Convenios Varios de La Haya

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    RECOPILACIN DE LOS CONVENIOSDE LA CONFERENCIA DE LA HAYADE DERECHO INTERNACIONAL PRIVAD

    (1951-2007)Segunda edicin revisada y puesta al da

    Coordinacin y estudio preliminar deAlegra Borrs

    Catedrtica de Derecho internacional privadode la Universidad de Barcelona

    yJulio D. Gonzlez Campos

    Catedrtico de Derecho internacional privado de la UniversidadAutnoma de Madrid y Magistrado del Tribunal Constitucional

    Marcial PonsMADRID | BARCELONA | BUENOS AIRES

    2008

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    PRLOGO A LA SEGUNDA EDICIN ....................................................... 13

    I. ESTUDIO PRELIMINAR Y PRESENTACIN. LA UNIFICA-CIN DEL DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO Y LA TRA-DUCCIN ESPAOLA DE LOS CONVENIOS DE LA HAYA DEDERECHO INTERNACIONAL PRIVADO ........................................ 15

    INTRODUCCIN .................................................................................... 15 I. LA UNIFICACIN DEL DERECHO INTERNACIONAL PRI-

    VADO ............................................................................................. 16 1. Los orgenes en Amrica y en Europa....................................... 16 2. El desarrollo posterior ............................................................... 18 3. Los resultados alcanzados por la Conferencia de La Haya: al-

    gunos elementos valorativos ..................................................... 22 4. Los Convenios de La Haya y las Repblicas iberoamericanas. 28 II. LA TRADUCCIN ESPAOLA DE LOS CONVENIOS DE LA

    HAYA DE DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO: UN ES-FUERZO DE UNIFICACIN ......................................................... 33

    1. Dualidad de textos autnticos y terceros lingsticos ............... 33 2. La necesidad de una traduccin espaola nica ........................ 36 3. La realizacin de la traduccin uni cada .................................. 38 4. La celebracin del centenario de la Conferencia de La Haya

    en 1993 ...................................................................................... 41 5. La consolidacin del espaol como lengua de trabajo .............. 44 III. EL RESULTADO OBTENIDO Y PRESENTACIN DEL TEXTO. 47

    II. CUADROS SOBRE LA PARTICIPACIN DE LOS PASES IBE-ROAMERICANOS EN LOS CONVENIOS DE LA HAYA ............... 53

    A) CONVENIOS DE LA HAYA: FIRMAS, RATIFICACIONES YADHESIONES DE LOS ESTADOS MIEMBROS DE LA ORGA-NIZACIN DE ESTADOS AMERICANOS ................................... 54

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    B) CONVENIOS DE LA HAYA: FIRMAS, RATIFICACIONES Y

    ADHESIONES DE LOS ESTADOS MIEMBROS DEL MER-COSUR ............................................................................................. 58 C) CONVENIOS DE LA HAYA: FIRMAS, RATIFICACIONES Y

    ADHESIONES DE LOS ESTADOS DE LENGUA ESPAOLA YPORTUGUESA ................................................................................. 60

    III. BIBLIOGRAFA GENERAL ................................................................ 63

    IV. TEXTOS DE LA CONFERENCIA DE LA HAYA DE DERECHO

    INTERNACIONAL PRIVADO (1951-2007) ........................................ 71 1. Estatuto de la Conferencia de La Haya de Derecho Internacional

    Privado ............................................................................................. 71 2. Convenio sobre el procedimiento civil ............................................. 76 3. Convenio sobre ley aplicable a las ventas de carcter internacional

    de objetos muebles corporales .......................................................... 83 4. Convenio sobre ley aplicable a la transferencia de la propiedad en ca-

    so de venta de carcter internacional de objetos muebles corporales. 86 5. Convenio sobre la competencia del foro contractual en el supuesto

    de venta de carcter internacional de objetos muebles corporales ... 90 6. Convenio para regular los con ictos entre la ley nacional y la ley

    del domicilio ..................................................................................... 95 7. Convenio sobre el reconocimiento de la personalidad jurdica de

    sociedades, asociaciones y fundaciones extranjeras......................... 96 8. Convenio sobre ley aplicable a las obligaciones alimenticias res-

    pecto a menores ................................................................................ 100 9. Convenio sobre el reconocimiento y ejecucin de decisiones en ma-

    teria de obligaciones alimenticias ...................................................... 103 10. Convenio sobre competencia de autoridades y ley aplicable en

    materia de proteccin de menores .................................................... 107 11. Convenio sobre los con ictos de leyes en materia de forma de

    las disposiciones testamentarias ...................................................... 112 12. Convenio suprimiendo la exigencia de legalizacin de los docu-

    mentos pblicos extranjeros ............................................................. 116 13. Convenio sobre competencia de autoridades, ley aplicable y reco-

    nocimiento de decisiones en materia de adopcin ........................... 121 14. Convenio sobre la noti cacin o traslado en el extranjero de docu-

    mentos judiciales o extrajudiciales en materia civil o comercial ..... 127

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    15. Convenio sobre los acuerdos de eleccin de foro .......................... 138

    16. Convenio sobre reconocimiento y ejecucin de sentencias extran- jeras en materia civil y comercial ..................................................... 142

    17. Protocolo adicional al Convenio de La Haya sobre reconocimientoy ejecucin de sentencias extranjeras en materia civil y comercial . 150

    18. Convenio sobre el reconocimiento de divorcios y de separacioneslegales ............................................................................................... 152

    19. Convenio sobre ley aplicable en materia de accidentes de circula-cin por carretera .............................................................................. 158

    20. Convenio sobre la obtencin de pruebas en el extranjero en mate-ria civil o comercial .......................................................................... 163

    21. Convenio sobre la administracin internacional de las sucesiones .. 172 22. Convenio sobre ley aplicable a la responsabilidad por productos.... 183 23. Convenio sobre reconocimiento y ejecucin de resoluciones relati-

    vas a las obligaciones alimenticias ................................................... 188 24. Convenio sobre ley aplicable a las obligaciones alimenticias .......... 196

    25. Convenio sobre ley aplicable a los regmenes matrimoniales .......... 201 26. Convenio relativo a la celebracin y al reconocimiento del matri-

    monio ................................................................................................ 207 27. Convenio sobre la ley aplicable a los contratos de intermediarios y

    a la representacin ............................................................................ 212 28. Convenio sobre los aspectos civiles de la sustraccin internacional

    de menores ........................................................................................ 217 29. Convenio para facilitar el acceso internacional a la justicia ............ 228 30. Convenio sobre la ley aplicable altrust y a su reconocimiento ....... 242 31. Convenio sobre la ley aplicable a los contratos de compraventa in-

    ternacional de mercaderas ............................................................... 249 32. Convenio sobre la ley aplicable a las sucesiones por causa de

    muerte ............................................................................................... 256 33. Convenio relativo a la proteccin del nio y a la cooperacin en

    materia de adopcin internacional .................................................. 263

    34. Convenio de la haya de 19 de octubre de 1996 relativo a la com-petencia, la ley aplicable, el reconocimiento, la ejecucin y la co-operacin en materia de responsabilidad parental y de medidas deproteccin de los nios ..................................................................... 274

    35. Convenio sobre proteccin internacional de los adultos .................. 288

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    36. Convenio sobre la ley aplicable a ciertos derechos sobre valores

    depositados en un intermediario ...................................................... 308 37. Convenio sobre acuerdos de eleccin de foro .................................. 318 38. Convenio sobre cobro internacional de alimentos para los nios y

    otros miembros de la familia ............................................................ 332 39. Protocolo sobre la ley aplicable a las obligaciones alimenticias ...... 360

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    PRLOGO A LA SEGUNDA EDICIN

    Es con gran tristeza que empiezo a escribir yo sola el prlogo a esta se-gunda edicin del conocido popularmente como Libro verde o Greenbook. Durante la preparacin de esta obra, tras larga y penosa enfermedad,

    Julio D. Gonzlez Campos falleci en Madrid, el 20 de noviembre de 2007.Precisamente, la ltima salida que hice con Julio fue el 7 de septiembre de2007, para visitar a Juan Jos Pons, en la Editorial Marcial Pons, para ulti-mar los detalles de esta segunda edicin, en la que haba puesto la misma pa-sin e inters que en la primera. Mientras su enfermedad se lo permiti estuvotrabajando en la puesta al da y ampliacin de la bibliografa y no dej de

    preguntarme por los avances de la obra.

