Cuadernos de Historia 16 033 El Islam Siglos Xi Xiii

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    l Islam siglos

    XI

    XIII

    J Vernet M Arribas J Bosch y L l\1artnez

    HIS 1

    69

    33

    125 ptas

    =~ ~ ~

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    ~

    j~~lj

    Cf/33

    Sulevman luchando contra los cristal/70s

    de la

    Historia de los Emperadores

    siglo XV, Biblioteca Nacional, Paris

    Indice

    El ISLAM SIGLOS XI XIII

    El principio del fin

    la poca selchuqu

    Por Juan Vernet

    4

    6

    De la Real Academia de la Historia

    Saladino y los ayyubes

    Por Mariano Arribas

    Profesorde LenguaArabe

    UniversidadComplutensede Madrid

    10

    las Cruzadas.

    los protagonistas

    de las

    Cruzadas

    los imperios del desierto

    Por Jacinto Bosch Vil

    Catedrtico de Historia del Islam

    Universidad de Granada

    Profesora de Lengua y Literatura Arabes

    Universidad de Barcelona

    6

    las batallas decisivas.

    Literatura. ciencias y artes

    Por Leonor Martnez Martn

    4

    Comentario

    de

    textos.

    Bibliografa.

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    l prin ipiodel fin

    E

    L prolongado perodo que este uaderno

    contempla dentro de la evolucin hist

    rica del Islam prepara ya su disgregacin de

    finitiva como unidad poltica y religiosa a la

    vez. Esto va a suponer ante todo una impor

    tante reduccin del extenso espacio fsico

    que hasta entonces haba dominado. La de

    tencin que la expansin islmica sufre en

    tonces por el Este se ver complementada en

    el mismo sentido negativo por la ruptura pro

    ducida tanto en el Occidente como en el mis

    mo corazn del Imperio.

    La organizacin estatal en decadencia ser

    vir en la mayor parte de los casos como prin

    cipal aportadora de los elementos sobre los

    que va a fundamentarse esta fragmentacin.

    Un caso ya arquetpico de esta realidad es el

    presentado por la instauracin del califato in

    dependiente de Crdoba organizado por los

    supervivientes de la depuesta dinasta Omeya.

    Junto a esto las victorias obtenidas sobre el

    Imperio Bizantino asimismo situado en el pe

    rodo de irreversible postracin no podrn

    impedir que a su vez el poder islmico mani

    fieste decididas trazas de decadencia.

    a

    po

    de las ruzadas

    Dentro de este panorama general la gesta

    cin del fenmeno de las

    Cruzadas

    habr de

    adquirir un doble sentido. Por una parte des

    de el punto de vista islmico supondr la em

    bestida de mayor envergadura lanzada por

    una Cristiandad que ya comienza a sentirse

    suficientemente fuerte para tomar la iniciativa.

    Por otra desde el prisma europeo esta pro

    longada ofensiva constituir en s misma todo

    un episodio que determinar durante ms de

    dos siglos la existencia del continente. Los

    aspectos econmicos sociales y polticos se

    muestran en las ruzadas inseparablemente

    enlazados entre s y unidos a los de ndole re

    ligiosa. Estos ltimos de hecho en ningn mo

    mento constituyeron el factor determinante

    en su ejecucin a pesar de que as se pro

    clamase repetidamente por parte de los ele

    mentos interesados en lIevarlas a efecto.

    Tanto el empuje islmico desde el sur como

    el de los cruzados desde el oeste decidirn al

    mismo tiempo el futuro del anacrnico residuo

    El ISLAM SIGLOS

    XI XIII

    tardorromano que era el Imperio Bizantino. Su

    definitiva cada en la segunda mitad del si

    glo XV abrir las puertas de la Europa sud

    oriental a la presencia musulmana. Esta para

    entonces se encuentra ya centrada sobre el

    territorio de la pennsula de Anatolia siguien

    do el ritmo de permanente traslado que expe

    rimentan los centros del poder islmico a lo

    largo de su historia.

    En el perodo aqu tratado un nuevo fen

    meno de especial inters se une al supuesto

    por las sucesivas sustituciones de dinastas

    en el centro del poder imperial. Es el presen

    tado por la aparicin

    y

    cada de los denomi

    nados

    Imperios del desierto

    sobre una zona

    hasta entonces tan perifrica y carente de pro

    tagonismo como era la del Magreb. Estos

    nuevos poderes surgen puede afirmarse que

    de forma absolutamente lgica como directa

    reaccin lanzada en contra de la situacin rei

    nante definida por la disgregacin y la dege

    neracin ms absoluta.

    Puritanismo religioso y unitarismo confe

    sional y poltico a la vez sern los elementos

    integrantes bsicos del espritu que anima el

    mpetu de los bereberes almorvides y almo

    hades. Nuevos poderes stos que de forma

    efmera decidirn los destinos de la fraccin

    ms occidental del territorio islamizado en la

    que se sita AI Andalus. En el caso concreto

    de la Pennsula Ibrica ser sta una etapa

    que marque una alternancia de victorias y fra

    casos mutuos para los dos poderes que des

    de el siglo VIII se enfrentan sobre su suelo

    por la obtencin de su dominio. Almorvides

    y almohades vendrn aqu a sustituir a los

    dbiles y decadentes pero culturalmente

    ricos reinos de taifas.

    AI Andalus hasta entonces situada en po

    sicin de subordinacin a la fuerza cristiana

    procedente del norte vivir sus postreros das

    de esplendor sustentado en el podero gene

    rado por la accin de estos mperios del de

    sierto.

    uypronto sin embargo la situacin

    recuperar su anterior direccin y los cristia

    nos conseguirn reducir la presencia islmica

    al exclusivo espacio del reino de Granada.

    Este se mantendra en ocasiones de forma

    especialmente precaria hasta los aos fina

    les del siglo XV.

    Con todo y a pesar de este marco de ge

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    r s personajes rabes en una tienda de campaa miniatura de al-Hariri,Biblioteca Nacional, Par/s

    neral decadencia las ciencias y las artes co

    nocern el mantenimiento de un profundo y

    extenso cultivo. Europa proseguir con ello

    nutrindose directamente de esta realidad

    sobre 1a que habr de basar en gran medida

    su propio renacimiento cultural que ya se

    vislumbra con claridad a fines de este pero

    do. Momento que observa fundamentales

    transformaciones en todos los mbitos servi

    r como escenario cronolgico que d paso a

    la Edad Moderna superando con ello las limi

    taciones que los fundamentos medievales ha

    ban impuesto sobre el continente europeo.

    A continuacin los profesores Juan Vernet

    Mariano Arribas y Jacinto Bosch Vil trazan

    un completo panorama de esta etapa dividi

    do en funcin de las sucesivas alternancias

    de poder que se sucedieron a lo largo de la

    misma. Por su parte la profesora Leonor

    Martnez desarrolla un somero pero ilustrador

    estudio sobre los aspectos cientficos y cultu

    rales del momento elemento de conocimiento

    imprescindible para la compr{Jnsin del mis

    mo. Junto a esto la inclusin de apartados

    referidos a la accin de las Cruzadas y a los

    efectos de la presencia de almorvides y al

    mohades sobre la Pennsula complementa el

    contenido de este Cuaderno.

    El ISLAM SIGLOS XI XII I 5

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    a poca selchuqu

    Por uan Vernet

    De la Real Academia de la Historia

    L

    A expansin militar rabe hacia el este puede

    decirse que qued frenada bajo el califato

    del omeya Walid I en los lmites de la India, en

    el Sind, y, en el Asia Central, en Transoxiana,

    Intentos posteriores en direccin a China sucum-

    bieron ante la inmensa mole montaosa que se

    opona a la marcha de sus ejrcitos o a la falta

    de aclimatacin de sus gentes que no estaban

    acostumbradas a combatir a tres y cuatro mil

    metros de altura.

    Despus, las querellas civiles, el afianzamien-

    to del califato abbas y la busca, por ste, de

    apoyos distintos a los de los clanes rabes -pri-

    mero en los persas representados por la familia

    barmek y luego en la guardia pretoriana de es-

    clavos turcos que ya a mediados del siglo IX

    rodeaba al califa- dieron una nueva fisonoma

    al Islam.

    Al tiempo, los vnculos polticos con las provin-

    cias se rompieron y tanto en Occidente omeyas

    en Espaa, idrises en Marruecos, aglabes en

    Tnez cbmo en Asia aparecieron muchos esta-

    dos independientes de hecho. En este ltimo

    continente los tahires Jurasn , los saffares y

    samanes Persia , etctera, ocuparon el poder,

    que la debilidad de los abbases haba abando-

    nado en medio de la calle.

    y an hay ms: familias o dinastas forneas,

    como la de los buyes o buwayhes 932-1055

    impusieron su protectorado al califato ocupando

    Bagdad 945 y obligaron al califa Mustakf a

    cederles el poder temporal a pesar de ser xies.

    y lo ejercieron con todo rigor adoptando para s

    el ttulo de Emir de los emires Amir al-umara .

    os oguzz

    Pero al otro lado de las fronteras del imperio

    y an dentro de las mismas, se agitaban elemen-

    tos paganos o escasamente islamizados -los

    turcos, sobre todcr- que iba a modificar en bre-

    ve tiempo el equilibrio del Prximo y Medio

    Oriente. Por un lado la dinasta de los gaznaves

    962-1186 conquist la India para el Islam; por

    el otro, y en direccin hacia Occidente, los tur-

    cos selchuques reunificaron, por breve tiempo,

    todo el Prximo Oriente.

    Quines eran stos? Un grupo de nueve cla-

    nes oguzz que en el siglo VII haban formado

    una federacin a lo largo de las fronteras chinas

    desplazndose de un lugar a otro en busca de

    pastos para sus rebaos.

    Segn Guillermo de Tiro, eran

    nt s rudas

    sin residencia fija,sin ciudadesni aldeasni esta

    dos; nomadeaban en busca de pastos. Cuando

    queran emprender una accin militar reunan

    6 El ISLAM. SIGLOS XI-XIII

    sus clanes nombraban un jefe con poderes ab

    solutos y emprendan la migracin con todas

    sus pertenencias: caballos rebaos siervos et

    ctera. No cultivaban la tierra ni conocan el arte

    de comprar y vender. Iban de una pradera

    a

    otra.

    Los turcos que haban quedado englobados

    dentro de las fronteras del Islam ya en el si-

    glo tenanun bao de civilizacin.Perolos

    oguzz -algunos de los cuales haban llegado

    como esclavos a Toledo el siglo XI- parecan

    nacidos para hacer la guerra, segn testimonio

    de nuestro coterrneo el cad Ibn Said.

    En cierto modo, alrededor del siglo IX, haban

    sufrido el influjo cultural de los judos del reino

    jazar, de los budistas y de los nestorianos, si es

    que tenemos que juzgar por los nombres pro-

    pios que en aquel entonces utilizaban y que

    han llegado hasta nosotros.

