Conquista Polo Sur

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Considerada el Sptimo continente, la Antrtida es el nico territorio del planeta an n o colonizado por el hombre. Con una superficie de ms de 14 millones de kilmetros c uadrados, su poblacin oscila entre mil y cinco mil habitantes, en invierno y vera no respectivamente. Todos se concentran en las 65 bases cientficas (42 de ellas s on permanentes) que hay repartidas por el continente. El resto est vaco. Los intereses cientficos, junto con un creciente turismo, actualmente estimado en 50.000 visitas al ao, y un testimonial uso deportivo por una docena anual de exp loradores y alpinistas, son las razones de la presencia humana en la Antrtida. El continente helado carece de Gobierno, es regido por los preceptos del Tratado Antrtico, firmado en 1959 y al que se han adherido hasta la fecha 28 pases. Los e stados firmantes se comprometen a no construir bases de uso militar, no mantener poblacin permanente, ni tampoco reclamaciones territoriales as como no realizar n inguna actividad perjudicial para su medio natural. Es difcil predecir si en 2041 , fecha en que expira la vigencia del Tratado Antrtico, las principales naciones del mundo lo prolongarn o permitirn que se caduque para comenzar la explotacin de l os fabulosos recursos minerales y biolgicos que encierra su territorio. Recubierta por una masa de hielo de dos kilmetros y medio de espesor medio, que e n algunas zonas desborda los lmites de la tierra antrtica, invadiendo reas martimas colindantes. Esto hace que conserve el 80 por ciento del agua dulce del mundo. L a temperatura media del mes ms calido es de 0 y la medicin ms extrema se tom en la ba se rusa Vostk el 21 de julio de 1983, en pleno invierno antrtico, descendiendo el termmero a 89 3 C. El calentamiento global que hace que cada temporada se desgajen tm panos de las plataformas glaciares de mayor tamao y que las especies animales ten gan que desplazarse de sus tradicionales reas, junto con el aumento del agujero d el ozono en la atmsfera situado encima suyo, son sus principales problemas ambien tales. El pasado verano austral visitaron el continente antrtico unas 50.000 personas . Segn los datos de la Coalicin de la Antrtida y el Ocano Sur, ASOC (en donde se int egran 200 organizaciones conservacionistas de casi 50 pases), hace 20 aos, en la t emporada 1990-91 estuvieron en la Antrtica 4.698 turistas. El primer crucero que visit la Antrtida fue en 1958. Lleg con la centsima parte de l os turistas que medio siglo despus invaden ciertas partes del continente helado, en especial la pennsula Antrtica, la ms cercana a Amrica del Sur. Algunos de los cru ceros que navegan por estas aguas acarrean un pasaje de ms de 3.500 visitantes. La International Association of Antarctic Tour Operators (IAATO), fundada en 199 1 y que integra a la mayora de las empresas y asociaciones que visitan la Antrtida con turistas, ha establecido unas normas de comportamiento para el territorio a ntrtico de obligado cumplimiento: evitar acercarse a cualquier animal a menos de 4,5 metros, evitar hacer ruido y mucho menos asustar o perturbar a cualquier ani mal son las ms conocidas de las 170 normas, que incluyen no llevarse nada, desinf ectar el calzado al entrar y salir de los barcos y no pisar suelo antrtico fuera de los escasos lugares establecidos. --Curiosidades por Alfredo Merino El 'Fram', el barco que pudo al polo El conocimiento que Fridtjof Nansen tena de las regiones polares qued expresado co n creces en el 'Fram', cuyo nombre significa Adelante. Diseado por el armador nor uego Colin Archer, siguiendo las indicaciones del propio Nansen, este barco mues tra una reconocible figura panzuda. Su idea era un barco que antes que resistir la presin lateral de los hielos, flotase sobre ellos, al ser empujado encima de l a banquisa.

La influencia del explorador permiti que fuera construido con madera curada que e staba destinada a barcos de la Marina Real. Estaba dotado de una quilla reforzad a de hierro y tanto su timn como la hlice del motor podan retraerse dentro del casc o para evitar que el hielo los rompiera. Su interior tena todas las comodidades d e la poca, incluyendo lmparas elctricas y un molino de viento para el generador. El 'Fram' se mostr excelente para la navegacin por los mares infectados de iceberg s, pero precisamente a causa de su forma de cscara de nuez produca fuertes mareos a sus tripulantes en cuanto sala a mar abierto, al ser zarandeado por el oleaje c on mucha mayor facilidad que barcos de lneas ms estilizadas. Amundsen y los esquimales La ntima relacin establecida por Amundsen y los inuit qued subrayada por la adopcin que realiz de dos nias esquimales aos despus durante sus intentos de navegar el Paso del Noreste. Cakonita, una nia de cuatro aos, hija de uno de los inuit que le ayu daron en la expedicin perteneciente a la tribu siberiana tsjuksji, y a otra de nu eve aos llamada Carmilla, hija de una mujer de aquella etnia y de un comerciante ruso. Amundsen las llev consigo a Noruega, donde estuvieron varios aos en la localidad d e Svartskog bajo la tutela del matrimonio Gade. Finalmente Amundsen las llev de v uelta a su pas, al comprobar que no poda hacerse cargo de ellas. Bueno, slo fue un e xperimento, se excus el noruego. La gallarda de Amundsen La animadversin que la sociedad britnica senta hacia Roald Amundsen como consecuenc ia de su secretismo a la hora de anunciar sus intenciones de alcanzar el polo Su r, no impidieron que fuera presentado en la Royal Geographical Society a su regr eso de la Antrtida, el 15 de noviembre de 1912. Su presidente, Lord Curzn, le feli cit pblicamente, resaltando la suerte que tuvo en su hazaa. Amundsen, lejos de mole starse, respondi: Rechazara todos los honores y beneficios a cambio de poder salvar a Scott de su terrible muerte. El fotgrafo del fro Frank Hurley era uno de los fotgrafos australianos ms reconocidos de su tiempo. Er a miembro de la expedicin del 'Endurance' de Shackleton, en la que se enrol como f otgrafo. Su papel fue uno de los ms importantes de la pica escapada de aquellos hom bres. A pesar de la situacin lmite que se produjo con el hundimiento del barco, fu e capaz de rescatar del naufragio su cmara de fotos y abundantes placas de crista l. Gracias a ello pudo documentar de forma artsticamente precisa aquella singular av entura. Sus esfuerzos y negociaciones evitaron que las imgenes desaparecieran a l a hora de ir reduciendo el bagaje para escapar de la Antrtida. Un siglo despus, su s magistrales imgenes ensean un mundo remoto y majestuoso y los no menos excepcion ales esfuerzos que hicieron unos hombres para sobrevivir en ellos. La Biblia recortada En su huida por el mar de Weddel despus del naufragio del 'Endurance', la tripula cin de Shackleton redujo al mximo su bagaje, pues era la nica garanta de poder escap ar de aquel infierno. Arrojaron al fondo del mar las cosas ms inverosmiles, incluy endo el dinero de la expedicin. Por ello adquiere ms valor an que Hurley pudiera co nservar sus aparatos y material fotogrfico. Entre las escasas pertenencias que se salvaron de ser abandonadas est la Biblia que llevaba Shackleton. Eso s, le falta n muchas pginas, producto de la obsesin por reducir el peso. La muerte del 'Jefe' Seis aos despus de la expedicin 'Endurance', Ernest Shackleton regres a la Antrtida. Con varios de los veteranos de aquella expedicin como compaeros alcanzaron la isla de Georgia del Sur al inicio del verano austral. No pudieron completar su objet ivo al fallecer 'El Jefe' por un ataque cardiaco el 5 de enero de 1922. Su cuerp o permanece en el puerto de Grytviken, en aquella isla, el mismo en el que tiemp o atrs el Endurance permaneci anclado un tiempo a la espera de la llegada de condi ciones meteorolgicas favorables. Refugios histricos

