Cracovia - Shandy Cruzcampo · Y es que Cracovia es la ... El precio del billete sencillo ronda los...

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Una introducción Información práctica 8 Imperdibles Cracovia Por Meritxell Díaz www.shandycruzcampo.com Hay quien todavía asocia Cracovia a la imagen de una ciudad gris, sin vida y taciturna, que soporta el peso de una historia convulsa. Sin embargo, la Cracovia real está muy alejada del estereotipo y sorprende. Sorprende por su vida cuando cae la noche; por la cantidad de clubs subterráneos y de cafés entre los que elegir para ir a tomar una copa o leer el periódico delante de una taza de té; por el apogeo cultural que la ha inundado de galerías y museos; por el encanto de su barrio judío, en el que uno no puede dejar de perderse, y por el carácter hospitalario de sus habitantes. Los más de 120.000 estudiantes que la habitan han sido uno de los principales revulsivos para el cambio. Cracovia ha resurgido. Sin ir más lejos, el año pasado sedujo a más de siete millones de turistas, una cifra nada menospreciable que va a seguir yendo a más. Y es que Cracovia es la verdadera alma de Polonia. De hecho, fue capital del país entre 1038 y 1609, año en que Varsovia se hizo con el mérito. De ahí la rivalidad existente entre los habitantes de ambas ciudades. Cracovia, situada a 300 kilómetros de Varsovia, es una de las ciudades más bellas de Europa. No deja indiferente. Cautiva. Quizá por eso la UNESCO no dudó en incluirla en la primera lista que elaboró en 1978 de lugares Patrimonio de la Humanidad. Sus vistas sobre el río Vístula, el castillo de la colina de Wawel, la ciudad antigua y la Lonja de los Paños son sólo algunos de los muchos atractivos que ofrece al viajero. No olvides tampoco visitar la fábrica de Oskar Schindler, que Steven Spielberg inmortalizó en la película La lista de Schindler.

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Una introducción Información práctica 8 Imperdibles

CracoviaPor Meritxell Díaz

www.shandycruzcampo.com

Hay quien todavía asocia Cracovia

a la imagen de una ciudad gris,

sin vida y taciturna, que

soporta el peso de una historia

convulsa. Sin embargo, la

Cracovia real está muy alejada

del estereotipo y sorprende.

Sorprende por su vida cuando

cae la noche; por la cantidad de

clubs subterráneos y de cafés entre

los que elegir para ir a tomar una copa o

leer el periódico delante de una taza de té; por el apogeo cultural que la ha inundado de galerías

y museos; por el encanto de su barrio judío, en el que uno no puede dejar de perderse, y por el

carácter hospitalario de sus habitantes. Los más de 120.000 estudiantes que la habitan han sido

uno de los principales revulsivos para el cambio. Cracovia ha resurgido. Sin ir más lejos, el año

pasado sedujo a más de siete millones de turistas, una cifra nada menospreciable que va a seguir

yendo a más. Y es que Cracovia es la verdadera alma de Polonia. De hecho, fue capital del país

entre 1038 y 1609, año en que Varsovia se hizo con el mérito. De ahí la rivalidad existente entre

los habitantes de ambas ciudades.

Cracovia, situada a 300 kilómetros de Varsovia, es una de las ciudades más bellas de Europa. No

deja indiferente. Cautiva. Quizá por eso la UNESCO no dudó en incluirla en la primera lista que

elaboró en 1978 de lugares Patrimonio de la Humanidad. Sus vistas sobre el río Vístula, el castillo

de la colina de Wawel, la ciudad antigua y la Lonja de los Paños son sólo algunos de los muchos

atractivos que ofrece al viajero. No olvides tampoco visitar la fábrica de Oskar Schindler, que Steven

Spielberg inmortalizó en la película La lista de Schindler.

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Warsaw

REP. CHECA

SLOVAKIA

Y

LITHUANIA

Cómo llegar

desde España hacia los países anglosajones y, de allí, a Polonia. También está la opción de volar con compañías

tradicionales que, de vez en cuando, publicitan muy buenas ofertas a destinos internacionales.

