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ARTURO LóPEZ 29 mente a que no es un principio uni- \'ersal, pues su validez se reduciría en todo caso a lo lógico o lo for- mal por no responder a una reali- dad temporal y dialéctica. Pero lampoco es un principio primitivo como se requiere de todo auténtico principio ya que parte de una se- rie de supllestos, algunos inmplíCi- los y verdaderos pero incorrectos formalmente, como son las afirma- ciones de que hay Ser, que éste es mÚltiple y diverso, que no está aparte de los entes y que es nece- sario, y otros explícitos, pero fal- sos e incorrectos formalmente, co- mo son las mismidades ontológica lemporal y lógica. La última parte del libro la de- dica el autor al análisis de las úni- cas verdades que poseen el status ontológico y epistemológico de ver- daderos principios de la ciencia. tstos son los cuatro siguientes: la unidad y cOlI/unidad de lo real, la unidad y colllunidod de la /"{/- ¡ÓU, la 1"{/cionalidad de lo ,-eal y la temporalidad de lo -real. Sólo es- lOS principios además de poseer los caracteres tradicionalmente adscri- tos a un axioma, cumplen con los siguientes requisitos: "1. han de ser /Jrima"¡os, y por tanto comunes: 2. objetivos o reales. no subjetivos ni teoréticos; 3. ajJodicticos. y por ello necesarios en el orden del ser y en el orden del conocer; 4. fWl- rtameuto de la existencia, y no sólo de la ciencia." peculación abslracta", sino una "in- terpretación dinámica objetiva" de la vida de los palencanos. Y cen- trándose ya en el estudio de esta ciudad prototipo del periodo maya clásico, cuyas ruinas están enclava- das en las selvas chiapanecas, la autora distingue los diversos edifi- cios cronológicamente. Esta parte ocupa las primeras 44 páginas del libro; las siguientes treinta se dedi- can a sintetizar las apreciaciones de la escultura de Palenque por parte de investigadores que van desde el siglo XVIII hasta nuestros días; la parte tercera es un análisis gene- ral de la escultura maya, de sus instrumentos y su técnica, sus ma- teriales y sus formas; se subraya aquí la tendencia maya al relieve (y no a la escultura de bulto), y en cuanto al tema, la preeminencia de la figura humana, desde la con- cepción hierática temprana del arte maya hasta la decadencia formal y naturalista, pasando por el momen- to de apogeo humanista (esta evo- lución queda comprendida en los siglos VII a IX) . La cuarta y última parte del libro (pp. 99-180), el "platillo fuerte", por así decir, es una detallada descripción formal e lo pronto fundamentación ontoló- gica, queremos plantear al maestro ;\Iicol el problema de si alteraría sus conclusiones sobre la on tología marxista el hecho de que Marx di- ce textualmente que el comunismo no es la fase última del desarrollo histórico sino· más bien el comienzo {le la historia verdadera. De todos modos, para el maestro Nicol la crisis del principio de la causalidad determinista no implica la crisis de la causalidad misma, y por ende de la racionalidad del mundo his- lórico. El principio de no contradicción tampoco es un auténtico principio ontológico y epistemológico de la ciencia. Ello se debe fundamental- EL CLASICISMO MAYA Beatriz de la fuente. La escultul'll. de Palenque. Instituto de Investiga- ciones Estéticas, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1965. 226 pp., 3 planos, 66 fotografías y 40 dibujos. (Estudios y fuen- tes del Al·te en México, XX.) La presente obra es la primera de la autora como miembro del Ins- tituto que la publica; se trata de un Irabajo serío y documentado sobre la materia. M;ís que una ela- boración de un juicio estético per- sonal de altos vuelos es una con- cienzuda recopilación de los datos que existen sobre la escultura de Palenque, tanto de historiadores y arqueÓlogos como de estudiosos del arte propiamente dichos, y una no menos concienzuda descripción del material existente. El libro es-rá con- cebido a manera de una buena te- sis profesional (si bien no hay in- dicación que lo confirme), con sus ventajas en cuanto a acuciosidad en los datos y referencias, y sus fre- cuentes desventajas en lo que res- pecta a cierta rei teración y pesadez en el estilo. Principia la obra con un resu- men de la cultura maya y de su cro- nología, de la religión y mitología mayas y de sus principales centros geográficos. Continúa con una so- mera revisión de las exploraciones llevadas a cabo hasta ahora en Pa- lenque, ensalzándose en particular las investigaciones del arqueólogo Alberto Ruz Lhuillier, que en opi- nión de la autora no son ya "es- lalente en la mecánica macroscópi- ca (Galileo, Newton) , es decir, que existe una indetenninación