Cuadernos de literatura de tradición oral mucho contar · 2012-06-26 · SUCEDIDOS Y CUENTOS DE...

mucho

Níjar (Almería)

contarqueCuadernos de literatura de tradición oral

Nº 6

Níjar tiene MUCHO QUE CONTAR

Níjar tiene MUCHO QUE CONTAR LITERATURA DE TRADICIÓN ORAL RECOGIDA EN NÍJAR (ALMERÍA, ESPAÑA) © Juan Ignacio Pérez y Ana María Martínez © De esta edición, Asociación LitOral (www.weblitoral.com) Trabajo de campo realizado en 2005 con el patrocinio del Centro Andaluz de las Letras (Consejería de Cultura, Junta de Andalucía) Se permite la reproducción de los textos siempre que se indique la procedencia de los mismos Edición digital Andalucía, 2005

Colección MUCHO QUE CONTAR Cuadernos de literatura de tradición oral

Nº 6


Trabajo de campo, transcripción y clasificación realizados por Juan Ignacio Pérez y Ana María Martínez

Asociación LitOral 2005

ÍNDICE Presentación ............................................................................................ 9

Textos narrativos Cuentos de encantamiento ............................................................... 11 Leyendas ................................................................................................ 12 Cuentos anecdóticos y sucedidos .................................................... 13 Cuentos breves...................................................................................... 17 Romances e historias de cordel ......................................................... 18

Juegos y canciones Nanas y primeros juegos ...................................................................... 46 Juegos infantiles .................................................................................... 49 Canciones festivas ................................................................................ 57 Acertijos y adivinanzas ......................................................................... 70 Trabalenguas ......................................................................................... 74

Dichos y hechos Vocabulario coloquial ......................................................................... 77 Refranes y expresiones ......................................................................... 77 Historias de vida .................................................................................... 80 Oraciones ............................................................................................... 86 Supersticiones y creencias................................................................... 87 Trovos y poesías improvisadas ............................................................ 87 Informantes ........................................................................................... 95 Este es un libro inacabado.................................................................. 96


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Presentación

Suele decirse, no sin cierta dosis de nostalgia, que la

literatura de tradición oral se pierde inexorablemente por el empuje de nuevas formas de comunicación y por los cambios operados en los estilos de vida.

Cierto es que los más jóvenes no suelen tener acceso espontáneo a las mismas manifestaciones culturales que transmitían de viva voz sus antepasados, pero también es importante resaltar, por un lado, que las personas de más edad (y no sólo las ancianas) aún pertenecen a esa generación que escuchó cuentos, canciones, poemas y otras expresiones anónimas de boca de sus mayores; y, por otra parte, que en la actualidad siguen transmitiéndose historias anónimas entre los jóvenes que resultan igual de interesantes que las tradicionales.

No tiene sentido, pues, lamentarse ante una posible situación sin retorno. Antes bien, se impone la necesidad de intervenir para devolver el sentido a la tradición oral como manifestación cultural de primer orden.

LitOral, asociación especializada en la búsqueda, catalogación y difusión de este patrimonio inmaterial colectivo, trabaja por esta revalorización de personas, textos, formas y costumbres, una tarea que cada día sentimos más necesaria como respuesta a distintas problemáticas:

• La necesidad de comunicación entre generaciones y entre iguales.

• La importancia de conocer las raíces colectivas (familiares, geográficas, sincrónicas) para reconocerse como miembros de un grupo.

• La convivencia entre culturas de diversas procedencias.

JUAN IGNACIO PÉREZ Y ANA MARÍA MARTÍNEZ

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• La importancia de los aspectos socio-afectivos en una sociedad que tiende a la individualización y a la automatización.

Entre los trabajos que nos planteamos periódicamente en nuestra asociación se encuentran las campañas de recuperación y puesta en valor de la literatura popular en barrios o localidades concretos y en comarcas administrativas o naturales.

Estas campañas, bajo la denominación MUCHO QUE CONTAR, plantean una sistemática recogida de textos orales de tradición popular cuyo objetivo principal es elaborar un catálogo de textos de tradición oral de la zona para evaluar su transcendencia artística, social e histórica, así como tomar el pulso a los intereses locales en relación a dicho patrimonio.


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Textos narrativos

CUENTOS DE ENCANTAMIENTO

El pirolán (La flor del lililá) INFORMANTE: María Bordalás

Hace muchos, muchos años, había un rey que tenía tres hijos. El pobre rey estaba tuerto, vaya usted a saber cuál fue el motivo de su infortunio. El caso es que le dijeron que había una hierba que se llamaba pirolán que le haría recuperar la vista. El rey, ansioso de curar su mal, envió a sus tres hijos a buscar la hierba, prometiéndoles que el que la encontrara recibiría un premio. Cada uno cogió un camino diferente y al cabo de un tiempo regresaron los tres, pero solamente el más pequeño había encontrado la hierba milagrosa. Uno de los hermanos, enfadado por no recibir él el premio, cogió a su hermano pequeño, lo mató y lo enterró. En el lugar donde había sido enterrado brotó un cañal (cañaveral). Un pastorcillo que pasó por allí cogió una caña y se hizo una flauta e iba por el pueblo tocándola. Pero su sonido era muy peculiar, pues la melodía decía esto:

No me toques, pastorcito,

ni me dejes de tocar, que me ha matado mi hermano

por culpa del pirolán. Todos, extrañados, quisieron tocar la flauta, y cuando la cogió el rey, cantó:

No me toques, padrecito, ni me dejes de tocar,

que me ha matado mi hermano por culpa del pirolán.


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Y cuando la cogió el hijo del rey cantó:

No me toques, hermanito, ni me dejes de tocar,

que tú fuiste quien me mató por culpa del pirolán.

Y aquí se acabó el cuento con pan y pimiento y rábanos tuertos, y el que quiera más que vaya a mi huerto.

LEYENDAS

El aljibe encantado INFORMANTE: Cándida Rodríguez Redondo

Cuando yo era pequeña, mi abuelo paterno, José el tendero, me contaba una historia sobre un aljibe encantado, creo que era el aljibe del Mermejo. Me contó que, según la leyenda, en ese aljibe había una bella princesa encantada desde hacía muchos años. Lo que no recuerdo es el porqué se había producido tal encantamiento. El hombre que quisiera desencantarla (varios ya lo habían intentado) tenía que abrir y comerse encima del aljibe una granada sin que se le cayera al suelo un solo grano, cosa muy difícil. El que lo consiguiera rompería el hechizo, desencantando a la bella dama, y se casaría con ella.

El vivo enterrado INFORMANTE: Mercedes Martínez Rueda

Esto pasó en Tabernas, aunque yo no los conocí a ellos, que se llamaban los Villasanta. En la iglesia tenían ellos sitio para enterrarse.


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Se murió un hijo de los Villasanta y lo enterraron vivo, por lo que le salió a la criada y le dijo: -Diles a mis padres que me han enterrado vivo. Que me digan una misa, pero que sepan que me enterraron vivo. Se lo dice la criada y la quieren meter en la cárcel por levantar una calumnia tan grande, pero le vuelve a salir y le dice: -Diles a mis padres que no te toquen ni te metan en la cárcel ni en ningún sitio. Que abran la tumba, destapen la lápida, levanten la tumba y verán que estoy boca abajo y me he comido los nudillos de hambre y de desesperación. Esto pasó en Tabernas y lo contaban mis abuelos.

SUCEDIDOS Y CUENTOS DE COSTUMBRES

El hijo difunto INFORMANTE: María Ramón Fernández

Era un matrimonio viejecito que tenía un hijo y el hijo se murió y se quedaron los pobres viejecitos. Y antes de que se muriera habían matado un marrano para su hijo, pero el hijo no lo disfrutó. Y había un vecino de estos caraduras que dice: “Esta matanza me la como yo”. Total, que se sube al tejado y por la chimenea se pone: -¡Madre! Ahí va una taleguita amarrada a una guita, échame lo que sea, que ya sabes que me he muerto y no he llegado a probar nada. Y la madre, encantada de la vida, loca perdida, le llenó la talega, tiró de la guita y se la dio. A los tres o cuatro días, otra vez: -¡Madre! Aquí estoy otra vez. Écheme un poquito de otra cosa. Y así hasta que remató la matanza. Pero el último día, dice la madre, la pobrecita: -Válgame Dios, hijo mío, no me queda más pena que no verte. No te he visto la carita, asoma la carita.


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Y dice el otro: “Madre mía, ahora sí que me la he buscado”. ¿Qué hizo? Se bajó los pantalones, puso el culo en la chimenea, la vieja mira que te mira y dice: -Ay, hijo mío, qué feíta es la muerte, vaya narices tan largas y ojos tan saltones.

Los dos amigos INFORMANTE: María Gázquez García

Eran dos amigos que siempre iban juntos a todos sitios y una noche que fueron le dice el uno al otro: -Mira, esta noche vete tú y no me esperes. Pero el otro no tuvo valor de pasar más delante de un árbol donde había una cruz. -Aquí me subo yo y espero al otro. Y al amigo, cuando ya terminó, más tarde, le pasó igual que a él, le entró mucho miedo y se paró en el árbol, no quiso seguir adelante. Y dice: -En el nombre del Padre, Dios perdone a este difunto. Y salta el otro de arriba: -Pues espérate, que nos iremos juntos. Y corriendo salieron cada uno para un sitio, la panzada de correr que se pegaron.

La viuda mandona INFORMANTE: Serafina Pérez Expósito y Mª Dolores Alonso Pérez Era un hombre soltero y se casó con una mujer que se había quedado viuda dos veces a la que le decían Micaela la viuda. Los amigos le decían que si se casaba con ella lo iba a matar, igual que a los dos maridos anteriores, pero él pensó que ella tenía mucho dinero y que se tenía que casar. Cuando se casó, los amigos se reían de él y le decían que iba a durar dos días. Y una mañana se levanta y le dice él a la mujer: -Micaela, mira, que yo no sé lo que tú tienes, ni las casas ni las tierras ni las pertenencias que tienes.


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-Bueno, pues nos vamos a ir esta mañana con la burra y te voy a enseñar todo lo que tengo. Se montaron en la burra y ella le explicaba: -Hasta aquí llegan mis tierras y hasta allí también... y tengo esto y tengo lo otro. Le enseñó todo lo que tenía. -Y ahora vamos a ir a un cortijo que tengo más allá. Y en el camino había un campo sembrado de trigo por donde la burra no podía pasar. Y él: -¿Y cómo dejo la burra aquí, que se va a comer todo el trigo? Y amarra la burra al borde del campo y le dice al animal: -Mira lo que te digo: como yo llegue y te hayas comido un rodal de trigo, te juro que te pego una paliza que te mato. Y la mujer se queda así y le dice: -Pero, chiquillo, cómo le dices eso a la burra, que la burra se va a comer el trigo. -Pues ya se lo he advertido. Como yo venga y se haya comido un rodal de trigo, la cojo y la mato. Se fueron a ver lo que les quedaba por ver y cuando volvieron, claro, la burra se había comido todo el rodal que había podido abarcar. Y él cogió una estaca y a palos la mató. Llegaron a su casa andando y siguieron su vida normal. Y llegó Navidad. Y los amigos: -¿Qué, este años vamos a pedir el aguinaldo? -Sí, venga, vamos a pedir el aguinaldo. Vamos a ir a mi casa. -No, chiquillo, que no, que tu mujer no... -¡Que vamos a ir a mi casa! -Que no, ¿cómo vamos a ir a tu casa si tu mujer es muy rarilla? Mira que hemos ido otros años y no nos ha dado nada. -¡Que vamos a ir a mi casa, hombre! -Pues bueno, vamos a tu casa. Llegan a la casa, tocan a la puerta y no abre nadie. Y dice el marido: -Se ve que se ha acostado y no se ha enterado. Mira, vamos a cantarle algo para que abra la puerta. Y canta:

“Soy cantaor de guitarra


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y también toco la bandurria, acuérdate, Micaela,

de lo que le pasó a la burra”. Y bajó Micaela las escaleras y abrió la puerta: -¡Hombre, que estabais aquí! No os había escuchado. Venga, pasad, pasad. -Si sólo venimos a pedir el aguinaldo, un trocito de queso. -No, no, no, un jamón entero. Esto lo contaba mi abuelo que le había pasado a uno de un pueblo de por allí.

