Cuadernos de A por la Corona para premiar a personas de las clases más modestas de la población...

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A yala A yala Cuadernos de REVISTA DE LA FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE GENEALOGÍA Y HERÁLDICA Y CIENCIAS HISTÓRICAS ISSN 1576-2068 Dep. Legal M-10186-2000 Número 44 Octubre-Diciembre 2010

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A y a l aA y a l aC u a d e r n o s d e

REVISTA DE LA FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE GENEALOGÍA Y HERÁLDICAY CIENCIAS HISTÓRICAS

ISSN 1576-2068 Dep. Legal M-10186-2000 Número 44 Octubre-Diciembre 2010

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La confusión que invade todo en esta sociedadpostmoderna afecta igualmente al mundo nobiliario. Lo que,unido a la magna ignorancia que en materia de institucionesy de legislación es también general, no ya entre lapoblación española, sino incluso entre los más caracteriza-dos prohombres de la actual Nobleza histórica española,me mueve a tomar la pluma para ofrecer al lector interesa-do algunas precisiones atinentes a nuestras leyes históricasy a nuestras leyes vigentes, que contribuyan a clarificar encuanto sea posible esta situación.

Dado el carácter divulgativo de es-tas páginas, prescindiré del aparato eruditoque sería imprescindible en otro contexto;solamente me remitiré a mi estudio Reflex-iones sobre la Nobleza española del sigloXXI (publicado por Luis Palacios Bañuelose Ignacio Ruiz Rodríguez (directores), enLa Nobleza en España. Historia, presente yperspectivas de futuro. Actas del VI Cursode Verano Ciudad de Tarazona, Madrid,Universidad Rey Juan Carlos I, 2009, pági-nas 307-324).

La Nobleza española, durante labaja Edad Media y el Antiguo Régimen, fueel grupo dominante por excelencia de aque-lla sociedad estamental; preeminencia que,por la especial manera en que en Españasi llevó a cabo la transición al régimen liber-al, se extendió en cuanto toca a la Nobleza titulada a buenaparte de la época posterior, alcanzando casi los tiemposque transcurren entre las dos guerras mundiales.

Durante el Antiguo Régimen, que en gran medidahereda instituciones nobiliarias nacidas durante la BajaEdad Media, todo título, honor y preeminencia -todo premio,en fin- tiene como única fons honorum, tanto en la realidadcomo en la legalidad, a la Corona. Y, en su inmensa mayo-ría, dichos honores premiales estaban reservados a la élitedirectora de aquella sociedad estamental, es decir a la No-bleza.

En la cúspide de los honores del Antiguo Régimenespañol se situaba la concesión de la Grandeza de España-clase confirmada por Don Carlos I hacia 1520, y herederade la ricahombría-, seguida de la de los Títulos nobiliariosradicados en los distintos reinos que conformaban laMonarquía Universal hispánica. Todos estos premios que-daban limitados a los vasallos ya con anterioridadpertenecientes al entorno de la alta nobleza y de la nobleza

mediana, y se concedían atendiendo a méritos políticos ymilitares, como también a premiar la adquisición de unaposición social y económica preeminente -son numerosaslas mercedes otorgadas a destacados empresarios y co-merciantes de España y América, y también de Italia, quehabían contribuido a la Corona con un cuantioso servicioeconómico-.

Las normas sucesorias eran las mismas que las dela Corona, salvo llamamientos especialescontenidos en las escrituras fundacionalesde los mayorazgos a que estaban unidasdichas mercedes.

Inmediatamente por debajo de lasGrandezas y Títulos quedaban los cincuentacollares de la Insigne Orden del Toisón deOro, transferida a la Corona española a par-tir del reinado del César Carlos, y que esta-ban reservados de hecho a la más encum-brada Nobleza hispana. Y, después, losnumerosos hábitos de las cuatro ÓrdenesMilitares españolas de Santiago, Calatrava,Alcántara y Montesa, que premiaban losméritos y servicios de la nobleza medianacon el carácter de una verdadera condeco-ración. De hecho, el Rey Don Fernando VIdictó en 1757 algunas medidas condu-centes a que el otorgamiento de estascruces y hábitos se reservase a aquellos ofi-

ciales de sus Reales Ejércitos y Armada que hubiesen servi-do durante un determinado número de años.

La Real y Distinguida Orden Española de Carlos III,establecida por el gran monarca de este mismo nombre en1771, representó una cierta novedad en este panorama pre-mial: Orden con exigencia de pruebas nobiliarias severas, ydesde luego distribuida ampliamente a la más conspicuanobleza, tenía de facto un carácter más abierto a las nuevasclases emergentes de la población: alta burguesía y comer-ciantes de grueso giro, casi todos procedentes de la no-bleza provincial y de la baja nobleza rural.

La concesión de la simple hidalguía por privilegioreal representó durante los siglos XVI al XVIII un medio muyaprovechado por la Corona para premiar a personas de lasclases más modestas de la población -en otras ocasionesfue al revés: era la Corona la que se lucraba de los serviciospecuniarios de los aspirantes a este privilegio-. Recordemosque la pertenencia a la hidalguía no solamente representa-

EDITORIAL

NUESTRA PORTADA

Un raro ejemplar de minuta palatina del las postrimerías del reinado de Doña Isabel II, que ejemplifica bien lamoda, entonces muy en boga, del uso de cfras por parte de reyes y príncipes. Las cifras sustituían a lasarmerías , reservadas para ocasiones más solemnes. Segovia, colección del Marqués de La Floresta.

¿ExISTE LA NObLEzA EN LA ESPAÑA DEL 2010?EL DERECHO NObILIARIO DEL ANTIGuO RéGImEN

Y EL DERECHO NObILIARIO DE LA mONARquÍA CONSTITuCIONAL VIGENTE

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ba un mero honor, sino que llevaba aparejada la exenciónde ciertos impuestos.

Aparte de estos premios más o menos honorarios,y como continuación de los usos de la época medieval, laCorona distribuía con largueza cargos y oficios, prebendas ysinecuras. Incluso en los Ejércitos, hasta el siglo XVIII, sedieron con frecuencia por cuna o por recomendación lasplazas de oficial y los mandos superiores; mientras que apartir de dicha centuria dependieron de esa misma cuna yde esas mismas recomendaciones los ascensos, en particu-lar los de los generales y jefes.

La Nobleza se acreditaba, a tenor de los prevenidoen la Pragmática de 10 de febrero de 1623, mediante laposesión de tres actos positivos de nobleza en tres genera-ciones distintas, claro está que en cada línea familiar, cuartoo apellido. Esos actos positivos de hidalguía eran, de he-cho, muy variados, y dependían mucho del lugar de origen,arraigo o residencia de las familias interesadas.

No existió nunca en España, como vemos -y contralo que sostienen y han sostenido algunas personas respeta-bles-, la nobleza de cargo, es decir los cargos nobilitantespor sí mismos; bien es verdad que sino de lege sí de factolo eran muchos puestos palatinos y de gobierno. Solamentela adquisición del título de doctor, así como el largo ejerciciode la docencia en ciertas universidades, y de la carrera delas armas en guerra viva o campaña, pueden admitirse enesta categoría.

Todo este sistema quebró a partir del advenimientodel sistema constitucional, entre los años de 1812 y 1836,en que se decretó la llamada confusión de estados. A partirde la Constitución gaditana de 1812, todos los españolesfueron absolutamente iguales ante la ley, y por eso ya no esposible hablar propiamente de la Nobleza como clase o es-tamento privilegiado y por ende poseedor o beneficiario deuna diferenciación legal. El real decreto de 9 de marzo de1813 derogó toda distinción nobiliaria y de limpieza de san-

gre, ordenando suprimir incluso las expresiones o distin-ciones que contribuyan a fomentar entre sus individuos lasperjudiciales ideas de desigualdad legal o la rivalidad declases. Aunque todavía durante algunos decenios hallemosalgunas pálidos reflejos del pasado: por ejemplo, en las ho-jas de servicios de los militares.

A partir de entonces surgió paulatinamente un nue-vo Derecho nobiliario -si bien conservó algunos restos delpasado y ya derogado, que sobrevivieron como reliquiasequívocas-, de hecho constituyó una gran innovación. Y to-do ello ha quedado consagrado a partir de la Constituciónde 1978, en cuyo artículo 14 no se deja lugar a la duda: losespañoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecerdiscriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo,religión, opinión o cualquier otra condición o circunstanciapersonal o social.

Veámoslo a través del examen de tres cuestionesprincipales en sus estrictos términos legales (porque es biensabido que la Nobleza, sin Ley, no es nada): ¿qué es hoy laNobleza española? ¿quiénes la forman? ¿por qué normasse rige?.

Hoy en día, en términos de estricta legalidad, existeen España una Nobleza titulada -la conforman los Grandesde España y los Títulos del Reino- y además una Noblezano titulada. Esta última la integran, según ha expresado elTribunal Supremo en su sentencia de 16 de febrero de1988, sola y exclusivamente los caballeros y damas del Re-al Cuerpo de la Nobleza de Madrid, y de las Reales Maes-tranzas de Caballería de Sevilla, Granada, Valencia, Ronday Zaragoza.

Y -guste o no guste- absolutamente nadie más: noexisten en España otras Corporaciones nobiliarias más queestas seis -junto a la Excma. Diputación Permanente y Con-sejo de la Grandeza de España-, ni más nobles que los quelas integran, a más de los Grandes y los Títulos.

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Ni siquiera es admisible la especie de que S.M. elRey es fons honorum al reconocer o respaldar algunasotras entidades paranobiliarias, bien dán-doles el título de Real, bien luciendo sus in-signias ocasionalmente. No, de ningunamanera: España es un estado de derecho yobviamente el Rey puede conceder hon-ores (artículo 62,f de la Constitución), perosiempre y cuando lo haga de acuerdo conlas leyes vigentes, y con el refrendo de unministro del Gobierno. Todo lo demás son,al decir zamorano, romericos al viento.

Por lo tanto, ninguna de las per-sonas asociadas a cualesquiera otra enti-dad, asociación o hermandad de preten-siones, visos o tintes nobiliarios, que contoda propiedad deberíamos denominarparanobiliarias o incluso pseudonobiliarias,no forman parte de la Nobleza española, almenos en cualidad de tal asociado a ellas -otra cosa es, claro está, que el asociadoademás sea Grande, sea Título o sea caballero o dama delas mencionadas seis instituciones nobiliarias legalmentereconocidas por el Estado-. Ni siquiera los miembros de lasasociaciones civiles denominadas Órdenes de Santiago,Calatrava, Alcántara y Montesa -fundadas en 1980 a im-itación de las Órdenes Militares verdaderas, legalmente ex-tinguidas en 1931: el Tribunal Supremo ha declarado ensentencia de 3 de abril de 2008 que éstas asociaciones deahora no son aquellas Órdenes Militares venerables-; nitampoco los caballeros y damas de la Orden de Malta -que,para colmo, ha dejado de ser una institución nobiliaria enEspaña a partir del malhadado Decreto Magistral 5503-. Ynada digamos de los miembros de las demás entidades,asociaciones y hermandades privadas, por muy antiguas ypor muy prestigiosas que sean: solamente podemos ad-scribirles a lo que en Francia se llama la noblesse d’ap-parence, la nobleza de apariencia porque en España nohay más Corporaciones nobiliarias, con la ley en la mano,que las seis enumeradas antes.

Esa misma sentencia del Tribunal Supremo de1988 ha declarado taxativamente que ni existen ni puedenexistir ya los hidalgos a fuero de España, por lo que nadiepuede titularse tal, legal y seriamente, sino todo lo más de-scendiente de quienes tuvieron la condición legal de hidal-gos. Con una sola y señalada excepción: los caballeros di-viseros hijosdalgo -no sus damas- del Antiguo e IlustreSolar de Tejada, en virtud de un privilegio secular de uso dearmas, confirmado por la Majestad reinante en 4 de marzode 1981 y publicado en el Boletín Oficial del Estado -perono son hoy nobles en España, aunque sí que pueden lla-marse caballeros hijosdalgo-.

En consecuencia, en España no hay más nobleshoy en día que los que forman los colectivos citados, queson los reconocidos por el Ministerio de Justicia y por el Tri-bunal Supremo. Y por eso me parece, y lo digo sin ánimode molestar a nadie, que no es correcto utilizar ese califica-tivo al referirse a cualesquiera otra persona, por muy dignaque sea, por muy descendiente que sea de nobles y de hi-dalgos, que eso no es del caso cuestionarlo aquí. Y me pro-duce una sensación más bien penosa leer en muchas pub-

licaciones que se llama y apellida de noble o de hidalgo alos tales, porque viene a ser un quiero y no puedo, muy

señores míos.

Además, cuando valoramos laspruebas de ingreso de los aspirantes a in-greso en una de las seis Corporacionesnobiliarias reconocidas -y también en lasno reconocidas oficialmente o paranobi-liarias-, estamos mezclando sistemas ju-rídicos muy distintos -los del Antiguo Régi-men y los de la Monarquía Constitucional-,con resultados a veces disparatados.

Basten un par de ejemplos. Elprimero se personifica en un conocidomío: de acuerdo con el Derecho nobiliariotradicional -el del Antiguo Régimen-, es undescendiente de payeses catalanes bienajenos a la condición nobiliaria, aunqueposea legalmente por vía materna un Títu-lo del Reino vizcondal, y no sería cierta-mente ni noble ni hidalgo -lo sería sólo su

nieto, tras el paso de las tres generaciones preceptivas-. Sinembargo, de acuerdo con el vigente Derecho nobiliario con-stitucional, ése señor sí que es noble, con toda justicia.Mientras que paralelamente hoy no lo es en absoluto unapersona no titulada, descendiente de veinte generacionesde Títulos y Grandes, y de caballeros de la extinguida Or-den Militar de Santiago, en tanto en cuanto no haya sidoadmitida en una de las seis repetidas Corporaciones nobili-arias oficialmente reconocidas. Las cuales, por cierto, de-berían ajustar sus requisitos y pruebas de ingreso a esta re-alidad legal, en vez de continuar ciegamente sumidos enunas épocas y en unas normas legales que ya no existen.

Un segundo ejemplo de estas contradicciones: an-tiguamente, la concesión por el Rey de un privilegio de ca-ballería hacía al recipiendario caballero y noble, y nadietiene dudas de que esto fue así. Entonces, ¿por qué razónhoy en día no se admite como noble a quien acredita habersido condecorado en una de las Órdenes del Reino? Si enun diploma alfonsino se dice que fue nombrado caballerode la Orden del Mérito Civil, ¿por qué razón no se le consid-era ese privilegio de caballerato como un acto positivo?.

Creo, en fin, que quienes integramos legalmente laactual Nobleza histórica española -Grandes, Títulos, ca-balleros y damas de las seis Corporaciones reconocidas ofi-cialmente-, y cuantos no pero pretenden equipararse a ellamediante el ingreso en una de las distintas asociaciones,entidades y hermandades paranobiliarias o pseudonobil-iarias, no debemos seguir insistiendo en la confusión que alprincipio he denunciado, y que nada bueno aporta al colecti-vo nobiliario, ni a quienes aspiran a imitarlo, sobre todoporque esos preceptos derogados que dicen seguir soncontra legem, lisa y llanamente inconstitucionales, y ponenen riesgo de ilegalidad los estatutos de tantas de esas insti-tuciones y entidades.

Y es que insisto en que no hay que olvidar jamásque la Nobleza o es Ley o no es nada, y sin ley corre elpeligro de no ser más que vanidad huera y ridícula.

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IV SEmINARIO IbéRICO DE HERÁL-DICA

La Académie Internationaled’Héraldique y la Academia Iberoa-

mericana de La Rábida han sido lasorganizadoras de este cuarto encuentro

de los heraldistas peninsulares, patrocinadopor la Universidad de Huelva, la Fundación Caja Rural yel Ayuntamiento de Palos de la Frontera, que ha tenidolugar en el aula magna de la Universidad de Huelva enlos días 13 y 14 de noviembre de 2010. El tema escogidoha sido La Heráldica en los Descubrimientos y CristóbalColón, y ha estado coordinado por los profesores Dr. D.Sixto Romero Sánchez, catedrático de la Universidadde Huelva y presidente de la Academia Iberoamericanade La Rábida, D. Fernando Agudo Sánchez, presidenteinternacional de la Académie Internationale d’Héraldique,D. Vítor Escudero de Campos, presidente de la Delega-ción portuguesa de la AIH, y D. benito de la morena, dela AILR. Han formado parte de la Comisión Científica lasFederaciones Portuguesa y Española de Heráldica y Ge-nealogía, la Academia Portuguesa de Exlibris, la Acade-mia Lusitana de Heráldica, la Academia de Heráldica doAlgarve, el Instituto Dom João VI, la Academia de Letrase Artes, la Academia Melitense, y el reconocido artista D.José maría Franco, que ofreció una lección magistralsobre el arte de la iluminación de pergaminos. Entre lasponencias y comunicaciones presentadas allí, destaca-mos por su orden de programación las del Dr. D. Alfon-so de Ceballos-Escalera y Gila, de la UniversidadeTécnica de Lisboa, Mercedes de armas nuevas: la inter-vención de los reyes de armas en los días del Empera-dor Carlos; D. Fernando Agudo Sánchez (presidente dela Académie Internationale d’Héraldique) y el marquésde La Floresta (Cronista de Armas de Castilla y León),Farautes y persevantes al servicio de los Grandes deCastilla en la Baja Edad Media; Dr. D. manuel RomeroTallafigo (Universidad de Sevilla), Los ritos de la lecturapública y visión del Sello en el documento indiano; Dr. D.José maría de Francisco Olmos (Universidad Complu-

tense de Madrid), La Moneda Indiana y las Medallas deProclamación y Jura de los Reyes de España en Améri-ca. Fuente Heráldica y Documental; D. Vitor Escuderode Campos (Universidade Lusófona de Lisboa), O NovoMundo na falerística dos novos estados iberoamerica-nos; Dr. D. Antonio Sánchez González (Universidad deHuelva), El blasón heráldico de Colón; Dr. D. manuel Ar-tur Norton (Universidade do Minho), Os brasões dos rei-nos ibéricos no brasonário de 1678; Dr. D. Félix martí-nez Llorente (Universidad de Valladolid), Las primerasconcesiones regias de armerías en Indias: de La Espa-ñola a Cuba (1508-1516); Dra. Dª Ana Cristina martins(Universidade Lusófona de Lisboa), A(s) heráldica(s) dosestados iberoamericanos – Um olhar sobre o outro nospatrimónios (i)materiais; y D. Óscar Caeiro Pinto (Aca-demia Lusitana de Heráldica), A heráldica dos Lobão(Lobon) e dos Quadros - Duas famílias castelhanas ho-miziadas em Portugal. Las comunicaciones van a ser pu-blicadas de inmediato. El encuentro, inaugurado por elRector de la universidad de Huelva, ha concitado ungran interés en el ámbito de los estudios heráldicos, haestado muy concurrido, y se ha complementado con visi-tas -algunas de ellas bien mojada- al monasterio de LaRábida, a la Casa Museo de los Pinzón en Palos de laFrontera, y al onubense Muelle de las Carabelas (LCE).

NOvEDADES, CuRSOS y ENCuENTROS CIENTÍFICOS y CuLTuRALES

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TÍTuLOS NObILIARIOS DEFRANCO

Franco se atribuyó el derechode conceder y reconocer títulos no-biliarios, entre ellos los de Grandede España, máxima dignidad de lanobleza española, ubicada despuésde la de infante. Ahora, familias alas que el dictador concedió esos tí-tulos acusan al Ministerio de Justi-

cia de no tramitar la sucesión a los herederos. El Generalconcedió 36 títulos nobiliarios en sus cerca de cuarentaaños como Jefe de Estado, de los cuales, once fueroncon grandeza de España. Según ha explicado a Monar-quía Confidencial algunos de los afectados, el Ministeriode Justica no está autorizando la sucesión de al menoscuatro distinciones otorgadas durante el franquismo co-rrespondientes a: Marquesado de Queipo Llano, conce-dido por el caudillo en 1950 al general Queipo de Llano;los condados de Mola y de El Abra, cuyos beneficiariosfueron, respectivamente, el general Emilio Mola, y el em-presario vasco Alfonso Churruca y Calbetón; y la grande-za añadida al entonces conde de Vallellano, FernandoSuárez de Tangil y Angulo. El origen de la situación se si-túa a comienzos del año 2009, cuando tomó posesiónFrancisco Caamaño como nuevo ministro de Justicia,después de que su predecesor, mariano Fernándezbermejo, dimitiese al demostrarse que había practicadola caza sin licencia. Caamaño tan sólo debía remitir a laZarzuela la Real Carta, el documento por el cual el Reyreconoce la sucesión de un título nobiliario, para consoli-dar la concesión. Sin embargo, la Asociación para la Re-cuperación de la Memoria Histórica paró los trámites, alexigir la retirada de todos los títulos concedidos por Fran-co, pese a que el capítulo de los títulos nobiliarios no seincluía en la Ley de Memoria Histórica aprobada por elCongreso de los Diputados en octubre de 2007. Hasta elmomento, los afectados no han emprendido acciones le-gales contra el ministro de Justicia a pesar de que losexpedientes de sus dignidades, así como el proceso deadjudicación hereditaria, se encuentran paralizados en elMinisterio de Justicia desde hace más de un año.

