CUENTOS DEL ESPACIO

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CUENTOS DEL ESPACIO

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Cuentos de castellano.6º primaria

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CUENTOS DEL

ESPACIO

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ANTONIO Y LA FIESTA

Había un hombre llamado Antonio que tenía como hobby: salir todas las noches a pasear con su mujer para contarse las cosas. Una de las noches , no pudo ir su mujer con él porque tenía partida de cartas. Así que Antonio se fue solo.

Estaba paseando por el parque cuando vio que un arbusto se movía, fue a ver que pasaba y se dio cuenta de que era una nave espacial o mejor dicho un ovni. Antonio primero se asustó un poco porque no había visto un ovni en su vida , pero luego se acercó y vio que no se movía, le dio unos golpecitos y de repente se abrió la puerta y Antonio vio una luz que le enfocaba y que no le dejaba ver. Cuando abrió un poco los ojos vio a una mujer que parecía una marciana y le decía que entrara. Dentro, desde el ovni parecía mucho más grande, había bastante gente y todos eran muy simpáticos con él . Antonio se dio cuenta que conocía toda esa gente , eran amigos suyos. Había mucha comida y camareros , parecía un salón, una fiesta. Casi todos iban con vestidos muy raros. Mientras tanto su mujer le dijo a sus amigas que si querían ir a la fiesta de cumpleaños de su marido.

Cuando llegaron a la fiesta , que era dentro del ovni, la mujer se subió en el escenario y dijo las siguientes palabras:

-Queridos invitados estáis aquí para celebrar el cumpleaños de mi queridísimo marido “Antonio”que es una preciosa persona y un maravilloso esposo así que por favor dejad los regalos encima de la mesa e ir yendo al banquete.

Antonio comprendió todo y bailó y disfrutó de la fiesta con su mujer.

MARIA CONTRERAS CONESA

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EL ANUNCIO

Había una vez un hombre llamado Ignacio, que le gustaba mucho pasear por la noche.

Un día, paseando, ya casi llegando a su casa, se encontró con una nave espacial de la que salieron una especie de extraterrestres muy raros. Salieron haciendo algún tipo de baile y se llevaron a Ignacio.Esa noche, una hora más tarde, llegaron a una especie de plató de televisión. Todo el mundo era extraterrestre, pero lo trataban muy bien y sobre todo, le hacían muchos masajes.Ignacio no se quería ir, él estaba muy bien allí, pero a los extraterrestres les veía una especie de raya en el cuello.Cuando Ignacio se iba a ir, los extraterrestres volvieron a bailar alrededor de él y unos focos les iluminaron. De repente se escuchó a alguien diciendo:-¡Corten!-Y todos los extraterrestres se quitaron una máscara. Resultó que solo querían grabar un anuncio de un centro de masaje.

Carlos Pascual

EL GRAN SUSTO DE JULIÁN

Había una vez un abuelo de sesenta y nueve años que se llamaba Julián y que tenía una enfermedad del ojo y no le podía dar el sol, pero a él no lo podía resistir porque ir al parque en plena mañana era su hobby no se lo perdía nunca.

Como siempre se acostaba a las doce y se levantaba a las siete le obligaron a ir a vivir a Australia para que paseara de noche y poder salvarle el ojo que significaba la vista.

Julián, en su última visita al oculista, en su ciudad, se negó a viajar y se enfadó tanto que lo quería denunciar pero, no tuvo más remedio que irse a Sydney a un apartamento pequeño, ya que tras la pelea no le dio tiempo a vender su piso.

En su primer día en Australia (allí era de noche) llegó a un parquecillo y de repente

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llegó una nave espacial, salió una luz cegadora y se fue al nuevo oculista que le habían asignado y confirmó que la luz le dejó mal el ojo derecho.

