Crisis Asiatica
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1
FACULTAD DE CIENCIAS EMPRESARIALES
ESCUELA PROFESIONAL DE ADMINISTRACIÓN
LA CRISIS FINANCIERA ASITICA
INTEGRANTES:
Hernández Monteza Yovani.
Avalos Guevara Alejandra
Rodríguez Balarezo Wendy.
Alarcón Cubas Winder.
Masabel Blanco Ivan.
Jacinto Huamanchumo Pedro.
Chapoñan Silva David.
Tamay Ravillet Jack.
PROFESOR:
Castro Muñoz William Teófilo
FECHA DE PRESENTACION:
Chiclayo- Pimentel- 10/12/2014
2
ii. DEDICATORIA
Este trabajo va dedicado especialmente a nuestros padres a quienes se
esfuerzan y se sacrifican gran parte de su vida para formarnos y educarnos.
A quienes nunca podré pagar todos sus desvelos ni aún con las riquezas
más grandes del mundo, y sabiendo que jamás existirá una forma de
agradecer en esta vida de lucha y superación constante, deseo expresarles
que mis ideales, esfuerzos y logros han sido también suyos, también está
dedicado a el profesor William Castro Muñoz ya que el con su enseñanza
trata de darnos lo mejor para poder llegar a ser buenos profesionales y
desarrollar un buen trabajo.
3
iii. AGRADECIMIENTO
A Dios Padre amoroso y fuente de sabiduría y el
profesor por incentivarnos y además
encomendarnos el trabajo realizado ya que en
este hemos podido ganar muchas experiencias la
cual ha sido de gran ayuda para nuestro
desenvolvimiento posteriormente como
administradores.
Autores
4
iv. RESUMEN.
En la siguiente monografía hablaremos de la Crisis Asiática y el Inicio de la
Globalización, La crisis Asiática deriva de la presión de capitales en busca de
nuevas áreas rentables en el mapa de la periferia financiera global. La crisis fue
alimentada en lo interno por la sobrecapacidad industrial y la sobreinversión, que
se traducirían en deudas impagables. La globalización causante de la crisis
asiática, ya que los países del sureste asiático, habían presentado un crecimiento
sostenido por décadas, gracias a la actuación reguladora del estado, sin embargo
desde que se sumaron a la globalización económica, enfrentan actualmente una
crisis de grandes proporciones. El endeudamiento externo de las empresas y
bancos, junto con los déficits de cuenta crecientes debilitaron la estabilidad de las
monedas de la región, provocando una crisis financiera que demanda
constantemente crecientes recursos para evitar que dichas crisis se profundicen.
Esta monografía consta de 5 capítulos en el primer capítulo hablaremos de
los orígenes de la crisis asiática y cómo surgió.
En el segundo capítulo hablaremos de los efectos de la crisis y como afecto
a los distintos entes financieros.
En el tercer capítulo hablaremos de las políticas para frenar la crisis y la
influencia del Fondo Monetario.
En cuarto capítulo hablaremos de la salida de la crisis, recuperación
económica, y las razones de la recuperación.
En el quinto capítulo hablaremos de Asia en la Actualidad, y como va
económicamente.
La crisis Asiática es un tema importante ya que tienes impactos de grandes
rasgos, ya que estos abarcan economía política, desarrollo y otros aspectos que
serán tomados en cuenta en nuestra monografía.
5
v. INDICE.
i. CARATULA…………………………………………………………………………………1
ii. DEDICATORIA…………………………………………………………………...…………2
ii. AGRADECIMIENTO…………………………………………………………….…………3
iii. RESUMEN. ………………………………………………………………….………..……4
iv. INDICE. ………………………………………………………………………....….………5
v. INTRODUCCION……………………………………………………………………..……8
I. CAPITULO I
1.1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA. …………………………………………..….…9
1.2. PROBLEMÁTICA. …………………………………………………………………………9
1.3. OBJETIVOS. ………………………………………………………………………………9
1.3.1. OBJETIVO GENERAL……………………………………………………………….……9
1.4. OBJETIVOS ESPECIFICOS…………………………………………………..…………9
2. ¿QUÉ ES UNA CRISIS? ……………………………………………………………….10
2.1. ¿QUÉ ES UNA CRISIS FINANCIERA? …………………………………………….…10
3. ORIGEN DE LA CRISIS ASIÁTICA……………………………………………………11
3.1. Cómo se originó la crisis asiática………………………………………………….……11
3.2. Qué pasó realmente en Asia……………………………………………………..…..…11
3.3. Problemas que desencadenaron la crisis……………………………………..………11
3.4. La caída de la Bolsa de Valores de Hong-Kong………………………………...……12
3.5. Consecuencias de los problemas financieros……………………………..……….…13
6
II. CAPITULO II
4. EFECTOS EN LOS DISTINTOS ENTES FINANCIEROS. …………………………14
4.1. Efectos de la crisis asiática……………………………………………………………..14
4.2. Tipo de cambio. ……………………………………………………………………….…14
4.3. Balanza de pagos. …………………………………………………………….…………15
4.4. Mercado de divisa. …………………………………………………………..………..…16
5. PAISES AFECTADOS…………………………………………………………..………17
5.1. Tailandia………………………………………………………………………………......17
5.2. Indonesia………………………………………………………………………………….18
5.3. Corea del Sur……………………………………………………………………..………19
6. EFECTOS DE LA CRISIS ASIATICA EN AMERICA LATINA. ………………...…20
7. EFECTOS DE LA CRISIS EN EL PERÚ……………………………………….…..…21
7.1. Cómo afectó la crisis asiática al Perú…………………………………………….…..21
7.1.1. Comercio……………………………………………………………………………….....21
7.1.2. Problemas financieros………………………………………………………………....23
8. LAS ECONOMIAS NO AFECTADAS. …………………………………………….….24
CAPITULO III.
9. POLITICAS PARA CONTROLAR LA CRISIS……………………………………….25
9.1. Sistema monetario………………………………………………………………….…....25
9.2. Los programas respaldados por el FMI…………………………………………..…..25
9.2.1. Financiamiento. Política macroeconómica. Reformas estructurales……………...25
9.3. Política monetaria………………………………………………………………………...26
9.4. Política fiscal…………………………………………………………………………..….28
7
10. Importancia de las reformas estructurales, para el éxito de los
Programas………………………………………………………………………………………...29
10.1. La reestructuración de la deuda de las empresas…………………………………....30
10.2. Resultados iniciales y evaluación de los programas respaldados por el FMI…....33
11. Atención a riesgos, de crisis futuras. ……………………………………………...33
11.1. Pasos a prevenir una amenaza de crisis. …………………………………………....33
CAPITULO III
12. SALIDA DE LA CRISIS ASIÁTICA……………………………………………………34
12.1. La recuperación económica asiática…………………………………………………..34
12.2. Razones de la recuperación asiática………………………………………….………35
12.3. Señales de recuperación y contenido de la misma. ……………………………....…37
12.4. Crecimiento económico acompañado de equidad……………………………………..39
Capitulo IV
13. ASIA EN LA ACTUALIDAD………………………………………………………..….50
13.1. El mayor temor de EE.UU. parece estar por llegar. De acuerdo con algunos
analistas económicos. …………………………………………………………………………...51
13.2. China impulsa su propio banco de desarrollo en Asia…………………………..…53
13.3. Economías asiáticas crecerían 6,6% en 2013 y 6,7% en 2014…………………….55
14. CONCLUSIONES. …..………………………………………………………………………57
15. Bibliografía…………………………………………………………………………………..58
16. Linkografía. ……………………………………………………………………………...….58
8
vi. INTRODUCCION.
Las crisis financieras son un problema que afecta seriamente los diferentes
rubros económicos de los países y las consecuencias repercuten en los diferentes
agentes económicos nacionales e internacionales, pues por lo general, toda crisis
económica afecta seriamente a países dependientes o que pertenecen a la misma
región de donde esta se inició.
Es importante por ello la comprensión de cómo se produce y se desenvuelve
una crisis financiera y explicar también las diferentes consecuencias que esta
genera, de igual forma los diferentes instrumentos de política monetaria que
garantice la continuidad de la cadena crediticia y evitar una crisis cambiaria,
contribuyendo a atenuar los efectos adversos de la crisis.
Es por ello, que nuestro interés se centra en poder analizar estos
instrumentos del curso de Finanzas internacionales con el objetivo de elegir la
alternativa o alternativas correctas en el mundo económico frente a una crisis
financiera global con los objetivos bien definidos: evitar el colapso del sistema
financiero de la economía de un país, mantener el valor de la moneda nacional,
mantener el nivel de inflación entre los rangos pre establecidos y garantizar el
desarrollo y crecimiento económico del país.
Estamos investigando el siguiente tema debido a la importancia y aporte
del mundo de las finanzas, su funcionamiento y su implicancia en la actividad
económica de un país, es por ello el desarrollo de un proceso de investigación
acerca de la crisis Asitica, en el proceso de globalización.
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I. CAPITULO I
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.
1.2. PROBLEMÁTICA.
¿Cuál es el efecto de las medidas que presentaron en el proceso de la crisis asiática y el
impacto global que tuvieron estas medidas?
1.3. OBJETIVOS.
1.3.1. Objetivo general
La siguiente investigación pretende identificar los antecedentes y las consecuencias que
se presentaron en el desarrollo de la crisis asiática; así como las acciones que se tomaron
para su solución.
1.4. Objetivos Específicos
Identificar los factores que provocaron el estallido de la crisis financiera vivida en el año
de 1997 por los países Asiáticos.
Establecer la incidencia de la crisis Asiática y la economía de los demás países del
mundo.
Analizar el efecto que se causó en las cuentas de las balanzas comerciales de los
principales países afectados por la crisis.
10
2. ¿QUÉ ES UNA CRISIS?
Es una coyuntura de cambios en cualquier aspecto de una realidad organizada
pero inestable, sujeta a evolución. Las crisis pueden ocurrir a un nivel personal o
social. Pueden designar un cambio traumático en la vida o salud de una persona
o una situación social inestable y peligrosa en lo político, económico, militar, etc.
También puede ser la definición de un hecho medioambiental de gran escala,
especialmente los que implican un cambio abrupto.
Crisis económica es la fase más depresiva de la evolución de un proceso
económico recesivo. Por recesión se entiende el movimiento cíclico descendente, de la
economía, que comprende, por lo menos, dos trimestres de continua disminución del
PNB real.
El término crisis designa toda perturbación duradera de la actividad económica. La
crisis general señala que el conjunto de la economía de uno o varios países se
encuentra afectada.
2.2. ¿Qué Es Una Crisis Financiera?
Crisis financiera es la crisis económica que tiene como principal factor la crisis
del sistema financiero, es decir, no tanto la economía productiva de
bienes tangibles (industria, agricultura), que puede verse afectada o ser la causa
estructural, pero no es el centro u origen inmediato de la crisis; sino
fundamentalmente el sistema bancario, el sistema monetario o ambos.
Situación caracterizada por una inestabilidad en los mercados monetarios y en
el sistema crediticio a la que se llega tras una crisis económica, desajustes
negativos en la balanza de pagos o especulaciones que lleven a un bajón de las
cotizaciones en Bolsa. El Banco propone la creación de un Fondo para hacer frente
a la crisis de modo que pueda prestarse asistencia rápida a los países vulnerables
después de esas crisis.
La crisis económica es tan severa como internacional. Los diferentes países han
puesto en marcha numerosos planes de estímulo y han movilizado importantes
cantidades de dinero, con el fin de intentar paliar los graves efectos de la crisis. Las
cuentas públicas de los diferentes Estados se deterioran a un ritmo vertiginoso y
aumentan de forma contundente los déficits públicos. Las economías se
desaceleran intensamente, disminuyendo así las recaudaciones impositivas.
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Además el aumento del desempleo, implica un aumento de las prestaciones.
Si la actividad económica cae, disminuyen las recaudaciones impositivas; si
aumenta el desempleo, aumentan las prestaciones, y si además se ponen en marcha
numerosos planes de estímulo para afrontar la crisis, resulta inevitable un vertiginoso
aumento de los déficits públicos en los diferentes Estados.
Una segunda fase de la crisis económica llega como consecuencia de este gran
deterioro de las cuentas públicas. Se elevan los intereses por los que estos países
pueden refinanciar sus deudas, agravándose así sus problemas financieros. En esta
segunda fase de la crisis, los diferentes Estados ponen en marcha severos planes
de ajuste público. La austeridad se hace necesaria.
3. ORIGEN DE LA CRISIS ASIÁTICA
3.2. Cómo se originó la crisis asiática
Lo que comenzó en julio de 1997 en Tailandia, con la devaluación de su moneda,
se extendió por algunos países del Este Asiático generando una crisis económica en
muchos de éstos y con repercusiones a nivel mundial.
3.3. Qué pasó realmente en Asia
Todo empezó con la devaluación de la moneda de Tailandia en julio. Esto se extendió a
Malasia (11 de julio), Indonesia (21 de julio), Filipinas (11 de julio). Estos países han visto
sus monedas devaluadas en un 50% o más de su valor desde julio de 1997 a mayo de
este año. Esto repercutió en sus Bolsas de Valores, que ya venían cayendo desde
principios de 1997 y han perdido a la fecha alrededor del 50% de su valor. En los
mercados financieros se da la ley inexorable de que cuando hay un boom a continuación
viene una caída, y la fuerzas de mercado explotaron en julio de 1997 con la devaluación
Tailandesa. A ella le siguieron las monedas de los otros países ¿Por qué sucedió esto?
