CONSTRUIMOS PAZ ACERCÁNDONOS - La Salle · Isidoro Daniel Cruz Rodríguez Ecónomo Provincial Hno....

CONSTRUIMOS PAZ ACERCÁNDONOSCartilla Lema Distrital 2015

Primaria

DISTRITO LASALLISTA DE BOGOTÁ

Hno. Leonardo Enrique Tejeiro DuqueVisitador Provincial

Hno. Isidoro Daniel Cruz RodríguezEcónomo Provincial

Hno. Diego José Díaz DíazSecretario de Formación

Hno. Niky Alexánder Murcia SuárezSecretario de Educación

Hno. Carlos Andrés Forero ForeroSecretario de Pastoral

ISBN 978-958-57614-9-0

Coordinación de la producciónHno. Niky Alexánder Murcia Suárez, FSC

Corrección de estiloHno. Jorge Alberto Solano Buitrago, FSCLeyder Alonso Castro Beltrán

Diagramación y diseño de carátulaIngrid Jiménez UrbinaServicio de Comunicaciones y Publicaciones

Bogotá D.C.Diciembre de 2014

AUTORES

Hno. Alexander Cárdenas AceroNoviciado Interdistrital Lasallista

Hno. Andrey Fierro SilvaNoviciado Interdistrital Lasallista

Hno. Camilo Andrés Aguilar Gómez IE Hermano Antonio Ramos de La Salle, Cartagena

Hno. Cristian David Salamanca PérezNoviciado Interdistrital Lasallista

Hno. Elio Andrés Velasco DávilaNoviciado Interdistrital Lasallista Hno. Fabián Alberto Rangel BarajasInstituto San Bernardo de La Salle, Bogotá

Hno. Henry Martínez NietoInstituto San José de La Salle, Bucaramanga

Hno. Jayson Eduardo Parra HernándezNoviciado Interdistrital Lasallista

Hno. Pedro Nicolás Aldana Afanador Colegio de La Salle, Cartagena

Hno. Sebastián Felipe Arias CupaNoviciado Interdistrital Lasallista

Lic. Briseida Serrano López Colegio de La Salle, Cartagena

Lic. Carlos Andrés Martínez MarínColegio La Salle, Villavicencio

Lic. Domingo Jesús Berrío RamírezColegio La Salle, Cartagena

Lic. Jeisson Eduardo Ibarra CollazosInstituto San Bernardo de La Salle, Bogotá

Lic. José Luis Tapias Navarro Colegio de La Salle, Cartagena

Lic. Lendy Maritza Valencia QuiñonesColegio La Salle, Cúcuta

Lic. María del Pilar García Gamboa Colegio La Salle, Bucaramanga

Lic. Mery del Rosario Martínez López Colegio de La Salle, Cartagena

Lic. Sandra Janeth Caicedo Santana

Instituto San Bernardo de La Salle, Bogotá

Construimos paz acercándonos

1ª Semana del Tiempo Ordinario – Epifanía del Señor12 - 16 enero

2ª Semana del Tiempo Ordinario19 - 23 enero

3ª Semana del Tiempo Ordinario26 - 30 enero

4ª Semana del Tiempo Ordinario2 - 6 febrero



1ª Semana de Cuaresma23 - 27 febrero

2ª Semana de Cuaresma2 - 6 marzo




1ª Semana de Pascua – Domingo de Pascua6 - 10 abril

2ª Semana de Pascua13 - 17 abril


4ª Semana de Pascua27 abril – 1 mayo

5ª Semana de Pascua4 - 8 mayo


7ª Semana – Ascensión del Señor18 - 22 mayo

8ª Semana - Pentecostés25 - 29 mayo

9ª Semana – Santísima Trinidad1 - 5 junio

10ª Semana – El Cuerpo y la Sangre de Cristo8 - 12 junio

11ª Semana del Tiempo Ordinario15 - 18 junio


13ª Semana del Tiempo Ordinario29 junio – 3 julio

CONTENIDO

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14ª Semana del Tiempo Ordinario6 - 10 julio




18ª Semana del Tiempo Ordinario3 - 7 agosto


20ª Semana del Tiempo Ordinario - Asunción de la Virgen María17 - 21 agosto


22ª Semana del Tiempo Ordinario31 agosto – 4 septiembre

23ª Semana del Tiempo Ordinario7 - 11 septiembre



26ª Semana del Tiempo Ordinario28 septiembre – 2 octubre

27ª Semana del Tiempo Ordinario5 - 9 octubre




31ª Semana del Tiempo Ordinario2 - 6 noviembre



Semana – Jesucristo Rey del Universo23 - 27 noviembre

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CARTILLA LEMA DISTRITAL 2015 - PRIMARIA

CONSTRUIMOS PAZ ACERCÁNDONOS

Construir la paz en una Colombia históricamente en guerra, sigue sien-do un desafío para todos los colombianos y en especial para las nuevas generaciones. Desde la perspectiva positiva que propone Galtung, construir la paz va más allá de la firma de los tratados, consiste en la creación de las condiciones sociales, económicas, culturales y políticas que permitan a las actuales y futuras generaciones vivir en un territorio pacífico.

Construir las nuevas condiciones para la paz, parte de transformar los imaginarios sociales que la sociedad colombiana tiene de los procesos de-mocráticos, la apropiación de los territorios, las formas de dirimir los conflictos, los procesos económicos; es decir, no solo transformar X o Y prácticas sino los sistemas de creencias que movilizan los quehaceres, las tramas culturales que dan sentido a los proyectos de vida y las formas de subjetivación que predominan en las interacciones sociales.

Desde esta perspectiva, el Distrito Lasallista de Bogotá en su XIV Capítulo definió como política la opción decidida por la construcción de paz en Co-lombia por medio de la educación. Una educación para la paz que supera las cátedras y los discursos y promueve nuevas formas de ser, basadas en el criterio profundo del amor, como lo indica la parábola del buen samaritano (Lc 10, 25 - 37). En la que Jesús ubica a un extranjero que es capaz de salir de su comodidad para atender a un caído en desgracia por culpa de unos asaltantes, en contraste con un escriba y un sacerdote de los cuales se espe-raría actuaran en coherencia con su fe, es decir que sintieran misericordia. El evangelista no escatima el empleo de verbos que muestran un proceso interno del samaritano hacia el otro, el desconocido, el caído en desgracia, el prójimo:

Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de salteado-res que, después de despojarle y darle una paliza, se fueron, dejándole medio muerto. Casualmente, bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verle, dio un rodeo. De igual modo, un levita que pasaba por aquel sitio le vio y dio un rodeo. Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al verle tuvo compasión. Acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y le montó luego sobre su propia cabal-gadura, le llevó a una posada y cuidó de él. Al día siguiente, sacó dos denarios y se los dio al posadero, diciendo: Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva.’ ¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores? (Lc 10, 30 – 35).

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Es precisamente uno de estos verbos los que componen el Lema Distri-tal 2014, en continuidad con el sentimiento moral de la COMPASIÓN, como signo de dar pasos, construir y cambiar las prácticas de espectadores o de personas sujetas a las acciones de otros y pasar a ser personas agentes, que dan el paso, que emprenden acciones, que ponen en obra, es decir aquellos que materializan su pensamiento. En consecuencia, el Lema 2015 se centró en “CONSTRUIMOS PAZ ACERCÁNDONOS”.

Acercarse implica ampliar e incrementar la percepción del objeto per-cibido, de las personas que tenemos al rededor. En el caso del samaritano, acercase permitió percibir los golpes, las heridas, el estado de indefensión y de desvalía. Acercarse permite ampliar las palabras que describen, carac-terizar mejor la imagen que se tiene. Acercarse, también, permite pasar del plano general para centrarse en el detalle, en la historia de vida que hay detrás de la apariencia física, es la experiencia del zoom a un objeto en la pantalla. En últimas, acercarse posibilita una mejor comprensión del estado de las personas o de las cosas.

Una segunda acepción está en la posibilidad de romper o superar ba-rreras, de ver nuevas circunstancias, de movilizar el cuerpo con el objetivo de asir, sostener o apreciar un objeto o persona. Es decir, acercarse posibilita abrazar al otro, tanto físicamente como mental y espiritualmente. Un ejemplo de esto lo presenta la vida de Sudhamani:

En un rincón de su geografía en una pequeña villa al Sur, un día de 1953 nació Sudhamani. Desde muy pequeñita expresó una profunda tendencia a comprender y a calmar el sufrimiento de los seres que se le acercaban. A los 22 años comenzó a abrazar a la gente y de allí en más no ha parado de ejercitar esta peculiar actitud de encontrarse con el Otro, en su país y en el mundo entero. Amma, de este modo ha restaurado uno de los ritos espirituales más antiguos de la herencia hindú, abrazando a más de 25 millones de personas necesitadas de afecto y sosiego, dedicando su vida a la sencilla tarea de repartir abra-zos. La gente hace larguísimas colas para poder recibirlos, la misma gente que día a día se siente dañada por los efectos de un modelo de desarrollo que le quita más de lo que da, llevando una vida a mal traer, con el espíritu destemplado y sumidos en la rara sensación de vivir a la intemperie (Pazzoli, 2009, p. 1).

Acercarnos sea de forma de percepción o de abrazo remite directamen-te a la forma de “habitar el mundo”, es decir vencer las formas de reproduc-ción de una cultura que incentiva la desconfianza, la soledad, el individua-

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lismo, el aislamiento respecto a las demás personas y seres vivos, en otras palabras, se trata de vencer la enajenación de la persona que se da en la ruptura de la interacción y por consiguiente la creación de la brecha entre persona y comunidad, entre ser y tener, entre el proyecto y la inmediatez.

Este proceso de enajenación se produce en medio o a causa de un sis-tema que gusta de lo mensurable, lo definido, lo comprensible, lo no contra-dictorio, lo que genera ganancias, un sistema homogenizante que “produce” seres homogéneos en gustos, formas de ser y sentir. Contradictoriamente, el evangelio implica una experiencia abrazadora, que implica verbos como abarcar, abrazar, cuidar, aceptar, trascender.

Construir la paz, entonces pasa por acercase a los otros y lo otro, con una mentalidad nueva que acepta lo contradictorio, lo no homogéneo, comprende la realidad en su total diversidad y complejidad. Pasar de la lógica de la simplicidad y linealidad a una lógica de “bucles donde, por un lado, el Sujeto construye al Objeto en su interacción con él y, por otro, el propio Sujeto es construido en la interacción con el medioambiente natural y social. No nacemos “sujetos” sino que devenimos tales en y a través del juego social” (Najmanovich, 2001, p. 107). Es decir, se integra el conocimien-to, la corporeidad, la historia, las sensaciones en la experiencia de la vida cotidiana:

Las propiedades ya no están en las cosas sino “entre” las cosas, en el intercambio. Desde esta nueva mirada, tampoco el sujeto es un ser, una sustancia, una estructura o una cosa sino un devenir en las interac-ciones. Las nociones de historia y vínculos son los pilares fundamenta-les para la construcción de una nueva perspectiva transformadora de nuestra experiencia del mundo y de nosotros mismos. Y este cambio no sólo se da a nivel conceptual, sino que implica también abrirnos a una nueva sensibilidad y a otras formas de actuar y de conocer, a otra ética y otra estética, ya que desde la mirada compleja estas dimensiones son inseparables en el convivir humano (Najmanovich, 2001, p. 110).

Esta mirada sobre la formación del sujeto en la interacción comprende también una dimensión de don y de donarse a los otros, no solo es recibir o apropiarse, se trata de salir al encuentro para abrazar la realidad del otro u otra, de entrelazar las historias de vida, de acoger el don dado en esa persona, por lo cual, el acercarse constituye un anhelo, una prontitud para acoger el don y de dar su propio don.

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Ejemplos del donarse se encuentra en el antiguo testamento en el en-cuentro de Moisés con Dios, donde Dios que se abaja, escucha el dolor de su pueblo, se acerca a los rostros que sufren (Ex 3,4). En el nuevo testamento, Dios mismo se acerca a la humanidad por medio de su hijo Jesús quien muestra esa cercanía profunda en especial con aquellos excluidos del sis-tema, sanando, consolando; haciendo vivir.

Para el presente año, el Lema se estructuró por medio de sub-lemas para ser trabajados mensualmente. Cada semana tiene una pregunta orientado-ra unida al sub-lema del mes que contribuye de forma sistemática al lema anual. La pregunta es desarrollada por medio de la lectio divina del evan-gelio dominical, la cual es un instrumento para lograr que la Palabra no se quede en conocimientos sino que transforme el proyecto de vida (Salmo 119, 105), cambian el sistema de creencias y por ende la práxis de los que la practican.

La lectio divina se estructura en cinco partes, a saber: proclamación, la lectura, la meditación, la oración y la contemplación del texto. Las cuales son como una escalera progresiva que parte del corazón del creyente y llega al corazón de Dios.

El primer paso es la proclamación, que permite el contacto de la per-sona con el texto, por medio de su lectura en voz alta y confrontada con la estructura del pasaje, por medio de preguntas que centran la atención en el contexto, los personajes y las acciones.

El segundo paso de la lectio es la lectura, la cual es una relectura de la dinámica interna del texto, centrándose en la pregunta ¿qué dice el texto?, conduciendo al practicante a fijarse en la estructura, los segmentos, o en un aspecto a ser profundizado. La lectura busca que el lector “ponga los ojos en las palabras y el corazón en el sentido” por lo cual, siempre se le invita a encontrarse con el texto con una apertura de corazón.

El tercer paso es la meditación, donde el practicante centra la mirada en cómo la situación es transformada en el texto, lo que conlleva confrontar, en un segundo momento, la situación del practicante bajo la pregunta ¿cómo descubro a Jesús desde mi vida personal?

La oración es el cuarto paso, ésta busca ser la respuesta desde el cora-zón que realiza el practicante, esto es una alabanza, una súplica, una peti-ción, una adoración, etc. Es decir, se orienta bajo la pregunta ¿qué le digo a Dios?

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Por último, el quinto paso, la contemplación, es un ejercicio de “escuchar la música callada”, es detenerse en un texto, una frase o imagen y permitir que decante en el corazón de modo que surja del mismo un compromiso con la vida, una transformación de la realidad. La pregunta que guía esta parte es ¿Qué me muestra el Señor que debo hacer?

El ejercicio de las lectio divinas fue realizado por un grupo de docentes, estudiantes y Hermanos bajo la propuesta de Lectionautas, programa impul-sado por el CELAM y las Sociedades Bíblicas Unidas, fruto de un taller dirigido por el padre Francisco en coordinación de las Secretarias de Educación y Pastoral. Tanto los maestros como los estudiantes, realizaron el ejercicio de la lectio divina de un evangelio, las cuales fueron corregidas por el equipo de la Secretaria de Educación en su estructura y por el Hno. Jorge Solano en el estilo de redacción. A todos ellos les agradecemos su esfuerzo y decisión de compartir su trabajo con los destinatarios de estas cartillas.

Las lectios fueron estructuradas como se indica en la Tabla 1., ésta es-pecifica el mes, la semana del tiempo litúrgico, la pregunta orientadora y la fecha correspondiente, con la cual buscamos crear sentido para todos aquellos que van a hacer uso de ella.

Por último, deseo elevar a nuestro Dios de la cercanía el don de vencer las fronteras y divisiones que no nos permite ver el rostro del otro, escuchar su voz y sobre todo aceptarlo como don precioso para crear juntos una nueva sociedad colombiana en paz.

ReferenciasNajmanovich, D. (2001). Pensar la subjetividad. Complejidad, vínculos y emer-

gencia. Utopía y Praxis Latinoamericana. 6(14), pp.106-111.

Pozzoli, M. T. (2009). La incorporación al modelo educativo de la espirituali-dad, el arte y la belleza. Celebración del 88º aniversario de Edgar Morin Homenaje Virtual – Comunidad de Pensamiento Complejo. Recuperado de http://www.pensamientocomplejo.com.ar.

http://www.pensamientocomplejo.com.ar

Tabla 1. Organización de las lectios divinas.

2015 CONSTRUIMOS PAZ ACERCÁNDONOS

LEMAS DE CADA MES

MES LEMA No SEMANA FECHA PREGUNTA GUÍA

ENERO ACERCARME ES ACOGER EL DON DE LA VIDA

1 Epifanía del Señor 12 - 16 enero ¿A quiénes me presenta el Señor este año?

2 2 Semana del tiempo ordinario 19 - 23 enero ¿De qué me hablan las personas con las que compartiré este año?

3 3 Semana del tiempo ordinario 26 - 30 enero ¿Qué identifico en las personas con las que compartiré este año?

FEBRERO PROYECTO MI VIDA PARA ACERCARME A LOS DEMÁS

4 4 Semana del tiempo ordinario 2 -6 efebrero ¿En qué cosas de mi vida el Señor Jesús me confronta?

5 5 Semana del tiempo ordinario 9 - 13 de febrero ¿Cuál es el propósito de mi vida?

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6 Semana del tiempo ordinario 16 - 17 de febrero

¿Qué tan coherente quiero ser?MIERCOLES DE CENIZA 18 de febrero

DESPUES DE MIERCOLES DE CENIZA 19 de febrero

DESPUES DE MIERCOLES DE CENIZA 20 de febrero

7 1 de Cuaresma 23 - 27 de febrero ¿Cuáles son los obstáculos para mi proyecto de vida?

MARZO ACERCARME SIGNIFICA NACER DE NUEVO

8 2 de Cuaresma 2 - 6 marzo ¿Quién soy?

9 3 de Cuaresma 9 - 13 de marzo ¿Qué necesito cambiar en mi vida?

10 4 de Cuaresma 16 - 20 de marzo ¿Qué acciones/obras necesito realizar para nacer de nuevo?

11 5 de Cuaresma 23 - 27 de marzo ¿Por cuáles frutos deseo ser reconocido?

ABRILACERCARME SIGNIFICA

“VER” AL OTRO

SEMANA SANTA 30 marzo - 3 de abril

12 Domingo de Pascua 6 - 10 de abril ¿Qué veo en el otro? ¿Muerte o vida?

13 2 de Pascua 13 - 17 de abril ¿Qué me dicen las manos de los que me rodean?

14 3 de Pascua 20 - 24 de abril ¿Qué testimonios observo en mi contexto?

15 4 de Pascua 27 de abril - 1 de mayo ¿Cómo actuan los líderes de mi comunidad?

MAYO ACERCARME ES SENTIR PRÓXIMO AL OTRO.

16 5 de pascua 4 - 8 de mayo ¿Qué vinculos construyo con quienes me rodean?

17 6 de pascua 11 - 15 de mayo ¿Cómo manifiesto el amor a los que me rodean?

18 Ascensión del Señor 18 - 22 mayo ¿Qué acciones realizo para acercarme al otro?

19 Pentecostés 25 - 29 de mayo ¿Qué dones comparto con los que me rodean?

JUNIO ACERCARME ES CUIDAR DE MI FAMILIA

20 Santísima Trinidad 1 - 5 de junio ¿Cuánto tiempo dedico para estar con mis seres queridos?

21 El cuerpo y Sangre de Cristo 8 - 12 de junio ¿Qué momentos comparto con mi familia?

22 11 del Tiempo ordinario 15 - 18 de junio ¿Qué valores cultivo en mi familia?

23 12 del tiempo ordinario 22 - 26 de junio ¿De qué peligros cuido a mi familia?

JULIOACERCARME ES ACTUAR

EN FAVOR DE OTROS

24 13 del Tiempo Ordinario 29 junio - 3 julio ¿Quiénes necesitan ser tocados por mí?

25 14 del Tiempo Ordinario 6 - 10 de julio ¿A quiénes rechazo?

26 15 del Tiempo Ordinario 13 - 17 de julio ¿A quiénes unjo con mis palabras?

27 16 del Tiempo Ordinario 20 - 24 de julio ¿Con quienes comparto mis conocimientos?

28 17 del Tiempo Ordinario 27 - 31 de julio ¿Qué cosas puedo compartir con los más necesitados?

AGOSTO ACERCARME ES CUIDAR LA VIDA

29 18 del Tiempo Ordinario 3 - 7 de agosto ¿Qué sentido le estoy dando a mi vida?

30 19 del Tiempo Ordinario 10 - 14 de agosto ¿De qué sentimientos alimento mi vida?

31 20 del Tiempo Ordinario. Asunción de la Santísima Virgen María. 17 - 21 de agosto ¿Cómo acojo las múltiples manifestaciones de la vida?

32 21 del Tiempo Ordinario 24 - 28 de agosto ¿Qué me implica velar por la vida?

SEPTIEMBRE ACERCARME ES DEJAR ALGO DE MÍ EN EL OTRO

33 22 del Tiempo Ordinario 31 de agosto - 4 de septiembre ¿Qué tan sincero soy en mis relaciones?

34 23 del Tiempo Ordinario 7 - 11 de septiembre ¿Qué acciones realizo para ayudar a otros a comprender los diferentes puntos de vista de la realidad?

35 24 del Tiempo Ordinario 14 - 18 de septiembre ¿Qué problemas personales he aceptado y resuelto?

36 25 del Tiempo Ordinario 21 - 25 de septiembre ¿Qué idea de éxito tengo?

37 26 del Tiempo Ordinario 28 de septiembre - 2 de octubre ¿Cuáles acciones de las que realizo son dignas que otros las repitan?

OCTUBRE ACERCARME ES VIVIR CON SENCILLEZ

38 27 del Tiempo Ordinario 5 - 9 de octubre ¿Cómo valoro las cosas sencillas en mi vida?

39 28 del Tiempo Ordinario 12 - 16 de octubre ¿Qué tanto estoy atado a las riquezas o cosas materiales?

40 29 del Tiempo Ordinario 19 - 23 de octubre ¿Cuál es la idea de liderazgo que desarrollo?

41 30 del Tiempo Ordinario 26 - 30 de octubre ¿Qué tan constante o perseverante soy para alcanzar mis objetivos?

NOVIEMBRE ACERCARME ES VALORAR EL CAMINO RECORRIDO

42 31 del Tiempo Ordinario 2 - 6 de noviembre ¿En este año, qué tanto ha primado el amor en mi vida? (hacia mí, mi familia, amigos, necesitados, etc.)

43 32 del Tiempo Ordinario 9 - 13 de noviembre ¿A lo largo del año, he sido responsable con mi proceso formativo?

44 33 del Tiempo Ordinario 16 - 20 de noviembre ¿En el presente año, qué tanto ha valido mi palabra?

45 Jesucristo Rey del Universo 23 - 27 de noviembre ¿Cuál ha sido mi testimonio en este año 2015?

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1ª Semana del Tiempo Ordinario – Epifanía del Señor12 - 16 Enero

Pregunta guía: ¿A quiénes me presenta el Señor este año?

Lunes, 12 de enero: Proclamación, nuestro corazón está atento a la voz que clama…

Del santo Evangelio según san Mateo Mt 2, 1 – 12.

Todos: Gloria a Ti Señor.

“Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos ma-gos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén, diciendo: « ¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle». Oyéndolos, el rey Herodes se sobresaltó y con él toda Jerusalén. Convocó a todos los sumos sacerdotes y escribas del pueblo, y por ellos se estuvo informado del lugar donde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: «En Belén de Judea, porque así está escrito por medio del pro-feta: ‘Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres la menor entre los principales clanes de Judá; porque de ti saldrá un caudillo que apacentará a mi pueblo Israel».

Entonces Herodes llamó aparte a los magos y por sus datos precisó el tiempo de la aparición de la estrella. Después, enviándolos a Belén, les dijo: «Id e indagad cuidadosamente sobre ese niño; y cuando le encontréis, co-municádmelo, para ir también yo a adorarle». Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el Niño. Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa; vieron al Niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrie-ron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra. Y, avisados en sueños que no volvieran donde Herodes, se retiraron a su país por otro camino”.

Palabra del Señor.

Todos: Gloria a ti, Señor Jesús.

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Nos acercamos a la Palabra por medio de las siguientes preguntas:

• ¿En qué lugar nació Jesús? • ¿Quién gobernaba en aquella época? • ¿Quiénes son los personajes centrales del relato? • ¿Cuáles son sus nombres? • ¿Qué les recomendó el Rey Herodes a los magos? • ¿Qué estaban siguiendo los personajes del relato? • ¿A dónde los estaba guiando la estrella? • ¿Cuáles fueron los regalos de los magos? • ¿Hacia dónde se dirigieron los magos al finalizar el relato?

Martes, 13 de enero: Lectura, nos adentramos al texto bíblico reconociendo…

Al igual que el año que empieza, estamos comenzando la historia nue-vamente. Y vemos cómo el texto de esta semana nos presenta la visita de unos Magos a Jesús después de su nacimiento. A esto lo conocemos como la Epifanía del Señor, pues Dios se ha revelado, se nos ha mostrado. La histo-ria nos cuenta que Jesús nació en Belén, un pequeño pueblito en la región de Judea, en Israel. Cuando nació gobernaba Herodes el Grande, hombre despiadado y cruel, el Rey de Israel, hombre poderoso aunque con un poder menor al de otras épocas.

En este contexto aparecen quienes por tradición conocemos como los tres reyes magos, hombres totalmente diferentes entre sí; uno joven, uno an-ciano y uno moreno; incluso sabemos sus nombres, Melchor, Gaspar y Bal-tasar, sin embargo, esto nunca aparece en el Evangelio. Los magos eran originariamente unos científicos y astrólogos que venían de oriente siguien-do una gran estrella, ellos consideraban que esa estrella era el signo del nacimiento de un gran Rey. Imagínate la sorpresa de Herodes al oír a los magos preguntar “¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido?” ¡Sólo podía haber un rey en Israel, y era Herodes! La histeria entre los sacerdotes y dirigentes fue total. Tanto que se dedicaron durante mucho tiempo a buscar una leyenda antigua sobre la venida del Salvador; el Mesías. Al encontrarla se la mostraron a Herodes, quien precisó el tiempo de la aparición de la estrella. Así que les pidió a los magos que le avisaran si encontraban al niño para ir a adorarlo él también, cosa que era mentira, pues él quería seguir siendo rey.

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Al salir del palacio del rey Herodes, los magos se pusieron en camino y la estrella que los había guiado desde Oriente iba delante de ellos hasta posarse sobre el lugar en el que estaba Jesús recién nacido. ¿Te has fijado alguna vez en las estrellas en la noche? Su luz es grande y bonita. Así como estas, la estrella usualmente en el Evangelio representa esa presencia de Dios que guía; esa luz en la que ponemos toda nuestra confianza y que lle-na de alegría una vez que la contemplamos, la seguimos y encontramos a Jesús. Cuando estos magos sintieron esa alegría profunda al llegar a su des-tino, se arrodillaron y empezaron a adorar a Jesús. Incluso le llevaron regalos dignos de todo un rey: oro, incienso y mirra; regalos que representan una entrega total al niño-salvador que acababa de nacer. Al terminar la historia, los magos “fueron avisados en sueños que no volvieran donde Herodes”, así que para volver a su tierra tomaron otro camino.

Miércoles, 14 de enero: Meditación, aplicamos el texto bíblico a nuestra vida.

Amigos, hoy el texto del evangelio nos invita a dos cosas específicas. En primer lugar, este año que inicia estamos llamados a tomar nuevas rutas, a construir una comunidad más humana y cristiana en la que vi-vamos los valores de la solidaridad, la entrega y el amor desinteresado por nuestros amigos. Hoy debemos aprender a aceptar a todos aque-llos compañeros y personas que el Señor nos presenta, sin importar la manera en la que hablen, cómo estén vestidos o el color de su piel. En segundo lugar, debemos reconocer a Dios en todo lo que nos rodea. Al igual que los magos de oriente, debemos ver a Dios en la naturale-za, en nuestra familia, en nuestros amigos; en todo lugar, en todas las cosas y situaciones de nuestro rededor. Esto nos permite decir que Dios siempre está con nosotros, que camina junto a nosotros y no deja que el mal nos agobie, pues “la luz de su estrella” nos guía por el camino de su encuentro y nos lleva a sentirlo en el corazón. Y así, como todo lasallista, podemos afirmar que “Viva Jesús en nuestros corazones… Por siempre…”

Reflexión. ¿A quiénes me presenta el Señor este año? ¿Cuáles son los dones o regalos que ofrezco a Dios al iniciar este año? ¿Estoy dispuesto a seguir la “estrella” (padres, profesores(as), nuevos amigos(as), prójimo, etc.) que Dios pone en mi camino para encontrarme con él?.

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Jueves, 15 de enero: Oración, nuestro corazón proclama…

Padre Dios, hoy queremos escucharte, verte y seguirte de todo corazón.

Que tu luz nos guíe por las sendas del bien, que día a día podamos verte y sentirte

en todas aquellas personas con las que compartimos.

Que podamos comunicar esa luz a nuestra familia y amigos, para construir una comunidad basada en la fraternidad, el cariño, la ternura y el amor.

Amén.

Viernes, 16 de enero: Contemplación, nuestro corazón se compromete…

Señor, sé la estrella que guíe mi vida hacia ti; que tu luz me conduzca por el sendero de tu amor.

Compromiso personal.

• En una hoja blanca dibujo una estrella resplandeciente. • En el centro de la estrella escribo mi nombre y dentro de la mis-

ma, coloco todas las personas que el Señor me presenta en este nuevo año.

• Luego, alrededor de la estrella escribo aquellas actitudes que voy a entregar a los demás, así como los magos entregaron sus rega-los al niño Jesús.

• Por último pego la hoja en una parte visible del salón.

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2ª Semana del Tiempo Ordinario19 - 23 Enero

Pregunta guía: ¿De qué me hablan las personas con las que compartiré este año?


