Edición No. 3 - 2014

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www.acrip.org

Entrevista con Alejandro Eder.

Director de la Agencia Colombiana para la

Reintegración (ACR).

Página 3.

Papel de la empresa privada en los procesos

de construcción de paz y la reintegración.

Por Germán Sánchez.

Página 12.

CONTENIDO

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Alejandro Eder, Director de la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) habló con ACRIP Bogotá y Cundinamarca, en entrevista exclusiva sobre el proceso de reintegración de personas desmovilizadas en la sociedad, destacó el importante papel que juegan las empresas en este proceso y enfatizó la responsabilidad del país entero en la construcción de paz.

ACRIP: ¿Qué es y cómo fun-ciona el proceso de reintegra-ción?

ACR: El proceso de reintegra-ción busca la generación de oportunidades con el fin de promover la autonomía de los desmovilizados en el marco de la legalidad. La Agencia Colombiana para la Reinte-gración promueve procesos de reintegración donde se ofrezcan beneficios directos e indirectos a los desmoviliza-dos y sus familias, orientados al desarrollo de competencias y habilidades psicosociales, educativas y laborales entre otras para que puedan ser

autónomos dentro del marco de la legalidad.

ACRIP: ¿Cómo se ha Impul-sado el retorno de la población desmovilizada a la formaliza-ción laboral y de qué manera es sostenible para las organi-zaciones y el país?

ACR: Lo primero es lograr que se comprenda cómo funciona el proceso de reintegración, no es un proceso asistencia-lista, no se trabaja a corto plazo, es un proceso riguroso que busca preparar a las per-sonas de manera sostenible para que se puedan reintegrar a la sociedad, de esta manera

la agencia puede lograr esta-bilizar a las personas psico-lógica y emocionalmente, al mismo tiempo, prepararlas, educarlas, formarlas para tra-bajo y darles las herramientas que requieran para volver a la sociedad.

ACRIP: ¿Cuánto dura el pro-ceso de reintegración?

ACR: El proceso de reintegra-ción promedio puede durar entre 6 y 7 años, un tiempo sustancial que se toma para hacerlo, el punto de arranque es muy complejo donde más del 70% de los desmoviliza-dos son analfabetas y se debe

REINTEGRACIÓN COMO FACTOR DE DIVERSIDADEN LAS ORGANIZACIONES

ENTREVISTA

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hacer un trabajo muy grande para educarlos y estabilizarlos.

ACRIP: ¿En qué forma se implementa el proceso?

ACR: De una forma que no es asistencialista sino que verda-deramente lo que se busca es generar verdaderos cambios en las personas para que pue-dan responder por si mismas en la sociedad. En los últimos años se han desmovilizado más de 56 mil personas, 46 mil de las cuales han pasado por el proceso de reintegra-ción, tenemos una tasa de permanencia de legalidad de casi 8 de cada 10 personas y de las personas que están en la legalidad aproximadamente el 70% están trabajando.

ACRIP: ¿Cómo ha sido el pro-ceso de aceptación de estas personas en el entorno laboral?

ACR: El reto más grande que tiene la reintegración y en consecuencia la construcción de la paz en Colombia, es la estigmación de la sociedad hacia las personas desmovili-zadas, muchas veces expre-san rechazo y apatía, “como ese problema no es conmigo”. En los últimos años hemos hecho esfuerzos muy gran-des, hemos trabajado con más de 700 empresas y con algunas de ellas de manera muy exitosa, pero igual el tra-bajo sigue siendo insuficiente, aunque mejorando, es insu-

ficiente y muchas veces se queda en la buen voluntad, es decir, no se logra materializar lo que se quiere, el objetivo de darle una oportunidad a estas personas. Hay que hacer cla-ros en algo y es en la forma en que opera esta agencia, “nosotros nunca le pedimos a una empresa que le de trabajo a alguien por que es desmo-vilizado” nosotros les pedimos que le den una oportunidad y un empleo si se lo merecen y si son buenos trabajadores, lo que nosotros si pedimos, es que no le cierren la puerta o que no despidan a alguien del trabajo si se dan cuenta que son desmovilizados, ese es el reto más grande. Hay mucho temor, mucho desco-nocimiento del tema y eso repercuta en la sostenibilidad del proceso. Actualmente hay más de 20 mil desmovilizados que están trabajando y que la ACR puede certificar que están trabajando, más de 21 mil desmovilizados entre el sector formal y el sector informal.