relati- va en el conocimiento de la reali- tlad física. Pero entonces ¿no es el princ;ipio de causalidad entendido como necesidad y predeterminación el que es t;í en crisis y no toda teo- ría de la causalidad? En efecto, só- lo ha entrado en crisis la "hipóte- sis teórica que eliminaba el futuro en la temporalidad del ser inorgá- nico" y no la causalidad misma en lanto realidad ontológica, como erróneamente sostiene la mayoría de los grandes físicos nucleares, pues nada ocurre en el universo sin una causa determinada". Sin embargo, ni aun en este último caso es el principio de causalidad un autén- lico principio de la ciencia "porque en la teoría filosófica siempre apa- rece envuelto en una particular con- cepción del modo operativo de la causalidad" y, más aún, porque de- riva de otro que es más originario y general (el principio de raciona- lidad del ser) ". De esta manera, y paradójicamente, 10 que deviene principio, aunque en un sentido lato, es la indeterminación general, de la cual la relación de Heisen- herg no es m,ís que un caso par- ticular. Pero este principio de la indeterminación requiere comO complemento el jJrincipio de la ob- jetividad res/1'ingida, del cual la teoría de Niels Bohr es sólo un caso concreto, con lo cual se corro- bora y se reafirma la radical in- sostenibilidad del llamado princi- pi6 de la causalidad determinista. Éste tampoco rige en el mundo histórico, como sostiene el llamado "determinismo histórico" o el mal llamado "materialismo histórico". El hecho de la libertad humana. fundamen tada on tológicamen le en el ser del hombre, introduce en la realidad histórica un factor de in- determinación que, aunque Marx reconoce, no llega a reconciliar con su tesis de una previsibilidad del acon tecer histórico, el cual se cie- rra con la sociedad comunista. En este pun to, y sin poder ofrecer por El último libro del maestro Eduar· do Nicol prosigue la tarea de una nueva fundamentación de la meta- física, "ciencia fenomenológica del ser y el conocer", que se inició la Psicología de las situacíones vitales (1941) y que continuó con I_a idea del hombre (1946), Histo- ricismo )' exístencialismo (1950), La vocación Immana (1953) y Me- tafísica de la expresión (1957). Concebida la "ciencia primera" co- mo una "metafísica de la expre- sión" y habiendo sido el objetivo final de la obra que llevó este tí- lulo "la institución del fundamen- to de la ciencia en general y de la metafísica misma, como ciencia primera", se prolonga esta etapa definitiva de la referida tarea en Los 1Jrincipios de la ciencia. Ello debe dar lugar a La "eforma de la filosofía, título de la próxima obra del autor. Para el maestro Nicol, "la ciencia se encuentra actualmente en una criSIS de principios". Concebida aquélla como "toda forma posible de e1Jisteme, sin restricciones, o sea lOdo conocimiento que funde su le- g-itimidad, por una parte, en la evi- dencia de una realidad determina- da, y por la otra, en su organiza- ción objetiva, metódica y sisten1iÍ- lica", la crisis por la que atraviesa se ex tiende a todas las ciencias, des- de la física hasta la metafísica in- clusive. Abora bien, esta crisis no tiene sólo efectos teóricos, como era de esperarse. También repercute en el comportamiento ético, creando actitudes vitales que violentan la vocación científica y la realidad misma, como son, por ejemplo, el vitalismo y el pragmatismo. Pero siendo el hecho de la histo- ricidad "el centro de donde irra- dían en la ciencia todas las direc- ciones de la crisis, un análisis de todas las modalidades de la rela- ción constitutiva del conocimien- lO", nos resolverá la aporía entre el carácter histórico de la ciencia y el pretendído valor intemporal de la verdad de sus leyes. En efec- to, si a las relaciones epistemológi- ro, lógica e histó,-ica del pensamien- lO aiiadimos la relación dialógica desaparece la supuesta antinomia verdad-historicidad, a la vez que se descubre la condición tanto de la solución de la crisis, como de una nueva fundamentación de la melafísica y, por consiguien te, de las demás ciencias. La primera parte del libro está dedicada a un análisis ponnenori- zado y ampliamente documentado de los falsos principios de la cien- cia: el principio de la causalidad, tanto en la realidad física como en la realidad histórica, y el principio de no contradicción. Para el maestro Nicol, el preten- dido principio de la causalidad fí- sica es un falso principio porque se ha demostrado en la mecánica nuclear (Heisenberg, Planck, De Broglie, Bohr) algo que estaba ya UNIVERSIDAD DE MÉXLCO Nicol, Eduardo. Los 1Jl'illcipios de /11 ciencia, F. C. L, México, ]965, 510 pp. CRISIS DE PRINCIPIOS