FRANCISCO xAVIER LÓPEz-PORTI-LLO Y LANCASTER-JONES EN LAACADEmIA mExICANA

En la tarde del 7 de julio de 2010 ha pro-nunciado su discurso de ingreso en laAcademia Mexicana de Genealogía y He-

ráldica (fundada en 1943) don Francisco xavier Ló-pez-Portillo y Lancaster-Jones, quien disertó sobre eltema Gómez de Parada: notas biográficas de un insignelinaje neogallego destacado en la Iglesia y el Deporte,acompañado de un público numeroso e interesado (MF).

III JORNADAS DE HERÁLDICA YVExILOLOGÍA muNICIPAL ENmADRID

En el Centro de Ciencias Huma-nas y Sociales del Consejo Superior

de Investigaciones Científicas han tenido lugar las III Jor-

nadas de Heráldica y Vexilología Municipal, organizadaspor la Comunidad de Madrid, el Instituto Español de Es-tufdios Nobiliarios, y la Real Academia Matritense de He-ráldica y Genealogía. El encuentro ha reunido a los afi-cionados a esta materia, con el como objetivo ofreceruna visión global de la normativa existente y de abordarlos diferentes problemas y soluciones de la heráldica y lavexilología municipales. Las Jornadas fueron inaugura-das por el director de Cooperación con la AdministraciónLocal, D. Jaime González Taboada, responsable en laComunidad de la Madrid de la tramitación de los expe-dientes necesarios para la aprobación, modificación oadopción de nuevos símbolos de los municipios de Ma-drid. González Taboada aprovechó la ocasión para expli-car la importante labor desempeñada por el Gobiernomadrileño para extender a los municipios la importanciade la cultura heráldica, ya que en en los símbolos se hande ver reflejados los pueblos, su territorio, su población ytradiciones. Parece que las próximas Jornadas tendránlugar en Valladolid durante el año 2011 (ACE).

HOmENAJE AL PROFESOR ELOYbENITO RuANO

El día 2 de diciembre se ha cele-brará en el Consejo Superior de In-vestigaciones Científicas de la madri-leña calle Albasanz 26, sede oficial dela Sociedad Española de EstudiosMedievales, el acto de homenaje alque fue presidente de la SEEM duran-te muchos años: el eximio medievalis-

ta profesor don Eloy benito Ruano, secretario perpetuode la Real Academia de la Historia. Tomaron la palabralos doctores manuel González Jiménez, miguel ÁngelLadero quesada y Etelvina Fernández González (quelo hizo en nombre de José Ignacio Ruiz de la Peña So-lar, que no pudo acudir), que disertaron acerca de lasdistintas facetas del maestro. En el evento se presenta-ron los dos volúmenes de textos publicados en homenajea este gran conocedor de la Edad Media hispana, aquien desde aquí enviamos nuestra felicitación afectuosa(ACE).

RECTORES DE LA COmuNIDAD,SÚbDITOS DE LA DIVINIDAD, CuL-TuRAS DEL PODER Y LA ESPIRI-TuALIDAD EN LA EDAD mEDIA

Bajo tal título convocaron un en-cuentro la Universidad San Pablo CEU,

la Universidad Complutense de Madrid, yel Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Hatenido lugar en Madrid, el 15 y 16 de noviembre, coordi-nado por Isabel beceiro Pita, Alejandro Rodríguez dela Peña, César Olivera y Óscar Perea Rodríguez. En-tre las comunicaciones, las de la profesora Beceiro Pita,Relaciones de parentesco, vínculos monásticos y poderseñorial laico en Castilla (fines del siglo XIV-comienzosdel siglo XV); la de Bonifacio Bartolomé Herrero, La reli-giosidad de las élites en el mundo urbano: el caso de Se-govia, Bonifacio Bartolomé Herrero; y la de Máximo Dia-go Hernando, El papel de la nobleza bajomedievalcastellana en la reforma monástica (ACE).

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RECONquISTA Y CRuzADA ENLA ESPAÑA mEDIEVAL

En el madrileño museo Cerralboha tenido lugar en los días 22-25 y29-30 de noviembre un encuentrode historiadores, dedicado al tema

del titular. Entre las comunicaciones presentadas allí noshan llamado la atención las tituladas En los orígenes delcruzadismo peninsular: el reinado de Alfonso VI, del Prof.Carlos de Ayala Martínez; El concepto de reconquista enel hispanismo francés de los siglos XIX y XX, de MartínRíos Saloma; Reconquista e ideología en la historiogra-fía medieval española, de Feliciano Novoa Portela; Loscaballeros en la “reconquista” y las cruzadas peninsula-res de los siglos XI al XIII: actitudes y conducta, de DavidPorrinas; La orden militar de San Juan y la reconquistadurante los siglos XII y XIII, del Prof. Carlos BarqueroGoñi; Las cruzadas de Tierra Santa y las órdenes milita-res en las crónicas reales latinas de Castilla y León (si-glos XII-XIII), de Philippe Josserand; Rex belicosus, Rexpacificus. La realeza y la guerra en la cronística clunia-cense europea de los siglos XI y XII, del Prof. AlejandroRodríguez de la Peña; Imagen de las órdenes militaresen Castilla y León en el siglo XIII, de José Manuel Rodrí-guez García; Iconografía de las fortificaciones peninsula-res (siglos XI-XIII), de Santiago Palacios Ontalva; y Po-der real, ideología y guerra santa en torno a la cruzadadel Salado, de Enrique Rodríguez-Picavea Matilla (ACE).

V SEmINARIO IbéRICO DE HERÁL-DICA EN VALLADOLID

La Académie Internationaled’Héraldique se propone convocaren la ciudad de Valladolid, se Deusquiser, durante el mes de septiem-

bre de 2011, el V Seminario Ibéricode Heráldica, coordinado por el acadé-

mico numerario Dr. D. Félix martínez Llorente, profesorde la Universidad de Valladolid y presidente de la Socie-dad Castellano-Leonesa de Heráldica y Genealogía. Se-gún prometen los primeros contactos, se prevee una ma-siva asistencia de heraldistas portugueses y españoles(ACE).

IV JORNADAS DE HERÁLDICA YVExILOLOGÍA muNICIPAL ENVALLADOLID

Aprovechando la convocatoriadel V Seminario Ibérico de Heráldi-ca, la Sociedad Castellano-Leo-

nesa de Heráldica y Genealogía Don Gaspar Ybáñezde Segovia, la Federación Española de Genealogía yHeráldica, la Junta de Castilla y León, mediante su Cro-nista de Armas (que durante 2011 cumplirá sus primerosveinte años en el cargo), se proponen convocar en Valla-dolid durante el mes de septiembre de 2011 las IV Jorna-das de Heráldica y Vexilología Municipal. El tema escogi-do es Legislación municipal y tradición concejil, y sequiere aprovechar el encuentro para difundir los buenosusos heráldicos y vexilológicos entre los más de dos milmunicipios castellano-leoneses (LCE).

xxIx CONGRESO INTERNACIONALDE HERÁLDICA Y GENEALOGÍAEN STuTTGART

Tal y como habíamos anun-ciado en anteriores números de Cua-dernos de Ayala, convocado por laConfedération International de Géné-alogie et d’Héraldique (que preside el francés michel Tei-llard d’Eyry), y organizado por la asociación Pro Heraldi-ka Deutsche Forschungsgesellschaft für Heraldik undGenealogie, ha tenido lugar en la ciudada alemana deStuttgart, entre los días 12 y 17 de septiembre, el XXIXCongreso Internacional de las Ciencias Genealógica yHeráldica. En esta ocasión el tema elegido ha sido Laidentidad en la Genealogía y la Heráldica. La ceremoniainaugural se celebró en el castillo de Neues Schloß, conasistencia de autoridades y numerosos público. Como esya de costumbre, apenas hubo una representante hispa-na en tan importante ocasión: la asidua Dra. Dª LeticiaDarna Galobart. Las comunicaciones presentadas en elCongreso han sido numerosas -daremos cuenta de ellasposteriormente-,y han sido de gran interés y amenidadlas visitas turísticas y culturales a varios castillo y ciuda-des germanas. La clausura del Congreso tuvo lugar conuna animadísima cena de gala en el Hotel Maritim Alte-reithalle. En el curso del encuentro la Confédération In-ternationale de Genéalogie et Heráldique, cuya comisiónde premios y medallas preside el Dr. Pier Felice degliuberti, ha concedido sus premios: el Premio LászloBohus de Világos a la Fundación Cultural de la Noble-za Española por su libro Francisco de Borja, Santo y Du-que (1510-2010); el Premio Dalmiro de la Válgoma ha si-do discernido a mario Volpe, por su estudio Signs ofHonour; el Premio Istituto Araldico Genealogico Italianoal profesor Dr. Alessandro Savorelli, por su trabajo Pie-ro della Francesca e l’ultima crociata. Araldica, storia earte tra gotico e rinascimento; el Premio Don Vicente deCadenas y Vicent al canadiense Robert Douglas Watt,que fue heraldo Rideau en la Canadian Heraldic Autho-rity; el Premio International Commission for Orders ofChivalry al profesor D’Arcy Jonathan boulton por suobra Knights of the Crown; el Premio Dra. Walburga vonHabsburg Douglas, al profesor Antti matikkala por suestudio Orders of Knighthood and the Formation of theBritish Honours System, 1660-1760; y el Premio S.A.I.R.Archiduquesa Monika de Austria, al coronel Dr. Fernan-do García-mercadal por su libro Francisco de Goya yLucientes: la figura de un genio en su linaje. El próximoCongreso Internacional tendrá lugar, Dios mediante, enel año 2012, en la ciudad holandesa de Maastricht(LCE).

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DE RE CABALLERESCA

u N A S u N T O I N C Ó m O D O :mÁS SObRE LA FALSIFICACIÓN DEL TÍTuLO DE bARÓN DE GAVÍNY SObRE OTRAS CuESTIONES E ImPOSTuRAS RELACIONADAS CON ELLA

por el Dr. Marqués de La Floresta

Todas las cosas fingidas caen como flores marchitas

porque ninguna simulación puede durar largo tiempo

(Marco Tulio Cicerón)

Locas fantasías, ymaginaçión, presunçión, motes, bur-las, desgayres, favores, correduras, onras, vituperio,ruegos, amenazas, sobornos, baldones, resabios, co-

meres, convites, fingir de linage, de armas, de nobleça yde trages, y no tener que comer...

Ay, desvergüença sin remedio...

(Pedro de Gracia Dei,

Blasón General y Nobleza del Universo, 1489)

1. A modo de introducción en el asunto

La recientísima publicación por donArmand de Fluvià i Escorsa de su estudioHistoria de una falsificación nobiliaria: la Ba-ronía de Gavín, en Aragón, ha venido a po-ner muy en cuestión el proceder que desdehace algunos años vienen observando losmás “prestigiosos” mandamases de la otrorareputada Real Academia Matritense de He-ráldica y Genealogía, cuyo actual vicedirec-tor no es otro que el poseedor de ese títulofalsificado(1).

Por ello las palabras del señor Flu-vià, en carta dirigida en abril de 2007 a Me-néndez Pidal, director de esa Academia:

Yo sé que en esta espinosa cuestión, comoen otras parecidas, hay criterios divididos,pues ¿cómo cohonestar -en buena concien-cia- los objetivos esenciales de esta Revista[Hidalguía] o de la Real Academia Matritense, que debehacer honor a su expresivo lema VERITAS NON VANI-TAS, con los lazos de amistad y con los compromisoscreados en torno a personas que representan la VANI-DAD Y NO LA VERDAD? ¿Cómo podría soportar unaReal Academia la grave responsabilidad -incluso en ám-bito penal- en que podría incurrir alguno de sus Miem-bros, al amparar a quienes se han beneficiado de la ex-pedición de documentos falsos y, por lo tanto, hansorprendido en su buena fe a personalidades e institu-ciones de primer rango? Pero es que, además, resultadesde todo punto de vista inexplicable y hasta escanda-loso, que en seno de una Real Academia, que debe ve-lar celosa y escrupulosamente por el estricto cumpli-miento de sus fines, pueda producirse una situación tanabsolutamente paradójica. Y llegados a este punto, con

cuánta habilidad se ha podido crear a lo largo de losaños una estudiada red de intereses, dependencias ycompromisos que llevan a ahora a la “protección” corpo-rativa y ponen a las amistades en una difícil y grave tesi-tura. Y, claro, se dice, como si fueran argumentos de au-toridad, “que si es un compañero”, “que si es un amigo”,“que si nos ha conseguido esto o aquello”, “que si nos re-presenta en tal o cual acto”, “que si es muy simpático(sic)”. ¡Tantos equilibrios dialécticos, tantos eufemismosque no puedo entender! Sobre todo en genealogistas ynobiliaristas de acrisolado prestigio.

El resultado de estas denuncias, de estas que-jas, fue el contrario al que cabría esperar en una institu-ción pública: el poseedor de la falsificada Baronía de Ga-

vín no solamente no fue excluido de ellainmediatamente -todos los numerarios co-nocían ya la falsedad del título-, no sola-mente no se abrió ningún expediente -aun-que sólo fuese informativo-, sino que enjunio de 2009 ha sido promovido al cargo devicedirector. Óptima muestra de la ética quesustenta las actividades corporativas.

Y es que para colmo esa protección seha materializado no solamente en el encu-brimiento de los hechos atinentes a la Baro-nía de Gavín, que, amén de ser vox populi,desde hace muchos años vienen denun-ciando varios de los propios académicos co-mo don José Luis Sampedro Escolar, donJosé María de Montells(2), el Marqués de laFloresta (fundador y primer director de laAcademia Matritense), don Manuel MaríaRodríguez de Maribona(3) y don Armand deFluvià, sino que ha llegado a la persecucióny al silenciamiento de todos los denuncian-

tes: don José María de Montells hubo de renunciar a suplaza académica. Don José Luis Sampedro se ha vistoexcluido de todas las comisiones y cargos, y ha tenidoenfrentamientos notorios con el señor Salazar Acha. ElMarqués de La Floresta se vio perseguido, insultado,menospreciado y finalmente expulsado de facto median-te la ocultación de su carta de renuncia por parte del se-ñor Menéndez Pidal (una carta que finalmente la Justiciadeclaró haber existido y haber sido entregada, lo que lle-vó a ese importante señor a abandonar su cargo de di-rector). Y por fin al señor Fluvià se le ha denegado defacto la publicación de sus artículos en las publicacionesacadémicas y en otras dirigidas por el señor MenéndezPidal.

Sin embargo, la verdad es la verdad, la digaquien la diga. Y en el caso presente no la dice un cual-

El abogado don ManuelFuertes de Gilbert y Rojo,que desde 1981 es el po-seedor del falsificado títu-lo de Barón de Gavín.

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quiera como algún memo ha dicho, pues elseñor Fluvià, que actualmente es el indiscuti-do e indiscutible primer especialista en la his-toria nobiliaria de la antigua Corona de Ara-gón, ha realizado un excelente trabajo deinvestigación, con un rigor y una exactitudadmirables.

Recordemos, porque parece oportu-no hacerlo, que el señor Fluvià no es uncualquiera, sino que es nada menos que elAsesor de Heráldica y Genealogía de la Ge-neralidad de Cataluña desde 1980/1991, pro-fesor de la Escuela de Genealogía, Heráldicay Nobiliaria de Barcelona, fundada por el Ins-tituto Luis de Salazar y Castro (1961-63).Profesor de Genealogía, Heráldica y Nobilia-ria catalanas (1984-94). Miembro del InstitutoInternacional de Genealogía y Heráldica(1956). Diplomado en Genealogía, Heráldicay Nobiliaria (1963). Miembro de la Societat Catalanad’Estudis Històrics, filial del Institut d’Estudis Catalans yvocal de su Junta de Gobierno (1963). Secretario de laJunta Directiva de la Sección Provincial de la AsociaciónEspañola de Amigos de los Castillos (1964-71). PremioFranckenau de Genealogía, del Instituto Internacional deGenealogía y Heráldica (1965). Miembro del InstitutoLuis de Salazar y Castro, del Consejo Superior de Inves-tigaciones Científicas (1967) ocupando la vacante dejadapor defunción del Barón de Benasque (medalla nº 28).Miembro Protector del Institut d’Estudis Gironins (1967).Socio Numerario del Institut d’Estudis Empordanesos(1967). Miembro del Patronat d’Estudis Ausonencs(1968), de la Asociación de Antiguos Alumnos de la Es-cuela de Genealogía, Heráldica y Nobiliaria, de Madrid(1970), de la Societat Cultural Urgel·litana (1978), y de laReial Societat Arqueològica Tarraconense (1979). Fun-dador y presidente de la Societat Catalana de Genealo-gia, Heràldica, Sigilolografia i Vexilolologia (1983-2007).Asesor del Arxiu Històric de la Ciutat de Barcelona(1983) y del Arxiu Nacional de Catalunya (1983). Miem-bro de la Societat Catalana d’Onomàstica (1983-95).Premio Arenberg de Genealogía, de la Confédération In-ternationale de Généalogie et d’Héraldique (1984).Miembro del Centro Nacional de Investigaciones Genea-lógicas y Antropológicas de Quito, Ecuador (1985), de laAcademia de Ciencias Genealógicas y Heráldicas de Bo-livia; de la Acadèmia Mallorquina d’Estudis Genealògics,del Centro de Estudios Genealógicos e Históricos de Ro-sario (Argentina), de la Sociedad Portorriqueña de Ge-nealogía, del Centro de Estudios Genealógicos de Cór-doba, Argentina (1985), correspondiente de la AcademiaGuatemalteca de Estudios Genealógicos, Heráldicos eHistóricos (1985), y asociado de la Académie Internatio-nale d’Héraldique de Suiza (1985). Miembro del Plenariode la Comisión del Milenario de Cataluña (1988). Miem-bro de la Società Italiana di Studi Araldici. Académico co-rrespondiente de la Real Academia Matritense de Herál-dica y Genealogía (1990). Miembro correspondiente delCentro Interdisciplinario de Estudios Culturales de Bue-nos Aires (1995). En 1995 fue el promotor y uno de losfundadores del Institut d’Estudis Nobiliaris Catalans, del

que es miembro de la Junta de Gobierno.Académico extranjero de la Academia Herál-dica de Historia, de Colombia (2001). Miem-bro correspondiente de la Junta Sabatina deEspecialidades Históricas, de Buenos Aires(2002). El 2000 la Generalidad de Cataluñale concedió la Creu de Sant Jordi, y en 2008,el Ayuntamiento de Barcelona le atorgó laMedalla de Honor de la Ciudat. Profesor deHeráldica de la Escola Internacional de Pro-tocol de Cataluña de la Universitat PompeuFabra (2003 a 2005). Socio honorario de laAssociazione dei Possessori di Certificazionidi Genealogia, Armi Gentilizie e Nobiltà Ri-lasciate dal Corpo dei Re d’Armi di Spagna(2006). En 2008, fundó la Institució Catalanade Genealogia i Heràldica (ICGenHer), de lacual es presidente. Nada más y nada menos.

Todos estos antecedentes me han movi-do a tomar la pluma para completar las noticias que pro-porciona el citado estudio del señor Fluvià, obtenidas so-bre todo a partir de las fuentes aragonesas, esto es, delArchivo de la Corona de Aragón y del Archivo de los Du-ques de Híjar -que fueron los verdaderos poseedores delSeñorío de la Baronía de Gavín desde la Baja Edad Me-dia hasta el fin del Antiguo Régimen-.

Yo seguiré unos caminos distintos para exami-nar la cuestión e ilustrarla con nuevos documentos y no-ticias que vienen a confirmar que don Manuel Fuertes deGilbert y Rojo es poseedor legal -por ahora- de un títulonobiliario falsificado. Esto es: examinaré sobre todo eliter burocrático que se seguía en las concesiones demercedes nobiliarias en el siglo XVIII; y también aludiré aotras cuestiones y presuntas imposturas que suscitan lasandanzas de don Manuel Fuertes de Gilbert y Rojo.

2. Los antecedentes

Corría el año de 1981 cuando Su Majestad elRey se dignó acordar la rehabilitación de la Baronía deGavín, título de Aragón supuestamente creado por elRey Don Felipe V, supuestamente por su real decretodado en 16 de marzo de 1706, supuestamente a favorde la señora doña María Victoria de Abarca y López deHeredia, supuestamente antepasada del peticionario.

Desde 2 de octubre de 1981 (Boletín Oficial delEstado de 17 de noviembre), pues, el señor don ManuelFuertes Rojo, que en 1991 cambió su nombre por el dedon Manuel Fuertes de Gilbert y Rojo, ha venido utilizan-do legalmente esa merced nobiliaria aragonesa, y titu-lándose así Barón de Gavín. Durante casi treinta años.Casi.

Pero ya en las postrimerías de la década de1990, don José Luis Sampedro Escolar, académico denúmero de la Real Academia Matritense de Heráldica yGenealogía, se preocupó de los rumores que corrían porMadrid acerca de la posible falsedad del título nobiliarioque legalmente ostentaba su compañero de la Matriten-se don Manuel Fuertes de Gilbert y Rojo, es decir el títu-lo aragonés de Barón de Gavín. Unos rumores alentados

El escudo de armas usa-do por el poseedor delfalsificado título de Barónde Gavín, en un soberbiodibujo del gran heraldistaCarlos Navarro.

