Cromwell, El cajero generoso

9
E 40 GATOPARDO LA DELIRANTE HISTORIA DE CROMWELL GÁLVEZ, EL ESTAFADOR MÁS FAMOSO DE PERÚ, COMENZÓ EN 1998, CUANDO INVENTÓ UN SOFISTICADO MÉTODO PARA ROBAR EL BANCO EN EL QUE TRABAJABA. DURANTE CINCO AÑOS, Y SIN QUE NADIE SE DIERA CUENTA, EL CAJERO SE LLEVÓ UN MILLÓN DE DÓLARES. PERO NO HIZO FORTUNA: DILAPIDÓ CADA CENTAVO EN LLEVARSE A LA CAMA A LAS VEDETTES MÁS FAMOSAS DE SU PAÍS, CON QUIENES ORGANIZÓ FIESTAS INOLVIDABLES Y ORGÍAS SUCULENTAS. ESTUVO PRESO UN TIEMPO Y, DESDE QUE RECUPERÓ SU LIBERTAD, PARECE HABER RENACIDO. POR JUAN MANUEL ROBLES / FOTOS DE JAIME GIANELLA Cromwell, El protagonista de esta historia me jodió la tarde. Él no lo recuerda, fue hace tiempo. La única vez que lo visité en la céntrica prisión en la que lo encerraron, Cromwell Gálvez huyó de mí y se apresuró a decir que no hablaba con la prensa. Le habían quitado la libertad pero la fama insistía en quedársele, no podía sacársela de encima ni dentro de los cuatro muros de una celda. Cromwell, el hombre que había robado un banco durante años sólo para poder acostarse con las vedettes más deseables de Lima, estaba finalmente preso y las carátulas de los diarios populares seguían poniendo su fotografía junto a letras grandes multicolores.Yo había dado su nombre en la entrada del penal diciendo que era su amigo, arriesgándome a lo que a veces nos arriesgamos los reporteros: a que la persona que buscas te reciba mal. Había guardado la esperanza de que adentro podría ma- nejar la situación portándome cortés, pero Cromwell Gálvez se mostró nerviosamente hostil y me dijo que sólo recibía a familiares. No fue lo único que hizo. Se quejó ante los guar- dias del penal y ellos le hicieron caso: me detuvieron y me castigaron dejándome cuatro horas encerrado por gracioso. No hay nada que moleste más a un uniformado que un pe- riodista que se hace pasar por otra cosa. Mientras un efec- tivo de traje plomo tomaba mis declaraciones en la comi- saría del penal, pude ver, a través de la abertura de la puerta, la imagen del interno Cromwell Gálvez hablándole a otro oficial. Asomaban sus ademanes de queja, los ojos molestos, cierta indignación bajo el pelo grasiento. ¿Es que cualquier periodista entra aquí como si nada? El oficial hacía gesto de mea culpa. Era fácil entender que el interno tenía cierta clase de cercanía con él, cierta llegada o conexión que atenuaba la frontera típica que hay entre un preso y su celador. Años más tarde entendería que el motivo de tanta amabilidad era inocente: esos oficiales eran los mismos que, un día, le ha- bían pedido al nuevo y simpático recluso Cromwell Gálvez que les contara eso. Eso de las vedettes. el cajero generoso Un programa de televisión difundió un video casero en el que Cromwell aparecía en la cama con Eva María Abad, una vedette de moda a quien él había beneficiado con 10 mil dólares en una cuenta bancaria. Un tercer sujeto, apodado Coyote, completaba el trío. Todos la pasaban bien. R. Estafador GP 76 1/26/07 9:31 PM Page 40

description

Perfil de Juan Manuel Robles

Transcript of Cromwell, El cajero generoso

  • E40 GATOPARDO

    LA DELIRANTE HISTORIA DE CROMWELL GLVEZ, EL ESTAFADOR MS FAMOSO DEPER, COMENZ EN 1998, CUANDO INVENT UN SOFISTICADO MTODO PARA ROBAREL BANCO EN EL QUE TRABAJABA. DURANTE CINCO AOS, Y SIN QUE NADIE SE DIERACUENTA, EL CAJERO SE LLEV UN MILLN DE DLARES. PERO NO HIZO FORTUNA:DILAPID CADA CENTAVO EN LLEVARSE A LA CAMA A LAS VEDETTES MS FAMOSAS DESU PAS, CON QUIENES ORGANIZ FIESTAS INOLVIDABLES Y ORGAS SUCULENTAS.ESTUVO PRESO UN TIEMPO Y, DESDE QUE RECUPER SU LIBERTAD, PARECE HABERRENACIDO. POR JUAN MANUEL ROBLES / FOTOS DE JAIME GIANELLA