Julián, al segundo día, volvió al parque y también volvió la nave. Esta vez, antes de que apareciera la luz, cerró los ojos y se los tapó, y se dirigió con el tacto hacia ella (en realidad se preparaba por si no volvía a ver) Al cabo de tres minutos intentó mirar y vio con su ojo izquierdo (el bueno) una cosa verde con tres ojos, dos bocas y cinco narices, no se lo creía pero lo que veía, ¡era un extraterrestre alienígena!

Dicho extraterrestre se llamaba Brush y era el mejor oculista de su planeta que era Plutón (era un planeta muy pequeño pero llevaba certificados de otros planetas que demostraban que era de fiar)

Brush le dijo que le podía dejar su ojo derecho como nuevo porque tenía muchos más avances de medicina que todos los terrícolas y así fue, le curó todos los problemas de su ojo derecho.

Brush y Julián vivieron juntos en Valencia, los dos hicieron los paseos al sol sin que les pase nada y Julián se cambió de oculista a Brush.

Pablo

LA NAVE ESPACIAL DE ANDRÉS

Había una vez un señor que se llamaba Andrés, él tenía más o menos unos sesenta años. Era muy divertido y soñador, le encantaban los niños y era muy simpático con ellos, hasta le contaba historias de fantasía y también fábulas que hacía que los niños aprendiesen cosas buenas y malas que hay en la vida. Él siempre quiso ser científico o profesor en la Facultad de Medicina, lo malo era que todo el mundo (excepto los niños) creía que era un loco maniático del mundo de la fantasía y cuentos infantiles. Un día Andrés iba caminando por el parque y vio una luz muy bonita que iluminaba todo el parque, se acercó lentamente, la luz era cegadora, pero cada vez que se acercaba, aquella luz dejaba de iluminar. Continuó caminando y cuando llegó, se encontró con una nave espacial que era color gris, la intentó tocar pero recibió una descarga muy fuerte que lo tiró al suelo, lo intentó y lo intentó pero seguía recibiendo descargas, aunque al final sonó como un “piiip” y cuando lo volvió a tocar, no le dio nada.

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Andrés consiguió abrir la puerta y cuando entró, se encontró con una gran mansión, bueno, sillones de piel, paredes blancas, suelo de mármol y lámparas de diamantes, rubíes, esmeraldas, zafiros y más piedras preciosas. Andrés subió a una gran habitación que parecía ser de alguien, pero nadie apareció, así que él aprovechó y se acostó en esa “súper-cama”, comenzó a cerrar los ojos y en un “pis-pas” se quedó traspuesto, peor que un oso perezoso. Se despertó, pero cuando lo hizo, estaba en su casa, solo había sido un sueño.

Mª José

ANTONIOANTONIO

Érase una vez un señor anciano que vivía en un pueblo de menos de trescientos habitantes. El señor tenía dos hijas y tres nietos. Casi toda su familia se había ido a la ciudad a vivir, todos menos Lucía (que estaba enferma) su nieta más cariñosa. Lucía era su favorita, así que como quería chocolate, salió a la calle a comprarlo. Como su tienda favorita era nocturna, salió por la noche y de paso su fue a un bar. Acudió a la tienda y después de comprar, se fue a beber anís con sus amigos; pero al pasar por un callejón oscuro, vio una nave espacial. Se abrió una puerta y salió un marciano

verde con antenitas. Antonio (el ancianito) se escondió enseguida, y cuando aquel ser verde se fue, entró en la nave, que, quién sabe cómo, despegó. Cuando la nave aterrizó, volvió a aparecer la escalerilla para salir. Antonio estaba mareado y tenía ganas de vomitar, así que salió dando tumbos. Nada más salir notó que se volvía más joven, su piel se alisaba…

El paisaje de afuera era todo azul, y tan bonito, que a Antonio se le fueron las ganas de devolver. Allí abajo se encontró con unos seres extraños, pero simpáticos. No se entendían por el idioma. Le dieron chocolate de regalo, y como le gustó tanto, se subió otra vez a la nave, fue a apor su familia y se la llevó a aquel planeta tan raro.Nunca más regresaron a la Tierra .

