8/9/2019 Contrapunto Jorge Lanata - Tiempo Argentino

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y Tiemponosevapor la ComisinnternadeTiempoArgentinoL Ostrabajadores de Prensa y Grfi-cos de Tiempo Argentino mani-festamos nue~tro ms profundorepudio ante la nota aparecida en ellti-mo nmero de "El Porteo", pginas68 a 73, titulada "Tiempo Argentino,lo que el diario se llev", firmada porJorge Lanata.A lo largo de cinco t"arragosas pgI-nas, Lanata sededica a relatar en formaconfusa, inexacta 'y evidentemente ma-lintencionada el conflicto vivido y pro-tagonizado por nosotros, los trabajado-res de Tiempo Argentino, desde que elpasado 27 de septiembre la patronalirresponsable, encabezada por unmiembro de laJunta Coordinadora Na-cional, Luis Mara Cetr, y los herma-nos Toms y Carlos Leonhardt, anun-ci el cierre de nuestra fuente de traba-jo. ."Fueron das que transcurrieronentre la bruma de la confusin, laderro-ta y la utopa" , escribi Lanata.Los trabajadores de Tiempo Argenti-no entendemos que sialgo no existi, niexiste en-este conflicto, es confusin,derrota y utopa.No hubo confusin desde que en elprimer momento nuestras ComisionesInternas plantearon terminantementeque la lucha seiniciaba bajo una nica yprecisa consigna: la defensa de nuestrafuente de trabajo y su reactivacin.Quienes entendimos esto seguimos hoyen esa lucha y permanecemos con-curriendo diariamente a la empresa des-de donde desarrollamos todo nuestroaccionar en pos de ese objetivo.El hecho de haber editado durantetres das eldiario bajo nuestra absolutaresponsabilidad y con la Guardia de In-fantera cercndonos, pese a lo cualtambin logramos sudistribucin yven-ta normal, no significa para nosotros niuna "derrota" ni una "utopa". Signi-fica la decisin y el coraje de 2S0traba-jadores empeados en defender sufuen-te laboral. Tampoco podemos conside-ramos "derrotados", cuando a ms deun mes de iniciado el conflicto, laempresa el pasado 30 de octubre ha fir-mado un acta a travs de la cual se anu-lan los S20despidos y se abre un nuevoperodo de negociacin de 21 das connuestra concurr~ncia diaria a la planta.Lanata -ciego y sordo a esta reali-dad- prefiri denostamos, calificar de"traidores yentregadores" a compae~ros de nuestras Comisiones Internas yensuciar nuestra lucha procurando em-72 El Portef/o, Diciembre198~

pujarla a la derrota.Claro est que los informantes de La-nata -los que l eligi- no son ninuestras Comisiones Internas ni ningu-no de los trabajadores que hoy perma-necemos enTiempo, que somos los ni-cos indicados para informar sobre estalucha desde el punto de vista gremial.Por lo tanto, siLanata no consult nin-guna fuente gremial es dificil decir quclase de gente consult para elaborar sunota. .' .La cobertura que el peri6dico"Madres de Plaza de Mayo" dedica a.nuestra lucha en su nmero de no-viembreilustra, como contrapartida,otro estilo periodstico: el comprometi-do con la verdad de los hechos y el quesabe dnde obtener la informacin.Para nosotros queda claro que elart-culo de Lanata seubica enla prespectivade quienes no pueden aceptar lo sucedi-do en Tiempo y la protagonizado pornosotros, ya que aceptarlo significa ir acontramano de una poltica oficial deconstante castigo a los trabajadores yorientada hacia la monopolizacin y elmanejo total de los medios de comuni-cacinsocial. -Lanata, que .,casualmente" nos negelderecho de expresar nuestro punto devista en el programa que comparte conEudardo Aliverti en Radio Belgrano,ataca violentamente en su nota a

nuestro compaero Roberto Gasparini,miembro de la Comisin Interna dePrensa, a quien titd de "peronista dederecha", "negociador paralelo" conla empresa a espaldas de los trabajado-res y "entregador" del conflicto de "LaEpoca", entre otras apreciacionesigualmente mentirosas.