3.4. Problemas que desencadenaron la crisis
Tres problemas se han señalado para que se desencadene la llamada crisis asiática:
Primero, las monedas de estos países habían estado casi pegadas al dólar, no habiéndose devaluado los últimos tres años (excepto Indonesia), es decir estaban sobrevaluadas (y así sus exportaciones habían perdido competitividad, especialmente frente a China); segundo, tenían un déficit en cuenta corriente grande, especialmente Tailandia, uno de los más afectados con un déficit de un 8% de su PBI. En promedio los
12
países más afectados tenían un déficit de 4% a 5% del PBI; y, por último, el sistema financiero de estos países estaba en muy mala forma, por préstamos mal hechos, incobrables, muchas veces contraídos para comprar acciones y terrenos que subieron sin medida ni control los últimos años y que empezaron a bajar en él ultimo año, o a empresas que se expandieron sin ningún control. A todo esto, el retiro de los flujos de capital extranjero en estos países ante la inseguridad que sentían por los problemas mencionados y la acción de algunos especuladores que atacaron sus monedas, agudizó la caída del valor de éstas
.Justamente, los especuladores, después que atacaron las monedas de esos 4
países, vieron a Hong-Kong como la próxima víctima. Hong-Kong también tiene su
moneda pegada al dólar, y esta moneda no había variado de valor frente al dólar en los
últimos 5 años. Hong-Kong también tuvo un alza bastante considerable en el precio de
sus acciones en Bolsa y en el valor del terreno los últimos años, aunque no se puede
decir que su sistema financiero estaba mal.
En todo caso, para defender su moneda de una devaluación, la Autoridad
Monetaria de Hong-Kong (el equivalente de un Banco Central), elevó la tasa de interés. Al
subir la tasa de interés se hace más atractivo tener la moneda de Hong-Kong y no
dólares, evitándose la devaluación de su moneda. Pero la subida de la tasa de interés
hace menos atractivo tener el dinero en acciones en la Bolsa. La gente vendió sus
acciones en Bolsa y esto originó la caída de la Bolsa de Valores de Hong-Kong que en
realidad estaba sobrevaluada en su valor (había subido en promedio su valor 3 veces en
los últimos 4 años).
3.5. La caída de la Bolsa de Valores de Hong-Kong
La caída de la Bolsa de Valores de Hong-Kong afectó las Bolsas en otras partes,
pues Hong-Kong es un centro financiero de nivel internacional y era la cuarta Bolsa de
Valores del mundo en valorización (ya no lo es por la caída de su valor). Esto afectó a las
Bolsas del mundo, como la de New York (que también estaba algo revaluada). Las Bolsas
del mundo cayeron por el efecto de globalización de las Bolsas, pues los grandes
inversores, los fondos de inversión que tienen dinero en todo el mundo, ante la caída de
valor en una Bolsa recomponen su cartera de inversiones vendiendo o comprando en
otras Bolsas. Ocurrió también una toma de ganancias (vender las acciones que se
considera están caras) y mucho de especulación.
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Los problemas de Corea del Sur y Japón fueron la novedad. Aquí el problema principal es
el sistema financiero de estos países que tienen muchas deudas por cobrar y no pueden
cobrarlos. En el caso de Corea del Sur, sus bancos se endeudaron en el exterior para
financiar el crecimiento de las empresas en el país. Estas empresas tienen problemas en
devolver el préstamo pues invirtieron demasiado en expandirse, algunas con poco criterio
económico y sin encontrar donde vender su producción. Hubo también mucha inversión
en Bolsa que ha caído a la mitad de su valor en el último año.
En Japón el problema es más financiero, el sistema financiero no puede recuperar los
préstamos que dieron a gente y a empresas que invirtieron en la compra de acciones en
Bolsa y en terrenos, que se triplicaron en precio de 1985 a 1990-91 pero desde ahí
perdieron su valor, casi en un tercio las acciones, y la mitad el valor del terreno. Japón
sufre las consecuencias del rompimiento de su «burbuja económica» (la subida de precios
de las acciones en Bolsa y del terreno entre 1985-90 y su posterior derrumbe de precios).
En Corea del Sur caen algunas compañías, en Japón caen algunas instituciones del
sistema financiero, ambas por no poder pagar o poder recuperar sus deudas.
Todos los países del Este Asiático se prevé que exportaran más y serán más
competitivos en el futuro. Especialmente los países que han visto sus monedas
devaluadas fuertemente (y Corea del Sur, cuya moneda ha sufrido el impacto de malas
deudas de su sistema financiero) verán favorecidos sus productos en el extranjero, pues
estos serán más baratos en dólares (la devaluación de sus monedas hace que el precio
en dólares sea menor).
3.6. Consecuencias de los problemas financieros
La consecuencia más importante de los problemas financieros en el Asia Oriental,
es que al bajar la actividad económica de estos países en los próximos dos años, la
demanda por materias primas de estos países podría disminuir, con la consiguiente baja
en los precios de estas materias primas, algo que afectará a países exportadores de estos
productos, como el Perú.
14
II. CAPITULO II
4. EFECTOS EN LOS DISTINTOS ENTES FINANCIEROS.
4.2. EFECTOS DE LA CRISIS ASIÁTICA
No cabe duda que en la crisis financiera que están sufriendo los países del sudeste asiático será un cambio significativo en los flujos de comercio internacional cuyo origen o destino sean dichos países.
En el gráfico que presentamos a continuación se recogen de forma esquemática
esta secuencia de efectos.
4.3. Tipo de cambio.
La crisis asiática fue denominada como la “crisis de tercera generación”. Por ella se
entiende que cuando todos los depositantes esperan una corrida bancaria en el futuro, la
estrategia óptima para los depositantes es retirar su dinero de los bancos inmediatamente.
15
Los bancos no están disponibles para pagar a todos a la vez, por lo tanto el sistema
bancario colapsa.
Similarmente, bajo Tipo de Cambio (TC) fijo, si todos los poseedores de moneda
creen que el banco central no podía cubrir con toda la moneda extranjera. Aunque el BC
tenga reservas suficientes, igual no alcanzará ya que el público buscará convertir toda su
liquidez en moneda extranjera.
Aunque las causas de las crisis son distintas, las consecuencias inmediatas fueron
similares: devaluación de las monedas, reducción de los niveles de vida de los ciudadanos,
menor confianza en el crecimiento económico mundial en general y en particular con
respecto a los países o mercados emergentes.
Las devaluaciones también reducen el ingreso per capital en Asia y Rusia, lo cual
reduce la demanda para las exportaciones del resto del mundo. Esta reducción en la
demanda de dos grandes economías produce un exceso de oferta de los productos en el
mercado internacional y los precios internacionales bajan. Para los productos exportables
hay dos efectos: menos ventas a Asia y Rusia y menores precios en los otros mercados
mundiales por el exceso de oferta.
El tipo de cambio de equilibrio de largo plazo es el resultado de los movimientos en las
tasas de inflación entre países. Sin embargo, los cambios bruscos en el tipo de cambio son
contrarios a la idea de equilibrio estable de largo plazo ya que éste está en función de
factores económicos (como las tasas de inflación, las tasas de interés, la balanza
comercial y las reservas internacionales entre otros), factores políticos (como las
elecciones, las posibles nacionalizaciones, las forma de gobierno, etc.), factores sociales.
Esta dependencia se explica a través del proceso globalizador en donde se destaca
una fuerte liberalización financiera. Dicha liberalización presiona a los diferentes tipos de
cambio tanto en las economías desarrolladas como en las emergentes, generando con la
movilidad de capitales la aplicación de políticas económicas al interior de los países las
cuales facilitan la generación de ganancias haciendo más atractivos a los países para las
inversiones.
4.4. Balanza de pagos.
Desde el inicio de las crisis financieras del sudeste asiático, la evolución económica
de Asia oriental, región hasta entonces embarcada en un crecimiento espectacular, ha
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mostrado signos inquietantes: depreciación en cadena de las monedas de Indonesia,
Tailandia, Malasia y Filipinas durante el verano; acuerdo del FMI con Tailandia (17.200
millones de dólares) en agosto y con Indonesia (inicialmente 23.000 millones de dólares,
más tarde ampliados hasta 43.000 millones) en octubre; caída de 25% del índice Hang
Seng de la bolsa de Hong Kong durante la última semana de octubre, provocando un
minicrash en Wall Street el día 27 de ese mes; quiebra de varias instituciones financieras
japonesas (Sanyo Securities, Hokkaido Takushoku, Yamaichi Securities, Tokyo City Bank,
etc.) en noviembre; e intervención del FMI en Corea del Sur en diciembre, con un
programa de rescate de 57.000 millones de dólares, de los que 21.000 a cargo
directamente del FMI, en el mayor acuerdo stand-by de la historia de ese organismo
internacional.
Tal evolución ha llevado a la economía mundial a una situación de incertidumbre y
de riesgo desconocida en el último cuarto de siglo:
La crisis financiera asiática es la mayor amenaza a la prosperidad mundial desde la
perturbación petrolera de 1973.
La crisis de las economías del sudeste asiático (Tailandia, Indonesia y Malasia) ha
sido esencialmente de balanza de pagos, propiciada por errores de gestión
macroeconómica, sobre todo relativos a la política de tipo de cambio. La cada vez mayor
competencia comercial de China y de Vietnam, el fuerte crecimiento de la inversión interna
bruta, la liberalización comercial y la apreciación, en términos reales, de la moneda
desembocaron en 1995-96 en muy altos déficit por cuenta corriente en la región.
4.5. MERCADO DE DIVISA.
Durante la segunda mitad de 1997 y hasta mediados de los años siguientes, los
precios de las divisas, acciones y bonos de un amplio grupo de países del sudeste
asiático sufrieron graves convulsiones. Tailandia mostró los primeros síntomas de
debilidad y después comenzaron los problemas en Malasia, Indonesia y Filipinas.
Posteriormente la onda llegó a Corea del Sur. Por último Taiwán, Singapur y Hong Kong,
aunque a otro nivel, también sufrieron ataques especulativos y caídas bursátiles.
El 2 de julio de 1997 con la devaluación del baht tailandés se inició una etapa de
profundo deterioro de los mercados financieros. Un año después, la depreciación de las
divisas de la zona, alcanzó unos niveles que antes nadie habría podido prever.
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La única divisa que resistió los ataques fue el dólar de Hong Kong2, que aguantó
las fuertes presiones mediante enérgicas medidas de control del mercado y fuertes
subidas de los tipos de interés, además de disponer de una excepcional volumen de
reservas; el rango de la depreciación del resto de las divisas respecto al dólar
estadounidense se situó entre el 15% de Singapur hasta el 83% que se depreció la rupia
indonesia. Los rendimientos bursátiles también registraron fuertes caídas, siendo en este
caso la bolsa de Taiwán la que mejor Nresistió, con una pérdida anual del 16%. En el otro
extremo, las bolsas de Indonesia, Corea del Sur y Tailandia se situaron en niveles de
pérdidas superiores al 50%. Un inversor, cuyo patrimonio estuviera contabilizado en
dólares y con la inversión colocada en las bolsas en la divisa local, habría sufrido la caída
que aparece en la columna Total del Cuadro 4.5. Las caídas combinadas de la bolsa de
Tailandia y el baht, acumularon una pérdida del 93%, mientras que Taiwán registra la
pérdida más contenida, con un 32%.
Cuadro 4.5. Depreciaciones de las divisas respecto al dólar de Estados Unidos y
caídas bursátiles en 1 año (en %); 1/7/97 - 30/6/98
5. PAI
SES
AFECTADOS
5.2. Tailandia
Entre 1985 y 1996, la economía de Tailandia creció a un promedio de más del 9%
anual, la tasa más alta de crecimiento económico de un país en aquella época. En 1996,
un fondo de cobertura norteamericano había vendido $400 millones de la moneda
tailandesa. Esto fue posible porque desde 1978 hasta el 2 de julio de 1997, el baht
tailandés estaba fijado al dólar en tasa de 25 a 1.
Los días 14 y 15 de mayo de 1997, el baht fue golpeado por un ataque
especulativo masivo. El 30 de junio de 1996, el primer ministro Chavalit Yongchaiyudh dijo
que no devaluaría la moneda. Esta fue la chispa que encendió la crisis financiera asiática,
cuando el gobierno tailandés falló en su defensa del baht contra especuladores
internacionales. El boom económico tailandés se detuvo entre despidos masivos en el
18
sector financiero, inmobiliario y de construcción que tuvieron como resultado una enorme
cantidad de trabajadores regresando a sus pueblos al interior del país y 600.000
trabajadores extranjeros siendo enviados de regreso a su país de origen. El baht se
devaluó rápidamente y perdió la mitad de su valor, alcanzando su punto más bajo de 56
unidades por dólar en enero de 1998. La bolsa de valores tailandesa cayó un 75% en
1995. Finance One, la compañía financiera más grande de Tailandia hasta entonces,
colapsó.
El 2 de julio de 1997, la administración tailandesa dejó que la moneda local
fluctuara. El 11 de agosto de 1997, el FMI comunicó el lanzamiento de un paquete de
rescate para Tailandia de más de $17 mil millones, sujeto a condicionantes, tales como la
aprobación de leyes relacionadas con los procedimientos en caso de bancarrota
(reorganización y reestructuración) y el establecimiento de marcos regulatorios fuertes
para bancos y otras instituciones financieras. El FMI aprobó el 20 de agosto de 1997 otro
paquete de ayuda financiera consistente en $3900 millones
Los partidos de oposición tailandeses denunciaron que el ex primer ministro Thaksin
Shinawatra se había aprovechado de la devaluación, aunque los subsecuentes gobiernos
liderados por partidos de la oposición no investigaron sobre este tema.
Para el 2001, la economía de Tailandia se había recuperado. La creciente
recaudación fiscal permitió al país estabilizar su presupuesto y pagar sus deudas con el
FMI en el 2003, cuatro años más tarde de lo programado. Incluso después del golpe de
Estado por los militares, el baht tailandés continuó apreciándose: de 36,5 baht por dólar a
33 baht por dólar en mayo de 2007 y a 31 baht por dólar en mayo de 2008. El gobierno
actual está tratando de elevar la tasa de crecimiento de la economía tailandesa al 6%
durante el 2008.
5.3. Indonesia
En junio de 1997, Indonesia parecía estar lejos de una crisis. A diferencia de
Tailandia, Indonesia tenía una baja inflación, un superávit de la balanza comercial de más
de $900 millones, inmensas reservas internacionales de más de $20 mil millones y un
buen sector financiero. Pero, un gran número de corporaciones indonesias habían tomado
préstamos en dólares americanos. Durante los años anteriores, como la rupia indonesa
(rupiah) se fortalecía con respecto al dólar, esta práctica había funcionado bien para estas
19
corporaciones: sus niveles de deuda efectivos y costos financieros habían decrecido
mientras el valor de la moneda local aumentaba.