    Las rencillas que dividan a las dinastas mu-

    sulmanas del Turquestn y de Persia facilitaron

    su infiltracin en los dominios del Islam y, ya

    convertidos, y de la mano de su jefe principal

    Arsln Israil ben Selchuq y de sus hijos Chagri-

    beg -que dirigi sus esfuerzos a Oriente, contra

    los gaznaves- y Tugrilbeg, que avanz hacia

    Occidente destruyendo el orden poltico hasta

    entonces reinante.

    Tugrilbeg march sobre Persia, ocup los do-

    minios buwayhes y, deslizndose luego a lo lar-

    go de Georgia y Armenia, arremeti, por Occi-

    dente, contra el imperio Bizantino y por el sur,

    contra el Iraq, cuya capital, Bagdad, ocup

    1055 , desplazando del poder a los xies bu-

    wayhes y restaurando el dominio de la

    sunna

    azuna . Tugrilbeg 1037-1063 se declar humil-

    demente

    vasallo del califa y ste le confiri el

    ttulo de

    sultn.

    Esta rama selchuqu del Iraq, comnmente lla-

    mada de los selchuques mayores, instal su

    capital en Ispahn y dej en Bagdad una admi-

    nistracin peculiar: un gobernador militar

    sihna ,

    el primero de los cuales fue Bursuq m. 1095 , Y

    otro civil

    amid ,

    as como un gran visir, el ms

    importante de los cuales fue Nizam al-Mulk vc-

    tima de los

    asesinos

    en 1092 .

    if

    I

    11

    11

    os feudos

    El sucesor de Tugrilbeg, Alp Arsln 1063-

    1073 atac Georgia, Armenia y Bizancio. Sus

    victorias le proporcionaron grandes praderas don-

    de alimentar los rebaos de su sbditos, y cuan-

    do el emperador Romano IV Digenes, con un

    ejrcito muy superior quiso contenerle, fracas.

    El ejrcito bizantino, formado por tropas

    hete

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    melleros r bes del siglo XIII miniatura de al-Hariri , Biblioteca Nacional, Paris

    rogneas, con equipo pesado

    y

    escasacapaci-

    dad de maniobra, fue deshecho en Manzikert,

    en las inmediaciones del lago Van. El propio

    emperador cay prisionero y tuvo que firmar una

    paz humillante que, a su regreso a Bizancio, le

    cost el trono.

    A partir de este momento Constantinopla per-

    di el dominio de Anatolia. Pero, ms que por la

    derrota sufrida, la prdida se consum por la

    infiltracin de clanes selchuques que reciban

    como feudo iqta las tierras que ocupaban.

    Estos feudos, evidentemente, no se corres-

    ponden, jurdicamente hablando, con los conoci-

    dos en el Occidente de Europa. Asi se crea una

    zona permeable donde los seores-bandidos,

    tanto cristianos como musulmanes, pelean entre

    s, transformando la regin en un lugar inseguro.

    En sus hazaas hay que ver el origen o el de-

    sarrollo de las novelas de caballera de uno u

    otro bando: Dgenis Akritas, Umar al-Numn, el

    sayyid al-Battal...

    Entre estos aventureros hay que incluir a Atsiz

    ben Uvak, quien lleg a huir a territorio bizantino

    siguiendo a Erigsen, marido de una hija de Alp

    Arslan 1070 . Como se negara a servir en el

    ejrcito del emperador, tuvo que huir y ponerse

    al servicio de los fatimes -hecho que le repug-

    naba por ser stos ismaeles y l sunn- y re-

    conquistar por su cuenta Palestina y Siria meri-

    dional. Ambas las guard para s 1078 .

    Se ha apuntado que- este hecho origin las

    cruzadas, pero esta suposicin no parece cierta,

    ya que Atsiz no persigui a los cristianos de

    Jerusaln ni tan siquiera en el momento de la

    ocupacin de la ciudad. Es ms mantuvo bue-

    nas relaciones con ellos y si se enfrent con

    algn estamento de la poblacin fue con la aris-

    tocracia urbana fatim e, incluso, con la sel-

    chuqu.

    Pero el nuevo sultn Malisah 1073-1092 ce-

    di el gobierno de Siria a su hermano Tutus,

    quien asesin a Atsiz. Reanud la guerra regular

    contra Bizancio y en 1086, Bursuq, mandando

    la vanguardia del sultn, ocup Alepo e impuso

    una dura contribucin de guerra a Constan-

    tinopla.

    Entretanto, las fuerzas irregulares gazi obli-

    gaban a evacuar Armenia a los cristianos que

    se retiraron hacia Cilicia y crearon un nuevo es-

    tado: la Pequea Armenia 1080-1375 que, si-

    glos despus, haba de mantener estrecha rela-

    cin con la Corona de Aragn.

    s cruz d s

    El ltimo gran sultn selchuqu, Barkyaruk

    1092-1105 consigui mantener la unidad del

    El ISLAM, SIGLOS XI-XIII 7

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    ignatarios islmicos Iminiatura del manuscritoDe

    materia

    mdica de ioscrides EstambulJ

    imperio, aunque tuvo que ceder parte de sus

    dominios a los cruzados y bizantinos

    A diferencia de sus antepasados, concedi

    feudos iqta a sus vasallos no slo en las fron-

    teras, sino en territorios muy alejados de stas,

    lo cual llev, al cabo de pocos aos, a la parce-

    lacin de sus dominios y a la creacin de un

    mosaico de nuevos estados que no pudo evitar

    la generalizacin de una institucin tpicamente

    turca: la de los atabegs padres o tutores que

    eran personajes designados por el poder central

    para, tericamente, educar y vigilar a los jvenes

    prncipes y vasallos que reciban un feudo.

    Esta nueva organizacin, lejos de frenar la

    fragmentacin del imperio, la aceler y los nue-

    vos sultanatos aparecieron por doquier hasta

    que la invasin mogola mitad del siglo

    XIII

    reu-

    nific de nuevo el Prximo Oriente, que as que-

    d reducido a dos o tres estados.

    De estos nuevos sultanatos, el que ms nos

    interesa es el selchuqu de Rum llamado

    por

    El ISLAM

    SI LOS

    XI-XIII

    los cruzados de Iconium , porque sobre el mis-

    mo se asentar ms tarde y de modo definitivo

    otra rama del pueblo turco: la otomana.

    Las cruzadas redujeron drsticamente los do-

    minios selchuques en Anatolia, cerraron todas

    sus salidas al mar y slo dejaron en sus manos

    los territorios ms estriles y pobres. A pesar de

    ello, los musulmanes pudieron frenar el impulso

    cristiano en la segunda batalla de Dorilea 1147 .

    Un nuevo soberano, Kilich Arsln 1155-

    1192 , consigui estabilizar la situacin y venci

    al bizantino Manuel I Comneno en Muriocfalos

    1176 , aunque tuvo que soportar la conquista

    de Oonya por Barbarroja 1190 , que no tuvo

    mayores consecuencias ante la rpida muerte

    del emperador alemn.

    Poco a poco los sucesores de Kilich Arsln

    -y hasta que los mogoles se lo impidieron-

    rehicieron el patrimonio de sus antepasados, in-

    tentaron transformar a sus tribus en un estado

    aficionando a sus miembros a la literatura persa

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    y protegiendo

    a los msticos, entre los cuales se

    cuenta Ibn Arab de Murcia.

    Desde el punto de vista militar, volvieron a

    abrirse paso hasta el Mediterrneo al ocupar

    Antalya Adalia, 1207 . Poco despus, Kayqa-

    wus I 1211-1221 ocupaba Sinope, en el mar Ne-

    gro, e iniciaba una amplia poltica comercial fir-

    mando tratados con chipriotas, venecianos y

    otros estados mediterrneos. Tambin organiz

    una gran flota que le permita enlazar fcilmente

    con Crimea. Aqu estableci una base, que le

    llev a monopolizar el comercio del sur de Rusia.

    Por otra parte, mantuvo buenas relaciones con

    el ltimo gran califa abbas de Bagdad, al-Nasir,

    adhirindose a la institucin

    caballeresca

    de la

    futuwwa

    que ste intentaba reanimar por aquel

    entonces.

    Sigui esta poltica su hermano Kaykubad

    1221-1237 , quien, dispuesto a ampliar su po-

    der econmico, envi una expedicin martima

    GAZNAVIES

    Extensin mxima de los selchuquies hacia 1094

    f l lJJ JJEstados latinos de Oriente

    .. .

    ~ Expansin de los juwarizmsah

    ~ Invasiones mongolas principios del siglo XIII

    .

    Batallas

    al mando de Chupan Kastamonu contra Crimea.

    En las fronteras de Anatolia supo poner freno a

    la expansin de los juwarizmsah por el este

    Georgia y de los ayyubes por el sur.

    Afortunadamente para l, muri antes de que

    los mogoles iniciaran su penetracin por Anato-

    lia. Su hijo y sucesor, Kayjusraw I1

    1237-1245

    no pudo resistir a los nuevos invasores: su ejr-

    cito fue aplastado por Baych en Kose Dag

    1243 , y con esta derrota termin, de hecho, la

    dinasta selchuqu de Rum.

    Los

    s sinos

    Uno de los acontecimientos ms significativos

    de esta poca fue la aparicin de la secta de

    los s sinos hasasiyyun o del Viejo de la

    Montaa como a veces denominaron a su jefe

    los cruzados.

    El ISL M SIGLOS

    XI-XIII 9

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    Si los selchuques se haban enfrentado con los - fueros y de servir, fielmente, durante aos, al

    fatimes, stos enviaban a sus misioneros o pro- personaje al que deban asesinar.

    pagandistas a los estados de aqullos. Entre Muchos de los mejores servidores de los sel-

    esos misioneros descoll muy pronto Hasan- chuques -entre otros el gran estadista y gran

    i-Sabbah m. 1224 , que, formado en Egipto visir, Nizam al-Mulk- encontraron la muerte a

    1076-1079 , inici su propaganda en favor de manos de aquel en quien ms haban confiado

    los ismaeles nazares en el Irn, donde, en el y en el momento ms inesperado. Otros muchos

    1090, consigui hacerse dueo de la inexpugna- se avinieron, con disimulo, a pagar tributo y a

    ble fortaleza de Alamut gracias a que una buena obedecer las rdenes del Viejo de la Montaa.

    parte de la guarnicin profesaba sus Poltica y militarmente, los seores de Alamut

    ideas. se apoderaron de numerosas fortalezas estrat-

    Dueo de una base segura, inici una serie gicas con las que, si no construyeron un estado

    de atentados contra los Jefesselchuques. A sus territorial homogneo, mantuvieron un rgido con-

    adeptos fidaes o fedayines les ofreca una vi- trol de los puntos claves del Prximo Oriente

    sin del pariso en esta vida administrndoles imponiendo su voluntad unas veces por el terror

    dosis de hachs

    cannabis sativa

    L. . Inconscien- que inspiraban y otras mediante la

    ejecucin

    o

    tes, les introduca en jardines donde podan go- asesinato de sus principales enemigos.

    zar de todas las delicias -hures incluidas- Esta situacin encontr su fin, al igual que los

    durante algn tiempo y despus les devolva a estados selchuques, con la conquista mogola

    la vida mundanal, como el Segismundo de de Bagdad 1258 y de la mayor parte del

    Caldern. Prximo Oriente. En boca de los cruzados, la

    En estas circunstancias y con tal de vivir toda palabra s sino se introdujo en las lenguas de

    la eternidad en ese paraso que haban degusta- Occidente y, as, con este significado popular y

    do, eran capaces de cometer los mayores desa- primitivo, ha llegado hasta nuestro das.

    l dinoy los yyubes

    Por Mariano rribas

    Profesor de Lengua rabe Universidad Complutense de Madrid

    L

    A dinasta de los ayyubes se estableci en

    los ltimos aos del siglo XII y primera mitad

    del XIII en Egipto, en la parte musulmana de

    Siria y Palestina, en gran parte de la Alta Meso-

    potamia y en el Yemen.

