CSJN - BA autorización judicial - Fallos 324-4061
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B. 575. XXXVII.B., A. s/ autorización judicial.
Procuración General de la Nación
Suprema Corte:
Conforme se desprende de la certificación que ante-
cede la cuestión traída a examen ha devenido abstracta (Fa-
llos: 321:3646; 322:2220; 323:2008, entre muchos otros).
Por otra parte, por tratarse de un caso análogo al
del precedente T.421.XXXVI. "T., S. c/ Gobierno de la Ciudad
de Buenos Aires s/ amparo", sentencia del 11 de enero de 2001,
tampoco advierto la necesidad de un pronunciamiento en virtud
de las razones invocadas en el considerando 4 ? de ese fallo.
Buenos Aires, 10 de julio de 2001.
Es Copia Nicolás Eduardo Becerra
B. 575. XXXVII.B., A. s/ autorización judicial.
Corte Suprema de Justicia de la Nación
-3-
Buenos Aires, 7 de diciembre de 2001.
Vistos los autos: "B., A. s/ autorización judicial".
Considerando:
1?) Que el Tribunal de Familia N ? 2 del Departamento
Judicial de la Matanza hizo lugar a la pretensión de la actora
y, en consecuencia, autorizó a la dirección del Hospi tal
Italiano para que proceda a inducir el parto o eventual mente
a practicar intervención quirúrgica de cesárea a la
peticionaria, quien se hallaba en estado de gravidez de un
feto anencefálico, enfermedad clínica extrema que excluye
-según los informes médicos examinados - capacidad para la vida
extrauterina independientemente del tiempo de gestación.
La Suprema Corte de Justicia de la Provincia de
Buenos Aires, al hacer lugar al recurso de inaplicabilidad de
ley deducido por la asesora de incapaces, revocó la sentencia
apelada y desestimó la autorización solicitada.
Contra dicho pronunciamiento, la peticionaria in-
terpuso el recurso extraordinario de fs. 340/342, que fue
concedido por el tribunal a quo a fs. 347.
2?) Que la instancia del art. 14 de la ley 48 es
formalmente procedente por hallarse en juego la interpreta ción
de normas federales (arts. 14, 14 bis, 18, 19, 33, 75 inc. 22
de la Constitución Nacional y la Declaración Univer sal de
Derechos Humanos; Declaración Americana de los Dere chos y
Deberes del Hombre; Convención Americana sobre los Derechos
Humanos -Pacto de San José de Costa Ric a-; el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales;
ley 23.849 aprobatoria de la Convención de los Derechos del
Niño; Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políti cos,
tratados de jerarquía constitucional), y haber sido la
decisión apelada contraria a los derechos que el recurrente
sustenta en dichas normas.
-4-
3?) Que no empece a la admisibilidad del recurso que
haya tenido lugar el parto respecto del cual se solicitó la
autorización denegada por el tribunal a quo (conf. certi-
ficación de fs. 359).
En efecto, la Suprema Corte de la Provincia de Bue-
nos Aires ha resuelto el asunto con fundamento en la inter-
pretación que ha llevado a cabo de las normas constituciona les
e infraconstitucionales de naturaleza federal menciona das,
estableciendo la doctrina legal que, con arreglo a lo
dispuesto en el art. 163, inc. 3, ap. a, de la constitución
provincial, y en el art. 279 del Código Procesal Civil y Co-
mercial de la Provincia de Buenos Aires, deberán aplicar los
tribunales inferiores locales.