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ARTURO MEI.I~NJ)EZ LóPEZ

29

mente a que no es un principio uni­\'ersal, pues su validez se reduciríaen todo caso a lo lógico o lo for­mal por no responder a una reali­dad temporal y dialéctica. Perolampoco es un principio primitivocomo se requiere de todo auténticoprincipio ya que parte de una se­rie de supllestos, algunos inmplíCi­los y verdaderos pero incorrectosformalmente, como son las afirma­ciones de que hay Ser, que éste esmÚltiple y diverso, que no estáaparte de los entes y que es nece­sario, y otros explícitos, pero fal­sos e incorrectos formalmente, co­mo son las mismidades ontológicalemporal y lógica.

La última parte del libro la de­dica el autor al análisis de las úni­cas verdades que poseen el statusontológico y epistemológico de ver­daderos principios de la ciencia.tstos son los cuatro siguientes: launidad y cOlI/unidad de lo real,la unidad y colllunidod de la /"{/­¡ÓU, la 1"{/cionalidad de lo ,-eal yla temporalidad de lo -real. Sólo es­lOS principios además de poseer loscaracteres tradicionalmente adscri­tos a un axioma, cumplen con lossiguientes requisitos: "1. han de ser/Jrima"¡os, y por tanto comunes:2. objetivos o reales. no subjetivosni teoréticos; 3. ajJodicticos. y porello necesarios en el orden del sery en el orden del conocer; 4. fWl­rtameuto de la existencia, y no sólode la ciencia."

peculación abslracta", sino una "in­terpretación dinámica objetiva" dela vida de los palencanos. Y cen­trándose ya en el estudio de estaciudad prototipo del periodo mayaclásico, cuyas ruinas están enclava­das en las selvas chiapanecas, laautora distingue los diversos edifi­cios cronológicamente. Esta parteocupa las primeras 44 páginas dellibro; las siguientes treinta se dedi­can a sintetizar las apreciaciones dela escultura de Palenque por partede investigadores que van desde elsiglo XVIII hasta nuestros días; laparte tercera es un análisis gene­

ral de la escultura maya, de susinstrumentos y su técnica, sus ma­

teriales y sus formas; se subraya

aquí la tendencia maya al relieve

(y no a la escultura de bulto), yen cuanto al tema, la preeminencia

de la figura humana, desde la con­

cepción hierática temprana del arte

maya hasta la decadencia formal y

naturalista, pasando por el momen­

to de apogeo humanista (esta evo­

lución queda comprendida en los

siglos VII a IX) . La cuarta y última

parte del libro (pp. 99-180), el

"platillo fuerte", por así decir, es

una detallada descripción formal e

lo pronto fundamentación ontoló­gica, queremos plantear al maestro;\Iicol el problema de si alteraríasus conclusiones sobre la on tologíamarxista el hecho de que Marx di­ce textualmente que el comunismono es la fase última del desarrollohistórico sino· más bien el comienzo

{le la historia verdadera. De todos

modos, para el maestro Nicol lacrisis del principio de la causalidad

determinista no implica la crisis dela causalidad misma, y por ende

de la racionalidad del mundo his­lórico.

El principio de no contradiccióntampoco es un auténtico principioontológico y epistemológico de laciencia. Ello se debe fundamental-

EL CLASICISMO MAYABeatriz de la fuente. La escultul'll. de Palenque. Instituto de Investiga­

ciones Estéticas, Universidad Nacional Autónoma de México, México,1965. 226 pp., 3 planos, 66 fotografías y 40 dibujos. (Estudios y fuen­tes del Al·te en México, XX.)

