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CIENCIA Y TECNOLOGA

El ambiente intelectual y sociopolticoen el que germina la ciencia de lasociologa es una etapa traumatizadapor la Revolucin y su extenso acompa-amiento de causas, efectos y determi-nantes, de entre los que el afn deorden y reestructuracin social se cons-tituir en mvil principal en la forma-cin de la nueva ciencia; pero tambinde una extraordinaria fertilidad para lasciencias y el pensamiento. La sociolo-ga naciente, adems, sera una conse-cuencia del vaco explicativo dejado porlas restantes ciencias sociales.

Parece fuera de toda duda que, por loque al origen de la sociologa se refiere,el impulso inicial procede claramente dela acelerada etapa de cambios habidaentre 1780 y 1860, aproximadamente.Aunque si atendemos a sus orgenes msdirectos, que son franceses e ilustrados,tendramos que completar ese marco his-trico aludiendo a lascinco revolucionesdescritas en captulos anteriores. El mo-mento es, tambin, doblemente conserva-dor: en lo poltico por el horror profesa-do a la revolucin por sus protagonistas yen lo cientfico por el enfoque epistemo-lgico, el positivismo , al que se recurre.

EL POSITIVISMO Y SAINT-SIMON

El positivismo que marca la poca esgestado por la Ilustracin, sin duda, peroes evidente que presenta rasgos tpicamen-

te romnticos; los delata su tendencia aidentificar lo infinito con lo finito, a con-siderar lo finito como revelacin y realiza-cin progresiva de lo infinito. Con el po-sitivismo la ciencia se exalta y llega allenarse de significacin religiosa, preten-diendo suplantar a las religiones tradicio-nales. Es a este positivismo social, surgi-

do en la coyuntura histrico-intelectual dela Revolucin, al que pertenecen el pensa-miento y la obra de Saint-Simon, as comolos de sus primeros seguidores, incluyen-do de manera especial a Comte. (No debe-remos menospreciar, por otra parte, la fi-gura que ocupa el teln de fondo de estemomento histrico-cultural, que no es nims ni menos que Napolen, entre cuyasnumerosas influencias estar, ciertamente,el impulso de la ciencia.)

Personalidad singular desde cualquierpunto de vista, Saint-Simon resulta inde-fectiblemente unido tanto a la formacindel espritu politcnico como a la cons-truccin de la sociologa, as como al sur-gimiento del positivismo, a la definicinde un primer socialismo Aun hoy, enque perviven las sociedades sansimonia-nas en Francia, su perfil humano e inte-lectual presenta claroscuros y suscita po-

lmica, en gran medida debido a la devo-cin de sus primeros discpulos, decidi-dos a hacer hagiografa, ms que biogra-fa, de su admirado maestro.

Pero hoy difcilmente se puede noestar de acuerdo en que Saint-Simon fueel primer socialista de la historia (y el l-timo ilustrado), el padre indiscutible del

industrialismo contemporneo fueigualmente para algunos, y en sentido ge-neral, el primer socilogo y fundador de ladisciplina, el primer utopista postindustrial,uno de los primeros pensadores del europe-smo el primer terico moderno de la te-ora de redes y del papel social y econmi-co de las grandes infraestructuraspblicas el gran espritu politcnico y en-ciclopedista, etctera1. (Y no falta quienaade a todo lo anterior: precursor del mo-vimiento feminista, de la Sociedad de Na-ciones, de la Unin Europea, de los planesde urbanismo, de la modernizacin del sec-tor bancario y las redes fiduciarias). Cor-ts aporta su propia descripcin, digamos,suplementaria: un poeta novalisiano, pro-cristiano, excntrico y extremadamentemanitico,maravillado por dos fuerzas fun-damentales, el cristianismo y la industria, yque dio un socialismo utpico de lmites di-fusos y figuracin amorfa.

