Convicciones que

transforman.

Principio.•Ser hijo de Dios es el mayor privilegio que una persona pueda

tener.

Pautas divinas. • Todo ser humano es creación directa de la

mano de Dios.• Toda persona que ha reconocido a Jesús

como Señor recibe todos los beneficios de la perfecta obra de Jesús.

• El mayor beneficio es la identidad y naturaleza de hijo de Dios.

Privilegio inigualable. • El amor de Dios se demuestra en el

habernos hecho hijos suyos 1 Jn 3:1.• Ser hijo de Dios es una realidad inamovible,

lo somos y siempre lo seremos.• Ser hijo de Dios es una realidad espiritual

que no es reconocida por la cultura en la que vivimos.

Privilegio inigualable. •“Y lo somos…”, nada

ni nadie puede cambiar la realidad de

que somos hijos de Dios.

Privilegio inigualable. • Ser hijo de Dios es el comienzo de un estilo

de vida que da testimonio de lo que somos.• Solo mostramos algo de que realmente

somos• Cuando Cristo vuelva, seremos como Él es,

perfectos de modo integral 1 Cor 15:52-54.

Responsabilidades ineludibles. • Privilegios determinan responsabilidades 1

Jn 3:3.• “Purificarse a si mismo” Señala que todo

hijo de Dios ha de estar consiente de que debe luchar contra el pecado que lo asedia.

Responsabilidades ¿Por qué?.

Definición de pecado 1 Jn 3:4.

Pecado: Hamartia, no dar en el blanco pre

establecido. Es la acción de hacer pecados.

Infracción: Anomia, vivir sin respeto a los principios

establecidos. Es la motivación de hacer

pecados.

Responsabilidades ¿Por qué?. • No podemos darnos el lujo de pecar de

manera habitual 1 Jn 3:4.• ¿Por qué? Porque el pecado es una de las

manifestaciones del profundo orgullo: “Querer hacer las cosas como a mi me parece”

Responsabilidades ¿Por qué?.

Uno de los propósitos de la encarnación del Hijo

de Dios: Vino para quitar el pecado 1 Jn 3:5.

Quitar la raíz en el hijo de Dios.

Capacitar al creyente a vencer

el pecado.

Responsabilidades ¿Por qué?. • Nuestra identidad, hijos de Dios, determina

nuestra conducta 1 Jn 3:6.• Nuestra relación con Jesús determina

nuestra conducta cotidiana.• Pecar de manera habitual, sin señal de

arrepentimiento, es una señal de no conocer a Dios.

Responsabilidades ¿Por qué?.

• El que practica el pecado de manera habitual, como su

estilo de vida cotidiano, sin conciencia de sus pecados, no pertenece a la familia de Dios

1 Jn 3:7-8.

Responsabilidades ¿Por qué?. • Dios ha sembrado en cada uno de sus hijos

la semilla de santidad, cuyo fruto es una vida que agrada al Padre 1 Jn 3:9.

• El hijo de Dios puede cometer pecados, pero el fracaso lo lleva al arrepentimiento y confesión de los mismos.

Conclusión.•Ser hijo de Dios se hace evidente por la conducta

para con Dios y con el prójimo 1 Jn 3:10.