ACRIP: Hablemos de empre-sas que hayan aceptado esa corresponsabilidad.

ACR: De las 20 mil personas que están trabajando aproxima-damente 2000 mil están traba-jando con conocimiento de sus empleadores o de sus colegas, la mayoría de las personas que están trabajando, salió a buscar trabajo y está trabajando, eso

está bien, digamos que tam-poco hay que saber que la per-sona es desmovilizada, pero el problema se presenta no tanto a la hora de conseguir el trabajo sino a la hora de mantener el empleo de las personas cuando se dan cuenta que son desmo-vilizados, los despiden por ese hecho. Hay empresas que se han comprometido, “muchas buenas intenciones”, aún sigue siendo muy difícil la relación con el sector privado, “pero eso es así con toda la sociedad, hasta con los sacerdotes, eso es con todo el mundo”.

ENTREVISTA

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ACRIP: ¿Cuál el estado actual de desmovilizados qué cifras hay?

ACR: 20 mil se pueden certifi-car, 7000 mil están activos en el proceso, 5000 mil ya salie-ron del proceso y ya están en el sector formal, podemos dar fe de que 14 mil desmo-vilizados están activos en el proceso y que trabajan en el sector informal como muchos colombianos.

Hay por lómenos 26mil des-movilizados que ya están tra-bajando y se escucha a las personas diciendo que qué van hacer cuando se des-movilicen las FARC, qué va a pasar con toda esa gente, qué vamos hacer cuando lleguen los desmovilizados y la res-puesta es: los desmovilizados ya llegaron!

ACRIP: ¿Cuál es la principal pro-blemática de este proceso?

ACR: El principal problema es el desconocimiento, hay mucho temor, pero también hay mucha desinformación, enton-ces las personas piensan “ah no, es que un guerrillero o un paramilitar, se baja del monte y el gobierno me pide que lo traiga a trabajar”, pero no se dan cuenta es que hay un proceso de capacitación muy riguroso, muy serio que toma el tiempo para hacerlo y que prepara a las personas para que vuelvan a la sociedad de

manera exitosa, como será de exitoso el proceso de capaci-tación que tiene la (ACR), que sin tener una colaboración plena del sector privado hay 26 mil personas que ya están trabajando.

En estos momentos se estima que en las FARC hay 7000 mil combatientes y en el ELN

1500, es decir hay dos veces más desmovilizados traba-jando en el sector formal de la economía de lo que hay en los grupos armados ilegales.

ACRIP: ¿Qué está pasando con esas personas que se quieren desmovilizar, que tie-nen deseos de superación, pero que sienten ese rechazo de la sociedad por ser de alguna manera descubiertos?

ACR: La ACR, trabaja con las personas para ayudarles a manejar el temor a ser des-cubiertos, nosotros no pode-mos obligar a alguien a que comente o le cuente a sus empleadores que son desmo-

ENTREVISTA

20 mil desmovilizados ya

se pueden certificar, 700

mil están activos en el

proceso, 500 mil ya lo ter-

minaron y se encuentran

en el sector formal.

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vilizados e incluso a sus fami-lias. Hay desmovilizados que se han casado desde que se han desmovilizado y no han sido capaces de contarle a su pareja que son desmovilizados por el temor al rechazo, hay desmovilizados que no le pue-den contar a sus vecinos, hay personas que no le pueden contar al sacerdote del pueblo, es decir, ser desmovilizado es un estigma es un karma muy fuerte para cargar, lo ideal, lo que nosotros tenemos que tra-tar de hacer, es preparar mejor a la sociedad para que reciba a estas personas, pero ese es un reto muy difícil precisa-mente por lo que ha sufrido la sociedad colombiana.

