ConVosotrosSemanario de la Iglesia en Ciudad RealDomingo, 6 de mayo de 2018Año XXXV – n.º 1852 – D.L.: CR-91/1988

San Juan de Ávila

Bodas de Orosacerdotales

Bodas de Platasacerdotales

El próximo 10 de mayo celebramos la festividad de san Juan de Ávila, doctor de la Iglesia natural de Almodóvar del Campo, y patrón del clero se-cular español. Por este motivo, como cada año, el presbiterio homenajeará a los sacerdotes que cum-plen 25 y 50 años desde la ordenación. Será en el Seminario, el próximo jueves.

• Francisco Boluda de la Guía. Nació en 1942 en Campo de Criptana, y se ordenó como presbítero el 30 marzo de 1968 en la Catedral. Actualmente es párroco en Poblete.

• Antonio González Villén. Nació en Córdo-ba en 1945, se ordenó sacerdote el 1 de octubre de 1968 en la capilla de la residencia de las religiosas de María Inmaculada, en Ciudad Real.

• Justino Gómez Arribas. Nació en Fuente el Fresno en 1939, y se ordenó sacerdote el 30 de mar-zo de 1968 en la Catedral. Reside en Santa Cruz de Mudela.

• Alejandro Molina Rodríguez. Nació en Villa-hermosa en 1943, y se ordenó el 30 de marzo de 1968. Actualmente es párroco de Carrión de Ca-latrava.

• Juan Carlos Fernández de Simón Soriano. Na-ció en Ciudad Real en 1967, y se ordenó sacerdote en la Catedral el 9 de enero de 1993. Es párroco de Santa Teresa de Malagón.

• Amadeo Puebla Rodríguez. Nació en 1967 en Ciudad Real, y se ordenó presbítero el 9 de octubre de 1993 en la Catedral. Es párroco en Santa Cruz de Mudela.

Imagen de san Juan de Ávila que se encuentra en el retablo de la ca-pilla del Santísimo en la Catedral

de Santa María del Prado,Ciudad Real.

Domingo, 6 de mayo de 2018CV

Visita Pastoraldel obispo a Picón

Dieciocho jóvenes enel último encuentro David

Cómo nos identificamos con Marta, con su labor y con su queja. Esforzada por dar abasto y sin ayu-da a la hora de preparar los aperi-tivos. Pareciera que Jesús no valora sus afanes. Y sin embargo, su ob-servación: «Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas; solo una es necesaria»; intenta buscar el sentido de tanto quehacer, y poner en evidencia que lo importante es la persona y no tanto los agasajos que se le dispensan. Realmente quien está atendiendo a Jesús es María, con su actitud de atenta escucha.

Por otra parte, ya sabemos que las actividades nos hacen protago-nistas, mientras que la escucha es

signo de humildad y disposición a poner el centro en el otro.

No se pretende, tampoco Jesús, restar importancia a los quehace-res que dispensamos a los demás. Efectivamente, hay que intentar pa-liar las necesidades de los prójimos. Pero no está todo en el hacer, sino en saber hacer; es decir, en descu-brir a la persona y sus posibilidades más allá de sus carencias aparentes.

Los agasajos pueden estar bien, pero lo que requiere la persona, por-que le llena el corazón, es acogida, escucha y dedicación. Puede ocurrir que el tiempo de los preparativos se le reste a la conversación, empobre-ciendo la relación personal.

Por consiguiente, si recibes una visita no te entretengas en la coci-na, siéntate en el salón junto al vi-sitante y escucha sus inquietudes y propuestas.

Además, lo más preciado que posees no son tus cosas sino el tiem-po que le dedicas. Podemos dar mu-cho, pero sólo nos entregamos en el empleo de nuestro tiempo.

Así, el que ama, no tiene tiempo libre para entretenerse en tantas co-sas, sino para dedicarse al cuidado de su prójimo. Y su actitud será la disponibilidad: «Hágase en mí se-gún tu palabra», proclamó la Virgen María; e, inmediatamente, se puso en camino para atender a su prima.

Marta y María

Unicaja: 2103 0439 62 0030454469 Globalcaja: 3190 2082 22 2009712221 Bankia: 2038 3300 30 6000029842 CCM: 2105 2044 11 1240190755

Números de cuenta de Cáritas

Con Caridad, en el primer domingo de mes

La Visita Pastoral a Picón se llevó a cabo el pasado domingo, 8 de abril, comenzando con la visita a la resi-dencia de ancianos, donde pudo saludarlos y disfrutar de una pequeña charla con todos.