Desde Madrid, ofrecen vuelos a Cracovia la polaca LOT Polish Airlines (www.lot.com), Lufthansa (www.lufthansa.com), la danesa

KLM (www.klm.com), la belga Brussels Airlines (www.brussels airlines.com) y la checa Czech Airlines (www.czechairlines.com).

Si sales desde Barcelona, la mejor opción es la compañía Czech Airlines. Por otro lado, Centralwings

(www.centralwings.com) ofrece vuelos directos de Girona a Cracovia a precios muy razonables. También desde

Girona salen aviones de la compañía Wizzair (www.wizzair.com) con destino a Katowice.

Iberia vuela a Varsovia desde la mayoría de aeropuertos españoles. Una vez allí se puede coger un tren hacia

Cracovia, que tarda unas tres horas en llegar.

Te recomendamos que compres tu billete de avión con antelación. Cada vez hay más polacos que viven en otros

países europeos y que reservan su asiento meses antes de las vacaciones. Por eso, y en especial si se viaja en

período vacacional, lo mejor es no dormirse.

El aeropuerto de Cracovia, Balice, se encuentra a 15 kilómetros del centro de la ciudad, aunque está conectado

a él mediante autobuses y trenes. También se puede coger un taxi, que cuesta entre 40 y 50 zloty (hay que tener

en cuenta que las tarifas suben si es festivo, si es de noche y si llueve). Katowice está considerado el segundo

aeropuerto de Cracovia, ya que se encuentra a muy pocos kilómetros de la ciudad y tiene muy buenas conexiones.

Para más información: www.pepetravel.com

En aviónLas compañías de bajo coste han abaratado los viajes a

Cracovia y a otras ciudades del este de Europa, por lo que se

está registrando un incremento del turismo hacia la zona.

Easyjet (www.easyjet.com) y Ryanair (www.ryanair.com)

ofrecen vuelos a Cracovia y a Katowice (aeropuerto situado

a pocos kilómetros), respectivamente. En ambos casos se

trata de vuelos que parten desde Irlanda y el Reino Unido,

países donde reside una importante comunidad polaca. Por

lo tanto, una posibilidad para encontrar vuelos económicos

es buscar combinaciones con estas dos compañías low cost

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En autobús

La compañía Alsa (www.alsa.es) ofrece servicios regulares desde Madrid, Zaragoza y Barcelona a Cracovia. Son

unas 46 horas de viaje y el precio del billete de ida y vuelta puede costar entre los 150 y los 200 euros. Sin embargo,

vale la pena elegir el avión, para no perder días en la carretera. Otras compañías recomendadas son Eurolines

(www.eurolines.com), Europa Express (www.europaexpress.com.pl) y Orbis Transport (www.Orbis-Transport.pl).

En coche

De Madrid a Cracovia hay 2.790 kilómetros de distancia. Si quieres ir en coche, se estima que para cubrir este

recorrido se necesitan unas 26 o 27 horas. Una posible ruta es pasar por Francia y Alemania hasta llegar a Polonia:

tendrías que salir de Madrid en dirección a Irún y seguir luego por la A63/E05/570 hacia Biarritz-Bayonee-Bordeaux.

En la A10/E05, deberías coger la salida 39 (Angoulème), y seguir en dirección a Poitiers y París. Para llegar a

Alemania, saldrías por la A320/E50 en dirección a Merlebach. Una vez en Alemania podrías seguir por la A6/E50

hacia Frankfurt y, luego, por la E4 para entrar en Polonia y tomar la salida de Wroclaw. Y, de allí, a Cracovia. El

precio aproximado entre peajes y gasolina es de unos 330 euros (sólo ida).

De Barcelona a Cracovia, la distancia es de 2.255 kilómetros y se tardan más o menos unas 21 horas en cubrirla.

Puedes salir de España por la carretera Girona-Francia (AP7), seguir en dirección a Lyon, luego a Estrasburgo

(A42/E611) y continuar por la A39. Entrarás en Alemania por la A36/E54, en dirección a Stutgart y Friburgo.