Gabriela

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HISTORIA

Esto era un anciano que siempre paseaba por la ciudad, una noche de luna menguante se fue a dar su famoso paseo y de pronto vio algo a lo lejos, el anciano, que se llamaba Pepe se asombró muchísimo y se acercó a la nave para investigarla un poco. De pronto, la puerta del vehículo se abrió y de allí salió una luz muy fuerte. A medida que la luz iba apagándose, apareció un extraterrestre de color rojo, se acercó a Pepe y le dijo:

-Yo me llamo Antenas coloradas, y vengo del país del Patatús, a millones de millones de años luz.

-Pues yo soy Pepe, ¡y, oye se te dan muy bien las rimas!

-Me educaron desde pequeñajo para hablar con desparpajo

-Vaya… bueno, ¿tienes lugar donde dormir?

-Antenas coloradas para dormir no tiene nada

-¡Te puedes venir a mi casa!

-Agradezco que me ofrezcas una cuna, pero ya es casi la una-repuso el extraterrestre-¡¿Una cuna?! ¿Cuántos años tienes?-se sorprendió el anciano

-Dos años sólo, y a esa edad ¡ya puedo tomar polos!

-Pareces más mayor, bueno, que haces, ¿te vuelves a tu planeta?-preguntó Pepe

-Sí, ya debo regresar, porque mis papás me estarán empezando a extrañar

-Buenas noches, la próxima vez que vuelvas, avísame

-Eso será dentro de un poco, ya que se acaban las vacaciones y tendré que darle al coco…-objetó el extraterrestre

-Hasta siempre Antenas coloradas-dijo Pepe

-¡Adiós, se despide este marciano del mejor de los humanos!-rió el alienígena

Desde entonces Pepe y su amigo se ven en cuánto el pequeño extraterrestre acaba el colegio. Al anciano le pareció buena gente en cuánto lo vio, y su amistad nunca ha cambiado desde entonces.

Clara Alabau

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EL ABUELETE Y LA NAVE

Había una vez una familia de millonarios: En ella vivían 2 hijos, 1 abuelo, 1 abuela, 1 padre y 1 madre. Ese día estaba paseando el abuelo Jose Luís, por la noche, allá sobre las 11 de la noche, por una calle muy silenciosa. No paseaba nadie más y de repente Jose Luís oyó un ruido muy extraño que en la vida había escuchado, miró el cielo y vio como una nave espacial se acercaba hacia él.

De aquella bajó un robot acompañado de 2 monstruos babosos. A Jose Luís le pusieron unas esposas electrónicas y le capturaron sin que nadie se enterara. En la nave, dentro le pusieron en una especie de tubo con agua y el robot se puso en el otro tubo. Los 2 monstruos babosos conectaron los tubos e hicieron un traspaso de neuronas y cerebro. Jose Luís al despertarse y darse cuenta intentó hacerse de nuevo con sus neuronas y su cerebro pero puesto que ya no tenía su cerebro era muy tonto y no sabia como recuperarlo. Como ahora tenía los recuerdos del robot se enteró de que la persona más amada del robot era su novia Daisy.

Así que decidió hacer un chantaje al robot. Justo cuando se lo iba a decir resulta que se habían pirado con la otra nave. Decidió perseguirle, llegaron al espacio y después pasaron por la zona de los asteroides. El robot conducía patosamente la nave, porque tenía el cerebro de Jose Luís y él no sabía conducir naves. Tuvo mucha suerte y salió de perlas de los asteroides, pero cuando llegó a la zona de los agujeros se cayó por uno. Cuando el robot llegó también tuvo que tirarse. Al llegar a la nada, al vacío, se pusieron a correr y cuando Jose Luís pilló al robot le contó todo su plan: le dijo que si no le devolvía su cerebro quemaría en una hoguera a su novia y fue así como el robot tuvo que aceptar devolverle el cerebro e ir a la cárcel. Maria Puchades

LA NAVE ESPACIAL

Había una vez, un abuelo que vivía en Valencia.Este se llamaba SOLEADO y le gustaba muchísimo pasear.Todas las noches, con sus dos piernas ágiles y fuertes se iba al parque, a escuchar a los grillos.

