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CONCEPTOS DE LIBREPENSAMIENTO: APROXIMACION HISTORICA El empleo del plural concerniente al tér- mino «concepto» con el que se encabeza el presente artículo da a entender que las pala- bras libre-pensamiento han sido interpreta- das de muchas maneras; por otro lado, in- dica que su signif icación ha dado lugar a exégesis muy diferentes. El sentido de estas dos palabras unidas es fá cilmente compren- sible, pero penetrar en su naturaleza es otra cosa l. . l. ESBOZO HISTORI CO El vocablo compu esto «librepensamien- to» es reciente. A lo largo de la historia siempre ha habido librepensadores según el sentido que normalm ente se atribuye a esta palabra', pero se les denominaba de f ormas diversas: incrédulos, increyentes, paganos, infieles, ateos, etc. Autores como Claude Matray consideran librepensadores a todos los que, «sirvién- dose de la razón, rechazaron las supersti- ciones del medio donde vivían»3. La difi- cultad que encierran este tipo de definicio- nes es el estar motivadas por el ansia de ha- cer apologías de nombres en favor del libre- pensamiento ya los que se estudian parcial- mente, descontextualizándolos con fr e- cuencia, para crear mártires con fin es propagandlsücos', o buscar el origen delli- brepensamiento en el origen mismo del hombre. Una primera matización que se impone consiste en dif erenciar el pensar- t, »t tun e.cistido diversas definiciones (de tibrepen sam ientol a lo largo de los tiempos. )' aunq ue mu chas persona s han emi tido opiniones particulares a este propósito, ninguna es todav ía defi - nitiva. Las numero-ras diferen cias de' apreciación subsisten y se manifiesten o /0 menor an Uló" .) Claude MATRA Y. «Lo Libre Pensée , Def iniüon s. Esq uísse ñisu moue ». J. Libre, n." 60. Bruxetles, 1969. p. 5 13. l.as traducciones de los textos extranjeros que aparecen en el presente articulo son obra del autor del mismo. l. f( Partida rios de la doct rina que rectom a paro lo rOl ó n indi - vidual ta lndependencia absolu to de todo criterio sobrenatural en materia retigiosa.» tnectonart o f :ndcloptdi(o Abrevtaao, Espo- so Cattw s.a., Madrid, 193j . 3. Bejo 101 denom inación admi te nombres como Siddhorlo Gaut ama . Budo , Toles, ele" y movimientos como 10.\ atomistas, los sofis tas, los cínicos, etc. C. AfA TRA Y, 0 ,(.. p. J/B. 4. Los casos de Jean Huss, condenado por et Concilio de Constan:o, Miguel Servet y Giordono Bruno, quemados sucesivamente en 14IJ, IJJJ Y 1600. son los más signific ativos. Pedro ALVAREZ LAZARO UniverSIdad Comillas (Madrid) libre del libre-pensamiento, término, este último, que responde a unas circunstancias históricas muy concretas. El primer empleo de la expresión «libre examen» es protestante', Se encuentra ya en los padres de la Reforma pero no como libre examen, sino como examen o exami- nar, en concurrencia con probar. El protes- tantismo usa el examen individual de la Bi- blia para separarde la religión todas las de- formaciones aportadas por la historia. La contradicción surgió al crearse una Iglesia Protestante que terminó por fijar una orto- doxia y castigar a los que de ella se separa- ban. Esta contradicción fue captada por la Iglesia Catolica", quien utilizaría por pri- mera vez el término libre examen, ironizan- do en una especie de objeción a los protes- tantes. John Bartier ve a partir de ese mo- mento un proceso de generalización por el que explica exclusivamente la génesis del li- brepensamiento: «Esto explica por qué - en 1692, al alba del siglo X VIII- cuando se de- sarrollan las ideas que parecen más naturalmente tibre-exaministas, los filósofos no emplean el término de libertad de examen , sino que hablan de libertad de pensamiento, de liber- tad de indiferencia -sobreentendida a toda religión- , o en fin de libertad de conciencia. En cuanto al " libre examen" es heredado por católicos y protestantes pero estos últimos co- J. John BAR TIER «Fmn c-Maronnerie, lihre examen el 0 1- ñ étsme», en Guy CA MBIER, [.okit; et Fron,,·ltlofonntrit, etu- des rassembt ées par .. • éditíc ns de l 'Untv erstte de Bruxettes, Bru - xettes, 1981, pp. 341 -350. 6. Isaac PAPIN, Tol,ranct des Protestan ts, 1962, cit. por J. HARTtER, o.c., p. 344. mienzan a darle un contenido más favorable. Amplían su significación. No se trataba tanto de verificar si tal cosa había sido dicha en la Biblia si- no de demostrar, por razonamiento, la verdad religiosa. Desde entonces la razón individual -y ahí comienza a parecers e a una posición racionalista- se convierte en funda- mento de la fe.» ? Esta hipótesis, muy sugerente, contrasta con los datos aportados por John Robert- son, quien asegura que la denominación li- brepensador había sido aplicada hacia 1667 a algunos miembros de la Royal Society de Londres. Incluso hacia 1692 existía una re- vista titulada Fraternité des Libre-penseurs, editada probablemente por un grupo de creyentes no ortodo xos". Tales chispazos, unidos al movimiento protestante europeo, dejan entrever el cal- do de cultivo en que se inició el siglo XVIII , que como sabemos fue fundamental para la evolución del mundo moderno. En esta época, y lentamente, la cuestión religiosa se convirtió en sujeto de discusiones y el libre- pensamiento en una especie de reacción contra las doctrinas tradicionales en reli- gión. Las guerras de religión, el caso Gali- leo, la unión Iglesia-Estado, la convicción de la necesidad de un nuevo método peda- gógico que diese vía libre a las nuevas cien- cias ya los nuevos descubrimientos, puso la situación de litigio con una Iglesia que prácticamente monopolizaba la educación. Las supersticiones en las que desembocaba fr ecuentemente la religiosidad popular con- firmaban a los nuevos filósofos en una idea de que muchas de estas creencias eran pura- mente irracionales. La Inquisición adquiría rango de símbolo de oscurantismo, opre- 7. J. HARTlER , o.e.. p. 344. B. El mismo historiador afirmo que lo pri mero ve;:: que se en- cuentr a la pa labro tibrepensodor en la acepc íón de incrédulo, es en una carla del escritor Motyn eux al fi lósof o Locke en t 695. donde hablo di' un cándido librepensador. refer ía a Tollond. En 1717 (#1 deista Collins utiliza la palabro como sinónimo de detsta en su Discurso sobre Librepensamiento. POTO esta cues- tión: J. M. ROBl:."R TSON. A history o! ! r<llhout hl Ih. nln e- trtnlh century, Londres 1919 . 77

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  • CONCEPTOS DE LIBREPENSAMIENTO:APROXIMACION HISTORICA

    El empleo del plural concerniente al tér-mino «concepto» con el que se encabeza elpresente artículo da a entender que las pala-bras libre-pensamiento han sido interpreta-das de muchas maneras; por otro lado, in-dica que su significación ha dado lugar aexégesis muy diferentes. El sentido de estasdos palabras unidas es fá cilmente compren-sible, pero penetrar en su naturaleza es otracosa l. .

    l . ESBOZO HISTORICO

    El vocablo compu esto «librepensamien-to» es reciente. A lo largo de la historiasiempre ha habido librepensadores según elsentido que normalmente se atribuye a estapalabra', pero se les denominaba def ormasdiversas: incrédulos, increyentes, paganos,infieles, ateos, etc.