    Cromwell,

    El protagonista de esta historia me jodi la tarde. l no lorecuerda, fue hace tiempo. La nica vez que lo visit en lacntrica prisin en la que lo encerraron, Cromwell Glvezhuy de m y se apresur a decir que no hablaba con laprensa. Le haban quitado la libertad pero la fama insista enquedrsele, no poda sacrsela de encima ni dentro de loscuatro muros de una celda. Cromwell, el hombre que habarobado un banco durante aos slo para poder acostarse conlas vedettes ms deseables de Lima, estaba finalmente presoy las cartulas de los diarios populares seguan poniendo sufotografa junto a letras grandes multicolores. Yo haba dadosu nombre en la entrada del penal diciendo que era suamigo, arriesgndome a lo que a veces nos arriesgamos losreporteros: a que la persona que buscas te reciba mal.Haba guardado la esperanza de que adentro podra ma-nejar la situacin portndome corts,pero Cromwell Glvezse mostr nerviosamente hostil y me dijo que slo reciba afamiliares. No fue lo nico que hizo. Se quej ante los guar-dias del penal y ellos le hicieron caso: me detuvieron y mecastigaron dejndome cuatro horas encerrado por gracioso.No hay nada que moleste ms a un uniformado que un pe-

    riodista que se hace pasar por otra cosa. Mientras un efec-tivo de traje plomo tomaba mis declaraciones en la comi-sara del penal, pude ver, a travs de la abertura de la puerta,la imagen del interno Cromwell Glvez hablndole a otrooficial. Asomaban sus ademanes de queja, los ojos molestos,cierta indignacin bajo el pelo grasiento. Es que cualquierperiodista entra aqu como si nada? El oficial haca gesto demea culpa. Era fcil entender que el interno tena cierta clasede cercana con l, cierta llegada o conexin que atenuabala frontera tpica que hay entre un preso y su celador. Aosms tarde entendera que el motivo de tanta amabilidad erainocente: esos oficiales eran los mismos que, un da, le ha-ban pedido al nuevo y simptico recluso Cromwell Glvezque les contara eso. Eso de las vedettes.

    el cajero generoso

    Un programa de televisin difundi un video caseroen el que Cromwell apareca en la cama con Eva MaraAbad, una vedette de moda a quien l haba beneficiadocon 10 mil dlares en una cuenta bancaria. Un tercersujeto, apodado Coyote, completaba el tro. Todos lapasaban bien.

    R. Estafador GP 76 1/26/07 9:31 PM Page 40

  • RED

    GLOB

    AL

    R. Estafador GP 76 1/26/07 7:36 PM Page 41

  • 42 GATOPARDO

    CROMWELL

    Cromwell Glvez descansa las manos para pensar un mo-mento. No est seguro de la respuesta, pero me dice quetodo es cuestin de prctica. Tambin dice que los dedosndices se usan para verificar al vuelo que cada billete seagenuino. Vuelve a hacer el movimiento otra vez y me in-dica la forma correcta de conseguirlo. El ex funcionariodel banco lleva una camisa blanca. Luce flaco y, si el lectorlevanta la mirada y deja que las manos sigan jugando acontar billetes invisibles, ver que en sus ojos se adivinacierta paz, la paz nostlgica usual en los que empiezan denuevo tras una catstrofe. Cromwell Glvez est libre.Cumpli su reclusin por hurto agravado y apropiacin

    ilcita. Ahora lo visito en el estudio de su abogado defen-sor, el lugar donde le han dado un trabajo temporal digi-tando escritos en una pantalla. Pas todo el da pensandoen la posibilidad de que l tuviera algn resentimientocontra m por violar su privacidad, hace tres aos. Pero yano me recuerda. Al menos, no con nitidez.

    No s de dnde te he visto antes, flaco me dijo alentrar en la sala, tratando de hacer memoria achicandosus intrigados ojos como quien enfoca algo.

    Sal al paso:A m?, lo dudo. Bueno, pero yo s s de donde te

    he visto.Para l es difcil hacer memoria. Para m no. He visto a

    este hombre desnudo y l lo sabe. El 29 de julio de 2003,un da despus de las Fiestas Patrias peruanas, el ex fun-cionario bancario Cromwell Glvez lleg al clmax de lapopularidad meditica. Esa noche, un programa de tele-visin difundi en vivo y en directo un video casero en elque Cromwell apareca en la cama con Eva Mara Abad,una pulposa vedette de moda a quien l haba beneficiadocon 10 mil dlares en una cuenta bancaria. El hombre se

    Y Cromwell, sonriente, les haba empezado a contar lahistoria que lo ha hecho famoso. La de las chicas. Decmo robar un banco durante cinco aos sin que nadie sed cuenta con el nico mvil de inaugurar una nueva mo-dalidad criminal: robo por fantasa. Disparar billetes comorfagas y as preparar orgas suculentas. Un da eres un co-rrecto empleado bancario y al da siguiente una sorpresaelectrnica de cinco cifras en la pantalla de la computadoracambia tu vida. Luego tienes dinero. Lo gastas, lo prestas,ayudas a la gente, eres bueno, te quieren. Te acuestas conellas, con todas las que imaginaste. Te diviertes como unchancho. Luego te descubren, todo se va a la mierda y sales

    en la prensa. En primera plana. Una historia suficientemen-te poderosa como para tener de qu hablar de por vida, o,al menos, para hacer nuevos amigos en cualquier parte, in-cluso en la crcel donde te encierran y donde un periodistafaltoso te busca en pleno domingo familiar. Cromwell ledio la mano al uniformado y subi a su celda. Los oficialesme dejaron salir del centro penitenciario recin a las nuevede la noche, dndome la cariosa recomendacin de no re-gresar por all. Un fuerte ruido, el ruido universal del por-tn de hierro de una prisin cerrndose, fue la seal de queya estaba en la calle. Anot en la libreta una frase que en-tonces se me hizo urgente: Mientras escribo esta historia,Cromwell Glvez se acostumbra a la crcel. Pasaran aosantes de volver a verlo.