    Y, casualidades de la vida, su fallecimiento se produjo mientras yo estabaen La Haya participando como representante de Espaa y relatora del Conve-nio entonces en preparacin en materia de alimentos en el seno de la Confe-rencia de La Haya de Derecho Internacional Privado, cuya aprobacin est-bamos esperando para lanzar esta segunda edicin, considerando la utilidadque representara para los hispanoparlantes la publicacin inmediata de estaobra conteniendo ya el nuevo Convenio. El dolor que me produjo encontrarmeen esos das en La Haya me permiti, no obstante, constatar el inmenso afecto

    y consideracin que le profesaban todos los que en su estimada Conferen-cia de La Haya lo haban conocido, tan bien expresado por el querido amigo

    Hans Van Loon, Secretario General de la Conferencia de La Haya, en las pa-labras que pronunci el propio da del fallecimiento del profesor GonzlezCampos y que no puedo dejar de reproducir aqu, tal como constan reproduci-das en las Actas de la Conferencia 1:

    El Secretario General seal que los expertos y delegados en la Conferen-cia de La Haya son como una familia. Anunci con pesar que la Conferencia de

    La Haya ha perdido un querido y distinguido miembro de su familia con el fa-llecimiento de Julio Gonzlez Campos.

    El Secretario General record que Julio Gonzlez Campos vino por primera

    vez a La Haya en los aos setenta y asisti a la XII y XIII Sesiones Diplomti-cas. El Secretario General encontr por primera vez a Julio Gonzlez Camposen la XIV Sesin Diplomtica. Durante algn tiempo Julio Gonzlez Campos

    1 Acta nm. 18 de la Comisin I, correspondiente a la sesin de la maana del da 20 de noviem-bre de 2007, XXI Sesin Diplomtica de la Conferencia de La Haya.

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    no pudo asistir a la Conferencia de La Haya porque era miembro del TribunalConstitucional espaol. Sin embargo, tan pronto como termin su mandato vol-vi a La Haya y, entre otras contribuciones importantes, ayud a formalizar laa veces complicada accesin de la Comunidad Europea.

    Julio Gonzlez Campos tambin colabor estrechamente con Alegra Bo-rrs y juntos publicaron el Libro verde con el texto espaol con comentariosde los Convenios de La Haya. Julio Gonzlez Campos ayud tambin a crearuna fuerte relacin con el Gobierno de Espaa que ayud a proporcionar latraduccin de documentos al espaol.

    El Secretario General rindi tributo a un hombre inteligente, brillante y de principios. Asimismo record que Julio Gonzlez Campos tena tambin un ma-ravilloso sentido del humor. El Secretario General seal que estaba an asimi-lando la noticia de la prdida de un amigo personal y amigo de la Conferenciade La Haya. Aadi que se trata de una gran prdida para todos los presentes,

    pero en particular para la Sra. Borrs. El Secretario General dijo que Julio Gonzlez Campos ser siempre recor-

    dado con afecto.

    En trminos similares y poniendo de relieve otros aspectos de la vida y laobra del profesor Gonzlez Campos se expres, en la sesin de clausura 2 dela XXI Sesin Diplomtica, Teun Struycken, tambin querido amigo, conocidocomo delegado durante muchos aos y ahora Presidente de la Sesin Diplo-mtica y Presidente de la Comisin de Estado de los Pases Bajos para el De-recho Internacional Privado.

    Las palabras de amigos comunes en esa Conferencia de La Haya, que para Julio y para m ha sido una parte importante de nuestras vidas, ha constituido,sin duda, un estmulo para continuar esta obra en comn. Pero esencialmente,ha sido el mismo recuerdo de Julio y su forma de hacer lo que me ha llevado acontinuar, ya sola, esta obra conjunta, ya que su gran espritu de trabajo fue, ysigue siendo, un estmulo importante para continuar trabajando sin parar.

    Es con esta idea presente que he continuado la preparacin de esta se-gunda edicin, en la que se han introducido diferentes modi caciones y mejo -ras que tienden a superar lo que se hizo en la primera edicin, tal como se ex-

    presa en el Estudio introductorio que aparece a continuacin.

    Barcelona, 9 de febrero de 2008AlegraBORRS

    2 Acta nm. 3 de la Sesin Plenaria, correspondiente al 23 de noviembre de 2007.

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    I. ESTUDIO PRELIMINAR Y PRESENTACIN

    La uni cacin del Derecho internacional privadoy la traduccin espaola * de los Convenios de La Haya

    de Derecho Internacional Privado

    INTRODUCCIN

    1. Esta obra contiene la traduccin al espaol del Estatuto de la Confe-rencia de La Haya de Derecho Internacional Privado y de los Convenios adop-tados en el mbito de esta organizacin internacional desde 1951 hasta 2007,con breves notas sobre ciertos trminos de la versin espaola y aquellas refe-rencias bibliogr cas que se han estimado ms relevantes respecto a cada unode los Convenios para facilitar la interpretacin y aplicacin de sus normas.Por lo que podr pensarse, ciertamente, que su aportacin es muy modesta,mxime si la recopilacin de las versiones o ciales en espaol 1 o la traduc-cin a esta lengua de los Convenios de La Haya 2 ya ha sido, en parte, llevadaa cabo por otros. Sin embargo, tal conclusin sera, a nuestro parecer, apresu-rada, pues, como se expondr seguidamente, lo que la dota de una mayor enti-dad y justi ca sobradamente su publicacin no slo es el mismo contenido dela obra, sino los objetivos perseguidos con la versin espaola de los Conve-nios de La Haya y el modo de llevarlos a cabo.

    2. En efecto, por lo que respecta a su contenido cabe anticipar que si bienla labor de uni cacin del Derecho internacional privado se ha llevado a caboparalelamente, en Amrica y en Europa, desde la segunda mitad del sigloXIX,en este continente la labor ha tenido su centro en la hoy ms que centenariaConferencia de La Haya (creada en 1893, cumple en 2008 su 115. aniversa-

    * Se utiliza el trmino espaola, pues es la denominacin de esta lengua a nivel internacional.El trmino lengua castellana es utilizado en Espaa, teniendo en cuenta que el art. 3, apartado 1, dela Constitucin espaola de 1978 dispone que el castellano es la lengua espaola o cial del Estado,aadiendo en el apartado 2 que las dems lenguas espaolas sern tambin o ciales en las respectivasComunidades Autnomas de acuerdo con sus Estatutos.

    1 As, en la publicacin de la Secretara General Tcnica del Ministerio de Justicia,Tratados mul-tilaterales de cooperacin jurdica internacional (recopilacin y seleccin de J.DE MIGUEL ZARAGOZA),Madrid, 1988, que comprende los textos en materia civil y penal.

    2 J. ATOMS ORTIZ DE LA TORRE, Las convenciones de la Conferencia de La Haya de Derecho Internacional Privado (traduccin y resea histrica), Madrid, 1974, y del mismo autor,Conferen-cia de La Haya de Derecho Internacional Privado. Evolucin histrica y Convenciones adoptadas, Madrid, 1993.

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    rio). Una labor cuyo resultado global ha sido la elaboracin de un importantecorpus iuris de Derecho convencional internacional en los mbitos del Dere-cho de familia, del Derecho patrimonial y del Derecho procesal internacionalque se concreta en los treinta y ocho Convenios que se incluyen en esta obra,negociados y adoptados en el curso de las Sesiones VII a XXI de la Conferen-cia, celebradas entre 1954 y 2007.

    3. De otra parte, en cuanto a los objetivos perseguidos ha de tenerse pre-sente que esta obra no ofrece una simple traduccin al espaol de los Conve-nios de la Conferencia de La Haya. Es algo ms, ciertamente, pues contiene elresultado de la labor que durante varios aos han llevado a cabo destacados es-pecialistas en Derecho internacional privado de diferentes Repblicas ibero-americanas junto a especialistas espaoles, unos y otros vinculados con lostrabajos de la Conferencia. Tarea, adems, en la que han contado en todo mo-mento con el valioso apoyo de su O cina Permanente. Lo que pone de relieve,en primer lugar, que este libro es el resultado de una estrecha cooperacin aambos lados del Atlntico, que todos esperamos que se consolide en el futurocon nuevos empeos comunes en el mbito del Derecho internacional privado.En segundo trmino, que esta empresa ha tenido desde su comienzo una na-lidad muy concreta: la de ofrecer unos textos que faciliten la rati cacin o laadhesin a los convenios de La Haya por parte de los Estados miembros de laConferencia de La Haya y aquellos que se incorporen en el futuro cuya len-gua o cial sea el espaol, permitiendo alcanzar as una deseable uniformi-dad del texto de los Convenios en este idioma.