Del santo Evangelio según san Juan Jn 1, 35-42


“En aquel tiempo, Juan se encontraba de nuevo allí con dos de sus dis-cípulos. Fijándose en Jesús que pasaba, dice: «He ahí el Cordero de Dios». Los dos discípulos le oyeron hablar así y siguieron a Jesús. Jesús se volvió, y al ver que le seguían les dice: «¿Qué buscáis?». Ellos le respondieron: «Rab-bí —que quiere decir “Maestro”— ¿dónde vives?». Les respondió: «Venid y lo veréis». Fueron, pues, vieron dónde vivía y se quedaron con Él aquel día. Era más o menos la hora décima. Andrés, el hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan y habían seguido a Jesús. Éste se en-cuentra primeramente con su hermano Simón y le dice: «Hemos encontrado al Mesías» —que quiere decir, Cristo—. Y le llevó donde Jesús. Jesús, fijando su mirada en él, le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas» —que quiere decir, “Piedra”.

Palabra del Señor



• ¿Cuántos discípulos acompañaban a Juan? • ¿Qué buscaban los discípulos de Jesús? • ¿Cómo se llamaban los discípulos? • ¿Cómo llamó Jesús a Simón?

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Juan exclama que Jesús es “el Cordero de Dios” dos de sus discípulos le escuchan y deciden seguirlo, Jesús se da cuenta de que lo están siguiendo y decide preguntar “¿Qué buscan?” parece ser una expresión muy cordial de Jesús ante dos supuestos extraños. Los discípulos desean ir a la casa de Jesús y él acepta que lo sigan. Este primer hecho de seguir a Jesús es tan bonito, porque él los recibe con los brazos abiertos, dispuesto a que ahora los discípulos no caminen detrás de él sino al lado.

Era tan agradable la cercanía y la hospitalidad que Jesús les ofrecía a los discípulos que el autor del texto nos cuenta que ellos se quedaron el resto del día con él. Ahora, Jesús tendría dos discípulos amigos que lo acompa-ñarían siempre en todos los lugares a los que fueran. Uno de ellos sería muy importante en la vida de Jesús: Simón Pedro. Desde ese momento se llamaría Cefas que significa “Piedra”. ¿Por qué piedra? Porque sobre Pedro lideraría el anuncio de la Buena Nueva de Jesús en muchos pueblos, Pedro será quien guíe, en compañía de otros, el legado que Jesús ha dejado.


¿Quieres seguir a Jesús? ¿Sabes dónde vive? ¡Síguelo! Así como Andrés y Pedro. La invitación que te hace Dios en este día es para que sigas a Jesús, a que lo puedas descubrir y le puedas preguntar muchas cosas. Pero ¿estás listo para seguirlo? Yo creo que sí. En algunas ocasiones me han contado que a Jesús le encanta que lo sigan los niños y niñas, él los recibe con los brazos abiertos y disfruta mucho conocer todo lo que hacen. Estoy seguro que si lo sigues te quedaras con él todos los días así como Andrés y Pedro que desde ese día no se apartaron de él.

No tienes que preocuparte si has hecho travesuras, Jesús te ayudará a que trates en lo posible de no cometer ninguna y sobre todo a actuar en la verdad y la sinceridad. Anímate, juntos acompañemos a Jesús a su casa, será muy divertido y aprenderemos muchas cosas para que las puedas escribir y guardar en tu corazón. Acuérdate que tú decides y nadie puede decidir por ti, si deseas buscar la casa de Jesús él te recibirá pero debes ir con total libertad y disposición para que juntos puedan conversar.

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Lasallista: ¿Algo te impide ir detrás de Jesús? ¿Qué le preguntarías a Jesús cuando llegues a su casa?


Jesús, hoy deseo caminar detrás de ti y acompañarte hasta tu casa.

Quiero que seguir el ejemplo de Andrés y Pedro, quiero buscar tu presencia en mis amigos, mis maestros y mis familiares.

Sé que siempre me acompañas y nunca me abandonas, hoy deseo quedarme en tu casa escuchando tus palabras

y aplicándolas a mi vida.

Amén.

Viernes, 23 de enero: Contemplación, nuestro corazón se compromete...

“Fueron, pues, vieron dónde vivía y se quedaron con Él aquel día.”

Acción - Compromiso personal.

Compartiré durante estos días este pasaje bíblico con mi familia y les contaré como lo estoy aplicando.

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3ª Semana del Tiempo Ordinario26 - 30 Enero

Pregunta guía: ¿Qué identifico en las personas con las que compartiré este año?


Del santo Evangelio según san Marcos Mc 1,14-20.


“Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclama-ba la Buena Nueva de Dios: «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva». Bordeando el mar de Galilea, vio a Simón y Andrés, el hermano de Simón, largando las redes en el mar, pues eran pescadores. Jesús les dijo: «Venid conmigo, y os haré llegar a ser pescadores de hombres». Al instante, dejando las redes, le siguieron. Caminando un poco más adelante, vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan; estaban también en la barca arreglando las redes; y al ins-tante los llamó. Y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras Él”.

Palabra del Señor.



• ¿Qué identifico en las personas con las que compartiré este año? • ¿Qué estoy haciendo por anunciar el reino de Dios? • ¿Soy instrumento del amor de Dios?

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Llegar al reino de Dios es la meta de todos los que creemos en Cristo, puesto que es un estado de gozo eterno, de alegría inigualable, es una in-vitación que nos llega por medio del mejor mensajero (el amor).Es por eso que Dios nos dio a su hijo Jesucristo, para darnos a conocer como es este reino de Dios y mejor aún, como podemos llegar a él.

Tal como se menciona en el evangelio de San Lucas, Jesús nos procla-ma “la Buena Nueva de Dios” esa noticia que no se da por sí sola, sino que se debe transmitir unos a otros, de la misma forma que se la transmitió Jesús a los discípulos, invitándolos a ser pescadores de hombres, invitándolos a ser partícipes de este Reino de Dios pero también motivándolos a llevar esta Buena Nueva a toda la humanidad, emprendiendo un hermoso camino llamado iglesia-familia.

A nosotros también nos llega la invitación de Dios, esa invitación a per-manecer en la presencia viva de Jesús, ese que se hace presente en cada una de las personas con las que compartimos a diario, por eso debemos partir por reconocernos como instrumentos de Dios, instrumentos de su amor quienes tenemos como misión llevar “La Buena Nueva de Dios”


¿En dónde puedo encontrar a Dios? Es quizás una de las preguntas más frecuentes en nuestra experiencia de fe, sin embargo lo más lindo de vivir la fe, es podernos dar cuenta de que a Jesús y su amor, no hay que buscarlos, pues buscándolos nunca lo encontraremos.

Todo es cuestión de darnos cuenta que Él nos busca a nosotros, Él siem-pre llama a nuestra puerta y nosotros somos lo que debemos tener la dispo-sición y la entrega para abrirle la puerta a Jesús, abrirle la puerta a su amor y no solamente creer sino creerle también, para que de esta forma, seamos instrumentos de la gracia de Dios y multiplicadores de las enseñanzas de Jesús por medio del testimonio.

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Señor Jesús tú eres grande y misericordioso, eres nuestro camino y por eso quiero darte gracias, pues sin ti, no habría forma de llegar al Padre, no conoceríamos el Reino, gracias por el amor infinito que nos tienes, pues en ese amor encontramos la fortaleza para seguir adelante.

Quiero poner en tus manos mi vida, para que la orientes en tu amor y de esta forma sean perdonadas todas mis malas acciones; quiero vivir en ti y ser un instrumento tuyo, quiero servirte y glorificarte llevando tu palabra a todos los que necesitan más de ti.

Amén.

Viernes, 30 de enero: Contemplación, nuestro corazón se compromete...

Seamos instrumentos del Amor de Dios, llevemos su mensaje con gozo y alegría.

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4ª Semana del Tiempo Ordinario2 - 6 Febrero

Pregunta guía: ¿En qué cosas de mi vida el Señor Jesús me confronta?

Lunes, 2 de febrero: Proclamación, nuestro corazón está atento a la voz que clama…

Del santo Evangelio según san Marcos Mc 1, 21-28.


“En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a Cafarnaúm. Al llegar el sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Y quedaban asombra-dos de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Había precisamente en su sinagoga un hombre poseí-do por un espíritu inmundo, que se puso a gritar: « ¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios». Jesús, entonces, le conminó diciendo: «Cállate y sal de él». Y agitándole violentamente el espíritu inmundo, dio un fuerte grito y salió de él. Todos quedaron pasmados de tal manera que se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad! Manda hasta a los espíritus inmundos y le obedecen». Bien pronto su fama se extendió por todas partes, en toda la región de Galilea”.

Palabra del Señor.



• ¿Cuál es la autoridad que tiene Jesús (a nivel político, científico, social, espiritual,)?

• ¿En qué cosas de mi vida el Señor Jesús me confronta (político, científico, social, espiritual,)?

• ¿Qué autoridad le reconoces al Santo Hermano Miguel Febres Cordero (Política, científica, social, espiritual)?

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Martes, 3 de febrero: Lectura, nos adentramos al texto bíblico reconociendo…

El pasaje de Marcos (Mc 1,21-28) nos lleva a reflexionar sobre varios as-pectos. La invitación de hoy es descubrir el mensaje presente en la palabra “autoridad”. Es una palabra retadora, ella invita a comparar a los escribas con los que hoy son herederos de la iglesia del cuerpo de Cristo: “los cristia-nos”; hoy podemos decir que los cristianos son líderes y tienen autoridad en los campos de la vida, más sencillos como es la vida moral, son testimonio de fraternidad, amor o perdón.

Hoy se requiere que cada uno se observe en el espejo, y en ese ejercicio descubra aquellos actos diarios que son incoherentes con la doctrina de Jesucristo y con la filosofía lasallista. Sí, hoy la comunidad lasallista del mun-do entero esta retada por Jesucristo a lo más primordial de su mensaje, ser servidores, amoroso y misericordiosos con todos los que nos rodean, con ese prójimo que está a mi lado en mi vida, día a día.

Miércoles, 4 de febrero: Meditación, aplicamos el texto bíblico a nuestra vida.

La propuesta en el día de hoy es hacer un examen de conciencia per-sonal sobre la autoridad y el testimonio que nos exige Jesucristo en nuestra vida.

Es fácil para muchos sentirse orgullosos de pertenecer o ser parte de determinado grupo cuando otros logran éxitos, fama y prestigio; se puede decir que me aprovecho de logros ajenos, pero, ¿qué estoy haciendo por construir el reino de Dios, construir mi propia felicidad y realización personal, a pesar de los fracasos, caídas y en momento reconocer mis errores, fraca-sos e incoherencias con el título glorioso de ser hijo de Dios?

Haz un evaluación a conciencia, no evalúes a otros, ni te compares; Dios hace una llamada personal y nominal a cada uno para construir su proyecto de vida.

Piensa durante este momento sobre aquellos aspectos de la vida diaria, en los cuales debes mejorar y lograr trasparentar el rostro de Jesucristo; en silencio habla con Jesús, no tengas temor de pedir su bendición, fortaleza, amor, perdón y comprométete a ser un verdadero testimonio de hijo de Dios (Ser hijo es parecerse al padre).

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¿En qué aspectos de mi vida el Señor Jesús me confronta? (en mi actuar social, compromiso con mi fe, en mi vida familiar, en mi fraternidad lasallista, compañerismo, rendimiento académico, comportamiento y servicio en el colegio).

Jueves, 5 de febrero: Oración, nuestro corazón proclama…

Dios es nuestro refugio y fortaleza,

socorro en la angustia, siempre a punto.

Por eso no tememos si se altera la tierra,

si los montes vacilan en el fondo del mar,

aunque sus aguas bramen y se agiten,

y su ímpetu sacuda las montañas.

(Salmo 46)

Viernes, 6 de febrero: Contemplación, nuestro corazón se compromete...

¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? Es una pregunta que los demonios le hacen a Jesucristo, pero la podemos retomar hacia noso-tros, sobre nuestro compromiso con la vivencia de unos valores cristianos y lasallistas, que se encuentran enunciados en muchos documentos, pero en el diario vivir no lo hacemos vida. Revisa en tu diario vivir la coherencia entre la identidad como cristiano y lasallista.

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5ª Semana del Tiempo Ordinario9- 13 Febrero

Pregunta guía: ¿Cuál es el propósito de mi vida?


Del santo Evangelio según san Marcos (Mc 1,29-39).


“En aquel tiempo, cuando Jesús salió de la sinagoga se fue con Santia-go y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre; y le hablaban de ella. Se acercó y, tomándola de la mano, la le-vantó. La fiebre la dejó y ella se puso a servirles. Al atardecer, a la puesta del sol, le trajeron todos los enfermos y endemoniados; la ciudad entera estaba agolpada a la puerta. Jesús curó a muchos que se encontraban mal de diversas enfermedades y expulsó muchos demonios. Y no dejaba hablar a los demonios, pues le conocían.

De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se levantó. Salió y fue a un lugar solitario de allí se puso a hacer oración. Simón y sus compa-ñeros fueron en su busca; al encontrarle, le dicen: <<Todos te buscan>>. Él les dice: <<Vayamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para que también allí predique: pues para eso he salido>>. Y recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los demonios”.

Palabra del Señor.



• ¿Cuál es el propósito de mi vida? • ¿Hay cosas imposibles para Dios? • ¿Qué clase de persona es Dios para ti? • ¿Qué mensaje nos da Dios a través de sus discípulos? • ¿Qué significa la frase Dios de amor?

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FIESTA DEL HNO MIGUEL FEBRES CORDERO

El Hermano Miguel Febres Cordero nació en Cuenca, Ecuador, el 7 de noviembre de 1854. A los 14 años de edad ingresó al Instituto de los Her-manos de las Escuelas Cristianas. El 24 de mayo de 1868 recibió el hábito religioso que vestiría hasta el día de su muerte.

El Hermano Miguel fue un hombre laborioso, disciplinado y metódico. Llegó a dominar el latín, el francés, el italiano, el inglés y algo de alemán. En 1887 conoció en París al célebre filólogo colombiano don Rufino José Cuervo con quien estableció una amistad que perduró a través del tiempo. Pertene-ció a la Academia ecuatoriana de la Lengua española.

El estilo que tenía el Hermano Miguel para enseñar era muy ameno y agradable, ese mismo estilo fue el que empleó en los libros que escribió; por eso agradaban tanto a la gente sencilla.

El 9 de febrero de 1910, descansó en la paz del Señor, en Barcelona, España, a los 56 años de edad. El 5 de febrero de 1937 llegaron a Ecuador sus restos, donde fueron recibidos apoteósicamente. El Hermano Miguel fue beatificado por el Papa Pablo VI, el 30 de octubre de 1977 y canonizado por el Papa Juan Pablo II, el 21 de octubre de 1984.


Dios es el Dios de lo imposible, quien otorga dones, para hacer señales y prodigios que lleven al pueblo a creer. Uno de esos dones es el de sana-ción el cual le otorga a Jesús para que así él pueda mostrar todo su poder, y llevar a sus discípulos a entender que todos como hijos de Dios, si creemos en su poder y tenemos fe, podemos llegar a recibir los dones para alabanza de su nombre.

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Creer que Dios puede sanarnos nos da la posibilidad de creer que po-demos sanar también a otros, sanar no sólo a nivel físico, sino a nivel espiri-tual, ayudando a otros a que puedan encontrarse con Dios y buscarle con la firme convicción de que Dios puede tratar sus vidas y ayudarles a sanar las heridas que las diferentes situaciones de la vida le llevan a experimentar.


Querido Dios, reconozco el ejemplo de tu hijo Jesús como la máxima expresión de amor y de ejemplo

para aprender a amar, servir y ayudar a otros. Acepto que no he sido ese hijo que has deseado,

que no he puesto en práctica todos esos valores familiares a los que me has llamado a vivir,

espero en este tiempo, poder ir delante de ti con la convicción y el propósito de ser mejor cada día y dejar que tu trates mi vida

y me enseñes a tratar a otros con más amor. Te pido que seas tú quien siempre me enseñes

el camino que debo seguir para poner en marcha mi accionar como un hijo digno de ti.

Amén.


Profetizar significa llevar la palabra de Dios, enseñar sus principios y com-partir con otros las verdades y el amor de Dios. Mi compromiso es servir a otros como Jesús me sirve a mí.

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6ª Semana del Tiempo Ordinario16 - 20 Febrero

Pregunta guía: ¿Qué tan coherente quiero ser?


Del santo Evangelio según san Mateo Mt 6,1-6.16-18.


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo con-trario no tendréis recompensa» Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar en las sinagogas y en las esquinas de las plazas bien plantados para ser vistos de los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas, que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan; en verdad os digo que ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno sea visto, no por los hombres, sino por tu Padre que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará». Por tanto, cuando hagas limosna, no lo vayas trompeteando por delante como hacen los hipócritas en las sinago-gas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará (Mt 6,1-6.16-18).

Palabra del Señor.



• ¿Cuál es la oración que pide Jesús? • ¿Cómo debe ser el ayuno y la limosna según Jesús?

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Martes, 17 de febrero. Lectura, nos adentramos al texto bíblico reconociendo…

Mañana iniciamos un tiempo litúrgico muy especial, se trata de la cua-resma. Durante cuarenta días estaremos invitados a reflexionar sobre nuestra vida y a orientar de nuevo nuestro corazón hacia el Señor Jesús. Las lecturas de estos días nos ayudarán a prepararnos para la gran y bella fiesta de la Pascua.

El pasaje que hemos leído está tomado de la parte central del sermón de la montaña, donde Jesús viene a enseñar la justicia verdadera que con-siste en actuar y vivir según la medida misma de Dios: ¡y Dios es perfecto! Por eso, la invitación a nosotros es ser perfectos como lo es el Padre.

Para darnos una idea de esa invitación, Jesús explica hoy el conjunto de tres obras que eran comunes e importantes para el pueblo judío y que hoy lo son también para los cristianos y para los musulmanes: la oración, el ayuno y la limosna. Pero la novedad de Jesús no está en las obras en sí mismas (“lo que se hace”) sino en las intenciones del corazón al hacerla (“cómo se hace”).

En las tres ocasiones, Jesús llama la atención sobre un comportamiento que no es propio de quien quiera ser discípulo y marca una diferencia sus-tancial: “no hagan como lo hipócritas”. Y va contra la vanidad del que quiere que se haga ruido cuando ofrece algo al pobre, de que sólo se preocupa por cumplir con el horario de la oración o el que muestra el ayuno en gestos externos pero no internos.

Pero luego, el mismo Jesús presenta la actitud positiva como un cambio personal al que estamos invitados: Jesús hace esta llamada de manera per-sonal cuando dice: “tú en cambio…”. Cuando Jesús habla de los “hipócritas” no está dando a entender que estén haciendo cosas erróneas o malas, sino que está declarándose contra quienes quieren ser “pantalleros” (en griego la palabra “hipócrita” quiere decir “comediante”). ¡A Jesús no le agradan quienes hacen de la espiritualidad un espectáculo!

Frente al “espectáculo”, Jesús contrapone lo que es “secreto”. Y deja claro que quien quiera ser su discípulo está invitado a vivir bajo la mirada del Padre. Así las cosas, la oración, el ayuno y la limosna no se hacen para mostrar lo buenos que somos, sino para actuar como verdaderos hijos del Padre Celestial.

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Y así descubrimos el sentido de estas tres prácticas a las que somos llamados cada año. La limosna tiene el profundo sentido del verdadero compartir: ¡es una bella invitación a hacernos solidarios! La oración es una oportunidad para abrir en nuestra vida agitada la posibilidad de encontrar el sentido profundo que viene de ser conscientes de ser hijos de Dios y her-manos de todos. Y el ayuno se vuelve en un camino que nos libera de aque-llas falsedades que a veces consideramos indispensables para proclamar los verdaderos valores de la vida: lo esencial.

¡Bienvenidos a la cuaresma que no es para nada un tiempo aburrido o triste sino un reto para hacer de nosotros no unas personas religiosamente hipócritas sino auténticamente cristianas!

Miércoles, 18 de febrero. Meditación, aplicamos el texto bíblico a nuestra vida.Celebración del miércoles de Ceniza

El Papa Francisco en la homilía del 5 de marzo de 2014 invitó a descubrir el verdadero sentido de este tiempo de cuaresma. Con sus palabras pode-mos iniciar este tiempo no como otro más sino como uno muy importante:

Abrirse a Dios y a los hermanos. Sabemos que este mundo cada vez más artificial nos hace vivir en una cultura del «hacer», de lo «útil», donde sin darnos cuenta excluimos a Dios de nuestro horizonte. Pero excluimos también el horizonte mismo. La cuaresma nos llama a «espabilarnos», a recordarnos que somos creaturas, sencillamente que no somos Dios. Cuando veo en el pequeño ambiente cotidiano algunas luchas de po-der por ocupar sitios, pienso: esta gente juega a ser Dios creador. Aún no se han dado cuenta de que no son Dios.

Y también en relación con los demás corremos el riesgo de cerrarnos, de olvidarlos. Pero sólo cuando las dificultades y los sufrimientos de nuestros hermanos nos interpelan, sólo entonces podemos iniciar nues-tro camino de conversión hacia la Pascua. Es un itinerario que com-prende la cruz y la renuncia. El Evangelio de hoy indica los elementos de este camino espiritual: la oración, el ayuno y la limosna (cf. Mt 6, 1-6.16-18). Los tres comportan la necesidad de no dejarse dominar por las cosas que aparentan: lo que cuenta no es la apariencia. El valor de la vida no depende de la aprobación de los demás o del éxito, sino de lo que tenemos dentro. (Recuperado de http://w2.vatican.va/content/francesco/es/homilies/2014/documents/papa-francesco_20140305_omelia-ceneri.html).

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Ahora preguntémonos: ¿Qué tan coherente soy con mi opción de seguimiento de Jesús? ¿De qué depende mi vida: de la aprobación de los otros y de la popularidad o de mis convicciones y valores internos?

Jueves, 19 de febrero. Oración, nuestro corazón proclama… Jesús, no quisiera que me llamen hipócrita. Pero no sólo quiero que no

me llamen así: no lo quiero ser. Para eso ayúdame a no dejarme llevar por lo que digan los demás. No dejes que por ser popular pierda de vista tu amis-tad. No dejes que por miedo a comentarios no haga lo justo. ¡Ayúdame a vivir esta cuaresma como un tiempo de cambio! Amén.

Viernes, 20 de febrero. Contemplación, nuestro corazón se compromete....

Padre: quiero ser perfecto porque Tú eres perfecto.

Acción

En estos días de inicio de cuaresma buscaré llevar adelante las tres prác-ticas que Jesús ha indicado: la oración, la limosna y el ayuno.

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1ª Semana de Cuaresma23 - 27 febrero

Pregunta guía: ¿Cuáles son los obstáculos para mi proyecto de vida?


Del santo Evangelio según san Marcos Mc 1, 12 -15.


“En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto, y permaneció en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás. Estaba entre los animales del campo y los ángeles le servían. Después que Juan fue entre-gado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios: «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva”.

Palabra del Señor.



• ¿Cuáles son los obstáculos para mi proyecto de vida? • Al igual que Jesús nosotros también somos tentados a diario

¿Cuáles crees que pueden ser esas tentaciones? • ¿Cómo crees que puedes superar estas tentaciones diarias?


El Evangelio nos presenta a Jesús tentado por Satanás y llevado al de-sierto. El desierto tiene un significado especial, es el lugar en el que se pue-de encontrar a papito Dios, en el que se puede dialogar con él, es el lugar

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que no tiene distracciones, en el que no hay nada que nos pueda quitar la atención que merece Dios.

En esta semana iniciamos el tiempo de cuaresma. El texto nos cuenta que Jesús estuvo en el desierto por cuarenta días. El número cuarenta tam-bién es significativo en el lenguaje bíblico. Cuarenta es un número utilizado para señalar un tiempo de prueba, de espera.

El texto muestra a Jesús realizando una de sus principales tareas: predi-car la Buena Nueva de Dios, invitando a la conversión. Serán cuarenta días para que puedas encontrarte con papito Dios y reconocer todas aquellas cosas que necesitas cambiar para ser mejor persona, mejor hijo, mejor com-pañero, mejor estudiante.


• Nosotros al igual que Jesús necesitamos espacios de desierto, de reflexión para reconocer a Dios en nuestra vida. ¿Reconoces esos momentos de desierto y los aprovechas para dialogar con papito Dios?

• Nuestra vida al igual que la de Jesús está traspasada por tentacio-nes cotidianas. ¿Cuáles son esas tentaciones diarias que tienes? ¿Cómo reaccionas ante ellas?


Papito Dios,

En este día quiero especialmente agradecerte por tu gran amor,

Porque me enseñas que en las dificultades o tentaciones diarias pue-do reconocerte, hablarte, unirme a ti por medio de la oración.

Te pido muy especialmente que me ayudes a reconocer cada día aquellas cosas que no me dejan amarte y servirte como tú quieres, mis

egoísmos, mentiras, rivalidades y caprichos.

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Tómame en tu corazón y haz de mí un niño sencillo, amable, generoso y leal a todos.

Amén.


¿Qué me muestra el Señor que debo hacer? Luego medito en la frase: “Estaré dispuesto para Dios para no caer en tentación”

Acción: Escribe una cartica a un compañerito con quien hayas tenido alguna dificultad esta semana.

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2ª Semana de Cuaresma2- 6 marzo

Pregunta guía: ¿Quién soy?

Lunes, 2 de marzo: Proclamación, nuestro corazón está atento a la voz que clama…


Todos: Gloria a Ti señor.

“En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, Santiago y Juan, y los llevó, a ellos solos, aparte, a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos, y sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, tanto que ningún batanero en la tierra sería capaz de blanquearlos de ese modo. Se les apa-recieron Elías y Moisés, y conversaban con Jesús.

Toma la palabra Pedro y dice a Jesús: «Rabbí, bueno es estarnos aquí. Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías»; pues no sabía qué responder ya que estaban atemorizados. Entonces se formó una nube que les cubrió con su sombra, y vino una voz desde la nube: «Este es mi Hijo amado, escuchadle». Y de pronto, mirando en derredor, ya no vieron a nadie más que a Jesús solo con ellos.

Y cuando bajaban del monte les ordenó que a nadie contasen lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos”.

Palabra del Señor.



• Este es un texto de mucha importancia para nuestra Iglesia, pues intenta enseñar al pueblo de Dios, quien es realmente Jesús ¿Te fijaste en algunos símbolos presentes en la narración?

• ¿Por qué crees que estos símbolos pueden ser parte de dicha enseñanza?

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• Hay dos personajes muy importantes para la historia de Israel, ellos son Moisés y Elías ¿Qué sabes de ellos?

• ¿Por qué crees que aparecen en este relato junto a Jesús?

Martes, 3 de marzo: Lectura, nos adentramos al texto bíblico reconociendo…

Cuando el Evangelio nos presenta a Jesús invitando a sus tres amigos; Pedro, Santiago y Juan, a subir una montaña para poder vivir este momen-to, nos está preparando para vislumbrar que es Dios mismo quien está a punto de darles una gran lección. Estos tres discípulos, no sabían realmente quién era Jesús, pues aunque lo consideraban un gran amigo y un excelen-te maestro, aún no entendían que Él era también su salvador.

Elías y Moisés aparecen el relato, únicamente para simbolizar que en Je-sús, todas las esperanzas del pueblo de Israel, se han cumplido, pues ya no deben esperar más a un Mesías, es decir, ellos dos nos hacen poner nuestra mirada en Jesús. Los discípulos podrían saber quién era realmente Jesús y sólo así podrían seguirle con total claridad.

Miércoles, 4 de marzo: Meditación, aplicamos el texto bíblico a nuestra vida.

Es importante saber quiénes somos pues sólo así podremos transmitirles a los demás una imagen clara y franca de nuestra personalidad. Los amigos y la familia son los escenarios en los cuales se encuentran las personas con las que nos relacionamos más seguido; ellos necesitan estar con alguien que es capaz de comunicarse: Que sepa expresarse adecuadamente pero que también esté dispuesto a escuchar. La base de una buena relación es la transparencia así que, como lo hizo Jesús, no debemos omitir esfuerzos para construir nuestra personalidad y hacérsela conocer a nuestros seres queridos.

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Jueves, 5 de marzo: Oración, nuestro corazón proclama…

Te damos gracias Señor, por darnos la inteligencia necesaria para conocernos cada día,

reconocer nuestros errores e iniciar un camino que nos permita mejorar.

Sabemos que tu voluntad consiste en que seamos felices y sólo conociéndonos podremos conocer lo que realmente

nos hace vivir en alegría.

Repetimos a una sola voz: Señor Jesús, que seamos personas transparentes, que nos alejemos de la mentira y nos abramos

a construir nuestra propia identidad.

Amén.

Viernes, 6 de marzo: Contemplación, nuestro corazón se compromete...

Conocerme es el primer paso para que los demás me traten con since-ridad y cariño. Te invito a que realices un compromiso persona; en silencio puedes hablar con Jesús y expresarle tu deseo de ser como Él: Alguien que está dispuesto a darse a conocer para que sus seres queridos le traten con el afecto que se merece aquel que actúa con la verdad.

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Pregunta guía: ¿Qué necesito cambiar en mi vida?


Del santo Evangelio según san Juan Jn 2, 13-25.


Se acercaba la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. Y en-contró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas en sus puestos. Haciendo un látigo con cuerdas, echó a todos fuera del Templo, con las ovejas y los bueyes; desparramó el dinero de los cambistas y les volcó las mesas; y dijo a los que vendían palomas: «Quitad esto de aquí. No hagáis de la Casa de mi Padre una casa de mercado». Sus discípulos se acordaron de que estaba escrito: El celo por tu Casa me devorará.