    Los ayyubes son llamados as por el nombre

    de Ayyub b. Sadi b. Marvn, padre del famoso

    Salah al-din o Saladino.

    Ayyub perteneca a una tribu kurda que los

    selchuques haban instalado en el gobierno de

    Armenia en el siglo XI. Los turcos eliminaron de

    ese gobierno a los kurdos y Ayyub fue nombra-

    do comandante de Takrit, en ellraq. Luego entr

    al servicio de Zengui, seor de Mosul y de Ale-

    po, siendo nombrado gobernador de Baalbek,

    frente a Damasco.

    A la muerte de Zengui, Sirkuh, hermano de

    Ayyub, se puso al servicio de Nur al-din, hijo de

    Zengui y seor de la Siria septentrional.

    Los francos nombre con que eran conocidos

    los cruzados, constituan una seria amenaza pa-

    ra los musulmanes de Oriente, lo que impuls la

    unificacin de Siria bajo el mando de Nur al-din.

    En tres ocasiones 1164, 1167 Y 1168 Sirkuh

    fue enviado a Egipto para ayudar al califa fatim

    al-did y a su visir Swar contra sus enemigos.

    Acompa a Sirkuh su sobrino Salah al-din Ysuf

    b. Ayyub, que en una de estas ocasiones defen-

    di brillantemente Alejandra de los ataques de

    los francos.

    Ante la traicin del visir Swar a Sirkuh, Saladi-

    no le apres y le hizo ejecutar. Entonces el cali-

    10 El ISLAM.

    SI LOS XI XIII

    fa al-did nombr visir a Sirkuh enero de 1169 .

    Muerto ste dos meses despus, al-did nom-

    br visir a Saladino, dndole el ttulo de

    al-Mlik

    al-Nsir.

    Este fue el comienzo de la brillante carrera de

    Saladino. Nur al-din lo reconoci como coman-

    dante de las tropas sirias.

    A partir de este momento la actuacin de Sa-

    ladino se perfila en tres direcciones: asegurar

    su poder y el de su familia, reducir a los xies y

    combatir contra los cruzados.

    Saladino asumi el gobierno de Egipto con

    gran irritacin de los influyentes mercenarios nu-

    bios y abisinios, a los que se unieron los xies.

    La guardia negra se sublev en El Cairo y Sala-

    dino incendi su cuartel. Ellos se refugiaron en

    Guiz y fueron aniquilados.

    Saladino dej de mencionar al califa fatim en

    la oracin de los viernes en 1172, sustituyndolo

    por el abbas. A poco mora el califa fatim

    al-did.

    Poco despus envi a su hermano Turn Xah

    contra el jefe de secta Abd al-Nab, que se haba

    apoderado del Yemen. Turn Xah logr expul-

    sarlo y enseorearse del pas.

    Nur al-din, seor de Sina, muri en 1174. Sala-

    dino se ocup entonces de estabilizar la desfa-

    vorable situacin de Siria. Para ello hubo de

    luchar con varios emires, a los que venci en

    Qurn Ham.

    El califa le dio la investidura de Egipto, Nubia,

    el Yemen, Palestina y Siria central 1175 . Una

  • 7/26/2019 Cuadernos de Historia 16 033 El Islam Siglos Xi Xiii

    10/30

    Ciudadela de Saladino El Cairo

    ltima tentativa de los zengues

    contra Saladino

    concluy con una paz que reconoca a ste la

    posesin de los pases que haba conquistado

    (1176).

    Saladino siti poco despus en su castillo al

    Viejo de la Montaa, el jeque Sinan de los Asesi-

    nos, que haba enviado a sus sicarios contra l.

    No pudo apoderarse del castillo de Alamut y

    levant el sitio al prometerle Sinanque no volve-

    ra a atacarle.

    onquista de erusaln

    Entonces pudo Saladino regresar a Egipto y

    ocuparse de la lucha contra los francos (ver:

    Las Cruzadas . Su empresa no fue sencilla pese

    a las rivalidades polticas de los reductos cris-

    tianos (*).

    Inicialmente Saladino tuvo enfrente a Baldui-

    no IV, el leproso, que le iA~ t8 Cfuraderrota

    de Ramla. Pero Saladino logr vencerle despus

    de dos encuentros a orillas del Jordn.

    No qued clara la situacin militar y se lleg

    a un tregua. Muerto Balduino IV y rota la tregua,

    Saladino envi un nuevo ejrcito contra Gui de

    Lusignan, cuado de Balduino y rey de Je-

    rusaln.

    El ejrcito cristiano fue desbaratado en la ba-

    talla de Hattin (1187), a orillas del lago Tiberades

    Mezquita de ElCairo construida en la poca de Saladino

    y el mismo

    rey fue hecho prisionero. Jerusaln,

    tras noventa y ocho aos de dominacin infiel,

    volva a manos musulmanas. Y dice izz ad-Din

    Ibn al-Athir 1160-1233 en Kamil at Tawarikh:

    Cuando Jerusaln se rindi al sultn, dict

    ste una orden para que el Mihrab hornacina

    en las mezquitas donde miran los que rezan

    fuera nuevamente descubierto. Los templarios,

    en efecto, haban construido un muro y reducido

    el Mihrab a un almacn de grano utilizndolo

    (*) Dice Ala ud-D;n Ata Malik Juvaini en algunos hechos

    histricos,

    1248-1250:

    Sucedi tambin que mientras exista el reino divino en

    Bagdad y Egipto era grande y fuerte. se encontraban en

    medio los seores ms pequeos que, dependiendo del sultn

    o del rey, de Oriente o de Occidente. luchaban entre si por

    razones nimias. Se aprovecharon de ello el rey de Inglaterra.

    de Francia y de Alemania para precipitarse como aves de

    presa y cometer tropelas. Especialmente los francos dilapida-

    ban vidas y fortunas siendo como son fornicadores. mentirosos

    y, sobre todo, ignorantes.

    De esta forma, en las zonas fronterizas desprovistas de

    tuerzas, durante no pocos aos los francos saquearon. mata-

    ron y abusaron a pi i1cer. Hasta que un rey, Salah al-Din.

    generoso como Hatim y glorioso como Cosroe. t::>mla espa-

    da en su mano y llegado al territorio. les ech a su lugar de

    origen, limpiando aquellas tierras y sacndolas de la noche

    de la ignorancia: cuando comienza a soplar el poderoso ama

    necer de la verdad. los demonios huyen de cualquier religin

    Cuando. ms tarde, regresaron los francos, no ya a un pais

    indefenso y dividido, sino a Egipto, con el fin de iniciar una

    verdadera guerra, inmediatamente fueron expulsados y su rey

    Luis hecho prisionero. Porque cualquier tbano -de esos

    que molestan a los animales- que se atreva a incordiar a un

    hombre, tiene los das contados (N. de la R.)

    El ISLAM, SIGLOS XI-XIII 11

  • 7/26/2019 Cuadernos de Historia 16 033 El Islam Siglos Xi Xiii

    11/30

    .

    1

    ,

    \

    LAS GRAl

    .

    1

    Zona de recl

    O

    Zonas de recl

    -- 1.. Cruzada

    2.. Cruzada

    3.. Cruzada

    *

    Batallas

    Saladino derrota a los cruzados y reconquista Jerusaln 2 de octubre de 1187 miniatura persa siglo XVI

    incluso segn se dice como letrina en evidente

    seal de desprecio.

    Saladino orden retirar el muro que haba co-

    locado delante de forma que el Mihrab volvi

    a

    recuperar su aspecto inicial. Hizo derribar asi-

    mismo los edificios que haban construido delan-

    te y limpiar los patios que le rodeaban de mane-

    ra que el viernes pudiese reunirse la gente en

    oracin ante su amplia explanada.

    Se volvi a colocar el plpito y limpiar el Mih-

    rab

    demoliendo tambin cuanto se haba coloca

    do entre las columnas. El espacio creado se

    revisti con tapices

    se ilumin y se dio lectura

    al Libro Triunf as la verdad y fueron anulados

    los errores El Corn subi nuevamente al trono

    y se destron el Evangelio.

    Tras diversas guerras y treguas con las nue

    vas expediciones cristianas

    Saladino quiso rea

    lizar su gran sueo: unificar en sus manos el

    gobierno de los territorios musulmanes. Conquis

    t as Siria

    1183

    y las principales ciudades de

    Mesopotamia.

    2

    El ISLAM. SIGLOS XI-XIII

    A finales de 1192, concluy Saladino una paz

    con los cruzados. La mayor parte de Palestina

    qued en su poder. Fortific Jerusaln, regres

    a Damasco (finales de 1192) y muri en febrero

    de 1193, a los cincuenta y cinco aos de edad.

    os m melucos

    Con la muerte de Saladino se cierra la primera

    etapa, de constitucin de la dinasta, y se abre

    otra de org 1nizacin, que abarca la poca de

    al-Mlik al-Adil y de al-Mlik al-Kmil, de casi

    medio siglo de duracin. Saladino haba con-

    cedido el gobierno de diversas provincias a sus

    hermanos, a sus hijos y a otros parientes. El

    miembro ms destacado de la familia era al-M-

    lik al-dil, hermano de Saladino, el cual necesit

    varios aos para centralizar el poder en sus ma-

    nos. Entonces se hizo proclamar sultn en El

    Cairo (1200).

    Al morir al-Mlik al-dil, en 1218, se plante

  • 7/26/2019 Cuadernos de Historia 16 033 El Islam Siglos Xi Xiii

    12/30

    RUZ D S

    miento de la Cruzada popular

    miento de la 1.8Cruzada

    de nuevo la misma cuestin, pero la presencia

    de una cruzada en Damieta mantuvo durante

    algn tiempo la solidaridad de la familia en torno

    al hijo mayor, al-Mlikal-Kmil, que gobernaba

    en Egipto.

    AI-Mlik al-Kmillogr expulsar a los cruzados

    de Damieta, pero la situacin interna se agrav,

    lo que le oblig a ofrecer a Federico 11a cesin

    de Jerusaln febrero de 1229).

    A partir de al-Mlik al-Kmil entramos en una

    etapa de desintegracin del poder de los ayyu-

    bes. El poder efectivo fue pasando a manos de

    los generales de las tropas turcas, conocidos

    como mamelucos de

    m mlu

    o malelucos

    = esclavo, que constituan la base del ejrcito).