El canario de los gitanos INFORMANTE: Mª Eulalia Montoya Lázaro

Esta historia me dijeron que había pasado en un cortijo de la comarca. Resulta que vivían en una cortijada dos familias, una familia de gitanos que se dedicaban a ir a los mercadillos a vender y una parejita joven de recién casados. Los gitanos tenían un canario ¡que cantaba el canario! y estaban enamorado de su canario. Por las mañanas, cuando se iban al mercado, lo primero que hacían era sacar al canario al solecito y el canario cantaba como los dioses, como los ángeles. Y la pareja de jovencillos que vivía al lado tenían un perro y también ellos estaban enamorados de su perro. Una mañana se van los gitanos as vender al mercado y al rato aparece en la casa el perro con el canario en la boca todo lleno de barro. Los jóvenes se pusieron nerviosos perdidos. -Ya verás tú ahora los gitanos, como estaban ellos con su canario, que el canario era lo primero de la casa. -¿Y qué hacemos ahora, se lo decimos? -¿Cómo se lo vamos a decir? No se lo podeos decir. -Pues debemos decírselo. Estuvieron discutiendo a ver si se lo debían decir y entre los dos quedaron en que no se lo iban a decir porque les daba miedo


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de sus vecinos. Así que cogieron el canario, lo lavaron, lo limpiaron, lo dejaron perfecto, saltaron la valla y lo colocaron dentro de la jaula. Y se fueron. Por la tarde, a la hora que tenían que venir los gitanos del mercado, los dos temblando en la casa, callados, horrorizados. Y de pronto llegan los gitanos y empiezan a oírse unos gritos: -¡¡Ay, el canario!! ¡¡Ay, el canario!! ¡Un griterío! Y estos dos en la casa, asustados, nerviosos perdidos. Total, que en ese momento deciden: -Miran, vamos a ir a decirles lo del canario porque fíjate el duelo que tienen, los llantos, los gritos, y esto va a ser horroroso. Se armaron de valor, llegan a casa de los gitanos y... -Mirad... -¡Ay, nuestro canario! ¡Ay, el canario, el canario! -Nosotros... venimos... por lo del canario... porque resulta... que el canario... Y dicen los gitanos: -Calla, calla, no nos hables del canario, que esta mañana, antes de irnos, se había muerto el canario y lo dejamos enterrado y... ¡Míralo, míralo, ha resucitado, ha resucitado!

CUENTECILLOS BREVES

El pollo pera INFORMANTE: María Gázquez García

El otro día un pollo pera

en el sillón se sentó, le sacaron un bichito

bailando el charleston. El barbero, muy irritado estas palabras decía:

“Como salga otro bichito cierro yo la peluquería”.


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ROMANCES E HISTORIAS DE CORDEL

Bodas de sangre INFORMANTE: Cándida Rodríguez Redondo

PRIMERA PARTE Sagrada Virgen del Mar, madre de los afligidos, dame tu gracia divina, de corazón te lo pido,

para poder relatar el crimen más vengativo

que ha visto la humanidad.

En la provincia (de) Almería, por toda España nombrado,

hay un pueblo de importancia el cual Níjar es llamado.

En el cortijo del Fraile vive Francisco Cañadas,

querido de todo el campo por ser una familia honrada.

Este sigue su labor en ese cortijo hermoso,

por no tener más que hijas siempre tiene muchos mozos.

La hija mayor que tenía,

que era buena mujer, con un mozo se casó que se llamaba José. Ya que su hija se casó

con un hombre honrado y bueno, en un cortijo lo pone

que se llama “El Jabonero”. José sembró ese cortijo

y se hizo un buen labrador, por ser hijo pequeño


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a un hermano recogió. Casimiro, así se llamaba

el hermano de José, lo han criado como a un hijo

lo mismo él que su mujer.

Casimiro ya creció y un día empezaron a hablar

“Tú te has de poner en estado con Francisca, mi cuñá. Mi cuñada es fea y coja, su padre la tiene dotada,

tú te vas a casar que el dinero no se vaya.”

Su hermano tomó el consejo

y al Fraile se encaminó y siendo todos conformes

la boda se preparó. Estando todo completo, dos borregos se mataron para dar buena comida

a todos los invitados. A las once de la noche,

dispone Francisco Cañadas que se acuesten todos un rato,

que hay que irse de madrugada.

Ya todos dormían bien a las dos de la mañana.

Llegó José y su mujer: “¡Padre, abra usted la puerta!”

El padre se levantó y ha conocido en su yerno

que algo malo le pasó. Se levanta el personal

preguntando qué ha pasado y al novio le van a contar


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que su novia se ha marchado.

Al ver el drama tan feo cada cual se preparó,

cada uno con sus mulos, todos en busca del ladrón.

Todos comentando el hecho, José Montes se marchó y a una legua del cortijo

con un muerto se encontró. Se para y al reconocerlo

con su hermano se encontró. Oye una voz de mujer

que estas palabras habló: “Primo, dame cuatro tiros,

por mí a tu hermano han matado”. “Anda y que te mate Dios,

dime quién lo ha asesinado”. La novia le contestó:

“Ha sido un enmascarado”. Se marchó para el cortijo

a contar lo que ha pasado.

El mismo hermano del muerto a Níjar se encaminó

a dar cuenta al señor juez de todo lo que pasó. En el sitio del suceso, al llegar la autoridad,

ven a Paco Montes muerto y a Francisca medio ahogá.

Cogen a Francisca presa, a su hermana, a su cuñado,

a su novio Casimiro y al padre que la ha engendrado.

En la otra segunda parte daremos cuenta y razón


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de la declaración del novio y de lo que la novia habló.

SEGUNDA PARTE

A Casimiro Pérez, el novio, le toman declaración:

“No sé nada, señor juez, no fui yo quien lo maté.

Yo lo juro, señor juez, si lo hubiera visto yo,

a él le hubiera dado un tiro y a ella le hubiera dado dos”.

Manda el juez que entre la novia

y esta se presentó dando algunas cojetadas

a prestar declaración. Le pregunta el señor juez:

“¿Quién ha matado a tu primo? ¿Cómo te fuiste con él

siendo tu novio Casimiro? “A mi primo Paco Montes,

señor juez, siempre he querido, de él estaba enamorada

y no quería a Casimiro. Si di palabra a mi padre

de unirme con ese hombre, es que Paco no me quería

no sólo a mí ni a mi nombre. Lo convidamos a la boda,

hablé un poco con mi primo, le dije ‘hazme feliz’,

me dijo ‘vente conmigo’, le dije llena de gozo

‘en la calle espérame’. Salí, me monté en su mulo

y apretamos a correr, divisamos unos bultos,


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era mi cuñado José. ‘Paco, mi cuñado y mi hermana,

defiéndete, por favor’. Metió mano a su revólver

y José se lo quitó, José le pegó tres tiros,

mi hermana a mí me agarró y cuando me dejó por muerta

se retiraron los dos. Es cuanto puedo decirle, esta es la pura verdad”.

Entonces el juez ordena que le den la libertad.

Manda el juez que entre José y José se presentó,

de lo que le preguntaron al principio se negó.

Ya no tuvo más remedio que decir “yo lo maté

después de una gran lucha que tuve que hacer con él. Yo no llevaba herramientas,

su revólver le quité, como la vida es amable

tres tiros le disparé. Mi mujer cogió a su hermana

porque este era su deber, la cogió por la garganta

como era de temer”.

Al otro día, muy de mañana, los llevan de conducción

y la mujer de José en la iglesia se metió.

Se hinca Carmen de rodillas al pie del altar mayor

y a la Virgen del Carmen


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esta súplica le echó: “Sagrada Virgen del Carmen,

a tus pies yo me humillo, dadme valor, madre mía,

¿qué hago yo con mi chiquillo? Mi hijo de quince meses, sin tener calor de nadie,

a Sorbas nos llevan presos lo mismo a mí que a su padre. Sagrada Virgen del Carmen,

dime lo que pasará, estando yo en Sorbas presa, ¿quién le dará de mamar? Jesús, redentor del mundo,

yo me quisiera morir, Señor, quitadme la vida

que más no puedo sufrir”.

La sacaron de la iglesia, la llevan de conducción y en la cárcel de Sorbas con su marido ingresó.

COMENTARIO: Según nos informaron en San Isidro, Níjar, este romance fue compuesto por Dionisio Segura en julio de 1928.

Don Bueso o La cristiana cautiva INFORMANTE: Cándida Rodríguez Redondo [y Jacoba

Barrionuevo]

Quítate de ahí, mora bella, quítate de ahí, mora linda, pa que beba mi caballo de esa agua cristalina.

[Apártate, mora blanca, apártate, mora linda, deja beber mi caballo


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de esta agua cristalina]

-No soy mora, caballero, que soy serrana [cristiana] cautiva,

me cautivaron los moros día de Pascua florida.

[estando cogiendo flores en el huerto de mi tía]

-Si te vinieras conmigo

en mi caballito irías. [¿Y la ropa que yo lavo

a dónde la dejaría? La de hilo y la de Holanda

aquí en mi caballo iría y la que menos sirviera

río abajo se iría]

-¿Y mi honra, caballero, que no la tengo perdida? -Te juro por esta espada que aquí la llevo ceñida de no darte la palabra

[de no hablarte ni tocarte] hasta los montes de Oliva.

Ya llegaron a los montes,

suspiraba la cautiva. -¿Qué suspiras, mora bella, qué suspiras, mora linda?

-Suspiro porque mi padre

a cazar aquí venía y mi hermano don Alejo [Juan Alejo]

en su compaña venía.

-Válgame la cruz de mayo y la de Santa Lucía,


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[Exclamó válgame el Cielo, Virgen sagrada María] que pensé traer mujer

y traigo a una hermana mía.

-Ábreme la puerta, madre, ventanas y celosías,

que aquí te traigo la prenda que lloras de noche y día. [Ábrama la puerta, madre,

ventanas y vidrierías, que aquí le traigo yo a usted

por la que tanto sufría. ¿El día que te cogieron, qué comiste, hija mía? Las lágrimas de mis ojos de alimento me servían]

COMENTARIO: Después de cada cuatro versos se incluye “Ay,

de la mar salada”

Boda no deseada INFORMANTE: Mª Carmen Góngora Mezcua

En un pueblo de Palencia

un matrimonio vivía, eran rico y hacendosos,

sólo una hija tenían. La hija tenía amores

llamados Pedro Parreño y la joven lo quería

porque era un chico muy bueno. A los padres de María

nunca jamás les hizo gracia porque la querían casar con un sobrino de casa.

