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EL REALISMO DE LA CIENCIA UNA COMPARACION ENTRE POPPER Y EINSTEIN JUAN JOSE SANGUINETI Conferencia en el Centro Argentino de Ingenieros, en su I Centenario, Buenos Aires, 25 de septiembre de 1995. 1. Introducción Quisiera comenzar esta conferencia agradeciendo sinceramente al Centro Argentino de Ingenieros la deferencia que ha tenido al invitarme a participar en la celebración de su primer centenario en este Año de la Ingeniería Argentina. Para mí representa un gran honor, del que me considero inmerecedor, el hecho de poder hablar delante de esta magnífica audiencia y en el ámbito de una institución que tiene ya tanta solera en nuestro país. Como no tengo la suerte de ser ingeniero (aunque sí soy hijo de ingeniero), sino filósofo de la ciencia, no sé si podré exponer en este rato de conversación lo que el autorizado público podría esperarse. Quizá esta invitación, al margen de sus aspectos personales y más cordiales, pone en evidencia la buena fama de que hoy goza la filosofía en el mundo de las ciencias. O mejor aún, más que de fama, me parece que quizá se trata de una cuestión de acercamiento mutuo que siempre he podido experimentar en mi tarea: los filósofos se interesan por las ciencias, las necesitan para razonar sobre un terreno más concreto, y los científicos se ven también solicitados por la reflexión filosófica, que les orienta y proyecta un sentido a su especialidad. Unos necesitamos de los otros, en mutua convergencia, aunque los respectivos lenguajes sean tan diferentes y los planteamientos tan distintos. 2. El crecimiento de la ciencia en Popper Pero voy directamente a la temática de esta conferencia, que se refiere a algunos aspectos de la filosofía de la ciencia de Popper, fallecido hace poco más de un año (el 17 de septiembre de 1994). Popper era un epistemólogo preocupado por el tema del crecimiento de la ciencia, un crecimiento que se hace posible para él, como sabemos, si los presuntos conocimientos científicos se ponen en condiciones de ser contrastados racional y empíricamente. La racionalidad se toma en Popper con un enfoque crítico o negativo: una teoría o una hipótesis

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  • EL REALISMO DE LA CIENCIA

    UNA COMPARACION ENTRE POPPER Y EINSTEIN

    JUAN JOSE SANGUINETI

    Conferencia en el Centro Argentino de Ingenieros, en su I Centenario, Buenos Aires, 25 de

    septiembre de 1995.

    1. Introduccin

    Quisiera comenzar esta conferencia agradeciendo sinceramente al Centro Argentino

    de Ingenieros la deferencia que ha tenido al invitarme a participar en la celebracin de su

    primer centenario en este Ao de la Ingeniera Argentina. Para m representa un gran honor,

    del que me considero inmerecedor, el hecho de poder hablar delante de esta magnfica

    audiencia y en el mbito de una institucin que tiene ya tanta solera en nuestro pas. Como no

    tengo la suerte de ser ingeniero (aunque s soy hijo de ingeniero), sino filsofo de la ciencia,

    no s si podr exponer en este rato de conversacin lo que el autorizado pblico podra

    esperarse. Quiz esta invitacin, al margen de sus aspectos personales y ms cordiales, pone

    en evidencia la buena fama de que hoy goza la filosofa en el mundo de las ciencias. O mejor

    an, ms que de fama, me parece que quiz se trata de una cuestin de acercamiento mutuo

    que siempre he podido experimentar en mi tarea: los filsofos se interesan por las ciencias,

    las necesitan para razonar sobre un terreno ms concreto, y los cientficos se ven tambin

    solicitados por la reflexin filosfica, que les orienta y proyecta un sentido a su especialidad.

    Unos necesitamos de los otros, en mutua convergencia, aunque los respectivos lenguajes sean

    tan diferentes y los planteamientos tan distintos.

    2. El crecimiento de la ciencia en Popper

    Pero voy directamente a la temtica de esta conferencia, que se refiere a algunos

    aspectos de la filosofa de la ciencia de Popper, fallecido hace poco ms de un ao (el 17 de

    septiembre de 1994).

    Popper era un epistemlogo preocupado por el tema del crecimiento de la ciencia, un

    crecimiento que se hace posible para l, como sabemos, si los presuntos conocimientos

    cientficos se ponen en condiciones de ser contrastados racional y empricamente. La

    racionalidad se toma en Popper con un enfoque crtico o negativo: una teora o una hiptesis

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    son racionales si admiten la discusin crtica o si dejan abierta la posibilidad de ser

    contradichos. No se trata de una mera actitud psicolgica. Los mismos lmites objetivos de

    nuestras ideas exigen que stas puedan ser contradichas. Pero las contradicciones son

    positivas y saludables, porque nos llevan a corregirnos y por tanto hacen crecer el saber, un

    crecimiento que para Popper significa siempre una mayor aproximacin a la verdad.

    Las contradicciones no tienen nada que ver aqu con la dialctica hegeliana. La verdad

    no es una sntesis superadora de posiciones antagonistas. Popper es un pensador

    antidialctico. La contradiccin acta, en su filosofa de la ciencia, como una criba o como un

    elemento indicador de que en una teora hay algo que no funciona. Es una ayuda indirecta

    para el crecimiento de la ciencia, pero nada ms. Se trata de que sepamos "aprender de

    nuestros errores", lo que era un poco su lema caracterstico. Su posicin apunta al

    aprendizaje, que se hace en base a sucesivas correcciones (no viene mal recordar que en su

    juventud Popper fue maestro de escuela, como su compatriota viens Wittgenstein).

    Correcciones...o tal vez revoluciones? Es decir, hay continuismo o discontinuismo

    en la evolucin de la ciencia? El epistemlogo Thomas Kuhn ha extremado la importancia de

    las contradicciones con su concepto de revolucin cientfica. En la constante actitud crtica

    popperiana ciertamente est el germen de las revoluciones cientficas, es decir, del derrumbe

    de una teora importante que pasa a ser sustituida por otra mejor, ms fecunda y ms

    verosmil. Pero me atrevo a decir que en el espritu de la filosofa popperiana el acento se

    pone en el concepto de correccin, que es ms connatural con la motivacin pedaggica de

    su filosofa ("aprender de nuestros errores"). Adems, no se entendera de otro modo por qu

    Popper ve en las nuevas teoras un acercamiento progresivo hacia la verdad, un punto que ha

    desaparecido en la epistemologa de Kuhn. Admitir los propios errores, con sentido auto-

    crtico, para ir acercndose hacia la verdad es lo que define, en buena medida, el concepto de

    correccin o de rectificacin.

    En la ortodoxia popperiana, las teoras que superan las pruebas ms rigurosas son

    mejores aproximaciones a la verdad. Si hay sucesivas aproximaciones (lo que nos permite

    hablar de progreso, en un sentido especulativo y no slo como progreso tcnico), parece que

    se da cierta continuidad entre las teoras que se van reemplazando unas a otras. Un cambio

    total nos llevara a la incomensurabilidad de los paradigmas de Kuhn, que excluye

    evidentemente la idea de progreso.

    La continuidad bsica existente en todo el arco de las ciencias modernas, con pocas

    excepciones para el caso de teoras muy exticas, es un hecho que difcilmente negaran los

    cientficos actuales. La fsica galileana y newtoniana constituyen, respecto a la fsica antigua,

    una revolucin profunda (aunque ni siquiera aqu falten algunos elementos de continuidad).