Scott, Amundsen y Shackleton construyeron unos campamentos base lo ms cmodo posibl es para hacer frente a los duros inviernos de la Antrtida. La cabaa de madera que Amundsen traslad en piezas hasta la baha de las ballenas se convirti junto con las tiendas de campaa de la expedicin, chozos e igls de nieve en una mnima poblacin que A mundsen llam Frandheim. Scott levant un campamento en Cabo Scott en cuyo interior se combinaban las neces idasdes del laboratorio con las mnimas comodidades que deba ofrecer una vivienda. Construido con habitaciones y paneles prefabricados, tena varias dependencias don de no faltaba un cuarto oscuro de revelado fotogrfico y un establo para los ponis . Por su parte, la cabaa erigida por Shackleton fue catalogada como patrimonio cult ural a restaurar y conservar por la World Monuments Fund, WMF, organizacin que lu cha por preservar estos monumentos histricos. Los primeros en la Antrtida Se estima que el primer occidental que vislumbr las tierras antrticas fue el marin o y explorador espaol Gabriel de Castilla, a quien los cientficos espaoles han dedi cado la base situada en la isla Decepcin. El espaol recorri en 1603 las aguas situa dos a 64 S en las proximidades de las Shetland del Sur. En el siglo XVIII cazador es de focas espaoles y sudamericanos eran frecuentes visitantes de las llamadas A ntillas del Sur frente a la costa occidental de la pennsula Antrtica e incluso de algunas regiones de este ltimo territorio. La primera persona antrtica La noruega Solveig Gunbjrg Jacobsen tiene el honor de haber sido la primera ciuda dana nacida en territorio antrtico. Vino al mundo el 8 de octubre de 1913 en la e stacin ballenera de Grytviken, en las Georgias del Sur, un archipilago reivindicad o por los Gobiernos argentino y britnico. Muri el 25 de octubre de 1996. Bases cientficas En la Antrtida se localizan 42 bases cientficas permanentes (65 si se cuentan las bases temporales). Pertenecen a una veintena de pases segn la siguiente distribucin : Argentina y Rusia (seis); Chile (cuatro); Australia, EEUU y China (tres); Fran cia, Reino Unido (dos) y una Alemania, Brasil, Corea del Sur, India, Italia, Ja pn, Noruega, Polonia, Sudfrica, Rumania, Ucrania y Uruguay. En ellas viven unas se is mil personas. La ms antigua es la argentina Base Orcadas, en funcionamiento desde 1904. La ms am plia es la McMurdo, de EEUU. Tambin americana es la Amundsen-Scott, en el polo Su r. Espaa tiene dos bases de exclusivo uso estival. La Juan Carlos I y la Gabriel de Castilla, ambas en las Shetland del Sur, a 150 kilmetros de la pennsula Antrtica . La primera se alza en el ncleo de Bellingshausen, en la baha Sur de la isla Livi ngston; la otra, en isla Decepcin. --En la maana del 14 de diciembre, el tiempo era magnfico, como si todo estuviera pr eparado para llegar al Polo. No estoy del todo seguro, pero creo que despachamos nuestro desayuno ms rpido que de costumbre, y enseguida salimos de la tienda . El e xplorador noruego Roald Amundsen amaneci ese 14 de diciembre de 1911 con buenos p resagios, tal como relata en su diario. Estaba convencido que ese da lograra, junt o a sus compaeros Olav Bjaaland, Oskar Wisting, Sverre Hassel y Helmer Hanssen, c onvertirse en la primera persona que llegaba al polo Sur. Amundsen no se equivoc aba y, unas horas despus, a las tres de la tarde, los guas de los tres trineos gri taban: Alto! . Tras 54 das de marcha, haban alcanzado el polo Sur. El equipo rival, liderado por el militar britnico Robert Falcon Scott, tambin lo l ogr, pero un mes despus, el 17 de enero de 1912, y perdieron la vida en el camino de vuelta tras una tortuosa travesa. Se ha producido una catstrofe!; Amundsen y sus n oruegos nos han precedido! La decepcin es grande; me conduelo sobre todo por mis valientes compaeros , escribe Scott en sus diarios (Diario del polo Sur, Interfolio ).

El 16 de enero fue un mal da: Scott y sus hombres (Edward Wilson, Henry Bowers, E dgar Evans y Lawrence Oates) divisaron marcas de trineos y esqus, huellas de perr os y vestigios de un campamento. Se temieron lo peor. Al da siguiente, ya en el m ismo polo Sur, comprobaron con enorme disgusto que sus sospechas eran reales, Am undsen se les haba adelantado. Cmo regresar a Gran Bretaa con tal derrota? Cien aos despus de la hazaa de Amundsen, una treintena de expediciones de todo el m undo se encuentran estos das en la Antrtida, intentando plantarse en el polo Sur c oincidiendo con este centenario, el prximo mircoles, da 14, fecha de grandes celebr aciones para los noruegos. Ahora, las cosas han cambiado y los largos viajes en barco han sido sustituidos por un cmodo trayecto de avin que deja al expedicionario en el punto de salida y l o recoge, si lo desea, en el mismo polo Sur. Las comunicaciones y los sistemas d e navegacin por satlite facilitan seguir la ruta con escaso margen de error y avan zar en el hielo con la tranquilidad de que si algo sale mal, puedes pedir ayuda con una llamada de telfono. Entre los equipos que avanzan rumbo a la latitud 90 S destaca el del ejrcito britni co, dividido en dos grupos; uno sigue el itinerario de Amundsen, y otro, el de S cott. Ambos van slo con trineos y esqus, ya que hace aos se prohibi el desembarco de perros o caballos en la Antrtida. El objetivo es ver quin llega primero. Las nuev as tecnologas facilitan seguir al minuto la evolucin de ambos: las primeras dos se manas fueron ligeramente favorables para el Scott Team, que haba completado el 15 ,1% de la travesa frente al 13,4% del de Amundsen. En 1911, la Antrtida garantizaba un aislamiento total. Amundsen slo contaba con la ayuda de sus perros groenlandeses que tiraban de los trineos, y Scott, adems de algunos canes, tambin contaba con ponis de Manchuria y dos trineos motorizados, q ue tuvo que abandonar a las primeras de cambio como consecuencia de una avera. Una exhaustiva planificacin de todos los detalles: la vestimenta, la comida, los animales de tiro, la ruta, la instalacin de depsitos con alimentos y combustible ms all de la latitud 80 S, facilit la victoria a Amundsen. Los ponis de Scott fallaro n, no soportaron las inclemencias del tiempo, con temperaturas que descendieron hasta los 59,9 grados bajo cero; tambin se qued sin perros, y los hombres tuvieron que culminar el ataque al polo Sur arrastrando directamente los trineos. El sueo que siempre haba acariciado Amundsen era pisar el polo Norte, para lo que se haba preparado concienzudamente desde joven, aunque en septiembre de 1909, cua ndo le lleg la noticia de que Robert Peary se le haba adelantado (posteriormente s e cuestion que realmente hubiera llegado a la meta), vir por completo el timn fijndo se un nuevo rumbo, el punto ms austral de la Tierra. De pequeo, ya saba que quera ser explorador y se fue formando para lograrlo. Su fami lia tena una naviera, pero se enrol como marinero en el barco de otra compaa para ap render el oficio desde abajo. Dorma con la ventana abierta y en el suelo para aco stumbrarse al fro y se impuso un programa de preparacin fsica para estar en la mejo r forma posible. Era un explorador muy adelantado a su poca , cuenta el cientfico y escritor Javier Cacho, autor de Amundsen-Scott, duelo en la Antrtida. La carrera al polo Sur (Ed. Frcola), de reciente publicacin. En 1897, en su primera incursin antrtica a bordo del buque Blgica, qued atrapado dur ante un invierno en el mar helado, lo que le sirvi para aprender las tcnicas de na vegacin entre bloques de hielo. Tambin resultaron muy provechosos los dos invierno s que pas con los esquimales tras ser el primero en surcar el Paso del Noroeste, entre los ocanos Atlntico y Pacfico, uno de los grandes retos que quedaban en el mu ndo de la exploracin polar. Con la poblacin local de Nunavut (Canad), profundiz sobr e tcnicas de supervivencia y sobre el manejo de los trineos tirados por perros. Con toda esta experiencia acumulada, Amundsen se sinti listo para abordar el polo Sur, pero ocult sus planes hasta el ltimo momento para llevar ventaja sobre su ri