Un día se fue al parque del avión, y cuando estaba a punto punto de llegar , en la misma calle , oscura y miedosa , apareció una pequeña nave . Por arte de magia, se plantó en las narices de Soleado.De repente, en medio del silencio, el abuelo vio como la puerta se abría.

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Una tremenda luz blanca salió e hizo que los ojos de Soleado se cerraran rápidamente sin darse cuenta de la situación. Al cabo de unos segundos, la luz se apagó poco a poco, y salió un chiquitito marcianito. El marcianito, sacó un platito muy chiquitito, con unas lonchitas de jamoncito muy finitas muy finitas. Soleado le preguntó al extraterrestre, pero él, antes de que acabara la frase, contestó: MANGA ROJA, pertenezco al mundo del manga alta.¿¡ No es alucinante!?- preguntó MANGA ROJA. Soleado, con los ojos parpadeando a la velocidad de un reloj tartamudeando dijo: S…S…SI, supongo que así será. Manga Roja le preguntó si quería ir a visitar Manga Alta. Pero él contestó que no, que tenía que cuidar a toda su familia. A los pocos minutos, cuando acabaron la conversación, Manga Roja subió a su nave y se fue, dejando al pobre abuelito con las lágrimas en los ojos. Tarek

EUFRASIO EL MARCIANO

Había una vez un hombre que se llamaba Eufrasio.Tenía 57 años y vivía en Sevilla . Él era profesor . Un dia llegó a su casa a las 20.00h porque tuvo una reunión . Cuando iba por la calle, una especie de platillo volante aterrizó a 4 metros de él. De repente bajó un marciano, de color oro , con 5ojos,20 narices y 100 bocas. Venía de Madrilencia. Eufrasio se quedó en blanco y sin palabras . Cuando empezó a correr,el marciano le cogió las piernas . Eufrasio se cayó y se desmayó. Reaccionó pronto. Cuando se despertó se dio cuenta de que estaba en el espacio, volando en el platillo volante. El marciano se llamaba Spydi. Spydi le dio un líquido naranja . Eufrasio se lo bebió. En 3 segundos se volvió un marciano . Tenía : 5orejas, 3 ojos, 50 narices y 10 bocas.Era de color plata. El platillo volante paró en un planeta donde había un cartel que ponía Madrilencia. Las casa tenían forma de letras y los marcianos no eran muy diferentes a ellos. Aterrizó el platillo en un garaje. Las casas eran de chocolate y caramelo. Las calles estaban llenas de nata y tenías que ir con un barquito de regaliz roja y negra . Eufrasio se asombró de ver todo lo que veía . Se hizo una casa en forma de letra E . A los pocos días volvió a la Tierra. Contó su aventura a sus alumnos, ninguno se lo creyó excepto una niña que se llamaba Carla.