    Autores como Claude Matray consideranlibrepensadores a todos los que, «sirvién-dose de la razón, rechazaron las supersti-ciones del medio donde vivían»3. La difi-cultad que encierran este tipo de definicio-nes es el estar motivadas por el ansia de ha-cer apologías de nombres en favor del libre-pensamiento ya los que se estudian parcial-mente, descontextualizándolos con fre-cuencia, para crear mártires con fin espropagandlsücos', o buscar el origen delli-brepensamiento en el origen mismo delhombre. Una primera matización que seimpone consiste en diferenciar el pensar-

    t, »t tun e.cist ido diversas definiciones (de tibrepen sam ientola lo largo de los tiempos. )' aunq ue mu chas personas han emitidoopiniones par ticulares a este propósito , ninguna es todav ía defi -nitiva. Las nume ro-ras diferen cias de' apreciación subsisten y semanifiesten o /0 menor an Uló" .) Claude MATRA Y. «Lo LibrePensée , Def iniüon s. Esquísse ñisumoue». J. 'Id¡~ Libre, n." 60.Bruxetles, 1969. p. 513.

    l.as traducciones de los tex tos extranjero s que aparecen en elpresente articulo son obra del autor del mismo.

    l . f( Partida rios de la doct rina que rectom a paro lo rOl ó n indi -vidual ta lndependencia absolu to de todo criterio sobrenatural enmateria retigiosa.» tnectonart o f:ndcloptdi(o Abrevtaao, Espo-so Cattw s.a. , Madrid , 193j .

    3. Bejo 101 denominación admi te nom bres como SiddhorloGautama . Budo , Toles, ele" y mo vimientos como 10.\ atomistas,los sofis tas, los cínicos, etc. C. AfA TR A Y, 0 ,(.. p . J /B.

    4. Los casos de Jean Huss, condenado por et Concilio deConstan:o, Miguel Servet y Giordono Bruno, quemados ~1" OSsucesivamente en 14IJ, IJJJ Y 1600. son los más signific ati vos .

    Pedro ALVAREZ LAZARO

    UniverSIdad Comillas (Madr id)

    libre del libre-pensamiento, término, esteúltimo, que responde a unas circunstanciashistóricas muy concretas.

    El primer empleo de la expresión «libreexamen» es protestante', Se encuentra yaen los padres de la Reforma pero no comolibre examen, sino como examen o exami-nar, en concurrencia con probar. El protes-tantismo usa el examen individual de la Bi-blia para separar de la religión todas las de-formaciones aportadas por la historia. Lacontradicción surgió al crearse una IglesiaProtestante que terminó por fijar una orto-doxia y castigar a los que de ella se separa-ban. Esta contradicción fue captada por laIglesia Catolica", quien utilizaría por pri-mera vez el término libre examen, ironizan-do en una especie de objeción a los protes-tantes. John Bartier ve a partir de ese mo-mento un proceso de generalización por elque explica exclusivamente la génesis del li-brepensamiento:

    «Esto explica por qué - en 1692, alalba del siglo X VIII- cuando se de-sarrollan las ideas que parecen másnaturalmente tibre-exaministas, losfilósofos no emplean el término delibertad de examen , sino que hablande libertad de pensamiento, de liber-tad de indiferencia -sobreentendidaa toda religión-, o en fin de libertadde conciencia. En cuanto al " libreexamen" es heredado por católicos yprotestantes pero estos últimos co-

    J . John BARTIER «Fmn c-Maronnerie, lihre examen el 01-ñ étsme», en Guy CA MBIER, [.okit; et Fron,,·ltlofonntrit, etu-des rassembtées par .. • éditíc ns de l 'Untverstte de Bruxettes, Bru-xettes, 1981, pp. 341-350.

    6. Isaac PAPIN , Tol,ranct des Protestan ts, 1962, cit . por J .HARTtER, o.c ., p . 344.

    mienzan a darle un contenido másfavorable. Amplían su significación.No se trataba tanto de verificar si talcosa había sido dicha en la Biblia si-no de demostrar, por razonamiento,la verdad religiosa. Desde entoncesla razón individual -y ahí comienzaa parecerse a una posiciónracionalista- se convierte en funda -mento de la fe.» ?

    Esta hipótesis, muy sugerente, contrastacon los datos aportados por John Robert-son, quien asegura que la denominación li-brepensador había sido aplicada hacia 1667a algunos miembros de la Royal Society deLondres. Incluso hacia 1692 existía una re-vista titulada Fraternité des Libre-penseurs,editada probablemente por un grupo decreyentes no ortodoxos".

    Tales chispazos, unidos al movimientoprotestante europeo, dejan entrever el cal-do de cultivo en que se inició el siglo XVIII,que como sabemos fue fundamental para laevolución del mundo moderno. En estaépoca, y lentamente, la cuestión religiosa seconvirtió en sujeto de discusiones y el libre-pensamiento en una especie de reaccióncontra las doctrinas tradicionales en reli-gión. Las guerras de religión, el caso Gali-leo, la unión Iglesia-Estado, la convicciónde la necesidad de un nuevo método peda-gógico que diese vía libre a las nuevas cien-ciasya los nuevos descubrimientos, puso lasituación de litigio con una Iglesia queprácticamente monopolizaba la educación.Las supersticiones en las que desembocabafrecuentemente la religiosidadpopular con-firmaban a los nuevos filósofos en una ideade que muchas de estas creencias eranpura-mente irracionales. La Inquisición adquiríarango de símbolo de oscurantismo, opre-

