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Juan Bosch4 de Abril de 1990Santo Domingo, República Dominicana

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  • C O N F E R E N C I A LEIDA EN LA C A M A R A A M E R I C A N A DE C O M E R C I O . EL DIA 4

    DE ABRI L DE 1990, EN EL S AL ON LA M A N C H A D EL G R A N H OT E L LINA

    Seoras y seores:

    Hace cuatro aos, la Cmara Americana de Comercio de la Repblica Dominicana inici la prctica de ofrecer su tribuna a los candidatos presidenciales. Contrario a mi costumbre de referirme a problemas de carcter pblico sin notas escritas, voy a hacer como hice frente a ustedes en 1986, leyendo estas pginas porque quiero evitar que la improvisacin d lugar a malas interpretaciones o dudas acerca de lo que me tocar decir hoy.

    Seores empresarios: Me propongo hacer de esta charla un ejercicio de razonamiento, algo ms que un simple discurso de campaa. Cualquiera cosa que pueda decirles o prometerles ser tomada como dicha por un candidato presidencial, y ello le restara credibilidad, porque pocos de nuestros polticos han sabido mantener durante algn tiempo razonable el favor del pblico o su confianza. Les pido que me escuchen poniendo de lado, aunque sea por los prximos minutos, sus prejuicios o preconcepciones.

    Muchas personas estiman que la popularidad del Partido de la Liberacin Dominicana se debe a que ninguno de sus dirigentes hemos ejercido el poder durante el ltimo cuarto

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  • de siglo. Afirman que la gran m ayora del pueblo, particularm ente los jvenes, cree en nosotros porque no hemos tenido la oportunidad de defraudarlos, o dicho de o tra manera, no nos hemos quem ado, como ha ocurrido con los polticos de los otros partidos im portantes, todos ellos populistas o clien- telistas.

    Este argum ento aparentem ente inocente es utilizado por nuestros adversarios polticos debido a que lo perciben como una potencial incapacidad para gobernar; pero resulta que ese argum ento tendra valor si el mensaje poltico del PLD estuviera inspirado en planteam ientos dogmticos o ideolgicos, cuando la verdad es que nuestro partido es el nico que ha propuesto cmo resolver la crisis con medidas concretas. Es ms, muchas de esas medidas han merecido el respaldo de todos los grupos im portantes de la sociedad.

    Repasemos, para darle ms sentido a estas palabras, cules cosas venimos diciendo los hom bres y mujeres del PLD desde hace ya bastante tiem po, acerca de cmo enfrentaram os la responsabilidad de gobernar.

    La nica va para lograr el desarrollo acelerado de la econom a dom inicana es el fom ento del capitalismo, lo cual haremos en caso de ganar las prxim as elecciones. Esto no es una simple Declaracin de propsitos, sino que se enmarca plenam ente dentro de las realidades internacionales presentes, y adems, se corresponde con las necesidades dominicanas.

    El capitalismo no puede fom entarse sin que toda la sociedad est de acuerdo en algunas cosas bsicas. A fortunadam ente, en la sociedad dom inicana parece haber consenso en cuanto a ciertos cambios necesarios para m odernizar el Estado, para que el gobierno pase a asumir un rol de rbitro dentro de la sociedad, estableciendo claras y constantes reglas de juego, que por s mismas son el m ayor estm ulo que requieren los capitalistas.

    Los hom bres y las mujeres del PLD estam os conscientes de que el gobierno no tiene que ofrecerle favores y prebendas a nadie, y m ucho menos al empresariado, porque el propio em-

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  • presariado, o cuando menos la m ayora de sus voceros calificados, viene abogando por el fortalecim iento de la libre empresa, y ello implica perm itir la competencia de todas las empresas en igualdad de condiciones, sin que ninguna en particular se cobije bajo la sombra del favor estatal.

    Es por eso que hemos dicho, y repetim os ahora, que un gobierno del PLD vendera todas las empresas de propiedad estatal, porque la funcin del gobierno no es com petir ni obstaculizar a los verdaderos empresarios, que son ustedes, los miembros del sector privado.

