flotante; sin consideracin del valor, la lgica, la tica y la esttica del vnculo. N. d. T.] 33 Zimmerli (v. nota 7), p. 70. 34 Oskar Negt, Zur Dialektik der Vergersellschaftung des Menschen, en: Der Traum der Vernunft- vom Elend der Aufklrung, I. Folge, ed. por K. Kiwus (Darmstadt / Neuwied, 1985), p. 254. 35 Lothar Baier, Die verleugnete Utopie. Zeitkritische Texte (Berln, 1993), p. 8. 36 Renate Reschke, Realitt ist Phantasma oder Vom Unwirklichwerden des Wirklichen, en: Angebote, N 8 (1995), p. 47. 37 Gerd Irrlitz, Postmoderne-Philosophie, ein sthetisches Konzept, en: R. Weimann / Gumbrecht (eds.), Postmoderne - globale Differenz (Francfort d. M., 1991), p. 163 y 159. 38 Lyotard (v. nota 33), p. 43s. y 23. [El pensamiento humano no piensa binariamente . No trabaja sobre unidades de informacin (bits), sino sobre configuraciones intuitivas e hipotticas. () Puede discernir qu es importante y qu no sin hacer el inventario exhaustivo de lo dado. N. d. T.]

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simulacin () efectivamente (supera) al principio de realidad [Realittsprinzip] y produce una nueva va indirecta de la actitud humana39, intentos a los que podra conferrsele toda la validez concebible, pero a los que se podra acusar de una falla radical en su sentimiento de distincin40. En el bosquejado debate hay que disponer bsicamente las relaciones realistas [realistische] con la realidad [Wirklichkeit]. Asimismo, hay que confrontar el concepto de realismo esttico como una concepcin muy moderna tanto en su historia como en su estructura con los argumentos de la crtica ms reciente y la autorreflexin de la modernidad. Hay tendencias a considerar dicho concepto como un asunto terminado gracias a esos argumentos. La historia de los conceptos no puede decidir esto, pero al menos ensea profusamente algo: el contenido analtico de las argumentaciones actuales aparece en los tempranos conceptos de realismo de las argumentaciones a menudo ya formadoras de opinin. Esto permite suponer que tambin gracias a las actuales reticencias, el realismo no es un asunto terminado. I. El surgimiento del empirismo y la reorientacin del arte de la verdad general a la realidad socio-natural en los siglos XVII-XVIII Para comprender cmo es que pudo llegarse al realismo ayuda poco el hecho de mostrarse despreciativamente asombrado ante la ingenua creencia en la copia, tal como debera presentarse en el curso de la historia del concepto. El punto de partida conceptual para tomarse en serio el mundo exterior se bas en un modo de ver la relacin entre lo general y lo particular que comprometi el arte a lo primero. He men gar poesis mallon ta kathlou, he distora ta kathkaston lgei (La poesa representa ms lo general; el informe histrico, en cambio, lo particular), haba formulado Aristteles en inmediata relacin con su conocida diferenciacin entre los historiadores y los poetas, y haba determinado, para la fundamentacin de las artes de fabulacin tan reclamadas para los artistas, que slo quisieran encontrarse aqu y all algo digno de representacin, lo que haya ocurrido en la realidad como habra tenido que ocurrir segn las reglas de la probabilidad interna (ton gar genomnon nia oudn kolei toiauta einai oia an eiks gensthai (kai dunat gensthai), katho ekeinos auton poiets stin)41. Incluso las vvidas formulaciones de Walter Scott seguan fascinadas por ese desdn respecto de lo emprico: throwing the force of my narrative upon (...) those passions common to men in all stages of society, and which have alike agitated the human heart, whether it throbbed under the steel corset of the fifteenth century, the brocaded coat of the eighteenth, or the blue frock and white dimity waistcoat of the present day42. En el medio se encontraban las reglas del Renacimiento Italiano para la pintura y las disposiciones de la Acadmie Franaise para el teatro crecientemente clasicista. Perch nonne in uno Corpo solo si truova compiute belleze (porque no se ve en un solo cuerpo toda la belleza junta), el pintor eligi, pensando en Zeuxis, portanto di tutta la gioventu de quella terra () cinque39 40

Irrlitz (v. n. 38), p. 160. Irrlitz, ber die Struktur philosophischer Theorien, en: Deutsche Zeitschrift fr Philosophie 44 (1996), N 1, p. 30. 41 Aristoteles, Poet., 145 1b; trad. alem.: Poetik, gr.-al., ed. por G. Schmidt, trad. por W. Schnher (Leipzig, 1972), p. 37 y 39. 42 Walter Scott, Waverly; or tis sixty years since, en: Scott, Waverly Novels, T. 1 (1814; Edimburgo / Londres, 1829), p. 13. [Liberar la fuerza de mi narracin sobre (...) esas pasiones comunes a los hombres de todos los niveles sociales y que han agitado igualmente al corazn humano, haya ste latido bajo una coraza de acero del siglo XV, bajo el abrigo brocado del siglo XVIII, o bajo el manto azul y el chaleco de algodn blanco de la actualidad. N. d. T.]

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fanciulle le pi belle, per torre da queste qualunque bellezza lodata in una femmina (de toda la juventud de la Tierra las cinco muchachas ms bellas, para tomar de ellas aquello que en todas sea considerado como especialmente bello)43. Asimismo, los poetas dramticos tenan que representar luniversel des coses y reducir, por consiguiente, la matire historique aux termes de la biensance, mesme au despens de la vrit: sera ms excusable de feindre contre le vrit [] que de donner la scne lvnement tout pur et tout scandaleux comme lhistoire le fournissoit44. Tambin en el mbito germano parlante, an en el ltimo tercio del siglo iluminista, en toda cabeza instruida figuraba la exigencia fundamental de Charles Bateaux acerca de que el genio elegira la parte ms bella de la naturaleza, a partir de la cual construir una totalidad excelente, la cual fuera ms perfecta que la naturaleza misma, sin por eso dejar de ser natural 45. De ningn modo eran extraos los problemas de la imitacin para la praxis artstica as reglamentada: la pregunta de cmo tena que dar forma a sus imgenes para posibilitar al espectador una segura captacin de las figuras y los objetos46 cimentaba ya las reflexiones del pintor del temprano Renacimiento italiano para la construccin en perspectiva. Pero era decisivo que las determinaciones de la referencia a la realidad por parte del arte no cuestionaran aquella imagen del mundo en la que la Escolstica haba calificado de realista la conciencia de lo sobrenatural. Slo con el retiro de las representaciones predominantes -y por ende como escndalo- pudieron difundirse en el transcurso del siglo XVIII ciertas opiniones que buscaban fundar el arte en lo individual, en el dato emprico, en los fenmenos, y que por fin conquistaron para s la palabra realismo. La impetuosa retrospectiva hacia el fondo sobre el que un concepto de realidad pudo ser reubicado en su polo contrario ya tiene, por su parte, un siglo y medio. Subyugamiento de las fuerzas naturales, maquinaria, empleo de la qumica en la industria y la agricultura, navegacin a vapor, ferrocarril, telgrafo elctrico, cultivo de todos los continentes, navegacin de los ros, movilizacin de poblaciones enteras... qu siglo previo sospech que semejantes fuerzas de produccin reposaban en el seno del trabajo social? Cmo podran los productos del espritu no resultar afectados por esto? Todo lo slido y permanente se evapora, todo lo sagrado se profana, y los hombres finalmente se ven obligados a examinar con ojos sensatos su posicin en la vida, sus relaciones recprocas47. No hay concepto de realismo sin ciencias experimentales y sin tcnica, sin capitalismo y sin Iluminismo. Francis Bacon ha sido sealado ya por Voltaire como pre de la philosophie exprimentale48. El impulso que semejante paternidad deba inspirar estaba an vivo a los ojos de los franceses. Antes de Bacon, la humanidad no haba conocido la circulation du sang, la pesanteur de lair, les lois du mouvement, la lumire, le nombre de nos plantes, etc.49. Alguien, en cambio, qui soutenait une thse sur les catgories dAristote, sur luniversel (a parte rei) ou telle autre sottise, tait regard comme un43

Leon Battista Alberti, Della pictura libri tre (1435) / Drei Bcher ber die Malerei, en: Alberti, Kleinere kunsttheoretische Schriften, it.-alem., ed. y trad. por H. Janitschek (Viena, 1877), 150-153. 44 Jean Chapelain, Sentiments de lAcadmie franaise sur la tragicomdie du Cid (1637), ed. por G. Collas (Ginebra, 1968), 22-24. 45 Charles Batteux, Einschrnkung der Schnen Knste auf einen einzigen Grundsatz (1746), trad. e introd. de J. A. Schlegel (1770, 3 ed.; Hildesheim/ Nueva York, 1976), 23. 46 Frank Bttner, Rationalisierung der Mimesis. Anfnge der konstruierten Perspektive bei Brunelleschi und Alberti, en: A. Kablitz / G. Neumann (eds.), Mimesis und Simulation (Friburgo, 1998), 76. 47 Karl Marx / Friedrich Engels, Manifest der Kommunistischen Partei (1848), en: MEW, Tomo 4 (1969), 467 y 465. 48 [Padre de la filosofa experimental. N. d. T.] 49 [La circulacin de la sangre, el peso del aire, las leyes del movimiento, la luz, el nmero de nuestros planetas, etc.. N. d. T.]