    7. J. HARTlER , o.e.. p . 344.B. El m ism o historiador afirmo que lo primero ve;:: que se en-

    cuentr a la pa labro tibrepensodo r en la acepc íón de incrédulo, esen una carla de l escritor Motyn eux al fi lósofo Locke en t695.donde hablo di' un cándido librepensador. ~ refer ía a Tollond.En 1717 (#1 deista Collins utiliza la palabro como sinón imo dedetsta en su Discurso sobre Librepensamiento . POTO esta cues-tión: J . M . ROBl:."R TSON. A history o! ! r

  • 76 sión y persecución de la libertad. A estosaspectos que iban modelando la nueva si-tuación hay que añadir un progresivo des-prestigio de los religiosos, de la jerarquía yde la Iglesia en general, una progresiva des-moralización de la vida, una progresivadescristianización 9. Refiriéndose a estosaños, el profesor Laboa llega a afirmar:«Nos encontramos ya ante una nueva acti-tud hostil a las pretensiones de las diversasIglesias a la posesión de la verdad exclusiva.Rechazaban los filósofos toda actitud dog -mática, la aceptación de una verdad o deuna afirmación que no hubiese pasado porel tamiz y la aprobación de la propiaraz án.»!"

    La razón se fue convirtiendo en el centrode atención, en la única posibilidad deemancipación del hombre de todo tipo dedespotismo . En palabras de Condorcet:«Llegará un día en que el sol ya no brillarásino sobre hombres plenamente libres, so-bre hombres que no reconozcan sobre simismos más que a su propia razón. » /1 Esaconfianza en la razón es compartida porKant y por otras figuras de la Ilustraci áneuropea. Siete años antes del «Esquisse» deCondorcet, había citado Kant unas frasessemejantes, y nueve años antes, en 1784,Kant abría su minúsculo pero genial trata-do Respuesta a la pregunta ¿qué es la ilus-tración? con su famosa definición de estaúltima: /lustración es la salida del hombrede su culpable minoría de edad. Minoría deedad es la incapacidad de servirse de su pro-pio entendimiento sin la dirección de otro.Sapere audel, ¡ten valor de servirte de tupropio entendimiento! Esta es la consignade la Ilustraci án12.

    Gran número de pensadores ingleses, fa-vorecidos por el clima de tolerancia de la

    9. J. M.· I.ABOA . «La edad de las Luces . l.a t tu stración ..,en Historia dt la 1,ItJla Cat ólica, B.A .e .. Madr id. 1980, V. IV,pp. 4/1 ·411.

    10. Ibld .. p . 4U.t t , CONlJORC ET. /:'xqulur d'un lab/Nu h/xloriqur des

    progr¡x dr I'espr/I humoin, 179J , cit, por E. ME NE NDEZ URE ·NA en la Crítica '"nllana dl/" socltdad J' la rdl,lán. Kant, pr,-drrl!or dr Marx)' ¡ '..ud , Trenos, Madrid, /9 78. p. 56.

    11. E. M EN ENDEZ UREÑ A . O.C.. pp. 56·57.

    Iglesia Anglicana. desarrollaron las técni-cas de crítica que subrayaban las improba-bilidades e inconsecuencias aparentes de laBiblia desde el punto de vista histórico.Deístas convencidos, creían en un Dioscreador, pero ese espíritu no intervenía enlos acontecimientos del mundo. Muchos ar-gumentos de estos abogados de la religiónnatural eran superficiales; pero después dehaberlos leído, difícilmente podía el hom-bre educado en la Europa occidental pensaren Dios o en el universo de la misma mane-ra que había pensado un siglo antes. Laciencia y el racionalismo no habían destrui-do la fe religiosa, pero hablan operado enella un cambio cualitativo de importanciafundamental y contribuyeron a crear unambiente no sólo antieclesiástico sino tam-bién antidogm ático",

    En el curso del perfodo revolucionarioaparecieron libros notables a favor dellibrepensamiento!" que demostraban laanalogía que éste tenia a la manera deVoltaire!". Con la Revolución francesa y losacontecimientos que la siguieron el términotomó una dimensión nueva. Entre 1815 y1830 la palabra es laicizada por los grandespensadores, que son a menudo protestantesy liberales a la vez. como sucede con Benja-mln Constant o Guizot , Se habla entoncesde libre examen en otros términos que el dereligión y el vocablo se vulgariza. Es utiliza-do, por ejemplo, en la prensa. A esta etapade universalización por divulgación seguiríaotra distínta consistente en la afirmacióndel primado del librepensamiento. La ideadistinta de que el libre examen no ha depreocuparse de ningún otro sistema y que éles permanentemente hostil a la constituciónde los dogmas no comienza a imponerse ne-

    /J . M. S. ANDERSON, f:uropu rn eí x. X VIII , d i. por J.M.' LA BOA , o.r.. p . 416.

    /4 . l.os firmados por Vo/nr)' '' 79/). Uupuy t l 795) ' SylvainMure chot, autor del j amoso n lcdonar/n dI altos, que pub licó en/ 797. y del CMi;o dr /0 relig/ón sin titos,

    15, Seg ún el prof Laboa, Volta;r,. no f ue original sino quereetabor ó las concepciones del iluminismo ¡nglts. dependió deNe wto n en sus afirma ciones sobre la naturateta, y de los deístasingleSt"s en s u a veces co ntradic to rio deismo. J. .\f. · LABDA .

  • intentos tuvo lugar mediante la creación defederaciones y mediante la celebración decongresos!". Tant o en unas como en otrosse constataba la preocupación por encon-trar una def inición de librepensamiento, entorno a lo que se creó una auténtica polémi-ca. Tratar de hacer un estudio comparativode los diversos puntos de vista que defen -dfan aquel enj ambre de ligas, f ederaciones,ctrculos, etc., que llegaron a ver la luz, esalgo que se nos escapa de las manos tant opor la falta de estudios sobre el tema como-por la variedad ideológica de que estabanimbuidas tales organizaciones. Tomandodel caso español algunas de las que por suimp ortan cia numérica y propagandfst icaparecen más significativas, podem os hacer-nos una idea aproximada de la problemáti-ca.

    l/. AGRUPA CIO NES YFEDERA CIONESLIBREPENSADORA SESPA ÑOL A S

    El 15 de agosto de 1882, Bartolomé Ga-barró fundaba la Liga Universal A nticleri-cal de Librepensadores a imitación de la yaexistente en Francia, obra de León Taxil10.El Consultor para la Unión Española de la