    La venta de las empresas del gobierno, de las compaas de la Corporacin Dominicana de Empresas Estatales, conocida como CORDE, est muy justificada si se tiene en cuenta que slo han servido para sobrecargar al gobierno, sin ofrecer servicios o productos de los cuales el pblico pueda enorgullecerse. Cuando esas empresas funcionen como verdaderos negocios, en lugar de ser fuentes de corrupcin para polticos populistas o clientelistas, entonces el pueblo podr beneficiarse de los productos o servicios que vendan.

    La venta de las empresas llamadas estatales no sera ms que corregir una anomala, cuyo origen histrico se rem onta a la ambicin desmedida de poder del dictador Rafael Lenidas Trujillo, durante cuyo rgimen el Estado, o l mismo, que a veces se confundan uno con otro, realizaron grandes inversiones de capital y se produjo un proceso de industrializacin im portante. Al desaparecer el dictador, el gobierno asumi esas empresas.

    Antes de Trujillo, el Estado dom inicano estaba conform ado por instituciones que reflejaban nuestra herencia espaola, o sea que el poder poltico se manejaba casi exclusivamente desde el centro, aunque para sustentarse requiriera de un tinglado de caciques o jefes regionales, pero no era un Estado- empresario. Al contrario, pueden considerarse antecedentes de lo que hoy se llama privatizacin: la entrega de proventos, tales como las aduanas, o los ferrocarriles, a empresas privadas o a grupos de poder.

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  • La descomposicin social y econmica que result del descalabro m onetario, fru to del desgobierno de Ulises Heu- reaux, parecido al descalabro m onetario de la presente administracin, fue lo que desnaturaliz esas privatizaciones , llevndolas a manos de representantes del gobierno de una nacin extranjera, eliminando un atributo de nuestra soberana y abriendo el paso a la intervencin m ilitar norteamericana de 1916.

    Pero basta de esta disgresin histrica. Lo que realmente interesa es saber que ni el Estado ni el gobierno ni el pueblo se han beneficiado de la existencia de las empresas estatales, salvo unos cuantos polticos corruptos que se han enriquecido ilegtimamente, y por eso el PLD enmendar esa situacin adoptando las provisiones necesarias para eliminar esa carga, esa fuente de com ipcin administrativa, y perm itir que funcionen como verdaderos negocios, si es que pueden, porque creo que a alguna que otra de esas empresas habr que dejarlas morir de m uerte natural, sin-el soporte artificial de inyecciones constantes de recursos estatales, que son dineros del pueblo que van a dar a un sumidero, cuando no a algn bolsillo particular, aunque se tomarn medidas para que no sean lanzados a la calle sus obreros y empleados.

    Adems, debe quedar claro que al abogar por lograr el desarrollo acelerado de la econom a dominicana fomentando el capitalismo, ello no significa que el PLD haya perdido su compromiso de defensa de los intereses de los pobres de este pas, que durante siglos han vivido en una miseria aniquilante.

    Sucede que lo que el PLD busca es integrar el mayor nm ero de dominicanos a la econom a activa, a producir, a participar como protagonistas de nuestro desarrollo. Por esa razn, en la venta de las empresas estatales debern ser considerados como posibles adquirientes no slo los grandes consorcios, sino tambin los sindicatos, las asociaciones gremiales, cualquier grupo institucional que desee asumir los riesgos propios de una empresa capitalista.

  • Para fom entar el desarrollo acelerado de la sociedad dom inicana en el PLD nos proponem os ocuparnos de inmediato de nuestras reales prioridades. A mi juicio esas prioridades son lograr la estabilidad monetaria, o sea detener la inflacin, y resolver la crisis de generacin elctrica, puesto que sin esas dos condiciones sera imposible fom entar el desarrollo de nuevas empresas y el fortalecim iento de las empresas existentes.

    Sin electricidad no puede haber desarrollo. Los millones de pesos que ustedes, los empresarios, dedican a generar electricidad, con aparatos de emergencia, son una carga muy pesada para todo el pas, porque ese es dinero que se deja de invertir en las cosas en que realmente debe invertir un empresario, que es en mejorar, diversificar y aum entar su produccin.

