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  • 7/26/2019 [Contraargumentacin y Discrepante] El Espaol en El Per Desde El Lente de Jos Jimnez Borja- Panhi

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    El Espaol en el Per Desde el Lente de JosJimnez Borja: Panhispanismo y Monolingismo

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    El espaol en el Per desde el lente de Jos Jimnez Borja:Panhispanismo y monolingismo extremo

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    Susana de los Heros

    Universidad de Rhode Island

    En memoria de Javier Diez Canseco (1948-2013),

    valiente defensor de los derechos de las minoras en el Per

    1.INTRODUCCIN

    En el Per, al igual que en muchos pases hispanoamericanos, las lenguas amerindias han sido invisibilizadas pormucho tiempo. An hoy en da existe una hegemona del espaol en los dominios pblicos inclusive en zonas

    bilinges. Este orden jerrquico de las lenguas se inici con la conquista espaola y luego se reforz en laemancipacin al asumirse el espaol como la lengua nacional en las emergentes naciones hispanoamericanas. Laseleccin del espaol como lengua nacional en los inicios republicanos de la mayora de estos pases manifiesta yrecrea una serie de ideologas dominantes que se mantienen vigentes hasta nuestros das. Es, asimismo, unaimportante fuente de legitimacin y de reproduccin del panhispanismo. El panhispanismo se origina en lo que se hadenominado la ideologa del monolingismo. Esta favorece y legitima el uso de una sola lengua sobre otra(s) en losdominios pblicos (Mar-Molinero 2000, Siegel 2006). Dentro de esta forma de pensamiento, algunas naciones en laEuropa del siglo XVIIIpromueven una planificacin estatal lingstica y educativa (Bourdieu [1985]1999). Luego dela emancipacin, esta ideologa, que ya haba sido introducida en el nuevo mundo, se ancla con ms fuerza en elimaginario colectivo hispanoamericano. Cabe mencionar que hay otras ideologas hegemnicas existentes en elmundo occidental y que tambin se presentan en el imaginario colectivo peruano, como la que propugna lasuperioridad de la escritura sobre la lengua oral y la superioridad intelectual de los letrados sobre los analfabetos(Zavala 2001).

    En un trabajo anterior (de los Heros 2012) se analizaron las ideologas de algunos intelectuales e investigadoresde la lengua espaola representativos de los siglos XIX,XX y XXIen el Per. En esa misma vena, en este artculoestudiamos las ideas lingsticas de un influyente personaje de finales del XIXy mediados del XX, Jos JimnezBorja, cuya impronta solidifica la hegemona de ciertas ideologas que son marginalizantes de minoras lingsticas

    peruanas. La importancia de este personaje radica en que no solamente fue poeta, crtico literario, educador y

    fillogo peruano, sino que adems detent altos cargos administrativos en el campo de la educacin a nivel nacional;de hecho, en 1968 lleg a ser ministro en el ramo. Por ello, se explora parte de la obra de este acadmico en dondeeste expresa sus ideas sobre las lenguas indgenas peruanas, el bilingismo y su opinin con respecto al

    panhispanismo. Con tal propsito, se ha articulado el trabajo de la siguiente manera. Primero se definen sucintamentelas ideologas lingsticas, y se detallan los contenidos de la ideologa del monolingismo, del rechazo al bilingismoy del panhispanismo. Luego, de forma breve, se describe nuestra herramienta de trabajo: el Anlisis Crtico delDiscurso o ACD (en ingls CDA) y se explica porque se estudia el contenido de textos y discursos adems de laexpresin o uso de la lengua (i.e.la seleccin lxica, de modalidad y formas sintcticas). Inmediatamente despus, seexaminan aquellos escritos de este acadmico que se relacionan con sus interpretaciones sobre el uso de la lengua yde la enseanza del espaol como L1, as como su visin del bilingismo.Cabe acotar que aqu se dejan de lado susestudios literarios, para no desviarnos del tema que nos ocupa. Igualmente, por lo reducido del espacio, tampoco sehace un comentario exhaustivo de este autor.

    2.IDEOLOGAS LINGSTICAS,LA IDEOLOGA DEL MONOLINGISMO Y EL PANHISPANISMO EN EL PER

    La realidad parece ser objetiva, pero no lo es. Aquello que normalmente se toma como fruto del sentido comn,en gran medida emana de nuestras ideologas. Las ideologas, tal y como se definen aqu, son un conjunto decreencias que interpretan la realidad y que la gente considera lgicas y naturales. Ahora, las ideologas surgen de lamemoria social y colectiva de una comunidad social (Van Dijk 2000). En toda sociedad hay siempre una lucha entrediversos grupos sociales para poder llegar o para mantenerse en el poder mediante la proyeccin de estas

    1Quisiera agradecer a Mara Luisa Calero, a Margarita Jara y a Agustn Panizo por la lectura y comentarios al trabajo. Cualquier error en elartculo, es naturalmente, mo.

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    construcciones para naturalizar los puntos de vista y la voz de las comunidades que exponen sus ideologas. No cabeduda de que aquellos grupos o individuos con un mayor acceso a las organizaciones del Estado y a los medios decomunicacin tienen mayores posibilidades de ser escuchados y de que sus puntos de vista sean naturalizados.

    Las ideologas lingsticas, entonces, se refieren a las ideas sobre el origen de la(s) lengua(s), las percepciones yjuicios de valor sobre qu lengua o variante(s) lingstica(s) es/son la(s) estndar(es) y del lugar, y sobre el rol quedebe cumplir el estndar en la vida social y educativa de una comunidad (Cameron 2003; Kroskrity 2005). Estas

    percepciones, como hemos dicho, se toman como naturales. Dentro del imaginario lingstico encontraremos quealgunas ideologas lingsticas se extienden y se vuelven hegemnicas. En el Per contemporneo, el mapaideolgico lingstico presenta una serie de ideologas hegemnicas y otras que luchan por un cambio (de los Heros2012). Algunas de ellas han unido su voz a la propuesta de una identidad peruana enlazada al espaol y a la visin

    panhispanista. Este tejido ha sido forjado en muchas instancias y a travs de mltiples discursos y voces, pero sobretodo por aquellos individuos o entes a quienes la sociedad les confiere una voz de autoridad sobre el uso de lalengua. En lo que sigue presentaremos la conformacin de este panorama para luego analizar las ideologaslingsticas en relacin al panhispanismo. Desde ese ngulo, examinaremos las opiniones de Jos Jimnez Borja ensus escritos sobre la lengua, el espaol y el bilingismo en el Per.

    3.EL ANLISIS CRTICO DEL DISCURSO O ACD

    Para el estudio de las ideologas aqu nos adscribimos al mtodo del Anlisis Crtico del Discurso (desde ahoraACD, en ingls CDA). El ACD estudia las relaciones de poder en la sociedad con la asuncin de que estas estn

    mediatizadas por prcticas discursivas que se adoptan por vas consensuales mediante el discurso (que a la vez seretroalimenta a travs de las prcticas). Por ello, con el ACD se examina el tejido discursivo social para observarcmo unos grupos llegan a dominar mediante la proyeccin y naturalizacin de sus puntos de vista, creando asideologas ajustadas a sus intereses2. Aunque en la sociedad haya muchas voces, como Blackledge (2008: 304)anota,las [r]elaciones de poder en una sociedad influyen en determinar qu voces ganan autoridad mientras sontransformadas a travs de cadenas discursivas, en las cuales se disminuye la voz de algunos en cierta medida ototalmente. Es por esto que resulta fundamental estudiar los discursos de aquellos que cuentan con legitimidadsocial.

