http://parroquiaasuncionags.org.mx

CÁPSULAS LITÚRGICAS SOBRE LA EUCARISTÍA

PRIMERA LA PREPARACIÓN La Celebración Eucarística comienza en la Sacristía. El Sacerdote revestido delante del Cristo hace su oración de preparación al Santo Misterio. En silencio dice estas o semejantes palabras “Señor ayúdame a celebrar esta Misa como si fuera la primera, la única y la última de mi vida”, acto seguido, junto con los monaguillos, se hace la reverencia al Cristo y se encaminan hacia el Templo. SEGUNDA CANTO DE ENTRADA Al entrar el Sacerdote al Templo acompañado de los monaguillos, se inicia el canto de entrada (cuando hay canto ya no se dice la antífona, y si no hubiera canto, se podría decir la antífona). Este canto siempre tiene que ser litúrgico, es decir, apegado a las normas eclesiásticas. El canto de entrada deberá introducirnos a la celebración de la Santa Eucaristía, por ejemplo…Venimos hoy a tu altar… o Qué alegría cuando me dijeron…por mencionar algunos entre otros tantos. TERCERA INCENSACIÓN Una vez que el Sacerdote, acompañado de los monaguillos, se encuentra frente al altar, hace una reverencia (porque el altar representa a Cristo). Si la Celebración es solmene, se inciensa el altar, el Cristo y la imagen del Santo Patrón (na) a quien esté consagrado el Templo. El incienso que se quema siempre sube recordando aquella parte del salmo “Así como el incienso que se quema sube a lo alto, así llegue nuestra oración a ti Señor Dios”. CUARTA BESO AL ALTAR

Cáp

sula

s lit

úrg

icas

http://parroquiaasuncionags.org.mx

Profundamente y con solemnidad el Sacerdote Besa el altar. Es el beso que se da al mismo Cristo (de quien escucharemos su enseñanza y de quien celebraremos su memorial). El altar es la misma Mesa de la salvación, “el que come de este Pan vivirá eternamente”. Siempre deberá estar en un ligar visible y céntrico (sea al centro, que al frente del Templo) representando la Presencia viva de Cristo en medio de su pueblo. QUINTA INVOCACIÓN A LA TRINIDAD La fe que profesamos, es una fe Trinitaria, es decir, afirmamos la existencia de un Dios en tres diferentes personas. Así, el Sacerdote dirigiéndose gozoso al pueblo, formalmente comienza la celebración con la invocación Trinitaria. “EN EL NOMBRE DEL PADRE Y DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO”. Al iniciar así la Santa Eucaristía nos cubrimos con la gracia de DIOS que será quien guie toda nuestra Celebración y nuestra cotidiana vida. SEXTA SALUDO LITÚRGICO El Sacerdote dirige a la asamblea el saludo litúrgico. No es sólo un saludo de formalidad hacia el pueblo; es el anhelo de que todos los convocados a la Mesa del Señor experimenten su paz. El Sacerdote dirá estos u otros saludos “Que la Paz de Cristo esté con ustedes”, “La gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión de Espíritu Santo estén con Ustedes”….. el pueblo responde “Y con tu espíritu”. SÉPTIMA ACTO DE CONTRICCIÓN En el nombre de Cristo-Jesús, el Sacerdote exhorta a toda la asamblea a purificar el corazón con estas o semejantes palabras, “Hermanos delante de Dios que es Padre de misericordia reconozcamos que hemos pecado y pidamos perdón”, acto seguido se reza en comunidad el “Yo confieso…” así da inicio el acto penitencial=momento de purificación interior sincera.