    19. En ~I orden ¡nurnacional t'J de destacar la Federavum /11-tem ovionot de l. íbrrpe nsomir m o . Data su f undación t'n 1880.obro de hombres ('{mIO César de /'U(·Pt'. Carlos Bradtaugh , D. M .Bennet, Witheim, L íebknectn, Motescnon. Carlos Ranou vter.Ctemence RCJ>w. Otovonni Bubi o y lterben Spencer. Organi zolos congresos tnrema d onotes dI' tibrepen samiem o d,' París(/881J, Po'¡s y Landres (/882) , ...ímsterdam ( /8R3I, Amvers1188JI. Londres (/88 71. París (18891. Madr id (/ 8911. Bruselas1189JI. París (/9001. Ginebra (/9011. Roma (/9041. Par ís (/ 9OJI.n um os Airt"S (/906). I>raga (/907/. Bruselas (/9 / 0) , e l (' .

    l O. Sobre 8arlOlom~ Gabarro y los círculos librepen sadorescatatanes, en su retovión n m la ellsn lonza y la masoner ía, nfr e-c'..n interesan tes do los Per.. SO LA en su libro Francesc r errer IGuardia Il'f:scfllo Mn dema, Curial. Barcelona 1978. y Buena-ventur a DEl. GA DO en 1,0 Escueto ,U udrrna d~ Ferr er t Guardta,Cf."A C. Barcelona 1979, De especial intnts es pura este lema /0tesis de licenciatura in édito de Conrado VILANOU. Anarquts-mo. rduC'Qc/ón)' Iibfrp~nSQmi~nto en Cata/una (/ 8118-/90/) . de-[ mdido rn lo facu ltad de Filosofía y Ciencias de Jo Ed uc'anón deBarcelona en 1978,

    } J, Esta ligo pretender á agtut ínar 11 su alrededor a todas JosJunzas liberales y dem ócratas. en un conglomerado de atro,"; , ra-cionotístos, sociatistas , estnr itís tas y mas ones. como se pue decompro bar en 1-."1 Consutror paro la Unión EspañoJa dr la U xaUn/l't fsal Anlid~rical de Ltbrepensadores, Imprenta de Juan To-rrents y Corral, Son Mantn de Provensats, 188J,

    Liga Univers al A nticlericat deLibrepensadores" daba implícitam ent e laconcepción de librepensamiento de la Ligaal afirmar que pretendía ser «la aglom era-ción de todos los racionales qu e, basándoseen la Just icia, Moral y Verdad, se apoyanmutuament e para practicar la vida o socie-dad puramente civil» . Continuaba puntua-lizando que prescindía de toda religión y sedeclaraba anti clerical porque «el clericalis-mo es amante de la ignorancia, para as fp o-der vivir explotando al pu eblo tras el para-peto de la religión , y no pu ede transigir conel comercio del pensamiento y conciencia,f acultades esencialmente libres con derechoinalienable». El Consultor acababa negan-do el carácter político de la Liga, destacan-do por el contrario su talante filosóf ico ydeclarándola altamente dem ocrática porser laica sin pri vilegios ni castas.

    Este carácter apolít ico contrasta con elconcepto de librepensam ient o que teníanLas Dominicales del Ubre Pensamiento,semanario madrileño que llegaría a conver-tirse en 1902 en órgano de la Federación In-ternacional de Libre Pensam ient o en Espo-lia, Portugal y A mé rica Ibera. Repetidasveces, y por boca de sus directores RamónChíes y Fernando Lozano, el periódicoafirmaba la inseparabilidad de la Repúblicay del librepensam ient o. Son de FernandoLozano las siguientes palabras:

    «Comenzaré aseverando, desde lue-go, con la ingenuidad que me carac-teriza, que es imposible separar laidea de la libertad religiosa de la li-bertad política; la libertad de pensa-mient o de la República. »]]

    A lo largo del mes de diciembre de 1883Ram ón Chies escribió una serie de cuatroartículos que, bajo título «Carácter delli-brepensamiento», confirmaban esta visiónde su colega:

    « .. .fármula cuya sínt esis es lo que

    11. DE/'ofOfJLO . «Rep ública ... l. ibrepensamiento SO" geme-Jos ». t .as f)omin;ca/~s dt l í.ibre Pen samientn, Mad rid , Ij deahriJ de 188J , lHmófiJo era el pseudónmw de Fernando t.azanoMonte s.

    llamamos librepensamiento, com -prensiva de dos términ os que oponea la f órmula caduca y agotada. Altérmino Monarqula, el poder de unosolo, opone la República, el poderde todos. A l término catolicismo,verdad revelada o impuesta, oponeel Libre Examen, próximo, muy pró-ximo a encarnar. »1J

    El concepto librepensamiento encerraba yano só lo el de libre exame n, sino que a la di-mensión religiosa se a ñadia la dim ensiónpo lftica. A hora bien, para Chíes este nuevoideal, lejos de ser lino afirmación , proveníade la negación del ideal anterior, que lapráctica habfa puest o más de relieve el serabsurdo y estar más en contradicción conlos ideales sociales:

    « y he aqu í el primer carácter conque nos aparece la nueva fórmulanacional del librepensamient o: el deuna negación , que fue primero tími-da, despu és más viva, hoy enérgica eirresistible, de la Monarqufa y el ca-tolicism o. »14

    Llevado por lino conf ianza ingénita en labondad natural del hombre, definió las ca-racteríst icas del librepensam iento como lasde un sistema opuesto al que, en su opi-nión , eran las del cato licismo y la Monar-quía:

    «.. .10 República, solución politicadel librepen samient o, no pu ede des-cansar menos en el consentimiento,en el amor, en la confianza de losciudadanos (... ) Cualquiera que seael modo con el que el librepensadorimagina la Divinidad, obligatoria-ment e ésta habrá de ser, no como eldios cató lico, cruel y vengativo, celo-so y dur o, sino dulce , amable, atrac-tivo, padre cariñoso de todos loshombres".

    » Y he aquí otros rasgos característi-

    l J . lbtd . 9 de diciembre de 188J.14. lbid. , 16 de diciemb re de 188J .lJ. fhid .• 1) de diciembre de 1883.