    I. LA UNIFICACIN DEL DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO

    1. Los orgenes en Amrica y en Europa

    4. En el clima de internacionalismo existente en la segunda mitad del si-glo XIX era una creencia ampliamente compartida por la doctrina que la uni-cacin del Derecho internacional privado no slo era posible tcnicamente,sino adems polticamente deseable 3. Idea que, en trminos generales, eraconsecuencia del cambio que introduce en la ciencia jurdica europea la con-cepcin del Derecho natural racional, que mediante una construccin basadaen la elaboracin de conceptos generales y la bsqueda del sistema, al servi-cio de la seguridad jurdica, conduce a los primeros Cdigos Civiles del si-glo XVIII 4 y culmina en el francs de 1804. Aunque tambin pueda justi-

    3 D. P. FERNNDEZ ARROYO, La codi cacin del Derecho Internacional privado en Amrica La -tina , Madrid, 1994, p. 73.

    4 F. WIAECKER, Privatrechtsgeschichte der Neuzeit, 2. ed., Gottingen, 1967 (trad. italiana,Storiadel Diritto privato moderno, vol. 1, Miln, 1980, pp. 380 ss.), considera que, en atencin a su in uen-cia directa sobre la ciencia jurdica, la legislacin y la administracin de justicia en la mayor parte delos pases europeos, el perodo del Derecho natural racionalista se extiende desde 1600 hasta 1800. So-bre los orgenes y nalidades de los primeros Cdigos Civiles, esto es, elCoda Maximilianeus Bavari-cus Civilis de 1756, el Allemeines Landrecht prusiano de 1794 y el Allgemeines Burgerlicher Gesetz-buch austriaco de 1811, este autor seala (pp. 493 ss.) la pretensin de las monarquas ilustradas no deconsolidar el orden social existente, sino de lograr una transformacin general de la sociedad a travsde un cambio general en el sistema jurdico.

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    carse, ms concretamente, en atencin a ciertas consideraciones propias delDerecho internacional privado. Entre ellas, de un lado, la que aporta una ini-cial re exin sobre el ser de esta disciplina, puesto que si su objeto son lasllamadas relaciones privadas internacionales y stas se caracterizan, pre-cisamente, por su vinculacin con dos o ms sistemas jurdicos, era lgicopensar que ello exige, en justa correspondencia con la internacionalidad delobjeto, una regulacin tambin internacional de estas relaciones. De otro, apartir de la observacin de la realidad normativa de aquella poca, pues si secontrastaban las escasas normas de Derecho internacional privado conteni-das en los Cdigos Civiles 5 o dispersas en otros cuerpos legales 6 conlas grandes concepciones doctrinales que surgen en este perodo, como esel caso, en particular, de las de F. C.DE SAVIGNY y P. S.MANCINI, indudable-mente poda llegarse a la conclusin de que las normas nacionales en vigor

    eran imperfectas en cuanto a su tcnica de regulacin y, adems, incompletasen cuanto a las materias reguladas.Por ello, no puede sorprender que el movimiento en favor de la uni cacin

    del Derecho internacional privado tuviera en sus orgenes dos objetivos ambi-ciosos: lograr una codi cacin internacional que fuera, al mismo tiempo, com-pleta en atencin a las materias reguladas y de carcter universal en cuanto alos Estados participantes 7. Lo que se mani esta, por ejemplo, en una de lasprimeras iniciativas que a este n se formularon en Europa, la del Gobiernoespaol en 1869, proponiendo al Gobierno imperial francs la convocatoria enPars de un Congreso de jurisconsultos y diplomticos que habra de elaboraruna obra grande y memorable, el Cdigo del Derecho Internacional Privado,el cdigo de los extranjeros 8.

    5. Sin embargo, el objetivo de una codi cacin internacional que fuesecompleta en atencin a las materias reguladas pronto fue abandonado. Ello seevidencia ya en la Resolucin adoptada por el Institut de Droit Internacionalen 1874, en la que a rmando la utilidad y aun la necesidad de elaborar tratadosinternacionales conteniendo normas obligatorias y uniformes de Derecho in-ternacional privado, los limitaba a ciertas materias, generales o especiales;y ello se reitera en las propuestas del Gobierno italiano de 1881, donde tam-bin se expresa que no convendr tener la ambicin de un acuerdo que tra-tara de todas las materias. De suerte que la tendencia hacia la especializacindel Derecho internacional privado convencional, que habra de consagrarse de-nitivamente en la primera Sesin de la Conferencia de La Haya, celebrada en

    5 B. DE NOLDE, La codi cation du Droit international priv, Recueil des Cours, t. 55 (1936-1),pp. 307 ss.

    6 Sobre la fragmentacin del sistema de Derecho internacional privado en los distintos Cdigos yleyes especiales como una caracterstica del sigloXIX, J. C.FERNNDEZ ROZAS, Normas de Derecho in-ternacional privado,Comentarios al Cdigo Civil y Compilaciones Forales, tomo 1, vol. 2, 2. ed.,Madrid, 1995, p. 15.

    7 E. VITTA, Paralelo sviluppo della codi cazione interna e internazionale nel Diritto internazio-nale privato, Diritto intemazionale, 1969, pp. 3 ss.

    8 El texto de la propuesta de 20 de octubre de 1869 y de la respuesta francesa enTextos y Mate-riales de Derecho Internacional privado, vol. 1, Madrid, 1970, pp. 231-235. Sobre esta iniciativa, elestudio de J. D.GONZLEZ CAMPOS, La Revolucin de 1868 y la codi cacin internacional del Dere-cho internacional privado en Europa, Revista de la Facultad de Derecho de la Universidad Complu-tense de Madrid, vol. XIII, 1969, pp. 69 ss.

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    septiembre de 1893 9, ha sido desde entonces un factor constante en las tareasde esta organizacin internacional.

    6. En lo que respecta al segundo objetivo, a nales del sigloXIX era asi-

    mismo evidente que una codi cacin de carcter universal difcilmente podalograrse, pues las Repblicas iberoamericanas ya se haban anticipado a los es-fuerzos de los Estados europeos en las ideas y en los hechos. En efecto, segnel gran proyecto de Simn Bolvar que impuls la convocatoria del Congresode Panam de 1826, la adopcin de una ley comn para la Amrica indepen-diente constitua uno de los tres pilares necesarios para lograr el objetivo po-ltico de una liga entre las jvenes Repblicas iberoamericanas 10. Idea de uni-cacin del Derecho que poda contar en su apoyo, como resultado de unpasado comn 11, con un alto grado de homogeneidad social y jurdica entre lasRepblicas, inexistente en aquel momento en Europa, y cuya fuerza se eviden-cia tanto en las diferentes iniciativas en favor de la codi cacin internacionalque emprenden algunas Repblicas iberoamericanas 12 como en los resultadosposteriormente alcanzados. El primero es el Convenio estableciendo normasuniformes de Derecho internacional privado de 9 de diciembre de 1878, adop-tado por el Congreso de Jurisconsultos Americanos de Lima, un texto que,pese a sus limitados efectos, en la prctica no deja de constituir un hito hist-rico, ya que es el primer tratado multilateral general en esta materia 13. Mien-tras que en un segundo momento se logra una obra no slo importante por suentidad, sino tambin por su pervivencia, como son los tratados adoptados porel Congreso Sudamericano de Montevideo de 1888-1889.

    2. El desarrollo posterior

    7. Dos fechas, pues, las de 1889 para Amrica y la de 1893 para Europa,simbolizan los primeros resultados efectivos alcanzados en la uni cacin delDerecho internacional privado. Resultados que no slo suponen, por s mis-mos, la quiebra de la vieja aspiracin de una codi cacin de carcter universal,sino que sta se agrava, al mismo tiempo, por una importante divergencia res-pecto a los principios bsicos para regular las relaciones privadas internaciona-les. Los Estados europeos, en efecto, iniciaron la obra de la Conferencia de LaHaya arrastrados por el vrtigo de la ley nacional entonces dominante y, deeste modo, aceptaron como fundamento un principio poltico, vinculado conla soberana estatal 14. En cambio, los Convenios de Montevideo de 1889 y, enparticular, el de Derecho civil internacional, se inclinaron hacia una vincula-cin ms real y efectiva de la persona con un sistema jurdico al elegir el do-

    9 R. VIAS FARR, Uni cacin del Derecho internacional privado. Conferencia de La Haya de Derecho internacional privado , Barcelona, 1978, pp. 50-51.

    10 D. P.FERNNDEZ ARROYO, op. cit., p. 83.11 M.AGUILAR NAVARRO, Derecho internacional privado, vol. 1, t. 1, Madrid, 1973, p. 506.12 Una relacin de estas iniciativas, desde las de Mxico en 1831 hasta las de Colombia y Per en

    1867, en D. P.FERNNDEZ ARROYO, op. cit., pp. 85-86.13 G. PARRA ARANGUREN, General Course of Private International Law. Selected Problems, Re-

    cueil des Cours, t. 210 (1988-111), p. 41.14 P. LAGARDE, Le principe de proximit dans le Droit intemational priv contemporain, Recueil

    des Cours, t. 196 (1986-1).

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    micilio y, adems, reforzaron su orientacin territorialista al someter las suce-siones al imperio de lalex rei sitae y ciertas cuestiones a lalex loci actus 15.