El veinticinco de abril


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ya preparan la boda y otro día de mañana

ya estaba la gente toda. Ya estaba la gente toda

y ella vestida de gala, cuando vio a su primo entrar

cayó al suelo mareada. Cayó al suelo mareada pero pronto volvió en sí, advirtiéndole a la gente: “Voy un ratito al jardín”.

Viendo que María no sube, todos bajan a buscarla y en la orillita del pozo

se la encontraron ahogada. Llaman a la justicia

para subirla a la casa y del pecho le sacaron

una lastimosa carta: “Dios me perdone mis culpas, de mi padre y demás gente,

que a casarse sin amores he preferido la muerte”.

Teresa Torres y Juan Ramírez INFORMANTE: Mª Carmen Góngora Mezcua

Según dicen los diarios,

señores, les voy a contar que estando recién casada

Teresa Torres con Juan, a otro día de mañana al trabajo se fue Juan

y en la esquina de la plaza, cuando lo quisieron convidar,

confundido dijo Juan: “¿Es que e vais a matar?”


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Y echó mano a su cuchillo y al otro le dio una pinchá.

La plaza quedó regada de sangre de su paisano y él se marchó a Cuba a la guerra voluntario. A un niño que dejaba

que de edad no tenía un mes, lo abrazaba y lo besaba:

“¿Cuándo te volveré a ver?” Dio la casualidad

que el hijo fue soldado, soldado para La Habana y a la guerra voluntario.

De pura sed que llevaban, se tuvieron que parar

y en lo hondo de un barranco hay un lindo manantial.

Cuatro negros lo guardaban por el mando de un general,

ninguno de los soldados y uno se atrevió a ir.

“Yo voy a ir a por agua a la clemencia de Dios”. Los negros que allí había

matarlo querían y el general decía:

“Esperad y preguntadle”. “Diga usted de dónde viene

y de qué país” “Mi madre, Teresa Torres,

joven viuda quedó mi padre, Juan Ramírez, no lo he conocido yo”.

“Hijo de mi vida, hijo de mi corazón,

echa los brazos a mí, que Juan Ramírez soy yo.


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Quedaros con Dios, soldados y toda la compañía,

que me voy para mi tierra que es provincia de Almería”.

Sofía y Juan INFORMANTE: Mª Carmen Góngora Mezcua

Estando Sofía un día

donde bordaba y cosía vio a su amante venir

con toda su compañía. -¿Qué haces, Sofía mía, qué haces, amiga mía?

-Que me han dicho que te casas con una amiguita mía.

-Si te han dicho que me caso no te han dicho una mentira,

que el domingo me amonesto y a convidarte venía.

Estando en estas palabras muerta cayó Sofía

y allí vio Juan lo que Sofía lo quería.

En Larache INFORMANTE: María Gázquez García

El otro día en Larache un fracaso me pasó

con una chica muy guapa que de mí se enamoró.

La llevé a paseo un ratito a pasear

y en el paseo me decía: “No me olvides, militar”.


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Estándome paseando me encontré en un grande apuro,

me salieron tres moritos, me quitaron la morita, me querían dar café, y al verme tan apurao

de mi machete tiré y si no se dan talones

me los meriendo a los tres.

Si se enterara mi novio que estoy lavando en el río,

me echaría los brazos al cuello y me diría recomío:

“Tú te vendrás conmigo y aquí no lavarás más,

que en Almería reniegan del Peñón de Gibraltar. Del Peñón de Gibraltar,

la Giralda de Sevilla y en la estación nos esperan

padres, parientes y hermanos, una niña muy bonita

que confunde con su hermano y le está dando unos besos que lo está poniendo malo.

El amigo moribundo INFORMANTE: Mercedes Martínez Rueda

Una tarde de abril, primavera, regresé de un lujoso hospital,

de ir a ver a un amigo querido que moría tísico fatal.

Al entrar en la sala, mis ojos se fijaron en él con dolor, se fijaron en él que tosía


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y moría tísico de amor. Me ha cogido la mano y me ha dicho:

“Buen amigo, me voy a morir, buen amigo, la tumba me espera,

ay, qué lastima, tan joven morir. Tú bien sabes que yo la he querido,

tú bien sabes que me abandonó y le puse mis amores de niño

y a alejarse mi amor traicionó. Las camelias del tiempo van secas

los rosales por un mismo igual y aunque sea una vez al año

a mi tumba me vengas a rezar, y aunque sea una vez al año

a mi tumba me vengas a rezar. Tú bien sabes que yo la he querido,

tú bien sabes que me abandonó y aunque sea una vez al año

a mi tumba me pongas un flor.”

El padre reencontrado INFORMANTE: Jacoba Barrionuevo Sánchez

Los cinco soldados nuestros

con su bandera y su batallón, los cinco eran infelices,

los insurrectos, ay qué dolor. El cabecilla le dice así:

-Hincados de rodillas vais a morir.

Entre soldados se oye una voz, es de mi madre, ay qué dolor:

-Espera, que no te irás, que voy a daros la libertad.

Dime soldado, de dónde eres tú.

-Soy de la tierra de mi andaluz.


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-Pues tu nombre y el de tu madre

y el de tu padre quiero saber.

-Mi madre, Antonia Sánchez, y el de mi padre yo no lo sé.

No tengo padre, puedo decir, dejó a mi madre y también a mí

siendo yo chico y de corta edad, por eso ignoro dónde estará.

-Levanta, hijo, levanta,

que estás hablando con tu papá.

Y como un cohete se levantó y en media hora no lo dejó. -Y tú, hijo mío del corazón,

vendrás conmigo a mi nación.

-No me olvides, padre mío, que yo he sufrido y no quiero ir, tengo a mi madre en España,

no tiene a nadie, na más que a mí. Y si ganamos aquel país,

muere mi madre sin verme a mí, si lo perdemos, mucho peor, muere mi madre sin verla yo.

-Tienes razón, hijo mío,

lo que tú hablas es la verdad, toma estos cincuenta pesos y se los mandas a tu mamá.

-Ay, qué contenta se va a poner

cuando le escriba y le haga saber que en la marisma está mi papá y que le manda esta cantidad.


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Al despedirse lloran los dos, se dan el alma y el corazón, su hijo marcha a su nación,

su padre queda en su escuadrón

El casado arrepentido INFORMANTE: Jacoba Barrionuevo Sánchez

El que toca el clarinete

se ha arrepentido de haberse casado. El pobre, por su desgracia,

paliza de suegra también ha llevado. Como la mujer trabaja,

él hace la cama y avía de comer, luego arregla a los muchachos, cuece la leche y cuela el café.

Luego se va al lavadero, a contar todas las tardes:

“Mira cómo yo me veo por ti, que eres mala sangre”.

Aquel que quisiera lograr mi cariño

tendrá que ser bueno y fiel como un niño.

Pasará, pasará, pero nunca llegará.

Pasará, pasará, pero nunca volverá.

Horrorosos crímenes en la provincia de Vitoria INFORMANTE: Jacoba Barrionuevo Sánchez

De Vitoria es la provincia,

La Guardia el pueblo le llaman, existe una hermosa venta,

le llaman La Castellana.


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Los dueños de dicha venta de situación apurada

quieren figurar que tienen y esa es la más desgraciada.

Felipe González López y Ana María se llaman,

sus hijos, Consuelo y Juan, única familia en casa.

Una tarde de verano

por dicha venta pasaba un joven tratante de mulas preguntando por posada.

-Sí, señor, puede pasar, tiene usted franca mi casa,

a su servicio estaremos en lo que le haga falta.

-Muchas gracias, contestó. La mula metió en la cuadra

y dirigiéndose al ama por comida preguntaba. -Tenemos conejo y pollo, perdices escabechadas un jamón muy delicioso,

tenemos muy buena magra. -Sírvame un arroz con pollo

y un buen plato de ensalada, después me sirve un café

con unas pocas de pastas.

Sale un instante a la calle y al oscurecer volvió.

-Ya está la cena servida, señor, pase al comedor. Tomó asiento en una silla

y enamorado quedó cuando se fijó en Consuelo, que estaba en el comedor.


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-Buenas noches, bella joven. -Muy buenas, le contestó. -Es usted la más hermosa

que en el mundo he visto yo. La joven bajó la vista,

ruborizada quedó y sin contestar palabra para la cocina entró.

-¿Qué te ha dicho ese tratante?, su madre le preguntó.

-Me ha dicho que soy muy guapa, cosas de la juventud. -No te fíes, hija mía,

su madre le aconsejó, yo le serviré la mesa,

márchate a tu habitación.

La chica, con mucha pena, en su habitación entró, llorando la pobrecica en un diván se sentó.

-Mis padres me dan consejos de que yo quiera a don Juan,

señor de muchos millones, mas no lo conseguirán;

a mis padres les ha ofrecido una grande cantidad

y ellos están muy conformes con hacerme desgraciá.

Don Juan Molina González, con sesenta años de edad, va a enamorar a Consuelo

con su grande capital, pero esta joven hermosa

de talle suelto y juncal antes la muerte prefiere

que a don Juan enamorar.


35

La madre llama a Consuelo: -Niña, vamos a cenar,

tu padre ya está en la mesa, pronto llegará don Juan. Consuelo, con cara dura

en el comedor entró y fijándose en su padre estas palabras habló:

-Siempre he sido buena hija, cariñosa y obediente,

antes de amar a don Juan mejor prefiero la muerte; yo no quiero las riquezas,

las desprecio y las detesto, yo quiero un amor de verdad,

el dinero lo desprecio. -Si no cumples mis consejos, te marcharás de esta casa,

tú eres una hija infiel, desobediente y tirada.

¿No ves la situación en que se encuentra nuestra casa

y el pueblo se alegrará cuando sepa nuestra falta?

¿Tú no te acuerdas, Consuelo, cuando sombrero gastabas,

que en la mejor situación frecuentaban nuestras faltas? Y ahora que llega el momento

de que todo se arreglara, todo por tierra lo echas,

te alegras de nuestras faltas. -¿Y aquel capital inmenso

que en derroches se gastaban? Si hubiese sido mirado

no se verían nuestras faltas. Y ahora, conforme entra usted,

para tapar nuestras faltas,


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mirar a ese viejo borde haciéndome desgraciada.

Otra vez se lo repito, estoy firme en mi palabra,

que antes de entregarme a él me marcharé de esta casa.

La señora Ana María

la comida le sirvió al joven tratante en mulas, que estaba en el comedor.

-¿Es de usted esa hermosa joven?, el tratante preguntó.

-Sí, señor, es nuestra hija, y comprometida está

para unirse a un caballero al cual le llaman don Juan, señor de muchos millones,

de la mejor sociedad, el del talento más grande

que usted pueda imaginar.

Al otro día de mañana: -Buenos días, doña Consuelo.

-Buenos días, le contestó. -No puedo pasar más tiempo

sin declararte mi amor; es tanto lo que yo sufro desde que te conocí

que no descanso un momento, siempre estoy pensando en ti;

esta mañana sentí que tu madre te llamaba, tu nombre en mi corazón

produce una inmensa llaga. (...)

-Don Juan, estamos perdidos, Consuelo se va a escapar,


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con el tratante de mulas que el sábado volverá.

-Aunque me entere de todo te agradezco, Ana María, por atrevido, al tratante ha de costarle la vida;

cuando el sábado regrese y en su habitación se encuentre, su hijo Juan se ha de encargar

de darle lo que merece; con que, Ana María,

ten ojo con lo que digo, que con un solo descuido todos seremos perdidos.