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  • 80 cos del nuevo ideal, opuesto al anti-guo. El catolicismo y el absolutismomonárquico aparecen como pasio-nes importadas, predominantes y ex-clusivistas en un breve período denuestra Historia, que se prolongapor rutinarismo. La toleranciay el li-beralismo, por sus propios nombresactuales libre-examen y República,conforman más con el genio nacio-nal, están más en su naturaleza, yaparecen informando por dilatadas ygloriosas edades la vida nacional. )/6

    En idénticos términos se pronunció tresaños más tarde el mismo Chíes, en un dis-curso pronunciado durante la reunión de li-brepensadores de Valladolid en el salón Mi-nerva de dicha ciudad. Una de las matiza-ciones nuevas fue sobre el concepto deDios, de fuert e influencia masónica, a pro-pósito de la acusación de ateísmo de queeran objeto los librepensadores:

    «Nos injurian con mil dicterios: sóloquiero recoger uno . Nos llamanateos: dicen con f ingido horror a lasgentes sencillas: los librepensadoresno tienen religión. Libreme el cielosobre las ruinas de una fals edad, for-jar nuevas fantasías. Yo sospechouna sustancia del mundo, un algo in-manente en el Universo: mas declaroque mi pensamiento no llega a darleni forma, ni nombre, ni predicados:lo absoluto se me presenta incognos-cible. ¿ Queréis llamarle Dios? Obradcomo gustéis. Yo sólo me atengo a lopositivo y de buen sentido humano,y confundo a Dios con la Verdad enmi conciencia, sin que pretenda quenadie tenga mi manera de pensar porcanon del librepensamiento, antesbien me complazco en declarar queconsidero librepensadores a cuantoscon recto criterio de libre indagaciónracional, rechazando todo dogmatis-mo, llegan a conclusiones tan opues-tas en el orden de la filosofia como el

    16. lbtd., Jo de diciembre d. 188J .

    ateísmo y el espiritismo (... ) Hace-mos nuestra religión de la ciencia. Ycomo tenemos religión, superior enperfecciones a la católica, tenemosno iglesias, pero sí una iglesia. Es untemplo sublime (.. .). ¿Sabéis cuál es?Nos lo declaran nuestros correligio-narios los masones: lo fabri có impe-recedero a cincel, y lo ornamentó deluces, aromas y armonías, el Sobera-no Arquitecto: es el Universo. »17

    Odón de Buen, el mismo año, reiterabaen Zaragoza, y como representante de LasDominicales, estos mismos asertos con afir-maciones más fuertes de anticlericalismo'",

    La dimensión republicana que defendíai.as Dominicales como inherente al libre-pensamiento no era compartida por otrossectores librepensadores españoles o ex-tranjeros. Aunque todos convergían en unaf e ciega en la razón, en un optimismo sin lí-mites en el poder de la ciencia y en un anti-clericalismo visceral, sin embargo diferíanen las estructuras sociales que pretendian'".

    En torno al ateísmo del librepensamientose extendió una fu erte polémica durante es-tos años. Ya hemos visto cómo R. Chiesacusaba este tipo de ataques de que era ob-j eto por parte de los sectores conservadoresy eclesiásticos al llamar ateos a los librepen-sadores, y cómo se defendia de ellos aun-

    . que su idea de tolerancia le llevase a respe-tar al ateísmo . En la misma línea el periódi-co masónico La Humanidad de Alicante re-chazaba así aquellos ataques:

    «Se dice por los ignorantes y fanáti-cos que un librepensador es un ateo,un impío, un sofista disfrazado conteorías: nada hay más inexacto . EIIi-brepensador cree en la inmortalidaddel alma, adora a Dios en el inmensotemplo de la naturaleza, acepta la

    17. Ramún CJIIES. I.a¡ /Jom inical'\ .. .. 0 .('. , 6 de marzo rlf'1886.

    l B. Odán de BUEN . « Discu rsa pronunciado fOil la Soctedoade Librepensado res de ZarugoZll, en la noche del J I de octubreae 1886», t.as Dom inicales...• 0 ,( '., IJ de noviembre de 1886.

    29. A soóación Universal de Lib repensadores, Hr glam,nwGenerat Interno, S('cdón TipoRTó/ h'a det Cr édito Catalán, 80r-vekm a, 1884, PI'. 5-7.

    moral evangélica, pura y democráti-ca: tiene fe en el criterio histórico yen el cientifico, y en sus medios deconocer rechaza lo absurdo, todo loque se opone a la evidencia de unarecta razón, la cual es siempre la an-torcha que ilumina el camino de susinvestigaciones.»JO

    El periódico masónico alicantino, a pesarde llevar unas directrices similares a las deR. Chies, restringe más el campo dellibre-pensamiento, en lo referente a creenciasre-ligiosas, al no dar cabida en él a los ateos.Sin embargo, las diferencias a este respec-to, dentro del librepensamiento español,fu eron muy agudas. El círculo librepensa-dor catalán «La LUZ»JI definía el librepen-samiento como «el ateísmo, por ser la de-claración de la soberanía absoluta de la in-teligencia humana, la antltesis de las reli-giones reveladas, la negación de todo dog-ma impuesto por un dios personal, el reco-nocimiento de la lógica y del sentido comúncomo la única base de toda lafilosofía y dellibre examenw".

    JO. Vivtn r OZCA RIZ, «Librepensamiento», 1.0 Human l- :dad . ()rxatw Oficial dr la R~,~p" J" Rrn . l .oX. Cap, (' ons/antrAkma n," H al Or. dr Alifa n/t. Alif an/ f . /0 de no viem bre de18X5.

    3 / . ('onre1(lo Vitanou . f ' ff su snagnifica tesis de ticenc íatura )'0vnudc. nos dirá que et d ntllo «La í.us » "I/('o1Jezorá durante estosUlJm et movimiento librepensado r de la Ciudad Co ndal y mor('o-rá \U linea prop ia, al reunir en su sello elem ent os obreristas de\iXllificaáúII antivtertco t y tibrepensado ro. A hi t'stán los ejem -plo .\ l/e J, Torrens Ros y Jos; l.lunos y Puj u/, vincútaaos estre-chame nte al periódi co La Tramo ntana. En torn o a tI se irá arti-votando un importante fre nte librepensador, dr inspi ración onor-qu ti ame. que mantendrá estrechas retaríon es con /0 mosonerta.

    En "1 breve t'SIHIÓO dI' diez.a"'o.'i surgieron d iversos intentos deconfe deraciones y otras tantos di visiones ocasionadas bien pormo tivos ideot ógiros . bien por protag unismos persono/es. Sólo ennarcetono 5f' f unda ron surestv amente los siguientes ligas: en /881ta del Dr, Gabarro (UK O Universal Ant id tr Í('al de Librepen sado-res), f' n 1884 /0 IlA soá oá ón Universal » víncutoda a (a «Unt ánFnuem at tbertca de Librepensadores », )' f'n 1886 et v paao deS(dldorjdad ~, o/ que Sf' le opo ndrá la «Conf ederación Universaltl l! 1.tbrepen sodores». Esto últ imo soc ie dad, relacionada ('on elgrupo (jEI Progreso Barvet nn és », cuyo dirigente más destacadowria el Sr. .\Iom'uda. estaba en concordancia con las directricesdf' lus pubtícaciones madrileñas El Mot /n y /.a.\ lJomlnlralts drlI.ib,~ J'tmami tntll. Los propa gandistas espiritistas apoyaron oc-tivamen¡e los trabajos de es/a nuevo osociacíón .