OCTAVA

Cáp

sula

s lit

úrg

icas

http://parroquiaasuncionags.org.mx

SEÑOR TEN PIEDAD Señor ten piedad, Cristo ten piedad, Señor ten piedad… esta oración, que puede ser cantada o rezada, dirige nuestra mirada y corazón al SEÑOR Y CRISTO, invocando su misericordia y piedad al reconocernos pecadores. No se trata de hacer un profundo acto de contrición, sino sólo de examinar de forma general que por nuestra humana condición hemos pecado y queremos purificarnos para celebrar con dignidad el encuentro con Cristo. NOVENA GLORIA Gloria a Dios en los cielos… El Gloria (que puede ser cantado o rezado) es un himno de alabanza a la Santísima Trinidad, a través de él mostramos nuestra adoración al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, expresando nuestra gran alegría de ser hijos de Dios. Es una de las más perfectas formas de alabanza. Sólo las personas de “buena voluntad” se dejan amar por Él; quien carece del amor de Dios en su corazón, ignora como glorificarlo. DÉCIMA ORACÍON COLECTA (colectamos nuestras intenciones) Una vez terminado el himno del Gloria, pasamos a la ORACIÓN COLECTA. El Sacerdote dice “OREMOS” y hace un breve espacio en el que la asamblea en silencio deberá poner sobre el Altar su (s) intención (es) para la Misa. Acto seguido el Sacerdote lee las intenciones anotadas con antelación (difuntos y vivos) y procede con la oración señalada en el Misal Romano (libro rojo que usa el Sacerdote) propia del día. HASTA AQUÍ LOS RITOS INICIALES. UNDÉCIMA “LITURGIA DE LA PALABRA” DESPUÉS DE LOS RITOS INICIALES (1-10 cápsulas) DAMOS INICIO A LA LITURGIA DE LA PALABRA. Esta segunda parte de la Santa Eucaristía, constará de Primera Lectura, Salmo, Segunda Lectura, Aleluya, Aclamación antes del Evangelio, Evangelio, Homilía, Credo y Oración de los Fieles. La Iglesia también le llama “Primer Banquete”, porque degustamos de toda la riqueza de lo que el Señor quiere compartirnos y enseñarnos para nuestra vida.

Cáp

sula

s lit

úrg

icas

http://parroquiaasuncionags.org.mx

DUODÉCIMA “PRIMERA LECTURA” La Primera Lectura siempre estará tomada del Antiguo Testamento. Recordemos que el Antiguo Testamento consta de 46 libros; en él, Yavé-Dios, va Revelando su pedagogía en orden a la presentación final de su Hijo Jesucristo como Único Salvador. Podemos decir, entonces, que el Antiguo Testamento prepara el corazón de un pueblo (a través de siglos) a la llegada del Mesías de Dios. DÉCIMO TERCERA SALMO RESPONSORIAL Después de la Primera Lectura tiene lugar el Salmo Responsorial, que es una especie de eco o respuesta al mensaje proclamado. “ES COMO LA ORACIÓN DE LA LECTURA”. El salmo será siempre tomado de la Sagrada Escritura, la liturgia no lo elige al azar, sino buscando que tenga concordancia con lo que antes ya nos ha dicho la Palabra. Aquí es bueno recordar que el salterio de los salmos inspirados es de 150, todos ellos sumamente bellos. DECIMO CUARTA SEGUNDA LECTURA La Segunda lectura siempre estará tomada del Nuevo Testamento. Recordemos aquí que el Nuevo Testamento consta de 27 libros (Cuatro Evangelios, Hechos de los Apóstoles, 21 Cartas y Apocalipsis). En general la Segunda Lectura, dirigida a comunidades y personas concretas; estará también dirigida a nosotros, puesto que siempre nos dará orientaciones prácticas para nuestra vida de fe. Esa es la grandeza y el dinamismo de la Palabra (se hace vida y se encarna en el hoy de nuestra existencia). DECIMO QUINTA ALELUYA El concepto hebreo “Hallelu yah”, llegó al latín como “Halleluia”, que derivó en el castellano como “Aleluya”. Este término tiene varios usos, aunque el más frecuente expresa alegría por la Alabanza a Dios. También puede

