En estas fechas en las que, por una parte recordamos y acabamos de festejar a nuestros difuntos, y por otra también nos disfraza-mos al estilo americano para entrar al antro...lo acepto. Ahora bien, escuché hace unos días un pequeño discurso del cual tomé una frase que decía: “bienvenida la modernidad sin perder nues-tra identidad”, palabras en boca de un intérprete de música prehis-pánica al cual tuve la oportunidad de escuchar en un evento el pa-sado 2 de noviembre, en las afueras de un panteón. Sin embargo, esas palabras me hicieron reflexionar y darme cuenta de que esa “identidad” ya se ha distorsionado un poco. Vemos que a mucha gente le disgusta celebrar “Hallowen” porque es una celebración de origen céltico muy popular en los Estados Unidos; pero esas mismas personas salen por las noches con sus hijos a pedir “su calaverita”, sin pensar en que ello también forma parte de esa tra-dición americana que hemos adoptado.

COSTUMBRE O IDENTIDAD

El punto aquí es muy claro: nuestra festividades relacionadas con estos días son de origen prehispánico, precisamente de mucho an-tes de la llegada de los españoles a nuestro país, y sin embargo, al pasó de los años hemos adoptado poco a poco diferentes costum-bres extranjeras, como la ya próxima “Navidad”.

Finalmente, yo creo que la intención del intérprete que les men-ciono es que hagamos conciencia, que no olvidemos quiénes so-mos, que las festividades a final de cuentas son para seguir con-viviendo en familia y en sociedad, y que a pesar de que en un futuro adoptemos quizá nuevas costumbres, esto no impida ense-ñar a nuestras nuevas generaciones a mantener estas convivencias y celebraciones muy nuestras, ya que como sabemos, el “Día de Muertos” fue declarado por la UNESCO como “Obra maestra y Patrimonio de la Humanidad”.

Andrea Álvarez López

Calabozo del Androide