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49 Revista de la Asociación Geológica Argentina 63 (1): 49 - 64 (2008) INTRODUCCIÓN Se reconoce como dorsal neuquina (De Ferraris 1947) a una serie de estructuras asociadas a escala regional, que se desa- rrollan a los 39º S presentando en con- junto una orientación general E-O que marcan el límite natural norte de la Pa- tagonia (Ramos et al. 2004) (Fig. 1). La CONVERGENCIA OBLICUA: MODELO ESTRUCTURAL ALTERNATIVO PARA LA DORSAL NEUQUINA (39ºS) - NEUQUÉN José Silvestro 1 y Martín Zubiri 2 1 Repsol YPF S. A. Talero 360, (8300) Neuquén. Email: [email protected] 2 Repsol YPF S. A., Neuquén. Actualmente: Tecpetrol S. A., Carlos Della Paolera 299 piso 20, (C1001ADA) Buenos Aires. RESUMEN La dorsal neuquina es un lineamiento estructural de escala regional desarrollado a los 39ºS, que se extiende por más de 270 km con orientación E-O, marcando el límite natural norte de la Patagonia. La actividad tectónica a lo largo de esta zona duran- te el Jurásico y Cretácico controló la sedimentación de la cuenca Neuquina desarrollando una serie de secuencias de crecimien- to y discordancias asociadas. Por las características estructurales se reconoce un sector occidental con predominio de linea- mientos orientados al NE relacionados a estructuras predominantemente compresivas y un sector oriental caracterizado por el predominio de lineamientos NO con desarrollo de estructuras transcurrentes. La orientación particular de este rasgo tectó- nico, aproximadamente perpendicular a los cinturones andinos, fue tradicionalmente explicado mediante dos modelos estruc- turales: transcurrencia e inversión tectónica. Basándose en nueva información de subsuelo y la disponibilidad de nuevos con- ceptos tectónicos, se plantea un esquema alternativo en donde se contempla el desarrollo de zonas dominadas por transcu- rrencia, estructuras relacionadas a inversión oblicua de hemigrábenes y el desarrollo de estructuras compresivas sin influencia de los rasgos extensionales previos. El arreglo en planta de las estructuras y su evolución en el tiempo puede ser originado por convergencia oblicua, bajo un campo de esfuerzos NO-SE, entre un bloque rígido ubicado al sureste (Cratón norpatagónico) actuando como contrafuerte con límite oeste paralelo a la traza del río Limay y límite norte paralelo al cauce del río Negro, que converge con una zona al noroeste factible de ser plegada representada por la cuenca Neuquina. Este esquema permite explicar la distribución y orientación de las zonas compresivas y transcurrentes y su evolución en el tiempo con desarrollo de estructuras cada vez más jóvenes hacia la parte externa del sistema. Palabras clave: Campo de esfuerzos, Transcurrencia, Inversión oblicua, Convergencia oblicua, Dorsal neuquina. ABSTRACT: Oblique convergence: alternative structural model for the Neuquén high (39º S), Neuquén. The regional scale structural lineament recognized as Neuquen high developed at 39º S latitude, is extended for more than 270 km in an E-W direction, defining the natural northern boundary of the Argentine Patagonia. The tectonic activity in this zone during Jurassic and Cretaceous times controlled the sedimentation of the basin, given place to a series of growth sequen- ces and related unconformities. The structural features allows the recognition of a western sector where NE trending anticli- nes predominate related to high angle reverse basement faults and an eastern sector where the lineaments are NW trending and developed right-lateral wrench structures. The particular orientation of the Neuquen high, almost orthogonal to the Andean belt, and its complex structural features, were traditionally explained by two end-member models: wrench and inver- sion tectonics. Based on new subsurface data and the development of new structural concepts, an alternative model is pro- posed combining wrench-dominated tectonics trends with oblique inversion of half-grabens and basement related tectonics without influence of previous extensional features. The plan-view distribution of the structures and its evolution through time is explained by oblique convergence between a rigid block located to the southeast (Northpatagonian Craton), acting as a backstop with its boundaries sub-parallel to Negro and Limay rivers; which converge with a zone to the north able to be fol- ded represented by the Neuquen basin, under an NW-SE oriented stress field. This model explains the distribution and orien- tation of the compressive and wrench dominated zones and its structural evolution where younger structures are developed from the SE to the NW towards the outer part of the system. Keywords: Stress field, Strike slip, Oblique inversion, Oblique convergence, Neuquen high.

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49Revista de la Asociación Geológica Argentina 63 (1): 49 - 64 (2008)

INTRODUCCIÓN

Se reconoce como dorsal neuquina (De

Ferraris 1947) a una serie de estructurasasociadas a escala regional, que se desa-rrollan a los 39º S presentando en con-

junto una orientación general E-O quemarcan el límite natural norte de la Pa-tagonia (Ramos et al. 2004) (Fig. 1). La

CONVERGENCIA OBLICUA: MODELO ESTRUCTURALALTERNATIVO PARA LA DORSAL NEUQUINA (39ºS) - NEUQUÉN

José Silvestro1 y Martín Zubiri2

1 Repsol YPF S. A. Talero 360, (8300) Neuquén. Email: [email protected] Repsol YPF S. A., Neuquén. Actualmente: Tecpetrol S. A., Carlos Della Paolera 299 piso 20, (C1001ADA) Buenos Aires.

RESUMEN La dorsal neuquina es un lineamiento estructural de escala regional desarrollado a los 39ºS, que se extiende por más de 270km con orientación E-O, marcando el límite natural norte de la Patagonia. La actividad tectónica a lo largo de esta zona duran-te el Jurásico y Cretácico controló la sedimentación de la cuenca Neuquina desarrollando una serie de secuencias de crecimien-to y discordancias asociadas. Por las características estructurales se reconoce un sector occidental con predominio de linea-mientos orientados al NE relacionados a estructuras predominantemente compresivas y un sector oriental caracterizado porel predominio de lineamientos NO con desarrollo de estructuras transcurrentes. La orientación particular de este rasgo tectó-nico, aproximadamente perpendicular a los cinturones andinos, fue tradicionalmente explicado mediante dos modelos estruc-turales: transcurrencia e inversión tectónica. Basándose en nueva información de subsuelo y la disponibilidad de nuevos con-ceptos tectónicos, se plantea un esquema alternativo en donde se contempla el desarrollo de zonas dominadas por transcu-rrencia, estructuras relacionadas a inversión oblicua de hemigrábenes y el desarrollo de estructuras compresivas sin influenciade los rasgos extensionales previos. El arreglo en planta de las estructuras y su evolución en el tiempo puede ser originado porconvergencia oblicua, bajo un campo de esfuerzos NO-SE, entre un bloque rígido ubicado al sureste (Cratón norpatagónico)actuando como contrafuerte con límite oeste paralelo a la traza del río Limay y límite norte paralelo al cauce del río Negro,que converge con una zona al noroeste factible de ser plegada representada por la cuenca Neuquina. Este esquema permiteexplicar la distribución y orientación de las zonas compresivas y transcurrentes y su evolución en el tiempo con desarrollo deestructuras cada vez más jóvenes hacia la parte externa del sistema.