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prodige50. Pero ahora queda en claro: Cest un instinct mcanique, qui est chez la plupart des hommes, que nous devons tout les arts, et nullement la saine philosophie51. No todas las artes, sino slo la plupart des arts52 se deben agradecer a la renuncia al pensamiento especulativo, corrigi Voltaire despus de su primer exceso. Pero en el fondo, l y sus camaradas, sin reparos y expectantes, daban al pndulo el impulso que dejaba atrs de s la comprensin de la realidad [Wirklichkeit] propia del realismo escolstico. Au lieu de dfinir tout dun coup ce que nous voulons connatre (123)53, se deca sobre John Locke, y lo mismo puede verse sobre Isaac Newton54. En un consenso que desde hace mucho tiempo est en sospecha de protobarbarie espiritual, los cientficos y los filsofos iluministas antes del Idealismo alemn hicieron menor caso a los problemas trascendentales en relacin con la realidad [Realitt] emprica: se asentaron en la induccin. Ya Johannes Kepler, en el contexto de sus investigaciones sobre la retina, dej para el mathematicos la discusin de quomodo idolum seu picturahaec spiritibus visoriis qui resident in retina er in neruo, coniungatur 55 (cmo es que esa imagen o pintura es ensamblada por los espritus de la vista, que tienen su sede en la retina y en los nervios). Luego, a principios de su carrera, Newton constat: Optimus enim et tutissimus philosophandi modus videtur, ut imprimis rerum Propietates diligenter inquiramus, et per experimenta stabiliamus, ac dein tardius contendamus ad Hypotheses pro earum explicatione56. (Parece ser la mejor y ms segura forma del filosofar el que primero examinemos cuidadosamente las propiedades de las cosas y las constatemos mediante experimentos, y luego avancemos paso a paso hacia las hiptesis, para aclararlas.) Locke comenz su de ningn modo ingenuo57 best-seller sobre el entendimiento humano An Essay Concerning Human Understanding (1690; la sexta edicin apareci en 1710 y, hasta el siglo XIX, cada tres o cuatro aos hubo una nueva; en francs, en 1700, y en latn, en 1701) con una polmica contra los innate Principles, lo llen con muchsimas referencias a la vida cotidiana -as como a su propia vida- y formul claramente su juicio a favor del sensualismo emprico: I see no Reason (...) to believe, that the Soul thinks before the Senses have furnishd it with Ideas to think on58. An David Hume emprendi to afirm, as a general Proposition, which admits of no Exception, that the Knowledge of this Relation of Cause and Effect is not, in any Instance, attaind by Reasonings a priori; but arises entirely from Experience59. Aunque vio que se deba dar una mediacin de ambos lados para poder fundamentar los resultados. No obstante, what that Medium is, I must confess, passes my Comprehension60. Y punto. La observacin es el datum; el principio y la ley, la quaesitum. Esta nueva jerarqua metdica es la que dio su toque especial a todo el50

[Que sostena una tesis sobre las categoras de Aristteles, sobre lo universal (a parte rei) u otra tontera semejante, era considerado un prodigio. N. d. T.] 51 [Es a un instinto mecnico, presente en la mayora de los hombres, que debemos todas las artes, y de ningn modo a la sana filosofa. N. d. T.] 52 Voltaire, Lettres philosophiques (1734), en: Voltaire, Tomo 22 (1879), 119. 53 [En vez de definir de golpe lo que queremos conocer. N. d. T.] 54 Cfr. Voltaire, lments de la philosophie de Newton (1738), en: ibid., 582. 55 Johannes Kepler, Astronomie pars optica (1604), en: Kepler, Gesammelte Werke, ed. por F. Hammer, Tomo 2 (Munich, 1939), 151. 56 Isaac Newton a Ignace Gaston Pardies (10/6/1672), en: Newton, The Correspondence, ed. por H. W. Turnbull, Tomo 1 (Cambridge, 1959), 164. 57 Cfr. Rainer Specht, ber empiristische Anstze Lockes, en: Allgemeine Zeitschrift fr Philosophie, N 3 (1977), 1-35. 58 Locke (Essay), 48, 116. [No veo ninguna razn () para creer que el alma piensa antes de que los sentidos le hayan proporcionado ideas con las que pensar. N. d. T.] 59 [Afirmar como proposicin general que no admite excepcin que en ninguna instancia se obtiene el conocimiento de causas y efectos por razonamientos a priori, sino que surge enteramente de la experiencia. N. d. T.]

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pensamiento del siglo XVIII61. No es el trabajo en general sino el trabajo determinado el que moldea su produccin material62. Ya antes de mitad de siglo era claro que los naturalistas (los investigadores de la naturaleza) avanzaban an como Charles Darwin: hacia la mxima baconiana de acumulacin y agrupamiento de hechos primarios63. Los artistas obraban del mismo modo. Ya antes puede mostrarse su descubridora y activa apropiacin del mundo.64 Pero el que, en la Holanda del siglo XVII, las novedades de las lentes pticas y de los mapas geogrficos (con sus dimensiones en cuanto al descubrimiento) hayan estimulado a un gran pintor, que buscaba describir el mundo de modo no jerrquico y que no se asustaba ante la complejidad as producida65, indicaba una nueva cualidad: desde la praxis artstica en principio no desde los trabajos regulares y los juicios- ,la actitud de curiosidad placentera frente al mundo infinito de los objetos empricos66 reciba nueva dignidad esttica, creciente y extendida por Europa occidental. La idealidad como seleccin y combinacin de la naturaleza bella67 se vea empujada a la periferia; la elevada forma y la belleza ideal, que se haba constituido como la ms externa oposicin a la naturaleza comn sobre la base de la Antigedad, super ahora a sta con el fundamento de ser ms natural: Los conceptos de lo total, de lo perfecto en la naturaleza de la Antigedad depurarn en l [en el artista] los conceptos de lo dividido en nuestra naturaleza, y los tornarn ms sensuales68. El cambio se esclarece sobre todo en la novela. La polmica flecha apuntaba primero contra el escritor de novelas de lo maravilloso y lo inesperado69. que slo entretiene gracias a una cantidad de sucesos curiosos, en los que uno pelea con otro para ver quin es ms aventurero, y los personajes lloriquean mucho, se besan de lo lindo y frecuentemente mueren70. Fue la conciencia de la realidad de la tranquila experiencia cotidiana71 lo que moviliz al empirismo en contra de lo maravilloso. Daniel Defoe recomendaba su novela acerca de un nufrago como a just History of Fact, sin any Appearance of Fiction72. Gil Blas (1715-1754), de Alain Ren Lesage, deba reprsenter la vie telle quelle est73 y en gran medida proceda sin un punto de vista narrativo60

David Hume, Philosophical Essays Concerning Human Understanding (Londres, 1748), 50, 61. [Debo confesar que lo que ese trmino medio sea excede mi comprensin. N. d. T.] 61 Ernst Cassirer, Die Philosophie der Aufklrung (Tubinga, 1932), 9s. 62 Marx, Grundrisse der Kritik der politische konomie (1857), en: Marx / Engels, Gesamtausgabe (Mega), ed. por el Institut fr Marxismus- Leninismus beim Zentralkomitee der Sozialistischen Einheitspartei Deutschlands, Abt. 2, Tomo I, vol. 2 (Berln, 1981), 593. 63 Cfr. Oeser, Der wissenschaftliche Realismus, en: Oeser / Bonet (v. n. 5), 32. 64 Cfr. Robert Weimann, Funktion und Prozess der Weltaneignung: Grundzge ihrer Geschichte, en: Weimann (ed.), Realismus in der Renaissance. Aneignungder Welt in der erzhlenden Prosa (Berln / Weimar, 1977), 111-183. 65 Cfr. Svetlana Alpers, The Art of Describing. Dutch Art in the Seventeenth Century (Chicago, 1983). 66 Hans Sanders, Das Subjekt der Moderne. Mentalittswandel und literarische Evolution zwischen Klassik und Aufklrung (Tubinga, 1987), 165. 67 Hilmar Frank, Idealitt und Charakter: Diskurs und Gegendiskurs, en: Weimarer Beitrge 43 (1997), N 1, 27. 68 Winckelmann, Gedancken ber die Nachahmung der Griechischen Werke in der Mahlerey und Bildhauer-Kunst (1755; Dresde, 1927), 13. 69 Friedrich Schiller a Johann Wolfgang Goethe (8/7/1796), en: S. Seidel (ed.), Der Briefwechsel zwischen Schiller und Goethe, Tomo 1 (Leipzig, 1984), 193. 70 Johann Carl Wezel, Hermann und Ulrike. Vorrede (Leipzig, 1780), VII. 71 Oeser (v. n. 64), 15. 72 Daniel Defoe, Preface to Robinson Crusoe (1719), en: Defoe, Robinson Crusoe, An Authoritative Text. Contexts. Criticism, ed. por M. Shinagel (Nueva York / Londres, 1994), 3. [Una justa historia de hechos, apariencia de ficcin. N. d. T.] 73 Alain Ren Lesage, Lhistoire de Gil Blas de Santillane (1715-1754), en: Lesage, uvres (Pars, 1876), 15; cfr. Sanders (v. nota 67); Werner Krauss, Zur franzsischen Romantheorie des 18. Jahrhunderts