La presente obra es la primera dela autora como miembro del Ins­tituto que la publica; se trata deun Irabajo serío y documentadosobre la materia. M;ís que una ela­boración de un juicio estético per­sonal de altos vuelos es una con­cienzuda recopilación de los datosque existen sobre la escultura dePalenque, tanto de historiadores yarqueÓlogos como de estudiosos delarte propiamente dichos, y una nomenos concienzuda descripción delmaterial existente. El libro es-rá con­cebido a manera de una buena te­sis profesional (si bien no hay in­dicación que lo confirme), con susventajas en cuanto a acuciosidad enlos datos y referencias, y sus fre­cuentes desventajas en lo que res­pecta a cierta rei teración y pesadezen el estilo.

Principia la obra con un resu­men de la cultura maya y de su cro­nología, de la religión y mitologíamayas y de sus principales centrosgeográficos. Continúa con una so­mera revisión de las exploracionesllevadas a cabo hasta ahora en Pa­lenque, ensalzándose en particularlas investigaciones del arqueólogoAlberto Ruz Lhuillier, que en opi­nión de la autora no son ya "es-

lalente en la mecánica macroscópi­ca (Galileo, Newton) , es decir, queexiste una indetenninación relati­va en el conocimiento de la reali­tlad física. Pero entonces ¿no es elprinc;ipio de causalidad entendidocomo necesidad y predeterminaciónel que es t;í en crisis y no toda teo­ría de la causalidad? En efecto, só­lo ha entrado en crisis la "hipóte­sis teórica que eliminaba el futuroen la temporalidad del ser inorgá­nico" y no la causalidad misma enlanto realidad ontológica, comoerróneamente sostiene la mayoría delos grandes físicos nucleares, puesnada ocurre en el universo sin unacausa determinada". Sin embargo,ni aun en este último caso es elprincipio de causalidad un autén­lico principio de la ciencia "porqueen la teoría filosófica siempre apa­rece envuelto en una particular con­cepción del modo operativo de lacausalidad" y, más aún, porque de­riva de otro que es más originarioy general (el principio de raciona­lidad del ser) ". De esta manera, yparadójicamente, 10 que devieneprincipio, aunque en un sentidolato, es la indeterminación general,

de la cual la relación de Heisen­herg no es m,ís que un caso par­

ticular. Pero este principio de la

indeterminación requiere c o m O

complemento el jJrincipio de la ob­

jetividad res/1'ingida, del cual la

teoría de Niels Bohr es sólo un

caso concreto, con lo cual se corro­bora y se reafirma la radical in­sostenibilidad del llamado princi­pi6 de la causalidad determinista.

Éste tampoco rige en el mundohistórico, como sostiene el llamado"determinismo histórico" o el malllamado "materialismo histórico".El hecho de la libertad humana.fundamen tada on tológicamen le enel ser del hombre, introduce en larealidad histórica un factor de in­determinación que, aunque Marxreconoce, no llega a reconciliar consu tesis de una previsibilidad delacon tecer histórico, el cual se cie­rra con la sociedad comunista. Eneste pun to, y sin poder ofrecer por

El último libro del maestro Eduar·do Nicol prosigue la tarea de unanueva fundamentación de la meta­física, "ciencia fenomenológica delser y el conocer", que se inicióC~lIl la Psicología de las situacíonesvitales (1941) y que continuó conI_a idea del hombre (1946), Histo­ricismo )' exístencialismo (1950),La vocación Immana (1953) y Me­tafísica de la expresión (1957).Concebida la "ciencia primera" co­mo una "metafísica de la expre­sión" y habiendo sido el objetivofinal de la obra que llevó este tí­lulo "la institución del fundamen­to de la ciencia en general y de lametafísica misma, como cienciaprimera", se prolonga esta etapadefinitiva de la referida tarea enLos 1Jrincipios de la ciencia. Ellodebe dar lugar a La "eforma de lafilosofía, título de la próxima obradel autor.