    Sin embargo, no cabe olvidar que esta inicial divergencia de la codi cacininternacional a uno y otro lado del Atlntico era ms amplia, pues tambin re-ejaba otras. De un lado, la existente entre el crculo jurdico delCommon

    Law y el de los pases de Derecho civil del continente europeo, a los que se ha-ba asociado Japn, lo que hizo que los primeros permanecieran al margen dela labor emprendida por la Conferencia de La Haya. De otro, la que se regis-traba en el mismo mbito iberoamericano, escisin a la que el famoso art. 7.del Cdigo Americano de Derecho Internacional Privado adoptado en la SextaConferencia Panamericana de La Habana, en 1928, trat de aportar una solu-cin de compromiso 16. Aunque con independencia de la mayor o menor bon-

    dad de esta solucin y de la evidente complejidad en la aceptacin del Cdigopor las Repblicas iberoamericanas 17, es indudable, en todo caso, que el textointernacional vinculado con la gura seera de A.SNCHEZ BUSTAMANTE consti-tuy una valiosa aportacin que superaba en mucho los limitados resultados al-canzados hasta entonces por la Conferencia de La Haya. El Cdigo Americanode 1928, efectivamente, vena a convertir en realidad el viejo sueo de una co-di cacin internacional completa en cuanto a las materias reguladas y este im-portante resultado se alcanzaba, adems, cuando la Conferencia de La Haya,tras el relativo xito inicial de las cuatro primeras Sesiones (1893, 1894, 1900y 1904) 18, slo contaba realmente en su activo con el Convenio sobre procedi-miento civil (de 1896, revisado en 1905), puesto que los primeros Conveniossobre relaciones de familia fueron denunciados por algunos Estados a partir de1910 y, tras la Primera Guerra Mundial, no se logr ningn avance en la elabo-racin de nuevos Convenios durante las Sesiones de 1925 y 1928, generndoseas una verdadera parlisis en los esfuerzos de uni cacin del Derecho inter-nacional privado en Europa. Lo que puede explicar, junto a una cierta a nidaddel sistema espaol con los principios inspiradores del texto de 1928, que enEspaa no faltaran voces proponiendo la adhesin al Cdigo Bustamante 19.

    8. Quizs por el resultado alcanzado con el Cdigo Bustamante, el hechoes que el proceso de uni cacin del Derecho internacional privado en Amricase detiene durante unas dcadas, excepcin hecha de la revisin de los trata-dos de Montevideo que tuvo lugar en 1939-1940, mientras que, por el contra-rio, adquiere nueva fuerza en Europa. Pues la Conferencia de La Haya, como

    15 D. P. FERNNDEZ ARROYO, op. cit., pp. 106-107, sealando que si la huella de F. C. DE SAVIGNY est presente en diversas soluciones del Convenio, la de J.STORY parece inspirar las del art. 11, que de-termina la aplicacin de lala loci celebracionis no slo a la forma del matrimonio, sino a la capacidadpara contraerlo y a la existencia y validez del vnculo.

    16 J. SAMTLEBEN, Derecho internacional privado en Amrica Latina. Teora y prctica del Cdigo Bustarnante, Buenos Aires, Depalma, 1983.

    17 D. P.FERNNDEZ ARROYO, op. cit., pp. 148 y 149 ss.18 La cali cacin es de H.BATTIFFOL y P. LAGARDE, Trait de Droit intemational priv, t. 1, 8. ed.,

    p. 47, y se reitera en la intervencin del Presidente de la Comisin de Estado de los Pases Bajos parael Derecho Internacional Privado, J. C. Schultz, en la solemne celebracin del centenario de la Confe-rencia,vide Clebration du Centenaire de la Confrence de La Haye de Droit lntemational Priv, 19mai 1993, La Haya, 1993, p. 22.

    19 M.DE LASALA LLANAS, Acerca de la posible adhesin de Espaa al Cdigo Americano de Dere-cho Internacional Privado (Cdigo Bustamante),Universidad (Zaragoza), nm. 12, 1935, pp. 907 ss.

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    rencia de La Haya para permitir la incorporacin de una Organizacin Regio-nal de Integracin Econmica (ORIE o REIO segn sus siglas inglesas) comomiembro de la Conferencia. Finalmente, el proceso culmin con la entradaen vigor del Estatuto revisado en 1 de enero de 2007 y la entrada de la Co-munidad Europea como miembro de pleno derecho de la Conferencia el 3 deabril de 2007 22. Si, por el momento, la Comunidad Europea es la nica ORIEmiembro de la Conferencia, ello no excluye que en el futuro puedan ser miem-bros de la Conferencia otras ORIE si renen las caractersticas previstas en elapartado 9 del art. 3 del Estatuto de la Conferencia revisado 23.

    El hecho de haber ejercido sus competenciasad intra mediante la adopcinde una serie de instrumentos que afectan al Derecho internacional privado sig-ni ca que la Comunidad Europea ha adquirido tambin competenciaad extra,

    que puede ser exclusiva de la Comunidad Europea o compartida con los Esta-dos miembros, segn cual sea el mbito del Convenio de que se trate 24. Desdela perspectiva de la Conferencia de La Haya, ello se traduce tanto en la nego-ciacin como en la conclusin del Convenio respectivo, ya que depender dela competencia que tenga la Comunidad Europea y los Estados miembros paraque slo intervenga la Comunidad Europea o que intervengan tambin los Es-tados miembros y, en el momento de la conclusin, que sea parte la Comuni-

    terzo pilastro dellUE al Titolo IV del Trattato CE, Il diritto dellUE, nm. 2-3, 2001, pp. 261 ss.;J. BASEDOW, The communitarization of the Con ict of laws under the Treaty of msterdam,Com-mon Market Law Review, 2000, pp. 687 ss.; A.BORRS, Derecho internacional privado y Tratado demsterdam, Revista Espaola de Derecho internacional, nm. 2, 1999, pp. 385-426; A.BORRS,Hacia la supresin del exequtur en Europa,Cooperacin jurdica internacional en materia civil.

    El Convenio de Bruselas (Cuadernos de Derecho judicial), 2001-IV, pp. 15-51; A.BORRS, La comu-nitarizacin del Derecho internacional privado: pasado, presente y futuro,Cursos de Derecho inter-nacional de Vitoria-Gasteiz 2001, 2002, pp. 285-318; A.BORRS, Le droit international priv com-munautaire: ralits, problmes et perspectives davenir, Recueil des Cours de lAcadmie de Droitinternational de La Haye, t. 317 (2005), pp. 313-536; C.KOHLER, Interrogations sur les sources duDroit international priv europen aprs le Trait dAmsterdam, Revue critique de Droit internatio-nal priv, 1999, pp. 1 ss.

    22 A. BORRS, La Conferencia de La Haya de Derecho internacional privado (2005), Anuario Espaol de Derecho internacional privado, t. V, 2005, pp. 1199-1216; A.BORRS, La primera reunindel Consejo de Asuntos Generales y Poltica de la Conferencia de La Haya de Derecho internacionalprivado (2-4 de abril de 2007), Revista Espaola de Derecho Internacional, nm. 1, 2007 en prensa;A. BORRS, La Comunidad Europea como miembro de la Conferencia de La Haya de Derecho inter-nacional privado, Anuario Espaol de Derecho internacional Privado, t. VI, 2006, pp. 1179-1189;J. D.GONZLEZ CAMPOS, La admisin de la Comunidad Europea en la Conferencia de La Haya de De-recho internacional privado y la reforma de su Estatuto: lneas generales y principales cuestiones en unproceso an no concluso, Revista Espaola de Derecho Internacional, nm. 2, 2005, pp. 1157-1161.

    23 Y que textualmente dice: Por Organizacin Regional de Integracin Econmica se enten-der una organizacin internacional constituida nicamente por Estados soberanos, que tenga com-petencias transferidas por sus Estados miembros en un conjunto de materias, incluida la facultad deadoptar decisiones que obliguen a sus Estados miembros respecto de dichas materias.

    24 Al respecto, es fundamental el Dictamen del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeasen relacin a la competencia exclusiva de la Comunidad para la conclusin del Convenio de Luganorevisado. Comentario de A.BORRS, Competence of the Community to conclude the revised LuganoConvention on jurisdiction and the recognition and enforcement of judgments in civil and commercialmatters. Opinion C-1/03 of 7 February 2006: Comments and immediate consequences,Yearbook ofPrivate International Law, vol. 8 (2006), pp. 37-52. De forma ms reducida, A.BORRS, Competen-cia exclusiva de la Comunidad Europea para la revisin del Convenio de Lugano de 1988 sobre com-petencia judicial, reconocimiento y ejecucin de sentencias en materia civil y mercantil. Comentario alDictamen C-1/03, de 7 de febrero de 2006, Revista General de Derecho Europeo, nm. 10, mayo de2006, disponible en http://www.iustel.com/revistas.

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    dad Europea nicamente o tambin lo sean los Estados miembros que, en elcaso de competencia exclusiva de la Comunidad Europea, quedaran vincula-dos por el Convenio sin ser parte en el mismo.

