CONQUISTADORES, ESCLAVISTAS Y MISIONEROS

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Navarro Floria

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33CONQUISTADORES, ESCLAVISTAS Y MISIONEROSLos siglos XVI y XVII fueron los de la conquista europea de Amrica. Muy distintas modalidades de ocupacin, intereses, ideales y posibilidades se entrecruzaron en este largo y complejo proceso, que dio como resultado un Nuevo Mundo. Cules de estos intereses; quines de estos hombres se acercaron a la Patagonia y abordaron su gente y su paisaje? Bsicamente, podemos distinguir tres focos de inters y, en consecuencia, tres modos distintos de abordaje. En primer lugar, el de los conquistadores no slo espaoles que conjugaban, en sus empresas, sus intenciones particulares de riqueza, honra terrenal y gloria celestial con las estrategias ms amplias de los Estados modernos a los que servan. Los conquistadores de diversos pases europeos vieron en la Patagonia el confn sur de Amrica, la ltima escala donde reaprovisionarse antes del paso al ocano Pacfico, y la llave estratgica de la navegacin entre los dos grandes mares. En consecuencia, frecuentaron sus costas e intentaron establecimientos en los puntos clave del estrecho de Magallanes y en los puertos santacruceos, pero no se interesaron por la Patagonia interior ms all de la curiosidad que des

CONQUISTADORES, ESCLAVISTAS Y MISIONEROS'ripies les llegaban a la cintura a los indios. Es probable que los espaoles de la poca, de 1,50 1,60 metros de alto, se hayan sentido ampliamente superados por tehuelches de 1,80 1,90, vestidos con gruesas pieles y mocasines. As naci la leyenda de los "gigantes patagones". Y la tierra que habitaban fue llamada "Patagonia".La invernada en San Julin trajo consigo problemas en la tripulacin, que se negaba a proseguir el viaje. El amotinamiento ocasion la ejecucin de los insubordinados y el abandono en aquellas desoladas tierras de algunos hombres. El piloto Rodrguez Serrano descubri el ro Santa Cruz. Con grandes dificultades, avistaron el cabo que llamaron De las Once Mil Vrgenes, y desde all zarparon en misin exploradora en busca del Estrecho. Sorteando una tempestad llegaron al paso y dieron con la baha Grande, en donde est hoy situada la ciudad de Punta Arenas. Al navegar alrededor de la Isla Grande, las fogatas que divisaron los llevaron a bautizar Tierra del Fuego a aquellos parajes. El 28 de noviembre alcanzaron el ocano Pacfico. Inmediatamente despus, el estrecho de Magallanes comenz a ser frecuentado por barcos mercantes y de guerra, espaoles y de otras naciones.A fin de continuar la empresa de Magallanes, en 1525, Fray Garca Jofr de Loaiza realiz el mismo viaje con adversidades climticas an mayores, que desmembraron su flota. Una de las naves, comandada por Francisco de Hoces, impulsada por los vientos, contorne la Tierra del Fuego y lleg hasta la latitud de 55, donde advirti que se abra un nuevo paso al Pacfico. No obstante ser Hoces quien descubri la existencia de ese pasaje abierto al sur, aquel fue denominado pasaje de Drake.En 1534, el emperador Carlos de Habsburgo dividi la porcin espaola de Amrica del Sur entre cuatro "adelantados": de norte a sur, Francisco Pizarro, Diego de Almagro, Pedro de Mendoza y Simn de Alcazaba. El primero fue el conquistador del imperio de los Incas; el segundo lo acompa y luego se35HISTORIA DE LA PATAGONIApertaron en ellos los "gigantes patagones". El segundo modo de abordaje fue el de los esclavistas provenientes del sur de Chile. Ante la feroz resistencia de los mapuches, los espaoles buscaron la mano de obra faltante al este de los Andes. Ellos s se internaron en la Patagonia y se interesaron en su gente, para suplir con su trabajo las dificultades que les propona la adaptacin a un espacio reducido y desconocido. La tercera modalidad de acercamiento a la Patagonia fue la de los misioneros, tambin provenientes del sur de Chile, casi paralelamente con los esclavistas, y muy a menudo dedicados a desmontar la hostilidad y el dao generado por ellos. Se involucraron en un trabajo profundo aunque