Cronica de Un Fina Anunciado R-007 Nº024 - Año Cero - Vicufo2

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  • calendarios

    No existe todava una explicacin cientfica cohe.

    rente para los perodos de tiempo que contemplan

    el calendario sagrado tnaya, el I Ching y los Vedas

    hindes; sin embargo, algunos autores, como Jos

    Argelles, han llegado a conclusiones sorprenden.

    tes tras un estudio pormenorizado de los mismos:

    se producir pronto un cambio en Ia conciencia de

    la humanidad que fue anunciado hace miles de aos.

    NA antigua historia-con visos de leyen-da- cuenta que algu-nos de los jesuitas queen el siglo xvrr realiza-

    ban su-misin evangelizadora en China,. enloquecieron al sumrrse en los insonda-

    bles misterios de una obra sobrehuma-na, el I Ching,libro de las mutaciones olos cambios. Su sistema de creencias ysu psicologa no resistieron la confronta-cin con una visin del mundo tan dife-rente. La vida humana ya no ostentabauna ilusoria libertad, sino que apareciasumida dentro de un orden y de una es-tructura que, a pesar de su continuatransformacin, era determinada por re-glas y patrones csmicos. El I Ching pa-reca poseer las claves ocultas de la psi-cologa humana y los nexos que ligabanal individuo con la sociedad en su con-junto. Las leyes que regan a los humanospod.an aplicarse a las culturas, pases ycivilizaciones enteras. Todo estaba suje-to a ciclos. El nactmiento, crecimiento,

    st/ tto ctno

    LUIS MAGGI

  • U=UEooo=o

    expansn, declive y muerte era unaconstante que se extenda a todo lo visi-ble. Pero quiz lo que ms perturb aestos pioneros, es que el I Ching era unlibro oracular, un instrumento para eva-luar las situaciones y ver su desanollo enel futuro. El tiempo no posea una solafaz. El pasado y el futuro estaban liga-dos por extraos nexos.

    Occidente descubri ms tarde quelos hindes llevaban una cuenta diferen-te del tiempo. Las tradiciones orales oescritas decan que el Cosmos era un fe-nmeno cclico que, emergiendo de unhuevo primitivo, se expanda para volvera contraerse miles de millones de aosterrestres despus. Con singular bellezadescriban la relatividad del tiempo.Cada uno de esos ciclos extremadamen-te largos para la medida humana, eranslo un daounanoche de Brahma.Loshombres nacan y moran de la mismaforma que lo hacan los planetas, las es-trellas, las incontables galaxias y la tota-lidad csmica. No haba entonces un

    punto de partida, ni un origen, sino unperpetuo comienzo que naca del miste-rio de la divinidad y volva a sumirse enella. El tiempo era la ilusin de ese jue-go interminable donde no exista el azar.

    Eldrama delolvido

    Todas las antiguas tradiciones del pla-neta llegaron a conclusiones semejantespor distintas vas. El orden universal obe-deca a un plan. Un logos o razn supre-ma, una mente colosal estaba urdiendoy sosteniendo lo creado, La semilla o el

    Asombrosa semejanza

    entre el emblema

    taosta del Yin y el

    Yang -smbolo del

    Universo, iormado por

    la convergencia de

    tuerzas

    complementarias- y

    el Hunab Ku,

    mandala maya

    reproducido sobre

    estas lneas.

    huevo primigenio contena en s mismolo que realizara a travs del tiempo.Como un gran divertimento, esa semilladiversificara sus brotes en una multipli-cidad de formas y de seres, comenzan-do la danza csmica en el espacio y eneltiempo.

    Los mitos antiguos refieren un mismoorigen a las estrellas, planetas, animalesy humanos, unidos desde siempre en unjuego comn. En todos los confines delplaneta se puede hallar la tradicin delos mandatos o las instrucciones origina-les, que fueron dados a-los humanos yque estos asumieron como un compro-miso de cumplimiento. Esas instruccio-nes, entendidas como destino de parti-cipar en una obra global, se hundieronen la inconsciencia y el olvido de los al-bores de la historia. Para los indios ame-ricanos, los chamanes de Siberia, los bu-distas o los taoistas, esta amnesia depertenecer a un todo est en la base dela ignorancia, la soledad, el desamparoy el sufrimiento que afecta a los huma-

    o cno/ss

  • nos. Representa la cada en un sueoprofundo que los asla de la creatividaduniversal.