    Sobre la mesa, dos manos hacen la mmica de contarcon los dedos un fajo imaginario de billetes. Los de-dos anular y medio de cada mano se mueven comoacariciando el aire, tan rpido que parecen las alas de uncolibr: la carne no es carne sino un holograma traslcido.Cuntos billetes por segundo puede contar un cajero?

    R. Estafador GP 76 1/26/07 10:12 PM Page 42

  • GATOPARDO 43

    haba quitado la ropa y ahora desnudaba a la mujer. Untercer sujeto, apodado Coyote, completaba el tro. Todos lapasaban bien. El material flmico probaba lo que ya era unsecreto a voces: que las mujeres que haban recibidoabonos ilcitos en sus cuentas bancarias correspondieronla generosidad de Cromwell con sexo. Semanas ms tarde,el ex cajero se entreg finalmente a la polica y engros anms la larga lista de portadas que los tabloides haban pu-blicado en su honor.

    Cromwell Glvez no es un hombre guapo. Sus ojoscados evidencian cierta inseguridad antigua y el hechode que su labio superior sobresalga cuando cierra la boca

    como el personaje de Ungenio de Condorito con-tribuye a darle un aspecto carente de audacia y segu-ridad, acentuado por esa raya al costado que us desdetiempos inmemoriales. De ah que la prensa haya ven-dido fcilmente la imagen del feo sin talento que des-falc un banco para resolver con plata sus problemas deseduccin. Pero la cosa es ms compleja. Hay algo since-ramente atractivo en la forma de ser de Cromwell: untipo campechano, ameno, transparente, sin poses ni n-fulas, que ama a las mujeres como quien ama el mar, osea, de forma natural y embelesada, sin detenerse a pen-sar en los riesgos de los oleajes tormentosos. Se trata deun hombre que irradia vibraciones positivas, de esos conlos que te dan ganas de ir pronto a beber alcohol o a ju-gar un partido de futbol. No es broma. Bastan pocos daspara darte cuenta de que Cromwell Glvez se lleva biencon todo el mundo, que nunca dej de ser el punto medioentre el nerd y el vivo de un saln de clases. El perfil delhombre generoso con la casi extinta cualidad de lograrque cada favor parezca desinteresado y sincero, inofen-sivo. El amigo perfecto.

    Pero volvamos a la oficina donde ha decidido mos-trarme la minuciosa artesana de contar billetes. Cromwellconfiesa tener mucho tiempo libre. La calle es dura cuandodejas la prisin, as que se ha propuesto capitalizar la ex-periencia vivida. Negocia con una productora los derechosde una serie de televisin sobre su vida. Est en conversa-ciones con un director de cine para llevar a la pantalla esecmulo de noches locas y excesos que ha sido la fraccinde su existencia que nos compete. Evala propuestas deeditores para la publicacin su libro biogrfico. Recin sa-lido de prisin, un amigo suyo sac un diario tabloide lla-mado El Maanero de Cromwell. En cada edicin, el ex

    Su fantasa era jugar con las chicas, hacer que bailarany movieran los tacos al sudoroso ritmo de un buen fajode billetes, ensayar con ellas muchas posiciones y grabarlascon una cmara de video, por si algn da, de viejo, en esacinaga temblorosa que lo intua iba a ser el futuro,le daban ganas de recordarlas.

    presidiario contaba los detalles de sus relaciones ntimascon vedettes: historias edificantes para el hombre de apie. A estas alturas, l conoce bien los atractivos de su his-toria, siempre sabe cmo endulzar el relato y es conscien-te tambin de la regla de todo narrador de cuentos: guar-darse un captulo para despus. No importa todo lo queescuches, l siempre habr callado algo. Al ex funcionariole gustan los relatos. En la crcel, acostumbraba ver pel-culas en DVD. Recuerda con especial afecto Una mentebrillante, la del matemtico que se vuelve esquizofrnicoy ve apariciones. Le pregunto qu libros ley en tantotiempo de encierro.

    No, la verdad no soy mucho de libros. Siempre megustaron ms los nmeros.

    DIAR

    IO O

    JO

    R. Estafador GP 76 1/26/07 7:36 PM Page 43

  • 44 GATOPARDO

    CROMWELLCROMWELL

    El juego se llamaba TODI y al funcionario del BancoContinental le encantaba encerrarse con los amigosy las chicas a jugarlo. Siempre tuvo una aficin porlos dados, esos cubitosruleta que ofrecan las mismasprobabilidades que el tambor de un revlver. Toma,obliga, derecha, izquierda: TODI. El juego consista enlanzar el dado y, segn la correspondencia numrica, hacerque los otros tomaran. Si te sala , tomabas t; si te sala ,obligabas a tomar quien quisieras. Si te tocaba el , elque estaba a tu derecha deba coger el vaso. Cromwelldeba estar bien abastecido de cerveza en tales ocasiones.Y para eso estaba Jorge Crdova, su leal sirviente, a quienhaba apodado Coyote por la afanosa celeridad con la querecorra hasta la punta de cualquier cerro para cumplir unaencomienda. Jugar TODI slo tena gracia cuando habachicas ah. Era un entrems, una distraccin antes del mo-

    mento de rendirse a los instintos. l y sus amigos se reu-nan en un departamento cercano a la agencia bancaria, unpiso que l le pagaba a Jorge con la condicin de poderconvertirlo, cuando le diera la gana, en su cuchitril orgis-tico. Haba un dormitorio, y en l dormitorio una cama, yen la cama una frazada de leopardos tejidos. En ese cuartorecuerda nuestro hombre se vivieron sesiones inolvi-dables con las vedettes. Cuando salt el escndalo, todasnegaron haber estado all. Pero Eva Mara Abad tuvo ma-la suerte: un video casero la desminti a nivel nacional.