poco extenso de aculturacin y de flexibilizacin de la frontera, en contacto intenso con los pueblos indgenas del norte de la Patagonia. El resultado obtenido por los conquistadores, esclavistas y misioneros provenientes de un mundo que pretenda trasplantarse en Amrica, fue fundamentalmente cultural: el contacto cara a cara con el otro, la construccin de una serie de imgenes que jugaran un papel decisivo en la historia posterior. Y, secundariamente, el conocimiento del espacio del otro.El primer explorador europeo que toc la Patagonia fue Hernando de Magallanes, navegante portugus al servicio de Espaa que buscaba el paso al ocano Pacfico. Parti de Espaa en 1519. La expedicin de Magallanes pas el invierno de 1520 en las costas de Santa Cruz, estableciendo contacto con tehuelches y dando origen a la leyenda de los "patagones". Segn la filloga Mara Rosa Lida, entre los tantos libros de novelas "de caballeras" que circulaban en la Espaa del Renacimiento, figuraba uno llamado Primalen. Los hroes de la aventura se enfrentaban con un monstruoso gigante, llamado Patagn. Cuando los hombres de la expedicin de Magallanes conocieron a los tehuelches, quedaron impresionados por su contextura fsica corpulenta y su alta estatura. Tanto que el cronista Antonio Pigafetta, exagerando, escribi que los espa34

3637HISTORIA DE LA PATAGONIAenfrent con l. Mendoza fue quien estableci la primera Buenos Aires, luego despoblada por sus lugartenientes, que se afincaron en Asuncin del Paraguay, ncleo poblador del litoral rioplatense. Alcazaba, finalmente, a quien corresponda conquistar y poblar desde el paralelo de los 36 grados de latitud sur hasta el estrecho de Magallanes, organiz tambin su expedicin en Espaa y lleg a explorar el Estrecho y la costa patagnica, naufragando luego. Arrib a la Patagonia en enero de 1535. A fines de febrero las naves daban fondo en una baha, a los 45 sur, que llamaron de Los Leones. All tom posesin de la gobernacin y sali a reconocer el interior. La expedicin cruz los ros Chubut y Valcheta, pero regres desolada y hambrienta y asesin a Alcazaba, abandonando el territorio. Posiblemente all se haya realizado, el 9 de marzo de 1535, la primera fundacin espaola en territorio argentino, aunque no hay constancia de que se haya establecido ciudad ni qued nada despus de la partida, en junio del mismo ao.Inmediatamente despus, en 1536, el obispo de Plasencia, Gutierre de Varga Carvajal, capitul a nombre de su hermano Francisco Camargo, que a su vez transfiri la empresa a Francisco Rivera. La expedicin tambin naufrag en el Estrecho, pero algunos de sus sobrevivientes habran recorrido el sur chileno. En los aos subsiguientes varias expediciones provinieron de Chile, como la de Juan Ladrillero (1557-1558), encomendada por Garca Hurtado de Mendoza para la exploracin y conquista del estrecho de Magallanes. Ladrillero explor las tierras del Estrecho y tom posesin en nombre del Gobernador de Chile.Aqu, la historia de las expediciones venidas directamente de Espaa se cruza con la de otra corriente, que vena desde el Cuzco, la capital del imperio inca. Los picunches y mapuches chilenos ya haban conocido un intento de dominacin externa, la de los incas peruanos, a fines del siglo XV. Pocos aos antes de la ltima expedicin mencionada, llegaron otras huestes diCONQUISTADORES, ESCLAVISTAS Y MISIONEROSferentes: las de Pedro de Valdivia, que fund Santiago del Nuevo Extremo en 1541. Realmente, ese era el nuevo extremo sur del imperio espaol, que por entonces aspiraba a dominar Amrica entera. El grupo conquistador de Valdivia funcionaba con base en un sistema de premios individuales administrados por el jefe. Generalmente, estos premios consistan en un contingente de indgenas que eran "encomendados" al espaol para que los instruyera en la fe cristiana y cuidara de ellos a cambio de su servicio laboral. En Chile, confn del mundo conquistado y donde los araucanos opusieron fuerte resistencia a la opresin, hubo esclavitud indgena.Luego de unos aos en el centro de Chile, Valdivia estableci, en 1550, Concepcin, y en 1552 La Imperial, a