    Los registros sobrehumanos

    Las grandes lneas del lChing poseenuna antigedad de casi seis mil aos Noes de eitraar que los jesuitas sintierantambalear su razn, sobre todo porque eltexto habla de los. . sabios de tiemposan ms remotos. Ms cerca de nuestrotiempo, los conquistadores de Amricaencontraron el recuerdo vivo y los tem-plos abandonados de la cultura maya.Parte de su tradicin, como las profecas,haban sido recogidas por los aztecas, yestas anunciaban con siglos de antela-cin la llegada del hombre blanco y el ca-taclismo de un choque entre culturas. Fuequiz esta certidumbre la que empuj alos mayas a abandonar sus centros ce-remoniales y refugiarse en la selva.

    Los cronistas de la conquista dierontestimonio de los asombrosos conoci-mlentos astronmicos de los "primiti-vos". Muchos misioneros si no perdieronla razn al encontrarse con una cosmo-visin tan diferente, acabaron por ser si-lenciados o censqrados. El dominicoDiego Durn escribi un libro poco de-s-pu de la conquista de Mxico, Los dio-ses, rltos y el antiguo calendario, que nofue publicado hasta 1967, ms de tres-cientos aos despus y que quiz hayasido expurgado por los editores El librose conserva en la Biblioteca Nacional deMadrid. Cuando los glifos de las escul-turas mayas pudieron ser interpretadosse supo que registraban perodos detiempo asombrosamente extensos. Tam-bin para ellos el desarroilo csmico seorganizaba en ciclos dentro de ciclos.Pero, cpor qu registraban fechas quenos fijaban o conectaban con pasadostan remotos? Segn relata Jos Arge-lles en su libro Cabalgando la ola de Zu-vuya, en Quirigua, Honduras, una estelacit el ao 411 .683.935 en el pasado.Otra expresa 873.600.000 aos El glifollamado Mukulmn indica10.240.000.000.000 aos en el pasado.Conociendo el aspecto cclico del tiem-po para los mayas, Argelles dice: "Esoes tan atrs en el tiempo que probable-mente se refiere al futurc" Qu indicanesas fechas, qu acontecimientos cs-micos quieren recordar? ZSe puede re-cordar el futuro?

    Quiz lo que ms desconcert a los

    36/AlO CERO

    La era de decadencia Ies p i ri t:;lf :i "i : :1 ;l,ii """? L

    calas de los ciclos creaban condicionesdiferentes. El ciclo humano se vea inter-penetrado por el ciclo solar y planetarioy ste por el galctico. Los mayas dedu-jeron la existencia de una constante g-a-ictica que se expresaba en la cifra 260(13 pbr 20) que creca en magnitud en laescala. Veintiseis mil aos era el tiempoque la Tierra empleaba en recorrer la es-fera zodiacal y volver al punto de parti-da. Doscientos sesenta millones deaos, el requerido para que el sistemasolar compietara el giro de la galaxia.

    La urdimbre del tiempo y el dia v

    La danza de Shiva marca el rtmoie los ciclos del emPo, segn lamitologa hind.

    occidentales fue que los mayas n0,po-sean una visin lineal del tiempo. Estese ordenaba en una escala

    -la huma-na- con el ciclo lunar. El ao maya te-nia nueve lunas 260 das, lo que dura elciclo de gestacin y nacimiento de un serhumano. El ao solar se contaba por 13lunaciones (364 das ms un da). Losdos aos, el solar y el humano, coinci-dan en su punto de partida

    -el mismoda- cada cincuenta y dos aos sola-res, nmero que coincide

    -52- con lacantidad de semanas que suma un ao

    La regularidad de los ciclos lunares,solares, planetarios y galcticos secorresponda con un ordenamiento natu-ral del micro y macrocosmos. As como:rl ao solar se organiza en cuatro esta-ciones o la vida humana en cuatro eta-pas, la repeticin regular del ciclo volvaa ear condiciones semejantes en el si-guiente. No obstante, las diferentes es-

    Para poder maneiar cifras extensas,los mayas establecieron un comodn ovalor fractal: el Kin. El Kin puede repre-sentar un da tenestre, una semana, unmes lunar, un ao, un ciclo de precesinde los equinoccios

    -veintisis milaos- o un ciclo galctico. Para todoslos casos, siempre ser un da, y esto ex-presa magnficamente la relatividad deltiempo. El-Kin csmico equivale al da yla noche de Brahma de los hindes.