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por su gran amigo el egregio nobiliaristadon Luis Alfonso Vidal y de Barnola, ya di-funto, que fue el primero en intuir la falsifi-cación gavinesca.

Exactamente el 29 de septiembrede 1997 acudió el señor Sampedro Escolaral Ministerio de Justicia, donde se conservael expediente de esta merced nobiliaria, yquedó extrañado al comprobar que el do-cumento de concesión del título estaba su-puestamente archivado en un libro de laReal Audiencia de Aragón, del año de1706. La extrañeza del académico eracomprensible, toda vez que en la Monar-quía española las mercedes nobiliarias ara-gonesas jamás se han tramitado por un tri-bunal de justicia, sino por el Consejo deAragón hasta 1707, y después de esa fe-cha por la Cámara de Castilla, en aplica-ción de las nuevas leyes unificadoras bor-bónicas.

Y, ciertamente, sus sospechas seacrecentaron cuando el propio director delArchivo Histórico Provincial de Zaragoza,del que supuestamente procedía la certificación oficialque recogía la supuesta concesión del Rey Don Felipe V,certificó con todos los requisitos legales que allí no ha-bía, ni jamás había existido, ningún libro de registro de laReal Audiencia de Aragón correspondiente al año de1706, ya que el primero se databa en 1711.

Puestos los hechos en conocimiento de la RealAcademia Matritense de Heráldica y Genealogía, el es-cándalo corporativo fue considerable, aunque tuvo pocadifusión. El poseedor del falsificado Título de Barón deGavín tuvo un verdadero sobresalto, y rogó al autor deestas páginas que se desplazara hasta Zaragoza paraefectuar las comprobaciones pertinentes. Que, realiza-das in corpore a mediados de marzo de 1998, resultaronconfirmar la veracidad de las pesquisas de SampedroEscolar y, por ende, la falsedad ab origine del título deBarón de Gavín: en el Archivo Histórico Provincial de Za-ragoza no había habido jamás un libro registro del RealAcuerdo, ni tampoco documentos de la Real Audienciade Aragón, correspondientes al año de 1706. Aunque sílibros copiadores de reales provisiones enviadas allá, yentre ellos el de 1706, que sin embargo no contenía elsupuesto real decreto de concesión de la Baronía de Ga-vín.

El poseedor, ilegítimo pero legal, de este títuloaseguró por doquier que la rehabilitación del título de Ba-rón de Gavín se hizo por parte del genealogista zarago-zano don Adolfo Castillo Genzor como amigo del padredel poseedor de la falsificada Baronía, don FranciscoFuertes Martín(4), que fueron -siempre según don ManuelFuertes de Gilbert-, quienes se ocuparon de todos lostrámites, limitándose don Manuel Fuertes Rojo a firmarcuanto le pusieron por delante. Ambos ya para entonceshabían fallecido, por lo cual la disculpa era cómoda. Y,sin embargo, debo decir que yo le creí, y que parecía

que su sorpresa y malestar eran auténti-cos. Debo decir también que el poseedorde la falsificada Baronía de Gavín me dijoque se proponía renunciar inmediatamenteal Título y retirarse del mundillo nobílico-genealógico.

Pero el poseedor de este título nobiliariofalsificado, no solamente no ha renunciadoa él ni se ha retirado a una posición discre-ta, sino que ha hecho todo lo contrario: huirhacia delante, ascendiendo hasta ocuparuna posición muy alta en las principalesinstituciones nobiliarias españolas, y tejien-do toda una red de amistades interesadas.Que sin duda podrían proteger quizá suimpostura, llegado el caso -el caso ha lle-gado, y ahora es cuando las va a necesi-tar-.

Y así han seguido estando las cosashasta que en estos últimos meses otro desus compañeros académicos de la RealMatritense, don Armand de Fluvià i Escor-sa, que ya he dicho que es uno de los másacreditados nobiliaristas hispanos de hoy

en día -y que tiene mucho más peso académico, científi-co y cultural que Sampedro Escolar-, ha dado a luz suestudio Historia de una falsificación nobiliaria: la Baroníade Gavín, en Aragón (Barcelona, 2010). Un texto demo-ledor para el poseedor del falsificado título, que ha pues-to definitivamente la realidad histórica en su sitio: ese tí-tulo no existió jamás, hasta su invención en 1978, segúnFluvià por el propio don Manuel Fuertes, a quien acusasin tapujos de impostor y de falsario.

3. manuel Fuertes de Gilbert (olim Fuertes) y Rojo,barón de Gavín

Y es que ciertamente todo parece indicar quequizá pudiéramos hallarnos ante el verdadero príncipede los impostores en la Nobleza española contemporá-nea, porque hay quien afirma que nadie como él habríalogrado hasta ahora, no ya quizá manipular o quizá falsi-ficar con éxito su genealogía y su título -de estos ya sa-bemos que ha habido algunos más-, sino lo que es mu-cho más difícil, dada su endogamia y su clasismo:introducirse con enorme habilidad desde unos orígenessociales modestos hasta las más altas esferas de la No-bleza histórica y de la sociedad española, codeándosede tú a tú con verdaderos Grandes, Títulos y caballerosque le han llegado a considerar uno de los suyos, tantaha sido su habilidad y tanta su simpatía. Su fantásticahistoria es asombrosa.

Nos referimos a quien hoy en día se nos presen-ta públicamente nada menos que como

Ilustrísimo Señor Doctor Don Manuel Fuertes de Gilbert yRojo, Barón de Gavín, Ricohombre de Aragón, herederode la Casa y Título de los Marqueses de Villasegura, ca-ballero de honor y devoción en obediencia de la Sobera-na Orden Militar de Malta (y vice-regente de su Subprio-rato español), de justicia de la Sacra y Militar Orden

Don Enrique Falcó Carrión,Conde de Elda, durante sumandato como Decano de laDiputación y Consejo de laGrandeza de España, ha si-do uno de los protectores delposeedor del falsificado títulode Barón de Gavín, al quemantuvo durante años comosecretario general de la Fun-dación Cultural de la NoblezaEspañola.

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Constantiniana de San Jorge,del Real Cuerpo de la Noblezade Madrid (y miembro de suJunta de Gobierno), del Cuerpode la Nobleza Valenciana, de laReal Asociación Hidalgos de Es-paña, licenciado en Derecho porla Universidad de Zaragoza ydoctor por la de Castilla-La Man-cha, abogado del Ilustre Colegiode Madrid, académico de núme-ro y vicedirector de la Real Aca-demia Matritense de Heráldica yGenealogía, correspondiente enTeruel de la Real Academia dela Historia, de la Real Academiade Jurisprudencia y Legislación,y de la Real Academia de No-bles y Bellas Artes de San Luisde Zaragoza, secretario generaldel Forum de Alta Dirección, yde la Fundación de la Nobleza Española (Diputación yConsejo de la Grandeza de España), comendador de laOrden de Isabel la Católica, gran oficial de la del MéritoMelitense y caballero de la del Mérito de la RepúblicaItaliana... Et sic de céteris.

La historia oficial del personaje -difundida con in-sólita habilidad- nos dice que es un abogado originariode un pequeño lugar de Teruel, en el antiguo reino deAragón, hijo de un distinguido militar que fue alto cargode Franco, y vástago de una familia muy ilustre -de ricos-hombres de Aragón, nada menos-, aunque venida a me-nos en términos económicos. Curiosamente, tiene unhermano mayor, artillero, a más de hermanas. Estudióleyes en Madrid y en Zaragoza, fue profesor asociado enla Universidad Complutense, y fue secretario del consejode administración de una conocida entidad bancaria.Después residió durante varios años en la República Do-minicana como hombre de negocios y administrador deun hotel, hasta que por los años de 1990 regresó a Es-paña y se estableció en Madrid. Y con tan escasas ba-ses, en menos de diez años había escalado ya las ci-mas sociales y se había convertido en el personajecuyos títulos y honores acabamos de enumerar.

Todo ese elenco es sencillamente impresionan-te, pero aquí estamos para tratar de dilucidar si puedeser verdadera tanta grandeza, tanta importancia, tantolustre, según vienen sosteniendo sus amigos y protecto-res (Faustino Menéndez Pidal, Jaime Salazar, los Con-des de Elda, de Orgaz y de Murillo). O bien si todo esuna farsa basada en una impostura, mejor dicho en unalarga serie de ellas, como afirman sus críticos (Sampe-dro, Montells, Floresta, Maribona, Fluviá y muchosotros). El empeño no es fácil, porque son varios los fren-tes de aparente falsedad y de duda, y muy densa la ma-raña de pruebas y contrapruebas que alguien ha ido for-mando. Vayamos al examen de cada cosa, pues, por elorden de los acontecimientos, que en este caso es el dela comisión sucesiva de los delitos -y utilizo este términono en su sentido penal, que a mí no me toca aplicar, sino

en el más llano y coloquial- delos que se le viene acusando.

Pero, antes de pasar adelantepara tratar de las materias nobíli-co-genealógicas que son las quenos interesan, he de traer a cola-ción la etapa dominicana en lavida de don Manuel Fuertes Ro-jo, porque en aquella isla tuvie-ron lugar algunos de los hechosque sí he de tratar muy luego.Muy brevemente: en 1980 donManuel Fuertes Rojo fue nom-brado secretario del consejo deadministración del Banco Comer-cial Occidental, filial del BancoOccidental -del cual fue conseje-ro su tío materno don Juan RojoGarcía-. Esta entidad bancaria,presidida por el tristemente céle-bre don Gregorio Diego Jiménez,

antiguo y grande amigo de familia de don Manuel Fuer-tes, sufrió una quiebra al parecer fraudulenta, y en juliode 1982 la Fiscalía General del Estado se querelló contratodos los miembros de su consejo de administración; en1984 se dictó orden de búsqueda y captura, e incluso deprisión provisional contra su presidente y principal accio-nista, que ya había huido al parecer a Miami y nada másha vuelto a saberse de su persona y hechos. Por aquelentonces el ex-secretario del consejo de administracióndel intervenido Banco, el abogado don Manuel FuertesRojo, pasó a establecerse en la República Dominicanaso capa de dirigir un hotel y otros negocios, y allí perma-neció varios años.

Según dicen algunos de sus detractores, el se-ñor Fuertes Rojo era cómplice del huido presidente delBanco Occidental, y le ayudó a evadir los fondos defrau-dados -que poco antes de la intervención habían sidotransferidos desde el Banco Occidental a su filial el Ban-co Comercial Occidental-, a cambio de guardarse parasí una parte, y de ahí su paso a la República Dominica-na, donde no existía convenio de extradición con Espa-ña. Y siguen diciendo que allí adquirió la nacionalidaddominicana para disimular con su pasaporte una cuentasecreta en bancos como los suizos; que por eso se cam-bió el apellido; y que solamente pudo retornar a Españatras un acuerdo con las autoridades judiciales españolasque pacificó las cuestiones atinentes al quebrado BancoOccidental. A mí me parece que esa historia, aunqueciertamente es sugestiva, es algo rocambolesca y nopuede ser del todo cierta, ya que en el año de 1985 donManuel Fuertes Rojo estuvo varias veces en Madrid, unade ellas para prestar el preceptivo juramento al ingresaren el Real Cuerpo de la Nobleza de Madrid -donde leapadrinó el genealogista Duque de Tovar, ambos apare-cen en una fotografía publicada en ABC-, y si estuvierahuido de la Justicia jamás habría venido tan libremente.Por otra parte, resulta que el señor Fuertes Rojo, durantesu estancia en la isla, no era admitido en las convocato-rias oficiales y sociales de la Embajada de España en

El funcionario don Jaime Salazar Acha y el ingenierodon Faustino Menéndez Pidal, ambos sucesivos di-rectores de la Real Academia Matritense de Heráldi-ca y Genealogía (un organismo público de la Comu-nidad de Madrid), han sido hasta ahora los grandesvaledores y protectores del poseedor del falsificadotítulo de Barón de Gavín (que hoy es el vicedirectorde la prestigiosa Corporación que preside Salazar).

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Santo Domingo -según me comunicaron eldifunto embajador Mariñas Otero y su se-gundo Fagilde-.

Pero como no es mi deseo el deperjudicar profesionalmente a don ManuelFuertes de Gilbert, que viene siendo apode-rado de la banca catalana de finanzasMerchbank, tratando por menor de aquellosasuntos bancarios y procesales, de los queel correspondiente sumario del Juzgado deInstrucción número 12 de Madrid y la prensade la época están llenos de noticias, no dirépor ahora ni una palabra más, centrándomeen lo que al lector interesado en los asuntosnobiliarios y académicos le preocupa.

Y así pasemos adelante, para decirsolamente que tras su retorno del Caribe en1991, don Manuel Fuertes Rojo logró cam-biarse el primer apellido (que pasó a ser elde Fuertes de Gilbert), y se dedicó a su profesión deabogado de empresa, perteneciendo sucesivamente anumerosos consejos de administración de entidades delsector del petróleo y del sector de las legumbres, hastaque hacia 1997 precisamente pasó a ser delegado enMadrid de la mencionada banca Merchbank.

4. La falsificación del propio Título de barón de Ga-vín, y de la propia genealogía que produce el su-puesto llamamiento sucesorio

En 12 de abril de 1978, don Manuel Fuertes Ro-jo, abogado con domicilio en Zaragoza, se dirigió a S.M.el Rey alegando que a su séptima abuela doña MaríaVictoria Abarca y López de Heredia le había sido conce-dido por el Rey Don Felipe V en 1706, el título nobiliariode Baronesa de Gavín, y suplicando a S.M. la rehabilita-ción del mismo.

Acompañaba a su escrito don Manuel FuertesRojo una copia notarial del supuesto real decreto de con-cesión, supuestamente fechado en el Palacio Real deMadrid a 16 de marzo de 1706, supuestamente suscritopor aquel monarca y supuestamente por su secretariodon Ludovico de Zúñiga, y supuestamente depositado enun libro registro de la Real Audiencia de Aragón. Tam-bién un sencillo árbol genealógico representativo del su-puesto enlace familiar entre la supuesta concesionaria yel peticionario (este para nada supuesto).

En escrito de 11 de noviembre siguiente, el peti-cionario aportó al expediente veinte documentos acredi-tativos (según él) de la supuesta creación de la merced,y del supuesto enlace genealógico consanguíneo hastala señora supuestamente concesionaria. Interesa muchoel numerado 20, que es una declaración jurada y firmadapor don Manuel Fuertes Rojo, en que llanamente confie-sa

que en el archivo familiar del solicitante no se halla men-ción del uso del Título de Gavín por ninguno de los suce-sivos Marqueses de Villasegura, ni alusión a él en los ca-pítulos matrimoniales, testamentos, etc., ni tampoco hay

tal mención en la documentación de sus her-manos y familiares.

Un hecho ciertamente sorprendente, queviene a ser indicio de que el propio peticio-nario de la rehabilitación del Título pudierasospechar o conocer alguna irregularidad enel expediente, toda vez que es sencillamenteinimaginable que durante el Antiguo Régi-men el concesionario de un Título nobiliariono lo hiciese constar por doquier, junto a sunombre, en toda clase de documentos públi-cos y privados. Y es que muy poco más ade-lante don Manuel Fuertes reconoce incluso

la inexistencia en los archivos oficiales de in-formación sobre la Baronía de Gavín y susingularidad histórica...

¡CCaramba! Ciertamente, ya lo ha dichoFluvià y lo voy a confirmar yo, la singulari-dad histórica del Título de Barón de Gavín

es muy notable: sobre todo es muy singular porque noexistió jamás, y de ahí la inexistencia en los archivos ofi-ciales de información sobre la Baronía de Gavín.

En cuanto a la genealogía que alegó y aportódon Manuel Fuertes para acreditar su enlace consanguí-neo con la aludida doña Victoria de Abarca y López deHeredia, supuesta Baronesa de Gavín, la he examinadoacuciosamente y no tengo nada que objetar, salvo encuanto a un documento al menos, porque ha sido clara-mente falsificado.

Ciertamente, obra en el expediente de rehabilita-ción del Título en 1978, con el número 12, una certifica-ción de la partida del matrimonio supuestamente celebra-do en Santa Eulalia de Gállego (Teruel) el 24 de octubrede 1840 entre D. Manuel Fuertes de Gilbert, hijo de D.Francisco Fuertes de Gilbert y de Dª Nicolasa Bázquezde Torremilano, con Dª Petra Pérez de Hinestrosa, hijade D. Francisco Pérez de Hinestrosa y Dª Josefa Galin-do. Se trata de los supuestos tatarabuelos del solicitante.Pues bien, he obtenido del señor cura párroco una foto-copia de su original, que se halla en el libro IV de casa-mientos, al folio 39 vuelto, y no ha sido poca mi sorpresaal comprobar que aquel documento fue falsificado, yaque los nombres y tratamientos verdaderos de los con-trayentes y de sus padres son muy otros.

Abunda en esto el documento aportado en 1978por don Manuel Fuertes, numerado 13, o sea el bautismorealizado en Santa Eulalia de Gállego (Teruel) el 29 deseptiembre de 1842, del bisabuelo paterno-paterno delsolicitante don Manuel Fuertes Rojo, pues en el libro yacta original figuran ciertamente otros nombres de lospadres.

Las copias del documento original y del “docu-mento” aportado por el poseedor legal del falsificado Tí-tulo de Barón de Gavín se ponen al final de estas pági-nas, para que el lector pueda compararlos y formarse supropio concepto del asunto.

Esta falsificación documental autoriza la sospe-cha de vehementis de que también sea falsa la genealo-

El Conde de Orgaz, presi-dente de la Asamblea Es-pañola de la Orden deMalta, otro de los protec-tores del poseedor del fal-sificado título de Barón deGavín, que todavía es ca-ballero de dicha Orden.

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gía alegada en 1978 por donManuel Fuertes Rojo para lo-grar la rehabilitación de la Ba-ronía de Gavín.

Además, he de decirque tengo alguna sospecha dela autenticidad de otras dospartidas sacramentales obran-tes en el expediente: las nu-meradas 9 y 10 del expedienteobrante en el Ministerio deJusticia. Supuestamente sonde mano de un párroco de laCatedral de Huesca, fechadasen 1845, y parecen correctas.Pero en mis muchos años de-dicado a la investigación en ar-chivos, he podido manejar yexaminar miles de documen-tos, y la caligrafía de estos, uncierto temblor en ella, me mue-ve a la duda de su autentici-dad. De haber sido tambiénfalsificadas, se trataría de unafalsificación muy hábil -pero nonos olvidemos que en todo este asunto aparece la som-bra del hábil Adolfo Castillo Genzor-.

Pero lo más grave es la falsificación -y de estano tengo duda alguna- de nada menos que todo un realdecreto: el que jamás firmó el Rey Don Felipe V el 16 demarzo de 1706, concediendo supuestamente el Título deBaronesa de Gavín a doña Victoria Abarca y López deHeredia. Un documento falsificado y absolutamente falsode toda falsedad.

Antes de continuar, creo que habrá que hacerdos importantes precisiones jurídico- institucionales:

- La primera: que en los reinos de Aragón y de Valenciase verificó, desde la Edad Media al fin del Antiguo Régi-men, el sistema o régimen señorial. Con una particulari-dad: que allí a los señoríos se les denominó baronías, ysus poseedores se titulaban señor de la baronía de Tal, oabreviadamente barón de Tal. Pero estas posesiones se-ñoriales no constituían un verdadero Título nobiliario, ypor eso ni pagaban impuestos de media anata y lanzas,ni pasaban sus trámites por el Consejo de Aragón. Eransimples señoríos, por más que se llamasen baronías, ypunto. Solamente a partir de una real decisión de 1727se les permitió -previo pago de un servicio económico, ydespués de abonar los demás impuestos y derechos ati-nentes- transformarse en verdaderos Títulos del Reino. Yno fueron muchos los poseedores que se acogieron aesta gravosa opción. Luego diré más sobre esto.

- La segunda: que, a diferencia de los reinos de Castilla(donde los Títulos eran personales y reales), en los rei-nos de Aragón, donde las raíces feudales eran más pro-fundas, los Títulos nobiliarios tenían un carácter exclusi-vamente real, es decir que estaban arraigadosforzosamente a una tierra. Según consta en los docu-mentos procedentes del antiguo Consejo de Aragón, so-

lamente podían concedersesobre una villa lugar, territorioo feudo de que fuera posee-dor el sugeto a quien se habíaquerido elevar a Título delReino. Y, mientras que enCastilla podían el Rey o elagraciado elegir la denomina-ción libremente (el apellido delconcesionario o un hecho dearmas, o una advocación reli-giosa, etcétera), en Aragón,así para Título del Reino co-mo para el de Barón en ellos,tenía que acreditar [el agracia-do] poseer un pueblo, territo-rio o feudo, sobre cuyo seño-río precisamente devía recaer,y cuya denominación había dellevar el Título para que pudie-ran dársele los Reales Despa-chos (Archivo Histórico Nacio-nal, Consejos Suprimidos,legajo 17.843, expediente 2).

