UNA AVENTURA LLAMADA TIT@

Era diciembre de 2013, no recuerdo exactamente la fecha, pero se acercaba la época de salir a vacaciones, estaba ansiosa y emocionada por ese descanso tan esperado y merecido que tenemos los maestros. El rector Argemiro Méndez Hernández había citado a su equipo de docentes al auditorio, tenía una gran notica que darnos: si, una gran noticia, era TIT@ y ,¿ que querría decir tit@? Era no solo mi curiosidad, sino también las de más de un centenar de maestros que rondaba nuestras mentes; esperábamos con una gran expectativa la explicación de esa tal tit@. La exposición estuvo a cargo de varios funcionarios de la secretaria de educación municipal de Santiago de Cali y paso a paso fueron exponiendo en qué consistía dicha capacitación. No podría negar que me llene de susto, de pánico pero también de curiosidad por saber más y más de cómo utilizar todas esas herramientas de la tecnología para compartir con mis estudiantes. Esa fue mi primera experiencia con Tit@. Eso no significaba que no sintiera miedo de enfrentarme a algo nuevo, desconocido y dije para mis adentros: “iré a esa capacitación cuando me toque”, así fue como en la primera cohorte no me inscribí y decidí esperar con paciencia mi turno.

Transcurrían los meses de mayo de 2014 y ya se escuchaba con mucha fuerza hablar de tit@ no solo en los pasillos del INEM, sino en las sedes y en especial a mucho de nuestros compañeros que estaban en dicha capacitación. Eran tantas las cosas que se decían: que estrés; muchas tareas; esos maestros formadores van a mil; otra vez mis niños sin clases; estoy muy preocupada porque van muy atrasados mis niños; esas y otras más, eran las quejas que se oían. Nuevamente sentía susto.

Quique y Corea cantaban al unísono, indicaban que era hora de levantarme, de ir a trabajar, de pronto recordé que no debía ir a la escuela, era martes 1 de diciembre de 2014, un día diferente, especial, si, especial ya que Tit@ había llegado, bueno con susto y todo ya no había remedio, tocaba, ni modo, así que emprendí mi viaje.

De pronto, ya en el aula, se presenta el profe Edwin quien nos dice lo que vamos a aprender y es así como comienza esta aventura.

En cada uno de los momentos que consta ese diplomado he podido sentir que avanzo, que aprendo, pero también siento frustración e impotencia cuando olvido como entrar a una página, o como hacer los cambios a mi blog, Es así que decido preguntarle a mis compañeros de clase, a Beatriz

o a Andrés como puedo solucionar cada una de esas dificultades, encontrando en ellos siempre el apoyo y así haciendo de esta, una experiencia enriquecedora, poniendo en práctica el aprendizaje colaborativo. No cabe duda que este diplomado tiene sus bondades y que ha logrado transformar mis practicas pedagógicas en el aula al hacer uso de muchas de las herramientas y recursos que nos brinda la web con la orientación de los maestros formadores.

Hoy, mayo 30 de 2015, cuando está por finalizar este diplomado, debo reconocer que ese miedo, susto, pánico, que llegue a sentir en un comienzo, han desaparecido para darle la bienvenida a la maestra del siglo XXI que enfrenta con amor y valentía cada una de los retos y desafíos para los cuales debemos estar preparados los docentes de este siglo: la tecnología