Como lo ha subrayado este Tribunal, dada la rapidez
con que se produce el desenlace de situaciones como la de
autos, es harto difícil que, en la práctica, lleguen a estu dio
del Tribunal las importantes cuestiones constitucionales que
aquéllas conllevan sin haberse vuelto abstractas. De ahí que
para remediar esta situación frustratoria del rol que debe
poseer todo tribunal al que se le ha encomendado la fun ción de
garante supremo de los derechos humanos, corresponde
establecer que resultan justiciables aquellos casos suscepti-
bles de repetición, pero que escaparían a su revisión por
circunstancias análogas a las antes mencionadas (conf. Fa llos:
310:819, considerandos 6 ? y 7? del voto de la mayoría y de la
disidencia, y especialmente el considerando 7 ? del voto
concurrente y jurisprudencia de la Suprema Corte norteameri-
cana allí citada. Asimismo: "Carroll v. Princess Anne", 393
U.S. 175, págs. 178/179, y sus citas; Fallos: 316:479, consi-
derando 6? del voto de los jueces Cavagna Martinez, Boggiano,
Belluscio y Petracchi).
B. 575. XXXVII.B., A. s/ autorización judicial.
Corte Suprema de Justicia de la Nación
-5-
4?) Que los agravios del recurrente remiten a la
consideración de cuestiones substancialmente análogas a las
examinadas y decididas por esta Corte en la causa T.421 XXXVI
"T., S. c/ Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires s/ amparo",
sentencia del 11 de enero de 2001, voto de la mayoría; voto
del juez Bossert; doctrina del voto del juez Petracchi), a
cuyos respectivos fundamentos y conclusiones cabe remitir por
razones de brevedad.
Por ello, y oído el señor Procurador General de la Na ción
se declara formalmente admisible el recurso extraordina rio y
se revoca la sentencia apelada. Notifíquese y devuélva se.
JULIO S. NAZARENO (en disidencia)- CARLOS S. FAYT - AU GUSTO
CESAR BELLUSCIO - ENRIQUE SANTIAGO PETRACCHI - ANTONIO
BOGGIANO (en disidencia)- GUILLERMO A. F. LOPEZ - GUSTAVO A.
BOSSERT - ADOLFO ROBERTO VAZQUEZ (según su voto).
ES COPIA
VO-//-
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B. 575. XXXVII.B., A. s/ autorización judicial.
Corte Suprema de Justicia de la Nación
-7-
-//-TO DEL SEÑOR MINISTRO DOCTOR DON ADOLFO ROBERTO VAZQUEZ
Considerando:
1?) Que a fs. 2 se presentó A. B. solicitando una
Aautorización judicial para proceder a la interrupción del
embarazo por causales estrictamente médicas@, e indicando que
ella tendía a que Ael Hospital Italiano de Buenos Aires prac-
tique la intervención quirúrgica destinada a tal fin@ (capítulo
I - objeto). Justificó la petición señalando que de los
estudios realizados sobre el embarazo que, por entonces, lle-
vaba 19 semanas y 6 días de gestación, resultaba la presencia
de un feto con deformación y dismofismo de las estructuras de
la calota craneana, no lográndose identificar con claridad
estructuras intraencefálicas, lo cual por las características
morfo ecográficas era "compatible con el diagnóstico de
acreaneal anencefalia" (capítulo II - hechos).
Que posteriormente, invocando un Areestudio de la
causa@, la solicitante precisó que el objeto de la acción
estaba destinado Aa lograr la inducción al parto, atento la
enfermedad congénita que aqueja al feto y cuyas posibilidades
de vida autónoma son nulas@. Asimismo, indicó que la presen-
tación no tenía Apor objeto la perpetración del delito penal
de aborto sino todo lo contrario, asegurar el derecho de salud
a su madre y a todo el núcleo familiar@ (fs. 44 vta.).
Que el esposo de la solicitante prestó conformidad
al requerimiento (fs. 73 y 209/210).
2?) Que el Tribunal de Familia N ? 2 del Departamento
Judicial de La Matanza admitió la solicitud impetrada,
autorizando a la dirección del Hospital Italiano para que
indujera el parto o, eventualmente, procediera a la interven-
ción quirúrgica cesárea de A. B. a fin de extraerle el feto
anencefálico que llevaba en su vientre, facultando a dicha
-8-
dirección para reemplazar o sustituir inmediatamente el per-
sonal médico o no médico, en caso de existir objeción de con-
ciencia, y ordenando que la práctica se ejecutara con el ma yor
respeto de la vida embrionaria y previo consentimiento escrito
actualizado de la peticionante (fs. 218/240).