En julio de 1997, cuando Tailandia permitió la fluctuación del baht, las autoridades
monetarias de Indonesia ampliaron la banda cambiaria de la rupiah del 8 al 12%. En
agosto, la rupiah cayó bruscamente debido a ataques severos. El 14 de agosto de 1997,
el régimen monetario de fluctuación manejada fue reemplazado por un arreglo de tasa de
cambio de libre fluctuación. La rupiah cayó aún más. El FMI intervino con un paquete de
rescate de $23 mil millones, pero la rupiah se hundía en medio del temor por las deudas
de las corporaciones, ventas masivas de rupiah y fuerte demanda de dólares. La rupiah y
la Bolsa de Yakarta llegaron a un punto bajo histórico en septiembre. Con el tiempo,
Moody's bajó de categoría a la deuda a largo plazo de Indonesia hasta 'bono basura'.
Si bien la crisis de la rupiah empezó en julio y agosto de 1997, se intensificó en
noviembre cuando los efectos de esa devaluación de venero se mostraron en los
balances corporativos. Las compañías que se habían prestado en dólares debieron
enfrentar los altos costos impuestos por el declive de la rupiah y muchos reaccionaron
comprando dólares y vendiendo rupiah, socavando aún más el valor de esta última. La
inflación de la rupiah y las subidas considerables resultantes en los precios de los
productos alimenticios llevaron a levantamientos en todo el país, en los cuales murieron
más de 500 personas solo en Yakarta. En febrero de 1998, el presidente Suharto despidió
al presidente del Banco de Indonesia, pero esto fue insuficiente. Suharto fue forzado a
renunciar a mediados de 1998 y Jusuf Habibie se convirtió en presidente. Antes de la
crisis, la tasa de cambio de la rupiah y el dólar era de aproximadamente 2600 rupiah por 1
dólar. En varios momentos durante de la crisis, la tasa se hundió a más de 14000 rupiah
por dólar. Ese año, Indonesia perdió el 13,5% de su PIB (Producto Interno Bruto).
5.4. Corea del Sur
Los resultados macroeconómicos en Corea del Sur eran buenos, pero el sector
financiero estaba cargado con préstamos no rentables, pues sus grandes corporaciones
estaban financiando expansiones agresivas. Durante este tiempo, hubo prisa en construir
grandes conglomerados (chaebol) para competir a nivel mundial. Muchos negocios a la
larga fallaron en garantizar las ganancias y la rentabilidad. Los conglomerados coreanos,
más o menos completamente controlados por el gobierno, simplemente absorbieron más
y más inversión de capital. Al final, el exceso de deuda llevó a quiebras mayores y
20
adquisiciones. Por ejemplo, en julio de 1997, el tercer fabricante de autos más grande de
Corea del Sur, Kia Motors, solicitó préstamos de emergencia. En la víspera del deterioro
del mercado asiático, Moody's disminuyó la clasificación del crédito de Corea del Sur de
A1 a A3, el 28 de noviembre de 1997; y lo bajó de categoría nuevamente a B2 el 11 de
diciembre del mismo año. Esa disminución contribuyó al posterior declive de las acciones
coreanas, dado que el mercado bursátil tenía una tendencia a la baja desde noviembre.
La bolsa de Corea cayó el 4% el 7 de noviembre de 1997; al día siguiente, se hundió un
7%, en su mayor caída en un solo día hasta entonces. El 24 de noviembre las acciones
cayeron un 7,2% más, debido al temor de que el FMI pidiera reformas duras. En 1998, la
Hyundai Motor Company asumió el mando de Kia Motors. La empresa de $5 mil millones
Samsung fue disuelta debido a la crisis y con el tiempo Daewoo Motors fue vendida a la
compañía norteamericana General Motors (GM).
Mientras tanto, el won coreano se debilitó a más de 1700 por dólar desde 800. A pesar
de una ralentización profunda inicial y de numerosas bancarrotas corporativas, Corea del
Sur ha logrado triplicar su renta per cápita en términos de dólares desde 1997. De hecho,
reasumió su rol como la economía de más rápido crecimiento del mundo. Desde 1960, su
Producto Interno Bruto per cápita se ha incrementado de $80 en términos nominales a
más de $21000 en el 2007. Sin embargo, como el chaebol, el gobierno de Corea del Sur
no ha resultado ileso. El porcentaje de su Deuda Pública-PBI se ha más que duplicado
(aproximadamente del 13 al 30%) como resultado de la crisis.
6. EFECTOS DE LA CRISIS ASIATICA EN AMERICA LATINA.
Los efectos de la crisis del Asia fueron trasmitidos a América Latina por canales
comerciales y financieros, afectaron de forma disímil a distintos países, y motivan
medidas de política en las áreas monetaria, financiera y comercial. Al iniciarse el segundo
trimestre de 1998, existe en la región un sentimiento de moderada satisfacción ante la
reacción de los gobiernos y la solidez de las economías. En efecto, se logró controlar el
ataque a algunas monedas; se detuvo y revirtió en algún grado la caída de las bolsas, y
las tasas de interés internas y la captación de créditos externos vuelven paulatinamente a
los niveles previos a la crisis. No obstante, las políticas aplicadas para enfrentar la crisis
asiática y el nuevo contexto internacional que ha generado suponen costos para la región,
e inciden sobre sus posibilidades de crecimiento. Sin duda que no son la única explicación
de la revisión hacia abajo en las perspectivas de crecimiento para 1998: a ellas se suman
fenómenos climáticos extraordinariamente adversos, la mayor utilización de capacidad
21
productiva anteriormente subutilizada, en algunos casos, y en otros la inviabilidad de
mantener las tasas de crecimiento en los niveles de 1997 con desequilibrios externos en
rápido crecimiento. En otros países, influye también la reducción de la producción y del
precio del petróleo, que afecta sensiblemente sus cuentas externas y fiscales.
7. EFECTOS DE LA CRISIS EN EL PERÚ
Los países asiáticos atravesarán una etapa de ajuste económico que disminuirá su
crecimiento en estos próximos dos años. La devaluación de sus monedas y la baja de su
actividad económica harán que exporten más de sus productos al exterior. Para el Perú
se pueden esperar ventas de productos asiáticos muy baratos que pueden afectar a la
industria textil, vidrios. Metalmecánica y en menor medida zapatos y juguetes. Además, el
bajo crecimiento económico de esos países hará que demanden menos de nuestras
materias primas, teniendo como consecuencia menores volúmenes exportados y menores
precios de estos productos en el mercado internacional.
7.2. Cómo afectó la crisis asiática al Perú
La crisis asiática ha afectado a nuestro país en diferentes campos entre los cuales
tenemos:
7.2.1.Comercio.- El Perú vio disminuido el valor de sus exportaciones por la crisis
asiática. Esto se debe a dos razones, las cuales están relacionadas entre ellas.
Primero el menor crecimiento económico en los países asiáticos hará que estos
disminuyan sus importaciones y demanden por ejemplo menos materias primas de
nuestro país. Ya que el 80% de lo que le vendemos a los países asiáticos son
materias primas, el sector de exportaciones no tradicionales (materias primas) es el
que se verá más afectado.
Asimismo la menor demanda de importaciones de parte de Asia afectará el
crecimiento económico mundial y reducirá el crecimiento de los demás países. Se calcula
que países como EE.UU. y Europa podrían ver disminuido su crecimiento económico
entre 0.3% a 0.5% en el presente año, y los países en desarrollo como el Perú aún más.
La CEPAL y el BID calculan que los países latinoamericanos verán disminuido en
promedio su crecimiento económico este año 1998 desde un 4.0% a 4.5% anual sin crisis
asiática a un 3.0% a 3.5% anual con la presente crisis. El menor crecimiento económico a
22
nivel mundial hará que la mayoría de los países demanden entonces menos materias
primas de nuestro país.
La segunda razón es que la menor demanda a nivel mundial por nuestras materias
primas ha hecho que los precios de éstas se reduzcan en forma notable durante el último
año. Según información del cuadro 3, los precios del cobre, el oro, el petróleo, el café han
disminuido desde que empezó la crisis asiática (aunque la caída de los precios, por
ejemplo los del petróleo y del oro no es exclusivamente por la crisis asiática, sino también
por una sobreproducción, en el caso del petróleo, y de una venta de oro de algunos
Bancos Centrales Europeos en aproximación a la llegada del Euro, la moneda única
europea, en el caso del metal oro).
En todo caso, la menor demanda de nuestras materias primas debido a un menor
crecimiento de los países en el mundo como consecuencia de la crisis asiática, y la baja
en el precio de estas materias primas por esta menor demanda hará que los ingresos por
exportaciones del Perú se reduzcan este año 1998. De hecho esto ya se nota. Según
estadísticas del BCR, en el período enero-marzo 1998 nuestras exportaciones de
productos tradicionales (materias primas) fueron de 675 millones de dólares, en
comparación con los 1,114 millones de dólares del período enero-marzo 1997.
De los 439 millones de dólares que se dejaron de exportar, en verdad 297 millones
de dólares fueron por menores exportaciones de productos pesqueros, pero se dejo de
exportar 97 millones de dólares en productos mineros, y esto sí puede atribuirse a un
efecto de menor demanda y menor precio de los minerales por la crisis asiática.
En todo caso, la caída de nuestras exportaciones por la crisis asiática será un hecho
este año 1998. Aunque, el Perú no sufrirá tanto como otros países pues no dependemos
directamente mucho de los países asiáticos para nuestras exportaciones. En 1997 sólo el
22.13% de nuestras exportaciones iba a los países asiáticos, de los cuales las recibían 3
países más afectados, como Corea del Sur, Indonesia, Tailandia. Sólo iba el 2.44% del
total de nuestras exportaciones.
Por el lado del comercio también tenemos que las importaciones desde Asia podrían
aumentar debido a la devaluación de las monedas de estos países que hacen más
competitivos sus productos. Los productos asiáticos podrían competir con nuestros
productos en nuestro propio mercado, aumentando las importaciones de esa región en
nuestro país, o también los productos asiáticos competirán con nuestros productos en los
23
mercados del exterior. Sobre esto último por ejemplo se tiene que según el Comité de
Textiles y Confecciones de la Sociedad Nacional de Industrias, las exportaciones de estos
productos peruanos, que estuvieron creciendo a una tasa de 25% anual en los últimos
años, este primer trimestre de 1998 sólo aumentaron en un 10%, esto es a una tasa
menor, que se puede atribuir a una mayor competencia en los mercados externos de
parte de productos más baratos provenientes de los países asiáticos.
En todo caso, respecto a la competencia de productos del Asia en nuestro mercado
interno, las importaciones provenientes de los países asiáticos son todavía pequeñas, por
ejemplo en 1997 representaron sólo el 14.87% del total. De los 3 países más afectados y
que han visto devaluada su moneda en mayor proporción como Indonesia, Corea del Sur
y Tailandia, las importaciones sólo representan el 3.62% del Asia. Sin embargo, aún
cuando las importaciones asiáticas son una pequeña fracción del total de productos
importados por el Perú, en sectores como el de juguetes, textiles y confecciones, ya las
importaciones asiáticas representan un componente importante.
7.2.2. Problemas financieros.- La crisis asiática que empezó con la devaluación de las
monedas en Asia y la baja en la Bolsa de Valores a nivel mundial, ejerció en octubre
pasado, una presión también sobre la devaluación de la moneda en el Perú, y sobre
la baja en la Bolsa de Valores de Lima. Sin embargo, la moneda peruana no se ha
devaluado ni su Bolsa de Valores ha sufrido una caída pronunciada. La razón es
que en el caso del Perú la moneda no se devaluará pues hay abundantes dólares
en la economía (de la privatización, de capitales extranjeros en Bolsa) y además el
Banco Central de Reserva mantiene una política monetaria restrictiva. Además se
cuenta con un nivel de Reservas Internacionales bastante grande, casi 10,600
millones de dólares a mayo de 1998, que se usarían para defender la moneda ante
un ataque especulativo. También la Bolsa de Valores en Lima es pequeña y se
negocian acciones de pocas compañías, por eso no se vislumbra una fluctuación
tan fuerte en la Bolsa.
En todo caso, la relación del Perú con los países asiáticos, como se ve por el lado de
las exportaciones e importaciones, es en verdad pequeña, y no hay un impacto tan fuerte
(en comparación con Chile, por ejemplo, donde se exporta más de un tercio del total a los
países de Asia). Por eso también la economía peruana al no estar tan ligada a los países
asiáticos no enfrenta mayores problemas financieros, como podrían ser un ataque
especulativo en su moneda o un brusco descenso en el valor de su Bolsa de Valores.
24
8. LAS ECONOMIAS NO AFECTADAS.
Si bien es cierto la crisis asiática afecto a toda la región, como se ha visto, algunas
economías, tales como Taiwán y China prácticamente no se vieron afectadas.
La clave estuvo en la depreciación del dólar en Singapur, pues Taiwán y Singapur
tenían estructuras exportadoras similares (Singapur, deprecio su moneda por la
depreciación del ringgit de Malasia, su principal socio comercial)
Lo ocurrido en Taiwán genero expectativas de que Hong Kong siguieron el mismo
camino, pues las autoridades de Hong Kong respondieron mediante una política
monetaria contractiva, que elevo las tasas de intereses a niveles que lograron prevenir
una salida de capitales.
En consecuencia, si un país liberaliza la cuenta de capitales y al mismo tiempo
presenta un tipo de cambio inflexible y un marco regulatorio inadecuado, es un candidato
a una crisis financiera y cambiaria.
Por lo tanto, no siempre la liberalización de la cuenta de capitales es la causante de
todos los males, si no las características que la economía presenta en el momento de la
liberalización.
CAPITULO III.