    A al-Mlik al-Kmil le sucedi su hijo al-Mlik

    al-dil II 1238), a quien su hermano al-Mlik

    al-Slih usurp el trono. En 1249 le sucedi su

    hijo Turn Xah, al-Mlik al-Muzzam, que muri

    asesinado al ao siguiente.

    La viuda de al-Mlik al-Slih, Sagyar al-Durr,

    esclava de una inteligencia y una energa excep-

    cionales, haba logrado conservar el trono a Tu-

    rn Sah, que estaba ausente, y ocultar la muerte

    de su padre hasta que aqul fue encontrado en

    Egipto.

    Sagyar al-Durr fue proclamada sultana, pero

    se vio obligada a renunciar al trono y cederlo al

    jefe de los mamelucos, Aybeg, con quien se

    cas.

    La victoria obtenida por los mamelucos en al-

    Mansura en 1249 vino a reforzar su poder y

    acelerar la cada de los ayyubes.

    Casi al mismo tiempo desaparecan las dinas-

    tas colaterales de Mesopotamia, Siria y el Ye-

    men. La de Hm, a la que perteneca el clebre

    gegrafo e historiador Ab I-Fid, logr mante-

    nerse hasta mediados del siglo XIV.

    Los ayyubes fomentaron la agricultura y la

    industria y favorecieron el florecimiento de las

    artes y las letras. En ocasiones firmaron tratados

    de comercio con Occidente, lo que permiti el

    incremento de la influencia oriental en la econo-

    ma y la cultura de Europa.

    El ISLAM, SIGLOS XI-XIII

  • 7/26/2019 Cuadernos de Historia 16 033 El Islam Siglos Xi Xiii

    13/30

    as ruzadas

    S

    E comprende bajo el nombre de

    cruzadas

    las guerras de los pueblos europeos contra

    los musulmanes en los siglos XI al XIV, con la

    finalidad de liberar el Santo Sepulcro, bajo la

    bandera de la Cruz y la direccin del papado.

    La batalla de Manzikert 1071 haba dado a

    los turcos selchuques la posesin de Anatolia.

    La ocupacin de Damasco 1076 les asegur

    el dominio de Siria y Palestina.

    Miguel VII, emperador de Constantinopla, se

    dirigi en 1073 al Papa Gregorio VII, el cual

    pens entonces en una accin en el Asia Menor

    y exhort a varios prncipes a que acudieran en

    ayuda de los bizantinos. Pero la lucha contra el

    Imperio le apart de este proyecto, que reem-

    prendi Urbano 11veinte aos despus.

    Primera cruzada En el concilio de Piacenza

    1095 , el Papa Urbano II invit a los presentes

    a marchar a Oriente en socorro del imperio bi-

    zantino y renov la invitacin ese mismo ao en

    el concilio de Clermont. su conmovida palabra

    despert el entusiasmo de los presentes, que al

    grito de

    ios lo quiere

    se dispusieron a partir,

    adoptando como distintivo una cruz roja sobre

    el hombro derecho.

    La fecha de la partida qued sealada para

    el 15 de agosto de 1096. Ademar de Monteil,

    obispo del Puy, representara a la Santa Sede

    en la expedicin.

    Una turba de hombres de baja condicin, fran-

    ceses y alemanes, sigui a Pedro

    el ermitao y

    a Gautier Sans avoir y lleg a Constantinopla.

    Desde all intent cruzar el Bsforo y avanzar

    hacia Nicea, pero fue rechazada por los turcos.

    Otras columnas de cruzados formadas en Ale-

    mania no pudieron vencer la resistencia de los

    hngaros.

    La expedicin de los prncipes alemanes, fran-

    ceses e italianos estuvo mejor organizada. Reu-

    nidos los cruzados en Constantinopla, en nme-

    ro no superior a veinte mil, el emperador Alejo I

    Comneno les facilit el paso a Asia.

    Los cruzados conquistaron Nicea (1097) y

    derrotaron a los turcos selchuques en Dorilea.

    Todo el Asia Menor qued en su poder. En 1098

    ocuparon Antioqua y el 15 de julio de 1099,

    Jerusaln ( ).

    La Ciudad Santa fue capital de un reino y su

    primer monarca, Godofredo de Boudilln, tom

    n De la riqueza e importancia de la ciudad da idea su

    biblioteca pblica (contaba con 38.400 libros, mientras que la

    ms rica de Europa, la Vaticana, apenas tena 1.400) o su

    universidad (la Europa cristiana careca de esta institucin).

    dotada de laboratorios. Los cruzados destruyeron la biblioteca

    y los laboratorios. AdefT1s,segn Mateo de Edressa, reunie-

    ron en la mezquita de al-Aqsa a

    65.000

    musulmanes y los

    pasaron a cuchil lo. El historiador Agiles ha escrito: Se podian

    ver por plazas y calles de la ciudad filas de cabezas manos

    y pies Mujeres y nios musulmanes fueron violados y muertos

    y quedaron tirados por las calles (N. de la R)

    14 El ISLAM, SIGLOS XI-XIII

    el ttulo de Defensor del Santo Sepulcro Se

    constituyeron adems el

    principado de Antioqua

    y los condados de Edesa y Trpoli.

    Segunda cruzada La situacin de estos cua-

    tro estados era difcil. En

    1144, Zengui, goberna-

    dor de Mosul, se apoder de Edesa. Se pidi

    ayuda a Europa y el Papa Eugenio III decret la

    cruzada.

    En ella participaron Luis VII de Francia y el

    emperador Comado 111.Este se dirigi (1147)

    por el Danubio al Bsforo y desde all penetr

    en territorio turco. Rechazado, volvi a Nicea,

    se reuni con Luis VII y a ellos se aadi una

    columna de Italia.

    Marcharonlos cruzadosa Atalia,

    pero

    Conra-

    do se detuvo en Efeso y regres a Constantino-

    pla, de donde fue a Acre (1148). Los franceses

    pasaron de Atalia a Chipre y de ah a Antioqua.

    Los dems cruzados llegaron a Siria por tierra.

    Luis VII quera reconquistar Edesa, pero mar-

    ch a Jerusaln. Los cruzados sitiaron Damasco.

    Ante la imposibilidad de conquistarla, Conrado

    111olvi a Constantinopla. Luis VII permaneci

    en Jerusaln hasta 1149 y luego regres a

    Francia.

    Tercera cruzada A finales de 1177, se dirigi

    Saladino a Palestina sufriendo severa derrota al

    sur de Ramla. Al ao siguiente, Saladino envi

    sus tropas contra el rey de Jerusaln. Baldui-

    no IV, al que venci por dos veces junto al ro

    Jordn.

    En 1180 se ajust una tregua entre Baldui-

    no IV y Saladino, pero fue rota por el seor de

    Krak, Renaud de Chatillon, al atacar las carava-

    nas que partan a Egipto.

    Saladino reuni las tropas egipcias y sirias.

    Los francos se situaron en Hattin, donde sufrie-

    ron una completa derrota (1188), que hizo a

    Saladino dueo de Palestina y Jerusaln ( ).

    Al enterarse de ello, el Papa Gregorio VIII pre-

    dic la cruzada en la que participaron Felipe 11.

    Augusto de Francia, Enrique 11de Inglaterra y el

    emperador Federido I Barbarroja. Guillermo 11

    de Sicilia envi a Siria una flota que impidi la

    conquista de Trpoli por Saladino (1188).

    Federico Barbarroja sali de Ratisbona (1189),

    sigui el Danubio y lleg a Constantinopla. En

    1190 ocup Iconium y al poco tiempo muri aho-

    (H) Cuando Saladino reconquist la ciudad hizo 37000 pri-

    sioneros. Abu Shamah ha escrito que el rey musulmn deJ

    libres a los 1000 ms pobres. Despus. a peticin de su

    hermano. liber a todas las mujeres y a otros 10.000 ante una

    nueva peticin del patriarca. Luego. considerando que tanto

    su hermano como el patriarca habian cumplido su obra de

    caridad. quiso hacer la suya y liber al resto. excepto 800

    seores. a los que hizo pagar rescate De forma bien distinta

    se comport Ricardo Corazn de Lean cuando. conquistado

    Acre en esta misma cruzada. pidi 200.000 piezas de oro por

    la libertad de los 2.700 prisioneros Y. segn ha contado Beni-

    to de Peterborough. cuando lleg el rescate. Ricardo mando

    decapitar a todos los prisioneros (N. de la R)

  • 7/26/2019 Cuadernos de Historia 16 033 El Islam Siglos Xi Xiii

    14/30

    Godofredo de Bouillon ante las murallas de Jerusaln defendidas por los turcos IBiblioteca Nacional Par/s}

    gado. SUStropas se dirigieron al campamento

    de Acre.

    Felipe Augusto y Ricardo 1,Corazn de Len

    que haba sucedido a Enrique 11,se reunieron

    en 1190 y marcharon a Mesina, donde inverna-

    ron. Despus, conquistaron Acre 1191 .

    Felipe I1volvi a Francia, pero Ricardo I per-

    maneci en Oriente hasta finales de 1192 y fir-

    m un tratado con Saladino por el que se autori-

    zaba a los cristianos el libre acceso a Jerusaln

    sin armas.

    Cuarta cruzada

    Fue publicada por Inocen-

    cio I1Iy logr la adhesin de varios nobles. Los

    cruzados se reunieron en Venecia en 1202. De

    all fueron a Zara, que reconquistaron para los

    venecianos. En 1203 marcharon al Bsforo y al

    ao siguiente se apoderaron de Constantinopla.

    Quinta cruzada El Papa Inocencio III la pro-

    clam en 1215. Su sucesor, Honorio 111,a conti-

    nu. Concurrieron contingentes de Hungra, Es-

    candinavia y Alemania, que empezaron a llegar

    a Acre en 1217. Los cruzados se dirigieron a

    Egipto y sitiaron Damieta 1218 , que se rindi

    al cabo de ms de un ao.

    En 1221, los cruzados fueron a El Cairo y

    llegaron a al-Mansura. El sultn al-Mlik al-Kmil

    pidi la paz y ofreci la entrega de Jerusaln. El

    legado pontificio rechaz la oferta y se libr vio-

    lenta batalla, que perdieron los cruzados. Estos

    se retiraron a Damieta y despus se firm la

    paz, con la condicin de que abandonaran

    Egipto.

    Sexta cruzada Federico 11,que deba partici-

    par en la quinta cruzada, retras su partida has-

    ta 1228. Desembarc en Acre y entabl negocia-

    ciones con al-Mlik al-Kmil, que dieron como

    resultado la entrega a los cruzados de Jerusa-

    ln, Beln, Nazaret y las vas de acceso al mar.

    Federico 11se comprometi a impedir que los

    prncipes cristianos atacasen Egipto. Luego se

    coron en la baslica del Santo Sepulcro y regre-

    s a Acre 1229 .

    Diez aos ms tarde, algunos prncipes fran-

    ceses convocaron en Lyon a sus gentes para

    EL ISLAM. SIGLOS XI-XIII 15

  • 7/26/2019 Cuadernos de Historia 16 033 El Islam Siglos Xi Xiii

    15/30

    Felipe Augusto de

    Francia durante una de

    sus campaas militares

    miniatura de Fouquet,

    Biblioteca Nacional,

    Par/s

    una nueva cruzada. desembarcaron en Acre y

    sufrieron grave derrota en Gaza. Entonces los

    musulmanes ocuparon Jerusaln.