Todo esto viene a cuen-to de aclarar que el Señorío de la Baronía de Gavín síque tiene una existencia centenaria -aunque no tanta co-mo pretende el actual poseedor del Título falsificado, co-mo muy bien le ha demostrado Fluvià, ridiculizando laafirmación de ser el Título más antiguo de España, nadamenos-. Y que por eso ha dejado un rastro documentalnotable. Pero no ha existido jamás como Título del Rei-no, hasta que en 1981 alguien engañó al Rey y al Go-bierno y facilitó de manera fraudulenta la obtención deuna real carta de rehabilitación.

Por otra parte, ya he aclarado otra prueba pal-maria de la falsificación del documento de concesión de1706: en aquellos mismos años, el Señorío de la Baroníade Gavín pertenecía legalmente al Marqués de Torres,pasando después con esta Casa a la de los Condes deAranda, como ya ha demostrado magistralmente Armandde Fluvià. Y por lo tanto, nunca pudo haberse concedidoen Aragón en 1706 a doña María Victoria Abarca un Títu-lo nobiliario sobre un feudo que entonces pertenecía le-galmente a otra persona. Es sencillamente imposible.

Y ya en el examen del documento falsificado ha-llamos un primer indicio de esa falsificación: está datadoen Madrid a 16 de marzo de 1706. Pero aquel mismo díael Rey Don Felipe V, supuesto firmante del documento,resulta que no se hallaba en Madrid, sino que estaba enCaspe, pendiente de la campaña de Cataluña, y que enaquel día recibió a una comisión de la ciudad de Morella.Todo esto está bien comprobado por el coetáneo Fran-cisco de Castellví en sus Narraciones históricas, y porlos hodiernos Henry Kamen, Carlos Martínez Shaw yMarina Alfonso Mola en sus biografías del primer Borbónespañol, y así lo ha expuesto Fluvià con precisión.

Por otra parte, el supuesto real decreto aparececontrafirmado o autorizado, como era preceptivo, por unode los secretarios del Rey, en este caso uno al que en el

Don Fernando Ramírez de Haro, Conde de Murillo, queprotegió al poseedor del falsificado título de Barón de Ga-vín a pesar de las denuncias que recibió en 2003 sobresu implicación en los ataques a la Prometida de S.A.R. elPríncipe de Asturias. En la imagen una escena que se hahecho famosa: la entrega a la ya Princesa del lazo de da-ma del Real Cuerpo de la Nobleza de Madrid, a cuya ce-remonia acudió el Conde de Murillo acompañado de losautores de los ataques contra ella, a quienes había in-corporado a su Junta de Gobierno. Un episodio que en laCasa del Rey aún no se ha olvidado.

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documento se nombra don Ludovico deZúñiga. El problema es que jamás tuvoninguno de los monarcas españoles unsecretario de estado y del despacho lla-mado así. Este es un asunto muy bienestudiado desde antiguo: el gran historia-dor del Derecho profesor don José Anto-nio escudero, numerario de la Real Aca-demia de la Historia, en su magna obraen cuatro tomos Los secretarios de esta-do y del despacho (1474-1724), publica-do en 1969 y varias veces reeditado, nosofrece un elenco definitivo de todas laspersonas que sirvieron tales cargos, yninguno de ellos se llamó Ludovico deZúñiga. Una investigación en el ArchivoHistórico Nacional y en el Archivo Gene-ral de Palacio, y una acuciosa consultaen el mar sin fondo de los documentosinventariados por el Ministerio de Cultu-ra en su Portal de Archivos Españoles (PARES), me lle-van a concluir que ninguna persona así nombrada sirviójamás a Don Felipe V, ni como secretario ni en ningúnotro puesto palatino o ministerial. De hecho, no he halla-do rastro documental alguno de que siquiera existiesepor entonces nadie llamado así(5).

Y aún hay mucho más, pues como advertimos alprincipio, es imprescindible seguir el iter administrativode las concesiones nobiliarias de la época para conocerlos antecedentes de cada una de ellas -en el caso de laBaronía de Gavín, seguiré más bien la falta de antece-dentes, que es demostrativa de su inexistencia-.

En el Antiguo Régimen, cuando el Rey de Espa-ña concedía una merced nobiliaria, el expediente se ori-ginaba mediante una consulta al Consejo del reino afec-tado: en el caso de la Baronía de Gavín, en el año de1706 sería el Consejo de Aragón -competencia que pasóa partir de 1707, a consecuencia de la supresión de di-cho Consejo, al Consejo de la Cámara de Castilla- . Ade-más de esa consulta, el monarca firmaba un real decretode concesión, y después un real despacho: en amboscasos esos documentos se registraban en la Real Es-tampilla, y en el Registro del Sello Real -cuyos archivosse conservan íntegramente-. Después, a partir de 1631,el agraciado pagaba el impuesto de la media anata (poruna sola vez), y también, a partir de 1708, el impuestode lanzas (este cada año, mientras disfrutase del Título):esos pagos se tramitaban y registraban por el Consejode Hacienda, cuyos archivos igualmente están comple-tos. Por último, a partir de 1663 el agraciado entregabauna cuantiosa limosna de 100 reales al Hospital de Ara-gón en la corte, y también de esta institución se conser-van documentos. Todos estos trámites constan explica-dos por menor en un interesante documento conservadoen el Archivo Histórico Nacional, Consejos, legajo 17844,expediente 7, que se titula Relaciones de las mercedesde Títulos de Aragón hechas desde 1680 a 1752(6).

El 17 de abril de 1610 se promulgó la pragmáti-ca sobre el derecho del Sello Real de Aragón, y sobrequiénes estaban exentos del pago de los correspondien-

tes derechos, gravamen que se aplicósiempre, a partir de 1631, a todos losGrandes y Títulos de Aragón. Los Baro-nes pagaban 3.375 reales por la conce-sión, y la mitad de esa suma en cada unade las sucesiones posteriores (ArchivoHistórico Nacional, Consejos, libro 767,folio 52; y legajos 17843, expediente 2, y17844). Pero en los libros de registro delSello Real de Aragón no se conserva nin-gún antecedente de que el Rey Don Feli-pe V firmase, durante los años de 1705 a1707, ningún real decreto a favor de do-ña María Victoria Abarca y López deHeredia.

Por otra parte, los decretos ydespachos atinentes a Grandes y Títu-los los suscribía siempre el propio mo-narca manu regia; mientras que otrasmisivas de menor importancia se firma-

ban desde 1633 mediante la Real Estampilla(7).

Según consta en el Archivo Histórico Nacional,Consejos Suprimidos, legajo 17844, expediente 7, en elaño de 1752, a consulta del Rey, el Consejo de la Cáma-ra de Castilla informó a Su Majestad de los siguientesextremos:

- Por real decreto de 2 de abril de 1708 se extendieron alos Grandes y Títulos de la Aragón y Valencia la obliga-ción de pagar los impuestos de media anata y de lanzas- extendida por real decreto de 29 de agosto de 1720 alos Títulos de Cataluña- (y todo esto también se docu-menta en el Archivo Histórico Nacional, Consejos Supri-midos, legajos 17827 y 17829, expedientes 4, 7 y 8).

- Los despachos de merzedes de Títulos de la Corona deAragón se expidieron siempre por el Consejo que havíade dicha Corona, hasta que S.M. le extinguió el año de1707, desde cuyo tiempo se despachan por el de la Cá-mara de Castilla y su Secretaría de Aragón, observando-se esta práctica sin que varíe.

- En tiempo del Consejo que havía de Aragón, los Gran-des y Títulos pedían licencia para casar sus hijos, y sedespachava Real Carta concediéndola.

- Que por consulta del Consejo de Aragón de 28 de ma-yo de 1663, se mandó pagar al Hospital de Aragón en lacorte, cien reales de plata por concesión de gracias nobi-liarias, y veinte ducados por el título, y desde entoncesse hizo así.

Finalmente, resulta que según las fuentes losBarones de Aragón eran convocados regularmente a lasCortes de Aragón, que se reunieron por última vez en1702 (Archivo Histórico Nacional, Consejos, legajo17843, expte. 3). Y si efectivamente doña María VictoriaAbarca hubiera sido Señora de la Baronía de Gavín -an-tes de su supuesta confirmación de 1706-, a ella o a sumarido se les hubieran cursado las cartas reales de con-vocatoria.

Pues bien: fundados en todo cuanto antecede,he comprobado personalmente que no existen antece-

El gran nobiliarista don Luis AlfonsoVidal de Barnola, fallecido en 2008,que fue el primero en intuir, ya en1997, la falsificción del título de Ba-rón de Gavín, y quien puso sobre lapista de ello a su amigo Sampedro.

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dentes algunos, pero ni siquiera una sola men-ción de la creación y concesión del Título deBarón de Gavín,

- Ni en los registros de consultas del Consejode Aragón, entre 1622 y 1707 (Archivo Históri-co Nacional, Consejos, Consejo de Aragón, li-bro 1910).

- Ni en los registros de decretos del Consejode Aragón entre 1688 y 1707 (Archivo Históri-co Nacional, Consejos, Consejo de Aragón, li-bro 2051, de los años 1701 a 1707).

- Ni en los libros de recepta del Consejo deAragón entre 1695 y 1797 (Archivo HistóricoNacional, Consejos, Consejo de Aragón, li-bro 2010, de los años 1705 a 1707).

- Ni en los registros de despachos de laCancillería del Consejo de Aragón entre1644 y 1707 (Archivo Histórico Nacional,Consejos, Consejo de Aragón, libro 2041, delos años 1678 a 1707).

- Ni en los registros del Sello Real de Ara-gón, entre 1560 y 1707 (Archivo HistóricoNacional, Consejos, Consejo de Aragón, li-bros 2261, 2281 y 2291, los tres tocantes alos años de 1701 a 1707).

- Ni en los libros de registro de pago de la media anatadel Consejo de Aragón en los años de 1631-1707 (Archi-vo Histórico Nacional, Consejos, libros 758-761, 766 y768- 769).

- Ni en los libros de registro de conocimiento de expe-dientes que pasan al relator, de la Cámara de Castilla ensu Secretaría de Gracia y Justicia y Real Patronato de laCorona de Aragón, entre 1702 y 1732 (Archivo HistóricoNacional, Consejos, libro 606).

- Ni en los libros de registro de gracia y justicia, de laCámara de Castilla en su Secretaría de Gracia y Justiciay Real Patronato de la Corona de Aragón, entre 1707 y1834 (Archivo Histórico Nacional, Consejos, libros 2276y 2289).

- Ni en los libros de registro de expedientes de gracia yjusticia, de la Cámara de Castilla en su Secretaría deGracia y Justicia y Real Patronato de la Corona de Ara-gón, entre 1707 y 1834 (Archivo Histórico Nacional, Con-sejos, libro 17827).

- Ni en los libros de registro de pagos de la media anata,de la Cámara de Castilla en su Secretaría de Gracia yJusticia y Real Patronato de la Corona de Aragón, entre1637 y 1709 (Archivo Histórico Nacional, Consejos, libro767).

- Ni en los inventarios de consultas de gracia, de la Cá-mara de Castilla en su Secretaría de Gracia y Justicia yReal Patronato de la Corona de Aragón, entre 1701 y1746 (Archivo Histórico Nacional, Consejos, libro 2757).

- Ni en los libros de decretos de gracia, de la Cámara deCastilla en su Secretaría de Gracia y Justicia y Real Pa-tronato de la Corona de Aragón, entre 1701 y 1718 (Ar-chivo Histórico Nacional, Consejos, libro 2753).

- Ni en los registros del Sello Real de Castilla(Archivo Histórico Nacional, Consejos, Regis-tro del Sello de Corte, libros de Grandezas yTítulos, años 1689-1893; los de los años1701-1715 están en el libro 8976).

- Ni en los registros de la Real Estampilla conque se firmaban en la Secretaría de la RealCámara, desde 1633, los documentos que nosuscribía personalmente el Rey manu regia(Archivo General de Palacio, secciones Admi-nistrativa y Registros).

- Ni en los libros de registro de pago de lamedia anata, de la Cámara de Castilla, añosde 1649-1716 (Archivo Histórico Nacional,Consejos, libro 755).

- Ni en los libros de registro de concesionesy confirmaciones de Títulos nobiliarios, de laCámara de Castilla, años de 1698 a 1716(Archivo Histórico Nacional, Consejos, libros624 y 625).

- Ni en los registros de los pagos de la mediaanata del Consejo de Hacienda, entre 1636y 1721 (Archivo Histórico Nacional, Conse-jos, libro 761, de los años 1700 a 1721; en el

libro 767 se hallan las normas de pagos y cobros y lasreglas del sello).

- Ni tampoco en los documentos del Hospital de la Coro-na de Aragón en la corte (Archivo Histórico Nacional,Clero, libros y papeles).

- Ni tampoco en las relaciones que se formaron en 1752de todas las mercedes de Títulos de Aragón, hechas porla Corona desde el año de 1680 (Archivo Histórico Na-cional, Consejos, legajo 17844, expte. 7).

- Ni tampoco en ninguna de las últimas convocatorias delas Cortes del Reino de Aragón, que como es lógico ge-neraban una documentación abundante, existe ni haexistido una sola mención de esa señora ni de su su-puesta Baronía de Gavín.

Y de ninguna manera puede pensarse en undescuido -en muchísimos descuidos, en realidad, porqueel impuesto de lanzas era anual- de los funcionarios,pues sin ir más lejos es bien sabida por cualquier histo-riador de mediana solvencia la proverbial exactitud delos registros fiscales en la Monarquía española.

Sobre todo cuanto antecede es de interés la lec-tura del documento titulado Historia de los Barones deAragón, que aunque se data en el siglo XIX está cuajadode noticias y precisiones sobre este asunto (Archivo His-tórico Nacional, Consejos, legajo 17843, expediente 3).

El Rey Don Felipe V, tras otra consulta del Con-sejo de la Cámara de Castilla, fechada el 19 de noviem-bre de 1727 -en vida, pues, de la supuesta Baronesa do-ña María Victoria Abarca, y de su marido-, aconsecuencia de un informe de la Real Audiencia deAragón de 1 de julio de 1727 (Archivo Histórico Nacional,Consejos, legajos 17843, expediente 3), accedió a lasconcesiones de Títulos de Barón en Aragón, aunque elconcesionario no tuviese vasallos ni fuese noble, ni go-

Don José Luis SampedroEscolar, numerario de laReal Academia Matriten-se, que fue quien en 1997acudió al Ministerio deJusticia, examinó la docu-mentación del título deBarón de Gavín, y denun-ció en sede académica lafalsificación del mismo,sin lograr que el directorMenéndez Pidal abrieseun expediente al acadé-mico Fuertes de Gilbert.

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zase de la jurisdicción del lugar sobre elque se basaría la merced, mediante unservicio a la Corona de 30.000 reales. Yse insiste en que sólo desde entonces sehizo así, siendo el primer agraciado, yaen el siguiente año de 1728, don Valeria-no Mezquita, creado o confirmado comoBarón de la Pobadilla (Archivo HistóricoNacional, Consejos, legajo 17.830, expte.16). Por lo tanto, es imposible que en1706 el Rey de España concediese oconfirmase a nadie un Título del Reinosobre una baronía señorial aragonesa.

Por último: en el Archivo Generaldel Ministerio de Justicia, heredero en es-ta función de la extinguida Cámara deCastilla, no se conservaba hasta 1978ningún expediente de la Baronía de Ga-vín. Nada, ni un documento ni un papel.

Por otra parte, si pasamos alexamen de las fuentes bibliográficas anti-guas y modernas, se produce el mismo resultado encuanto a la inexistencia de la de Baronía de Gavín entanto que Título del Reino: no aparece en Los Abarca deBolea. Una linajuda familia aragonesa de historiadores ypoetas, de Ricardo del Arco (Revista de Historia y Gene-alogía española, II, 1913, págs. 8-17 y 76-86); ni en elCatálogo alfabético de los documentos referentes a Títu-los del Reino y Grandezas de España conservados en lasección de Consejos Suprimidos del Archivo HistóricoNacional (Madrid, 1951, 3 tomos); ni en la magna Histo-ria nobiliaria española del Marqués del Saltillo (Madrid,1951, 2 tomos); ni en el Catálogo de consultas del Con-sejo de Aragón, de Eugenio Sarrablo Argüelles (Madrid,1975); ni en el Catálogo de Títulos nobiliarios sacadosde los legajos de Estado en el Archivo Histórico Nacio-nal, de Emilio de Cárdenas Piera (Madrid, 1982); ni en laRelación de Títulos nobiliarios vacantes, y principalesdocumentos que contiene cada expediente que, de losmismos, se conserva en el Archivo del Ministerio de Jus-ticia, de María Teresa Fernández-Mota (Madrid, 1984);ni en los artículos del historiador aragonés Santiago Bro-to Aparicio: Linajes oscenses. Los Abarca de Bolea (LaCampana de Huesca, 6, enero de 1996, págs. 16-18) yHuesca: los Abarca, señores de Serué, de Santiago Bro-to Aparicio (revista Serrablo, septiembre de 2000).

Las únicas menciones a la existencia de la mer-ced nobiliaria en cuestión son todas posteriores a 1978,y se deben todas al actual poseedor del falsificado Títulode Barón de Gavín, o a sus parientes y amigos. Así, porejemplo, el texto firmado por su primo Manuel Gómez deValenzuela, Los Abarca, Señores de Gavín y de Serué,Una familia de señores feudales en el alto Gállego (en larevista Serrablo, números 102, 103 y 104, años de 1996y 1997).

Todavía mejor: quien el propio don Manuel Fuer-tes señaló en 1997 como el falsificador material del realdecreto gavinesco, es decir el fallecido genealogista za-ragozano don Adolfo Castillo Genzor, publicó un Nobilia-

rio General de Aragón en sucesivas entre-gas del diario zaragozano El Noticiero, sinincluir ninguna atinente a la Baronía deGavín, que solo menciona como un seño-río propiedad de los Condes de Aranda (ElNoticiero del 30 de julio de 1968, página12). Y todavía en 1980, en su artículo titu-lado Historia insólita. El Marquesado de Vi-llasegura, rehabilitado en diez días (en larevista Hidalguía, 160-161, año 1980,págs. 369- 378), en que se menciona porlargo a doña María Victoria López de He-redia, y a su marido, y a sus hijos ¡no sedice para nada de la creación de esa Ba-ronía de Gavín en 1706!. ¿No es sorpren-dente?. Pues más lo es que ese mismoautor, en otro artículo posterior, titulado LosAbarca, a la búsqueda de sí mismos (I Se-minario sobre Heráldica y Genealogía. Po-nencias, Zaragoza, 1988, págs. 83-108), síque descubre y defiende ya a cara desta-pada la supuesta existencia de la Baronía

de Gavín. Es un texto claramente dirigido a sacar a laluz la extraña rama de los Abarca a la que dice pertene-cer don Manuel Fuertes de Gilbert, a afirmar nada menosque esa es la línea primogénita de la supuestamenteilustrísima familia de Abarca -en realidad un linaje de orí-genes más medianos-, y a querer legitimar en fin la exis-tencia histórica de este Título que quizá el mismo autorpudo haber falsificado o ayudado a falsificar, y que seencontraba recién rehabilitado con el engaño que esta-mos viendo. Todo esto me parece de una gran impudicia.

Con todos estos antecedentes, parece que estádefinitivamente aclarado que el título de Barón de Gavínes un título falsificado, que no se creó en 1706 por elRey Felipe V, y que jamás existió antes de que en 1978el señor don Manuel Fuertes Rojo instase su rehabilita-ción (sic), y la lograse en 1981 con manifiesto engaño aS.M. el Rey y al Gobierno de España, porque se sirvió dedocumentos falsificados -el real decreto de concesión, amás de alguno de los certificados genealógicos-. Y poreso es ilegítimo aunque -por ahora- tenga su poseedoruna apariencia de legalidad.

5. más irregularidades y dudas nobiliarias: el ingresode don manuel Fuertes en el Real Cuerpo de la No-bleza de madrid

La partida falsificada que hemos mencionado an-tes como aportada por don Manuel Fuertes de Gilbert en1978 al Ministerio de Justicia para instar la rehabilitación(sic) del falsificado Título de Barón de Gavín, que tam-bién fue aportada por don Manuel Fuertes para ingresaren 1991 en la Soberana y Militar Orden de Malta, es lamisma que también había utilizado para ingresar en1985 en el Real Cuerpo de la Nobleza de Madrid.

Por lo tanto, el ingreso de don Manuel Fuertesen este Real Cuerpo, que exige la prueba de la noblezade los dos abuelos paterno y materno, con posible dis-pensa de la del materno si se posee un Título del Reino,

El Marqués de La Floresta, nu-merario de la Real AcademiaMatritense de Heráldica y Ge-nealogía, perseguido y vilipen-diado por los académicos ami-gos y protectores del poseedordel falsificado título de Barónde Gavín.

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aparentemente fue irregular, toda vez quela prueba de nobleza del linaje de varo-nía está presuntamente viciada por haberaportado documentos falsificados, y ladispensa de pruebas del linaje maternose hizo al amparo de la mera posesión deun Título del Reino, que ha resultado es-tar igualmente falsificado.