    El Tzolkin o calendario sagrado mayano es, sin embargo, un mero registro deltiempo o las instancias csmicas, pasa-das o futuras.

    lmplica la relacin que une eventos delpasado con el presente y el futuro, ba-sndose en la resonancia existente enlas instancias cclicas del tiempo. Cadacincuenta y dos aos, cuando los ciclosde nueve lunas

    -setenta y tres aos lu-nares- coinciden el mismo da con losciclos de trece lunas del ao solar, exis-te una resonancia de semelanza. Un hu-mano se conecta con una situacin se-melante a la de su nacimiento cuandocuriple cincuenta y dos aos. Segn elTzolkin, existen momentos en los cualescoinciden los finales

    -o comienzos-de diferentes ciclos de la escala csmi-ca. Su resonancia es como un dia v.

    El dja v es ese instante sorprenden-te en que tenemos el sentimiento de ha-ber asado por la misma experienciaque nos toca vivir. Es una fulguracin dela memoria. Quiz no fue exactamenteigual, pero su sabor interno es inconfun-dible: esto ya lo vivimos. En la concep-cin del calendario sagrado Tzolkin eldja v pasa a ser una secuencia inin-teriumpida de coincidencias temporales.El pasado se reactualiza continuamentesiguiendo las constantes cclicas. El mo-vimrento no es circular sino espiral, cada

  • Existe una incomprensible conexinnumrica entre el I Ching,el calendario maya y el cdigo gentico

    vuelta nos deja prximos al estadio an-terior. Lo que ocurre hoy tiene semejan-za can otro momento de la interminablesecuencia cclica.

    El ao en que Corts desembarca enN/xico comienza, en elcalendario maya,el ciclo de los nueve infiernos que termi-nan con el fin de una era. Esa era infer-nal de decadencia espiritual y desmoro-namiento tico haba comenzado en elao 3113A.C y concluira en el 2013D C. Segn este clculo, a partir de 1987estamos transitando los ltimos veinti=seis aos. En el 3113 A.C., para los ma-yas, comienza el ciclo de la historia, delolvido de los mandatos originales, ladestronizacin con el tiempo csmico, lalocura, el materialismo ms grosero y laaceleracin del tiempo. Cmo accedie-ron los mayas a este conocimiento? Nopor un mero dia v.

    En 1987 el doctor Jos Argelles,quien haba investigado durante ms deveinte aos la significacin del Tzolkinanuncia a travs de una movilizacin demiles de personas en el mundo entero,que se llam Convergencia Armnica,laproximidad de grandes cambios en la

    historia planetaria. Ese mismo ao publi-ca en Estados Unidos su libro El FactorMaya. Haca suya la profeca maya deque estbamos transitando el fin de unaera. Pero adems realizaba una sntesisdel conocimiento de la poca a la luz dela vieja tradicin maya y de otras tradi-ciones. Las conclusiones estremecan,no slo por el sentido que revelaba el fu-turo, sino tambin porque echaban luzsobre la estructura y el pasado csmico.

    El Tzolkin descubra las claves de unmovimiento del tiempo en escalas di-mensionales que se interpenetraban.Cada uno de los doscientos sesenta dasdel ao humano o lunar posea una ca-racterstica o un arquetipo singular quese relacionaba con otras frecuencias ar-mnicas en la escala. El da de nacimien-to indicaba para un humano a qu partedel juego csmico se sumaba y cul erasu mandato. En el hipottico centro delUniverso exista el plan y la voluntadmaestra del desenvolvimiento del ciclocsmico. Era, por traducirlo a nuestro len-guaje, el banco pslde la obra, el HunabKu, el centro creativo. La urdimbre de losacontecimrentos y los ciclos temporales

    Diagrama de la evolucindel Cosmos, de acuerdocon la tradicin vdica.