Por lo dems, es su presencia activa en

Pars a partir de 1795 lo que enmarca elpapel histrico e intelectual de su figura enlas coordenadas que mejor nos convienenpara nuestro propsito, que es vincular elpositivismo expresado por un conjunto depersonalidades del crculo politcnicocon la aparicin de la sociologa, la cienciasocial por antonomasia que brota, necesa-riamente, de una coyuntura excepcional,en la que no resulta nada fcil discernir laprelacin en la capacidad de cambio de losnumerosos elementos activos en presencia,sean polticos, socioeconmicos, militares,intelectuales, religiosos El anlisis de lafigura del conde de Saint-Simon arist-

Los ingenieros positivistas,fundadores de la sociologa

Pedro Costa, Ing enier o Tcnico de Telecom unicacin ,Prof esor d e la EUITT de M adr id

Auguste Comte

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crata, aventurero, especulador y arruinado,intelectual autodidacta, organizador impe-nitente cientfico social en suma resul-ta necesario, si no esencial, para entenderla configuracin del esprituingenieril 2,tanto ms cuanto que l es el primer inte-lectual que sita a los industriales en elcentro del juego social surgido de la Revo-lucin (poltica, social y tcnica).

Desde el verano de 1817 une su destinointelectual al de Augusto Comte jovenpolitcnico y el primero de la legin de in-genieros que reconocern a Saint-Simoncomo su maestro, al que toma como se-cretario y con el que trabajar hasta mayode 1824, un ao antes de su muerte (antes,a principios de 1823 intentar suicidarse,sin xito). Con su colaboracin surgirn al-gunas publicaciones peridicas, La Polti-

ca y El Organizador 3

, creando un partidopoltico, El Partido Industrial, en esa mis-ma poca. Tambin producto del trabajo encomn sern, entre otras obras, elSistemaindustrial (de 1821, considerado el estudioms sistemtico atribuido a Saint-Simon,destinado a acabar de una vez por todascon la revolucin) y elCatecismo de losindustriales (de 1823, donde se reserva alos empresarios industriales y banque-ros la organizacin del poder temporal).Saint-Simon toma a la fbrica como mode-lo de organizacin social, resumiendo enella la teora, la prctica y los ideales posi-tivistas. El objetivo del Estado ser la pro-duccin econmica y poco ms, y por esoel Gobierno deber estar constituido porlos elementos productivos: industriales,propietarios y trabajadores de todo tipoNo siempre ser posible distinguir la auto-ra material de los trabajos realizados encolaboracin por Saint-Simon y Comte,contribuyendo esta confusin, a la postre,

al distanciamiento y ruptura entre ellos (sinquitarle importancia a las diferencias defondo, como el rechazo por Comte de laevolucin de Saint-Simon, queriendo con-vertir sus doctrina en una nueva religin).

INGENIEROS PIONEROSDE LA SOCIOLOGA

La sociologa nace del espritu genuino

de una poca convulsa y diferenciada, la definales del siglo XVIII y principios del XIX;y por tanto se enraza en los conocimientos,

ideas y concepciones fruto de la Moderni-dad: de ah que la sociologa resulte unaciencia-corolario , que surge del positivismosansimoniano y comteano. El ambiente in-telectual reinante presiona con fuerza sobrela ciencia social emergente, imponiendo lametodologa de las ciencias fsico-naturalesy el espritu optimista, que no es sino latransposicin al mbito sociolgico de lasexigencias metodolgicas del oficio deingeniero y de las disciplinas de aplicacin,as como del ideal proyectista y construc-tivista del hombre politcnico. Esa influen-cia metodolgica de las ciencias fsico-naturales y concretamente de su mximarepresentacin del momento, la ingeniera,quedar reflejada en las denominacionestentativas de la nueva ciencia la fisiolo-ga social de Saint-Simon, la fsica social deComte y Qutelet que precedern a la de-finitiva, lasociologa , que es comteana (yque quedar acuada en 1839).

Auguste Comte (1798-1857) es con-siderado comnmente el padre de la so-ciologa, aunque queda claro que sigue latrayectoria intelectual de numerosos pre-decesores, hundiendo su filosofa socialsus races sobre todo en Saint-Simon y laescuela sansimoniana. Ingres en la Poli-tcnica de Pars en 1814, un ao antes dela edad reglamentaria, destacando por labrillantez de sus estudios; pero fue expul-sado de resultas de su actitud insubordi-nada en un momento de contestacin po-litcnica, que llev al primer cierre de laescuela en 1816. Volvera a la Politcnicaen 1832, cuando fue nombrado profesorrepetidor de anlisis matemtico y demecnica (y en 1836, examinador de ad-misin), pero nunca logr que lo nom-braran titular. Tras su expulsin se inici

en la enseanza particular de las matem-ticas y estudi intensamente a Lagrange yCondorcet, as como la economa poltica.Tena 19 aos cuando, en agosto de 1817,entr a trabajar como secretario del con-de de Saint-Simon, mostrndole un enor-me fervor durante los seis aos que duresta colaboracin.