Tendrás que dirigirte hacia Dresden, entrar en Polonia a través de la E40, coger la salida de Wroclaw y seguir hasta

Cracovia. El precio aproximado, entre peajes y gasolina, es de unos 206 euros (sólo ida).

Para más información: www.viamichelin.com

En tren

No existe una línea directa entre España y Polonia, por lo que se deben ir tomando diversas conexiones para llegar

al destino. Por ejemplo, se puede viajar a Praga, Viena, Bruselas o Budapest y, desde allí, tomar un tren hasta la

estación de Krákow Glówny de Cracovia, que está en el centro de la ciudad y a poca distancia del casco antiguo.

Lo más conveniente, si optas por este medio de transporte, es aprovechar los precios del Interrail

(www.interrailnet.com/?gclid=COCEnvjAh5ECFQEvlAodFVtt-g)

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Clima, cuándo irLa mejor época para visitar Cracovia es de abril a octubre. Los inviernos polacos son largos y puede resultar no

demasiado agradable tener que visitar la ciudad con varios centímetros de nieve y protegidos con abrigo, bufanda

y guantes. El verano, bastante húmedo, es la estación de los turistas por antonomasia. De todos los meses, mayo

es el mejor, porque hace el calor justo y los días son muy agradables.

Dónde dormir

Cracovia ofrece gran variedad de alojamiento, desde albergues para jóvenes hasta apartamentos, bed and breakfasts y

habitaciones de hotel, situados en las zonas más céntricas. Los precios son uno de los principales atractivos porque están

al alcance de la mayoría de bolsillos. Para buscar tu alojamiento entra en www.cracowonline.com o en www.hostelworld.com.

Si te molesta el ruido y tienes un sueño ligero, mejor no reserves cama cerca de la iglesia de Santa María porque cada

hora en punto sale un trompetista a tocar la hora y puede resultar un tanto molesto. Cada vez más jóvenes escogen el

barrio judío de Kazimierz para alojarse, puesto que se trata de una de las zonas con mejor ambiente. Y si te van más

los hoteles, prueba el Hotel Cracovia: con 314 habitaciones, es todo un clásico de la ciudad.

Para más información: www.krakow.pl. También puedes preguntar sobre alojamiento u obtener cualquier información

que necesites una vez allí, en las diversas oficinas de turismo que hay en la ciudad (Rynek Glowny,1; Szpitalna, 25; sw.

Jana, 2, y Josefa, 7).

Cómo moverseLa mejor manera de moverse por Cracovia es en tranvía. El precio del billete sencillo ronda los 2,50 zl y no permite hacer

transbordo, mientras que el billete de 24 horas cuesta poco más de 10,40 zl y el número de viajes es ilimitado. Si coges el

tranvía más de cuatro veces en un día, ya te sale a cuenta. Acuérdate de validar el billete cuando subas: hay un gran

La monedaLa moneda oficial de Polonia es el zloty (zl). Aunque el país pertenece a la Unión Europea, todavía no ha introducido el

euro. Al cambio, un euro equivale a 3,614 zloty. Cuando viajéis a Cracovia, lo mejor es hacer el cambio de moneda en los

kantor (oficinas de cambio de divisas) de la ciudad, puesto que el valor es mucho mejor que el que se puede conseguir en

un banco español. Además, en el centro de Cracovia hay numerosas oficinas para poder comparar precios.

El nivel de vida aquí es más bajo que en España, lo que hace que los precios sean bastante atractivos. Para que

te hagas una idea, un café cuesta unos 4 zl (1,10 euros) y una cerveza puede costar unos 5 zl (1,30 euros) la

pequeña, y unos 8 o 9 zl (2,30 euros) la grande (por cierto, no dejes de probar la Zywiec, una cerveza rubia bastante

fuerte). Un periódico vale más o menos 1,50 zl.

Información práctica

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despliegue de revisores dispuestos a evitar que los turistas se pasen de listos y se cuelen. Los polacos lo ven como un acto

muy incívico y la penalización es una multa de 100 zl. Acuérdate de comprar el billete antes de subir al tranvía, en los

centenares de kioscos y tiendas en los que los venden, porque si lo compras una vez dentro tienes que pagar un suplemento.