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ordenado. Incluso a la novela gtica inglesa le caban programticamente the possibility of the facts y truth en medio de toda invention74. En Alemania, Johann Heinrich Merck apreci las dotes para ver y relatar del verdadero hombre sensual: l no se apresura hacia el final, () l colorea75. Y con une prolixit () dont les seuls marchands de poivre le remercieront,76 en pginas apenas narrables, Nicolas Edm Rtif de la Bretonne buscaba reproducir la vida de las clases bajas de Pars, y su crtico Sade, reproducir el universo de las satisfacciones sexuales. Hacia fines del siglo XVIII pudo formularse: Les romans, regards comme frivoles par quelques persones graves, mais qui ont la vue courte, sont la plus fidelle histoire des murs & des usages dune nation77. Johann Gottfried Herder vio algo similar y a la vez legitim a los antiguos: Los poemas mismos de Homero son, a su modo, novelas 78. El concepto moderno de realidad [Wirklichkeit] dominaba aqu el terreno, y ya no slo en torno a la naturaleza bella, sino tambin en torno a la verdadera. Lo compuesto artificialmente y lo trado del pasado tenan menor vigencia que lo registrado a la perfeccin79. El artculo Natrlich de Johann Georg Sulzer constata que tambin los objetos modelados conforme a la naturaleza deben ser totalmente naturales para obtener un efecto completo. Deben engaarnos para que creamos experimentar su realidad80. As quedaron pasado Leon Battista Alberti y trascendido J. J. Winckelmann: lo dado en la naturaleza conform el punto de referencia fundamental de la construccin artstica. La poesa se haba abierto a lo particular en lugar de a lo general. La imitacin ya no estaba subordinada a la exigencia de idealizacin. Se perda totalmente el sentido de lo general en la celebracin de los hechos? No puede decirse tal cosa. En Inglaterra, la tarea de extraer un saber general partiendo de la visin emprica ya estaba del todo en manos del artista, dado el nuevo contexto. Para una exposicin de la vida privada, Henry Fielding intent -y reflexion sobre ellopermanecer dentro de las rules of probability en su search en holes and corners of the world. Determin el alejamiento de los viejos romances al aconsejar el uso de todo lo supernatural slo with the utmost caution (como si fuera arsnico). Sin embargo, por otro lado, y aqu interactuaba el autor moderno con Aristteles, ya no estara un poeta justificado por el hecho that the thing related is really matter of fact. Fielding resolvi el problema con la exigencia de representar slo lo que se presentaba fidedigno within the compass of human agency81. El partir de la empiria es claro, as como tambin el empeo por alcanzar elevadas verdades a travs de construcciones ficcionales82. De modo ms virtuoso se manej Lawrence Sterne ante ese problema fundamental dentro de(1963), en: Krauss, Das wissenschaftliche Werk, ed. por W. Bahner et al., T. 6 (Berln / Weimar, 1987), 442-462. 74 Horace Walpole, The Castle of Otranto (1764; Londres, 1950), 6, 8. 75 Johann Heinrich Merck, Ueber den Mangel des Epischen Geistes in unserm lieben Vaterlande (1778), en: Merck, Ausgewhlte Schriften zur schnen Literatur und Kunst. Ein Denkmal, ed. por A. Stahn (Gotinga, 1965), 178s. 76 Donatien Alphonse Franois De Sade, Idee sur les romans (1800), en: Sade, uvres compltes, ed. por A. Le Brun, Tomo 10 (Pars, 1988), 72. [Con una prolijidad (...) que slo le agradecieron los especieros. N. d. T.] 77 Louis Sbastien Mercier, Romans, en: Mercier, Mon bonnet de Nuit, Tomo 2 (Neuchtel, 1784), 305. [Las novelas, consideradas frvolas por algunas personas serias pero miopes, son la historia ms fiel de las maneras y los usos de una nacin. N. d. T.] 78 Johann Gottfried Herder, Briefe zu Beforderung der Humanitt, 8. Sammlung, N 99 (1796), ed. por H.J. Kruse, Tomo 2 (Berln / Weimar, 1971), 112. 79 Cfr. Jean hrard, Lide de nature en France dans la premire moiti du XVIIe sicle (Pars, 1961). 80 Natrlich, en: Sulzer, Tomo 3 (1793), 512; cfr. la misma versin en francs en: Dictionnaire de gramaire et de littrature. Extrait de lEncyclopdie mthodique, Tomo 4 (Lieja, 1789), 805. 81 Henry Fielding, The History of Tom Jones, a Foundling (1749), en: Fielding, Works, Tomo 4 (Londres, 1903), 189, 186s., 192. [Dentro del radio de la mediacin humana. N. d. T.]

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la configuracin de los saberes de su tiempo. Celebr con placer la exacta observacin de la vida cotidiana; as, por ejemplo, consta de modo apasionante en Tristram Shandy (1759-1767) cmo se quita uno una peluca con la mano derecha y al mismo tiempo cmo con la izquierda tira del bolsillo derecho un pauelo indio a rayas. Pero ms all de esto, mantuvo el saber emprico y el general tan conscientemente separados que incluso personific a ambos: en el to, que took everything as it happened, y en el padre, reasoning upon everything which happened, and accounting to it too 83. En lugar de ensamblar ambos organizadamente, desarroll otro principio: It confounded him -and thereby putting his ideas first into confusion, and then to flight, he could not rally them again for the soul of him84. La novela est montada como construccin asociativa, y el calculado azar ha hecho as a un lado todo saber general, volvindolo ridculo gracias a la relativizacin creada por la situacin. Por eso se le acredita a Sterne, desde el punto de vista actual, un logro genial: su novela gan un principio formal narrativo vlido en el mbito de los sucesos contingentes85. Claro que originalmente, antes de todas las posteriores consolidaciones de las pretensiones del saber general, este auto-examen libre del accionar productivo de los hombres jugaba con sus condicionamientos. En Francia la antigua forma de pensar era claramente ms vigente. La Encyclopdie (1751-1780) impuso para el estudio de la naturaleza -en vista del peligro de un tas norme & confus de hechos desordenados- la exigencia de un orden segn une suite de faits qui donne des connoissances gnrales 86; la revalorizacin de los faits en las bellas artes la rechazaba todava con argumentos totalmente clasicistas. Al cabo, Denis Diderot seal la relacin entre hablar de visin emprica y de construccin, mientras trataba -con xito moderado-87 de acercar a Samuel Richardson a sus compatriotas, y elogiaba al ingls porque le mostraba tanto le cours gnral des choses como toute la varit de circonstances de la vie. Incluso defendi -contra la rgle abstraite et gnrale de las mximas francesas- los longueurs y dtails de Richardson como lart du grand pote88, pero no se ocup del otro aspecto: la pesada conmocin y la legitimacin parcial de las entonces tan conocidas caractersticas obligadas por el ideal en las novelas francesas, como lordre & la sagesse89, quedaron indiscutidas en ese contexto. En las reflexiones y los ensayos dramticos de Diderot, la representacin de la realidad [Wirklichkeit] natural-social todava quedaba subordinada al paradigma antiguo: el pedaggico esfuerzo iluminista de modelar con situaciones modlicas 90 a los espectadores. Finalmente, en Alemania todava se daba preferencia a Aristteles, pero se echaba ya un vistazo vacilante a Honor de Balzac: si un poeta de novelas polticas quisiera (crear)82

John Bender, Fiktionalitt in der Aufklrung, en: W. Klein / Naumann Beyer (eds.), Nach der Aufklrung? Beitrge zum Diskurs der Kulturwissenschaften (Berln, 1995), 97. 83 [Que se tomaba las cosas segn se le presentaban; que razonaba sobre todo lo que pasaba, y tambin daba cuenta de ello. N. d. T.] 84 Laurence Sterne, The Life and Opinions of Tristam Shandy, Gentleman (1759-1767), en: Sterne, The Complete Works, ed. por D. Herbert (Edimburgo, 1872), 59, 68, 58. [Lo confunda y as, poniendo primero sus ideas en confusin, y luego en vuelo, ya no poda reunirlas para su espritu. N. d. T.] 85 David Wellbery, Der Zufall der Geburt. Sternes Poetik der Kontingenz [Manuskript 1996], 27. 86 Louis-Jean-Marie Daubenton, Description (Hist. Nat.), en: Diderot (Encyclopdie), Tomo 4 (1754), 878. [Montn enorme y confuso; una serie de hechos que provea conocimientos generales. N. d. T.] 87 Cfr. Wilhelm Graeber, Der englische Roman in Frankreich 1741-1763 (Heidelberg, 1995). 88 Denis Diderot, loge de Richardson (1761), en: Diderot, uvres, ed. por A. Billy (Pars, 1951), 1090s., 1094. [Regla abstracta y general; extensiones y detalles; el arte del gran poeta. N. d. T.] 89 Augustin Simon Irailh, Querelles littraires des lettres, depuis Homre jusqu nos tours ou Mmoires pour servir lHistoire des Rvolutions de la Rpublique, Tomo 2 (Pars, 1761), 353. [El orden y la sabidura. N. d. T.] 90 Martin Fontius, Zur sthetik des brgerlichen Dramas, en: W. Schrder (ed.), Franzsische Aufklrung (Leipzig, 1974), 439.