    Al investigar los textos, en el ACD no solamente se interpreta el contenido de estos, sino que adems sedesconstruye la forma lingstica que toman los textos, es decir, la seleccin lxica y sintctica as como la demodalidad. En efecto, la seleccin de una forma sobre otras pueden ser estrategias por la que los productoresmanipulan la lengua. A la misma vez, los textos se analizan en relacin a cmo estos dialogan con otrostextos/discursos. A este respecto Blackledge nos indica:

    El anlisis presta atencin a las formas que se construyen y son construidas por discursos y por cmo los contextos cambian a travsdel tiempo. El anlisis de las prcticas que se presentan en los textos siempre debe considerar el contexto del texto, en vez de solamentetratar de leer las ideologas de un texto individual de forma descontextualizada []. El contexto de un texto se establece examinndoloa travs de procesos de intertextualidad, interdiscursividad y recontextualizacin []. Se asume que todo texto est incrustado enun contexto y est sincrnica y diacrnicamente relacionado con muchos otros textos. Para cualquier texto particular o tipo de textos, haymuchos otros textos y otras voces que son potencialmente relevantes, y estn potencialmente incorporadas dentro del texto. (Blackledge2008: 301)

    La forma como el discurso se expresa puede crear en este una visin de objetividad de una realidad o de duda deesta.

    4.LA IDEOLOGA DEL MONOLINGISMO

    2Para Norman Fairclough (2003) el trmino discursono se refiere solo al nivel discursivo de lengua, sino ms bien a un concepto que incluyeun nivel social e histrico para examinar las relaciones de poder entre distintos grupos sociales. En ese sentido, esta nocin de discurso incluye larelacin que existe entre textos e interacciones lingsticas situadas social e histricamente y que se reproducen y van conformando y formandointerpretaciones ideolgicas sobre la realidad, que adems, van moldeando las prcticas discursivas entre sujetos sociales. Estas, a su vez,alimentan y solidifican prcticas y discursos sociales. Tal y como lo indica Fairclough, este concepto de discurso tiene tres dimensiones: el textual,el discursivo y el social. Mientras que el primer nivel es ms bsico y definido como un evento discursivo o texto/s lingstico/s especfico/s, elsegundo toma en cuenta la interaccin que viene inmersa y da lugar a una prctica discursiva donde se toma en cuenta la naturaleza de la

    prctica as de los procesos de produccin e interpretacin discursiva. Ahora, hay un nivel inclusive mayor en donde se encuentra el componentede prctica social del discurso, en donde ya se examinan las circunstancias sociales institucionales y organizacionales que moldean todo lo dems(Fairclough, citado en: Mary Kalantzis / Bill Cope http://newlearningonline.com/literacies/chapter-7-literacies-as-multimodal-designs-for-meaning-2/fairclough-on-discourse/2012).

    http://newlearningonline.com/literacies/chapter-7-literacies-as-multimodal-designs-for-meaning-2/fairclough-on-discourse/http://newlearningonline.com/literacies/chapter-7-literacies-as-multimodal-designs-for-meaning-2/fairclough-on-discourse/http://newlearningonline.com/literacies/chapter-7-literacies-as-multimodal-designs-for-meaning-2/fairclough-on-discourse/http://newlearningonline.com/literacies/chapter-7-literacies-as-multimodal-designs-for-meaning-2/fairclough-on-discourse/
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    La ideologa del monolingismo o de la cultura monoglsica no es reciente; ms bien, se despleg con vigor en elsiglo XVIII, cuando emergieron algunos de los Estados nacionales europeos como Alemania y Francia. En esa pocase plante la lengua como el elemento primordial en la construccin nacional. En efecto, algunos pensadores ygobernantes de estos pases impulsaron la creencia de que la seleccin e imposicin de una lengua comn para todossus ciudadanos fortalecera y unificara estas naciones nacientes (Mar-Molinero 2000). El conocimiento de unalengua comn facilita la comunicacin entre la gente de un mismo pas; no obstante, esto no significa que realmenteayude a una mayor unificacin cuando se excluye y se deja de lado el uso y el aprendizaje de la lengua de algunosgrupos de ciudadanos de estas naciones. Es ms, la promocin del bilingismo puede ser una medida que permite unintercambio ms igualitario. Entonces, la unificacin y la comunicacin no es la verdadera razn para la seleccin oimposicin de una lengua nacional en particular. As lo enfatiza Bourdieu ([1985]1999: 21-22) con respecto a laseleccin del francs en relacin a otras lenguas cuando dice que [s]era ingenuo imputar la poltica de unificacinlingstica exclusivamente a las necesidades tcnicas de la comunicacin puesto que en realidad el conflicto entreel francs de la intelligentsiarevolucionaria y los idiomas o las jergas es un conflicto por el poder simblico en elque se ventila la formacin y re-formacin de las estructuras mentales. Si la seleccin de una lengua nacionaltuviese realmente un motivo comunicativo y de unin ciudadana, no sera importante la lengua que se adoptase.Asimismo, no sera un problema el hecho de que hubiese y de que se promoviese el bilingismo entre los miembrosde una nacin. No obstante, este no es el caso de los pases en Europa ni el del Per. Esta seleccin tiene una baseideolgica que dota a la lengua elegida de mayor prestigio y de poder simblico, es decir, de un mayor valor en losintercambios comunicativos.

    Las ideologas se imponen como visiones naturalizadas de la realidad y van siempre legitimadas por distintos

    entes y personas a las que la sociedad les otorga un poder de conocimiento y de opinin. Es por ello que resultaimportante un estudio de las ideologas y de sus promotores. La ciencia lingstica, desde que esta emergi en elsiglo XIX, ha sido un ente importante en la cimentacin de una jerarqua lingstica y de la supremaca de la variedadestndar (Crowley 1989; Bourdieu [1985] 1999; Del Valle 2004b; Milroy y Milroy 1999; Milroy 2001).

    En la Pennsula ibrica esto no fue distinto. En la poca de la unificacin espaola se hablaban el cataln, elgallego y el vasco, entre otras lenguas. En esa poca, el espaol se fue extendiendo y ganando prestigio y por ello seutiliz como una lengua franca (Lpez Garca 1985)3. A partir del gobierno de los Borbones en el siglo XVIII, seemprendieron campaas que intentaron favorecer la estabilizacin del espaol como lengua pblica y reducir el usode las lenguas regionales tanto en Espaa como en Amrica. Como se ha adelantado, se asuma que esto promoverauna consolidacin del reino espaol (Mar-Molinero 2000).