Cáp

sula

s lit

úrg

icas

http://parroquiaasuncionags.org.mx

traducirse como “Alaben o Alabanza”. El canto como tal, antes del Evangelio, significa la alegría en el corazón Cristiano al escuchar las enseñanzas de Jesús. DÉCIMO SEXTA EVANGELIO El Evangelio es un conjunto de 4 libros contenidos en el Nuevo Testamento en donde se narra la vida, enseñanza y milagros de Jesucristo. La palabra evangelio es de origen latín “evagelium” y, esta a su vez proviene del griego “evanghélion”. Está compuesta por 2 vocablos “ev” que significa “bien” y “angelos” que expresa “mensajero”, por lo tanto, significa “buena nueva o mensaje feliz”. Debe ser solemnemente proclamado. Es el Señor quien habla; luz para nuestra inteligencia y paz para nuestro espíritu. DÉCIMO SÉPTIMA LA HOMILÍA La Homilía (Sermón o Reflexión) tiene que ser la interpretación de una profecía o la explicación de un texto bíblico. El Sacerdote deberá, en la homilía, actualizar lo que fue dicho hace más de dos mil años. Tiene el deber de explicar, en términos actuales, lo que Dios quiere decirnos con el mensaje proclamado en la comunidad. El Sacerdote echa mano de su conocimiento, estudio, preparación inmediata y aptitudes particulares para que el mensaje de Dios llegue al corazón del hombre en el aquí y ahora. DÉCIMO OCTAVA EL CREDO La fe es la base de la religión, el fundamento del amor. Jesús dijo: “Todo es posible para el que cree”. Uno de los momentos más bellos de la Liturgia de la Palabra es, sin duda, el que sigue a la homilía, cuando toda la asamblea se levanta y hace solemnemente su Profesión de Fe recitando en voz alta “CREO EN UN SOLO DIOS PADRE…” Es un juramento público de fe que tendrá que traducirse en testimonio y buenas obras en lo cotidiano de la existencia. DÉCIMO NOVENA LA ORACIÓN DE LOS FIELES

Cáp

sula

s lit

úrg

icas

http://parroquiaasuncionags.org.mx

Con la oración de los fieles concluye la Liturgia de la Palabra. “Es la Palabra hecha Oración”. También recibe el nombre de Plegaria Universal o Preces de la Comunidad. Sobre ella, el Misal Romano dice lo siguiente: “El pueblo, ejerciendo su oficio sacerdotal, ruega por todos los hombres del universo entero”. Conviene que esta oración se haga normalmente en todas las Misas dominicales y en la Misas de precepto. Se ora por la Iglesia, Estado, Oprimidos, Enfermos, Dificultades, etc. VIGESIMA LA PRESENTACIÓN DE LOS DONES Con la presentación de los dones inicia la tercera gran parte de la Santa Eucaristía llamada “LITURGIA EUCARÍSTICA”. ¿Qué dones ofrecemos? Principalmente el pan y el vino que serán transformados (por la gracia de Dios y tomando como mediador al Sacerdote) en el tesoro más grande, bello y sublime que podamos tener los Cristiano-católicos, es decir, en el Cuerpo y Sangre de Cristo. Ofrecemos, además, en la Patena del altar nuestra propia vida, para que así como el pan y el vino se transforman, de la misma manera, nuestra existencia (a veces miserable) sea transformada de cara a Dios. VIGESIMO PRIMERA CANTO DE OFERTORIO En el mismo momento en que son presentadas las ofrendas al Altar del Señor, se entona el canto llamado de “OFERTORIO”. Alguna vez (en algún lugar de la mancha), unos novios se molestaron sobremanera porque el Sacerdote celebrante no permitió que en el ofertorio se entonara una canción afamada del cuarteto Liverpool (The Beatles). La liturgia es muy sabia y extraordinariamente rica, como para que dentro del Ofertorio queramos entonar algún otro canto o canción no aptas para este momento Sagrado. VIGESIMO SEGUNDA INCENSACIÓN Y PURIFICACIÓN DE LAS MANOS

