¿Crisis en la familia?

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Arzobispado de Arequipa

Domingo 16 Noviembre

2014

LA COLUMNADe Mons. Javier Del Río Alba

¿CRISIS EN LA FAMILIA?

Hace unos días un adolescente irrumpió en un cementerio en Piura y comenzó a disparar con un arma contra un grupo de niños que estaban realizando una visita escolar. Nadie se explica por qué lo ha hecho. El mismo adolescente tampoco ha dado una razón, pero lo ocurrido pone de manifiesto la violencia y desadaptación social que sufre ese muchacho. La noticia me ha dejado muy preocupado, porque si bien ya había conocido actos de ese tipo, habían sucedido en otros países, sobre todo en Estados Unidos donde se repiten con cierta frecuencia. En Perú es el primer caso y lo más lamentable es que seguramente vendrán otros. Lo mismo sucedió con el sicariato juvenil, que comenzó con un caso y ahora se va e x t e n d i e n d o d e m o d o a l a r m a n t e . Adolescentes, menores de 18 años, que son contratados y asesinan por 300 o 500 soles.

Es triste, pero lo tenemos que decir. Algo muy malo está comenzando a pasar a nuestros adolescentes y, por tanto, a nuestra sociedad. Algo que debemos solucionar mientras estamos a t iempo. Las estadíst icas demuestran que esos muchachos que disparan contra escolares sin motivo, así como aquellos que matan a otros por dinero, provienen de familias desintegradas y destruidas. Por el contrario, en la medida en que hay una familia consolidada, con padres unidos de modo estable en matrimonio y que se preocupan por la educación de sus hijos, los niños crecen bien, van madurando normalmente y se van insertando de modo adecuado en la sociedad. En cambio cuando sufren el abandono del padre o la madre, cuando hay violencia familiar o en el hogar hay un ambiente de inmoralidad, los niños cargan con las consecuencias y suelen padecer diversas enfermedades psicológicas o psiquiátricas.

Por eso, es fundamental que nos preguntemos cómo está nuestra familia. Gracias a Dios, en Arequipa el número de matrimonios religiosos está aumentando cada año, a diferencia de lo que sucede en otras partes del Perú y del mundo. Pero, lamentablemente, todavía hay un índice muy elevado de familias que no están bien constituidas y de uniones de hecho que no cuentan con la gracia que deriva del sacramento del matrimonio. Muchos creen que el matrimonio es sólo un contrato y que el amor no necesita contratos. Pocos, en cambio, saben que el matrimonio religioso no es un contrato sino un sacramento y, como tal, es justamente el medio a través del cual Dios quiere dar a los esposos la gracia que necesitan cada día para amarse por toda la vida, ser fieles el uno al otro y saber amar y educar a los hijos. El sacramento del matrimonio es un don precioso, porque introduce la relación de los esposos en el misterio pascual de Cristo y en el amor trinitario de Dios. De esa manera y en la medida en que los esposos alimentan su vida espiritual con la oración, la participación en la Misa y otros medios, reciben de Dios una gracia muy especial para vivir en comunión entre ellos y con sus hijos.

¡Cuántas veces los padres no saben cómo educar a sus hijos! Ya desde adolescentes, o algunas veces incluso desde niños, se les van de las manos y no saben cómo corregirlos, ayudarlos, orientarlos, etc. Eso sucede porque falta la gracia sacramental. Por eso, ya he dicho a los sacerdotes que en las parroquias tenemos que dar todas las facilidades necesarias para que aquellas parejas que no están casadas por la Iglesia y que no tienen impedimento para hacerlo, puedan contraer matrimonio.

+ Javier Del Río AlbaArzobispo de Arequipa