Para el maestro Nicol, "la cienciase encuentra actualmente en unacriSIS de principios". Concebidaaquélla como "toda forma posiblede e1Jisteme, sin restricciones, o sealOdo conocimiento que funde su le­g-itimidad, por una parte, en la evi­dencia de una realidad determina­da, y por la otra, en su organiza­ción objetiva, metódica y sisten1iÍ­lica", la crisis por la que atraviesase ex tiende a todas las ciencias, des­de la física hasta la metafísica in­clusive. Abora bien, esta crisis notiene sólo efectos teóricos, como erade esperarse. También repercute enel comportamiento ético, creandoactitudes vitales que violentan lavocación cien tífica y la realidadmisma, como son, por ejemplo, elvitalismo y el pragmatismo.

Pero siendo el hecho de la histo­ricidad "el centro de donde irra­dían en la ciencia todas las direc­ciones de la crisis, un análisis detodas las modalidades de la rela­ción constitutiva del conocimien­lO", nos resolverá la aporía entreel carácter histórico de la cienciay el pretendído valor intemporalde la verdad de sus leyes. En efec­to, si a las relaciones epistemológi­ro, lógica e histó,-ica del pensamien­lO aiiadimos la relación dialógicadesaparece la supuesta antinomiaverdad-historicidad, a la vez quese descubre la condición tanto dela solución de la crisis, como deuna nueva fundamentación de lamelafísica y, por consiguien te, delas demás ciencias.

La primera parte del libro estádedicada a un análisis ponnenori­zado y ampliamente documentadode los falsos principios de la cien­cia: el principio de la causalidad,tanto en la realidad física como enla realidad histórica, y el principiode no contradicción.

Para el maestro Nicol, el preten­dido principio de la causalidad fí­sica es un falso principio porquese ha demostrado en la mecánicanuclear (Heisenberg, Planck, DeBroglie, Bohr) algo que estaba ya

UNIVERSIDAD DE MÉXLCO

Nicol, Eduardo. Los 1Jl'illcipios de /11 ciencia, F. C. L, México, ]965,510 pp.

CRISIS DE PRINCIPIOS

UNIVERSIDAD DE lVfÉXlCO

LA LÓGICA EN DOS NIVELES\'1'..111 "'It'hhillg. /"Iuu/"((id,, HlOt/"'It(/ fI In láJ.!.irfl. liad. de Rohcll

'11.11111I:t1l Jo... t·· lui ... COIIJ,'¡k/. Cellllo tic E... llldit .... Filo...cHiro....1 ,\ \1, \I,·,ilO. 1%,. ",!II 1'1"

iconogní fic,l de las pocas escullll r'"

de bulto y los muchos relievrs que

adornan templos y palacios. )' una

clasificación eSlilística )' cronológi­

ca, realizada con lOdos los Inedic1s

al alcance del investigador aclllal.

Además de numerosas nOlas al lex­

to (más de 400) se incluye un (Jlil

"Catálogo de escultura~ en Palen­

que" y una muy amplia bibliogra­

fia. Las fotografias ilustran lo sos­

tenido en el texto, v los dibujos

presentan una serie de motivos pa­

lencanos típicos y la evolución es­

tilística de la figura humana.

En suma: un digno volumen de

la colección .. ESludios y Fuenles

del Arte en i\[¿·xico·'. Mucho desea­

ríamos poder disponer al cabo de

algln10s aiíos de manuales como el

presente para cada uno de los cen­tros culturales )' artísticos de im­

ponancia cn :'.It·xico. tan lO prehis­

p:'lnico, COlno coloniales.

~ill cmbargo. 110' senlinll" obli­

gado, él hablar tambiéll un poco

del '''pe(lo mateli:d del libro qne

leselbllll". cspecialnlelllc porque el,,[idonado al arte -, a los lil)l'os dc

al tl'- 110 ~ólo dc'\ea ,er illfonnadq

(UI! plt'(i,iólI. ",ino que larnhi("1I

l'Sige cl In:hilllO dc pCI fCI(Íón 1'1)

sibJc CII la preselllación ,. el nli­

dado de la edición. En cuanlO al

material ilustrativo, por cjelnplo.

lamelllamos la muy desigual calidad

de las fotografías y su reproducciól l

sólo regular. así C0ll10 10 poco

'Ilraeti,u de los planos y dibujos.

que si bien son funcionales. carecen

de toda gracia y del icadeza, en

parte también por haber sido re­

producidos a lamalio exagerado (,'

a "eces sin guardar la proporción

entre lnlOS y otros). Lo anterior

contrasta con el agradable formato.

con la buena disposición tipogr:í­

fica ). con la generosa distríbución

de blancos. que facilita la lectura

)' le da al libro cierto aire de lujo,

El defecto nl:ís grave que encon­

lramos en la obra cs. por un lado,la sintaxis frecuenlemente defec­

tuosa de la autora, )' por el otro

el lamelllable descuido de los co·

rreClores: el libro est,í plagado de

erratas. Estas fallas. por supuesto.