9. POLITICAS PARA CONTROLAR LA CRISIS
9.2. Sistema monetario
El FMI es la institución que fue creada para desempeñar ese papel. Sin embargo,
desde el colapso del sistema de Breton Woods, el FMI no ha podido ejercer mucha
influencia sobre las políticas de los países ricos los derechos de voto y el poder dentro del
25
FMI siguen estando muy sesgados hacia los países ricos; y, además, Estados Unidos
mantiene el poder de veto sobre decisiones importantes. Esto debilita la independencia de
la institución y diluye su capacidad de "decir la verdad al poder". En combinación con la
percepción de que sus prescripciones durante la crisis financiera asiática de finales de
1990 estuvieron sesgadas en beneficio de los países ricos, este déficit democrático ha
reducido la legitimidad del FMI. Y con la ausencia de legitimidad, será difícil e
inconveniente dar al FMI un papel más importante en los acuerdos monetarios
internacionales.
9.3. Los programas respaldados por el FMI
Se solicitó al FMI que otorgara respaldo financiero a tres de los países más
gravemente afectados por la crisis: Corea, Indonesia y Tailandia. La estrategia utilizada
frente a la crisis tenía tres componentes principales:
9.3.1.Financiamiento. El FMI otorgó financiamiento por unos US$35.000 millones para
respaldar programas de ajuste y reforma en Corea, Indonesia y Tailandia; la
asistencia concedida a Indonesia se incrementó aún más en 1998-99. Otras
entidades multilaterales y bilaterales se comprometieron a aportar financiamiento
por unos US$85.000 millones, aunque no se entregó la totalidad de esa suma. Por
otra parte se adoptaron medidas concertadas (en diferentes etapas, tras la iniciación
de esos programas, en diferentes países) para poner coto a la salida de capital
privado.
9.3.2. Política macroeconómica. Se adoptó una política económica más restrictiva (en
diferentes etapas según el país) para detener el colapso de los tipos de cambio de
los países —proceso mucho más avanzado de lo que podrían justificar los
parámetros fundamentales de la economía—e impedir que la depreciación de la
moneda condujera a una espiral inflacionaria y una depreciación aún mayor. La
restricción de la política monetaria fue, como correspondía, temporal: una vez que
comenzó a recuperarse la confianza y se estabilizaron las condiciones del mercado
se redujeron las tasas de interés. En esencia, correspondía aplicar una política fiscal
firme en Corea e Indonesia, en tanto que en Tailandia se preveía la adopción de
medidas de restricción fiscal para dar marcha atrás al proceso de incremento del
déficit que había tenido lugar el año anterior a la crisis.
26
9.3.3. Reformas estructurales. Se adoptaron medidas encaminadas a corregir las fallas
existentes en el sector financiero y el sector empresarial. A través de otras
reformas se procuró mitigar las consecuencias sociales de la crisis y sentar las
bases para la reanudación del crecimiento económico.
Para las proyecciones macroeconómicas en que se basaban los programas
iniciales se adoptó el supuesto de que sería posible restablecer rápidamente la confianza
a través de un marco de medidas convincentes, aunado con planes de financiamiento por
montos elevados. En virtud de ese supuesto se previó la desaceleración del crecimiento
económico, que de todos modos seguiría siendo positivo. Ni el FMI ni otros observadores
previeron la profunda recesión que iba a producirse: el PIB de Corea se redujo un 7% en
1998, el de Tailandia un 6% y el de Indonesia un 14%.
Además de otorgar asistencia financiera para programas de reforma de la política
económica en esos tres países, el FMI colaboró con otros países de la región que estaban
enfrentando la crisis:
Amplió y aumentó, en 1997, el monto del programa que estaba respaldando para
Filipinas y celebró con ese país un nuevo acuerdo de derecho de giro en 1998.
Intensificó sus consultas con otros países afectados por la crisis y les proporcionó
asesoramiento de política económica con respecto a las medidas que podían ayudarlos a
evitar el contagio. Entre otras cosas, el FMI coincidió con las autoridades chinas en que
debía mantenerse el tipo de cambio de la moneda de China frente al dólar de EE.UU.
9.4. Política monetaria
Dado que el primer síntoma de la crisis fue el desplome de las monedas de los
países de Asia, la política monetaria fue un elemento clave de los programas de reforma
de estos países. Resulta una ironía que los programas hayan sido criticados desde los dos
extremos: algunos críticos consideran que los países deberían haber subido más las tasas
de interés para defender sus monedas, en tanto que otros han aducido que el aumento de
las tasas de interés fue la principal causa de los problemas ulteriores.Varios investigadores
universitarios han opinado que, en una recesión, la política ortodoxa sería bajar las tasas
de interés y dejar que el tipo de cambio descienda para impulsar la actividad económica.
No obstante, la depreciación de la moneda durante la crisis fue tajante: el won bajó de
menos de 1.000 hasta 2.000 por dólar de EE.UU. en tan solo un mes. En situaciones tan
27
extremas, la prioridad debe ser estabilizar el tipo de cambio antes de que se consolide un
círculo vicioso inflacionario. Si se permite que los precios internos se disparen, la
restricción monetaria que se requiere para lograr nuevamente la estabilidad de los precios
tiene un costo demasiado alto.
La estrategia aplicada por los países de Asia consistió en elevar las tasas de interés
a corto plazo para frenar el deterioro del tipo de cambio, reduciendo luego las tasas de
interés en forma gradual a medida que se estabilizara el tipo de cambio. De hecho, el
aumento inicial de las tasas de interés fue moderado y de corta duración: en Tailandia, las
tasas de interés a corto plazo subieron al 25%, y en Corea al 35%, y se mantuvieron a
esos niveles máximos sólo algunos días para luego bajar rápidamente hasta los niveles
previos a la crisis.Además,si se tiene en cuenta el efecto de la acusada depreciación de la
moneda sobre las expectativas de inflación, el aumento de las tasas de interés fue muy
inferior en cifras reales que en cifras nominales. Las tasas de interés reales (basadas en el
pronóstico de consenso de la inflación como medida de las expectativas inflacionarias),
que fluctuaban en torno al 7%–8% antes de la crisis, subieron durante un breve lapso al
20%–25%, pero luego bajaron acusadamente.
En ambos países, las tasas reales sólo se situaron por encima del 15% durante dos
meses y, en la actualidad, son de alrededor de cero.Al mismo tiempo, tanto el won como el
baht se apreciaron considerablemente después de la crisis inicial.
En Indonesia, en cambio, los intentos iniciales de estabilizar la rupia fracasaron;
pero ésta es la excepción que confirma la regla. En la primera semana de ejecución del
programa de Indonesia, las autoridades llevaron a cabo una intervención no esterilizada y
permitieron que las tasas de interés a corto plazo subieran al doble (30%). Como resultado,
la rupia registró una fuerte apreciación. Pero dos días después, contrariando el acuerdo
entre el país y el FMI, el Banco de Indonesia rebajó las tasas de interés hasta su nivel
inicial. La posterior expansión de la liquidez,sumada a las fuertes señales emitidas desde
los niveles más altos del gobierno de que no se respetarían los compromisos asumidos en
virtud del programa con el FMI, precipitaron la abrupta caída de la rupia. El alto nivel de
inflación que ello generó ha exigido tasas de interés mucho más elevadas para recobrar la
estabilidad financiera. El costo del ajuste habría sido muchísimo menor si el gobierno
hubiera perseverado en su programa inicial.
28
Con seguridad, la poca solidez de los sectores bancario y empresarial de los países
de Asia limitaban las posibilidades de elevar las tasas de interés. Sin embargo, aunque
muchos críticos han señalado las consecuencias negativas que tiene el aumento de las
tasas de interés internas para los prestatarios nacionales, no han tomado en cuenta el
impacto de la depreciación de la moneda sobre quienes asumieron deudas externas. La
caída precipitada del valor de una moneda eleva la carga de la deuda externa para los
sectores bancario y empresarial hasta niveles intolerables y socava la estabilidad
financiera. Por lo tanto, la elección entre una depreciación o un aumento de las tasas de
interés cambia radicalmente cuando ha habido un reajuste excesivo del tipo de cambio. La
depreciación de la moneda produciría efectos especialmente perniciosos para Indonesia y
Corea, donde la proporción de la deuda externa es muy alta en relación con el crédito
interno.
La contracción de la liquidez que se produjo en estos países no ha sido simple
consecuencia de las altas tasas de interés, ya que los bancos se han mostrado reacios a
renovar sus créditos ante el alto volumen de préstamos en mora y la frágil situación del
sector empresarial. Resulta instructivo el hecho de que no ha disminuido la compresión del
crédito pese a que las tasas de interés de Corea y Tailandia han bajado a niveles muy
inferiores a los niveles previos a la crisis.
9.5. Política fiscal
Al principio, los países de Asia tenían una sólida situación presupuestaria. Las
metas fiscales iniciales contemplaban un pequeño superávit para facilitar el ajuste externo
y financiar el considerable costo de la reestructuración del sector financiero.
Sin embargo, a medida que se deterioró la situación económica, las metas fiscales
iniciales se corrigieron para permitir que entraran en funcionamiento los estabilizadores
automáticos y financiar las partidas adicionales de gasto social que requería la protección
de los sectores pobres del país.
De hecho, dada la prudencia fiscal de estos países, en algunos casos el FMI se
encontró en la desacostumbrada situación de tratar de convencerlos de que aplicaran una
política fiscal expansiva. En la actualidad, en todos estos países se ha fijado como meta
fiscal un déficit considerable. Por lo tanto, las críticas que atribuyen la desaceleración del
crecimiento de estos países a la restricción fiscal son, en gran medida, injustificadas.
29
Obviamente, se puede culpar al FMI por no haber previsto con exactitud la
profundidad de la recesión, pero no existía ningún sesgo sistemático en los pronósticos de
crecimiento del FMI, que coincidían, en general, con los pronósticos de consenso.
Quizá sea demasiado pronto para saber con certeza por qué nadie previó la gravedad
de la recesión, pero hay algunas explicaciones posibles. Primero, cuando los ciclos de
auge y caída coinciden con un sistema financiero muy endeble y un sector empresarial
muy endeudado, la amplitud y duración de los ciclos son mucho mayores. Segundo, hasta
mediados de 1997, parecía que Japón finalmente estaba saliendo de su prolongada
recesión. Pero estas esperanzas se desvanecieron cuando la economía de Japón se
desplomó, profundizando la recesión en los países de Asia con los que mantiene estrechas
relaciones. Por último, el hecho de que varios países de Asia estuvieran en crisis al mismo
tiempo socavó la confianza general y suscitó una contracción de la demanda interna más
fuerte que la prevista
10. Importancia de las reformas estructurales, para el éxito de los programas
Se dio a las reformas estructurales más importancia que en los programas habituales
del FMI. Los detalles de esas reformas se formularon en colaboración con las autoridades
de cada país y con el Banco Mundial y el Banco Asiático de Desarrollo.
La necesidad de reforma del sector financiero era especialmente apremiante, dadas las
causas de la crisis. En los tres países, los programas tuvieron los siguientes componentes
comunes:
Cierre de instituciones financieras insolventes, para impedir pérdidas adicionales.
Recapitalización de instituciones financieras potencialmente viables, en muchos
casos con asistencia gubernamental.
Estrecha supervisión, por parte del banco central, de instituciones financieras en
dificultades.
Más estricta supervisión y regulación financieras para impedir la repetición de las
dificultades que habían conducido a la crisis. Los objetivos consistieron en
restablecer la solidez de las instituciones financieras y aplicar normas de
supervisión y regulación de nivel internacional. No obstante, en todos los casos
ese proceso se realizó en forma paulatina, dada la necesidad de una solución de
30
compromiso entre un avance convincente y la preocupación de que la adopción
demasiado presurosa de un régimen más severo pudiera perturbar el
funcionamiento de un sistema que estaba tratando de superar la crisis.
10.2. La reestructuración de la deuda de las empresas; incluido el establecimiento de
mecanismos de reestructuración viables se consideró también una contrapartida
esencial para restablecer la solidez del sistema financiero. A este respecto el
avance fue lento en los tres países, con la consiguiente desaceleración del
crecimiento económico.
Las siguientes fueron otras de las reformas ejecutadas:
Programas de protección de segmentos pobres y vulnerables de la sociedad frente
a los aspectos más nocivos de la crisis, profundizando y ampliando las redes de
seguridad y (especialmente en Indonesia) dedicando considerables recursos
presupuestarios al aumento de los subsidios de productos básicos, como el arroz.
Medidas tendientes a una mayor transparencia en los sectores financiero,
empresarial y público.
Medidas encaminadas a dar mayor eficiencia a los mercados y aumentar la
competencia.
10.3. Resultados iniciales y evaluación de los programas respaldados por el FMI
Inicialmente, los programas respaldados por el FMI no lograron restablecer la
confianza en la medida prevista en los tres países, pues persistió la salida de capital y la
moneda siguió depreciándose. Esos fenómenos obedecieron a diversos factores,
incluidos los siguientes:
Vacilaciones iniciales y cambios de orientación de la política económica en el marco
de la aplicación de los programas, por ejemplo, eliminación prematura de medidas de
política monetaria restrictivas, junto con incertidumbres políticas y electorales que
arrojaron dudas sobre la política económica que iba a aplicarse.
Desequilibrios de enormes proporciones entre las reservas y la deuda a corto plazo
que iba haciéndose exigible. En Corea y Tailandia, los inversionistas percibieron en forma
31
especialmente clara esta situación, ya que en relación con los programas respaldados por
el Fondo se dio a conocer información referente al nivel de las reservas utilizables.
Incertidumbre con respecto a los planes de financiamiento oficial; en especial, en
Corea e Indonesia no se desembolsaron los recursos de las "segundas líneas de
defensa", anunciadas al comienzo de los programas de esos países.
La continua salida de capital y el proceso de desvalorización monetaria hicieron que la
recesión, en los países en cuestión, fuera mucho más profunda de lo previsto. Ello
obedeció principalmente al colapso del gasto interno, especialmente del gasto de
inversión privada. La balanza en cuenta corriente de los países fue objeto de enormes
reajustes, vinculados principalmente con una pronunciada disminución de la importación.