Todo esto ya fue puesto haceaños en conocimiento del Conde de Muri-llo, anterior Presidente del Real Cuerpode la Nobleza de Madrid, que no tomó ac-ción alguna, revelándose así como cons-tante protector del poseedor del falsifica-do Título de Barón de Gavín. El que, afecha de hoy, continúa no solamente per-teneciendo a tan digna Corporación nobi-liaria, sino incluso ¡formando parte de suJunta de Gobierno!.

Convendría mucho que el poseedor del falsifica-do Título de Barón de Gavín, y miembro de la Junta deGobierno del Real Cuerpo de la Nobleza de Madrid, acla-rase pronto y bien estas dudas y cuestiones.

6. Irregularidades y dudas en las pruebas de ingresode don manuel Fuertes en la Soberana Orden militarde malta

Don Manuel Fuertes Rojo, al concluir su estanciaen la República Dominicana, logró ingresar en 1991 en laSoberana y Militar Orden de Malta como caballero degracia y devoción, acreditando la nobleza de sangre desu linaje de varonía, esto es, el de Fuertes.

Sin embargo, fue promovido en 1991 -de unamanera muy poco clara, y sin duda irregular- a caballerode honor y devoción (supuestamente, con pruebas nobi-liarias de sus cuatro abolorios, no había entonces otromodo, para un español, de alcanzar esa categoría en laOrden).

Transferido a la Asamblea Española como tal ca-ballero de honor y devoción, para cuya categoría en mo-do alguno reunía las condiciones reglamentarias, tras ha-cer la promesa en 1994 pasó a ser caballero de honor ydevoción en obediencia. Hoy en día funge como vice-re-gente del Subpriorato de San Jorge y Santiago, que es laprincipal institución melitense en el reino de España. Osea, una muy buena carrera: el poseedor legal del Títulofalsificado de Barón de Gavín, es en la actualidad la se-gunda autoridad de la Orden de Malta en España.

En el expediente de ingreso, que se conserva enlos Archivos Magistrales, depositados en Roma, en elPalacio Magistral de vía Condoti, que examiné hace al-gunos años en mi condición de consejero heráldico delGran Magisterio de la Soberana y Militar Orden de Malta,resulta que obra también la misma certificación falsifica-da que hallamos en le expediente de rehabilitación delTítulo: la de la partida del matrimonio supuestamente ce-lebrado en Santa Eulalia de Gállego (Teruel) el 24 de oc-tubre de 1840 entre D. Manuel Fuertes de Gilbert, hijo

de D. Francisco Fuertes de Gilbert y de DªNicolasa Bázquez de Torremilano, con DªPetra Pérez de Hinestrosa, hija de D.Francisco Pérez de Hinestrosa y Dª Jose-fa Galindo. Ya dije que se trata de los su-puestos tatarabuelos del solicitante, y quehabiendo solicitado del señor cura párrocouna fotocopia de su original, que se hallaen el libro IV de casamientos, al folio 39vuelto, no fue poca mi sorpresa al com-probar que aquel documento fue falsifica-do, ya que los nombres y tratamientosverdaderos de los contrayentes son otros.También vimos que en esto abunda el do-cumento aportado en 1978 por don Ma-nuel Fuertes, numerado 13, o sea el bau-tismo realizado en Santa Eulalia deGállego (Teruel) el 29 de septiembre de1842, del bisabuelo paterno-paterno delsolicitante don Manuel Fuertes Rojo, pues

en el libro y acta original constan sus padres llevandootros apellidos.

Esta falsificación documental autoriza la sospe-cha de la falsedad de la genealogía alegada en 1991 pordon Manuel Fuertes Rojo para lograr el hábito de caba-llero de honor y devoción de la Soberana y Militar Ordende Malta

Y hay que hacer aquí memoria de otra irregulari-dad en la carrera del señor Fuertes Rojo en la Orden deMalta. Para la categoría de caballero de honor y devo-ción en España se exigía la prueba de la nobleza desangre de los cuatro abuelos del solicitante -apellidadosFuertes, Rojo, Martín y García-, lo que obviamente eraimposible porque las dignísimas y honradas familias Ro-jo, Martín y García, cuyos antecedentes genealógicostengo a la vista, jamás han sido ni nobles, ni infanzonas,ni hidalgas, ni nada que se le parezca. Y sin este requisi-to no era posible acceder a esa categoría -al menos has-ta 2003, en que la Orden de Malta dejó de ser en Espa-ña una institución nobiliaria-. Y en todo caso hubiera sidoabsolutamente necesario un acuerdo del Soberano Con-sejo, o un decreto magistral motu proprio, que no he po-dido hallar ni en el mencionado expediente personal, nitampoco en los boletines oficiales de la Soberana Orden.

Estas irregularidades fueron puestas en 2003 enconocimiento del Conde de Orgaz, presidente de laAsamblea Española de la Orden de Malta, quien, mos-trándose como un declarado protector del caballero po-seedor del falsificado título de Barón de Gavín, me res-pondió que todo eso lo llevase yo a los tribunales -y, actoseguido, el mismo presidente Conde de Orgaz promoviómi expulsión de la Orden-.

Pero yo creo que convendría mucho que el po-seedor del falsificado Título de Barón de Gavín, y vice-regente del Supriorato de San Jorge y Santiago de la Or-den de Malta, aclarase pronto y bien estas dudas ycuestiones.

El escritor y poeta don José Ma-ría de Montells y Galán, que hadenunciado largamente el pla-gio de algunas de sus obras porel poseedor del falsificado títulode Barón de Gavín.

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7. más cuestiones y dudas: el ingreso dedon manuel Fuertes en la Sacra y militarOrden Constantiniana de San Jorge

Para evitar prolijidad y repeticiones,las mismas dudas y cuestiones que he men-cionado en cuanto al ingreso de don ManuelFuertes en el Real Cuerpo de la Nobleza deMadrid y en la Orden de Malta, pueden traer-se a colación en el caso de la Orden Cons-tantiniana, salvo que en este caso el enga-ñado habría sido su Gran Maestre, que esS.A.R. Don Carlos de Borbón de las Dos Si-cilias, Infante de España y Duque de Cala-bria, primo hermano de S.M. el Rey.

A la Cancillería de la Orden, que de-sempeña el embajador don Carlos Abella, yal propio poseedor del título falsificado deBarón de Gavín, les corresponde aclararlascuanto antes.

8. una posible irregularidad académica: su ingresoen la Real Academia matritense de Heráldica y Gene-alogía

En los primeros años de la década 1990, el po-seedor del falsificado título de Barón de Gavín pretendióel ingreso en la joven Real Academia Matritense de He-ráldica y Genealogía, institución fundada en 1988 por elMarqués de La Floresta (quien logró además que estaentidad privada fuese pronto admitida en el Instituto deEspaña, y declarada Corporación de Derecho Público).

Y así, sin haber publicado un solo estudio enmateria heráldica o genealógica (sólo lo hizo años des-pués), ni contar con ninguna experiencia de investiga-ción ni de difusión o docencia (la alcanzó muchos añosdespués), con la firme oposición de una parte de la Me-sa de Gobierno -señaladamente, del secretario generalConde de los Acevedos, el único que desde el principiointuyó el problema Fuertes-, el Pleno de la Real Acade-mia Matritense aprobó la elección de Gavín, primero co-mo académico correspondiente (28 de enero de 1993), yenseguida como académico de número (15 de diciem-bre de 1994). Insisto: mediante unos supuestos conoci-mientos genealógicos desde luego no acreditados enton-ces como es debido en el ámbito científico: mediantepublicaciones y conferencias públicas.

De esta forma logró el poseedor del falsificadoTítulo de Barón de Gavín, introduciéndose en su seno,neutralizar a una Corporación entonces científica, quequizá en el futuro pudiera mostrársele como un adversa-rio poderoso en materia de denuncia de falsos títulos no-biliarios y demás imposturas. Y a fe que así ha sido, por-que la Real Matritense -en cuya Mesa de Gobierno sehan sentado y se sientan los grandes protectores del im-postor, a más del propio aludido- tan celosa en la denun-cia pública de cualesquier falsificación nobílica, aplica laley del embudo y es asombrosamente ciega, sorda ymuda en la investigación de las presuntas falsificacionesque tocan al poseedor legal del falsificado título de Barónde Gavín. Y es que así le luce el prestigio a una entidad

tan decaída que hoy apenas parece estar de-dicada a lograr que su más desprestigiado di-rectivo alcance por fin un sillón de numerarioen la Real Academia de la Historia.

9. Otra posible irregularidad académica:sobre el domicilio y de los méritos de donmauel Fuertes de Gilbert en su ingreso enla Real Academia de la Historia

La Real Academia de la Historia, funda-da en 1738 por el Rey Don Felipe V, admitíaen su seno al Barón de Gavín, como acadé-mico correspondiente en Teruel, en una desus sesiones del año de 1997.

Asombrosa decisión, habida cuenta deque el poseedor del falsificado Título de Ba-rón de Gavín, aunque entonces ya se habíacomprado y estaba restaurando una casa enel lugar turolense de Tornos, apenas ha vivi-do ni residido en Teruel -la verdad es que

más méritos hubiera reunido si dicha elección se hubierahecho como antiguo residente en la isla de Santo Domin-go, donde al fin y al cabo sí que ha tenido casa puesta yhabitada-.

Es más: cuando el poseedor del falsificado Títulode Barón de Gavín fue elegido ni siquiera tenía un solo li-bro publicado, ni apenas artículos, ni uno solo de temahistórico, y ninguno relativo al pasado de la provincia deTeruel.

Pero estas carencias fueron obviadas por suprincipal valedor en tal asunto, que fue el ingeniero donFaustino Menéndez Pidal, numerario de la Real de laHistoria y anterior director de la Real Matritense de He-ráldica y Genealogía. Claro es que Menéndez Pidal,buen amigo de Gavín, conocía perfectamente el fraude -es decir, que Gavín sólo pasaba en Calamocha (Teruel),en casa de sus suegros, una parte del verano y que ja-más había escrito una sola línea sobre asuntos turolen-ses-, pero según parece no se arredró por ello y recabólas tres firmas necesarias para sacar adelante a su can-didato, engañando a sus compañeros numerarios y sinpensar en el perjuicio corporativo que suponía ocuparuna plaza de correspondiente por persona ni residenteen la provincia ni autora de ninguna obra histórica rele-vante sobre ella -amén de estar ya tachado de falsario-.Y lo mejor de lo mejor: ¡Menéndez Pidal no firmó esapropuesta de nombramiento de correspondiente!.

Minucia fue el lamentable hecho de que se pro-dujeran algunas quejas formuladas por otros correspon-dientes, y por dos profesores universitarios turolensescon muchos y señalados méritos y publicaciones, que seconsideraron muy perjudicados por esta arbitrariedad.

10. Y otra posible irregularidad académica más: losméritos académicos del barón de Gavín ante la RealAcademia de Jurisprudencia y Legislación

En el año de 2004, el poseedor del título falsifi-cado de Barón de Gavín era elegido académico corres-

Don Manuel Rodríguez eMaribona, numerario dela Real Academia Matri-tense, que ha sido otrode los perseguidos porlos académicos protecto-res del poseedor del fal-sificado título de Barónde Gavín.

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pondiente de la Real Academia deJurisprudencia y Legislación, otrade las ocho que integran el Institutode España.

¿Cómo es posible? Nos lopreguntamos entonces muchos delos que conocemos la normativa dela respetada Institución. Porque,ciertamente, para alcanzar esenombramiento, los estatutos corpo-rativos, en su artículo 13, exigenprecisamente, a más de la licencia-tura en Derecho, hallarse en una deestas seis condiciones, a saber: sero haber sido catedrático numerariode la Facultad de Derecho de unaUniversidad española; tener catego-ría efectiva de Jefe Superior de Ad-ministración Civil; pertenecer aCuerpo Jurídico en que se ingrese por oposición; seracadémico honorario, con arreglo a las Constitucionesde 1896; llevar tres años de socio colaborador de la Aca-demia, con pago de cuotas, y ser además autor de algu-na Memoria discutida en sesión pública o privada, haberexplicado tres conferencias o consumido en sesión públi-ca tres turnos en cursos distintos; o haber obtenido pre-mios en concursos convocados por la Academia.

Pero sabemos de cierto que don Manuel Fuertesde Gilbert no reunía entonces ninguna de dichas seiscondiciones. ¿Y entonces?.

Entonces cabe sospechar que los amigos y pro-tectores de don Manuel Fuertes de Gilbert han debido deecharle una mano para suplir el esfuerzo que representapreparar una oposición, ganar, y dedicar algunos años aservir al Estado, o incluso preparar memorias y conferen-cias. Todo se compra y todo se vende y todo se inter-cambia, hasta el prestigio académico.

En este caso parece ser que actuó con eficaciaen favor de don Manuel Fuertes de Gilbert el Excmo. Sr.D. Antonio Pau y Pedrón, numerario de la Real Academiade Jurisprudencia y jurista vinculado al actual Gobiernosocialista. Casualmente -sólo es una casualidad-, el mo-mento coincidió con la elección del propio Pau comoacadémico de número de la Real Academia Matritensede Heráldica y Genealogía, que como es sabido contro-lan completamente el poseedor del título falsificado deBarón de Gavín y sus amigos heráldicos -y de los méri-tos de don Antonio Pau Pedrón en materia heráldica ygenealógica, como nada se puede decir, mejor no digonada-.

11. El posible plagio de la obra de otros: la obra mon-telliana y la titulada Caballeros del siglo XXI.

Según tiene escrito el gran poeta y mejor nobilia-rista don José María de Montells y Galán, antiguo miem-bro de la Real Academia Matritense de Heráldica y Ge-nealogía, resulta que

don Manuel Fuertes de Gilbert y Rojo, Barón de Gavín(sic), que, en “Caballeros del Siglo XXI”, escrita en cola-

boración con Fernando García-Mer-cadal, copia casi textualmente, porno ser acusado de plagio, mi de-nostado “Diccionario de Órdenes yCorporaciones Nobiliarias” publica-do en 1995, y otras obras míasposteriores, sin citar la fuente, loque ya se denunció en su momentoen la revista “Cuadernos de Ayala”.Fernando Agudo, presidente de laAcadémie Internationale d’Héraldi-que, también ha tratado este tema[del plagio] en su imprescindible tra-bajo “El Mundo Caballeresco y laSociedad Igualitaria”, publicado porla citada Academia en 2008.

Como muestra basta un botón, es-cribí yo en aquél libro de mocedad,

equivocadamente, que la insignia de la Hermandad delos Hijosdalgo del Río Ubierna e Infanzones de Vivar delCid era la Tizona del Cid, y el docto académico [se refie-re a Gavín] recogió en su libro mi garrafal error. La insig-nia verdadera es una cruz flordelisada de gules cargadacon un centro circular, con las armas atribuidas al Cam-peador y una bordura azur donde se lee el nombre com-pleto de la Institución.

Suficit. Ciertamente, he comparado los textos deMontells con los que firma el poseedor del falsificado títu-lo de Barón de Gavín, y las semejanzas son tantas y tangruesas que yo estimo que muy bien hubieran podidoalegarse como plagio en vía judicial, salvo que la naturalbondad del perjudicado doctor Montells le ha evitado es-ta vergüenza al académico vicedirector de la Real Matri-tense, en todo caso un excelente copista.

Con cuánta razón dice Fluvià en su meritorio es-tudio que al falsario clásico, tras obtener fraudulentamen-te un Título del Reino e ingresar en cuantas Órdenes ycorporaciones nobiliarias alcanza, no es infrecuente verloentonces impartir conferencias, escribir artículos y librossobre estas materias, y perorar en público y en privadoen nombre y representación de las mencionadas institu-ciones. Ya nada se le resiste y, lo que es más grave aún,ya nadie pone en duda tanta superchería.

12. Elogio de la persona de don manuel Fuertes deGilbert y Rojo

Don Manuel Fuertes de Gilbert (antes Fuertes) yRojo, poseedor del falsificado Título de Barón de Gavín,y cuyo ingreso en Órdenes Militares y en algunas Corpo-raciones nobiliarias suscitan tantas cuestiones y tantasdudas, es sin embargo una persona de indudable talen-to, y poseedor de una inteligencia muy notable. Tambiénde una cierta cultura en materia histórica y -es de supo-ner, por sus estudios- que de unos conocimientos en ma-teria jurídica. Su trato es por demás muy grato y afable, ysu conversación amena. Tiene el arte de cautivar a quie-nes le rodean, y maneja con soltura la habilidad admira-ble de decir a quien le escucha precisamente lo que éstedesea oír, sin huir del halago excesivo que tanto gusta a

El gran nobiliarista catalán don Armand deFluvià i Escorsa, miembro de la Real Acade-mia Matritense, que tras muchas quejas diri-gidas al director Menéndez Pidal, sin obtenerresultados, ha tenido la decencia y el corajede denunciar públicamente la falsificación deltítulo de Barón de Gavín.

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los vanidosos. Como persona, en fin,es altamente recomendable y muydigna de aprecio.

Otra cosa es que como noblesea un advenedizo y un impostor, se-gún hemos visto.

Por eso, a pesar de estos an-tecedentes tan favorables a la perso-na de don Manuel Fuertes de Gilberty Rojo, poseedor del falsificado títulode Barón de Gavín, parece inexcusableque el Ministerio de Justicia promueva deoficio la anulación de la real carta de reha-bilitación que le ampara desde 1981, y quetambién se verifique cuanto antes su sepa-ración y exclusión de la Diputación de laGrandeza de España, de la Orden de Mal-ta, de la Orden Constantiniana de San Jor-ge, del Real Cuerpo de la Nobleza de Ma-drid, de la Asociación Hidalgos de España,del Cuerpo de la Nobleza Valenciana y detodos los ámbitos nobílicos en que haya in-gresado prevaliéndose de un Título ilegíti-mamente obtenido y de unas pruebas nobi-liarias tan dudosas y cuestionadas.

Sin embargo, no son pocos los queopinan que la Nobleza histórica española ysus instituciones no deben perder el apre-ciable concurso de este ciudadano por de-más amable y simpático. Y, en consecuen-cia, estiman que tras su expulsión legal delos ámbitos señalados, deben readmitirle ipso facto to-das esas corporaciones e instituciones, no ya como Títu-lo del Reino o como noble español, que ni lo es ni lo hasido nunca más allá de las apariencias, cuanto en cali-dad de miembro honorario. Porque creen que a un per-sonaje así no hay que perderlo nunca de vista, trato yconversación. Es una opinión descabellada por cuantoello pudiera ser quizá un premio a una conducta que nolo merece, pero buena muestra de las simpatías que mu-chos sienten -yo también, lo confieso- hacia la personadel poseedor del falsificado título de Barón de Gavín.

Por otra parte, a fuer de ser ecuánimes hemosde reconocer que no deja de tener cierto mérito quien hasido capaz de alcanzar, desde una posición tan lejana ala verdadera Nobleza histórica, los más altos puestos enlos colectivos y salones nobiliarios, de la Diputación Per-manente y Consejo de la Grandeza de España abajo. Yes que, solamente con lo expuesto como bien probadoen cuanto a la falsificación del Título de Barón de Gavín(y no digamos ya si se acreditasen las demás cuestionesy dudas nobiliarias y académicas que antes he plantea-do), se trata de una persona que, sin prejuzgar nunca sifue o no fue él quien falsificó sus papeles, es indudableque posee una vasta experiencia y unos magistrales co-nocimientos en el divertido campo de las falsificaciones,imposturas y mistificaciones nobiliarias. En cuya farsa havenido representando muy bien su papel, lo cual no esde extrañar pues ya nos advirtió el Barón de Coubertinque no hay nobleza más verdadera que la falsa.

13. Y fin (por el momento)

Nos hemos acercado a la verda-dera historia del poseedor del falsifi-cado título de Barón de Gavín, y lasverdaderas causas de su ascensosocial y económico, que no han sidootras que la posesión de una inteli-gencia notable, de una personalidadcautivadora, de un carácter encanta-dor, de una especial habilidad para

decir a cada cual lo que desea oír, y en finpara discernir y obtener favores, constru-yendo una red ejemplar de intereses crea-dos.

En cuanto a la realidad de sus pretensio-nes nobiliarias, que tan lejos le han llevadoen los círculos de la verdadera Noblezahistórica española, ya hemos visto que ensu persona se podría decir de nuevo aque-llo que el pérfido Quevedo le dijo a su pre-tencioso colega el doctor don Juan Pérezde Montalbán: El doctor tú te lo pones, elMontalbán no le tienes, conque quitándoteel don, vienes a quedar Juan Pérez.

Hasta aquí la asombrosa historia delsimpático y encantador Manolo Fuertes, or-nato de los salones madrileños a la parque -según algunos de sus compañeros dela Academia Matritense- quizá el más hábily el más astuto de los impostores contem-poráneos. Una historia asombrosa que

también es el retrato moral de sus preclaros amigos yprotectores, entre ellos algunos próceres y representan-tes de la actual Nobleza histórica española, tan decaídosy tan ignorantes de sus propias sangres como para con-fundir a cualquier advenedizo con un noble verdadero,sin siquiera pararse a pensar lo raro que resulta que ab-solutamente nadie en el ámbito nobiliario haya conocidoa sus padres y abuelos, y aún más raro que no tenga unsolo primo entre los restantes nobles hispanos. Es bienraro. ¿Cómo es que nadie se ha preguntado por qué se-rá esta anomalía? ¿o sí que se lo han preguntado perohan preferido hacer la vista gorda por interés personal, alestar, como él, tachados de falsarios? (como es el casode un par de notables, ya antes citados).