El sábado por la tarde

el tratante regresó y antes de entrar en la venta

en Consuelo se fijó. La infeliz le hacía señas y un escrito le entregó y en el mismo le decía

que tuviera precaución. Entró en el tratante

y en su habitación se acostó y debajo de la almohada

una pistola colocó. Sentada en su habitación, Consuelo llorando estaba,

don Juan, con mucho descaro, en su habitación entró.

-¿Con qué permiso se atreve a entrar en mi habitación?

Lugar está dando usted que pase una precaución;

sin ser amante de usted, antes consiento morir, so viejo infame traidor,


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salga usted pronto de aquí. -Si esta noche has de ser mía.

Consuelo cogió un puñal

y el corazón le partía y se fue para la calle

y al tratante lo llamaba; viendo que no contestaba,

en su habitación entró y en una charca de sangre

al tratante lo encontró y abrazándole en sus brazos

estas palabras le habló: -Yo te amo con pasión,

en mi casa te han matado, en un entierro los dos

iremos acompañados.

Felipe y Ana María, los dos locos se quedaron y el hermano de Consuelo

se tiró por el balcón y a consecuencia del golpe

a los dos días murió.

San Antonio salva a una joven INFORMANTE: Jacoba Barrionuevo Sánchez

En una ciudad habitaba

una viuda mal y sin piedad, que una hija que tenía

su hermosura trató de manchar por interés de cien duros

que un infame traidor le ofrecía, esa madre insensata quería

que su hija manchara su honor. -Hija del alma,


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de ti enamorado está un caballero muy rico

que cien duros por tu honor me da, con que otorga, hija del alma, hazme caso y entrégate a él,

que nos da mucho dinero y eso nadie lo podrá saber.

Y la hija le contesta con sagrado valor:

-Antes pierdo mil veces la vida, antes que nadie estropee mi honor.

La madre cerró la puerta,

sólo quedaron las dos, el caballero contesta:

-Yo no mancharé tu honor. Decidme a qué santo

tiene él devoción. -San Antonio bendito

es mi confesor. (...)

Al caer al huerto San Antonio la ampara y dice: -Levanta, mujer,

que ya estás en salvación, que yo soy (...)

Antonio, el que te libró. Se hincó de rodillas

y le pidió perdón y ese fue el milagro

que San Antonio obró.

Mas la madre que vio que no salía el caballero

abrió la puerta del aposento y halla en el bufete abierta una carta; ella se suspende


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y un bicho la arrastra. Y le dice: “Desdichada,

no tienes perdón de Dios, tu hija ya está salvada, ahora te degüello yo”. Se le enrolló al cuerpo

y la quebrantó y ese fue el milagro

que San Antonio obró.

La casada pretendida INFORMANTE: Antonio Martín Rodríguez

Una mañana temprano

me fui a misa con mi madre, me encontré una señorita

que era más bella que un ángel. Como la vi tan bonita,

sus pasos le seguí y al entrar en su jardín

le dije que si me amaba. Ella me contesta pronto: -Caballero, soy casada, y a mi marido querido

no debo faltarle en nada.

Desesperado me fui, en un arroyo me arrodillé y a un pájaro que allí vi

de esta manera le hablé: -Pájaro que tanto cantas,

¿qué remedio me has de dar para esta mujer que amo

y no la puedo lograr? El pájaro me contesta:

-Quiérela tú con firmeza, que antes de final del mes


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has de lograr lo que intentas.

Antes de final del mes ya logró o que quería,

prenda que tanto adoraba y para él se resistía.

-Soy Clara, Clara me llamo, siendo Clara me enturbié,

por eso no diga nadie de esta agua no he de beber, de esta agua no he de beber y de esta agua no he de decir

porque atormenta la sed y la pudiera pedir.

El pastor y la tuerta (fragmento) INFORMANTE: SIN DATOS

Aunque tu padre me diera

la mula y el buey cojo, yo no me caso contigo

porque eres tuerta de un ojo.

Aunque tu padre me diera la mula y el carretón,

yo no me caso contigo por tu mala condición.

La virgen y el ciego INFORMANTE: Mª Carmen Góngora Mezcua

La Virgen caminadita camina para Belén.

Como el camino es tan largo al niño le ha dado sed. -Calla, niño, y no llores,


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que las aguas vienen turbias y no se pueden beber.

Un poquito más adelante

hay un huerto naranjal y el guardián que las guarda

es un hombre que no ve. -Ciego, dame una naranja

para el niño entretener. -Pase usted, señora, y coja

las que sean menester.

La Virgen, por ser humilde, no cogió nada más que tres.

Una cogió para el niño, otra para ella y otra para San José

A la salida del huerto

el ciego empezó a ver. -¿Quien ha sido esa señora

que me ha hecho tanto bien? -Soy la Virgen María

que camino para Belén.

COMENTARIO: Cada dos versos se canta “Olé, olé y Holanda y olé, y Holanda ya se ve”

Un joven muerto a conscuencia de un disparo de escopeta APORTADO POR: Cándida Rodríguez (Níjar, Almería)

Texto procedente de un pliego suelto de la imprenta La Unión (1970)

Pongan atención, señores,

si me quieren escuchar, voy a relatar un caso

que en Berja se vino a dar. Y también a las señoras,


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si es que lo quieren saber, pongan toda su atención

a lo que dice el papel. En este bonito pueblo

de la provincia de Almería sus humildes habitantes viven vida de alegría.

A la patrona de Gádor, que es también de esta villa,

le pido me dé valor para explicar estas líneas.

Conocen este suceso

y es sabido en toda España por la prensa y rumores

que con acierto propagan. Era en el mes de enero

del año cincuenta y nueve, con tiempo de mal

este crimen cometieron. Fue autor un guarda jurado

y según nos lo refieren fue cometido con ira

y saña de criminal. Al término municipal

está en la finca del Clo, a la que fue José Robles

y su amigo Antonio Parrón. Era este guarda jurado

encargado en propiedad de unos señores muy ricos

del cortijo y nada más. Como ya digo, señores, los referidos muchachos entraron en aquel lugar cuando venían de paso.

El guarda, excesivo cumplidor de la orden de sus amos,


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va con su escopeta al hombro, vigilando los sembrados. Ellos no se daban cuenta cuando la leña cogían

que este los estaba viendo y la atención les llamaba. Como no le hicieron caso

al llamarles la atención y con la carga de leña se vinieron para abajo. A orillas de la carretera cargaban la bicicleta

de unos manojos de leña para templarse en la cueva. El guarda adelantó el paso y, enfrentándose con ellos,

les dice: “Dejar la leña”, mas ninguno respondió.

Y si tuvieron palabras o motivos para reñir,

el más pequeño de ellos lloraba con frenesí.

A este pequeño le dio un fuerte golpe en el brazo

y al momento del cañón se disparó un gran balazo.

Y la traicionera bala le perforó el corazón

y al lado de su amiguito este joven se murió.

Ya ven ustedes, señores, la desgracia del muchacho, mas el que le acompañaba helado quedó cual mármol.

La justicia se enteró de aquel caso sucedido

llegando al lugar del crimen, viendo al muchacho tendido. Una manifestación de duelo


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y pruebas de hondo pesar con lamentos que corrían

por toda la vecindad. Pero este pobre muchacho, aunque tenía poca edad,

se dejó solo a su padre por toda la eternidad. Dieciséis años contaba

la vçictima de aquel día, en el cerro de San Roque

este muchacho vivía. No era tanta la cantidad

que de leña llevaba para cometer el crimen

este hombre sin entrañas. No había derecho a esto ni a la muerte del zagal,

estando la justicia para poder castigar. A la cárcel lo llevaron

tomándole declaración y el Juzgado es el que entiende

del crimen que cometió. Aquí terminó, señores,

como quedan enterados, de José Martínez Frías,

que es este guarda jurado.


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Juegos y canciones

NANAS Y PRIMEROS JUEGOS

A la ea INFORMANTE: Cándida Rodríguez Redondo

A la ea mi niño,

mi niño ea, que su madre una nana

le canturrea.

Duérmete, mi tesoro, rayo de luna,

que el amor de tu madre será tu cuna

y sus brazos columpios donde acunarte

y su pecho caliente quiere abrigarte.

A la ea mi niño,

mi niño ea, si mi niño se duerme

bendito sea.

En tus ojos azules se esconde el cielo,

en tu mar de inocencia perderme quiero.

Ser burbuja de espuma mi niño puede

y llegar donde el sueño despierto llegue.


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A la ea mi niño, mi niño ea,

ya se duerme mi niño, bendito sea.

Cuando la noche llega

su velo extiende y su sueño y el mío juntos se duermen.

A la ea mi niño,

mi niño ea, mi niño se ha dormido

bendito sea.

Si mi niño se durmiera INFORMANTE: Cándida Rodríguez Redondo

Si mi niño se durmiera

yo lo acostaría en su cuna con los piececitos al sol

y la carita a la luna.

A la nana, nanita INFORMANTE: Antonio Martín Rodríguez

A la nana, nanita,

duerme mi niño con su sabanita blanca

y mi cariño. Alrededor de la cuna

su padre vela hasta que este niño vaya a la escuela.


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Mi niño se va a dormir INFORMANTE: Mª Carmen Góngora Mezcua

Mi niño se va a dormir

y no tiene cuna, mientras mi niño se duerme su padre le va a hacer una.

Mi niño se va a dormir lo acostaré en su cuna, con los piecitos pa el sol

y la carita a la luna.

Juego de los veinte dedos INFORMANTE: Mª del Rosario Galdeano Guerrero

Aceituna,

media luna, pan caliente,

diecinueve y veinte.

Juego de los mil dedos INFORMANTE: Serafina Pérez Expósito

Candil, mandil,

dieciocho, diecinueve

y mil.

Cuando vayas a la carnicería INFORMANTE: Mª del Rosario Galdeano Guerrero

Cuando vayas a la carnicería, dile que no te corten por aquí,

ni por aquí,


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ni por aquí, que te corten ¡por aquí!

Este puso un huevo INFORMANTE: Mª del Rosario Galdeano Guerrero

Este puso un huevo,

este la sal, este la sartén,

este lo frió y este gordito se lo comió.

Misito gatito INFORMANTE: Cándida Rodríguez Redondo

Misito gatito,

te comiste las sopitas, no me dejaste ni una chispita. Zape, zape...

JUEGOS INFANTILES

Juego para botar la pelota: La tía María está mala INFORMANTE: Mª Carmen Góngora Mezcua

La tía María está mala, con qué la curaremos,

con palos que le demos, dónde están los palos,

la lumbre los ha quemado, el agua la ha apagado,

dónde está el agua, los pollitos se la han bebido.


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Fórmula de echar a suertes: En un cajón se mete un gato SIN DATOS DE INFORMANTE

En un cajón se mete un gato,

¿dónde está el número cuatro? El uno, el dos, el tres y el cuatro.

Juego de persecución: Hilacha INFORMANTE: Serafina Pérez Expósito

Hilacho, de qué color,

verde o marrón, pero blanco no, que será peor.

Canción de comba: Teresa la marquesa INFORMANTE: Serafina Pérez Expósito

Teresa la marquesa,

tipití tipití tipitesa, tenía un delantal,

tipití tipití tipitá, con cinco monaguillos,

tipití tipití tipitillo, y en medio el sacristán,

tipití tipití tipitá.