    O slo los mayas tu-vieron la certeza deun ciclo pua esta hu-

    manidad dividida en diferentesetapas, ),os hindes dividieronel ciclo o Manvantara en cua-tro estadlos: el Krita Yuga oedad de la veracidad, que du-raba 25.920 aos; el Tetra-Yugade 19.440; el Dvapara Yuga conuna extensin de 12,960 aos ypor fin el Kali-Yuga de 6,480aos, donde se acaba el Man-vantara, La tradicin Eecolati-na sostuvo una idea idntica.Hesiodo habl de las diferen-tes eras en Los trabajos y losd'asr Edad de Oro, Edad dePlata, Edad de Bronce y Edaddel Hierro. La Biblia refleja Iomismo en 1a descripcin queDaniel hace de la estatua de unsueo de Nabucodonosor, queposea Ia cabeza de oro, el pe-cho y los brazos de plata, eIvientre de bronce y Ias piernasy los pies de hierro y arcilIa.

    Los hindes comparaban loscuatro ciclos con Ia imagen deuna vaca que iba perdiendouna pata en cada ciclo y sederrumbaba al final. Una leyen-da sioux expresa prcticamen-te 1o mismo: las cuatro eras sonrepresentadas con 1a imagende un bisonte que cada aosperda un pelo y al finalizar unode los ciclos una pata, Cuandocaa sobrevena el diluvio.

    TRJTDICIONESY CICIOS

    gJ.g}1.ga{

    @ffif .*, u4* ***

    En el Cdigo de Dresde, dedicado por los mayasa la astronma,.se expone la sucesin de los das

    y las divinidades a que estn asociados.

    elo csno/sz

  • ARQUETIPOS,MAIDAI.AS YSEATES

    OS sellos del calenda-rio Tzolkln poseen lasmismas caractersticas

    que Ios Arquetipos de la psicologa de Jung, Son e1 molde queha fiaguado las formas y los tipos psicolgicos en el pasado,pero tambin el modelo quedebe ilevarse a cabo en el fu-turo. Su energfa, que puede 11egar a materiaiizarse, est sinembargo ms all deI tiempoaunque acte en 1, Casi todoslos mandalas

    -figuras geomtricas que rodean simtrica-mente a un centro- constituyenimgenes arquetpicas de uni-dad y de centro, Las represen-taciones tradicionales sobre elorigen csmico tienen esa con'figuracin. EI centro recuerdaeI origen, el huevo csmico, lasemilla pnmordial. En lo psico-Igico, cuando aparecen ensueos, parecen referirse alcentro del ser, al s-mismo.Pero la semejanza tambin recrea la memoria del origen, delcual el ser ha formado y sigueformando parte,

    lung, el inconscientey la nueva era

    jung era consciente de queel nconsciente de sus pacien-tes

    -o quiz el supraconscien-te- enviaba seales de losacontecimientos del porvenir,En su ensayo Flying Saucers: AModeru MyfI escribi: No es1a presuncin Io que me impul-sa, sino mi conciencia comopsiquiatra que me pide quecumpla con mi deber y prepa-re, a aquellos pocos que quie-lan escucharme, pala aconte-cimientos futuros que concuer-dan con el fin de una era, Paraser fianco, me preocupan to-dos aquellos a quienes losacontecimientos en cuestintoman desprevenidos y estndesconcertados por su natura-leza incomprensible.

    3S / AirO CERO

    Un humano tiene un nstante Esimilar a su nacm-r"#: Icuando cumple cincuenta y dos

    zz

    =EfoFf

    concluira, segn las interpretaciones,entre 1990 y el 2030 D.C. Los mayas,con otra cronologa, situaban el final enel 2013. Esto era algo ms que una coin-cidencia. La fuente de datos debia ser lamisma. Y quienes la haban elaboradoposean un precso conocimiento de lasconstantes cclicas del tiempo. SegnArgelles, los mayas llamaban Zuvuya ala ola del tiempo que cruzaba las dife-rentes dimensiones. El tiempo era ener-ga e informacin, era el plan, y todas lasformas, todo el Cosmos se organizabapor ella siguiendo la voluntad de HunabKu. En las semillas de cada comienzo c-clico estaban prefiguradas las instanciasdel porvenir. Sin embargo haba erroresy distorsiones. Los ciclos se cumplan,pero no haba garantas de que no abor-tara una secuencia ciclica. Todo depen-da en los instantes finales del grado deconsciencia de los jugadores dentro deljuego global. La amnesia de la significa-cin del tiempo y el olvido de las instruc-ciones originales eran el cimiento de esefracaso.