Los mercados financieros se estabilizaron en los primeros meses de 1998 en Corea y
Tailandia, y bastante después en Indonesia. La moneda comenzó a recuperarse y a
mediados de 1998 las tasas de interés se redujeron a niveles inferiores a los anteriores a
la crisis. Luego la actividad económica comenzó a recuperarse: a mediados de 1998 en
Corea y más tarde en los otros países. Una vez iniciado, el proceso de recuperación
resultó inesperadamente sólido, en especial en Corea, cuyo crecimiento económico fue
del 10,75% en el total de 1999. La recuperación obedeció al resurgimiento de la demanda
privada interna, cuyo colapso había suscitado la recesión.
La experiencia de la crisis asiática y los resultados de la estrategia de política
económica aplicada suscitaron nuevas ideas con respecto al sistema financiero
internacional y a la reacción de política económica apropiada frente a las crisis
financieras. Se sigue estudiando la manera de aplicar las enseñanzas de la crisis asiática
a las actividades del FMI. Como medida inicial, en enero de 1999 el FMI dio a conocer un
análisis interno provisional sobre el diseño de los programas respaldados por el Fondo
ejecutados en Corea, Indonesia y Tailandia, y sobre la experiencia inicial referente a los
mismos2. A través de ese estudio se procuró identificar los aspectos de la estrategia del
FMI que habían dado los resultados previstos y los que era necesario reconsiderar. En
septiembre de 1999, el FMI publicó un estudio en que se pasa revista al asesoramiento de
política económica que la institución brindó en Asia en materia de reestructuración
financiera3. Una de las enseñanzas clave, según la mayor parte de los observadores, es
que deben aplicarse medidas más enérgicas de prevención de crisis. La evolución de la
32
crisis puso claramente de manifiesto la dificultad de poner freno a ese proceso una vez
iniciado. Las siguientes son algunas de las enseñanzas recogidas en esa esfera:
El hecho de que el Fondo y la mayoría de los restantes observadores no hayan
logrado prever la crisis, salvo en el caso de Tailandia, pone de manifiesto la importancia
de una vigilancia reforzada, especialmente en relación con la vulnerabilidad del sistema
cambiario y financiero, para tratar de corregir las vulnerabilidades antes de que lleguen al
extremo.
Es esencial una mayor transparencia económica y financiera, a través de la
publicación de estadísticas económicas, incluidos indicadores financieros y empresariales
y datos generales sobre activos y pasivos de las reservas oficiales, para reforzar la
disciplina en el mercado y lograr que los precios de los activos y las corrientes financieras
se adapten en forma menos abrupta a la información desfavorable que sobrevenga. Esto
ayudará asimismo a evitar la divulgación de información desfavorable durante una crisis.
La crisis planteó nuevas preguntas referentes al ritmo y a la secuencia de las medidas
de liberalización de la cuenta de capital. En especial, puso de manifiesto los riesgos que
entraña liberalizar la cuenta de capital sin antes verificar la solidez del sistema financiero
interno. Otro problema, referente a la secuencia de las medidas, consiste en que algunos
países liberalizaron las corrientes de capital a corto plazo antes de hacer lo propio con las
de largo plazo; en especial, la continua regulación de la inversión extranjera directa dio
lugar a una estructura de corrientes de capital que agravó la vulnerabilidad.
No se ha comprobado que la crisis haya sido provocada por el riesgo moral. En la
práctica, el programa de México de 1995, respaldado por el FMI, que según algunos
críticos representó para los mercados una señal de que los países con mercados
emergentes podían contar con que el Fondo pusiera en marcha una operación de rescate,
no influyó en forma perceptible sobre los mercados financieros asiáticos, pues en ese
momento los inversionistas aparentemente creían que lo que sucediera en México no iba
a influir sobre los tigres asiáticos.
11. Atención a riesgos, de crisis futuras.
Las crisis son inevitables. Mientras existan mercados financieros, habrá ciclos de auge y
caída. Pero es posible limitar la vulnerabilidad a las crisis.
11.2. Pasos a prevenir una amenaza de crisis.
33
11.2.1. En primer lugar, se requiere mejor información para poder evaluar las situaciones
y tomar las medidas adecuadas en forma oportuna. De haber sabido el resto del
mundo cuán endebles eran los sistemas financieros de estos países, algo se habría
podido hacer antes. Del mismo modo, si el FMI se hubiera percatado de la rapidez
con que estaban disminuyendo las reservas internacionales en Tailandia y,
posteriormente, en Corea se habrían podido efectuar antes los respectivos ajustes
de política económica.
11.2.2. Segundo, el sector financiero desempeña una función crucial en todos los ciclos de
auge y caída, tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo. Es
fundamental que se hayan puesto en funcionamiento los procedimientos
prudenciales y de supervisión idóneos y que los bancos estén en condiciones de
evaluar los riesgos. Por consiguiente, las reformas del sector financiero son de
primordial importancia.
11.2.3. Tercero, una lección muy importante que se ha aprendido de esta crisis es que los
países cometen un error cuando aplican un régimen de tipo de cambio fijo si no están
dispuestos a tomar las medidas que éste requiere; es decir, además de aplicar
políticas macroeconómicas acertadas, deben tener un sistema bancario sano y
sólidas reservas que les permitan resistir un aumento defensivo de las tasas de
interés a fin de alejar a los especuladores. Pero son pocos los países que pueden
mantener un tipo de cambio fijo cuando la situación se torna difícil. Cuarto, la
liberalización del mercado de capitales debe realizarse con prudencia. El problema
en los países de Asia no fue que liberalizaran sus cuentas de capital, sino que
llevaron a cabo la liberalización en una secuencia equivocada y de manera sólo
parcial. La mayoría de estos países liberalizaron los flujos de capital a corto plazo
antes de liberalizar la inversión extranjera directa, cuando debieron haber hecho lo
contrario. Además, si bien se liberalizaron las entradas de capital, el sector financiero
se mantuvo cerrado a la competencia del exterior.
CAPITULO III
12. SALIDA DE LA CRISIS ASIÁTICA
12.2. La recuperación económica asiática
34
La crisis asiática, que empezó en julio de 1997 y afectó a todo el mundo, prácticamente
ha terminado en la región asiática. Casi todos las economías de la región experimentaran
un crecimiento positivo este año, y especialmente algunos como Corea del Sur, lo harán a
tasas especialmente altas de crecimiento económico. En todo caso a partir del año 2,000
otra vez la región asiática crecerá a tasas superiores a cualquier región en el mundo
(como lo hizo en los últimos 25 años).
Crecimiento del PBI (% crecimiento anual)
Años 1997 1998 1999
Hong Kong 5.3 5.1 -0.5
Corea del
Sur
5.0 -5.8 8.0
Singapur 8.0 1.5 5.0
Taiwán 6.8 4.8 5.5
China 8.8 7.8 6.8
Indonesia 4.3 -13.4 2.0
Filipinas 5.2 -0.5 3.0
Tailandia -1.3 -9.4 3.0
Malasia 7.5 -7.5 2.0
Japón -0.7 -2.1 0.9
Fuente: Los datos de 1997 y 1998 de la revista semanal "Far Eastern Economic Review",
Hong Kong; de 1999 proyecciones del Banco Asiático de Desarrollo.
Las economías más golpeadas por la crisis fueron Tailandia, Indonesia, Corea del Sur,
Malasia y Filipinas. Japón es un caso aparte pues su economía ya desde comienzos de
esta década se encontraba en problemas. Hong Kong también es un caso especial, pues
aquí el desinfle de la "burbuja económica" (la baja en los precios de las acciones de Bolsa
35
de Valores y de la propiedad inmobiliaria) fue bastante fuerte (aunque esto fue algo
común a prácticamente todos las economías de Asia). En todo caso la rápida
recuperación de las economías asiáticas se debe a las siguientes razones:
12.3. Razones de la recuperación asiática
Una de las causas de la crisis asiática fue que las monedas asiáticas,
especialmente de las economías más golpeadas, se habían revaluado desde 1994
respecto a China (que devaluó su moneda, el yuan, en ese año) y desde 1995 respecto a
Japón (el yen desde abril de ese año dejo de revaluarse y empezó más bien a
devaluarse). La reevaluación de las monedas en las economías asiáticas hizo perder
competitividad a sus exportaciones, especialmente desde la segunda mitad del año 1996.
Esto se agudizó en la primera mitad del año 1997. Antes esto, Tailandia por ejemplo, se
vio forzado a devaluar su moneda en julio de 1997 y le siguieron las demás economías.
La devaluación de las monedas les devolvió la competitividad. Sin embargo, esta
devaluación fue demasiada alta y ahora el valor de algunas de estas monedas se han
recuperado, pero aún mantienen su competitividad. Por ejemplo, el baht de Tailandia, que
llegó a devaluarse de 25.88 baht por dólar de julio de 1997 a 54.22 por dólar en enero de
1998, ahora a septiembre de 1999 está en alrededor de 38.25 por dólar. En todo caso,
con monedas más competitivas las exportaciones de los países asiáticos han aumentado,
y ésta es una de las razones de la recuperación asiática.
Otra razón para que las exportaciones asiáticas decayeran desde la segunda mitad
del año 1996 fue que la demanda (y el precio) de muchos productos asiáticos, como
computadoras y productos electrónicos, habían bajado en los mercados internacionales.
Esto sucedió por la saturación en ciertos mercados y por la sobreproducción de algunos
de estos artículos. Sin embargo, el continuo crecimiento de la economía norteamericana
(y europea en menor medida) ha hecho que la demanda por estas exportaciones aumente
ahora. No sólo eso, casi un 30% en promedio de las exportaciones asiáticas van a otras
economías asiáticas, y con estas en caída durante lo peor de la crisis en 1998,
disminuyeron aun más las exportaciones. Ahora con las economías asiáticas en
recuperación, sus exportaciones también aumentan. Por ejemplo, las exportaciones de
Malasia han aumentado un 16.3%, en comparación con igual período del año 1998.
La recuperación en casi todas las economías asiáticas, especialmente en Corea del
Sur, Tailandia, Malasia, Japón, China, está siendo impulsada por un fuerte gasto fiscal.
36
Especialmente Malasia fue uno de los primeros en aplicar esto, a despecho del FMI que
aconsejó a estas economías retracción en el gasto fiscal inmediatamente después del
comienzo de la crisis en julio de 1997. Algunos aseguran que fueron las recetas
restrictivas del FMI las que más bien profundizaron la crisis asiática. En todo caso, todas
las economías asiáticas ahora tienen déficit fiscal (antes casi ninguna tenía), pues están
estimulando sus economías hasta que el sector privado tome las riendas del crecimiento.
Por ejemplo, China este año está gastando mucho para mantener su economía
caminando y se calcula que su déficit fiscal pueda llegar este año 1999 a más de 1.5% del
PBI (cifras oficiales, casi el doble de 1997).
Sin embargo, ahora los precios de esos activos se están recuperando, muestra de la
confianza en estas economías (está viniendo dinero del exterior otra vez) y porque la
economía real también se está recuperando (la producción industrial y las exportaciones
están aumentando). Por ejemplo, en Corea del Sur, el índice de la Bolsa de Valores de
Seúl, que cayó de un valor de 758 en julio de 1997 a 297 en septiembre de 1998, ahora
en septiembre de 1999 está en alrededor de 940 (a niveles superiores de cuando empezó
la crisis).
El sistema bancario y financiero en general en Asia es uno de los sectores más
débiles de esas economías. Los bancos, al prestar dinero sin hacer muchas preguntas,
alimentaron la burbuja económica. Ahora se está saneando el sector bancario en la
región. Algunos bancos están siendo liquidados, otros se están uniendo entre ellos, pues
había demasiados bancos.
En este aspecto Japón, que presenta un sistema financiero muy débil, a pesar de
ser la segunda economía más grande del mundo, está avanzando bastante. La crisis
económica japonesa, que se desato desde que la burbuja económica reventó en 1990,
dejo a muchos bancos con préstamos incobrables y en quiebra. Recién desde el año
pasado Japón está tomando medidas para sanear su sistema financiero (después de 8
años que empezó la crisis, por eso la crisis demoró tanto y recién ahora se está
recuperando su economía).
Muchos bancos se están uniendo, por ejemplo, a comienzos de septiembre de este
año 3 bancos: Industrial Bank of Japan, Dai-Ichi Kangyo Bank y Fuji Bank, anunciaron que
se unirán en uno solo, para ser más competitivo (y de paso crearán el banco más grande
del mundo).
37
Otra de las principales causa de la crisis fue que el capital extranjero se retiro
súbitamente de la región asiática desde la segunda mitad de 1997, forzando la
devaluación de muchas monedas.
Ahora estos capitales están regresando. Está aumentando la inversión en la Bolsa
de Valores de la región, así como de la inversión extranjera directa. Muchas empresas
extranjeras están aprovechando de la reestructuración empresarial en la región,
comprando alguna de estas empresas. En todo caso, con mano de obra aún barata en la
región, y con una economía competitiva, los inversionistas extranjeros seguirán invirtiendo
en la región.
12.4. Señales de recuperación y contenido de la misma
La recuperación económica en la mayoría de los países en crisis fue más rápida de lo
que preveían muchos observadores. Se evitó la realización de los escenarios pesimistas
elaborados en el período en que los problemas eran más severos. Una gestión
macroeconómica bien concebida fue esencial para reforzar la balanza de pagos,
estabilizar los mercados financieros y facilitar la pronta reanudación del crecimiento
económico. Aunque en todos los países asiáticos en crisis se está lejos de haber
cumplido todos los objetivos de la reforma estructural, los esfuerzos realizados por sus
gobiernos para hacer frente a esos arduos problemas han contribuido a la vigorosa
recuperación lograda.
En la mayoría de los países en crisis se registra un vigoroso crecimiento del producto
real, provocado por el aumento del consumo privado y la exportación, y algunas nuevas
inversiones privadas. Se prevé que en Corea la recuperación económica que comenzó
en el último trimestre de 1998, menos de un año después del período más penoso de la
crisis, suscitará un crecimiento económico del 8% en 2000, y es posible que los
resultados superen esas proyecciones. En Tailandia, el crecimiento económico sería
del 5% en el presente año. En Indonesia, cuya recuperación se vio afectada por
conmociones políticas y una insatisfactoria ejecución de la política económica, el
crecimiento económico se reanudó a fines de 1999 y se prevé un crecimiento del PIB
real del 4% en el presente año.