Canción de comba: Tengo una falda INFORMANTE: Mª del Rosario Galdeano Guerrero

Tengo una falda de campamento

que no me llega ni a la rodilla y el sinvergüenza de mi novio me quiere ver las pantorrillas. De aquí p’allá, de aquí p’allá,


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yo tengo un novio, de aquí p’allá, de aquí p’allá,

se llama Antonio. El otro día en el instituto

un chico guapo y de corazón que si quería ser su novia, que si quería ser su amor.

Y yo le dije: So sinvergüenza, en vez de una ya quieres dos.

Canción de comba: Una, dos y tres INFORMANTE: Mª del Rosario Galdeano Guerrero

Una, dos y tres,

pluma, tintero y papel, para escribir una carta a mi querido Miguel (...)

Canción de manos y elástico: La galleta Hache INFORMANTE: Mª del Rosario Galdeano Guerrero

La galleta Hache

deliciosa es, se toma con leche y también con te. Licentillo, licentillo,

y las camas sin hacer, la criada con el novio,

sota, caballo y rey.

Canción de manos y elástico: Pata de palo INFORMANTE: Mª Dolores Alonso Pérez

Pata de palo,

que es un pirata malo


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que come pollo asado debajo de la mesa,

y su abuelita que es una calavera que toma pastillitas debajo de la mesa. Sin hablar, sin reír,

yo me quedo, me quedo así.

Canción de corro: La rata Perigüesa INFORMANTE: Serafina Pérez Expósito

La rata Perigüesa

güí güí güí, como es tan fina,

tricotricotrí, como es tan fina,

lairón, lairón, sardina y boquerón,

chimpón. Que va a venir mi novio

güí güí güí, a darme un beso

tricotricotrí, a darme un beso,

lairón, lairón, sardina y boquerón,

chimpón.

Canción de corro: La viudita del conde Laurel INFORMANTE: Cándida Rodríguez Redondo

-Yo soy la viudita del conde Laurel,

que quiere casarse y no encuentra con quien.


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-Si quieres casarte

y no encuentras con quien, escoge a tu gusto

que aquí tienes quien.

-A tus pies se postra un hombre de bien que quiere ser tuyo

y tuyo ha de ser.

-Daremos la media vuelta, la media vuelta entera, que tú te quedes dentro

y yo me quede fuera.

Canción de corro: La punta del pie INFORMANTE: Serafina Pérez Expósito

La punta, la punta,

la punta del pie, me dicen los hombres

que no soy mujer, y yo les enseño

la punta del pie, la punta, la punta

de Santa Isabel

Te tengo, te tengo, te tengo que dar un vestido blanco

que te ha de gustar, cortito de adelante,

larguito de atrás, con cuatro volantes

y adiós, militar.


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Canción de corro: En la mar había un pescado INFORMANTE: Serafina Pérez Expósito

En la mar había un pescado que tenía las hojas verdes,

no te lo creas, María, que tu novio no te quiere.

Que salga usted, que la quiero ver bailar,

saltar y brincar en el baile, por lo bien que lo hace

que la dejen sola en el baile. Mi novio ha salido al baile

con la camisa rota y el culo al aire. Su madre toca el bombo,

su padre los platillos y el pobre de mi novio

bailando el fandanguillo. Que lo baile, que lo baile,

y si no lo baila le damos zarandeca.

Canción de corro y paseíllo: La flor del romero INFORMANTE: Serafina Pérez Expósito

A la flor del romero,

romero verde, si el romero se seca

ya no florece. Ya no florece,

ya ha florecido, la vergüenza de los hombres

ya se ha perdido.


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Canción de paseíllo: Soy capitán INFORMANTES: Mª del Rosario Galdeano y Catalina Jiménez

Soy capitán, soy coronel,

y en cada puerto tengo una mujer. La rubia es fenomenal [sensacional]

y la morena tampoco está mal. Si alguna me he de casar me casaría con esta mujer

(se coge a otra niña para haga el paseíllo sola)

Canción de burla: Pican los mosquitos INFORMANTE: Mª Dolores Alonso Pérez

Pican, pican los mosquitos, pican con gran disimulo,

unos pican en la cara y otros pican en el cu...

Cuando yo era pequeñita me mandaron a la guerra,

como no sabía nada me mandaron a la mi...

Mi hermanita la pequeña se ha casado con minuta,

cuando iba por la calle le decían hija de pu...

Publicaron en la tele: una vieja en bicicleta se ha caído del tejado y se le han visto las te...

Ten cuidado, ten cuidado, que te pican los mosquitos,

unos pican en la cara


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y otros pican en el cu... cua, pi pi.

Canción de burla: Rabia rabiña INFORMANTE: Mª del Rosario Galdeano Guerrero

Rabia rabiña,

yo tengo una piña con muchos piñones

y tú no los comes.

Canción de burla: Queremos pan INFORMANTE: Mª del Rosario Galdeano Guerrero

Queremos pan, queremos vino, queremos a...

colgao de un pino.

Canción de burla: La pipirina INFORMANTE: Jacoba Barrionuevo Sánchez

La Pipirina, la Pipirona,

su madre guarra, guarra, ella señorona.

La señorona, la señorita, se pone el mandil blanco

pa ir de visita. Pa ir de visita, la visitera

se pone el mandil blanco pa que la quieran.

Pa que la quiera el del bigote, que tiene un ojo blanco

mirando al norte. Mirando al norte de mediodía,

a su padre lo llaman


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raja sandías. Raja sandías, raja melones,

a su padre lo llaman melocotones.

Melocotones, melocotudos, a su padre le llaman

perro lanudo. Perro lanudo, perro sin dientes,

a su padre lo llaman el dependiente.

El dependiente raja la pena, a su padre lo llaman

barriga llena. Barriga llena, sopa p’adentro,

a su padre lo llaman tocino fresco.

Tocino fresco, tocino magro, a su padre lo llaman

el cabreado. El cabreado, la cabra mocha,

a su padre, el cabrito y a ella la chota.

CANCIONES FESTIVAS

A pasar el río voy INFORMANTE: Cándida Rodríguez Redondo

A pasar el río voy,

si me mojo que me moje, a pasar el río voy

a coger aquella rosa antes que otro la deshoje.

Debajo de la hoja

de la lechuga


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tengo a mi amante malo con calentura,

con calentura, niña, con calentura,

debajo de la hoja de la lechuga.

Cuando se murió la Sebastiana INFORMANTE: Cándida Rodríguez Redondo

Cuando se murió la Sebastiana

no le querían tocar las campanas, pero yo me garranché por la torre

con mis alpargatillas rotas, lo mismo que las arañas,

y formé un sonío con las campanas: tilín, tilán, tilín,

que pa mí lloraba la pobre Sebastiana. Vino el monaguillo

y el padre cura puesto de sotana, pero yo, bajarme, ni que me mataran,

tilín, tilán, tilín, tilán.

Madre, cuando voy a por leña INFORMANTE: Cándida Rodríguez Redondo

Madre, cuando voy a por leña

se me olvidan los ramales, no se me olvida una niña

que habita en los arrabales. Tengo que subir al árbol, tengo que coger la flor y dársela a mi morena

que la ponga en el balcón. Que la ponga el balcón,

que la deje de poner,


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tengo que subir al árbol y una flor he de coger.

Alrededor de mi ventana INFORMANTE: María Gázquez García

Alrededor de mi ventana

oigo música y jaleo, por ser gitana anciana

voy a formar un gran jubileo. Es una tontería

que me diga la gente que soy tan divertida,

si yo cuando salgo a la calle todita la gente me mira. Si yo una gandula fuera

en un rincón me estuviera y huiría a la gente

como huyen de mi buen gitanillo. Mirad por dónde viene con su gorrilla al revés y su purillo en la boca.

-Gitanilla primorosa, qué tienes en esa cara de rosa

que alumbra todo el mundo entero. -Nada, pues que estoy de mal humor. -Deja las canastillas y ponte a bailar.

Por las cuadras,

caminito de los montes y adonde habita

la gitana canastera. La más bonita,

la más guapa de los montes, que quita el arte

de todos los saleros Arriba la reverencia.


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Qué te quieres apostar, que te quieres apostar,

que me quito los calzones y me cago en tu corral.

Letras de fandangos INFORMANTE: Cándida Rodríguez Redondo

Se arriman a la guitarra

todos los buenos cantores, se arriman a la guitarra y yo, como no lo soy,

ni me arrimo ni me llaman y sin que me llamen no voy.

INFORMANTE: María Gázquez García

Este pañuelo marrón

al suelo lo he despreciado, lo cojo y lo venero

porque es de mi amante amado. Así yo me pongo el bando,

así a lo bandolero, así a lo sevillano

y así a lo caballero.

INFORMANTE: Jacoba Barrionuevo Sánchez

Una gallinita ciega en un pozo se cayó

y conforme se iba ahogando decía pío, pío, pío, pío. Yo no siento la gallina ni los huevos que dejó,

lo que siento son los pollos tan chiquitos como son

y como eran tan chiquitos


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decían pío, pío, pío, pío.

Letras del baile de las carreras INFORMANTE: Cándida Rodríguez Redondo

El baile de las carreras

tiene poco que aprender, unos las bailan corriendo y otros bailan sin correr.

Para qué te pones flores

si tú no las necesitas, si entre todas las presentes tu cara es la más bonita.

Tu madre te está criando como una espiga de trigo y yo te estoy esperando para casarme contigo.

Un rosal cría una rosa, una maceta un clavel,

una madre cría a una hija sin saber pa quién va a ser.

Cuando te vi de venir

con la chaquetilla al hombro le dije a mi corazón:

“Por ahí viene mi novio”.

Si quieres que yo te quiera ha de ser con condición,

que lo tuyo mío sea y lo mío tuyo no.

Eres chiquita y bonita,

eres como yo te quiero,


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eres tú la mejor joya hecha por fino platero.

Para qué quieres querer

al que tira de cartera si al que quieres no te quiere

y yo te quiero de veras.

El amor que tú me das es como un plato de arena,

que si se pone en la calle viene el viento y se lo lleva.

La bailaora que baila

se merece darle un duro y el bailaor que la lleva, un puntapié por el culo.

Como quieres que te quiera

si no te puedo querer, si el querer quiere que quieras

y yo no te puedo ver.

Si la quieres, díselo, y si no la desengañas,

mira que se está quedando como una escoba sin caña.

A esa mocita que baila se le caen los volantes, no los puede recoger

porque está el novio delante.

Vaya mozo más apuesto y qué moza bien plantá,

llama al cura de este pueblo que los vamos a casar.


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Aunque me des cinco duros no voy contigo al pinar

porque tienes sabañones y se me pueden pegar.

El que le pegue a su madre lleva una soga arrastrando, por donde quiera que vaya

la soga la va pisando.

Eres más fea que un bujo, más muerta que una guitarra

y te quieres revivir a fuerza de darte marcha.

Yo conocí a una mujer

que a ningún hombre quería, pero llegó un cierto tiempo que por un hombre moría.

En lo profundo del mar

un pensamiento lloraba, era un triste corazón

que por un hombre gritaba.

A la mujer la comparo igual que cosa caliente,

que si se deja enfriar ya no hay quien le clave el diente.

Anoche estuve contigo

y me he venío esta mañana, en mi vida he visto yo

una lecha tan temprana.

Por ser la primera vez que yo he venido a tu casa,

he tenido un recibimiento


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como un general de plaza.

Las mocitas de la sierra, cuando estrenan un vestido,

se van a la carretera a ver si encuentran marido.

Después de diez años muerto

y comido por gusanos tienen que tener mis huesos señales de haberte amado.