    Durante el siglo XV, en los territorios que hoy ocupan los pases de Hispanoamrica, el espaol fue desplazando alas lenguas amerindias de la esfera pblica del poder poltico central. As lleg a asentarse firmemente. Ms an,despus de la independencia de las antiguas colonias americanas no hubo deseo de abandonar el espaol. Es que en

    el Per, como en las otras antiguas colonias, los indgenas estaban excluidos del imaginario colectivo de la nuevanacin americana y sus lenguas eran invisibles (Cerrn-Palomino 2003; Nio-Murcia 1997; Mndez 1996; Vich2000).

    La emancipacin motiv un debate entre los intelectuales americanos con relacin a quin deba de detentar laautoridad sobre el uso del espaol de Amrica y sobre cul deba ser el canon de la literatura hispanoamericana.Algunos, como el argentino Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888), propusieron una ruptura con el rgimen deautoridad lingstica y literaria de la Pennsula. La gran mayora de los intelectuales opinaba lo contrario. AndrsBello (1781-1865) tal vez sea el ms conocido de aquellos que, aunque lucharon por la independencia poltica, semanifestaron a favor de una regencia normativo-lingstica de la Real Academia Espaola o RAE (creada en 1713)

    para mantener la unidad del espaol e impedir/contrarrestar, as, su posible resquebrajamiento (Del Valle 2004a;Nio-Murcia 1997; Rama 1982; Snchez 2002).

    En el Per, es clave el establecimiento de la Academia Peruana de la Lengua en 1887 (Cisneros 2001). Sin duda,la fundacin de la Academia en el Per simboliz la aceptacin de la autoridad lingstica de Espaa por parte de laelite intelectual peruana4. Esta va a promover una ideologa del panhispanismo, adems de una jerarquizacin deluso de la lengua, es decir, una jerarqua de las variedades del espaol. De esta forma, las variedades cultas, las mscercanas al habla de las capitales y a las de Espaa, adquirieron mayor valor simblico. Asimismo, con el

    panhispanismo viene unida la ideologa del monolingismo, pues en la Espaa del XVIIIse propona un centralismolingstico del espaol y un intento de supresin de la presencia pblica de las otras lenguas. Vale entonces

    preguntarse cmo se trasmiten estas ideologas en el Per y por qu la Academia Peruana de la Lengua es

    3Lpez Garca (1985) muestra que la lengua espaola naci de una koinnavarro-aragons-riojano-castellana,lo que permita que pudieraser utilizada como lengua franca y por eso se expandi por gran parte de la Pennsula.

    4No obstante, hubo una lucha con la RAE por la aceptacin del lxico americano. Ricardo Palma (1833-1919) fue uno de los ms fervientescombatientes por este derecho. Vase tambin de La Torre en este volumen.

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    trascendente en este proceso. La institucin de la Academia y el hecho de que la mayor parte de pensadores eilustrados de esa poca se mostraran de acuerdo desvelan que se acept, al menos en parte, su modo de ver la lenguay su relacin con la metrpoli. Adems, las prcticas sociales que se trasmiten ratifican esta posicin. Por ejemplo,el espaol de Espaa y su literatura siguieron siendo ms prestigiosos que sus contrapartes americanas; as tambinlos acadmicos de la lengua en Amrica continuaron dndole a Espaa la autoridad ltima en el uso del espaol deAmrica. De esta forma, los acadmicos americanos luchaban por que la RAE aceptara el lxico propuesto por ellos.As se regula o controla la norma de uso de la lengua. Esta transferencia de poder a los usuarios de las variedadesseleccionadas, a su vez, se relaciona con el hecho de que la sociedad da porsentada la legitimidad y autoridad de ungrupo en un determinado dominio. Veremos que Jos Jimnez Borja5 ostent puestos claves en el dominioeducativo. De ello deriva la importancia del estudio de su pensamiento lingstico.

    5.JOS JIMNEZ BORJA Y EL PANHISPANISMO6

    En este apartado nos concentraremos en develar las opiniones sobre el uso lingstico de Jos Jimnez Borja.Utilizando el ACD se decodifica no solo contenido de lo que este acadmico expone en sus textos, sino tambin decmo se expresan sus ideas. Se busca encontrar qu voces o discursos se citan o se asumen en los argumentosesgrimidos y en qu medida. Con este propsito se examinan, entre otros aspectos, la seleccin del lxico que puedehacer que lo que se dice adquiera un matiz negativo, positivo, objetivo, u originar presuposiciones y el empleo delsubjuntivo o indicativo que puede proporcionar o anular credibilidad discursiva. De igual manera, se atiende al usode la tercera persona o del impersonal pues puede presentar informacin como si fuese objetiva, aunque solo sea una

    opinin del autor. Para cumplir con este objetivo empezamos por caracterizar su personalidad pblica y acadmica.Jos Jimnez Borja (1901-1982) fue un influyente intelectual peruano de finales del XIX y mediados del XX.Recibi el ttulo de bachiller en Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (desde ahora UNMSM) en1926 y en 1927 el de Doctor en Literatura con la tesis Elogio a don Luis de Gngora7. En 1934 se gradu deabogado tambin por la UNMSM, pero ejerci de profesor en renombradas escuelas secundarias (i.e.Santo Tomsde Aquino, Inmaculada y Guadalupe). Posteriormente dio clases de lengua espaola en el Instituto Pedaggico

    Nacional de Varones en 1929 y durante 1930 se desempe como Catedrtico de Historia de la Literatura Antigua enla Universidad Catlica (Zavaleta 2005). Dada su fama de crtico literario, como Zavaleta (2005) comenta, JimnezBorja lleg a llenar en la UNMSM la vacante del ilustre espaol Emilio Huidobro de 1929 a 1982. Ah sedesempe como profesor durante veintisis aos de Metodologa de la Enseanza del Castellano y la Literatura(Gambetta s/f). Fue incorporado en 1941 a la Academia Peruana de la Lengua y de 1979 a 1982 fue su director8.

    A lo largo de su vida, Jos Jimnez Borja ostent diversos altos cargos administrativos, entre ellos el de Decanode la Facultad de Letras en la UNMSM desde 1946 hasta 1948. Asimismo, sirvi como Inspector de Enseanza

    Particular para el Ministerio de Educacin de 1938 a 1940 y tambin fue consultor de Educacin Artstica, ExtensinCultural y de Educacin Normal (1944-1946). Tal vez el puesto ms importante en su carrera administrativa fue el deMinistro de Educacin del Per en 1968 durante el primer gobierno de Belaunde Terry.