    Las chicas que Cromwell recuerda en esa habitacin eranpopulares. Podas encontrar fotografas de sus traseros encualquier kiosco, dando una ilusin de volumen y 3D a lasplanas portadas de los tabloides. Estaban de moda, salan enla tele. En la pgina web de Eva Mara Abad apareca, lu-minosa, una promesa feliz: En cuestin de minutos trans-formo toda la noche en una bomba de gran diversin.

    Al estudiante de ingeniera Cromwell Glvez siemprele gustaron los nmeros. Ingres a trabajar en elBanco Continental de Lima el lunes 27 de junio de1988. Tena veintin aos. Haba sorteado satisfactoria-mente un riguroso proceso de seleccin: de cien postulan-tes quedaron cuarenta; de cuarenta, veinte; de veinte, tres.Dos afuera, l adentro. No fue una sorpresa. Cromwell noera un chico disperso en clases ni trajo nunca mayores com-plicaciones a casa. Estuvo entre los seis mejores alumnos desu promocin de colegio, y siempre dedic su tiempo librea los deportes: preseleccin de futbol, seleccin de bsquet.Dice que slo abordaba a una chica si tena la seguridad deque ella iba a corresponderle: la coartada tpica de los t-

    midos. El banco buscaba un tipo de ese perfil, y encontren Cromwell un chico empeoso y con ambicin, voca-cin de trabajo y disposicin a aprender. Las cosas lefueron bien desde el comienzo. Los tejedores de imgenessuelen hacernos ver la funcin de un empleado bancariocomo una de las cosas ms aburridas y mecnicas queexisten. Pero Cromwell dice que nunca hizo nada que lodivirtiera tanto.

    Para m era un juego trabajar en caja.Trataba de pa-sarla bien. Era el cajero que ms encargos haca dentrode la oficina.

    Encargos?Me refiero a tareas adicionales a atender la venta-

    nilla. No todos tienen la capacidad de hacer encargos.Cualquiera se raya. O cierran la ventanilla para recinatender un encargo. Yo no.

    Cromwell Glvez describe su cerebro como una m-quina compleja capaz de concentrarse en tres cosas almismo tiempo. Mueve los dedos de la mano derecha y re-cuerda el tablero numrico en el que acostumbraba a ha-cer sumas y restas mientras su cabeza miraba a otro lado.No tiene ninguna duda de que sus destrezas lo iban allevar lejos en el banco. Su carrera iba en ascenso. En1993, fue transferido a la oficina del aeropuerto. Empezara trabajar all era visto en el banco como una promocin,un privilegio reservado a los mejores empleados. En 1996,fue ascendido a Cajero Back. Un ao ms tarde, pasa a serJefe de Atencin al Cliente y en 1998 asume como Jefe deGestin Operativa. Todo iba bien, hasta el da en queCromwell recuerda haber recibido una sorpresa de cincodgitos destinada a embarrar para siempre el herrumbrosotnel de su biografa.

    Fue una tarde de verano. Al cerrar las cuentas de laagencia, aparecieron 30 mil dlares de ms en la pantalla.Cromwell se extraa. Hace llamadas, le dicen que eso esimposible, que todo ha sido cuadrado normalmente. Du-da. Deja pasar los das. Vuelve a dudar. Y entonces ocurre:decide coger los 30 mil dlares y para camuflarlos hace unabono en una cuenta bancaria de su madre, doa RebecaFlorin. Piensa que tomar slo mil dlares. Pero pensareso es como cuando le dices a un amigo que slo tomarnun par de cervezas. En cuestin de meses, Cromwell se hagastado todo el dinero. Un ao despus de que la extraacifra llegase para perturbarle la vida, le informan lo que setema, que hay un saldo negativo de 30 mil dlares en lacentral. Ooops. Para evitarse problemas, el funcionario ex-trae 30 mil dlares de la caja y los enva a la persona que

    SU NICO MVIL ERA INAUGURAR UNA NUEVA MODALIDADCRIMINAL: ROBO POR FANTASA. DISPARAR BILLETESCOMO RFAGAS Y AS PREPARAR ORGAS SUCULENTAS.

    R. Estafador GP 76 1/26/07 7:36 PM Page 44

  • GATOPARDO 45

    lo est molestando. Listo? No, ahora hay un forado virtualde 30 mil dlares en Caja. Cromwell trata de calmarse.Ha trabajado diez aos en el banco, es jefe de GestinOperativa, y es experto en resolver problemas con nme-ros que no encajan. As que decide actuar. Se pone a jugarcon los casilleros virtuales. En todo banco hay una cuentavirtual llamada Caja, pero adems hay otros casilleros vir-tuales internos. Uno se llama Teleproceso y el otro, Reme-sas Interoficinas. Estas dos ltimas cuentas suelen estar enmovimiento permanente, pues corresponden a transac-ciones diversas y constantes de montos virtuales. CromwellGlvez pens: Qu pasa si saco 30 mil dlares de Tele-proceso y los abono en Caja?. As lo hizo. Como por artede magia, la caja estaba nuevamente en orden: los 30 mildlares haban vuelto. Ahora el hueco estaba en Telepro-ceso. No poda dejar pasar demasiado tiempo. Decidi en-tonces sacar 30 mil dlares de Remesas Interoficinas paracubrir el forado de Teleproceso. Qu haca ahora con elhueco de Remesas Interoficinas?, es que iba a buscar otracuenta interna de donde sacar 30 mil dlares y luego otra yotra y as hasta el infinito? No.