Lo esencial de sus denodados esfuer-zos por construir una ciencia de la socie-dad siguen la idea expresada a la tempranaedad de 26 aos y que se propuso demos-trar: que existen leyes que gobiernan eldesarrollo del gnero humano tan precisascomo las que determinan la cada de unapiedra. Su voluminosa obra, orientadasiempre por la tesis de la unidad humana,se distribuye a lo largo de tres etapas dife-renciadas de su pensamiento. A la primera(1820-26) pertenecen losOpsculos de fi-losofa social: sumaria apreciacin sobreel conjunto del pasado moderno , el Pros-

pectus , y Consideraciones filosficassobre las ciencias y los sabios , entre otras;la segunda est caracterizada por la publi-cacin delCurso de filosofa positiva(1830-42); y la tercera por elSistema de

poltica positiva (1851-54). La esencia dela obra comtiana se basa en su clebre leyde los tres estados, por la que el conoci-miento en general y cada rama del saber enparticular, as como cada sociedad indivi-dual, debe recorrer tres fases o niveles te-ricos distintos y progresivos: elteolgico oficticio, equivalente a la infancia; elmeta-

fsico o abstracto, que es el de la adoles-cencia; y el positivo o cientfico, que es elde la virilidad, estado definitivo de cual-

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Quetelet

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quiera de ellos y que se relaciona con lamayora de edad de la humanidad. Y el ob- jeto de la fsica social, o sociologa, es des-cubrir las leyes naturales del progreso, ine-vitable, de la civilizacin,que son leyes tannecesarias como las de la gravitacin o, engeneral, de la fsica newtoniana.

En sus planes, rotos por su muerte en1857, figuraba la elaboracin de una ter-cera gran obra tecnolgica, que l preten-da centrar en la accin del hombre sobrela naturaleza. Toda su obra es coherentecon sus ideas juveniles de reorganizacinde la ciencia y, consecuentemente, de lasociedad, y aunque su obra resulta extre-madamente prolija y no siempre se acom-paa del rigor pretendido, Comte lleg aser uno de los pensadores sociales msinfluyentes del siglo XIX.

Pero Comte es un intelectual de saludmental problemtica, que tuvo una pri-mera y seria crisis de locura en 1826 de

resultas del exceso de trabajo. La dcadade los aos de 1840 presenta una rupturaanmica e intelectual, en la que se dan laruptura definitiva con su esposa, su aleja-miento como profesor de la Politcnica(1844), el encuentro con Clotilde deVaux (1845-46), amor platnico dramti-camente breve. Es tambin el principiode la poca delirante y mstica de Comte,que entra en una fase intelectual de acu-sado conservadurismo, que muchos rela-cionan con el romanticismo ambiente enesa primera mitad del siglo XIX y queacaba derivando en un misticismo reli-gioso que le llevar a autoproclamarse

Sumo Sacerdote de una nueva y necesa-ria religin positivista.

El estado que quieren perfilar y anun-ciar tanto Saint-Simon como Comte, quedefinimos como politcnico, se referir auna sociedad tecnolgica, tecnocrtica ytecnfila que permita la instauracin delorden, del consenso, la justicia y el pro-greso sobre nuevas bases y valores socia-les que derivarn, a su vez, de un nuevoestado delespritu . En la direccin mar-cada por Saint-Simon, el positivismocomtiano trmino resultado de la cons-truccin que el propio Comte hace de lapoltica positivista designa la doctrinaque proclama la necesidad de ceirse a loshechos u de reconocer el apoyo de la ex-periencia, y muestra el camino que lleva aconstituir la ciencia como fundamento de

un nuevo orden social unitario: la reformasocial est, pues, en la ciencia; y viene aser la doctrina que reduce lo real a lo ex-perimental, que se convierte as en sinni-mo de positivo . El positivismo, en conse-cuencia, no es solamente una teora de laciencia sino, adems, un movimiento dereforma social, as como una religin.