    Una primera mirada a su obra nos revela una gran predileccin por la literatura y un considerable inters por lafilologa y las cuestiones lingsticas. Por ejemplo, estudi a varios escritores espaoles como Miguel de CervantesSaavedra, Lope de Vega Carpio yFrancisco de Rojas Zorrilla, entre otros (Jimnez Borja 1986). Sobre sus interesesnos comenta Zavaleta que:

    [] [e]ntre sus ensayos ms celebrados se hallan los tocantes al difcil estilo de don Luis de Gngora, el cual vale asimismo como unaesplndida secuela del Apologticode El Lunarejo, y la conferencia sobre el Persilesy Sigismunda, de Cervantes. En cuanto a figuras

    peruanas, estudi con agudeza y brillantez al Inca Garcilaso, a Palma, a Gonzlez Prada, a Chocano y a Eguren; y quiz los textos mscompletos y hondos giren entorno a Gonzlez Prada, a Riva-Agero y a Lpez Albjar. El ms picante y sabroso puede ser la noticia

    bibliogrfica sobreLa casa de cartn(1928), de Martn Adn, donde l, tan cauto y sereno, lanza dardos polmicos contra Maritegui,el editor supuestamente interesado del libro, cuyo autor, segn Jimnez Borja, lisonje en breve lapso y por igual a catlicos y asocialistas. (Zavaleta 2005: 10)

    Como se advierte en la cita anterior, tambin se preocup de estudiar a poetas y escritores peruanos de distintosperiodos.

    5 Puede parecer repetitivo que usemos el primer nombre, pero su hermano Arturo tambin es un personaje conocido y algunos podranconfundir uno con otro.

    6Los datos sobre la biografa de Jos Jimnez Borja han sido obtenidos bsicamente de tres fuentes: (1) el prlogo de Carlos EduardoZavaleta (2005) al libro Jos Jimnez Borja. Crtico y maestro de lengua, (2) la noticia bibliogrfica de autor en el portal del Ministerio deEducacin del Per (MINEDU) y (3) Gambetta (s/f).

    7Esta se public al ao siguiente, en el nmero 121-122 de la revistaMercurio Peruano (Gambetta s/f).8Agradezco a Agustn Panizo por esta informacin.

    http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_de_Rojas_Zorrillahttp://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_de_Rojas_Zorrilla
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    J. Jimnez Borja public diversos ensayos (y panegricos) sobre algunos fillogos y estudiosos del lenguaje.Vale mencionar que a Andrs Bello le dedica diversos ensayos con profusos elogios. Jimnez Borja encomia la viday obras de Bello, pero sobre todo suGramtica de la lengua castellana destinada al uso de los americanos.Sabemosque Andrs Bello crea en el panhispanismo y en el liderazgo de la RAE (Del Valle 2004a). Por tal razn, Bello

    promovi la idea de que la conservacin de la unidad del espaol solo poda conseguirse por medio de unaplanificacin panhispnica ligada a la RAE, es decir, optando por la regulacin lingstica de Espaa para el espaolamericano (de los Heros 2012)9. Esta especial afinidad por la figura de Andrs Bello deja asomar una coincidenciaentre este fillogo y J. Jimnez Borja sobre el panhispanismo. En su ensayoEl mestizaje y el vocabulario en el Per(Jimnez Borja, citZavaleta 2005: 309-317), ante su propia pregunta retrica Cul es el futuro del espaol americano?,este acadmico se responde a s mismo de la siguiente forma:

    Producida la independencia poltica, se busc la independencia intelectual, pero no un nuevo romance. D. Andrs Bello, la gran figurade este movimiento de libertad civil, crey desde el primer momento en un castellano universal que no pretendi innovar sino ms bienrestaurar en su esencia normativa, si bien atenindose a lo viviente y no [a] lo autoritario sin vigilancia en el uso [] Bello no crea en elfatalismo de la fragmentacin, como en el caso del latn, por fuerza de la dispersin y la autonoma, al contrario de lo que pensabaCuervo. Hoy se tiene fe en la unidad presentida por Bello, en general, con las salvedades que seala Jorge Luis Borges en El idioma delos argentinos: hay algo en los vocablos de Amrica que con ser los mismos de Espaa no lo sienten los espaoles. Es la connotacin,diferencia de carga afectiva, por ejemplo, al decir el vocablo pampa. Pero prolongando de otro modo la inquietud de Cuervo est el

    pesimismo actual y sapiente de Dmaso Alonso. Espaol general el de Amrica y asegurado por siglos, probablemente, en estacondicin, es sin embargo admitido por todos, su carcter dialectal.(Jimnez Borja, cit Zavaleta 2005: 309-317)

    En este extracto, Jimnez Borja se refiere a la poca despus de emancipacin americana. Se afirma que en este

    periodo se busc una independencia intelectual, que, aunque no se diga expresamente, por el contexto puedeentenderse que se trata de una independencia intelectual de los pases hispanoamericanos respecto de Espaa.El usodel se en la frase se busc no hace explcito el sujeto de los que buscan esta independencia. La falta de un sujetoconcreto, por lo que el impersonal parece aludir a todos aunque no necesariamente fuese as. Asimismo, al indicarque no se busc un nuevo romance, se hace alusin a que nadie lo hizo. El trmino romancese refiere a una lenguanacida del latn, pero se presupone el espaol. De esta forma se indica que no se buscaba una variedad del espaol

    propia de Amrica para estos pases. Este hecho no se problematiza, sino que se enuncia como una verdad. Esta faltade cuestionamiento tiene como fondo del discurso la idea de que el espaol de Amrica debe mantenerse unido al deEspaa. Por otra parte, el hecho de que ni siquiera se mencionen las lenguas indgenas americanas acarrea unimaginario nacional donde lo indgena, incluidas las lenguas, es invisible (Cerrn-Palomino 2003; Nio-Murcia1997; Mndez 1996; Vich 2000).

    En la segunda oracin de ese extracto, y a travs de una aposicin, se presenta a Bello comola gran figura de unmovimiento de libertad civil. Por conexin con la frase anterior, la libertad civilse interpreta como la independencia

    intelectual. El predicado de esa oracin es desde el primer momento crey en un castellano universal. Dada laexaltacin de Bello y el uso deprimer momentonos hace presuponer que Bello haba tenido la percepcin o creenciacorrectas. Es importante mencionar la referencia a un castellano universal que al enunciarse se asume existente. Elcontexto circundante es el adjetivo universal.Ahora, dado que sabemos que hay otras lenguas en el mundo, esto nosremite a un espaol (i.e. castellano) que todo el universo entienda. Esto, adems, solo puede interpretarsemetafricamente como un espaol que entiendan todos los hablantes de las distintas variedades del espaol ( i.e. loque hay de universal que equivale a internacional en el espaol). Esto a su vez remite a una norma generalpanhispnica. Cabe acotar que este autor titula su ensayo Actualidad en la doctrina gramatical de Andrs Bello,donde el empleo del vocablo actualidad anuncia que la doctrina de Bello tiene vigencia en su poca. Veamos otracita que proviene igualmente de ese artculo10:

    sta fue su inspiracin a[l] renovar la Gramtica: dar un arte de comunicacin entre los pueblos recin emancipados para quemantuviesen su unidad dentro del primer elemento cohesivo que es la palabra. Arte no como procedimiento didctico que fue el granerror al comprenderlo sino como ciencia y conciencia del idioma. Cumpla s el precepto pedaggico: saber el porqu de las cosas es