Para respaldar el crecimiento económico, los países de la región siguen aplicando, en
general, una política económica predominantemente acomodaticia. En muchos casos,
38
las tasas de interés real y nominal del mercado de dinero se sitúan por debajo de las
anteriores a la crisis. Las tasas de interés comenzaron a disminuir en Corea y Tailandia
a principios de 1998 y en Indonesia a mediados de 1999, al reducirse las presiones que
sufría la moneda. No obstante, la tasa de aumento del crédito para el sector privado en
la región sigue siendo relativamente moderada, en parte porque las instituciones
financieras se han dotado de mayor capacidad de evaluación de riesgos y han
adoptado un enfoque más prudente en cuanto al otorgamiento de nuevos préstamos.
A medida que se afianza la recuperación se realiza un programa de consolidación
fiscal; los déficit presupuestarios están siendo eliminados, pese al costo de las reformas
del sector financiero, y los programas vuelven a inspirarse en los principios de mínimo
financiamiento interno y moderación del endeudamiento público. Si bien se procura
incrementar el gasto social, se ha logrado reducir el gasto en proyectos de
infraestructura ineficientes y otro tipo de gasto improductivo, incluidas las afectaciones
presupuestarias militares. Se están adoptando medidas de reforma del sistema
tributario, especialmente a través de la eliminación de exenciones impositivas, para
ampliar la base del ingreso fiscal y remozar la administración tributaria, en procura de
una recaudación más eficiente y una menor corrupción.
La balanza en cuenta corriente sigue siendo superavitaria, en parte debido al aumento
de la competitividad y la fuerte demanda mundial de productos electrónicos, que
contrarresta el aumento de la demanda de importación vinculada con la aceleración del
crecimiento económico. El alza del petróleo tiende a reducir el superávit comercial en
los países importadores de petróleo de la región y promueve los superávit comerciales
de Indonesia y Malasia. Los tipos de cambio han superado los mínimos registrados
durante la crisis, pero en cifras efectivas reales siguen siendo francamente inferiores a
los anteriores a la crisis, lo que promueve la competitividad.
Se han restablecido las reservas internacionales oficiales, con la consiguiente
reducción de la vulnerabilidad de los países frente a las perturbaciones externas. Al
final de abril de 2000 las reservas de Corea, que en diciembre de 1997 se habían
reducido peligrosamente, llegaron a US$85.000 millones, y el país ha vuelto a obtener
acceso a los mercados internacionales de capital. En Tailandia, el monto de las
reservas internacionales supera en más del 100% la deuda externa a corto plazo
pendiente, lo que se contrapone en forma pronunciada con la situación imperante en
1997.
39
Los precios aumentaron en la mayoría de los mercados regionales de acciones en
relación con los valores registrados en el período de mayor intensidad de la crisis, pero
expresados en dólares siguen siendo francamente inferiores a los niveles anteriores a
la crisis.
Los países en crisis han comenzado a aplicar importantes reformas estructurales: se
han cerrado, fusionado o recapitalizado bancos y otras instituciones financieras en
dificultades y se ha reforzado la supervisión; se han desmantelado monopolios; se han
reducido las restricciones a la propiedad extranjera; las empresas están siendo
sometidas a un régimen más severo de gestión y declaración de datos, y se han
sancionado o modificado leyes encaminadas a reforzar la autonomía del banco central,
la política de competencia, los procedimientos de quiebra y los mecanismos de lucha
contra la corrupción.
12.5. Qué se requiere para mantener un crecimiento económico acompañado de
equidad.
Pese a los logros recientes, aún se duda de que la recuperación económica dé lugar a un
crecimiento económico sostenido, y se temen nuevas vulnerabilidades. Si bien lo ya
logrado puede ser mejor de lo que algunos críticos preveían, las reformas estructurales no
han avanzado tan rápidamente como se deseaba. Es esencial alcanzar los numerosos
objetivos de reforma estructural pendientes, tarea importante y ardua, para la que quizá
no siempre se disponga de apoyo político. Es importante prevenir la "fatiga de la reforma"
y no contentarse con lo logrado pese a los satisfactorios resultados económicos recientes.
Sigue siendo necesario:
Acelerar el proceso de reestructuración del sector financiero. A esos efectos tendrá que
culminar el proceso de recapitalización de los bancos comerciales y deberán lograrse
mejores resultados en cuanto a recuperación de préstamos y venta de acciones. El
ingreso fiscal así obtenido ayudará a cubrir el alto costo presupuestario de la
reestructuración.
Intensificar la reestructuración de las empresas, centrando la atención en el
restablecimiento de balances viables por parte de las empresas a través de programas
de reestructuración de deudas y operaciones con acreedores, para restablecer la
competitividad y la rentabilidad. De todos modos ese proceso puede ser más lento que
el de reconstrucción del sector financiero, en parte porque el sector público cumplirá un
40
papel menos destacado; aun en el mejor de los casos, el proceso será de larga
duración.
Establecer un marco de legislación comercial propio de una economía moderna. Entre
otras, deberán sancionarse nuevas leyes sobre quiebra y política de competencia y
deberán crearse instituciones aptas para hacerlas cumplir; además habrá que conferir
real autonomía al banco central.
Continuar el proceso de apertura y desregulación de los mercados, inclusive a través
de una liberalización aún mayor del comercio exterior y la simplificación de los
requisitos para el otorgamiento de licencias a las empresas. Se creará así un entorno
más propicio para la inversión privada, especialmente para atraer nuevas inversiones
extranjeras directas y dar mayor impulso al aumento de la productividad.
Los planes regionales también pueden ser útiles para respaldar un crecimiento
económico sostenido y el mantenimiento de relaciones financieras estables entre los
países participantes. En este orden de ideas, la reciente "Iniciativa Chiang Mai",
mutuamente adoptada por los países miembros de la ASEAN y China, Corea y Japón,
constituye un importante ejemplo de colaboración regional reforzada, a través de la cual
los países que experimenten dificultades financieras temporales podrán obtener divisas
de sus vecinos a través de operaciones de swap y recompra. Aunque todavía no se han
establecido los detalles de esos servicios financieros, los mismos deberán complementar
la labor del FMI y ser plenamente compatibles con una estrategia encaminada a hacer
frente a los problemas económicos de la región.
12.6. Recuperación de los países afectados.
12.6.1. Recuadro 1. Corea
En las últimas décadas, Corea se transformó en una economía industrial
avanzada. No obstante, el sistema financiero se vio debilitado por la interferencia del
Estado en la economía y por la existencia de estrechos vínculos entre bancos y
conglomerados. La pérdida de confianza en el mercado que se produjo en medio de la
crisis financiera asiática llevó al país a una situación peligrosamente próxima al
agotamiento de sus reservas de divisas. El 4 de diciembre de 1997 el Directorio Ejecutivo
del FMI aprobó el otorgamiento de financiamiento para Corea por un máximo de DEG
15.500 millones, suma equivalente a unos US$21.000 millones, a lo largo de tres años.
41
El primero y más importante de los objetivos de la estrategia de resolución de la
crisis coreana consistió en restablecer la confianza y estabilizar los mercados financieros;
en segundo lugar se procuró sentar las bases de la reanudación de una recuperación
sostenida de la economía real. En consecuencia, se incluyó en el programa una
combinación de medidas macroeconómicas y reformas estructurales de gran
envergadura. Por otra parte, a principios de 1998 Corea llegó a un acuerdo con bancos
extranjeros para ampliar el plazo de vencimiento de los créditos contra sus bancos y evitar
el incumplimiento de las obligaciones respectivas.
Al comienzo del programa, Corea adoptó como objetivo de política
macroeconómica un aumento temporal de las tasas de interés encaminado a estabilizar el
won y evitar una espiral de depreciación e inflación. Esa medida contribuyó al
restablecimiento de la estabilidad financiera a principios de 1998, y una vez estabilizado el
won se aplicó rápidamente una política macroeconómica más flexible para estimular la
economía. Además, las autoridades adoptaron una orientación fiscal expansiva en una
etapa temprana del programa, para mitigar el impacto de la inevitable recesión.
Admitiendo el hecho de que la aplicación ordenada de medidas de ajuste requiere un
amplio consenso social, el gobierno diseñó un acuerdo tripartito en que tomaron parte los
sindicatos, las empresas y el Estado.
Los objetivos de la reforma estructural consistieron en liberalizar la cuenta de
capital, reestructurar los sectores financiero y empresarial, flexibilizar aún más el mercado
de trabajo y mejorar el sistema de declaración de datos. A través de la reestructuración,
Corea procuró restablecer rápidamente la estabilidad del sistema financiero mediante
respaldo de liquidez, una garantía general enmarcada en el tiempo, y el cierre de las
instituciones no viables. Otros de los objetivos del programa de reestructuración
consistieron en dar solución al problema de los préstamos no redituables, recapitalizar los
bancos y reforzar el marco institucional mediante la adopción de mecanismos de
regulación y supervisión de prudencia compatibles con prácticas internacionales óptimas.
Inicialmente, la labor encaminada a reestructurar las empresas se centró en el
mejoramiento de la política de gestión pública y de la política de competencia.
Ulteriormente se dirigió la atención a la reestructuración financiera y operativa, a los
efectos de reducir el nivel de la deuda y reforzar la estructura del capital. Se está
avanzando en la elaboración de acuerdos extrajudiciales de reprogramación de deudas
42
de varias compañías y procedimientos de insolvencia supervisados por los tribunales en
el marco de planes de mejoramiento de la estructura del capital analizados por los
bancos.
La recuperación de Corea es ahora vigorosa, y como fruto de las medidas
adoptadas en el marco del programa respaldado por el FMI la balanza de pagos ha vuelto
a ser estable, se han restablecido las reservas y se ha puesto en marcha la reforma de los
sectores financiero y empresarial. Corea ha dejado de girar contra recursos del FMI;
además rembolsó con nueve meses de anticipación parte de los fondos recibidos en el
marco del acuerdo de giro celebrado con el Fondo
Indicadores económicos seleccionados
1996 1997 1998 1999 2000**
(Variación porcentual)
Crecimiento del PIB real 7,1 5,5 -6,7 10,7 8,0
Precios al consumidor (final
de período)
4,9 6,6 4,0 1,4 1,8
(Porcentaje del PIB [el signo de menos indica un
déficit])
Saldo del gobierno central 0,0 -1,7 -4,4 -3,5 -3,01
Saldo en cuenta corriente -4,4 -1,7 12,7 6,1 2,0
(Miles de millones de dólares de EE.UU.)
Deuda externa 164,4 158,1 148,7 136,0 129,6
(Porcentaje del PIB)
Deuda externa 31,6 33,2 46,9 33,4 26,8
Fuentes: Autoridades indonesias y estimaciones del personal técnico del FMI.
* Estimación.1Para 2000 se tiene en cuenta el fondo de pensiones de los funcionarios públicos.
12.6.2. Recuadro 2. Indonesia
43
El sistema de flotación del baht tailandés adoptado en julio de 1997 no tardó en
intensificar la presión que soportaba la rupia indonesia. Las fallas estructurales del sector
financiero de Indonesia y el cuantioso saldo de la deuda externa privada a corto plazo del
país hicieron dudar de la capacidad del gobierno de defender el sistema de tipo de cambio
fijo frente a otra moneda. Tras un breve período de ampliación de la banda de
intervención se dispuso la flotación de la rupia, y a principios de octubre había sufrido una
devaluación del 30%. El 5 de noviembre de 1997, las autoridades celebraron un acuerdo
de derecho de giro trienal con el FMI por US$10.000 millones, suma que se incrementó en
unos US$1.400 millones en julio de 1998. También se comprometieron a aportar grandes
sumas otras instituciones multilaterales (US$8.000 millones) y donantes bilaterales
(US$18.000 millones, en lo que ha dado en llamarse "segunda línea de defensa"). Aunque
inicialmente la rupia aumentó de valor, en el período comprendido entre diciembre de
1997 y enero de 1998 tras la decisión adoptada en noviembre por el Banco de Indonesia
de clausurar 16 bancos insolventes los agentes del mercado volvieron a tornarse
suspicaces. También se produjeron desviaciones con respecto a la aplicación del
programa, aunados a una grave agitación social y política que culminó con la caída del
Presidente Suharto en mayo de 1998. El valor de la rupia se redujo aproximadamente
65% entre el 31 de diciembre de 1997 y el 31 de julio de 1998. El deterioro de la confianza
provocó inestabilidad financiera y el colapso del producto, con graves repercusiones para
los pobres.
En agosto de 1998, en un nuevo acuerdo ampliado con el Fondo se estipuló un
nuevo y más ambicioso programa de reforma. Para poner fin a la inflación se estableció
como ancla del programa un firme control del dinero primario. Se restableció
paulatinamente la seguridad alimentaria especialmente en lo referente al arroz a través de
importaciones de emergencia, un más eficaz sistema de distribución y subsidios
temporales a los alimentos. Otros de los aspectos medulares del programa consistieron
en la reforma del sector bancario acompañada por reestructuración de empresas, un
eficaz sistema de quiebras, medidas de desregulación y privatización, y una mejor gestión
pública. Este marco de política económica dio importantes resultados, incluida la
eliminación casi total de la inflación, la estabilización de la rupia y la recuperación de las
reservas de divisas. Se redujeron extraordinariamente las tasas de interés y se estabilizó
el precio del arroz. El mejoramiento de la actitud de los agentes del mercado se reflejó en
la recuperación del mercado de valores y la continua disminución de las primas de riesgo.
44
No obstante, el progreso global logrado no alcanzó un estadio decisivo en el marco del
programa. Se produjeron desfases en cuanto a la aplicación de medidas de
reestructuración de bancos y empresas. El escándalo del Banco de Bali puso de
manifiesto continuas fallas de gestión en instituciones clave, lo que aunado a otros
factores dio lugar, en septiembre de 1999, a la suspensión del programa del FMI.