Palabras clave: Campo de esfuerzos, Transcurrencia, Inversión oblicua, Convergencia oblicua, Dorsal neuquina.

ABSTRACT: Oblique convergence: alternative structural model for the Neuquén high (39º S), Neuquén. The regional scale structural lineament recognized as Neuquen high developed at 39º S latitude, is extended for more than270 km in an E-W direction, defining the natural northern boundary of the Argentine Patagonia. The tectonic activity in thiszone during Jurassic and Cretaceous times controlled the sedimentation of the basin, given place to a series of growth sequen-ces and related unconformities. The structural features allows the recognition of a western sector where NE trending anticli-nes predominate related to high angle reverse basement faults and an eastern sector where the lineaments are NW trendingand developed right-lateral wrench structures. The particular orientation of the Neuquen high, almost orthogonal to theAndean belt, and its complex structural features, were traditionally explained by two end-member models: wrench and inver-sion tectonics. Based on new subsurface data and the development of new structural concepts, an alternative model is pro-posed combining wrench-dominated tectonics trends with oblique inversion of half-grabens and basement related tectonicswithout influence of previous extensional features. The plan-view distribution of the structures and its evolution through timeis explained by oblique convergence between a rigid block located to the southeast (Northpatagonian Craton), acting as abackstop with its boundaries sub-parallel to Negro and Limay rivers; which converge with a zone to the north able to be fol-ded represented by the Neuquen basin, under an NW-SE oriented stress field. This model explains the distribution and orien-tation of the compressive and wrench dominated zones and its structural evolution where younger structures are developedfrom the SE to the NW towards the outer part of the system.

Keywords: Stress field, Strike slip, Oblique inversion, Oblique convergence, Neuquen high.

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actividad tectónica en este sector ejercióun fuerte control de la sedimentación dela parte sur de la cuenca Neuquina duran-te el Jurásico y parte del Cretácico. Ade-más de la faja plegada es el sector quepresenta la mayor estructuración de lacuenca, involucrando una serie de linea-mientos tanto compresivos como trans-currentes, que se extienden dentro del te-rritorio de Neuquén y Río Negro pormás de 270 km de largo, afectando es-tructuras en un ancho de más de 100 km.Por las características de los rasgos es-tructurales se pueden reconocer cuatrosectores: un sector occidental con predo-minio de lineamientos orientados al NE;un sector oriental caracterizado por line-amientos NO de tipo transcurrentes; un

sector central en donde predominan es-tructuras generadas por inversión oblicuacon orientación E-O y un sector nortedonde las estructuras desarrolladas sonenteramente transcurrentes y de orienta-ción NO (Fig. 1).La orientación particular de este rasgotectónico, aproximadamente perpendicu-lar a los cinturones andinos, fue tradicio-nalmente explicado mediante dos mode-los estructurales que fueron evolucionan-do en el tiempo y que en parte continúanvigentes hasta la actualidad: transcurren-cia e inversión tectónica. Este último mo-delo fue recientemente modificado porPángaro et al. (2006), quienes plantearonla ausencia de inversión tectónica en doslocalidades relacionadas a la dorsal neu-

quina. Estos nuevos datos obligan a unarevisión de los modelos existentes.En el presente trabajo basándose en nue-va información de subsuelo y nuevosmodelos teóricos, se plantea un esquemaalternativo en donde se contempla la in-versión oblicua de hemigrábenes y el des-arrollo de corredores transcurrentes ycompresivos, todos ellos originados portectónica oblicua.

ANTECEDENTES

Modelos preexistentes y sustento teó-rico

Los diferentes modelos estructuralespropuestos para esta zona fueron evolu-

Figura 1: Lineamientos estructurales principales de subsuelo y afloramientos, relacionados a la dorsal neuquina. En base a la orientación de los line-amientos se puede diferenciar un sector occidental con predominio de estructuras compresivas de orientación NE y vergencia hacia el sureste; unsector oriental con estructuras mayormente transcurrentes de orientación NO; un sector norte correspondiente al engolfamiento en donde se des-arrollan casi exclusivamente corredores transcurrentes de bajo relieve estructural y finalmente un sector central de transición en donde las estructu-ras tienen una orientación E-O y presentan características tanto transcurrentes como compresivas.

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cionando en función de dos factoresprincipales: 1) el desarrollo de modelosteóricos y experimentales que permitie-ran explicar las geometrías observadas y2) la obtención de datos de subsuelo demayor resolución, como sísmica y pozos,que posibilitaron mejorar la definición delos rasgos geométricos. Existe entre am-bos factores una dependencia mutua, de-bido a que los datos de mayor resoluciónhacen necesario modelos más ajustadosque permitan resolverlos y a su vez la po-sibilidad de observar en mayor detalleposibilita generar modelos más evolucio-nados.En la actualidad existen dos modelos es-tructurales desarrollados para explicar elconjunto de estructuras relacionadas a ladorsal neuquina: el modelo de transcu-rrencia publicado a principios la décadadel 80 y el modelo de inversión tectónica,publicado durante la década del 90; pre-viamente a la década del 80 se proponíaun modelo de pilar tectónico limitadopor fallas normales hacia el norte y el sur.El modelo de pilar tectónico (De Ferraris1947, Ramos 1978, Digregorio y Uliana1980) se basaba principalmente en datosde afloramientos, pozos y sísmica de bajacalidad, que si bien permitía explicar losaltos de basamento no analizaba la géne-sis las estructuras en conjunto, siendomayormente mencionado como comple-mento de los trabajos estratigráficos másdetallados.Podríamos considerar entonces que elprimer modelo estructural para esta zonafue propuesto por Orchuela et al. (1981)y posteriormente actualizado por Plosz-kiewicz et al. (1984) y Orchuela y Plosz-kiewicz (1984), quienes presentaron unesquema contemplando el movimientode los bloques en un sistema transcurren-te dextral, resolviendo las estructuras congeometrías de flores positivas o negati-vas, relacionadas a fallas de basamento dealto ángulo. Este esquema permitía expli-car las estructuras anticlinales orientadascon rumbo general NE correspondiendoa las zonas transpresivas del sistema,mientras que las estructuras de rumboNO corresponderían a las zonas trans-