3?) Que la Suprema Corte de la Provincia de Buenos
Aires, por mayoría, hizo lugar al recurso extraordinario de
inaplicabilidad de ley interpuesto por la Asesora de Incapa ces
contra la sentencia precedentemente reseñada y la revocó
desestimando la autorización solicitada (fs. 279/325).
Contra esta última decisión, A. B. y su esposo ar-
ticularon el recurso extraordinario previsto por el art. 14 de
la ley 48, que fue concedido (fs. 340/342 y 347).
4?) Que, ante todo, corresponde resolver si se está
en presencia de un Ajuicio@ en los términos del art. 14 de la
ley 48 (concepto que se entronca con los de Acausa@ o Aasunto@
de los arts. 116 y 117 de la Constitución Nacional, o bien con
el de caso contencioso del art. 2 de la ley 27), lo cual
constituye un aspecto cuya determinación resulta lógica mente
anterior a la de si la intervención de esta Corte se ha
tornado o no abstracta en razón de lo señalado por el señor
Procurador General a fs. 360, esto es, porque el pasado 2 de
julio se produjo el alumbramiento del feto anencefálico que
llevaba en su seno la solicitante (conf. certificado de fs.
359).
Que el examen pertinente es susceptible de ser rea-
lizado de oficio pues corresponde a este Tribunal, como juez
del recurso extraordinario federal, examinar el cumplimiento
de sus requisitos propios y, entre ellos, el primero atinente
a si la decisión recurrida es propia de los jueces (Fallos:
189:245; 193:524; 210:1031; 215:492, etc.).
5?) Que a los efectos precedentemente indicados no
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Corte Suprema de Justicia de la Nación
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forma óbice la circunstancia de que la sentencia apelada pro-
venga de un superior tribunal de provincia que, por mayoría de
sus integrantes, resolvió que el sub lite era una "causa"
susceptible de juzgamiento.
Ello es así porque si bien esta Corte ha expresado
que para "...averiguar lo que debe entenderse por 'causa' o
'pleito' o 'cuestión', es necesario estudiar este concepto, no
en relación a lo que la justicia del fuero nacional pueda
entender por tal en los negocios que se tramitan ante ella,
porque ese no es el caso presente, sino en el que le dan las
constituciones o leyes de los estados de cuyas resoluciones
puede ser también llamado a conocer, según las leyes de la
Nación, la justicia federal..." (Fallos: 110:391, especial-
mente págs. 405/406), no menos cierto es que estando en tela
de juicio la potestad de juzgar, ni siquiera el hecho de que
se lleve ante los jueces una cuestión cuya decisión no les
incumbe y éstos la acojan y se pronuncien sobre ella con una
sentencia en la que exista materia federal de la que da lugar
al recurso del art. 14 de la ley 48, puede constreñir a este
Tribunal a pronunciarse sobre dicha cuestión, pues es eviden te
que la superioridad jerárquica de la instancia extraordi naria
federal no está subordinada a lo que sobre el punto se haya
juzgado explícita o implícitamente en las instancias
inferiores (Fallos: 215:492).
De ahí que, consiguientemente, pueda esta Corte
declarar la ausencia de Acausa@ o Apleito@ a los efectos de
habilitar la instancia federal de excepción, con total inde-
pendencia de lo que análogamente hubiera sido resuelto por el
tribunal de origen al examinar las condiciones de admisibili-
dad del recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley lo-
cal, siendo claro, por otra parte, que la decisión que sobre
el particular se adopte se proyectará, por necesaria impli-
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cancia y con igual fuerza, respecto de lo actuado en las ins-
tancias provinciales pues, en último término, ya no se trata
sólo de saber si la materia cae o no en la órbita de la ju-
risdicción de la Corte que habilita el recurso del art. 14 de
la ley 48, sino si la decisión del trámite es propia o no de
la potestad judicial.