    Recuperar !a memoria

    De dnde me viene esto? Esa es lapregunta que siempre se hacen los poe-tas y los visionarios cuando son sorpren-didos por la inspiracin que viene no sesabe de dnde. Los humanos viven se-parados de las fuentes de su propia in-teligencia y de la inteligencia mayor quees su fundamento. Los genes poseen elplano inteligente de la construccin delcuerpo, Poseen adems las claves de lapuesta en marcha del reloj biolgico y susincronizacin con los otros ciclos plane-tarios y galcticos. Esta inteligncia noconsciente. Si supiramos lo que el cuer-po sabe conectaramos con el plan vitaly con la significacin profunda de la viday su sentido. Los genes parecen ser par-te de un calendario viviente. En 1973, eldoctor Martin Schonberger publica enAlemania un libro sorprendente: E/I Ching y el cdigo gentico, prologadopor el lama Anagarika Govinda, profun-do conocedor del libro de los cambioschino. Schonberger descubre la coinci-dencia que existe en las combinacionesde los nucletidos

    -sesenta y cuatrocombinaciones posibles- en la elabora-cin de aminocidos, con las 64 permu-taciones o hexagramas del I Ching. Estacorrespondencia de factores dinmicosentre diferentes categoras de la escala

    lnteroretacin artsfica deKurt'C. Burmann sobre la

    convergencia de lostiempos, bajo el ttulo

    Ref I exio nes d e I utu roPasado.

    parta de all, uniendo las escalas dimen-sionales.

    Tanto el I Ching, como elTzolkin mayao los hrmnos de los Vedas hindes eranel fruto de una inteligencia y una cohe-rencia difcilmente alcanzables hoy da, yhaban sido elaborados en tiempos enque la historia oficial ubicaba la prehis-toria y la barbarie. La capacidad de abs-traccin y la profundizacin en las leyesvisibles e invisibles de la naturaleza, in-dicaban que sus autores o inspiradoresposeian una psicologa diferente. Lostextos de esas obras intentaban conser-var y traducir a un lenguaje llano los ha-llazgos de una cosmovisin global y pro-fundsima que se hunda no en la noche,sino en la luz pasada de los tiempos.

    EI ajedrez deltiempoz,Qu representaba el mito de la Edad

    de Oro y dnde se situaba? La cronolo-ga hind divida el presente ciclo huma-no en cuatro eras desiguales que co-menzaban hace ms de sesenta y cua-tro mil aos. La ltima, la Era del Hierro,

  • El Encantamiento del Sueo esun juego que despierta la memoriagentica del pasado y del futuro

    mrcro y macrocosmica se encuentrantambin en los 260 sellos o arquetiposdel calendario maya, El norteamericanoBen Franklin se tom el trabajo de orde-nar los hexagramas del I Ching sobre untablero de sesenta y cuatro cuadros-obsrvese la similitud con el antiguojuego de ajedrez- y hall que, siguien-do una disposicin, todas las columnassumaban 260, la constante interdimen-sional maya.

    En su libro El Factor Maya, Argellesrevela que los sellos o arquetipos semueven en el tiempo segn una frecuen-cia peridica y unos atributos singularesdentro de las escalas dimensronales. Lasclaves de este movimiento permiten ac-ceder a un mapa del pasado o el futuro.Pero el mapa en s solo es una ayudapara despertar la memoria y conectarcon otras dimensiones. En 1990 publicaun juego, el Dreamspell o Encantamien-to del Sue0, para interiorizar ugando

    los complicados movimientos del calen-dario sagrado. La introduccin al iuegoexplica las razones de su urgencia enponerla al alcance de muchos... en for-ma gratuita. Lo que est en juego no esslo la superacin del final de un ciclo,sino adems la posibilidad de una mu-tacin, de un cambio radical en la con-ciencia humana sobre su papel y la per-cepcin del tiempo. Segn el calendariomaya, estos ltimos veintiseis aos ace-lerados producirn una situacin decaos global pero tambin una oportuni-dad de salto cualitativo: la recuperacinde la memoria, el conocimiento del pa-sado y del futuro y la colaboracin cons-ciente en la cuarta dimensin. Segn Ar-gelles la decadencia de este ciclo, suburdo materialismo, la destruccin eco-lgica, la confusrn espiritual, la cienciadegradada hacia la tecrrologa del bene-ficio inmediato y la violencia generaliza-da, obedecen a la desincronizacin con