Si tu madre no me quiere que se haga la puñeta,

que llevándome el clavel pa qué quiero la maceta.

Si no tu madre no me quiere porque soy muy chiquitilla, cuando vengas a mi casa

me subiré en una silla.

Por ahí viene mi novio, mira qué sereno viene,

ya le habrá dicho su madre que por nuera no me quiere.

Cuando se muera mi suegra la pondremos boca abajo

por si dice de salirse que se vaya más p’abajo.

De las dos que están bailando

la que lleva el delantal es la novia de mi hermano,

ya tengo yo una cuñá-

Eres más fea que un loro,


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más negra que una morcilla y quieres ponerte blanca a fuerza de mantequilla.

Bailaor que estás bailando,

menea bien esas patas, que parece que las llevas

comías de garrapatas.

Mi padre manda en mi madre y mi madre manda en mí

y yo mando en mis hermanos, todos mandamos aquí.

Sebastián de poca pena me llama a mí en Serón, estando la panza llena está alegre el corazón.

Al cura de Gafarillos

se le ha roto la sotana, quiere que se la remiende y a mí no me da la gana.

Al cura de Fernanpérez se le ha caído un botón y quiere que se lo ponga y yo le he dicho que no.

Tararí tiene una capa, dice que va a vender,

no la vendas, Tararí, que yo te la compraré.

Tengo en mi casa un jardín

y en mi jardín un rosal y en mi mente una chiquilla

que no la puedo olvidar.


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Por la calle arriba van

dos mozas que encienden lumbre, el bolso sin olvidar

porque tienen por costumbre de no dejar el morral.

En tu puerta me cagué

porque me dio gana y quise, ahí tienes un clavel, arrímale las narices.

A la entrada de este pueblo

lo primero que se ve son las ventanas abiertas

y las camas sin hacer.

Eres alto y delgado como el hinojo,

lo que tienes de alto lo tienes de flojo.

INFORMANTE: María Gázquez García

Una rana estaba mala,

y la sangraron por el culo, le sacaron tres castañas

y un albaricoque maduro.

SIN DATOS DE INFORMANTE

Tonta tú y tonta tu madre, tonta tu abuela y tu tía,

cómo quieres que te quiera si eres de la tontería.

Anda tu madre diciendo que yo contigo no igualo,


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será por el dinero porque en la sangre te gano.

Por la raya de tu pelo

se posa una golondrina, se ha asomado a tu frente

por ver tu cara divina.

Anda tu madre diciendo que tiene un hijo muy guapo,

que lo meta en una olla y que lo tape con un saco.

INFORMANTE: Jacoba Barrionuevo Sánchez

El de la gorra que corra, si no a los años se muere

porque le ha dicho la novia tres veces que no lo quiere.

El de la gorra de cuadros,

el del sombrero ligero, más me gusta el de la gorra

porque tiene más salero.

ESTRIBILLOS que pueden repetirse tras cada estrofa:

Trailo larailo larailo, trailo larailo larín.

Trailo larailo larailo, trailo larailo larín.

Ay, tachín tararita, ay, tachín tarará,

ay, tachín morenita, ay, tachín resalá.


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Ay lerele lerele, ay lerele lerá.

Ay lerele lerele, ay lerele lerá.

FORMA DE BAILAR:

Por parejas, cogidas de las manos con los brazos cruzados, pasean al ritmo de la música por el pasillo formado por el resto

de participantes. Cuando llegan a un extremo, se pasan el brazo por encima de la pareja y vuelven o cambia la pareja

que pasea.

Villancico: Ha nacido un lucero INFORMANTE: Catalina Jiménez Carreras

Está nevando, es de noche,

el cielo no se puede ver porque ha nacido un lucero

que se llama el Manuel.

En el portal de Belén huele a perfumes y rosas

porque el chaval que ha nacido es el rey de todas las cosas.

Mire usted aquí, señora,

lo que me ha dado mi madre, leche pura de vaca

pues el niño tiene hambre.

Estribillo: Tiene boca de clavel,

ojos de rubí, manos para ver,

decid?


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Aguinaldo INFORMANTE: Catalina Jiménez Carreras

¿De quién es esa casa tan grande

con tantísimos balcones? Los señores que hay en ella que pasen felices pascuas.

Dejad que bebamos los vasitos llenos

hasta que digamos bueno está lo bueno.

San José bendito,

cómo te arreglaste pa pillarte el dedo

con los alicates.

Canción navideña: Ni una ni media ni nada INFORMANTE: Cándida Rodríguez Redondo

Se levanta mi niña a la una, que ni una ni media ni nada

y al son de la madrugada está mi niña sentada

y está pelando la pava la pluma que le quedaba la echaba por la ventana,

por la ventana, por la ventana

Se levanta mi niña a las dos, que ni dos ni una ni media ni nada

y al son de la madrugada está mi niña sentada

y está pelando la pava la pluma que le quedaba la echaba por la ventana,

por la ventana, por la ventana.


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Se levanta mi niña a las tres

(...)

ACERTIJOS Y ADIVINANZAS INFORMANTE: Serafina Pérez Expósito

En el campo nací

vestida de verdes lazos y lágrimas le han de costar al que me haga pedazos.

La cebolla

Choco pasó por mi puerta, late mi corazón,

el que no lo adivine es un tontorrón.

El chocolate

La metí zumbando y la saqué goteando.

El cubo en el pozo

Muy bonito por delante, muy feo por detrás,

me transformo a cada instante pues imito a los demás.

El espejo Mi compadre enamorado,

amigo de las mujeres, con el culito mojado

arrimado a las paredes. El estropajo

Fui al huerto

y me encontré a mi abuela


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con el papo abierto. La granada

Tiesa la metí,

tiesa la saqué. La llave

Verde fue mi nacimiento,

rojo mi vivir y negra me fui viendo

cuando me iba a morir. La mora

Niña, vamos a acostarnos,

a juntar pelo con pelo y lo vivo dentro anda.

Los ojos

Entre dos piedras feroces sale un hombre dando voces.

El pedo

Fui al campo, me encontré a un chiquillo,

le bajé los pantalones y me comí el gusanillo.

El plátano

INFORMANTE: Cándida Rodríguez Redondo

En el campo nací yo y del campo me alimento

y allí donde me transportan es para darme tormento.

El árbol


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Lo metí zumbeando y lo saqué goteando.

El cubo en el pozo

Un horno lleno de cepas, ni están verdes ni están secas.

Los dientes

Aquí estamos doce hermanos. Yo, que el segundo nací, soy el menor entre todos.

¿Cómo puede ser así? Febrero

¿Cuál es la mentira más cercana a la verdad?

Ver a una mujer dar a luz por el culo

INFORMANTE: María Requena Redondo

Panza con panza, teta con tea

y llegando al agujerillo ya está la fiesta.

La guitarra

Una cosa quiquiricosa va por el agua y no se moja, da en piedra y no se quiebra, pone huevos y no es gallina, lleva albarda y no es pollina.

La tortuga

INFORMANTE: Mª Dolores Caravaca Cáceres

Dos colgando, dos apretando,

cabeza con culo


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y culo colgando. Ordeñar una cabra

Entre dos jarrones blancos

hay una flor amarilla, se le puede presentar

al mismo rey de Sevilla. El huevo

Una señorita muy señoreada

siempre va en coche y nunca paga nada.

La mosca

INFORMANTE: Mª Carmen Góngora Mezcua

Tiene cuatro patas y no sabe andar, tiene cabecera

y no sabe hablar. La cama

Va al campo y no come,

va al río y no bebe y dando voces se mantiene.

El cencerro

Verde fue mi nacimiento, amarilla mi mocedad

y ahora me viste de blanco porque me van a quemar.

El cigarro

Tres cuevas en la montaña, quién me las podrá encontrar,

en dos el aire va a entrar y la tercera el vidrio empaña.

La nariz y la boca


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INFORMANTE: Mercedes Martínez Rueda

Verde en el campo, negro en la tienda

y coloradito en casa. El carbón

TRABALENGUAS

Podador INFORMANTE: Serafina Pérez Expósito

Podador que podas tus parras,

¿podas tus parras o qué parras podas? Ni podo mis parras ni mis parras podo,

que podo las parras del tío Juan Bartolo.

El arzobispo de Constantinopla INFORMANTE: Mª Dolores Alonso Pérez

El arzobispo de Constantinopla

se quiere desarzobispoconstantinopolizar. El desarzobispoconstantinopolizador

que lo desarzobispoconstantinopolice, buen desarzobispoconstantinopolizador será.

La mujer de Rabidomándigo

INFORMANTE: Cándida Rodríguez Redondo

La mujer de Rabidomándigo cuchipitipándigo tiene una zorra

que le tira del rabidomándigo cuchipitipándigo


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pa que no corra.

Los tres tigres INFORMANTE: Cándida Rodríguez Redondo

Un tigre, dos tigres, tres tigres,

comen trigo en un trigal.

El cielo está emborregado INFORMANTE: Cándida Rodríguez Redondo

El cielo está emborregado

¿quién lo desemborregará? El desemborregador que lo desemborregue

Buen desemborregador será.

Poca capa parda INFORMANTE: Jacoba Barrionuevo Sánchez

Caballero, ¿compra usted una poca capa parda?

El que poca capa parda compra, poca capa parda paga.

Yo, que poca capa parda compré, poca capa pagué.

El cielo está estrellado INFORMANTE: Catalina Jiménez Carreras

El cielo está estrellado, quién lo desestrellará.

El desestrellador que lo desestrelle buen desestrellador será.


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Por un río van tres tablas INFORMANTE: Mª Carmen Góngora Mezcua

Por un río van tres tablas bien entablilladas.

El desentablillador que las desentablille buen desentablillador será.

Linde, rebolinde INFORMANTE: Jacoba Barrionuevo Sánchez

Linde, rebolinde, copacopinde, copindecopa,

el que diga tres veces linde, rebolinde, copacopinde, copindecopa,

bebe vino de la bota. Yo que dije tres veces

linde, rebolinde, copacopinde, copindecopa, bebí vino de la bota.