    Lo que pasa es que Teleprocesos es una cuentabachera.

    Es decir, una cuenta que se refleja al da siguiente,

    a diferencia de Remesas Interoficina.O sea?O sea que cuando vinieran a hacer el control veran la

    informacin del da anterior de Teleprocesos. No impor-taba lo que hiciese, la cuenta aparentara estar saldada. YRemesas Interoficinas? No haba quedado un hueco all?S, pero Cromwell Glvez se levantara muy temprano, yllenara el hueco de Remesas Interoficinas dejando un fo-rado en Teleproceso. Y no importaba hacer un forado enTeleprocesos, porque el reporte que se vera en pantallacorrespondera al da anterior: era una cuenta bachera.En cambio, Remesas Interoficina mostraba su reporte enlnea. Esta diferencia de un da en el reporte de ambas fuefundamental. El resultado: Caja, Remesas Interoficina yTeleprocesos aparecan sin irregularidades. Naturalmente,por la noche Cromwell deba volver a cubrir el hueco quehaba dejado en Teleproceso por la maana, para que elreporte del da siguiente muestre la cuenta en orden. Y lamaana siguiente tendra, otra vez, que hacer un foradoen Teleproceso para cubrir Remesas Interoficina. Y as su-cesivamente. Cromwell debi pensar ms que nunca quetrabajar en un banco era un juego.

    La explicacin del modus operandi es complicada, asque aqu va la versin preescolar.Tienes dos casilleros. Encada uno guardas un fajo de mil dlares que no es tuyo.Cada da, viene un inspector a abrir los casilleros y veri-ficar que el dinero est all. Dos mil dlares en total Peroqu pasa si el inspector decide un da que ya no revisar

    los casilleros al mismo tiempo sino que a las 10 am revisaruno y las 6 pm el otro? Si eres honesto, no pasa nada. Perotambin puedes hacer esto: coges mil dlares, te los tiras, yluego rotas el fajo de mil dlares de uno a otro casillero, to-dos los das, religiosamente, sin falta. Es posible pasar mu-cho tiempo as? Cromwell Glvez vivi en ese plan cincoaos de su vida. En todo ese lapso, sus vacaciones eranraras: los compaeros lo vean visitar la oficina, brevemente,por la maana y por la noche.

    El descubrimiento fue maravilloso para l. Si poda ca-muflar electrnicamente un hueco de 30 mil dlares, nadale impeda hacer lo mismo con una cifra ms elevada. Lonico que haba que hacer era teclear los nmeros que sele antojasen. Tena el mtodo, de ah en adelante, el cieloera el lmite.

    El hombre que traga un sndwich de chorizo delantede m sustrajo unos dos millones de dlares del bancoen el que trabajaba. Lo hizo durante cinco aos, sinque nadie se diera cuenta, mediante transferencias ilcitasejecutadas con destreza y precisin. El dinero le servapara gustos mundanos: nigth clubs costosos, un equipo defutbol amateur propio, una orquesta, karaokes, ternos,pero sobre todas las cosas, para llevar a la cama a las ve-dettes ms cotizadas, jugar a disfrutarlas, hacer que bai-laran y movieran los tacos al sudoroso ritmo de un buenfajo de billetes, ensayar con ellas muchas posiciones y gra-barlas con una cmara de video, por si algn da, de viejo,en esa cinaga temblorosa que lo intua iba a ser elfuturo, le daban ganas de recordarlas.

    El banco me prepar muy bien, eso no lo puedonegar. Hay gente que no aprovecha los momentos que elbanco te da para que aprendas. Yo s lo hice.

    Eso dice Cromwell con la boca llena, y con una miradaparsimoniosa recorre en dos segundos los casi siete aosque han pasado desde la fecha en que el expediente poli-cial registra su primera transaccin ilcita, la primera de 376.Es la tercera vez que me encuentro con l y mi libreta deapuntes se ha llenado de dibujitos para entender bien sustransacciones. Hemos decidido venir al Prince Pub Karaoke,un lugar que le trae muchos recuerdos de sus das de gloria.l no haba vuelto aqu desde antes de entrar a la crcel,a pesar de que el local se halla a pocas cuadras de su do-micilio. Este barrio no queda muy lejos de aeropuerto. Esaqu donde Glvez creci, un sitio de clase media que, vistodesde el cielo, es dominado por la presencia elefantisica delos campos verdes de una universidad y del parque zool-gico. A comienzos de los aos noventa, la catica liberali-zacin econmica y el shock de inversiones comenzaron averse, quiz ms que en ningn otro lugar de Lima, en estazona. La avenida principal, La Marina, empez a poblarsede centros comerciales, KFC, McDonalds, pollos a labrasa, casinos luminosos, discotecas, y karaokes, night clubs

    R. Estafador GP 76 1/26/07 7:36 PM Page 45

  • 46 GATOPARDO

    y los consiguientes hostales de paso. Todo un culto algoce efmero, a la paz recobrada, al libre mercado, porqueel libre mercado en Amrica Latina siempre viene enforma de nen.