    Por eso podemos considerar, por ejemplo, que la teora geocntrica de Ptolomeo es

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    simplemente falsa. En cambio, la mecnica relativista y la mecnica cuntica no son tan

    revolucionarias, en este sentido, respecto a la fsica clsica de Newton. Esta ltima puede

    reconocerse como verdadera a cierto nivel de aproximacin. No podemos decir que la fsica

    contempornea haya destrudo o falsificado completamente la fsica newtoniana. Esta tuvo

    que corregirse, eso s, con relacin al modo completo con que era entendida por su fundador.

    Obviamente la teora de Newton contradice a Einstein si se toma con todos los aadidos

    contextuales con que era pensada por Newton. Pero no la contradice si se toma como

    aproximacin vlida para los cuerpos con que tratamos en nuestra vida ordinaria (no vale en

    cambio para cuerpos con velocidades cercanas a la de la luz). Eso significa corregirse sin

    destruirse. Y por eso cualquier estudiante de ciencias hoy tiene que dominar la mecnica

    clsica, mientras que no tiene por qu conocer las teoras fsicas de los antiguos1.

    Si aceptamos esta interpretacin continuista del crecimiento de las ciencias en base a

    las contradicciones (con la que vamos ms all de Popper y en cierto modo lo corregimos),

    podremos evitar caer en la tesis kuhniana de la inconmensurabilidad de los paradigmas, y

    daremos razn del progreso en el cambio cientfico, un progreso que es, segn una eficaz

    metfora de Einstein, como la ascensin a una montaa, en la que un idntico paisaje, en la

    medida en que se gana altura, se va viendo siempre con una mayor perspectiva.

    3. Del convencionalismo al realismo: Popper y Einstein

    Las ciencias progresan entonces, segn Popper, espoleadas por la criba de la crtica.

    Pero sta de por s no es constructiva. No existe ningn procedimiento lgico ni experimental

    que lleve al descubrimiento de una nueva teora. Esto depende enteramente de la sagacidad

    del cientfico, al que debe "ocurrrsele una nueva idea", una percepcin original del modo en

    que se relacionan las cosas. En este sentido, Popper ha escrito que "el mtodo cientfico no

    existe"2.

    Este punto corresponde bastante a nuestra conviccin de sentido comn de que no hay

    mtodos ni recetas para que a alguien se le ocurran ideas originales. La creatividad cientfica

    tiene algo de milagroso. Ningn mecanismo metodolgico puede suscitar los descubrimientos

    geniales de Newton o Einstein. Una especie de intuicin adivinatoria se anticipa en el

    descubrimiento de los secretos de la naturaleza.

    La razn, en consecuencia, parece tener una funcin ms bien destructiva, porque no

    es creadora y ni siquiera puede ser fundativa (Popper rechaza la "bsqueda de fundamentos",

    propia de los filsofos justificacionistas). En este punto el racionalismo popperiano se

    manifiesta moderado. El momento importante del avance cientfico est en la creacin

    imprevista de teoras no programables a priori. Si esa creacin es gratuita, la experiencia se

    encargar de refutarla. Si se formula astutamente para evitar una posible refutacin, caeremos

  • 4

    en las pseudo-explicaciones que no hacen honor a la ciencia. En definitiva, el tribunal de la

    experiencia decidir sobre el valor real de nuestras conjeturas intelectuales.

    En este sentido pueden ahora verse algunas interesantes comparaciones entre Popper

    y Einstein. Las voy a proponer aqu porque es mi convencimiento de que Popper se ha

    inspirado en Einstein mucho ms de lo que suele pensarse. Para el filsofo austraco, Einstein

    es el modelo genuino del trabajo cientfico ms creativo y original. La rigurosa actitud

    cientfica del fundador de la teora de la relatividad fue la que ayud al joven Popper a

    superar el marxismo y el psicoanlisis de Freud, doctrinas que evitaban siempre las

    confrontaciones crticas.

    La tesis principal de esta conferencia, puedo ya anticipar, es que la filosofa de la

    ciencia de Popper parte, juntamente con Einstein, de una situacin oscilante entre el

    convencionalismo y el realismo, aunque en realidad tiende cada vez ms hacia el realismo

    epistemolgico. Sin embargo, Popper no va a seguir a Einstein en su realismo determinista. Y

    se alejar de l precisamente con su doctrina indeterminista o del "mundo abierto". Popper

    deviene as, en ltimo trmino, un filsofo de la libertad, que ha superado el mundo

    causalmente cerrado de su amigo Einstein.

    Recordemos ahora el punto al que habamos llegado hace un momento. La creatividad

    cientfica es para Popper un portento inexplicable. Pero una vez que el cientfico ha intudo

    una hiptesis que podra ser real y fecunda, tiene que someterla a la crtica. Esta crtica no

    intentar demostrar la verdad de la hiptesis con argumentos experimentales, cosa imposible,

    sino que pondr a dura prueba su verosimilitud mediante una serie de sinceros esfuerzos por

    falsificarla. Esta es la conocida tesis popperiana del principio falsacionista.

    Esta tesis se encuentra tambin en Einstein, aunque evidentemente menos

    desarrollada. La lgica de la investigacin cientfica es de 1934: su idea central era que el

    criterio de cientificidad de una teora consista en su falsabilidad emprica. Sin embargo, y

    aqu ya tenemos una sorpresa, Einstein haba escrito en 1919 (15 aos antes): "una teora

    puede reconocerse como errnea si tiene un error lgico en sus deducciones, o como

    incorrecta si un hecho no est de acuerdo con sus consecuencias. Pero la verdad de una teora

    nunca puede probarse. Pues nunca se sabe si en el futuro uno no se va a encontrar con una

    experiencia que contradiga sus consecuencias"3. Vemos aqu expresado con sencillez el

    principio de falsabilidad: la experiencia puede decidir sobre la falsedad de una teora, no

    sobre su verdad. La induccin no sirve: la experiencia se limita a refutar y de suyo no

    demuestra nada.

    Otro texto de Einstein escrito en 1922 dice lo mismo incluso con ms claridad: "la

    naturaleza, o ms precisamente el experimento, es un juez inexorable de su trabajo [del

  • 5

    cientfico terico], y no muy amistoso. Nunca dice que s a una teora. En los casos ms

    favorables, dice quizs, y la mayora de las veces dice simplemente que no. Si un

    experimento est de acuerdo con una teora, esto significa para esta ltima un quizs. Y si no

    est de acuerdo, significa que no. Probablemente toda teora experimentar algn da su no; la

    mayor parte de ellas lo experimentan tan pronto son concebidas"4.

    La relacin primaria de Einstein con Popper, en la que ambos concuerdan, puede

    imaginarse entonces como una trayectoria, no estrictamente cronolgica que, partiendo de

    una primera posicin cercana al convencionalismo, tiende decididamente al realismo

    epistemolgico. Ciertamente es un paso de una postura a su opuesta: el convencionalismo ve

    las teoras e hiptesis cientficas como libres creaciones del espritu (que podrn o no ser

    confirmadas por la experiencia); para el realismo, en cambio, las teoras cientficas, con las

    debidas garantas, corresponden a la estructura intrnseca de la realidad del mundo.

    a) En primer lugar, en los escritos o conferencias de Einstein encontramos

    expresiones convencionalistas ordinariamente no muy conocidas. En su discurso en Oxford

    en 1933, Einstein declaraba que los principios fsicos fundamentales son creaciones libres del

    espritu humano5. Esta libertad no significa un capricho subjetivista. Se trata, tal como

    Einstein ve las cosas, de que la simple experiencia no puede nunca sugerir las complicadas

    relaciones matemticas expresadas, por ejemplo, en las frmulas de Maxwell o en las del

    mismo Einstein. No se han tomado esas relaciones de la simple y llana observacin de los

    fenmenos, sino construyendo conceptos -con "libertad" respecto a la experiencia-, que

    posteriormente pudieran acomodarse a los hechos empricos.