orillas del Cautn. Envi a sus capitanes Jernimo Alderete al sur (funda Valdivia y Villarrica en 1552), Francisco Aguirre al Tucumn (funda Santiago del Estero, primera ciudad argentina, en 1553) y Pedro Villagrn al Estrecho. En Chile se abri entonces la primera etapa de actividad blica contra los araucanos, con enfrentamientos aislados como la batalla de Toltn (1551), y hasta la sublevacin general encabezada por Lautaro (15531557), que caus la muerte de Valdivia en Tucapel, la destruccin de Concepcin, la muerte de Lautaro y finalmente la re-fundacin de las ciudades destruidas y la muerte del caudillo araucano Caupolicn. El estado de guerra se mantendra en la frontera chilena hasta fines de la dcada de 1570, pero ya no peligr la presencia espaola en las principales ciudades.Algunos historiadores interpretan que Alderete fue enviado o quiso buscar un puesto de avanzada que conectara a Chile con el Atlntico ms al sur del Tucumn. As, tras fundar Villarrica, habra sido el primer espaol en poner su pie en el Neuqun, entreviendo un camino que en la poca se llam "jornada de la sal". Quizs era el camino a las salinas de la Pampa, o a las del centro neuquino. Una vieja tradicin y algunos documentos dan cuenta de que, por entonces, los asentamientos espaolesHISTORIA DE LA PATAGONIAdel sur chileno se comunicaban por carretas con Buenos Aires, a travs de un "paso de Villarrica", que Juan D. Pern y Flix San Martn ubican en torno del volcn Lann.Inicialmente, los conquistadores espaoles del sur de Chile organizaron su propia economa de subsistencia, volcando el mayor esfuerzo a la minera de metales preciosos. Siendo pocos, la economa indgena los pudo mantener con una pequea elevacin de la produccin agrcola. Luego de un corto auge de los lavaderos de oro, esa actividad decay, hacia fines del siglo XVI. Con la rebelin araucana de 1599 terminaron de perderse los mejores yacimientos, adems de la mano de obra indgena. Tambin se produjo entonces una crisis alimentaria entre los espaoles de las nuevas ciudades, que ya contaban con cientos de miles de ovejas, vacas, cabras, cerdos y yeguas solamente en Santiago. La llegada de un nuevo ejrcito financiado desde el Per permiti una rpida recuperacin del territorio al norte del Biobo, fijndose all la frontera por mucho tiempo.Durante el reinado de Felipe II, a raz del enfrentamiento con Inglaterra y de la presencia del corsario Francis Drake en el Estrecho, en 1578, el rey decidi fortificar la zona. Con ese fin envi a Pedro Sarmiento de Gamboa, hombre de vida novelesca, con 4.000 hombres. Slo llegaron al Estrecho unos trescientos, que fundaron dos establecimientos en 1584: Nombre de Jess, en Punta Dungenes, y Rey Felipe, en la baha San Blas. Un violento temporal hizo salir del Estrecho al jefe de la expedicin, que se dirigi a Ro de Janeiro para reaprovisionarse. Capturado por un corsario ingls, fue tenido prisionero en Inglaterra y despus en Francia, donde muri sin poder auxiliar a sus colonos. Los pobladores de Nombre de Jess y Rey Felipe fueron muriendo de hambre, sin poder adaptarse al rigor del clima. El Estrecho sigui siendo ruta de navegantes de todas las naciones europeas, hasta que en 1616 los holandeses Le Maire y Van Schouten descubrieron el paso por el Cabo de Hornos, lo que permita la libre navegacin y haca intil todo intento de38CONQUISTADORES, ESCLAVISTAS Y MISIONEROScontrolar el Estrecho. Esto hizo renacer el inters por la Patagonia sur. La presencia extranjera en la zona se convertira en constante durante el siglo XVII, junto con la decadencia financiera y militar de la Corona espaola y el surgimiento de Inglaterra y Holanda como nuevas potencias martimas. Drake, Cavendish, Van Noort, Hermitte, Narborough, son los apellidos ingleses, franceses u holandeses de quienes visitaron las costas patagnicas por entonces.Tambin en el siglo XVII, el cronista Mario de Lovera nos brinda los primeros datos sobre los pehuenches, al acompaar a Pedro Leiva al Neuqun. Juan Fernndez y Diego Flores fueron los siguientes exploradores de la zona, ya en la dcada de 1620, llegando a