val. Hizo creer al mundo que su reto era el polo Norte. En su casa de Bundefjord , cerca de Christiania (la actual Oslo), planific en secreto la expedicin: selecci on a sus integrantes, todos excelentes esquiadores; eligi la vestimenta, que inclua trajes de piel de foca trados desde Groenlandia, y el calzado que utilizaran dura nte la travesa polar; dise la cabaa de madera que los alojara una vez desembarcados e n la baha de las Ballenas; encarg diez trineos y el instrumental cientfico, y estud i cul sera la mejor dieta. Los alimentos estrella seran la carne de foca, tambin la d e perro, y el pemmican, un concentrado hipercalrico, inventado por los indios de Norteamrica, a base de carne o pescado seco molido, bayas desecadas y grasa. Amun dsen incorpor verduras y harina de avena a este preparado, que podran comer tanto los perros como los expedicionarios. Los canes cumplieron eficazmente su misin: a dems de conducir a los noruegos hasta el polo Sur, sirvieron de alimento cuando f ue necesario. El Fram, comandado por el capitn Nilsen, parti el 3 de junio de 1910 de Christiani a dos das antes lo haba hecho el Terra Nova de Scott desde Inglaterra rumbo a Bunder fjord, donde cargaron la casa de madera que reconstruiran pieza por pieza en la A ntrtida y que sera su base de operaciones. Posteriormente, recogieron 97 perros es quimales procedentes de Groenlandia y emprendieron rumbo a su primera escala, Ma deira, sin que la tripulacin, mucho menos Scott, supiera todava cul era su destino. Fue en Funchal donde les dio la noticia. Habamos embarcado 97 perros; ahora el nmero haba crecido hasta 116 y prcticamente tod os estaban preparados para la marcha final hacia el polo Sur , escriba Amundsen en su diario, publicado en castellano por la editorial Interfolio (Polo Sur. Relato de la expedicin noruega a la Antrtica del Fram , 1910-1912), el 14 de enero, el da qu e el Fram alcanzaba la barrera de hielo del mar de Ross. Primer acierto de Amundsen: instalar la base de operaciones en la baha de las Bal lenas, un grado de latitud ms cerca del polo Sur que el punto de partida elegido por Scott, en el estrecho de McMurdo, en el cabo Evans. Amundsen sostena, y as pud o comprobarse ms tarde, que esta baha descansaba sobre una slida plataforma, al con trario de lo que crea otro de los exploradores polares de referencia, Ernest Shac kleton. El hielo era un hervidero de vida. All donde volvisemos la mirada, podamos de focas de diferentes especies, sobre todo de Weddell y cangrejeras , apunta ndsen tras desembarcar en la baha de las Ballenas y explorar la zona en busca lugar idneo para montar la base de operaciones, la que sera su casa durante rximos meses. ver rebaos Amu del los p

El lugar elegido fue el valle formado por los montes Nelson y Rnniken, a cuatro k ilmetros del barco. All construyeron su casa, bautizada Framheim (el hogar de Fram ), y los almacenes que albergaran todas las provisiones y el material. Durante es ta primera etapa de la aventura antrtica, entre finales del verano y el otoo austr al, se dedicaron a cazar focas para aprovisionarse de carne fresca, un apreciado antdoto contra el escorbuto; acabar de construir el campamento, y emprender los primeros viajes hacia el sur para montar los depsitos de avituallamiento, donde d ejaran los alimentos y el combustible que utilizaran en el ataque final y a la vue lta. El primero de estos viajes se inici el 10 de febrero, unos das antes de que zarpar a el Fram, que, tal como haban establecido, regresara un ao despus para recogerlos. Salieron cuatro hombres con tres trineos cargados cada uno con 250 kilos de prov isiones (pemmican, carne de foca en filetes, grasa, pescado seco, chocolate, mar garina y galletas), arrastrados por 18 perros. El 14 de febrero alcanzamos los 80 de latitud sur. Desgraciadamente, no pudimos ha cer ninguna observacin astronmica durante aquella jornada, pues el teodolito que h abamos llevado result que no estaba en condiciones, aunque, en observaciones poste riores, comprobamos que habamos llegado a 79 59 S. Hasta ese punto dejamos sealada l a ruta con caas de bamb y banderas colocadas cada 15 kilmetros , escribe Amundsen. La

correcta sealizacin de los puntos donde iban dejando los depsitos era determinante para el posterior xito de la misin. Por eso, al ver que las banderas eran insufic ientes, buscaron otros recursos para dejar bien marcada la zona: cajas vacas y fa rdos de pescado. As era ms difcil perderse.

Amundsen calcul hasta el ltimo detalle, marc con precisin los depsitos, lo que propici que los encontrara todos, mientras que en el caso de Scott no fue as. Tambin sell c orrectamente los bidones de combustible, bsico para preparar la comida y calentar se en el interior de las tiendas. En cambio, Scott se encontr con que se haba desp arramado el queroseno de algunos tanques , apunta ngel Sanz, editor de Interfolio, que ha publicado en castellano los diarios de ambos exploradores. Amundsen lo tena claro: Nuestro xito dependa enteramente del trabajo realizado duran te este otoo, es decir, llevar la mxima cantidad posible de provisiones lo ms al su r posible y, despus, poder encontrarlas con total seguridad y sin vacilaciones . Lo s viajes durante el otoo austral se repitieron, el ltimo concluy el 11 de abril, de spus de transportar tres toneladas de carga hasta los almacenes habilitados a 80, 81 y 82 S. Tambin durante estos meses previos al invierno aprovecharon para cazar f ocas (hasta 60 toneladas) para alimentar a nueve hombres y 115 perros. Amundsen escribe que esa fue una etapa feliz y confortable; acomodados en Framhe im, durante sus horas de asueto disfrutaban de la lectura y de un men exquisito. C ada da nos gustan ms los filetes de foca. Para el desayuno, tenemos de forma regul ar galletas calientes con mermelada, y Lindstrom sabe tantas formas de prepararl as que en el mejor de los hogares americanos no seran capaces de superarle. Adems, tenemos pan, mantequilla, queso y caf. Para comer, principalmente, carne de foca y dulces de fruta en conserva de California, tartas y pudin enlatado. Para cena r, filete de foca con mermelada de arndanos, queso, pan, mantequilla y caf. Cada t arde de sbado, un vaso de ponche y un cigarro. Debo confesar con franqueza que nu nca he vivido tan bien . De sus palabras se deduce que hambre no pasaron y que tenan la moral en la estrat osfera, algo de lo que no poda presumir Scott, quien sufri un duro revs al ser info rmado de que Amundsen no se diriga al polo Norte. Lo que no escribe Amundsen es q ue, durante esta etapa de reclusin en Framheim, se vivieron momentos de tensin al aflorar discrepancias sobre cul era el mejor momento para iniciar la travesa. Los caracteres de uno y otro explorador poco tenan en comn. Amundsen, pragmtico, no senta reparos en enviar a la sartn focas, pinginos y perros. Scott, ms sensible, co nsideraba atroz matar a sus compaeros de viaje, senta un enorme respeto por todos los animales. Amundsen reconoce que lleg a ser cruel en extremo con algunos de su s perros, obligndoles a recorrer largas distancias con cargas de varios centenare s de kilos y con heridas sangrantes. La travesa al Polo empez para Amundsen el 20 de octubre; ms tarde para Scott, el 1 de noviembre, y con el inconveniente aadido de que se encontraba un grado ms aleja do que su rival del destino final: los 90 S. Los cinco noruegos partieron con cua tro trineos arrastrados cada uno por trece perros. Las primeras etapas se cubrie ron cmodamente, los perros avanzaban a una velocidad media de 7,5 km/h hasta que, a mediados de noviembre, toparon co n los desafiantes glaciares. Pasados los 85 calcularon que desde ese punto hasta el polo Sur y el trayecto a la inversa sumaba un recorrido de unos 1.100 kilmetro s, por lo que decidieron llevar provisiones para 60 das y dejar all el resto. El 17 de noviembre, abordaron la ascensin a las montaas de hielo, fueron jornadas laboriosas, extenuantes y peligrosas, de subidas y bajadas, que culminaron sin t ener que lamentar prdidas, aunque volvieron a surgir diferencias y Amundsen sinti cuestionado su liderazgo. En la planicie, las aguas volvieron a su cauce, pero se avecinaba otro momento d uro, pues tuvieron que sacrificar 24 de los 42 perros para asegurarse comida par