    3. Los resultados alcanzados por la Conferencia de La Haya:algunos elementos valorativos

    10. El resultado de este esfuerzo comn en el mbito de la Conferenciade La Haya son los treinta y ocho convenios de Derecho internacional privadoadoptados entre 1951 y 2007 que se incluyen en esta obra. Basta indicar tal ci-fra para comprender que, aun limitndose a las grandes lneas inspiradoras, re-sulta a todas luces imposible su examen en estas pginas, por lo que es obli-

    gado remitirse tanto a la bibliografa bsica que acompaa a cada uno de losconvenios y, ms ampliamente, a la elaborada por la propia Conferencia de LaHaya 25, como a otros estudios que han llevado a cabo esta labor 26. Aunque scabe destacar, al menos, ciertos rasgos generales de este importantecorpus deDerecho internacional privado convencional 27.

    11. Respecto al mbito de materias objeto del esfuerzo de uni cacin,puede observarse que si bien el ncleo principal ha sido el tradicional delcon icto de leyes si se quiere, dicho en otros trminos, el de la determina-cin del Derecho aplicable a las relaciones privadas internacionales, la Con-ferencia de La Haya, sin embargo, no ha excluido la elaboracin de normascomunes en el mbito procesal, tanto en lo que respecta a la competencia de jueces y autoridades como en lo relativo al reconocimiento y ejecucin de de-cisiones judiciales extranjeras o el reciente Convenio de 2005 sobre acuerdosde eleccin de foro. Aunque quizs haya que lamentar que en algunas mate-rias, como es el caso en particular de las sucesiones, la labor de la Conferenciade La Haya se haya circunscrito slo al primer ncleo, excluyendo el segundo;al igual que puede ser criticable un cierto predominio en los Convenios sobrecon icto de leyes de materias de Derecho civil internacional en detrimentode otras del Derecho del comercio internacional, aunque en este mbito sea dedestacar el reciente Convenio de 2006 sobre la ley aplicable a ciertos derechossobre valores depositados en un intermediario .

    En todo caso, la novedad ms importante que ofrece la obra de la Confe-rencia de La Haya quizs resida, a nuestro entender, en la creacin, a partir de1964, de verdaderos regmenes de cooperacin permanente e institucionali-

    25 Disponible en la pgina web de la Conferencia http://www.hcch.net y mantenida permanente-mente al da.

    26 En particular, una excelente visin de conjunto de la obra de La Haya en el contexto de la evo-lucin moderna del Derecho internacional privado se contiene en el amplio estudio de G. A. L.DROZ,Regards sur le Droit international priv. Cours gnral de Droit international priv, Recueil desCours, t. 229 (1991-IV), pp. 27-421, as como en los trabajos incluidos E pluribus unum Liber Amico-rum Georges A. L. Droz, La Haya, 1996. Sobre la ms reciente evolucin, A.BORRS, El cambio delos tiempos en la Conferencia de La Haya de Derecho internacional privado (2001-2004), Anuario

    Espaol de Derecho internacional privado, 2004, pp. 1199-1216.27 Para una valoracin de conjunto, A.BORRS, Cuatro elementos estructurales de los Convenios

    de La Haya, con especial referencia a los Convenios rati cados por Espaa, Revista Jurdica de Ca-talunya, 1993, pp. 9 ss.

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    zada mediante el establecimiento en ciertos convenios de Autoridades Centra-les en cada uno de los Estados partes 28. Ello permite evitar graves problemasde fondo sobre los que ser muy difcil de alcanzar un acuerdo, como se ha ob-servado justamente respecto al Convenio sobre la adopcin internacional de1993 29. De otra parte, el papel muy activo que se atribuye a las autoridades na-cionales tambin facilita, de ordinario, obtener una pronta solucin a importan-tes problemas humanos sin necesidad de recurrir a los jueces, segn nos mues-tra, por ejemplo, el funcionamiento del convenio relativo a los aspectos civilesdel secuestro de menores 30 o el Convenio de 2007 que establece un detalladosistema de cooperacin y unas reglas claras sobre las solicitudes y su tramita-cin en un tema tan crucial como el cobro internacional de alimentos 31.

    12. De otra parte, la vieja aspiracin de lograr unos Convenios de uni-

    cacin del Derecho internacional privado que sustituyeran a las normas de losEstados partes, consideradas imperfectas, presupona lgicamente una supe-rior calidad tcnica de aqullos. Pues bien, si desde esta perspectiva juzgamosla obra de La Haya, la conclusin es, a nuestro entender, que este presupuestoha sido cumplido satisfactoriamente. De suerte que para algunos sistemas na-cionales de Derecho internacional privado de vieja impronta, basados en la leynacional como es el caso del espaol, pese a la reforma del Ttulo Prelimi-

    28 Sobre el tema, G. A L.DROZ, volution du rle des autorits administratives dans les con-ventions de La Haye de Droit international priv au cours du premier sicle de la Conference de LaHaye, Eludes P. Bellet, Pars, 1991, pp. 129 ss., y A.BORRS, El papel de la autoridad central: losConvenios de La Haya y Espaa, Revista Espaola de Derecho Internacional, 1993, pp. 63 ss.29 El anterior Convenio de 1965 abarcaba, junto a la competencia judicial y el reconocimiento dedecisiones, normas sobre con icto de leyes. Era clara, pues, la di cultad de un acuerdo sobre estos tresmbitos entre pases de recepcin y pases cuyos nacionales son objeto de una adopcin, mxime siunos y otros bien adoptan soluciones particulares en este tema o establecen, de ordinario, tanto la com-petencia de las autoridades propias para autorizar la adopcin como el recurso a lalex civilis fori pararegirla, como garanta del inters del menor. Un sistema de cooperacin mediante Autoridades Cen-trales, en cambio, puede limitarse a constatar, soslayando tales presupuestos, si en el caso concreto sehan cumplido las garantas sustantivas y procesales para la adopcin que el Convenio establece. Eneste sentido, J. L.SIQUEIROS, La Convencin relativa a la proteccin de menores y a la cooperacin enmateria de adopcin internacional, Anuario del Departamento de Derecho de la Universidad Ibero-americana, nm. 23, 1994, pp. 313 ss.; J. H. A.VAN LOON, Uni cation and Co-operation in the Fieldof lnternational Family Law: A perspective from fue Hague, E pluribus unum. Liber amicorum Geor-ges A. L. Droz, La Haya, 1996, pp. 173 ss.; J. H. A. VAN LOON, lnternational Co-operation and protec-tion of children with regard to intercountry adoption, Recueil des Cours, t. 244 (1993-VII), pp. 191ss.; C.GONZLEZ BEILFUSS, La aplicacin en Espaa del Convenio de La Haya de 29 de mayo de 1993relativo a la proteccin del nio y a la cooperacin en materia de adopcin internacional, Revista Ju-rdica de Catalunya, 1996-2, pp. 313 ss., y G.PARRA ARANGUREN, La Convencin de La Haya de1993 sobre la proteccin del nio y la cooperacin en materia de adopcin internacional, Boletn dela Facultad de Derecho, UNED, verano-otoo de 1994.

    30 G. A. L.DROZ, Regards..., Recueil des Cours..., op. cit., p. 418, y A.DYER, Relocation ofcustodial parents and their children within the European Union and problems of access: the scopeand timing of judicial involvement, E pluribus unum. Liber amicorum Georges A. L. Droz, La Haya,1996, pp. 67 ss.

    31 W.DUNCAN, The New Hague Convention on the International Recovery of Child Support andOther Forms of Family Maintenance, International Family Law , marzo de 2008, pp. 13 ss.; P.LOR-TIE y P. GINGRAS, Dveloppement et mise en uvre pratique dun trait international tirant pro t destechnologies de linformation: lexemple des nouvelles Conventions de La Haye sur le recouvrementdes aliments, Legal TI, Droit et technologies de linformation , Cowansville, 2008, pp. 71 ss.; P.LOR-TIE, The Development of Medium and Technology Neutral International Treaties in Support of Post-Convention Information Technology Systems - The Example of the 2007 Hague Convention and Pro-tocol,Yearbook of Private International Law , 2008, en prensa.

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    nar del Cdigo Civil operada en 1974 32, la que se ha cali cado como eufo-ria internacionalista de los aos ochenta 33 en la que se registra una ampliaaceptacin por Espaa de los Convenios de la Conferencia de La Haya hasupuesto sin duda un importante factor de modernizacin del sistema. Lo quepuede ser apreciado si se consideran, de un lado, las tcnicas de reglamenta-cin de las relaciones privadas internacionales utilizadas y, de otro, las prin-cipales tendencias que hoy caracterizan la evolucin de esta disciplina. Encuanto a lo primero, el esfuerzo de uni cacin de la Conferencia de La Hayaen el mbito del con icto de leyes ha estado basado, cierto es, en la tcnicade la norma de con icto multilateral. Esto es, en la norma de Derecho interna-cional privado que constituye el legado del pensamiento de F. C.DE SAVIGNY 34,al que la jurisprudencia en su exclusiva funcin de seleccin, interpretaciny aplicacin del Derecho ha ido rodeando de diversos problemas genera-les, que para algunos son verdaderasescape devices del arbitrio judicial enla bsqueda de un resultado ms apropiado 35. Sin embargo, la Conferencia deLa Haya, consciente de que la uniformidad de soluciones en la aplicacin delos Convenios de uni cacin por los diferentes Estados parte es una exigen-cia insoslayable, ha tratado cuidadosamente de evitar ese riesgo: en primer lu-gar, precisando tanto el mbito de materias reguladas por cada Convenio comolas excluidas en ese sector; en segundo trmino, reduciendo la accin potencialde la clusula de orden pblico mediante una formulacin ms estricta quela ley designada sea mani estamente contraria al orden pblico del foroy, en algn caso, adems, concretando su contenido 36; nalmente, mediante lanormal exclusin del reenvo 37. Mientras que el mismo objetivo de uniformi-dad ha conducido a precisar, en cada caso, el Derecho aplicable en los supues-tos de remisin a un sistema plurilegislativo 38.