    En 1240 se hizo un nuevo tratado con el sultn

    al-Mlik al Slik y otro en el mismo ao por

    Ricardo de Cornualles, que ocup Jerusaln. En

    1244, una columna de tropas jwarizmes que

    venan del Turquestn, se apoder de Jerusaln

    y la saque.

    Sptima cruzada La proclam en Lyon en

    1245 el Papa Inocencio 111, tres aos despus

    la emprenda San Luis, rey de Francia. Desem-

    barc en Chipre y cuando le llegaron refuerzos

    en 1249 atac Damieta y la ocup. March lue-

    go a El Cairo y en al-Mansura fue derrotado y

    cay prisionero. Fue liberado a cambio de la

    entrega de Damieta. Los restos del ejrcito fue-

    El ISL M SIGLOS XI-XIII

    ron llevados a Acre, donde San Luis permaneci

    hasta 1254.

    Octava cruzada Es la ltima. El sultn Bay-

    bars de Egipto ocup varias poblaciones de la

    costa de Palestina 1265 . El Papa Clemente IV

    proclam la cruzada y de nuevo se puso al fren-

    te de ella San Luis 1267 .

    La cruzada parti hacia Tnez y desembarc

    en Cartago 1270 . Declarada la peste en el ejr-

    cito, el propio rey fue vctima de ella.

    Privadas de la ayuda europea, las ciudades

    del Oriente Latino fueron cayendo en poder de

    los musulmanes. La ltima sera Acre, que resis-ti hasta 1291.

    Posteriormente se extendi el trmino de Cru-

    zada a todas las guerras contra infieles espe-

    cialmente los otomanos.

    l

  • 7/26/2019 Cuadernos de Historia 16 033 El Islam Siglos Xi Xiii

    16/30

    osprotagonistasdelas ruzadas

    Felipe 11,ugusto 1165-1223

    Rey de Francia en

    1180

    Poltico hbil

    audaz y sin escrpulos consigue extender

    y fortalecer el poder de la Corona. Mantuvo

    frecuentes luchas contra Inglaterra al

    tiempo que instauraba una slida estruc-

    tura administrativa. Abati al poder feudal

    y puso fin a las constantes luchas entabla-

    das entre los nobles. Limit asimismo el

    poder de la Iglesia y favoreci la expansin

    de los mbitos culturales y educativos.

    Federico 1,

    arbarroja

    1122-1190

    Segundo de la dinasta Hohenstafon rey jams alcanzados. Dentro de una general

    y emperador en 1152. Enfrentado al Papa- vocacin germnica consigui que los

    do intervino en Ital[a de forma permanen- prncipes alemanes luchasen por una cau-

    te. Su gobierno personal otorg al Imperio sa comn y tomasen conciencia de su so-

    una unidad y un prestigio hasta entonces lidaridad nacional y de clase.

    Godofredo de Bouilln 1061.1100

    Duque de la Baja Lorena en el ao 1082. saln y es nombrado Defensor del Santo

    Sirve al emperador en contra del poder Sepulcro Sobre el territorio ocupado en

    papal y debido a razones de necesidad Tierra Santa Bouilln organizar la estruc-

    econmica se ve obligado a participar en tura de un nuevo Estado cristiano.

    las ruzadas Conquista la ciudad de Jeru-

    Ricardo 1,

    Corazn de Len

    1157.1199

    Rey de Inglaterra en el ao

    1189

    y du- l procederan a efectuar la necesaria re-

    que de Aquitania Normanda y Anjou. forma y saneamiento de la administracin

    Durante su permanencia en las ruzadas estatal. Sus excepcionales cualidades per-

    debe soportar las intrigas que en su pas sonales y sus dotes militares le converti-

    dirige su hermano Juan Sin Tierra as ran tras su muerte en la figura central del

    como una larga serie de vicisitudes milita- Medievo ingls y en el ms acabado sm-

    res polticas y personales. Con todo en bolo del concepto caballeresco alzndole

    su ausencia los ministros nombrados por hasta niveles legendarios.

    Saladino 1138..1193

    Hombre fuerte y mximo dirigente de

    Egipto a partir del ao 1169. El ms impor-

    tante de los objetivos de su poltica fue el

    de conseguir la unificacin del mundo

    islmico. Junto a esto pretender resta-

    blecer la ortodoxia religiosa sunn as

    como la recuperacin de los territorios

    ocupados por los cristianos. Tras obte-

    ner una larga serie de grandes victorias

    sobre stos reconquist la prctica to-

    talidad de la Tierra Santa. Ms adelan-

    te llegar a un acuerdo con sus adver~

    sarios para el reparto pacfico de aquel te-

    rritorio. Su figura sera especialmente ce-

    lebrada tras su muerte tanto por la litera

    tura e historiografa islmicas como por

    parte de las cristianas.

    San Luis 1214-1270

    Rey de Francia e hijo de la espaola

    Blanca de Navarra. Durante su minora de

    edad su madre consigue reprimir las lu-

    chas entabladas entre los nobles y poner fin

    en el ao

    1229

    al conflicto planteado por

    la hereja albigense. Ya rey en Funciones

    Luis IX llegara a conseguir acuerdos terri

    toriales con los reinos de Aragn e Ingla-

    terra. Al mismo tiempo impuls una am-

    plia reforma de las estructuras internas del

    Estado. Logra adems reforzar el poder

    real establecer una organizacin judicial

    estable y evitar las guerras intestinas de la

    nobleza. Muri vctima de la peste durante

    el sitio de Tnez y con posterioridad fue

    elevado a los altares.

    El ISLAM SIGLOS XI-XIII 17

  • 7/26/2019 Cuadernos de Historia 16 033 El Islam Siglos Xi Xiii

    17/30

    os imperios el esierto

    Por acinto osch Vil

    atedrtico de Historia del Islam Universidad de Granada

    E

    N los siglos XI al XIII se forman, se desarro-

    llan y mueren dos grandes imperios berbe-

    res en el Occidente musulmn Magreb y AI-An-

    dalus : el de los almorvides, primero, y el de

    los almohades, despus. Uno y otro, alentados

    por ideas puritanas y unitarias islmicas, son

    fruto de sendos movimientos integradores de

    fuerzas espirituales y materiales, religiosas y po-

    lticas, en tribus procedentes del Sahara, Mauri-

    tania y el Atlas.

    Estos imperios establecieron firmes gobiernos

    en gran parte del norte de Africa occidental,

    Mediterrneo y Atlntico, y en la Pennsula Ibri-

    ca bajo el Islam. En gran manera, durante algo

    ms de un siglo y medio 1086-1246 contribuye-

    ron a frenar los embates conquistadores de los

    reinos cristianos.

    Estos siglos de grandes desplazamientos de

    tribus en el Oriente -turcos

    y mongoles- y en

    el Occidente islmico -berberes y rabes-,

    vieron germinar el pensamiento teolgico y msti-

    co islmico; tanto la ciencia corno el arte, cobra-

    18 El ISLAM, SIGLOS XI-XIII

    ron gran impulso creador que alcanzara a

    Europa.

    s

    almorvides

    Tres grandes troncos tnicos berberes -Sin-

    hacha, Masmuda, Zanata- llenan sucesivamen-

    te la historia de los siglos XI al X extendindo-

    se al XIV y al XV en el norte de Africa.

    La primera mitad del siglo XI, hasta muy cerca

    de la mitad del XII, fue la hora de los Sinhacha

    saharianos. Las tierras y arenales que constitu-

    yen el territorio mauritano, al oeste del Sahara,

    hasta los ros Senegal y Nger, eran recorridos

    por tribus berberes que cubran parte de su

    rostroconunvelo llamadoI tam de aquel nom-

    bre de vel dos

    La ms poderosa tribu de los Sinhacha fue

    Lamtuna. Por aquellas partes del desierto noma-

    deaban tambin tribus Masufa, Gudala y Lamta,

    entre otras.

    Tanto los Lamtuna como las restantes tribus

    ~

  • 7/26/2019 Cuadernos de Historia 16 033 El Islam Siglos Xi Xiii

    18/30

    Poblacin actual marroqu

    en las proximidades

    de la ciudad de Marrakech

    en lazona del tlas

    haban recibido la semilla doctrinal del Islam

    pero desarrollaban sus creencias y prcticas de

    forma muy rudimentaria y no siempre dentro de

    los moldes estrictamente ortodoxos.

    Entre 1040 Y 1050 se gest el movimiento al

    morvide: Un jefe de los Gudala Yahya b.

    Ibrahim peregrin a La Meca y deseoso de

    instruir a sus contrbulos en la ms pura orto

    doxia doctrinal islmica dentro de la escuela

    jurdica malik pidi consejo a un piadoso alfaqu

    de Qayrawan quien le recomend a un antiguo

    discpulo suyo que resida en un lugar del valle

    del Dra para que fuera con l a reislamizar a

    los hombres del desierto.

    Abd Allah b. Yasn de la tribu de los Chazula

    que as se llamaba el misionero islmico comen

    z su tarea en la tribu Gudala sostenida por la

    autoridad poltica y moral de Yahya b. Ibrahim.

    La resistencia que su rgimen de disciplina

    extremada encontr le oblig a retirarse con un

    grupo de seguidores a una isla prxima a la

    costa donde realiz vida de ribat es decir. de

    oracin y de formacin religiosa y militar para

    Vista parcial de Mulav Idriss

    capital religiosa de Marruecos

    muy cerca de la ciudad

    de Fez

    llevar a cabo la guerra santa contra sus OpO

    nentes.

    Tras un perodo de luchas. Abd Allah b. Yasn

    consigui atraer a su causa a todas las tribus

    Sinhacha del oeste del Sahara. Los Gudala.

    Lamtuna Masufa y Lamta. as como otras tribus.

    movidos todos por una idea religiosa revitallza

    dora y tambin por innegables estmulos mate

    riales el del botn y la posesin de los pastos

    y manadas de camellos de la regin de los

    oasis se lanzaron a la conquista de la zona

    del Dra y del Tafilalt.

    Sichilmasa la capital. era un activo centro co

    mercial lugar de paso y etapa de caravanas.

    Por sus oasis nomadeaban tribus Zanata Magra

    wa dedicadas a la cra y pastoreo de grandes

    manadas de ca.mellos Sus poblaciones vivan

    oprimidas por los emires Banu Wassul.

    Siguiendo hacia tierras del norte y hacia el

    sur en contacto y comercio con los reinos ne

    gros los Sinhacha velados que. al encarnar el

    movimiento almorvide. fueron conocidos por

    al murabitun los hombres del ribat llegaron

    El ISLAM SIGLOS XI XIII

  • 7/26/2019 Cuadernos de Historia 16 033 El Islam Siglos Xi Xiii

    19/30

    a realizar una de las ms grandes epopeyas de

    los pueblos berberes.

    Erigindose en defensores y propulsores de

    Ideas ortodoxas y puritanas en el extremo Occi-

    dente islmico. entraron despus en abierta opo-

    sicin contra la conducta licenciosa de los reyes

    de taifas. As, y en constante lucha y esfuerzo,

    conquistaron la hegemona en el norte de Africa

    y extendieron su dominacin a AI-Andalus.