tensivas. Este modelo está basado princi-palmente en trabajos de la década del 70como Wilcox et al. (1973), Harding(1974), Thomas (1974) y Harding y Lo-well (1979) entre otros, en donde se ex-presanban los conceptos básicos de tec-tónica transcurrente y donde se descri-bieron también geometrías típicas de es-tos sistemas, tales como pliegues en eche-lon, sistemas de fracturas conjugadas deRiedel, fracturas de tensión y zonas con-vergentes-divergentes. También es en es-tos trabajos donde se introduce el mode-lo de estructuras en flor positivas y nega-tivas relacionadas a zonas transpresivas ytranstensivas (Harding y Lowell 1979).Aproximadamente al mismo tiempo quese publicaban los trabajos de transcu-rrencia en la dorsal neuquina, Glennie yBoegner (1981, en Mitra 1993) y Harding(1983), definían el concepto de inversióntectónica, que consideraba la posibilidadde aprovechar a las fallas extensionalespreexistentes como zonas de debilidad,favoreciendo la reactivación en sentidoinverso por lo cual los bajos estructuralesiniciales pasan a ocupar zonas elevadas.Este modelo rápidamente comenzó a seraplicado y propuesto para prácticamentetodas las cuencas en donde una etapaextensional era sucedida por una etapacompresiva, lo que llevo a que se publica-ran diversos trabajos y números especia-les relacionados a ejemplos aplicados ymodelos experimentales de laboratoriocomo Cooper y Williams (1989), Letou-zey (1990), McClay y Buchanan (1992) yBuchanan y Buchanan (1995), entre o-tros.La cuenca Neuquina no fue la excepciónpor lo cual Eisner (1991), Uliana y Le-garreta (1993), Uliana et al. (1995) y conmayor detalle Vergani et al. (1995) y Ver-gani (2005), proponen un modelo conpredominio de inversión selectiva de he-migrábenes orientados en sentido NE,los que controlaron la orientación de lasestructuras anticlinales originadas. Segúnlos autores, la segmentación observada alo largo del rumbo es explicada por zo-nas de transferencia que actuaron comolímites estructurales durante la inversión.

Basados en este modelo fueron explica-das estructuras aisladas relacionadas a ladorsal, como Cerro Bandera (Pángaro etal. 2002) Sierra Barrosa-Aguada Toledo(Veiga et al. 2001, Grimaldi 2005, Gri-maldi y Dorobek 2005), Las Chivas, Pun-ta Senillosa y Los Bastos (Mosquera2002), Salitral-Centenario (Cangini et al.2002), mientras que para el caso de la es-tructura de Río Neuquén Berdini et al.(2002) proponen un modelo de inversióntectónica en un ambiente transcurrente.Recientemente, Pángaro et al. (2006) pu-sieron en duda este modelo postulando laausencia total de inversión tectónica ba-sándose en información sísmica de SierraBarrosa-Aguada Baguales y Piedra Chen-que, dos sectores relacionados a la dorsalneuquina que serán también tratados enel presente trabajo.

Situación actual: nuevos modelos teó-ricos

Con posterioridad a la publicación de lostrabajos que sirvieron de base para pro-poner los modelos estructurales vigentes,fueron desarrolladas nuevas líneas de in-vestigación que muestran una tendencia ala cuantificación de los procesos geológi-cos y a considerar situaciones interme-dias que reflejan la geología de maneramás aproximada a la realidad y no comomiembros extremos puros de inversión ytranscurrencia.En lo que se relaciona a la tectónicatranscurrente, los artículos de la décadadel 70 siguen una línea de trabajo de tipocualitativa ya que de hecho se basan en ladescripción de geometrías observadas enla sísmica, afloramientos y cajas de arci-llas (Wilcox et al. 1973, Harding 1974,Thomas 1974 y Harding y Lowell 1979).Una línea de trabajo alternativa donde seconsideran modelos cuantitativos máscomplejos fue desarrollada desde finalesde la década del 80 por Sandenson y Mar-chini (1984) y Fossen y Tikoff (1993), endonde analizan la deformación experi-mentada en una zona transcurrente defi-niendo una matriz de deformación segúnuna componente ortogonal de cizalla pu-

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ra (contracción en transpresión y exten-sión en transtensión) y una componentelateral de cizalla simple, definiendo siste-mas dominados por la componente derumbo y sistemas dominados por la com-ponente ortogonal, según el ángulo deincidencia. Siguiendo esta línea de análi-sis, Tikoff y Teyssier (1994), Teyssier etal. (1995) y Fossen y Tikoff (1998), eva-lúan la partición del desplazamiento derumbo, es decir la porción de deforma-ción que es consumida por desplaza-miento lateral a lo largo de una falla, paralo que observan una fuerte dependenciadel ángulo de incidencia entre el campode esfuerzos y la zona de falla, en quesegún los autores la partición aumentapara ángulos de incidencia menores. Fi-nalmente basándose en modelos físicosTikoff y Peterson (1998) y Venkat-Ra-mani y Tikkof (2002) evalúan las caracte-rísticas del plegamiento en ambientetranspresivo y transtensivo respectiva-mente.De manera similar, los primeros modelosde inversión tectónica fueron desarrolla-dos considerando un campo de esfuerzosortogonal con respecto a las estructurasextensionales, los que evolucionaron apartir de la segunda mitad de la décadadel 90 a modelos de inversión tectónicabajo un campo de esfuerzos oblicuo. Enestos modelos la reactivación de antiguasfallas depende del ángulo que éstas for-man con la dirección de esfuerzo máxi-mo donde según Brun y Nalpas (1996)las fallas con alto ángulo de buzamientocomienzan a invertirse cuando el ángulode incidencia es menor a 45º, es decir,con una componente de desplazamientolateral importante, mientras que para án-gulos mayores se desarrollan nuevasfallas inversas. Los modelos de Viola et al.(2004) y Panien et al. (2005) muestran quelas nuevas fallas y retrocorrimientos quese originan durante inversión oblicua tien-den a orientarse paralelamente a las fallasextensionales preexistentes y por lo tantooblicuamente con respecto a la direcciónde máximo esfuerzo.

Situación actual: calidad de la infor-mación

Con respecto a la información, la adqui-sición de sísmica 3D durante los últimosaños y su integración en proyectos regio-nales, permitió mejorar considerable-mente la resolución geométrica de las es-tructuras y su relación espacial. Así tam-bién, la posibilidad de contar con perfilesde imágenes de pozo permite analizar elcampo de esfuerzos activo tanto en la ac-tualidad como en el momento de plega-miento. De igual manera, la exploraciónde objetivos petroleros profundos en u-nidades próximas al basamento, posibili-ta comprender de manera más acabada laevolución temporal de la cuenca al tenerun registro más completo de las unidadesestratigráficas.

CARACTERISTICASESTRUCTURALESPRINCIPALES

Las características estructurales sobresa-lientes de la zona de estudio fueron ana-lizadas mediante la interpretación de lasísmica 3D integrada en una única basede datos a nivel regional, calibrada me-diante pozos profundos. También se uti-lizaron perfiles de imagen que permitie-ron determinar el campo de esfuerzos ac-tual y al tiempo de plegamiento.