En ese contexto de logros precarios e incompletos, el gobierno recientemente
electo negoció con el FMI un nuevo acuerdo ampliado trienal, por unos US$5.000
millones, que fue aprobado por el Directorio Ejecutivo del Fondo en febrero de 2000. A
través del marco macroeconómico se procura restablecer una tasa anual de crecimiento
económico próxima al 5% ó 6% a más tardar en 2002, con un objetivo de inflación anual
inferior al 5%. Se estableció el denominado Comité de política del sector financiero, al que
se encomendó dirigir y orientar la reestructuración de los bancos y las empresas. El
objetivo clave de las medidas de reestructuración de los bancos consiste en capitalizar a
todos los bancos, inclusive a través del suministro de fondos públicos, hasta llegar a un
coeficiente de suficiencia del capital del 8% a más tardar al 31 de diciembre de 2001,
como condición previa para la sustitución del sistema general de garantías por un seguro
de depósitos autofinanciado. Los siguientes son otros de los objetivos establecidos:
reforzar la labor encaminada a reestructurar los bancos del Estado, mejorar la gestión y la
supervisión del sistema bancario y de la Agencia de Reestructuración de Bancos de
Indonesia, dinamizar los mercados de bonos y acciones, y reforzar los programas de
recuperación de activos. El gobierno ha elaborado una nueva estrategia encaminada a
dar nuevo impulso a la reestructuración de las empresas y a las medidas de lucha contra
la corrupción en el ámbito judicial.
La recuperación económica está cobrando bríos y la inflación sigue estando
contenida. El PIB aumentó 5,8% en el último trimestre de 1999 comparado con igual
período del año anterior, lo que hizo posible un crecimiento positivo de reducidas
proporciones en el año civil de 1999. Como sucede en otros países asiáticos que están
superando la crisis, el consumo y la reducción de las existencias siguen siendo los
principales motores de la incipiente recuperación. La tasa de inflación prácticamente no
ha variado desde junio de 1999 y se ha logrado reducir las tasas de interés a los niveles
anteriores a la crisis.
Indicadores económicos seleccionados*
45
1996 1997 1998 1999 2000**
(Variación porcentual)
Crecimiento del PIB real 8,2 1,9 -14,2 1,5 a 2,5 3 a 4
Precios al consumidor (promedio del
período)
5,7 12,9 64,7 -0,6 5,4
(Porcentaje del PIB [el signo de menos indica un
déficit])
Saldo del gobierno central 1,2 -1,1 -2,2 -3,3 -4,8
Saldo en cuenta corriente -3,4 -0,9 4,4 3,1 1,9
(Miles de millones de dólares de EE.UU.)
Deuda externa 127,4 135,0 149,9 147,6 149,1
(Porcentaje del PIB)
Deuda externa 54,5 163,1 129,0 91,0 86,9
Fuentes: Autoridades indonesias y estimaciones del personal técnico del FMI..
12.6.3. Recuadro 3. Tailandia
En Tailandia, la crisis se inició en 1997, cuando el baht se vio sometido a una serie
de ataques especulativos de creciente gravedad y se deterioró la confianza de los
mercados en la economía tailandesa. El 20 de agosto de 1997, el Directorio Ejecutivo del
FMI aprobó el otorgamiento de respaldo financiero para ese país por un máximo de DEG
2.900 wsamillones, equivalente a unos US$4.000 millones, a lo largo de un período de 34
meses. El monto agregado de la asistencia bilateral y multilateral dispuesta para Tailandia
llegó a US$17.200 millones. Tailandia efectuó giros contra esa suma por US$14.100
millones, y en septiembre de 1999 dio a conocer su decisión de no girar contra el saldo
restante, pues su situación económica había mejorado.
En las primeras etapas del programa, las autoridades tailandesas adaptaron la
política monetaria a un sistema de flotación administrada del baht; promovieron la
reestructuración de las instituciones financieras en dificultades, en cuyo contexto cerraron
46
56 compañías financieras en quiebra; dispusieron recortes presupuestarios para liberar
recursos que pudieran destinarse a financiar la reestructuración de la balanza en cuenta
corriente y respaldar el mejoramiento de la misma; confirieron al sector privado un papel
más destacado en la economía tailandesa, y procuraron atraer capital externo a través de
otras medidas de reforma.
La rápida propagación de la crisis asiática a fines de 1997 que dio lugar a una
depreciación del baht mayor de la prevista, un pronunciado deterioro económico y una
evolución económica regional desfavorable justificó la revisión del programa de Tailandia.
La revisión se realizó a través de una serie de análisis del programa realizados en
estrecha consulta con las autoridades tailandesas.
Los objetivos de la política monetaria consistieron en respaldar la estabilidad
cambiaria y promover la recuperación económica. Cuando el baht comenzó a
estabilizarse, las autoridades redujeron las tasas de interés. A mediados de 1998, las
tasas de interés del mercado de dinero empezaron a aproximarse a los niveles anteriores
a la crisis, y primero las tasas de interés pasivas, y luego las activas, comenzaron también
a disminuir. En septiembre de 1999, las tasas del mercado de dinero habían llegado a su
nivel más bajo en más de una década.
La desaceleración de la economía dio lugar a la modificación de la política fiscal.
Si bien en la primera carta de intención se preveía un superávit del presupuesto público
equivalente al 1% del PIB en 1997/98, a partir de febrero de 1998 el programa comenzó a
adoptar objetivos para el déficit fiscal. En gran medida, el aumento del gasto estuvo
destinado a financiar programas de redes de protección social para los sectores de la
población afectados por la crisis. Si bien el estímulo fiscal sigue siendo importante por
ahora, a mediano plazo será preciso llevar a cabo una consolidación fiscal para dar
marcha atrás al proceso de aumento de la deuda pública.
La reestructuración del sector financiero ha sido un ámbito de política económica
clave en todo el período de ejecución del programa de Tailandia. En las primeras etapas,
las actividades del programa consistieron en liquidación de compañías financieras,
intervención gubernamental en los bancos en situación más débil y recapitalización del
sistema bancario. En 1998 se aceleró el programa de reforma, centrándose la atención en
la privatización de bancos intervenidos, la enajenación de activos de las compañías
47
financieras y la reestructuración de deudas de las empresas. Las autoridades lograron
grandes avances reforzando el marco institucional, inclusive a través de la reforma de la
ley de quiebras, los procedimientos de ejecución hipotecaria y las restricciones a las
inversiones extranjeras. A fines de 1998 la tasa de crecimiento de la economía de
Tailandia volvió a ser positiva, y el crecimiento del PIB superó el 4% en 1999 y
previsiblemente se incrementará entre un 4,5% y un 5,0% en 2000. Se prevé que la
balanza de pagos siga siendo adecuada en el corto plazo, al mismo tiempo que el
superávit en cuenta corriente se reduce a medida que avanza la recuperación. El monto
de las reservas de divisas sigue estando comprendido entre US$32.000 millones y
US$34.000 millones, tal como se preveía en el programa. La recuperación del producto y
el restablecimiento de un nivel cómodo de reservas llevaron a las autoridades a dar
carácter precautorio al préstamo del FMI y a no efectuar giros después de septiembre de
1999. El acuerdo de derecho de giro expiró el 19 de junio de 2000.
Indicadores económicos seleccionados*
1996 1997 1998 1999 2000**
(Variación porcentual)
Crecimiento del PIB real 5,9 -1,7 -10,2 4,2 4,5 a 5,0
Precios al consumidor
(promedio de
período)
5,9 5,6 8,1 0,3 3,0
(Porcentaje del PIB [el signo de menos indica un
déficit])
Saldo del gobierno central*** 1,9 -0,9 -2,4 -2,9 -3,0
Saldo en cuenta corriente -6,0 -7,9 2,0 12,7 9,1
(Miles de millones de dólares de EE.UU.)
Deuda externa 90,5 93,4 86,2 76,0 67,8
Fuentes: Autoridades tailandesas y estimaciones del personal técnico del FMI.
* Estimación.
** Proyección.
*** Ejercicio, que se abre el 1 de octubre y se cierra el 30 de septiembre.
48
12.6.4. Recuadro 4. Filipinas y Malasia
El contagio financiero que comenzó a afectar a los países de Asia en el segundo
semestre de 1997 también se propagó a Filipinas y Malasia, cuyas experiencias, sin
embargo, difieren un tanto de las de otros países.
La situación macroeconómica de Malasia era bastante más sólida que la de los
restantes países en crisis, especialmente en cuanto a deuda externa, inflación y ahorro;
además se registraba un considerable superávit fiscal. El sistema bancario y el sector
empresarial eran más sólidos que en los restantes países afectados por la crisis. A fines
de la década de los ochenta y a comienzos del decenio siguiente Filipinas había puesto
en marcha, con el respaldo del FMI, un exitoso programa de ajuste macroeconómico y
reformas estructurales, que al parecer le permitió capear la crisis a un costo relativamente
bajo en cuanto a disminución del producto, desempleo y desmembramiento social. En el
segundo semestre de 1997 comenzó a realizarse una adecuada gestión de la crisis, y las
autoridades de Filipinas modificaron su política económica, en cuyo contexto
establecieron un sistema de flotación del peso, aplicaron una política monetaria más
restrictiva y reforzaron el sistema bancario. A mediados de 1998, al tomar cuerpo la
estabilización, se flexibilizó la política fiscal y la política monetaria.
En septiembre de 1998 se impusieron en Malasia controles al capital, orientados
en gran medida al mercado extraterritorial del ringgit en Singapur y a las corrientes de
inversiones de cartera a corto plazo. Las autoridades creían que la existencia del mercado
extraterritorial afectaba a su capacidad de reducir rápidamente las tasas de interés. Los
controles consistieron en la obligación de repatriar las inversiones en ringgit a más tardar
el 30 de septiembre y el establecimiento de un período de mantenimiento de un año a los
efectos de la repatriación de las inversiones de capital de cartera. Estos últimos controles
fueron reemplazados más tarde en febrero de 1999 por un sistema de gravámenes de
salida graduados, y en septiembre de 1999 se liberalizó aún más el sistema.
La aplicación de controles al capital por parte de Malasia no parece haber alterado
mucho ni positiva ni negativamente la evolución económica registrada hasta ahora. El
establecimiento de controles fue facilitado por la estabilización de las monedas de la
región y la relativa subvaloración del ringgit, que dio lugar a un cuantioso superávit de la
balanza de pagos. Quizá los efectos negativos de los controles fueron menos
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pronunciados porque esos mecanismos fueron aplicados cuando ya había disminuido la
mayor parte de la fuga de capitales, y porque la aceleración de la recuperación regional,
aunada al avance del proceso de reestructuración financiera y de las empresas y la
gestión macroeconómica generalmente adecuada realizada en Malasia, apuntaló la
confianza en la economía.
En Filipinas, la evolución económica reciente también fue favorable. La
recuperación registra un franco avance; el crecimiento del PIB real registrado en 1999
(3,25%) obedeció ante todo a la recuperación de la producción del agro tras la grave
sequía de 1998. La política monetaria respalda una continua recuperación, y las tasas de
interés son ahora inferiores a las anteriores a la crisis; las reservas cambiarias, por su
parte, han aumentado al nivel de la deuda a corto plazo (en cifras basadas en el período
que resta para el vencimiento); al mismo tiempo, el superávit en cuenta corriente aumentó
hasta llegar casi al 9% del PNB en 1999. También se reforzaron los balances de los
bancos. Como respaldo de la recuperación se ha tolerado el incremento del déficit
presupuestario, pero en 2000 la política fiscal se ha orientado hacia la consolidación, dada
la necesidad de reducir la deuda pública, que es relativamente cuantiosa.
Actualmente, las autoridades de Filipinas y Malasia centran la atención en la
aplicación de reformas estructurales encaminadas a hacer frente a las vulnerabilidades y
sentar las bases de un crecimiento económico sostenido a mediano plazo. Es mucho lo
que queda por hacer para que ambos países puedan enfrentar a una evolución externa
desfavorable y mantener la actual recuperación económica y financiera; por otra parte,
alcanzar los múltiples objetivos de reforma estructural estipulados sigue representando un
desafío para las autoridades de uno y otro país.
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III. Capitulo IV
13. Asia en la Actualidad.
La Economía de Asia, posee el 60% de la población del planeta y cerca del
30% de las tierras emergidas, es el mayor productor global de alimentos, además
de ser el mayor consumidor tiene las mayores reservas de la mayoría de los
minerales. Asia es el continente que concentra el mayor crecimiento económico y
consume la mayoría del crédito global, cerca del 80% del crecimiento económico
mundial, el mayor crecimiento de la inversión en ciencia y tecnología, inversión en
educación y en cuanto sector económico podamos imaginar. La cooperación entre
el gobierno, las industrias y el dominio de la tecnología han llevado a Japón al
éxito económico.
Por su parte desde 2004 la UE es el principal socio comercial de China,
que a su vez es el segundo socio comercial de la organización europea.
En 2005, China se convirtió en la sexta economía mundial. Con un
crecimiento oficial del 9,5% anual, la economía china está considerada como la de
mayor crecimiento del planeta, manteniendo una tasa media superior al 8% desde
los años 1980.
También se destaca el Asia meridional con crecimientos anuales de 8%.
Muchas zonas de Asia están económicamente subdesarrolladas. Un
elevado porcentaje de la población del continente se dedica a la agricultura, pese
a lo cual gran parte de la actividad agrícola se caracteriza por cosechas y
productividad laboral relativamente bajas. En conjunto, una minoría de los
asiáticos está empleada en actividades de manufactura; en muchas ocasiones los
centros urbanos y las industrias no se han integrado adecuadamente con el sector
rural. Los sistemas de transporte locales e internacionales de los países asiáticos
todavía están poco desarrollados en muchas zonas, pero han mejorado
notablemente en los últimos años.
Sin embargo, hay un creciente número de excepciones. Japón ha
modernizado con éxito su economía, al igual que Israel, Corea del Sur, Singapur,
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Hong Kong y, en menor grado, Indonesia, Malasia, Tailandia, Turquía y los
estados petrolíferos de la península Arábiga. En general han conseguido tasas de
crecimiento económico que superan el 5% anual, un porcentaje que se aleja de
sus tasas de crecimiento demográfico. En cambio, aunque los países del sureste
de Asia han hecho progresos, la distribución de los ingresos ha quedado más
concentrada que en otros países. Estimulada por las inversiones extranjeras a
gran escala, la rápida privatización y la industrialización, la República Popular
China consiguió el crecimiento más rápido de Asia a principios de la década de
1990. Se estima que la economía china creció un 12% en 1992, aunque los
niveles de renta per cápita permanecieron relativamente bajos. Vietnam y Laos,
dos de los países más pobres de Asia, están empezando a conseguir un
significativo crecimiento económico y a captar un notable nivel de inversión
extranjera.