Cáp

sula

s lit

úrg

icas

http://parroquiaasuncionags.org.mx

Cuando la Misa es Solemne, se acostumbra incensar el altar, al Sacerdote y a la Asamblea. El incienso simboliza que el sacrificio a punto de realizarse debe subir hasta Dios, a la manera del humo (esto no tiene ninguna relación con la magia o brujería). Al lavarse las manos, el Sacerdote se purifica espiritualmente diciendo en secreto estas palabras “lava del todo mi delito, Señor, y limpia mi pecado”. Se trata de una oración inspirada en el salmo 50, en recuerdo de David pidiendo perdón por su pecado. VIGESIMO TERCERA El PREFACIO Terminada la purificación de manos da inicio el diálogo que nos introduce al Prefacio. Este diálogo es: El Señor esté con Ustedes, y con tu espíritu…etc. inmediatamente después comienza el Prefacio que es un himno de apertura que nos introduce al misterio Eucarístico, que proclama la santidad de Dios y da gracias al Señor. Existen prefacios de Adviento, de Navidad, de Epifanía, de Cuaresma, de Resurrección, de Pentecostés, de Cristo Rey, de la Eucaristía, de la Santísima Trinidad, de Nuestra Señora, San José, los Santos, los Apóstoles, los Mártires, los Pastores, de los Ángeles, de los Difuntos, etc. VIGESIMO CUARTA “EL SANTO” El final del Prefacio es siempre igual; termina con esta aclamación: “Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo”, etc… El Santo está inspirado en una visión del Profeta Isaías: un grupo de serafines se hacía presente en el templo, y aclamaba en voz alta: “Santo, Santo, Santo”… La triple repetición de la palabra Santo, es un recurso expresivo para reforzar al máximo la idea de santidad. Es como si dijésemos que Dios es SANTÍSIMO. Por otro lado, recordemos que Dios es “tres veces Santo”, es decir, Santísimo, Señor del Cielo, Señor de la Tierra. VIGESIMO QUINTA “LA EPÍCLESIS”

Cáp

sula

s lit

úrg

icas

http://parroquiaasuncionags.org.mx

Después del Santo viene la “Epíclesis”; esta palabra deriva del griego “EPIKLESIS” que significa “INVOCACIÓN DEL ESPÍRITU SANTO”. Ninguna liturgia es posible sin la presencia del Espíritu Santo. Esto se lleva a cabo justo cuando el Sacerdote junta sus manos y las impone solemnemente sobre los dones del pan y el vino que serán transformados por la gracia de Dios y la presencia de su Espíritu en el Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo. Momento que precede a la Consagración. VIGESIMO SEXTA “LA CONSAGRACIÓN” El Sacerdote, en la Persona de Cristo, actualiza el memorial pronunciando las palabras de la Consagración: “Tomen y coman todos de él….”, enseguida recuerda que Jesús tomó el cáliz, dio gracias nuevamente y lo pasó a sus discípulos diciendo: “Tomen y beban todos de él…”. En el momento de la Consagración, la asamblea debe arrodillarse brevemente y ponerse de pie de inmediato. “Hagan esto en conmemoración mía”, es la orden que Jesús dio al final de la Cena. La Iglesia, entonces, celebra la Misa para cumplir la voluntad expresada por Jesús. VIGESIMO SEPTIMA PLEGARIA EUCARÍSTICA Es una oración netamente “presidencial”, es decir, le corresponde rezarla al Sacerdote que preside la asamblea. El Sacerdote la proclama en el nombre de toda la comunidad, esta oración, se dirige, no a Cristo, sino al Padre. Consta de algunas partes: ACCIÓN DE GRACIAS, ACLAMACIÓN, EPÍCLESIS, TRANSFORMACIÓN DEL PAN, NARRACIÓN DE LA INSTITUCIÓN, ANÁMNESIS, OBLACIÓN Y OFRECIMIENTO, INTERCESIONES, DOXOLOGÍA FINAL. En las cápsula subsecuentes explicaremos las últimas cuatro partes arriba citadas. VIGESIMO OCTAVA ANÁMNESIS (MEMORIAL) La Iglesia cumpliendo este encargo que recibió de Cristo el Señor, a través de los Apóstoles, realiza el memorial del mismo Cristo, es decir, el recuerdo