Los judíos entonces le replicaron diciéndole: «Qué señal nos muestras para obrar así?». Jesús les respondió: «Destruid este Santuario y en tres días lo levantaré». Los judíos le contestaron: «Cuarenta y seis años se han tardado en construir este Santuario, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?». Pero Él hablaba del Santuario de su cuerpo. Cuando resucitó, pues, de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho eso, y creyeron en la Escritura y en las palabras que había dicho Jesús.

Mientras estuvo en Jerusalén, por la fiesta de la Pascua, creyeron muchos en su nombre al ver las señales que realizaba. Pero Jesús no se confiaba a ellos porque los conocía a todos y no tenía necesidad de que se le diera testimonio acerca de los hombres, pues Él conocía lo que hay en el hombre”.

Palabra del Señor.


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• ¿Qué es un templo? • ¿Cuál es el templo más bonito que has conocido? • ¿Con que frecuencia asistes al templo de tu denominación reli-

giosa? • ¿El templo al que asistes es un lugar de oración? • ¿Crees que tu cuerpo es templo de Dios?


El tiempo de la cuaresma es un tiempo especial para acercarnos a Dios; en la antigüedad Dios pidió a su pueblo que le construyera un templo para el habitar en medio de la comunidad y desde allí encontrarse con las per-sonas que lo buscaban. El pueblo de Israel siendo obediente le construyó el templo que Dios había pedido en un transcurso de cuarenta años de arduo trabajo. Era una edificación hermosa, llena de piedras preciosas y una rique-za arquitectónica increíble. Todos los judíos asistían a él frecuentemente, en especial en la gran fiesta de la Pascua.

El texto bíblico en esta tercera semana de cuaresma muestra la llegada de Jesús a ese maravilloso templo de Jerusalén; Él, como hijo de Dios, quería encontrarse con su padre en la oración, pero al llegar descubrió que algo no estaba bien, en vez de encontrar personas en oración y recogimiento, descubrió que el templo de Dios se había convertido en un mercado lleno de vendedores.

Jesús indignado por lo que las personas hacían en la casa de Dios, echó a todos fuera del Templo y les recordó cual era el sentido de esa edifi-cación tan bonita “ser casa de oración”.

Los judíos y vendedores que fueron sacados del lugar se molestaron contra Jesús y le reclamaron por sus acciones, sin embargo, Jesús les en-señó algo totalmente novedoso y que sólo después de la resurrección ellos pudieron comprender, que el gran templo de Dios es su cuerpo.

El texto concluye reconociendo que muchos en aquella fiesta creyeron en su nombre porque veían su testimonio, sin embargo Jesús no se confiaba puesto que él conoce el corazón de cada persona y sabía que algunos de ellos no daban testimonio de corazón.

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Para nuestra vida como discípulo misionero de Jesús es importante re-conocer las dos formas de templo que Dios nos propone en su palabra. Por un lado, encontramos el templo físico donde nos congregamos con nuestras comunidades y familiares para alabar a Dios, nunca olvidemos que ese es siempre un lugar de oración; por otra parte, Jesús nos invita a contemplar nuestro cuerpo como un santuario de su presencia que debe ser cuidado y respetado de la mejor forma posible, por ello no podemos dejar que nada ni nadie lo lastime.

Reflexión. A la luz de esta invitación contesta: ¿Cómo es tu compor-tamiento cuando asistes al templo donde te congregas? ¿Reconoces ese lugar como un lugar de oración? ¿Consideras que tu cuerpo es santuario de la presencia de Dios? ¿Haces con tu cuerpo cosas que no agradan a Jesús? ¿Qué debes cambiar, hacer o dejar de hacer con tu cuerpo para agradar a Dios?


El docente dibuja en el tablero una silueta del cuerpo humano, los es-tudiantes en orden van pasando al tablero y escriben dentro de la silueta, de forma breve, oraciones de petición o acción de gracias a Dios donde reconozcan su cuerpo como templo del Espíritu.

(El ejercicio también puede ser realizado en una cartelera y los estu-diantes pegan con memos adhesivos sus oraciones)


Jesús nos dice “Mi casa, es casa de oración”. Sabemos que la oración es nuestro diálogo con Dios, nuestro Padre, por ello cuando queremos en-contrarnos con él, lo importante es que preparemos nuestro templo-cuerpo para que se dé un encuentro auténtico.

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Esta preparación puede ser externa, al momento de ir a nuestras deno-minaciones religiosas y aprovechar ese espacio de oración comunitaria; o de forma interna a través del cuidado del cuerpo y preparación para el encuentro con Dios, esta preparación se puede realizar por medio de la recepción del sacramento de la reconciliación o prácticas penitenciales.

¿Cómo vas a preparar tu templo para recibir a Dios?


Pregunta guía: ¿Qué acciones/obras necesito realizar para nacer de nuevo?


Del santo Evangelio según san Juan (Jn 3, 14 - 21).


“En aquel tiempo, Jesús dijo a Nicodemo: «Como Moisés levantó la ser-piente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea tenga por Él vida eterna. Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él. El que cree en Él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.

Y el juicio está en que vino la luz al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal aborrece la luz y no va a la luz, para que no sean censuradas sus obras. Pero el que obra la verdad, va a la luz, para que quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios”.

Palabra del Señor.


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• ¿Qué animal fue levantado por Moisés en el desierto? • ¿Cuál fue la mayor muestra de amor de parte de Dios? • ¿Para qué fue enviado Jesús? • ¿Qué sucede con el que hace obras conforme a la verdad?


En la lectura del día de hoy, encontramos que Jesús revela su propia identidad y la suerte que le espera, la misión recibida del Padre y su desen-lace entre los hombres. Jesús después de haberse identificado con la figura del Hijo del Hombre bajado del cielo, se compara con la serpiente de bron-ce que Moisés había alzado en el desierto para librar de la muerte segura al pueblo pecador. La serpiente recuerda la muerte, pero también su medi-camento; pues recordemos que en la civilización de Israel, la serpiente era figura de la fecundidad. Por tanto, la elevación de Jesús en la cruz, aunque represente el culmen, constituye también el máximo de la gloria.


La palabra hoy nos invita a reflexionar sobre la vida humana como viaje de regreso a la casa del Padre, un viaje no individual, sino como comunidad, pueblo, humanidad: no podemos quedarnos indiferentes con la suerte de nuestros hermanos.

El tiempo con Jesús, vivido minuto a minuto, adquiere un significado nue-vo. Él se presenta como elevado en la cruz, pero también como glorificado en el sufrimiento. En él se nos brinda la visión concreta y desconcertante del amor de Dios. Si tenemos los ojos fijos en Jesucristo, poco a poco, como fuente viva, brotará en nosotros el testimonio del espíritu: “Cristo me amó y se entregó por mí”. Y esta fuente no dejará nunca de arder su canto de amor en el que confluyen lágrimas de arrepentimiento y lágrimas de alegría.

• ¿Qué obras o acciones necesito realizar para ser una persona mu-cho mejor?

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Señor Jesús, que sabes enternecerse de nuestras molestias, Que has sido probado en todo,

tenemos los ojos puestos en ti: Somos tuyos, acógenos. Déjanos oír hoy tu voz, tu Palabra

para que no se endurezcan nuestros corazones. Haz que también nosotros nos dejemos lastimar por el amor y el dolor

para abrazarnos con fe a la voluntad de Dios.

FIESTA DE SAN JOSÉLa comunidad Lasallista ve un modelo de vida en San José, quien res-

pondió por la confianza y la fe, a la fidelidad de Dios para con su pueblo, cooperó con María y participó en la obra salvadora mediante la educación humana de Jesús y fue fiel, hasta la muerte, a su humilde papel como padre. A él acuden, recordando que San Juan Bautista De La Salle puso el Instituto bajo su protección.


“El Hijo de Dios me amó y se entregó por mí” (Gál. 2, 20)

Acción: Durante esta semana reflexiono sobre las acciones que he rea-lizado por amor, a mis compañeros, familiares y amigos.

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Pregunta guía: ¿Por cuáles frutos deseo ser reconocido?


Del santo Evangelio según san Juan Jn 12, 20 – 33.


“En aquel tiempo, había algunos griegos de los que subían a adorar en la fiesta. Éstos se dirigieron a Felipe, el de Betsaida de Galilea, y le rogaron: «Señor, queremos ver a Jesús». Felipe fue a decírselo a Andrés; Andrés y Fe-lipe fueron a decírselo a Jesús. Él les respondió: «Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo de hombre. En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto. El que ama su vida, la pierde; y el que odia su vida en este mundo, la guardará para una vida eterna. Si alguno me sirve, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Si alguno me sirve, el Padre le honrará.

Ahora mi alma está turbada. Y ¿qué voy a decir? ¡Padre, líbrame de esta hora! Pero ¡si he llegado a esta hora para esto! Padre, glorifica tu Nombre». Vino entonces una voz del cielo: «Le he glorificado y de nuevo le glorificaré». La gente que estaba allí y lo oyó decía que había sido un trueno. Otros de-cían: «Le ha hablado un ángel». Jesús respondió: «No ha venido esta voz por mí, sino por vosotros. Ahora es el juicio de este mundo; ahora el Príncipe de este mundo será echado fuera. Y yo cuando sea levantado de la tierra, atrae-ré a todos hacia mí». Decía esto para significar de qué muerte iba a morir”.

Palabra del Señor.



• ¿Al igual que los griegos que se acercaron al apóstol Felipe tú también quieres ver a Jesús?

• ¿Por qué? • ¿Qué es lo que más te gusta de la vida de Jesús?

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Veamos qué nos dice el texto bíblico leído en esta semana. El evangelio de san Juan nos deja ver cómo algunas personas del país griego llegan a donde estaba Jesús junto a algunos de sus discípulos. Ellos quieren acercar-se a Jesús, pero antes se acercan a Felipe y le piden el favor y él se acerca a Andrés; entonces ambos le dicen a Jesús que lo quieren ver. Nosotros como niños hacemos lo mismo hoy en esta oración: estamos juntos como curso y le decimos a Jesús que queremos verlo; como somos pequeños somos cu-riosos y queremos saber más de él, queremos saber lo que quiere decirnos y queremos decirle que lo amamos mucho porque él es muy importante para nosotros.

Jesús nos dice que dentro de poco tiempo él será crucificado y que está preocupado como cualquier hombre; su respuesta a estos hombres griegos fue: “Llega la hora de que sea glorificado el Hijo del Hombre”. Y esto es des-concertante, porque quizás ellos querían escuchar algo distinto. Nosotros sabemos que Jesús muere, pero también sabemos que resucitó, como el grano de trigo. ¿Se acuerdan que si el grano de trigo no muere, no da fruto? Y, ¿si el grano muere, da mucho fruto?

Entonces, si no entendemos esto, podríamos decir que si nosotros no rechazamos aquellas malas palabras y malas acciones, entonces no sería-mos muy amigos de Jesús, porque él quiere que todos los días de la vida descubramos el amor más grande hacia nosotros mismos y hacia todas las personas que nos encontramos a lo largo de los días.


Dios nos habla a cada instante de nuestra vida y hoy lo está haciendo por medio de este evangelio de san Juan. Jesús con el ejemplo del grano de trigo, quiere decirnos que cuando el grano muere, crece, brota de nuevo la vida, y que si el grano se queda en su envoltura no dará vida. Jesús nos lo repite en varias oportunidades, y por eso, si nos agarramos a nuestra vida con tristeza, con odios, con mentiras, con peleas o con desobediencias a nuestros padres o profesores, pues esta vida no vale la pena, pero si sabemos compartirla con amor y generosidad, Dios nunca nos soltará de la mano.

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Reflexiona: ¿Quiero que Dios me ayude a ser un mejor hijo y un mejor estudiante? ¿Por qué?


¿Qué le queremos decir a Dios después de haber reflexionado este evangelio? Vamos a decir juntos la siguiente oración de Marcelo Murúa tomado de Vivir como semilla (Recuperado de: http://www.buenasnuevas.com/espiritualidad/oraciones/oracion).

Ser como un grano de trigo, pequeña semilla, que guarda en su interior la posibilidad de ser pan, para ofrecerse, sencillo, cotidiano, a todo el que lo necesite.

Tú nos llamas a ser semilla, Señor. Y la semilla, que está llena de vitalidad y potencial, debe morir a ser semilla para convertirse en planta y crecer.

Tu vida nos muestras que es posible morir para vivir. Entregar todo para ser para los demás. Enséñanos, Señor, a entregar nuestra vida al servicio del Evangelio y de la vida de los otros. Enséñanos a ser semilla para dar frutos en abundancia.

Para crecer, una semilla necesita tierra buena y agua generosa. Señor, tu vida nos muestra que la mejor tierra es la realidad de todos los días y las necesidades de los otros, nos llamas a plantar nuestra semilla en las situa-ciones que vivimos, en la vida que compartimos, en la tierra de hoy, aquí y ahora.

Queremos ser semilla de cambio y Reino en el mundo que vivimos, ¡ayú-danos Señor! Tu ejemplo nos enseña que el agua verdadera es la que nace de la Palabra, pozo de agua viva ofrecida para todos.

Enséñanos, Señor, a regar nuestras semillas con tu Palabra. Ayúdanos a conocerla, muéstranos cómo saborear su mensaje, para que impregne nuestra existencia y que empape nuestro caminar.

Queremos ser semillas de cambio y Reino; y necesitamos ser fecundados por tu Palabra. ¡Ayúdanos Señor! Amén.

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Al terminar esta semana, debo preguntarme: ¿Qué me muestra el Señor que debo hacer? Para ello, dejemos que el Espíritu Santo de Dios nos ilumine la respuesta y repitamos juntos esta frase 3 veces:

“Señor, debo morir a las malas acciones y las malas palabras

para vivir contigo todos los días de mi vida”.

Finalmente, para acercarnos más a Jesús debemos comprometernos en este momento con él para decirle que sí aprendimos algo del evangelio leído y meditado en esta semana. Después de leer cada pregunta, haces 10 segundos de silencio, y si sí te comprometes con Jesús, te pones la mano en el corazón: ¿Te comprometes a morir a las cosas no tan buenas para renacer a una vida más bella? ¿Te comprometes a vivir alegremente en tu casa, en el colegio y en la ciudad? ¿Te comprometes a ayudar a otros niños a ser mejores de lo que son ahora?

Y todos decimos la oración del Padrenuestro que nos acerca más a Dios.

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1ª Semana de Pascua – Domingo de Pascua6 - 10 abril

Pregunta guía: ¿Qué veo en el otro? ¿Muerte o vida?

Lunes, 6 de abril: Proclamación, nuestro corazón está atento a la voz que clama…



“El primer día de la semana va María Magdalena de madrugada al sepulcro cuando todavía estaba oscuro, y ve la piedra quitada del sepulcro. Echa a correr y llega donde Simón Pedro y donde el otro discípulo a quien Jesús quería y les dice: «Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto.

Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro. Se inclinó y vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve las vendas en el suelo, y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a las vendas, sino plegado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó, pues hasta entonces no habían comprendido que según la Escritura Jesús debía resucitar de entre los muertos”.

Palabra del Señor.



• ¿Qué es resucitar? • ¿Qué es un sepulcro? • ¿Qué es un discípulo?• ¿Qué es la oscuridad?

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Martes, 7 de abril: Lectura, nos adentramos al texto bíblico reconociendo…

El texto nos invita a hacer un camino de fe que nos haga comprender el significado de la resurrección de Jesús para nuestras vidas. No basta con correr de un lado para otro buscando al Señor sin comprender lo que su resurrección significa. Es necesario aprender a descubrir en los signos de muerte el germen de la vida.

Miércoles, 8 de abril: Meditación, aplicamos el texto bíblico a nuestra vida.

En nuestra vida como cristianos saber de la Resurrección misma, es prác-ticamente no podemos decir nada. Ningún vocabulario, ninguna palabra traduce adecuadamente lo que es. Los evangelios y el nuevo testamento ya usan distintas palabras para referirse al misterio de la resurrección Jesús ha sido glorificado por Dios el texto de Juan. Nos quiere decir que Jesús está definitivamente con el Padre y participa de su eterna y divina gloria.

Cuando hablamos de los discípulos y discípulas nos da origen al mayor movimiento religioso de la historia: el cristianismo.

Cuando hablamos “al amanecer” y “estando aún oscuro” nos invita a decir que María Magdalena, representa a la comunidad, que está todavía en la oscuridad a pesar de que ya ha amanecido, porque creía que la ti-niebla había vencido a la luz, la muerte a la vida, el poder y el odio al amor.

Reflexiono: ¿Crees que eres luz para los demás? ¿Qué haces para mantener tu fe?

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Jueves, 9 de abril: Oración, nuestro corazón proclama…

¡Señor Jesucristo, hoy tu luz resplandece en nosotros, fuente de vida y de gozo!

Danos tu Espíritu de amor y de verdad para que, como María Magdalena, Pedro y Juan, sepamos también

nosotros descubrir e interpretar a la luz de la

Palabra los signos de tu vida divina presente en nuestro mundo y acogerlos con fe para vivir siempre en el gozo de tu presencia junto a

nosotros, aun cuando todo parezca rodeado de las tinieblas de la tristeza y del mal.

Amén.

(Recuperado de: www.homiletica.org/PDF050/aahomiletica001269.pdf)

Viernes, 10 de abril: Contemplación, nuestro corazón se compromete...

Te invito a meditar la siguiente frase: “Señor quiero creer en ti firmemente y poner toda mi vida en tus manos y ser un hombre nuevo resucitando en ti señor”.

Elaboro un compromiso personal donde me comprometa a reconocer las cualidades de mis compañeros y profesores.

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Pregunta guía: ¿Qué me dicen las manos de los que me ro-dean?




“Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los dis-cípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros». Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor. Jesús les dijo otra vez: «La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío». Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».

Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor». Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré».

Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro y Tomás con ellos. Se presentó Jesús en medio estando las puertas cerradas, y dijo: «La paz con vosotros». Luego dice a Tomás: «Acerca aquí tu dedo y mira mis ma-nos; trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente». Tomás le contestó: «Señor mío y Dios mío». Dícele Jesús: «Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han creído».

Jesús realizó en presencia de los discípulos otras muchas señales que no están escritas en este libro. Éstas han sido escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre”.

Palabra del Señor.


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• ¿Qué le dijo Jesús a sus discípulos cuando se presentó en medio de ellos?

• ¿Qué sintieron los discípulos al ver a Jesús? • ¿Qué fue lo que le dijo Jesús a sus discípulos cuando sopló sobre

ellos? • ¿Quién era Tomás? • ¿Qué necesitaba ver y hacer Tomás para poder creer? • ¿Qué le dijo Jesús a Tomás?


El evangelista Juan entiende la resurrección como la superación del miedo y como el final de nuestro encerramiento. Cuando los discípulos le cuentan a Tomás su encuentro con el Resucitado, éste no les cree. «Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré» (20,25). No obstante, Jesús cumple la petición de Tomás y el modo y manera como él quiere en-contrar la experiencia de la Resurrección. Le coloca el dedo en las llagas de sus manos, y la mano en la herida de su costado. Se deja tocar por él. El hecho de tocar y palpar le permite a Tomás el más claro y amoroso recono-cimiento que un cristiano puede hacer a Jesús: «Señor mío y Dios mío».

Finalmente, Jesús nos remite al mismo tiempo a un camino distinto cuan-do le dice a Tomás: «Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han creído» (Grün, A. (2009). Jesús, puerta hacia la vida. El evan-gelio de Juan. Navarra: Verbo Divino. pág. 135).

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En primer lugar, podemos decir que Tomás representa a todos los que hemos oído hablar de Jesús, pero no lo hemos visto ni lo hemos tocado. Es así, que algunas veces podemos ver a Jesús y palparlo, pero también hay momentos en los que no vemos nada. Por ende, es en estos momentos cuando debemos recurrir a nuestra fe para hacernos partícipes de la rea-lidad de Dios y poder renovar nuestra conciencia transformando nuestro corazón.

Por otra parte, quien reconoce en Jesús, a su Señor y a su Dios experi-menta la verdadera vida y la esencia de la resurrección. En la celebración de la eucaristía también podemos poner la mano en el costado de Jesús, como Tomás, y tocar sus heridas como una experiencia en la que brota un torrente infinito de amor hacia nosotros.

Lasallista ¿Qué me pide Jesús cuando nos dice que seamos creyentes y no incrédulos? ¿En qué momentos he deseado ver a Jesús? ¿Cómo se encuentra mi fe en Jesús?


Padre bueno, ayúdame a aumentar mi fe. Que en los momentos de dificultad pueda escuchar tu voz,

Que en los momentos de oscuridad pueda guiarme por tu luz, Que en los momentos de tristeza pueda contagiarme de tu alegría.

Enséñame a confiar en ti y nunca permitas que me aleje de tu hijo Jesús,

Pues él es la esperanza de mi vida, es quien cuida y protege mis sueños. Gracias por la riqueza de tu bendición.

Amén.

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Señor, ayúdanos a ser mejores creyentes y a vencer nuestra incredulidad,

Queremos compartir la dicha de quienes han creído sin ver.

Acción: Durante la próxima celebración, en la eucaristía, le pediré a Dios que continúe aumentando mi fe en su Hijo Jesús, y me ayude a dar testimo-nio de confianza en su amor compartiendo con mi prójimo.


Pregunta guía: ¿Qué testimonios observo en mi contexto?


Del santo Evangelio según san Lucas Lc 24, 35-48.


“En aquel tiempo, los discípulos contaron lo que había pasado en el ca-mino y cómo le habían conocido en la fracción del pan. Estaban hablando de estas cosas, cuando Él se presentó en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros». Sobresaltados y asustados, creían ver un espíritu. Pero Él les dijo: « ¿Por qué os turbáis, y por qué se suscitan dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como veis que yo tengo». Y, diciendo esto, les mos-tró las manos y los pies. Como ellos no acabasen de creerlo a causa de la alegría y estuviesen asombrados, les dijo: «¿Tenéis aquí algo de comer?». Ellos le ofrecieron parte de un pez asado. Lo tomó y comió delante de ellos. Después les dijo: «Éstas son aquellas palabras mías que os hablé cuando todavía estaba con vosotros: ‘Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos acerca de mí’». Y, entonces, abrió sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras, y les

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dijo: «Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día y se predicara en su nombre la conversión para el perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén. Vosotros sois testigos de estas cosas”.

Palabra del Señor.



• ¿De qué hablaban los discípulos cuando Jesús se presentó entre ellos?

• ¿Qué les dijo? • ¿Qué les mostró Jesús a sus discípulos, para que no tuvieran

dudas? • ¿Qué le dijo Jesús a sus discípulos después de comer?


Los dos discípulos que viajan por el camino, se encuentran con la co-munidad y comentan cómo Jesús se les apareció y cómo lo reconocieron al partir el pan; es en estos momentos cuando Jesús se presenta ante ellos y le dice las palabras que solo él compartió con ellos, con el propósito que lo puedan reconocer.

No es fácil ver viva a una persona que muchos han visto morir en una cruz, es por esto que se asustan al escuchar las palabras y comprender que es Jesús quien está frente a ellos, les muestra sus manos y pies para que al ver sus heridas puedan convencerse de que es Jesús de Nazaret, el hijo del carpintero, el mismo que condenaron a muerte.

Después de esto, Jesús les hace comprender que lo escrito en las escri-turas debe suceder para que se cumpla la promesa de su Padre, de enviar a su Hijo único a morir por nosotros y por nuestra salvación.

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A veces, la duda se aloja en nuestros corazones y procura arrancar la certeza que la fe nos da ante la presencia de Dios en nuestra vida. Ser testi-gos del amor de Dios revelado en Jesús es nuestra misión, es mi misión. ¿Has vivido esto alguna vez? ¿Cómo lo has superado?


Papito Dios, en este momento te pido que pongas en mi corazón la fuerza y fortaleza para creer en ti, en tu voluntad y en tu amor

aunque no pueda verte, comprenderte y sentirte.

Hoy te pido que me muestres tus manos y pies para que mi fe se haga más fuerte y pueda decirles a todos que estás vivo

y que vives en nuestros corazones.

Amén.

Viernes, 24 de abril: Contemplación, nuestro corazón se compromete...

Medito sobre el Salmo 8:

¡Señor, dueño nuestro, ¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él,

el ser humano, para darle poder?

Acción: Hoy amiguito te invito a reflexionar ¿cuántas veces hemos duda-do de Dios, de su amor y su bondad con nuestras acciones?

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4ª Semana de Pascua27 abril – 1 mayo

Pregunta guía: ¿Cómo actúan los líderes de mi comunidad?



Todos: Gloria Ti Señor.

“En aquel tiempo, Jesús habló así: «Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. Pero el asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en ellas y las dispersa, porque es asalariado y no le importan nada las ovejas. Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí, como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre y doy mi vida por las ovejas. »También tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a ésas las tengo que conducir y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño, un solo pastor. Por eso me ama el Padre, porque doy mi vida, para recobrarla de nuevo. Nadie me la quita; yo la doy voluntariamente. Tengo poder para darla y poder para recobrarla de nuevo; esa es la orden que he recibido de mi Padre”.

Palabra del Señor.



• ¿Quién es el Buen Pastor? • ¿Qué hace el Buen Pastor por sus ovejas? • ¿Cuál es la diferencia del oficio del pastor con el oficio del

asalariado?

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Para los israelitas los rebaños no sólo significan la fuente de su sustento, sino también una “estrecha relación”: el pastor y las ovejas comparten tanto juntos que terminan conociéndose estrechamente. El pastor conoce a cada una de sus ovejas como ellas lo conocen a Él y le siguen; por eso el pueblo de Israel pronto identificará su relación con Dios como aquella que se une en estrecha comunión como la del pastor con sus ovejas.

Desde la dedicación del pastor, su compromiso y su entrega desintere-sada por el cuidado de las ovejas, los escritores sagrados también compa-raron la labor de quienes dirigieron el pueblo; varios de ellos señalaron las acciones de sus dirigentes como contrarias a las del Buen Pastor y por eso anuncian que Dios, es el único y verdadero pastor de su pueblo.

Así mismo, en este evangelio Jesús hace esta distinción entre Él y los “asalariados”. La diferencia entre el uno y el otro es su sentido de responsa-bilidad.

Es el Buen Pastor el que es capaz de jugarse la vida por sus ovejas, afrontando todos los peligros y dificultades a los que ellas están expuestas, no lo hace por el dinero que recibirá, por su cuidado como el asalariado, lo hace por amor, y quien ama más que recibir, lo único que quiere es dar. Por eso la imagen del pastor es la imagen del rostro vivo de Dios. Jesús es para los israelitas y para todos los seres humanos sin excepción: el Buen Pastor, aquel que ama, cuida y está siempre con cada uno de nosotros sus ovejas, su rebaño.


Jesús te dice hoy… “Conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí” (Jn 10, 14). Dios te ama, te conoce, te cuida, te acepta tal y como eres, confía y cree en ti ¡Lo da todo por ti! Y tú, ¿Confías en él?. “Doy mi vida por mis ovejas” (Jn 10, 15). En tu vida hay personas que son para ti la presencia del amor y cuidado de Jesús Buen Pastor… ¿A través de quién/es te cuida Jesús? ¿Cómo es tu relación con esa o esas personas?. Jesús comparte contigo su labor de Pastor, de alguna manera estás llamado a cuidar de otros, guiándo-los con tu ejemplo y cuidado ¿Qué te debe caracterizar como buen pastor de los demás?

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El Salmo 23 expresa la seguridad que siente el salmista en Dios, te invita-mos a unirte a él, diciendo:

El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas

y repara mis fuerzas; me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre.

Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo:

tu vara y tu cayado me sosiegan.

Preparas una mesa ante mí enfrente de mis enemigos;

me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida,

y habitaré en la casa del Señor por años sin término”.

Viernes, 1 de mayo: Contemplación, nuestro corazón se compromete...

A ti Amigo y Buen Pastor te pido… Enséñame a cuidar a otros, como Tú cuidas de mí.

Acción: Estar atento a reconocer quién en tu familia o en tu colegio ne-cesita de tu cuidado, para brindar tu servicio con el único interés de que el otro esté bien. No olvides que en Jesús “Eres oveja y también pastor”.

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Pregunta guía: ¿Qué vínculos construyo con quienes me ro-dean?

Lunes, 4 de mayo: Proclamación, nuestro corazón está atento a la voz que clama…



“En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «Yo soy la vid verda-dera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto. Vosotros estáis ya limpios gracias a la Palabra que os he anunciado. Permaneced en mí, como yo en vosotros. Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. »Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada. Si alguno no permanece en mí, es arrojado fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen, los echan al fuego y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo conseguiréis. La gloria de mi Padre está en que deis mucho fruto, y seáis mis discípulos”.

Palabra del Señor.



• ¿Cuál es el mensaje de Jesús a los discípulos? • ¿Cuál es el mensaje de Jesús para mí?• ¿Cuál es su invitación?

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Martes, 5 de mayo: Lectura, nos adentramos al texto bíblico reconociendo…

Jesús presenta la comparación de la vid. En el Antiguo Testamento, la imagen de la vid indicaba el pueblo de Israel (Is 5,1-2). El pueblo era como una vid que Dios plantó con mucho cariño en las costas de los montes de Palestina (Sal 80,9-12). Pero la vid no correspondió a lo que Dios esperaba. En vez de unos racimos de uva buena dio un fruto amargo que no servía para nada (Is 5,3-4). Jesús es la nueva vid, la vid verdadera. En una única frase el nos da toda la comparación. El dice: “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto”. La poda es dura, pero es ne-cesaria. Purifica la vid, para que crezca y produzca más frutos (Recuperado de: http://homiletica.org/carmelitas/carmelitas 1093.pdf).