navegar el Nahuel Huapi. A diferencia de los primeros conquistadores enviados por Valdivia, estos eran capitanes de expediciones buscadoras de esclavos, necesarios para los espaoles debido a que los araucanos ya no estaban sometidos.Desde el Ro de la Plata, por esos aos, el gobernador de Buenos Aires Hernando Arias de Saavedra, en 1604, y Jernimo Cabrera nieto del fundador de Crdoba, en 1620, alcanzaron el ro Negro buscando la Ciudad de los Csares.La leyenda de la Ciudad de los Csares, originada en los numerosos naufragios y entradas de europeos a la Patagonia durante la conquista de Amrica, o quizs en el simple engao, fue uno de los mitos que impulsaron las aventuras en tierras desconocidas. A veces, incluso, fueron el nico motivo existente para tomar determinado rumbo. Desde la entrada del capitn Francisco Csar, lugarteniente de Gaboto, que se intern en la Pampa en 1529 recogiendo tambin vagas referencias a la riqueza de los incas, se produjo una verdadera mescolanza de datos y trasposicin de nombres, que dieron por resultado una supuesta Ciudad de los Csares. Luego de los naufragios de las expediciones de Alcazaba y del obispo de Plasencia en el Estrecho, las noticias se hicieron an ms confusas, y se situaba geogrficamente a la ciudad imaginaria en algn lugar de la Pata39

CONQUISTADORES, ESCLAVISTAS Y MISIONEROSVuriloches (hoy paso Buriloche o Tronador, al sur del volcn Tronador), que los habitantes de la regin conservaban en secreto, muriendo envenenado en 1716. La destruccin e incendio de la misin jesutica neuquina en 1717 termin con este intento fracasado de establecer una avanzada evangelizadora en la Patagonia. Pocos aos despus seran destruidas tambin las misiones en la Araucana chilena.El norte neuquino fue recorrido aos despus (1751) por el jesuita alemn Bernardo Havestadt. En su diario describe su vida entre los pehuenches, con valiosos datos. El franciscano Pedro Espieira, estableci la reduccin de Nuestra Seora del Pilar del Reileuv, cerca de Guaacos, pero tambin fracas. Los franciscanos intentaban pasar a la Patagonia, lo mismo que los jesuitas, pero desde sus centros en las localidades chilenas de Chilln y Santa Brbara. Los intentos de continuidad corrieron por cuenta de Francisco Menndez, que en 1791 y 1792 cruz a la altura del Tronador y busc infructuosamente las ruinas de la misin del Nahuel Huapi. Finalmente, las encontr en un tercer intento, en 1793. Las referencias de los indios confundieron al misionero, que crey ir tras la antigua leyenda de los Csares patagnicos, pero finalmente la "ciudad del este" result ser Carmen de Patagones.Como dato anecdtico, cabe acotar que los jesuitas que anduvieron por el sur neuquino, introdujeron la manzana, que pronto se transform en una planta silvestre.El descubrimiento polticoLa guerra entre Espaa e Inglaterra, desde 1740, llev nuevamente a la Corona a formar expediciones que colonizaran la Patagonia para salvaguardarla del peligro ingls. El gobernador de Buenos Aires Andonaegui organiz una expedicin a41HISTORIA DE LA PATAGONIAgonia. En 1716, Antonio Daz Rojas parti desde Buenos Aires dice "hasta la ciudad de los espaoles que vulgarmente la llaman Ciudad Encantada o Csares". En 1774, el imaginativo conchavador as llamaban los chilenos a los comerciantes ambulantes de la frontera capitn Ignacio Pinuer, en Chile, haca la descripcin por escrito de "una ciudad que de los espaoles hay entre los indios", y de su "situacin, fortalezas, armas, edificios, caudales y orden de su gobierno". Todava a fines del siglo XVIII, el padre Menndez cruzara varias veces desde Osorno al Neuqun en busca de la Ciudad de los Csares, que en sus notas se confunde con las ruinas de las misiones jesuticas del Nahuel Huapi y con el fortn de Patagones.En alguna medida impulsados por la actividad de los esclavistas y tambin plenamente identificados con la estrategia territorial de la Corona, seran tambin misioneros los que desde Chile busquen recorrer en misiones itinerantes o bien establecer reducciones en los valles al este de los Andes. El jesuita Diego Rosales pas en 1641 y