Sonia Chirlaque

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EL ABUELO Y LA NAVE

En un pequeño pueblo llamado Gandía (bueno no tan pequeño) vivía un viejo abulo llamado Paco al que al que le gustaba hacer paseos por la mañana y por la noche. Después de cenar hizo un paseo por el pueblo. Esa noche el abuelo solo oía gritos y perros que ladraban y gatos que maullaban. Ya había hecho un largo recorrido,cuando llegó a la calle de su casa ,Paco vio una cosa muy extraña de metal y parecía ser de su tamaño. -Menudo cachibache le han comprado al chiquillo de al lado, ese no recoge nada – pensó. Paco obsevó bastantrato rato el cacharro y de repente una pueta del chisme gigante se abrió. De la puertaapareció un cacharro muy raro, era como un horno pero hultra complicado, después apareció una lavadora igual de complicada y por último un cohete espacial con mando a distancia. De la nave salió un hombre que dijo:-Usted debe ser quien pidió el cohete ¿verdad?.-Bueno sí pero ¿ quienes son y por que reparten así?-preguntó Paco.-Pues somo de Toys Urs y esta parece una nave espacial pero en realidad es un coche ¿ vale, entendido?-dijo el vendedor -Sí, ahora cóbreme el cohete para mi nieto-dijo Paco-Serán 50 euros-dijo el vendedor-¿50 euros?-preguntó Paco-Claro 50 euros, que ¿es que no mira los anuncios o que?-Bueno que sea por mi nieto, tenga 50 euros.-Gracias si vuelve a hacer un pedido, aquí estaremos -ValeDepués Paco volvio a casa y se durmio.

Daniel

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LA NAVE MISTERIOSA

Erase una vez un abuelo llamado Luis. Luis vivía en su casa con su mejor y su perro Lulo.

Todas la noches Luis y Lulo paseaban por el parque.Luis solía bajar sobre las 22:00 o 22:30h mas o menos.

Pero una noche fue diferente,pues yendo por el parque,se encontró con cierta cosa extraña, no sabía lo que era.

Pensaba que era una obra de arte callejeras expuesta pero al ver como semovía no le pareció tanto...

Además había hecho un ruido extraño y había una luz amarilla que deslumbraba mucho.

Empezó a reirse ya que ese día era su cumpleaños y creia que los amigos le habían gastado una broma.

Luis pensando en eso,entró a la nave,allí no había nadie pero de repente:

-Ñieeeeee. Se oyó como la misma puerta que antes se había oido esta vez la puerta se cerraba.

:-¡¡JaaaJaa!¡chicos ya basta! dijo Luis creyendo lo contrario. De repente se desmayó:

-¡Visitantes!¡¡Luisber la guitarra!! le dijo un marciano a otro.

:-¡¡Trae la guitarra que hay que celebrarlo!¡¡Tenemos visitantes !!

Al final los marciano Luisber y Lulo celebraron que tenían visitantes y le invitaron a que volvieran otro día:

A lo que Luis afirmó:

:-¡Claro que sí!