El papel de Adolphe Qutelet (1796-1874) en el arranque de la sociologa no al-canza, ni con mucho, la trascendencia de laobra de Comte, pero son varios los motivospor los que se le debe tener en cuenta, deentre los que destaca su impulso a la esta-dstica social, es decir, a la matemtica delos fenmenos sociales tales como el cri-men, el suicidio o el matrimonio. De ah

que su nombre y su itinerario intelectual fi-guren tanto en la historia de las matemti-cas, siendo uno de los fundadores de laciencia estadstica, como de la sociologa yde lo que actualmente se entiende como so-ciedad de la informacin, adems de serconsiderado como un gran divulgador cien-tfico, notable astrnomo, criminlogoDe ascendencia flamenca, Qutelet se doc-tor en matemticas en la Universidad deGante en 1819, convirtindose a continua-cin en profesor de matemticas en el Ate-neo de Bruselas. En su estancia en Pars de1823 conoci a importantes matemticos yestadsticos de la poca, que le abrieron deforma decisiva sus perspectivas intelectua-les, dejndose deslumbrar, singularmente,por la disciplina de la probabilidad y, en ge-neral, las posibilidades de estudio racional

y matemtico de la conducta humana. Es elmomento en que recibi la influencia de laEscuela Politcnica.

Qutelet, efectivamente, se inscribeen una poderosa corriente de racionaliza-cin de la observacin de lo social, resul-tado de una convergencia indita y fe-cunda entre intereses estatales de controlsocial, preocupaciones humanistas y sa-nitaristas de ayuda a las poblaciones msdesheredadas. Y por ello figura entre losfundadores de una estadstica social es-pecialmente interesada en las aplicacio-nes demogrficas, que asume que los fe-nmenos de carcter social se rigen porlos mismos principios de la mecnica la-placiana, es decir, que en definitiva pre-tenda aplicar la fsica newtoniana, y msconcretamente el marco de la astronomay los movimientos celestes, a los asuntoshumanos y sociales. En la base de lo quel llama fsica social coloca su teora delhombre medio , o promedio , anlogo al

centro de gravedad de los cuerpos lamedia en torno a la que oscilan los ele-mentos sociales un ser ficticio al que to-das las cosas le sucedern conforme a losresultados obtenidos para la sociedad.

Infatigable, Qutelet tambin cre enBlgica la Comisin Estatal de Estadsti-ca (1841), impulsando la celebracin enBruselas (1853) del primer CongresoInternacional de Estadstica (dos aosdespus de la primera gran ExposicinUniversal de Londres), en el que contcon el apoyo y la participacin de Char-les Babbage (1792-1871), considerado elprimer informtico de la historia.

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Herbert Spencer

Frederic Le Play

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OTROS INGENIEROSSOCILOGOS DEL SIGLOXIX: LE PLAY Y SPENCER

La tesis acerca del estrecho vnculoentre ingeniera y sociologa quedara in-completa si no aludimos a un segundogrupo de ingenieros-socilogos que yareflejan un primer paso expansivo dela nueva ciencia con la diversificacin deintereses y nacionalidades. Se trata delfrancs Le Play, que hace de la familiaclsica y conservadora uno de sus prin-cipales objetos de estudio, y el inglsSpencer, evolucionista victoriano y msdarvinista que Darwin.

Frdrick Le Play (1806-82), que es-tudia en la Politcnica y se titula como

ingeniero en la Escuela de Minas (1829),figura entre los fundadores de la cienciasociolgica por sus trabajos masivos ysistemticos sobre la organizacin y elcomportamiento obrero y familiar. Se in-teres vivamente por la estadstica, perosiempre reconoci que fue a partir de suexperiencia como ingeniero metalrgico,lo que le permiti recorrer gran parte deEuropa en los aos 1834-48, como cons-truy su concepcin de la vida social,aplicando a la sociedad las reglas que ha-ba observado en el estudio de los mine-rales y las plantas. Para ello el mtodoempleado fue la observacin directa, per-sonal y sistemtica, y as lo reflejan susprimeras obras.

Su vocacin estar determinada clara-mente por las revoluciones de su tiempo,

que le horrorizaron sobre todo por suacentuado catolicismo. En 1855 dejarasu profesin minero-metalrgica para de-dicarse enteramente a los estudios socia-les. Los Obreros europeos (1855), con 36monografas de familias obreras estudia-das con motivo de sus largos viajes, es suprimera obra monumental; el mismo m-todo positivista-naturalista emple en lastrece monografas de Los Obreros de dosmundos , publicadas entre 1857 y 1912 enel seno de laSociedad de economa so-cial , por l fundada (1856). Es, en todocaso, un continuador de la ingeniera so-cial que propugnase Saint-Simon ymiembro de su escuela, as como uninvestigador inspirado en el mtodo fsi-co-matemtico y obsesionado por la pazsocial.