Lineamientos estructurales y estilo deplegamiento

Partiendo de la interpretación sísmica, seidentificaron los lineamientos estructura-les reconocidos a diferentes niveles, losque fueron representados en conjunto enun mapa a escala regional (Fig. 1). En es-te mapa se pueden reconocer tres orien-taciones preferenciales: NE, NO y unsector central de orientación E.Los lineamientos de orientación NE ad-quieren mayor desarrollo en el sector oc-cidental, donde se observan por lo me-nos seis corredores estructurales subpa-ralelos: La Esperanza, Ranquil Co, Divi-sadero (Puesto Cortadera - Ranquil Co

Norte - Puesto Touquet), Portezuelo Mi-nas y Cerro Bandera (Fig. 1). En todoslos casos estos lineamientos se relacionana fallas inversas de basamento con recha-zo vertical muy importante, en ocasionesmayor a los 2.000 m, con escaso a nulodesplazamiento de rumbo y con vergen-cia predominante hacia el sureste. Las es-tructuras generadas son pliegues de pro-pagación de falla con flanco posteriorcon buzamiento suave entre 10º y 15º,pudiendo llegar a los 30º en los casos demayor rechazo y flancos frontales abrup-tos hasta rebatidos (Fig. 2a).Los lineamientos NO se relacionan a zo-nas de cizalla con desplazamiento lateralde tipo dextral, reconocidos a lo largo detoda la dorsal pero con mayor desarrolloen el sector oriental y norte del área den-tro del engolfamiento o bajo de Añelo(Fig. 1). Entre otras las zonas de mayorextensión regional son: Charco Zampal,Aguada Villanueva, Lindero Atravesado,Río Neuquén, Loma Campana, BordeMontuoso y Bajada del Palo (Figs. 1 y2b). Estos lineamientos corresponden azonas dominadas por transpresión quedan lugar a estructuras de geometrías enflor negativas o positivas, originadas porfallas subverticales que pueden presentarrechazo inverso en la parte inferior y nor-mal en la parte superior. Las fracturas deRiedel responden claramente a sistemasdextrales con desplazamiento lateral delorden del kilómetro.Los lineamientos E tienen menor distri-bución areal que los anteriores, restrin-giéndose al sector central de la dorsal.Corresponden a las estructuras de Huin-cul, Aguada Baguales, Sierra Barrosa,Barrosa Norte y El Cordón (Fig. 1). Sonestructuras anticlinales relacionadas a fa-llas de basamento con rechazo inversoimportante, pero que además están afec-tadas por una componente de desplaza-miento de rumbo de tipo dextral que ori-gina el fallamiento extensional perpendi-cular al eje del pliegue anticlinal.La ubicación de algunos de los sistemastranscurrentes, coincidente con las cul-minaciones de las estructuras compresi-vas NE (Fig. 1) y la coincidencia en edad

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entre determinados sistemas de fallas, lle-va a pensar que en parte los lineamientostranscurrentes actuaron como zonas detransferencia o rampas laterales transfi-riendo el desplazamiento lateral hacia lasestructuras anticlinales.En conclusión, por las características delos rasgos estructurales observados en

planta, se pueden reconocer cuatro sec-tores: un sector occidental con predo-minio de lineamientos orientados en sen-tido NE de tipo compresivos, en parteex-puesto en los afloramientos desde elcordón de la Piedra Santa hasta el cerroGranito, que continua en subsuelo haciael este por más de 50 km hasta los 68º30'

O, coincidiendo aproximadamente con lalocalidad de Challacó; un sector orientalque se extiende al menos hasta la longi-tud 67º00' O unos 50 km al este de la lo-calidad de General Roca y que se caracte-riza por un predominio de lineamientosNO; un sector central que puede consi-derarse de transición entre los dos secto-

Figura 2: Secciones estructurales regionales basadas en información sísmica con control de pozos profundos. En ambas secciones se observa en elsector sur el desarrollo de estructuras compresivas con fuerte rechazo vertical definiendo la parte interna del sistema, mientras que hacia el nortese desarrollan estructuras transcurrentes de menor relieve marcando la parte externa. a) Sección I: ubicada en el sector oeste, comienza al sur de lasierra del Portezuelo y se extiende hasta el bajo Chilcalito al norte del río Neuquén. b) Sección II: se extiende desde el alto La Esperanza próximoal borde de cuenca en el sur hasta el bajo de Añelo en el norte.

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res antes mencionados y en donde pre-dominan estructuras anticlinales con o-rientación E; y un sector norte ubicadoya en el ámbito del engolfamiento dondelas estructuras desarrolladas son entera-mente transcurrentes y de orientaciónNO (Fig. 1).En cuanto a la observación en secciones,la magnitud del rechazo vertical experi-mentado por las estructuras permite re-conocer dos zonas: una zona internacon fuerte relieve estructural relacionadoa las estructuras compresivas que tienendesarrollo en el sector sur del área, próxi-mo al borde de cuenca; y una zona ex-terna en donde las estructuras pierdenrelieve notablemente y en donde predo-minan las estructuras de tipo transcu-rrentes desarrolladas en toda la partenorte del área correspondiente al centrode cuenca (Figs. 2a y 2b).

Campo de esfuerzosEstado de esfuerzos actual

La orientación de las fracturas inducidasdurante la perforación, interpretadas enlas imágenes de pozo, y la orientación dela ovalización del pozo (breakout), obte-nida de la interpretación de los perfiles debuzamiento, permiten definir el campotensional actual, de forma tal que las frac-turas inducidas se desarrollan de formaparalela a la dirección del esfuerzo máxi-mo (σ1), mientras que la dirección de o-valización es perpendicular al mismo(Taha 1998).Las fracturas inducidas interpretadas enlas imágenes (Loza et al. 2003) fueron a-nalizadas conjuntamente con los datos deovalización publicados para la zona porGuzmán et al. (2005). Estos datos permi-ten observar que la dirección de esfuer-zos predominante en el sector oeste delárea (Cerro Bandera-Puesto Cortadera)es SO-NE, coincidente en términos ge-nerales con los datos del resto de la cuen-ca aportados por Guzmán et al. (2005),mientras que para el sector central (SierraBarrosa) el esfuerzo máximo actual tieneuna orientación NO (Fig. 3a).

Estado de esfuerzos durante el Jurásico y Cre-tácico

Para tener una estimación directa delcampo de esfuerzos bajo el cual se origi-naron las estructuras durante el Jurásico yCretácico, se analizaron los datos de o-rientación de fracturas naturales (diacla-sas y venillas) de subsuelo y afloramien-tos y los sistemas de fracturas de Riedelen secciones sísmicas horizontales.Las fracturas naturales son consideradasindicadoras del campo de esfuerzos yaque en el caso de las diaclasas son de ori-gen tensional y se generan de forma per-pendicular a la dirección de mínimo es-

fuerzo (σ3) y paralelo al esfuerzo máxi-mo (σ1), lo que permite relacionar la o-rientación de estas fracturas con la orien-tación del campo de esfuerzos bajo elcual se generaron (Hancock 1985, Gro-shong 1988, Eyal et al. 2001). En subsue-lo, la orientación de los sistemas de dia-clasas fue determinada a partir de lasinterpretaciones de las imágenes de po-zos (Loza et al. 2003), mientras que enafloramientos se utilizaron los datos defracturas obtenidos por Rossello (2002)(Fig. 3b). Estos datos permiten obtenerla dirección del campo de esfuerzos ac-tuante durante el Mesozoico al momentode plegamiento, en donde se observa una

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Figura 3: a) Mapa de dirección del esfuerzo máximo actual obtenido de la orientación de fractu-ras inducidas interpretadas en las imágenes de pozo y dirección de ovalización (breakout) obteni-das en perfiles de buzamiento (dipmeter) por Guzmán et al. (2005). Se observa una orientaciónpredominante E-W en los pozos del sector oeste del área y mientras que en los pozos ubicadosen el noreste el esfuerzo máximo tiende a orientarse NW-SE. b) Mapa de orientación de fracturasobtenidas de la interpretación de los perfiles de imagen (Loza et al. 2003) y de mediciones decampo (modificado de Rossello 2002). La orientación de las fracturas responde a un campo deesfuerzos de orientación NO-SE (N30ºO) activo al momento de plegamiento durante el Jurásicoy Cretácico. En el sector oeste, próximo a la faja plegada, aparece como dominante un a familiade fracturas de orientación E-O, posiblemente relacionadas al plegamiento andino.