    9No debemos olvidar que Andrs Bello, a pesar de creer en la unidad de la lengua y de forjar una alianza con la RAE, a su vez fue undisidente en relacin con la ortografa. Este fillogo, junto con Sarmiento, propuso un nuevo sistema ortogrfico para el espaol que seimplement en Chile. Jos Jimnez Borja comenta que l utiliz en alguno de sus escritos los cambios ortogrficos propuestos por Bello yseguidos en Per por Manuel Gonzlez Prada en sus Pginas libres. En sus palabras: [] mis profesores acentuaban el rigor ortogrfico de [loscambios ortogrficos propuestos por Bello como era] la j en las slabas ge, gi,jeneral, jirar, y de la i latina en la conjuncin. Cuando llegu a laUniversidad de Lima encontr lo contrario, conforme a la ortografa de la Academia; pero a poco descubr que una minora guardabaorgullosamente la misma ley, y que nuestro primer ensayista, don Manuel Gonzlez Prada, haba estampado el ttulo de su prestigioso libroPjinas libres, con j en Pjinas. Luego, ya en el ejercicio de la docencia hall tambin un grupo de maestros resueltos por la i conjuntiva. Me fuentimamente grato el seguirles y publiqu mi primer libro con dicha ortografa. Pero esa corriente fue desfalleciendo y hoy salvo una ilustreexcepcin es slo un borroso recuerdo (Jimnez Borja 1986: 374).

    10En Zavaleta (2005: 315) se indica que este artculo apareci publicado por primera vez en un diario de Lima el sbado 11 de julio de 1981.

    http://en.wikisource.org/wiki/es:Gram%C3%A1tica_de_la_lengua_castellana_destinada_al_uso_de_los_americanoshttp://en.wikisource.org/wiki/es:Gram%C3%A1tica_de_la_lengua_castellana_destinada_al_uso_de_los_americanoshttp://en.wikisource.org/wiki/es:Gram%C3%A1tica_de_la_lengua_castellana_destinada_al_uso_de_los_americanoshttp://en.wikisource.org/wiki/es:Gram%C3%A1tica_de_la_lengua_castellana_destinada_al_uso_de_los_americanos
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    saberlas dos veces. Una solidez en el lenguaje culto era para l un material primario en la edificacin monumental de nuestra Amrica,ya que su libro no estaba destinado a los espaoles sino era para el uso de los americanos(Jimnez Borja, citZavaleta 2005: 316).

    Ah se seala que el motivo o la inspiracin de Bello fue el de renovar la gramtica para dar un arte decomunicacin entre los pueblos recin emancipados. Estos trminos definen la gramtica como el arte decomunicacin. El verbo darpresupone que antes de la Gramtica de Bellono exista ese arte de comunicacin enAmrica. El uso del conector para(que seala determinacin, causa u objetivo) da a entender queesta gramtica

    servir para que estos pueblos recin emancipados mantengan su unidad. De esta unidad se dice quees la palabra.Esto implica, al menos en parte, una tarea centrada en mantener la unidad lxica hispanoamericana. Hay quemencionar tambin en la tercera oracin la utilizacin del verbo cumplir da a entender al lector que Bello actamovido por unprecepto pedaggicocomo si este fuese una ley. El verbo cumplir tambin supone que Bello estabadesempeando una labor necesaria. Se indica que para cumplir la labor pedaggica hay que explicar el porqu delas cosas; entonces, se asume que la gramtica revela el mecanismo de las reglas gramaticales. En la siguienteoracin se afirma que la lengua cultaes slida, y de ello puede inferirse que lalengua que no es culta(popular?) nolo es. La lengua culta, a su vez, se presume comoun material primario en la edificacin monumental de nuestraAmrica. Esta frase denota una concepcin elitista y prescriptivista de la lengua.

    6.LA LENGUA,LA CIVILIZACIN Y LA IMPORTANCIA DEL LXICO:UNA IDEOLOGA PURISTA

    En la poca de J. Jimnez Borja, haba muchos acadmicos que an crean que la lengua era un reflejo de lacivilizacin. Desde esta perspectiva se postulaba que haba sociedades y lenguas ms y menos avanzadas. Este tipode discurso se manifiesta en sus textos. Analicemos el extracto que sigue:

    El desarrollo de la organizacin social hacia formas ms complejas est acompaado de un fenmeno anlogo en los caractereslingsticos. La concepcin del mundo a que llega un conjunto de individuos tiene su manifestacin en el lenguaje. Este es el prodigiosoinventario de la civilizacin respectiva. Ambos valores guardan entre s una relacin de vasos comunicativos. El espritu colectivo seasoma en los perfiles de la lengua. Sus ms profundos sentimientos e ideales se expresan en el sistema sonoro, en la morfologa, en laconstruccin. La historia investiga las lenguas como instrumento poltico de los estados o de las facciones, como ndice de la madurezcultural, como sntoma de los trasiegas raciales, aquel imponente y pintoresco espectculo que se ha llamado transculturacin y queconsiste en el viaje simultneo, a veces transocenico, de lenguas y civilizaciones. La formacin de las nacionalidades coincidegeneralmente con la adultez de las lenguas. (Jimnez Borja 1986: 467)

    El trmino desarrollo presupone que en una lengua hay una progresin hacia un punto maduro, es decir, unestadio lingstico ptimo. Asimismo, la frase el inventario de la civilizacin respectivareferido a la oracin anteriorLa concepcin del mundo a que llega un conjunto de individuos tiene su manifestacin en el lenguajeimplica que laconcepcin de mundose expresa en la lengua (no por medio de la lengua). Esta idea se enfatiza cuando se dice que [a]mbos valores guardan entre s una relacin de vasos comunicativos. Esto adems habla de un ndice de madurezcultural que de acuerdo a este extracto permite la distintividad de una nacin (o de nacionalidades). As esto seinterpreta como un elemento inherente a estas nacionalidades que se manifiestan a travs de la lengua. No hay nadaque nos remita a la idea de que la realidad y naturaleza cultural es una creacin y una construccin social. Ms bien,en este extracto pueden ver claramente dos ideas-ejes: (a) las culturas tienen una madurez que coincide con laformacin de las nacionalidadesy (b) la madurez culturalse corresponde conlos caracteres lingsticos, es decircon el desarrollo de la escritura. Estas creencias nos recuerdan las doctrinas nacionalistas de la Europa del XVIII. Esms, Jos Jimnez Borja (1986: 497) en El problema del bilingismo en el Per (que comentaremos msdetalladamente en breve) afirma explcitamente que el castellano se oficializ y substituy al quechua en su esfuerzode integracin lingstica y que adems [d]esde el punto de vista poltico y cultural tena una superioridaddefinitiva sobre las lenguas aborgenes. Llegaba con un nuevo Estado y con una nueva civilizacin. Se enuncia deforma clara que el nuevo estado y la nueva civilizacin (los espaoles occidentales) tena unasuperioridad poltica ycultural sobre las lenguas aborgenes. Ms all de esto, no es necesario comentar ms este texto, pues este

    manifiesta sus ideologas negativas hacia las lenguas indgenas sin ningn tapujo.En lo referente a la enseanza de la lengua espaola en el Per, hay que considerar su ensayo Fines de la

    enseanza del Castellano y la Literatura en el Perdonde J. Jimnez Borja (2005: 280-281) afirma que:

    El curso de Castellano y Literatura tiene que proponerse, en primer trmino, la elevada mira de la formacin intelectual: ste es su finpsicolgico. Si el pensamiento y la palabra estn estrechamente unidos, enseando lenguaje enseamos los principios generales ocategricos del pensamiento. No podemos ensear el lenguaje puro porque ste es una degeneracin que se llama psitacismo. El nombrese inspira en el lenguaje de los loros que es una imitacin mecnica de lenguaje humano, palabras vacas de sentido, sin ningn valorcomo significado. Trataremos de acrecentar el vocabulario en cuanto atrs de cada palabra nueva hay una vivencia psicolgica capaz dehenchirla de sentido.