Los trabajadores deTiempo Argenti-no avalamos 'y ratificamos todo lo ac-tuado por nuestros delegados, ya quecada uno de los pasos por ellos dado fueaprobado por nosotros en asamblea. Le'informamos adems a Lanata, quenuestras Comisiones Internas estn in-tegradas por los compaeros Eduardodela Fuente, Roberto Gasparini, NoemCiollaro, Roberto Martinez, FabinGaldi y Rodolfo Colngelo, en prensa; yRoberto Scherbovsky, Jorge Tolosa yPedro Sols, en grficos. Cuando Lana-ta atac a Gasparini, habl de entrega yderrota, atac por igual a todos los com-paeros mencionados y a todos los tra-bajadores del diario. Por eso manifesta-mos nuestro repudio y por eso exigimosa "El Porteo" una inmediata rectifica-cin y la publicacin de esta nota.Por ltimo, le decimos a Lanata quela frase con que concluy su nota, dan-do por cerrado el conflicto el 2 de oc-tubre: "Al salir (del diario), alguien re-cuerda los 300 despidos posteriores a latoma de Ford", fue una mala jugada,apost a nuestra derrota y perdi. ElheCho es que hoy, 6 de noviembre e in-dependientemente de la evolucin pos-terior del conflicto, los S20trabajadoresde Tiempo Argentino hemos obtenidola anulacin de nuestros despidos y con-tinuamos luchando por la reactivacinde nuestra fuente de trabajo.Por eso, Lanata, te apresuraste a dar-nos la extremauncin; a pesar de losmercenarios, los alcahuetes y los traido-res que desean lo contrario, seguimos enpie.(Siguen firmas del personal de Tiempo)

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8/9/2019 Contrapunto Jorge Lanata - Tiempo Argentino

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Argentina:Prohibidopensarypublicaro)por JorgeLanataH ace poco ms de un ao, en elmarco de la Semana de la Cultu-ra en Buenos Aires, acompajunto a otros periodistas a Eduardo Ga-leano en una mesa redonda en el Sindi-cato Grfico. All comet el error depensar libremente: asegur al pblicopresente que quiz conviniera pensarque nuestra democracia detranscin nohaba sido "ganada" porla "lucha" delpueblo argentino (a excepcin de algu-no~ejemplos puntuales, claro), sinoqueera consecuencia directa del replieguemilitar post-Malvinas. La batahola fueinterminable: la mitad de la genteaplauda en tanto la otra mitad denosta-ba. Hubo que cambiar de tema.El mes pasado, en estas pginas, co-met otro error: opin sobre el conflicto,de Tiempo Argentino como periodista."~ ' . '..,'r"."-" ..' ): .:... ,..~". ~~J. ...' ..... i!ti...~ ~ ,;r~~~q~

conflicto, que aun sigue), que trans-currieron entre la confusin (propia deun conflicto y de las negociaciones), laderrota (parcial, ya que eldiario hasta elmomento dej de salir) y la utopa (to-mada como talla autogestin del diario.Agrego que opno que hay utopas po-sibles, por lo que el uso de esta palabrano es peyorativo).Desearia adems aclarar que en nin-gn prrafo de la nota se mencionan laspalabras "traidores y entregadores"sobre la CI, de modo tal que measombra que en su respuesta se las citeentre comillas, como si fuera extradotextualmente del artculo.La CI, a la vez, afirma que "ningunode los trabajadores que hoy permanece-mos" fueron entrevistados por mi,agregando Que "tampoco ninguna