    Lo anterior, sin embargo, aun siendo necesario no era su ciente. Desde -nales de la dcada de 1950, en efecto, la doctrina europea se haba esforzadoen individualizar el conjunto de normas de Derecho internacional privado que

    32 Sobre el papel de la ley nacional, A.BORRS y J. D.GONZLEZ CAMPOS, La loi nationale lheure de la rforme du Droit international priv espagnol, Le droit international priv: esprit et m-thodes. Mlanges en lhonneur de Paul Lagarde, Dalloz, Pars, 2005, pp. 137-153.

    33 J. C.FERNNDEZ ROZAS, op. cit., 1995, pp. 67 ss., con una detallada referencia a los Conveniosen los que Espaa es parte.34 J. D.GONZLEZ CAMPOS, Sobre el paradigma de la norma de con icto multilateral, Estudios

    Homenaje a A. Menndez y Menndez, IV, Madrid, 1996.35 As, F. K.JUENGER, Choice of Law and Multistate Justice, Deventer, 1991.36 As, en el art. 20 del Convenio de 1980, sobre aspectos civiles de la sustraccin internacional

    de menores, o el art. 24 del Convenio de 1993, sobre adopcin.37 Comentario al art. 12, apartado 2, del Cdigo Civil de A.BORRS en Comentario del Cdigo

    Civil, t. 1, 1991, pp. 140 ss., y de N.BOUZA en Comentarios al Cdigo Civil y Compilaciones Forales,t. 1, vol. II, 1995, pp. 891 ss. Tambin A.BORRS, Lapproche du renvoi dans un systme dunit dela succession, Mlanges en lhonneur de Mariel Revillard. Liber amicorum, Pars, 2007, pp. 23-34;M. VIRGS, Derecho de sucesiones y reenvo: la respuesta del sistema espaol, Anales de la Acade-mia Matritense del Notariado, t. XLII, 2000-2002, pp. 181-210.

    38 A. BORRS, Les ordres plurilgislatifs dans le Droit international priv actuel, Recueil desCours, t. 249, 1994; comentario al art. 12, apartado 5, del Cdigo Civil de A.BORRS en Comentariodel C6digo Civil, t. 1, 1991, pp. 145 ss., y de S.SNCHEZ LORENZO en Comentarios al Cdigo Civil yCompilaciones Forales, t. 1, vol. II, 1995, pp. 959 ss. Ms recientemente, S.LVAREZ, Estudios de De-recho interregional, Santiago, 2007; A.FONT, Actualizacin y desarrollo del sistema de Derecho inte-rregional, Santiago, 2007.

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    componen un sistema estatal, diferencindolas en atencin a su particular tc-nica de reglamentacin y sus concretos objetivos 39. Lo que supone, como con-secuencia obligada, que la tcnica de la norma de con icto multilateral, ins-trumento bsico de la codi cacin internacional, haba perdido su carcterexclusivo. Un dato normativo que progresivamente iba a penetrar en la obrade la Conferencia de La Haya, como se evidencia en el hecho de que, junto alas normas de con icto tradicionales, tambin se incluyan en ciertos Conve-nios normas materialesad hoc o especiales para cuestiones concretas 40, ascomo normas materiales imperativas o normas de aplicacin inmediata,tanto del foro como de un sistema extranjero estrechamente vinculado con elsupuesto 41. De suerte que, en de nitiva, el Derecho internacional privado con-vencional de La Haya, lejos de permanecer en un aislacionismo que poda sernegativo para el esfuerzo de uni cacin, ha tratado de acercarse, cuando ha

    sido preciso, a la realidad normativa presente en los sistemas estatales, favore-ciendo as la coexistencia entre ambos grupos de normas.13. Ello puede apreciarse, adems, en el segundo aspecto que antes se

    ha indicado, pues de las tendencias que caracterizan actualmente la evolucindel Derecho internacional privado, las tres ms signi cativas han tenido aco-gida en los Convenios de La Haya 42. En lo que respecta a la especializacin delos supuestos regulados, es obvio, como antes se seal, que los Convenios deuni cacin adoptados desde 1954, por reglamentar una concreta materia, ci-vil o mercantil, favorecen claramente esta tendencia. Lo que se evidencia, porejemplo, en el hecho de no haber abordado la elaboracin de un Convenio ge-neral sobre ley aplicable a la responsabilidad extracontractual, como se habapropuesto por algunos Estados miembros, inclinndose en favor de una regula-cin sectorial, la contenida en el Convenio de 1971, sobre la ley aplicable a losaccidentes de circulacin, y en el de 1973, sobre la ley aplicable a la responsa-bilidad por productos, que en el futuro puede extenderse a otros mbitos, comoel de competencia desleal o los daos al medio ambiente.

    Los dos Convenios ltimamente mencionados, de otra parte, son signi-cativos en cuanto a la tcnica de localizacin utilizada, pues re ejan la se-gunda de las tendencias actuales: la bsqueda de una mayor exibilidad enla determinacin del Derecho aplicable, que supone paralelamente un ma-yor protagonismo del juez en el proceso de aplicacin de las normas. Enefecto, ha de tenerse presente que las normas de con icto tradicionales slo

    39 En esta tarea, tres autores merecen ser citados: Ph.FRANCESCAKLS, La thorie du renvoi et lescon its de systmes en Droit international priv, Pars, 1958; W.WENGLER, The General Principles ofPrivate lnternational Law, Recueil des Cours, t. 104 (1961-III), pp. 273 ss., y H.BATLFFOL, Le plu-ralisme de mthodes en Droit international priv, Recueil des Cours, t. 139 (1973-II), pp. 75 ss. En ladoctrina espaola, J. A.CARRILLO SALCEDO, Derecho internacional privado. Introduccin a sus proble-mas fundamentales, Madrid, 1971 (3. ed., Madrid, 1981).

    40 As, el art. 12 del Convenio de 1961 sobre proteccin de menores o el art. 13 del Convenio de1989 sobre ley aplicable a las sucesiones.

    41 As, el art. 16 del Convenio de 1978 sobre ley aplicable a los contratos de intermediarios y ala representacin, y el art. 6 del Convenio de 1989 sobre ley aplicable a las sucesiones por causa demuerte. Mientras que el art. 17 del Convenio de 1986 sobre ley aplicable a los contratos internaciona-les de mercaderas slo admite, en cambio, las normas materiales imperativas del foro.

    42 J. D. GONZLEZ CAMPOS, Diversi cation, spcialisation, exibilisation et matrialisation desrgles de droit international priv. Cours gnral, Recueil des Cours, t. 287, 2000, pp. 9-426.

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    contenan, de ordinario, un nico punto de conexin y, adems, la eleccinde ste se haca derivar de la naturaleza jurdica de la relacin o de sus ele-mentos esenciales, apreciados a partir de los datos que ofreca la ciencia ju-rdica

    43

    . Lo que entraaba no slo un inevitable formalismo en la construc-cin, sino tambin una evidente rigidez en la localizacin, puesto que unsolo sistema jurdico, el determinado por ese punto de conexin, deba ser te-nido en cuenta por el juez, quien de este modo deba atenerse exclusivamenteal resultado previsto por el legislador, aunque ello supusiera prescindir de lasdems circunstancias de hecho presentes en el supuesto, incluso si eviden-ciaban una ms estrecha vinculacin con otro ordenamiento que con aquel de-signado por la norma de con icto. Pero ello no se corresponda con la poste-rior evolucin de la ciencia jurdica, que re eja un abandono del formalismoy una ms atenta consideracin de la realidad social, de suerte que era preciso

    superar la rigidez de las normas mediante distintas vas de exibilizacin quehan estado presentes en la obra de la Conferencia de La Haya. Primero, aban-donando desde 1955 la conexin tradicional para la ley personal, la nacionali-dad, en favor de otra, la residencia habitual, que exige indagar en las circuns-tancias de hecho para poder apreciar, en cada caso, cul es el sistema jurdicoen el que la persona tiene su centro de vida. Ms tarde, superando la rigidezinherente a lalex loci delicti mediante una tcnica de agrupamiento de lospuntos de conexin(grouping of contacts) como es la adoptada por los cita-dos Convenios de 1971 y 1973 en el mbito de la responsabilidad no contrac-tual 44. Finalmente, como evidencia el art. 3 del Convenio sobre la ley aplica-

    ble a las sucesiones por causa de muerte 45

    y el art. 5 del Protocolo de 2007sobre ley aplicable a las obligaciones alimenticias 46, combinando esta tcnicacon otra an ms abierta, la de una clusula de excepcin basada en la aplica-cin de la ley de aquel Estado que tenga los vnculos ms estrechos con elsupuesto regulado.