En fin, se estima que la precisión referente a si se
está o no en presencia de un Acaso@ susceptible de ser
examinado por los jueces, adquiere particular importancia y
relieve cuando la sentencia recurrida por la vía del art. 14
de la ley 48 pudiera tener, en caso de quedar firme, efectos
casatorios en el ámbito local, tal como ocurriría respecto de
la dictada en el sub lite por la Suprema Corte de la Provincia
de Buenos Aires.
6?) Que, en orden a lo anterior, cabe recordar que
el Poder Judicial de la Nación conferido a la Corte Suprema de
Justicia por los arts. 108, 116 y 117, se define -aun en los
supuestos en que se persigue el dictado de una sentencia
meramente declarativa- como el que se ejercita en las causas
de carácter contencioso a las que se refiere el art. 2 ? de la
ley 27; es decir, aquellas en las que se pretende en concreto
la determinación de un derecho o prerrogativa debatido entre
partes que, respectivamente, afirman o contradicen (Fallos:
156:318, considerando 5 ?; 186:414; 306:1125), y en los que
existe una lesión actual o, al menos, una amenaza inminente al
derecho o prerrogativa invocado (doctrina de Fallos: 308:2569,
voto de la mayoría, considerando 3 ? y sus citas; 322:678).
Concordemente, el Tribunal ha destacado que los
intereses capaces de suscitar una verdadera Acausa@ o Acaso@
deben ser de concreción e inmediatez bastantes (Fallos: 307:
2384), y que el grado de gravamen ha de ser suficientemente
B. 575. XXXVII.B., A. s/ autorización judicial.
Corte Suprema de Justicia de la Nación
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directo (Fallos: 311:2104).
Y si bien en algunos supuestos puede ser afirmado
que el carácter contencioso exigido no ha de tener el sentido
técnico, pero a la vez limitativo del derecho procesal, es
necesario, eso sí, que se esté al menos frente a un Aconflicto@
en el cual el recurrente tenga un interés concreto, punto
decisivo para que la cuestión merezca resolución judicial
(Fallos: 308:2268, considerando 3 ?; 317:1548, voto del juez
Fayt; 319:1363, voto del juez Vázquez).
7?) Que en el sub examine no se ha configurado la
presencia de un Acaso@ o Aasunto@ ni siquiera con los alcances
mencionados en último término.
En efecto, A. B. -con la conformidad de su cónyuge-
solicitó la inducción de un parto que, por las característi cas
del feto y el eventual daño psicológico que la continua ción
del embarazo podían producirle, era plenamente aconseja do por
la ciencia médica, debiendo haber adoptado el faculta tivo
actuante los cursos de acción correspondientes.
Sobre el particular, surge del dictamen del Comité
de Bioética Asistencial del Hospital Italiano, que después de
informada por su obstetra, la paciente decidió solicitar la
interrupción del embarazo, y que para la cumplimentación de
ello resultaba necesario la confección de un documento escri to
y firmado por el médico y el paciente, en el que debería
constar el procedimiento a realizar por el médico, sus conse-
cuencias y posibles complicaciones. El informe concluye seña-
lando que A...se considera moralmente aceptable la interrupción
del embarazo (inducción del parto), solicitada por la paciente
atendiendo al daño a su salud psicológica que el mismo le ha
provocado y a la especial condición de inviabilidad del
feto...@, y que A...la interrupción del embarazo, en el caso de
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la Sra. [...], podía ser efectuada en el momento que el
especialista considere adecuado y mediante el procedimiento
más conveniente dado el contexto materno-fetal del caso...@
(fs. 112/115; el subrayado no está en el original).
Como se advierte, no había Aconflicto@ entre lo
pretendido por la paciente y lo que estaba al alcance de los
médicos hacer.
