Crisis curativasEn la crisis ten fe, no tu

fe en crisis.

En una vorágine tienes más luz si borras de tu

mente la palabra problema y hablas de situación.

Vives un aprendizaje, no una derrota.

Tu vida depende de cómo miras

la realidad: con un enfoque

positivo o negativo, con fe o

negativismo.

. Ganas paz si asumes con fe y entusiasmo lo

que tú mismo rotulas como “malo” sin serlo.

En una crisis pregúntate: ¿Qué aprendo?

¿Para qué llega esta situación a mi vida?

¿Qué cambios necesito hacer?

¿Qué oportunidad se esconde acá?

Felicidad no es la

ausencia de

“problemas”, sino la

habilidad de salir

adelante con ellos.

Asume cada dificultad como una

oportunidad porque hay tanta belleza en

la primavera como en el invierno.

Todos los seres, también los que obran bien,

atraviesan noches oscuras y soportan pruebas

exigentes.

La tempestad va a amainar, las

brumas se irán y de nuevo llegarán

la luz y la esperanza.

Si crees que estás en crisis por alguien, no

juzgues y perdona. Cada espíritu está en su

proceso y en otro grado de conciencia.

Para superar las crisis elige: Calmarte,

renovarte, buscar ayuda, ir a lo esencial,

ser más espiritual, ser creativo.

No culpes a Dios. Él no envía males ni te

quita a nadie. Hay un Plan de vida en lo

esencial que se traza con el Creador

antes de encarnar.

Hay un Plan pero eres libre para volar o hundirte.

Persevera y tu fe será como un árbol centenario

que resiste la fuerza del huracán.

Vive conectado con ese ser de luz que

te acompaña siempre: tu ángel

protector. Ten fe.

Fe es creer que, pase lo que pase, eres

capaz de manejarlo con Dios y con amor.

Del más reciente libro

de Gonzalo Gallo:

CRECER CON LAS CRISIS