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una pintura fiel y viva de aquello que es real [wirklich] en el mundo, de la mltiple implicancia de asuntos y de las diferentes partes del gobierno, de la conexin y la mutua influencia de las personas gobernantes y gobernadas, etc., todo esto parece reproducir pesadamente la realidad [Wirklichkeit]. Pero estamos muy lejos de ponerle ataduras a un genio venidero () con estas observaciones; hay que refutarlas en la prctica91. En 1781, a los poetas con una determinada tendencia los llam Johann Karl Wezel por primera vez realistas, confrontndolos con los idealistas92 y valorndolos decididamente por encima de estos: Mucho tiempo se tuvo la ilusin de que estos ltimos eran los creadores autnticos: crean estar all como un pequeo dios, generando su obra de la nada con el ms agudo entendimiento, porque nada similar exista en la naturaleza; se tomaba por incomparablemente potico el flotar por el Empreo cual un guila y narrar cosas que ningn hombre haba visto ni odo. En cambio, de aqu en adelante ante todo debera valer: Una parte de los poetas toman el modelo segn el cual inventan sus personajes, situaciones y sucesos, del mundo real [wirklich], presente y pasado: se guan por la interconexin de las causas y los efectos hacia el curso de la vida humana y slo se salen de eso en tanto sea necesario para aumentar los efectos sobre el lector, as como su placer; hemos de llamarlos realistas. La primera prueba del uso moderno de realismo como proceso artstico muestra claramente su configuracin bsica gracias al nuevo concepto de realidad [Wirklichkeit]. Creador, si debe crearse, el realista lo es tan bien como el idealista, y Wezel considera tambin, por lo dems, la concepcin autorreferencial del arte -pues tambin el realista ira tras el efecto potico y por ende no podra emplear personajes e historias tal como los encuentra en la naturaleza93. Poco antes, un autor alemn no en la lnea clsica haba atestiguado las tensiones en la nueva relacin de realismo e idealismo. Explcitamente aludiendo a Sterne y no ensillado griegamente94, confesndose un hombre de saludable sensacin y angustia (659) ante las piezas de teatro clsico francs, Jakob Michael Reinhold Lenz se atrevi a sostener que, excepto por las satisfacciones animales, para la naturaleza humana no hay un solo placer cuya imitacin no tenga motivos (650). No expectativa, sino temor paralizante experimentaba en ello: pues senta del mismo modo el deseo vibrante de abarcarlo todo con su entendimiento. El opuesto afn constante de desovillar otra vez todos nuestros conceptos reunidos (), tornndolos perceptibles y actuales (647) le permite slo temblar an ms profundamente ante esa pretensin. El suplicio de Lenz seala el punto desde el cual la historia del concepto esttico moderno de realismo ya no discurri del todo por sendas empiristas. El movimiento iluminista en el siglo XVII-XVIII haba desarrollado un modo de produccin emprica y un modo de pensamiento sensualista dentro de los cuales el hombre todo en todas las circunstancias y el corazn humano en todos sus pliegues95 se ennoblecan al menos en tanto objetos de representacin literaria. Un concepto indiviso de naturaleza se volvi criterio tambin del mundo moral96. Wezel asoci ese cambio con el trmino realismo. Pero a la vez que la produccin manufacturera daba forma al proceso de intercambio entre el hombre y la naturaleza91

(Annimo), (Res.) Albrecht von Haller, Fabius und Cato (1775), en: E. Lmmert et al. (eds.), Romantheorie 1620-1880. Dokumentation ihre Geschichte in Deutschland (Francfort d. M., 1988), 154. 92 Wezel, Oberon, ein Gedicht in vierzehn Gesngen (1781), en: Wezel, Kritische Schriften, ed. por A. R. Schmitt, Tomo 2 (Stuttgart, 1971), 233; cfr. Anneliese Klingenberg, Johann Karl Wezel als Theoretiker der Leipziger Aufklrung, en: Weimarer Beitrge 36 (1990), N 5, 755-776 (esp. 768s.). 93 Wezel (v. n. 93), 233s. 94 Jakob Michael Reinhold Lenz, Anmerkungen ubers Theater (1774), en: Lenz, Werke und Briefe, ed. por S. Damm, tomo 2 (Leipzig, 1987), 650. 95 Johann Carl Dhnert, (Resea) Amusemens dun Prisonnier (1751), en Lmmert (v. n. 91), 90. 96 Heinrich Schipperges, Natur, en: Koselleck, tomo 4 (1978), 235.

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mediante un nuevo nivel de divisin del trabajo ms complejo, dicha produccin ya pona un fin a la hegemona de la relacin inmediata con la naturaleza 97. Quien apuntaba entonces a una representacin completa del mundo externo, se enfrentaba nuevamente a la pregunta por los espritus de la vista, por lo no sabido, por la mediacin, que Kepler, Voltaire o Hume an podan haber pasado por alto98 -no slo porque an el libro ms extenso deba ser conducido a un final. La totalidad, hasta ahora de suyo evidente para el planteamiento empirista, se vio doblemente cuestionada: la sociedad humana no poda renunciar a los conceptos generales en el proceso de conocimiento, y cada vez menos estaba en condiciones de subsumirse al objeto de conocimiento naturaleza. El idealismo alemn se ocup de los primeros de estos problemas. Analiz y teoriz el conocimiento de la realidad como un problema complejo. Puesto que el arte produca (un tipo especial de) conocimiento, estaba inserto en sus circunstancias generales y en consecuencia deba remitirse a difciles procedimientos a travs de los cuales poder conquistar su esencia partiendo de un mundo fenomnico. El realismo era puesto en relacin sistemtica con el idealismo. La crtica de la razn alzaba las pretensiones que Lenz haba aniquilado. II. Realismo e Idealismo en las teoras alemanas del conocimiento y del arte hacia 1800 Gracias a Kant, el realismo alcanz en 1781 su configuracin terica, desde entonces determinante de lo moderno. Continuando el trabajo en el punto donde la capacidad de comprensin de Hume encuentra el lmite, acord con su antecesor en el reconocimiento del sentido de la existencia de los objetos externos y en la importancia puesta en la base del conocimiento, segn la cual se podra ser realista emprico; de all se deduce la defensa de un Realismo en el sentido clsico (llamado por Kant transcendental), que se representa cosas en s que existen independientemente de nosotros y nuestra sensibilidad99. La relacin meramente emprica con esa determinacin- como ocurre tambin casi en todas partes100- no satisfizo sin embargo a Kant. Por un lado, le pareci que aceptar todos los fenmenos como cosas en s limitaba la libertad101; no pens en renunciar al esfuerzo prctico de reconducir los logros del sujeto mismo102 a la legitimidad del dominio. Por otro, crea en una refleccin sobre el conocimiento crudo que pens que poda conocer todos los objetos a travs de la percepcin inmediata y no comprendi que hay experiencias que pueden no ser elaboradas por el intelecto u objetos que pueden no darse en la experiencia pero que s pueden ser pensados por la razn pura. Kant se declar a favor de un Idealismo Trascendental, que para l significaba asumir la existencia [Dasein] de todos los objetos del sentido externo103 por principio como dudosa. No obstante, esa duda no era una cancelacin, sino una apelacin a la capacidad humana de conocer. Remitiendo a la Crtica de la Razn Pura (1781), explic en cambio -como Hume- su consideracin de que para explicar la cuestin de las97

Fontius, Das Ende einer Denkform. Zur Ablsung des Nachahmungsprinzips im 18. Jahrhundert, en: D. Schlenstedt (ed.), Literarische Widerspiegelung. Geschichtliche und theoretische Dimensionen eines Problems (Berln / Weimar, 1981), 196s. 98 Cfr. Kepler (v. n. 56), 151; Voltaire (v. n. 53), 123; Hume (v. n. 61), 61. 99 Kant (v. n. 13), 232. 100 Kant, Kritik der praktischen Vernunft (1788), en: Kant (AA), tomo 5 (1913), 53. 101 Cfr. Martina Thom, Zum Freiheitsproblem bei Kant, en: M. Buhr / T. Oiserman (eds.), Revolution der Denkart oder Denkart der Revolution (Berln, 1976), 112-117. 102 Ingeborg Maus, Zur Aufklrung der Demokratietheorie. Rechts- und demokratietheoretische berlegungen im Anschlu an Kant (Francfort d.M., 1992), 253, 251. 103 Kant (v. n. 13), 231s.