Cáp

sula

s lit

úrg

icas

http://parroquiaasuncionags.org.mx

de su bienaventurada pasión, su gloriosa resurrección y su ascensión al cielo. Pero no es la evocación pasiva y fría de un acontecimiento pasado, sino un memorial vivo realizado en el aquí y ahora de la asamblea. Se lleva a cabo, pues, de nuevo la potencia salvadora de todos los hechos que nos merecieron la reconciliación con Dios. VIGESIMO NOVENA OBLACIÓN U OFRECIMIENTO La Iglesia reunida en la asamblea ofrece al Padre, en el Espíritu Santo, la Víctima Inmaculada, es decir, la Hostia Santa; pero al mismo tiempo espera que los fieles no sólo se unan al ofrecimiento de la Víctima Inmaculada sobre el altar, sino que también aprendan a ofrecerse ellos mismos, y que día a día perfeccionen, con la mediación de Cristo, la unidad con Dios y entre unos y otros. TRIGESIMA INTERCESIONES Es aquí en donde se expresa nuestra comunión con el Papa y Obispo de cada lugar, rogando a Dios por ellos, así como por todo el Pueblo de Dios que peregrina hoy por el mundo. Encomendamos también a nuestros difuntos, tanto los que han sido fieles cristianos, como aquellos cuya fe sólo Dios conoce. Todo ello en comunión con María Santísima y los Santos del cielo, a quienes de manera general también mencionamos. Hacemos presente, pues, a la Iglesia entera: la del cielo, la que se purifica, la que peregrina hoy… TRIGESIMA PRIMERA DOXOLOGÍA La palabra Doxología significa “expresión de alabanza”. Se lleva a cabo, cuando el Sacerdote tomando y elevando el Cuerpo y la Sangre de Cristo dice frente a toda la asamblea: “Por Cristo con Él y en Él, a ti Dios Padre Omnipotente, en la Unidad del Espíritu Santo, todo honor, toda gloria, por los siglos de los siglos..”. Expresamos fuertemente que la ofrenda que

Cáp

sula

s lit

úrg

icas

http://parroquiaasuncionags.org.mx

tenemos es Cristo y que por Él y con Él, damos gloria al Padre, movidos, inspirados y unidos al Espíritu Santo. TRIGESIMA SEGUNDA EL PADRENUESTRO Esta bellísima oración constituye la síntesis del Evangelio. Para rezar apropiadamente el Padrenuestro debemos penetrar en el pensamiento de Jesús y la voluntad del Padre. Es una oración con profundo sentido comunitario y nunca individualista. Sin importar que lo recemos a solas, al hacerlo estamos incluyendo en la oración a todos nuestros hermanos. Por eso decimos Padre “nuestro” y no Padre mío; venga a “nosotros” tu Reino, y no venga a “mí”. Es imposible rezar el Padrenuestro únicamente para uno mismo. TRIGESIMA TERCERA EL SALUDO DE LA PAZ La paz es un don de Dios, el mayor bien que hay sobre la tierra. Jesús dio la paz a sus apóstoles, como obsequio de la resurrección; fue a su encuentro y les dijo: “LA PAZ ESTÉ CON USTEDES” “LES DEJO LA PAZ, LES DOY MI PAZ” “LA PAZ QUE YO LES DOY NO ES COMO LA DA EL MUNDO”. Sólo cuando estamos libres del mal podemos experimentar la paz, y dar la paz. Así como únicamente Dios puede dar la verdadera paz, sólo quien está en comunión con Él es capaz de comunicar la paz a sus hermanos, es por eso, que la invitación del Sacerdote es: “dense en el amor de Cristo, un saludo de paz”. TRIGESIMA CUARTA LA FRACCIÓN DEL PAN Concluido el saludo de la paz, el Sacerdote parte la Hostia grande y coloca un trozo de la misma dentro del Cáliz con el vino Consagrado. Este acto recibe el nombre de “Fracción del Pan”. El Sacerdote ora en silencio las siguientes palabras “El Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, unidos en este Cáliz, sean para nosotros alimento de la vida eterna”. En