Es muy difícil por la simplici-dad de los medios de comu-nicación, la tendencia a gene-ralizar, es muy difícil por la complejidad de este tema para manejar, para implemen-tar, pero también tiene que haber buena voluntad de la sociedad, la sociedad colom-biana es una sociedad que es muy apática no solo estig-matiza sino que es muy indi-ferente, “es como si esto no fuera con nosotros , eso no es problema mío, eso que lo

maneje el gobierno, eso no me traigan esa gente para acá”, pero lo que no nos damos cuenta es que esa gente, los desmovilizados, también son colombianos, son personas que alguna vez fueron victimi-zados a la hora de ser reclu-tados, más de la mitad fueron reclutados siendo menores de edad, muchos fueron des-plazados antes de ser reclu-tados por un grupo armado, son personas que vienen de los sectores más marginados de la sociedad. La sociedad también tiene una responsa-bilidad por lo que ha pasado en este país, entonces lo que estamos tratando de hacer es corregir ese mal, pero adicio-nalmente nos tenemos que dar cuenta que “nosotros al

reintegrar a los miembros de los grupos armados ilegales vamos a ganar todos”, porque quiere decir que habrá menos violencia, menos ilegalidad y un mejor ambiente para todos.

ACRIP: ¿Qué tipo de garan-tías tiene las empresas que quieran sumarse al proceso de reintegración?

ACR: La principal garan-tía es su propio proceso de selección, nosotros nunca le vamos a decir contrate a una persona específica, si a una empresa le interesa contratar desmovilizados como lo han hecho muchas, simplemente mandan a la (ACR) los requi-sitos que necesitan y noso-tros les mandamos una lista de candidatos. Las empre-sas mismas hacen el proceso de selección, sin embargo la ACR no puede garantizar que la persona que elijan no va hacer algo malo más allá de lo que una empresa no puede garantizar que ninguno de sus trabajadores vaya hacer algo malo, lo que nosotros si podemos garantizar es que las personas que han pasado por el proceso de desmovi-lización han pasado por un proceso que es verificable, han pasado por un psicó-logo asignado, se les pueden certificar que han estudiado, su nivel de educación, si se han portado bien, si se han portado mal, conocemos su familia, es decir, hay una

“En la cámara de comercio

hay entre 30 mil empresas

que podrían estar afiliadas,

en Bogotá hay 5000 mil des-

movilizados si una de cada 7

empresas le diera trabajo a

un desmovilizado quedaría

resuelto el problema de los

desmovilizados.”

ENTREVISTA

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“La paz no es firmar un papelito en

cualquier lugar remoto del mundo, la

paz es lo que vamos a tener que cons-

truir durante décadas entre todos.”

Alejandro Eder.

serie de temas que ayudan a mitigar ese riesgo, “yo no he escuchado el primer caso de violencia”. Si la empresa decide contratar, existe todo un proceso de acompaña-miento para la organización, así mismo tiene asignado un reintegrador a través de la ruta de empleabilidad que consiste en acompañar a la persona brindandole compe-tencias para el empleo, se le enseña como debe pre-sentarse ante un empresario, cómo diligenciar una hoja de vida contextualizando sobre el entorno laboral.

Haciendo un panorama de cómo podrían las empresas ayudar en este proceso para la construcción de paz vemos lo siguiente:

En la cámara de comercio hay entre 30 mil empresas que podrían estar afiliadas, en Bogotá hay 5000 mil des-movilizados, si una de cada siete empresas le diera tra-bajo a un desmovilizado que-daría resuelto el problema de los desmovilizados.

Nosotros en la cámara de comercio tenemos actual-mente 25 personas vinculadas laboralmente con ellos, en la CCB y en las ferias temporales de la entidad.

La ACR tiene a nivel nacional profesionales que denomina-mos reintegradores que están dispuestos para el empresario y para la relación con la per-sona que está en proceso de reintegración.

ACRIP: ¿Qué beneficios tienen las empresas que se suman al proceso?

ACR: A través de una alianza con la Organización Inter-nacional para las Migracio-nes (OIM), ellos a través del gobierno estadunidense tiene un apoyo al empresario de aproximadamente 800 mil pesos que consiste en que por cada cuatro meses que tenga vinculada a una persona en proceso de reintegración, puede acceder a este tipo de recursos que puede invertir el empresario en mejorar los recursos para las actividades de sus empleados, pero no los puede invertir en nómina, eso solo se hace en la ruta de empleabilidad que tenemos en las cinco regiones del país y en las 7 que se tendrán adi-cionalmente, pero la (ACR) y el gobierno nacional en estos momentos no está dando ese apoyo al empresario, “lo que se quiere es crear conciencia

de que este proceso es res-ponsabilidad de todos.”