recorri el territorio, mencionando luego en sus relatos los parlamentos bilinges con los caciques pehuenches. En 1650 y 1652 debi volver para pacificar a los pehuenches, hostilizados y esclavizados por los espaoles, y recorri el Nahuel Huapi. Su tarea continuara en el italiano Nicols Mascardi, conocedor de las lenguas de ambos lados de los Andes, que estableci la misin de Nuestra Seora en la margen norte del Nahuel Huapi en 1670, entre los poyas. Fue muerto por los huilliches. Tras l lleg Jos Ziga, que se habra afincado en el lago Rucachoroi, cerca de Alumin, en 1686. El propsito de los jesuitas, instalados ya en las ciudades chilenas de Valdivia y Castro, era extender su influencia a la Patagonia mediante una misin de fcil acceso. La vieja misin del Nahuel Huapi fue reinstalada por el padre Laguna a principios del siglo XVIII, y habitada luego por los jesuitas Manuel Hoyo y Juan Jos Guillelmo, que debi reconstruirla tras un ataque indgena, en 1708. Guillelmo habra descubierto el paso de los40

CONQUISTADORES, ESCLAVISTAS Y MISIONEROSEsta creciente sucesin de expediciones a la Patagonia durante el siglo XVIII coincide con la pretensin espaola de volver a los primeros planos de la escena mundial, emulando a las nuevas potencias. Esta competencia tendra lugar con especial intensidad en reas del imperio hasta entonces desatendidas como el Ro de la Plata, donde se cre el Virreinato en 1776 y en "tierras nuevas" como las de la Patagonia. La poltica de reordenamiento territorial y de fijacin de lmites tanto en el norte mexicano como en la cuenca del Plata y en la Pampa y Patagoniafue nada menos que el corolario del proceso de crisis y revisin de un modelo colonial espaol que ya por entonces mostraba sntomas preocupantes de agotamiento.En 1774, el jesuita ingls Thomas Falkner, que haba trabajado en las misiones al sur de Buenos Aires, public en Inglaterra su obra Descripcin de la Patagonia. En ella se observaba que las colonias espaolas estaban mal defendidas, y que la Patagonia ofreca buenas posibilidades a quienes quisieran colonizarla. En el contexto internacional de la poca, esto alarm a la Corte espaola. En 1778, el ministro Jos de Glvez, siguiendo un proyecto del ministro Floridablanca, orden fortificar la desembocadura del ro Negro, que se supona que ofreca una va de entrada a Cuyo y Chile, y la baha de San Julin u otro punto apropiado cercano al estrecho de Magallanes. Una vez fortificados los lugares, se debera explorar el interior, a fin de conocer las vas de comunicacin con Chile y ocuparlas. Esto constituy un cambio importante en la visin espaola de la Patagonia, un verdadero descubrimiento poltico del territorio, dado que era la primera vez que se hablaba de incorporar la Patagonia a los dominios espaoles.Siguiendo las indicaciones de Glvez, el virrey Juan Jos de Vrtiz hizo fundar la que sera la primera ciudad de la Patagonia, Carmen de Patagones, cerca de la desembocadura del ro Negro, el 22 de abril de 1779, y el Nuevo Pueblo de Florida-blanca en el puerto de San Julin. Desde all se fund, a su vez,43HISTORIA DE LA PATAGONIAcargo de los padres jesuitas Strbel, Cardiel y Quiroga para que fundaran una misin en el sitio que les fuera ms conveniente. Los padres no encontraron lugar oportuno, pero avistaron y rectificaron la latitud del cabo Blanco, reconocieron Puerto Deseado y llegaron a pocas millas al sur de la desembocadura del ro Gallegos, reconociendo el estuario de ese ro y los de los ros Coyle, Santa Cruz y San Julin. Relevaron el golfo de San Jorge y la baha Camarones. En 1767, el capitn Diego Perlier reconoci la costa patagnica y las islas Malvinas, sonde las bahas Camarones y San Gregorio, la isla de los Leones e islotes vecinos, reconoci el cabo Blanco, penetr en el estuario del Deseado y San Julin y se dirigi al estrecho de Magallanes e islas Malvinas.El nico antecedente conocido de presencia espaola en Tierra del Fuego, en el perodo colonial, fue provocado por el naufragio en 1765 de la embarcacin Pursima Concepcin, que oblig a la tripulacin a recalar en costas fueguinas. Ostolaza, su