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Dichos y hechos

VOCABULARIO COLOQUIAL INFORMANTE: Cándida Rodríguez Redondo

Almorzá: lo que cabe en el hueco de dos manos juntas Chiro: cerdo Escachiflado: contento Ganchar: arrebatar algo ajeno Ruilla: trapo Trujo: trajo Zurrío: ruido

REFRANES Y EXPRESIONES INFORMANTE: Cándida Rodríguez Redondo

1. A Dios rogando y con el mazo dando 2. Dos hijas y una madre, un infierno para un padre 3. El hombre y el oso, cuanto más feos más hermosos 4. De aquí a cien años, todos calvos 5. De aquí allá, quién vivo y quién muerto 6. El muerto al hoyo y el vivo al bollo 7. Cuanto más te agachas más se te ve 8. El que no cojea, renquea 9. No hay mal que por bien no venga 10. Es más tonto que Pichote 11. Dame pan y dime tonto 12. Dios le da pan a quien no lo puede roer 13. Cuando habla sube el pan 14. En boca cerrada no entran moscas 15. Cuanto más haces, menos mereces 16. Dime con quién andas y te diré quién eres 17. Paciencia, viejo, que la noche es larga


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18. Ese le cuenta los pelos al diablo 19. Cada mochuelo a su olivo 20. Quien más dio, más perdió 21. Tiene más cuento que Calleja 22. Es más embustero que Chapahuevos 23. Cada uno arrima el ascua a su sardina 24. Cuando el año es malo, hasta las abuelas paren 25. Salir escopetao 26. Le dice el pero al hueso: “Tú estarás duro, pero yo no

tengo prisa” 27. Está más claro que el agua 28. Del dicho al hecho va mucho trecho 29. Cuando el río suena, agua lleva 30. Nunca digas: “De esta agua no beberé” 31. Es más listo que un lince 32. Es más listo que el hambre 33. Estar como una cabra 34. Cuando el español canta, o está jodido o poco le falta 35. No compres burra coja pensando que va a sanar 36. Ni tú pa mí ni yo pa ti 37. El que mucho abarca, poco aprieta 38. Más vale decir sooo que no arre 39. A ese hay que tirarle del renzal 40. Sarna con gusto no pica 41. El que no es pa un fregao no es pa un barrío 42. Tiene los pies como un trigo 43. Lo que no es de quince no es de veinte 44. Cuantos más gatos, más ratones 45. Cuantos menos bultos, más claridad 46. Quien a buen árbol se arrima buena sombra le cobija 47. Cuando veas al vecino afeitar, pon tus barbas a remojar 48. No es la enfermedad que la niña pasó, sino la reliquia

que le quedó 49. Cuando no duele la pata, duele la oreja 50. Dame dinero y no me des consejos 51. Al viejo, poca cena, poca cama y mucha suela de

alpargata 52. Las cosas claras y el chocolate espeso


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53. Al pan, pan, y al vino, vino 54. Es más vieja que Cascorro 55. Llueve más que cuando se enterró a Bigote 56. Estar como una chimenea 57. Veo menos que Pepeleche 58. Al perro flaco todo se le vuelven pulgas 59. Ser perro viejo 60. Dormir como un descosido 61. Faltar el canto de un duro 62. La noche está más clara que el ojo de un grillo 63. Es más feo que pegarle a un padre 64. El que canta, su mal espanta 65. Tiene más mierda que la toniza de una llueca 66. Tiene más hambre que el que se perdió en la isla 67. A lo mejor te crees que me chupo el dedo 68. ¡Si los burros volaran! 69. Eres un mendrugo 70. Si quieres saber, cómprate un viejo 71. Sabe más el diablo por viejo que por diablo 72. Vicente, amarra la burra y vente, que están las gachas

frías y el caldo caliente 73. Quien se alegra del mal del vecino, el suyo viene de

camino 74. Eres más tonto que el que llevó la burra al agua y se la

trajo sin beber 75. Hay tres días en el año que relumbran más que el sol:

Jueves Santo, Viernes Santo y el día de la Asunción 76. Predique usted, padre, que por un oído me entra y por el

otro me sale 77. A tu madre la llaman cabra loca, a tu padre carnero y a

ti la chota


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FRAGMENTOS DE VIDA

Un hecho real reciente que dio lugar a toda una leyenda: Las bodas de sangre

Testimonio 1 INFORMANTE: María Ramón Fernández

Ella estaba enamorada de su primo, pero su primo no... Y el marido de su hermana le dijo a su hermano que, como ellas eran ricas, que se casara con esta. Ella era coja y fea (porque era fea, pobrecita), pero le convenía a él. Y el primo fue a la boda de ella y ella le dijo: -Primo mío, hazme feliz. Y se montaron en una mula los dos y, cuando iban por el camino, a él lo mataron y a ella también le dieron unos cuantos tiros y se quedó allí haciéndose la muerta, porque ella ha vivido en Níjar. -¿Usted la ha conocido? -Sí, ella era coja y su padre la tenía adoptada porque se quedó soltera. Pero en la boda mataron su borrego y hubo mucha invitación. Pero yo escasamente me acuerdo. Yo estaba en la escuela cuando se contaban aquellas cosas, ya ves tú si hace tiempo. Le cerraron el camino y lo mataron al pobre hombre y ella se quedó soltera y vieja y ya se ha muerto. Él era tío de Paco Montes, el de la tienda.

Testimonio 2 INFORMANTE: Cándida Rodríguez Redondo

En el romance hay un detalle que no va y que me lo contó el yerno de un hombre que ha muerto hace unos meses y que estaba pequeño cuando pasó eso. Resulta que al muerto se lo trajeron a los a velarlo a casa de los padres y por la noche sabéis que ponían velas junto al muerto porque no había electricidad. Y parece ser que se prendió fuego y casi arde medio muerto, porque la caja se quemó un poco. Y a este


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hombre que loha contado, que era pequeño, le tomaron declaración sobre este caso, el asesinato y el incendio. Otro detalle que tampoco está en el romance es que resulta que una gitana que iba vendiendo telas de casa en casa, llega el día antes de la boda a la casa de la madre del primo, del que se fugó con la prima, y estaban haciendo buñuelos. Entonces la gitana les dice: -Hummm, parece que están haciendo buñuelos. Sí, estamos haciendo buñuelos. -¿Y eso, cómo que están haciendo buñuelos hoy? -Pues nada, un día como otro, que me ha apetecido hoy hacer buñuelos. Entonces la gitana dijo: -Aquí hay gato encerrado. Y parece ser que quizás la hermana de la coja y el hermano del que se iba a casar se enteraon de algo de eso: “Aquí están haciendo buñuelos y es que ellos van a celebrar su boda particular”. O sea, que ya suponían que su hijo se iba a traer a la coja. Eso no sale en el romance y es algo que después contó esa gitana: “Con razón yo fui a casa de fulanita y estaban haciendo buñuelos y me dijo que era como cualquier otro día”. Pero como ya sabían que ella quería al primo y que el primo andaba por ahí...

Extraños sucesos en el Cortijo de los Charpas INFORMANTE: Cándida Rodríguez Redondo

Esta es una historia que yo escuché de pequeña de boca de la gente. Sobre todo se hablaba de estas cosas en las reuniones en las que se juntaban los vecinos para pelar las panochas de maíz. Pero cuando supe con más detalles lo que voy a contar fue hace unos doce años. Mi padre tenía ochenta años, por problemas de salud estuvo ingresado en el hospital provincial un tiempo. Un día de los que yo me quedé con él acompañándolo hablamos de muchas cosas, él tenía muchas ganas de hablar ese día. Había otro


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enfermo en otra cama a su lado, los separaba una blanca cortina. Entonces, hablando muhy bajó me contó esta historia. Se comentaba que en el Cortijo de los Charpas sucedían cosas muy extrañas, unos lo creían y otros no. Mi abuelo, o sea, el padre de mi padre, era muy incrédulo para estas cosas y nuncia quiso ir a presenciar los hechos, si es que se producían en ese momento, pero había otros más decididos que sí fueron, entre otros uno que le llamaban José García, el “Piadoso”. Mi padre, que por esos entonces tendría entre 15 y 20 años, dijo que también iba con él, así que fueron los dos desde el Pozo del Capitán al Cortijo de los Charpas. En aquella casa vivía una familia que a él le llamaban Ginés. Parece ser que el fenómeno ocurría todas las noches que estaba reunida toda la familia Charpas. Todos se sentaron, pero a algunos el culo no les llegaba a la silla. Entre ellos estaba la tía Dolores Charpas, una anciana, y dijeron de hacerle un ponche con huevos y café de malta. Para ello, pusieron al fuego una olla con agua para calentar. Cuando ya el fuego estaba encendido y la olla puesta, por la chimenea empezó a caer agua como si estuviera lloviendo tan cantidad que apagó el fuego. Según dice mi padre, el cielo estaba raso, se asomaron a la calle y no llovía. Cuando el fuego se había apagado cesó el agua y entonces empezaron a caer piedras de diferentes tamaños. A alguien de los presentes se le ocurrió ir a mirar por si alguna persona desde el tejado hacía todo esto, pero no vieron a nadie. Entonces uno dijo: -En vez de tirar agua y piedras, ¿por qué no tiras billetes de mil pesetas? Entonces se escuchó un fuerte golpe en la puerta que a todos los hizo estremecer. Echado en la calle, al lado de la puerta, había un perro. Lo normal hubiera sido que ladrara, pero no lo hizo, se quedó como estaba, como si nada hubiera sentido. Esto fue lo que mi padre presenció, pero ocurrieron otras muchas cosas:


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Por ejemplo, una mujer de la familia estaba sacando pan del horno y de pronto le cayó una piedra sin saber de dónde. Otra vez, en tiempo que no había chumbos, caían chumbos recién cortados. Otra noche llegó un gitano conocido para quedarse allí. Encerraron las bestias y les echaron paja. A poco de haberse acostado, empezaron a caer piedras y más piedras por la chimenea. El gitano salió corriendo hasta llegar al Pozo Capitán, donde contó lo que había visto. Parece ser que, ya cansados de todo lo que sucedía, decidieron ir a un vidente o espiritista. Para ver a este hombre fueron Manueal Carpas, tío de mi padre, mi abuel (el incrédulo) y mi padre, un niño apenas. El hombre era francés. Cuenta mi padre que, cuando llegaron estaba acostado. Ellos se pusieron en los pies de la cama y él se quedó mirando y les dijo: -¡Qué valor tienen las criaturas y qué poco prójimo! ¿De dónde sois? -(…) -Pues allí hice yo un trabajo que, por cierto, no me pagaron muy bien. Y refiriéndose a Manuel, dijo: -Es tu madre la que provoca todo esto, pero yo sólo puedo retirarlo por siete años. Pero en realidad aquello desapareció para siempre. Dijo el francés que era el espíritu de los padres del tío Manuel Charpas, o sea, del primo hermano de mi padre. Los comentarios de la gente eran diversos, entre otros que lo que pasaba era una venganza de los padres muertos hacia sus hijos por su mal comportamiento hacia ellos. Pero el porqué de todo aquello nunca lo sabremos.

El cerdo y las gallinas INFORMANTE: Jacoba Barrionuevo Sánchez

Vivíamos en un cortijo y teníamos una chiquera con un chiro [cerdo] y unas cuantas gallinas. Le dio al cerdo por quitarles la comida a las gallinas. Y yo, cada vez que veía que a una


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gallina le rajaba el buche, decía: “Esto ha sido el cerdo”. Estaba yo sola en el cortijo con unos catorce años, pero qué ideas teníamos entonces. Cogí la gallina, me la traje y cogí una aguja con hilo fuerte y le cosí el buche y le eché aceite y hollín de la chimenea. Y la gallina vivió. Era que yo le echaba al cerdito en la pileta y venían las gallinas a comer de allí y él cogía todos los días a una gallina y le mordía el buche y le quitaba la comida. A las seis gallinas les cosí yo el buche. Y las seis gallinas vivieron y pusieron huevos.

El crucifijo abandonado INFORMANTE: Serafina Pérez Expósito

Mi suegro estaba trabajando haciendo un puente en Barcelona y uno se encontró un Cristo y dice: -Bah, lo voy a meter con un pegote de cemento y este no sale de aquí en la vida. Lo metió como él había dicho y dice mi suegro que no pasó ni media hora cuando ese hombre cayó del puente y se mató. Mi suegro, que no creía en nada, se quedó sorprendido.

Un espanto INFORMANTE: María Gázquez García

Siendo yo pequeña, mis padres fueron de visita a algún sitio me dejaron sola acostada. Yo no estaba soñando, estaba con mis ojos bien abiertos. Llamé a mi madre y dije: “Uf, me han dejado sola”. Y a esto que un hombre muy alto, con un sombrero y un manojo de esparto debajo del brazo, venía haciendo tobía hacia mí. ¡Madre mía! Yo pegué un bote y me fui a mitad de la calle. Empecé a dar chillidos y a mí no me ha vuelto a salir más nada, simplemente aquello.