También está la ley del primer empleo que es el apoyo tribu-tario del 4% para el emplea-dor por cada nuevo puesto de trabajo en el que se vin-cula una persona en proceso de reintegración, antes tenía-mos el 11% de descuento en parafiscales sin embargo por la reforma tributaria se dismi-nuyó al 4%.

ACRIP: ¿Cuál es la estrategia de la ACR con el sector pri-vado?

ACR: La estrategia que esta-mos manejando actualmente con el sector privado, la esta-mos gestionando con un grupo de aproximadamente 100 empresas potenciales, las más grandes de Colombia y que generan entre 350 mil empleos directos. Nosotros estamos tra-bajando un taller de recursos humanos que se está dise-ñando de la mano de los equi-pos de esa área de algunas de estas empresas y posterior-

ENTREVISTA

“La ACR tiene a nivel nacional

profesionales que denomina-

mos reintegradores que están

dispuestos para el empresa-

rio y para la relación con la

persona que está en proceso

de reintegración.”

“Uno de los comentarios

que recibimos mucho

delas empresas que ya

están generando oportu-

nidades a este tipo de per-

sonas, es que los desmo-

vilizados son trabajadores

muy agradecidos”

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mente va a ser multiplicado con otros equipos de rrhh de otras empresas, eso con el objetivo de empezar a preparar a las demás organizaciones y a sus empleados en temas de reinte-gración e inclusión laboral de personas desmovilizadas.

ACRIP: ¿Cuáles han sido los logros?

ACR: 24000 Mil personas que estaban cargando fusiles hace 1, 2, 3 o 5 años actualmente están trabajando en muchas de las empresas que están segura-mente leyendo esta entrevista. Es un gran avance, pero el dato curioso es que en este proceso hemos llevado a presidentes de empresas a conocer este asunto y terminan conociendo desmovilizados que ya trabajan en sus empresas.

ENTREVISTA

Los desmovilizados ya llegaron y probablemente muchos ya están trabajando en las empre-sas sin que los empleadores lo sepan. Lo importante es cono-cer la realidad, si se encuen-tran con un desmovilizado, en vez de botarlo y cerrarle la puerta, interésese, comprenda cual fue el camino que tomó, esa es la verdadera paz, la paz no es firmar un papelito en cualquier lugar remoto del mundo, la paz es lo que vamos a tener que construir durante décadas entre todos.

Si nosotros queremos que Colombia esté en paz, debe-mos empezar por dar oportu-nidades.

ACRIP: ¿Cómo está impac-tando este proceso de inclu-sión en temas de productivi-dad y competitividad país?

ACR: No son tantos desmo-vilizados y no impactan tanto la productividad y competiti-vidad del país, pero lo que la experiencia nos ha mostrado y lo que nos han dicho los empresarios que han traba-

jado con desmovilizados, es que un desmovilizado es más agradecido y generalmente trabaja más duro.

ACRIP: ¿Cómo se está pre-sentado la desmovilización por género?

ACR: 89% hombres 11% mujeres, las preferencias por género en temas de inclusión laboral depende mucho de la actividad que vayan a desa-rrollar, pero las oportunidades se están dando más en el sec-tor de las construcción y por lo general la preferencia para este tipo de actividades son para el hombre.

ACRIP: ¿Qué porcentaje en recursos está destinado para apoyar el proceso de reintegra-ción en Colombia?

ACR: 150 mil millones de pesos al año.

ACRIP: Los costos de este proceso son altamente costo-sos para el país, ¿explíquenos porqué aun así este proceso es la mejor solución?

ACR: Este proceso es cues-tionado por los recursos que el gobierno invierte, hay que entender que es una parte de una política de paz y seguridad del país, esto que significa, que la opciones que nosotros tene-mos con estos colombianos, estos 56 mil que se han des-movilizados son esencialmente