En cuanto a quienes se las prometen muy felicespensando en que a raíz del escándalo producido por lapublicación del estudio de don Armand de Fluvià, yo lesdigo, como buen conocedor del paño nobiliario, que haybastantes probabilidades de que todo este asunto Gavín,aunque sea cierto, aunque sea comprobado, aunque seainadmisible, puede que no llegue a tener ninguna conse-cuencia ni en los círculos nobiliarios, ni en los círculosacadémicos, ni mucho menos en los salones madrileños.Aparte de que el envilecimiento en materia de principiosy valores es general, es que a nadie le gusta reconocerque le han engañado como a un pichón, ni mucho me-nos comprometerse en la consiguiente exclusión del im-postor, siempre violenta a las personas de buena educa-ción y crianza. No: la antigua Nobleza española, antaño

Otro retrato de don Armandde Fluviá, sobre la portadadel libro que acaba de publi-car sobre la falsificación dela Baronía de Gavín.

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tan orgullosa y tan fiera, se ha abur-guesado y se ha vuelto temerosa delqué dirán, y prefiere mirar para otrolado y cambiar de conversación. Encuanto a las academias que fueronengañadas y admitieron a don Ma-nuel Fuertes de Gilbert a pesar desu falta de condiciones y requisitos,no creo que haga falta recordar tan-tas opiniones autorizadas sobre laética de esos colectivos: por ejem-plo, la de la Real Academia Matriten-se de Heráldica y Genealogía, siem-pre tan prestigiosa.

Y, por otra parte, cabe espe-rar que quien todavía detenta -y usoeste término en su estricto sentidolegal- el título falsificado de Barón deGavín, reanude su huida hacia de-lante, produciendo, alamparo y con la cola-boración de sus ami-gos y protectores,nuevas piezas genea-lógicas e historicistas,nuevas excusas ynuevas explicacionesque avalen y sosten-gan su ilegítima pose-sión. De tal maneraque se llegue a alcan-zar un nivel de confu-sión tan grande, quedesde las buenasgentes hasta los es-pecialistas duden delo que ha ocurridoverdaderamente. Yde ese modo el pose-edor del título falsifi-cado de Barón deGavín podría ya des-cansar tranquilo ycontinuar fungiendo en esos círculos nobiliarios en losque está entrometido.

Laus Deo, pero no punto en boca. No todavía.Porque hay hombres cuya conducta es una mentira con-tinuada, como bien nos advirtió el Barón de Holbach ha-ce ya dos siglos, y sus malandanzas a todos divierten y amuchos nos apasionan.

N O T A S

1. Y es que hace tiempo que llama mucho la atención la protec-ción que han dispensado a este señor los dos últimos directo-res de la Academia Matritense, Faustino Menéndez Pidal deNavascués, y Jaime Salazar Acha, amén de otros prestigiososnumerarios. La Audiencia Provincial de Madrid, en Auto firme ydefinitivo de 13 de noviembre de 2007, ha declarado que donFaustino Menéndez Pidal mintió a la Real Academia y a la Jus-ticia al negar la existencia de un importante documento que noconvenía a sus intereses: documento que la Justicia declaró en

ese fallo como existente, y su entregacomo cierta, dejando como perjuro a Me-néndez Pidal.

2. Desde las páginas de la revista Ataviset Armis, y en otras publicaciones.

3. Injuriado por el propio señor SalazarAcha en sede judicial durante un actoacadémico, se intentó expulsarle y per-seguirle en vía penal. Y, a pesar de ha-ber salido triunfante del empeño con to-dos los pronunciamientos favorables, yde haber sido condenado penalmente elseñor Salazar Acha en sentencia dictadapor la Audiencia Provincial de Madrid el12 de febrero de 2007, éste continuasiendo el director de la Matritense, sinhaber sido siquiera expedientado poruna falta tan grave como la de injuriar aun compañero prevaliéndose de su car-go. Buena muestra de la ley del embudoque rige ese corralito, justamente califi-

cado de Academia Sala-zariense por estar al ex-clusivo servicio de dichociu- dadano, que porcierto firma y se hacellamar “Jaime de Sala-zar y Acha” a pesar deque en su DocumentoNacional de Identidadno figura al parecer lapartícula “de” -una false-dad menor, pero muyimpropia de quien seprecia de ser purísimo eintransigente en todamateria genealógica-.

4. Oficial de comple-mento de Caballería du-rante la Guerra Civil,que concluyó como ca-pitán multicondecoradoa costa de ser reconoci-do como Caballero Muti-lado Permanente deGuerra, fue un declara-do partidario del régi-men franquista, en el

que desempeñó los cargos de Presidente de la Diputación Pro-vincial de Teruel y Procurador en Cortes.

5. El único homónimo que aparece en los registros hispanosfue don Luis (a veces nombrado Ludovico) de Zúñiga y Reque-séns, comendador mayor de la Orden de Santiago, del Conse-jo del Emperador, embajador en Roma y gobernador del Mila-nesado (1572-1573). Pero no es un igual, ni tampoco coetáneodel supuesto, más bien fantasmagórico, secretario regio.

6. Sobre cuanto antecede, el lector interesado puede ademásconsultar el interesante estudio de María del Mar FELICES DELA FUENTE, “La Cámara de Castilla, el rey y la creación de tí-tulos nobiliarios en la primera mitad del siglo XVIII”, publicadoen la revista Hispania, número 236 (2010), págs. 661-686.

7. Margarita GÓMEZ GÓMEZ, “La secretaría de la Cámara yde la Real Estampilla: su relevancia en la Diplomática de Docu-mentos Reales (ss. XVII-XVIII)”, en Historia, instituciones, do-cumentos, 15 (1988), págs. 167-180.

Arriba, una certificación de matrimonio falsificada, aportada en 1978 por donManuel Fuertes Rojo para acreditar su parentesco con la supuesta conce-sionaria de la Baronía de Gavín. Debajo, la verdadera acta de dicho sacra-mento, obrante en el correspondiente libro parroquial. Existen dudas sobreotros de los documentos aportados por el poseedor del falsificado título.

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VV.AA., HOmENAJE AL PROFESORELOY bENITO RuANO. Murcia, Socie-dad Española de Estudios Medievales,2010. ISBN 978-84-8371-713-4. Dos to-mos, 754 págs. El sentido homenaje adon Eloy, uno de nuestros primeros me-dievalistas hodiernos, ha producido dosvolúmenes de contribuciones plenas deinterés. De entre ellas destacamos losartículos de Vicente Ángel ÁLVAREZ PA-LENZUELA, Reforma eclesiástica, cruza-das y órdenes militares: su interacciónen la historiografía reciente; Carlos BAR-QUERO GOÑI, Inicios de la presencia dela Orden del Hospital en Castilla y Leónhasta la creación de un priorato autóno-mo (113-1135); Emilio CABRERA MU-ÑOZ, Martín López de Córdoba, Señorde Monturque y Villafranca; MargaritaCABRERA SÁNCHEZ, Los Méndez deSotomayor y los Fernández de Córdobadurante el siglo XV. Dos linajes de la no-bleza señorial de Córdoba unidos porvínculos matrimoniales; Alfonso de CE-BALLOS-ESCALERA GILA, Un modotardío y disimulado de concesión seño-rial: los casos de la ciudad de Segoviaen 1440 y en 1468; Luis A. GARCÍA MO-RENO, Judila, rey godo ¡y también grangeneral del rey Suintila?; Ricardo IZ-QUIERDO BENITO, Los mozárabes deToledo y sus iglesias; Carmelo LUIS LÓ-PEZ, Formas de señorialización del terri-torio abulense en la Edad Media; DavidNOGALES RINCÓN, Algunas notas so-bre el ceremonial religioso de la realezaen las ciudades y centros eclesiásticosde la Corona de Castilla en la Baja EdadMedia; Juan Ignacio ORTEGA CERVI-GÓN, “Flaco de cuerpo e sano de enten-dimiento”. La espiritualidad de la noblezaconquense bajomedieval a la luz de sustestamentos; Óscar PEREA RODRÍ-GUEZ, Francisco Hernández Coronel,poeta converso del Cancionero General;José Manuel RODRÍGUEZ GARCÍA, Devueltas con la conexión alemana de laOrden de Calatrava. De Thymau a Be-

benhausen; y Paz ROMERO PADILLA,El peso de la “familia” Acuña en el naci-miento del partido portugués (LCE).

Pierre Daniel de Losada Martí, ARmO-RIAL DE FRANÇAIS ILLuSTRES. Ni-mes, Lacour-Ollé, 2010. ISBN 977504-2711-5. 8-2-268 páginas con numerosasilustraciones en blanco y negro. Bonitoproyecto el que Losada, acreditado heral-dista en toda Europa, nos presenta aho-ra: el de reunir en un solo volumen losemblemas heráldicos de doscientos cin-cuenta de los más ilustres personajes detoda la historia de Francia -a la antiguamanera romana-, todos ellos documenta-dos como es debido en las fuentes biblio-gráficas correspondientes. Por sus pági-nas desfilan desde el cardenal deRichielieu a Voltaire, desde d’Artagnan aChâteaubriand, pasando por Corneille,Dumas, La Fayette, Lesseps, Mazarino,Molière, Montesquieu, Nostradamus, Sa-de y Saint-Exupéry, entre tantas otras ce-lebridades. Notemos que muchos deellos, como Du Guesclin o Villars, tuvie-ron gran presencia en España. Prologael libro Georges de Crayencour, sobrinode la eximia Marguerite de Yourcenar. Unespléndido trabajo, no solamente encuanto tiene de heráldico (ACE).

Manuel Carrasco Téllez, LAS AVENTu-RAS DE mANuEL. EN TORNO ALCONDADO DE JImERA DE LÍbAR. Ma-drid, Cultivalibros, 2010. ISBN 978-84-9923-4113. 270 páginas con numerosasilustraciones en colores. El autor es co-mandante de Infantería y nacido en Ji-mera de Líbar (Málaga) en 1945. En esepueblo de la Serranía de Ronda pasó suinfancia y adolescencia, y allí nacieronsus padres y antepasados. El libro me-mora las aventuras de su autor, protago-nista de muchos lances, pero con refe-rencias constantes al antiguo y noblelinaje de Fantoni, Señores y Condes deJimera de Líbar. De ellos presenta lasgenealogías de sus dos ramas, y aportamuchas noticias hasta ahora desconoci-das de los genealogistas. Además, tratacon infrecuente benevolencia a quienesfueron señores feudales de su pueblonatal, pues el comandante Carrasco sesiente orgulloso de que su patria haya te-nido y tenga sus propios Condes. El li-bro es muy ameno, pues está escrito conun lenguaje sencillo e inteligible. Comono podía ser menos, el libro está prologa-do por el Dr. D. Rafael Fantoni, actualConde de Jimera de Libar de iure, pa-riente mayor del linaje y conocido histo-riador y genealogista (RFB).

Francisco J. Flores Arroyuelo, DEL CA-bALLERO Y OTROS mITOS. Murcia,Universidad de Murcia, 2009. ISBN 978-84-8371-906-0. 396 páginas, con ilustra-

ciones en blanco y negro. Recopilaciónde escritos del profesor Flores, en variosde los cuales se nos presenta una apro-ximación inusual pero interesante almundo caballeresco: así los artículos ti-tulados El caballero: hombre y prototipo(1982), De la realidad histórica y la fic-ción en la crónica del maestre PelayoPérez Correa y en El Victorial de GutierreDíaz de Games, libro dicho Crónica dePero Niño (1999), El Caballero de Car-paccio (2001), o El mito del salvaje(2004). Una visión enriquecedora de laCaballería, especialmente en su vertienteliteraria (ACE).

Rodrigo Ortigâo de Oliveira y LourençoCorreia de Matos, A FAmILIA bRITO ECuNHA DE mATOSINHOS. Lisboa, Dis-livro Histórica, 2010. ISBN 978-989-639-129-4. 260 páginas con ilustraciones acolor y en blanco y negro. Un estudio ge-nealógico familiar clásico es este que nospresentan los autores, pero insólitamenteenriquecido con un aparato gráfico muyamplio (retratos, casas, documentos, es-cudos de armas), que nos permite situara esta familia en su contexto físico. Estafamilia radicada en Matosinhos se exten-dió por Portugal y por el Brasil, dandoilustres vástagos como lo fue AntonioBernardo de Brito e Cunha (1781-1829),mártir del liberalismo lusitano. Ademásde un bien ajustado descentorium, com-plementa la obra un útil índice onomásti-co (ACE).

Francisco Javier Fornell Fernández, LI-NAJES GADITANOS DE LA bAJAEDAD mEDIA. Cádiz, Universidad deCádiz, 2010. ISBN 978-84-9828-256-6.Este libro, prologado por Rafael SánchezSaus y subtitulado breve estudio de laoligarquía local en los siglos XIII-XV, sequeda más bien corto en sus pretensio-nes, aunque no deja de tener interés por-que lo que se sabía hasta ahora de lasfamilias próceres gaditanas en dichaépoca, era apenas nada -la ventaja delprecursor-. Por sus páginas desfilan los

REvISTA DE LIBROS

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personajes de las familias de Argumedo,Bernal, Cabrón, Cherino, Cuba, Fonte,Frías, Galíndez, Gentil, Haya, Marrufo,Negrón, Sánchez de Cádiz y Spínola, yel autor procura establecer sus genealo-gías y su relaciones interfamiliares, sinconseguirlo del todo; es obra de princi-piante, pero de principiante prometedor.Creemos que debe aumentar el elencode sus fuentes documentales,aunque lasbibliográficas sí han sido acuciosamenteconsultadas. Los índices onomástico ytoponímico, y las tablas y cuadros genea-lógicos, son muy de agradecer (ACE).

Dom Filipe Folque de Mendóça, O CAR-DEAL-PATRIARCA DE LISbOA DOmJOSé DE mENDÓÇA. O HOmEm E OSEu TEmPO (1725-1808). Lisboa, Uni-versidade Lusiada, 2010. ISBN 978-989-640-087. 456 páginas con ilustracionesen color. Un estudio biográfico que vamás allá de lo que es sólito en su catego-ría, considerando que a más de la tra-yectoria vital -muy bien documentada- deeste importante personaje del siglo XVIIIportugués, vástago de la gran Casa deMendoza, que fue sin duda una de lasgrandes personalidades de la Ilustraciónportuguesa, proporciona noticias relevan-tes sobre la organización de la familia yde las dignidades de la sede patriarcallisboeta. Y aún de mayor interés son lasaportaciones dle autor sobre las iniciati-vas y las actividades del Cardenal, hom-bre cultísimo, en el arte y la arquitecturade su tiempo, y en el fomento cultural ydocente (Museo de Historia Natural, Jar-dín Botánico, Real Seminario del Patriar-cado, etcétera). La parte genealógica yheráldica es soberbia. Un estudio definiti-vo y magistral (ACE).

Jaime Alberto Solivan de Acosta, DIC-CIONARIO ETImOLÓGICO DE TéRmI-NOS RELACIONADOS CON LA CIEN-CIA DEL bLASÓN. Puerto Rico, 2010.ISBN 978-1-59608-897-9.264 páginascon ilustraciones a color y blanco y ne-gro. Aunque de presentación sencilla y

hasta modesta, esta obra de Solivan(San Juan de Puerto Rico, 1958) no lo esen absoluto, y podemos afirmar que setrata de una de las mejores aportacionesque últimamente se han hecho al estudiodel fenómeno heráldico. Pues es bien sa-bido que el léxico heráldico procede enbuena parte del vocabulario textil usadoen la Europa occidental durante los si-glos XII al XV, y por ende parece insosla-yable su conocimiento preciso, que noresulta fácil para el heraldista españolmedio. Solivan, que ya nos había sor-prendido gratamente con su anteror Dic-cionario bilingüe de términos heráldicosespañol y francés (2008), lo hace posiblemerced a su gran dominio de la lenguafrancesa, de la que proceden 499 voca-blos recogidos, y de su madre el latín,que es el origen de otros 1965 vocablos,de los 3148 que en total recoge esteelenco lexicográfico. Estamos, quiero in-sistir en ello, ante una obra fundamentalpara el estudio de la heráldica, en espe-cial la medieval (ACE).

Luis Pinillos Lafuente, EL SOLAR DELAS CALDERAS EN PINILLOS. Logro-ño, 2010. ISBN 978-84-936711-2-9. 240páginas con ilustraciones en blanco y ne-gro. Una nueva y valiosa aportación dePinillos a la historia del Solar de Valdeo-sera riojano, en que reúne todos los an-tecedentes documentales atinentes almismo y a su escudo de armas, en algu-nos casos mediante transcripción literal(Memoria de heredades de 1533, cuen-tas de 1757, dibujos de labras heráldicas,y libro becerro de 1826), a más de intere-santes noticias del emblema heráldico, yde las juntas y de diviseros registradosen los libros y actas del Solar, el registrogeneral de los 1200 solariegos recibidosdesde 1583 a nuestros días -por ordenalfabético-, etcétera. Es una obra de graninterés para la nobiliaria riojana, y estáoportunamente prologada por D. ManuelRuiz de Bucesta Álvarez (ACE).

Mikel Arista-Salado, CONDECORACIO-NES CubANAS. TEORÍA E HISTORIA(I). Estados Unidos de América, TraffordPublishing, 2010. ISBN 978-1-4269-4427-7. 362 páginas. Este libro deberíahaberse titulado con más propiedad Con-decoraciones de la República de Cuba,considerando que las condecoracionescubanas no se inician en 1898, sino enlos siglos XVI-XVIII, y en todo caso a par-tir de 1814, con la creación de la Real yAmericana Orden de Isabel la Católica.Pero no cabe duda de que Arista-Saladoha realizado un trabajo de gran pulcrituddoctrinal -sus dos primeros capítulos sededican a examinar con rigor lo que de-ben ser las condecoraciones en un Esta-do moderno, de conformidad con el De-recho Público, su ordenación y su

clasificación-. Este examen de las conde-coraciones republicanas, a partir de lacreación de la Orden del Mérito Militar ydel Mérito Naval en 1912, es acucioso ypreciso en cada una de ellas, particular-mente al tratar de las principales: las Ór-denes Nacionales de Carlos Manuel deCéspedes (1926), de Carlos J. Finlay(1928), y de José Martí (1972), a las quesiguen las medallas de toda índole, tannumerosas como en España. La obra secomplementa con un interesante índicede disposiciones legales, una acotada bi-bliografía, y un elenco de consultas reali-zadas. Una obra muy completa y de mé-rito, a la que solamente cabe achacarledos defecto: la ausencia de ilustraciones,imprescindibles en un estudio dedicado ainsignias; y el criterio, que consideramoserróneo, de considerar que la historiapremial en Cuba arranca en 1898 (ACE).

Luis Valero de Bernabé y Martín de Eu-genio, Marqués de Casa Real, LA NATu-RALEzA EN LA HERÁLDICA. Logroño,Ediciones San Martín, 2010. ISBN 978-84-937364-6-0. 332 páginas con ilustra-ciones en blanco y negro. Una nueva einteresante aportación del Dr. Valero deBernabé a los estudios heráldicos, en losque hoy ocupa por derecho propio unode los primeros lugares en el ámbito his-pánico. Con su acuciosidad acostumbra-da, el Dr. Valero de Bernabé ha desgra-nado para nosotros todas las figuras dela Naturaleza inanimada y animada quepueblan unos sesenta mil (!) emblemasheráldicos: desde las figuras celestes(sol, luna, astros y estrellas), a los cuatroelementos clásicos (el aire, el fuego, elagua y la tierra, esta en todas sus mani-festaciones); desde los árboles y plantas,a sus flores , hojas y frutos. Un estudiomagistral, completado con una bibliogra-fía muy amplia, un glosario de términosheráldicos que sirve también de índicepara localizar en qué emblemas se mani-fiestan. Una obra imprescindible en lali-brería de todo buen heraldista (ACE).

REvISTA DE LIBROS

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NObILTÀ, 98 (septiembre-octubre 2010).Dirige su editorial al glosar el Family Fin-der o búsqueda de los parientes genéti-cos a través de los códigos genéticos pa-terno y materno. De su contenido nosinteresan los artículos de Antonio CON-TI, L’araldica nei sigilli di Oddantonio daMontefeltro; Gianfranco ROCCULI, L’im-presa ritrovata; Giovanni Battista CERÒ-SIMO, Le grandi famiglie e i dogi dellaRepubblica di Venezia; y sobre todo Ge-rard MARÍ i BRULL, Falsità e confusiioneal servizio del progresso nobiliare; il sig-nore, barone e marchese di Preux (1637-1712) (ACE).

COLEGIO DE ARmAS (noviembre2010). El boletín interno de la SociedadHeráldica Española incluye en esta en-trega el artículo de Antonio MANSILLA,Carlos V y la Orden del Toisón de Oro(ACE).