Miércoles, 6 de mayo: Meditación, aplicamos el texto bíblico a nuestra vida.

Mientras caminan por el sendero Jesús y los discípulos pasan a través de los viñedos que rodean la ciudad. El propósito de un viñedo es dar fruto y esto es lo que espera quien lo cultiva. Así mismo, Dios esperaba que Israel, produjera abundantes frutos de modo especial la justicia y la rectitud; sin embargo, se encontró en su lugar se encontró con la opresión, la crueldad, la explotación de los hombres. Jesús aclara a los discípulos que el propósito de la vid fue “que pueda seguir dando frutos cada vez más.”

Ahora bien, preguntémonos: ¿Cuál es el fruto que Dios está producien-do en nuestras vidas? ¿Qué tipo de fruto estoy produciendo en mi casa, en mi escuela, con mis amigos? ¿Estoy realmente esforzándome para producir buenos frutos en mi vida?

http://homiletica.org/carmelitas/carmelitas

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Jueves, 7 de mayo: Oración, nuestro corazón proclama…

Recordemos que así como Jesús permanece unido al Padre, nosotros también lo podemos hacer mediante la oración, regalémonos un momento de silencio para recordar el evangelio que durante estos días hemos venido reflexionando… (Después de un breve momento en silencio) digamos juntos la siguiente oración:

¡Señor, Tú eres! Y esto nos basta para vivir, para continuar esperando cada día,

para caminar en este mundo, para no escoger el camino errado

del aislamiento y de la soledad.

Sí, Tú eres por siempre y desde siempre; eres y permaneces, ¡oh Jesús!

Y tu ser es un don continuo también para nosotros, es fruto siempre maduro, porque nos alimentamos

y nos hacemos fuertes por Ti, de tu presencia.

Señor, abre nuestro corazón, abre nuestro ser a tu ser,

ábrenos a la Vida con el poder misterioso de tu Palabra.

Haznos escuchar, haznos comer y gustar este alimento del alma.

Envía, ahora, el buen fruto de tu Espíritu para que realice en nosotros lo que leamos

y meditemos sobre Ti. AMEN.

(Recuperada de: http://famvin.org/es/files/2009/05/lecdivinapas09-05.pdf).

http://famvin.org/es/files/2009/05/lecdivinapas09-05.pdf

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FIESTA DE NUESTRA SEÑORA DE LA ESTRELLA

La devoción a la Santísima Virgen María, en su advocación de Nuestra Señora de la Estrella, tiene su origen en el año 1060, en Montebourg, pe-queña población de Normandía, Francia, siendo el protagonista el monje Rogerio, quien habiéndose quedado dormido en la playa y al despertarse se vio solo y desconsolado y, lleno de fe y conformidad con la voluntad de Dios, puso su pena en sus manos, pidiendo en sus oraciones le orientara en su apostolado.

En respuesta a sus oraciones tuvo una revelación donde se le ordenaba que, en el lugar donde viera caer una estrella del cielo, estableciera su mo-rada y construyera ahí una capilla a la Santísima Virgen María. Sin perder tiempo y, ayudado por la caridad y fe de la gente de la población, inició pobremente los trabajos de una capilla que, a través del tiempo llegó a ser un gran santuario, adjunto a la Abadía, fundada por el monje Rogerio, cuyos monjes se multiplicaron y fue centro de numerosas peregrinaciones, que dieron a esta Iglesia y a la imagen de la Santísima Virgen, ahí venerada, el nombre de Nuestra Señora de la Estrella.

En el curso de los siglos Normandía se ve asediada por guerras que destruyen la Iglesia y la Abadía, pasando por etapas de abandono y des-trucción así como también de resurgimiento y nueva destrucción, hasta que en 1844 aún en ruinas es entregada a los Hermanos de las Escuelas Cristinas de la Misericordia, para su reconstrucción y centro de apostolado. Esta con-gregación, en 1935, a punto de extinguirse, solicita su adhesión a la congre-gación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, fundada por San Juan Bautista De la Salle, cuyas reglas seguían también ellos.

A partir de 1938 la congregación Lasallista recibe a los Hermanos de las Escuelas Cristianas de la Misericordia y, con esta incorporación el Instituto de San Juan Bautista De La Salle toma a su cargo la Abadía y el Santuario y, desde entonces, vela por la conservación y difusión de la veneración y el culto a Nuestra Señora de la Estrella.

En 1960, noveno centenario de la fundación de la Abadía, se lle-vó a cabo la solemne coronación pontificia de Nuestra Sra. de la Es-trella, cuyas coronas obsequiaron los colegios de México, declarándo-

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la REINA, MADRE Y PATRONA UNIVERSAL DE LAS ESCUELAS CRISTIANAS. Los Hermanos Lasallistas consideran este santuario y la imagen de Nuestra Señora de la Estrella como un tesoro de familia y, es una coincidencia pro-videncial que este hecho tenga relación con el signo oficial del Instituto: la estrella, signo del espíritu de fe que lo anima (Recuperado de: http://www.lasalle.org.co/tag/nuestra-senora-de-la-estrella/).

Acción: Me comprometo a brindarle un flerte abazo y mi mamá y a orar por ella.


Pregunta guía: ¿Cómo manifiesto el amor a los que me ro-dean?




“En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor. Si guar-dáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Os he dicho esto, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea colmado. »Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, por-que todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de modo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda. Lo que os mando es que os améis los unos a los otros”.

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Palabra del Señor.



• ¿Con quién estaba hablando Jesús? • ¿Cuál es la palabra que más se repite en el texto? • ¿Cuál es el nuevo mandamiento que nos propone Jesús?


Jesús les está hablando a sus discípulos. Sus amigos, quienes lo han se-guido en su proyecto de construir un mundo mejor llamado Reino de Dios. Ahora Él nos propone una relación más íntima en este camino de conver-tirnos en discípulos. Jesús empieza proponiéndonos que tenemos un Dios Padre que nos ama y por eso Él también ama a los que son sus discípulos. Pero no solo basta con que Dios nos ame, Jesús propone una condición inmediata a este amor: “Permanecer”. Los que permanezcan en el amor de Dios es decir, construyan el Reino de Dios viviendo la justicia con los de-más, pueden ser llamados verdaderos amigos de Jesús. Por lo anterior, la condición de amistad con Jesús cambia la que vivimos a diario. Ser amigo significa ahora ser servidor de los demás ayudándolos a descubrir a Jesús y dar a conocer a un Dios Padre amoroso que exige una vida diferente. Ser amigo de Jesús es sentirse elegido y llamado por Él para que demos frutos en cada una de nuestras acciones. Al despertar, al compartir con otros, al ir a clase, cuando jugamos con nuestros amigos, durante todo el día. Por eso el mandamiento de Jesús es que nos amemos unos a los otros como Él nos ha amado.


¿A quién consideramos amigo? ¿Qué condiciones se necesitan para considerar a una persona amiga?

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La amistad es una de las palabras que hoy por hoy tiene un gran valor para todos pero en muchos casos carece de profundidad y contenido. Las redes sociales como FaceBook han colocado esta palabra sin condiciones haciendo amigos a todas las personas conocidas y sin conocer, compar-tiendo perfiles, fotos y comentarios. Ser amigo pasa dentro del plano afectivo a una simple compañía, a un like en una foto, a compartir una publicación, a un simple me gusta. Jesús en este evangelio nos propone preguntarnos y descubrir el verdadero sentido de la amistad. Una amistad incondicional que nos hace decir: amo al otro hasta el extremo, hasta el punto de no va-cilar si es necesario, de dar la vida por él. ¿Cuántos amigos aparte de Jesús tenemos que cumplan esta condición? ¿Cómo manifiesto el amor a los que me rodean?


¡Alabad, siervos de Yahvé, alabad el nombre de Yahvé!

¡Bendito el nombre de Yahvé, desde ahora y por siempre! (Sal 113,1-2).

Viernes, 15 de mayo: Fiesta de San Juan Bautista De La Salle.

DÍA DE SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE

Del santo Evangelio según san Mateo Mt 18, 1-5


En ese momento los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: ¿Quién es el más importante en el reino de los cielos? Él llamó a un niño y lo puso en medio de ellos. Y les dijo: —Les aseguro que a menos que ustedes cambien y se vuelvan como niños, no entrarán en el reino de los cielos. Por tanto, el que se humilla como este niño será el más grande en el reino de los cielos». Y el que recibe en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí ().

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Palabra del Señor.



• ¿Quiénes se acercaron a Jesús y qué le preguntaron? • ¿A quién puso Jesús en el medio de sus discípulos como ejemplo

para responder la pregunta? • ¿Qué dice Jesús sobre el volverse niño?

Lectura

En este día tan especial para los lasallistas el evangelio nos propone a un niño, como tú, en el centro del relato. Son ahora los discípulos, los amigos de Jesús quienes han escuchado sus enseñanzas los que le preguntan a Él. Dentro de las preguntas que todos los seres humanos nos hacemos está la que nos hacemos sobre si yo me siento y soy importante para los otros. Esta pregunta va dirigida sobre quién tiene más poder en el reino que Jesús anuncia.

En un reino sabemos que el que tiene el poder es un rey. Pero Jesús cam-bia esta lógica. Coloca a un niño como primero en el Reino. Un niño que refleja la nobleza, la ternura, la sencillez y la humildad. Y agrega, todo aquel que se haga niño será el más grande en el Reino de los Cielos, en el Reino de Jesús. Por eso ser niños significa que estamos en el centro del Reino de Dios.

Meditación

¿Me siento niño o niña centro del Reino de Jesús? ¿Siento que Dios se preocupa por mí? Como niño o niña ¿me siento parte de la construcción del proyecto de Jesús?. Nosotros como niños y niñas tenemos una misión privile-giada en el Reino de Dios que Jesús anuncia. Somos parte del proyecto de Jesús llamado Reino de Dios, y tenemos como misión recordarle al mundo la humildad, sencillez y ternura que todos debemos tener. Que el poder no lo es todo. Que en el Reino que Jesús quiere instaurar los primeros puestos les pertenecen a los que más necesitan de ayuda y cuidado. ¿Ya usted está ayudando a construir el Reino que Jesús quiere?

Oración

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Hoy a ejemplo de san Juan Bautista De La Salle que entendió la misión de educar a los niños y jóvenes por el camino de la verdad, porque son centro en el Reino de Dios, enseñándoles a conocer más a Jesús mediante la catequesis, ayúdanos a nosotros a ser ángeles de la guarda de aquellos niños y niñas que sufren a causa de la pobreza y la desigualdad. Amén

Contemplación

San Juan Bautista nos enseñó que mediante la excelente educación de los niños y jóvenes podemos construir el Reino que Jesús quiere.

Acción: Me comprometo a ayudar a un amiguito o amiguita del salón compartiéndole unas onces, ayudándole en alguna tarea que no entienda o diciéndole alguna virtud por la que sobresalga.

7ª Semana – Ascensión del Señor18 - 22 mayo

Pregunta guía: ¿Qué acciones realizo para acercarme al otro?


Del santo Evangelio según san Juan Mc 16, 15-20.


“En aquel tiempo, Jesús se apareció a los once y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará. Estas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien».

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Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios. Ellos salieron a predicar por todas partes, colabo-rando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban”.

Palabra del Señor.



• ¿Qué dijo Jesús a sus discípulos? • ¿Qué señales tendrán los que crean en Jesús? • ¿Qué pasa con Jesús luego de encomendar la misión a sus

discípulos? • ¿Qué ocurrió con los once [discípulos] después de que se

marchara Jesús?


Imaginemos la siguiente escena. Después de su resurrección, Jesús está reunido con sus discípulos compartiendo en la mesa, le queda poco tiem-po y necesita pedirles un favor, en otras palabras, encomendarles una gran misión, porque el Padre Dios lo llamará a que se siente a su derecha. Les quiere encargar que continúen lo que Él ha iniciado: «anunciar el Evangelio (la buena noticia que trae la felicidad a todo el mundo)»

Para lograr esto, los discípulos reciben algunas señales de Jesús: expul-sarán demonios (aquello que aleja del amor de Dios), hablarán en lenguas, agarrarán serpientes con la manos (es decir, utilizar lo que Dios nos da para cosas buenas. Las manos para solucionar, no para golpear y acabar con el otro) y, por último, sanarán enfermos (no sólo de enfermedades físicas sino también a aquellos que están faltos de la alegría que no les permite sonreír).

Después de Jesús encomendar la misión, el Padre Dios se lo lleva al cielo y, ¡los discípulos de repente se quedaron solos en la mesa! y no creas que se quedaron tristes porque Jesús se fue, al contrario, quedaron muy alegres porque ya sabían lo que tenían que hacer; además sabían que Jesús esta-ba a su lado.

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¡Ah! y antes de terminar te cuento que hoy se celebra la fiesta del Hno. Rafael Rafiringa un Hermano de La Salle que es beato. Nació en Mada-gascar en 1856 y murió en 1919, su ejemplo también nos puede ayudar a entender el Evangelio porque te cuento que cuando tenía 20 años se com-prometió fielmente con la religión cristiana y a los 23 se formó como Herma-no de La Salle, 4 años después de esto expulsaron a todos los sacerdotes y religiosos que no eran de Madagascar y él se tuvo que hacer cargo de los católicos de toda la isla, y aunque no había ni sacerdotes ni religiosos que lo ayudarán en esta misión nunca se sintió solo porque leyó el Evangelio de la ascensión de Jesús y sabía que era él quien le colaboraba en esta gran misión.


El Evangelio que estamos reflexionando estos días nos hace algunas invitaciones, entre ellas quiero destacar dos. La primera reconocer a Jesús que se entregó por mi felicidad. Él se entregó por ti y por esa razón estas hoy respirando el aire de la creación de Él y compartiendo con otros que debes considerar como Hermanos en Dios.

La segunda invitación es que te sientas enviado por Dios a tener buenas relaciones con tus amigos, familiares y demás personas; a alegrar a aquellos que están tristes, a solucionar los problemas o dificultades que puedas tener e incluso acompañar a los que están enfermos para que se sanen. Para ello, Dios te da unas señales así como los apóstoles: un par de brazos para abra-zar, un par de manos para levantar, un par de oídos para saber escuchar, y una lengua para hablar con cariño; así que

Siguiendo el evangelio de esta semana siéntete enviado y comunica a los demás la alegría de ser un hijo de Dios. Siempre intenta actuar como si fueras otro “Jesusito” que vive siempre en función de ser feliz y hacer felices a otros.

• ¿Me siento amado por Dios y le hablo como un hijo le habla a su Padre?

• ¿Qué cosas hablo con Él? • ¿Con qué acciones demuestro a los demás que Dios me ama y

que por tanto yo los amo a ellos?

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Señor Jesús, enséñame a ver con tus ojos para mirar las virtudes de mis hermanos,

a tocar con tus manos para demostrar tu amor a los demás,

a escuchar con tus oídos para darle importancia a las palabras de mis hermanos

y a amar con tu corazón para compartir la vida con mi hermano

Amén.


Señor, muéstranos las personas que nos encontraremos en nuestro cami-no de vida y que necesitarán una palabra tuya por medio de mi testimonio.

Acción: Durante los días siguientes oraré para que Dios se haga presen-te en mi vida, me ayude a hablar con mis amigos, a crecer en fraternidad con ellos, resolver los problemas que pueda tener y les darles una muestra sincera de cariño.

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8ª Semana - Pentecostés25 - 29 mayo

Pregunta guía: ¿Qué dones comparto con los que me rodean?




“Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los dis-cípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros». Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor. Jesús les dijo otra vez: «La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío». Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos”.

Palabra del Señor.



• ¿Cuándo ocurre el relato? ¿En qué momento del día (Mañana/Tarde/Noche)?

• ¿En dónde se encontraban los discípulos? • ¿Por qué los discípulos tenían miedo? • ¿Quién se apareció ante ellos y qué fue lo que dijo? • ¿Qué expresión de Jesús se repite en el texto? • ¿Qué es lo que les entrega Jesús a sus discípulos?

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Jesús ha resucitado, ha vuelto a la vida. María Magdalena y Pedro se han encontrado con él, lo han visto y transmitido el mensaje a todos los de-más. Es aquí donde inicia el texto del Evangelio. El primer día de la semana (el domingo) al anochecer, se encontraban todos los discípulos reunidos. Estaban aterrados de las autoridades judías, la verdad no sabían qué hacer. A pesar de que María y Pedro les habían comunicado el mensaje de Jesús resucitado, ellos no estaban seguros de lo que oían. Por eso aún tenían miedo y seguían con las puertas cerradas. Recordemos que estas son imá-genes que evidencian que los discípulos aún no reconocen la resurrección de Jesús.

Pero aún con esas actitudes, Jesús se presentó en medio de ellos. Fue su espíritu el que se apareció y les mostró las manos y el costado. Allí supieron que en verdad era él. Y no sólo su presencia los alegró, sino que sus palabras los reconfortaron: “La paz con vosotros”. En el Evangelio, este saludo recuer-da el deseo de que la otra persona tenga paz interior, felicidad, salud; en sí, que viva bien. Además, su saludo traía consigo una misión. Es por eso que dice: “Como el Padre me envió, también yo os envío”. Desde ese momento se les encomendó una tarea que venía preparándose desde hace mucho: comunicar la justicia, el amor y la misericordia de Dios a todos los pueblos.

Sin embargo, con las actitudes de miedo e inseguridad nunca lo logra-rían. Es por esto que, en la parte final del relato, les envía su Espíritu. Y es pre-cisamente este momento el que nos recuerda la fiesta que celebramos este domingo: Pentecostés. Este día se celebra 50 días después de la resurrección de Jesús. En él todos los cristianos conmemoramos la donación del Espíritu Santo. En la Biblia, el Espíritu se representa de diversas formas: el aire, el agua, el viento; pero la más común es en forma de paloma. Al igual que en el libro de los Hechos de los Apóstoles (Hch 2, 1-21), el Evangelio leído nos recuerda cómo Jesús envía su Espíritu a los discípulos; sopla sobre ellos, para que así reciban esa fuerza, ese impulso vital que los llevará a cumplir totalmente con su misión. Así, la comunidad de los discípulos es presentada como el nuevo pueblo de Dios, lleno de su espíritu, que da testimonio de Jesús. De ahí que Pentecostés sea también considerada como la fiesta de nacimiento de la Iglesia.

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Amigos, hoy el texto del Evangelio nos tiene una sola invitación: Debe-mos dejarnos invadir por el Espíritu Santo. Hoy estamos llamados a vivir nues-tro propio Pentecostés. Si dejamos que el Espíritu entre en nuestro corazón, descubriremos que la fuente de todo lo que hacemos es el amor de Dios. Una persona que tiene el Espíritu Santo es alegre, cercana, amigable, diver-tida, atenta, servicial y fraterna. Le gusta ayudar a los demás, respeta a sus amigos y en especial a su familia. Cuando abramos las puertas de nuestro corazón y dejemos que Dios habite en nosotros, seremos capaces de ver que lo importante no es comprar el celular último modelo o la ropa de me-jor marca o hacerse el peinado del futbolista favorito; lo verdaderamente importante será entregar todo lo que soy, todos mis dones a los demás, y descubrir que la alegría y la sencillez que comunico me ayudan a llevar a cabo esa tarea que Jesús me ha dejado: Vivir alegre, alcanzar la felicidad y ser hermano de todo ser humano sin excepción alguna. Es por esto que hoy debemos ser niños que reciban alegremente y con disposición al Espíritu Santo. (Ulibarri, F. (2005). Conocer, gustar y vivir la Palabra. Sugerencias para orar con el Evangelio. Ciclo A. Navarra: Verbo Divino).

¿Qué dones comparto con los que me rodean? ¿Cuáles son las situaciones, personas o cosas que me provocan miedo? ¿De qué manera siento que el Espíritu de Dios está conmigo?


Secuencia al Espíritu Santo

Ven Espíritu Santo, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del Pobre, don en tus dones espléndido.

Luz que conoces los corazones, origen de todos nuestros anhelos. Ven dulce habitante del alma, descanso de nuestro esfuerzo. Por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su recompensa.

Salva al que quiere salvarse, y danos tu alegría eterna.

Amén.

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Señor, que tú Espíritu llene nuestro corazón, para ser verdaderamente testimonio de tu amor.

Acción: Durante los próximos días busco a tres amigos. Al saludarme con ellos les diré: “La paz sea contigo” y les daré un abrazo; esto como sím-bolo de que comunico el Espíritu que el Señor me ha dado a los demás, para recordarles que Dios está con ellos.

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9ª Semana – Santísima Trinidad1 - 5 junio

Pregunta guía: ¿Cuánto tiempo dedico para estar con mis se-res queridos?

Lunes, 1 de junio: Proclamación, nuestro corazón está atento a la voz que clama…

Del santo Evangelio según san Mateo Mt 28, 16-20.


“En aquel tiempo, los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Y al verle le adoraron; algunos sin embargo duda-ron. Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizán-dolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”.

Palabra del Señor.



• ¿Cuánto tiempo dedico para estar con mis seres queridos? • ¿Estoy dispuesto a seguir el llamado de Jesús? • ¿Permito que la presencia de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo

orienten mi vida?

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Martes, 2 de junio: Lectura, nos adentramos al texto bíblico reconociendo…

Caminar en la presencia de Dios es la única forma de vivir la vida a plenitud, seguir las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo es la manera de dar testimonio y al dejamos iluminar por la presencia del Espíritu Santo, ha-llaremos la fortaleza para llevar a los demás el mensaje de amor y salvación de Dios.

Aunque los discípulos dudaron de la presencia de Jesús resucitado, se dieron cuenta de la dulzura y majestuosidad de sus palabras, pudieron re-conocer esa presencia salvadora y glorificante de Jesucristo, lo adoraron y lo escucharon, emprendiendo un camino liberador, guiados por el poder de Jesucristo, y fortalecidos por el Espíritu Santo, asumieron lo que Jesús les había mandado, comprometidos con labor de acercar más almas a Dios por medio del bautismo.

Pero no es un bautismo que se queda solamente en el agua, no es un bautismo que se queda en ceremonias, es una bautismo que nos alimenta, que nos da fuerza, nos renueva y alimenta, aquel que nos conduce por un camino de salvación y de compromiso, así como el compromiso asumido por los apóstoles, quienes fueron por el mundo bautizando en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, convirtiendo más almas a la verdadera fe, la fe que es orientada por el amor de Dios.

Miércoles, 3 de junio: Meditación, aplicamos el texto bíblico a nuestra vida.

De la misma forma en que los discípulos se encontraron con Jesús y siguieron sus indicaciones, así nosotros estamos llamados a dejarnos en-contrar por Él, estamos llamados a no permitir que su obra muera en nuestra sociedad, pues cada vez es más difícil entender la voluntad de Dios y no es difícil entenderla por su dificultad sino que es difícil porque nuestros sentidos han perdido su dirección y están siendo utilizados en otros propósitos quizás superficiales y vacíos, que dejan alegrías pasajeras y no el gozo verdadero del amor de Dios

“Id y haced discípulos a todas las gentes; nos dice Jesús” así que cami-nemos llevando el mensaje, el bautizo, permitamos que la gracia de Dios legue a todos los pueblos, seamos multiplicadores del amor y las bendicio-nes de Dios.

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Jueves, 4 de junio: Oración, nuestro corazón proclama…

Señor Jesús, hoy quiero estar a tu lado, de tu amor yo quiero llenarme,

para glorificarte siempre y abriéndote mi corazón.

Quiero alimentarme de tu palabra, de esa misericordia que nunca se acaba,

para ser iluminado por El Espíritu Santo y así ser cada día mejor.

Señor Jesús, quiero estar en tu gracia y así poder llevar tu palabra, a este mundo que nunca descansa y que se aleja de tu amor.

Quiero seguir alabándote glorificando tu nombre Señor y caminar de tu mano, para ser cada día mejor.

Viernes, 5 de junio: Contemplación, nuestro corazón se compromete...

Medito el siguiente versículo: “he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”

Acción: me comprometo a realizar una buena acción por alguna per-sona que lo necesite.

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10ª Semana – El Cuerpo y la Sangre de Cristo8 - 12 junio

Pregunta guía: ¿Qué momentos comparto con mi familia?


Del santo Evangelio según san Marcos Mc 14,12-16.22-26.


“El primer día de los Ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dicen sus discípulos: « ¿Dónde quieres que vayamos a hacer los prepa-rativos para que comas el cordero de Pascua?». Entonces, envía a dos de sus discípulos y les dice: «Id a la ciudad; os saldrá al encuentro un hombre llevando un cántaro de agua; seguidle y allí donde entre, decid al dueño de la casa: ‘El Maestro dice: ¿Dónde está mi sala, donde pueda comer la Pascua con mis discípulos?’. Él os enseñará en el piso superior una sala gran-de, ya dispuesta y preparada; haced allí los preparativos para nosotros». Los discípulos salieron, llegaron a la ciudad, lo encontraron tal como les había dicho, y prepararon la Pascua.

Y mientras estaban comiendo, tomó pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio y dijo: «Tomad, éste es mi cuerpo». Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio, y bebieron todos de ella. Y les dijo: «Ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos. Yo os aseguro que ya no beberé del pro-ducto de la vid hasta el día en que lo beba de nuevo en el Reino de Dios».

Y cantados los himnos, salieron hacia el monte de los Olivos”.

Palabra del Señor.


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• ¿Con quiénes comparte Jesús la última cena pascual? • ¿Qué momentos comparto con mi familia? • ¿Qué celebración nos recuerda la entrega de cuerpo y de la

sangre de Cristo?


El pasaje de Marcos (Mc 14,12-16.22-26) lleva al lector a observar todas las indicaciones para la celebración de la última cena de Jesucristo con sus discípulos, se hace el recorrido del compartir de los discípulos con su maestro.

Una de las cosas que se puede observar es el énfasis por la prepara-ción y es importante resaltar los personajes con quienes se quiere vivir esta experiencia salvadora de nuestro señor Jesucristo.

En caso de la eucaristía parroquial los elementos del pasaje evangélico no cambian sustancialmente; Como primero, es necesario que el cristiano tenga una disposición adecuada para la cena del señor, como segundo, están los invitados especiales; en este caso los amigos de Jesús. Es impor-tante recordar esos dos elementos para nuestra vida, y también tener una disposición para preparar el corazón para acoger a nuestros hermanos de la sociedad actual y, como segunda, estar dispuesto a donarse en cuerpo y alma al prójimo, con sentimientos de fraternidad, amor, unidad y servicio.

Durante el desarrollo de la cena se presentan dos elementos maravi-llosos para construir comunidad: el primero, una relación cercana donde se bendice a los presentes, se les agradece su compañía y finalmente, el principal de la mesa, se entrega totalmente a sus amigos. Los frutos de este encuentro no pueden ser otros que una renovación del espíritu, donde todos salen alegres con la disposición de dar su vida por el Reino de Dios que se muestra en el amor y servicio.

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El lema de esta semana dice “Superar distancias es cuidar de mi familia”, en el texto del evangelio observamos una escena familiar ya que Jesucristo lo decía (“¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?” y mirando a los que estaban sentados a su alrededor, dijo: “Estos son mi madre y mis hermanos. Porque todo el que hace la voluntad de Dios es hermano mío y hermana y madre.”) Todo el que hace el designio de Dios es de la familia de Jesucristo, es su hermano.

Al hacer una revisión consciente de las relaciones familiares, encontra-mos algunos roces, mal entendidos, disgustos, envidias, falta de tolerancia y perdón; el evangelio nos invita a entregarnos y a ofrecernos para salvar a nuestra familia, ya que el amor requiere de sacrificios para alcanzar la comunión.

Los discípulos, los amigos, sus hermanos no eran perfectos, pero Jesucris-to por amor a ellos y a la humanidad se entrega en cuerpo y sangre; el amor de los miembros de una familia debe buscar cuáles son las situaciones de conflicto que se presentan, las fallas en la unidad y felicidad para ir solucio-nando y reconciliándose desde el perdón misericordioso.

En la familia, al igual que la comunidad formada por los apóstoles, se deben privilegiar esos espacios que construyen la unidad, como son los momentos de celebraciones especiales, el tomar los alimentos juntos, mo-mentos de diálogo y ocio de la vida diaria.

La clave para construir comunidad a ejemplo de Jesús y de sus discí-pulos es una buena preparación a los momentos de compartir y tener esa disposición de sacrificio y servicio por el otro a pesar de que se presenten caídas, negaciones y traición por parte de los seres más queridos, ya que hay momentos en que somos como Judas, vendemos y traicionamos a quie-nes hemos compartido la vida.

Reflexión: ¿Cuáles son los elementos para trabajar en la unidad y com-partir familiar?

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En oración personal, solicitarle a Jesucristo para que te ayude a tener un espíritu de servicio y entrega.

Alma de Cristo

Alma de Cristo, santifícame.

Cuerpo de Cristo, sálvame.

Sangre de Cristo, embriágame.

Agua del costado de Cristo, lávame.

Pasión de Cristo, confórtame.

¡Oh, buen Jesús!, óyeme.

Dentro de tus llagas, escóndeme.

No permitas que me aparte de Ti.

Del maligno enemigo, defiéndeme.

En la hora de mi muerte, llámame.

Y mándame ir a Ti.

Para que con tus santos te alabe.

Por los siglos de los siglos.