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tres; la primera: era combatir-los con la fuerza pública hasta capturarlos o darlos de baja, eso tiene unos costos directos o indirectos muy altos para el país. la segunda opción: era capturar a estas personas y meterlas a la cárcel, pero aquí debemos ponerlo en perspec-tiva, la población penitencia-ria de Colombia es superior o alrededor de 150 mil personas, tiene una tasa de hacinamiento del 50%, si hubiéramos metido estas 56 mil personas a la cár-cel se hubiera reventado el sis-tema penitenciario, asumiendo que se hubieran desmovilizado para irse a la cárcel, adicio-nalmente el costo de tener un preso en Colombia al año es de 14 millones de pesos y la tasa de reincidencia es del 70%, es decir, 7 de cada 10 perso-nas que pasan por una cárcel colombiana vuelven a una cár-cel colombiana. Y la tercera: es este proceso de reintegración que tiene un costo per cápita del alrededor 5 millones de pesos por persona, una tasa de éxito certificada por veedores externos del 76%, es decir, 76% de las personas que dejan las armas permanecen en la legali-dad, entonces la tercera parte del costo la estamos logrando con resultados tres veces mejor.

ACRIP: ¿Podríamos decir que este tema de reintegración ya es un referente mundial?

ACR: Se ha vuelto un referente mundial, más de 60 países han

venido a Colombia a conocer precisamente cómo es el pro-ceso colombiano, se ha vuelto un referente mundial porque no es asistencialista es un proceso que toma el tiempo necesario y que está fundamentado en edu-car y capacitar a las personas, es decir, nosotros reconocemos que nosotros trabajamos con individuos, con colombianos que son personas que termina-ron por mal camino y que hicie-ron cosas malas, pero hay que restituir sus derechos y restituir-los a la sociedad.

ACRIP: ¿Qué es lo más difícil en este proceso?

ACR: Lo más difícil es que este tema lo dejen en manos externas cuando el problema es de todos, esto no puede ser solo un esfuerzo del gobierno, estas personas las estamos preparando para reintegrar-las a la sociedad, la socie-dad tiene que reintegrar a

estas personas y aquí los que ganan no son los desmovili-zados principalmente, somos nosotros, gana toda la socie-dad, gana el sector privado, lo que quiere decir que avan-zaremos más en temas de paz, más en desarrollo, más oportunidades, tendremos un mercado más grande, habrán más clientes, más inversión. Tampoco estamos hablando de tanta gente que queda en el proceso de reintegración, son 30 mil personas, Colom-bia es un país de casi 50 millones de personas con una fuerza laboral de más de 20 millones de personas, esto es una gota en el mar empresa-rial colombiano, pero es algo que si nosotros distribuimos entre todos se puede corregir mucho más en este país.

ACRIP: ¿Se tienen cifras de cuántas personas se encuen-tran actualmente en el conflicto armado y cuántas se esperan que se desmovilicen en los próximos años?

ACR: En las FARC alrededor de 7000 mil combatientes, en el ELN 1500 más sus estructu-ras de apoyo, podemos estar hablando de una 20 mil per-sonas o 25 mil, que de nuevo no es nada par aun país de 50 millones de personas.

ACRIP: ¿Cuantas personas se están desmovilizando aproxi-madamente en un día y qué se está haciendo?

“Todos los años tenemos

una vinculación, dentro del

proceso de reintegración

tenemos alrededor de 1800

empresas vinculadas, en

este año se han vinculado

78 nuevas empresas de

Bogotá y en el resto de ciu-

dades ya estamos llegando

a 120, empresas.”

ENTREVISTA

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ACR: Todos los días se des-movilizan ente 4 y 5 perso-nas, ya no es una cuestión de qué vamos a hacer o cómo lo vamos hacer porque ya se está haciendo, donde si esta-mos quedados es en el com-promiso de la sociedad, donde el sector privado es uno de los sectores muy importantes para este proceso.

ACRIP: ¿Por qué tipo de pro-ceso pasan las personas antes de ser reintegradas?

ACR: Cuando se desmovi-lizan entran a hogares del Ministerio de Defensa de 2 a 3 meses, luego entran al pro-ceso de reintegración y reci-ben un apoyo económico, si cumplen con el proceso, los incentivamos a que arranquen a trabajar, muchos arrancan

por el sector de construcción por ejemplo, centros de mano de obra no calificada, pero para las personas que llegan al proceso de reintegración, es una oportunidad para que puedan reformar sus vidas. Las empresas tienen que empezar a ver estos procesos por lo que son y empezar a dar esa oportunidad.

ACRIP: ¿A cuántos desmovili-zados se les ha dado oportu-nidades laborales en la ACR?

ACR: En la Agencia Colom-biana para la Reintegración ya tenemos 33 personas tra-bajando y esperamos llegar a 200.

