Crítica a Polka Para Tres Mujeres Con Hambre

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Crtica a polka para tres mujeres con hambre.Lo interesante del montaje de esta obra es que, aunque sencillo es muy maleable: una mesa es: personaje de coreografa, trinchera- inipi, es tienda de mercado, es un objeto que va deviniendo entre los personajes y se va transmutando, he aqu un recurso de poco costo pero de gran intencionalidad, si vemos la sola mesa, ella es un objeto feo, deteriorado, de hospital, mesa que relumbra en un metal cuarteado. Sin embargo, los personajes la transforman y muestran que ella es el nico espacio que las protege, logrando llevar al extremo la condicin de la guerra, en donde solo queda un debajo-de-mesa protector, ni los muros, ni las puertas, una mesa fra y roda. El maquillaje tambin nos sita en unos personajes hambrientos y enfermos, la historia deja saber que hay tres mujeres capturadas en medio de la guerra de ucrania, los tres personajes empiezan a conversar sobre la moralidad y un tab que el hombre siempre ha tenido: el canibalismo. Los temas que recogen van desde las relaciones amorosas hasta la sexualidad entre tintes verdes. Desde la ignominia hasta la crueldad, con una mirada que no deja de reflexionar sobre la guerra. La estructura de la obra nos va lleva hasta un clmax que corresponde no con lo que las personajes hacen sino con el destino fatal al que estn condenadas, el hecho de que sea cmica hace que se le llegue al espectador con mayor facilidad, es una obra fcil de digerir que tiene un tema preciso y crudo que se suaviza con la risa, empero, tiene momentos en que sus sub-temas se intensifican y retan al espectador, adquiriendo un cariz serio. Es una obra para imaginar que lleva a otros terrenos y crea toda una atmsfera desde la simpleza. Sin embargo algunas actuaciones pueden resultar empalagosas, que rayan con la sobreactuacin y el espectador puede sentir un vaho de patetismo, sentirse como un nio, considero que es una representacin de un tema difcil para un nio, los personajes tambin adquieren en algunos momentos un aire de caricatura. La ltima parte de la obra se menciona a Colombia, luego de Vietnam y de la misma Ucrania, se hace una relacin explcita de estos acontecimientos que son unos de los resultados de la guerra, sin embargo aunque la reflexin va encaminada hacia nuestra guerra aqu a los muertos se los comen las balas, ojal no llegue el da en que nos toque arrebatrselos a la tierra. Pero algo que me queda, es esa pregunta por el canibalismo, un tab que si fusemos cnicos, adoptaramos con tranquilidad enunciando a los Sadhus Aghori, adquiriendo la terrible mirada de un Hannibal colombiano o si fusemos reprochantes miraramos hacia atrs a nuestros karijonas para imponer el canibalismo catlico o cerraramos los ojos como en un rito, nos dara escalofros y al estremecimiento descubriramos que quiz en unas circunstancias similares lo haramos; siempre nuestra libido nos impulsara a la vida, as los medios fuesen bestiales. Los Sadhus cometen canibalismo puesto que esa carne que comen es sagrada, ah hay toda una condicin sacra, en el caso de la guerra, en los hambrientos hay una necesidad de la libido, pero en las balas qu hay si no es la misma bestialidad del hombre y la crueldad del poder. Dicho caricaturismo lo vimos tambin en el monstruo de los mangones de pura sangre de Luis Ospina, puesto que es una tendencia en nuestras estticas la de caricaturizar los arquetipos del vampiro o del canbal, mirar con un humor tropical, la desgracia y la crueldad, esta tendencia pone en jaque la dureza de las historias, pero reduce al espectador al infantilismo.