    31. RtKlam~nto. C/rculo I.a I.ut , Unión 8ar frl onrsa dt /./-hrtp~nradort~. Barcelona. / 888,

    Este reglam ento se oprobó en Barcelona el l l dI' septiembre deIX8H, fi rma do por et go bem odo r cívi t de /0 provi ncia D, L.uis A n·,únf'Z.

  • A lo largo de la década de los añosochenta del pasado siglo tomó carta de ciu-dadanía en el campo librepensador la con-traposición entre las actitudes materialistasde inspiración atea y las doctrinas espiritis-tas de influencia deista", contraposicionesque aumentaron las tensiones y pusieron demanifiesto los múltiples contrasentidos delmomento.

    lll. LOS CONGRESOSINTERNACIONALESDE LIBREPENSAMIENTO

    El more m ágnum de concepciones y pun-tos de vista que sobre el librepensamientoexistían en España, y las enconadas discu-siones que a este propósito se establecieron.no fueron exclusivos de nuestro país. De-seosos de limar asperezas y llegar a solu cio-nes universales. los congresos internaciona-les intentaron definir el concepto librepen-samiento con resultados no siempre satis-factorios. a tenor de sus continuos esfu er-zos e intentos. Un somero muestreo resulta-rá clarificador.

    Durante el congreso internacional reuni-do en París los últimos días del mes de sep-tiembre de 1889 en el Palacio de la UniónFrancesa de Cámaras Sindicales, la discu-sión de principios, en palabras de Od án deBuen, delegado español al congreso. fueacalorada y dominó un sentido amplio auncuando se defendieron las tendencias másradicales. Quedó asentado que:

    «El librepensamiento es una coali-ción de elementos filosóficos racio-nalistas que afirman el laicismo de lavida como medio necesario. y el mé-todo de observación como procedi-

    JJ . Entre los m áximos represen tan tes rif' rsta IIn..o espiruistaM encue ntran Amat ío Dom ingo Sole r. A ngetes LOJw :" ti, A ya/u .Jost M.· "·,rnonde:. Ca/o"ide y et vizco nde de Torres Sotanot ,Las conexiones entre t'spi,i1 isl1lo J' tibrepensam íento 105 describe..1"':.nmd.. de Torres So/ano/ en f'1articu to ~f Uhrt pensami emuyespíritismo» pub/frud" en t.as J)om lnlcalts ti 13 de fe brero dr18119.

    Para las contrapos iciones entre los m Ól rrio li sfoS' Ul t'(H y IOl ".'r-(}¡" ,islas véase 1.01 "tsh~r,dQdoJ. Sobad ell, e . " l O, 16 septie", -b" 18111. Y n ." 11. JOseptiembre IRR1.

    miento de estudio. »J.Frustrado el congreso de Madrid de 1892

    apenas comenzado. no pudo tratar la cues-tión de principios'í, pero el mismo cuestio-nario permite apreciar diferencias respectoa la declaración hecha en Paris", No trata-ba de las religiones positivas en general-aunque lógicamente estaban implícitas-sino que concretaba la oposición del catoli-cismo al cristianismo. a la ciencia. a la mo-ral positiva, a la república. al arte, al socia-lismo yola vida económica. Es de destacarla importancia de primera magnitud que uncongreso internacional de librepensamien-to, el primero de grandes dimensiones se-gún Furn émont, concedió a la enseñanzalaica, a la que veía tomo «medio de purifi-car la vida moderna del virus católico». yexigía a la Administración pública estable-cer el laicismo en los establecimientos debeneficencia, instrucción, etc.

    En uno de los contados discursos que pu-dieron pronunciarse. D. Antonio Macha-do , abuelo de nuestro conocido poeta ypresidente del congreso . habló, entre gran-des aplausos, del mundo moral por con-quistar basado en el optimismo científicoque caracterizó al movimiento librepensa-dor de la época:

    « .. . el mundo moral que vamos aconquistar es la verdad dicha termi-

    34. I.{u lJom ink ults. 0 . ('" j o l -/u /m ' 18X9.1::"..1mismo n m XTt'{ O ,\1' abordaron ( 'lI4 'l /ionl',~ di' ntnrut, re ta-

    &"iont',\' Iibrt'/~n,\um'c'nlo·Rc' ,'ollldól1 jrUflft' \u. (h'rt','hm tlt' IlJmujer , en:

    3.5, Lu or/iuni:ut'irin dt'l nml(rt' srl ('orri,; u j 'urJ(o (h' I,R.\ o,,·minieales y ,-1 n",ti/; ae urgu ni:ot"ion t'.\luhu fOmp m'J/O p or D.An/O nw Machado, catedr ático dr Iu Um versnlad dI' Mudrtd (quewrto prf'sidf'nl f' dct nllll(r(;'so); O, Vi( 't'nl f' tif' Torre s Sotonot, pu -blids/o y /Jmpit:lur;o ; n . j tAlé Amonh , m'U'''i ('w ; O, Ud ún deHuen, vtnedr ático ; O, Frantíscn Rii-piJ. f'.l dl/UIIUllo,' D. t-ranviv -('o Ruiz, "ptÍl( f'ojo,' n, f~'1;( Nava rro, arou ítecto; D, AmonioRoldan , IIIfdko,' O, Toribiu " á nantlt'z Murales. (Ii /Ju /(I(/o pro-vinciat de Madrid; D, Hoimundo F. Durond, ¡mJpit'lorio; O, st«.mu' ; M utost'.\ (..1. Cor :,ufloJ. pt'rlUt1is/u ; n, Nic'olas Sobnerc n } 'Gorria. rstudunne; D. t:nr iqu t' Can tatapiedro, ingeniero; D. Ru-mó n Chies, conrej at dr .\ tud rid; D. f 'nnundo L ozullo (Dt'm új i·to). n ubt icista; D. Jo.if Francos Rodrixut':., mhlU'tI. Jlt'r t .av /Jo.minicates, O, C. , JJ ntayo dr IR9J.

    Rt'unido t''' et Teatro Príncipe Alf onso . s,;/o l t vrletwaro n tressesiones, lu pmnera presidida por D , Antoni o Mochado, lu J t'.ru nda por D. Le,;n t -urn émont y IQtercera {HJr O, A URUS/U Bour-ceret , ruandu /a polido lo tliso/vi';. 1.0\ IJominica/~'. O , " .. / 6 IX'·tubr e IR91.