ACRIP: ¿Qué experiencias han tenido con las personas reintegradas?

ENTREVISTA

ACR: No hemos tenido nin-gún caso que no sea exitoso, inclusive hay personas que ya han logrado ascender, lo que hay que hacer con los des-movilizados es tratarlos como personas, como lo que son no cerrarles más la puerta.

ACRIP: ¿Cuántas empresas se han sumado a esta inicia-tiva?

Todos los años tenemos una vinculación, dentro del pro-ceso de reintegración tenemos alrededor de 1800 empresas vinculadas, en este año se han vinculado 78 nuevas empre-sas de Bogotá y en el resto de ciudades ya estamos llegando a 120, empresas.

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En estos últimos meses, en que se viene debatiendo de manera insistente los escena-rios posibles para ponerle fin al conflicto armado, se hace cada vez más necesario que los diferentes sectores socia-les reflexionen y echen un vistazo a lo que significó y la manera como fueron impac-tados por estos cerca de cincuenta años del conflicto armado. De la misma manera, precisar las responsabilida-des de todos los colombia-nos en torno a los temas de la paz. Aun cuando lo que prima todavía es un halo de cierto escepticismo producto de más de tres décadas de con-versaciones de paz (1984-2014) entre el Gobierno y los grupos guerrilleros, que han dado lugar a algunos acuer-dos de desmovilización, lo que a la postre no ha sig-nificado el fin del conflicto armado.

En estos treinta años de expe-riencias de amnistías y des-movilizaciones, las institucio-nes del Estado Colombiano, especialmente las que corres-ponden al Ejecutivo, han acumulado un sinnúmero de aprendizajes, aunque muchos de ellos han quedado redu-cidos a los anaqueles de sus archivos, por esa costumbre de querer reinventar las polí-ticas públicas cada vez que se presenta un cambio de gobierno. Hasta la fecha el sector privado ha jugado una suerte de invitado marginal en la implementación de las estrategias de reintegración a la vida civil de los excomba-tientes, ya que el tema eco-nómico ha estado marcado por un abordaje fundamental-mente desde el sector público. No es gratuito que muchas de estas personas hoy día estén vinculadas laboralmente en ese sector, cuando no, en microempresas gestionadas

Psicólogo analista de proce-

sos de negociación de paz

y experto en caracterización

de dinámicas regionales

del conflicto armado interno

colombiano. Facilitador en

procesos de articulación

interinstitucional y relacio-

nes con instituciones públi-

cas y privadas y procesos

comunitarios. Ha represen-

tado al Estado Colombiano

ante escenarios internacio-

nales como la Corte Inte-

ramericana de Derechos

Humanos, ha participado

en misiones humanitarias y

comisiones interinstitucio-

nales para atender el riesgo

de comunidades en zonas

en conflicto armado. Jugó

un importante papel en la

Misión de Apoyo al Proceso

de Paz en Colombia de la

Organización de estados

Americanos – MAPP/OEA en

el área oficial de verificación

en regiones en que se desa-

rrolló el proceso de paz.

PAPEL DE LA EMPRESA PRIVADA EN LOS PROCESOS DE CONSTRUCCIÓN DE PAZ Y LA REINTEGRACIÓNPor: Germán Sánchez

Germán Sánchez

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por ellos mismos o en la infor-malidad económica.

Otra conclusión que salta a la vista del público no espe-cialista en el tema, es que los programas de reinserción han enfatizado el componente eco-nómico y jurídico, aun cuando no por ello con grandes avan-ces; dejando de lado los requerimientos en el ámbito de la salud mental de esta pobla-ción que viene regresando a la vida civil. Esto necesaria-mente nos debe llevar a pre-ver que, de ser posible que estemos ad portas de llegar al fin del conflicto armado y a la construcción de una paz definitiva, se debe avanzar en el desarrollo de programas lo suficientemente informados, a cerca de: las características de los grupos armados que se desmovilizaran, de los perfiles de personas que harán el trán-sito a la sociedad civil, de los territorios en los que se dará la reincorporación económica y social; y de los posibles escenarios de violencia post acuerdo en estas zonas.