Amén

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Medito el siguiente versículo: “Tomó pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio y dijo: «Tomad, este es mi cuerpo»”

Acción: Cada familia es como un cuerpo, en la sagrada escritura (San Pablo le dice a los Romanos: Miren cuántas partes tiene nuestro cuerpo, y es uno, aunque las distintas partes no desempeñan la misma función. Así también nosotros formamos un solo cuerpo en Cristo. Dependemos unos de otros y tenemos carismas diferentes según el don que hemos recibido) quienes la conforman una pequeña o gran familia deben aportar para la unidad, felicidad, entrega desinteresada, el servicio y el amor. Por eso me compromete en una acción a favor de mi familia.


Pregunta guía: ¿Qué valores cultivo en mi familia?




“En aquel tiempo, Jesús decía a la gente: «El Reino de Dios es como un hombre que echa el grano en la tierra; duerma o se levante, de noche o de día, el grano brota y crece, sin que él sepa cómo. La tierra da el fruto por sí misma; primero hierba, luego espiga, después trigo abundante en la espiga. Y cuando el fruto lo admite, en seguida se le mete la hoz, porque ha llegado la siega».

Decía también: «¿Con qué compararemos el Reino de Dios o con qué parábola lo expondremos? Es como un grano de mostaza que, cuando se

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siembra en la tierra, es más pequeña que cualquier semilla que se siembra en la tierra; pero una vez sembrada, crece y se hace mayor que todas las hortalizas y echa ramas tan grandes que las aves del cielo anidan a su sombra». Y les anunciaba la Palabra con muchas parábolas como éstas, según podían entenderle; no les hablaba sin parábolas; pero a sus propios discípulos se lo explicaba todo en privado”.

Palabra del Señor.



• ¿Qué valores cultivo en mi familia? • ¿Cuál es el propósito de Dios para mí y mi familia? • ¿Qué cosas debo hacer para ser digno del amor de Dios? • ¿Qué acciones debo realizar para sembrar amor, que crezca y

dé frutos?


Las parábolas que Dios usaba con el pueblo eran con el propósito de llevarlos a entender la importancia de prepararse para ser esas personas, no solo de bien, sino dignas de experimentar y vivir el amor de Dios. Sin em-bargo, a sus discípulos se las enseñaba en privado, entendiendo que ellos debían estar preparados no solo para ser dignos de experimentar ese amor, sino que ellos debían llegar a otros y enseñarles a vivir de la forma como Dios desea que vivamos.


Los árboles que dan buenos frutos son aquellos que están plantados cerca del agua y que reciben el sol y la sombra de manera adecuada, porque así reciben lo necesario para crecer fuertes, con raíces sólidas y ra-mas fortalecidas para que el fruto pueda nacer. Así mismo, Dios quiere que vivamos plantados en su presencia para así poder hacer de nosotros esos árboles que dan frutos buenos a su tiempo.

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No importa cuáles sean las bases sobre las que estamos construyendo nuestras vidas, lo importante es entender que puedo cimentarme de tal ma-nera para recibir lo necesario y producir en mi vida las cosas que anhelo y hacerlas bien. Debemos entender que dar frutos depende de cómo cultive-mos el árbol, de lo que le demos para poder dar los mejores frutos.


Padre celestial reconozco que me cuesta buscar de ti, de las cosas o las personas que me enseñan los valores adecuados que debo cultivar para ser ese buen fruto y ser próspero en cada área de mi vida. Necesito que seas tú quien tome el control de mi vida, quien extienda su mano, me saque del lodo y me lleve a esa tierra fértil, tierra donde pueda cimentar la semilla, que es mi vida, y dar los frutos, que son mis valores, y ponerlos al servicio de mi familia y a quienes me lleves para impactar sus vidas. Amén.

Viernes, 19 de junio: FIESTA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS



En aquel tiempo, los judíos, como era el día de la Preparación, para que no quedasen los cuerpos en la cruz el sábado —porque aquel sábado era muy solemne— rogaron a Pilato que les quebraran las piernas y los retiraran. Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas del primero y del otro crucificado con Él.

Pero al llegar a Jesús, como lo vieron ya muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua. El que lo vio lo atestigua y su testimonio es válido, y él sabe que dice la verdad, para que también vosotros creáis. Y todo esto sucedió para que se cumpliera la Escritura: ‘No se le quebrará hueso alguno’. Y también otra Escritura dice: ‘Mirarán al que traspasaron.

Palabra del Señor.


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• ¿Qué significa Jesús en la cruz para mí? • ¿Conozco el verdadero sentido de la muerte de Jesús? • ¿Cuándo preparo una fiesta para celebrar, para quién la preparo,

para mí o para los invitados? • ¿Cuál es el sentido de celebrar?

Meditación

Jesús durante su vida, su agonía y su pasión nos ha conocido y amado a todos y a cada uno de nosotros, y se ha entregado por cada uno de no-sotros, el hijo de Dios me amó y se entregó a sí mismo por mí (Ga 2, 20) por tal motivo los judíos estaban equivocados al creer que preparaban una so-lemnidad para ellos, era la fiesta de la alegría de reencontrarnos con Jesús después de su muerte.

El escrito en las escrituras se cumplirá a través de la sangre derramada sin quebrantarse ni un hueso del hijo de Dios.

Oración

¡Oh corazón amadísimo de Jesús! Coronado por la santa cruz, árbol frondoso que se nutre con su sangre preciosísima, en unión de todos los santos y almas fervorosas que en todos los tiempos y lugares te han amado, te adoro, te amo con todo mi corazón aquí al pie de tu cruz, rocíame con tu preciosa sangre. Amén.

Contemplación

Corazón de mi amable Jesús, confío y confiaré siempre en tu bondad; y, por el corazón de tu madre, te pido que no desfallezca nunca esta confian-za en ti, a pesar de todas las contrariedades y de todas la pruebas que tú quisieras enviarme, para que habiendo sido mi consuelo en mi vida, seas mi refugio en la hora de la muerte y mi gloria para toda la eternidad.

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Pregunta guía: ¿De qué peligros cuido a mi familia?




“Un día, al atardecer, Jesús dijo a los discípulos: «Pasemos a la otra orilla». Despiden a la gente y le llevan en la barca, como estaba; e iban otras bar-cas con Él. En esto, se levantó una fuerte borrasca y las olas irrumpían en la barca, de suerte que ya se anegaba la barca. Él estaba en popa, durmien-do sobre un cabezal. Le despiertan y le dicen: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?». Él, habiéndose despertado, increpó al viento y dijo al mar: « ¡Calla, enmudece!». El viento se calmó y sobrevino una gran bonanza. Y les dijo: « ¿Por qué estáis con tanto miedo? ¿Cómo no tenéis fe?». Ellos se llena-ron de gran temor y se decían unos a otros: «Pues ¿quién es éste que hasta el viento y el mar le obedecen?”.

Palabra del Señor.



• ¿De qué peligros cuido a mi familia? • ¿Has experimentado en tu vida situaciones de peligro en las que

te sientes desfallecer, cuáles?• ¿Cuándo has estado en peligro, cómo has sentido la ayuda de

Jesús?

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En la tradición bíblica el mar siempre ha tenido un significado especial. En el mar se dan las situaciones de peligro, en él se encuentran las situacio-nes caóticas del mal, opuestas a Dios.

Jesús deja la orilla de Cafarnaum para pasar a la otra orilla, a la costa occidental del lago de Galilea. Es decir dejan el territorio seguro para ir a una tierra que necesitaba del anuncio de la Buena Nueva porque era paga-no. En medio de la travesía del mar se levanta una fuerte borrasca, como si las fuerzas del mal quisieran obstaculizar la difusión del evangelio del Reino de Dios.

En este relato de la tempestad encontramos una catequesis sobre la fe del discípulo y la identidad de Jesús. El relato busca ante todo la búsqueda de la madurez de la experiencia de fe que le permita encontrar paz y sere-nidad incluso en los momentos en los que Dios parece estar ausente.

Jesús es presentado como un ser humano con esencia divina, a quien el viento y el mar le obedecen, dado que en la tradición bíblica estos dos ele-mentos, junto con los rayos y los truenos, están siempre a las órdenes de Dios.


Nosotros al igual que los discípulos a veces vivimos situaciones extremas de peligros, en las que sentimos que Jesús duerme profundamente. Muchas veces nos preguntamos ¿Cómo puede estar tan tranquilo y nosotros viviendo tantas angustias? ¡Vivimos situaciones de angustia diariamente, problemas en casa, con los compañeros, con nuestros papitos, malas notas a pesar del esfuerzo diario! Y no entendemos el silencio de papito Dios. La reacción de Jesús en estos momentos nos puede parecer inadecuada. No busca calmar o animar a los discípulos, por el contrario reciben una fuerte interpelación: ¿Por qué estáis con tanto miedo? ¿Cómo no tenéis fe?. Se trata de una crisis de fe personal y comunitaria. ¿Será que nosotros también estamos llenos de miedos que no nos dejan reconocer a Jesús como nuestro acompañante y salvador?. En la dificultad, en la prueba es que se aprende a ser auténtico discípulo de Jesús.

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Crea en mí, oh Dios, un corazón puro, renueva en mi interior

un espíritu firme; no me rechaces lejos de tu rostro, no retires de mí tu santo espíritu.

(Sal 51,12-13)


Medito el versículo: “¿Por qué estáis con tanto miedo? ¿Cómo no tenéis fe?”.

Acción: Me comprometo a hablar con mis papás sobre los valores de mi familia.

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13ª Semana del Tiempo Ordinario29 junio – 3 julio

Pregunta guía: ¿Quiénes necesitan ser tocados por mí?




“En aquel tiempo, Jesús pasó de nuevo en la barca a la otra orilla y se aglomeró junto a Él mucha gente; Él estaba a la orilla del mar. Llega uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verle, cae a sus pies, y le suplica con insistencia diciendo: «Mi hija está a punto de morir; ven, impón tus ma-nos sobre ella, para que se salve y viva». Y se fue con él. Le seguía un gran gentío que le oprimía.

Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, y que había sufrido mucho con muchos médicos y había gastado todos sus bienes sin provecho alguno, antes bien, yendo a peor, habiendo oído lo que se decía de Jesús, se acercó por detrás entre la gente y tocó su manto. Pues decía: «Si logro tocar aunque sólo sea sus vestidos, me salvaré». Inmediatamente se le secó la fuente de sangre y sintió en su cuerpo que quedaba sana del mal. Al instante, Jesús, dándose cuenta de la fuerza que había salido de Él, se volvió entre la gente y decía: « ¿Quién me ha tocado los vestidos?». Sus discípulos le contestaron: «Estás viendo que la gente te oprime y preguntas: ‘¿Quién me ha tocado?’». Pero Él miraba a su alrededor para descubrir a la que lo había hecho. Entonces, la mujer, viendo lo que le había sucedido, se acercó atemorizada y temblorosa, se postró ante Él y le contó toda la verdad. Él le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda curada de tu enfermedad».

Mientras estaba hablando llegan de la casa del jefe de la sinagoga unos diciendo: «Tu hija ha muerto; ¿a qué molestar ya al Maestro?». Jesús que oyó lo que habían dicho, dice al jefe de la sinagoga: «No temas; so-lamente ten fe». Y no permitió que nadie le acompañara, a no ser Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegan a la casa del jefe de la

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sinagoga y observa el alboroto, unos que lloraban y otros que daban gran-des alaridos. Entra y les dice: « ¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no ha muerto; está dormida». Y se burlaban de Él. Pero Él después de echar fuera a todos, toma consigo al padre de la niña, a la madre y a los suyos, y entra donde estaba la niña. Y tomando la mano de la niña, le dice: «Talitá kum», que quiere decir: «Muchacha, a ti te digo, levántate». La muchacha se levan-tó al instante y se puso a andar, pues tenía doce años. Quedaron fuera de sí, llenos de estupor. Y les insistió mucho en que nadie lo supiera; y les dijo que le dieran a ella de comer”.

Palabra del Señor.



• ¿Quién se le acercó a Jesús? ¿Qué hizo delante de Él? ¿Qué le pidió a Jesús? ¿Qué respuesta dio Jesús a Jairo? ¿Qué hizo la multitud con Jesús? En el camino hacia la casa de Jairo, ¿qué mujer se le acercó a Jesús? ¿Por qué acudió a Él? ¿Qué hizo para curarse? ¿Cómo ocurrió el encuentro entre ella y Jesús? Estando todavía en el camino, ¿qué le vinieron a avisar a Jairo? ¿Qué dijo Jesús al jefe de la sinagoga? ¿Qué dijo Jesús en la casa de Jairo a la gente que lloraba por la muerte de la niña? ¿Le creían a Jesús? ¿Qué hizo Jesús con la niña? ¿Qué le dijo? ¿Qué mandó Jesús que le dieran a la niña?


Jesús se manifiesta ante nosotros como un enviado poderoso de Dios que cura las enfermedades, que comprende el dolor y el sufrimiento, que es capaz hasta de darle la vuelta a las situaciones más críticas, en las que toda apariencia nos indica que no hay solución.

La mujer sufría desde hacía años a pesar de los intentos humanos de curación; el sufrimiento del cuerpo se había convertido en pobreza; la enfer-medad, además, la hacía impura según la ley judía, de forma que no podía acceder a la relación con Dios que se establecía en los sacrificios y en las

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oraciones del Templo. El dolor de esta mujer abarca todo el ser, toda la vida, y, aparentemente, no tiene solución.

La hija de Jairo, por su parte, pasa de estar muy enferma cuando su padre acude a Jesús a fallecer durante el trayecto que les separaba de la casa. Ya se ha empezado a organizar el funeral con los lloros y lamen-taciones que se hacían a gritos según la costumbre oriental. Pero parecen lamentos falsos, ya que apenas una línea después los mismos que lloraban se burlan de Jesús («se reían de él», dicen algunas traducciones). Sólo Jesús parece conocer qué sucede en realidad, él se acerca a la niña con la úni-ca compañía de sus tres discípulos y sus padres y realiza el milagro con la mayor sencillez y naturalidad posible: la coge de la mano y le ordena que se levante.

En el centro de este doble relato se encuentra la clave: «Hija, tu fe te ha curado», «no temas; basta que tengas fe». (Recuperado de http://www.bi-bliayvida.com/).

Miércoles, 1 de julio: Meditación, aplicamos el texto bíblico a nuestra vida.

¿En qué consiste esta fe? Es la pregunta que Marcos nos lanza hoy, y que no mostrará hasta el final del evangelio. La fe que Jesús pide es estar dispuesto a seguirle, a aceptar su mensaje entero, que comienza por aceptar que Dios nos ama plenamente, aunque más adelante descubriremos que incluye la entrega, por amor, de la propia vida. Para seguir a Jesús de verdad hay que ponerse al servicio, como hizo él; hay que reconocerlo vivo y presente en nuestra vida cotidiana, hay que calzarse sus sandalias y andar por sus caminos de donación y servicio. (Recuperado de http://www.bibliayvida.com/). ¿De qué “tamaño” es mi fe?, ¿cuáles son las obras que he hecho por fe?

Jueves, 2 de julio: Oración, nuestro corazón proclama… En este día es importante que recordemos el texto de Marcos que desde

el lunes venimos reflexionando. Hagamos un momento de silencio y pen-semos en los personajes y en las acciones de cada uno de ellos: Jesús, la mujer enferma, Jairo, la hija de Jairo, los discípulos, la gente…

http://www.bibliayvida.com/

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Ahora digamos juntos: Señor Jesús, Tú eres la vida. Hoy me presento ante ti, con mucha fe. Te agradezco por la vida que cada día me regalas. Mírame con mucho amor y sana mi corazón de las tristezas, de los dolores que por alguna razón he ido experimentando en mi interior. Permite que este y todos los días de mi vida estén llenos de tu bendición. Amén.

Viernes, 3 de julio: Contemplación, nuestro corazón se compromete...

Medito en una de estas frases: “Levántate… no temas… ten fe” o “Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda curada de tu enfermedad”.

Acción: De común acuerdo con los niños establecemos una acción posible de realizar en beneficio de uno de nuestros compañeros de clase.


Pregunta guía: ¿A quiénes rechazo?

Lunes, 6 de julio: Proclamación, nuestro corazón está atento a la voz que clama…

Del santo Evangelio según san Marcos Mc 6. 1-6.


“En aquel tiempo, Jesús fue a su patria, y sus discípulos le seguían. Cuan-do llegó el sábado se puso a enseñar en la sinagoga. La multitud, al oírle, quedaba maravillada, y decía: « ¿De dónde le viene esto? y ¿qué sabiduría es ésta que le ha sido dada? ¿Y esos milagros hechos por sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿Y no están sus hermanas aquí entre nosotros?». Y se escandalizaban a causa de Él. Jesús les dijo: «Un profeta sólo en su patria, entre sus parientes

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y en su casa carece de prestigio». Y no podía hacer allí ningún milagro, a ex-cepción de unos pocos enfermos a quienes curó imponiéndoles las manos. Y se extrañó de su falta de fe”.

Palabra del Señor.



• ¿Sabes cuál es el motivo para que la actitud de los habitantes de las diferentes orillas sean tan diferente?

• ¿Por qué serán tan diferentes si están solo a unos metros de distancia?

• Las personas que habían vivido en el mismo pueblo que Él, no asi-milan que Jesús pueda enseñar, tan bien, las escrituras sagradas de su religión ¿Por qué crees que pasa esto?

Martes, 7 de julio: Lectura, nos adentramos al texto bíblico reconociendo…

Al atravesar el lago de Galilea, Jesús salía de la “tierra prometida”, se-gún la fe del pueblo de Israel, por ende Él venía de anunciar su mensaje a muchas personas que podían tener otra forma de entender el papel de Jesús en sus vidas, es decir, no se les hacía extraño escuchar tanta sabiduría proveniente de gran hombre que pasaba por sus tierras.

Cuando Él regresa a su tierra, encuentra en la reunión de todos los sába-dos, una ocasión oportuna para anunciar su Buena Noticia a los que siem-pre habían sido sus vecinos, pero se llevó una gran sorpresa: No esperaban demasiado de ellos mismos, pues su rechazo a Jesús por su condición de vecino, es un rechazo a su propio valor, es decir, no esperar mucho de Él es un indicador de la baja imagen propia de los habitantes de aquel lugar.

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Cuando un compañero nuevo llega al salón podemos tener un actitud de apertura, que nos ayuda a descubrir todas las cualidades de aquel que, por su condición de novedad, tiene muchas cosas buenas que aportarnos, tal y como hicieron con Jesús aquellos habitantes que vivían al otro lado del lago. Pero en algunas ocasiones nos cerramos a esa oportunidad y pode-mos actuar con indiferencia o con egoísmo, ambas son actitudes negativas.

¿Alguna vez has sido el nuevo en un lugar? ¿Cómo te sentiste? Cuando ya hemos tenido un tiempo de compartir con el otro, podemos acostumbrarnos a sus aportes y podemos omitir las cualidades que posee y que están en constante avance ¿Valoras a tus compañeros de curso? ¿Les dices a menudo qué cosas admiras de ellos?

Jueves, 9 de julio: Oración, nuestro corazón proclama… Señor Jesús, danos un corazón dispuesto a valorar a los demás para que

descubramos en aquellas personas con las que compartimos la vida, una imagen tuya que nos acompaña diariamente.

Repetimos a una sola voz: Gracias Padre, por aquellas personas que llegan todos los días a nuestras vidas y por aquellas que ya la enriquecen con su presencia. Que descubramos en cada una de estas personas, una oportunidad para crecer.


Dios nos habla por medio de los demás, sin importar quiénes sean, abrir-nos al otro, es abrirnos a Dios.

Acción: Te invito a que realices un compromiso personal, en silencio puedes hablar con Jesús y pedirle que te dé el regalo de la sabiduría para aprovechar al máximo las oportunidades en las que puedes compartir tu vida con los demás. Tu compromiso debe empezar por escuchar con aten-ción a todo aquel que Dios pone en tu camino.

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Pregunta guía: ¿A quiénes unjo con mis palabras?


Del santo Evangelio según san Juan Mc 6, 7-13.


“En aquel tiempo, Jesús llamó a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos. Les ordenó que nada tomasen para el camino, fuera de un bastón: ni pan, ni alforja, ni calderilla en la faja; sino: «Calzados con sandalias y no vistáis dos túnicas». Y les dijo: «Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta marchar de allí. Si al-gún lugar no os recibe y no os escuchan, marchaos de allí sacudiendo el polvo de la planta de vuestros pies, en testimonio contra ellos». Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran; expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban”.

Palabra del Señor.



• ¿A quiénes llamó Jesús y cómo los envió? • ¿Qué debían llevar para el camino? • ¿Qué debían hacer en un lugar donde no fueran recibidos? • ¿Qué hicieron los Doce?

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Continuamos haciendo una lectura atenta del Evangelio de Marcos. La semana pasada nos mostraba como la presencia de Jesús en Nazaret, su ciudad, casi que fracasó. Pero Jesús no se ha rendido y, al contrario, se dedica ahora a enseñar por los alrededores. En ese momento es cuando llama a los Doce. Aunque este texto se refiere a la acción misionera que van a realizar los Doce, de todos modos es Jesús quien está en el centro de todo: él llama, él envía, él da poder y él enseña cómo deben comportarse.

Marcos coloca unos verbos específicos que tienen que ver con la esen-cia de la vocación. Y no nos deja olvidar que la elección de “los Doce” nos recuerda que fueron también doce los patriarcas de Israel: ¡Jesús quiere volver a crear un nuevo pueblo!

Como Jesús envía a estos misioneros de dos en dos, podemos pensar en tres elementos que se destacan de este modo de ser enviados: en pri-mer lugar, los apóstoles no van en nombre propio sino que son testigos del mensaje que recibieron del Maestro. Además, son enviados de a dos porque tienen el deber fraterno de ayudarse, apoyarse y corregirse entre sí. En defini-tiva, la misión de los seguidores de Jesús parte de la comunidad, se realiza en comunidad y apunta a la formación de la comunidad.

La parte central del relato del envío de los misioneros es la de las instruc-ciones de Jesús a los Doce. Sorprende que no se trate de un largo listado de puntos a tener en cuenta, sino que se refiera básicamente a dos aspec-tos: dónde se pone la seguridad (lo que deben llevar) y la reacción que se debe tener frente al éxito o el fracaso misionero (acogida o rechazo). Jesús no da unas sencillas sugerencias sino que da unos mandatos; habla con la autoridad de Dios.

Para Jesús, los misioneros son caminantes que van en busca de gente, por eso mismo no se les permite acomodaciones o instalaciones. Pensaría-mos que al ser itinerantes, Jesús debía haberles hecho algunas previsiones, si tenemos en cuenta además que los caminos de Israel eran largos y las vías inseguras. Sin embargo, Jesús les ordena que no lleven nada con ellos: la renuncia total a las posesiones que el Maestro pedía a quienes querían seguirlo, aplica también para la misión.

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Jesús les pide no llevar nada de pan, ni de alforja, ni dinero en la faja: se trata casi del aspecto de un pobre mendigo. Seguir a Jesús y anunciar-lo implica decisiones radicales y, por ello, les pide que no porten nada de dinero, ni siquiera para pensar en adquirir lo necesario para el camino. Es más, Jesús les pide no llevar dos túnicas. Algunas personas se colocaban una túnica encima de la otra para dar la impresión de un gran vestido. Aun-que aquí la cuestión parece ser el no llevar otra túnica de repuesto (que es necesaria pero no tanto, se puede sobrevivir), se nos muestra más como una invitación a vivir con lo estrictamente esencial: nada que haga pensar en lujo o en riqueza.

A los pobres misioneros solo se les permite (además de su túnica) llevar un bastón y las sandalias. Y ello porque deberán recorrer muchos caminos. De esta manera, los misioneros se ven como pobres, pero esa misma pobre-za pretende mostrar que ellos van en son de paz, que creen que Dios es lo fundamental y les dará lo necesario en su providencia, que no es en las co-sas en lo que ha de ponerse la seguridad de la vida y que el Reino de Dios ofrece el derecho a los pobres y la protección a los marginados e indefensos.


El Papa Francisco ha venido invitando a toda la Iglesia a recordar que su tarea principal y más importante es la evangelización, Para él, esta tarea tie-ne que llenar de alegría a quienes anuncian y a quienes reciben el anuncio:

En la Palabra de Dios aparece permanentemente este dinamismo de “salida” que Dios quiere provocar en los creyentes. Abraham aceptó el llamado a salir hacia una tierra nueva (cf. Gn 12,1-3). Moisés escuchó el llamado de Dios: “Ve, yo te envío” (Ex 3,10), e hizo salir al pueblo hacia la tierra de la promesa (cf. Ex 3,17). A Jeremías le dijo: “Adondequiera que yo te envíe irás” (Jr 1,7). Hoy, en este “vayan” de Jesús, están presentes los escenarios y los desafíos siempre nuevos de la misión evangelizado-ra de la Iglesia, y todos somos llamados a esta nueva “salida” misionera. Cada cristiano y cada comunidad discernirá cuál es el camino que el Señor le pide, pero todos somos invitados a aceptar este llamado: salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio.

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La alegría del Evangelio que llena la vida de la comunidad de los dis-cípulos es una alegría misionera. La experimentan los setenta y dos dis-cípulos, que regresan de la misión llenos de gozo (cf. Lc 10,17). La vive Jesús, que se estremece de gozo en el Espíritu Santo y alaba al Padre porque su revelación alcanza a los pobres y pequeñitos (cf. Lc 10,21). La sienten llenos de admiración los primeros que se convierten al escuchar predicar a los Apóstoles “cada uno en su propia lengua” (Hch 2,6) en Pentecostés. Esa alegría es un signo de que el Evangelio ha sido anun-ciado y está dando fruto. Pero siempre tiene la dinámica del éxodo y del don, del salir de sí, del caminar y sembrar siempre de nuevo, siempre más allá. El Señor dice: “Vayamos a otra parte, a predicar también en las poblaciones vecinas, porque para eso he salido” (Mc 1,38). Cuando está sembrada la semilla en un lugar, ya no se detiene para explicar mejor o para hacer más signos allí, sino que el Espíritu lo mueve a salir hacia otros pueblos.

Reflexión. ¿Mi convencimiento de la alegría que da Jesús a mi vida me lleva a anunciarlo a los demás? ¿En quién pongo mi seguridad? ¿Cuáles son los lugares donde evangelizo?

Jueves, 16 de julio: Oración, nuestro corazón proclama…

Jesús, tú me has llamado a ser tu peregrino. Si un paso doy contigo, tu cien haces conmigo. Jesús, tú me has llamado a ser tu pregonero, para anunciarte siempre por todos mis senderos. Jesús, tú me conoces. Jesús, tú me has llamado para anunciar a todos, que a ellos has amado. Amén.


Medito la frase: “¡Vayan, sin miedo, a evangelizar!”.

Acción. Entablaré durante esta semana un diálogo con alguna perso-na en la que pueda anunciar el mensaje de Jesucristo.

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Pregunta guía: ¿Con quiénes comparto mis conocimientos?




“En aquel tiempo, los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y lo que habían enseñado. Él, entonces, les dice: «Venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco». Pues los que iban y venían eran muchos, y no les quedaba tiempo ni para comer. Y se fueron en la barca, aparte, a un lugar solitario. Pero les vieron marcharse y muchos cayeron en cuenta; y fueron allá corriendo, a pie, de todas las ciu-dades y llegaron antes que ellos. Y al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas”.

Palabra del Señor.



• Recordemos que los apóstoles regresaron de una misión muy im-portante y se ponen a contarle a Jesús su experiencia. Ellos están muy alegres por todas las acciones buenas que habían hecho. ¿Tú también quieres contarle a Jesús las buenas acciones que has hecho en tu casa y en el colegio? ¿Cuáles?

• Cuando Jesús y los apóstoles se fueron a un lugar solitario, se en-contraron con mucha gente que estaba esperándolos y estaban como ovejas sin pastor. Esto quiere decir que estaban sin alguien que los cuidara, los protegiera, los sirviera, los orientara, los guiara y los acompañara. ¿Tú quieres que Jesús sea quien te cuide y te acompañe en la vida? ¿Por qué?

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Veamos qué nos dice el texto bíblico leído en esta semana. El evangelio de san Marcos nos relata que los apóstoles de Jesús llegan después de una misión y le cuentan a Jesús su experiencia. Aquí nos encontramos con un Jesús considerado con sus amigos y alegre porque les fue muy bien en su misión. Jesús nota que sus amigos están cansados y por eso les propone irse a otro lugar para que descansen y coman, pues tenían hambre, para que sus fuerzas sean nuevas.

A partir de esta situación pregúntate ¿Quién o quiénes son las personas que más pendientes están de ti? ¿Cómo te cuidan? ¿Cómo le agradeces a Dios por las personas que te cuidan?

Cuando Jesús y sus apóstoles llegan al lugar para descansar, la gente ya los estaba esperando y, por eso, Jesús se conmueve al verlos y, cansados y hambrientos como estaban, se puso a enseñarles. Aquí nos encontramos a un Jesús que nos dedica tiempo porque nos ama. Este Jesús es compasivo con todas las personas. Después de conocer a este Jesús: ¿Quieres cono-cerlo más? ¿Por qué?


Dios nos habla a cada instante de nuestra vida y hoy lo está haciendo por medio de este evangelio de san Marcos. Jesús, cuando llega con sus amigos a un lugar para descansar, ve mucha gente y, en lugar de devolver-se, se compadece de ellos. En la actualidad, Jesús nos ve ir de aquí para allá, y cuando nos ve cansados se llena de misericordia y se detiene a en-señarnos muchas cosas bonitas.

Reflexiona: ¿Quieres sentarte a escuchar a Jesús? ¿Qué crees que Jesús dice a tu vida el día de hoy?. Finalmente, hoy estamos invitados a ha-cer como Jesús, a mirar a las personas que están a nuestro lado con ojos de misericordia, compadecernos de todos los que buscan y no saben qué ni dónde.