    Si parte de la millonada invertida en tantas construcciones se hubiera dedicado a resolver el problema de la Corporacin Dominicana de Electricidad, hoy el pas estara mucho mejor, y los empresarios se hubieran desarrollado ms, y el pueblo habra sufrido mucho menos, porque hay que saber que el pueblo est sufriendo mucho, todos sufrimos mucho, excepto los setecientos ingenieros que construyen obras por encargo del gobierno, los que han manejado en slo 42 meses la fabulosa suma de diez mil millones de pesos (RD$ 10,000,000,000.00).

    En las reuniones privadas que vengo sosteniendo con empresarios, con frecuencia se me pregunta cmo, de qu manera piensa el PLD acom eter tan trem enda tarea, porque, seores, tratar de resolver slo esos dos problemas de nuestra econom a requerir de una voluntad poltica formidable, y de una gran dosis de buena voluntad de parte de todos los dominicanos.

    Mi respuesta a esa pregunta, de cmo resolver las crisis m onetaria y energtica, es sencilla: con ayuda de ustedes. A quienes acusan al PLD de carecer de experiencia de Estado

  • yo quiero responderles que para manejar el gobierno no hay que ser especialista en cada una de las materias o asuntos que competen a los gobernantes. El Dr. Balaguer, sin ser ingeniero ni arquitecto, ha sembrado el pas de varilla y cemento, sencillamente porque todas sus energas, o la mayor parte de ellas, estn encaminadas en ese sentido.

    Con ayuda de ustedes, mis energas, y las de mis colaboradores, entre los cuales les prometo que habr representantes de todos los sectores con influencia en la vida nacional, estarn dedicadas con particular nfasis a enfrentar la crisis monetaria y la crisis energtica.

    Son muchas las ofertas que inexplicablemente el gobierno ha deshechado, mientras ha aceptado otras que a la postre han resultado problemticas, se han ignorado o despreciado otras ofertas de empresas serias, de firmas de slido prestigio internacional. En un gobierno del PLD esas inexplicables trabas no hubieran ocurrido, porque nosotros no vamos al gobierno a negociar, sino a servirle al pas, a defender el inters nacional.

    La Repblica Dominicana ha desperdiciado mucho tiempo y mucha buena voluntad de empresas importantes que han buscado ofrecer su ayuda para enfrentar la crisis de la electricidad. Resulta evidente que en cualquier otro lugar del mundo ya se habra declarado un estado de emergencia, de desastre nacional, .porque, cmo puede nadie entender que un pas est detenido, paralizado, por falta de electricidad, a finales del siglo veinte?. Eso no est sucediendo ni siquiera en Hait, que es uno de los ms pobres del mundo.

    Los reformistas han credo que la prioridad era construir; construir cosas necesarias y otras innecesarias, hacerlo todo al mismo tiempo. A los reformistas se les ha olvidado que el emperador romano Adriano, sobrino y sucesor de Trajano, es recordado no slo porque sembr monumentos de piedra desde la Bretaa hasta Atenas, donde hizo erigir el templo de Zeus. Adriano, que fue quien estableci que los linderos

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  • del Imperio llegasen hasta las orillas del ro Eufrates, abarcando prcticamente todo el mundo conocido, hizo algo tan importante como ser un gran constructor: Rebaj los impuestos y reorganiz el Estado. Adriano revitaliz el Imperio Romano devolviendo a los ciudadanos parte del dinero que el Estado les quitaba por va de los impuestos.

    En nuestro pas, el actual gobierno emula a Adriano sembrando varilla y cemento en cada confn de la Repblica, pero en vez de devolverles la riqueza a los ciudadanos, que son quienes la crean con su trabajo, el Estado confisca parte de esa riqueza mediante la inflacin provocada por una poltica econmica incorrecta.

    El problema de la electricidad, como casi todos los problemas dominicanos, est muy estudiado, muy analizado. Nosotros podemos decir, por eso, que buscaremos soluciones de inmediato, porque ya se sabe qu hace falta. Los organismos internacionales se lo han dicho, desde hace mucho, a este gobierno, porque ya hasta los extranjeros conocen bien ese problema.

    El PLD va a utilizar toda la buena voluntad del sector privado y toda la buena voluntad de la comunidad internacional para iniciar de inmediato la recuperacin de la Corporacin Dominicana de Electricidad. Adems, vamos a promover activamente la generacin privada, porque eso ya est demostrado que funciona muy bien, como es el caso de la energa que vende Falconbridge, cuyo negocio es la minera, pero tambin le facilita corriente a la Corporacin.