Después, visitó algunas casas particulares con en-fermos, antes de iniciar oficialmente la visita con la eucaristía, que comenzó como es habitual en la visita con el beso del obispo al crucifijo y la oración ante el Santísimo. En la eucaristía, siete jóvenes y adultos se confirmaron. Y al final de la misa se reunió en asam-blea con toda la comunidad, animándoles a continuar con la misión evangélica.

El último encuentro David del curso 2017-2018 reunió en el Seminario Diocesano a dieciocho jóvenes. Pudieron participar en las actividades habituales de los semina-ristas. Además, se prepararon juegos temáticos para la noche del sábado.

Carta de nuestro Obispo

Domingo, 6 de mayo de 2018CV

El mes de mayo nos habla de María, nuestra madre del cielo. Es el mes dedica-do especialmente a hon-rarla y venerarla, a poner-

nos especialmente bajo su protección para que nos acompañe y nos asista en todo momento.

Aunque es el mes de la madre del cielo, sin embargo su vida y su entrega nos hace recordar a nuestra madre de la tierra. La maternidad de María actualiza la maternidad de nuestra madre de la tierra y nos lle-na de gozo y alegría pensar en ella, quererla y agradecer cuanto hace y ha hecho por nosotros

Decir madre es decir entrega, ge-nerosidad, oblación y donación a fon-do perdido al hijo y por el hijo.

Cuánto saben las madres de esto. Cuánto saben de entrega sin espe-rar nada a cambio. Cuánto saben de sufrimientos por el hijo o la hija que salieron de casa hechos un pin-cel y vuelven de regreso hechos una piltrafa por el alcohol o las drogas. Cuánto saben de sufrimiento calla-do, de estar en silencio como María al pie de la cruz, acogiendo a su hijo, sufriendo con él y por él.

La madre es esa persona que está siempre en el centro de la familia, sufriendo cuando alguien sufre y go-zando cuando todos están alegres.

La madre vive como nadie la preocupación de su embarazo, la sa-lud y la enfermedad de los hijos, su educación, los problemas cuando los hijos son mayores. Ella está siempre ahí, en silencio, preocupada, guar-dándolo todo en su corazón, apoyan-do, comprendiendo, amando y que-riendo en silencio, como hizo María con su Hijo y con los apóstoles que su Hijo le confío para que los cuidara y alentara.

La madre es lo más grande que el Señor ha dado a los hijos, ella nos ha mimado, nos ha cuidado, lo ha dado todo por nosotros, sin esperar nada a cambio.

En este mundo egoísta y materia-lizado la maternidad no siempre es algo que llena la vida de una mujer. La maternidad, en algunos casos, en vez de considerarse como un don de Dios, puede vivirse como una des-gracia en la que se ha caído.

El hijo, en un mundo egoísta como el nuestro, no siempre es considerado como una bendición de Dios para la madre. En muchos casos se conside-ra como el enemigo incómodo que va a quitar libertad a la madre, que va a suponer un cambio total de vida. Algunas madres no están dispuestas a asumirlo y deciden eliminarlo de su vientre antes de que nazca.

Perdona Señor a todas esas ma-dres que, en un momento de ofusca-ción y de dificultad, decidieron que el hijo que llevaban en sus entrañas no debía seguir viviendo y lo mata-ron.

Pero son muchas más, la mayoría, gracias a Dios, las madres que aco-gen con verdadero amor y entrega a su hijo, que le esperan con verdadero deseo para darle lo mejor de sí mis-mas.

Gracias Señor por nuestras ma-dres, por tantas madres que desde el amor, la generosidad y la entrega acogen llenas de gozo y de felicidad

al hijo que llega, que esperan en la familia el rega-lo del hijo como lo mejor que puede sucederles como matrimonio.

Es tanto lo que hemos recibido y recibimos de nuestras madres que ser hijo con relación a la madre es saber vivir, devolviendo un poco

del mucho amor que se ha recibido de ella.

Rindamos el mejor homenaje de amor a todas nuestras madres, por-que se lo merecen todo, pongamos todo cuanto esté de nuestra parte para que sean felices y, cuando sean ancianas, acordémonos de lo mucho que se entregaron cuando más las necesitábamos, para que sepamos devolverles algo del mucho amor que ellas nos dieron.

Que la madre de cielo interceda especialmente, en este mes dedicado a ella, por nuestras madres terrena-les, para que si viven con nosotros aquí en la tierra sean y las hagamos felices y si ya han muerto gocen para siempre de la felicidad eterna.

¡Feliz mes de la madre del cielo para todas vosotras, madres de la tierra!

Rindamos el mejor homenaje de amor a todas nuestras madres,porque se lo merecen todo

Mes de mayo, mes de María, mes de la madre

¡Feliz mes de la madre del cielo para todas vosotras, madres de la tierra!