8?) Que, frente al panorama reseñado, no está en
claro cuáles han sido las razones por las que la señora B.
promovió las presentes actuaciones, como no sea el cumpli-
miento de lo que, a su sola opinión, su obstetra le había
sugerido en el sentido de la previa búsqueda de una autoriza-
ción judicial Aante las limitaciones legales que hay actual-
mente para estos casos@ (fs. 39); consejo éste que, preciso
resulta señalarlo, no configuró más que una mera indicación
hecha por un lego, y que intrínsecamente era inadmisible.
Eso último es así, porque autorizaciones como la
planteada en autos no pueden ser propuestas a los jueces, ya
que: a) si la inducción del parto está médicamente justifica da
y, por ende, no constituye ningún ilícito penalmente tipi-
ficado, la autorización judicial resulta estéril, pues la
práctica ingresaba en el terreno de lo permitido al arte mé-
dico; b) si, por el contrario, la autorización se reclama en
razón de la posible comisión de un delito penal, la venia
judicial no resulta siquiera proponible porque es obvio que
los jueces no pueden autorizar la ejecución de ilícitos.
9?) Que, en rigor, lo solicitado por A. B. por su-
gerencia -como se vio- de su obstetra, constituyó el medio
para obtener, bajo el velo de una autorización, una declara-
ción judicial ex ante de legitimidad de la inducción del par to
que la ciencia médica recomendaba y que, sin conflicto, la
paciente consentía.
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Corte Suprema de Justicia de la Nación
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En este punto, conviene recordar que solicitudes de
esta naturaleza, de carácter legitimante o consultivo, han
sido desde antiguo invariablemente rechazadas por el Tribunal
(Fallos: 319:1363, disidencias de los jueces Moliné O'Connor,
Petracchi y Bossert, y sus citas).
Y, dado que la facultad de esta Corte de determinar
si se ha planteado ante ella una Acausa@ es extensible, como se
anticipó, a lo actuado en las instancias anteriores (doc trina
de Fallos: 215:492), corresponde dejar sin efecto lo decidido
por dichas instancias en el presente caso, lo que coloca el
sub lite afuera del terreno de si la petición impe trada ha
devenido abstracta o no.
Por ello, se declara que el requerimiento de autos no es
de los que compete decidir a los jueces; en consecuencia, se
deja sin efecto todo lo actuado. Notifíquese y remítase.
ADOLFO ROBERTO VAZQUEZ.
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B. 575. XXXVII.B., A. s/ autorización judicial.
Corte Suprema de Justicia de la Nación
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-//-DENCIA DEL SEÑOR PRESIDENTE DOCTOR DON JULIO S. NAZARENO
Considerando:
Que el infrascripto coincide con los considerandos
1? a 3? del voto de la mayoría.
Que los agravios del recurrente remiten a la consi-
deración de cuestiones substancialmente análogas a las exami-
nadas por esta Corte en la causa T.421 XXXVI "T., S. c/ Go-
bierno de la Ciudad de Buenos Aires s/ amparo", sentencia del
11 de enero de 2001, disidencia del juez Nazareno.
Por ello, oído el señor Procurador General, se declara
formalmente admisible el recurso extraordinario y se confirma
la sentencia apelada. Notifíquese y devuélvase. JULIO S. NA-
ZARENO.
ES COPIA
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B. 575. XXXVII.B., A. s/ autorización judicial.
Corte Suprema de Justicia de la Nación
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-//-DENCIA DEL SEÑOR MINISTRO DOCTOR DON ANTONIO BOGGIANO
Considerando:
Que el infrascripto coincide con los considerandos
1? a 3? del voto de la mayoría.
Que los agravios del recurrente remiten a la consi-
deración de cuestiones substancialmente análogas a las exami-
nadas por esta Corte en la causa T.421 XXXVI "T., S. c/ Go-
bierno de la Ciudad de Buenos Aires s/ amparo", sentencia del
11 de enero de 2001, disidencia del juez Boggiano.
Por ello, oído el señor Procurador General, se declara
formalmente admisible el recurso extraordinario y se confirma
la sentencia apelada. Notifíquese y devuélvase. ANTONIO BOG-
GIANO.
ES COPIA