    En este sentido Einstein sostiene, con sus propias palabras, una posicin kantiana

    flexibilizada, en la que las categoras del pensamiento no son rgidas sino que pueden

    cambiarse con el tiempo. "La actitud terica que defendemos -escribe Einstein- se distingue

    de Kant slo en que nosotros no concebimos las 'categoras' como si fueran inmutables

    (condicionadas por la naturaleza del pensamiento), sino como si fueran (en sentido lgico)

    libres convenciones"6.

    El convencionalismo era una tentacin frecuente en la filosofa de la ciencia de

    principios del siglo XX, en un momento de crisis fecunda en que las geometras no-

    euclidianas, el axiomatismo lgico, la teora de la relatividad y la fsica cuntica haban roto

    con la representacin clsica del mundo fsico de Newton y Euclides. Un cambio conceptual

    tan complejo y alejado de la experiencia comn no permita plantear un fcil inductivismo

    metodolgico. La fsico-matemtica apareca como una mtrica, entre otras muchas posibles,

    acomodada a un mundo natural parcialmente idealizado7.

    Pero pasemos a Popper. He aqu un texto suyo paralelo, de matiz convencionalista

  • 6

    (1982): nuestras teoras cientficas "no son simplemente el resultado de una descripcin de la

    naturaleza (...) sino que, ms bien, son productos de la mente humana: 'nuestro intelecto no

    toma sus leyes de la naturaleza, sino que impone sus leyes a la naturaleza' [cita de Kant,

    Prolegomena]. He intentado perfeccionar esta excelente formulacin de Kant como sigue:

    'nuestro intelecto no toma sus leyes de la naturaleza, sino que trata -con xito desigual- de

    imponer sobre la naturaleza leyes que l inventa libremente. As pues, las teoras son

    invenciones nuestras: esto lo han visto claramente los idealistas epistemolgicos. Pero

    algunas de esas teoras son tan arriesgadas que pueden chocar con la realidad. Y cuando

    chocan, entonces sabemos que hay una realidad: algo que puede informarnos de que nuestras

    ideas son errneas. Y, por eso, el realista tiene razn"8.

    Popper ha resumido aqu toda su epistemologa y nos muestra cmo ha cruzado el

    puente del convencionalismo al realismo: los principios fsicos inicialmente son inventados y

    la dura realidad se encarga de cribarlos a golpes, por lo que puede argumentarse en favor de

    la interpretacin realista. El falsacionismo de Popper de todos modos quiz es algo exagerado

    y es integrable con un inductivismo bien entendido. La experiencia tiene tambin algo que

    ensearnos positivamente, si la tomamos en su complejidad y no como una mera experiencia

    baconiana repetitiva y pasiva. Pero no voy a centrarme aqu en este punto.

    b) Junto a este paralelismo por lo que se refiere a la convencionalidad de las teoras

    cientficas, podemos ver ahora otros textos paralelos de ambos autores concernientes al

    realismo. Escribe Einstein en 1931: "La fe en un mundo externo independiente del sujeto que

    lo percibe es la base de toda la ciencia natural Pero como la percepcin de los sentidos nos

    informa slo indirectamente de este mundo externo o 'realidad fsica', nosotros podemos

    aferrarlo slo con medios especulativos"9.

    El mundo es independiente del acto psquico con que nos lo representamos o del yo

    que conoce el mundo. La realidad trasciende el acto de medir y de experimentar del

    cientfico. Para el realismo einsteiniano, el mundo de la ciencia nos transporta fuera de

    nuestra subjetividad, a un mbito de leyes inteligibles en las que el yo no debe interferir ni

    aparecer siquiera. En este sentido, Abraham Pais, fsico cuntico y bigrafo de Einstein,

    comenzaba su conocida obra Subtle is the Lord con una ancdota situada en Princeton, en la

    que Einstein le preguntaba: "verdaderamente est Vd. convencido de que la luna existe slo

    si se la mira?"10.

    En Popper el realismo es tambin la conviccin inconmovible de que existe un mundo

    independiente de nuestros conocimientos, y que la ciencia no es una modificacin de nuestros

    estados conscientes o una mera estrategia para conseguir el dominio tcnico de las cosas, sino

    un autntico conocimiento de la estructura del mundo y de sus leyes naturales.

  • 7

    Las argumentaciones popperianas en favor del realismo metafsico de las ciencias son

    slidas y se dirigen sobre todo contra el fenomenismo de Berkeley, renovado a principios del

    siglo XX por la epistemologa de Ernst Mach. La filosofa de Mach, uno de los fundadores

    del neopositivismo lgico, llevaba a pensar que "la luna", es decir cualquier objeto fsico, no

    era una realidad sino una elaboracin conceptual que resuma nuestras sensaciones para que

    pudiramos movernos con seguridad en el mundo (pragmatismo o instrumentalismo).

    Mach, fsico y filsofo de la ciencia, es el principal adversario de los tres grandes

    realistas cientficos del siglo XX, Planck, Einstein y Popper. Einstein se liber

    definitivamente del positivismo de Mach gracias al influjo de Max Planck y cuando formul

    su teora de la relatividad general. "Mi abandono del positivismo sobrevino -confiesa- slo

    cuando trabaj en la teora general de la relatividad"11. Segn Popper, "el origen del

    subjetivismo en fsica puede buscarse en varios grandes errores. Uno es el positivismo o

    idealismo de Mach (...) Einstein rechaz esta concepcin cuando tena alrededor de 40 aos

    (1926), y lo lament profundamente en su edad madura (1950)"12.

    El realismo cientfico de Popper significa que los enunciados cientficos nos dicen

    algo esencial acerca del mundo. "La realidad de los cuerpos fsicos est implcita en casi

    todos los enunciados de sentido comn que formulamos y esto, a su vez, implica la existencia

    de leyes de la naturaleza. As, todas las afirmaciones de la ciencia implican el realismo. Estos

    argumentos hacen razonable creer en la existencia de leyes naturales verdaderas, aunque esta

    creencia no es en s verificable ni falsificable, y por eso es metafsica"13. Metafsico no tiene

    aqu un sentido peyorativo, ya que para Popper la ciencia est guiada por conocimientos

    metafsicos significativos y que aspiran a la verdad.

    En este punto una vez ms coinciden Einstein y Popper. En una carta escrita en 1930,

    Einstein le reprocha a Schlick (Crculo de Viena) su orientacin positivista, declarndole que

    la fsica intenta "construir conceptualmente un modelo del universo real y de la estructura que

    le dan sus leyes (...) Vd. se sorprender del 'metafsico' Einstein. Pero todo animal de cuatro o

    dos patas es, en este sentido, un metafsico"14. Por su parte, Popper tambin reconoce en su

    escrito Teora cuntica y el cisma en fsica que tanto las teoras cientficas como las

    propuestas metafsicas tienen la pretensin de ser verdaderas: "ya no creo, aunque hubo un

    tiempo en que lo cre, que haya una diferencia entre la ciencia y la metafsica en este punto

    tan importante"15.