No como afiliado a la Unin de Traba-jadores de Prensa, ni como miembro dealgn partido o de alguna lnea interna.En una nota titulada: "Tiempo Argen-tino, lo que el diario se llev" , -quizalgn lector larecuerde- relat la histo-ria de este matutino y el conflicto labo-ral por el que atraviesa. La reaccin delaComisin Interna del diario no sehizoesperar, y pu~e aprecirsela en la pgi-na contigua. Sobre ella quisiera pun-tualizar lo siguiente:Quedar a discusin de cada lector si-como aflrma la Comisin Interna-mi nota tenia una forma "confusa, ine-xacta y evidentemente malintenciona-da". Me permito, sin embargo, aclararuna metfora que la CI transcribe:"Das que transcurrieron entre la con-fusin, la derrota y la utopa". AunQlaJldo no haya nada ms desoladorqe aclarar una metfora, la traduccinseria la si~_nte: "Fueron das (los del

fuente gremial". Esto es inexacto. Co-mo periodistas, los colegas comprende-rn que no podemos revelar nuestrasfuentes de informacin pero, entreellas, secontaron trabajadores de Tiem-po Argentino, compaeros de la UTP-BA y periodistas. La CI afirma asimis-mo que quien esto escribe" apoya la po-ltica oficial". Los lectores de JEt Por-teo" o los oyentes de Anticipos 2podr evaluar esta afirmacin. En elcaso de los oyentes de nuestro progra-ma, stos podrn, a la vez, rebatir laafirmacin de censura sobre Gasapari-ni, quien sali al aire en dos ocasiones.Pero fuera de las aclaraciones pun-tuales -que expreso, bueno es recor-darlo, como periodista y no como in-tegrante de esta Cooperativa ni de suConsejo de 'Redaccin- quisiera haceruna reflexin ms amplia. En la Argen-tina, cada da ms, pareciera que no se,puede no estar con nadie, o tratar de

~nsar con cierta independencia. En minota, en sintesis, critico algunos puntossobre cmo fue manejado el conflicto yle atribuyo a Gasparini (en base al testi-monio de tres fuentes distintas eirreprochables) el hecho de haberseentrevistado paralelamente con lapatronal. A Gasparini, no a toda la Co-misin Interna. El resultado fue que laCI se solidariz con Gasparini, el perso-nal del diario con la CI y todos repu-diaron la nota. Evidentemente el Sr.Gasparini es ms hbil poltico que yo,que ni siquiera intento serio. Supo con-vertir su problema personal en una fic-cin grupal o, al menos, de la terceraparte de los trabajadores del diario. Pe-ro el resultado fue a la vezotro: que pe-riodistas vetaran a otro periodista su de-recho a escribir en libertad.Para completar l!i paradoja: ha ~c;loFJ Porteo (a instancias del Conse-jo de Redaccin que integro) uno de lospocos medios que difundi y apoy elconflicto enTiempo Argentino, y elni-co que ofreci distribuir el "Tiempo delos Trabajadores" en sus ediciones, pa-ra ampliar el circuito de lectores. A lavez, Anticipos 2 ha sido uno de los po-cos programas de radio que se manifes-t criticando duramente a la patronaldel diario. Ahora, inexplicablemente,hemos pasado a ser" el enemigo" para al.gunos de nuestros compaeros de Tiem-po. Esto quiz refleje un sntoma tpicode nuestra izquierda: pelearse con el dealiado. Y, a la vez, un sntoma tpico denuestra sociedad: preferir el engao. Siun periodista, en este paisito, piensa queun conflicto est en vas de perderse o semanej mal, no puede expresarlo: susmismos colegas lo censurarn. Nuestrasociedad prefiere que se le diga: "Quevenga el Principito", o "Levantaremoslas persianas de las fbricas". En estecaso, mi nota deba decir: "Y Tiempono se va". Creo que no es necesarioaclarar que quiero que Tiempo no se va-ya. Estamos, a la vez, tan atrs en lasreivindicaciones gremiales (teniendoque luchar por el empleo o por unaumento) que nos olvidamos reivindicarnuestro derecho ms elemental: pensarlibremente, opinar sin ataduras. La cen-sura, esta vez, viene de algunos trabaja-dores y del oportunismo poltico del Sr.Gasparini. Es una lstima. No tiene, porltimo, mucho sentido refutar aqui al-gunos conceptos vertidos sobre mi per-'sona. A lo sumo quisiera recomendar alos firmantes de hi nota que -si aun nolo hicieron- leyeran "Rinoceronte",de lonesco, tal vez les sirva. O

El Porteo, Diciembre 1986, 73