    La Repblica Dominicana vive en estos momentos una de las peores crisis de su historia, puesto que la produccin alimenticia no ha crecido en consonancia con el crecimiento de la poblacin. Ello explica el porqu durante la dcada anterior la produccin real promedio creci a una tasa tres veces ms baja que el aumento de la poblacin.

    Estamos importando productos que como la leche, el arroz, las habichuelas y otros rubros bsicos de la canasta

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  • familiar, deberamos estar produciendo para satisfacer la demanda del mercado interno y al mismo tiempo para generar excedentes exportables.

    En los ltimos aos los dominicanos hemos visto disminuir de manera significativa nuestro nivel de vida, debido fundamentalmente a la poltica econmica implantada por el actual gobierno que prefiere dedicar su tiempo a la construccin de obras pblicas utilizando para ello emisiones inorgnicas que se traducen en una severa prdida de valor de compra de la moneda dominicana.

    Para que tengamos una idea del deterioro de nuestra moneda basta saber que un peso de hoy equivale a 5 centavos del ao 1970, es decir, que para comprar en 1990 lo que en el ao 1970 se compraba con RD$ 100.00 debemos destinar ms de RD$2 mil pesos.

    El proceso inflacionario y devaluatorio, a causa fundamentalmente de esas emisiones sin respaldo y una concentracin excesiva de recursos dedicados a obras de infraestructura, ha empobrecido aceleradamente a la gran mayora de los dominicanos. Seores, slo en febrero pasado las emisiones de inorgnicos fueron de ms de trescientos millones de pesos, un 6 por ciento del total del medio circulante. Con razn algunas cifras oficiales estiman el incremento de precios desde el ao 1988 a la fecha en casi un 150 por ciento.

    Toda esta situacin ha provocado un maysculo desorden social y moral. Los valores humanos se han ido perdiendo; el dinero fcil, no importa su origen, se ha convertido en una aspiracin permanente por parte de una proporcin mayoritaria de la poblacin.

    La familia, ncleo bsico de la sociedad, se ha ido desintegrando, de ah las cifras alarmantes de divorcios, madres solteras y nios desamparados. La delincuencia ha ido en aumento: los robos, los atracos, los crmenes y la drogadiccin se han convertido en situaciones comunes que resea diariamente la prensa.

    La miseria est llevando a muchos dominicanos a emigrar

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  • de cualquier forma como consecuencia de la progresiva prdida de sus ingresos reales por causa de la inflacin, el sistema impositivo y la incertidumbre reinante en el contexto general de la sociedad dominicana.

    Ni hablar, seores, de los servicios de salud. Aproximadamente el 40 por ciento de los sectores ms humildes del pas se ven en la obligacin de asistir a los centros privados debido a la escasez de medicamentos y a la baja calidad del servicio que se presta en los hospitales pblicos.

    En fin, la situacin moral y social de nuestro pas est en su punto ms bajo.

    El Partido de la Liberacin Dominicana entiende que esto tiene que cambiar; que la situacin econmica y social en que vivimos debera reorientarse de otra manera con el fin de evitar un deterioro del marco institucional existente. Por eso el PLD ha diseado un Programa de Gobierno en el que el hombre, no las obras monumentales, constituye el centro de nuestras propuestas.

    Ese Programa de Gobierno plantea entre sus objetivos un modelo de desarrollo econmico que conduzca a la modernizacin del aparato productivo, para echar las bases primordiales de una industrializacin que procese las materias primas nacionales.

    Con el propsito de enfrentar la drstica cada de las condiciones de vida de la poblacin, aumentar la produccin y robustecer la capacidad de compra de nuestro signo monetario, el PLD se propone detener en forma inmediata la emisin de dinero sin respaldo y estabilizar la tasa de cambio. Ambas medidas conducirn a fortalecer la economa, despejar la incertidumbre y garantizar las condiciones mnimas para ejercer la actividad productiva. Son stos los mecanismos efectivos para librar la gran batalla contra la inflacin.