    Dejemos de lado aqu cmo se puede pasar de la idea de que los conceptos cientficos

    son libres creaciones mentales a la conviccin de que corresponden a la realidad, a la

    afirmacin concretamente de que los tomos, las partculas, las fuerzas, los campos, los

    principios termodinmicos, relativistas, cunticos, etc., son efectivamente reales (aunque

    conjeturales) y no se reducen a construcciones instrumentales de la estrategia pragmtica de

  • 8

    los cientficos. Pero es evidente que nuestros dos personajes estn hermanados en este paso

    del convencionalismo al realismo y que el acento ms fuerte se pone en el realismo.

    4. Algunos aspectos del realismo popperiano

    Con relacin al, Popper no admite la ms mnima duda: su "fe metafsica" en la

    realidad est basada, como dice repetidas veces, en el sentido comn y en el testimonio de la

    ciencia, que no es ms que sentido comn iluminado. Quiz no hay una excesiva distancia

    entre esta fe metafsica -la misma que en Planck y en Einstein- y la conviccin notica

    aristotlica referente a los primeros principios. Estamos aqu ante una irremovible posicin

    metafsica que gobierna y da sentido a las ciencias.

    Tal era la fuerza de su convencimiento realista, que Popper confiesa que en el

    invierno de 1926-27 se enred con el fenomenismo de Mach, pero no por ms tiempo que

    una hora, "hasta que descubr su carcter idealista"16. Realmente ya Hume haba dicho que,

    aunque el idealista defendiera su posicin con todo tipo de recursos lgicos, visceralmente

    era incapaz de creer en ella ni siquiera por una hora17. Tocamos aqu un terreno grantico y

    profundo, discutible quiz si se quieren resolver algunas dificultades, que de todos modos "no

    son capaces de afectar mnimamente mi fe en el realismo"18. Wittgenstein y Aristteles iran

    todava ms a fondo, pero en una posicin substancialmente idntica. Para Wittgenstein

    existe cierto nivel de convicciones metafsicas tan profundamente enraizadas en nuestra vida,

    que ni siquiera pueden expresarse con palabras, como si fueran un saber ms entre otros19.

    Para Aristteles que hay axiomas tan fuertes y naturales, que es imposible opinar en contra de

    ellos seriamente: no son racionales, sino supra-racionales (noticos o intelectivos)20.

    Aunque se trate de una conviccin de sentido comn, que incluso podra parecer

    trivial vista desde fuera, si autores como Einstein y Popper la sostuvieron con energa en sus

    momentos polmicos, tenemos que pensar que no les faltaran buenas razones para hacerlo.

    Einstein no nos dice nada nuevo, ni aparentemente muy importante, cuando afirma que la

    luna existe realmente. Est representando el papel del filsofo del sentido comn. Pero a

    veces los filsofos de la ciencia se olvidan de este "sentido comn", que en otros niveles los

    cientficos tericos tienen que dejar de lado. Por eso las crticas de Popper a Mach, Russell,

    Carnap, Reichenbach y otros fueron muy duras, tanto que cuando Carnap intent presentarle

    a Popper al filsofo Reichenbach, este ltimo no slo no le dirigi la palabra, sino que ni

    siquiera quiso estrecharle la mano21.

    Quisiera aadir dos observaciones ms sobre el realismo de Popper:

    a) una es que su posicin realista se confirm definitivamente cuando conoci la

    teora de la verdad del lgico Tarski. Desde entonces, por decirlo as, se enamor de la

  • 9

    doctrina de la verdad absoluta y vio que no haba dificultades especiales contra ella por parte

    de la lgica formal. En una de sus ltimas conferencias publicadas (Un universo de

    propensiones), Popper recuerda su amistad con Tarski: "Desde el punto de vista filosfico,

    fue la amistad ms importante de mi vida, porque de l aprend la sostenibilidad lgica y la

    fuerza de la verdad absoluta y objetiva: era fundamentalmente una teora aristotlica (...) [la

    teora lgica de Tarski] es una teora de la verdad objetiva -verdad como correspondencia de

    los enunciados a los hechos- y de la verdad absoluta: si una asercin formulada en un modo

    inequvoco es verdadera en una lengua, lo es igualmente en cualquier otra en la que haya sido

    correctamente traducida. Esta teora es el gran baluarte contra el relativismo y contra todas

    las modas intelectuales. Ella nos permite hablar de las falsedades y del hecho de que podemos

    aprender de nuestros errores, de nuestras equivocaciones. Ella nos permite hablar de la

    ciencia como de la bsqueda de la verdad"22.

    b) la otra observacin es que para Popper, como para Einstein, el descubrimiento de la

    verdad es siempre inesperado y sorprendente, y por eso tambin resulta difcil en el campo de

    la investigacin cientfica. El orden de la naturaleza, globalmente y en sus aspectos

    especficos, es indeducible desde posiciones preconcebidas. Puede adivinarse pero, como

    veamos antes, la anticipacin genial del cientfico es tambin un evento poco frecuente. Para

    Einstein, lo ms incomprensible de la naturaleza era que fuera comprensible23. Esta idea

    einsteiniana tantas veces citada no es una ocasional frase feliz, sino que revela un punto en el

    que los grandes protagonistas de la ciencia suelen coincidir. Sera ms "normal" esperarse el

    desorden (que es un orden inferior, ms pobre y montono), porque no hay ningn motivo

    necesario por el que tenga que existir el mundo, la vida o el hombre: son realidades

    admirables. Cada vez que el cientfico descubre un nuevo tipo de orden concreto, se

    sorprende (no se lo esperaba), como si detectara la seal de una inteligencia original e

    imprevisible en la naturaleza.

    Con argumento polmico, sostiene Popper que el fenomenismo y el subjetivismo son

    rechazables porque eliminan con demasiada desenvoltura todo enigma24. El realismo, en

    cambio, afirma que existen verdaderamente leyes naturales, pero no las banaliza

    explicndolas como un mero dato de hecho o como una rutinaria necesidad. "Tenemos que

    aceptar la existencia de las leyes de la naturaleza; pero (...) como un misterio"25. El realismo

    no es una posicin fcil, en este sentido, porque no sirve sin ms para "explicar o entender

    por qu, si debe existir un mundo, tiene que ser un mundo pensable, regulado por leyes, un

    mundo comprensible a cualquier intelecto, un mundo que pueda albergar la vida"26.

    Hay maneras de plantear la tarea cientfica que acaban por disolver el claroscuro del

    misterio. En cierto sentido es natural esta tentacin entre los cientficos que, al tratar de hacer

    ms comprensibles las cosas (por sus leyes), les quitan lo que tienen de sorprendente para el

  • 10

    conocimiento no-cientfico. Pero si, como dice Einstein, el hecho de que el mundo sea

    comprensible es algo "incomprensible", entonces el misterio reaparece a un nivel ms alto.

    No caemos as en la ilusin de los que piensan que la ciencia en principio podra "explicar"

    todos los problemas especulativos: al acabar su misin, un da la ciencia nos permitira decir

    satisfechos: "todo es normal y nada tiene de extrao". Esta trivializacin de la realidad es un

    signo de que estamos ante una pseudo-ciencia. Hay que desconfiar de las teoras cientficas

    omnicomprensivas, en las que se mezclan engaos de nuestro intelecto.

    En su etapa cercana al positivismo lgico, Wittgenstein pensaba que la descripcin de

    las ciencias naturales haca del mundo una realidad chata y sin enigmas, pero por lo menos

    reconoca que la existencia del mundo era un verdadero misterio, que l llamaba lo mstico.

