Cuando las evaluaciones de impacto ambiental son muy limitadas

2

Click here to load reader

Transcript of Cuando las evaluaciones de impacto ambiental son muy limitadas

Page 1: Cuando las evaluaciones de impacto ambiental son muy limitadas

Cuando las Evaluaciones de Impacto Ambiental son muy limitadas

Róger Andrés Castro Fernández

A principios de los años ochenta, la producción de piña logró proyectarse

internacionalmente, momento en el que un nuevo modelo de desarrollo basado en las exportaciones no tradicionales tomó impulso en Costa Rica, debido a las nuevas demandas

del mercado internacional. A partir de esto, se afianzó un sistema de incentivos y un marco político e institucional de apoyo a la exportación de nuevos productos. Para ese entonces, el monocultivo de la piña adquirió un carácter expansivo1.

La sostenibilidad ambiental de una actividad no está determinada únicamente por el hecho

de que una vez instalada y en producción se tomen medidas respecto al manejo de residuos sólidos, tratamiento de aguas residuales y control de emisiones. Esto es solo una pequeña parte de las labores de gestión ambiental que deben realizarse. La otra gran parte, que es

sustancial, se refiere a la forma en que se introduce la dimensión ambiental y, en particular, la protección del ambiente y los recursos naturales, en el diseño de la actividad productiva.

Hoy existen problemas evidentes de contaminación de acuíferos bajo las zonas de cultivo de piña, erosión de suelos (con el desarrollo de significativas cadenas de impacto que

afectan los ríos e incluso llevan el sedimento hacia el mar, donde los corales de los arrecifes están siendo afectados por la sedimentación); la producción de vectores como la mosca producto del inadecuado manejo del desecho de la piña. (UCR, 2011)

La toma de decisiones sobre la aprobación de este tipo de proyectos agrícolas involucra a

una serie de actores de las comunidades, desde los trabajadores de la planta y los peones agrícolas hasta personajes municipales y los grupos de presión que buscan difundir los impactos negativos que tienen los cultivos de piña sobre la salud humana2, el cambios

climáticos, el impacto sobre suelo y fauna de la zona. Estos proyectos comúnmente se ven apoyados por la escasez de fuentes de empleo (formal e informal) en los cantones, y debido

a que los cantones donde sus suelos son aptos para la producción de piña presentan altos índices de necesidades insatisfechas3.

La regulación normalmente está a favor de este tipo de cultivos, el plan regulador del Cantón de Buenos Aires, en el artículo 3° define Zona Agrícola Industrial “con el propósito

de permitir el uso para el cultivo intensivo de la piña, producto que ha sido determinante para el cantón, definiendo las áreas de extensión agrícola de acuerdo a las necesidades de expansión del cultivo de la fruta...”. Lo cual limita las acciones que grupos contra este tipo

1 Los estudios nos indican que el cultivo industrial de la piña en Costa Ri ca se ha duplicado en los últimos 5 años. Alcanza ya más de 54.000 hectáreas. Aporta un gran porcentaje del total de las exportaciones de Costa Rica y genera empleos regionales que impacta el desarrollo socioeconómico de varios cantones. 2 El Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas IRET de la Universidad Nacional UNA ha realizado investigaciones sobre aguas subterráneas en la zona Caribe y Sur encontrando presencia de agroquímicos, principalmente plaguicidas y herbicidas. 3 En el Caribe, las características climáticas, la depresión socioeconómica de la región, la inestabilidad del

mercado bananero, la desvalorización de los terrenos y la cercanía del puerto de exportación de Limón facil itan la rápida expansión de piñas en la zona. Fincas de ba nano, fincas ganaderas y zonas boscosas se han transformado en piñales muy rápidamente.

Page 2: Cuando las evaluaciones de impacto ambiental son muy limitadas

de cultivos y las acciones que puedan implementar los miembros de la comunidad se vean

disminuidas.

Un tema esencial en este proceso es la vulnerabilidad de los extensos mantos acuíferos que tienen los territorios donde se ha implantado la piña, que representan verdaderos recursos estratégicos para el futuro del nuestro país y que, por su enorme valor, deben ser objeto de

una mayor protección, haciendo que se establecieran condiciones muy estrictas, de forma “exante” al cultivo de la piña.

A pesar de las denuncias y los espectáculos mediáticos de la prensa nacional no se ha logrado un cambio hacia una disminución de la extensión (Ha) de la piña. La Defensoría de

los Habitantes ha visitado en varias ocasiones las plantaciones de piña de la zona Norte, Caribe y Sur, declarando en todos los casos que los agroquímicos en están contaminando

las aguas, los suelos y el aire. Incluso una piñera fue cerrada por encontrarse a escasos 5 metros del comedor estudiantil. (La Nación, 30 Mayo 2005).

Para la producción de piña los suelos deben estar totalmente descubiertos, es decir libres de cualquier cobertura vegetal, por lo que es necesario desplazar todo tipo de vegetación que se presente. Deben ser removidos y aireados con maquinaria que rastrea en un sentido y

luego en otro. Para la nivelación se marcan los suelos, se cortan y se rellenan, se demarcan los drenajes y se hacen las excavaciones para los primarios, que pueden ser de más de 1

metro de profundidad, los secundarios, que son principalmente para la evacuación de aguas lluvias, y también se delimitan las vías de circulación. Para mejorar la productividad de la piña, los suelos deben ser arados hasta 30 cm de profundidad en ambas direcciones; debe

quedar muy bien nivelado y sin residuos vegetales, se le aplica calcio, fertilizantes, nematicidas, funguicidas, herbicidas e insecticidas. Todo este tipo de acciones son las que

impactan el medio ambiente y la salud humana (ECOSEIBA, 2005)

Urge tomar acciones de verdadera evaluación ambiental que establezcan serias condiciones

ambientales al cultivo y que lleven al remedio y compensación de daños ambientales producidos.