    Conjuntamente con este proceso, emprenderemos una reforma tributaria que sea capaz de imponer lmites fundamentales a la corrupcin, la evasin y el fraude, a fin de garantizar una proporcin adecuada entre los niveles de ingre

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  • sos y el nivel de gastos pblicos que efectuar el gobierno en materia de alimentacin, energa elctrica, salud, educacin, transporte y vivienda, bases esenciales para lograr el desarrollo econmico duradero y autosostenido.

    Se hace necesario disminuir el peso que en las recaudaciones totales tienen los impuestos que gravan al consumidor. De ah el porqu la Direccin del Partido haya solicitado a sus tcnicos la elaboracin de un anteproyecto tendente a rebajar los impuestos que pesan sobre los ingresos y el comercio exterior, los cuales tienden a desestimular la produccin y alimentar la inflacin.

    Debemos aprovechar esta oportunidad para informar que ya el Partido de la Liberacin Dominicana tiene listo un anteproyecto de ley que disminuye la tasa mxima del Impuesto sobre la Renta a las personas fsicas y que al mismo tiempo tienda a eliminar la progresividad de la imposicin a la renta de las empresas, hacindolo proporcional.

    Todo el paquete de medidas impositivas que nos proponemos aplicar se corresponde con un mejoramiento sustantivo en la administracin tributaria y la simplificacin de los trmites burocrticos, con el objetivo de garantizar un incremento significativo de las recaudaciones fiscales sin que ello penalice a los sectores sociales de ms bajos niveles de ingresos y a los que ejercitan la actividad empresarial.

    En una economa tan pequea y pobre como es la de Repblica Dominicana, en la cual la mayor parte de los bienes y servicios que se producen en el plano interno tienen relacin con el comportamiento de la economa internacional, el PLD se propone crear la Secretara de Estado de Comercio Exterior. Con este organismo se le dar coherencia y articulacin orgnica a todas las actividades que desarrollemos con el resto del mundo para promover exportaciones, incentivar corrientes de inversiones extranjeras, negociar convenios, mejorar nuestras vinculaciones con los organismos financieros multilaterales y estrechar las relaciones con todos los

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  • pases amigos que nos presten cooperacin y asistencia tcnica.

    Estamos seguros de que con esa Secretara se eliminar la duplicacin de funciones que ahora hay entre las mltiples instituciones del gobierno que realizan actividades con la comunidad internacional en el plano comercial, tcnico y financiero. Ese organismo, adems de diversificar las exportaciones nacionales y captar un mayor volumen de divisas, nos permitir atraer capitales externos en base a reglas claras y precisas debido a que el servicio exterior estar en manos de personas honestas, calificadas y plenamente conscientes de que al gobierno no se va a enriquecerse, sino a servirle al pas, a servirle al pueblo.

    En este escenario internacional nos encontramos con un problema complejo que gravita en forma decisiva sobre la economa dominicana. Se trata de la deuda externa. Esto ha pasado de ser un problema econmico a un problema poltico, debido al cual toda Amrica Latina est sometida a fuertes presiones de los acreedores internacionales, y es evidente que la deuda externa no se puede pagar en los trminos en que inicialmente fue contratada, pero en este campo permtaseme referirme a tres aspectos que estn ntimamente relacionados con alguna perspectiva de solucin al problema de la deuda externa dominicana.

    Uno de ellos es la renegociacin de esa deuda. El PLD entiende que no es posible mantener una relativa estabilidad de la poltica cambiara y monetaria, a menos que no se produzcan una reduccin considerable del servicio de la deuda y una eliminacin de los atrasos; pero los mismos organismos financieros internacionales, tales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, debern comprender que los resultados econmicos de nuestro Plan de Gobierno y de estabilizacin econmica no podrn lograrse sin serias confrontaciones sociales, a menos que no se realice una fluidez de divisas frescas, exencin o reduccin de compromisos, mxime si tomamos en cuenta que de todas formas el gobier-

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  • #no dominicano no est cumpliendo con sus obligaciones de pagos y no tiene tampoco ningn plan que le permita ni a corto ni a largo plazo cumplir con sus compromisos.

    Otro aspecto de la deuda externa est relacionado a los programas de conversin de la deuda. El PLD cree que la conversin de deuda externa en inversiones deber estudiarse en cada caso concreto. Esos programas pueden efectuarse siempre que no incursionemos en reas consideradas de alta prioridad nacional y relacionadas con la conservacin del patrimonio pblico, ni produzcan una creacin excesiva de emisiones improcedentes de dinero cuando la situacin econmica del pas recomienda su reduccin.