Entre las líneas más turísticas están los números 3, 4, 13 y 24. Otra buena opción para desplazarse es el autobús.

La comidaLa base de la gastronomía son sopas y platos contundentes, porque está pensada sobre todo para las épocas frías del año.

Algunos de los platos que deberías probar para saborear la cocina tradicional son los pierogi (una especie de raviolis cocidos

que pueden estar rellenos de queso, carne, col o champiñones); el zurek (sopa con huevo cocido y carne); el barszcz (sopa

de remolacha); los bigos (plato de origen polaco y lituano cuya receta varía en función de la región, pero que se cocina

con una base de col fermentada y tomate), y el golonka (para los amantes de la carne).

Hay muchos y muy buenos restaurantes donde comer por un precio más que razonable, desde los más clásicos a los que introducen

ya algunos platos de diseño. Los restaurantes más baratos y populares son los bares mleczny, típicos de la época comunista, que

ofrecen las recetas tradicionales. El mejor se llama U Stasi, en la calle Mikolajska. En el restaurante Babcia Malina tienen el mejor

golabki (col rellena) de la ciudad, además de una decoración muy curiosa. En la calle Miodowa, en Kazimierz, puedes disfrutar

de la cocina polaca en el restaurante Polakowski. Para paladares más modernos, probad el restaurante Le Scandale, en la plaza

Nowy. Por cierto, los polacos están acostumbrados a dejar propina en los restaurantes. Esta página web te ayudará a escoger

entre la infinidad de lugares donde ir a comer: http://www.cracow-life.com/eat/restaurants.php.

Salir de nocheTe van a faltar noches para visitar la larga lista de bares y clubs de Cracovia. En el barrio de Kazimierz dos de los bares

más conocidos son el Singer, que tiene por mesas estructuras de antiguas máquinas de coser, y Alchemia, en el que la gente

entra para beber una cerveza y sale al amanecer. El bar Propaganda tiene una decoración peculiar, una divertida combinación

de pósters de Stalin y guitarras de rock. El barrio judío cada vez está más de moda, así que no tendrás problema para

encontrar un bar. En esta zona se ubican dos locales muy agradables para tomar un té o un café: el Ariel y el Alef. En éste

último solía tomar sus dosis de cafeína Steven Spielberg durante el rodaje de La lista de Schindler. Los clubs Lubu Dubu,

Frantic y Prozac son tres de las mejores opciones si quieres ir a bailar. En el barrio antiguo de la ciudad, toma una copa

en el bar Pauza, en la calle Florianska, en el Molière o en el Camelot.

Para encontrar más alternativas: www.cracow-life.com/eat/restaurants.php

Una curiosidadLa forma de indicar cuál es el lavabo de hombre y de mujer en Cracovia, y en el resto de Polonia, puede llevar a confusión. El WC

de mujeres es el que tiene un círculo y las palabras dla pan, mientras que el de hombres tiene un triángulo y el cartel reza dla

panow. En la mayoría de servicios públicos se tiene que pagar, así que prepara la moneda.

Una introducción Información práctica 8 Imperdibles

Un paseo por la Stare MiastoLa iglesia de Santa MaríaLa universidad de JagiellonianEl castillo y la catedral de WawelKazimierzEl gueto de CracoviaNowa HutaA las afueras de Cracovia:Auschwitz, Birkenau, Minas de sal de Wieliczka

1.2.3.4.5.6.7.8.