El caso de Herbert Spencer (1820-1903) se aparta sensiblemente del de LePlay, si bien retiene su categora de fun-dador de la sociologa con la triple condi-cin de ingeniero (de ferrocarriles), de pe-riodista (trabaj paraThe Economist ) y debilogo autodidacta decididamente entre-gado a las tesis liberales y darwinianas.Spencer expres siempre inters por lahistoria natural, la fsica y la qumica, norecibi enseanza universitaria alguna,recibi su formacin primera de su padrey to, maestros, y slo consigui un ttulo,prctico, de ingeniero civil. Se inici muy joven trabajando para una compaa deferrocarriles (1837-41), tarea muy ade-cuada para quien consideraba que la ex-pansin ferroviaria concretaba los idealestanto de la revolucin industrial como del

podero britnico. No obstante pronto de-cidi abandonar la ingeniera para escri-bir, lo que consigui ejerciendo comosubdirector deThe Economist (1848-53)4al tiempo que empezaba a publicar sus re-flexiones filosfico-polticas. Conociperidicas etapas de necesidad, as comoalguna feliz circunstancia (herencias fa-miliares, ayudas de discpulos), pudiendovivir de su obra escrita hacia 1871. De suinmensa obra destacan: Esttica social(1848),Principios de Psicologa (1855) yla monumentalFilosofa sinttica , queanunci en 1860 y que fue publicndose alo largo de su vida. De vida modesta yconcentrada en el estudio, siempre fue unhipocondraco de carcter reservado, au-toritario y dogmtico; pese al triunfo desu obra y a la fama de que disfrut, siem-pre se neg rotundamente a recibir ningu-na distincin u homenaje.

Tpico producto de la Inglaterra vic-toriana, no tuvo nunca dudas sobre la

superioridad de su raza, de su cultura yde su tiempo, reflejando el tipo perfectode progresista de fe ciega en los avancescientfico-tcnicos y socio-econmicos,como resultado forzoso de la expansinbritnica de las ideas liberales poltico-econmicas. Su darwinismo social eraestricto y as, adems de considerar quelas clases sociales inglesas, adineradas yeducadas, eran las ms capaces, pensabaque el Estado no deba tomar iniciativaalguna por aliviar la suerte de los ms po-bres, a los que slo corresponda la auto-extincion (de ndole natural) en bien delequilibrio social.

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BIBLIOGRAFA

BERTHELOT, J-M. (2003): La construccin de la Sociologa .CORTS, Francisco J. (2006): La cole polytechnique y la bifurcacin ideolgica de Occidente ,

Universidad de Almera, Almera.COSTA, Pedro (2007): La aparicin de la mentalidad ingenieril: de la Ilustracin a la formacin

de la Sociologa, en I Seminario sobre la Ingeniera y las ciencias sociales y Humanidades , EUITT,Madrid.

CUIN, Ch-H. y GRESLE, F. (2002): Histoire de la sociologie I: avant 1918 .

NOTAS1 Corts, pp. 108-109.2 Aunque en los pagos espaoles resulta inevitable el sesgo, digamos, peyorativo, del trminoin-

genieril , su uso como adjetivo que acompaa a un sustantivo carcter , espritu , modelo , ideal e in-clusotcnica nos resulta ineludible y, por otra parte, es utilizado sin connotaciones negativas en otraslenguas.

3 Publicacin que abra con el famoso textoParable , en el que Saint-Simon demostraba que siFrancia perdiera de pronto sus primeros cincuenta cientficos en cada sector, sus primeros cincuentaingenieros, artistas, poetas, industriales, banqueros y artesanos de diversas clases, desaparecer su ver-dadera vida y civilizacin, y comparaba esta tragedia con lo que sucedera si las prdidas fuesen delmismo nmero de aristcratas, dignatarios del Estado, alto clero concluyendo que stas no seranrelevantes.

4 Actualmente semanario,The Economist fue fundado en 1843 y desde entonces representa la vozde la ortodoxia liberal en materia econmica y, de forma menos militante, poltica.

Carnot