PATRICIA SALCEDO RODRIGUEZ

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LA EXTRAÑA NAVE ESPACIAL

Una noche oscura, un señor llamado José de unos 50 años aproximadamente, con el pelo blanco, corto y con un bigote muy largo y blanco, estaba paseando por la calle y tenia mucho frío. Cuando llegó a la vuelta de su casa, de repente apareció una nave enorme, que solamente tenia tres patas. Era de color azul clarito con azul oscuro, José se sorprendió y se asustó y se quedó boquiabierto y los pelos se le pusieron de punta. El no sabía si llamar a la policía, pero si la llamaba le podrían tomar por un loco y no hacerle caso, entonces decidió ir lo más rápido que podía y se puso frente a la nave. José estaba dando vueltas a la nave e iba contando las vueltas una, dos, tres ,cuatro, cinco, seis, siete, ocho y cuando iba a contar nueva se olvidó las vueltas que estaba dando y se mareo. Entonces se abrió una puerta y sonó ¡ññiiiieeeecc! Y apareció una luz muy potente que iba dirigida a los ojos. José se apartó y de la nave salió un pulpo pequeño(un bebé) de color verde, con solo dos y detrás de él salió su mamá y su papá que eran unos pulpos verdes, no muy grandes, con mirada de inofensivos. Se pusieron todos juntos y le dijeron:-¿Dónde estamos?Él contestó un poco asustado:-Estáis en la tierra.Preguntó la mamá:-¿Qué es la tierra?Le respondió más tranquilo:-La tierra e…. Cuando lo iba a explicar el bebé le interrumpió y le dijo a sus padres lo que significaba.José se hizo amigo de los pulpos y se los llevó a su casa para que durmieran y para que comieran un poco de paella que había hecho. Al día siguiente el papá pulpo se levantó muy temprano y se fue a correr un poco y compró chocolate con churros, le hizo levantarse a mamá pulpo y le preguntó muy asustado :-¿Dónde está papá pulpo?Respondió la mamá pulpo:-Seguramente se abra ido a correr.José se quedó más tranquilo y se fue al cuarto de baño y se duchó, cuando llegó papá pulpo se pusieron a desayunar. Salio del cuarto de baño y vio a papá pulpo que se había convertido en una persona y le dijo:-¿Como lo has hecho?Le contestó:-Es por que los días que me despierto muy feliz me transformo en una persona y mi familia tambien. El pulpo miro el reloj y vio que solo faltaba cinco minutos para que se transformaran en personas, se transformaron y decidió tomarse el día libre.Pasaron todo el día en el parque, comieron unos bocadillos y de postre tomaron un helado de vainilla y fresa. Por la tarde se fueron al centro comercial y le compraron a su bebé un peluche de un oso. Terminaron de hacer las compras y se fueron a la casa . Al llegar el papá pulpo le dijo a José muy triste:-Mañana nos tenemos que ir.-¿Te vas a tu planeta?-preguntó él:-Sí.-le respondió el pulpo.

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Cenaron y se fueron a dormir, al día siguiente a las nueve de la mañana se fueron a coger la nave para poderse ir, Cuando llegaron se subieron y el bebé le dio un abrazo a José. Se cerró la puerta y se fueron.

Sharon Llanos

EL SEÑOR BAT Y LOS EXTRATERRESTRES

Esto es un señor llamado Bat que tenía por costumbre salir a dar un paseo por la noche, y nunca se saltaba ninguno.Una noche, el señor Bat salió a dar uno de sus paseos. Iba caminando cuando vio una nave espacial. Era muy grande, de distintos tonos de plateado, estaba hecha de metal. En la parte superior tenía medio círculo de cristal y en la parte de abajo del círculo tenía como una especie de tira de colores rojo y amarillo que la rodeaba. En la parte inferior tenía cuatro patas también metálicas.De repente se abrió una de las partes de la nave … NIUUU … y una luz cegadora salió del interior alumbrando a Bat. Pasaron unos segundos y salieron un bebé-marciano y un niño-marciano. El señor Bat se asustó pero más asustados estaban los pequeños marcianos.El señor Bat decidió hablar y dijo:-Hola, me llamo Bat.¿habláis mi idioma?Los marcianos lo entendieron pero no contestaron. El bebé no contestó porque no sabía hablar y el niño no quería ni decir <<MU>>.Bat siguió preguntando:- ¿Me entendéis ?Y nada, que no le contestaban. Bat nunca se rendía, así que preguntó:- ¿Me entendéis chicos?El niño - marciano se hartó así que respondió:- Que sí, que te entendemos, no seas pesado!!. Upss… no era mi intención hablarte mal.Bat sorprendido dijo:- No pasa nada, ¿ bueno que hacéis aquí vosotros?- Pues nuestros padres nos han mandado aquí una temporada larga- respondió rápidamente el niñ -marciano.- ¿Y por qué os han mandado?- dijo Bat con duda.-Pues nuestros padres nos han enviado aquí para que conozcamos otros planetas y además estamos de vacaciones.- dijo el niño-marciano.Pasaron unos cuantos días y el bebé aprendió a hablar, aunque no muy bien.El niño-marciano aprendió a tocar la batería y se hizo famoso en la tierra pero poco después le tuvieron que decir ADIOS a Bat porque sus padres habían ido a recogerles.

Mansah Owosu