La Stare Miasto, tal y como se denomina en polaco a la

Ciudad Vieja o barrio antiguo, concentra gran parte de

los imperdibles de la ciudad. El punto de entrada a la

Stare Miasto es la barbacana, una de las pocas estructuras

de este tipo que se conservan en Europa. Se erigió en el

siglo xv para aumentar la protección de la muralla. El

recorrido continúa por la puerta de Florian (siglo xiv),

una torre que nos recuerda la época medieval. Al entrar

por esta puerta nos adentramos en una de las calles más

comerciales, Florianska, con gran variedad de tiendas y

de cafés. La vía conduce a la plaza del Mercado, conocida

entre los locales como la Rynek Glowny. Con sus 200

metros cuadrados, se trata de la plaza más grande de

Europa y fue construida durante el siglo xiii. El lugar

inspira majestuosidad, grandeza y tranquilidad, si bien

fue el escenario de algunos de los capítulos más

truculentos de la historia de Cracovia. Es el centro de la

ciudad, como la Puerta del Sol en Madrid o la plaza

Catalunya en Barcelona. Los cracovianos quedan siempre

allí, en concreto bajo la estatua de Adam Mieckiewicz,

poeta y patriota polaco cuyas obras marcan el comienzo

del Romanticismo en el país.

1 Un paseo por la Stare Miasto

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2 La iglesia de Santa María

En la misma plaza se puede visitar la Lonja de los Paños,

que antaño fue uno de los principales focos comerciales

de la ciudad. Por la noche, con su iluminación, da todavía

mayor solemnidad a la Rynek Glowny. En el interior de

la Lonja hay numerosas tiendecitas, la mayoría de

souvenirs. Y donde hoy están los tenderetes, años atrás

se celebraban los bailes de gala de la aristocracia.

Los polacos la conocen como la iglesia Mariacki y es una

de las joyas de la ciudad. Es realmente impresionante,

no tanto por su exterior como por su interior. Construido

en la segunda mitad del siglo xiv, es el templo más grande

de Cracovia, con dos torres desiguales, una de 81 metros

y la otra de 69 metros. Cada hora, desde una de las torres,

un trompetista indica que es la hora en punto. El músico

sale por las diferentes ventanas de la torre y saluda al

acabar su interpretación para demostrar que es una

persona real. Hay muchas leyendas que pretenden explicar

la razón por la que se sigue esta tradición. La más

extendida cuenta que se quiere recordar a corneta que,

8 Imperdibles

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en 1241, avisaba de la invasión de los tártaros y murió

con una flecha clavada.

El interior de la iglesia de Santa María deja con la boca

abierta: por la combinación de azules y dorados, por su

impresionante altar de madera –uno de los más grandes

de Europa– y por la quietud de su interior. No importa la

religión que profeses, vale la pena entrar

(www.cracovia.come2europe.eu/hacer_turismo/monu

mentos/iglesia_de_st_maria).

En la colina de Wawel, desde donde se disfruta de una

de las mejores vistas sobre Cracovia y el río Vístula, se

sitúan el castillo y la catedral de Wawel, dos monumentos

que uno no puede perderse por el significado que tienen

en la historia de la ciudad. Durante el periodo en que

Cracovia fue la capital de Polonia, los diferentes reyes de

la época fueron coronados y enterrados en la iglesia y

vivieron en este majestuoso castillo, cuyas salas acogen

la colección de armas y tesoros de las diversas dinastías

de reyes, piezas de arte oriental y objetos del llamado

Wawel perdido. Las cámaras reales nos transportan al

pasado y nos descubren cómo vivían y qué mobiliario

tenían. La catedral de Wawel es un verdadero centro de

culto para los polacos. Un dato curioso es que tiene el

honor de tener la campana más grande de Polonia, la

campana de Segismundo, llamada así en honor a uno de

los reyes polacos, Segismundo I.

Debajo del castillo se encuentra la Smocza Jama, la cueva

donde según la leyenda habitó el dragón de Cracovia.

Todo un atractivo para los amantes de los relatos populares

www.wawel.krakow.pl/en

A tan sólo unas calles de la Rynek Glowny, puedes visitar

la universidad de Jagiellonian. La fama de este centro

académico se debe a que fue la segunda universidad,

después de la de Praga, que se abrió en la zona central

de Europa, en 1364, y a que el astrónomo Nicolás Copérnico

estudió en ella. Una estatua recuerda su paso por esta

universidad, así como la biblioteca, que contiene más de

5,5 millones de volúmenes, entre ellos numerosos

manuscritos de Copérnico. Otro personaje conocido que

estudió en las aulas de la universidad cracoviana es el

papa Juan Pablo II. Merece la pena entrar en el patio,

rodeado de balcones. A las 12 del mediodía, el reloj que

está sobre la puerta de entrada de la biblioteca se abre

y aparecen, girando, las figuritas de los rectores.