a el resto de la marcha. Se respiraba un ambiente de tristeza y depresin, pues haba mos tomado mucho cario a nuestros perros. La Carnicera fue el nombre que pusimos a aquel lugar. Acordamos permanecer all dos das para descansar y comernos los perro s , relata Amundsen. Durante esas mismas fechas, se reunieron todos los miembros de la expedicin de Sc ott que seguan en liza y que se haban dividido en varios grupos: 16 hombres, diez caballos en estado lamentable, 23 perros y trece trineos. Slo los mejores abordara n el ataque final al polo Sur: Scott, Wilson, Evans, Bowers y Oates. Amundsen se apunt un pequeo triunfo el 7 de diciembre cuando superaron el punto ms austral al que haba accedido Shackleton en 1909, 88 23 S. Cerca de all construyeron otro almacn donde dejaron unos 100 kilos de carga y aligeraron peso cara al sprin t final. Mientras, los britnicos afrontaban un temporal con vientos que soplaban a una velocidad de casi 100 km/h y con escasez de comida para los caballos. Los perros de Amundsen podan alimentarse con la carne de sus congneres; no era est e el caso de los equinos, a los que el hambre y las bajas temperaturas fueron an iquilando. Los que quedaron vivos fueron sacrificados para que no sufrieran ms en un campamento que, como el de los noruegos, fue bautizado La Carnicera. Angustia y miedo. Amundsen y los suyos recorrieron los ltimos ocho kilmetros hasta el polo Sur con el corazn en un puo. Habra llegado Scott antes? Ni muchos menos. Lo s britnicos se afanaban en superar el glaciar Beardmore, un ro helado de 200 km de longitud y en algunos puntos de ms de 70 km de anchura, encajonado entre montaas d e ms de 4.000 metros , escribe Javier Cacho. Aqu se quedaron sus ltimos perros; los b ritnicos tuvieron que continuar tirando ellos de los trineos. Amundsen ya poda can tar victoria. Cuando, un mes despus, Scott alcanz el mismo punto, ley con resignacin la nota que A mundsen le dej en una tienda: Como usted ser probablemente el primero en llegar aqu despus de nosotros, puedo pedirle que enve la carta adjunta al rey Haakon VII de No ruega? Si los equipos que hemos dejado en la tienda pueden serle de alguna utili dad, no dude en llevrselos. Con mis mejores votos. Le deseo un feliz regreso . La humillacin, las tormentas y el hambre pudieron con Scott y sus hombres, que no lograron regresar. Una expedicin britnica hall en noviembre de 1911 sus cadveres y el diario de Scott: Ya toda esperanza debe ser abandonada. Esperaremos hasta el f inal, pero nos debilitamos gradualmente, la muerte no puede estar lejos , dej escri to el 29 de marzo. ----El camino del polo Sur pasa por el polo Norte Se ha conquistado el polo Norte. En 1909 viaj por todo el mundo la noticia de que R obert Peary lo haba logrado es muy posible que tanto Frederick Cook como Robert Pe ary pensasen que realmente haban conseguido el xito en sus respectivas aventuras. Hoy se ha demostrado que no lo hicieron, pero en 1909 no se saba nada de esto . Fu e un duro revs para el noruego Roald Amundsen, que preparaba una expedicin para se r l el primero. Haba conseguido que Fridtjof Wedel-Jarlsberg Nansen le dejase el b arco polar 'Fram'; tambin que el Gobierno noruego y diferentes patrocinadores de su pas subvencionasen la aventura. Haciendo uso de su mentalidad prctica, en la que lo que realmente importaba era c onseguir sus objetivos, supeditando la manera de lograrlo al xito final, Amundsen cambi su sueo anhelado. En vez del ya conquistado polo Norte, marchara al todava vi rgen polo Sur. Para evitar que nadie le retirase sus apoyos y sobre todo, porque saba que el bri tnico Robert Falcon Scott se diriga a la Antrtida con idntico objetivo, Amundsen man tuvo en secreto sus cambios de planes durante el ao que duraron los preparativos del viaje. Si se quera salvar la expedicin, era necesario actuar rpidamente y sin ni

nguna vacilacin. Con la misma velocidad que las noticias haban viajado a travs del mundo, decid cambiar mi punto de vista y volv mi mirada hacia el polo Sur, escribira Amundsen sin el menor inconveniente en el relato de aquella aventura. La pica de los descubrimientos tuvo su momento lgido en los albores del siglo XX c on la conquista de ambos polos. Nunca antes se vio algo semejante, nunca jams el hombre se expuso y se faj cuerpo a cuerpo con una naturaleza cuya esencia salvaje la convirti a nuestros ojos en despiadada. El periodo se conoce como la edad de oro de la exploracin polar. Esta edad de oro tuvo en los noruegos Fridtjof Nansen y Roald Amundsen y en el b ritnico Ernest Shackleton sus mejores exponentes. Despus de sus gestas, slo los int entos por subir a Everest de los alpinistas britnicos, en especial de George Mall ory desaparecido en 1924 tal vez mientras descenda de la cima del techo del mundo , lograron un paroxismo dramtico semejante. A finales del XIX el ms preciado objetivo de la exploracin era la conquista del po lo Norte. El noruego Nansen estuvo a punto de conseguirlo en un memorable viaje a travs de la banquisa rtica entre 1893 y 1896. No lo consigui por poco. Aos despus, en febrero de 1908, el mdico y experimentado explorador polar estadounidense Fred erick Cook parti de Groenlandia hacia el punto ms al norte del globo, iba en compaa de dos esquimales llamados Ahpellah y Etikishook. Afirm haberlo alcanzado el 22 d e abril de 1908. La discrepancia de las observaciones de Cook con las de sus compaeros inuit y la falta de los datos tomados en aquel viaje, al parecer guardados en unas cajas qu e desaparecieron en Groenlandia tras su regreso, junto con las imprecisiones en el relato de su ascensin al monte McKinley aos antes, restaron credibilidad a las palabras del mdico americano. El tambin explorador polar estadounidense Robert Edw in Peary supo aprovechar aquellas fisuras y, gracias a una intensa intensa campaa de desacreditacin secundada por sus incondicionales, hizo que se le negase el xit o a Cook en el polo Norte. Un ao despus, el 6 de abril de 1909, Peary afirm haber sido el primero en el polo N orte, con la compaa de cinco miembros de una gran expedicin formada por 23 hombres. Su hazaa s fue reconocida como autntica durante muchos aos. En la actualidad pocos piensan que realmente lo lograse. El enfrentamiento entre los partidarios de Coo k y los de Peary an no se ha resuelto, ms an despus de las ltimas evidencias que deja n al segundo en entredicho. El tiempo que Peary declar haber empleado en alcanzar el polo Norte fue una de el las. Posteriores travesas polares demostraron que es la tercera parte del menor nm ero de das posibles que son necesarios para recorrer el itinerario que dijo haber seguido el americano. La rectificacin de parte de sus diarios y otros asuntos, h an hecho concluir que Peary nunca lleg al polo y tal vez se quedase a 150 kilmetro s de distancia de dicho punto geogrfico. De esta manera, tan anhelado lugar continu virgen hasta que el 6 de abril de 1969 el explorador britnico Sir Wally Herbert, lo alcanz por primera vez en la Histori a a pie y en completa autonoma durante la Expedicin Britnica Transrtica, un viaje en el que emple 16 meses. Singular paradoja dice mucho de la dificultad de las aven turas polares: el hombre puso el pie en uno de los lugares ms hostiles y alejados de la Tierra el mismo ao que logr pisar la Luna. ----El 7 de junio de 1910 Roald Amundsen parti a bordo del 'Fram' desde Christiania, en Noruega. En vez de enfilar hacia el rtico, se dirigi hacia el Atlntico Sur. Slo c uando haban atracado en Madeira, ltima escala antes de la Antrtida, Amundsen descub ri a una sorprendida tripulacin que se dirigan al continente helado. El aviso del cambio de planes tambin caus sorpresa a Fridtjof Nansen, propietario del 'Fram', y a los miembros de la Expedicin Britnica Antrtica, a quienes les parec