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relaciones de causa y efecto simplemente en la atencin se puede por cierto pensar que yo podra demostrar el concepto de causa no slo por su realidad objetiva en vista de los objetos de la experiencia, sino tambin deducirlo como concepto a priori por la necesidad de la conexin, que l lleva de por s, esto es: exponer su posibilidad a partir del puro intelecto, sin fuentes empricas104. Esta observacin con nfasis en el sujeto no condujo sin embargo a Kant a explicar el aspecto realista como inesencial. An en su tercera Crtica, en la que volvi a emplear la terminologa encontrada, ha sido sealada la primaca temporal de la empiria en su concepcin del conocimiento: The aesthetic judgments of the objects (or the representations thereof) presuppose the formal constitution of these objects as phenomena or Erscheinungen105. La denominacin kantiana del fundamento del conocimiento con el resignificado trmino realismo resumi la rehabilitacin de la sensibilidad106 mediante la labor del Iluminismo. De la vieja y teolgica imagen del mundo, centrada en lo suprasensible, se separ su reconstruccin de lo trascendental, la insistencia en los a priori de la razn gracias a esa fundamentacin tan claramente como gracias a la subjetivacin- y con ello tambin la relativizacin- de la potencia generalizadora. La nueva estructura pensada de lo particular y lo general en su moderno concepto de realidad [Wirklichkeitsbegriff] estaba formada de modo dual: de acuerdo con Kant, ninguna de las partes suprima a la otra, y ambas estaban ms bien mutuamente referidas. La parte asignada al realismo era en verdad la inferior, pero al mismo tiempo era indispensable. Los pensamientos sin contenido son vacos, las representaciones sin conceptos son ciegas107. El sabio de Knigsberg haba podido pensar, asimismo, que con todo ello la complejidad paralizadoramente amenazante, ante la cual Lenz se haba estremecido, de ningn modo estaba conjurada; que la diferencia especfica de los lmites empricos de la naturaleza junto con sus efectos podra ser no obstante tan grande que resultara imposible para nuestro entendimiento descubrir un orden comprensible () y crear una experiencia coherente a partir de un material tan confuso para nosotros (en realidad, slo infinitamente variado, no a la medida de nuestra capacidad de comprensin) 108. Mientras los filsofos alemanes en ese punto siguieron trabajando en el Idealismo, con el que aqu no hemos de proseguir, los escritores hicieron frente a la confusin en la reflexin sobre su actividad y con sus obras. Goethe valoraba a Sterne y tradujo varias veces a Diderot. Schiller se pronunci tras la lectura muy () cautivado por la naturaleza tan impetuosamente sensual109 de Restif de la Bretonne. Ambos eran, con alguna diferencia en los detalles, sensibles al tic realista110 de su tiempo y al concepto de realidad [Wirklichkeitsbegriff] al que la poca del Iluminismo haba dado forma: reconocer la esencia de las cosas111 en las figuras visibles y perceptibles de la naturaleza, no en lo sobrenatural, y a ella oponerle el desvo de una capacidad imaginativa arbitraria y autrquica. Pero la primera idea que epistolarmente desarroll el Schiller lector de Kant para su nuevo amigo, tras el primer encuentro entre ambos, ya aplicaba la ponderacin del nuevo ennoblecimiento de base104 105

Kant (ver nota 100), 53. Rodolphe Gasch, Of mere form. On Kants Analytic of the Beautiful, en: C.E. Scott/I. Sallis (eds.), Interrogating the Tradition. Hermeneutics and the History of Philosophy (Albany, 2000), 217. [Los juicios estticos de los objetos (o las representaciones de ellos) presuponen la constitucin formal de los mismos como fenmenos o manifestaciones. N. d. T.] 106 Panajotis Kondylis, El Iluminismo en el marco del racionalismo moderno (Stuttgart, 1981), 19. 107 Kant (v. n. 13), 48. 108 Kant, Kritik der Urtheilskraft (1790), en: Kant (AA), Tomo 5 (1908), 185. 109 Schiller a Goethe (2/1/1798), en: Seidel (ob. cit.), Tomo 2 (Leipzig, 1984), 3s. 110 Goethe a Schiller (9/7/1796), en: ibid., Tomo 1, 197. 111 Goethe, Einfache Nachahmung der Natur, Manier, Stil (1789), en: Goethe (WA), Abt. 2, Tomo 47 (1896), 80, 83.

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emprica de la construccin subjetiva de lo general que haba sido ideada en Prusia Oriental. A primera vista parece ciertamente que no pudiera haber una oposicin mayor que la del espritu especulativo, que se basa en la unidad, y el intuitivo, que se basa en la multiplicidad. Pero si el primero busca la experiencia con sentido casto y verdadero y el segundo busca la ley con facultad de pensar libre y activa, de ningn modo podr faltar que ambos no se muevan a medio camino mutuamente112. Aqu puede ponerse entre parntesis que Schiller haya entendido ese movimiento entre Idealismo y Realismo como el que se daba entre l y su nuevo amigo, y libre de que la idea se hallara repetida en los textos publicados (se mencionara por lo menos Sobre la poesa ingenua y sentimental, 1795, de Schiller). Es importante que en esas consideraciones se haya sealado una posibilidad de dominar el horror a la expansin emprica, a la hidra mltiple de la empiria113, a la suciedad de la vida114 en el trabajo artstico: en tanto el artista salte primero de la intuicin a la abstraccin y pueda luego transformar de nuevo los conceptos en intuiciones y convertir los pensamientos en sentimientos 115. Para ello Schiller tom al genio por lo menos como necesario: Lo ms elevado que el hombre puede hacer de s sera generalizar su intuicin y hacer de su sensacin el legislador116. De faltar eso, uno ha de luchar denodada y temerosamente con casualidades y con cosas secundarias117, con la masa y la multitud en su insignificancia. Si tan slo se hubiera puesto en claro, rezaba su aspiracin durante el trabajo con el Campamento de Wallenstein (1798), lo que el arte debe quitar o abandonar de la realidad [Wirklichkeit]118. La reduccin de formas empricas a formas estticas es la operacin ms difcil119, si se pretende unir el procedimiento idealista y el realista. Goethe se sinti ante semejantes pensamientos tanto alabado como comprendido y estimulado. Aunque en la empiria casi todo lo aislado tiene un efecto odioso sobre m, la totalidad hace muy bien si finalmente se tiene la conciencia de la propia sensatez120. Los testimonios weimareanos tanto del bienestar sensato como de la tribulacin temible en lo sucesivo habran de ser muy vlidos sobre todo para quienes se asuman como realistas de la empiria vulgar y de los contextos del mundo exterior sin querer subordinarse a alguno de ellos. El principio dual con el que Schiller y Goethe estaban tan comprometidos como Kant les fue impuesto ntimamente a los artistas por otro alemn. En el escrito de Wilhelm von Humboldt, fechado en Pars, abril de 1798121, ste seal que la tarea ms general de todo arte era transformar lo real [das Wirkliche] en una imagen (6), esto es: transformar esa inmensa masa de fenmenos separados e incoherentes en una unidad indivisa, en un todo organizado (10s.). Es el artista quien extrae la naturaleza de las barreras de la realidad y la conduce hacia la tierra de las ideas, refundiendo as sus individuos en ideales (16). Goethe habra logrado que nos sintamos trasladados de un objeto simple y sencillo a un mundo de figuras ideales (357s.). Algo difcil. Pero sin esa relacin, segn dice la abarcadora proposicin central, la cultura misma se pierde (XIII).112 113

Schiller a Goethe (23/8/1794), en: Seidel (ob. cit.), 5, 7. Goethe a Schiller (29/7 o bien 16/8/1797), en: ibid. , 368, 380; cfr. Schiller a Goethe (17/8/1797), en: ibid. 381). 114 Schiller a Goethe (22[21]/12/1798), en: ibid., Tomo 2, 181. 115 Schiller a Goethe (23/8/1794), en: ibid., Tomo I, 7. 116 Schiller a Goethe (31/8/1794), en: ibid.. II. 117 Schiller a Goethe (4/4/1797), en: ibid., 309. 118 Schiller a Goethe (7/5/1797), en: ibid., 312s. 119 Schiller a Goethe (14/9/1797), en: ibid., 404. 120 Goethe a Schiller (29/7/1797), en: ibid., 375. 121 Wilhelm von Humboldt, sthetische Versuche. Erster Theil. ber Gthes Hermann und Dorothea (Braunschweig, 1799), o. S. [XXXI]