    Fue aquel el primer movimientode masas n-

    madas norteafricanas producido en direccin

    sur-norte el que configur el futuro reino de

    te hasta llegar a perder muchos de sus primiti-

    vos valores e ideales,

    Conquistado el Atlas, alcanzadas Fez y la ori-

    lla del Estrecho y dominadas de modo

    efectivo

    todas las tierras comprendidas desde el Atlnti-

    co y el Sahara hasta Argel, tras la toma de Tole-

    do, en 1085, por Alfonso VI, el emir almorvid

    Yusuf b. Tasfin fue llamado para socorrer a los

    amenazados reinos de taifas.

    El Islamempezaba a retroceder en la Peninsu-

    la Ibrica y en Sicilia, que haba sido tomada

    por los normandos. La situacin de los reinos

    Marruecos y el que, por primera vez, incorpor

    gran parte de las tierras de la Pennsula a un

    imperio islmico, berber, norteafricano.

    splendor y dec denci

    Yahya b. Umar -el sucesor de Yahya b. Ibra-

    him en la direccin militar de aquellas tribus

    Sinhacha-, Abu Bark y Yusuf b. Tasfin, fueron

    los tres grandes protagonistas de la gran expan-

    sin almorvide, los forjadores de un gran impe-

    rio norteafricano que haba de extenderse a AI-

    Aldalus,que en IbnYasintuvoa su inspirador

    lder religioso.

    Muertoste en lucha contra los herejes Barga-

    wata, en las tierras noratlnticas de Marruecos,

    el movimientoalmorvide se manifest como un

    movimientopoltico de inspiracin religiosa isl-

    mica y de trama jurdica

    malik

    en el que las

    tribus berberes saharianas luchaban, sobre to-

    do, por imponer su supremaca a otras tribus

    berberes.

    Las tierras ms ricas del naciente Marruecos

    -con capital en Marrakech, fundada en 1070-

    hicieron olvidar pronto la dureza del desierto. La

    vida que haban de conocer en AI-Andalus, de

    1086 hasta 1147, haba de cambiarles lentamen-

    20 El ISLAM, SIGLOS XI-XIII

    ~-

    Ciudad fortificada del valle

    del Dra Marruecos

    ,1

    de taifas era precaria; de hecho, todos estaban

    bajo la espada amenazante de AlfonsoVIy eran

    humillados con el gravoso tributo de las

    parias

    Incapaces de unirse para hacer frente al peli-

    gro comn, los reyes de taifas contaban con el

    apoyo de unos pocos beneficiados por su pro-

    teccin y con la hostilidad no slo de una gran

    mayora del pueblo agobiado por los impuestos,

    sino tambin de un buen nmero de alfaques,

    contrarios al abandono de la ortodoxa islmica.

    La ayuda slo poda esperarse de la otra orilla.

    Una vez ms los berberes -primero en la

    horade laconquista

    711 ,despus,en tiempos

    de al-Hakam II 962-976 y de Almanzor 980-

    1002 , salvaban a las tierras de AI-Andalus de

    caer en poder de los reinos cristianos. Ellostam-

    bin acabaron progresivamente con los dividi-

    dos reinos de taifas: cuatro aos despus de la

    victoriosabatallade Zalaca

    1086 ,y

    tras el fra-

    casado sitio de Aledo

    1089 ,

    consiguieron unifi-

    car polticamente AI-Andalus.

    Condenados los reyes de taifas como traido-

    res e impos, en virtud de un dictamen jurdico,

    a partir

    de 1090fuerondepuestosunotras otro.

    Sus reinospasarona ser gobernadospor jefes

    militaresalmorvides:Zaragoza,la capital ms

    avanzadaen territorio peninsular, estuvo bajo

    gobiernoalmorvidede 1110a 1118. Las Balea-

  • 7/26/2019 Cuadernos de Historia 16 033 El Islam Siglos Xi Xiii

    20/30

    .

    vlodo

    LeO.

    .

    LEON

    CASTlLLA

    . Zamor.

    1072):

    ..

    IMPERIO ALMORAVIDE

    Territorios musulmenes

    D Territorios crlstienos

    LImites de le reconquista hacia 1060

    LI mit es d e la r eco nq uis ta a l I ni ci el s ig lO XI I

    ...

    Zonas de resistencia trente a los almor vldes

    O te ns lv as a lm or v i de s

    :tI

    Senorlodel Cid 1094.1102)

    .~

    Ruinasde laantiguamezquitade Hassanen Rabat Marruecos

  • 7/26/2019 Cuadernos de Historia 16 033 El Islam Siglos Xi Xiii

    21/30

    res, desde 1115, y durante un siglo estuvieron

    tambin dominadas por descendientes de los

    hombres del desierto. Levante ofreci ms resis-

    tencia al avance almorvide gracias a la presen-

    cia del Cid.

    El dominio almorvide en AI-Andalus alcanz

    su auge entre 1102, en que tomaron Valencia, y

    el 1118, en que perdieron Zaragoza a manos

    de Alfonso I el Batallador, y fue la victoria de

    Ucls contra Alfonso VI de Castilla 1108 , el

    cenit de su afirmacin poltico-militar.

    La trayectoria almorvide con Yusuf b. Tasfin

    m. 1106 fue una historia netamente marroqu,

    pero tambin de AI-Andalus. Yusuf y, sobre todo,

    su hijo Al 1106-1143 y el hijo de ste, Tasfin

    1143-1145 , se pusieron al servicio de la civili-

    zacin andalus. Frente a los almorvides, gen-

    tes rudas en general, que impusieron su sistema

    administrativo y quisieron para s la mxima con-

    sideracin, se levantaba la fina cultura literaria y

    artstica y la mejor tradicin urbana de los habi-

    tantes de AI-Andalus.

    En la relativa paz y orden que, durante los

    primeros cuarenta aos de presencia almorvi-

    de, reinaron en las tierras de la Pennsula, los

    canales de comunicacin AI-Andalus-Megreb

    permanecieron abiertos y por ellos fluyeron

    corrientes culturales a las ciudades norteafrica-

    nas. Corrientes no slo en el pensamiento, sino

    tambin en las formas arquitectnicas, decorati-

    vas y artsticas, de tal modo que, gracias a los

    almorvides, se import un arte andalus a tierras

    norteafricanas.

    Pero la vida de los imperios es caduca y lo

    mismo en Marruecos que en AI-Andalus apare-

    cieron signos inequvocos de desintegracin. En

    AI-Andalus, el retroceso militar tras la ocupacin

    de Zaragoza, la incursin de Alfonso I de Aragn

    hasta las mismas puertas de Granada 1125-

    1126 Y el malestar producido por un mstico

    suf, que de Almera se extendi a otras pobla-

    ciones, marcaron el comienzo del fin.

    La resistencia a los almorvides en el Algarve,

    con Ibn Oasi de Mrtola; la rebelin de Crdoba,

    con Ibn Hamdin, y otros ncleos rebeldes, entre

    ellos los de Murcia y Levante, sostenidos por

    Zafadola Ibn Hud e Ibn mardanis y el resurgir

    de los particularismos locales, todo contribuy,

    con la aparicin de los almohades en el Magreb

    1121 , al fin de los almorvides 1147 .

    os almohades

    En las montaas del Atlas, Ibn Tumart, el alfa-

    qu del Sus, un hombre de la tribu berber Mas-

    muda, de los Harga, originario del sur marroqu,

    inici un movimiento de profundo contenido teo-

    lgico, puritano tambin, menos simplista que el

    de los almorvides, que haba de tener grandes

    repercusiones polticas y sociales.

    En el orden social se manifest primeramente

    como movimiento de censura de costumbres,

    crtico e intolerante, violento, hasta el punto de

    22 El ISLAM,

    S LOS XI-XIII

    extender y llevar la lucha armada de las monta-

    as al llano. De hecho, y desde el punto de

    vista tnico, aquel movimiento abra una nueva

    fase en la lucha entre tribus berberes por el

    predominio del Magreb y era el episodio ms

    largo -desde 1121 a 47 de la oposicin

    armada entre los pueblos de la montaa y los

    del llano.

    El movimiento almohade supuso tambin el

    perodo culminante de exaltacin de las dinas-

    tas berberes en el Magreb y en AI-Andalus,

    donde se consigui la formacin poltica unitaria

    islmica de mayor extensin territorial y vigor

    poltico y cultural de todo el Occidente me-

    diterrneo.

    Ibn Tumart, el ahdide los almohades fue

    una figura, tal vez excntrica, que elabor una

    teologa dogmtica de carcter racionalista y es-

    piritualista inspirada en las enseanzas recibidas

    en el Oriente islmico, hacia 1110.

    Reformista a ultranza, desde su centro de Tin-

    mel, en las montaas del Atlas, atac duramente

    las costumbres y las prcticas jurdicas de los

    alfaques

    m ikes

    de la poca. A la interpreta-

    cin literal y ntropomrfic

    del Corn realizada

    por aqullos opuso una interpretacin alegrica

    tendente a descubrir el sentido oculto, interno,

    que encierran sus versculos.

    Defensor de la doctrina unitaria del tawhid de

    la unicidad absoluta de Dios, por lo que sus

    seguidores fueron llamados muwahhidun almo-

    hades, Ibn Tumart fue realmente un revolucio-

    nario en materia dogmtica y tambin un fanti-

    co dominado por el odio y la ambicin, intransi-

    gente al mximo, audaz e implacable, que de-

    clar la guerra santa a los almorvides. Con su

    palabra elocuente y superioridad dialctica ante

    aquellos montaeses, arrastr fcilmente a su

    causa a grandes masas.

    as de gloria

    Desde los primeros aos, Ibn Tumart cont

    con una figura recia y valiosa, fiel y combativa,

    que condujo a los almohades de victoria en vic-

    toria: Abd al-Mumin. Tras unos aos de lucha

    en la montaa, en la dcada de 1130 a 1140

    decidieron bajar al llano y amenazar Marrakech.

    Poco a poco se fue desmoronando el imperio

    almorvide en Marruecos y, en abril de 1147,

    habiendo ya ocupado los almohades Fez y la

    mayor parte del pas, tomaron la capital fundada

    por los almorvides.

    Abd al-Mumin y sus sucesores adoptaron ttu-

    los califales, lo que jams se haban atrevido a

    hacer los almorvides. As, una nueva comuni-

    dad religiosa, la almohade, y una gran formacin

    poltica, dirigida por Abd al-Mumin y sus suceso-

    res, se form a partir de entonces en el Occiden-

    te islmico.

    La gran expansin almohade por el norte de

    Africa y por AI-Andalus se realiz con Abd al-

    Mumin 1130-1163 . En su tiempo tuvo lugar la

  • 7/26/2019 Cuadernos de Historia 16 033 El Islam Siglos Xi Xiii

    22/30

    segun

    gran invasin norteafricana de la Penn-

    sula que suplant a los almorvides y extendi

    sus dominios a todo el Magreb Central Argelia

    y a Ifriquiya Tnez , donde llegaron a poner el

    pie, a fines del siglo XII, los Banu Ganiya de las

    Baleares, ltimo eco del desaparecido imperio

    almorvide. La total unificacin poltica del Occi-

    dente islmico la realiz el sucesor de Abd al-

    Mumin, Abu Yaqub Yusuf 1163-1184 .