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Tú eres el buen pastor, que cuida y protege su rebaño, que no lo deja solo en la adversidad, que lo acompaña siempre.

Tú eres el buen pastor, que siente compasión, que le preocupa la vida de los otros, que sufre con el dolor y la injusticia.

Tú eres el buen pastor, que conoces nuestras esperanzas, que nos muestras el camino, que nos alientas en la marcha.

Enséñanos a ser buenos pastores con todos los que nos rodean.

Amén.

(Recuperado de: Tú eres el Buen Pastor, tomado de: http://www.bue-nasnuevas.com/biblia/orar/ orarconlapalabra)


Repitamos juntos esta frase 3 veces: “Jesús, quiero mirar a las demás personas con amor y amarlos desde lo más profundo de mi corazón”.

Acción: ¿Te comprometes a contarle a Jesús todas las mañanas cuando te despiertes las cosas buenas que vas a hacer? y ¿Te comprometes a compartir con tus padres las acciones buenas que hiciste durante el día en el colegio?

http://www.buenasnuevas.com/biblia/orar/

http://www.buenasnuevas.com/biblia/orar/

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Pregunta guía: ¿Qué cosas puedo compartir con los más ne-cesitados?




“En aquel tiempo, se fue Jesús a la otra ribera del mar de Galilea, el de Tiberíades, y mucha gente le seguía porque veían las señales que realizaba en los enfermos. Subió Jesús al monte y se sentó allí en compañía de sus discípulos. Estaba próxima la Pascua, la fiesta de los judíos. Al levantar Jesús los ojos y ver que venía hacia Él mucha gente, dice a Felipe: « ¿Dónde va-mos a comprar panes para que coman éstos?». Se lo decía para probarle, porque Él sabía lo que iba a hacer. Felipe le contestó: «Doscientos denarios de pan no bastan para que cada uno tome un poco». Le dice uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?».

Dijo Jesús: «Haced que se recueste la gente». Había en el lugar mucha hierba. Se recostaron, pues, los hombres en número de unos cinco mil. Tomó entonces Jesús los panes y, después de dar gracias, los repartió entre los que estaban recostados y lo mismo los peces, todo lo que quisieron. Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: «Recoged los trozos sobrantes para que nada se pierda». Los recogieron, pues, y llenaron doce canastos con los trozos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido.

Al ver la gente la señal que había realizado, decía: «Éste es verdadera-mente el profeta que iba a venir al mundo». Dándose cuenta Jesús de que intentaban venir a tomarle por la fuerza para hacerle rey, huyó de nuevo al monte Él solo”.

Palabra del Señor.


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• ¿Para ti qué significa la palabra compartir? • ¿Conoces personas que se destaquen por compartir con

comunidades de escasos recursos económicos? • ¿Qué tanto compartes con los necesitados? • ¿Cómo compartirías un helado pequeño con 50 amigos con

deseos de comer? • ¿Sabes que Dios nos manda a compartir con los más necesitados?


El texto de esta semana nos habla de un milagro muy importante en la vida de Jesús que deja a todos sus discípulos una enseñanza enorme, con-siste en compartir fraternamente unos pocos panes y peces que, confiados al poder de Dios, no sólo bastan para todos, sino que incluso sobran.

La Palabra nos muestra a una muchedumbre que sigue a Jesús hasta el mar de Galilea, Él ve a su pueblo que le sigue y reconoce sus necesidades y aunque atento a la necesidad material se da cuenta que las personas necesitan algo más, que su hambre no es sólo física, sino también espiritual.

Como Jesús es un maestro y busca enseñar a sus discípulos, invita a estos a que sean los primeros en sentir la necesidad de la comunidad, por-que un verdadero discípulo de Jesús debe sentir compasión por el dolor y clamor de los más necesitados. Los discípulos que entienden la enseñanza de Jesús Maestro buscan entre ellos para compartir con la multitud descu-briendo que, con la ayuda de un niño de la comunidad sólo logran conse-guir cinco panes y dos peces, el cual, sin importar quedar sin nada más, se desprende de ellos y pone sus bienes en manos de Dios.

Cuando las personas son solidarias y dejan que Dios toque su corazón y comparten sus bienes, Dios multiplica todo lo que tienen para que puedan compartirlo con los demás. Por ello, Jesús hace el milagro de la multiplica-ción y encarga a los discípulos para distribuir el pan a la multitud; de este modo los instruye y los prepara para que sean siempre solidarios con los más necesitados, en efecto, porque Jesús les pedirá llevar a todas partes el alimento de su Palabra de vida y del Sacramento del amor.

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Al final, los cinco panes saciaron a más de cinco mil personas y sobra-ron hasta doce canastos, signo que muestra que la generosidad de Dios no tiene límites y que nosotros debemos seguir su ejemplo. Es posible que conozcamos personas que no tengan lo suficiente para comprar lo necesa-rio para satisfacer algunas necesidades básicas y Dios está esperando que nosotros pongamos en sus manos los panes que él quiere multiplicar.


Todos los milagros de Jesús requirieron de la fe de quienes los pedían. Éste, además, requirió de la generosidad de aquel muchacho. Como si qui-siera decirnos con ello el evangelista, que para obtener el milagro de la propia conversión o del propio progreso espiritual y humano, siempre se requiere generosidad. Darlo todo, y darlo de corazón.

Igualmente, cuando se trata de la ayuda a los demás, muchas veces te-nemos en nuestras cestas los cinco panes y dos peces que necesita nuestro prójimo. A veces es una limosna, a veces es ceder el paso en la calle o una simple sonrisa que devuelva la confianza a nuestros compañeros de estudio o trabajo, después de que hemos sufrido algún percance.

Los cinco panes son, sin duda, una representación de los talentos que Dios nos ha regalado. Sólo en la medida en que los demos a los demás, fructifican y rinden todo cuanto pueden. Si los guardamos para nosotros mis-mos, pueden echarse a perder. Hay que recordar que el milagro comienza cuando aquel muchacho cedió al Maestro sus panes, para que diera de comer a toda una multitud.

¿Qué le ofreces a Jesús para que él ayude a las personas más necesitadas? ¿A ejemplo de los discípulos estás dispuesto a ser intermedia-rio de la bendición de Dios para las personas más necesitadas? ¿Compartes con amor los dones que Dios te ha regalado?

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Con todos los estudiantes realizamos la siguiente oración:

Jesús, ayúdame a saber multiplicar mi amor. Para que el milagro se pro-duzca necesito simplemente ofrecerte lo que tengo. Tú multiplicarás estos pocos o muchos dones para el bien de todos. Con humildad y sencillez te ofrezco mis talentos, consciente de que los he recibido de ti, para darlos a los demás.

Prosigue el docente guiando el ejercicio: En actitud de recogimiento vamos a realizar oraciones en silencio por las siguientes poblaciones de personas necesitadas (Se deja un espacio de silencio para la oración entre cada población nombrada): desplazadso, encarcelados, enfermos, desem-pleados, ancianos, etc.


Medito el siguiente versículo: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?»

Acción: Con la asesoría del profesor los estudiantes organizan un com-partir de alimentos o ropa en buen estado para donarlo a alguna familia o fundación necesitada.

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Pregunta guía: ¿Qué sentido le estoy dando a mi vida?

Lunes, 3 de agosto: Proclamación, nuestro corazón está atento a la voz que clama…



“En aquel tiempo, cuando la gente vio que Jesús no estaba allí, ni tam-poco sus discípulos, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaúm, en busca de Jesús. Al encontrarle a la orilla del mar, le dijeron: «Rabbí, ¿cuándo has llegado aquí?». Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: vosotros me buscáis, no porque habéis visto señales, sino porque habéis comido de los panes y os habéis saciado. Obrad, no por el alimento perecedero, sino por el alimento que permanece para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre, porque a éste es a quien el Padre, Dios, ha marcado con su sello».

Ellos le dijeron: «¿Qué hemos de hacer para obrar las obras de Dios?». Jesús les respondió: «La obra de Dios es que creáis en quien Él ha enviado». Ellos entonces le dijeron: «¿Qué señal haces para que viéndola creamos en ti? ¿Qué obra realizas? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, según está escrito: ‘Pan del cielo les dio a comer’». Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: No fue Moisés quien os dio el pan del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida al mundo». Entonces le dijeron: «Señor, danos siempre de ese pan». Les dijo Jesús: «Yo soy el pan de la vida. El que venga.

Palabra del Señor.



• ¿En qué lugar se encontraba Jesús? • ¿Qué respuesta da Jesús a sus discípulos? • ¿Cuál es la pregunta de los discípulos a Jesús? • Según lo que dice Jesús ¿Quién da el pan del cielo? • ¿Qué hay que hacer para no tener hambre y sed?

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Martes, 4 de agosto: Lectura, nos adentramos al texto bíblico reconociendo…

Cuando Jesús echa en cara a los judíos que le buscan con el fin de comer hasta saciarse, ellos le preguntan qué obras deben hacer para apro-vecharse de sus signos. Jesús sale al paso del malentendido diciéndoles que basta una sola cosa: creer en él. Cuando respondiendo a la pregunta sobre los signos que hace para que crean en él, les habla del pan del cielo. Los judíos ni entienden ni sospechan que ese pan de vida lo tienen delante; están pensando únicamente en un alimento de alcance físico, en una nue-va bendición milagrosa.

Jesús es el verdadero pan del cielo que da vida al mundo y satisface toda necesidad de las personas. Pero el deseo de ellos es ineficaz porque no quieren comprometerse con Jesús.

Miércoles, 5 de agosto: Meditación, aplicamos el texto bíblico a nuestra vida.

El texto de hoy nos recuerda que creer en Dios significa ser libre para amar la vida hasta el final, ser capaz de buscar la salvación total sin que-darse satisfecho con una vida fragmentada, mantener la inquietud de la verdad sin conformarse con la apariencia superficial de las cosas, trabajar por el pan que dura, vivir en plenitud para contagiar de vida a los demás, dar nuestra adhesión a Jesús, el enviado de Dios, dando sentido último a nuestro diario vivir.

Cuando se pasan días, semanas, años enteros sin vivir de verdad, sólo con la preocupación de seguir funcionando, o aferrados al bienestar, no debería pasar inadvertida la afirmación interpeladora de Jesús: soy el pan de vida.

• ¿Qué sentido le estoy dando a mi vida?

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Jueves, 6 de agosto: Oración, nuestro corazón proclama…

Señor Jesús, permíteme encontrarte en el día a día. Que no continúe aferrado a mi bienestar y a mis seguridades.

Permite que mi corazón se abra y logre descubrir tus maravillas, que el centro de mi vida seas tú

y que cada uno de mis gestos y acciones logren ser pan de vida para los que me rodean. Amén.

Viernes, 7 de agosto: Contemplación, nuestro corazón se compromete...

“Señor tú eres el pan de vida”

Acción: Le doy gracias a Dios por las bendiciones que me ofrece cada día: Mi familia, mis amigos, mi hogar, los alimentos, etc.


Pregunta guía: ¿De qué sentimientos alimento mi vida?




“En aquel tiempo, los judíos murmuraban de Él, porque había dicho: «Yo soy el pan que ha bajado del cielo». Y decían: «¿No es éste Jesús, hijo de José, cuyo padre y madre conocemos? ¿Cómo puede decir ahora: He bajado del cielo?». Jesús les respondió: «No murmuréis entre vosotros. Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no lo atrae; y yo le resucitaré

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el último día. Está escrito en los profetas: ‘Serán todos enseñados por Dios’. Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí. No es que alguien haya visto al Padre; sino aquel que ha venido de Dios, ése ha visto al Padre.» En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron; éste es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera. Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo”.

Palabra del Señor.



• ¿Por qué los judíos murmuraban de Jesús? • ¿Qué pasa con aquellos que escuchan al Padre y aprenden? • ¿Qué puede llegar a tener la persona que cree? • ¿Según el texto, Jesús es el pan de…? • ¿Qué sucede si uno come el pan de vida?


El texto inicia haciendo alusión a los judíos, es decir, a aquellas personas religiosas de su tiempo, que no estaban de acuerdo con Jesús y mucho menos con lo que él decía. Los judíos no creen que Jesús es el Hijo de Dios, precisamente porque su condición es humana y no divina. Esto significa que como todo ser humano, Jesús proviene de un padre y una madre y no de Dios. Para quienes creemos en Jesús, él es Hijo de Dios porque “ha bajado del cielo”, es decir, Dios se ha querido manifestar al mundo haciéndose hu-mano. Jesús es el puente entre la humanidad y Dios, por ello dice que nadie puede venir a él, si el Padre no la atrae. Si en realidad toda persona quiere llegar a conocer a Dios, debe conocer a Jesús y aprender de su Palabra, de esta manera, conocerá y estará con Dios.

En un segundo momento, el texto es explícito al mencionar que Jesús es el pan de la vida. La imagen del pan refleja el alimento indispensable de toda persona, el comerlo significa creer, es decir, aceptar en la vida de cada persona a Jesús. Jesús es el verdadero pan, el pan único; es el alimen-

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to necesario para llegar a Dios, si uno come el pan que Jesús ofrece vivirá para siempre. El pan evidencia el sentido pleno de la Eucaristía, por lo tanto, la comunión o en nuestro lenguaje y espiritualidad lasallista, la fraternidad, es el regalo que Dios nos brinda mediante la presencia de Jesús, de esta manera, debemos aceptarlo, amarlo y alimentarnos de él.


Jesús no sólo se preocupaba por los estómagos vacíos sino que se pre-ocupaba aún más por los corazones vacíos. Un día, después de llenar los estómagos vacíos de más de cinco mil personas, Jesús les dijo: “Yo soy el pan vivo que bajó del cielo. Si alguno come de este pan, vivirá para siempre. Este pan es mi carne, que daré para que el mundo viva.” Jesús les estaba diciendo que Él iba a dar su vida para que ellos pudieran tener vida eterna, con sólo ellos creer y confiar en Él.

Jesús desea que nos preocupemos por los estómagos vacíos y también desea que nos preocupemos de los corazones vacíos. Al compartir nuestro pan con los hambrientos compartamos también la historia de Jesús, el Pan de Vida, para que ellos puedan comer de Él y vivir eternamente.

• ¿De qué sentimientos alimento mi vida?• ¿Ayudo a otros, brindándoles alimento material?• ¿Cómo podré alimentar los corazones de mis compañeros?

Jueves, 13 de agosto: SAN BENILDO ROMANÇON

San Benildo dedicó toda su vida a la educación de los niños. Sobresalió en su tarea de catequista y fue notable también por su espíritu de oración y caridad. Su Santidad el Papa Pío XII que lo beatificó el 4 de abril de 1948, se expresó así de este gran Santo: “San Benildo hizo las cosas ordinarias de manera extraordinaria” al saber santificarse con “el terrible cotidiano.” El 29 de octubre de 1967, el Papa Pablo VI canonizó al Hermano Benildo.

Nació en Thuret, Francia, el 14 de junio de 1805, en el seno de una fa-milia campesina de condición modesta y con sólidos valores cristianos. De pequeño era delicado de salud, lo que le retrasa en sus estudios escolares;

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pronto superó la enfermedad y recuperó el tiempo perdido; más tarde co-noció a los Hermanos Lasallistas y se interesó por la misión que realizaban.

Para estudiar tiene que dejar su pueblo y trasladarse a Riom, hospedán-dose en casa de unos amigos. Una vez que conoce a los Hermanos Lasa-llistas y su misión, decide entrar al Noviciado, pero se llevó la gran sorpresa cuando le dijo el Hno. Director que debería esperar. La razón era que, por su corta estatura, aparentaba tener menos edad de la que en realidad tenía. La misma opinión tenía el Sr. Cura del pueblo. Esto no lo desanima; se le en-comienda la atención de los alumnos pequeños.

Al año siguiente, el 10 de febrero de 1820, inicia su Noviciado en Cler-mont, recibiendo el nombre de Benildo: ¡vive feliz de ser Hermano! Aún tiene una prueba: a la muerte de su mamá, su padre le pide que regrese a casa, a lo cual le respondió: “Padre, comparto contigo tu pena, pero tú has dicho sí a mi vocación”. El padre convencido le dejó seguir su formación.

Al terminar su Noviciado iniciará su misión en diversas escuelas. En Auri-llac se gana la atención y estima de sus alumnos pequeños, por sus clases de catecismo. Admiran e imitan su actitud reverente al estar en la iglesia haciendo oración. En Moulins se dedica a los alumnos grandes, mientras que en Limoges, además de dar clase, reemplazó varios meses en sus fun-ciones al Hermano cocinero que enfermó. En Clermont se dedica a la clase y enseñanza del catecismo. En Billom, ya con más experiencia, es nombrado Director.

En 1841 se abre una comunidad en Saugues donde es enviado como Director junto con otros dos Hermanos. Es un lugar de gente ruda y sin bue-nos modales. Al inicio, la escuela consta de 300 alumnos – algunos de 20 años ¡En dos clases! Allí permanecerá 21 años, hasta su santa muerte a la edad de 57 años.

El Hermano Benildo muere en 1862, dejando tras de sí un ejemplo de santidad por su gran espíritu de oración y de caridad. Su celo por las voca-ciones sacerdotales y religiosas obtuvo unos 250 Hermanos de La Salle de su región y un número similar de sacerdotes y religiosos. Fue beatificado el 4 de abril de 1948 por su santidad el Papa Pío XII y canonizado el 29 de octubre de 1967 por su santidad el Papa Pablo VI.

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Oración

Danos el pan de vida, Señor, que alimenta nuestra fe para vivir como discípulos y construir el Reino.

Danos el pan de vida que es tu Palabra, agua viva que nos nutre y nos fecunda desde adentro.

Danos el pan de vida de tus opciones, que nos ayudan a pensar hoy en nuestros caminos para seguirte.

Danos el pan de vida del Espíritu que te animaba, para aprender a ser dóciles a la voluntad del Padre.

Danos el pan de vida de tu cuerpo, alimento que nos da fuerzas para vivir como nos enseñas. Amén.


A ejemplo de San Benildo, hare de las cosas ordinarias cosas extraordi-narias.

Acción: Compartiré mis onces con mis compañeros y además les ha-blaré de Jesús y de lo importante que es alimentarnos de él y su Palabra.

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Asunción de la Virgen María

Pregunta guía: ¿Cómo acojo las múltiples manifestaciones de la vida?


Del santo Evangelio según san Lucas Lc 1, 39-56.


“En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno.

¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!»

Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón. Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada.

Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia como había anunciado a nuestros padres - en favor de Abraham y de su linaje por los siglos.» María permaneció con ella unos tres meses, y se volvió a su casa.”.

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Palabra del Señor.



• ¿Hacia dónde se dirigió María en aquellos días? • ¿Qué sucedió en cuanto oyó Isabel el saludo de María? • ¿Qué exclamó Isabel con gran voz? • ¿Qué dijo María?


La escena es conmovedora, la ha compuesto Lucas para crear la at-mosfera de alegría, gozo profundo y alabanza que ha de acompañar el na-cimiento de Jesús. Todo sucede en una aldea desconocida, en la montaña de Judá, donde dos mujeres embarazadas conversan sobre lo que están viviendo en lo íntimo de su corazón. María saluda a Isabel y le desea todo lo mejor ahora que está esperando un hijo. Su saludo llena de paz y de gozo toda la casa haciendo que el niño que lleva Isabel en su vientre “salte de alegría”, púes María es portadora de salvación ya que lleva consigo a Jesús.

Finalmente, las palabras de María reflejan el gozo de su corazón por un Dios que no se complace en los soberbios de este mundo, sino que busca pan y dignidad para los pobres y hambrientos de la tierra, sabiendo que el Padre bueno está con ellos. (PAGOLA, J. (2012). El camino abierto por Jesús. Lucas 3. Colombia: PPC, pág. 27.)


El saludo de María comunica la alegría que brota de su hijo Jesús pues-to que ha sido la primera en escuchar la invitación de Dios: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”. Ahora, desde una actitud de servicio y de ayuda a quienes la necesitan, María irradia la Buena Noticia de Jesús al que siempre lleva consigo. Por ende, ella es para nuestra iglesia el mejor modelo de una evangelización gozosa.

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Reflexión. ¿A qué me invita el testimonio de María? ¿Cómo vivo la alegría de Jesús en mi corazón? ¿En qué momentos le he dicho “Si” a Dios? ¿En qué momentos le he dicho “No” a Dios?


Magníficat

Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salva-dor porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso des-

de ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre y su mise-ricordia alcanza de generación en generación a los que le temen. Des-

plegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón. Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes. A

los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada. Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia como había anunciado a

nuestros padres en favor de Abraham y de su linaje por los siglos. Amén.


Aquí estoy Señor, ¿Qué quieres de mí?

Acción - Compromiso personal. Haré un examen de conciencia en las noches para preguntarme en que momentos le he dicho “No” a Dios y como se ha visto reflejado en mis actitudes con mi vida y con el prójimo. También le pediré a Dios que me ayude a ser más humilde de corazón y a confiar plenamente en su amor.

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Pregunta guía: ¿Qué me implica velar por la vida?



Todos: Gloria aTí Señor.

“En aquel tiempo, muchos de los que hasta entonces habían seguido a Jesús dijeron: «Es duro este lenguaje. ¿Quién puede escucharlo?». Pero sabiendo Jesús en su interior que sus discípulos murmuraban por esto, les dijo: « ¿Esto os escandaliza? ¿Y cuándo veáis al Hijo del hombre subir adon-de estaba antes? El espíritu es el que da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y son vida. Pero hay entre vosotros algunos que no creen». Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar. Y decía: «Por esto os he dicho que nadie puede venir a mí si no se lo concede el Padre».

Desde entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no an-daban con Él. Jesús dijo entonces a los Doce: « ¿También vosotros queréis marcharos?». Le respondió Simón Pedro: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos y sabemos que Tú eres el Santo de Dios”.

Palabra del Señor.



• ¿Qué significa Jesús para ti? • ¿Qué quiere decir salvador? • ¿Qué es vida eterna?

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El Evangelio nos habla del discurso de Jesús acerca del Pan de vida, que Él mismo se dará a nosotros como alimento para nuestras almas y para nuestra vida cristiana. Por eso es triste ver cómo miles de personas caen diariamente en manos de sectas, buscando otras palabras diferentes a las de Cristo, sin embargo, no debemos perder la esperanza de que un día se darán cuenta del engaño de esos grupos y decidirán regresar al seno de nuestro salvador Jesucristo.


Te invitamos a meditar y contestar las siguientes preguntas:

• ¿Crees que la palabra de Jesús es vida para los hombres? • ¿Qué haces para enseñar la buena noticia de Dios? • ¿Quién te fortalece y te alienta cada día?


Dios mío, no quiero ser de los que traicionan, porque ¿a quién iría? Sólo Tú me puedes dar la luz y fuerza que necesito para dejar mi autosuficiencia y mi egoísmo. Creo, espero y te amo, permite que pueda tener un encuentro contigo en esta oración. Amén.


Medito en la frase: “Las palabras que os he dicho son espíritu y son vida”.

Acción: apartir de la pregunta ¿Qué me implica velar por la vida? Ela-boro mi compromiso personal.

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22ª Semana del Tiempo Ordinario31 agosto – 4 septiembre

Pregunta guía: ¿Qué tan sincero soy en mis relaciones?


Del santo Evangelio según san Marcos Mc 7,1-8.14-15.21-23.


“En aquel tiempo, se reunieron junto a Jesús los fariseos, así como algu-nos escribas venidos de Jerusalén, y vieron que algunos de sus discípulos comían con manos impuras, es decir no lavadas. Es que los fariseos y todos los judíos no comen sin haberse lavado las manos hasta el codo, aferrados a la tradición de los antiguos, y al volver de la plaza, si no se bañan, no comen; y hay otras muchas cosas que observan por tradición, como la purificación de copas, jarros y bandejas. Por ello, los fariseos y los escribas le preguntan: « ¿Por qué tus discípulos no viven conforme a la tradición de los antepasados, sino que comen con manos impuras?». Él les dijo: «Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, según está escrito: ‘Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. En vano me rinden culto, ya que enseñan doctrinas que son preceptos de hombres’. Dejando el precepto de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres”.

Palabra del Señor.



• ¿Quiénes se reunieron con Jesús? • ¿Qué observaron los fariseos de los discípulos? • ¿Cuál fue la actitud de Jesús al responder a los fariseos?

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Martes, 1 de septiembre: Lectura, nos adentramos al texto bíblico reconociendo…

Seguramente como es de costumbre todos nos lavamos la manos antes de comer o de sentarnos a la mesa, también lavamos los alimentos antes de cocinarlos o las frutas antes de morderlas; en el texto bíblico del Evangelio de Marcos parece ser que los fariseos se incomodaron porque los discípulos de Jesús no se lavaron la manos hasta el codo como es costumbre entre los Judíos. Nos parece extraño esto, y podemos preguntarnos ¿Por qué los discípulos no lo hicieron? Luego Jesús interviene y les cuenta un poco sobre lo que dijo el profeta Isaías. Este profeta es muy importante en la tradición bí-blica del antiguo testamento, porque sus enseñanzas durante muchos años han acompañado al pueblo Judío, pero en esta ocasión Jesús descubre algo mucho más profundo en las palabras de este profeta y se los comuni-ca, enseñándoles que es mejor alabar a Dios con el corazón que con los labios. Jesús finaliza citando al profeta: «En vano me rinden culto, ya que enseñan doctrinas que son preceptos de hombres’. Dejando el precepto de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres» siendo esto una invitación a que no se aferren a la norma cuando lo que más importa es lo que se posee por dentro.

Miércoles, 2 de septiembre: Fiesta del Beato Salomón Leclerc y Mártires de los Pontones

Después del derrocamiento de la monarquía, al comienzo de la Revolu-ción francesa, el blanco siguiente fue la Iglesia. En 1790, la Constitución civil del Clero dio al estado el control de la Iglesia en Francia. Los sacerdotes y religiosos debían prestar juramento de fidelidad a la Constitución bajo pena de exilio, de encarcelamiento y hasta de muerte. La mayor parte de los Her-manos se negaron y tuvieron que abandonar sus escuelas y comunidades, y esconderse, el Instituto ya no tenía estatuto legal.

El Hermano Salomón era en esa época secretario del Hermano Agatón, Superior General, después de haber sido maestro, director, ecónomo. Ma-nifestó siempre gran amor por las almas y gran abnegación en sus tareas. Habiéndose negado a prestar juramento, vivía solo en París en la clandes-tinidad. Conservamos de él numerosas cartas que escribía a su familia. La última lleva la fecha del 15 de agosto de 1792. Ese mismo día fue arrestado y encerrado en el Convento de los Carmelitas transformado en prisión, junto a numerosos obispos, sacerdotes y religiosos. El 2 de septiembre casi la totali-

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dad de los prisioneros fueron exterminados, pasados a cuchillo en los locales y el jardín del Convento. Fue beatificado por su santidad el Papa Pío XI el 17 de octubre de 1926 junto con 188 compañeros de martirio. Fue el primero de nuestros Hermanos mártires y también el primero en ser beatificado.

BEATOS MÁRTIRES DE ROCHEFORT

El domingo 1 de octubre de 1995, Su Santidad Juan Pablo II beatificó 64 mártires: el sacerdote Juan Bautista Souzy, Vicario General de La Rochelle, y 63 compañeros, entre otros muchos, que murieron víctimas de los sufrimien-tos soportados por la fe durante la Revolución francesa. Se les llama “los mártires de los pontones de Rochefort” porque fue en esos barcos donde fueron encarcelados. El nombre de pontón se daba a viejos barcos que eran utilizados como almacenes, hospitales o prisiones. Había dos de esos bar-cos que servían de prisión: “Les Deux Associés” y el “Washington”, y estaban anclados en Rochefort en la desembocadura del río Charente en el mar, en la región de La Rochelle. Fueron beatificados el 1 de octubre de 1995 por su santidad el Papa Juan Pablo II.

Meditación

Te contaré un secreto. Para Jesús en esta ocasión es mucho más impor-tante limpiar el corazón que simplemente lavarse las manos, es tan impor-tante que nuestro corazón esté limpio porque hoy Jesús nos está invitando a revisarlo y si es posible tomar un trapo o una esponja y limpiarlo. ¿Una esponja o un trapo para limpiar el corazón? Sí, pero no creas que será una esponja como las que utilizas para limpiar los platos o un trapo para limpiar un cuadro o limpiar una mesa, no, esta esponja debe ir impregnada del agua del perdón y el jabón del cambio, cuando frotes tu corazón y lo estés limpiando, automáticamente aparecerá la espuma que dispone todo tu cuerpo para que tus actos sean mucho mejor, es decir, para que puedas hacer las cosas con un corazón nuevo dispuesto a ayudar a todo el que lo necesite. No olvides que luego de que enjabones tu corazón debes nue-vamente echarle agua y secarlo con el trapo o la toalla de la honestidad, esta lo protegerá contra el odio, el rencor y el orgullo, de esta manera po-drás sentarte a la mesa con Jesús con un corazón limpio y puro, dispuesto a compartir y celebrar entorno a los alimentos y a la amistad de todos lo que comparten contigo de forma amable los alimentos.

Reflexión. ¿Te has preocupado por examinar y limpiar tu corazón? ¿Qué crees que debes limpiar? ¿Algo te impide limpiar tu corazón?

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Jueves, 3 de septiembre: Oración, nuestro corazón proclama…

Jesús, hoy tu palabra me invita a limpiar mi corazón.

Sé que soy un niño aun, pero deseo que en él nunca exista la envidia, ni el odio y mucho menos el rencor.

