El Congreso62

Gabriel Zapata CorreaSenador de la República - Alas Equipo Colombia

de los principios de contabilidad y normas de audi-

toria de aceptación general en el país.

Hoy, dieciocho años después, el cuadro que

muestra esta institución es que funciona más

por la buena voluntad de los contadores que

lo conforman. Tenemos un país recorriendo el

2008, pero operando con normas contables de

1993 (Decreto 2649 de tal año), que dicho sea de

paso, son una copia de las Normas Internaciona-

les de Contabilidad que operaban en esa época,

combinadas con normas Americanas de contabi-

lidad de esos mismos años.

Adicionalmente, este ente fue desprovisto de su

poder vinculante (sentencia C 530/2.000 de la

Corte Constitucional) lo que lo convirtió en un

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tos u opiniones que para nada obligan a la comunidad

contable. Es así como se requiere crear el Consejo Nacional

de Estándares Contables como único emisor de normas para

el sector público y privado, en reemplazo del Consejo Técni-

co de la Contaduría Pública antes mencionado.

El artículo 354 de nuestra Constitución Nacional cita: “Co-

rresponden al Contador General las funciones de uniformar,

centralizar y consolidar la contabilidad pública, elaborar el

balance general y determinar las normas contables que de-

ben regir en el país, conforme a la Ley”

Pretendemos con esta Ley dotar al Contador General de la

Nación de un cuerpo colegiado de alto nivel, conformado

por once dignatarios dignamente pagos, de tiempo completo

opinión

Convergencia contable

Luego de más de diez años a consideración de la profesión contable y casi ocho en Internet en el sitio www.cpcpcolombia.org, pusimos a estudio del

Honorable Congreso de la República el Proyecto de Ley de

Convergencia Contable radicado con el número 131 de 2008

Senado. Aunque parezca increíble, el país tiene dieciocho re-

guladores contables, traducidos en dieciocho “planes únicos

de cuentas”; es muy corriente que legislen unos contradi-

ciendo a los otros, creando gran confusión entre los entes

regulados y una desafortunada inseguridad jurídica.

La ley 43 de 1990, que reglamenta la profesión de la Con-

taduría Pública, creó el Consejo Técnico de la Contaduría

Pública como el órgano permanente encargado de la orien-

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de contadores de las universidades, como su forma natural

de agrupación, estableciéndole por mandato constitucional

los respectivos controles. En resumidas cuentas, se quiere

crear una gran sinergia entre las universidades y el Colegio

Profesional, y se consolide así una gran institución que sea

patrimonio y orgullo de los contadores y de nuestro país.

Proyecto de Ley 165 de 2007 Cámara

A propósito de iniciativas de convergencia contable, vale

aquí mencionar, que también hace tránsito en el Congreso

de la República el proyecto de ley 165 de 2007 Cámara,

que, inicialmente, se propuso como de adopción plena de

los Estándares Internacionales, pero que fue completamen-

te replanteado y redactado como proyecto de convergencia,

con el agravante de retomar la iniciativa de trabajar con el

Consejo Técnico que reglamentó la Ley 43 de 1990.

Si no fortalecemos el Consejo Técnico de la Contaduría Pú-

blica y dejamos sus dignatarios trabajando adhonorem, ya

que estos estándares internacionales son muy dinámicos, en

muy corto plazo estas normas se volverán obsoletas.

en la medida que siete de estos dignatarios serán pagados por

el Colegio Profesional de Contadores Públicos de Colombia

y las Asociaciones de Facultades de Contaduría Pública. Los

cuatro que representarán al gobierno nacional no son nue-

vos cargos, sino la readecuación de los funcionarios que hoy

adelantan estas actividades en los entes que harán parte del

mencionado Consejo, aprovechando la fuerza vinculante que

entregó la Constitución Nacional a dichos funcionarios.

Se busca fortalecer este organismo como tribunal disciplina-

rio de la profesión, dejándolo adscrito al Ministerio de Co-

mercio, Industria y Turismo, y como un gran apoyo en la la-

bor de regulación y control que este Ministerio y las distintas

Superintendencias deben adelantar; en especial, por cuanto

es este profesional la persona que por Ley está revestido de

la potestad de dar fe pública con su más alta magistratura la

Revisoría Fiscal.

Le estamos haciendo entrega de funciones públicas a esta

institución que surge de la articulación de los esfuerzos que

por más de cincuenta años ha construido la profesión como

grupo en sus agremiaciones de contadores y las asociaciones C

opinión