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    En ese extracto se equiparapalabracon soporte delpensamiento. Por ende, este educador concibe que al ensearlenguaje enseamos los principios generales o categricos del pensamiento. La referencia a evitar ensear ellenguaje puroparece ser una alusin a la instruccin de las reglas gramaticales, una prctica que en otros escritos ldesaconseja. Es evidente que acrecentar el vocabulario en cuanto atrs de cada palabra nueva hay una vivenciapsicolgica capaz de henchirla de sentido se presenta como uno de los fines ms importantes del curso de lengua. Deesta forma, podemos advertir que este educador concibe la enseanza del vocabulario como una manera deformacin intelectual. No hay un asomo de que exista necesidad de inculcar el pensamiento crtico, ni de que laenseanza de la lengua debera ser contextualizada11.

    En algunos de los textos de Jos Jimnez Borja se pondera el ejercicio potico de la lengua y el cultivo de lapalabra. El extracto siguiente es un ejemplo de cmo este personaje percibe la funcin esttica:

    El lenguaje tiene para el individuo, en su ms honda raz, un alto valor espiritual desde que puede dignificar y multiplicar suactividad pensante. Pero no olvidemos su naturaleza esttica, gracias a la cual acta en una esfera de creacin, es decir, de amor ylibertad. Solamente amando libremente el idioma la posible redundancia es aqu excusable a travs de las bellas letras y en especialde la poesa, interpretacin suprema del alma y del cosmos, podremos soportar sin pena el esfuerzo que a menudo representa sudepuracin y su forja incesantes. (Jimnez Borja, cit. en Zavaleta 2005: 307)

    Primero que nada, hay que comentar en el escrito el nfasis que J. Jimnez Borja pone en que el lenguajerepresenta un alto valorespiritual. Esta frase se expresa en tercera persona como si se tratara de una verdad y no deuna interpretacin personal. Se presenta, tambin, como si fuese un elemento informativo y no como un elemento deopinin que la poesa es la interpretacin suprema del alma y del cosmos.As, la poesa se caracteriza como un

    dispositivoque permite una interpretacin suprema, es decir la mejor, delalma y el cosmos. Las palabras alma ycosmosparecen referirse a un aspecto de los sentimientosde un ser humano y el cosmos como el mundo. Estas ideashacen borrosa la distincin entre lo subjetivoy lo objetivo12.

    7.EL MESTIZAJE EN EL ESPAOL DEL PER Y EL BILINGISMO:UNA MIRADA MONOGLSICA

    En uno de sus ensayos, J. Jimnez Borja se pregunta Podr afirmarse la existencia de un lenguaje mestizo en elPer? l mismo se responde lo que se lee abajo:

    Como un nuevo romance que fuese mezcla del espaol y del quechua no lo hay. Lo hay s como fondo anmico, en un grado ycomposicin que todava no sabemos del todo. No se trata tanto de las formas sino de sus contenidos y disposiciones. Las materias delmundo fenomnico se vierten en las formas de pensamiento que son las palabras; y esas formas henchidas y en sucesiones originalesconstituyen la funcin ms profunda del lenguaje, en la doctrina de W. von Humboldt. No hay duda [de] que en el Per tenemos esosmoldes llenos y as dispuestos donde podemos sorprender la tnica mestiza. (Jimnez Borja 1986: 504)

    Repite J. Jimnez Borja, otra vez, que las palabras que vienen de las lenguas indgenas solo importan en lamedida que estas vierten en las formas de pensamiento en el espaol.

    Dada la importancia del lxico en el pensamiento de J. Jimnez Borja (en Zavaleta 2005: 287), nos interesexaminar su ensayo El aporte peruano indgena en la formacin del espaol.Este comienza citando a MenndezPidal (aunque el solo se refiere a l como Pidal):

    Pidal asigna al antiguo idioma de los peruanos el primer puesto entre los grupos lingsticos de Amrica que rindieron tributo a la venacaudalosa y absorbente del castellano. Desdeando la oblacin de las tribus diminutas y esparcidas que no estaban preparadas para influirconsiderablemente, precisa tres grandes filones de extraccin lxica a partir de 1492: el caribe; el azteca y el quechua (o quichua, como

    prefiere llamarlo, al igual de la Academia Espaola en su Diccionario de la Lengua). Y resalta la mayor importancia de este ltimo,mencionando como ejemplo las palabras cndor, jaguar, alpaca.(Jimnez Borja cit. Zavaleta 2005: 287)

    Se estipula que el aporte crece en importancia por la autoridad de quien lo destaca: [Menndez]Pidal, un clebrefillogo espaol. Igualmente, se resalta que los quechuas, junto a los caribes y los aztecas, no erantribus diminutas y

    esparcidas. De acuerdo a estos enunciados, la riqueza cultural de una civilizacin se mide de acuerdo a su tamao oextensin.Cabe acotar, tambin,que lo nico que Jimnez Borja seala como positivo del quechua, en este texto, essu aportelxico.

    11Cabe mencionar que en la primera cita que proveemos de Andrs Bello, J. Jimnez Borja indica que l no intent renovar la lengua, y en eltexto siguiente que hemos seleccionado, J. Jimnez Borja menciona que Bello s la innov.

    12Agradezco a Margarita Jara por esta idea.

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    En su ensayo denominado El problema del bilingismo en el Per, J. Jimnez Borja se pronuncia sobre elbilingismo en el Per13. En primer lugar, el ttulo indica que el fenmeno se percibe como un problema. Veamos elextracto abajo en donde este detalla las razones que este autor alega como dificultades del uso de ms de una lengua:

    Al problema individual hay que aadir el problema nacional. El idioma es el vnculo que unifica a los ciudadanos y compacta la nacin.Por l se escucha la voz lejana del pasado, el tesoro de la poesa y de la tradicin, as como la inquietud del presente y los mitos auguralesdel porvenir. l hace clara la conciencia patria. La diversidad de lenguas dispersa espiritualmente a las regiones o a los grupos. Los

    pueblos bilinges o trilinges subsisten a pesar de esa disparidad a causa de que cuentan, providencialmente, con otras fuerzas decohesin. (Jimnez Borja 1986: 468-489)