110 fIlenguan el valor illLrínscro dc

la obra. pero resullan molestas. Y

C's tan poco lo que se necesi la pa ra

'\ ilar!;h: UI1 corrector de estilo \

1111 hucn correrlor de pruehas.

J 'S\ll:- RFI"IFI(

de público ulti\'Crsitario, entre ,los

que IlIedia llIT buen lapso de for­

Inación. Por ello mismo, sin em­

bargo, el segundo puede servir co­

1110 IIna illtroducción al estudio del

primero.

A pcsar de que el illterés princi­

pal es acercar al lector a los temas

de la lógica moderna. ell lIinguno

de los dos libros se descuida tl'atar

las teorías m:ís importantes de la

lógica formal tradiciollal; pero esto

se ha hecho sill recurrir a tecnicis­

mos illl'lliles v con el propósito de

que el estudiante lIeg'ue a tener

una comprensión cabal de los prin­

cipios lógicos. Así, las primeras

partes recogen los temas de Jas

illferellcias inmediatas, el cuadra­

do de oposiciólI, Jos silogismos, etc.

_-\dem:ís. aquellos que piensan que

la lógica moderna. simbólica en

gran llledida, consisle en una espe­

cie de escritura abreviada, encoll-

Irar<Í1I ulla expresa distinción entre

,limb%s laquigrríficos )' simb%si/uslralivos, que explica el car,kter

operacional de la lógica formal mo­dema.

Es lamelllable. por otra parte,

que ell ambas ediciones se hayan

colado fallas )' errores que entor­

pecer.íll 11 o!Jslaculizarcín la COI1I­

prensiólI de estudiOS(Js 110 muy

avezados. EII el primer libro, en la

parlc dedicada a la teoría de las

descripeiolles. el símbolo "E!" ..e

l'<'""ict'le l'II la palahra "El" (/ML,1'1" I il; ss.) " la iota. IItilizada ((l-

mo símbolo, se cubre de pronto

con la ]'etórica de dos acen tos (0/1.

cit., p. 184); en el segundo, intro·

dllciendo un error que realmenle

no hayamos a quién ünputar, apa·

rece un silogismo Fesapo en donde

un término se repite tres veces ~

como consecuencia, otro (inciden.

talmente, se trata de "aeroplano')

queda volando y sin conexión al·

guna con la estructura de la infe·

rencia (lLM, p. 115). Estos caso­

y otros más, tendrán que ser reme­

diados en futuras ediciones.

Libros valiosos los dos -funda­

mental el primero-, constitu 'en

una importante adición a la e c

bibliografía que sobre el tema exis­

te en nuestra lengua.

Ruco 1> DILU

"f)icínoio", Anuario de Filosofia, Centro ele Estud¡'osFilosóficos.

UNAi\1, Fonclo de Cultura Económica, México, 1965, 303 pp.

UN BALANCE PERIÓDICO

.¡I/I/ario de /-lis/oria, Facultad de Filosofía y Letras. UniversidadNaCIOnal Autónoma de j\féxico, Aiio 11, 350 pp.

léxico.

que seopinionc>torno al

destacados, 'las plumas nlás bli

lIanLes de la rama. Todos los ar

ticulos publicados se refieren

cuestiones y problemas que atañer

a México. Los más sobresaliente.

son: "La integración regional dI

México", de Ángel Bassols Batall

)' "Carta, de actividades en la ciu

dad de México'~, preparada porlos alumnos que asistieron al

minaría de Análisis y Estudio d,

Mapas que se llevó a cabo en

Facultad de Filosofía y Letras_

Amieva, Pedro Bosch-Gimpera, Te­

resa S. de Salazar y Juan A. Ortega

y Medina. E;ste último firma el

primero de los artículos del Anua­.,-io, que se refiere a don Cario:>María Bustamante y en elanalizan críticamen te las

mexicanas venidas en

contradictorio historiadol' oaxaque'-la.