Director: Miguel Á. Jiménez Salinas • Edita: Delegación MCS c/ Caballeros, 5 13001 Ciudad Real. Tel.: 926 250 250 • E-Mail: comunicacion@diocesisciudadreal.es

Salterio y Lecturas bíblicas para la semanaII Semana del Salterio. Lunes Hch 16, 11 – 15 • Jn 15, 26 – 16, 4a Martes Hch 16, 22 – 34 • Jn 16, 5 – 11 Miércoles Hch 17, 15.22 – 18, 1 • Jn 16, 12 – 15 Jue-ves San Juan de Ávila, presbítero y doctor 1Cor 2, 1 – 2.4 – 8 • Lc 10, 1 – 9 Viernes Hch 18, 9 – 18 • Jn 16, 20 – 23a Sábado Hch 18, 23 – 28 • Jn 16, 23b – 28

Domingo, 6 de mayo de 2018CV

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• ENTRADA. Desde la Vigilia Pascual, hemos recorrido un largo camino tras las huellas del resucitado. Hoy es el último domingo de Pascua. El próximo domingo, será la fiesta de la Ascensión del Señor y, al siguiente, Pentecostés. Él nos prepara para que, al renovar el don de su Espíritu, participemos de su comunión trinitaria.

• 1.ª LECTURA (Hch 10, 25 – 26.34 – 35.44 – 48). La lec-tura testimonia que el Espíritu Santo abraza y une en la Iglesia de Jesús a quienes antes no creían.

• 2.ª LECTURA (1Jn 4, 7 – 10). Vamos a escuchar la defi-nición cristiana de Dios: Dios es Amor. Él nos ha ama-do primero por medio de la entrega de su Hijo, que ha sido resucitado por el Padre.

• EVANGELIO (Jn 15, 9 – 17). El evangelio nos pide que nos amemos con el mismo amor con que nos ha amado Cristo. Esto supone ser fieles a su Palabra y a su estilo de vida.

• DESPEDIDA. Prolonguemos la eucaristía en nuestras vidas. El jueves celebraremos la fiesta de san Juan de Ávila, patrón de nuestra diócesis y del clero español. Ofrezcamos nuestra oración y nuestras obras en favor de nuestros sacerdotes, y pidamos al Señor que susci-te nuevos pastores al servicio de su pueblo.

S. Con alegría, dirijamos a Dios nuestra oración:— Por quienes formamos la Iglesia: para que sepamos lle-

var el amor de Cristo a la sociedad. Roguemos al Señor.— Por todos los pueblos de la tierra: para que descu-

bran, con la ayuda del Espíritu Santo, la vocación a la santidad. Roguemos al Señor.

— Por quienes están experimentando el sufrimiento: para que sean fortalecidos por Dios y encuentren ayuda en nosotros. Roguemos al Señor.

— Por nuestra parroquia, especialmente, por sus jóvenes: para que reciban la llamada de Cristo a seguirle en el sacerdocio o en la vida consagrada. Roguemos al Señor.

— Por los sacerdotes que van a celebrar la fiesta de su patrón, san Juan de Ávila: para que compartiendo su celo apostólico anuncien, como él, «que Dios es nues-tro amor». Roguemos al Señor.

S. Te lo pedimos, por Jesucristo, nuestro Señor.

VI Domingo de Pascua (ciclo B)Moniciones Oración de los fieles

Para la celebración Por Juan Carlos Torres Torres

CantosEntrada: El Señor nos llama (CLN/A5) Salmo R.: El Señor reve-la a las naciones su salvación (LS) Ofrendas: Bendito sea, Señor (CLN/H5) Comunión: Pequeñas aclaraciones (CLN/725) Despe-dida: Anunciaremos tu reino (CLN/402)

La Hospitalidad Diocesana de Lourdes ha convocado su XLI Peregrinación con enfermos, que tendrá lugar entre el 22 y el 26 de junio de 2018. Este año, además, se celebran 160 años de las apariciones, con el lema «Haced lo que Él os diga».

Para participar en la peregrinación, hay que inscribirse en la calle Caballeros 7, en la sede de la Hospitalidad, de lunes a viernes, de 17:30 a 19:30 horas. Con la peregrinación con enfermos, también la Hospitalidad Diocesana propone la peregrinación con niños que, además de participar en actos de toda la diócesis, disfrutan en esos días de juegos y actividades especiales. Se pueden inscribir niños de entre 7 y 15 años, hasta el 30 de mayo, en el despacho de catequesis de la parroquia de Santiago, de Ciudad Real.