    "No cmo es el mundo, sino que sea, es lo mstico"27. Tras haber citado este significativo

    texto, Popper sin embargo aade: "nuestra discusin muestra que cmo es el mundo -el hecho

    de que tenga una estructura, o que sus regiones ms lejanas estn todas sometidas a las

    mismas leyes estructurales- parece en principio inexplicable y por tanto 'mstico'"28. Por

    ejemplo, para Popper el origen del universo, la emergencia de la vida y la aparicin del

    hombre son hechos increbles, improbables, que l llega a calificar de "milagrosos", en

    cuanto van ms all de nuestra comprensin cientfica29.

    En resumen, el realismo cientfico y metafsico de Popper se apoya en la existencia de

    la verdad absoluta, que con nuestras explicaciones cientficas podemos alcanzar conjetural y

    parcialmente. Las teoras se refieren a una realidad compleja y original, difcil de desentraar

    pero que puede ir adivinndose poco a poco.

    Sobre las dificultades para descubrir la verdad Popper ha insistido con frecuencia. Las

    verdades importantes de la ciencia no estn fcilmente a la vista de todos, sino que se

    encuentran como encerradas en una naturaleza celosa a la que, como deca Herclito, "le

    gusta esconderse". La ciencia no es para los perezosos, pero el mucho trabajo tampoco

    garantiza nada automticamente. Entre numerosos intentos de dar en el blanco, slo algunos

    pocos lo consiguen, y no a causa de una ley estadstica que regule la "buena suerte". Si cuesta

    tanto descubrir las verdades de la naturaleza, es porque sta tiene una riqueza que desafa a la

    imaginacin humana. En este punto, sin embargo, vamos a ver que los caminos de Popper y

    Einstein se separan.

    5. El indeterminismo: Popper ms all de Einstein

    Voy ahora a la ltima parte de esta exposicin. Hasta este momento he querido

    evidenciar algunas concordancias de fondo entre nuestros dos personajes. Me he visto

    estimulado a esta comparacin al reparar en la cantidad de veces que Popper menciona a

    Einstein (casi siempre con admiracin).

  • 11

    Hubo por lo menos dos momentos en que el filsofo austraco mantuvo con Einstein

    una relacin particularmente cercana. Uno fue cuando present en su primera edicin de La

    lgica de la investigacin cientfica (1934) un experimento ideal contrario a la interpretacin

    de Copenhague del principio de indeterminacin de Heisenberg, recibiendo de inmediato una

    carta de Einstein en la que ste le sealaba amablemente su error. El experimento, sin

    embargo, tena algn parecido con el posteriormente pensado por Einstein, Podolsky y Rosen

    en 1935, que todava hoy sigue siendo objeto de discusiones.

    El otro momento fue cuando Popper encontr a Einstein en Princeton en 1950.

    Despus de una conferencia del primero sobre el indeterminismo cuntico, con la presencia

    de Einstein, ambos mantuvieron un coloquio sobre la cuestin, defendiendo puntos de vista

    contrapuestos (cfr. la autobiografa intelectual Bsqueda sin trmino)30.

    La relacin personal entre los dos, como vemos, tiene que ver con la interpretacin

    filosfica de la fsica cuntica, tema desarrollado en el tercer volumen del Post Scriptum a La

    lgica de la investigacin cientfica, ya mencionado, Teora cuntica y el cisma en fsica.

    Desde los aos 30 Popper se mantuvo aliado con Einstein en su crtica inflexible a la

    denominada "filosofa de Copenhague", que era una manera de interpretar las relaciones de

    indeterminacin de Heisenberg (1927) inficionada, al parecer de ambos autores, de

    subjetivismo y positivismo. Sin embargo, mientras Einstein sostena una tesis determinista,

    Popper se inclin en favor de un indeterminismo objetivo, que cristaliz en su "teora de las

    propensiones".

    La historia del debate epistemolgico sobre el sentido de la mecnica cuntica es muy

    compleja y no est todava acabada. No es ste el momento de entrar en ella, pero s quisiera

    al menos dejar planteados los dos tipos de realismo que unen y separan a la vez a nuestros

    dos autores.

    El realismo einsteiniano-popperiano consiste, en este punto, en rechazar la usual

    versin de la teora cuntica que hace intervenir al observador en la descripcin de los

    procesos microfsicos. La realidad microfsica sera accesible slo al aparato experimental

    que, al efectuar una medicin concreta, perturba el sistema y provoca un imprevisible colapso

    de la funcin de onda. El objeto fsico se volvera as indisociable de la presencia activa de un

    observador. Ms an, segn ciertas interpretaciones radicalizadas, como la de Wheeler, el

    observador con su medicin concreta es responsable del colapso de (la funcin de onda

    regulada por la ecuacin de Schrdinger) y en este sentido lleva la potencialidad a la

    actualidad. "El observador da al mundo el poder de venir al ser mediante el acto mismo de

    dar significado al mundo"31. En palabras del cosmlogo Tipler: "esto nos lleva al antiguo

    problema filosfico de si un universo sin observadores -que no tiene efectos detectables en un

    universo con observadores- puede decirse que exista. Me inclino a decir que no, porque no

  • 12

    hay modo de que yo pueda hablar de algo que exista en ese universo; no es posible dar un

    significado a la palabra 'existencia' en ese contexto (...) Es interesante que desde este punto de

    vista del sentido de la existencia, son los observadores, o ms bien la posibilidad de

    observadores y de sus observaciones lo que permite la existencia del universo. En un sentido,

    las creaturas en el interior del universo crean el universo y a s mismas"32.

    Contra esta filosofa carente de sentido (porque la frase anterior no slo es falsa, sino

    que no tiene absolutamente ningn sentido), contra esta filosofa berkeleyiana que vena a

    otorgar a la conciencia una funcin creadora en el seno de la misma fsica, polemizaba

    Einstein con razn cuando sostena que "la luna" exista realmente aunque no la midiramos,

    independientemente de nuestras variables mediciones.

    Sin embargo, el realismo einsteiniano se resolva al final en un determinismo

    absoluto. Para comprender este punto hay que entrar en sintona con el "metafsico" Einstein,

    que era una ferviente seguidor de Spinoza. En su concepcin, toda la realidad est

    determinada en sus causas (incluyendo al hombre mismo). La naturaleza es una sola y realiza

    en s una absoluta simplicidad matemtica. "Una causalidad limitada, dice Einstein, ya no es

    una causalidad, como nuestro maravilloso Spinoza fue el primero en reconocer con

    precisin"33.

    Afirmar la existencia de un yo particular, que pudiera moverse con libertad en este

    cuadro tan perfectamente dado como un teorema matemtico, sera incomprensible. Para

    Einstein la ciencia llevaba al hombre a olvidarse de su subjetividad, a salir de s mismo para

    contemplar la existencia de una realidad absoluta. En este sentido para l la ciencia era como

    una religin, una religin csmica y pantesta en la que el yo personal acaba por desaparecer

    como una ilusin particularista. "Objetivamente, despus de todo, no existe una voluntad

    libre"34. Parecer increble, pero Einstein llega (en esta carta del 11 de abril de 1946) a

    descargar a Hitler de la responsabilidad personal de sus actos. A Miguel Besso, que le

    hablaba del amor que debemos a los enemigos, Einstein le escribi (6 de enero de 1948):

    "Para m, sin embargo, la base intelectual es la creencia en la causalidad ilimitada. 'No puedo

    odiarle, porque l debe hacer lo que hace'. Por consiguiente, estoy ms cercano a Spinoza que

    a los profetas. Esta es la razn por la que, para m, no existe el pecado"35. A una nia de

    Nueva York que le escribi preguntndole si los cientficos rezaban, Einstein le respondi el

    24 de enero de 1936: "La investigacin cientfica se basa en la idea de que todo lo que sucede

    est determinado por las leyes de la naturaleza, y por tanto esto vale tambin para las

    acciones de la gente. Por este motivo, un investigador difcilmente se ver inclinado a creer

    que los sucesos pueden ser infludos por una oracin, es decir, por un deseo dirigido a un ser

    sobrenatural"36.