    16 . I.Q( lJomlni¡;Q/~j. o.e.• IJ de mayo ti,. / 891.

    non temente por boca de los hombresilustrados que aceptan la verdad ba-sada en la ciencia. y que aspiran conella a cimentar bajo sólidas bases elimperio de la libertad, de la igual-dad, de la fraternidad y de la justi-cia, así como la enseñanza de la cien-cia. »37

    Muy a tener en cuenta dentro de esa in-quietud por la cuestión de principios es lamemoria presentada por las organizacionesobreras de Barcelono", Aparece firmadapor sus representantes en él congreso J.L/umas y J. Torrens, que como sabemos es-taban íntimamente ligados al círculo «LaLuz» y al periódico La Tramontana de Bar-celona. Comenzaba de esta forma:

    «Entendemos por librepensamiento:l . o La facultad de analizar. sin pre-juicio ni prevención de ninguna cla-se, todo aquello que a nuestro racio-cinio sea sometido.2. o La facultad de traducir libremen-te en hechos todo lo que en el cere-bro se haya elaborado, »

    Estos representantes del ala más extremadel librepensamiento exigían despojarse pa-ra ser auténticos de las extravagancias reli-giosas y del dogma humano que en formade leyes más o menos mal intencionadasimpedía siempre hacer uso de la libertad:

    «Ni el moderno espiritismo que hadescalabrado ya muchos dogmas, nilas democracias que han desmorona-do el dogma humano son suficien-tes: el ateísmo es lo justo y la acraciala justicia social. Apoyan la primeraafirmación el materialismo y lasciencias naturales y abonan la segun-da la sociología y el principio de la li-bertad (.. .j . La enseñanza ha de serlibre, laica e integral y es-una necesi-dad para traducir en hechos los prin-cipios te áricos. »

    J7. lbid.• 11 de octubre de 1891.J8. J. LL UMA S y PUJAL Y J. TORR ENTE. «Relaciones

    det ttbrepensam iento con lo l 'uC"slión social. At Cong reso Un íver-sol de l.ibrr Pensamiento: Madrid.., /.aIIJom/nlrolts. a.e.• ]]deoct ubr e de 1892.

    8 1

  • 82 No es difícil deducir las dificultades conque se encontraban los congresos para acu-ñar prin cipios universales. Los debates eranacalorados y llegaron a veces a extremosgrotescos. F. Esteva, que hab ía asistido co-mo delegado de la Gran Logia Sim bólicaRegional Catalana Balear a varios de estoscongresos, testimonia:

    «Compo nen en su totalidad estoscongresos elementos que teniendotodos un fin com ún se dividen en di-fe rentes escuelas y esto hace que losdebates adqu ieran en ciertos mo-mentos tales propo rciones que el es-pec tador que con sangre f ría los pre-senciara, mej or creería que se tratade una lucha encarnizada entre ami-gos que no de hom bres que persi-guen el mism o f in. »39

    En el Congreso Int ernacional de LibrePensam iento de 1902 se volvía sobre el te-ma. El moment o cent ral sobre el concept ode librepensamiento correspo ndió a M . Sei-llés, quien defendia:

    «Se pu ede ser librepensador y teneruna creencia combinada con el esta-do de librepensador. Decíase que ellibrepensamiento no excluye ni la hi-pótesis ni el error; es, por consi-guiente, por excelencia la libertad delerror. w' "

    Una definición de esta índo le daba cabi-da a todo tipo de interp retaciones. Ciertosclrculos librepensadores entendieron quecomportaba la aceptación de todo tip o depersonas, incluidos los católicos, y po r esose revolvieron contra ella. A este respecto ,comentaba el Boletln Oficial de la Gran Lo-gia Simbólica Regional Catalana Balear:

    «Por más que se pretenda demostrarliteralmente que en la locución Li-brepensam ient o se halla, po r el signi-fica do de las mismas palabras, la

    .19. F. ESTE VA . l~ Mt'''' oTlu de la CfHn¡,wn.,. /lol t l l" 0licial(Ir la (i ran ¡." xia Hl'xional Catalana Batear , IIm '/,·m /".' ril' /90j .1' . .l.

    40. Tuma do de! articule (lltl n m l:ft' so dvt L ibre-rensamíentn», nol,'in Oficial dt la Gran 1.fJK;a HrKi" nal Cala/a -na Batear, ñarrelona , octubre dI' / 905.

    proclama ción de su verdadero senti-do, que sería la libertad de concep-ciones, aunque fuesen éstas pernicio-sas, las palabras tienen el sentido quese les quiera dar. Así, los que comba-ten las Iglesias, los que abo rrecen loscultos como cosas pertenecientes aldominio de la superstición, entien-den po r Libre-pensam iento: la ac-ción determinada contra la casta teo-lógica r...). No basta proclamar la Ii-bertad de pensar, es preciso procla-mar el error f unesto de las creenciasy de las ideas dogmáticas y del culto.Nuestra acción la f undamos en elprogreso, en la madurez de la razón,cuya autoridad se impone en virtudde la ley fa tal del desarrollo mora l dela humanidad.»41

    Definiciones de sentido amplio que te-nían la virtud de asumir a toda gama degrupos acababan po r no contentar a ningu-no.

    En Ginebra se crearon las AsociacionesNacio nales de Librepensamiento con el finde articular orgánicamente el librepensa-miento mundial. El mes de noviembre de1902 la Asociación Naciona l de Librepen-sadores de Francia hizo la siguiente declara-ción:

    «La Asociación tiene po r meta pro-teger la libertad de pensar contra to-das las religiones y contra lodos losdogmas, cualesquiera que sean, yasegurar la libre búsqueda de la ver-dad po r los métodos de la raz án.w"

    Fue precisamente el presidente de esta Aso-ciación, Fernando Buiss án, el encargado depresentar al congreso internacional libre-pensador siguiente, reunido en Rom a el 22de septiembre de 1904, la declaración deprincipios que a la pos tre quedaría comodefinitiva hasta nuestros dias", Se compo-nía de tres conclusiones: la primera consis-tía en una definición general de librepensa-

    4/ . tu«. p. 3 .n . c. MATRA r. ".1'.. p . .lM.43. Lu dc'du rucitin n "" I'!t'lu purdr ~w\(' ('n I u\ lJum illit'u·

    tes. fI . C , 14 de octubrr tie 1904.

    miento, y las dos siguientes eran dos reglasen el orden teórico e intelectual y otras dosen el orden práctico y social respectivamen-te.

    De especial interés es la primera conclu-sión:

    «El librepensamiento no es una doc-trina, es un método, es decir, unamanera de conducir el pensamiento,y, por consecuencia, la acción en to-dos los dom inios de la vida indivi-dual y social.