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Esta pretensin no slo no poda mantenerse estable: fue refutada en el momento mismo de su gestacin. El rechazo recoga la sntesis de Idealismo y Realismo a travs de los escritores romnticos y los filsofos idealistas: buscaban cortarle todas las cabezas a la hidra a la que Goethe pretenda enfrentar. Un libro fatal y pueril () impotico al mximo en lo que al espritu se refiere ().Un plato sabroso hecho de paja y aserrn, un dolo. Por detrs, todo se vuelve una farsa. La naturaleza econmica es la verdadera -la que queda122. As escriba Novalis sobre una de las obras ejemplares de la compleja corriente, Los aos de aprendizaje de Wilhelm Meister (1796) de Goethe. Detrs haba dudas considerables acerca de la posible captacin de lo general propia de la sustancia genial que le haba sido transmitida al sujeto por y con Goethe. Aqu se puede recordar que tambin Hegel, en el otoo de 1800, interrumpi una reflexin sobre la creciente contradiccin entre lo desconocido, que los hombres buscan inconscientemente, y la vida que se les da y se les permite justo en el punto donde habra debido determinar ese obrar que no le reconoca verdad y generalidad a lo existente123. Los programas romnticos de la subjetividad, ya sea en la Filosofa del Arte (1801) de Schelling o en el Gnie du christianisme (1802) de Franois-Ren Chateaubriand, se dirigan en este mbito a elevar al artista configurador hacia el vnculo determinante entre la naturaleza y la obra. As creci la hostilidad hacia la empiria: Schiller tema que ese seor idealista utiliza sus ideas a causa de su muy pobre captacin de la experiencia124, coment tras una disputa con Schelling. El Romanticismo elev el aspecto idealista de la complejidad kantiana. Por cierto, E. T. A. Hoffmann se propuso desarrollar el Romanticismo como forma [Form] de la Ilustracin por medio del hacer visible tambin lo invisible, unificando en experimentos de exploracin de lo real [Wirklich]125 la fragmentada experiencia de la observacin y la instruccin cientfica, y el pensamiento mtico de Heinrich Heine puede entenderse como una manera extraa de la ordenadora referencia a la realidad [Realitt], en relacin con las formas establecidas de la racionalidad teortica y prctica 126. No obstante, tales intentos de unin permanecieron aislados. Hay que estudiar, por otra parte, cmo pudo absolutizarse la remisin a la intuicin sensible, renunciando a los conceptos, y as volverse externa al pensamiento esttico, all donde Humboldt haba formulado la sentencia acerca de la prdida cultural inminente a la luz de tal renuncia: en Francia. La oracin fnebre del realismo, citada al comienzo, debera hallar su consigna en esa ingenuidad parcial. A la vez, sin embargo, se emprendi por primera vez all lo que al final del siglo de la Ilustracin asimismo se haba perfilado y que no haba sido profundizado por el Idealismo alemn: la mudanza de la contemplacin esttica de la naturaleza a la sociedad. El compromiso con la empiria social configur el segundo contenido esencial del moderno concepto artstico de realismo, junto al kantiano. III. Empirismo y referencia social en el concepto francs de realismo del siglo XIX y en su recepcin122 123

Novalis, Fragmente und Studien 1799-1800, N 536, en: Novalis, tomo 3 (1968, 2 ed.), 646. G. W. F. Hegel, Der immer sich vergrssernde Widerspruch (hacia 1800), en: Hegel, Gesammelte Werke, ed. por la Nordrhein-Westflischen Akademie der Wissenschaften, tomo 5 (Hamburgo, 1998), 16, 18. 124 Schiller a Goethe (27/3/1801), en: Seidel (ob. cit.), tomo 2, 367. 125 Gerhard Neumann, Anamorphose. E. T. A. Hoffmanns Poetik der Defiguration, en: Kablitz/Neumann (ver nota 46), 404, 413, 378. 126 Markus Winkler, Mythisches Denken zwischen Romantik und Realismus. Zur Erfahrung kultureller Fremdheit im Werk Heinrich Heines (Tubinga, 1995), 6.

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Despus de que, a fines del siglo de la Ilustracin, el secularizado concepto de realidad [Wirklichkeitsbegriff] ya no fuera seriamente discutido, se form en Francia un concepto de realismo a lo sumo tangencialmente influenciado por la teora del conocimiento del Idealismo alemn, en el que se trataba de una representacin detallada de la realidad [Wirklichkeit] social en el arte. En una sociedad aceleradamente cambiante, cuya estabilidad deba volver a definir, interesaba crecientemente una determinada parte de la realidad [Wirklichkeit]: las relaciones sociales en las que los hombres intervenan ocupaban el lugar de la naturaleza como marco y como meta de la representacin. Cuando, por ejemplo, Madame de Stal, as como Lesage, buscaba la vie telle quelle est como lo ms importante en sus novelas y pensaba que los escritores seran grandes slo en se dtachant des vnements prsents, pour slever limmuable nature des choses127, ya no lo haca en referencia a la naturaleza, sino en el marco de una praxis que exiga una crtica del flujo temporal. Al oeste y al sur del Rin se impuso el simple concepto de realismo que el diccionario hoy sintetiza as: tendance de certains artistes ou de certains crivains reprsenter la nature telle quelle est, sans chercher lidaliser128. La literatura y la pintura eran las artes realistas por excelencia a causa de la plasticidad de sus representaciones. Los profundos cambios polticos de fines de siglo, as como los precedentes cambios econmicos e intelectuales, haban producido en Francia una forma de pensamiento cuyo fundamento experiencial era la amplia transformacin prctica de la naturaleza y la sociedad. En tales determinaciones, la problematizacin kantiana de los procesos de conocimiento artsticos no hall sitio. Tras conversar con un francs, Goethe constat la forma de pensamiento empirista: ellos no comprenden que algo estara en el hombre, si no hubiera llegado a l desde fuera129. Humboldt inform sobre su intento de aclarar la filosofa kantiana a los idelogos en un pequeo crculo, realizado en Pars en 1798, simultneamente al trabajo sobre Hermann y Dorothea: Hacerles entender es imposible, y esto por una causa muy simple. Ellos no slo no tienen idea, sino que ni siquiera el menor sentido de aquello que yace fuera de los fenmenos130. Los idelogos no vean ninguna razn para diferenciar las relaciones entre experiencia y concepto de lo trascendental; no habra rien de plus absurde et de plus vide de sens que toutes ces grandes disputes sur lidalisme et le ralisme131, opinaba -entre otros interlocutores de Humboldt- Antoine Louis Claude Destutt de Tracy. Los economistas de aquellos aos buscaban comprometer tambin al arte, lejos de toda imaginacin, en la utilidad modeladora de la sociedad132. El pensamiento artstico empirista salt sin fractura el lmite del siglo XVIII. As surgi esa situacin epistemolgica en la que los positivistas intentaron, tras los Idelogos, desarrollar poco a poco le grand tableau de tout ce qui est reprsentable 133. La diferenciacin de la economa poltica, la biologa y la filologa en verdad termin con127

Germaine de Stal-Holstein, Essai sur les fictions (1795), en: Stal, uvres compltes, tomo 1 (Ginebra, 1967), 63, 66. [Librndose de los acontecimientos actuales, para elevarse a la naturaleza inmutable de las cosas. N. d. T.] 128 Ralisme, en: Petit Larousse illustr (Pars, 1973), 864. [Tendencia de algunos artistas o de ciertos escritores a representar la naturaleza tal cual es, sin tratar de idealizarla. N. d. T.] 129 Goethe a Schiller (28/2/1798), en: Seidel (ver n. 69), tomo 2, 58. 130 Humboldt a Schiller (23/6/1798), en: Seidel (ed.), Der Briefwechsel zwischen Friedrich Schiller und Wilhelm von Humboldt, tomo 2 (Berln, 1962), 154. 131 A. L. C. Destutt de Tracy, lmens didologie, tomo 3 (Pars, 1805), 299. [nada ms absurdo y sin sentido que todas esas grandes disputas acerca del idealismo y el realismo. N. d. T.] 132 Cfr. Heinz Hohenwald, Kunst und Literatur im vulgrconomischen Denken von Say bis Bastiat. Frankreich 1800-1850 (Tesis doctoral, Humboldt-Univ., Berln, 1987), en esp. 129s. 133 [El cuadro de todo lo que es representable. N. d. T.]

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la plnitude classique de ltre134; sin embargo, en Francia de ningn modo perdi por ello la reprsentation, como lo sealara Michel Foucault, le pouvoir de fonder, partir delle mme, () les liens qui peuvent unir ses divers lments 135. Los conceptos franceses se caracterizaron en los trminos de la crtica foucaultiana a la modernidad y lamentablemente sin recurrir al lector de Kant en Weimar-, como ideal de representacin de la ilusin de realidad [Wirklichkeitsillusionierung]136, que habra desplazado la verdad de ese proceso natural indiferente, despiadadamente igualador, hostil a la individualidad, sin direccin ni meta, que en la transicin al siglo XIX determin la episteme romntico-moderna de tal modo que en principio no puede haber ninguna paz entre lo real y lo simblico, que la nica dimensin posible de lo humano es la escisin, en tanto merece ese nombre137. Fcticamente, por el contrario, hay que afirmar que en lugar de la apertura a lo trascendental en el cuestionamiento de las causas y las condiciones de posibilidad de la experiencia, la efectiva respuesta francesa a la amenaza de la representacin mediante la creciente contingencia fue la forma de pensamiento del positivismo. Auguste Comte busc ante todo establecer la prpondrance de lobservation sur limagination138, desautorizando el empirisme absolu ms enfticamente de lo que sus adeptos y la posteridad haban de reconocrselo: Il ne peut pas plus y avoir dobservations suivies sans une thorie quelconque, que de thorie positive sans observations suivies139. La observacin, el experimento y la generalizacin contrastiva valieron para l como los pasos hacia un saber absolutamente global. Paralelamente en cuanto al contenido, Victor Hugo abog en la misma dcada por lharmonie des contraires en el arte, en nombre de la nature eficaz, y llam a lo desde entonces indiviso rel la combinaison toute naturelle de deux types, le sublime et le grotesque140; as, por lo dems, finalmente recuperando esa revalorizacin del empirismo para el pensamiento artstico que ya haba tenido lugar en Inglaterra una dcada antes y que en Francia se haba demorado por la doctrina clsica an vigente hasta el Romanticismo. El concepto francs de la libertad del pensamiento y el accionar humanos permaneci determinado por el empirismo y el sensualismo de manera estable, en el sentido de que la modificacin prctica de la naturaleza y la sociedad y el sostenido optimismo en la representacin -intacto, pero no impensado- formaron los cimientos sobre los cuales se levantaron, con respecto a la sociedad francesa emprica dada, los mbitos de la accin y la ciencia abiertos en relacin al ideal. Al principio, la palabra realismo no entr en vigor en ese proceso. Es cierto que Charles de Villers haba introducido en Francia el realismo como traduccin del alemn, en 1801, con el primer libro de Kant. Pero no bastaba con los conocimientos de Kant obtenidos durante los aos de emigracin alemana, ni con comunicar que Kant indicaba134 135