    Esto est gigantesco. No quieres la mitad?Cromwell es un hombre solidario, desprendido, servicial.

    Una vez que supo cmo sacar dinero, comenz a prestarlo.Transfiri su generosidad natural al mbito de la actividad

    delictiva. Durante los primeros dos aos, crey con since-ridad que todo estaba bajo control. Su idea era utilizar susnuevas facultades para hacer prstamos y cobrar comisionespor ello. Algn da pensaba ira saldando el montodebido y podra olvidarse de todo, voltear la pgina y se-guir su carrera ascendente, pues incluso hoy, mientras co-me la mitad de un sndwich, est convencido de que l ibaa llegar lejos. Muy lejos.

    El empleado bancario no era bueno. Era magnfico.Tenas un problema?, necesitabas ayuda? CromwellGlvez haca un depsito en tu cuenta en menos de 24horas, sin firmar papeles ni atar tu preciado cuello a lasfauces de ese monstruo que es el sistema bancario. No tepreocupes, yo te voy a poner la plata. Pgame cuandopuedas, hermano. Para eso estamos. Si eras chica, muchomejor. Su fama fue creciendo. Su atractivo con las mujereslleg a niveles inditos. Un coregrafo del mundo de lasvedettes dice que hubo quienes ofrecan dinero slo porque les presentaran al misterioso Cholo Cromwell, ngelbenefactor en mangas de camisa.Tuvo poder. Cumpli susdeseos de diversin. Las mujeres no eran mujeres, eranmoscas atradas por los dlaresazcar. l era el rey. ElRomeo de Chollywood. Podan ser las tres de la maana,pero si l las llamaba por el celular, las chicas tenan queir. Cuando t tienes un poder y te rodeas de gente guapa,te sientes el rey del mundo, dice. Todas llegaban: sabanque si no le hacan caso, perdan sus privilegios y que-daban fuera. Y era en el mismo karaoke donde ahora to-mamos una cerveza el sndwich de chorizo procesn-dose en nuestros estmagos donde solan reunirse todospara cantar y ponerse alegres. Ellas hacan la vida ms li-gera. Ellas eran el mejor deporte, el nico capaz de acabarcon la aficin de jugar futbol los fines de semana.

    Pero ellas tambin fueron su perdicin.

    El banco en el que trabajaba Cromwell Glvez trajo aLima a Claudia Schiffer. Fue para promocionar latarjeta de crdito Visa Oro.Poner a una top model comola imagen de la campaa publicitaria de un dispositivocreado para el consumo hiperblico es un tanto irrespon-sable. Cientficos de la Universidad de Windsor hicieronel siguiente experimento. Mostraron a un grupo de hom-bres fotografas de mujeres. Al otro grupo, no. Luego lesofrecieron a ambos grupos elegir entre recibir inmediata-mente 50 dlares o recibir una cantidad mayor en el futuro.Los hombres que haban sido expuestos a las fotografasde chicas eligieron los 50 dlares inmediatos en abruma-dora mayora.O sea, los hombres adoptamos conductas irra-cionales cuando nos vemos expuestos a la imagen de unamujer. Qu novedad. No pensamos en el futuro. CromwellGlvez no recuerda la llegada de la modelo alemana, peros recuerda el anuncio publicitario en que la Schiffer pro-mocionaba la tarjeta. Lo recuerda muy bien porque un

    CROMWELL

    Cromwell estuvo tres aos en la crcel, un periodo en elque aprendi a controlarse. Cuando lleg al penal todos lorespetaron de inmediato: no slo debido a la fama de la quevena precedido sino, sobre todo, por lo de las vedettes.

    DIAR

    IO O

    JODI

    ARIO

    OJO

    R. Estafador GP 76 1/26/07 7:36 PM Page 46

  • GATOPARDO 47

    da, de la nada, le ofreci la tarjeta dorada a MarthaChuquipiondo, una amiga a quien haba conocido pocotiempo atrs: una mujer menuda, la frente ancha, de pelolargo y negro, que en el ambiente era conocida como LaMujer Boa: una bailarina que se suba al escenario con elcuerpo semidesnudo y una culebra rodendola. Era muyliberal y ambiciosa. Al parecer, tena muchas ganas deuna tarjeta de crdito.

    Ella se emocion mucho. Me dijo que si le conseguala tarjeta, se acostaba conmigo. As de simple, imagnate.Pens que estaba bromeando. Para m no era difcil darleuna, por ser empleado del banco. Pero ella hizo la oferta.