capitn, plant un campamento provisional al que denomin Puerto de la Consolacin, en donde se quedaron hasta que lograron armar una nave para volver a Buenos Aires. Entre tanto tom contacto con indios, aparentemente haush. Los relatos de Ostolaza animaron a las autoridades a una posible fundacin en la isla. El gobernador Bucarelli encomend a Manuel Pando en 1768 la instalacin de una misin religiosa a cargo de cuatro dominicos, pero no fue posible. En 1779 el teniente Juan Jos de Elizalde produjo un detenido examen de la costa fueguina desde cabo Espritu Santo hasta cabo San Po.El avistaje de ingleses en la zona llev a Jos Goycochea en 1770 a la entrada del golfo Nuevo, al golfo San Jos y al cabo Ninfas. Recal en Puerto Deseado, en San Julin y lleg a Malvinas, en donde efectivamente comprob las noticias de presencia inglesa en la zona. Manuel Pando fue enviado por el gobernador Bucarelli en 1768, eligiendo Puerto Deseado como el lugar ms apropiado para poblar.42

4445HISTORIA DE LA PATAGONIAel puerto de San Jos, en la pennsula Valds, junto con una Estancia del Rey, y se realizaron importantes exploraciones. El piloto Basilio Villarino ubic en 1779 el ro Colorado, y lo explor otras tres veces en los aos siguientes. En su expedicin ms importante, remont el ro Negro, que se supona que naca en Mendoza, entre 1782 y 1783. En la isla de Choele Choel estableci una estacada y una batera, contando con la importancia estratgica de ese punto para el trfico de ganado y para las comunicaciones con el interior. Al llegar a la confluencia del Limay con el Neuqun, confundi a ste ltimo como todos los mapas de su poca con el Diamante mendocino, y remont el Limay, el Colln Cur y el Chimehun, buscando el Huechulafquen y el camino a Valdivia. Lleg hasta donde hoy est Junn de los Andes, sin poder continuar, y volvi a Patagones. Carmen de Patagones haba dejado de ser simplemente un fuerte para vigilar la costa, y se haba convertido en la cabeza de puente que permitira ocupar el norte de la Patagonia.La iniciativa dur poco, dado que el 8 de agosto de 1783 se expidi la orden real de levantar los establecimientos excepto el del ro Negro, que qued con una dotacin mnima. Resultaban muy costosos para una monarqua espaola preocupada por resolver urgentemente el conflicto abierto con la rebelin altoperuana de Tupac Amaru. Sin embargo, en esos pocos aos, la extraordinaria profesionalidad de marinos como Villarino y los hermanos Francisco y Antonio Viedma, permitieron dar a conocer importantes datos sobre los ros y el interior de la Patagonia. As como Villarino busc la conexin interocenica remontando el Negro y sus afluentes, Antonio Vied-ma persigui el mismo objetivo explorando la cuenca del ro Santa Cruz hasta el lago que lleva su nombre, y proponiendo la internacin que no pudo hacer l en el golfo San Jorge.La estancia del Rey en el golfo San Jos sigui funcionando, hasta que el 8 de agosto de 1810 el establecimiento fue destruido por un maln.CONQUISTADORES, ESCLAVISTAS Y MISIONEROSAnte la decisin real de abandonar la Patagonia, Franciscc Viedma se dirigi en 1784 al virrey Loreto, en una extensa disertacin, defendiendo la utilidad de esas poblaciones. Mencio. naba all su utilidad defensiva, para el fomento del comercio interocenico y para la evangelizacin de los tehuelches, cor quienes haba mantenido buen trato. Propona que se promo. viera la pesca de ballena que otros pases ya hacan abundan. temente en la regin, la explotacin de la sal para proveersaladeros en Buenos Aires, y el establecimiento de un puerto se guro de escala. Solicitaba que se concluyera el reconocimientc del golfo San Jorge, iniciado por su hermano Antonio en 1780 y la navegacin del ro Negro, a fin de establecer vnculos per. manentes entre Carmen de Patagones, Choele Choel y Valdi via. Pero la orden real ya estaba dada y obedecida por el virre) Vrtiz. En 1786, por encargo del virrey Loreto, el brigadier Jos Custodio de S Fara dibuj un mapa actualizado de la Patago nia, en el que aparecen manifestados los proyectos de los Vied ma a travs de tres posibles ejes interocenicos: el ro Negro, e golfo San Jorge y el ro Santa Cruz.Por entonces se cre en Buenos Aires una Real Compaa de Pesca, a fin de competir con los extranjeros en el Atlntico Sur, pero fracas por falta de inversores que quisieran asumir el riesgo.En los ltimos aos del siglo XVIII, las costas de la Patago nia Sur y del estrecho de Magallanes fueron vueltas a explora: por los espaoles, para descartar definitivamente la posibilidad de que otras potencias hicieran establecimientos permanentesa fin de controlar la navegacin. Los viajes cientficos del ingls Cook y del francs Bougainville haban reavivado el inters poi los mares del sur. Dos expediciones comandadas por Antonio de Crdoba fueron enviadas especficamente al Estrecho, con e objetivo de estudiarlo a fondo, confirmar los datos de CookBougainville, realizar mapas y verificar la posibilidad de habi tarlo. Un primer viaje, en el verano de 1785-1786, hizo el estuHISTORIA DE LA PATAGONIAdio, y otro, en 1788-1789, lo complet. La conclusin fue que seguan en pie las mismas dificultades que haban hecho fracasar tanto los intentos de Sarmiento de Gamboa como los posteriores de otros pases europeos. Tanto Inglaterra, a travs de su Compaa de las Indias Orientales, como Holanda y Francia, haban tomado posesin formalmente del Estrecho ya en el siglo XVII, pero ninguna de ellas haba podido establecer una colonia. La documentacin de los viajes de Antonio de Crdoba contiene tambin interesantes observaciones acerca de los pueblos indgenas que poblaban la regin.La decisin espaola de abandonar la Patagonia, en 1783, fue confirmada por un estudio cientfico. La expedicin cientfico-poltica enviada por el rey Carlos III y comandada por el marino italiano Alejandro Malaspina, consisti en un minucioso viaje de estudios alrededor de Amrica, entre 1788 y 1794. Comenz por el Ro de la Plata, y entre noviembre de 1789 y enero de 1790, y entre diciembre de 1793 y enero de 1794, Malaspina recorri y estudi distintos sectores de las costas de la Patagonia sur. Hicieron relevamientos directos de la costa entre el golfo San Matas y la baha Camarones, y entre el cabo Blanco y el puerto Deseado. Recorrieron las Malvinas, y luego estudiaron del puerto Deseado al cabo Vrgenes y el estrecho de Le Maire. En 1794, como trabajo complementario, Juan Gutirrez de la Concha examin el golfo San Jorge, terminando el primer mapa espaol completo de la costa patagnica. Como resultado de este impresionante viaje de exploracin qued una abundante documentacin cientfica producida por botnicos, gelogos y dibujantes, y la conclusin poltica de que sera intil intentar establecer colonias ms al sur de Carmen de Patagones.Malaspina seal que el dominio espaol en el Sur deba extenderse hasta el ro Negro por el Atlntico y hasta la isla de Chilo por el Pacfico, ya que ms al sur eran tierras inhabitables para los europeos. l y los cientficos que lo acompaaban se daban cuenta de que sera imposible acostumbrar a los tehuelches, cho46CONQUISTADORES, ESCLAVISTAS Y MISIONEROSnos, onas, ymanas y alacalufes a vivir en ciudades y a trabajar para los espaoles. Tampoco, dado lo riguroso del clima, haba peligro de que se instalaran otras colonias europeas.Quedan tambin, como recuerdo de estos navegantes, sus nombres en diversos accidentes geogrficos de la costa patagnica: la punta Atrevida y la punta Descubierta, que eran los nombres de las dos fragatas de Malaspina; punta Tafor, baha Bustamante, punta Ulloa, isla Cevallos, isla Viana, caleta Malaspina, pennsula Aristizbal, caleta Crdoba, punta Maqueda, baha Lngara, baha Mazarredo, baha de los Nodales, etc. Durante su estada en Puerto Deseado, los expedicionarios de la Descubierta y la Atrevida entablaron un trato cordial con los tehuelches, continuando la relacin ya iniciada por los hermanos Viedma aos antes. En cambio, confirmaron la imposibilidad de comprenderse con los pueblos fueguinos, ya observada por Crdoba.En cambio, el proyecto de ocupar la isla de Choele Choel y lograr as el control de los caminos del ganado, fue reasumido y replanteado por diversos funcionarios coloniales, del