i ms que inadecuado. Amundsen escribi desde la isla portuguesa un escueto comunicad o a Scott: Permtame informarle que el 'Fram' se dirige a la Antrtida. Amundsen. Punt o final. Alcanzada la baha de las Ballenas, un lugar cercano al elegido por la expedicin de Scott para instalar su campamento base, el 'Fram' dej en tierra firme a nueve ho mbres en enero de 1911, dispuestos a pasar el duro invierno antrtico como parte d e la preparacin para el viaje al polo Sur. Junto a ellos, 95 perros esquimales y una amplia cabaa de madera que haba viajado hasta all en dos secciones y vveres para aguantar dos temporadas. Al mismo tiempo, los britnicos desembarcaban en el cabo Evans. Despus de que en 19 02 viajase al frente del 'Discovery', en la Expedicin Antrtica Nacional Britnica, R obert Falcon Scott, oficial de la Marina britnica, regres al polo aquel 1910 a bor do del 'Terra Nova'. Haba preparado a conciencia su expedicin, o eso crea: 65 hombr es, trineos motorizados, 19 ponis de Manchuria, 39 perros, 162 carneros, cerdos y varias toneladas de comida y combustible. Enterado de los planes del noruego c uando se diriga a la Antrtida, acamp en dicho cabo de la isla de Ross para pasar e l invierno. El 19 de octubre de 1911, ya iniciado el breve verano rtico, cinco noruegos coman dados por Roald Amundsen se dispusieron a cruzar la plataforma de Ross. Llevaban cuatro trineos que tiraban 13 perros nrdicos cada uno. Scott inici la travesa de la plataforma de Ross al frente de un grupo de ocho homb res acompaados por 10 ponis el 24 de octubre de aquel mismo ao. Su lugarteniente, Teddy Evans, comandaba un grupo a bordo de trineos con motor. El 21 de octubre s e unieron ambos grupos para comenzar la travesa de la plataforma de Ross, una gig antesca capa de hielo que cubre una amplia baha que penetra en la Antrtida y que d eban cruzar ambas expediciones. La distancia que ambos grupos tenan que recorrer superaba los 1.450 kilmetros. Sco tt haba calculado un ritmo diario de 20 kilmetros, de manera que en su viaje de id a y vuelta hasta el polo Sur, deba terminar en el campamento base de cabo Evans a comienzos de marzo de 1912. Por su parte Amundsen, cuando ya haba regresado de s u travesa polar, calcul que la ruta que recorrieron fue de 1.400 kilmetros, a razn d e 25 kilmetros diarios de media. Tras cruzar la peligrosa plataforma de Ross, los noruegos alcanzaron el 11 de no viembre la cordillera de la reina Maud. Apenas tardaron cuatro das en cruzarla. El viaje entre 81 y 83 se convirti en viaje de placer; un lindo terreno, hermosos tr ayectos en trineo y una temperatura sin variar, refiere Amundsen en su diario. El 8 de diciembre, por un terreno sin demasiadas dificultades, llegaron al punto ms meridional alcanzado por el britnico Shackleton durante su expedicin de 1907-19 09, a 88 23 S y unos 155 kilmetros del polo Sur. Seis jornadas ms tarde, el 14 de dic iembre de 1911, exactamente a las tres de la tarde, Roald Amundsen, junto con su s compaeros Olav Bjaaland, Helmer Hanssen, Sverre Hassel y Oscar Wisting, alcanza ron su anhelado objetivo: estaban en el polo Sur. Levantaron la bandera noruega, erigieron una tienda de campaa y tomaron fotografas. La alegra del xito no impidi a Amundsen escribir aquel mismo da en su diario: Nunca he conocido a nadie que se ha ya visto tan diametralmente opuesto a la meta de su vida que yo. Desde nio siempr e he soado con llegar al polo Norte y ahora me encontraba en el polo Sur. Puede al guien imaginar algo tan contradictorio?. Mientras tanto, Scott y sus hombres tardaron un mes en atravesar la plataforma d e Ross desde que iniciaron el viaje. El 21 de diciembre se encaraman a la plataf orma antrtica. En este lugar Scott eligi a cuatro hombres para que le acompaasen ru mbo al polo: Henry Bowers, Edward Wilson, Lawrence Oates y Evans, enviando al re sto de regreso. Fue en lo nico en que coincidieron el britnico y el noruego.

Tras montar varios depsitos de vveres, el 6 de enero alcanzaron el punto Shakleton y 11 das ms tarde, el 17 de enero de 1912, 34 das ms tarde que sus adversarios y de spus de una extenuante travesa, los britnicos se encontraron en el polo Sur con la tienda y la bandera dejada por los noruegos. Como futbolistas que han perdido un simple partido, la foto que se hacen all mismo muestra unos rostros que aceptan resignados el destino; sus caras no parecen ms defraudadas que quienes sufren una goleada. Aunque Scott garabate entonces en su diario: Ha sucedido lo peor. Nuestr os sueos deben esfumarse. Dios mo, este lugar es horrible!, al tiempo que seal que el viaje de vuelta sera montono y cansado. ----De carcter implacable y resolutivo, Amundsen describi con todo detalle las jornada s que pas con sus cuatro compaeros en el punto ms meridional de la Tierra. Habamos es timado que estbamos en el Polo. Evidentemente, todos sabamos que ste no era el punt o exacto: era imposible con el tiempo que haca acertar con el punto concreto. Para asegurarse el triunfo, Amundsen tram una estrategia radical, que llevaron a cabo a lo largo de cuatro jornadas. Lo hicieron tres hombres, cada uno de los cu ales parti en direccin diferente durante 20 kilmetros. Las lneas de su travesa, unida s a la que haban seguido para llegar a aquel punto, compona una cruz que abarcaba el crculo en cuyo interior pensaban se situaba el punto geogrfico. Dos de ellos em pezaron a caminar formando un ngulo recto respecto a la direccin de la ruta que le s haba llevado hasta all. El tercero continu en lnea recta los citados 20 kilmetros. Una vez completada la distancia, regresaran al punto de partida. Los otros dos ex pedicionarios, Amundsen entre ellos, quedaron en el campamento realizando medici ones. De regreso los otros tres, constataron que se encontraban a 89 54' 30", por lo qu e decidieron recorrer los 10 kilmetros que pensaban les quedaban hasta alcanzar e l polo Sur. Lo alcanzaron sin problemas dejando mensajes, comiendo algo menos au steramente que el resto del tiempo, colocando la bandera y la tienda para que no fueran arrancadas por los vientos y abandonando todo lo que consideraron superf luo para el regreso. Cuando sus adversarios britnicos alcanzaron el polo 34 das ms tarde, poco ms pudieron hacer que constatar su fracaso. Concluida aquella estancia en el punto ms meridional de la Tierra, Amundsen y sus compaeros regresaron hacia el campamento base, a donde llegaron 99 jornadas desp us de su partida. Posteriores mediciones con GPS han constatado que Amundsen y su s compaeros acamparon a 2.500 metros del polo Sur geogrfico. Pocos dudan de que, de haber podido hacerlo, Amundsen habra viajado en solitario al polo Sur. Pero esa misma avidez que le obligaba a mantener su carcter, le haca discernir qu era lo ms conveniente para sus planes y en aquella conquista necesita ba a sus compaeros. Esto no impidi que reconociera el papel de los cuatro hombres que le acompaaron en aquel viaje soado. Cinco ajadas manos, casi congeladas, sujetaron el mstil desplegando la bandera al aire, y lo plantaron, como los primeros en llegar al polo Sur geogrfico, escribi en el relato de la expedicin, donde seala que tan simblico acto tena que realizarse en tre todos, que no tendra sentido que lo hiciera uno slo, sino todos los que haban ar riesgado sus vidas en el esfuerzo y haban permanecidos juntos. Era la nica forma e n que poda demostrar mi gratitud a mis camaradas. Triunfador absoluto en aquella despiadada carrera, el noruego se despoj de la par quedad anidada en el corto mensaje de aviso de sus intenciones de ir a la Antrtid a enviado desde Madeira. Dentro de la tienda que qued en el polo Sur, Amundsen de j una nota a sus adversarios, la cual, visto el desenlace de la historia, adquier e un especial dramatismo: Querido comandante Scott: Como vd. ser probablemente el primero en llegar aqu despus de nosotros, puedo pedirle que enve la carta adjunta al Rey Haakon VII de Noruega