    De todas maneras, el PLD no prevee un programa masivo de conversin de deuda por inversiones a corto plazo, en razn de que la composicin interna de la deuda global que puede convertirse en inversin no es tan significativa como para resolver la crisis del sector externo dominicano. En definitiva, el monto mayor de nuestra deuda externa no es convertible en inversin.

    Un tercer aspecto podr ser la compra de la propia deuda del pas en el mercado secundario, que por el momento est siendo estudiado por la Secretara de Asuntos econmicos del Partido y cuyos resultados se darn a conocer oportunamente.

    Terminados estos sealamientos sobre la deuda externa, debemos decir que dentro del Plan de Gobierno del PLD el sector de la minera jugar un papel de suma importancia, pues a a vez que contribuye a desarrollar la capacidad productiva del pas, es una valiosa fuente generadora de divisas. En ese sentido impulsaremos las labores de bsqueda de nuevos recursos minerales y su correspondiente nivel de procesamiento.

    Ahora bien, el PLD est consciente de que como he dicho antes todo plan de desarrollo econmico que se conciba en el plano interno con los sectores agropecuario e industrial y en el mbito internacional con los organismos internaciona

  • les y gobiernos amigos, ir al fracaso si no se enfrenta con urgencia el problema de la energa elctrica. Por eso el gobierno se propone enfrentar de inmediato y con decisin este problema, ejecutando un plan de emergencia que elimine los apagones mediante la instalacin de unidades de rpida adquisicin, al tiempo que contrataremos la instalacin de tres unidades de 125 megavatios y rehabilitaremos las plantas existentes, as como las redes de transmisin y distribucin de energa.

    Relacionado con lo anterior, el gobierno del PLD se propone preservar y desarrollar nuestros recursos naturales renovables (suelo, agua, foresta, etc.), por lo que reforestar las reas que por su condicin lo ameriten, fundamentalmente las regiones por donde pasan los ros.

    Otro de los problemas importantes del pas que debe atenderse con prioridad es el del transporte pblico, y para hacerle frente nos proponemos incorporar 250 autobuses y 150 microbuses en base a convenios de cooperacin con asociaciones cooperativas y empresas privadas; adems, pensamos que las carroceras de esos vehculos deben ser hechas por empresas metal-mecnicas nacionales.

    En lo que se refiere al transporte martimo y areo vamos a Reestructurar y darle un uso racional a los puertos y aeropuertos del pas, confeccionando y ejecutando un programa de uso de puertos que permita mejorar sustancialmente los servicios de aduanas y migracin que se les proporciona a los usuarios. Con ello estimularemos corrientes tursticas internacionales y mejoraramos las operaciones que desarrollan las zonas francas industriales que hacen uso masivo de estos tipos de infraestructura.

    Esos dos sectores necesitan librarse de las trabas o impedimentos burocrticos que impiden su mejor nivel de competencia, pues sus aportes en divisas, empleos y diversificacin de las exportaciones son considerados relevantes. Turismo y zonas francas son importantes motores del desarrollo dominicano. Hago este reconocimiento ante ustedes porque cuan

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  • do asumamos la Presidencia les daremos a esos dos sectores la atencin que amerita su rango de primer orden.

    Por otra parte, la Repblica Dominicana tiene un enorme dficit de viviendas. Para enfrentar ese problema efectuaremos varios proyectos urbansticos especficos que orienten a las inversiones pblicas y privadas en las ciudades intermedias, empezando por las que tengan mayor potencial para absorber poblacin migrante. Se incentivar la participacin del sector privado a travs de legislaciones adecuadas en el financiamiento y la construccin de viviendas para sectores sociales de medianos y bajos ingresos. Asimismo, se dotar de sistemas de alcantarillado sanitario y pluvial a los principales centros urbanos.