Dame la capacidad de abrir mi corazón para dar lo mejor de mí, que de mi corazón pueda salir todo el amor necesario para

mis compañeros, mis maestros, mis padres y demás familiares.

Hoy, tú y yo limpiaremos mi corazón para dar amor a todos.

Amén.

Viernes, 4 de septiembre: Contemplación, nuestro corazón se compromete...

Jesús, ayúdanos a tener un corazón limpio y puro, Para ofrecer todo el amor que sea posible.

Acción: Durante estos días manifestaras a todas las personas que apre-cias, cuánto las quieres. Puedes ayudarte de algunas palabras, de un apre-tón de manos o un fuerte abrazo.

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23ª Semana del Tiempo Ordinario7 - 11 Septiembre

Pregunta guía: ¿Qué acciones realizo para ayudar a otros a comprender los diferentes puntos de vista de la realidad?

Lunes, 7 de septiembre: Proclamación, nuestro corazón está atento a la voz que clama…



“En aquel tiempo, Jesús se marchó de la región de Tiro y vino de nuevo, por Sidón, al mar de Galilea, atravesando la Decápolis. Le presentan un sordo que, además, hablaba con dificultad, y le ruegan que imponga la mano sobre él. Él, apartándole de la gente, a solas, le metió sus dedos en los oídos y con su saliva le tocó la lengua. Y, levantando los ojos al cielo, dio un gemido, y le dijo: «Effatá», que quiere decir: “¡Ábrete!”. Se abrieron sus oídos y, al instante, se soltó la atadura de su lengua y hablaba correctamente. Jesús les mandó que a nadie se lo contaran. Pero cuanto más se lo prohibía, tanto más ellos lo publicaban. Y se maravillaban sobremanera y decían: «Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos”.

Palabra del Señor.


Los milagros de Jesús son el signo del amor de Dios actuando en nuestra vida. Cuando nos encontramos verdaderamente con Jesús nada en noso-tros queda igual, Él transforma nuestra realidad desde el fondo y nos pone en camino. Un ejemplo de ello, es la curación del personaje central de este evangelio…


• ¿De quién se trata? • ¿Qué situación vive aquel que Jesús cura? • ¿Qué hace Jesús para sanarlo? • ¿Qué significado tienen los gestos y acciones de Jesús?

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Uno de los grandes retos, hoy en día es sabernos comunicar. A la luz de este relato pregúntate ¿Qué acciones has realizado para ayudar a otros a comprender los diferentes puntos de vista de la realidad?


San Marcos comienza contándonos con detalle la difícil situación de este hombre con el que se encuentra Jesús, nos dice que está sordo y habla con dificultad, además, que son otros los que lo llevan ante Él, rogándole que lo cure. Lo interesante es que Jesús no es indiferente a su dolor, por el contrario se acerca a él y lo entiende profundamente.

Nos dice que Jesús lo apartó de la gente y a solas lo curó. Imagínate, este hombre que ha vivido por años en un silencio doloroso que lo ha exclui-do y rechazado de los demás, ahora se enfrenta a un silencio que le permite encontrarse consigo mismo y con el amor profundo de Dios que entiende su dolor y le sana. Jesús rehace su vida, mediante tres gestos: metiendo sus dedos en sus oídos, tocando con su saliva su lengua y diciendo: “Effatá” (Que significa “Ábrete”). Aunque te parezca un poco raro, lo que hizo Jesús tiene mucho sentido, usa gestos físicos y su palabra para sacarlo de sí, de su propio encierro, y lo hace con la fuerza del amor en la que le comparte todo de sí, su vida y su libertad, le enseña que su existencia es para los demás.

Por eso luego de que empieza a escuchar y a hablar bien, nos dice que correctamente, como si todos los testigos de este acto de amor se hubieran contagiado de esta misma fuerza y claridad, salen a contarles a otros: “Todo lo ha hecho bien, hace oír a los sordos y hablar a los mudos”

Miércoles, 9 de septiembre: Meditación, aplicamos el texto bíblico a nuestra vida.

Dios está siempre con nosotros, se interesa por nuestra situación, la en-tiende y nos ayuda a superarla. Así nos lo dice el papa Francisco:

Sientan la presencia del Señor en su vida. Él está cerca de cada uno de ustedes como compañero, como amigo, que les ayuda a compren-der, que les alienta en los momentos difíciles y nunca les abandona. En

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la oración, en el diálogo con Él, en la lectura de la Biblia, descubrirán que Él está realmente cerca. Y aprendan también a leer los signos de Dios en su vida. Él siempre nos habla, incluso a través de los hechos de nuestro tiempo y de nuestra existencia cotidiana: a nosotros nos corres-ponde escucharlo (Recuperado de: www.aciprensa.com).

¿Tienes alguna situación difícil que quieras compartírsela a Dios? ¿Qué cosas crees que Dios quiere sanar en tu vida? ¿Sabes escuchar a Dios en los demás?


Gracias Señor, por ser mi amigo, por conocerme y aceptarme tal y como soy, Gracias por sacarme de mis problemas, de mis dificultades,

sobre todo de mis egoísmos, por estar siempre conmigo y enseñarme a compartir mi vida con los demás.

Amén.


Es necesario aprender a escuchar, para saber hablar.

Acción: En silencio hablaré con Jesús y le pediré que ilumine y acom-pañe mi compromiso por:

• Descubrir cuáles son mis dificultades para comunicarme con los demás y buscar apoyo.

• Estar atento a ayudar a otros para que puedan comunicarse bien.• Escuchar a los demás, respetando su punto de vista, aunque sea

distinto al mío.

http://www.aciprensa.com/Biblia/index.html

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Pregunta guía: ¿Qué problemas personales he aceptado y resuelto?



Todos: Gloria a Ti Señor

“En aquel tiempo, salió Jesús con sus discípulos hacia los pueblos de Cesarea de Filipo, y por el camino hizo esta pregunta a sus discípulos: « ¿Quién dicen los hombres que soy yo?». Ellos le dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que uno de los profetas». Y Él les preguntaba: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». Pedro le contesta: «Tú eres el Cristo».

Y les mandó enérgicamente que a nadie hablaran acerca de Él. Y co-menzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser repro-bado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar a los tres días. Hablaba de esto abiertamente. Tomándole aparte, Pedro, se puso a reprenderle. Pero Él, volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro, diciéndole: « ¡Quítate de mí vista, Satanás! porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres».

Llamando a la gente a la vez que a sus discípulos, les dijo: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Por-que quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará”.

Palabra del Señor.


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• ¿Hacia dónde se dirigía Jesús con sus discípulos? • ¿Qué preguntas hace Jesús a sus discípulos?• ¿Qué respuestas obtiene? • ¿Qué enseñanzas da Jesús a sus discípulos? • ¿Con qué frase termina Jesús este texto?


Jesús como buen Hijo de Dios mantenía una fiel comunicación con ÉL, especialmente con aquello que siempre tenía que hacer, es decir, con la misión que Dios le encomendaba cada día. Jesús ya hace algo de tiempo que lleva dando a conocer a sus amigos que es el Hijo de Dios y que es él quien los ha escogido a ellos para encargarles una misión de amor. Sin em-bargo, cree Jesús que algunos de sus amigos aún no lo conocen. Por eso el centro de la primera parte del texto gira en torno a dos preguntas, la primera: ¿Quién dice la gente que soy yo? cuestionamiento que tiene en cuenta lo que dicen los demás de Dios.

Hoy Mucha gente también habla a cada momento de Dios y segura-mente nosotros escuchamos atentamente. Y como los discípulos podemos dar respuesta clara de lo que los otros dicen, pero Jesús sorprende con una pregunta que ya no toca la realidad de otros sino la vivencia que cada uno tiene de Dios, Él pregunta ¿Quién decís que soy yo?, imagina la escena y seguramente reirías viendo la cara de desánimo y palidez de los discípulos. Pues ante esta pregunta solo hubo uno que se atrevió a manifestar el senti-miento que salía de su corazón y que reconocía a Jesús como el cristo.

Sin embargo, reconociendo ya todos, por manifestación de Pedro, que Jesús era Cristo, el Hijo de Dios, creía que Pedro que Jesús no debía padecer ni cumplir por completo la misión de Dios. por eso que el discípulo reprende a su maestro, pero finalmente, es Jesús quien reprende e invita a sus discípu-los a que dejen de pensar cómo piensan los que no quieren ayudar a Dios en su misión y dice que es propiamente en las acciones de sacrificio donde se construye el verdadero sentido que genera la felicidad en nuestra vida.

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Vivimos el día a día seguramente con mucha pasión, alegres de ir a la escuela a aprender, feliz de llegar a casa y descansar, encontrar a los Pa-dres, amigos, compartir la mesa etc. Si alguien te preguntará por las cosas que haces a diario, con certeza responderías muy bien a todo al igual que pasó con los discípulos en la primera pregunta que Jesús les hace. Pero si luego te preguntarán cómo reconoces a Jesús presente en cada momento, tal vez aparecería aquel silencio de todos los discípulos. Sin embargo, todos nos debemos sentir llamados a dar esa respuesta que da Pedro a Jesús «Tu eres Cristo, el Hijo de Dios».

Cuando reconocemos que Jesús mismo es quien está presente en todo lo que vivo a diario, entonces manifestamos con nuestra vida que estamos llamados a ser “Jesusitos” como Él, aun en los momentos más difíciles. Je-sús tiene grandes cosas para nuestras vidas, pero para eso debemos amar como Él sigue amándonos hoy. Pero reconocer el amor de Dios puede resul-tar algo complicado porque Él quiere un sacrificio de nosotros, que es muy sencillo solo si reconocemos que Jesús está presente en los demás, que amemos y ayudemos a construir la felicidad de los demás. Seguramente eso haría Jesús hoy y para eso nos ha traído a nosotros al mundo.

Por eso la invitación, es a que personalmente nos comprometamos a mejorar nuestra calidad de vida desde los gestos sencillos, una sonrisa, el compartir con aquel que no tiene, un abrazo fraterno, etc., estos gestos muestran la actitud de una persona que día a día se supera y no atraviesa tantos problemas que aparecen por nuestro egoísmo y aquellas cosas ma-las que nos pueden consumir.

Reflexión. ¿Qué situaciones, comportamiento y actitudes debo mejorar para reconocer la alegría de Jesús en todos los momentos de mi vida? ¿Qué problemas personales he aceptado y resuelto? ¿Quién es Jesús para mí?

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Jueves, 17 de septiembre Oración, nuestro corazón proclama…

Señor Jesús, se nuestra luz y guía en el camino para reconocerte en cada circunstancia

y saber lo que implica seguirte. Hoy reconocemos que eres nuestro Señor,

que cada día tocas la puerta de nuestros corazones, esperando la respuesta de amor

que se manifiesta en la calidad de las relaciones con mis compañeros, amigos y familiares.

Anima nuestras vidas regálanos la paz que traes y que se construye en la entrega de amor que hacemos

cada momento con los demás.

Amén.


Tú eres Cristo, el Hijo de Dios

Acción: Identificaré que actitudes propias generan tristeza, rabia o mala energía a los demás y revisaré cómo las puedo cambiar para ser más cer-cano y feliz con los otros.

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Pregunta guía: ¿Qué idea de éxito tengo?




“En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos pasaban por Galilea, pero Él no quería que se supiera, porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía: «El Hijo del hombre será entregado en manos de los hombres; le matarán y a los tres días de haber muerto resucitará». Pero ellos no entendían lo que les decía y temían preguntarle.

Llegaron a Cafarnaúm, y una vez en casa, les preguntaba: «¿De qué dis-cutíais por el camino?». Ellos callaron, pues por el camino habían discutido entre sí quién era el mayor. Entonces se sentó, llamó a los Doce, y les dijo: «Si uno quiere ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos». Y tomando un niño, le puso en medio de ellos, le estrechó entre sus brazos y les dijo: «El que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe; y el que me reciba a mí, no me recibe a mí sino a Aquel que me ha enviado”.

Palabra del Señor.



• ¿Qué le decía Jesús a sus discípulos? • ¿A dónde llegaron después de caminar por Galilea? • ¿Por qué discutían los discípulos?

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Martes, 22 de septiembre: Fiesta de los Mártires de Valencia.

Los cinco beatos a los cuales dedicamos estas páginas, eran miembros del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Su única preocupa-ción era seguir a Jesús en la vocación a la cual los había llamado: santifi-carse educando a los niños y jóvenes, enseñándoles a vivir cristianamente.

Cuando inició la persecución religiosa en España, trabajaban tranqui-lamente en las instituciones educativas de la Provincia Lasaliana de Barce-lona. Viajaron a Valencia para cumplir una obligación propia de su trabajo educativo y el Señor les llamó para que dieran un testimonio extremo. Sus verdugos no los conocían. Al enterarse que eran religiosos, consideraron esto causa suficiente para detenerles y ajusticiarles.

Los Mártires son signo de la Iglesia, Cuerpo de Cristo, que continúa sien-do perseguida y condenada a muerte en sus miembros, pero estos mantie-nen su vista fija en el alba gloriosa de la resurrección. Esta es la lección que nos dan los Mártires, tanto los de ayer como los actuales. Debemos estar dispuestos a imitar su generosidad.

Los Hermanos Florencio Martín, Bertrán Francisco, Ambrosio León, Elías Julián, Honorato Andrés, y el P. Leonardo O. Buera, capellán del Colegio de la Bonanova, entregaron sus vidas por ser fieles a su condición de ministros y embajadores de Jesucristo. Aun sabiendo que la afirmación de su condición de religiosos los conduciría a la muerte, no dudaron en confesar su fe en Jesús y su pertenencia al Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas.

Estos cinco Hermanos, ahora nuevos Beatos, no tenían otra ocupación que seguir a Jesús en la vocación a la cual Él los había llamado: Buscar la salvación de los niños y jóvenes, es decir, educar cristianamente, integral-mente, a los niños y jóvenes, para el logro de su plena realización, como seres humanos, como cristianos.

Lectura

Jesús camina por Galilea con sus discípulos, pero no quería que la gen-te se enterara, para que sus discípulos no se distrajeran ya que iban ha-blando de su muerte y que debería ser necesaria para que se cumpliera la promesa de su Padre.

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Al llegar a casa, Jesús les pregunta qué hablaban en el camino, pero ellos callan porque les daba pena que Jesús supiese que entre ellos dis-cutían por saber quién de ellos era el más importante mientras que Él les hablaba de su muerte y de lo que tenía que pasar.

Jesús les enseña que ser el primero o el último no ganará o perderá ningún premio y que lo importante no es ser el mejor sino ayudar a los de-más, para dar a entender esta enseñanza toma en sus manos a un niño y les muestra que todo aquel que actúa desinteresadamente como un niño alcanzará el reino de los cielos.


Jesús quiere hacerse humilde y servir. Los discípulos quieren ser orgu-llosos y dominar. ¿Y yo? ¿Cuál es la motivación más profunda de mi “yo” desconocido?

Seguir a Jesús y estar con él, y dejar que su modo de vivir se vuelva mi modo de vivir y convivir ¿Está ocurriendo esto en mí?


Papito Dios, te pido que me ayudes a servir a los que me necesitan, aparta de mi corazón todo orgullo que lastime a aquellos que están a mi lado, quiero que tomes mi corazón de niño para que me estreches entre tus brazos y así pueda reflejar tu amor y tu bondad a todos aquellos que quie-ran alcanzar tu reino.

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Acepta con agrado mis palabras, el susurro de mi corazón,

sin tregua ante ti, oh Dios, roca mía,

mi redentor (Sal 19,15).

Acción. Hoy, amiguito te invito a reflexionar ¿cuántas veces has querido triunfar intentando pasar por encima de los demás? ¿Crees que tus cualida-des te hacen mejor que otros?

26ª Semana del Tiempo Ordinario28 Septiembre – 2 Octubre

Pregunta guía: ¿Cuáles acciones de las que realizo son dignas que otros las repitan?


Del santo Evangelio según san Marcos Mc 9,38-43.45.47-48.


“En aquel tiempo, Juan le dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsa-ba demonios en tu nombre y no viene con nosotros y tratamos de impedír-selo porque no venía con nosotros». Pero Jesús dijo: «No se lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí. Pues el que no está contra nosotros, está por nosotros. Todo aquel que os dé de beber un vaso de agua por el hecho de que sois de Cristo, os aseguro que no perderá su recompensa.

»Y al que escandalice a uno de estos pequeños que creen, mejor le es que le pongan al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y que le echen al mar. Y si tu mano te es ocasión de pecado, córtatela. Más vale que entres manco en la Vida que, con las dos manos, ir a la gehenna, al fuego que no se apaga. Y si tu pie te es ocasión de pecado, córtatelo. Más vale que entres cojo en la Vida que, con los dos pies, ser

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arrojado a la gehenna. Y si tu ojo te es ocasión de pecado, sácatelo. Más vale que entres con un solo ojo en el Reino de Dios que, con los dos ojos, ser arrojado a la gehenna, donde su gusano no muere y el fuego no se apaga”.

Palabra del Señor.



• ¿Qué vio Juan? • ¿Qué dijo Jesús ante lo que Juan observó? • ¿Qué pasa si alguien escandaliza a una persona que crea? • ¿Cuántas partes tiene este texto?


Este relato que hemos leído es una composición de dos partes: la pri-mera de 38-43; un verso de unión 45; y la segunda parte 47-48. Miremos las dos partes que se nos presenta. En la primera parte uno de sus discípulos, Juan, comenta la preocupación que le genera haber visto a una persona haciendo el bien en nombre de Jesús, ya que no le parece que lo haga sin pertenecer al grupo de discípulos que acompañan a Jesús. A lo que Jesús, que es reconocido como maestro enseña: no impidan toda acción para hacer el bien en nombre de Él, porque quien hace el bien en su nombre, jamás podrá hablar mal de Él.

En la segunda parte encontramos la contraparte de lo que en la primera hemos leído. Jesús sigue enseñando, pero utiliza ejemplos extremos para re-conocer que más vale practicar las obras buenas de su Reino que las malas. Jesús nos habla sobre el pecado que es toda acción que vaya en contra de la justicia y de la dignidad de la persona. Pecar es tan grave que Jesús enseña que es mejor perder una parte de nuestro cuerpo con la que hemos hecho el mal. Pero no podemos quedarnos solamente con esta visión un poco negativa y cruda; es tan importante la vida-Reino de Dios que es mejor vivirla-entrar de manera auténtica sin alguna parte de nuestro cuerpo que vivirla haciendo el mal. Jesús no nos está mandando a cortarnos ninguna parte de nuestro cuerpo, sino a reconocer la importancia de vivir una vida auténtica donde practiquemos obras de bien que construyan Reino de Dios. Una vida sana donde todo lo que somos está en caminado a practicar el bien con los demás en nombre de Jesús.

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¿Has visto que algunos hacen mejor las cosas que nosotros? ¿Has sentido envidia? Es natural a los seres humanos sentir envidia más cuando vivimos en un mundo de primeros puestos y competencia. Hoy por internet estamos llenos de juegos que nos escalafonan y que su dinámica es ser mejor que el otro a costa de dinero y mejoras continuas. Pero qué tal si existiera un escalafón que nos midiera por las obras buenas que hiciéramos a diario ¿cómo nos iría a cada uno? Practicar el bien en nombre de Jesús como nos presenta el evangelio es la clave para poder vivir una vida auténtica, por eso, el mejor escalafón que podemos alcanzar en la vida es poder motivar a los demás a practicar el bien. ¿Cuáles acciones de las que realizo son dignas que otros las repitan? En la vida de nuestra iglesia este escalafón; esta búsqueda de practicar el bien se llama santidad. ¿Cuánto te falta en tu vida para ser santo?

Jueves, 1 de octubre: Oración, nuestro corazón proclama…

Papito Dios, que a ejemplo de Jesús que nos enseñó con su vida a practicar el bien, seamos niños y niñas que con nuestras acciones a diario podamos demostrar a los demás que hacer el bien es el secreto para vivir una vida tranquila y auténtica. Amén.

Viernes, 2 de octubre: Contemplación, nuestro corazón se compromete...

Practicar el bien es la clave para vivir una vida auténtica y tranquila, y más cuando hacemos el bien en nombre de nuestro amigo Jesús.

Con mi familia me coloco de acuerdo para realizar una obra de miseri-cordia corporal: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, visitar al enfermo…

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Pregunta guía: ¿Cómo valoro las cosas sencillas en mi vida?

Lunes, 5 de octubre: Proclamación, nuestro corazón está atento a la voz que clama…



“En aquel tiempo, se acercaron unos fariseos que, para ponerle a prue-ba, preguntaban: « ¿Puede el marido repudiar a la mujer?». Él les respondió: « ¿Qué os prescribió Moisés?». Ellos le dijeron: «Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla». Jesús les dijo: «Teniendo en cuenta la dureza de vuestro corazón escribió para vosotros este precepto. Pero desde el comien-zo de la creación, Él los hizo varón y hembra. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y los dos se harán una sola carne. De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios unió, no lo separe el hombre». Y ya en casa, los discípulos le volvían a preguntar sobre esto. Él les dijo: «Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquélla; y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio».

Le presentaban unos niños para que los tocara; pero los discípulos les re-ñían. Mas Jesús, al ver esto, se enfadó y les dijo: «Dejad que los niños vengan a mí, no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el Reino de Dios. Yo os aseguro: el que no reciba el Reino de Dios como niño, no entrará en él». Y abrazaba a los niños, y los bendecía poniendo las manos sobre ellos”.

Palabra del Señor.



• ¿Cómo valoro las cosas sencillas en mi vida? • ¿Cuántas veces he decidido acercarme a Dios? • ¿Soy puro y sencillo como Jesús nos invita a serlo?

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Martes, 6 de octubre: Lectura, nos adentramos al texto bíblico reconociendo…

El ser humano recibe de Dios la dignidad y el poder de decidir lo que se quiere para la vida, muchas veces dudamos del poder y la sabiduría de Dios queriendo ponerlo a prueba, quizás de la misma forma en que el pueblo judío lo hacía con Jesús preguntándole por la importancia del matrimonio y más aún, la importancia de las leyes que Dios padre había entregado a Moisés.

Lo más bello es que encontramos un Jesús que hace pequeñas esas in-quietudes y esos deseos de ponerlo a prueba, contestando con la sabiduría que solo proviene de Dios, afirmándoles que el matrimonio es algo sagrado e instituido por Dios, pero les hace ver que este es un camino que no se debe caminar en soledad, sino que por lo contrario, es una oportunidad de llegar a Dios, amando al prójimo y siendo una sola carne y un apoyo con esa persona que se ama y a la que se le entrega la vida, demostrando que la unión de esposos es un vínculo que está bendecido por Dios.

Es en las cosas pequeñas donde encontramos la verdadera presencia de Dios y qué mejor ejemplo que el que encontramos en el acercamiento de los niños a Jesús, donde Jesús hace dignos a los niños y los muestra como ejemplo de pureza, ternura, cariño y deseo de un futuro, para que el pueblo reflexionara y se diera cuenta que en la sencillez del espíritu se en-cuentra la verdadera presencia de Dios.

Finalmente, en estas enseñanzas nos demuestra que llegar al reino de Dios padre es muy fácil, solo hay que amar, pues quien ama a Dios ama al prójimo y por eso hace el bien, cuidando y protegiendo la creación hermosa de Dios, o acaso ¿el que ama lastima a quien ama?

Miércoles, 7 de octubre: Meditación, aplicamos el texto bíblico a nuestra vida.

A los seres humanos se nos dificulta entender la voluntad del Señor, mu-chas veces el deseo de ser más nos lleva a desobedecer y no entender su mensaje, por tanto nos preguntamos en las adversidades ¿por qué me pasa esto? ¿Por qué todo está en contra mío? ¿Será que Dios está conmigo? Pero hoy, la palabra de Dios nos da a entender que sus manifestaciones de amor no se presentan en cosas estruendosas, el amor de Dios no se ve en lo

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grande, por el contario, se hace presente en aquel hermano que necesita nuestra ayuda, en aquel que está a tu lado y en especial, está en tu corazón, la sabiduría de Dios es tan inmensa que nos pone todo para que seamos felices, el amor de Dios es tan grande, que nos ha liberado de la esclavitud del pecado, para que podamos llegar al reino de los cielos, no ahoguemos las voluntad de Dios, permitamos que él nos hable y que su espíritu actúe en nosotros.


Soy hijo tuyo señor, soy siervo tuyo oh Padre, guía mis pasos, se tu mi protector,

permíteme comprender que estás presente en mi vida, que vives en mi corazón.

A cada instante de mi existencia, mis alegrías las ponga en tu presencia,

que en los momentos de dificultad yo puedo siempre con tu abrazo contar.

Fortalecido en tu amor, la gloria a ti te pueda dar. Gracias quiero darte por que tu amor me llena en todas partes. Gracias mi salvador porque me ayudas a ser cada día mejor.

Eres mi dulce compañía, a tu lado lo pesado se hace liviano, la tristeza se convierte en alegría y

en tu presencia quiero estar toda la vida, bendice mi familia, bendice a lo que me rodean, son instrumentos tuyos a los cuales debo valorar,

así en nuestros hogares junto a ti nos sentemos a orar. Amén.


Mi Familia, mi vida al servicio de Dios, dispuestos a la bendición de su amor. Ilumíname Señor para tener pureza en mi corazón.

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Acción: Me comprometo a dar gracias por cada cosa sencilla que Tu mi Dios o las personas a mi alrededor me dan.


Pregunta guía: ¿Qué tanto estoy atado a las riquezas o cosas materiales?




“En aquel tiempo, cuando Jesús se ponía en camino, uno corrió a su encuentro y arrodillándose ante Él, le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?». Jesús le dijo: « ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes falso testimonio, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre». Él, entonces, le dijo: «Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud». Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo: «Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme».

Pero él, abatido por estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes. Jesús, mirando a su alrededor, dice a sus discípulos: « ¡Qué difícil es que los que tienen riquezas entren en el Reino de Dios!». Los discí-pulos quedaron sorprendidos al oírle estas palabras. Mas Jesús, tomando de nuevo la palabra, les dijo: « ¡Hijos, qué difícil es entrar en el Reino de Dios! Es más fácil que un camello pase por el ojo de la aguja que un rico entre en el Reino de Dios». Pero ellos se asombraban aún más y se decían unos a otros: «Y ¿quién se podrá salvar?». Jesús, mirándolos fijamente, dice: «Para los hombres, imposible; pero no para Dios, porque todo es posible para Dios». Pedro se puso a decirle: «Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido». Jesús dijo: «Yo os aseguro: nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o hacienda por mí y por el Evangelio, quedará

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sin recibir el ciento por uno: ahora al presente, casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y hacienda, con persecuciones; y en el mundo venidero, vida eterna”.

Palabra del Señor.



• ¿Qué tanto estoy atado a las riquezas o cosas materiales? • ¿Qué tanto he cumplido con los mandamientos de la ley de Dios? • ¿Por qué para Dios todo es posible y nada es difícil? • ¿Qué cosas debo hacer para salvarme del pecado? • ¿Cómo debo administrar mi vida?


Somos administradores de los bienes de Dios, él como Padre nos da el sustento que día a día necesitamos para satisfacer los deseos o necesida-des, que Él sabe que requerimos para sustentar y sostener nuestra vida, y como mayordomos de Dios debemos entender que en cualquier momento Dios puede hacer uso de esos bienes y trasladarlos a otro de sus hijos, enten-diendo que Dios no nos quita nada, él nos enseña con cada bien que nos da a administrarlos y prepararnos para un bien mejor. Es por ello, que para Dios las riquezas materiales no son las que determinan nuestra vida.


Debemos estar preparados para, en un momento determinado, dejar riquezas y poder disfrutar de cada bendición que Dios nos da. El reino de Dios es estar en su presencia, pero para estar en el reino de Dios debemos ser libres y estar despojados de aquellas cosas materiales que nos quitan atención, tiempo y espacio para Dios, y por ende para disfrutar de la vida con sentido propósito y felicidad; para vivir la vida que él nos llama a vivir.

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Amado Dios tú que eres el dueño de todo lo que poseo, sé que no he administrado los bienes que me has dado de la manera como tú lo has deseado, reconozco que me apego a las cosas materiales y que no busco de tu presencia como tú esperas que lo haga, aun así tu siempre estás hay para enseñarme día a día a cómo despojarme de las riquezas y aprender a vivir una vida más sencilla que me llene de la tranquilidad, la paz y el amor que tú crees que necesito para ser feliz. Sé tú quien me lleves día a día a vivir esa vida. Amén.


Dios me muestra que debo aprender a administrar las riquezas que me ha dado y así mismo a aceptar despojarme de ellas en el momento en que sea necesario, a ser más sencillo, humilde, a compartir con otros esas riquezas.

Acción: Mi compromiso es administrar bien los bienes que Dios me da y aprender a despojarme de ellos en el momento que sea necesario.

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Pregunta guía: ¿Cuál es la idea de liderazgo que desarrollo?




“En aquel tiempo, Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, se acercan a Jesús y le dijeron: «Maestro, queremos, nos concedas lo que te pidamos». Él les dijo: «¿Qué queréis que os conceda?». Ellos le respondieron: «Concéde-nos que nos sentemos en tu gloria, uno a tu derecha y otro a tu izquierda». Jesús les dijo: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber, o ser bautizados con el bautismo con que yo voy a ser bautizado?». Ellos le dijeron: «Sí, podemos». Jesús les dijo: «La copa que yo voy a beber, sí la beberéis y también seréis bautizados con el bautismo con que yo voy a ser bautizado; pero, sentarse a mi derecha o a mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado».