Además, “se tendrá que esta-blecer una estrategia de inclu-sión de todos los sectores sociales, económicos y políti-cos con capacidad de aportar en el desarrollo de acciones que permitan una efectiva y amplia reincorporación de los excombatientes”. Las estrate-gias para facilitar la reincorpo-ración a la vida económica de

los desmovilizados no deben generar nuevas discriminacio-nes en zonas en las que sean escogidas para este fin, más aun si se trata de territorios con poca presencia de las instituciones estatales. Si se tiene en cuenta que una de las estrategias de la reincorpora-ción económica se gestionará a través de proyectos produc-tivos agropecuarios o la posi-ble búsqueda de vinculación laboral, “el rol que jugará el sector empresarial será deter-minante en la consecución de los objetivos de la paz”.

El gobierno viene insistiendo que el enfoque debe ser terri-torial, esto implicaría que la sociedad en su conjunto se debe preparar para establecer una estrecha colaboración, desde una perspectiva inter-sectorial y descentralizada, en la que los gremios econó-micos y empresariales serán invitados de primera línea. Es importante tener claridad que los programas de reincorpora-ción a la vida civil deben tener

en cuenta las comunidades en las que se ubicaran los desmovilizados, ya que esto ayudaría a los procesos de reconciliación. Esto, no sólo cumple una función econó-mica, sino que puede fortale-cer las capacidades, dentro de un esquema participativo en donde se comparten expe-riencias y las comunidades identifiquen sus necesidades.

El proceso de paz se imple-mentará en algunas regiones en un contexto desfavora-ble, ya que sus economías afectadas por el conflicto, han carecido de espacios de capacitación de sus actores, lo que podría convertirse en una invitación para el regreso a las actividades ilegales. Es por esto que “el gobierno y los empresarios deben pensar en estrategias que les permitan generar alianzas de reactiva-ción de las economías loca-les”. La reincorporación económica debe responder a las capaci-dades previas de los excom-batientes y a la oferta que los empresarios y los gremios eco-nómicos establezcan para los desmovilizados; sin embargo es importante considerar que las personas que pertenecie-ron a los grupos guerrilleros tienen destrezas diversas, no solamente relacionadas al mundo de las armas. Viendo esta situación más allá de las posibles estigmatizaciones

“Se tendrá que establecer

una estrategia de inclusión

de todos los sectores socia-

les, económicos y políticos

con capacidad de aportar

en el desarrollo de acciones

que permitan una efectiva y

amplia reincorporación de

los excombatientes.”

que tradicionalmente se tiene, podría permitir hacer uso de esos conocimientos de manera que estas prevenciones se pueden convertir en valores agregados, en los retos de reconstrucción de los territo-rios afectados por el conflicto armado. De esta manera, los excombatientes que son en su mayoría de extracción rural y que muchas veces tienen bajos niveles de escolaridad; podrían convertirse en acto-res importantes en la reactiva-ción de las economías y en la generación de empleos en las zonas rurales.

Los empresarios pueden favo-recer la generación y consoli-dación de negocios, lo que a la postre puede aportar en la consolidación de los acuer-dos de paz. La participación activa de los empresarios y de los gremios económicos, especialmente en actividades de lo que hoy se conoce como la “responsabilidad social empresarial” puede aportar en la implementación de las acti-vidades propias de la reincor-poración social y económica, lo que a la postre se revertirá en un aumento de las posibili-dades de éxito de la paz terri-torial.

La debilidad económica de las zonas que recibirán a muchos excombatientes, se puede revertir si se ve el proceso de fin del conflicto armado y la consolidación de la paz como

una oportunidad. Se puede pensar en implementar alian-zas en las que se involucre el sector público, los sectores económicos, las comunida-des y la cooperación interna-cional, lo que se podrá con-vertir en generadores de un mayor número de empleos. Estos proyectos podrían servir

“La participación activa de los empresarios y de los

gremios económicos, especialmente en actividades de

lo que hoy se conoce como la “responsabilidad social

empresarial” puede aportar en la implementación de las

actividades propias de la reincorporación social y eco-

nómica, lo que a la postre se revertirá en un aumento de

las posibilidades de éxito de la paz territorial.”

no solo a la política de rein-tegración sino también a las políticas de reforma rural y a la reconstrucción territorial, desde una estrategia de diá-logo de las empresas privadas con todos los sectores socia-les y políticos del mundo rural y local, en la lógica de “gana – gana”.

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