[La clsica plenitud del ser. N. d. T.] Michel Foucault, Les mots et les choses (1966; Pars, 1984), 255, 220, 251. [El poder de establecer, a partir de ella misma, [...] los lazos que pueden unir sus diversos elementos. N. d. T.] 136 Joachim Kpper, sthetik der Wirklichkeitsdarstellung und Evolution des Romans von der franzsischen Sptaufklrung bis zu Robbe-Grillet. Ausgewhlte Probleme zum Verhltnis von Poetologie und literarischer Praxis (Stuttgart, 1987), 83. 137 Kpper, Vergar Antwort auf Zola, en: W. Engler/R. Schober (eds.), 100 Jahre Rougon-Macquart im Wandel der Rezeptionsgeschichte (Tubinga, 1995), 130s., 112, 135. 138 Auguste Comte, Plan des travaux scientifiques ncessaires pour rorganiser la socit (1822), en: Comte, Du pouvoir spirituel. Choix de textes, ed. por P. Arnaud (Pars, 1978), 139. [La preponderancia de la observacin sobre la imaginacin. N. d. T.] 139 Comte, Considertions philosophiques sur les sciences et les savants (1825), en: ibid., 220s. [No puede haber ms observaciones sin algn tipo de teora que las sigan que teoras sin observaciones subsiguientes. N. d. T.] 140 Victor Hugo, Prface de Cromwell (1827), ed. por R. Pons (Pars, 1957), 38, 51. [La combinacin natural de dos tipos, lo sublime y lo grotesco. N. d. T.]

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con realismo aquella relacin del hombre con la naturaleza en la que la nature reste lunit dominante qui absorbe le moi141: a causa de su experiencia con las revoluciones y los gobernantes, lo ms importante para Villers era someter el yo a la naturaleza y optar de inmediato por el lado idealista. As, hall resonancia en Madame de Stal: Il y a toujours, dans quelque situation quon soit, une force de raction contre les circonstances, qui nat du fond de lme142. En cambio, Napolen no prest ni la menor atencin a la versin del libro sobre Kant que Villers le dedicara; nada poda hacer l con los nfasis puestos en la libertad subjetiva. Con Kant, y adems reformado de manera polticoidealista, el realismo no hall sitio en Francia. Por eso era totalmente antikantiana aquella frase aparecida en 1826, en un artculo de revista annimo y sin ttulo, como el ms temprano testimonio escrito del inicio del uso francs de realismo para los fenmenos artsticos: Cette doctrine littraire qui gagne tous les jours du terrain et qui conduirait une fidle imitation, non pas des chefsduvre de lart, mais des originaux que nous offre la nature, pourrait fort bien sappeler le ralisme; ce serait, suivant quelques apparences, la littrature dominante du dixneuvime sicle, la littrature du vrai143. Un indiferenciado concepto natural, una nueva defensa de la esttica imitativa en lo referido al arte y del acoplamiento de la verdad a la exactitud de la imitacin pueden cifrarse como los sedimentos de las discusiones del siglo XVIII. El ltimo elemento, sobre todo, haba de determinar el futuro. Desde 1833 se comprueba un uso correspondiente a lo que realismo significaba por parte del crtico Gustave Planche en la Revue des Deux Mondes, y diez aos despus, por parte de Thophile Gautier, en la descripcin y la clasificacin clarificadora de una pintura de Fra Diego de Leyva en la Catedral de Burgos. La escena barroca: el Martirio de Santa Casilda, qui le bourreau a coup les deux seins: le sang jaillit gros bouillons de deux plaques rouges laisses sur la poitrine par la chair ampute; les deux-globes gisent ct de la sainte, qui regarde, avec une expression dextase fivreuse et convulsive, un grand ange figure rveuse et mlancolique qui lui apporte une palme144. La comprensin actual de esas representaciones es ms bien sorprendente, pero la clasificacin es completamente pertinente a la citada definicin lxica: tan pronto como uno viera les nerfs coups qui se retirent, les chairs vives qui tressaillent y cosas semejantes, se podra hablar de lamour du ralisme et de la vrit dans lart145. La lnea de ese concepto de realismo de creciente fidelidad a los detalles pero limitado a la realidad cotidiana se extendi a la segunda mitad del siglo146. De ah en adelante, la mayora de los crticos de Balzac destac de su trabajo la descripcin y la observacin (slo Charles Baudelaire subray la imaginacin, slo el conocedor de Hegel Hippolyte141

Charles de Villers, Philosophie de Kant ou Principes fondamentaux de la philosophie transcendentale (Metz, 1801), 80; cfr. Franois Azouvi/ Dominique Bourel, De Knigsberg Pars. La rception de Kant en France 1788-1804 (Pars, 1991). [la naturaleza permanece como la unidad dominante que absorbe el yo. N. d. T.] 142 Stal, De lAllemagne, tomo 3 (1810; Pars, 1814), 85. [Hay siempre, en cualquier situacin en que se est, una fuerza de reaccin contra las circunstancias que surge de las profundidades del alma. N. d. T.] 143 Le Mercure du Dix-Neuvime Sicle, tomo 13 (Abril de 1826), 6. [Esta doctrina literaria que gana cada da terreno y que lleva a una imitacin fiel, no de las obras maestras del arte, sino de los originales que la naturaleza nos da, bien podra llamarse realismo; ser, segn las apariencias, la literatura dominante del siglo XIX, la literatura de la verdad. N. d. T.] 144 [En el que el verdugo cort ambos senos: la sangre brota a borbotones de dos manchas rojas en el pecho por la carne amputada; las dos esferas yacen junto a la santa, que mira con una expresin de xtasis convulso y febril la figura de un gran ngel de ensueo y melancola que le da una palma. N. d. T.] 145 Thophile Gautier, Voyage en Espagne (1843; Pars, 1845), 54s. [Los nervios cortados que se retiran, la carne viva que tiembla, el amor al realismo y a la verdad en el arte. N. d. T.] 146 Cfr. Wolfgang Klein, Der nchterne Blick. Programmatischer Realismus in Frankreich nach 1848 (Berln/Weimar, 1989).

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Taine vio ambos unidos)147. A mediados de 1850 un realismo tal se propag con especial insistencia. As, por Max Buchon (el cual para legitimar su programa tambin primero tradujo Poesa ingenua y poesa sentimental de Schiller al francs)148: Partout la mme proccupation de la simplification des moyens et de la vulgarisation de lart. Partout, aux peintures cauchemardantes et dsespres, succde laffirmation de la vie humaine; partout ltude positive et crue des trivialits (...). Lart aspire vivre de notre vie relle149. O por Edmund Duranty, en la revista bohemia Ralisme, editada por l con Henry Thuli y Jules Asszat en 1856-1857: Le Ralisme conclut la reproduction exacte, complte, sincre, du milieu social, de lepoque o on vit. () Cette reproduction doit donc tre aussi simple que possible pour tre comprhensible tout le monde150. Jules Champfleury expres: Le triomphe de lartiste radica en la eleccin de un type que chacun croie lavoir connu et puisse secrier: Celui-l est vrai, je lai vu!151. En 1862 se dio la primera definicin de ese tipo, por Thodore Bachelet y Charles Dezobry; un ao ms tarde Taine reg con aceite realista el fuego del anlisis del arte, con la frase efectivamente aguda: Le vice et la vertu sont des produits comme le vitriol et le sucre152, que desarroll luego, hacia una diferenciada esttica del reflejo, su Philosophie de lart (1865-1881; parcialmente en ruso, 1865; en alem., 1866), la cual se volvera rpidamente influyente. Una limitada y efmera Revue raliste apareci en 1789. A fines de la dcada de 1880, finalmente, gan un premio de la Academia un profesor de Bachillerato con la gruesamente conducida definicin de realismo como aquel sistema opuesto al idalisme, qui reproduit de la ralit ce qui relve le plus directement de la sensation, cest--dire le ct extrieur et matriel des hommes et des choses 153. Tendr que ser reconocido como la eficacia literaria caracterstica del siglo XIX haber hecho por primera vez el intento de presentar a los hombres su realidad cotidiana en toda su extensin154. La fuerza opositora de lo inmediato155, no obstante, yaca en ese concepto de realismo estrecho, empirista, muy frecuentemente yermo. Tambin fuera de la literatura hay testimonios que prueban el nuevo lugar cultural de la representacin detallada de la realidad [Wirklichkeit]. Grandville, Paul Gavarni y luego Honor Daumier aprovecharon la recin inventada litografa para hacer ver al progresivo147 148