Al oír esto los otros diez, empezaron a indignarse contra Santiago y Juan. Jesús, llamándoles, les dice: «Sabéis que los que son tenidos como jefes de las naciones, las dominan como señores absolutos y sus grandes las oprimen con su poder. Pero no ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será esclavo de todos, que tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos”.

Palabra del Señor.


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• ¿Qué aspectos me motivan diariamente para ser un líder? • ¿Qué motivaciones diarias tengo para realizar lo que me

corresponde? • ¿Tiene mi vida un ideal? • ¿Cuál es mi ideal?


Los discípulos son inseguros en el seguimiento de Jesús, por esta razón en ellos aún persiste la orientación terrena de sus esperanzas y sueñan con la grandeza humana. Parece que no han aprendido nada de Jesús, de sus enseñanzas. La petición de Santiago y Juan, a quienes llamaban los hijos de Zebedeo, y la disputa por quiénes tendrían los puestos más importantes en el reino de los cielos, obligan a Jesús a realizar nuevamente una catequesis. En la que con claridad 1) Les enseña las condiciones para obtener la gloria, y 2) Formula lo que ha de ser la ley de toda comunidad cristiana. Les explica que para sentarse junto a él en la gloria, deben pasar por el sufrimiento, por la pasión y la cruz, expresadas con las imágenes del cáliz y el bautismo.

Santiago y Juan se sienten fuertes para recorrer este camino de sufri-miento, pero no reciben la garantía de ocupar los puestos que ambicionan. La razón está en que el seguimiento de Jesús no puede ser interpretado como medio para obtener una recompensa. El discípulo está llamado a seguir al Maestro en el presente, dejando que Dios programe libremente su futuro.

Jesús una vez más les da una lección sobre el servicio. Les enseña que deben hacerse servidores de sus comunidades, con un servicio sin límites, que llega hasta la entrega de la propia vida en favor de los demás.


Podemos partir del diálogo sobre el texto siguiente y responder las pre-guntas que se formulan a continuación:

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Sabéis que los que son tenidos como jefes de las naciones, las dominan como señores absolutos y sus grandes las oprimen con su poder. Pero no ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vo-sotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será esclavo de todos, que tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos (Mc. 10 42-45)

¿Cómo se encuentran estas orientaciones de Jesús, hoy, entre nosotros? ¿Cómo las vivimos?, ¿las hemos modificado?


Papito Dios, nos has mostrado con tu ejemplo, que es posible vivir para los demás.

Tu vida es un espejo fiel dónde mirarnos para descubrir cuánto nos falta cambiar

y cuánto todavía podemos dar a los demás.

Tú saliste a recorrer los caminos para ir al encuentro del necesitado y el excluido. Señor del servicio, mués-

tranos el camino que lleva a darlo todo por los demás. Ayúdanos a tener tus mismos sentimientos,

preocupaciones y opciones.

Haz que atendamos las necesidades, sufrimientos y esperanzas de nuestro pueblo.

Haznos cercanos y hermanos de todos. Enséñanos a vivir pensando primero en el otro, enséñanos a vivir como verdaderos servidores,

dispuestos, generosos, alegres y fraternos con todos. Amén.

Viernes, 23 de octubre: Fiesta del Hno. Arnoldo Rèche

Julio Nicolás Rèche nace en una familia pobre de Landroff en Lorraine. Abandona pronto la escuela para trabajar como mozo de caballerizas, co-

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chero y finalmente carretero al servicio de una empresa de construcción. Siendo joven, es conocido por sus compañeros de trabajo por su piedad y su autodisciplina.

Conoce a los Hermanos por primera vez cuando sigue clases nocturnas y pide ingresar al Instituto. Enseña durante catorce años en un pensionado de la Calle de Venecia en Reims. Durante la guerra Franco-prusiana de 1870, trabaja con otros Hermanos como enfermero, para dar respuesta a las ne-cesidades médicas y espirituales de los heridos de los dos bandos. Fallece a la edad de 52 años, con fama de santidad.

De la vida del beato Hermano Arnoldo Rèche.Dos etapas se distinguen en sus 52 años de vida. Una primera de 24

años, en la que vive con su familia trabajando como obrero. La segunda, de 28 años, en la que es Hermano de las Escuelas Cristianas. En ambas etapas, se destacan tres pasiones, que dieron unidad a su vida:

Primera: Pasión por el saber. Tuvo que interrumpir los estudios de la es-cuela de su pueblo natal a los 10 años y ponerse a trabajar en el campo, como cochero y como obrero de la construcción; era necesario que sus ocho hermanos menores tuvieran pan. Su afán por saber le llevó a estudiar de noche en la biblioteca de su patrón o en las clases que de noche da-ban los Hermanos de las Escuelas Cristianas en Charleville a los obreros. De ahí le vino la vocación. Ya de Hermano, hacía igual, compaginando el dar clase con sus estudios. Para él nada resultó imposible de aprender dada su tenacidad. Llegó a ser maestro de futuros maestros.

Segunda: Pasión por los demás. Se trata de una exigencia que vivió desde pequeño; ser responsable de sus hermanos y de su madre enferma. Hasta siendo obrero, encontraba tiempo para dar clases a los “niños desho-llinadores”, traídos del sur de Francia y que eran explotados por su condición raquítica. Tenía el don de saber aconsejar a alumnos y Hermanos. Sabía tener detalles, como dar el postre al alumno interno que más le había moles-tado en clase, que reflejan su bondad haciéndole ser don para los demás.

Tercera: Su pasión por Dios. Toda esa vida sacrificada en favor de los demás, tenía una fuente: la oración. Fue siempre un distintivo en él. Siendo obrero, leía todos los días el evangelio y hasta pasaba noches enteras re-zando. Se puede decir de él que, desde su estar enamorado de Dios, supo compartir su ciencia, su servicio al prójimo y su fe. (Tomado de www.lasalle.es el 4 de agosto de 2014)

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Contemplación

“El servicio debe ser nuestra bandera lasallista”

Acción. Realizar una campaña solidaria para ayudar a una familia necesitada con alimentos de primera necesidad.


Pregunta guía: ¿Qué tan constante o perseverante soy para alcanzar mis objetivos?




“En aquel tiempo, cuando Jesús salía de Jericó, acompañado de sus discípulos y de una gran muchedumbre, el hijo de Timeo (Bartimeo), un mendigo ciego, estaba sentado junto al camino. Al enterarse de que era Jesús de Nazaret, se puso a gritar: « ¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí!». Muchos le increpaban para que se callara. Pero él gritaba mucho más: « ¡Hijo de David, ten compasión de mí!». Jesús se detuvo y dijo: «Llamadle». Llaman al ciego, diciéndole: « ¡Ánimo, levántate! Te llama». Y él, arrojando su manto, dio un brinco y vino donde Jesús. Jesús, dirigiéndose a él, le dijo: « ¿Qué quieres que te haga?». El ciego le dijo: «Rabbuní, ¡que vea!». Jesús le dijo: «Vete, tu fe te ha salvado». Y al instante, recobró la vista y le seguía por el camino”.

Palabra del Señor.


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• ¿Qué hago cuando se me presentan obstáculos para lograr mis objetivos?

• ¿Solicito ayuda cuando tengo problemas o me las arreglo solo? • ¿Qué tan constante o perseverante soy para alcanzar mis objetivos?


Bartimeo es un ciego sentado junto al camino, pero que se mantiene atento, informado del acontecer de su alrededor, no deja su encuentro con el maestro al azar o a la improvisación, asume y se compromete a buscar una solución a su problema, cuando descubre la oportunidad de recobrar su vista busca a Jesucristo de quien se decía que hacía milagros, con total confianza en el Hijo de Dios le solicita recuperar la visión. Da lo mejor de sí para llamar la atención, a pesar de que algunos intentaban truncar su sue-ño, persevera en su meta, continúa llamando a Jesucristo sin pensar si él lo escuchaba o le importaría atender a un mendigo.

Para Jesucristo, todos somos iguales en dignidad como hijos de Dios, al escuchar la voz que lo llama el maestro solicita que traigan a esa persona que suplica a gritos compasión. Bartimeo ha triunfado logró la forma de obtener un encuentro con Jesús de quien esperara su misericordia, compa-sión y sanación. Al encontrarse con Jesús, sin dudas y con mucha fe, pide solución a su problema, no vacila ni va con rodeos, ante lo cual Jesucristo dice estas palabras, que muchos necesitamos en momentos de ceguera, parálisis, o derrota, “tu fe te ha salvado”.


En la vida se presentan muchas dificultades que no nos permiten ver claro ni encontrar el camino para salir del problema, en esos momentos las diferentes voces que escuchamos nos desaniman y nos presionan para abandonar nuestras metas.

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Ante las voces que nos atacan, con la intensión de desanimarnos, es bueno hacerse el sordo y dejarse guiar por el espíritu de Dios. Los problemas y caídas siempre estarán, tenemos que recordar que en nuestra vida se pre-sentarán a diario multitud de problemas que deben ser solucionados, poco a poco, para que no obstaculicen nuestras metas propuestas.

Que el ejemplo del ciego de Jericó siempre nos acompañe, para recor-darnos tener a Dios de nuestro lado, orando con mucha fe a pesar de todo.

El mismo Jesús es ejemplo de perseverancia en su misión salvadora. Al hijo de Dios se le presentaron tropiezos, caídas en el viacrucis, pero no se queda en el piso, se levanta y continúa su camino a pesar del cansancio y la vista nublada por la sangre que ha perdido.

Reflexión: ¿Hoy, qué tan fácil abandonamos nuestros objetivos o metas con excusas como: está muy lejos, no tengo tiempo, estoy muy cansado, no soy capaz? ¿Cuáles son los obstáculos o debilidades que me alejan de mis metas?


Señor quiero ser como Bartimeo

Quiero ser como Bartimeo para... reconocer mi ceguera. Quiero ser como Bartimeo para... ser humilde y pedir limosna a los demás.

Quiero ser como Bartimeo para... gritar que necesito tu ayuda. Quiero ser como Bartimeo para... que no me deje influir

por todo el ruido que me rodea. Quiero ser como Bartimeo para... saltar de alegría cuando me llamas.

Quiero ser como Bartimeo para... abandonar el manto de las cosas mate-riales que me ahogan.

Quiero ser como Bartimeo para... acudir a ti con confianza. Quiero ser como Bartimeo para... para seguirte de todo corazón.

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Jesús le dijo: «Vete, tu fe te ha salvado».

Acción: Es importante adquirir hábitos y ritmos en nuestra vida familiar, escolar y social que permitan alcanzar las metas propuestas en nuestra vida. Recordemos las palabras del señor de San Juan Bautista de La Salle “Cuando tengáis dificultad para practicar la virtud, actuad de forma que se os haga fácil, por vuestra aplicación a la oración; acudid a ella con pronti-tud recordando estas palabras de Jesucristo: Pedid y recibiréis” (Meditacio-nes 36, 1,2 punto 3).

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Pregunta guía: ¿En este año, qué tanto ha primado el amor en mi vida? (hacia mí, mi familia, amigos, necesitados, etc.)

Lunes, 2 de noviembre: Proclamación, nuestro corazón está atento a la voz que clama…



“En aquel tiempo, se acercó a Jesús uno de los escribas y le preguntó: « ¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?». Jesús le contestó: «El pri-mero es: ‘Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas’. El segundo es: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’. No existe otro mandamiento mayor que éstos».

Le dijo el escriba: «Muy bien, Maestro; tienes razón al decir que Él es úni-co y que no hay otro fuera de Él, y amarle con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a si mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios». Y Jesús, viendo que le había contestado con sensatez, le dijo: «No estás lejos del Reino de Dios». Y nadie más se atrevía ya a hacerle preguntas”.

Palabra del Señor.



• ¿Para ti qué es el amor? • ¿Cuáles son las personas que más amas? • ¿Qué estás dispuesto(a) a hacer por amor?

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• ¿A quién amas con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas?

• ¿Amas a Dios sobre todas las cosas? • ¿Quiénes son tu prójimo? • ¿Amas a tus prójimos como te amas?

Martes, 3 de noviembre: Lectura, nos adentramos al texto bíblico reconociendo…

Esta semana la palabra de Dios nos habla del fundamento más impor-tante que marca nuestra relación con Dios. El texto inicia contando que un escriba que oyó hablando a Jesús se acercó a preguntarle acerca de un tema fundamental para su vida de fe.

Los escribas eran personas sabias que estudiaban las leyes y la Biblia, que vivían tratando de cumplir todos los mandamientos de Dios al pie de la letra, sin importar cuál fuera la ley, ellos la cumplían mientras viniera man-dada por Dios, por eso su pregunta es tan importante “¿Cuál es el manda-miento más importante?” es decir, de todo lo que hago a diario, de todas esas normas que me exige hacer o dejar de hacer tantas cosas, realmente ¿qué es lo fundamental?, de todos esos mandamientos, ¿cuál es el más importante para Dios?

Este escriba quiere saber de verdad, su intención es buena y por eso Jesús se entretiene en enseñarle. Jesús reconociendo el conocimiento que el escriba tiene de la Biblia y de la Ley de Dios primero le cita el Antiguo Tes-tamento, donde se lee, en el libro Deuteronomio 6, “Escucha, Israel: el Señor, nuestro Dios, es el único Señor. Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Graba en tu corazón estas pala-bras que yo te dicto hoy.” Pero Jesús no se queda allí, sino que le regala un maravilloso complemento a ese amor hacia Dios, y lo llena de sentido cuan-do añade: “El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento más grande que estos”.

El escriba se da cuenta de una gran verdad al escuchar a Jesús, que él y todos los escribas y fariseos se habían enredado en las leyes y escritos: Esto se puede, esto no, esto a veces, y se habían olvidado de lo más impor-tante, el amor. De aquí nace la gran respuesta que el escriba le da a Jesús “Si amas a Dios sobre todas las cosas y a los demás como a ti mismo todos los sacrificios y el resto sobra”.

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Jesús se admira de la respuesta de aquel hombre y le dice “Tú no estás lejos del reino de Dios” con lo cual confirma que para entrar en el reino de Dios el único tiquete necesario es el amor.

Miércoles, 4 de noviembre: Meditación, aplicamos el texto bíblico a nuestra vida.

El mandamiento que Jesús nos propone en su Palabra no consiste en una norma nueva y difícil, se trata más bien de una gran oportunidad que nos da Jesús para entender cuál es realmente la voluntad de Dios.

El Señor no nos pide que hagamos muchas cosas, por el contrario, su vo-luntad es que hagamos una sola, que amemos sin medida. San Agustín de Hipona solía decir “Ama y haz lo que quieras”, esa es la síntesis más hermosa del mandamiento del amor, porque el que ama no hace daño, porque el que ama protege y siempre quiere lo mejor para sus seres amados, porque el que ama coloca todas sus fuerzas, toda su mente, todo su corazón al ser-vicio del amor.

Por lo anterior cabe preguntar ¿Amas realmente a Dios por encima de todas las cosas? ¿Qué te faltaría para lograrlo? ¿Amas al prójimo con el mismo amor que te tienes a ti? ¿A qué personas no amas aún? ¿Sabes que Dios te pide que ames a todas las personas del mundo? ¿Cómo puedes amar más?

Jueves, 5 de noviembre: Oración, nuestro corazón proclama…

Todos los estudiantes realizan en una hoja de block un listado o dibujo de las personas que más aman junto a Dios. Luego voluntariamente socia-lizan su trabajo y una vez terminada la socialización todos en el aula nos unimos diciendo: ¡Bendice a nuestras familias, Señor!

(También se puede pedir que escriban en la hoja sus oraciones a Dios y en el momento de la socialización las lean en voz alta, terminado con el mismo estribillo)

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Viernes, 6 de noviembre: Contemplación, nuestro corazón se compromete...

Medito en el versículo: “amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”.

Acción: me comprometo a realizar una acción por amor a una persona que lo necesite.


Pregunta guía: ¿A lo largo del año, he sido responsable con mi proceso formativo?




“En aquel tiempo, dijo Jesús a las gentes en su predicación: «Guardaos de los escribas, que gustan pasear con amplio ropaje, ser saludados en las plazas, ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y que devoran la hacienda de las viudas so capa de lar-gas oraciones. Esos tendrán una sentencia más rigurosa».

Jesús se sentó frente al arca del tesoro y miraba cómo echaba la gente monedas en el arca del Tesoro: muchos ricos echaban mucho. Llegó tam-bién una viuda pobre y echó dos moneditas, o sea, una cuarta parte del as. Entonces, llamando a sus discípulos, les dijo: «Os digo de verdad que esta viuda pobre ha echado más que todos los que echan en el arca del Tesoro. Pues todos han echado de lo que les sobraba, ésta, en cambio, ha echado de lo que necesitaba, todo cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir”.

Palabra del Señor.


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• ¿Qué advertencia le hace Jesús a la gente? • ¿Qué miraba Jesús en el Templo y en quién se fijó? • ¿Qué hace la viuda pobre? • ¿Qué dice Jesús sobre la viuda pobre?


El Evangelio propuesto para esta semana nos invita a contemplar algu-nos comportamientos esenciales y nos invita a hacer balance del camino recorrido. Vale la pena decir que estamos a punto de finalizar una lectura, casi continua, de todo el evangelio según san Marcos que iniciamos en enero y que pausamos solamente durante los tiempos de cuaresma, Pascua y algunos pocos de julio. Debemos recordar el propósito de Marcos, presen-tarnos en su escrito un discipulado en el que, cargando con la propia Cruz detrás de Jesús, vivamos la “conversión” y la “fe” con Jesús.

Hoy Jesús hace pasar al frente a tres personajes con el objetivo que des-cubramos quien es el que más se parece a un discípulo del Reino, es decir, quien está en verdadera sintonía con Él. Estos tres personajes son los escribas o “Maestros de la Ley”, los ricos generosos y una viuda pobre.

Tenemos que partir teniendo en cuenta que todos ellos buscan consa-grarse a la causa de Dios, los escribas a través de la enseñanza de la Ley, los ricos mediante su limosna generosa para el sostenimiento del Templo y la viuda con la actitud de quien se da a Dios.

Jesús empieza invitando a “guardarse”, es decir, a mirar atentamente una situación para reflexionar sobre ella. El discípulo de Jesús es alguien que vive cotidianamente el discernimiento y que está atento para distinguir qué comportamientos, actitudes e intenciones no van con los valores del Reino y, de esta manera, trabajar para purificarse de los mismos.

Jesús advierte algunos comportamientos específicos, entre ellos la exhi-bición de los vestidos que representaban nobleza, el recibir la honra en los espacios públicos para llamar la atención del público, ocupar el puesto de honor en las ceremonias religiosas y apropiarse del dinero de las mujeres que pedían asistencia religiosa.

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El último comportamiento es el más grave. En los tiempos de Jesús, las viudas dependían de los escribas para que les redactaran documentos y defendieran sus derechos, pero, a menudo, estos expertos en la Ley se que-daban al final con la mejor parte de la propiedad que ayudaban a defen-der.

Jesús “miraba cómo echaba la gente” las monedas en el Arca del Tem-plo. La mirada de Jesús, es una mirada de contemplación: Él observa cuida-dosamente y ve “cómo” se hacen los donativos. Lo primero que nota es que “muchos ricos echaban mucho”. Así, el problema no está en la cantidad de lo que se dona, sino en el hecho que éstos son tan notables que Jesús tiene que llamar la atención de los discípulos para que se fijen en el pequeñísimo donativo de la viuda pobre. Jesús invita a darse cuenta de lo pequeño que es, con frecuencia, excepcional.

La viuda pobre “echó dos moneditas”. En el idioma original, el Evange-lista pone de manifiesto que son las más pequeñas y las del material más barato del mundo judío. Es decir que se trata de una manera para indicar la insignificancia de este donativo frente a los anteriores: frente a lo mucho de los ricos, esta viuda aparece con muy poco.

Jesús tiene una manera distinta de calcular las proporciones. Lo que Je-sús “observa”, que parece que los otros no notan, es la proporción del don con relación a lo que tiene cada uno: todo lo que está en capacidad de dar. La viuda da de “lo que necesitaba”, a diferencia de los ricos que entre-gaban “lo que les sobraba”. Para Jesús la medida del dar no está en lo que entregamos sino en lo que nos reservamos. La mujer del Evangelio se dio. No sólo dio “todo lo que poseía” sino “todo lo que tenía para vivir”.


El Papa Benedicto XVI reflexionó, unos meses antes de renunciar al Ponti-ficado, sobre el precioso texto de esta semana, y propuso la contemplación de la figura de la viuda pobre del Evangelio:

La condición de viuda, en la antigüedad, constituía de por sí una con-dición de grave necesidad. Por ello, en la Biblia, las viudas y los huér-fanos son personas que Dios cuida de forma especial: han perdido el apoyo terreno, pero Dios sigue siendo su Esposo, su Padre. Sin embargo,

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la Escritura dice que la condición objetiva de necesidad, en este caso el hecho de ser viuda, no es suficiente: Dios pide siempre nuestra libre adhesión de fe, que se expresa en el amor a Él y al prójimo. Nadie es tan pobre que no pueda dar algo. Y, en efecto, nuestras viudas de hoy demuestran su fe realizando un gesto de caridad: una hacia el profeta y la otra dando una limosna. De este modo demuestran la unidad inse-parable entre fe y caridad, así como entre el amor a Dios y el amor al prójimo —como nos recordaba el Evangelio el domingo pasado—. El Papa san León Magno, cuya memoria celebramos ayer, afirma: «Sobre la balanza de la justicia divina no se pesa la cantidad de los dones, sino el peso de los corazones. La viuda del Evangelio depositó en el tesoro del templo dos monedas de poco valor y superó los dones de todos los ricos. Ningún gesto de bondad carece de sentido delante de Dios, ninguna misericordia permanece sin fruto» (BENEDICTO XVI. Ánge-lus del 11 de noviembre de 2012).

Reflexión. Cuando es preciso que entregue algo de mí a favor de otros ¿entrego lo que me sobra o algo más? ¿A quiénes me entrego verdaderamente? ¿Qué indicadores pueden mostrar que es una entrega decidida?


Jesús, ayúdame a ser generoso y a descubrir que es en las peque-ñas entregas cotidianas donde aprendo a seguir tu llamado. Ayúdame a descubrir que es en lo pequeño y sencillo, donde se esconde lo grande y

maravilloso de la vida. Amén.


Jesús: ayúdame a entregar no lo que tengo sino lo que soy en cuanto hago.

Acción: Esta semana tendré alguna acción de entrega generosa, a ejemplo de la viuda del Evangelio.

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Pregunta guía: ¿En el presente año, qué tanto ha valido mi palabra?




“En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «En aquellos días, después de la tribulación aquella, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplan-dor, y los astros estarán cayendo del cielo, y las fuerzas que hay en los cielos serán sacudidas. Entonces, verán al Hijo del hombre viniendo en las nubes con gran poder y gloria. Y entonces enviará a los ángeles, y congregará a sus elegidos de los cuatro vientos, desde la extremidad de la tierra hasta la extremidad del cielo.

»De la higuera aprended la semejanza: cuando ya sus ramas se ponen tiernas, y brotan las hojas, conocéis que el verano está cerca; así también, cuando veáis suceder todo esto, sabed que Él está cerca, a las puertas. En verdad, os digo, la generación ésta no pasará sin que todas estas cosas se hayan efectuado. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Más en cuanto al día y la hora, nadie sabe, ni los mismos ángeles del cielo, ni el Hijo, sino el Padre”.

Palabra del Señor.



• ¿Qué es tribulación? • ¿Qué representa la luz para los cristianos?

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Se acerca el tiempo de Adviento que ha de servirle a la iglesia como anuncio de las posibilidades que existen en nombre de un Dios que se ma-nifiesta y camina entre su pueblo. Este pasaje es perfecto para introducir a las celebraciones litúrgicas que han de comenzar y al inicio del año litúrgi-co, el cual es un llamado a identificar la manifestación de Dios en nuestras vidas cotidianas. Cuando nos acercamos al primer domingo de Adviento con la pasión que el espíritu de Dios nos provee, veremos en estas palabras un mensaje de esperanza.


En este tiempo la persona que predica hará bien en invitar a la congre-gación, a estar siempre en vela, a abrir sus corazones a la sorpresiva manifes-tación de Dios aún en medio de las tribulaciones y las aflicciones del diario vivir. Esta manifestación de Dios es el milagro diario de la encarnación que el tiempo próximo de Adviento nos va preparando para celebrar.

Te invitamos a contestar ¿Cómo se manifiesta Dios en su palabra? ¿Trans-mites a los demás una palabra de vida?


Lee en completo silencio el siguiente salmo.

Tu palabra me da vida (salmo 118)

Tu palabra me da vida, confío en Ti, Señor. Tu palabra es eterna, en ella esperaré.

Dichoso el que con vida intachable, camina en la ley del Señor,

dichoso el que guardando sus preceptos, lo busca de todo corazón. Postrada en el polvo está mi alma, devuélvame la vida tu Palabra.

Mi alma está llena de tristeza, consuélame, Señor, con tus promesas.

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Escogí el camino verdadero y he tenido presente tus decretos. Correré por el camino del Señor, cuando me hayas ensanchado el

corazón. Éste es mi consuelo en la tristeza, sentir que tu palabra me da vida.

Por las noches me acuerdo de tu nombre, recorriendo tu camino dame vida.

Amén.


Lee y medita el versículo: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he venido al mundo” (Juan 16:33).

Acción: me comprometo a decir siempre la verdad aunque me cueste decirla.

Semana – Jesucristo Rey del Universo23 - 27 noviembre

Pregunta guía: ¿Cuál ha sido mi testimonio en este año 2015?


Del santo Evangelio según san Juan Jn 18, 33-37

“En aquel tiempo, Pilato dijo a Jesús: « ¿Eres tú el Rey de los judíos?». Res-pondió Jesús: « ¿Dices eso por tu cuenta, o es que otros te lo han dicho de mí?». Pilato respondió: « ¿Es que yo soy judío? Tu pueblo y los sumos sacerdo-tes te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?». Respondió Jesús: «Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuese de este mundo, mi gente habría comba-tido para que no fuese entregado a los judíos: pero mi Reino no es de aquí».

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Entonces Pilato le dijo: « ¿Luego tú eres Rey?». Respondió Jesús: «Sí, como dices, soy Rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz”.

Palabra del Señor.



• ¿Quiénes son los personajes que aparecen en el relato? • ¿Cuántas y cuáles preguntas hace Pilato a Jesús? • ¿Qué dice Jesús sobre su Reino?


Llegamos al último texto del presente año litúrgico. Nuestra iglesia está de fiesta reconociendo que Jesús es el rey del universo, de todo lo conoci-do. La liturgia nos presenta este fragmento del diálogo que Jesús tiene con Pilato en el pretorio antes de ser condenado a su muerte. Un momento de fragilidad, de humanidad extrema, de sentir la muerte rondando cerca, de consumar el proyecto que Jesús ha construido y el Padre le ha revelado. Nos encontramos con una pregunta de difícil respuesta por su contenido político. Si Jesús se declara rey está oponiéndose directamente al emperador y en forma indirecta a Roma.

Jesús responde de manera inteligente. El Reino instaurado por Roma ha sido gracias al temor, el miedo, muerte, la fuerza, sus ejércitos. Pero Jesús nos dice que su Reino no es de este mundo, no de este tipo de reino. El Reino de Jesús es diferente, es un reino que busca el bien para los demás, que busca la libertad de los oprimidos y la justicia para los más necesitados, busca acabar con la pobreza y hacer felices a todos los hombres, un Reino que construye la Paz; en definitiva un reino muy contrario al instaurado en el tiempo de Jesús. Jesús es rey no porque lo hayan coronado como a los demás sino porque ha venido a dar testimonio de la verdad. Y todo aquel que es de la verdad, escucha la voz de Jesús. Quien descubre el Reino de Dios descubre en Jesús el rey de su vida, su verdad máxima.

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¿Qué reino he construido este año? Aunque en nuestros días los reyes son figuras políticas y más del mundo del entretenimiento, existen otra clase de reinos que siguen esclavizando a las personas haciendo a los pobres cada vez más pobres y a los ricos más ricos, un reino que nos lleva a com-prar sin control y lo que el mercado nos mande, a despertar necesidades que no teníamos anteriormente, a seducirnos por las cosas fáciles y pasa-jeras. El reino que Jesús quiere necesita de personas que descubran la Ver-dad. El Reino de Jesús tiene que extenderse por todo el universo, por toda la creación, por eso ¿Cuál ha sido mi testimonio en este año 2015? ¿Cuáles han sido las acciones que he realizado para ayudar a Jesús a reinar en este mudo?


¡Oh Jesús! Te reconozco por rey universal.

Todo cuanto ha sido hecho Tú lo has creado.

Ejerce sobre mí todos tus derechos.

Renuevo las promesas de mi bautismo,

renunciando al pecado, a sus seducciones y a sus obras;

y prometo vivir como buen cristiano.

Muy especialmente me comprometo a procurar,

según mis medios, el triunfo de los derechos de Dios y de tu iglesia.

Que todos los corazones reconozcan tu sagrada realeza

para que así se establezca en todo el mundo el Reino de tu paz.

Amén

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En el presente día realizo una obra que me lleve a construir el Reino que Jesús quiere. Además le cuento a mis padres que Jesús es rey del universo porque Él quiere un Reino diferente al que vivimos. Con ellos realizo algunos acuerdos y deseos que lleven a construir más el Reino en el año nuevo que empieza en la iglesia.

CONSTRUIMOS PAZ ACERCÁNDONOS - La Salle · Isidoro Daniel Cruz Rodríguez Ecónomo Provincial Hno....

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