diente a 1965. El Anuario está di.

vidido en tres secciones: una que

reúne los trabajos del cuerpo de

. JI/l/lirio c/c' (;c'ogra/ía. Universidad Nacional Autónoma de

Fac ult:ld de Filosofía y Letras, Afio 1II, México. 274 pp_

La labor edilorial de la l/niver­

,idad, de IlIallera paralela a SIlS

lareas de educaciÓII. illvestigación

, divlllgacióII cllltllral. científica y1(·('Ilica. 110 sólo illduye el cuidado

por edilar las obras 11l;ís significa­

,i"IS ele to<los los campos. sino lalll­

bit'II en hacer UII balance periódi­

co. a I ra,,¿'s de publicaciones espe­

ciales. dc los logros alcanzados en

sus difcrellles escuelas )' faculta­

des. EII la preparación del Anua"¡otiC' (;eogmfill han colaborado los

especialista .... e ill\·cstig-adorcs lll;ís

Este A I/llario reúlle materiales ela­

borados por algunos investigadores

IIniversilarios )' por otros especia­

liSias. Los artículos de la primera

parte se refieren exclusivamente a

la Historia de México. Los de la

segunda son tex tos sobre teoría y

métodos de la Historia. El volu­

men incluye, además notas de Celso

El Centro de ESllldios Filosóficos

la liniversidad Nacional ha da­

a conocer Sil DilÍlloia correspon-

de

do

PI(J¡>ClltlClII.11 1111 1l'~I() :ulcru;ltlo

,1 1( .... ('''dIHli:lllle ... que ~l' preparanP:II a 1<)\ pi i 1I1tH.... t'x;i IIIClte, pro­

Il' ... ioll;¡!t'... ltl1i\(·I",i(:tl'io~. a~i fOlllO

pala It .... l':\:iUlt'IIt' ... dcl prillH.T :tl-'O

,Ir- I'stlldi", p"'lgt:llll1ad"s" (/MI ..

1'. I~). , el "'gllndo "se Irala. dCI i­

did:III1'·lIle. de 1111 libro de lex'"c011( l'hidu ,obr(' (odo para el liSO

de lo... c... t ud i;'lll le... 1IIli\(:rsil:trio~

'lile PICI':II:1I1 "" eX:'lIl1ellcs dcl ¡Hi­111('1 alllt de 1.6gi<:l" (II.M. 1'. í).

E... l:l'" illlL'IH iOllt'\, cahalrl1ClIlC ClIlll­

pi ida, 1"" la :lIl1or:r. 110 illlpidell.... in clIlhaq.{o, que ell (itrIos 111(1·

IIll·lIt" ... lo, telllas tocados, )' la~

ililcrprcl;lcioncs ele los 1I1islll()~. sean

IIIIICho Ill;is materia de <"TLldiIO.'-l

cspe('ialit:Hlos. qlle de eSludialltcs

dispueslos lall sólo a flllllplir ('011

~t1~ ohligaciones ;tcatiéTnicas, Pero,

:rdcm:ís. el Iengllaje siempre preei­

",. la dara exposiciólI y el Irala·

IIlielllo ordenado de los tópicos.

ahren la puerla a lectores de cierto

lIi"el qlle. displlestos a poner UII

poco de paciellcia r otro talllO de

atención '" constancia. qu.ieran

adentrarse ell la tem:ílica de la ló­

gica Il\odema. De esta suerte, los

propósi tos celllrales de L. S. Steb­

bing resultan desbordados )' sus

libros enfocan :r un público mayor

que el apulllado por la mira ini­

cial. Enlre un libro y airo. no obs­

lante. hay una diferencia bastante

dibujada. Pero no es sino el ]'esll!­

lado de esl:rr dirigidos a dos lipos

'Ih:tll 'u·hlJillg. ¡"/uu/,,u ,,;tI n In /,igiut fIIOr/'·"I". (Col. Bn:\ilricJ:-'.

'"1" IXIII. 1 •• ld ,It- JII"'· I IIi, (.Oll/:'riC/. I'ollllo d" ellllllr:r 1':1'011<',.

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