HIDALGuÍA, 342 (septiembre-octure2010). Incluye los artículos de George R.RYSKAMP, La Genealogía en el Patro-nazgo de 1616 de Francisco de Sosa,Obispo de Osma. El uso eficaz de gene-alogías antiguas; Juan JÁUREGUIADELL, Las banderas de los cuatro pa-los (II); José Miguel de MAYORALGOLODO, Conde de los ACEVEDOS, Ne-crologio nobiliario madrileño del sigloXVIII (continúa); y Alfonso ENSEÑAT DEVILLALONGA, Estudio histórico-científicosobre la estirpe, cuna y sepultura de donCristóbal Colón (primera parte) (ACE).

ATAVIS ET ARmIS, 22 (noviembre2010). Este número de la revista delGran Priorato de España lazarista nostrae los interesantes artículos de RafaelPORTELL PASAMONTE, Sobre el Barónde Camporredondo, Gran Cruz de la Or-den; Juan RANEA GARCÍA, Los inicioshistóricos de la asistencia hospitalaria; ydel Marqués de la FLORESTA, GonzaloLavín del Noval, rey de armas de AlfonsoXIII y juez de armas de la Orden de SanLázaro (ACE).

LÁbARO, 1 (2010). El primer número dela revista de la Asociación Portuguesa delas Órdenes de la Casa Real de Borbónde las Dos Sicilias, coordinada por VítorEscudero de Campos con la colabora-ción de Ana Cristina Martins, Franciscode Simas Alves de Azevedo y LourençoCorreia de Matos, se abre con un prefa-cio de S.A.R. el Infante Don Carlos, Du-que de Calabria; con una introducción desu delegado en Portugal, el SerenísimoSeñor Dom Filipe Folque de Bragança eBourbon de Mendoça, Conde de RíoGrande; y con varios textos atinentes adicha Real Casa, a San Jorge y a la Or-den Constantiniana de San Jorge. De sudenso contenido nos llaman la atenciónlos trabajos de Ana Cristina MARTINS,Carlos III (1716-1788): de Espanha e VIIdas Duas Sicilias. As (re)descobertas ve-suvianas e a agenda bourbónica; Fran-cisco de Simas Alves de AZEVEDO, Re-líquias emblemáticas da representaçâoconsular siciliana em Portugal. Cierran elvolumen los elencos de los actuales dig-natarios y gobernadores de la OrdenConstantiniana en el mundo, en Portugaly en Brasil; los estatutos de la propia Or-den; y algunos apéndices heráldicos y fo-tográficos, en color. Una prometedora ini-ciativa, a la que deseamos larga vida(ACE).

bOLETÍN-e DE LA ACADEmIA mExI-CANA DE GENEALOGÍA Y HERÁLDI-CA, 5-6 (mayo-junio 2010). Este boletínelectrónico de la veterana entidad mexi-cana (fundada en 1943), inserta las cola-boraciones del Dr. Pier Felice degliUBERTI, Semblanza de Don Vicente deCadenas y Vicent (1915-2005); del Dr. Al-fonso de CEBALLOS-ESCALERA GILA yD. José CASAS SÁNCHEZ, Don JoséMaría de Torres y del Campo (1756-1818) o el pundonor de un capitán de na-vío (LCE).

EN LA ESPAÑA mEDIEVAL, 33 (2010).De este número nos llaman la atenciónlos artículos de Manuel Alejandro RO-DRÍGUEZ DE LA PEÑA, Los reyes bi-bliófilos: bibliotecas, cultura escrita y po-der en el Occidente medieval; JoséIgnacio ORTEGA CERVIGÓN, La reduc-ción de juros de 1480 de los Reyes Cató-licos y la nobleza conquense; María delPilar RÁBADE OBRADÓ, Apuntes bio-gráficos sobre Alonso de Ávila, secretariode los Reyes Católicos; José DamiánGONZÁLEZ ARCE, La universidad demercaderes de Burgos y el consultadocastellano en Brujas durante el siglo XV;y Enrique RODRÍGUEZ-PICAVEA MATI-LLA, La ganadería y la orden de Calatra-va en la Castilla medieval (siglos XII-XV)(ACE).

ALTAmIRA, 79 (2010). La revista delCentro de Estudios Montañeses nos trae,entre otras, las colaboraciones de Maríadel Carmen GONZÁLEZ ECHEGARAY,Linaje de Pontejos en Cantabria; JoséManuel de la PEDRAJA, Los Guinea dela Torre de la Vega; Diana DUO, El pala-cio museo de Elsedo en Pámanes; MaríaAntonia HERRADÓN FIGUEROA, Joyaspara el ama de cría; Aníbal GONZÁLEZDE RIANCHO MARIÑAS, Casas fuertesen Cantabria; y Jesúa CANALES RUIZ,Simón Bolívar y Palacios y Cantabria(ACE).

ANuARIO DE ESTuDIOS mEDIEVA-LES, 40 (2010). Dedicado al tema mon-gárfico de la diplomacia y embajadoresen la Edad Media, destacamos los artí-culos de Francisco de Paula CAÑASGÁLVEZ, La diplomacia castellana du-rante el Reinado de Juan II: la participa-ción de los letrados de la cancillería realen las embajadas regias; y de José Au-gusto de SOOT MAYOR PIZARRO, De epara Portugal: a circulaçao de nobres naHispânia Medieval (séculos XII a XV)(ACE).

HISPANIA, 235 (2010). En este númeroleemos los estudios de Cristina JULARPÉEZ-ALFARO, Nuevas cuestiones so-bre el clientelismo medieval. Introduc-ción; e Ignacio ÁLVAREZ BORGE, Vasa-llos, oficiales, clientes y parientes. Sobrela jerarquía y las relaciones internobilia-rias en la Castilla medieval (c.1100-c.1350). Una aproximación a partir de lasfuentes documentales (MF).

LA GACETILLA DE HIDALGOS DE ES-PAÑA, 524 (octubre-diciembre 2010).Dedica su editorial al siempre debatidoasunto de Aristocracia y Nobleza: unaconfusión conceptual, e incluye, entreotros, los artículos de María VicentaMÁRQUEZ DE LA PLATA, Marquesa deCASA REAL, Doña María de Toledo(1490-1549). Virreina, esposa de DiegoColón; de Luis VALERO DE BERNABÉ,Marqués de CASA REAL, El lobo, singu-

REvISTA DE REvISTAS

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laridad de la heráldica hispana -un textodel mayor interés para los heraldistas-;de Faustino MENÉNDEZ PIDAL, Los es-cudos municipales, ayer, hoy y ¿maña-na?; y de José Luis de la GUARDIA SAL-VETTI, El linaje Pío de Saboya y susenlaces en España (ACE).

ESPACIO, TIEmPO Y FORmA. SERIEIII, HISTORIA MEDIEVAL, 22 (2009). Deentre su denso contenido destacamoslas aportaciones de José Manuel CAL-DERÓN ORTEGA, Los desastres de laguerra: reflexiones sobre la muerte deprisioneros y cautivos durante la EdadMedia; Manuel LÓPEZ FERNÁNDEZ, Elorigen de la Mesa Maestral en la Ordende Santiago; Corina LUCHÍA, Tierra, po-der y violencia en torno a la consolida-ción de las oligarquías concejiles en el si-glo XV: El caso de los caballerosabulenses; Ricardo MUÑOZ SOLLA, Ju-deoconversos burgaleses a fines de laEdad Media; y Efrén de la PEÑA BA-RROSO, Los judios de Peñafiel: Una mi-noría confesional en tierras de señorío(ACE).

bOLETÍN DE LA REAL ACADEmIA DELA HISTORIA, CCVII/II (mayo-agosto2010). En esta entrega, Luis Miguel EN-CISO escribe sobre El mecenazgo nobi-liario en España en el tránsito del sigloXVI al XVII (ACE).

ESTuDIOS DE GENEALOGÍA, HERÁL-DICA Y NObILIARIA DE GALICIA, 8(2009). Un número especialmente densoe interesante, porque integra los artícu-los de Jerónimo LÓPEZ LÓPEZ y CarlosVISCASILLAS VÁZQUEZ-ULLOA, JoséSantiago Crespo Pozo: centenario de sunacimiento (1909-2009); Carlos ACUÑARUBIO, Emblemas municipales de Gali-cia homologados por la Xunta de Galicia(2006-2009); María Graciela ÁLVAREZCASAL y Carlos ACUÑA RUBIO, Capillade la Misericordia de Viveiro-Lugo: herál-dica y genealogía; José Ricardo RODRÍ-GUEZ PÉREZ, Heráldica y genealogíaourensanas: familia Temes-Sáenz Santa-

marina-Alduncín; Alfonso MUMARY RUI-BAL, Escudo dos Barba-Figueroa do de-saparecido Arco da casa gótica de SanCristovo de Regodeigón, parroquia de Ri-badavia (Ourense); Carlos de la PEÑAVIDAL, Os Losada do Outeiro de Lanta-ño; Eduardo VISCASILLAS RODRÍ-GUEZ-TOUBES, Genealogía de GonzaloFernández de Córdoba "El Gran Capi-tán"; Luis LÓPEZ POMBO, Origen y lina-je del apellido Pombo en la provincia deLugo, así como otros apuntes sobre elmismo, y también Genealogía de losdescendientes de la Casa de Lucas, enFonfría do Camiño, ayuntamiento de Pe-drafita do Cebreiro, Lugo; y también Ge-nealogía de la Familia López Sanjurjo, dela Casa de Inocencio de Nullán, antañollamada Casa de Río de Arriba (As No-gais, Lugo); y también Pazo de Quintelaen la feligresía de San Pedro de Farna-deiros, O Corgo, Lugo; y también El Pa-lacio de Doncos, As Nogais, Lugo; LuisVALERO DE BERNABÉ, Don GregorioNúñez de Taboada, fundador del Pazode la Calzada en San Miguel de Bendoi-ro, y su descendencia; José Luis MÉN-DEZ RUIZ, Genealogía y heráldica de la"Casa do Fidalgo", en el lugar de Fontes-novas de la feligresía de Santo Estevode Benade, Lugo; María Luisa GONZÁ-LEZ ÁLVAREZ, Genealogía: algunas no-ticias sobre los Yáñez y los Araújo; LuisManuel FERRO PEGO y José ManuelBÉRTOLO BALLESTEROS, El Pazo deMonteagudo; Enrique MORA MORAN-DEIRA, El principal de los "Julios"; Ro-berto FERNÁNDEZ DÍAZ, Un conde enel Cabildo catedralicio de Tui en el sigloXVIII: D. Juan Manuel Salgado Enriquezde Mendoza, Conde de Borrajeiros: susúltimas voluntades; y María Teresa TO-RRES LEGARRETA, Estudio pericial so-bre la identidad gráfica entre CristóbalColón y Pedro Madruga (Pedro Álvarezde Sotomayor, Conde de Camiña) (ACE).

IL mONDO DEL CAVALIERE, 40 (octu-bre-diciembre 2010). Nos trae el artículode Pino ZINGALE, Oscillazione interpre-tative e non aplicazione degli articoli 7 e8 della legge 3 marzo 1951 n.178 (ACE).

HISPANIA, 236 (2010). Nos han intere-sado mucho los artículos de AntonioSÁNCHEZ MARTÍNEZ, Los artífices delPlus Ultra: pilotos, cartógrafos y cosmó-grafos en la Casa de la Contratación deSevilla durante el siglo XVI; de Juan An-tonio SÁNCHEZ BELÉN, El comercio ho-landés de las especias en España en lasegunda mitad del siglo XVII; y de Maríadel Mar FELICES DE LA FUENTE, LaCámara de Castilla, el rey y la creaciónde títulos nobiliarios en la primera mitaddel siglo XVIII (ACE).

bOLETÍN DE LA REAL ACADEmIA DELA HISTORIA, CCVII/III (septiembre-di-ciembre 2010). De su contenido nos inte-resa el artículo de Carmen MANSOPORTO, Reflexiones sobre el sello y me-dalla de la Real Academia de la Historia(ACE).

NObILTÀ, 99 (noviembre-diciembre2010).Tras un editorial dedicado a la si-tuación actual de las baronías del reinode Escocia, en este número leemos, en-tre otros, las aportaciones de AntonioPOMPILI, L’uso artistico degli stemmi ne-lla Chiesa cattolica: spazi, forme e stili; yde Alessandro MARIOTTI SOLIMANI, Et-tore Carafa: un nobile tra rivoluzione econtrorivoluzione (ACE).

HIDALGuÍA, 343 (noviembre-diciembre2010). De gran calado es el estudio deJosé Luis GONZALO SÁNCHEZ-MOLE-RO, La Heráldica de Felipe II, Príncipe, através de las encuadernaciones de su li-brerí rica (primera parte). También soninteresantes las aportaciones de RafaelDOMÍNGUEZ CASAS, Escudo del Reydon José Napoleón I en el Monasterio deSan Benito de Valladolid (aunque esteautor parece desconocer la principalobra publicada en España sobre la Insig-ne Orden del Toisón de Oro); y de Alfon-so ENSEÑAT DE VILLALONGA, Estudiohistórico-científico sobre la estirpe, cunay sepultura de Cristóbal Colón (fin)(ACE).

ESTuDIOS mIRANDESES, XXX (2010).El anuario de la Fundación Cultural Pro-fesor Cantera Burgos, de Miranda deEbro, incluye en este número los densosartículos del P. Gonzalo MARTÍNEZ DÍ-EZ, El Condado de Treviño: un enclavehistórico; y de Alfonso de CEBALLOS-ESCALERA GILA, Marqués de la FLO-RESTA, El Marquesado de Miranda deEbro: algunas precisiones sobre su trági-co origen y sobre la genea- logía de susposeedores (MRM).

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CEREmONIA DE INGRESO EN EL CuERPO DE LA NObLE-zA DEL PRINCIPADO DE ASTuRIAS

El 16 de octubre tuvo lugar en la Iglesia Parroquial deSan Tirso El Real de Oviedo, la ceremonia de investidura denuevos caballeros y damas en el Cuerpo de la Nobleza delPrincipado de Asturias, presidida por su Consejero Magistral elExcmo. Sr. D. Francisco de Borbón, Duque de Sevilla, Grandede España. En esta ocasión se ha dignado aceptar el título deProtector Regio de esta corporación S.A.R. Don Víctor Manuelde Saboya, y a continuación efectuaron su ingreso los señoresD. Álvaro López Becerra y de Casanova, vizconde de Iznájar,apadrinado por su padre el Sr. Conde de Cabra; D. Alfredo Leo-nard y Lamuño de Cuetos, apadrinado por don Manuel Rodrí-guez de Maribona y Dávila; D. Carlos Franco y Suanzes, apa-drinado por don Manuel Rodríguez de Maribona y Dávila; D.Francisco José Francos y Sevilla, apadrinado por don ÁngelBueres y Santa-Eulalia; D. Emilio Tomás González-Merino yMazorra, apadrinado por don Manuel Ruiz de Bucesta y Álva-rez; D. Emilio Segundo González-Merino y Fernández, apadri-nado por don Manuel Ruiz de Bucesta y Álvarez; D. Víctor Co-lón de Bonilla y Guzmán, apadrinado por don ManuelRodríguez de Maribona y Dávila; D. Ignacio Álvarez Vallina,apadrinado por don Luís Blázquez y Fabián, y D. Eladio Junce-da y Moreno, apadrinado por su padre don Juan Ramón Junce-da y Avello; y como Damas del Cuerpo de la Nobleza, lo hicie-ron las señoras Dª Ana Pancorvo y de Rato, marquesa deBelfuerte, amadrinada por la señora condesa de Cabra; Dª Ma-risol Balderrábano y Suárez-Inclán, condesa de la Bisbal, ama-drinada por la señora condesa de Cabra; Dª Irene de Rato yRodríguez de Moldes, amadrinada también por la señora con-desa de Cabra; Dª Alicia García de Tejada y Osaba, amadrina-da por doña Carmen Dávila y Ponce de León, y Dª Ariana Pé-rez-Castells y Ramírez, amadrinada por doña María TeresaCienfuegos-Jovellanos y Piquero. Antes de la celebración de lamisa, se le impuso la muceta de capellán de esta institución adon Adolfo Álvarez Sánchez, arcipreste de Villaviciosa, queconcelebró con don Agustín Hevia Ballina, Director del ArchivoDiocesano de Oviedo, y don Ramón Platero y Fernández-Can-daosa, Director del Museo de la Iglesia. A los actos asistieronrepresentaciones de otras corporaciones españolas, las Rea-les Órdenes de San Hermenegildo y San Fernando; el RealConsejo de las Órdenes Españolas; la Real Maestranza deRonda; la Real Maestranza de Zaragoza; la Soberana Ordende Malta; la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén, Capítulode Castilla y León; la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén,Capítulo de Aragón, Cataluña y Baleares; el Real Cuerpo de laNobleza de Cataluña; el Real Estamento Militar del Principadode Gerona; la Orden Constantiniana de San Jorge, la Real Her-

mandad de Infanzones de Illescas, la Ilustre y Noble Esclavitudde San Juan Evangelista de La Laguna, la Maestranza de Ca-ballería de San Fernando, y el Real Gremio de Halconeros. Acontinuación todos los asistentes a los actos se trasladaron alReal Club de Tenis de Oviedo, donde D. Francisco de Borbón,Duque de Sevilla, procedió a la entrega de los premios queconcede anualmente el Cuerpo de la Nobleza del Principado deAsturias: el Premio Trelles Villademoros a la labor cultural, otor-gado a la señora doña Margarita Zabala y Menéndez; el PremioConde de Latores a la labor humanitaria, concedido a la Asocia-ción Gijonesa de Caridad, y por último el Premio Carreño Mi-randa a las Artes, que este año recayó en el Museo de la Igle-sia, con motivo de la presentación del libro Museo de la Iglesiade Oviedo. Catálogo de sus colecciones. Posteriormente, el Du-que de Sevilla entregó también el nombramiento de ConsejeroMagistral Honorario a su antecesor en el cargo, don RamónGutiérrez y Álvarez de Tejera, Vizconde de Campo Grande, porla magnífica labor desempeñada durante su mandato. Final-mente se sirvió un cocktail seguido de cena en los salones delReal Club de Tenis (MF).

GONzALO ANES, REELEGIDODIRECTOR DE LA REAL ACA-DEmIA DE LA HISTORIA

En sesión celebrada el10 de diciembre, la Real Acade-mia de la Historia ha reelegidopor unanimidad como su Direc-tor, para el mandato cuatrienalde 2010-2014, a don GonzaloAnes y Álvarez de Castrillón,Marqués de Castrillón. El profe-sor Anes será así Director de laReal de la Historia por cuartavez consecutiva, habiendo sidoelegido por vez primera el 18 dediciembre de 1998; durante estos años el trabajo de Anes ha si-do muy fructífero, logrando la modernización de la Real Acade-mia de la Historia, su apertura a la sociedad española, y sobretodo la compilación y edición del monumental Diccionario Bio-gráfico Español. En la misma sesión corporativa, los numerarioshan elegido a don Faustino Menéndez Pidal como subdirector;a doña Carmen Sanz Ayán como vicesecretaria; a don CarlosSeco Serrano como censor; a don José Ángel Sánchez Asiaín,Marqués de Asiaín, como Tesorero; a don Manuel Jesús Gon-zález y González como vicetesorero; y a doña Carmen IglesiasCano y don Hugo O’Donnel, Duque de Tetuán, como vocalesadjuntos. Reciban todos ellos nuestra felicitación (ACE).

DE GENTES HONRADAS

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SS.mm. Y AA.RR. RECIbEN A LA DIPuTACIÓN DE LAGRANDEzA DE ESPAÑA

Sus Majestades los Reyes y Sus Altezas Reales losPríncipes de Asturias han dado audiencia en el Palacio de laZarzuela al cuerpo director de la Excelentísima Diputación Per-manente y Consejo de la Grandeza de España, encabezadospor su decano presidente D. Alfonso Martínez de Irujo y Fitz-Ja-mes Stuart, Duque de Aliaga, al que acompañaron el diputadosecretario D. Carlos Espinosa de los Monteros y Bernaldo deQuirós, Marqués de Valtierra; el diputado tesorero D. Don Alon-so Álvarez de Toledo y Urquijo, Marqués de Villanueva de Val-dueza; y los diputados consejeros Dª Mercedes Falcó y de An-chorena, Duquesa del Arco; Dª Alicia Koplowitz y Romero deJoseu, Marquesa de Bellavista; D. Luis Guillermo Perinat yElío, Marqués de Campo Real; D. Francisco Javier Elío y Gaz-telu, Duque de Elío; D. Luis Medina y Fernández de Córdoba,Duque de Santisteban del Puerto; D. Rafael Benjumea y Cabe-za de Vaca, Conde de Guadalhorce; D. Javier de Goyeneche yMarsáns, Conde de Guaqui; D. Jaime Lamo de Espinosa y Mi-chels de Champourcín, Marqués de Mirasol; D. Javier Benju-mea Llorente, Marqués de Puebla de Cazalla; Dª María Asun-ción de Bustos y Marín, Duquesa de Estremera; D. José Maríade Areilza y Carvajal, Conde de Rodas; y D. Rafael Atienza yMedina, Marqués de Salvatierra. La Excma. Diputación Perma-nente y Consejo de la Grandeza de España es un organismoprivado pero consultivo de la Administración del Estado, en elque están integrados más de 400 Grandes de España y Títulosdel Reino. Las funciones que corresponden a este órgano, ade-más de las facultades de representación y gobierno corporati-vo, consisten en la presentación de propuestas relacionadascon las Grandezas y Títulos del Reino, la convocatoria de lasasambleas, la custodia y administración de los bienes de la cor-poración, la custodia del archivo y la biblioteca, y sobre todo, lafunción de asesoría encargada de preparar los dictámenes einformes que a la corporación o a su representación se pidierapor parte del Gobierno. La delicada situación que a su juiciopadece hoy la Nobleza fue abordada con claridad por el Duquede Aliaga en su reciente discurso de presentación como nuevodecano de la Diputación de la Grandeza, durante la asambleaclebrada este año. Un discurso de fondo pesimista y con la re-comendación de máxima discreción a todos sus miembros, enel que el duque de Aliaga afirmó que el tiempo corre en contranuestra desde hace muchos años y además, aunque a vecescreamos lo contrario, somos un colectivo muy debilitado social-mente. Unos, en su defensa del progreso social, creen que notenemos sitio y otros, instalados en el conservadurismo, creenque solo representamos una tradición petrificada. Para intentarprotegerse de la situación actual, la Diputación de la Grandezaha optado por adoptar un bloqueo comunicativo de los actospromovidos por ella, tanto dentro como fuera de la organiza-ción. Y se ha advertido a los miembros que procuren huir deprotagonizar sucesos ostentosos de cara a la sociedad, quepuedan distorsionar aún más esa maltrecha imagen de la no-bleza que a su juicio tiene la sociedad española (MF).