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Miradas que matan INFORMANTE: Serafina Pérez Expósito

Mi abuela estaba lavando en el río con una señora y esa señora dice: -Encarnación, por ahí vienen unas mulas muy hermosas. Y dice mi abuela: -Sí que son hermosas, son hermosísimas. -Pues cuando vayan a pasar las mulas tú me lo dices para agachar la cabeza. -Pero ¿por qué? -Tú espera, que verás. Pasaron las mulas y dice: -María, ya pasan las mulas. Y agachó la cabeza. Y cuando pasaron las mulas, las dos piedras donde estaban lavando, la de mi abuela y la de ella, se hicieron granos, se rompieron totalmente. Y mi abuela se sorprendió y dice: -María, ¿qué has hecho? -Yo, todo lo que es hermoso no lo puedo ver, porque con la mirada rompo todo lo que hay delante, sea una cosa o sea otra, yo siempre tengo que mirar para otro lado. Y es que tenía una fuerza superior a ella, que la controlaba, pero tenía que mirar a otro sitio para no hacer daño. Miró para la tierra y rompió las piedras.

Nunca me mires las vacas INFORMANTE: María Gázquez García

Yo soy de Huércal de Almería, al lado de Viator, y había allí una acequia donde iban todas las mujeres del barrio a lavar; se lavaba de rodillas sobre una piedra grande para zapatear los trapos. Y llegó entonces un hombre con una yunta de vacas y a la que estaba lavando le dice el hombre: -Ay, Marujilla, déjalas que beban agua.


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Y le cogió la cabeza y se la metió. Y así estuvo hasta que las vacas acabaron de beber. Y las piedras se partieron en cuatro cachos. Y dice: -Yo lo siento, pero no quiero que nunca me mires las vacas. -Yo me lo imaginaba. Allí la conocíamos todos, y ella no lo podía remediar.

ORACIONES Y CONJUROS

Al Ángel de la Guarda INFORMANTE: Cándida Rodríguez Redondo

Ángel de la guarda,

dulce compañía, no me desampares

ni de noche ni de día, no me dejes sola que me perdería.

Dios conmigo INFORMANTE: Cándida Rodríguez Redondo

Dios conmigo,

yo con él, él delante y yo tras él.

Sana, sana INFORMANTE: Cándida Rodríguez Redondo

Sana, sana,

culito de rana, si no sana hoy

sanará mañana.


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SUPERSTICIONES Y CREENCIAS INFORMANTE: Cándida Rodríguez Redondo

En ayunas no se puede decir: Carboneras, cura, zorro ni gitano.

TROVOS Y POESÍAS IMPROVISADAS

En España no se crían INFORMANTE: Cándida Rodríguez Redondo

En España no se crían las ovejas como estas,

que un perro que yo tenía los huesos de las paletas

como tú se los comía.

Señores, voy a partir las hechuras del marrano:

la longaniza pa mí, el tocino pa su amo

y el culo pa Manuel Gil.

Cuando un nido de ratones se le rodean a un pan

entre todos se lo comen y luego viene a pagar

el infeliz de Bretone.

María Salvador Ortiz, si alguien viene a pretenderte

no te excuses de decir que no deja de quererte

Bernabé Ortiz Ortiz.

Más vale estar en La Habana en una cárcel encerrao


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junto con una gitana que no haberse confrentao con un tuerto esta mañana.

Aunque me dieran más plata

que España puede valer no la quiero si me matan porque sabemos que es

hijo de la Garrapata.

Tiene el Carruco unas cosas muy largas para contar.

Como la gana es forzosa, ¿dónde se vino a cagar?

En la era del tío Cosas.

Eres el ángel divino, de los santos el segundo, si ligas con los chuminos,

mientras vivas en el mundo nunca irás por buen camino.

La primera habitación

que Juan Antonio termina vino la zorra y mató

media docena de gallinas y un gallo negro de Morón.

Para verte hice una legua,

para dar fruto un peral, para gente una colmena

y para gordas y desarrollás las tetas de la Jimena.

Tú te ganas el dinero con mucha facilidad, tu marío de jandorreo,

tú arreglando, mal peiná,


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y tu hijo de careo.

Sabemos que te has comido del fraile un guarín rabote

sin pelarlo, ni cocío. Hasta los grajos del monte

te tienen aborrecío.

COMENTARIO: inventadas por su abuelo Juan Antonio Redondo Molero a mediados del siglo XX, han pasado de

generación en generación en la familia

Muy triste nací yo INFORMANTE: Jacoba Barrionuevo Sánchez

Muy triste nací yo,

triste pero sin maldad, en el vientre de mi madre yo ya tenía qué pensar. A la pobre de mi madre

le dieron la novedad que tenía que marcharse de su casa,

Dios mío, por qué será. Ella se quedó parada, no sabía qué pensar,

en el estado que estaba y tener que trasladar todo lo que ella tenía esperando ser mamá.

La envidia de una mujer ella solía mirar

y con muy buenos apaños todo lo hizo muy mal.

Mis padres vivían con unos señores, ellos queridos estaban, trabajaban para ellos y de nada les faltaba.


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Aquello era un caserío donde varios trabajaban

y mi padre era encargado, él a todos ordenaba.

Los sábados por la tarde las cuentas ajustaba

para pagarles a todos todo lo que ellos ganaban. La envidia de aquella mujer

no los dejaba vivir, diciendo: “Si ellos se fueran

yo podría vivir aquí”. Y así son los celos

y esto pasa muy frecuente: se conquistó la señora

a los dueños de aquella finca con sus buenas artimañas

y sus palabras bonitas. Mis padres, sin saber nada,

no podían comprender, estando ellos tan queridos

la trampa que les iban a hacer, dejarlos sin trabajo

cuando hijos tenían tres. ¿A dónde irían

por culpa de aquella mujer que celos les tenía? Desalojando la casa a la hora se presentó,

mi madre estaba llorando: “Dios mío, para dónde tiro yo

si mi hija está naciendo, ay qué desesperación”.

Siete meses yo tenía y todo esto pasó

estando yo en el vientre del ser que mucho me dio.

Cuánto sufriría mi madre


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para poderme criar con dolores y sufrimientos por culpa de la maldad.

Nació acomplejada, con falta de amor,

porque en aquel tiempo mi madre sufrió.

COMENTARIO: Inventada ante la situación que vivió la familia

en el cortijo donde vivían.

Fui cocinera y modista INFORMANTE: Jacoba Barrionuevo Sánchez

Fui cocinera y modista y agricultora también, para ver de mejorar

por tantas cosas pasé. Hasta el sueño lo perdí, no lo puedo recuperar,

me paso las noches en vela esperando mejorar.

Cuando pienso en el pasado me dan deseos de llorar

porque es muy larga la historia y a mí me puede empeorar.

Varias veces me fui a Urgencias porque muy grave yo estaba me hacían regresar a casa,

me decían “no tienes nada”. Yo, viendo que me moría, medicamentos tomaba,

me fui fundiendo hasta agotarme, cuánto tuve yo que hacer

por ver de no pasar hambre. La cabeza me dolía

y era de tanto pensar,


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mi faena iba torcida y yo tenía que buscar

lo que a mí falta me hacía. Infartos y depresiones me hicieron aterrizar

y un accidente, más tarde, me terminó de arreglar.

Así pasaron los años, no he podido prosperar

Escribo y me faltan letras, las que ya tengo olvidás. Escribo un poco de todo,

digo toda la verdad, estoy viva de milagro

aunque poco puedo andar, pero este pueblo bonito

vale la pena mirar.

Por Dios les pido, señores INFORMANTE: Antonio Martín Rodríguez

Por Dios les pido, señores,

presten un poco de atención, lo que pasó en Alemania a un emigrante español.

Un día uno de abril para Alemania marchaba

buscando su porvenir, pero él no lo encontraba.

Se encuentra a los españoles, les dice con toda su maña: “Si cae un poco de dinero

nos marcharemos a España”. El intérprete les oye

y les dice en alemán: “Por ganar poco dinero los obreros no se van”.


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“Entonces los españoles, ¿de nosotros qué dirán? Tierra de emigraciones

y aquí no vendrán jamás”. El alemán les contesta

con mucha solemnidad: “De no salirnos las cuentas

nos tendremos que enmendar”. Así sucede esta historia

en la ciudad de Nambruck, por el afán del dinero

perdemos nuestra virtud. A Dios le ofreció promesa

guardándole la salud, que perdió la residencia

y se hallaba en Nambruck doliéndole la cabeza. Nada le vale su maña ni tampoco su energía,

que está muy lejos de España y ha perdido la alegría

y la lleva en sus entrañas por la noche y por el día.

A todos los emigrantes les dedica esta poesía,

Dios les dé feliz viaje, es su mayor alegría.

Así termina esta historia dando fin a esta poesía

de Antonio Martín Rodríguez, que es vecino de Almería.

Mazarrón, Murcia, Almería INFORMANTE: Antonio Martín Rodríguez

Mazarrón, Murcia, Almería,

Águilas y Cartagena,


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ay, partes de Andalucía y también Sierra Morena.

Lo digo con alegría, la minas de La Unión,

de Murcia y de Cartagena, despedirme me da pena,

me da tristeza y dolor.

Valencia, Murcia, Alicante, Benidorm y Cartagena,

todo es parte de Levante, le dedico a mi morena

estos versos hechos al instante.

Viene mi amigo José INFORMANTE: Antonio Martín Rodríguez

Viene mi amigo José, cansado de caminar,

de por aceite de Jaén, que se quiere alimentar.

Pero eso queda muy bien, eso sí lo veo raro

pero es la pura verdad, de que le cueste más caro

por tener que alimentar a los que hay en el paro.


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INFORMANTES

Nombre Nacimiento María Ramón Fernández 1928 Mª del Rosario Galdeano Guerrero 1974 Mª Dolores Alonso Pérez 1972 Serafina Pérez Expósito 1954 María Gázquez García 1932 Mª Carmen Góngora Mezcua 1971 Catalina Jiménez Carreras 1972 Mª José Torres Cervantes 1970 Cándida Rodríguez Redondo 1949 María Requena Redondo 1944 Mª Dolores Caravaca Cáceres 1936 María Noguerol Peral 1953 Mercedes Martínez Rueda 1934 Mª Eulalia Montoya Lázaro ¿? Jacoba Barrionuevo Sánchez 1928 Antonio Martín Rodríguez 1936


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ESTE ES UN LIBRO INACABADO

Seguramente, el lector estará pensando que otros muchos textos podrían haberse incluido en este libro. Claro que sí. Algunos los hemos dejado para un próximo volumen, pero otros no nos los llegaron a contar.

Por eso, con objeto de completar el repertorio de la zona, animamos a realizar un pequeño esfuerzo memorístico o un sencillo trabajo de campo en su entorno más cercano y a ponerse en contacto con la Asociación LitOral, donde clasificaremos sus textos y les daremos difusión en próximas ediciones.

No olvide recoger datos referentes a la persona informante (nombre y apellidos, lugar y fecha de nacimiento...), así como aportar sus propios datos personales para incluirle como colaborador de la obra.

CONTACTO: Asociación LitOral

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Cuadernos de literatura de tradición oral

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Cuadernos de literatura de tradición oral mucho contar · 2012-06-26 · SUCEDIDOS Y CUENTOS DE...

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