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orientación dominante para todo el áreaen sentido NO-SE (N30º a 40ºO). En elsector oeste, a medida que nos acerca-mos a la zona de faja plegada, el juego defracturas se enmascara con las fracturasE-O, posiblemente relacionadas al plega-miento andino (Fig. 3b).En el caso del análisis de los sistemas deRiedel asociados a las zonas de cizalla,realizado sobre secciones sísmicas hori-zontales, se determinó un rumbo NO(entre N40º O y N15º O) para la orienta-

ción del esfuerzo máximo (σ1), estimadoa partir de la identificación de los siste-mas de Riedel sintéticos (R) y antitéticos(R'), de forma que el esfuerzo máximo seubica en la bisectriz del ángulo agudoformado por ambos sistemas (Tchalenko1970, Wilcox et al. 1973 y Davis et al.2000) (Fig. 4).Con estos datos se confirma que las es-tructuras jurásico-cretácicas fueron des-arrolladas bajo un campo de esfuerzosNO (N30º a N40ºO) (Pángaro y Bruveris

1999, Rossello 2002), el cual se mantieneactivo actualmente en la zona de SierraBarrosa, mientras que en el sector occi-dental del área el campo de esfuerzos ac-tual es aproximadamente E-O, posible-mente relacionado a tectónica andina.En una escala de trabajo totalmente dife-rente, Mosquera y Ramos (2005 y 2006)arriban a una conclusión similar, basán-dose en el análisis de la evolución de lasplacas pacíficas y las estructuras resultan-tes durante el Jurásico y Cretácico.

Rasgos previos del basamento:estructuras extensionales

La disponibilidad de proyectos integra-dos de sísmica 3D a nivel regional y elajuste en profundidad con pozos explo-ratorios profundos, permitió reinterpre-tar los principales rasgos estructurales delbasamento, principalmente en lo que co-rresponde a la etapa extensional del Triá-sico Superior-Jurásico Inferior, represen-tado por unidades equivalentes al Precu-yano y Grupo Cuyo (Gulisano 1981, Le-garreta y Uliana 1999).Como ya fuera mencionado por Pángaroet al. (2006), la orientación predominantedeterminada para los hemigrábenes esNO a lo largo de toda el área de estudio(Fig. 5), respondiendo a un campo de es-fuerzos extensional en sentido NE-SO.La vergencia dominante es hacia el este,aunque en las zonas de mayor extensióntambién se desarrollan fallas antitéticasde menor rechazo con buzamiento aloeste. Una clara excepción es el hemigrá-ben de Lindero Atravesado-Río Neu-quén que muestra una vergencia hacia eloeste.Las fallas extensionales más importantescomo Portezuelo-Charco Zampal, SierraBarrosa y Lindero Atravesado-Río Neu-quén, pueden ser seguidas e interpretadasen la sísmica por más de 30 km, integrán-dose por una serie de depocentros coa-lescentes a lo largo del rumbo de la falla.Los puntos de enlace entre los depocen-tros representan altos estructurales relati-vos para el momento de la extensión, losque evolucionaron desde rampas de

Convergencia oblicua: Modelo estructural alternativo para la dorsal neuquina...

Figura 4: a) Sistemas de fracturas de Riedel (R) y anti-Riedel (R') observados en modelos de cajade arcillas con desplazamiento de rumbo de tipo dextral (según Wilcox et al. 1973); y b) sistemasde fracturas Riedel observados en secciones sísmicas horizontales asociados a la zona de cizallade Charco Zampal, donde se observa que responden a un campo de esfuerzos de orientaciónaproximadamente N30ºO, en coincidencia con la orientación obtenida en las imágenes de pozo.

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transferencia (relay ramps) en estadiostempranos de desarrollo, hasta generarde nuevos tramos de falla que posibilita-ron la conexión completa de los hemigrá-benes.El relleno de estas estructuras es de tipovolcaniclástico, con espesores del ordende los 500 a 700 m, llegando a registrarespesores máximos mayores a los 1.500m en los hemigrábenes más importantes.El desarrollo de discordancias internas yla geometría sísmica del relleno estrati-gráfico, permite diferenciar una etapa ini-cial de depositación sinrift de tipo volca-niclástico con subsidencia controlada porlas fallas extensionales, desarrollada des-de el Triásico Superior hasta el Sinemu-riano Inferior, correspondiente a la For-mación Lapa (Leanza 1990). Le sigue unaetapa sinrift tardío a postrift donde laactividad volcánica continuó pero encondiciones submarinas y con subsiden-cia controlada por fallas sólo en algunossectores, desarrollada entre el Pliensba-quiano Superior y el Toarciano Inferior,con depósitos equivalentes a la parte in-ferior del Grupo Cuyo. Posteriormente ya partir del Toarciano Superior, se depo-sitan las secuencias sinorogénicas queserán tratadas en apartados siguientes.

ANÁLISIS ESTRUCTURAL

Sistemas transcurrentes y compresi-vos

El patrón estructural reconocido en losdiferentes sectores a partir del mapa delineamientos regionales (Fig. 1), puedeser analizado según el ángulo que formanlas estructuras con el campo de esfuer-zos. En este sentido, Fossen y Tikoff(1993) reconocen sistemas transcurrentesdominados por la componente de des-plazamiento de rumbo o cizalla simple,cuando el ángulo de incidencia es menora 20º, es decir altamente oblicuo. Para án-gulos mayores comienza a ser más im-portante la componente ortogonal o ci-zalla pura (contracción en transpresión yextensión en transtensión), hasta llegar acasos extremos en donde el sistema estádominado por la componente ortogonaldando lugar a estructuras compresivas oextensionales puras.Siguiendo este esquema, las estructurasNE observadas en el sector occidental dela dorsal son prácticamente ortogonalesal campo de esfuerzos, con un ángulo deincidencia mayor a 85º, por lo cual es cla-ramente dominado por cizalla pura, loque genera el desarrollo de estructuras

compresivas con una componente dedesplazamiento de rumbo poco signifi-cante.En el sector central, el ángulo formadoentre el campo de esfuerzos y los linea-mientos E-O es de 50º lo que genera unacombinación de estructuras con unafuerte componente de acortamiento y ala vez una componente de desplazamien-to de rumbo. Por último, los lineamientosNO del sector norte y oriental, formanun ángulo de incidencia entre 20º y 30º,lo que se acerca a estructuras transcu-rrentes dominadas por cizalla simple.