    Mayor di cultad para los esfuerzos de uni cacin internacional pudierapensarse que ofreca, por ltimo, una tendencia tambin presente en la evo-lucin actual del Derecho internacional privado: la que busca, como en cual-quier otro sector del Derecho, alcanzar un resultado justo para las cuestionesdebatidas ante el Juez mediante la incorporacin en las normas reguladorasdel tr co externo de los valores jurdicos que inspiran al Derecho material enun concreto mbito. Esto es, una tendencia hacia la justicia material 47 o, si se

    43 J. D.GONZLEZ CAMPOS, Sobre el paradigma...,op. cit., con referencia al planteamiento origi-nal de F. C.DE SAVIGNY.

    44 B. DUTOIT, La lexloci delicti a travers le prisme des deux conventions de La Haye sur les ac-cidents de la circulation routiere et la responsabilit du fait des produits,Studi M. Giuliano, Padua,1989, pp. 417 ss.; L.GARAU, Las fuentes espaolas en materia de ley aplicable a la responsabilidadpor ilcito civil, La responsabilidad internacional, Alicante, 1989, pp. 403 ss., y E.ZABALO, La leyaplicable a la responsabilidad por daos derivados de los productos en el Derecho internacional pri-vado espaol, Revista Espaola de Derecho Internacional, 1991, pp. 75 ss.

    45 A. BORRS, La Convention de La Haye de 1989 sur la loi applicable aux successions causede mort et lEspagne, E pluribus unurn. Liber Amicorum Georges A. L. Droz, La Haya, 1996,pp. 7 ss.

    46 A.BONOMI y W.DUNCAN, The New Hague Instruments on the International Recovery of Main-tenance,Yearbook of Private International Law, 2008, en prensa.

    47 S. VRELLIS, La justice matrielle dans une codi cation du Droit international priv, E pluri-bus unum. Liber Amicorum Georges A. L. Droz, La Haya, 1996, pp. 541 ss.

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    quiere, hacia la materializacin del Derecho internacional privado 48, que norequiere slo la adopcin de normas materiales especiales, pues tambin puedeoperar mediante normas de con icto de carcter sustancial 49. Ahora bien, si sequieren proyectar los valores fundamentales del Derecho material en la regula-cin de las relaciones privadas internacionales, resulta necesario, con carcterprevio, un comn entendimiento sobre dichos valores y las concretas exigen-cias que de ellos se derivan en nuestra disciplina. Lo que no es fcil de alcan-zar si en la elaboracin de un Convenio de uni cacin participan Estados per-tenecientes a varias familias jurdicas y stas ofrecen un contraste entre losvalores de cada una de ellas, como ocurre, por ejemplo, respecto a las relacio-nes familiares y de liacin 50. Sin embargo, la di cultad no supone en modoalguno una imposibilidad, pues ciertos valores gozan de una general acep-tacin y, de este modo, pueden inspirar los esfuerzos de uni cacin interna-

    cional del Derecho internacional privado, como se evidencia en la obra de laConferencia de La Haya. Basta indicar, en efecto, que el amplio conjunto deconexiones alternativas del art. 1 del Convenio de 1961 sobre con ictos de le-yes en materia de forma de las disposiciones testamentarias es una tcnica quepermite la realizacin de un valor jurdico propio del Derecho material, el fa-vor testamenti. De igual modo que el favor creditoris en la deuda alimenticiaconstituye el valor que gua la escala de conexiones de los arts. 4 a 6 del Con-venio de 1973 sobre ley aplicable en esta materia, pues es un resultado nega-tivo para la efectividad de dicho valor que el acreedor no pueda obtener ali-mentos segn la ley primeramente designada lo que conduce a la aplicacin

    de un segundo ordenamiento o de un tercer ordenamiento y, en una evolucinderivada de la prctica en la aplicacin de este Convenio, en el art. 4 del Pro-tocolo de 2007 sobre ley aplicable a las obligaciones alimenticias 51. Conside-raciones de justicia material que han estado presentes en el Convenio de 1961,donde la unidad entre forum y ius de su art. 2 est al servicio de la ms efec-tiva proteccin del menor en el sistema de cooperacin entre Autoridades Cen-trales previsto en el Convenio de 1993 en materia de adopcin, inspirado en elinters del menor, al igual que el Convenio de 1996 sobre proteccin nio 52.De suerte que, en de nitiva, no parece justi cado excluir la tendencia hacia lamaterializacin en los esfuerzos de uni cacin del Derecho internacional pri-

    vado, como se ha pretendido 53

    , pues ello permite que en ambos planos operen48 P. H. NEUHAUS, Neue Wege im europaischen internationalen Privatrecht, Rabels Z., 1971,

    pp. 401 ss.; J. D.GONZLEZ CAMPOS, Diversi cation, spcialisation, exibilisation et matrialisationdes rgles de droit international priv. Cours gnral, Recueil des Cours, t. 287, 2000, pp. 9-426.

    49 A.BUCHER, Sur les rgles de rattachement caractre substantiel, Liber Amicorum A. F. Sch-nitzer, Ginebra, 1979, pp. 37 ss., y P. M.PATOCCHI, Rgles de rattachement localisatrices et rgles derattachement caractre substantiel, Ginebra, 1985.

    50 E. JAYME, Diritto di famiglia, societ multiculturale e nuovi sviluppi del Diritto internazionaleprivato, Rivista di Diritto intemazionale privato e processuale, 1993, pp. 295 ss., y J.DEPREZ, Droitinternational priv et con its de civilisation. Aspects mthodologiques, Recueil des Cours, t. 212(1988-IV).

    51 Incluyendo el sistema de conexiones en cascada slo en las relaciones paterno- liales e invir-tiendo el orden de las conexiones subsidiarias.

    52 Sobre la materializacin en el Convenio sobre proteccin de nios y en el Convenio de 2000sobre proteccin de adultos, A.BORRS, La proteccin internacional del nio y del adulto como ex-presin de la materializacin del Derecho internacional privado: similitudes y contrastes,Pacis Artes.Obra homenaje al profesor Julio D. Gonzlez Campos, t. II, Madrid, 2005, pp. 1287-1308.

    53 As, H.GAUDEMET-TALLON, Lutilisation des rgles de con it caractre substantiel dans les

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    los valores del Estado social y democrtico de Derecho, facilitando as la co-existencia en el sistema estatal de normas de fuente internacional y normas in-ternas con una comn inspiracin.

    4. Los Convenios de La Haya y las Repblicas iberoamericanas

    14. Hecha esta valoracin quizs convenga retomar el hilo histrico y mi-rar primero hacia el otro lado del Atlntico para apreciar, seguidamente, las re-laciones entre los esfuerzos de uni cacin en sus dos orillas. Sobre lo primero,ya se ha dicho que el logro alcanzado con el Cdigo Bustamente en 1928 te-na que producir, inevitablemente, una reduccin de este esfuerzo en Am-rica durante las dcadas inmediatamente posteriores. Sin embargo, a partir de1950 surge un nuevo empeo de codi cacin general por razn de la materiaan ms ambicioso: el encaminado a revisar, en lo que fuera conveniente, elcitado Cdigo a la luz de los Tratados de Montevideo y el Restatement on the

    Law, Con ict of Laws, norteamericano. Lo que entraaba una tarea de sntesistan atrayente en los objetivos como difcil de realizar en la prctica 54, pues nocabe olvidar que los primeros haban sido modi cados en fechas no muy leja-nas (1939-1940) y tenan, por tanto, una clara voluntad de pervivencia, mien-tras que el Restatement de 1934, por su parte, desde su aparicin fue el blancode amplias crticas doctrinales en los Estados Unidos: crticas que habran deconducir, a partir de 1971, al Restatement Second, inspirado en unas orienta-ciones muy distintas del primero 55.