    Los almohades desembarcaban en Cdiz a

    mediados del siglo XII. Los rebeldes del Algarve

    y un almirante de la escuadra almorvide que

    se pas a los almohades, facilitaron el camino.

    Sevilla fue la capital almohade en la Pennsula,

    embellecida con diversas construcciones como

    la gran mezquita y su minarete, la Giralda, y la

    Torre del Oro. Pero antes de realizar estas cons-

    trucciones, los almohades hubieron de vencer

    grandes dificultades.

    La sumisin total de los musulmanes peninsu-

    lares fue lenta y costosa. Los principales prota-

    gonistas de la resistencia en Levante y en el sur

    fueron Ibn Mardanis e Ibn Hamusk, que domina-

    ban Levante y Murcia y llegaron a ocupar, por

    poco tiempo, Jan y Granada 1162 , obligando

    a los almohades a realizar una autntica con-

    quista militar de las tierras del sur y sudeste

    peninsular. Hasta 1172 no alcanzaron los almo-

    hades la sumisin de los ltimos reductos de

    resistencia.

    El principal papel histrico de esta dinasta

    berber, desde mediados del siglo XII a media-

    dos del XIII, fue sostener el Islam y llevar la

    guerra santa contra los reinos cristianos No slo

    recuperaron plazas perdidas al sur del Tajo y

    obtuvieron la resonante victoria de Alarcos

    1195 contra Alfonso VIII de Castilla, sino que

    mantuvieron una frrea unidad poltico-adminis-

    trativa y religiosa.

    errot y desintegr cin

    Los sntomas de inestabilidad y de desintegra-

    cin no tardaron en aparecer, entrada la segun-

    da dcada del siglo XIII. La estrepitosa derrota

    almohade de Las Navas de Tolosa 1212 vino

    casi a coincidir con el comenzo de la descom-

    posicin interna, en lucha por el califato, y abri

    nuevas conquistas a los cristianos y brotes de

    particularismo.

    Murcia y Valencia se alzaron contra los almo-

    hades; Muhammad b. Hud y Zayyan b. Mardanis

    se disputaban la hegemona en Levante y sudes-

    te peninsular; Abd Allah al-Bayyasi, desde Bae-

    za, extendi sus dominios a Crdoba, Jan y

    Quesada y se declar vasallo de Fernando 111

    de Castilla 1217-1252 ; Abd Allah b. Di-I-Nun

    - se rebel en Mlaga; Ibn Hud, ms tarde, fue

    reconocido en Crdoba, Sevilla y otras ciuda-

    des; Muhammad b. Yusuf b. Nasr se haba le-

    vantado en Arjona y en 1237 entr en Granada.

    Crdoba caa en poder de los castellanos en

    1236 y Sevilla en 1248, mientras Jaime I de

    El esplendor culrural alcanzado por el poder almohade sobre

    AI Andalus queda puesto de manifiesto por la presencia

    de la denominada Giralda hoy campanario de la catedral de Sevilla

    Voriginalmente minarete de la mezquita mayor de la ciudad.

    Se halla actualmente modificado por las adiciones impuestas

    en el periodo renacentista al contrario que su gemelo

    de la mezquita de Hassan en Rabat que conserva su forma

    origi/7al

    Aragn realizaba conquistas en tierras de Levan-

    te y Baleares.

    La desintegracin y el fin de los almohades

    eran irreversibles en AI-Andalus y no menos en

    el norte de Africa. Los benimerines, surgidos

    como resultado de aquella desintegracin, tuvie-

    ron su capital en Fez, mientras los ziyyanes o

    Abd al-Wades la fijaron en Tremecn y los haf-

    ses, unos y otros berberes, construyeron su

    sultanato en Tnez.

    Con los benimerines y los ziyyanes, sobre to-

    do, el Occidente islmico volvi a conocer, por

    ltima vez, el predominio de los berberes Zana-

    ta. Se cumpla la hora de las dinastas berberes

    y de la dominacin norteafricana en al-Andalus.

    Haba durado escasamente, y slo en ciertas

    reas, un siglo y medio.

    l ISLAM. SIGLOS XI-XIII 23

  • 7/26/2019 Cuadernos de Historia 16 033 El Islam Siglos Xi Xiii

    23/30

    s b t ll sdecisiv s

    D

    ESDE la llegada de los almorvides hasta

    que se inici el eclipse de los almohades

    hubo muchos encuentros armados en la Penn-

    sula Ibrica. Tres batallas, sin embargo, pueden

    considerarse decisivas en este perodo: Zalaca

    abre la Pennsula a los almorvides, Alarcos per-

    mite la expansin almohade y Las Navas de

    Tolosa termina con la estrella militar de los

    norteafricanos.

    Zalaca

    El 23 de octubre de 1086 Y en un punto

    prximo a Badajoz, an controvertido, se libr la

    batalla de Zalaca o Sagrajas entre los almorvi-

    des y Alfonso VI, al que ayudaban Sancho Ram-

    rez de Aragn, varios nobles franceses y Alvar

    Fez de Valencia.

    Las huestes de Alvar Fez se situaron en

    vanguardia. El rey mandaba el centro, formado

    por castellanos. Al otro lado figuraban, en prime-

    ra lnea, los taifas de Sevilla, Mlaga, Almera y

    Granada, mandados por Motamid, Yusuf estaba

    en el centro y Abu Beker en retaguardia.

    Chocaron los de Alvar Fez contra los de

    Motamid. Pronto stos se batieron en retirada

    hacia Badajoz, perseguidos por la caballera

    castellana. Mientras, Alfonso VI iba venciendo a

    Yusuf. Pero el tremendo redoble de tambores

    de piel de hipoptamo que acompasaba el

    avance de la reserva de Abu Beker, signific la

    desbandada de los cristianos.

    Herido el propio rey, que se retir a Coria,

    slo 500 cristianos, maltrechos en su mayora,

    salvaron la vida.

    Alarcos

    Llevaban los almohades casi medio siglo en

    el sur de la Pennsula, cuando una algarada

    cristiana contra Sevilla, segn la tradicin, provo-

    c la reaccin musulmana.

    Un

    poderoso ejrcito venido desde Marruecos

    al mando de Almansur Yacub sali el 27 de

    mayo de Sevilla, cruz Despeaperros y se plan-

    t en la Meseta. Alfonso VIII, que levantaba a la

    sazn la ciudad de Alarcos, cerca de la actual

    Ciudad Real, les esperaba.

    Aunque de la ciudad de Alarcos slo estaba

    terminado el castillo, el rey se haba negado a

    retirarse a Toledo, en espera de los refuerzos

    leoneses p r impedir que l medi

    luna entrase

    en suelo castellano

    La batalla fue el mircoles 19 de julio de 1195.

    La caballera pesada de Castilla fue diezmada

    por los arqueros almohades, mientras que la gil

    caballera musulmana hunda los flancos del

    ejrcito cristiano. A medioda, bajo un sol de

    justicia, se consumaba la derrota castellana.

    El rey se. retir a Toledo con una escolta de

    caballera.lDiego Lpez de Haro, seor de Viz-

    24 ELl sLA ~ iSI LOS XI XIII

    caya, se encerraba en el castillo para frenar a

    los almohades. Segn las crnicas musulmanas.

    los cristianos perdieron aquel da 30.000 hom-

    bres y slo 500 los musulmanes. Las cifras son

    exageradas, pero dan Idea de la magnitud de

    la victoria almohade.

    Las Navas de Tolosa

    En la primera dcada del siglo XIII, Castilla.

    recuperada de Alarcos, comienza a invadir terri-

    torio almohade. Sale entonces de Marruecos el

    ejrcito ms grande que jams lleg a la Penn-

    sula con exageracin evidente se cifr en

    600 000

    hombres de a pie y

    90 000

    de a caba-

    llo Su primera demostracin de poder es la

    toma de Salvatierra.

    Alfonso VIII pide ayuda a los reinos cristianos

    y el Papa Inocencia III publica una cruzada en

    defensa de la empresa que el rey prepara. En

    la primavera de 1212 van reunindose en Toledo

    las huestes cristianas.

    Est lo ms granado de la nobleza francesa

    con los obispos de Burdeos, Nantes y Narbona:

    2 000

    nobles con

    10 000

    lanzas y

    50 000

    hom-

    bres de a pie. Tambin las huestes aragonesas

    con su rey Pedro II y

    3 000

    caballeros y toda la

    nobleza catalana-aragonesa con los obispos de

    Tarazana y Barbastro.

    A esto hay que aadir las tropas del rey de

    Castilla, obispos de su circunscripcin y rdenes

    militares. Se ha llegado a hablar de medio milln

    de hombres, 70.000 carros y 60.000 acmilas.

    El 21 de julio comienzan a andar los ejrcitos

    y tres das despus rinden Malagn. pasando a

    cuchillo a la guarnicin los

    ultr mont nos cruza-

    dos franceses, con gran disgusto de Alfon-

    so VIII, que al tomar despus el castillo de Cala-

    trava, impide la matanza renunciando al botn

    en favor de los

    ultramontanos

    Aqu surge la disputa: por la pobreza del botn

    o porque no les gustara esta forma incruenta de

    hacer la guerra, los franceses abandonan la em-

    presa. Defeccin compensada. das despus.

    cuando se incorporan al ejrcito cristiano los

    navarros mandados por Sancho el Fuerte.

    El Miramamoln prncipe o califa. entre los al-

    mohades , AI-Nasir Mohamed Ben Yacub. hiJo

    del sultn. haba elegido cuidadosamente el

    campo de batalla Sali de Sevilla. alcanzo Jan

    y se estableci finalmente en Baza. Orden ocu-

    par los pasos de la sierra y fortific su campa-

    mento en una altura de Las Navas de Tolosa.

    cerca de la actual Carolina.

    Los cristianos deberan forzar el paso por el

    desfiladero que, segn Alfonso VIII. era tan as

    pero

    y difi il que

    1 000

    hombres podian defen

    derlo contra cuantos pueblan la tierra

    Estudiada la situacin por los rEyescri~tianos.

    deciden atacar y forzar el paso. Pero el da 13.

    la caballera del noble cataln Dalmaclo

    de

    t

    \

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    iteratura

    ien i y rt s

    Por Leonor Martnez Martn

    Profesora de Lengua y Literatura rabes Universidad de Barcelona

    E

    N el siglo X el mundo islmico se presenta

    desde el punto de vista cultural como una

    gran unidad con escasas variantes regionales.

    Esta ptina unitaria se mantendra fundamental

    mente gracias a los viajes que las personas

    pudientes y los mercaderes relizaban las ms

    de las veces a La Meca para cumplir con el rito

    de la peregrinacin que el Islam impone a todos

    sus fieles. Y stos aprovechaban sus desplaza

    mientos no slo para cumplir con un rito religio

    so sino tambin para estudiar con los principa

    les sabios de los pases que cruzaban o para

    realizar buenos negocios.