    El argumento lo expone de la siguiente manera. Primero plantea que hay problemas individuales a los que seaade el nacional. Por el orden, y por el verbo aadir podemos imaginarnos que el segundo problema (i.e. elnacional) es mayor que el primero. A este enunciado le sigue uno que seala que el idioma es el vnculo que unificaa los ciudadanos. Entonces, se puede inferir que ms de un idioma trae desunin entre los ciudadanos. Esta fraseexpresa uno de los principios de la ideologa del monolingismo que mencionamos al inicio de este captulo. Es ascomo esta voz se introduce en este texto. Acto seguido, afirma que el idioma es la voz del pasado, tesoro de lapoesa, tradicin. Todos estos vocablos se refieren tambin a lo tradicional: esto apunta a mantener la normalingstica consagrada, la estndar. Adems, se vuelve a introducir la idea de una lengua como unificador nacionalcuando dice []l hace clara la conciencia de patria, aunque no se concreta realmente a qu se refiere clara yconciencia de patria.No obstante, parece referirse a la lengua oficial de una nacin o patria, pues es en esalengua enque se asume que la gente se comunica en la esfera pblica. Luego de esta introduccin en donde ensalza las

    caractersticas de un idioma, el oficial, el autor presentan una serie de enunciados crticos, todos referidos alfenmeno de la diversidad, otra forma en que se denomina al bilingismo. As, encontramos adjetivos o frases que enese contexto son negativas, por ejemplo, que esto dispersa espiritualmentey que [l]os pueblos bilinges o trilingessubsisten a pesar de esa disparidad [idiomtica]. El verbo subsistir connota una lucha por sobrevivir. Es decir, seasume que el que cuando en una nacin hay hablantes de ms de un idioma estos tienen que estar al borde de la no-subsistencia, es decir de la extincin. Al usar a pesar, sabemos que la causa de la lucha esla disparidad. Asimismo,disparidad en s tiene una connotacin negativa en s. Con este nfasis en imgenes de situaciones no deseables endonde la subsistencia es el perfil central, J. Jimnez Borja resalta su idea de que el multilingismo social en unanacin es algo negativo, o ms bien nefasto al aludir a una mera subsistencia.

    Ahora, esta visin de J. Jimnez Borja (1986) del multilingismo como un conflicto lo traslada al contexto delPer. Es as como declar lo que incluimos abajo:

    El bien entendido afecto por el indio tiene que empearse, con viva impaciencia, en su rpida castellanizacin. Esto puede noconvenirles a polticos, a estetas o a fillogos, pero le conviene al Per y, sobre todo, le conviene al indio. Sin embargo, una falsa

    solucin puede darse que es capaz de impresionar y que consistira en fomentar el bilingismo []. Semejante manera de pensar noresuelve el problema porque el indio bilinge sigue siendo el indio inferior. Lo sabemos por las pruebas cientficas a que hacemos alusinal comienzo de este artculo: aunque se aprenda bien una segunda lengua, la primera subsiste como un cauce mental que no deja libre el

    pensamiento y el hombre bilinge es un retardado psquico, en irremisible e injusto desnivel con el resto de sus conciudadanos. De unlado tenemos, pues, el espectculo de una lucha de lenguas en que el castellano, lenta pero seguramente, bate a los dialectos aborgenes; yde otro el de hombres, compatriotas nuestros, que por vivir un estadio pretrito de la cultura, hablan lenguas aborgenes o hablan elcastellano como segunda lengua, en desigualdad, en ambos casos, con los otros habitantes del Per. Debemos fomentar en consecuencia,la unidad lingstica nacional []. La generacin monoglota de lengua indgena debe convertirse en generacin bilinge. Y la nuevageneracin debe convertirse en generacin monoglota de lengua castellana. (Jimnez Borja 1986: 498-499)

    El primer enunciado del prrafo anterior tiene como sujeto elbien entendidoafecto por el indio. Es importanteresaltar que afecto reporta una voz paternalista: el indio lo presenta como pasivo y necesitado de afecto. En estecontexto, esta seleccin lxica contrasta con palabras como derechoo respeto.Asimismo, el concepto afecto tieneuna connotacin de hacer el bien. El sujeto afecto por el indiolo combina con el predicado tiene que empearse.Esta combinacin da como resultado que el afectodebe conllevar a una accin. La accin la introduce por medio de

    una frase preposicional ensu rpida castellanizacin. De este modo, la accin que conlleva elafectoes una rpidacastellanizacin. Esto implica que la castellanizacin sera una expresin de afecto y una accin beneficiosa.Igualmente, el adjetivorpidaenrpida castellanizacin entraa una necesidad de urgencia de que esta accin selleve a cabo. En contraste, la falta de referencia a la mantencin de la lengua nativa del indio acarrea la idea de

    prdida de la lengua como un elemento positivo. Paso seguido, J. Jimnez Borja introduce un discurso unido a unaideologa que se presenta como cientfica y que denigra a aquellos que hablan dos o ms lenguas. Esta voz cientfica

    13 La nocin de bilingismo, como nos lo recuerda Heller (2008), es producida social e histricamente y se presenta no solo en elpensamiento, sino en las prcticas sociales, o prcticas discursivas. Por ello, es de gran importancia estudiar el contexto sociopoltico e histricode las ideologas respecto de este fenmeno en pases multilinges.

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    y objetiva relacionada con la ideologa de la inferioridad del bilinge se introduce cuando dice sabemos por pruebas[] [que] el hombre bilinge es un retardado psquico, en irremisible e injusto desnivel con el resto de sus

    conciudadanos. El uso de la tercera persona alude a que lo que se enuncia es una realidad objetiva, a esto se suma lautilizacin del verbo saberpresupone de que este hecho se ha comprobado (que el bilinge es un retardado psquico)de forma objetiva (i.e.cientfica). Adems, cuando seala que algunos compatriotas nuestrosquieren vivir en unestadio pretrito de la cultura el trmino pretrito hace referencia no solo al pasado, sino a uno que no tienevigencia. Como ya hemos visto, este autor cree que la cultura y la lengua son vasos comunicativos,por ello al indicarque la cultura est en un estadio pretrito este est indicando a la vez que la lengua indgena es un idioma del pasadoy sin vigencia. La solucin a lo que J. Jimnez Borja denomina el problema es la castellanizacin que adems asociacon elfoment[o de] la unidad nacional. Es por ello que explcitamente seala que la nueva generacin indgena debeconvertirse en generacin monoglota de lengua castellana.