    »Este método se caracteriza nopor la afirmación de ciertas verdadesparticutares sino por una obligaciónde buscar la verdad de cualquier or-den que sea, únicamente por los me-dios naturales de la inteligencia hu-mana, po r la sola luz de la razón y laexperiencia.»

    De esta forma se llega a identificar el li-brepensamiento como método científicoexperimental. La importancia del cambiode óptica es obv ia, por cuanto aunquesiemp re se había considerado la experimen-tación como fundamental para el tibrepen-samiento, la búsq ueda del cuerpo doct rinalcomún habia sido el centro de gravedad delas preocupaciones def initorias y el núcleofundamental de las desavenencias. Estaf órmula abría las puertas de un callejónque se presumía sin salida.

    El giro en el enfoque se deja notar en lacrítica a la religión: «El librepensamientono puede limitarse a esta manifestación ne-gativa relati va a todo dogma ya todo cre-do, exige de sus adeptos un esfuerzo activoencaminado a realizar por los medios hu-manos el ideal humano». Y aplicado a lassociedades, es el método que .consiste enquerer someter a las leyes de la razón la or-ganización social mism a: « Una sociedadque se inspira en este método, teniendo po rprim er deber quitar a lodos sus serviciospúblicos -administración , j usticia, benefi-cencia, etc.-, todo carácter confesional, loque quiere decir que ha de hacerlos no sola-mente neutros entre las diversas confesio-nes religiosas, sino extraños y refra ctarios a

  • toda influ encia religiosa. rigurosamente ex-clusiva de todo dogmatismo explícito o im-plícito». La declaración termina rechazan-do el poder de la autoridad en materia reli-giosa, el privilegio en materia política y elcapital en materia económica.

    La tendencia intelectual se hizo patenteen el congreso romano, pero la exaltación yel confusionismo también hicieron acto depresencia. La primera sesión -el 20 deseptiembre- era así comentada por LasDominicales: «Hector Denls, gloria de laUniversidad belga, una de las más grandesfi guras del humanismo, por su profundosaber y sus virtudes, ocupaba la tribuna le-yendo un trabajo sobre relaciones del Li-brepensamiento y el Positivism o. Se le oyepoco. Los atolondrados no quieren que sevaya allí a hacer fi losofía , sino revolución,revolución. Gritan, introducen la confu-sión. El ilustre maestro tiene que abando-nar la lectura. l.orand, de palabra tribuni-cia, intenta reemplazarle. Es vano, los re-voltosos se imponen (.. .). Ni a D. Nienwen-huis, el viejo luchador holandés, socialistadisidente inclínado a los libertarios. se ledeja oír. El anciano doctor Conway, profe-sor de la Universidad de Chicago, se aturdeal hablar ante aquel alboroto, no explicán-dose bien semejante espectáculo en un con-greso de exposición de principios al que ha-bía sido invi tado y acudía desde tantej os.n" Esta descripción puede hacernosver las dificultades encontradas para lograrun consenso. La declaración de Buissán nosería la única aprobada por el congreso. Elgrupo disidente quiso que se votara otraproposición que contuviese sólo una de laspartes de la anterior declaración y redacta-da con palabras más gratas y accesibles aoídos populares. La segunda y última pro-posición que se aprobó la presentó Doizi é,delegado del grupo librepensador de la Im-prenta Nacional Francesa:

    «El Congreso afirma que el Libre-pensamiento no debe atacar sola-

    ·14. «Lus sesiones dt'1 CorrJ(f'StJ de Romo », '- 0 .\ ""minieal" .O. C. , JI di' octubre de / 904.

    mente a las preocupaciones y a losdogmas religiosos, sino sobre todo alas preocupaciones políticas y socia-les, que son tan perjudiciales para laemancipación integral de la humani-dad . Declara que la emancipaciónintelectual y moral no es posible másque por la emancipación material yeconómica de la clase obrera, de laopresión capitalista que pesa sobreella, emancipación que libertará a lahumanidad entera, asegurando a to-dos el derecho a la vida.»

    El siguiente año, durant e los días 4, 5, 6 y7 de septiembre se celebró el congreso inter-nacional siguiente con sede en París. Sepropusieron tres grandes cuestiones: una deorden moral: la moral sin Dios; otra de or-den f ilosófico: preparación de una enciclo-pedia, y otra de orden vital: la cuestión dela paz", La moral sin Dios f ue una aplica-ción de orden ético de la declaración deFernando Bu iss án a la que me he referidomás arriba y que tanta impo rtancia tuvopara la posteridad librepensadora. Estaspalabras de Las Dominicales resultaronproféticas:

    «La Declaración de Principios (deBu iss án] es la base ya firme de todaobra constructiva del Librepensa-miento. Los diversos congresos quevayan celebrándose no harán otracosa que ir llevando a los dife rentesórdenes de la vida aquella Declara-ción, que quedará como base f unda-mental de la total vida nueva.»46

    No obstante, en París todavía se levanta-ron voces, como la de Paraf Javal, que pe-dían una nueva defin ición delibrepensamiento", pero la asamblea pro-testó ante tal hecho. Previo al congreso pa-risiense se habían solicitado rapports a lasdist intas asociaciones internacionales, peroéstas respondieron con declaraciones de

    4J . Holn in OflC'ial111'/ Gran Orirnt r ":'pattlll. s tadnd, }/ tlrmar:.o de / 905.

    46. I .a\ /Jom iniC"a/r J. o .c., ] 1 di' .h'p lit'mhrr dr / 905.47. (' ,m l r;), d, Po';', (/WJ.i) . Compl, rr ml ll • .'H'uhuriuI du

    COn~rfJ ae Par ís, París, / 906.

    menor amplitud y precisión que la de Buis-son, que en definitiva quedaría ratificadapor este congreso y por los siguientes.

    Este breve recorrido histórico permiteconstatar que no puede hablarse unívoca-mente de librepensamiento. Las diferentesideologías que se agrupaban bajo esta de-nom inación explican, en parte, la dificultadde encontrar un criterio unificador. Com obien af irma B. Delgado, los librepensado-res eran «un grupo heterogéneo en el que seinc/uían todos los disidentes: masones,anarqu istas, socialistas, republican os,etc. » 48, y encontrar el común denom inadora esta heterogeneidad resultó tarea ardua.Los protagonismos personales y el apasio-nam iento dificultaron más el común acuer-do, pero a pesar de su disparidad lucharoncon denuedo creyendo vivamente que lafe-licidad de los hombres consistía en la cien-cia y el progreso.

    48. B. DELGADO. 1.0 f:lcut'la M oaem a tlt Ferrer ,. Guar·ata. C EAC. Harvelonu, 1979. p . 42.

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