Cabildo y del Consulado de Buenos Aires. Lo que originalmente era una iniciativa tendiente a establecer el contacto interocenico con Chile, ahora era tambin el objetivo estratgico necesario para ocupar y aprovechar el espacio pampeano intermedio, atendiendo ms a las necesidades regionales que a la poltica espaola.Reavivado el inters por conocer y dominar el territorio Norpatagnico, se recibi entonces en Buenos Aires una iniciativa chilena, que fue pronto bien acogida. Las autoridades de las ciudades del sur chileno estaban interesadas, en los ltimos aos del sistema colonial, en establecer algn vnculo directo con Buenos Aires, a fin de poder comerciar libremente por el Atlntico. Una primera exploracin de los pasos del sur mendocino fue realizada por el miliciano chileno Jos Santiago Cerro Zamudio, que se present en el Consulado de Buenos Aires, acompaado por un grupo de pehuenches, en junio de 1803. All, el secretario Manuel Belgrano le dio precisas y detalladas instrucciones para el47

4849HISTORIA DE LA PATAGONIAestudio del camino, y de vuelta en Talca, el capitn general d Chile Luis Muoz de Guzmn lo comision para estudiar el pas Pehuenche o del Maule. Tambin envi a otros dos exploradora por los pasos de Achihueno y de Antuco (actual paso Pichachn Finalmente, Cerro Zamudio fue nuevamente enviado por el v: rrey Sobremonte y fund, en 1805, San Rafael.El primer plan integral de guerra contra los indios del su fue presentado entonces por el capitn de milicias mendocino Sebastin Undiano Gastel, en mayo de 1804. Undiano propc na el avance simultneo de varias columnas, partiendo d Mendoza, San Luis, Crdoba y Buenos Aires, y reunindose e] el ro Negro. Exactamente lo mismo que propuso y realiz el general Roca en 1879. El virrey Sobremonte reuni una junta. de militares y estudiosos para examinar el proyecto, pero el plai fue desechado por falta de medios. La profunda crisis que viva: el imperio espaol, que en pocos aos ms llevara a la indepen dencia de Hispanoamrica, no permita semejante esfuerzo.Para salir de dudas respecto de los pasos, el alcalde de Con cepcin Luis de la Cruz realiz un viaje desde su ciudad a Bue nos Aires, en 1806, pasando por Pichachn y cruzando el nort neuquino y toda la Pampa. El viaje de Luis de la Cruz aporte importantes datos acerca de la vida de los pehuenches y de L geografa del norte neuquino y de la Pampa, pero sus conclusio nes y mapas no pudieron ser ya aprovechados por la empobre cida administracin colonial.Testimonios"Empezaban a producir sus terrenos, frutos para mantenerse; sus indios cada da se iban domesticando y aficionndose a los nuestros... De forma que puede decirse expir esta poblacin [de San Julin] cuando empezaba a tomar aliento y a dar unas grandes prue CONQUISTADORES, ESCLAVISTAS Y MISIONEROSbas de poder conseguir lo que con tanto anhelo y tan repetidamente ha intentado la corte."La internacin del comercio para Valdivia, Chile, Mendoza y otros parajes por el ro Negro, sera utilsima por la menor distancia que media comparada a la de Buenos Aires..."Los ms opuestos enemigos del establecimiento del ro Negro confiesan la utilidad de esta internacin...

"Llegamos ya al punto ms importante, y en el que estriba toda la felicidad de la provincia; esto es, en reparar el destrozo de ganado que causan los indios en las dilatadas campaas y fronteras de Buenos Aires, en librar a aquellos infieles de tantas muertes, robos y cautiverios; en aprovechar los inmensos campos que de esta capital median al ro Negro..."Tomando el sitio del Choele Choel, ya aseguramos el pasaje para los indios de aquellas naciones, que son numerossimos: le quitamos estos enemigos a los campos y fronteras de Buenos Aires..."Y finalmente podr conseguirse la mayor de las utilidades, que consiste en hacer hombres, y hombres cristianos a este gran nmero de salvajes...".Francisco de Viedma, Memoria presentada al virrey Loreto, Buenos Aires, 1 de mayo de 1784."Es difcil desenvolver la verdad filosfica sobre lo acaecido en nuestros ensayos harto costosos e infelices para poblar la Costa Patagnica; las discordias