Relación entre el campo de esfuerzos y rasgos debasamento

El arreglo estructural observado a escalaregional es distorsionado y controlado deforma local por los rasgos previos pre-sentes en el basamento y la interacciónque éstos tienen con el campo de esfuer-zos. De esta forma se definen caracterís-ticas estructurales particulares que sedescriben a continuación.

Estructuras compresivas sin inversión tectónica

La orientación de los anticlinales de rum-bo NE predominantes en el sector occi-

56 JOSÉ SILVESTRO Y MARTÍN ZUBIRI

Figura 5: Mapa deestructuras exten-sionales desarro-lladas durante elTriásico Superior-Jurásico Inferioral momento dedepositación delPrecuyano, obte-nido a partir de lainterpretación dela sísmica 3D. Lasfallas extensiona-les muestran unaorientación NOpredominante ycon vergencia aleste en el sectoroccidental y ver-gencia oeste en laparte oriental delárea.

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dental (Ranquil Co, Puesto Cortadera-Ranquil Co Norte-Puesto Touquet y Ce-rro Bandera), es prácticamente perpendi-cular a la orientación en sentido NO delos hemigrábenes preexistentes (Fig. 6).Estas estructuras fueron originalmenteinterpretadas como el resultado de la in-versión ortogonal de fallas extensionalesorientadas en igual sentido que las estruc-turas compresivas. Con la interpretaciónactual (Pángaro et al. 2006) la inversióntectónica ortogonal es descartada paraéste sector. El único control que puedeobservarse relacionado a las fallas pree-xistentes son bajos internos o cierres es-tructurales menores dentro de estructu-ras anticlinales de mayor magnitud.Por este motivo se interpreta que la o-rientación de las estructuras compresivasestá controlada únicamente por el campode esfuerzos, desarrollándose de formaortogonal al mismo y sin control de lasfallas extensionales preexistentes

Inversión tectónica oblicua

Se reconocen dos sectores donde las es-tructuras pueden ser resueltas mediantemecanismos de inversión tectónica obli-cua.En el sector central, donde los anticlina-les se desarrollan con rumbo E-O, la par-

tición del campo de esfuerzos aplicado ala falla de Sierra Barrosa genera zonas demayor componente compresiva en lostramos de rumbo E-O, dando origen alas estructuras positivas y zonas con ma-yor componente de desplazamiento derumbo en los tramos orientados NO endonde se generan los bajos estructurales(Fig. 7). Los cambios de rumbo en la fallaresponden a la ubicación y orientación delos hemigrábenes, por lo cual cuando latrayectoria de la falla inversa atraviesauna falla extensional previa cambia derumbo generando zonas de transferenciaentre las estructuras principales, paraluego volver a retomar la orientación ori-ginal de la falla (Fig. 7). Con este esque-ma, las principales estructuras anticlina-les se relacionan a inversión oblicua delos depocentros más importantes de loshemigrábenes, invirtiendo sólo en tramoslas fallas extensionales y generando nue-vas fallas inversas según el esquema re-gional.En el sector occidental, para PortezueloOeste se propone un esquema particularde inversión oblicua y contrafuerte (Fig.8). Las nuevas estructuras generadas seorientan en sentido NE de forma per-pendicular al campo de esfuerzos, invir-tiendo de forma parcial la falla del hemi-graben de Portezuelo-Charco Zampal,

que actúa a manera de contrafuerte (Fig.8).Ambos estilos de inversión oblicua con-tradicen a los modelos físicos existentes(Dubois et al. 2002, Panien et al. 2005) endonde las nuevas fallas generadas sonsiempre paralelas a las fallas extensiona-les previas. En este caso en cambio, lasfallas normales son reactivadas parcial-mente, predominando el desarrollo denuevas fallas de basamento controladaspor el campo de esfuerzos y oblicuas conrespecto a las fallas previas.

Reactivación por desplazamiento de rumbo

La orientación entre las fallas extensiona-les y el campo de esfuerzos, favorece lareactivación mediante desplazamiento derumbo a lo largo de las estructuras trans-currentes, como en los casos de los line-amientos Charco Zampal y cerro Mira-dor.Los cambios de rumbo a lo largo de lasfallas extensionales o la presencia de zo-nas de transferencia entre diferentes he-migrábenes genera cambios de angulari-dad con respecto al campo de esfuerzos,que pueden resolverse como estructurasanticlinales (cerro Mirador) cuando loscambios son en sentido antihorario, o ex-tensionales (Portezuelo Grande) cuando

Figura 6 Esquema estructural del Divisadero-Puesto Cortadera. a) Mapa con fallas extensionales NO y superposición lineamientos estructurales des-arrollados posteriormente. a) Las estructuras compresivas principales (Puesto Cortadera/Ranquil-Co Norte y Ranquil Co) se generan de forma orto-gonal al campo de esfuerzos sin que evidencien control de los hemigrabenes previos. Por el contrario, la zona transcurrente (Charco Zampal) res-ponde a la reactivación de los hemigrábenes con un a fuerte componente de desplazamiento lateral..

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son de tipo horario (Fig. 9).

Edad de plegamiento y evolución tec-tónica

Con posterioridad a la etapa de rifting delTriásico Superior-Jurásico Inferior, conti-nuó una etapa relacionada a subsidenciatérmica desarrollada a partir del Toar-ciano Inferior. En el entorno de la dorsaly después de una etapa de transición quetranscurre entre el Toarciano Inferior ySuperior, durante la cual no se observatectónica activa, comienzan las primerasevidencias de estructuración compresivay transcurrente. Como consecuencia delplegamiento y la sedimentación sinoro-génica se desarrollaron una serie de dis-cordancias progresivas y estratos de cre-cimiento cuyo análisis permite determi-nar tanto la cinemática de plegamientocomo la evolución en el tiempo de la

deformación.Con la información sísmica disponible,se analizaron los paquetes de reflectoresque muestran evidencias de crecimientosintectónico, determinando secuenciasde crecimiento a partir de la identifica-ción de horizontes guía que limitan estassecuencias, ajustados en el tiempo me-diante control bioestratigráfico.Con las edades determinadas, se despren-de que desde el Toarciano Superior hastael Cenomaniano existió actividad tectóni-ca a lo largo de toda la dorsal (Fig. 10).Sin embargo, los eventos de máxima de-formación determinados para cada es-tructura individualmente, permiten de-terminar una tendencia evolutiva del ple-gamiento hacia el noroeste, es decir conlas estructuras más antiguas ubicadas enla zona interna del sistema y las más jóve-nes hacia la parte externa.El más antiguo de los eventos de máxima

deformación corresponde al inicio de latectónica oblicua durante el ToarcianoSuperior, con el desarrollo de dos trenesprincipales de orientación NE: uno demayor desarrollo ubicado en el extremosureste del área de análisis (La Espe-ranza-Loma Pedregosa) y otro hacia elnorte donde se incluyen las estructurasdel fallamiento de Sur Loma Negra. Es-tos dos lineamientos se unen por unaserie de estructuras transcurrentes comolas zonas de falla de Charco Zampal, ce-rro Mirador y Guanaco, que serían loslímites de un depocentro de forma rom-boidal. Durante el Kimmeridgiano se ori-ginan una serie de estructuras alineadasen dirección NE ubicadas al noroeste deltren principal desarrollado en la etapaanterior. Las nuevas estructuras origina-das muestran el mayor rechazo verticalobservado en todo el área, conformandoel eje estructural de la dorsal neuquina.Posteriormente durante el Valanginianose reconoce un evento de máxima defor-mación en las estructuras ubicadas haciala parte externa del sistema, hacia el nor-oeste de las estructuras anteriores. Tam-bién se observan diferentes etapas de re-activación durante el Bajociano, Callo-viano y Aptiano pero sin que signifiqueneventos de máximo de deformación parala estructura a la que se asocian (Fig. 10).