    Ahora bien, el previsible fracaso de esta tarea dio lugar, felizmente, a uncambio en los mtodos de uni cacin del Derecho internacional privado enAmrica. El nuevo impulso que este esfuerzo recibe en 1975 con la convoca-toria de la primera Conferencia Especializada Interamericana de Derecho In-ternacional Privado (CIDIP) en Panam (1975) seguida de las posteriores enMontevideo (1979), La Paz (1984), nuevamente Montevideo (1989), Mxico(1995) y Washington (2002) est unido, en efecto, al abandono del viejo ob- jetivo de una codi cacin general por razn de la materia, presente tanto enlos Tratados de Montevideo como en el Cdigo Bustamante, para tratar de al-canzar, en cambio, tratados multilaterales sobre materias espec cas. Con ellosurga una comunidad con el mtodo que desde 1893 haba seguido la Confe-rencia de La Haya, y como en esta organizacin respecto a los Convenios entrelos Estados nrdicos y otros Convenios especiales, tambin se trataba de ha-cer compatibles en las Conferencias Especializadas Interamericanas los nue-vos tratados con los resultados ya logrados antes, mediante la adopcin de

    conventions internationales, Melanges Y. Loussouarn, Pars, 1994, pp. 81 ss., al igual que Y.LE-QUETTE, De lutilitarisme dans le droit international priv conventionnel de la famille, Mlanges Y.

    Loussouarn, Pars, 1994, pp. 245 ss.54 Sobre esta tarea, D. P.FERNNDEZ ARROYO, op. cit., pp. 166-172, con abundantes referencias do-

    cumentales y bibliogr cas. Sobre las clusulas de desconexin o de compatibilidad, A.BORRS, Lesclauses de dconnexion et le droit international priv communautaire, H. P.MANSEL, T. PFEIFFER,H. KRONKE, Ch.KOHLER y R.HAUSMANN (hergs.),Festschrift fr Eric Jayme, t. I, Mnich, pp. 57-72.

    55 Sobre el panorama doctrinal, B.HANOTIAU, Le Droit international priv amricain. Du premierau second Restatement of the Law. Con ict of Laws, Pars, 1979.

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    borar clusulas que faciliten la adhesin al Derecho convencional de una de lasdos organizaciones por los Estados miembros de otra 60, problema que poseeun especial inters para Espaa, vinculada por varios de los Convenios intera-mericanos

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    . Contexto en el cual el debate, a nuestro entender, quizs debieraextenderse a otros extremos relevantes, entre los que dos, muy sumariamente,merecen ser sealados aqu.

    El primero es la exclusividad de la tcnica convencional en el proceso deuni cacin del Derecho internacional privado. En el mbito de la Conferenciade La Haya, cierto es, fue cuestionada sin xito en 1960 62, aunque en 1980 laimpugnacin obtuvo un triunfo aparente al aceptarse queconservando comoobjetivo principal la elaboracin de Convenios internacionales, puede, no obs-tante, utilizar otros procedimientos menos obligatorios, tales como la reco-mendacin o la ley modelo, cuando, en razn de las circunstancias, parezcaparticularmente apropiado 63 . Sin embargo, hasta 2008 esta va no ha sido uti-lizada, y ello pese a que ciertas materias retenidas para futuros trabajos de laConferencia, por su novedad, lo hubieran merecido, favoreciendo as el desa-rrollo de los sistemas estatales de Derecho internacional privado y, en un mo-mento ulterior, la adopcin de un tratado multilateral 64. Debe decirse, no obs-tante, que en el Consejo de Asuntos Generales y Poltica de la Conferencia deLa Haya, que ha tenido lugar entre los das 1 a 3 de abril de 2008 65, se ha pro-puesto la posibilidad de redactar un instrumento no obligatorio en materia deeleccin de la ley aplicable en los contratos internacionales.

    El segundo extremo al cual cabe extender la re exin es la atribucin deun alcance universal en cuanto a su mbito de aplicacin a las normas sobrecon ictos de leyes en la Conferencia de La Haya 66, dato que aparece desde1961. Esto es, excluyendo cualquier condicin de reciprocidad, como se hizoen el art. 6 del Convenio de esa fecha sobre los con ictos de leyes en mate-ria de forma de las disposiciones testamentarias o, segn la clusula habitualen los posteriores, a rmando que la ley designada por las normas de con ictodel Convenio es aplicable incluso si se trata de la ley de un Estado no contra-

    60 Sobre estos dos aspectos, D. P.FERNNDEZ ARROYO, op. cit., pp. 217 ss.61 Convencin interamericana sobre exhortos o cartas rogatorias, hecha en Panam el 30 de enero

    de 1975, y Convencin interamericana sobre prueba e informacin acerca del Derecho extranjero, he-cha en Montevideo el 8 de mayo de 1979. J. C.FERNNDEZ ROZAS, Problemas de cooperacin entreEspaa e Iberoamrica en el mbito del Derecho internacional privado, La Escuela de Salamanca yel Derecho internacional en Amrica. Del pasado al futuro, Salamanca, 1993, pp. 245 ss., y D. P.FER-NNDEZ ARROYO, La reglamentacin de las relaciones de tr co privado externo entre Espaa e Ibero-amrica: elementos para la de nicin de una actitud espaola, Espaa y la codi cacin internacionaldel Derecho internacional privado, Madrid, 1993, p. 308.

    62 Actes et Documents de la Neuvime session, t. I, 1960, pp. 208-260, y Georges A. L.DROZ,La Confrence de La Haye et les mthodes duni cation du Droit: traits internationaux ou lois mo-dles?, Revue internationale de Droit compar, 1961, pp. 507 ss.

    63 Actes et documents de la Quatorzime Session, t. I, Acte nal punto D.4, 1980.64 J. D.GONZLEZ CAMPOS, Efforts concerts duni cation et coexistence des rgles de Droit in-

    ternational priv dans le systme tatique, E pluribus unum. Liber Amicorum Georges A. L. Droz, LaHaya, 1996, pp. 105 ss.

    65 Sobre esta reunin, nota de A.BORRS en Revista Espaola de Derecho internacional, nm. 1, 2008, en prensa.

    66 Lo que presupone, como ha sealado Georges A. L.DROZ, Recueil des Cours, op. cit., t. 229,pp. 385 ss., un alcance universal de la uni cacin frente a otro, reducido a las relaciones recipro-cas entre los Estados parte en el tratado.

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    tencia la Comunidad y los Estados miembros para la rma y rati cacin delConvenio de La Haya de 1996 en materia de proteccin de nios, fueron losEstados miembros los que rmaron de forma conjunta el Convenio en interspropio y de la Comunidad y que en estos momentos est en preparacin la ra-ti cacin tambin conjunta y en inters de los propios Estados miembros y dela Comunidad. Se ha encontrado as una solucin adecuada para un problemaque afecta a los Convenios anteriores y que deber ser aplicada si la Comu-nidad Europea decide adherirse a algunos de los Convenios anteriores elabo-rados en el seno de la Conferencia de La Haya. Sin embargo, una clusula deadhesin para las Organizaciones Regionales de Inters Econmico se encuen-tra en el Convenio de 2005 sobre acuerdos de eleccin de foro (art. 29), en elConvenio de 2006 sobre valores anotados en cuenta (art. 18) y en el Conveniode 2007 sobre cobro internacional de alimentos (art. 59).

    Ms compleja resulta la cuestin de la proyeccin universal oerga om-nes de los instrumentos comunitarios y de los Convenios de La Haya. En laprctica sirve de ejemplo el Reglamento 864/2007 del Parlamento Europeo ydel Consejo, de 11 de julio de 2007, relativo a la ley aplicable a las obligacio-nes extracontractuales (Roma II) 69, cuyas normas de con icto tienen carc-ter universal oerga omnes y, por tanto, impediran que Estados como Espaa,parte en los Convenios de La Haya de 1971 sobre ley aplicable a los acciden-tes de circulacin por carretera y de 1973 sobre responsabilidad por productos,continuaran aplicando dichos Convenios. De ah que su art. 28, siguiendo elprincipio de respeto a los compromisos internacionales contrados por los Es-tados miembros 70, establezca que el Reglamento no afectar a la aplicacin dedichos Convenios. Ahora bien, el art. 29 prev la posibilidad de que los Esta-dos miembros denuncien tales Convenios siguiendo los cauces adecuados, unaposibilidad que se encuentra en estudio en los Estados miembros de la Comu-nidad parte en los citados Convenios. Un tema que adquiere matices propiosen relacin al reciente Protocolo de 2007 sobre ley aplicable a las obligacio-nes alimenticias, que tiene carcter universal (art. 2), si bien (art. 19) el Proto-colo no deroga otros instrumentos internacionales de los que los Estados con-tratantes sean o sern ser Partes y que contengan disposiciones sobre materiasreguladas por el Protocolo, salvo declaracin en contrario de los Estados par-tes de tales instrumentos, lo cual se ha hecho precisamente en previsin de laadopcin de un Reglamento comunitario en la materia, actualmente en avan-zado estado de elaboracin.

    69 Diario O cial de la Unin Europea, L 199, de 31 de julio de 2007. Sobre el ReglamentoRoma II, F. J.GARCIMARTN, La uni cacin del Derecho con ictual en Europa: el Reglamento sobreley aplicable a las obligaciones extracontractuales (Roma II), La Ley, 11 de octubre de 2007.

    70 Incluido en el Considerando 36 del citado Reglamento y respondiendo al espritu que inspira elart. 307.1 del Tratado de la Comunidad Europea.