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El uso más notable del fenómeno eléctrico en organismos vivos se encuentra en el sistema nervioso. Células especializadas del organismo llamadas neuronas forman una red compleja que recibe, procesa y transmite información de una parte del cuerpo a otra mediante señales eléctricas. El centro de esta red de trabajo se localiza en el cerebro, que tiene capacidad para almacenar y analizar información. Tomando como base esta información, el sistema nervioso controla las diversas partes del cuerpo.

Las neuronas son un tipo

de células del sistema nervioso cuya

principal función es

la excitabilidad eléctrica de su membrana

plasmática. Están especializadas en la

recepción de estímulos y conducción

del impulso nervioso, entre ellas o con otros

tipos celulares.

Las neuronas tienen la capacidad de comunicarse con precisión, rapidez y a larga distancia con otras células, ya sean nerviosas, musculares o glandulares. A través de las neuronas se transmiten señales eléctricas denominadas impulsos nerviosos.

Estos impulsos nerviosos viajan por toda la neurona comenzando por las dendritas hasta llegar a los botones terminales, que se pueden conectar con otra neurona, fibras musculares o glándulas. La conexión entre una neurona y otra se denomina sinapsis.

El número de neuronas en el cerebro varía

drásticamente según la especie

estudiada. Se estima que cada cerebro

humano posee en torno a 1011 neuronas: es

decir, unos cien mil millones.

El sistema nervioso es muy complejo y consta aproximadamente de 1010 neuronas interconectadas. Las neuronas son las unidades básicas del sistema nervioso. Algunos aspectos del sistema nervioso se conocen bien. Durante los pasados 45 años, ha quedado establecido el método de propagación de señales a través del sistema nervioso. Los mensajes son impulsos de tensión llamados potenciales de acción, transmitidos por neuronas. Cuando una de estas células recibe un estímulo suficientemente fuerte, produce impulsos de tensión repetitivos que son activamente propagados a lo largo de esta estructura. La fuerza de los estímulos es transferida por el número de impulsos producidos.

Cuando los impulsos alcanzan el extremo

de la neurona, activan ya sean células

musculares u otras neuronas. Es interesante

que haya un umbral de activación de las

neuronas. Esto significa que los potenciales

de acción se propagaran a lo largo de una

neurona solamente si el estímulo es

suficientemente fuerte.

Existen tres clases de neuronas en la

conducción de señales eléctricas las

cuales son las siguientes:

Sensoriales, motoras e interneuronas.

Sensoriales: Reciben estímulos de los

órganos sensoriales que monitorean el

medio ambiente del cuerpo interno y

externo. De acuerdo con sus funciones

especializadas, las neuronas sensoriales

transportan mensajes acerca de

factores tales como la luz, temperatura,

tensión, presión, tensión muscular y olor

a centros superiores del sistema nervioso.

Motoras: Las neuronas motoras

transportan los mensajes que controlan

las células musculares. Estos mensajes se

basan en la información proporcionada

por las neuronas sensoriales y por el

cerebro.

Interneuronas: Las interneuronas

transmiten información de una neurona

a otra.

Cada neurona consta de un cuerpo celular al cual están unidas terminales de entrada llamadas dendritas y una cola llamada axón, el cual transmite la señal hacia fuera de la célula. El extremo alejado del axón se ramifica en las terminales nerviosas que transmiten la señal a través de pequeños espacios a otras neuronas o células musculares. Un estímulo a partir de un musculo produce impulsos nerviosos que viajan a la columna vertebral. Aquí, la señal es transmitida a una neurona motora, que a su vez envía impulsos para controlar el musculo.

La función del sistema nervioso se puede reducir en esencia a la transmisión de señales, mediante la cual un estímulo produce una respuesta.

Las células que forman el sistema nervioso, o neuronas, son células especializadas en recibir y enviar señales, y tienen múltiples prolongaciones por las que entran y salen estas señales. Algunas de estas prolongaciones pueden ser muy largas, por ejemplo, la neurona que envía las órdenes a los músculos del pie están en la parte baja de la columna vertebral, así que la prolongación que transmite esas órdenes mide aproximadamente un metro, que es la distancia entre la columna vertebral y el pie.

Una neurona, por tanto, está continuamente recibiendo y enviando señales, como una central telefónica. Sin embargo, las fibras o prolongaciones de las neuronas no están hechas de cobre conductor, como los cables telefónicos, sino del material de la propia célula. Este material no conduce la electricidad tan bien como un cable, de modo que la neurona ha tenido que encontrar una manera propia de propagar las señales sin que pierdan potencia.

Un ejemplo de todo este proceso es cuando vemos un pastel apetitoso (el estímulo), los ojos envían señales al cerebro, y este envía señales a los músculos de las manos para cogerlo y llevárselo a la boca (la respuesta). En último extremo, todo el comportamiento humano podría reducirse a cadenas, más o menos complicadas de estímulos y respuestas.

La forma en la que la neurona propaga sus señales

sin perder potencia lleva por nombre, potencial de

acción, también llamado impulso eléctrico, es

una onda de descarga eléctrica que viaja a lo largo

de la membrana celular modificando su distribución

de carga eléctrica. Los potenciales de acción se

utilizan en el cuerpo para llevar información entre

unos tejidos y otros, lo que hace que sean una

característica microscópica esencial para la vida de

los seres vivos. Pueden generarse por diversos tipos

de células corporales, pero las más activas en su uso

son las células del sistema nervioso para enviar

mensajes entre células nerviosas (sinapsis) o desde

células nerviosas a otros tejidos corporales.