? Si los equipos que hemos dejado en la tienda pueden serle de alguna utilidad, no dude en llevrselos. Con mis mejores votos. Le deseo un feliz regreso. Sinceram ente suyo. Roald Amundsen. ----Tragedia en el regreso por Alfredo Merino La renuncia de Scott a llevar perros y la imposibilidad de los caballos para mov erse sobre nieve blanda, oblig a los hombres a arrastrar los trineos. Los britnico s debieron realizar un esfuerzo supremo para mover los pesados trineos en una ni eve en la que se hundan hasta las rodillas, un esfuerzo que a la postre les oblig a pagar el precio ms caro posible: sus propias vidas. Aunque en una primera parte caminaron rpido, la llegada del mal tiempo, con un au mento de la temperatura que hizo muy peligroso los glaciares que cruzaban, les h izo demorarse cada vez ms. La cada a una grieta de Edgard Evans les retras ms an. Los depsitos de combustible que haban ido dejando se estropearon por el fro. El 17 de febrero, Evans muere. Sus compaeros le dejan en el hielo y continan la tr avesa de la letal plataforma de Ross. Las ventiscas catabticas que les golpeaban, unido a su debilidad extrema y a las congelaciones, ralentizaron cada vez ms su r etorno. Para entonces, los noruegos estaban a slo tres jornadas de alcanzar su ca mpamento base en la baha de las Ballenas, en un viaje ida y vuelta que supuso cer ca de 3.000 kilmetros y 99 das de travesa. El 16 de marzo Lawrence Oates, el ms perjudicado de todos los britnicos, con escor buto, una pierna gangrenada y sin poder caminar apenas, sali de la tienda mientra s deca: Voy a salir y puede que tarde en volver. No regres nunca. Oates no quiso ser una carga para sus compaeros. Su sacrificio no valdra de nada. El 29 de marzo apa rece la ltima anotacin en el diario de Scott. El fin no puede estar lejos... Por el amor de Dios, cuidad de los nuestros. Fueron incapaces de continuar, a pesar de encontrarse slo a 18 kilmetros de un depsito de vveres y combustible. Una expedicin de socorro encontr el verano siguiente los cuerpos de los cuatro inf ortunados dentro de sus sacos en la desvencijada tienda. Admirados como pocos, S cott y sus compaeros se convirtieron en el paradigma del hroe britnico y su normalm ente trgico destino. Revisiones posteriores concluyeron que Scott fall en su estra tegia, por carecer de experiencia polar suficiente. Su renuncia a los perros, ta l vez por razones morales, el fracaso de los ponis siberianos como animales de c arga, no utilizar vestimentas adecuadas y que la ruta que siguieron era mucho ms peligrosa y complicada que la elegida por los noruegos son las principales razon es del fracaso. Por su parte, Amundsen fue acusado dentro y fuera de Noruega de absoluta falta d e tica, primero al no haber comunicado sus intenciones de ir al polo Sur hasta el ltimo momento, y segundo por acercarse a un objetivo que 'perteneca' ya a los bri tnicos, en razn de los intentos que haban realizado anteriormente. ----Vencer a toda costa por Alfredo Merino Prototipo del hroe al que nada hace doblar su espritu, el noruego Roald Amundsen t uvo siempre muy claras las cosas. Dispuesto a no renunciar a los medios que fuer an, siempre que le ayudasen a conseguir sus objetivos, se convirti en el ms implac able explorador polar. Inspirado por su compatriota Fridtjof Nansen, Amundsen no tard en adoptar la meto dologa de aquel en sus aventuras. Estudi e hizo suyas las formas de vida de los in uit en las regiones rticas. Combinndolas con otros conocimientos de los pueblos es candinavos, como el uso de esqus, encontr la receta que le posibilit hacer realidad

sus sueos. Capaz de adaptarse sin el menor problema a los entornos y circunstancias ms difcil es y hostiles, Amundsen vivi como un esquimal en el rtico canadiense, durante mese s se aliment de perros y pinguinos en la Antrtida, aprendi a manejar ingenios areos cuando vio que eran el camino ms seguro para alcanzar el polo Norte y no dud en oc ultar sus verdaderas intenciones a quienes eran sus mentores como el citado Nans en, quien le dej su barco, y el Gobierno noruego, que sufrag sus expediciones. Criticado dentro y fuera de Noruega por este estilo pragmtico, Amundsen tuvo su nm esis en la falta de sostn econmico que le acompa gran parte de su vida, contratiempo s que no pudieron evitar que fuera el ms grande de los exploradores polares: form parte de la primera expedicin que pas un invierno en la Antrtica, fue el primero en atravesar el mtico Pasaje del Noroeste, el primero en alcanzar el polo Sur como lder de un grupo integrado por cinco hombres y el primero en sobrevolar el polo N orte en avin, junto con Riiser-Larsen, Lincoln Ellsworth y Umberto Nobile. Amundsen naci el 16 de julio de 1872 en una granja de la regin de Fredrikstad, en una familia de marinos y balleneros. Encandilado por los relatos de aventureros y exploradores, en especial los relatos de Sir John Franklin y la bsqueda vana de l Paso del Noroeste, con apenas 15 aos y ya hurfano de padre, Amundsen tom la deter minacin de consagrar su vida a la exploracin polar. El xito logrado por Fridtjof Na nsen en la primera travesa de Groenlandia, cuando tena 17 aos reforz su decisin. A la muerte de su madre en 1893, a los 21 aos, deja los estudios y se enrola en una e xpedicin al rtico. En 1903 se enrol como primer oficial en la expedicin Blgica Antrtica, dirigida por A drien de Gerlache. A bordo del 'Blgica', los componentes de la tripulacin quedan a trapados por los hielos de la pennsula Antrtica por debajo de los 70 S, convirtindos e en los primeros en pasar un invierno rtico. En aquella terrible y desconocida e xperiencia que dur 13 meses fue decisivo el estadounidense Frederick Cook, mdico d e la expedicin y que ms tarde tuvo un virulento enfrentamiento con Peary por demos trar que haba sido el primero en alcanzar el polo Norte. Al contrario que Nansen, Amundsen no fue un cientfico ni tampoco un nacionalista, aunque su pragmatismo pronto le hizo entender que ambos componentes eran esenci ales para sufragar sus expediciones. La bsqueda del polo Norte magntico, un punto separado del geogrfico, fue una excusa excelente para encontrar apoyos para su prx ima expedicin: el Paso del Noroeste. Esta mtica singladura, ocasionalmente abierta entre los hielos rticos, era una posible ruta martima que comunicaba el norte de los ocanos Atlntico y Pacfico por el norte del continente americano, ahorrando mile s de kilmetros de navegacin. Amundsen adquiri un pequeo pesquero, el 'Gjoa', de slo 21 metros de largo y 45 tone ladas. Los barcos polares tendan a tener un tamao grande, pues aparte de una tripu lacin ms o menos numerosa, deban alojar ingentes cantidades de alimentos, combustib le y pertrechos para las travesas polares. En el 'Terra Nova', por ejemplo, emple ado por el capitn Scott en su expedicin a la Antrtida de 1911, gran parte de la imp edimenta hubo de ser estibada en los camarotes de la tripulacin. El 'Gjoa' era todo lo contrario. Y aqu se encuentra una buena muestra del admirab le espritu prctico que gobern a Amundsen. Este barco fue el ms pequeo navo de explorac in rtica jams visto. Preparado para slo siete tripulantes, en l, llev lo imprescindibl e, pues pensaba obtener el alimento cazando y pescando a lo largo de su travesa. Lo que a priori pareca un inconveniente decisivo, result clave para el xito de la e xpedicin, pues el escaso calado del barco hizo posible que encontrara paso por lo s estrechos canales entre las islas y costas del norte de Canad, por donde jams hu biera pasado otro navo de mayores dimensiones. Entre 1903 y 1905 logr forzar aquella travesa, pasando dos inviernos en la Tierra