13.2. FMI: "Asia lidera la recuperación económica global"
La economía de Asia crecerá a un ritmo del 5,7% de media en 2013, liderando así
la recuperación económica global, según un informe publicado hoy por el Fondo
Monetario Internacional (FMI).
Asimismo, según revela el FMI en su último Panorama Económico Regional (REO,
por sus siglas en inglés) para Asia y Pacífico que ha dado a conocer hoy en Singapur,
las economías emergentes de Asia han alcanzado un crecimiento del 7,2%.
"Después de un año de débil desempeño económico, el crecimiento acelerado en
la región se debe, en gran parte, a la fuerte demanda interna”, recoge el informe.
Asimismo, según el REO, el consumo y la inversión privada, que se verán
respaldadas por las condiciones favorables del mercado laboral, un rápido crecimiento
del crédito, en particular en China y algunas economías de la Asociación de Naciones
del Sudeste Asiático , y el aumento de los flujos de capital desde la segunda mitad de
2012, han sido los factores clave detrás de esta expansión.
En el caso de las economías de la ASEAN, la creciente integración en el comercio
de bienes de consumo final contribuirá en mayor medida, a la dinámica favorable de
la demanda intrarregional.
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No obstante, los expertos del FMI señalan también que existen riesgos para el
futuro desarrollo económico de los países asiáticos. Estos incluyen el aumento de la
desigualdad económica, la probabilidad de una desaceleración de la economía de
China, el tenue efecto de la laxa política monetaria del Gobierno de Japón, así como
las interrupciones en el comercio debido a los desastres naturales o las tensiones
geopolíticas.
13.3. El mayor temor de EE.UU. parece estar por llegar. De acuerdo con algunos
analistas económicos, Asia se convertirá en la región más rica del mundo en
menos de cinco años.
Publicado: 24 feb 2014 | 4:22 GMT Última actualización: 24 feb 2014 |
4:24 GMT
Según informa el portal Daily Finance citando un reciente informe de la empresa
de consultoría estratégica para la alta dirección The Boston Consulting Group (BCG), que
examina la riqueza financiera privada global, la región de Asia-Pacífico (excepto Japón)
acumulará un total de 48.100 millones de dólares en riqueza privada para el año 2017. En
comparación, se espera que la riqueza acumulada en América del Norte crezca sólo hasta
los 48.000 millones de dólares.
De acuerdo con los financistas, se trata de un cambio considerable con respecto a
nuestros días, ya que en 2012 (el año más reciente incluido en la encuesta) América del
Norte tenía una estimación de 43.300 millones de dólares en comparación con los 28.000
millones de Asia.
El estudio muestra que el crecimiento de la riqueza privada varió
considerablemente en 2012 dependiendo de la región, como ya sucediera en años
anteriores, destacando una vez más las diferencias de cómo afectaron las fuerzas
económicas del año a las economías tradicionales maduras del "viejo mundo" y a las
economías en rápido desarrollo del "muevo mundo".
La riqueza se incrementó poco en las regiones del viejo mundo de América del
Norte, Europa Occidental y Japón, en comparación con el crecimiento económico del
nuevo mundo de Asia-Pacífico (excluyendo Japón), Europa Oriental y América Latina.
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La importancia de este "paso del relevo" se sentirá con dureza especial entre las
compañías financieras como Bank of America, Morgan Stanley y JPMorgan Chase, tres
de los administradores de riqueza más grandes de EE.UU.
Por razones obvias, será fundamental que estas tres empresas hagan 'incursiones'
en los mercados emergentes y concretamente en los de Asia. Una de las formas de
hacerlo supuestamente será tratar de introducirse en los centros de inversión contratando
a los familiares de altos cargos del Gobierno de China.
13.4. China impulsa su propio banco de desarrollo en Asia
China y otros veinte países firmaron un memorándum de entendimiento en Pekín
para la creación del Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (AIIB)
XAVIER FONTDEGLÒRIA Pekín 24 OCT 2014 - 16:22 CEST1
China y veinte países asiáticos más firmaron hoy en Pekín un Memorando de
Entendimiento para la creación del Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (AIIB),
una nueva institución financiera internacional con la que el gigante asiático pretende
ganar más influencia en la región. Representantes de los 21 países liderados por el
ministro de Finanzas chino, Lou Jiwei, rubricaron hoy en el Gran Palacio del Pueblo de
Pekín el acuerdo que permitirá el establecimiento del banco, que contará con un capital
autorizado de 100.000 millones de dólares y de 50.000 millones suscrito. La principal
función de la entidad será la financiación de proyectos de infraestructura en los países
participantes, una de las mayores necesidades de las naciones en vías de desarrollo en
Asia y cuyos gobiernos difícilmente pueden asumir en solitario.
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China ya ha puesto sobre la mesa que está dispuesta a abonar hasta la mitad de
los fondos necesarios, algo que ha despertado las suspicacias de algunos de sus
vecinos en el continente, como Corea del Sur o Japón -países que no estuvieron hoy
presentes en la firma del acuerdo- porque supondría dar un poder de voto decisivo a
la República Popular en el órgano de dirección de esta institución. “China no buscará
ser el único accionista mayoritario y no necesariamente tiene que aportar el 50 por
ciento del capital. En caso de que así fuera, además, la participación se diluirá a
medida que más países se unan al banco en el futuro”, dijo Lou tras la firma del
acuerdo, según informa la agencia oficial Xinhua. El documento prevé que la
institución empiece a funcionar a finales de 2015 y que su sede se establezca en
Pekín.
El nuevo organismo funcionará de forma similar al Banco Mundial o al Banco
Asiático de Desarrollo, que aunque en sus estatutos figura la reducción de la pobreza
como fin, en la práctica sus recursos se destinan en su mayoría a la financiación de
infraestructuras. China, como segunda economía mundial, lleva años pidiendo más
protagonismo en estos organismos debido a su creciente influencia, pero éstos siguen
dominados por Estados Unidos y una redistribución de los poderes de voto que
satisfaga al gigante asiático no está sobre la mesa. Los principales contribuyentes del
Banco Asiático de Desarrollo, creado en 1966, siguen siendo Japón (15,7%) y
Estados Unidos (15,6%), mientras que China está en tercer lugar con un 6,5%. Ante
estas circunstancias, el gigante asiático ha decidido impulsar este nuevo organismo,
que con toda seguridad dominará.
“Creo que tanto el Banco Asiático de Desarrollo como el Banco Mundial dan la
bienvenida a esta nueva iniciativa, que no será un competidor sino un complemento”,
aseguró Lou este miércoles en el cierre de la reunión de los ministros de finanzas del
Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). El presidente del Banco
Asiático de Desarrollo, el japonés Takehiko Nakao -que también participó en este
encuentro-, coincidió en que este nuevo organismo “podrá ayudar a cubrir las
ingentes necesidades de financiación existentes” pero también dijo “entender” las
preocupaciones de algunos países sobre el funcionamiento y gobernanza de la
institución.
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Además de Corea del Sur y Japón, naciones como Australia o Indonesia tampoco
se han apuntado al proyecto por el momento. Coincide que todos ellos son próximos a
Estados Unidos, que recela de este Banco por el impacto que pueda tener en las
instituciones existentes y por la evidente influencia que conseguirá China. EE.UU.
arguye que el nuevo banco “podría reducir los estándares internacionales del crédito”,
concediendo préstamos a proyectos menos exigentes en cuanto a la protección del
medio ambiente o las condiciones de trabajo.
Algunos de los países participantes de la nueva entidad crediticia son India –que
también demanda más protagonismo en las instituciones tradicionales-, Singapur,
Vietnam, Filipinas, Mongolia, Malasia o Tailandia. Con este compromiso, China se apunta
otro tanto en su carrera para ganar peso internacionalmente. No es el primero de este
año: junto a Rusia, India, Brasil y Suráfrica –los BRICS- también acordó establecer una
institución similar, el New Development Bank (NDB), que nació para hacer frente a los
déficits de infraestructura en estos países y que tendrá su sede en Shanghái.
13.5. Economías asiáticas crecerían 6,6% en 2013 y 6,7% en 2014
Asia
"Las economías emergentes asiáticas están volviendo al crecimiento sano. La
región ha encontrado formas para reafirmar su adaptación al aletargamiento
en Estados Unidos, la zona euro y Japón", destacó el Banco Asiático de
Desarrollo.
Por regiones, Asia
del Sur será la que
más crezca con
5,7% en 2013 y
6,2% en 2014.
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Bangkok. Las economías asiáticas han mejorado su situación respecto al 2012 y
crecerán a una media del 6,6% este año y del 6,7% en 2014, anunció este martes el
Banco Asiático de Desarrollo (BAD) al presentar su panorámica económica para
2013.
"Las economías emergentes asiáticas están volviendo al crecimiento sano. La
región ha encontrado formas para reafirmar su adaptación al aletargamiento en
Estados Unidos, la zona euro y Japón", destacó el BAD, con sede en Manila, en su
informe.
Por regiones, Asia del Sur será la que más crezca con 5,7% en 2013 y 6,2% en
2014, apuntalada por la India que, si mantiene su programa de reformas, subirá 6%
este año y 6,5% el próximo.
El Sudeste Asiático crecerá 5,4% en 2013 y 5,7 en 2014, mientras que el Pacífico
se expandirá 5,2% en 2013 y 5,5% en 2014.
Un año más, el gigante chino se mantiene como el motor principal del crecimiento
económico regional con dígitos del 8,2% para 2013 y del 8% para 2014, gracias a su
fuerte consumo interno y la inversión.
La inflación en las economías asiáticas desarrolladas aumentará ligeramente hasta
el 4% en 2013 y el 4,2% en 2014, desde el 3,7% de 2012, según los expertos de la
entidad multilateral.
"Aunque se prevé que la inflación permanezca bajo control, ayudada por precios
estables en los mercados internacionales, las autoridades tendrían que vigilar con
cuidado las presiones en los mercados financieros y los precios y actuar cuando lo
consideren necesario", dijo el BAD.
A largo plazo, los expertos de la agencia financiera destacaron entre todos el reto
que las economías asiáticas tendrán para atender la creciente demanda de energía.
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"Sin cambios radicales , el consumo de energía fósil aumentará hasta duplicar la
demanda de carburante; y triplicar, la de gas natural", según el BAD. La institución
financiera indicó que los subsidios representan una "carga tremenda" en muchos de
los presupuestos gubernamentales de la región y destaca, entre otros, los de
Bangladesh y Pakistán, que representan el 4% del PIB.
14. CONCLUSIONES.
La historia de la crisis financiera asiática de los países afectados pueda resumirse en:
La liberalización financiera interna y externa. Esto resulto un boom crediticio, sostenido con
el ingreso de capitales privados externos.
Los préstamos bancarios. El crecimiento de los préstamos bancarios llevo a un deterioro
en la calidad de los fondos adicionales, lo que precipito una sobre inversión en diversos
factores, los cuales algunos mostraban una saturación en el ámbito mundial.
En consecuencia la apertura al ingreso de capitales y la liberalización financiera, son
opciones validas de política siempre y cuando el sistema financiero interno se encuentre
preparado para poder absorber los flujos de capital. En este caso los países afectados por
la crisis, tuvieron un pobre manejo del ingreso de capitales privados, el cual constituyo una
fuente de desestabilización.
La crisis de Asia nos deja una lección, el cual es que la alusión a los fundamentos sólidos o
no de una economía, no solo debe incluir aspectos macroeconómicos, si no también
microeconómicos. Desde luego una vez iniciada la crisis, el pánico financiero desencadena
una corrida bancaria del país; la inestabilidad de los mercados financieros mundiales lleva
a que de manera fácil, los inversionistas opten por buscar colocar sus fondos en otras
economías.
En conclusión, las reformas en el sector financiero y la integración al mercado mundial de
capitales no se realizaron de la manera adecuada. En el ámbito macroeconómico las
políticas deben generar los fundamentos adecuados; esto significa inflación baja,
pequeños déficit fiscales, un déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos sostenible y
consistente con el servicio futura de la deuda, tipos de cambio reales adecuados y un
monitoreo del endeudamiento externo del sector privado.
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Por lo tanto que la crisis Asiática sea un, ejemplo para los países en desarrollo y
crecimiento y no pase lo que paso con los Países Asiáticos.
15. Bibliografía.
Macroeconomía en la economía global/ Escrito por Felipe Larraín B,Jeffrey D.Sachs,Jeffrey
Sachs-pag.334-336.
La crisis financiera asiática: el reto para la política social/ Escrito por Eddy Lee/primera-
edición.
16. Linkografía.
http://www.buenastareas.com/ensayos/La-Globalizaci%C3%B3n-Causa-De-La-Crisis/
7524604.html.
https://www.uam.es/otroscentros/klein/doctras/doctra9802.PDF
http://www.fuac.edu.co/revista/M/cinco.pdf
http://www.revistas.unal.edu.co/index.php/ede/article/viewFile/23928/24590
http://articulosclaves.blogspot.com/2009/12/el-sistema-monetario-internacional-crea.html.
https://www.imf.org/external/np/exr/ib/2000/esl/062300s.html.
http://pendientedemigracion.ucm.es/info/eid/pb/DTGarOliv99.pdf
http://www.cepal.org/publicaciones/xml/7/4417/crisisfinanciera.htm
http://www.imf.org/external/pubs/ft/fandd/spa/1999/06/pdf/aghevli.pdf
http://www.cepal.org/publicaciones/xml/3/4413/indice.html.
http://actualidad.rt.com/economia/view/120751-eeuu-economia-asia-region-rica-mundo
http://economia.elpais.com/economia/2014/10/24/actualidad/1414160534_926968.html
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