    Cromwell dice que La Mujer Boa siempre le pareciuna chica extremadamente abierta, y que por eso no lesorprendi el ofrecimiento. Decidi aprovechar. Su versin:le dio la tarjeta un martes y a los dos das ya estaban en unhotel. Se hicieron amigos cariosos, y se acercaron mscuando Martha sobrevivi a un accidente de avin que ledej cicatrices que luego seran descritas en el expedientepolicial. Cuando Cromwell empez a hacer movidas parael desfalco,Martha comenz a pedirle prstamos.Fue la quems dinero recibi: 224 mil dlares. Construy una casaen una zona campestre, compr una camioneta nueva yse hizo una operacin de aumento de busto. Hubo unfactor determinante en que la amistad con Martha hayasido tan slida y fructfera: las amigas que ella tena. LaMujer Boa estaba en el ambiente, conoca a muchas ve-dettes. Se convirti en el contacto de Cromwell con esasmujeres, es decir, se hizo indispensable. Ella saba biencul era la debilidad de aquel hombre de billetera gorda.Y un da le present a una atractiva y delgada vedettellamada Maribel Velarde.

    Maribel decidi darme la entrevista en un parque soli-tario. Llevaba gafas oscuras, un jean que le sentaba mara-villosamente bien, tacos aguja y un polo que dejaba ver suespalda descubierta. Tena expresin inofensiva, una mi-rada infantil que contrastaba con el cuerpo, un cuerpo tra-bajosamente contenido en el breve espacio de su vestimen-ta. Una imagen que era fcil revestir con la otra imagendel mismo cuerpo, semidesnudo en ciertas galeras de in-ternet. Cuando nos encontramos, Cromwell estaba a puntode entregarse, pero an permaneca prfugo. Maribel neghaber tenido encuentros sexuales con el ex cajero, slo ad-miti que Cromwell y ella eran amigos.

    Coqueteaba contigo?Como cualquier hombre.Todos tenemos algo de co-

    quetos. Hombres y mujeres. Yo tengo algo de coqueta. Ttienes algo de coqueto

    Trat de no perder la compostura. Aos despus Crom-well me dira: Estas chicas saben hacer sus cosas, sonmuy hbiles. A Maribel, la tarde soleada le sentaba bien.Las lneas negras de dos pegasos en celestial cabalgata de-finan sus trazos oscuros en la piel clara de la espalda. En

    el expediente policial me enterara de que se era slo unode los siete tatuajes. Le molestaba hablar de Cromwell.Apenas alcanz a decir que el ex empleado bancario pa-reca un poco tmido, pero eso era slo hasta que entrabaen confianza. Se encontraron 32 mil dlares en su cuentabancaria. Ella dijo que eran por presentaciones privadas,y que no tena los recibos correspondientes.

    En qu consistan las presentaciones?Hago jugar al pblico, coreografas, juegos.Maribel Velarde nunca pudo justificar el dinero de su

    cuenta bancaria. Durante el tiempo en que haba recibidolos abonos, ella se compr un auto y un terreno de 200metros cuadrados en una zona exclusiva de Lima. Despusde haber negado a los cuatro vientos algn contacto fsicocon Cromwell, en el juicio se vio obligada a decir que shaba tenido encuentros sexuales con el ex empleado.Tuvoque admitirlo pues era lo que ms convena para justificarel dinero recibido. Al fin y al cabo, no es delito recibirabonos a cambio de servicios ntimos. No es delito vendertu cuerpo. Aun as, Maribel fue encontrada culpable, perosu pena fue demasiado leve como para ir a la crcel.

    El futuro lleg sin avisar, como un tsunami que se ca-mufla en la borrosa quietud del horizonte: parpadeasy mueres. Cromwell poda olerlo. Objetivamente, nohaba ningn contratiempo: las transferencias seguan susilenciosa rutina, dos empleados haban detectado lasirregularidades pero prefirieron ser cmplices: permane-can con la boca callada a cambio de obtener sus propiosbeneficios. Cromwell dice con orgullo que ellos jams seenteraron de cmo haca l para llevar a cabo su jugarretaelectrnica. Slo saban que sacaba dinero, pero no laforma. Todo pareca en calma. Pero fue en la segundamitad de 2002 cuando el funcionario se dio cuenta de quehaba prestado demasiado dinero. Segn Jorge Crdova,La Mujer Boa lo presionaba para que l le hiciera dep-sitos. Haba perdido el control: ya no era l quien ponalas condiciones. Eran ellas. Sus reuniones con las chicasya no eran tanto de placer: eran ms bien un escape, unaforma de olvidar la gigantesca bomba que cada maanatena que desactivar, como un sbito MacGyver latino.No importaba que se quedara bebiendo hasta las cuatrode la maana, al da siguiente deba levantarse a la seis yhacer girar la mquina invisible. En las reuniones,Cromwell se deprima con las chicas y les deca que todoiba a acabarse. Una vez cuenta estuvo con Maribelhablando de eso.

    Chola, creo que mi reinado se va al diablo.Qu dices?, por qu hablas as?Porque ustedes no me van a devolver la plata. Y vas

    a ver como maana ms tarde me voy a quedar solo.Mentira. Vas a ver cmo tus amigos van a estar ah.

    Yo voy a estar ah.

    R. Estafador GP 76 1/26/07 7:36 PM Page 47

  • 48 GATOPARDO

    CROMWELL

    Pero nadie estuvo, naturalmente. En febrero de 2003,un error de rutina comienza a desmoronar el castillo denaipes. Cromwell Glvez recibe un cheque de Telefnica,trado por quien supuestamente era un empleado de laempresa. Siguiendo una prctica comn, deja cobrar elcheque sin pedir los requisitos reglamentarios. Es uno delos tantos favores que se hacen en la agencia para no com-plicarse la vida. Pero el hombre es un estafador. Desaparecedel mapa y Telefnica acusa al banco de negligente. Crom-well Glvez pierde su trabajo por la falta cometida. Perosabe que se viene lo peor.