    Evidentemente todo esto era inaceptable para Popper. Una cosa era eliminar la

  • 13

    presencia perturbadora del yo en la descripcin fsica, pero otra era abandonarlo

    completamente. Einstein fue vctima de un reduccionismo cientfico, al confundir toda la

    realidad con la aproximacin de la fsica determinista. El entero volumen I del Post Scriptum,

    El universo abierto, est escrito contra esta tesis.

    Como se seala en este libro, si todo est absolutamente determinado en sus causas,

    en realidad ya no hay ninguna distincin entre el pasado y el futuro. La primera consecuencia

    del determinismo es la supresin del tiempo, o su homologacin al espacio, en el que ya est

    todo dado en una manera distribuida. La creencia en el tiempo sera una ilusin particularista

    El mundo sera como la proyeccin de una pelcula, con una historia slo aparente, porque el

    final est ya prefijado en la cinta. La pelcula que se proyecta ya est toda hecha y no puede

    modificarse. No hay ninguna novedad y por tanto no hay tiempo.

    No digo que Einstein sostuviera siempre y unvocamente esta posicin tan rgida.

    Seguramente tena sus dudas al respecto. Pero al menos tenda a ello, como se ve por los

    textos citados. Sus charlas con Popper en Princeton versaron precisamente sobre el problema

    de la temporalidad. "El tema principal de nuestras conversaciones fue el indeterminismo. Yo

    intent persuadirle de que abandonara su determinismo, que en la prctica se reduca a la idea

    de que el mundo era un universo cerrado, de tipo parmendeo, con 4 dimensiones, en el que el

    cambio era una ilusin humana o algo muy parecido (l corrobor que sta era su concepcin,

    y mientras discutamos le llam 'Parmnides')"37.

    Una vez ms aparece el filsofo realista del sentido comn crtico. Con su extremado

    determinismo, que no era ms que una extrapolacin cientfica, una idea metafsica de la que

    no tenamos la menor experiencia, Einstein acababa por renunciar a la conviccin realista de

    la existencia de cambios, y cambios irreversibles, que "hacen historia". "La realidad del

    tiempo y del cambio me pareca el punto esencial del realismo (aun lo considero as, y as ha

    sido considerado por algunos oponentes idealistas del realismo, tales como Schrdinger y

    Gdel)"38. Y poco ms adelante: "Trat de presentar a Einstein-Parmnides, de la manera ms

    rigurosa posible, mi conviccin de la necesidad de adoptar una actitud rotunda contra

    cualquier concepcin idealista del tiempo"39.

    El realismo tiene que abrirse as al indeterminismo. Einstein buscaba la realidad

    objetiva y absoluta en las relaciones matemticas invariantes bajo todas las transformaciones

    de coordenadas, porque as haba planteado "lo absoluto" en la relatividad especial y general.

    Haba identificado demasiado el realismo con su programa metafsico de unificar toda la

    fsica en una teora del campo total, que superara el probabilismo de la mecnica cuntica.

    Para Popper este programa "parmendeo" estaba equivocado. El tiempo de nuestra

    experiencia ordinaria es asimtrico: el futuro es completamente diverso del pasado, porque en

    el futuro ocurren eventos "creativos" imprevisibles (la aparicin y evolucin de la vida, la

  • 14

    emergencia del hombre), y adems porque podemos influir en l, mientras que el pasado ya

    est completamente clausurado. Aunque haya leyes naturales, nada nos autoriza a pensar que

    todo el futuro, en sus ms mnimos detalles, est complemente prefijado y no es ms que la

    expresin de invariancias csmicas fundamentales. El programa metafsico de Popper, en este

    sentido, se coloca en las antpodas del programa metafsico de Einstein para las ciencias.

    Vemos as que Popper puede situarse entre Einstein y los fsicos cunticos

    "ortodoxos", como Bohr y Heisenberg. A estos ltimos les reprocha que hayan intentado

    esquivar el problema reducindolo a ignorancia humana o a factores cognoscitivos ms o

    menos vagos, como haban hecho los positivistas de principios del siglo XX con la mecnica

    estadstica. La fsica sera entonces probabilista simplemente por defecto de nuestros

    conocimientos. Entre el indeterminismo subjetivo de Bohr y el ultradeterminismo objetivo de

    Einstein, Popper prefiere pensar que la realidad misma posee una mezcla de determinismo y

    de indeterminismo y que por lo tanto las leyes son flexibles y no absolutas. Incluso el

    comportamiento probabilista de un juego de dados es natural y objetivo. Dios ha querido -si

    quisiramos parafrasear a Einstein- que la naturaleza jugara algo a los dados. Y por eso el

    dinamismo del universo est abierto a novedades.

    Pero, podemos preguntarnos ahora, qu significa ms en concreto el indeterminismo

    del mundo que aqu se propone como conjetura metafsica? Puede significar varias cosas.

    Esta pregunta podra responderse parcialmente a diversos niveles (por ejemplo, para el tema

    del crecimiento de la ciencia, o la aparicin de la vida, o la libertad), teniendo en cuenta que

    Popper no ha elaborado una filosofa sistemtica. Su insistencia primaria es ms bien

    negativa: el indeterminismo absoluto es falso. Voy a limitarme a dar algunas indicaciones

    generales sobre este punto.

    Ciertamente no podemos aventurarnos a sostener teoras ontolgicas definitivas sobre

    la causalidad y la legalidad especficas de los fenmenos naturales. Lo que en un principio

    parece meramente fortuito (hoy llueve, maana no), despus se descubre que est regulado

    por leyes precisas que desconocamos, pero ms tarde an quiz se ver que esas leyes son

    menos precisas de lo que pensbamos o que constituyen casos particulares de posibles leyes

    ms amplias. Como dice Popper, las nubes son como relojes para el determinismo, pero si

    analizamos la estructura microfsica de un reloj, reducindolo a conglomerados moleculares,

    entonces veremos que los relojes son como "pequeas nubes" y que su precisin vale slo

    hasta cierto nivel (y por tanto no est asegurada eternamente). El cuadro quedar siempre

    incompleto y abierto, al menos porque nunca podremos llegar a una precisin absoluta en la

    medicin de las condiciones iniciales de los procesos complejos, en los que entran en juego

    las interacciones entre tres o ms cuerpos, con lo que se pierde la linealidad de las ecuaciones

    dinmicas. En vez de atribuir esta incompletitud solamente a nuestra ignorancia, vale ms

  • 15

    apostar a que la naturaleza misma posee una causalidad abierta y flexible.

    El indeterminismo popperiano es moderado. No se trata de que "todo es

    indeterminado", sino de que "no todo est determinado". No es slo una interpretacin de la

    fsica cuntica, sino que supone una cosmovisin general. Es un programa metafsico de

    investigacin propuesto como alternativa al programa monista de Einstein. En sus ltimos

    aos Popper estuvo dominado por este pensamiento. Si al principio insista en el criticismo,

    el Popper maduro se concentr ms en el indeterminismo de las ciencias y de las realidades

    naturales y sociales40.