DISCUSIÓN: CONVERGEN-CIA OBLICUA COMOMODELO ESTRUCTURALALTERNATIVO

La descripción y análisis de las caracterís-ticas estructurales de la zona hacen nece-sario el planteo de un nuevo modeloregional tomando como punto de partidala revisión de los modelos existentes y suactualización a partir de las observacio-nes realizadas.

Revisión de modelos existentes

El planteo de un esquema transcurrentepuro implica el desarrollo de estructurasafectadas a una zona de deformación an-gosta y en donde las orientaciones ob-

58 JOSÉ SILVESTRO Y MARTÍN ZUBIRI

Figura 7: Esquema de inversión oblicua de la estructura anticlinal Aguada Toledo/CupénMahuida. a) Durante la etapa extensional se originan hemigrabenes orientados NO. La superposi-ción de las fallas inversas generadas posteriormente muestra que los quiebres a lo largo de la fallaestán controlados por la ubicación y orientación de los hemigrabenes. b) Las estructuras anticli-nales se originaron bajo un campo de esfuerzos NW-SE, la orientación de este campo de esfuer-zos aplicado a la falla de Cupén Mahuida genera altos estructurales en los tramos de falla orienta-dos E-O relacionados a mayor componente compresiva, mientras que los bajos estructurales seubican en los tramos NO en donde la componente transcurrente tiene mayor desarrollo.

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servadas en planta se explican diferen-ciando un sector transpresivo en el oestey uno transtensivo en el este. Este esque-ma es difícil de aplicar ya que como sepuede observar en el mapa regional lasestructuras no están confinadas a unazona de deformación angosta, sino queabarcan un ancho de hasta 100 km y enun ambiente enteramente transpresivoaunque con diferente intensidad depen-

diendo del ángulo de incidencia con elcampo de esfuerzos.Con respecto a la inversión tectónica, lareinterpretación de los hemigrábenes conuna orientación general NO, contrastan-te con la dirección de las estructurascompresivas, dificulta considerar al pro-ceso de inversión como responsable de laorientación en planta de las estructurasde la dorsal. De todas formas, no se des-

carta el control localizado que ejercen lasfallas y depocentros extensionales, prin-cipalmente mediante procesos de inver-sión tectónica oblicua y transcurrente, talcomo fue explicado en párrafos anterio-res.

Sustento teórico

En este trabajo, para explicar las estruc-turas relacionadas a la dorsal neuquina ysu evolución en el tiempo se propone elmodelo de convergencia oblicua comoalternativa a los modelos existentes. Estemodelo se basa en los trabajos de Zwei-gel (1998), Macedo y Marshak (1999) yMarshak (2004) en donde sectores corti-cales factibles de ser plegados convergencontra las salientes rígidas cratónicas bajoun campo de esfuerzos oblicuo (Fig. 11a). Estos modelos permiten exponer enun único esquema zonas con desarrollopredominante de fallamiento inverso,aproximadamente perpendicular a la di-rección de convergencia, y zonas dondepredominan las estructuras transcurren-tes orientadas de forma subparalela a ladirección de convergencia, copiando enambos casos la geometría de los bordesdel bloque rígido (Fig. 11a).Según Zweigel (1998), el incremento delacortamiento provoca el engrosamientode la cuña acrecional en el sector frontal,generando nuevas fallas en secuenciahacia el frente de avance. En los sectoreslaterales en cambio, donde el desplaza-miento predominante es de rumbo, seorigina menor engrosamiento por lo cualel avance del sistema es menos evidente.En cuanto a la vergencia de las estructu-ras, los modelos de cajas de arena realiza-dos por Macedo y Marshak (1999) mues-tran que la dirección y sentido de conver-gencia ejerce un control primario sobre lavergencia predominante del sistema.Cuando el avance de la deformación al-canza una zona rígida, las nuevas fallas sedesarrollan en el sector próximo al blo-que rígido y con vergencia hacia el mis-mo, avanzando posteriormente en senti-do contrario a la vergencia del sistema(Fig. 11b). Así también existen modelos

Figura 8: Esquema estructural Portezuelo Oeste. a) Fallas extensionales NO y lineamientosestructurales inversos superpuestos, donde se observa que únicamente en el sector sur hayinfluencia del fallamiento extensional sobre las nuevas estructuras generadas. b) Inversión parcialde los hemigrabenes bajo un campo de esfuerzos NO. Las nuevas estructuras se originan en laparte interna del hemigraben, orientadas en dirección NE de forma ortogonal al campo deesfuerzos.

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en donde la vergencia está controladapor las características del nivel de despe-

gue y la magnitud de la tasa de acorta-miento que el sistema experimenta (Guts-

cher et al. 2001).

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Figura 9: Esquema estructural de reactivación extensional bajo transcurrencia en la zona de falla de Portezuelo Grande-Cerro Mirador. a) Esquemaextensional del Grupo Precuyo y lineamientos compresivos superpuestos. b) Esquema estructural y relación entre el campo de esfuerzos y las estruc-turas generadas. La partición de los esfuerzos en el sector de Portezuelo Grande genera una componente de extensión que provoca la reactivaciónextensional del hemigraben del Grupo Precuyo. Hacia el este el cambio de rumbo de la falla provoca una mayor componente compresiva dandolugar a cizallamiento inverso.

Figura 9: Cuadro de edades de levantamiento de las estructuras principales del sector occidental y central de la Dorsal Neuquina (véase la Fig. 1para ubicación de las estructuras). Se reconocen tres estadios de máxima deformación: el más antiguo durante el Toarciano, el siguiente durante elKimmeridgiano y finalmente el último durante el Valanginiano, que marcan una tendencia desde el sector interno hacia el externo.

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Distribución en planta, vergencia yevolución del sistema

En el caso de la dorsal neuquina, a escalaregional se observa claramente un sectoroccidental con predominio de estructu-ras compresivas y un sector norte y o-riental donde predominan las estructurastranscurrentes dextrales (Fig. 12). Simpli-ficando el modelo, el arreglo en planta delas estructuras puede ser originado porconvergencia oblicua bajo un campo deesfuerzos NO, entre un bloque rígido yestático ubicado al sureste, que podríacorresponder a un cambio en las condi-ciones mecánicas de la corteza. Este sec-tor actuaría a manera de contrafuerte,con límite oeste de rumbo NE (paralelo

a la traza del río Limay) y límite norteNO (paralelo al cauce del Río Negro). Elbloque rígido converge de forma oblicuacon una zona al noroeste con cortezaadelgazada y debilitada térmicamente porla etapa extensional previa, representadapor el basamento de la cuenca Neuquina.La deformación generalizada se extiendehacia la zona de mayor debilidad, mien-tras que la deformación compresiva selocaliza en la zona próxima al bloque rígi-do (Fig. 12).Con el avance de la deformación, el sec-tor frontal mayormente compresivo des-arrolla características propias de fajas ple-gadas de piel gruesa, con rejuvenecimien-to de las estructuras hacia el sector exter-no, respondiendo a la necesidad de esta-

bilidad de la cuña orogénica. La vergen-cia del sistema es contraria al sentido deavance de la deformación en respuesta alefecto de contrafuerte que ejerce el blo-que rígido.