Cfr. David Bellos, Balzac Criticism in France 1850-1900 (Oxford, 1976), 45. Cfr. Schiller, Les ralistes et les idalistes (1795), trad. por M. Buchon, en: Ralisme, N 5 (1857), 7478. 149 Max Buchon, Conclusion, en: Buchon (ed.), Le ralisme (Neuchtel, 1856), 90. [En todas partes la misma preocupacin por simplificar los medios y popularizar el arte. En todas partes, a las pinturas pesadillezcas y desesperadas sucede la afirmacin de la vida humana; por todas partes, el estudio positivo y crudo de trivialidades [...]. El arte aspira a vivir de nuestra vida real. N. d. T.] 150 Edmund Duranty, Esquisse de la mthode des travaux, en Ralisme, N 1 (1856), 2. [El realismo concluye en una rplica exacta, completa, sincera del medio social, de la poca en que vivimos. [...] Esta reproduccin debe ser tan simple como sea posible para ser comprensible para todos. N. d. T.] 151 Jules Champfleury, Sur M. Courbet. Lettre Madame Sand (sept. 1855), en: Champfleury, Le ralisme (Pars, 1857), 281. [El triunfo del artista, tipo tal que cualquiera cree haberlo conocido y poder exclamar: eso es verdad, yo lo vi!. N. d. T.] 152 Hippolyte Taine, Histoire de la littrature anglaise, tomo 1 (Pars, 1863), XV. [El vicio y la virtud son productos, como el vitriolo y el azcar. N. d. T.] 153 Albert David-Sauvageot, Le ralisme et le naturalisme dans la littrature et dans lart (Pars, 1890), 9, 11. [Que reproduce de la realidad lo que releva ms directamente de la sensacin, es decir, la parte exterior y material de los hombres y de las cosas. N. d. T.] 154 Erich Auerbach, Romantik und Realismus, en: Neue Jahrbcher fr Wissenschaft und Schulbildung 9 (1933), 143; cfr. Auerbach, ber die ernste Nachahmung des Alltglichen, en: Travaux du sminaire de philologie romane, tomo 1 (Estambul, 1937), 262-293 (muy resumido en: Auerbach, Mimesis. Dargestellte Wirklichkeit in der abendlndischen Literatur, 1946; Tubinga/Basilea, 1994, 450-459). 155 Stefan F.-J. Fuchs, Dekadenz. Versuch zur sthetischen Negativitt im industriellen Zeitalter anhand von Texten aus dem franzsischen und englischen Fin de sicle (Heidelberg, 1992), 307.

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pblico masivo la realidad cotidiana. El pintor holands del siglo XVII poda ahora, tras un largo olvido, ser contemplado en relacin a sus merveilles 156. El Impresionismo se revaloriz mediante el elogio de faire vrai: Le type grec, on peut lassurer, est rare dans le Pars de 1880. Les femmes ne sortent pas nues. Elles ont des corsets, des jarretires, des bretelles pour redresser le buste157. El depsito de cadveres de la Morgue alcanz el tope de 400000 visitantes. El Muse Grvin, abierto en 1882, se empe al principio en mejorar sus imgenes de cera mediante la actualidad y la originalidad de los accesorios. Para la exposicin mundial de 1900 se llevaron hombres de las colonias a Pars para hacer parecer como real el mundo representado158. Con impulsos respectivamente ostensibles desde Francia y a la vez no tan acentuadamente programticos como all, el concepto de realismo empirista y referido a lo social se extendi por el norte, el oeste y el sur en la segunda mitad del siglo. En la primera ocurrencia inglesa de realismo, un annimo autor lo menciona definiendo en 1853 la salida del Romanticismo to the adoption of real and natural models, and to the exact imitation of nature y usando incluso el verbo copy159. En los Estados Unidos, juicios como el siguiente de William Dean Howells sealaban la aparicin del pensamiento artstico realista: Mr. Melvilles work possesses the negative virtues of originality in such degree that it not only reminds you of no poetry you have read, but of no life you have known160. En Espaa, Benito Prez Galds llam en 1870 a la novela digna de esfuerzo la novela moderna de costumbres y encomend a ese costumbrismo la expresin de las capas medias, del hombre del siglo XIX con sus virtudes y sus vicios, su noble e insaciable inspiracin, su afn de reformas, su actividad pasmosa 161. En 1879, el cubano Cirilio Villaverde, en su exilio en Nueva York, se propuso -como escritor realista- la meta de transformar su relato temprano Cecilia Valds, de 1839, hasta el punto de presentar los principales personajes de la novela () a fin de que aquellos que los conocieron de vista o por tradicin, los reconozcan sin dificultad162. Ms importante que retratar esas definiciones es proseguir con la pregunta sobre cmo se procedi a partir de tan evidentemente estrecha concepcin del arte con sus dimensiones llamadas por Kant idealistas- no sujetas a la experiencia. Aconteci estructuralmente de156

Cfr. Arsne Houssaye, Merveilles de lart flamand (Pars, 1867); Houssaye, Histoire de la peinture flamande er hollandaise (Pars, 1848); Willem Burger [Thophile Thor], Muses de la Hollande (Pars, 1858-1860) 157 Flicien Champsaur, douard Manet (1881), en: D. Riout (ed.), Les crivains devant limpressionisme (Pars 1989), 328, 326. [El tipo griego, podemos asegurar, es poco frecuente en Pars en 1880. Las mujeres no salen desnudas. Tienen corss, ligas, tirantes para enderezar el busto. N. d. T.] 158 Cfr. Anne Higonnet, Real Fashion: Unmake the Working Woman, en: M. Cohen/ C. Prendergast (eds.), Spectacles of Realism (Minneapolis/Londres 1995), 137-162; Judith L. Goldstein, Realism without a Human Face, en: ibid., 66-89; Jann Matlock, Censoring the Realist Gaze, en: ibid. 28-65; Vanessa R. Schwartz, The Morgue and the Muse Grvin: Understanding the Public Taste for Reality in Fin-de-Sicle Pars, en: ibid., 268-293; Rhonda Garelick, Bayadres, Strorama, and Vahat-Loukoum: Technological Realism in the Age of Empire, en: ibid., 294-319. 159 [Annimo], Balzac and his Writings, en: The Westminster Review, N.S., tomo 4 (1853), 203; cfr. Richard Stang, The Theory of the Novel in England 1850-1870 (New York/Londres, 1959), 148. [Hacia la adopcin de modelos reales y naturales, y la imitacin exacta de la naturaleza. N. d. T.] 160 Willam Dean Howells, Melvilles Battle-Pieces (1867), en: Howells, Selected Literary Criticism, ed. por D. Pizer, tomo 1 (Bloomington/Indianapolis, 1993), 73. [El trabajo del seor Melville tiene la virtud negativa de una originalidad de tal grado, que no slo no te recuerda ninguna poesa que hayas ledo, sino tampoco ninguna vida que hayas conocido. N. d. T.] 161 Benito Prez Galds, Observaciones sobre la novela contempornea en Espaa, en: Revista de Espaa, N 57 (1870), 167. [Las citas estn en espaol en el original, seguidas de la respectiva traduccin al alemn. N. d. T.] 162 Cirilo Villaverde, Cecilia Valds o La loma del ngel (1882), ed. por A. B. Couselo, tomo 1 (Havanna, 1972), 77 f.; cfr. Ottmar Ette, El realismo, segn lo entiendo, en: H.-O. Dill et al. (eds.), Apropiaciones de realidad en la novela hispanoamericana de los siglos XIX y XX (Francfort d. M./Madrid, 1994), 75.

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tal manera que se acept como realismo lo que Gautier haba detallado impresionantemente, y se validaron aspectos detallistas de la relacin artstica con la realidad [Wirklichkeit] separados de la misma. En todas las posiciones ya citadas se dejara ver de semejante manera que no las define una simpleza tonta: de ningn modo fueron comprendidas aquellas otras dimensiones. Los autores notables, de todos modos, no buscaban anular la tensin de lo ideal y lo emprico a favor de lo segundo, sino que lo tenan en cuenta con la intensidad adecuada. Ante todo con ellos se instituy el significado de la corriente realista en la literatura y la pintura del siglo XIX. Debe recordarse el programa de Stendhal (an por l denominado romantique, pero puesto bajo la exigencia de Examinons!) de la contemporaneidad crticamente distanciada de la tragdie qui tire ses effets de la peinture exacte des mouvements de lme et des incidents de la vie des modernes163. Hay que remitir a Balzac, quien buscaba el sens cach [sentido oculto] y los principes naturels de lo representado en dressant linventaire des vices et des vertus, en rassemblant les principaux faits des passions, en peignants caractres, en choisissant les evnments principaux de la Socit, en composant des types par la runion des traits de plusiers caractres homognes, y para quien an rega plenamente la rgle ternelle, du vrai, du beau, pero que se distingui de Leon Battista Alberti no queriendo ser ya secrtaire de la creacin y la tradicin artstica, sino de la Socit franaise164. Es necesario mencionar al pintor rebelde Gustave Courbet con su subjetividad desafiante de la represin social una y otra vez, en el empeo de traduire les murs, les ides, laspect de mon poque, selon mon apprciation, tre non seulement un peintre, mais encore un homme165. Debe atenderse al detallado asco al pblico de Gustave Flaubert, que pensaba en escribir un livre sur rien, un livre sans attache extrieure, que se explicaba en el mismo sitio aunque al mismo tiempo para el bonhomme, qui aime accuser le petit fait aussi puissament que le grand, qui voudrait vous faire sentir presque matriellement les choses quil reproduit166, y que se aferr durante toda su vida a esa conexin. Puede citarse a George Eliot p