    En sntesis, podramos decir que esta visin metafsica inteterminista consiste en el

    cuadro de un universo no sin ms determinado, sino penetrado por propensiones que

    permiten la emergencia de nuevas formas, sobre todo la vida y la conciencia. Pasando al

    hombre, el indeterminismo significa que el mundo de la naturaleza est abierto a influjos

    causales del espritu: el hombre con sus ideas influye en el mundo y la mente humana (que no

    es materia) ejerce una causalidad no mecnica sobre el cerebro y el cuerpo humano. El yo y

    la libertad, creadores de la historia, introducen alteraciones en un universo fsicamente

    abierto.

    Podemos desglosar algunas de estas ideas. El concepto popperiano de propensin se

    refiere primero a la probabilidad objetiva -matemticamente expresable- de que una situacin

    o un sistema fsico produzca una serie de efectos preferenciales. Esta idea posteriormente se

    ampla, abarcando el concepto fsico de fuerza o de campo de fuerzas. Pero en un sentido an

    ms general la propensin de Popper es con relacin a Einstein lo que la potencia de

    Aristteles es respecto a Parmnides. Se introduce un elemento metafsico en las ciencias

    naturales para entender el cambio y el desarrollo.

    El mundo no se reduce a los fenmenos actuales, sino que est preado de

    potencialidades, de propensiones que van variando a medida que unas se realizan, creando as

    nuevas posibilidades. La propensin engendra un cambio novedoso, abriendo as la

    dimensin del tiempo. "El presente puede ser entendido como un proceso continuo de

    actualizaciones de propensiones o, dicho de un modo ms metafrico, como el congelamiento

    o la cristalizacin de propensiones (...) Las propensiones son invisibles como las fuerzas de

    atraccin de Newton y, como ellas, son capaces de actuar: son actuales y reales. Esto nos

    lleva a atribuir una suerte de realidad a las puras posibilidades, especialmente a las

    posibilidades ponderadas o sopesadas, y a las no todava realizadas, cuyo destino se decidir

    slo con el pasar del tiempo y quiz solamente en un futuro lejano"41.

    Se reconoce una cercana a Aristteles en este punto: "en la terminologa de

    Aristteles, podramos decir: 'ser es tanto ser la actualizacin de una propensin previa a

  • 16

    llegar a ser, como una propensin a llegar a ser'"42. El modo de expresarse de Popper recuerda

    las formulaciones aristotlicas: "el cambio, segn esta imagen, consiste en la realizacin o

    actualizacin de algunas de estas potencialidades"43. Son propiedades relacionales de los

    sistemas, pero en sistemas muy unitarios y con una tendencia autrquica, como los ncleos

    atmicos o los vivientes, podemos hablar de propensiones inherentes (no meramente

    relacionales), "parecidas a las aristotlicas potencialidades inherentes de una cosa"44.

    Las propensiones no bastan, sin embargo, para explicar el cambio, que sigue siendo

    un verdadero misterio, especialmente cuando se trata de la emergencia de nuevas estructuras

    en la naturaleza. Con las propensiones podemos entender, eso s, las potencialidades fsicas

    latentes que bajo ciertas condiciones crticas pueden salir adelante45. As se explicara la

    evolucin del cosmos (cabe relacionar esta idea con algunas tesis de Prigogine, por otra parte

    citado por Popper46.) Lo nuevo surgira como fruto de la realizacin contingente de unas

    propensiones. Con estas ideas podramos comprender, en parte, el origen de la vida y la

    evolucin biolgica. Pero de todos modos para Popper lo nuevo es originario y no se reduce a

    una reorganizacin de partes previas. Con la novedad aumenta la informacin: el mundo no

    se mantiene idntico a s mismo en sus cambios o no puede entenderse slo a la luz de los

    principios conservativos.

    El misterio del cambio novedoso est en la aparicin de sistemas cualitativamente

    nuevos, indeducibles de los procesos materiales preparatorios. Como emergentista, Popper

    polemiza con el reduccionismo (el Post Scriptum II dedica dos captulos a la crtica del

    reduccionismo cientfico47). La psicologa, por ejemplo, no se reduce a biologa y sta no

    queda absorbida por la fsica. En el mundo han aparecido la vida, la conciencia sensible y la

    conciencia humana: son hechos extremamente improbables e irreductibles a lo previo,

    "creativos" de alguna manera.

    Con la tesis de la irreductibilidad de lo superior a lo inferior se comprende que "'el

    tema bsico de la filosofa de Karl Popper es que algo puede salir de la nada', para William

    Bartley. Las teoras cientficas introducen nuevas formas en el universo y no pueden

    derivarse de las observaciones; el futuro no est contenido en el presente o en el pasado; hay

    indeterminacin tanto en la fsica como en la historia; las nuevas ideas cientficas pueden

    afectar a la historia y por tanto al curso del universo fsico; el valor no puede reducirse a los

    hechos; la mente no puede reducirse a la materia"48.

    El reduccionismo es correcto como mtodo cientfico pero no como filosofa. El

    universo abierto termina precisamente con estas palabras: "miremos o no al universo como a

    una mquina fsica, tenemos que enfrentarnos al hecho de que ha producido vida y hombres

    creativos, que est abierto a sus pensamientos creativos y que ha sido cambiado fsicamente

    por ellos. No debemos cerrar los ojos ante este hecho ni permitir que nuestra apreciacin de

  • 17

    los xitos fraguados por los programas reduccionistas nos impidan ver que el universo que

    alberga la vida es creativo en el mejor sentido: creativo en el sentido en el que lo han sido los

    grandes poetas, los grandes artistas, los grandes msicos, y tambin los grandes matemticos,

    los grandes cientficos y los grandes inventores"49.

    La creacin es misteriosa para la razn humana: no nos referimos aqu a la creacin

    metafsica absoluta, de todo el ser y de sus posibilidades, correspondiente slo a Dios, el

    Creador del universo (tema no tocado por Popper), sino a la creacin en el sentido de lo

    nuevo emergente desde ciertas posibilidades pero no segn una ley necesaria. Si esta

    "creacin" fuera programada por una ley, ya no sera creacin. Y si lo es verdaderamente,

    entonces no puede explicarse y cae en cierto modo fuera de la ciencia.

    El indeterminismo de Popper es propensionista y emergentista, abierto a la

    creatividad. Lo que para el determinismo es slo incerteza o ignorancia humana, para el

    indeterminismo es riqueza: la ciencia es incompleta porque el mundo, aunque ordenado, est

    inacabado, y esto es perfeccin y no un estado indeseable o menos perfecto.

    Con esta filosofa se apunta en especial a una visin de la naturaleza ms en

    continuidad con la libertad humana. "El objetivo es una imagen del mundo en la que haya

    lugar para los fenmenos biolgicos, para la libertad humana y para la razn humana"50. El

    determinismo haca de la libertad en el mundo un intruso incomprensible. Pero no basta el

    mero indeterminismo51, porque la libertad humana acta con deliberacin y racionalmente52.

    "El indeterminismo es necesario, pero insuficiente, para permitir la libertad humana y, en

    especial, la creatividad"53.

    La realidad fsica ("mundo 1") permanece abierta a los influjos de la mente ("mundo

    2)" y sta a su vez se mantiene abierta a las ideas, conocimientos y objetivaciones humanas

    ("mundo 3"). Inversamente: el conocimiento de la verdad influye en nuestro yo y as influye

    en nuestras acciones fsicas y en el mundo fsico. El espritu puede actuar sobre la materia.