El barrio judío de Cracovia se ha convertido en la zona

bohemia de la ciudad. Congrega a artistas, intelectuales

e infinidad de bares singulares. Sus callejuelas son fuente

de inspiración y sus casas, medio derruidas, nos recuerdan

la historia de este barrio que antaño fue una ciudad

independiente. A finales del siglo xv el rey Jan Olbracht

trasladó a los judíos de Cracovia a Kazimierz. Allí convivieron

cristianos y judíos, aunque todavía hoy se puede ver la

diferencia entre los dos núcleos: uno presidido por las

sinagogas y el otro, por las iglesias. En el siglo xvi se

construyó un muro para separar ambas comunidades.

Kazimierz era considerado un barrio de gente culta.

Después de la II Guerra Mundial, un elevadísimo porcentaje

de los judíos que allí vivieron murieron en los campos de

exterminio a manos del nazismo. Kazimierz tardó en

recuperarse del golpe.

3 El castillo y la catedral de Wawel

4 La universidad de Jagiellonian

5 Kazimierz

8 Imperdibles

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El director de cine Steven Spielberg tuvo un papel crucial

en el resurgir de esta zona de Cracovia, ya que escogió

diversas localizaciones del barrio judío para gravar escenas

de su film La lista de Schindler. Esto despertó el interés

de los inversores, que desde hace un lustro están

rehabilitando la zona.

Kazimierz concentra siete sinagogas. Dos de las más

interesantes son la sinagoga Antigua y la sinagoga Remuh,

una de las tres con más edad de Europa. Detrás de la

Remuh, descubrirás un cementerio por el que merece la

pena pasear. Otra de las mejores maneras de repasar la

historia de los judíos, no sólo de Cracovia ni de Polonia,

sino de todo el mundo, es entrar al museo Galicia, en la

calle Dajwór.

www.jewishkrakow.net/en/synagogues/old

http://www.galiciajewishmuseum.org/

Y un imperdible gastronómico: no te olvides de pasar por

la heladería de la calle Starowislna que, según los

cracovianos, es la que mejores lody (helados) elabora de

toda la ciudad.

El distrito de Podgórze es el verdadero gueto de Cracovia.

Los alemanes decidieron que Cracovia se convertiría en

la ciudad más limpia y crearon esta zona el 3 de marzo

de 1941. Para llegar a él, sólo se tiene cruzar el puente

sobre el río Vístula que conecta Podgórze con Kazimierz.

Los últimos restos del muro del gueto están en la calle

Lwowska, 25-29 y en la calle Limanowskiego, 62. Una

visita obligada es la fábrica de Oskar Schindler, en la calle

Lipowa, por su simbolismo: Schindler fue un empresario

que llegó a Cracovia para aprovecharse de su mano de

obra y acabó salvando la vida de los operarios que

trabajaban para él. En la fábrica se puede ver una pequeña

exposición y un documental. En un futuro, se pretende

ubicar allí un museo.

Un espacio también marcado por la historia del gueto

es la plaza Bohaterów, donde se seleccionaba a los

judíos que iban a ser transportados al campo de

concentración. Hoy la plaza está presidida por esculturas

de sillas, un homenaje del cineasta Roman Polanski,

superviviente del gueto, para recordar a todos aquellos

judíos que tuvieron que salir de sus casas con sus

pertenencias a cuestas: ropa, comida y hasta muebles.

En la misma plaza está la Farmacia bajo el Águila, una

farmacia propiedad de Tadeusz Pankiewicz, el único

polaco que vivió en el gueto y que ayudó a los judíos

facilitándoles escondite (www.podgorze.pl/hiszpan.php).

Cracovia fue uno de los núcleos anticomunistas polacos.