    Ncleosautnomos

    Pero la independencia y entidad polticas ca

    da vez mayores de las provincias y las luchas

    que stas sostenan entre s hicieron progresiva

    mente ms peligrosos esos desplazamientos e

    indirectamente fueron causa de la creacin de

    ncleos autnomos regionales que desvincula

    dos durante largos perodos de tiempo los unos

    de los otros empezaron a diferenciarse.

    Esas diferencias sin embargo pocas veces

    fueron sustanciales ya que el comercio de libros

    y bienes y la migracin de personas de monta

    muchas veces intelectuales y cientficos que

    no se sentan identificados con la ideologa y

    modo de hacer de su seor natural y sufran por

    la escasa atencin que ste les prestaba les

    26 El ISL M SIGLOS XI XIII

    llevaba a instalarse en otros pases islmicos

    donde se encontraban ms a sus anchas. Y

    ms en el caso de Espaa en que la ocupacin

    sistemtica de AI Andalus por los cristianos obli

    gaba a las personas pudientes a buscar refugio

    en el Africa Menor y Egipto principalmente. con

    el fin de no vivir bajo el yugo de sus enemigos.

    Estos cambios de residencia daban a conocer

    en unas regiones los avances y modas de otras

    que eran aceptados o rechazados segn el pe

    culiar talante de sus receptores. Incluso en mo

    mento en que por uno u otro motivo se conse

    gua la reunificacin en una sola mano de varios

    de estos estados las unidades primarias conser

    vaban sus propias caractersticas culturales.

    Buen ejemplo de ello es lo que ocurre durante

    los siglos XI XIII en que los imperios gaznav

    selchuqu fatim almorvidey

    almohade ocupa

    ron amplios espacios geogrficos. pero fueron

    incapaces de unificarlos culturalmente de un

    modo rgido.

    Esta falta de unidad tiene sus precedentes en

    el agotamiento del sistema tradicional de clasifi

    car a los fillogosy literatos rabes por gener

    ciones que tan de moda haba estado hasta el

    siglo IX.

    Es evidente que meter en un cajn de sastre

    a todos los hombres cultos que vivieron despus

    de esa poca bajo la etiqueta de los contempo

    rneos constitua ya de por s un absurdo. De

    aqu que los historiadores dejaran de escribir

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    En esta poca se desarrolla tambin la

    maqa

    ma gnero literario en el que alternan la prosa

    rimada y el verso y cuyos mximos representan-

    tes fueron Hamadan m. 1008) Y Harir

    m. 1122). La temtica del gnero expone las

    hazaas de los pcaros de la poca, frecuente-

    mente asociados en cofradas, como vemos que

    ocurre en El Buscn. Posiblemente, y de modo

    indirecto, influy en el origen de nuestra picares-

    ca. Ha sido uno de los gneros literarios rabes

    en los que se ha apoyado Amrica Castro para

    documentar su Realidad Histrica de Espaa.

    Tambin es en poca selchuqu cuando el

    lapidario de Baylaq al-Oibsaq nos conserva la

    primera mencin del uso de la brjula en el

    Mediterrneo Oriental. Enel Occidental tenemos

    testimonios an ms antiguos siglos IX-X). Y es

    igualmente ahora cuando aparece como ele-

    mento arquitectnico la cpula de doble cas-

    carn.

    gipto

    Egipto, el Egipto fatim, no goz de buena

    prensa entre los historiadores, en su mayora

    sunnes, por estar regido por una dinasta herti-

    ca. Y, sin embargo, este pas y bajo esta dinas-

    ta alcanz altsimo nivel cultural. A inicios del

    siglo XI Ibn al-Haytam m. 1039) escribi un tra-

    tado de Optica que, vertido al latn en Toledo,

    s trol bio r be del siglo XIII hecho en El Cairo

    fue el manual de base para todos los estudios

    referidos a dicha materia, hasta que qued des-

    bancado, seis siglos despus, por los trabajos

    de Huygens y Newton; al mismo tiempo se des-

    arroll una industria floreciente destinada a

    surtir al mundo islmico de objetos artsticos:

    figuras de ajedrez y vasos de cristal de roca,

    objetos de bronce, etctera

    Ismael -secta a la que pertenecan

    3

    fati-

    mes- es tambin la obra -posiblemente escri-

    ta por varios autores- titulada Epistolas de los

    Hermanos de la Pureza que trata de todas las

    ramas del saber y cuyo influjo se hizo notar en

    Espaa de modo muy intenso a partir de media-

    dos del siglo XI. Algunas de sus ideas -va

    Zaragoza- penetraron muy pronto en el cora-

    zn de Europa.

    Adems, varios poetas de la poca fatim o

    de la ayyud dejaron composiciones dignas de

    ser tenidas en cuenta Ibn Sana al-Mulk m.

    1211) une a su condicin de poeta la de historia-

    dor de la literatura y, en este ltimo aspecto, los

    espaoles le debemos un tratado importantsimo

    sobre la moaxaja *) que, en buena parte. ha

    sidotraducidoal castellanoy analizado por Emi-

    lio Garca Gmez; el mstico Umar ben al-Farid

    m. 1235) y al-Busir m. 1297). Este ltimo quiso

    emular y superar la antigua casida el Kaab ben

    Zuhayr en elogio de Mahoma burda en una

    composicin mucho ms larga, pero menos

    inspirada.

    Egipto, tierra de refugio, acogi a muchos emi-

    grados espaoles, como el mdico y astrnomo

    Abu Salt Umayya ben Abd al-Aziz m. 1134) y

    Abu Bakr de Tortosa m 1131), autor de La

    lmpara de los prncipes traducida al espaol

    por Alarcn.

    Y en este mismo Egipto se levantan ahora

    numerosas construcciones religiosas de primer

    orden como la mezquita del Azhar fines si-

    glo X) y la del Aqmar 1125), en las que apare-

    cen ya, como elementos de adorno, los mo-

    crabes **).

    n sp

    En Espaa, la poca de los taifas 1031-1091)

    constituye el siglo de los poetas: Ibn Hemdis,

    Ibn Zaydn. al-Mutamid -rey de Sevilla y funda-

    dor de una academia literaria-, su esposa Ru-

    mayqiyya. etctera.

    Pero la influencia de la poesa clsica disminu-

    ye bruscamente con las invasiones africanas,

    durante las cuales, sin embargo, surge el gran

    poeta popularlbn Guzmn, recientemente edita-

    do y traducido al espaol por Emilio Garca G-

    mezo

    n Moaxaja composicin estrfica. propia de la poesla

    rabe popular. inventa. al parecer. en el siglo X por Muqad-

    dam ibn Muafa de Cabra. N. de la R)

    ) Mocrabe combinacin geomtrica de prismas aco-

    plados cuyo extremo inferior se corta en forma de superficie

    cncava. N. de la R.

    ~

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    ~ ~ ~

    Torre almohade de la mezquita de Hassan Rabat

    opa cermica de Nishapur

    r

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    DESDE L Z HR

    de Ibn Zaydun de Crdoba 1003-1070

    arc a mez

    COMENT RIO

    30 El ISLAM SIGLOS XI XIII

    - . ;}

    ~-

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    Ibn Guzmn transforma con sus zjeles ***

    el dialecto rabe andaluz, y posteriormente a

    los otros dialectos rabes, en un instrumento

    literario de tal vitalidad que ha llegado hasta

    nuestros das y se ha transformado en el til de

    los canzonetistas populares para criticar, con

    sus tonadillas, a sus gobiernos lo que a ms de

    uno le ha supuesto la crcel o el destierro.

    En Espaa tambin descuellan ahora una se-

    rie de pensadores de las ms variadas tenden-

    cias como Ibn Hazm Abenhzam, m. 1064 , es-

    tudiado por Asn en su faceta filosfica y por

    Garca Gmez en la literatura. Su Collar de la

    paloma sobre el amor o los amantes ha sido

    traducido a todas las lenguas cultas. Sus obras

    de carcter teolgico, integristas, son an hoy

    objeto de reflexin y estudio por parte de los

    musulmanes.

    Algo despus aparecen Avempace de Zara-

    goza m. 1138 , Ibn Tufayl m. 1184 y Averroes

    m. 1198 , todos ellos profundos conocedores

    de Aristteles. En el campo literario destaca la

    familia de los Banu Said, de Alcal la Real, auto-

    res de una antologa de los poetas arabigo-an-

    daluces, el Mugrib Uno de sus miembros, el

    conocido como Ibn Said al-Magrib m. 1284 ,

    hizo un resumen de aqulla que ha sido traduci-

    do por Garca Gmez con el nombre de Libro

    de las Banderas de los Campeones

    Enesos aos vive tambin el judo islamizado,

    Ibrahim ben Sahl, autor de versos de buena fac-

    tura, que muri ahogado al cruzar el estrecho

    de Gibraltar 1248 para que, como dice uno de

    sus bigrafos, la perla volviese al mar

    Pero entre todos estos personajes destaca el

    mstico murciano Ibn Arab 1164-1240 , gran

    UO ZJel estrofa derivada de la moaxaJa.Su forma mtri-

    ca ms comn es un estribillo asonantado que canta el coro

    y una mudanza que canta el solista. N de la R.

    viajero por todo el mundo islmico; ejerci noto-

    ria influencia en el sultn selchuqu de Conia, y

    las miles de pginas que dej escritas influyeron

    e influyen an hoy- en el pensamiento de

    turcos, persas y musulmanes de la India. Asn

    crey encontrar en una de sus poesas la fuente

    de inspiracin del autor del soneto al Cristo

    Crucificado:

    Son para

    m del cielo las delicias

    Igual que los suplicios de tu infierno

    El amor que

    m

    tienes no

    s

    amengua

    Con

    castigo ni

    o

    aumenta

    premio

    Todo aquello que T de m prefieras

    Eso slo amar tan slo eso

    Porque

    amor que T seor

    m

    tienes

    Lejos de marchitarse con

    tiempo

    Es cual la creacin con que

    m

    animas

    Acto de amor eternamente

    nuevo

    Si la arquitectura, sobre todo en la poca al-

    mohade, alcanza un auge extraordinario -cons-

    trucciones de la Giralda de Sevilla y la torre de

    Hasn, en Rabat-, la ciencia no le va a la zaga

    y es ahora cuando viven el gran gegrafo Idris

    m. 1155 , el alquimista Geber, del que carece-

    mos de datos biogrficos, y el astrnomo de

    idntico nombre que sigue la tradicin de Ibn

    Muad y Azarquiel; como mdicos descuellan du-

    rante cinco generaciones los miembros de la

    familia de los Avenzoar, como farmaclogo, Ibn

    al-Baytar m. 1248

    Los cristianos, conscientes de la superioridad

    intelectual de sus coterrneos musulmanes, se

    volcaron a traducir las obras cientficas de stos

    incluyendo entre ellas el corpus aristotlico, que

    as fue conocido en Europa un siglo antes que

    pudieran hacerse del mismo traducciones direc-

    tas del griego.

    Este perodo es, en definitiva, el ltimo gran

    momento de esplendor del Islam andaluz.