del Rey Guillermo, al norte de Canad. All Amundsen se sumergi en la forma de vida y la cultura inuits, algo que le ayud de manera decisiva en el resto de sus travesa s polares. Concluida la travesa en el verano de 1905, El 'Gjoa' alcanz la costa de Yukn. No contento con ello, Amundsen recorri sobre sus esqus sin el menor problema los 8 00 kilmetros de distancia ida y vuelta que le separaban de Eagle City, en Alaska, donde estaba el telgrafo ms cercano, la nica forma de comunicar al mundo la consec ucin de su xito y cumplir con el acuerdo que tena con el Times. Por desgracia, la n oticia se filtr en el camino y fe divulgada por los peridicos norteamericanos ante s, perdiendo Amundsen la cantidad acordada por la exclusiva. Al polo por los aires De regreso de la Antrtida, Amundsen se convirti en hroe, aunque no dej de recibir se veras crticas por su manera de empezar aquella expedicin a la Antrtida. Poco tiempo despus empez la I Guerra Mundial. All descubri el noruego las posibilidades que ofr ecan los aviones a la exploracin polar. No tard en comprarse uno y fue el primer no ruego en obtener un carnet civil de piloto. Con el 'Maud' inici en 1918 la travesa del Paso del Noreste, es decir la circunval acin del ocano glaciar rtico entre sus banquisas heladas y las costas del norte de Siberia. Estuvo empeado en aquella aventura cuatro aos y, aunque logr ser el tercer o en atravesar el pasaje, termin arruinado. Con la liquidacin del barco, Amundsen concluy su periodo martimo, consagrndose a la exploracin polar desde el aire. En 1925 dirigi una expedicin de dos ligeros hidroaviones Dornier Do J rumbo al pol o Norte en la que a punto est de perder la vida con sus cinco acompaantes, sin log rar el objetivo. En 1926, se embarc en el zepelin 'Norge', Noruega, junto con el creador del aparato el ingeniero italiano Umberto Nobile y 14 hombres ms, logrand o la primera travesa area del rtico, tras partir de Ny-Alesun, en las islas Svalbar g, y alcanzar la poblacin de Teller, en Alaska, despus de un vuelo de cuatro das en los que el 12 de mayo, a las 1.25 horas, sobrevolaron el polo Norte por primera vez en la Historia. Dos aos ms tarde, durante un vuelo de rescate sobre el rtico en busca de los tripul antes de otro dirigible de su amigo Nobile, el 'Italia', cado cuando regresaba de una nueva travesa sobre el polo Norte, el avin que pilotaba Roald Amundsen en com paa de otros cinco tripulantes, desapareci en el mar de Barents. Nunca fueron encon trados, a pesar de que sus restos se buscaron en distintas ocasiones, incluso co n submarinos teledirigidos. --Nansen El coloso de la nacin noruega por Alfredo Merino Lo difcil es lo que tarda cierto tiempo; lo imposible es lo que tarda un poco ms. Si n los antecedentes del autor de la frase que abre estas lneas, no podra entenders e la figura de Roal Amundsen. Tampoco, aseguran muchos noruegos, la de la propia Noruega. Marino, diseador naval, cientfico, oceangrafo, zologo, diplomtico, escritor, antroplog o, esquiador, poltico, destacado humanista, premio Nbel y explorador, la aportacin de Fridtjof Wedel-Jarlsberg Nansen a la nacin nrdica, a la exploracin polar, al con ocimiento y al sentimiento humanitario es tan importante, potente y variada que cuando relatamos su vida, parece que hablamos de varios Nansen en vez de uno sol o. Nacido en el seno de una familia acomodada en 1861 en Oslo, su infancia fue un p eriodo decisivo en el que fortaleci su cuerpo practicando el esqu y viviendo inten samente en la naturaleza. Realiz con 20 aos su primer viaje rtico a bordo de un bar co cazador de focas en Groenlandia. Licenciado en zoologa encontr trabajo en el mu

seo de historia natural de Bergen, aunque su cabeza no se apartaba del rtico. Despus de una laboriosa preparacin, en 1888 se embarc rumbo a Groenlandia junto con cinco compaeros. Sus intenciones eran realizar la ansiada travesa de costa a cost a de la isla ms grande del mundo. Al contrario que los que le precedieron, quiene s siguieron direccin Oeste-Este, Nansen tuvo la idea de intentarlo al revs. Consid eraba ms duro psicolgicamente abandonar la seguridad de las aldeas inuit de la cos ta oeste y lanzarse rumbo a la nada, que empezar en esa nada que es el resto de Groenlandia y caminar escapando de ella con la esperanza de alcanzar dichas pobl aciones. Slo nos esperaba la muerte o la costa oeste de Groenlandia, escribira despus en el relato de la aventura. A la manera de los inuit Despus de un recorrido de ms de 500 kilmetros, soportando temperaturas inferiores a los 45 bajo cero, consiguieron la primera travesa de Groenlandia. Despus de ello, Nansen se qued un invierno viviendo con los esquimales. All aprendi la forma de vida de los inuit, aplicndolas en sus posteriores viajes rti cos. Aparte de adoptar sus ropas, Namsen descubri que la mejor manera de desplaza rse sobre el hielo polar era con trineos tirados por perros mientras los hombres marchaban con esqus, mantenindose de esa manera una velocidad homognea, sin que ni nguna de las dos partes del equipo (hombres y animales) retrasase a la otra. Est a manera de afrontar el reto polar inspir a su compatriota Nansen, conquistador ao s despus del polo Sur. Cuando rmiti Norte. ara la regres a Noruega, Nansen ya era conocido internacionalmente. Aquello le pe presentar a la Sociedad Geogrfica Noruega su proyecto para alcanzar el polo Con los fondos construy el 'Fram' un barco polar especficamente preparado p travesa. A bordo de aquel navo parti en 1893 rumbo al rtico.

Su idea era dejarse atrapar por los hielos, para que la deriva ocenica le acercas e al polo Norte. Durante dos inviernos el 'Fram' permaneci entre los hielos rticos . Nansen aprovech para realizar diferentes estudios e investigaciones. Finalmente dedujo que los movimientos de la banquisa jams les llevaran al ansiado polo. Tom e ntonces uno de sus riesgos controlados, decisiones al lmite que parecan suicidas, pero que l haba sopesado largamente. Dos caminan hacia el polo En compaa del notable esquiador Hjalmar Johansen abandon el 'Fram' y al resto de su tripulacin a los 84 4 N el 14 de marzo de 1895, para emprender un viaje a pie y es quiando que les llevase al polo. Se llevaron dos trineos, dos kajaks y 27 perros . Casi un mes despus, el 8 de abril, a 86 14 N decidieron regresar. El deshielo de la banquisa les oblig a utilizar los kajaks y a sacrificar todos l os perros. Con una comida insuficiente cazaron focas y osos, alcanzando tierra f irme en el archipilago de la Tierra de Francisco Jos. Con piedras, lquenes y musgos construyen un abrigo donde pasan un largo invierno. A la primavera siguiente, e l 17 de junio de 1896 encuentran a la expedicin del britnico Jackson-Harmsworth, c on quien regresan a Noruega. Fueron recibidos como hroes, no en vano haban alcanzado el punto ms cerca del polo jams pisado por el hombre, haban pasado tres inviernos sin problemas de salud y ha ban realizado importantes estudios oceanogrficos y zoolgicos. Pero sobre todo porqu e en aquellos momentos Noruega viva una efervescencia nacionalista que concluira c on su independencia de Suecia en 1905. Nansen particip de forma decisiva en la formacin de aquel sentimiento de nacin. Con sagrado a sus investigaciones, realiz importantes aportaciones al conocimiento ne urolgico y estuvo propuesto para el premio Nbel en Medicina, que acab recayendo en el espaol Santiago Cajal en 1906. Aparte de sus trabajos neuronales, continu con l

os estudios oceanogrficos con diversos descubrimientos sobre las corrientes ocenic as y la fauna marina. El hombre poltico La independencia de Noruega hizo a Nansen virar su vida hacia la poltica. Nombrad o primer embajador noruego en Londres, su relaccin con el monarca Eduardo VII gar antiz a su pas la integridad del territorio. De regreso a Noruega continu con diver sas campaas de investigacin ocenica por los ocanos Glacial rtico y Atlntico norte. Al final de la Primera Guerra Mundial, Nansen se consagr a la ayuda humanitaria. Convertido en alto comisionado de la Sociedad de Naciones, embrin de las Naciones Unidas, creo el famoso pasaporte Nansen, documento que permiti salvar la vida a 450.000 refugiados de 26 pases. En 1922 recibi al fin el Premio Nbel, en la modalid ad de la Paz. El resto de su vida continu implicado en la ayuda humanitaria por t odo el mundo, hasta su muerte en 1930. La aportacin de Fritdjof Nansen a la exploracin polar fue la ms decisiva. Una prepa racin exahustiva del desafo a emprender, el conocimiento y la adopcin de las forma s de vida de la nacin inuit, en especial sus prendas y el uso de perros fueron la s claves de su manera de afrontar los retos polares y de conseguir el xito. --El hroe trgico por Alfredo Merino El sacrificio de Robert Falcon Scott y sus cuatro compaeros en aras del ideal de una conquista, hizo que la sociedad britnica olvidase que haban perdido la carrera y los elev a la cspide de su imaginario. Llegaron despus que Amundsen, pero a ningn britnico pareci importarle. No han en La lquier de la llegar cambiado tanto las cosas. Igual que hace tres milenios como relata Homero Iliada, igual que ahora mismo cuando los informativos nos aturden con cua gesto generoso que acarrea un fatal desenlace, la tragedia de aquel capitn Marina britnica junto con cuatro de sus hombres, muertos en su intento de los primeros al polo Sur, les convirti en hroes.