Cáp

sula

s lit

úrg

icas

http://parroquiaasuncionags.org.mx

este momento la asamblea entona o canta el Cordero de Dios. Mientras tanto, el Sacerdote se inclina rogando a Dios que esta Comunión contribuya a la Salvación… TRIGESIMA QUINTA CORDERO DE DIOS Se entona o se canta el Cordero de Dios…Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento Jesús es presentado como el Cordero de Dios. Siete siglos antes de Cristo, el profeta Isaías predijo que el Mesías sería conducido a la muerte “sin decir nada, como un Cordero llevado al matadero”. Juan Bautista exclamó “Ahí viene el Cordero de Dios, el que carga con el pecado del mundo”. De hecho, mientras Jesús moría en la cruz, en el Templo era inmolado el cordero pascual con el que los judíos conmemoraban la Pascua. Jesús es por excelencia el CORDERO SIN MANCHA QUE SE OFRECE PARA LA REDENCIÓN DEL GÉNERO HUMANO. TRIGESIMA SEXTA “LA COMUNIÓN” La Eucaristía es el tesoro que Jesús, el rey inmortal y eterno, dejó como misterio de salvación para todos aquellos que creemos en Él. Comulgar, entonces, implica recibir a Jesucristo como alimento de vida eterna. Quien comulga debe meditar acerca del misterio de la presencia real del Señor en su vida. Después de presentar la Hostia ante el pueblo…”Dichosos los invitados…”, el Sacerdote reza en voz baja, enseguida comulga con el Cuerpo y la Sangre del Señor, tras lo cual da la comunión a los ministros y a todos los fieles preparados para hacerlo. TRIGESIMA SEPTIMA ACCIÓN DE GRACIAS DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Al concluir la Comunión del pueblo, es conveniente que permanezcamos algunos momentos en silencio para interiorizar la Palabra de Dios y la acción de gracias. Es posible, también, recitar alguna oración, salmo o cantar algún canto de acción de gracias. El Pan de Vida Eterna (Cristo Jesús) se ha hecho uno en nosotros, y lo menos que podemos hacer es agradecer la

Cáp

sula

s lit

úrg

icas

http://parroquiaasuncionags.org.mx

grandeza de su amor al venir a nuestro corazón. Variadas son las oraciones que podemos proclamar en silencio o comunitariamente; la más conocida de todas es, Alma de Cristo

(Santifícame), Cuerpo de Cristo… TRIGESIMA OCTAVA LOS AVISOS Aunque estrictamente, esta sección no tiene nada de litúrgico, si es recomendable abordarla por cuestiones pastorales (muchas personas no tendrán otra oportunidad de recibir las comunicaciones que se hacen necesarias para la Comunidad y a favor de la misma). De preferencia el Sacerdote, abordará de forma muy concreta y clara, aquello que a consideración de la misma dinámica comunitaria, sea de vital importancia participar a los fieles. Este momento debiera ser inmediatamente después de la acción de gracias y antes de la oración final, sin embargo, si se cree conveniente se hará después de la oración final. (Así lo hacemos aquí). TRIGESIMA NOVENA BENDICIÓN Y SALUDO FINAL El Sacerdote de cara al Pueblo dice: “El Señor esté con Ustedes”, la asamblea responde “y con tu espíritu”, enseguida el Sacerdote da de forma general la bendición en el nombre de las tres Divinas personas, ojo, no es la bendición del Sacerdote; es la bendición de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, que el Sacerdote, como instrumento, dirige a toda la comunidad. Finalmente dice el saludo: “Vayamos a vivir lo que aquí hemos aprendido, podemos ir en paz”, todos responden: “demos gracias a Dios”, lo que significa que estaremos dispuestos a llevar la Misa (misión) a la vida cotidiana con un testimonio creíble. CUADRAGESIMA CANTO FINAL Así como hubo canto de entrada, ahora, antes de que nadie se retire, se entona el canto final (debe ser siempre apegado a las normas litúrgicas, es decir, no canciones hermosas y clásicas, sino cantos aprobados por la liturgia Católica). Es un canto que nos despide, pero que a la vez nos impulsa

Cáp

sula

s lit

úrg

icas

http://parroquiaasuncionags.org.mx

a vivir nuestra fe más allá de los muros del Templo (puede ser dirigido a María, nuestra Madre amorosa y fiel) Vrg. “Mientras recorres la vida, tu nunca sólo estas, contigo por el camino, Santa María va…”

Cáp

sula

s lit

úrg

icas