    Jos Argelles hapublicado uniuego, ElEncantamiento delSueo (en lacabecera de estapgina) parainteriorizar loscomplicadosmovimentos delcalendario maya.

    el tiempo, con la ola de Zuvuya. Pero adiferencia de otros

    "cicllogos" alienta laesperanza de un cambio profundo quebasa sobre todo en la revalorizacin deltiempo naturaly del calendario sagrado,que se rige por las lunaciones y los ci-clos estacionales y csmicos. El tiempoes mensaje, conocimiento y energacreadora. El actual calendario de docemeses distorsiona el orden natural y secronometra como tiempo-dinero, conconsecuencias devastadoras.

    El regreso de los sabios

    El misterio del tiempo, la sincronicidaddel pasado con el presente y el futuro,hace prever a Argelles el regreso real oarquetpico de los sabios antiguos. Nadase pierde sino que se actualiza por unmecanismo que ha sido llamado

    "reso-nancia". La resonancia es el traslado deconocimiento y potencia creadora quesalva distancias fsicas y temporales. Nohace falta una semilla fsica que cruce elespacio para fundar la vida en un plane-ta, bastan los llamados

    "campos mrfi-cos de resona6i" QUe organizan la ma-teria y la conducen a salir del caos haciael orden, Un efecto del banco psi de Hu-nab Ku.

    El regreso del calendario maya coinci-de en Mxico con un movimiento huma-no que reabre los viejos centros ceremo-niales mayas. En tanto, los .guardianesde la tradicin" salen de la selva y des-cubren que las viejas tradiciones no hansido olvidadas. Forman parte de un vas-to movimiento ecumnico que rene aotras tribus y a otras tradiciones del pla-neta con el fin de salvar la Trerra y recu-perar la significacin del tiempo. A partirde 1987 es justo reconocer a Argellesque la velocidad de los cambios queanunci est ante nuestros ojos. Los l-timos cinco aos han sido testigos dedesmoronamientos polticos, sociales yeconmicos que presagian nuevos y ra-dicales cambios. La crisis hace que mu-chos echen una mirada interna haciaatrs mientras esperan el porvenir. Se-gn Argelles los cambios globales in-cluyen al planeta y a una postble inver-sin del campo magntico Esto comen-zar a ponerse en evidencia en un fechaclave: el 26 de julio de 1992, momentoen que muchos humanos sentirn la re-conexin mgica con la memoria csmi-ca y percibirn telepticamente el pulsode la Zuvuya. Ojal sea as. Q

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  • Ar|rocEnoDlrector: Enrique de Vicente. Dl.reclor adiuto: Salvador HernezRedasior ,efe: Jos Len Cano.Redccir: Yolanda Bejarano, Seqetala de Rdacsu: Ins Cerqzo Dtector de tei Tito Carazo.Dlector de Fbsdad: Jos LuisCalvo Plcldad Madrd: Montse Cumia. Fotgator: Enrique Ba-lari Carlos Bullejos, Oscar Burriel,Daniel Font, Paco Higuera, Kim Pe-drs. DibEralles: Pancisco L.Frontn, Angel Navas, J. M. Ponce.Colaoradores: A.lejandro AgostLnelli, Rafael A]arcn, Miguel Bla'co, Manuel Carballal, GabrielCarrin, Rafael Casares, Jos Ca-taln, Michel Coquet, SebastinD'tub, Hilary Evans, Vicente Fde Bobadilla, Miguel c, tuacil, An'geles G. Estalayo, Jess Gilcla,Francisco Gaviln, Marysol Oonz-lez Sterling, Migue} cuallar, JosepGuijarro, Abelardo Herndez,Isabela Herranz, Guillermo He[e-ra, Thamara Hormaechea, AntonioHuneeus, Stanley Krippner, RafaelLaIla, Francisco Lpez Seivane,Lus Maggi, Jos Antonio Mayo,Antonio Medrano, Piot Melnikov,Vicente Moros, Cristian Page, Ra-mos Perera, Luis Racionero, Ato,nio Ribera, Carmelo Rlos, fuiel Rcsales, jaYier Ruiz, Alejandro Sa,cristn, Miguel Seguf, JavierSierra Larissa Vilenskaia.vtr.g2.Folocompollclr Texcom, S. A.C/ San Romualdo, 26. 28037 Ma-drid. FotoBsllca: Duvial. C/ AI-fonso Gmez, 42. 4" planta.28037 Madrid. IEprl6e: Rivadetrelaa, Cuesta de San Vicente,28.Madrid.