Marco tectónico

El origen y evolución tectónica de la dor-sal neuquina es relacionada por diferen-tes autores a la apertura atlántica, princi-palmente en lo que se refiere al cambiode polaridad del campo de esfuerzos du-rante el Jurásico. Según Vergani et al.(1995) la apertura atlántica provoca lareactivación de debilidades corticalescomo zonas de transferencias relaciona-das a eventos tectónicos paleozoicos deorientación E-W. Evidencias aeromagné-ticas aportadas por Chernicoff y Zappe-ttini (2003) muestran anomalías cortica-les de orientación meridianal, coinciden-tes con el límite sur de la dorsal neuqui-na, interpretadas por los autores como ellímite colisional entre los terrenos dePatagonia en el sur y Chilenia y Cuyaniaen el norte.En trabajos recientes Mosquera y Ramos(2005 y 2006) relacionan la evolución delas placas pacíficas, los vectores de con-vergencia y su influencia en la zona desubducción, con la orientación del cam-po de esfuerzos activo durante el Jurásicoy Cretácico en la cuenca Neuquina. Se-gún los autores, la orientación de la dor-sal neuquina es producto de la reactiva-ción de las zonas de sutura del Paleo-zoico activadas por el inicio de la subduc-ción en el margen Pacífico. La influenciade la placa subducida pacífica fue obser-vada para la etapa extensional previa porBermúdez et al. (2002) a partir del análi-sis de las características geoquímicas delvolcanismo del Precuyano, demostrandola existencia de subducción desde elTriásico Superior-Jurásico Inferior bajocondiciones tectónicas extensionales.De esta forma, la influencia de placa sub-ducida se observa tanto durante la etapaextensional (Triásico superior-Jurásicoinferior) como posteriormente durante latectónica compresiva (Jurásico Inferior-

Figura 11: Modelos de convergencia oblicua. a) vista en planta de convergencia entre un bloquerígido móvil y niveles dúctiles posibles de ser plegados. Las estructuras compresivas se formanparalelas a la cara frontal del bloque rígido y en sentido ortogonal a la dirección de movimiento,las zonas transcurrentes se generan subparalelas a la cara lateral del bloque rígido. b) vista en plan-ta y sección de convergencia entre un bloque rígido fijo que actúa como contrafuerte y nivelesdúctiles plegados. La vergencia de las estructuras es en el sentido de acortamiento, mientras que laevolución es en el sentido contrario (Modificado de Zweigel 1998, Macedo y Marshak 1999).

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Cretácico). El cambio en el régimen deesfuerzos podría responder entonces aun aumento en la velocidad de conver-gencia en el margen pacífico originadopor la apertura atlántica y relacionado acambios en el régimen de roll-back (Ra-mos 1999). Según las edades de deforma-ción obtenidas, el cambio en el régimende esfuerzos tuvo lugar durante el Toar-ciano, pasando de un régimen de roll-back negativo durante el cual la región deretroarco estuvo sujeta a extensión, a unrégimen de roll-back positivo donde latectónica compresiva comienza a domi-nar el retroarco, focalizando la deforma-ción en la zona de transición entre dosunidades corticales diferentes y reacti-vando niveles de despegue en la corteza a

profundidades de 15 a 20 km.

CONCLUSIONES

Mediante la interpretación de nuevainformación de subsuelo integrada enproyectos regionales, se propone un es-quema tectónico alternativo para la dor-sal neuquina.La geometría y evolución de las estructu-ras a escala regional es explicada por laconvergencia oblicua entre dos zonas decomportamiento mecánico diferente, ba-jo un campo de esfuerzos NO-SE rela-cionado a la subducción en el margenPacífico. La zona de comportamiento rí-gido se desarrolla hacia el sureste, conlímites aproximados marcados por los

ríos Limay y Río Negro, actuando comoun bloque rígido y fijo a manera de con-trafuerte. Hacia el noroeste la cortezacontinental adelgazada por extensión ydebilitada térmicamente, posibilita lareactivación y desarrollo de estructurastranscurrentes y compresivas, concen-trando la deformación en la zona de tran-sición entre las dos unidades corticalesdiferentes dando lugar a la dorsal neuqui-na.Este modelo regional interactúa con lasfallas extensionales preexistentes en elbasamento generando estructuras concaracterísticas locales. Esto permite ex-plicar en un único esquema las complejascaracterísticas estructurales observadasen la dorsal neuquina, en donde se inclu-ye: 1) rasgos de basamento con hemigrá-benes del Triásico Superior-Jurásico deorientación NO; 2) la existencia de unsector occidental dominado por falla-miento inverso y un sector norte y orien-tal con predominio de estructuras trans-presivas; 3) desarrollo de lineamientos es-tructurales determinando tres orientacio-nes principales: NE relacionados a lasestructuras compresivas sin evidencias deinversión tectónica, NO relacionados alas zonas transcurrentes con control par-cial de los rasgos extensionales y E-Wque se originan mediante inversión tectó-nica oblicua con rasgos mixtos de com-presión y desplazamiento de rumbo; 4)avance general de la deformación desdeel sureste hacia el noroeste, basado en ladeterminación de las edades de máximolevantamiento de las estructuras.

AGRADECIMIENTOS

Se agradece a la Gerencia de Exploraciónde Repsol YPF por permitir la publica-ción de este trabajo, en especial a PedroLafourcade, Tomás Zapata y Jorge He-chem.

TRABAJOS CITADOS EN EL TEXTO

Berdini, O., Arregui, C. y Pimentel Mendes, M.2002. Evolución tecto-sedimentaria de la es-tructura Río Neuquén, Cuenca Neuquina, Re-

62 JOSÉ SILVESTRO Y MARTÍN ZUBIRI

Figura 12: Esquema de convergencia oblicua propuesto para la Dorsal Neuquina. a) Mapa de sim-plificado de los lineamientos reconocidos en el entorno de la dorsal, con la distribución de zonascompresivas y transcurrentes, ubicación de los tres estadios reconocidos de máxima deformacióny limite aproximado entre el sector de comportamiento rígido y el sector plegado. b) Seccionesestructurales esquemáticas.

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63Convergencia oblicua: Modelo estructural alternativo para la dorsal neuquina...

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Recibido: 16 de marzo, 2007 Aceptado: 22 de noviembre, 2007

JOSÉ SILVESTRO Y MARTÍN ZUBIRI