    Y as, al cabo de cinco aos, el banco detect el desfalcosistemticamente perpetrado en su agencia bancaria delaeropuerto. Antes de iniciar acciones penales, llaman aCromwell Glvez y le dan la oportunidad de devolver eldinero robado. Cromwell Glvez toma su celular y em-pieza a hacer llamadas. Es hora de que sus amigas yamigos respondan por la deuda adquirida, por el dineroque l no dud en obsequiarles.

    Nadie le contest.

    El ex empleado bancario se lamenta del mal que hizomientras bebe un sorbo de cerveza. La vanidad conla que ha estado hablando de sus habilidades banca-rias se ha ido apagando poco a poco, como un fluorescenteantiguo que comienza a parpadear por el uso. Ahora re-cuerda la crcel. Fueron tres aos que le ensearon a con-trolarse y estar tranquilo. Una vez que lleg al penal, todoslo respetaron de inmediato, no slodebido a su imagen meditica y a lafama de la que vena precedido, sinotambin a su habilidad para jugar pe-lota. Tambin era rpido con las ma-nos. Gan un campeonato de fut-boln de mesa. La crcel tena una or-ganizacin poltica interna y a Crom-well le toc estar en la cima. Fue Delegado de Fiscalizacin,Delegado de Economa y Delegado General de su pabe-lln. Prohibi las apuestas en los deportes, porque eso des-virtuaba el espritu de competencia sana. La gente sequera matar por una moneda. Conoci a peces gordos delGrupo Colina los asesinos paramilitares de la poca deFujimori, a los hombres de Montesinos y a timadores, yse refiere a todos como gente de la que guarda el mejor re-cuerdo. Conoci tambin a un colombiano que estafaba aincautos haciendo depsitos de mentira en cuentas banca-rias: eran prstamos artificiales que aparecan en una pan-talla pero que nunca llegaban fsicamente. El hombre co-braba su comisin y se haca humo. Cromwell habla de lcon un inocultable respeto, aunque apunta que una cosa estrabajar con el respaldo de una mafia internacional y otramuy distinta es hacer las cosas solo. En la crcel donde unda fui a verlo arriesgndome a que me recibiera mal,

    Cromwell soport el adis de su novia, recibi la noticia dela muerte de su abuelo, obtuvo su sentencia y recibi la vi-sita de Maribel para la celebracin del da del padre. Ellalo sac a bailar y le quit la camisa mientras los otrospresos alentaban el nmero preparado por la vedette.

    A Cromwell Glvez siempre le gustaron los nmeros.En el Prince Pub Karaoke, una mujer prueba el micr-

    fono y canta muy mal. Cromwell Glvez dice que el lugarest igualito, aunque la ltima vez que yo vine, hace tresaos, alguien haba escrito en el bao algo muy feo sobre LaMujer Boa, y eso ya no est. Una nueva bebida energizanteva a entrar al mercado y le han ofrecido un trabajo de pro-mocin en ventas. Ningn banco le permite abrir unacuenta de ahorros, aunque Cromwell cree que los bancos nodeberan cerrarle las puertas pues l podra serles til pa-ra detectar las cochinadas internas de sus empleados.Tienemucho tiempo libre. Por las tardes entra a internet para co-nocer gente. Su pgina de Hi5 dice: SOY UNA PER-SONA ALEGRE, EMPRENDEDORA, A LA QUESIEMPRE LE GUSTA LLEGAR A SUS METAS,ME GUSTA LA MUSICA, EL CINE, PRACTICOEL DEPORTE, FUTBOL, BSQUETBOL, MO MEGUSTA LA NEGATIVIDAD ME ENCANTANLAS MUJERES. Suele conectarse al MSN con el nick Eltrabajo dignifica al hombre. Aunque ahora es eso precisa-mente lo que anda buscando, porque lo que ha hecho hastaahora es confeccionar joyas y eso no da para comer: co-llares, pulseras, aretes. Son joyas de fantasa.

    Las cosas han cambiado en estos aos. Eva Mara Abadest prfuga y vive en Estados Unidos. Maribel Velardefue condenada a libertad condicional, y ha debutado comoactriz en el teatro, mostrando ms que tatuajes en la obraBao de damas. Despus de haber pasado casi tres aoshuyendo de la justicia, Martha Chuquipiondo se entregy est en la crcel de mujeres del distrito costeo de Cho-rrillos. Su salud no es buena. Pesa 47 kilos y vomita lo quecome. Desde la prisin, ha llamado por telfono a su examante Cromwell Glvez. Quera decirle Feliz Navidad.

    Ahora pido la cuenta. Pago con dlares y me entreganun billete de 20 de vuelto. El local est oscuro, no veobien, y en esta ciudad hay que ser desconfiado con los d-lares. Sobre todo en esta zona de casinos y nen. Le doyel billete a Cromwell. Est bueno?. Cromwell hace unacaricia fugaz con las yemas de los dedos. Sonre.

    Est perfecto. IIII

    ALGUNOS OFRECAN DINERO SLOPOR CONOCER AL MISTERIOSO CHOLOCROMWELL, NGEL BENEFACTOR ENMANGAS DE CAMISA.

    R. Estafador GP 76 1/26/07 7:36 PM Page 48