Precisamente por esto, para castigar a sus ciudadanos y

convencerlos de las bondades del sistema, las autoridades

comunistas crearon Nowa Huta, un complejo siderúrgico

que está a tan sólo un paseo en tranvía y cuya construcción

empezó en 1949. A su alrededor se edificaron pisos para

los trabajadores. Los bloques de edificios siguen una

estructura muy peculiar que recuerda a la de una ratonera.

Tanto es así que el turista llega a perder la orientación

en las callejuelas de Nowa Huta. Con la caída del

comunismo, llegaron los cambios. El primero fue la

demolición, en 1989, de la estatua de Lenin que presidía

el complejo. También se modificó el nombre de varias

calles, plazas y avenidas. Como detalle curioso, cabe

recordar que el reportaje que hizo famoso al periodista

Ryzsard Kapucsinski fue La otra verdad sobre Nowa Huta,

un artículo en el que criticaba esta ciudad obrera.

6 El gueto de Cracovia

7 Nowa Huta

8 Imperdibles

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Si te quedas varios días en Cracovia, te recomendamos

que aproveches para escaparte también al que fue el

mayor centro de exterminio de la historia del nazismo,

Auschwitz-Birkenau (a 60 kilómetros de la ciudad), y a

las minas de sal de Wieliczka (a 14 kilómetros).

Auschwitz

Existen diversas compañías que organizan visitas al campo

de concentración Auschwitz-Birkenau, que tienen una

duración de unas cinco horas. Si tienes pensado dedicarle

más tiempo, es mejor que vayas por tu cuenta. Lo positivo

de la visita guiada es que en el trayecto en autocar te

muestran un documental que te sitúa en la historia y

que, una vez allí, el guía te lleva a los bloques que considera

más relevantes. Sin embargo, muchos turistas prefieren

ir por libre porque la experiencia es muy dura. No serías

el primero que acaba llorando. Auschwitz soporta el peso

de la matanza y de la crueldad. En la puerta de entrada

al campo un cartel reza Arbeit macht frei (‘El trabajo hace

libres’). Este eslogan nazi aparece en infinidad de películas

sobre los campos de concentración pero, al pasar bajo el

letrero, es inevitable sentir un escalofrío recorriendo el

cuerpo: se es consciente, finalmente, del sufrimiento, de

la hipocresía y de la sinrazón. En Auschwitz murieron

cerca de 70.000 personas, un verdadero crimen contra la

humanidad. Los bloques son hoy un museo del horror: se

pueden ver las maletas de las que se desprendieron los

hombres y mujeres que llegaban al campo bajo la promesa

de ir a otra ciudad, sus cabellos convertidos en alfombras,

sus zapatos… (www.auschwitz-muzeum.oswiecim.pl).

Birkenau

Situado a unos tres kilómetros de Auschwitz y conocido

como Auschwitz II, de este campo de exterminio hoy

prácticamente no queda nada y, sin embargo, provoca

mayor impresión. Todavía existen las vías por las que

circulaban los trenes que transportaban a judíos, gitanos,

húngaros, soviéticos… También se puede acceder a las

barracas con literas de tres pisos en las que se hacinaban

los prisioneros. Birkenau, pese a que es mucho menos

visitado, causa una mayor sensación de vacío y una

angustia abrumadora.

8 A las afueras de Cracovia

Minas de sal de Wieliczka

Nueve niveles, 2.040 cuevas. Son las minas de sal de

Wieliczka. Es una visita curiosa, de la que lo más

destacable es la capilla de la Bienaventurada Kinga,

una virgen que despierta gran devoción entre los

polacos, esculpida en sal. El trabajo deja con la boca

abierta a todos los visitantes. Y también la réplica del

cuadro La última cena de Leonardo da Vinci esculpida

sobre una de las paredes de la cueva, que consigue

una gran profundidad pese a tener un relieve de pocos

centímetros. Choca que una capilla tan majestuosa se

encuentre bajo tierra. Lo peor del recorrido son los

guías, que siguen el esquema de visita con toques de

humor... y acaban abusando de ello.

(www.seekrakow.com/php/wieliczka.php?lang=eng).