Un siglo despus de aquello, los anlisis coinciden en que el fracaso de los britnico s se debi a una serie de desafortunadas elecciones, as como la aparicin de una mete orologa extraordinariamente virulenta. Scott nunca fue consciente de ello y a qui enes siguen admirando su gesta no les preocupa demasiado. Las ltimas lneas de su diario, encontrado junto a su cuerpo al ao siguiente de su m uerte, lo evidencian: Asumimos riesgos y esto no hace que nos quejemos, sino que nos resignamos a la voluntad de la Providencia, decididos a esforzarnos hasta el final. La falta de experiencia de Scott fue decisiva para impedirles volver de u n territorio tan terrible. Dios mo este lugar es horrible!, se lamenta el britnico en unas lneas escritas en el polo Sur, al constatar que el noruego Roald Amundsen s e le haba adelantado. Globos sobre la Antrtida Mucho antes de aquello, en 1901, Scott dirigi una Expedicin Antrtica Nacional Britni ca. A bordo del buque Discovery alcanz la baha de las Ballenas, frente a la plataf orma de Ross. All, en el verano austral, hiz un aerostato para discernir una ruta que les llevase al interior del continente antrtico a travs de aquella traicionera banquisa pegada a sus costas. Pasaron dos inviernos all y de nuevo en verano, organizaron dos expediciones para alcanzar los polos Sur magntico y geogrfico. Scott se hizo acompaar por Ernest Sha ckleton, a la sazn tercer oficial del barco, y el fsico Edward Wilson. Se quedaron a 850 kilmetros de la meta. El regreso les supuso un agotamiento extremo, la ene

mistad entre Scott y Shackleton y el convencimiento del primero de lo horripilan te que poda ser la Antrtica. A pesar de ello, nada ms regresar a Gran Bretaa comenz a pensar en su regreso al co ntinente helado. Espoleado por el relativo xito del ahora adversario suyo Shackle ton, quien en una posterior expedicin en 1907-1909 alcanz los 88 23 S, quedndose tan solo a 155 kilmetros del polo Sur, aceler sus planes para viajar al ao siguiente a la Antrtida. Con 65 hombres a bordo, ingenios como trineos motorizados, perros, c aballos y abundantes provisiones y combustibles, parti a bordo del 'Terra Nova'. La noticia durante el viaje de que Amundsen intentara ser el primero no fue ms que un mal presagio que no le hizo cambiar sus planes ni un milmetro. Con increble si militud, ambas expediciones cumplieron idnticos plazos. Tras pasar un invierno en su campamento base en el borde de la plataforma de Ross, Scott se puso en march a con solo cinco das de retraso respecto a Amundsen. El resto s fue diferente. La llegada al polo Sur 34 das despus fue preludio del desastre que se avecinaba. J usto un siglo despus de aquello, ver la vestimenta de aquellos cinco hombres da f ro. Sus rostros dicen el resto. --La enseanza del fracaso por Alfredo Merino Se buscan hombres para viaje peligroso. Sueldo escaso. Fro extremo. Largos meses d e completa oscuridad. Peligro constante. No se asegura el regreso. Honor y recon ocimiento en caso de xito. En 1907 este anuncio en el Times caus idntica impresin que ahora. Respondieron ms de 5.000 aspirantes. Era la tercera incursin en territorio antrtico de Ernest Shackleton, carismtico via jero y explorador irlands, que result un absoluto fracaso, pues ni siquiera lograr on acercarse al continente antrtico. Sin embargo su gesta pas por derecho propio a los anales de la exploracin por la capacidad demostrada para resistir y superar las adversidades ms extremas. La primera expedicin en la que particip Ernest Shackleton, fue como tercer oficial de la Expedicin Antrtica Britnica de 1901-1904, al mando del capitn Robert Scott, e n la que ambos en compaa del fsico Edward Wilson alcanzaron un punto de la meseta a ntrtica situado a 857 kilmetros del polo Sur. Esto sin tener ninguna experiencia p olar, ni en el manejo de los perros ni los trineos, malcomiendo, tomando decisio nes equivocadas y producindose continas disputas entre ellos. Nada ms regresar a las islas Britnicas Shackleton empez a preparar un nuevo viaje a l continente helado. En 1907 lider la Expedicin Antrtica Imperial Britnica. A bordo del Nimrod alcanzaron la isla de Ross desde donde realizaron incursiones al inte rior. Consiguieron la primera ascensin del volcn Erebus, determinaronn la posicin d el polo Sur magntico, encontraron un paso en el glaciar Beardmore y cruzaron la c ordillera Transantrtica, al tiempo que Shackleton en compaa de tres de sus hombres alcanz los 88 23 S, en un recorrido extenuante que les dej a slo 180 kilmetros del pol o Sur. Vindole las orejas al lobo, Shackleton decidi darse la vuelta en ese punto. Ms vale burro muerto que len vivo, deca al justificar aquella decisin. Y se puso a preparar otra expedicin para alcanzar por fin el polo Sur. El xito de Amundsen en 1911 lejos de desanimarle, le dio fuerzas para escoger un objetivo m ucho ms ambicioso: la travesa de costa a costa de la Antrtida pasando por el polo S ur, en un viaje glaciar de cerca de 3.000 kilmetros. El anuncio del Times fue parte de los preparativos de la Expedicin Imperial Trans antrtica, que parti de Londres el 1 de agosto de 1914 a bordo del 'Endurance' y el 'Aurora'. El objetivo de Shackleton era llegar a la Baha Vahsel, junto al Mar de

Weddell, para alcanzar desde all el polo Sur y continuar hasta la isla de Ross e n el otro extremo de la Antrtida. Con 28 hombres a bordo, el 'Endurance' qued atrapado por la banquisa a la deriva sin poder alcanzar las costas antrticas. Triturado por la presin de los hielos, el barco se hundi el 21 de noviembre de 1914 ante los ojos de la consternada tripul acin. Salvaron lo poco que pudieron. Se perdi casi todo el equipo y tuvieron que s acrificar a los perros para poder alimentarse. Transportando sus pocas pertenencias en trineos, recorrieron la torturada superf icie helada del Mar de Weddell rumbo a la isla Paulet, a 554 kilmetros. A veces c aminando, otras a bordo de botes, fueron acercndose a su objetivo hasta que las c orrientes marinas les impidieron alcanzarlo. Haciendo uso de sus legendarias dotes de liderazgo, 'el Jefe', nombre con el que sus hombres conocan a Shackleton, cambi el rumbo para dirigirse a la isla Elefant e, en el archipilago de las Shetland del Sur. Sus hombres no lo dudaron, alcanzndo la a mediados del mes de abril de 1915. Una vez all, Shackleton con cinco de sus hombres se embarc en una chalupa que se hizo famosa: el 'James Caird'. A bordo de la embarcacin que slo meda 6,7 metros de largo, se lanzaron en las azarosas aguas del paso de Drake, en una singladura cuyo recorrido de 1.280 kilmetros la converta en algo peor que incierta. Su objetivo era la isla de San Pedro, donde entonces haba una base ballenera. Diecisis das ms tarde, ya sin una gota de agua, alcanzaron la isla de Georgia del S ur. All se quedaron tres hombres mientras Shackleton parti con los otros dos en bu sca de la estacin ballenera situada al otro lado de la isla. Realizaron una trave sa de 35 kilmetros cruzando montaas de ms de 1.200 metros de altura. Treinta y seis horas ms tarde arribaron a la baha Stormness. El 30 de agosto de 1915, despus de un pico viaje, Shackleton regresaba a la isla Elefante a bordo de un remolcador chi leno para recoger a sus hombres. Todos regresaron a Inglaterra sanos y salvos. El anlisis de este extraordinario caso de supervivencia en las peores condiciones posibles ha demostrado el valor del trabajo en equipo y el poder del liderazgo para el logro de los objetivos ms difciles. Despus de conocer todo aquello, no pued e decirse que Shackleton fracasara.