EL mARquéS DE LA FLORESTA, COmENDA-DOR DE LA ORDEN mILITAR DE SANTIAGO

S.E. el Presidente de la RepúblicaPortuguesa se ha dignado conceder el gradode comendador de la Orden Militar de Santia-go de la Espada a nuestro Director, el Dr. D.Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila, Marquésde La Floresta. Como es bien sabido, el Marquésde La Floresta tiene desde hace muchos años un pa-pel muy significado en los ámbitos culturales y docentes dePortugal, pues es doctor en Ciencias Políticas y Relaciones In-ternacionales por la Universidade Pública do Minho desde elaño 2000 -su tesis sobre los orígenes de la Diplomacia hispanaha sido publicada-, y desde 2006 es Profesor Catedrático deGeopolítica en el Instituto Superior de Ciencias Sociais e Políti-cas de la Universidade Técnica de Lisboa, a más de miembrode las prestigiosas Academia de Marinha y Sociedade de Geo-grafia de Lisboa. Reconocido especialista en el estudio de lascrisis y los conflictos marítimos en el mundo actual, ha sido elprimero en ser nombrado Socio de Mérito de la Associaçâo dosAmigos dos Amigos dos Arquivos Nacionais da Torre do Tom-bo, y pertenece igualmente la Academia de Letras e Artes deLisboa, al Instituto Portugués de Heráldica, a la Academia Lusi-tana de Heráldica, a la Academia Portuguesa de Exlibris, y alInstituto Dom João VI. La Orden Militar de Santiago de la Espa-da es heredera directa de la Orden de Santiago castellana, ex-tinguida en 1931, de la que se separó en 1329; su insignia es lamisma cruz-espada colorada -el lagarto- usada en España. Se-cularizada por la Reina María I en 1789, desde 1862 esta Or-den Militar está dedicada a premiar los méritos y servicios aPortugal en los campos de las Letras, las Ciencias y las Artes.Reciba el nuevo comendador santiaguista nuestra efusiva felici-tación por tan merecida distinción (MRM).

EL PROFESOR mARTÍNEz LLORENTE,PREmIO ALmIRANTE CEbALLOS 2010

El Premio Almirante Gutierre Díazde Ceballos 2010, establecido en 2005 enmemoria de quien fue el XIV almirante ma-yor de Castilla en el reinado de FernandoIV, y para premiar los estudios de historiamarítima y naval, ha sido discernido en susexta convocatoria al Dr. D. Félix MartínezLlorente, profesor titular de Historia del De-recho y de las Instituciones en la Universidad de Valladolid, nu-merario de la Real Academia Española de la Mar y correspon-diente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación,por sus notables aportaciones a la historia de las institucionesmarítimas y del comercio marítimo castellano. Felicitamos totocorda al Profesor Martínez Llorente por este premio tan mereci-do (MRM).

LuIS mARTÍN-TOLEDANO, CAbALLERODE LA ORDEN DE ISAbEL LA CATÓLICA

S.M. el Rey se ha dignado conce-der la cruz de la Orden de Isabel la Católicaal letrado D. Luis Martín-Toledano Núñez,en atención a sus dilatados méritos y servi-cios en pro de Malagón (Ciudad Real), suMancomunidad de Municipios de los Esta-dos del Duque, y la Asociación Coraje parala integración social de discapacitados. Felicitamos cordialmen-te al letrado Martín-Toledano, académico correspondiente de laAcademia Melitense, poresta preciadadistinción nacional(ACE).

DE GENTES HONRADAS

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Los españoles llevaron a los lugares que conquis-taron y poblaron, a más de su fe cristiana y a más de sus ins-tituciones políticas, también muchos de sus usos y costum-bres, desde los sociales y religiosos, a los culinarios. Entreestos usos, hallamosdesde antiguo losheráldicos y em-blemáticos: las prime-ras concesiones sonmuy tempranas, asílas hechas en las islasCanarias (conquis-tadas en el siglo XV),en Cuba, en SantoDomingo y en la Nue-va España (donde pro-liferaron las armeríaspersonales y cívicas,concedidas por losReyes Católicos y sunieto el Emperador).

El caso gui-neano que voy a ex-aminar es, natural-mente, mucho mástardío, toda vez que lacolonización hispana,oficialmente inaugura-da por el brigadier Conde de Argelejo en 1778 -de resultas delos Tratados de San Ildefonso y El Pardo-, no comenzó en re-alidad hasta que en 1843 una flotilla española al mando delcapitán de fragata don Juan José de Lerena y Barry, reocupólas islas de Fernando Poo, y los islotes de Annobón, Elobey yCorisco, éstos dos últimos en la desembocadura del Muni. Yaún se demoraría hasta el año 1900 la posesión formal de losterritorios guineanos continentales, entregados entonces porFrancia.

La ciudad de Santa Isabel se llama actualmente Ma-labo, y es la capital de la República de Guinea Ecuatorial, amás de la población más importante de la isla de FernandoPoo, actualmente denominada Bioko. Fundada en 1827 porlos británicos con el nombre de Port Clarence, será rebautiza-da Santa Isabel en 1843, y Malabo en 1973.

Fue en 19 de septiembre de 1912 cuando don Fran-cisco López Canto, delegado general del Comité de DefensaAgrícola de Fernando Poo, solicitó al Gobierno -desde su resi-dencia de Barcelona- la concesión de un escudo de armasque identificase dicha ciudad de Santa Isabel, y su aprobaciónpor real orden. Y un mes más tarde presentó nuevo escrito,en el que hacía varios comentarios y precisiones sobre elasunto(1).

La propuesta consistía en un escudo cortado. En elcuartel superior, las Armas de Portugal y España, acoladas ypuestas entre dos cintas, en la superior las fechas de 1472(descubrimiento de la isla por el lusitano Fernando Poo) y

1778 (cesión por Portugal a España); en la cinta inferior, losnombres de los monarcas que firmaron en 1778 el Tratado deEl Pardo: Doña María I de Portugal y Don Carlos III de Es-paña. En el segundo cuartel, una vista del monte Santa Is-

abel (hoy denominadopico Basilé), entrepalmeras y follaje.Notemos, porque el ca-so es pintoresco, quelas armas portuguesasson las de la monar-quía que había sidoabolida en octubre de1910, y no las de laRepública Portuguesaproclamada entonces yvigente en 1912.

Por real orden de16 de octubre de 1912,la solicitud fue remitidapor el Ministerio de Es-tado al Gobierno Ge-neral de los TerritoriosEspañoles del Golfo deGuinea, que recabó laopinión de la Corpo-ración municipal y de laJunta de Autoridades,

que se opusie-ron al proyecto por incluir las armerías de Por-tugal que, en su opinión, nada hizo por estos Territorios.

Sometido luego el proyecto de López Canto al Con-sejo de Vecinos, en esa reunión el reverendo padre RamónAlbanell, misionero corazonista y representante del VicarioApostólico en el Consejo de Vecinos, presentó un estudio so-bre el proyecto que fue aprobado por unanimidad de todos losconcurrentes, haciendo memoria de que ya el Consejo de Ve-cinos había propuesto la adopción de un escudo hacia 1905.El informe del P. Albanell es extenso, y en sus páginas se ex-ponen los fundamentos filosóficos de todo emblema:

un escudo debe representar las cualidades morales y ma-teriales de la persona o colectividad..., pero de tal maneraque le sean peculiares, de suerte que a la persona ocolectividad únicamente convengan con exclusión de lasdemás similares...

Y para criticar el proyecto del señor López Canto (aquien el Consejo de Vecinos agradeció sin embargo su inicia-tiva), se oponía a la presencia de las armas de España y Por-tugal en el primer cuartel -por considerar que en todo casorepresentarían a toda la colonia de Guinea, y no solamente ala ciudad de Santa Isabel-, y a la presencia en el segundocuartel de piñas y cocoteros -por considerar que no eran ex-clusivos de la ciudad-; mientras que hacía suya la idea de uti-lizar la representación topográfica de la bahía de Santa Isabelporque es tan típica de esta Capital que no hay en toda labahía [quiere decir golfo] de Biafra otra que se le parezca, y

D E L A H E R Á L D I C A C O L O N I A L :L A S A R m A S D E L A C I u D A D D E S A N TA I S A b E L ,

E N L A G u I N E A E S PA Ñ O L A

por el Dr. Marqués de La Floresta, Cronista de Armas de Castilla y León

DE RE HERLADICA

Vista aérea de la ciudad de Malabo en 2001. En primer plano, la punta Fer-nanda, la bahía y el puerto; al fondo, entre nubes, las faldas del pico Basilé.

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por eso debía incluirse en el nuevo escudo el mapa desde lapunta Fernanda a la punta Cristina, e islotes Enríquez, másun ancla como recuerdo de la digna Marina española que portantos años rigió esta Colonia en nombre de Su Magestad.Esto en cuanto a la parte material del símbolo; para la partede las cualidades morales proponía el P. Albanell proponía laimagen de Santa Isabel, Reina de Hungría, proclamada muypoco antes divina patrona de la ciudad por el Santo Padre,acompañada de sus símbolos propios: la bolsa de laslimosnas, la cruz de su paciencia y el cetro y coronaprincipescos. Finalmente, el P. Albanell incluía un cuartel conla Bandera Nacional y las lises y cifra de la Reina Doña IsabelII, en cuyo reinado se colonizó la isla. Esta propuesta se de-scribe y blasona así:

Escudo medio partido y cortado. Primero, deazur con un cetro y una cruz puestos en aspa,y pendiente del centro una bolsa o escarcela;en punta, una corona de princesa (sic). Segun-do, de gules con una faja de oro, y brochanteun escusón oval de azur con tres lises de oro yla cifra “E II”. Tercero, la representación a modode mapa de la bahía de Santa Isabel, de verdeo sinople, en campo de plata y con ancla deazur. Y como escusón, una franja (sic) verdecon el lema “FIDES” escrito en letras de oro.

También gustó el proyecto del P. Albanellal gobernador general don Ángel Barrera y Luyan-do, si bien éste opinó que deberían incluirse las Ar-mas de España por tratarse de una colonia, a loque el P. Albanell replicó que ninguna provincia es-pañola las tenía en sus armerías. Y en tal estadose remitió todo el expediente e informes a Madridel 18 de abril de 1913.

A los pocos meses de su arribo a Madrid,el ministro de Estado recabó el informe de la RealAcademia de la Historia. La docta Corporacióndesechó los proyectos de López Canto y del P. Albanellporque ni el uno ni el otro entran en absoluto en las buenasreglas de la crítica heráldica, aunque las ideas que los inspi-ran y los recuerdos que quieren perpetuar sean en ambos dig-nas de todo encomio. Y, en su lugar, propuso al Gobierno un

escudo de armas que incluía las repre-sentaciones del pico de Santa Isabel; dela cifra coronada de la Reina Doña Is-abel II y de la Reina Santa Isabel deHungría; y del puerto de la ciudad, másuna bordura componada de Castilla y deLeón, y en el jefe de Borbón-Anjou co-mo homenaje al Rey Carlos III. Un es-cudo de armas muy bien concebido ymuy equilibrado, que se describe y bla-sona así:

Escudo cortado y medio partido.Primero, de plata con el pico de SantaIsabel al natural. Segundo, de azur conla cifra Y coronada, de oro. Tercero, deoro con ancla de sable entre ondas deplata y azur, y en jefe el lema BIAFRAen letras de sable. Bordura componadade Castilla y de León, y en el jefe deBorbón-Anjou. Timbrado de la CoronaReal española, y rodeado por la puntade un listel verde con el lema FIDES enletras de oro.

El boceto del dibujo representativode estas armerías, fue dibujado por el académico y notableheraldista, nobiliarista y genealogista don Juan Moreno deGuerra(2), a quien presumimos autor de todo el proyecto. Pocodespués de la aprobación oficial, se hizo un nuevo dibujo, porcierto de gran calidad, realizado por el acreditado artista donNicanor Manzano de los Ancos(3), quien percibió por su trabajounos honorarios elevados: doscientas cincuenta pesetas.

Finalmente, en vista de dichos informes sobre lastres propuestas presentadas, el Marqués de Lema, ministrode Estado, propuso al Rey en 2 de febrero de 1914 laaprobación del escudo de armas propuesto por la Real Aca-demia de la Historia, que el monarca llevó a efecto mediantereal orden.

A la izquierda, la propuesta heráldica del Sr. López Cantos; a la derecha, la del P. Ra-món Albanell. Ambas fueron rechazadas en 1914.

A la izquierda, la propuesta de D. Juan Moreno de Guerra,aceptada por la Real Academia de la Historia en 1914. A la de-recha, la versión oficial definitiva, dibujada por D. Nicanor Man-zano de los Ancos.

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El escudo municipal de Santa Is-abel permaneció vigente hasta algunosaños después de la independencia de ladesde 1964 denominada Provincia deFernando Poo, ocurrida el 12 de octubrede 1968. En los turbulentos días republi-canos mudó el timbre por la corona mur-al, y se suprimió -no siempre- el escu-dete de Borbón-Anjou en el jefe de labordura; tras el triunfo de Franco, la coro-na volvió a mudarse, para adoptar la realabierta clásica de aquel régimen. Así figu-ra en varios sellos de correos de laépoca, dos en particular: el emitido el Díadel Sello de 1956, y el que formaba partede la conocida serie de los escudos de armas de las Provin-cias españolas, emitida por la Fábrica Nacional de Moneda yTimbre en 1963. También en las insignias -gorra, palas, placa-de la Policía Municipal de la ciudad.

C u a n d oen 1973 se modi-ficó toda la topo-nimia de la isla deFernando Poo pa-ra adaptarla a lalengua bubi, laciudad de SantaIsabel tomó elnombre de Mal-abo, él último reybubi de la isla,muerto en 1937; ysu escudo munici-pal, aunque con-servó, curiosa-mente, la coronareal franquista y ladisposición de sustres cuarteles y desu bordura, sustituyó todos los elementos españoles por otroslocales, y pasó a blasonarse así:

Escudo cortado y medio partido. Primero, la isla vista des-de el mar, con dos barcos y un gran pez cetáceo, todo alnatural. Segundo, representación naturalista de cocoterosy piñas. Tercero, , una lanza-arpón y un bastón de autori-dad, puestos en aspa, y sobre ellos un trofeo de armas in-

dígenas. Bordura componada con diver-sos frutos isleños, al natural.

Creo que no hará falta señalar allector heraldista que esta nueva versiónde las armas de la ciudad, tan colorista ytan naturalista, no es nada afortunada, nitampoco sigue las pautas de pre-sentación propias del sistema heráldico.

N O T A S

1. Casi todo cuanto se expone en estas pági-nas consta en el expediente administrativo quehoy se conserva en el Archivo General de laAdministración, en Alcalá de Henares (Madrid),grupo de fondos de África, fondo (15) 04, cajaG-795.

2. Don Juan Moreno de Guerra y Alonso Cróquer, que a partir de 1917fue Conde de Casa Lasquetty, nació en Puerto Real (Cádiz) el 28 dejulio de 1878. En 1896 ingresó en la toledana Academia de Infantería, ytras su ascenso a teniente fue destinado a Ceuta. Tras muchos años

de servicios se retiró con elempleo de comandante en1913, y aquel mismo año fueelecto académico correspondi-ente de la Real Academia de laHistoria en su villa natal. Pre-cisamente en 1912 había inici-ado sus numerosas publica-ciones con el estudio Reseñagenealógica del apellidoAuñón; al año siguiente publicaRelación de los caballeroscadetes de las Compañías deGuardias Marinas, uno de susprincipales trabajos; y en 1917su celebrada Guía de laGrandeza. Fue fundador yasiduo colaborador de la Re-vista de Historia y GenealogíaEspañola, en sus dos etapas, yde la Guía Nobiliaria de Es-paña en dos tomos (1931-1932). En los años de 1932-

1933, el Diario de Málaga publicó su estudio Los Corregidores deMálaga (1487-1836). Fue asesinado por las milicias comunistas enParacuellos del Jarama (Madrid) el 7 de noviembre de 1936.

3. Nicanor Manzano de los Ancos nació en Nambroca (Toledo) el 10 deenero de 1847, y fue un acreditado calígrafo y profesor de enseñanzaprivada, especialmente dedicado a la producción de certificaciones denobleza y armas. También lo fue su hijo don Juan Manzano López(Madrid, 1875), premiado en varias exposiciones nacionales de BellasArtes. Manuel RICO SINOBAS, Diccionario de calígrafos españoles(Madrid, 1903), pág. 243.

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Sellos de correos con el escudo de Santa Isabel, emitidos en 1956 y 1963, respectivamente.Abajo, placa de la Policía Municipal de la ciudad, con las mismas armerías

Dos imágenes de las actaules y desafortunadas armerías de la ciudadde Malabo, la antigua Santa Isabel

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Cuadernos de Ayala 44 - OCT/2010 [31]

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Cuadernos de AyalaGaceta trimestral de información varia y miscelánea

sobre órdenes y condecoraciones, genealogía y heráldica,nobiliaria, iconografía, ceremonial y protocolo dirigida por el

Dr. D. Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila

CONSEJO DE REDACCIÓNDr. D. Félix Martínez Llorente (U. Valladolid), Dra. Dª Ana BelénSánchez Prieto (U. Complutense), Dr. D. Juan Van Halen (U. Alcalá),D. Manuel Rodríguez de Maribona (Academia Asturiana y ColegioHeráldico), Dr. D. Luis de Cevallos-Escalera (U. Francisco de Vitoria),D. José A. Dávila (Real Academia de Toledo), D. Conrado García dela Pedrosa (Biblioteca Nacional), D. Luis F. Cercós (AcademiaMelitense), y D. Fernando de Artacho (CEH Ortiz de Zúñiga).

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Impreso en Malpe S.A., calle Calidad 34, Polígono Industrial de losOlvos, 28906 Getafe (Madrid)

En este número:

[2] Editorial: ¿Existe la Nobleza en la España

de 2010? El Derecho nobiliario del Antiguo

Régimen y el Derecho nobiliario de la Mo-

narquía Constitucional vigente

[5-7] Novedades, cursos y encuentros culturales

[8-21] Un asunto incómodo: más sobre la falsifica-

ción del Título de Barón de Gavín, y sobre

otrascuestiones e imposturas relacionadas

con ella, por el Dr. D. Alfonso de Ceballos-

Escalera Gila

[22-23] Revista de libros

[24-25] Revista de revistas

[26-27] De gentes honestas

[28-30] De la heráldica colonal: el escudo de la

ciudad de Santa Isabel, en la Guinea espa-

ñola, por el Dr. Marqués de La Floresta

[32] Versos de historia y tiempo: Mofa de la Maes-

tranza de Zaragoza, por un ingenio anónimo

de dicha ciudad

VERSOS DE HISTORIA Y TIEmPO

C O P L I L L A S M A L É V O L A SD E L A C A L L E D O R M E R

El Palacio de Don Lopeestá lleno de impostores,en cabeza su Teniente,

que su abuelo compró blasones

Sus moradores son muy godosy presumen de ejecutorias,mas no todos son nobles,abundando los apodos.

Las hermanas Berto-Culoahora quieren ser maestrantas

pero eso no es posiblepues son ambas... ¡suripantas!

Isleta, Biancaforte,Santo Vincente

y ahora las Berto-Culocon tienda abierta de brocante

¡nada chocante!

¡Qué cosa esun Maestrante aragonés

obligado a la jineta,sin caballo y sin pesetas!

¿Y qué decir de esas señoras?tan fácil es ocultar lo que se ignora

que presumir de altísima raleano teniendo con qué llenar la mollera

Un autor anónimo coetáneo