    El Plan de Desarrollo Nacional que el PLD pondr en ejecucin a partir del prximo 16 de agosto estar acompaado de un amplio programa educativo, orientado a superar la crisis por la que atraviesa la educacin dominicana. En este orden el PLD se propone desarrollar un programa de alfabetizacin en toda la poblacin analfabeta del pas mayor de15 aos. Adems, aumentaremos el gasto pblico en educacin elevndolo al doble del actual, y desarrollaremos un programa de educacin tcnica que prepare a los estudiantes para la produccin, elevando el nivel educativo de la poblacin en general.

    Como se ve, el Plan de Desarrollo Econmico y Social que hemos esbozado brevemente y en lneas generales, contiene todos los elementos para solucionar los ms graves problemas que afectan actualmente a la mayora de la poblacin dominicana: la inflacin, la falta de energa elctrica, el desempleo, la desnutricin y las escasas oportunidades educativas que son propias de una sociedad subdesarrollada.

    Ahora bien, los cambios experimentados por la economa dominicana durante esta dcada han cambiado prcticamente las formas de participacin de los diferentes grupos organizados que influyen en la vida pblica.16

  • Hemos venido observando un movimiento popular ms organizado, una Iglesia que asume el rol de crear las condiciones para el ejercicio del dilogo tripartito y la emergencia de un empresariado nacional que propone nuevas formas para enfrentar la grave crisis econmica que afecta al pas.

    Todo esto viene a explicar la necesidad de ejercer el poder poltico de una manera colectiva y muy diferente al estilo absolutista, tomando en cuenta la sociedad civil y la necesaria ampliacin de la democracia, ya que el dilogo y el consenso vienen a ser factores ms decisivos para la estabilidad institucional que la prctica de la confrontacin permanente.

    Justamente, es aqu donde el sector privado puede jugar un papel determinante como agente que organiza los recursos naturales, la tcnica, la fuerza de trabajo y su capacidad creativa para continuar aportando los bienes y servicios que consume la poblacin al ir acompaado de reglas de juego claras y definidas que conformar el PLD como partido de gobierno en la administracin del Estado.

    Es por eso que en la estrategia de gobierno del PLD se definen las prioridades, se garantiza la propiedad privada de quienes estn aportando a la sociedad su talento empresarial y se le har frente a la ineficiencia administrativa que por falta de estmulo o dejadez obstaculiza la libre fluidez del capital y de nuevas inversiones.

    El sector privado no debe temer a una posible competencia del rea estatal en aquellas tareas que le son inherentes a la empresa privada para producir, transportar, distribuir y comercializar bienes y servicios, ya que los hombres y mujeres del PLD nos dedicaremos fundamentalmente a las tareas de gobernar y no a la de hacer negocios.

    Naturalmente, que dichos objetivos jams sern alcanzados si el sector privado dedica sus esfuerzos a desarrollar sus operaciones exclusivamente en las actividades lucrativas y no cumple tambin con su deber de presentar pblicamente, tal y como lo est haciendo en estos momentos, sus cri-

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  • terios y opiniones en torno al curso de la economa, la situacin de los servicios bsicos, el problema del empleo y redistribucin del ingreso. Para el PLD, seores, esto es una materia de la ms alta importancia porque en ausencia de esa postura del empresariado, el pas carecera de un balance adecuado entre las motivaciones del sector pblico y los conceptos provenientes del rea empresarial, lo que podra conducir a la toma de decisiones oficiales no coincidentes con las necesidades y prioridades del pas.

    El gobierno del PLD no impondr decisiones, sino que discutir con cada sector productivo las medidas necesarias para favorecer a la sociedad en su conjunto, y no a intereses particulares.

    Es imprescindible que al igual que lo hacen el movimiento popular y sindical organizado, la Iglesia y el gobierno, el sector privado reconozca sus deberes en cuanto a la funcin de liderazgo que tiene que desempear dentro de nuestra estructura social. Sus ideas, objeciones o coincidencias en relacin a la poltica econmica y social que aplique el equipo gubernamental, son necesarias para un desarrollo armnico de nuestra sociedad.

    Slo juntos, sector pblico y privado, podemos hacer un pas mejor.

    La situacin econmica y social es grave, gravsima, pero ustedes pueden estar seguros, seores, que a partir del16 de agosto de este ao empezar para la Repblica Dominicana una etapa nueva que figurar en las pginas de la historia nacional con un fulgor luminoso.

    Santo Domingo,4 de abril de 1990.