    En el pensamiento de las personas se puede, muchas veces, observar cambios. En este caso, hemos encontradouna seccin de un discurso de J. Jimnez Borja donde hay un pequeo atisbo de apertura hacia el Per como pas

    bilinge. Esto se produce cuando l era director de la Academia Peruana de la lengua y le da la bienvenida a su senoa Alberto Escobar, uno de los lingistas que ms lucharon por una aceptacin del bilingismo en el Per y por elrespeto de las lenguas indgenas y de sus hablantes (de los Heros 2012). Veamos un extracto de este discurso:

    Debo resaltar la antigua pero ahora ms intensa y sistemtica aplicacin de su humanismo a la Lingstica General yAplicada. Se ha dedicado estos ltimos aos con ejemplar fervor y severidad cientfica a la exploracin casi intocada del

    laberinto idiomtico del Per []. De 1972 es su libroLenguajey discriminacin social en Amrica Latina, en que el resultado detodo este descriptivismo es llevado a losocial, volcando la ciencia pura en la palpitante realidad de nuestros pueblos donde la

    lengua juega un papel decisivo en la dominacin y liberacin, como eje poltico, social y cultural [] busca el ideal superior dela comunicacin humana para la mayor coincidencia entre los individuos y los grupos y no para el escarnio o la injusticia entreellos. Porque para l el vocablo, por humilde que sea tiene una resonancia anmica que lo conecta a un estar del sentimiento, auna figuracin del mundo, a un tejido de la cultura de cada nacin. Formado yo en el idealismo vossleriano no s si ya olvidado

    por los sobrecogedores cambios que experimenta la Lingstica, no puedo menos que admirar esta tensin vital hacia lohondode la conciencia que ilumina cada uno de los trazos analticos de Escobar. De ellos no puede surgir guerra sino fraternidad entreel castellano y las lenguas aborgenes y entre el castellano y sus diferencias dialectales puesto que la unidad nacional lascomprimir en la comprensin y el amor. Lo fundamenta l es que hablemos no en distintas lenguas y dialectos sino quehablemos con fraternidady slo con la boca de la fraternidad.(Jimnez Borja, cit. en Zavaleta 2005: 328)

    Como puede observarse, en este texto, J. Jimnez Borja alaba a Alberto Escobar principalmente por dos motivos.Primero, como cientfico de la lengua. Esto se ve claramente cuando apunta que este lingista se ha dedicado a laintensa y sistemtica aplicacin de su humanismo a la Lingstica General y Aplicada con una severidadcientfica a la exploracin casi intocada del laberinto idiomtico del Per. Por otra parte, J. Jimnez Borja

    comenta que Alberto Escobar es un investigador que busca el ideal superior de la comunicacin humana

    para la mayor coincidencia entre los individuos y los grupos y no para el escarnio o la injusticia entre ellos.Esta labor no se comenta en cuanto a los descubrimientos lingsticos, ni tampoco en lo referente a suspropuestas concretas. El comentario es ms bien muy abstracto, al afirmar que busca el ideal superior de la

    comunicacin humana.Esa frase parece eludir el tema lingsticaper se. A pesar de los elogios, J. Jimnez

    Borja tmidamente se distancia de esta mirada de aceptacin de la variedad lingstica y de la convivencia

    del espaol con las lenguas amerindias cuando dice [f]ormado yo en el idealismo vossleriano no s si yaolvidado por los sobrecogedores cambios que experimenta la Lingstica, no puedo menos que admirar esta

    tensin vital hacia lohondo de la conciencia que ilumina cada uno de los trazos analticos de Escobar. En

    primer lugar, Jimnez Borja se asienta en una diferente corriente de pensamiento lingstico que Escobar.

    Este es novedoso y l, en cambio, indica que es vossleriano yque ya [ha sido] olvidado por [] cambiosque experimenta la lingstica. Luego, Jimnez Borja se sita en un plano de observacin pues lo que hace

    no es participar o coincidir sino que no pued[e] menos que admirarlo que este lleva a cabo.

    8.C

    ONCLUSIONES

    En el presente estudio hemos discutido acerca de las ideologas lingsticas con referencia al panhispanismo y albilingismo en el mundo hispano y en particular en el Per. Como se ha comentado, el panhispanismo tiene comobase la ideologa del monolingismo que naci en Europa al tiempo de la forja nacional de Alemania y Francia. EnEspaa, se adopta esta ideologa y luego de la independencia de Amrica se va a ir construyendo la ideologa del

    panhispanismo a los dos lados del ocano en el mundo hispanoamericano. Una de las figuras representativas delpanhispanismo es el venezolano Andrs Bello.

    El panhispanismo, que es hegemnico en Per, propone una jerarqua de lenguas y variedades de lengua, dondeel espaol y la variante estndar estn en la cspide. Tomando esto en cuenta, se examin el pensamiento de Jos

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    Jimnez Borja, una figura muy importante del campo de la educacin y la filologa en el Per de fines del siglo XIXyprincipios del XX. Para ello, por medio del ACD,se desconstruyeron algunos de sus textos donde se manifiestan susideas sobre el uso lingstico en general y en particular en el Per de J. Jimnez Borja. Nos interesaba observar sieste autor se adscriba a la ideologa del monolingismo y al panhispanismo. El anlisis ha revelado que este

    pensador indicaba el legado lxico era la nica vala de las lenguas indgenas. Adems, el lxico indgena se aprecia,por haber sido estimado por Menndez Pidal, y solo se aprecia en la medida que acrecienta el tesoro lingsticocultural de objetos o conceptos nuevos en el espaol. En otras palabras, el lxico indgena no tiene un valorintrnseco, sino en relacin a cmo enriquece al espaol.

    En relacin a las ideologas lingsticas, vemos que J. Jimnez Borja se alinea con el pensamiento panhispnicode Andrs Bello explcitamente defendiendo sus ideas y las estrategias planificadoras. Asimismo, sus textos reflejanun purismo lingstico y tambin una aversin por el bilingismo que se define como un problema que causa ladesunin. Ms an, apoyndose retricamente en supuestas pruebas cientficas afirma que el bilinge es unretardado psquico. De igual forma, se pronuncia explcitamente por el camino de la castellanizacin para aquellosque sean bilinges o monolinges en lengua indgena. Esta solucin no solo se ampara en su idea de unidad, sino enuna supuesta superioridad poltica y cultural del espaol y de la civilizacin hispana frente a la indgena.

    Dada la importancia de J. Jimnez Borja en el campo educativo peruano es muy posible que su pensamiento hayainfluido enormemente en la validacin de estas ideologas que siguen siendo las hegemnicas en el Percontemporneo (de los Heros 2012).

    9.BIBLIOGRAFA

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    peruana.Madrid / Frankfurt: Iberoamericana / Vervuert, 2012.Del Valle, Jos: Lingstica histrica cultural: notas sobre la polmica entre Rufino Jos Cuervo y Juan Valera, en:Del Valle, Jos / Stheeman, Luis Gabriel (eds.): La batalla del idioma.La intelectualidad hispnica ante lalengua. Madrid / Frankfurt: Iberoamericana / Vervuert, 2004a, pp. 93-10.

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    La RAE y el espaol total. Esfera pblica o comunidad discursiva, en: Del Valle, Jos (ed.): La lengua,patria comn?Madrid / Frankfurt: Iberoamericana / Vervuert, 2007b, pp.81-96.

    / Stheeman, Luis Gabriel: Nacionalismo, hispanismo y cultura monoglsica, en: Del Valle, Jos / Stheeman,Luis Gabriel (eds.): La batalla del idioma.La intelectualidad hispnica ante la lengua. Madrid / Frankfurt:Iberoamericana / Vervuert, 2004, pp. 15-33.

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  • 7/26/2019 [Contraargumentacin y Discrepante] El Espaol en El Per Desde El Lente de Jos Jimnez Borja- Panhi

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