    4Mundo Futuro

    El hombre est mutando

    74Hstoria ignorada

    Felipe ll, un alquimishignorado

    22Glaves defAo Cero

    Espaoles que aspiran a la.inmortelidad

    Eldorno d lbs duidasEs el (yetil extratenostre?

    34: ptofecfa*, ' "Pr,oieas del oalendirfo rnaya

    L ser humano y la Tierra estn en un procesode cambio, cuya aceleracin es cada vez mspaipable, El riesgo eyidente de esta etapa es

    que la marea de transfomaciones nos impida leneruna vlsln global de este'fascinante proceso alqumt-co, Cada vez ms visionarios estn convencidos de quela Humanidad y Ia Tierra no estn irremisiblemente n-fermos, Estn transformndose en algo sustancialmen-te nuevo, que supera todo lo que podamos imaginar, Yese cambio cclico formara pafie de un plan evolutivotrazado en la noche de ios tiempos, Por caminos dis-tintos, Argelles, McKenna y otros llegaa a Ia sorpren-dente conclusin de que la mutacin alcanzar su pun-to culminante en torno al ao 2012 y que 1992 es detranscendental importancia dentro de este proceso,como informamos en este nmero,

    Se anuncian crisis cada vez ms sorpresivas y con-tundentes que nos conductn a situaciones extremas,Pero la conmocin que crecer por momentos no debeconfundirnos. Son los estertores de aquello que agoni-za y los estremecimientos que preceden al nacimientode algo nuevo. La transicin puede ser dolorosa o gozosa. Lo viejo siempre se resiste a desaparecer y nosangustia con el miedo ai cambio, Pero si nuestra acti-tud es de calma, desapego y comprensin, estaremosabiertos a 10 nuevo y asumiremos Ia mutacin que seest gestando dentro y fuera de nosotros,

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    t4EETIPE II, ET REY

    ATQUIMISTAEste artculo pone demanifiesto uno de los

    aspectos del rey Felipe II msocultados por los

    historiadores: su pasln por laaiqulmia.

    ENRIQUEIDE VICENTE

    TABORATORIOS DEPARAPSICOTOGA

    En Espaa tambin se investigan Iosfenmenos paranormaies con todo

    tipo de aparatos. Esta es una crnicasobre esos increbles laboratorios.

    Edita: Amrica Ibrica Preside!.te: Germn Snchez Ruiprez.Preridente Eie@tivo: OustayoGoulez Lewis. Coueiero Delegado: Jaer Maas Rueda. Direelor Gerelte; Carlos Gonzlez Ga,In Dectora Etorial Sandradel Rfo de Ortzar. DLeqtor deEdDEcle A]fonso Estalrich.Dlestor de Mkethg: A.lfonsoAcebal. Direciora Producci:Guadalupe Gisbert, Rosa MarfaMartfnez (Ayudante). Dector desucipciones: Ra-f ael Caballeo.Dlshdbuclu ESPAA| GesdisaC/ Miquel Yuste, 26. Madrid. Te].(91) 3041345. ARGENTINA: Im.portador Ed. Vanidades, C. A.Penl, 269-3,' Buenos Aires. Distri'bucin capitali Vaccaro SnchezCfa., Moreno, 7949." Buenos Aires.Distribucin intedor Distribuidcrai Beltr, S.A.C. Santa Magdalena, 541 Buenos Aires.Depsito Legal: M'2?522-i 99 I. Pre'cio 325 Pta., Canilias 350 Pta.

    l'Iio III o y." 24

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    DE MARTEQu provoc la destruccin

    de la sonda espacialsovitica Fobos II? Por qu

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