    Pero para Popper el espritu es ms que una propensin: "el hombre y su espritu no necesitan

    apologas. No es la ley de conservacin del momento y la energa ni ninguna otra ley fsica,

    ni siquiera una probabilidad o una propensin, lo que le ha hecho construir las pirmides o

    escalar el Everest; y ha alcanzado alturas an mayores que sta en la ciencia, el arte y de

    muchas otras formas"54.

    Con sus limitaciones e insuficiencias, en las que no me he centrado aqu, ste es el

    Popper semejante y diferente de Einstein. Sin duda es un testigo importante de la increble

    evolucin de las ciencias del siglo XX. Nacido en un ambiente de positivismo duro y de

    reduccionismo cientfico, Popper acompa espiritualmente a la aventura intelectual de

    Einstein, presenciando posteriormente la orientacin indeterminista de las ciencias. Pero

  • 18

    sobre todo, con su "realismo no materialista", contribuy a acercar las ciencias a la

    metafsica y al hombre. Con su filosofa podemos ver con ms claridad que las ciencias no

    son suficientes para comprender el mundo y para dar cuenta de la libertad humana. Pero

    unidas a la filosofa, las ciencias contribuyen a que el hombre progrese en el conocimiento de

    la verdad.

    1 Cfr. sobre este punto, R. Martnez, Congetture, certezze e verit: la natura fallibile della conoscenza

    scientifica, en AA. VV., La verit scientifica, Armando, Roma 1995, pp. 73-97. 2 K. Popper, Poscritto alla Logica della scoperta scientifica, vol. I: Il realismo e lo scopo della scienza, ed. Il

    Saggiatore Economici, Miln 1994, p. 36. 3 Citado en D. Howard, Realism and Conventionalism in Einstein's Philosophy of Science. The Einstein-Schlick

    Correspondence, "Philosophia Naturalis", 21, 1984, p. 620. El texto es del ensayo Induktion und Deduktion in

    der Physik. 4 Nota del 11 de noviembre de 1922, en Albert Einstein. The Human Side, New Glimpses from his Archives,

    seleccin y edicin de textos de H. Dukas y B. Hoffmann, Princeton Univ. Press, Princeton 1979, pp. 18-19. 5 Cfr. A. Einstein, Comment je vois le monde, Flammarion 1934, pp. 163-173.

    6 En Einstein, scienziato e filosofo, ed. P. A. Schilpp, Einaudi, Turn 1958, p. 619.

    7 El gran ingeniero argentino Enrique Butty, que trajo a Einstein a nuestro pas en 1925, se expresaba en estos

    trminos sobre la naturaleza de la ciencia: "Las grandes teoras cientficas constituyen modelos abstractos

    representativos de fenmenos y hechos, creados con amplia arbitrariedad por el genio del hombre a impulsos de

    un afn de armona y simplicidad, con una creacin semejante a la que conduce a un poema o una sinfona,

    incluso en sus manifestaciones estticas" (La Prensa, 31-8-1963, conferencia en el Instituto Popular de

    Conferencias). 8 Popper, Post Scriptum a la Lgica de la investigacin cientfica, vol. III: Teora cuntica y el cisma en fsica,

    Tecnos, Madrid 1992, 2 ed., p. 27. 9 Einstein, Comment je vois le monde, cit., p. 194.

    10 A. Pais, 'Sottile il Signore...'. La scienza e la vita di Albert Einstein, Boringhieri, Turn 1986, p. 15.

    11 Cartas a D. S. Mackey, 26 de abril y 22 de mayo de 1948, citado en A. Fine, The Shaky Game. Einstein

    Realism and the Quantum Theory, The Univ. of Chicago Press, Chicago y Londres, 1986, p. 86. 12

    Popper, Post Scriptum, vol. III, cit., pp. 25-26. 13

    Poscritto, vol. I, cit., p. 149. 14

    Citado en G. Holton, O est la ralit? Les rponses de Einstein, en la obra colectiva Science et Synthse,

    Gallimard, Pars 1967, p. 135. 15

    Post Scriptum, vol. III, cit., p. 212. 16

    Poscritto, vol. I, cit., p. 114, nota 81. 17

    Cfr. ibid., p. 111. 18

    Ibid., p. 167. 19 Cfr., Wittgenstein, Sobre la certeza. 20

    Cfr. Aristteles, Segundos Analticos, I, 72 a 1-25; 76 b 23-34. 21

    Cfr. Popper, Un universo di propensioni, Vallecchi, Florencia 1991, p. 12. 22

    Popper, Un universo di propensioni, cit., pp. 11-12. Cfr. sobre el tema G. Zanotti, Popper. Bsqueda con

    esperanza, Editorial de Belgrano, Buenos Aires 1993. 23

    Cfr. Einstein, Pensieri degli anni difficili, Boringhieri, Turn 1965, pp. 38-39. 24

    Cfr. Poscritto, vol. I, cit., p. 169. 25

    Ibid., p. 169. 26

    Ibid., p. 169. 27

    Wittgenstein, Tractatus logico-philosophicus, 6.44; citado en Popper, Poscritto, vol I, cit., p. 169.

  • 19

    28

    Poscritto, vol. I, cit., p. 169. 29

    Cfr. Popper, Post scriptum a la Lgica de la investigacin cientfica, vol. II: El universo abierto. Un

    argumento en favor del indeterminismo, Tecnos, Madrid 1984, p. 144. 30

    Cfr. Popper, La ricerca non ha fine, Armando, Roma 1976, pp. 131-136. 31

    J. A. Wheeler, Is Physics legislated by Cosmology?, en C. Isham, R. Penrose, D. Sciama, ed., Quantum

    Gravity, Clarendon Press, Oxford 1975, p. 541. 32 F. Tipler, The Omega Point Theory: a Model for an Evolving God, en Physics, Philosophy and Theology, R.

    Russell, W. Stoeger,G. Coyne (eds.), Vatican City State, 1988, p. 325. 33

    Carta e E. B. Gutkind del 3 de enero de 1954, citada en la obra colectiva Spinoza and the Sciences, ed. M.

    Grene y D. Nails, Reidel, Dordrecht 1986, p. 272. 34

    Einstein, The Human Side, cit., p. 81, carta del 11 de abril de 1946. 35

    Einstein, en Spinoza and the Sciences, cit., p. 272. 36

    Einstein, The Human Side, cit., p. 32. 37

    Popper, La ricerca non ha fine, cit., p. 133. 38

    Ibid., p. 133. 39

    Ibid., p. 134. 40

    Cfr. C. Simkin, Popper's Views on Natural and Social Sciences, E. J. Brill, Leiden 1993, p. 181. 41

    Un universo di propensioni, cit., p. 26. 42

    Post Scriptum, vol. III, cit., p. 217. 43

    Ibid., p. 175. 44

    Ibid., p. 221. 45

    Cfr. Post Scriptum, vol. II, pp. 166-67. 46

    Cfr. ibid., pp. 193-195. 47

    Cfr. ibid., pp. 153-195. 48

    C. Simkim, Popper's Views..., cit., p. 180. 49

    Post Scriptum, vol. II, p. 195. 50

    Post Scriptum, vol. III, p. 176. 51

    Cfr. Post Scriptum, vol. II, pp. 135-152: esta expresin es el ttulo de todo un captulo de esta obra. 52

    Cfr. ibid., p. 148. 53

    Ibid., p. 148. 54

    Post Scriptum, vol. III, p. 222.